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*Estudiantes de Psicología.
Resumen
y las relaciones entre lo individual y lo social en el campo de las ciencias humanas. En esta
argumentos respecto del abordaje de los fenómenos colectivos, con el propósito de reseñar
distintas posiciones argumentativas respecto de lo colectivo y los efectos que estas posiciones
tienen para el estudio sobre el suicidio. La teorización de Lacan, ya avanzada su obra, postula
una discontinuidad entre lo individual y lo colectivo, que otorga respuesta novedosa a dicho
Palabras clave
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Contenidos
Resumen 1
Contenidos 2
Introducción 3
El movimiento estructuralista 8
Ferdinand de Sausurre 8
paterna 13
De la estructura a la topología 18
pluridimensional 23
2
Conclusión 26
Referencias 31
3
Una respuesta a las teorizaciones reduccionistas sobre los fenómenos humanos
psicoanalista austriaco Sigmund Freud, otorga una importancia a lo colectivo, tanto para la
práctica clínica como en sus implicancias sociales. De esta forma, el padre de la disciplina es
análisis que Lacan introduciría al campo del psicoanálisis. Estas ideas fueron presentadas en
el discurso dado en Roma, en el año 1953, llamado Función y campo de la palabra y del
revolución al interior del campo psicoanalítico, fijan sus orígenes históricos en el movimiento
Saussure, si bien nunca utilizó el término como tal, y se remitió al concepto de sistema, trata
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el lenguaje en oposición al habla, considerándolo un hecho social, idea que Durkheim había
planteado de forma similar. La innovación, en ese sentido, está puesta en la consideración del
lenguaje como un todo en sí mismo, que existe solo en oposición a otros elementos del
través de los fenómenos de parentesco que habitualmente son trabajados en su disciplina, los
parte de una estructura. Esta noción la contrapone con la lingüística, en tanto es, también,
una ciencia social. Para llegar a estas ideas, quienes realizan lecturas del autor señalan que las
social. Bajo esta lógica, los procesos gramáticos son propuestos como producto del
introduce a este campo las ideas estructuralistas a partir de 1953, mediante la inclusión de la
noción de estructura para realizar su ya famoso retorno a Freud, en el cual utiliza las nociones
lingüístico permiten a Lacan movilizar la articulación de una teoría que supera la escisión
entre las dimensiones de lo individual y lo colectivo. Esto debido a que el análisis estructural
de Lévi-Strauss opera según la lógica del hecho social total maussiano, el cual permite la
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en este paradigma es el único lugar en donde se articulan concretamente las tres dimensiones
Si bien el estructuralismo ofrece una perspectiva que considera una posible salida a la
dicotomía entre lo individual y lo colectivo, al parecer dicha visión no sería suficiente. Para
hubiese tenido un carácter tan estricto y apegado a las reglas lingüísticas que supeditan la
configuración del sujeto, el resultado de esto sería una traición a la concepción freudiana del
sujeto, que por medio del concepto de pulsión, da cuenta del compromiso indisoluble entre lo
estructuralismo lingüístico, que asimila al individuo como una mera abstracción de lo social,
Así, mediante los desarrollos lacanianos más allá del estructuralismo, se introducen
nuevas nociones sobre lo simbólico y su anudamiento con lo individual, las cuales podrían
demostrar una posible alternativa a temáticas que presentan dificultades por sí mismas en sus
La problemática del suicidio resulta ser un conflicto en sí mismo, que permite pensar
de una temática actual, y que involucra a diversas áreas de la salud y las ciencias, que
carácter más bien estadístico, donde se vincula con enfermedades mentales, tales como el
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consumo problemático de alcohol y sustancias, depresión, entre otros (Organización Mundial
de la Salud, 2000).
