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A 100 años de La Metamorfosis de Franz Kafka

Han pasado apenas 100 años de que Franz Kafka describiera el desconcierto de Gregorio
Samsa al despertar convertido en un monstruoso insecto, dándonos la bienvenida al siglo
kafkiano, al de las industrias que consumen la vida humana, al de las absurdas
burocracias, al de la ley paterna que reproduce fascismo, al destino de una raza que
encontró en los campos de concentración y en el exceso de la guerra la realización de
unos ideales que no corresponden a la finitud de la existencia contenida en un cuerpo
que intuye el infinito.

Escrita en 1912 y publicada en 1915, nueve años antes de la muerte de su autor, Die
Verwandlung, La Transformación o La Metamorfosis; constituye un referente de la
literatura contemporánea por hacer palpable mediante un recurso alegórico, la sensación
de un individuo que era demasiado consciente de las vicisitudes de una época que se
reflejaba en su propia vida. Esa época es la nuestra y esa sensación no deja de sentirse
y de negarse a pesar de Kafka y de la historia que le ha dado la razón en su diagnóstico.

La alegoría desafía a lo fantástico: el monstruoso insecto en que se convierte Gregorio


Samsa no proviene de una imaginación que escapa a los enclaves de lo real. Al contrario,
el bicho pertenece al absurdo mundo que lo rodea como una anomalía y su drama es
querer ser reconocido en él a pesar de que su astucia sea querer escapar de la forma
humana. La metáfora supera a la fantasía cuando nos preguntamos en qué clase de
insecto se convirtió el señor Samsa luego de un sueño intranquilo en su propia cama.

Al exceder cualquier clasificación entomológica este insecto es objeto de muchas


interpretaciones, abriendo una amplia entrada a la mirada del lector que puede ver allí al
propio Kafka, a las complejas relaciones con su padre (al que le escribiría también una
célebre carta inmortalizando su enorme Edipo): a la culpa que siente el hijo de ser visto
por el padre como un bicho inútil. A un sentimiento de época que pocos pueden traducir
en lenguaje: el ennui, aburrimiento, desgano, inapetencia, ausencia de voluntad…en el
que se resuelve una cultura impulsada por ideales que son irrealizables. El insecto
Kafkiano es el hombre moderno en su incapacidad de rebelarse ante el destino que le
impone una cultura que desconoce su legítima rareza. Sea esta una ocasión para revisitar
su obra y de sentir su espíritu afirmativo y pesimista deambulando en el presente.

Andrés Gómez Morales.


Promotor de Culturas Escritas
Bibloteca Pública Gabriel García Márquez.

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