En esta misma línea, existen diversos estudios orientados a la prevención del suicidio,
que distinguen los intentos de suicidio y el suicidio mismo, incluyendo también la ideación
suicida, que puede tener un amplio espectro de posibilidades de manifestación, que, según
estas perspectivas, deben ser estudiadas y observadas para su oportuna prevención (Pérez,
1999) .
riesgo suicida, la investigación en niños y jóvenes apuntan a que se trata de un proceso que
inicia con los simples pensamientos respecto de la realización del acto, asociado a diversos
de correlación de proporcionalidad directa entre el aumento del Producto Interno Bruto (PIB)
del país y el aumento de las tasas de suicidio; por lo tanto, se realiza un análisis desde una
De esta forma, y con esta diversidad de perspectivas y estudios respecto del suicidio,
obtener una respuesta acabada a sus causas, desarrollo, y acto final, gracias a que se trata de
un fenómeno humano contradictorio a cualquier lógica. Dentro de estos intentos por abarcar
una explicación posible, se hará una revisión de perspectivas que consideran variables
sociales como explicación posible al fenómeno del suicidio, como lo son las ideas planteadas
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por Durkheim, desde la sociología, o de Freud y Lacan a partir de la teoría psicoanalítica, se
Por un lado, Durkheim (1928), desde la sociología, plantea que son las sociedades con
los valores destituidos las que causan suicidios, por lo que son éstas determinantes para
solitario, y no todos los miembros de una misma sociedad llegan a cometer un acto suicida.
En esta línea, Freud (1915/2001) también teoriza, en cierta medida, sobre el suicidio, y
propone que el melancólico, al no saber qué fue lo que perdió del objeto amado y volcar esa
energía hacia el yo, lo que causa un empobrecimiento y vacío de éste, (a diferencia del duelo,
ambivalencia respecto del objeto amado que se vuelca hacia el sadismo, lo que podría
psicoanalítico (Lacan, 1967-1968) también se caracteriza por ello. Lo que diferencia esta
está barrado, por tanto, el suicidio, el acto mismo, deja de ser inexplicable, al ser el ejemplo
originales, como Lévi-Strauss, Lacan, Freud y Durkheim, en tanto guían las propuestas
teóricas planteadas para un acabado análisis respecto del nicho teórico estudiado. Sin
embargo, para una complementariedad y contraste ante planteamientos actuales respecto del
tema del suicidio y lo colectivo, es que también se han considerado tanto autores que releen a
los ya planteados y teorizan a partir de éstos (Quentel, Zafiropoulos, Barrionuevo), así como
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trabajos de distintas naturalezas académicas de orden contemporáneo. Se excluyen algunas
es secundaria para el tema central a tratar en este trabajo, como por ejemplo, los estudios de
colectivo y sus vacíos, ya sea desde la sociología o el psicoanálisis, permite abrir la mirada
que anteriormente podría haber sido ingenua respecto de lo social como explicación única a
cualquier fenómeno humano, por tanto, sobre una posibilidad de comprensión acabada sobre
tanto se hace necesaria una articulación a partir del estudio de los orígenes de las ideas de los
esta problemática de salud, así como sus salidas terapéuticas mediante un abordaje que
El Estudio de lo Colectivo en el Campo de las Ciencias humanas y el Psicoanálisis Commented [1]: Se ha hecho un comentario
Una de las preocupaciones históricas de las ciencias humanas, desde sus comienzos,
colectivo. En este sentido, se trata de una idea que ha permanecido a lo largo del tiempo,
debido a sus características y las dificultades propias de su estudio. Se trata, más bien, de un
terreno difuso y, por ende, de diversas perspectivas incluso dentro de un mismo campo. Por
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otro lado, atiende directamente a los tiempos históricos, por lo que se encuentra en constante
complementariedad entre estos dos polos de abordaje de los fenómenos humanos. En esta
línea, Feippe (2016), desde la antropología, plantea estas ideas a través de una revisión
De esta manera, las ciencias sociales se han encargado de pensar lo colectivo desde
sus orígenes, a través de autores con obras de elevado reconocimiento en la materia como
Karl Marx, en su ensayo El capital: crítica de la economía política; Max Weber, a través de
libro El Suicidio. Todos ellos consideraban a lo social como causa explicativa de ciertos
fenómenos.
Bajo este marco, el psicoanálisis, como una disciplina en sí misma, dentro de sus
implicancias no sólo clínicas, sino también sociales, cimenta desde sus orígenes, la
padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, es el primero en poner de relieve una comprensión
de lo colectivo en su obra, sobre todo para pensar lo individual desde esta posición. En el
individuales, como la sensación del yo unitario, que reconoce los límites entre lo interno y lo
problemáticas. Desde la perspectiva freudiana, gran parte del malestar individual hallaría sus
orígenes en la cultura, y todas aquellas manifestaciones por medio de las cuales el individuo
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intenta defenderse de las amenazas que acechan desde las fuentes del sufrimiento pertenecen,
no se puede vivir aislado de ésta, tampoco se puede omitir el sufrimiento que la misma
provoca.
El movimiento estructuralista.
Saussure.
General, que daría origen a esta singular manera de estudiar lo colectivo. Este concepto
constituye un sistema, del cual sus diferentes partes deben ser consideradas en su
de los elementos del sistema. El contenido, de hecho, está determinado por las oposiciones
en las que entran los distintos elementos del sistema del lenguaje, es decir, que éste existe
solo a través de su relación y oposición a otros elementos del sistema (Quentel 2007).
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Para Quentel (2007), el enfoque de Saussure inaugura una ruptura con el realismo del
hablante y, por ende, con el de muchos investigadores en ciencias humanas que toman las
realidades que enfrentan por lo que son, ateniéndose a los hechos y a la objetividad. En
cambio, la teoría de Saussure plantea la cuestión de las condiciones reales a partir de las
positivo en lo que hay que detenerse, sino que es el resultado de las distintas conexiones del
sistema —las cuales no dejan de evolucionar—, lo que hace que estas realidades varíen.
seguidores de su pensamiento expanden este enfoque a todos los fenómenos humanos a partir
de la noción de estructura. Esta noción puede ser entendida de manera estrictamente análoga
a la noción de sistema de Saussure: como un conjunto finito de elementos en el que cada uno
de ellos solo vale en relación con los otros elementos (Quentel, 2007).
Uno de los autores en los que se puede observar la influencia del pensamiento
Mauss para la comprensión de los fenómenos relativos al orden de lo colectivo, los cuales
importancia de lo planteado por Marcel Mauss radica, desde esta perspectiva, en haber
llevado a cabo un esfuerzo por superar las observaciones empíricas para llegar a realidades
más profundas; lo social, por primera vez sale de la esfera de la cualidad pura y se transforma
solidaridades.
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Ejemplo de esto último es el énfasis que hace el antropólogo francés respecto de la
noción maussiana de acto social total, la cual debe poseer un carácter tridimensional que
psicológico es un fenómeno sociológico, la prueba de lo social solo puede ser mental, por lo
cual lo individual no puede ser un mero hecho subordinado de lo social (Lévi-Strauss, 1991).
Para Quentel (2007), en la obra de Lévi-Strauss, los fenómenos del parentesco serían
del mismo tipo que los fenómenos lingüísticos, por lo cual, más que tratarse de una
lenguaje. La obra de Lévi-Strauss demostraría que los fenómenos humanos no son menos
lenguaje como la base misma de la cultura, determina que el inconsciente participa de las
propiedades del lenguaje, de las cuales enfatiza la importancia del significante y la función
simbólica.
conflictos y resistencias que han permanecido, hasta ese momento, inconscientes. Tal es el
caso, por ejemplo, del chamán que proporciona a la enferma un lenguaje en el cual se pueden
expresar inmediatamente estados informulables de otro modo, lo que tiene por efecto la
reorganización bajo una forma ordenada e inteligible de una experiencia actual que, sin ello,
fundamental para el pensamiento del psicoanalista francés Jacques Lacan, quien introducirá
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los postulados estructuralistas del antropólogo al campo del psicoanálisis, con el fin de
lacaniana de los fenómenos del orden de lo colectivo se encontraría más cercana al enfoque
En un período de su obra que va desde el año 1938 al año 1953, Lacan se inclinaría a
favor del pensamiento durkheimiano, lo cual lo habría llevado a enunciar en su artículo Los
maduración subjetiva y social de los hijos. Además de esto, Lacan plantea en el mismo
artículo que esta crisis psicológica de la familia y del padre es la causante del descubrimiento
psicoanalíticas para diagnosticar, en las patologías narcísicas, los síntomas mórbidos de las
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sufrimiento característico tanto de una actualidad mórbida como del estilo clínico de una
paso a los trabajos de Lévi-Strauss. De aquí en adelante, la función del padre —con seguridad
comprenderse sin tomar en cuenta el nuevo universo teórico que el mismo Lacan comienza a
construir en 1953 (Zafiropoulos, 2002). Queda, sin embargo, la duda acerca del por qué
Lacan abandona su inclinación por los postulados durkheimianos; duda a la que se intentará
dar luces a través de las distintas argumentaciones reseñadas a lo largo de esta revisión.
influenciado a su vez por la obra de Marcel Mauss, rescata la noción de hecho social total, en
fenómenos humanos, los cuales, a su vez, son homologables a una arquitectura única
controlada por el lenguaje. Esta estructura del lenguaje tendría como punto de anclaje la
del pensamiento simbólico. El padre no sería ya, por lo tanto, un objeto real, sino un
significante puro. Más aún, para el autor, la influencia de la obra de Lévi-Strauss en Lacan no
se limitaría sólo a la cuestión del padre como significante puro, sino que también estaría
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presente en la reversión lacaniana del algoritmo saussuriano, que tiene el efecto de colocar al
totalidad de la estructura.
a partir de este momento, que el inconsciente también está estructurado como un lenguaje
(Quentel, 2007).
entre otras cosas, su excesivo centramiento en el lenguaje. Quentel (2007), por ejemplo,
señala que el uso de la noción de estructura en Lacan es heurístico y reductivo. Queda, por lo
finalidad de observar, por un lado, en qué medida éstas ofrecen nuevas elucidaciones que
permitan pensar los fenómenos colectivos y, por otra parte, qué tanto se ajustan estos
las ideas estructuralistas, amplía, sin embargo, su concepción de la estructura mucho más allá
del lenguaje.
descubrimiento importante, excluye los otros determinismos del ser humano y la capacidad
idea de una unidimensionalidad del humano, que dejaría de lado otros registros.
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La empresa estructuralista, por tanto, sería incapaz de hacerse responsable de la
procesos que tienen en cuenta lo técnico, lo social o lo ético se ve oscurecida por una noción
llevada a tal nivel de generalización. El modo de presencia del hombre en el mundo, desde
Por lo tanto, para Quentel (2007), la noción de estructura sería finalmente reificada
psicoanálisis a partir de la obra de Lacan. Así, enfatiza que el lenguaje, para Freud, es solo
una de las modalidades a través de las cuales se manifiesta el inconsciente. Los procesos
primarios se revelan también a través de la dimensión técnica (por ejemplo, en actos fallidos)
sean comparables a los procesos gramático-retóricos es una cosa, pero que sean idénticos a
ellos es otro asunto; el inconsciente tal vez esté estructurado como un lenguaje, pero no es el
Sin embargo, las críticas del autor parecen estar menos dirigidas al mismo Jacques
verá, es el mismo Quentel (2007) quien defenderá el potencial de los postulados del
psicoanálisis lacaniano, en tanto éste es capaz de hacerse cargo de las contradicciones que
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La influencia de Marx en Lacan
los fenómenos que estudia, tiende a reducirlos a las únicas herramientas que tiene para
aprehenderlos. Una vez establecido, el nuevo conocimiento se cierra sobre sí mismo sin
cuestionarse las condiciones de su establecimiento; en vez de proceder con una crítica de los
modos anteriores de pensamiento —de los cuales pretende liberarse—, se les rechaza de
manera tajante, pasando de un extremo del pensamiento, al otro. Esto sucedería toda vez que
se dirige la atención sobre un punto particular de la complejidad del ser humano, sin tener en
Por lo tanto, las teorías que pretendan dar cuenta de lo humano, deberían explicar este
Para Quentel (2007), ha sido Karl Marx el que mejor ha entendido la importancia de
dialéctica (la cual toma de Hegel, pero a la vez establece una ruptura respecto del mismo),
inaugura una nueva forma de pensar al humano que escapa del dualismo de la materia y la
mente, lo cual le permite proponer una solución que va más allá de la dicotomía del
más allá de la materia y las propiedades puramente fisiológicas que condicionan su vida, pero
que, a la inversa, el espíritu del hombre no flota en un universo etéreo, porque está encarnado
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material y fisiológicamente. Por lo tanto, la existencia no sería un hecho solamente natural,
posición de Marx es materialista pero dialéctica, en tanto toma en cuenta la especificidad del
historicidad sería, desde este punto de vista, el resultado del conflicto constante entre los
momentos contradictorios del proceso dialéctico; el conflicto produce una “energía” propia
que se halla a la base de la historicidad. Por lo tanto, una teoría del sujeto que se plantee la
cuestión de su constitución y su funcionamiento debe integrar esta noción del conflicto que
impulsa el movimiento dialéctico. En otras palabras, debe explicar por qué el ser humano,
que no deja de cambiar, a la vez, permanece siempre estático de manera paradójica (Quentel,
2007).
Bajo esta mirada, el psicoanálisis lacaniano se erigiría como una posibilidad de dar
que el humano nace de una brecha o rasgadura original, que permanece hasta el final de su
vida y que constituye un motor que impulsa su accionar y que produce una energía que no
La contradicción del ser humano es abordada, desde el psicoanálisis, por medio del
problema de la satisfacción. La lógica del deseo se articula siempre en relación a una falta,
por lo cual el hombre en busca de satisfacción encontrará que nunca puede satisfacerse de
manera completa. La negatividad que subyace a la noción de falta implica una ruptura con las
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condiciones naturales y/o fisiológicas para obtener satisfacción. Al mismo tiempo, este
adelantamiento. Esta contradicción crea una energía limpia y constituye un motor que
En esta misma línea, las argumentaciones ofrecidas por Cabrera (2017) permiten dar
cuenta de la relevancia de las razones que movilizan el pasaje de la obra de Lacan desde un
tenido un carácter tan estricto y apegado a las reglas lingüísticas que supeditan la
configuración del sujeto, el resultado de esto sería una traición a la concepción freudiana del
sujeto, que por medio del concepto de pulsión, da cuenta del compromiso indisoluble entre lo
que asimila al individuo como una mera abstracción de lo social, impide el desarrollo de una
entendida esta última como manifestación de una dialéctica del conflicto que se despliega en
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Sin embargo, y a pesar de las afirmaciones que indican que este movimiento hacia la
desde el año 1953, cuando se afirma que el inconsciente es aquella parte de la historia
individual que, en tanto transindividual, falta a la disposición del sujeto para restablecer la
De la estructura a la topología.
Douville (2005), que la teorización psicoanalítica lacaniana va mucho más allá de un simple
Según Douville (2005), no es seguro que Lacan hiciera el mismo uso que Lévi-Strauss
del significante cero, ya que, mientras para el antropólogo este espacio vacío es una
condición formal y pasiva, para Lacan este espacio se convierte en un vacío activo desde el
cual se ordena la estructura. Lacan habría inventado el sujeto del psicoanálisis, no solo como
análogo al sujeto de la ciencia, sino como una respuesta de lo Real y a lo Real. Es entonces
un problema de orientación del cuerpo erógeno que involucra los tiempos y la lógica de los
cuerpo, objeto y letra. El vacío, para Lacan no es una mascarada fálica ni su completa y
significantes, sino que será una vida marcada por el lenguaje, que sufre. De la misma
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de nodos cuya presentación hará equivalentes los registros de lo real, lo imaginario y lo
simbólico. El lenguaje sería, entonces, una experiencia de goce, que indexa un equívoco
maneras en que, históricamente, han sido comprendidos los fenómenos del orden de lo
colectivo. Como se vio, el abordaje de estas discusiones conlleva una complejidad que es
propia de cualquier manifestación humana. En esta línea, el suicidio es una problemática que
colectivo y lo individual.
Considerado el primer teórico en hablar del suicidio fuera de una mirada simplemente
Suicidio a fines del siglo XIX, definiéndolo como “todo caso de muerte que resulte, directa o
indirectamente, de un acto, positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo ella
que debía producir este resultado” (Durkheim, 1928, p.3), hace la distinción respecto de las
posibles definiciones morales y del cese de supervivencia de los animales. Utiliza una amplia
gama de variables estadísticas sobre las causas e influencias posibles del suicidio en distintos
países de Europa de la época, en la cual hace una relación cuantitativa hacia estudios
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sociológicos. Si bien puntualiza que, al ser un hecho individual, que solo afecta al individuo y
es realizada por él mismo, se podría creer que no es un hecho que interese a la sociología; sin
embargo, éste contiene una unidad e individualidad, así como una naturaleza social por tanto,
no sólo una preocupación para la psicología, así el suicidio debe ser considerado, como tal,
estructuradas, en donde se otorga una baja importancia al yo, y se realiza un sacrificio moral
en favor del grupo; el suicidio egoísta, que se produce mayormente en sociedades en crisis,
en la que los vínculos sociales son débiles como para que el sujeto se comprometa con su
propia vida así, se puede llevar a cabo libremente el acto suicida; el suicidio fatalista, de poco
desarrollo teórico, se produce en sociedades en las cuales los sujetos no creen en una salida
posible a su condición, por ejemplo, en las sociedades esclavistas; por último, desarrolla
ampliamente la idea del suicidio anómico, propio de las sociedades en las cuales las lazos
sociales se encuentran desintegrados, y en donde los límites de éstas son más flexibles. A las
sociedades con dichas características las denominó sociedades anómicas, en las cuales,
distintos frentes, no sería más que un hecho social causado por el desajuste de la estructura
social (Palacio, 2010). En este sentido, la anomia social (también desarrollada en el libro La
División del Trabajo Social), se enmarca en torno a la modernidad, que transforma dichos
lazos y, por ende, el funcionamiento de los individuos. Así, existen dos posibles
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consecuencias: sociedades que consideren a la modernidad como una amenaza; versus otras
en Mauss, se puede contraponer a la tesis clásica durkheimiana, en tanto Mauss planeta que
lo cual se contrapone a la idea de la sociedad anómica como causa explicativa única del
sociólogo Durkheim, que reduce la problemática a un hecho social. Desde ahí, también se
contrapone, entonces, a la noción de hecho social total maussiano, que también considera
del autor psicoanalítico a una posible explicación a las nuevas formas de malestar psíquico,
podría ser homologable, también, a la idea de Durkheim sobre las sociedades anómicas que
una primera etapa de la propuesta lacaniana. Más tarde, a partir de las influencias
estructuralistas, y posteriormente, las influencias marxistas, Lacan va más allá de tan solo una
colectiva.
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Si bien Sigmund Freud, padre del Psicoanálisis, no realiza una teorización directa
sobre la temática del suicidio, sí es posible observar a lo largo de su obra diversas alusiones a
desarrollo en la obra Duelo y Melancolía, entre varios otros; ideas que posteriormente
melancolía, se especifica que esta última sí se trata de una condición patológica, en tanto se
pierde el objeto amado, pero no se sabe lo que se perdió de él, por lo que no se es consciente
Lo que no opera, entonces, es la investidura del objeto, que no se desplaza, sino que
originario, cuestión trascendental para las patologías de este orden. Por lo tanto, por una parte
se regresa a la identificación, mientras que por otro, se traslada hacia el sadismo, por ende, se
dicho estado como proclive al suicidio gracias al conflicto de ambivalencia, en donde la vida
se ve amenazada, al poder liberar un monto de líbido narcisista tan grande que pueda causar
1923/2001)
25
Es posible distinguir en Freud diversas conceptualizaciones del suicidio, entre las que
se encuentran: en un inicio, las primeras teorizaciones apuntaban a asociar las ideas suicidas a
los estados depresivos de los sujetos, concepción que luego será complejizada. Acuña,
como estatuto psicopatológico, en donde el acto suicida cobraría sentido gracias a los relatos
familiares que otorgarían una explicación más acabada de las posibles razones inconscientes
la que se escenifica el propio acto, lo que posteriormente Lacan llamó acting out. Desde la
noción de culpa, el suicidio tendría relación con mandamientos que retornan al sujeto como
efecto de la ira reprimida hacia otro que se interpone entre el sujeto y el objeto amado, más
Estas distintas comprensiones del suicidio existentes en Freud nos remiten a dos
concepciones básicas y, por ende, esenciales para la obra del autor austriaco: lo individual y
lo colectivo, ya acuñados en Malestar en la Cultura, que deja entrever que ambas no son
disociables, por lo que los fenómenos como el suicidio, gozan, para su comprensión a partir
corriente psicoanalítica, desde sus orígenes, una salida respecto de las críticas a su modelo,
que conjuga tanto lo individual propio del sujeto como lo colectivo o lo social.
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Desde su retorno a Freud, Jacques Lacan conceptualiza el suicidio en su obra
propiamente tal, rescatando las nociones freudianas propuestas con anterioridad. De esta
manera, Lacan distingue tres distintas concepciones del suicidio: acting out, paso al acto y
acto, en tanto cada uno posee un significante simbólico, pero que solo puede ser leído con
En primer lugar, el acting out corresponde a una especie de tentativa de suicidio, pero
en la que se realiza, más bien, un llamado hacia Otro, por ejemplo, a través de una carta
(como lo fue en el caso Dora, paciente de Freud), en donde se manifiestan las razones por las
cuales se desea el suicidio. De esta manera, el sujeto se sostiene como deseante en relación a
un objeto, dando lugar a las fantasías de éste. A través del acto mismo, intenta decir lo que no
Por otro lado, el paso al acto se trata de un acto consumado, es decir, no sólo la
ideación y fantasía al respecto, sino que se hace de forma automatizada, ya que se trata de la
única manera de mantener su estatuto de sujeto. Por tanto, el paso al acto es el que se lleva a
cabo en los tipos de suicidios melancólicos, acuñados por Freud. De la misma manera, el
melancólico no busca la confirmación para la realización del acto, sino más bien lo lleva a
Finalmente, el acto en sí, más allá del pasaje al acto, se trata de una forma radical de
reencontrar con el sujeto renovado, al tratarse de una lógica après-coup (Vargas, 2010).
tipos o actos suicidas requieren de una revisión del caso a caso, cuestión que no es muy
distinta a las dificultades que podrían surgir de cualquier otro desarrollo teórico, cualquiera
sea su naturaleza, respecto del suicidio. Uno de los aspectos a tratar acerca del suicidio en
Lacan es la relevancia de la noción de lazo social; en tanto éste opera como articulador
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respecto de la subjetivación, es decir, tanto de un orden cultural como un orden inconsciente
estructurado como lenguaje, que portaría estos significantes (Ruiz, 2009) . En el caso de la
problemática del suicidio, se podría pensar que el lazo social se ha visto declinado,
interrumpido, coartado, etcétera; como, por ejemplo, en el paso al acto o el acto mismo, en
los cuales se lleva a cabo el acto como un posible intento de salida del lazo social, al verse
perturbado por alguna circunstancia. De esta forma, la teorización lacaniana plantea al acto
como el único acto que tiene éxito sin fracaso, y que afecta en lo real a través de lo simbólico
(Vargas, 2010).
obra lacaniana, quien declara hacer una relectura de Freud. En el caso específico sobre el
asunto del suicidio, éstas no podrían ser más evidentes en su rescate de casos clínicos para
por Lacan es hecha mediante la noción del orden simbólico, como es para Freud las ideas e
noción simbólica el que opera para el entendimiento de ciertos fenómenos, sino que introduce
simbólico (S) y lo imaginario (I). Estos tres registros se articulan de una forma particular, en
tanto el sujeto está determinado por estas tres nociones, sin que una prevalezca por sobre la
otra y, por ende, que no puedan subsistir en el nudo borromeo (figura 1) si alguna se
desprende.
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Figura 1: Representación del nudo borromeo formado por la noción de lo real, lo simbólico y
(2011) precisa que el registro de lo real trata sobre lo que no tiene posibilidad de ser
especular del niño, por lo que corresponde a una ilusión respecto de las identificaciones de
dicha etapa; por último, lo simbólico, opera en relación a Otro, como determinante simbólico
del sujeto, que posibilita la reciprocidad en el lazo social. De esta manera, el suicidio puede
Conclusión
La reflexión en torno a los distintos fenómenos del orden de lo colectivo han estado
presentes en las ciencias humanas desde su inicio. Una de las maneras particulares de pensar
29
estos fenómenos ha sido el movimiento estructuralista, que tiene su origen en la lingüística de
Ferdinand de Saussure.
asimilados a los fenómenos de lo humano, que incluyen tanto lo individual como lo social.
Influenciado por las ideas de Marcel Mauss, Claude Lévi-Strauss, antropólogo francés
algunos de los postulados estructuralistas (en especial los de Lévi-Strauss) para concretar lo
Karl Marx quien habría entendido mejor estas contradicciones, teorizándolas. La noción de
dialéctica es retomada por Lacan en el curso de su enseñanza a través del crucial problema de
en favor de una topología de nodos que haría equivalentes los registros de lo simbólico, lo
relevar las perspectivas que consideran lo social y lo colectivo como forma explicativa de
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éste. Así, a partir de las ideas de Durkheim (1928), se introduce la idea de las sociedades
anómicas como causa de suicidios de este tipo, provocada por la destitución de los lazos y las
normas sociales; se otorga, entonces, una explicación puramente sociológica de este autor
para la temática. Por otro lado, Freud, a través de su obra, no conceptualiza propiamente tal al
suicidio, pero realiza diversas puntualizaciones y guiños al respecto, que luego tomará Lacan
para el desarrollo de su obra, y la distinción de tres formas de expresión del suicidio: el acting
Los fenómenos del orden de lo colectivo han sido abordados desde corrientes teóricas
diversas. Cada una de estas corrientes parece presentar grandes aportes para la comprensión
largo de la revisión no supone la caracterización del conjunto entero de las de las perspectivas
teóricas que se han encargado de estudiar lo social, sino que más bien presenta un debate
específico acerca de ciertas distinciones teóricas que, sin embargo, suponen antecedentes
teóricos de larga data que no es posible pasar por alto al momento de entender las
especificidades de la discusión.
Así, esta revisión teórica aporta información clarificadora respecto del surgimiento de
algunas de las reflexiones presentes hoy en día en el campo de las ciencias humanas y el
psicoanálisis. Entre otras cosas, se da cuenta, por ejemplo, de que la adherencia de Lacan al
la teoría psicoanalítica. Lacan va mucho más lejos del estructuralismo y presenta una
relevancia que permite pensar ciertos fenómenos humanos en su constitución simbólica por
31
psicoanalítica de Lacan franquea cualquier posibilidad de un determinismo lingüístico a
través de nociones como la de objeto a o la construcción del nudo borromeo, que grafica el
medio de sus postulados, de tratar con los fenómenos humanos teniendo en cuenta la
tanto de tipo individual como social. En el caso del suicidio, por ejemplo, evita cualquier
tendencia a, por un lado, reducir la problemática del suicidio a las características individuales
sólo por los aspectos sociales que lo condicionan. Subyace, desde este punto de vista, una
conocimiento nuevo y actualizado acerca de los diversos fenómenos de malestar psíquico que
aquejan a la sociedad, desde una perspectiva que comprenda la contradicción propia de estos
como lenguaje, pero en donde el sujeto se encuentra barrado (Lacan, 2015). La barración del
articular los fenómenos de la estructura con los de la variabilidad histórica (Cabrera, 2017).
habita en el ser humano. Por tanto, se trata de no sólo una salida, sino que del inicio respecto
32
En el caso específico de la problemática del suicidio, es posible constatar la
en otros del mismo orden—, bajo enfoques que integren las distintas contradicciones del ser
individual.
fenómenos colectivos en el campo del psicoanálisis, tiene que ver con profundizar en los
aspectos de la enseñanza de Jacques Lacan en los que se distancia de los postulados del
estructuralismo tradicional. Esto con el fin, primero, de esclarecer de manera más precisa las
novedades que presenta la obra del psicoanalista en relación a las nociones estructuralistas y,
lacaniana como una mera transposición de las estructuras lingüísticas al campo del
psicoanálisis.
33
Referencias
Obras completas: Sigmund Freud (Vol. XXI). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
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