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Jesús Caldera Infante, Ph.

D
Abogado Constitucionalista

NICOLAS MADURO MOROS ES COLOMBIANO


POR NACIMIENTO MIENTRAS NO DEMUESTRE LO CONTRARIO:

CONSIDERACIONES JURIDICAS SOBRE LA NACIONALIDAD


COLOMBIANA POR NACIMIENTO DE NICOLAS ALEJANDRO
MADURO MOROS EN APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DEL IUS
SANGUINIS

Por: Jesús Caldera Infante, Ph.D1

Las presentes líneas tienen por objeto contribuir a dilucidar aspectos


legales y constitucionales involucrados en la posición jurídica o situación
normativa en la que se encuentra el señor NICOLÁS ALEJANDRO
MADURO MOROS, quien funge como Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, en franca usurpación de funciones o la
impostura con que ejerce tan elevada dignidad pública toda vez que, al
ser colombiano por nacimiento -por ser hijo de madre natural
colombiana- y no haber renunciado a dicha nacionalidad, nunca jamás
podía postularse para ser elegido ni podía ser designado en los cargos
de diputado y presidente de la Asamblea Nacional, ministro del Estado,
vicepresidente de la República ni presidente de la República.

Nicolás Maduro Moros es la expresión más acabada del fraude y el


engaño. Viene mintiendo sobre su nacionalidad de forma descarada y
sin chispa de vergüenza. Ha manipulado, torcido y alterado la verdad a
su antojo y su farsa, como funcionario público, hará que se le recuerde
con repudio por haber mancillado el honor y la probidad que demanda
ser presidente de la Nación ya que nunca jamás ha cumplido con los
requisitos legales, ni éticos, ni profesionales, ni humanos para

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Abogado constitucionalista, catedrático y político venezolano, nacido en Santa Ana de Trujillo.
Ex - Candidato a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela (2006). Egresado en
1991 como Abogado de la Universidad de los Andes (ULA, Mérida, Venezuela), revalidó su
titulo en la República de Colombia (2008). Es Doctor en Derecho, mención Derecho
Constitucional (Universidad Santo Tomás (Bogotá). Diplomado en Criminalística (Universidad
Valle del Momboy, Valera, Venezuela); Diplomado en Contratación Estatal (Pontificia
Universidad Javeriana, Bogotá); estudios de Especialización en Derecho Procesal (Universidad
Católica Andrés Bello, Caracas); Es especialista en Derecho Sustantivo y Contencioso
Constitucional (Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá); Magister Scientiarum en Desarrollo
Regional (Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela). Es profesor de Derecho
Constitucional Económico en la Pontificia Universidad Javeriana. Ha sido profesor de Teoría y
Analítica del Derecho en la Universidad Santo Tomás. Profesor de Derecho Procesal
Constitucional de la Universidad de Boloña (Italia) en su extensión de Bogotá. Profesor de
Bloque de Constitucionalidad y Constitucionalismo Multinivel de la Universidad Libre de Bogotá.
Es docente investigador de la Universidad Católica de Colombia donde enseña a nivel de
pregrado y posgrado Derecho Constitucional Colombiano y General y Mecanismos de
Protección Internacional de DDHH. Presidente de la Fundación Nueva Gobernanza. Miembro
de la Asociación Colombiana de Derecho Procesal Constitucional; Asociación Mundial de
Justicia Constitucional; Asociación Argentina de Justicia Constitucional; Asociación Colombiana
de Derecho de Seguros y del Centro de Estudios Sociales y Jurídicos del Sur de Europa (CESJ),
con el auspicio de las Universidades de Almería, Granada y Jaén (España). En el exilio, desde
mayo de 2007 a la fecha.
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desempañar, con rectitud y decoro, tan delicada labor.

Nicolás Maduro Moros, el dictador deslamado y despiadado que impone


su macabra dictadura sobre Venezuela, jamás podía haber ostentado
las más altas posiciones estatales en nuestro país porque tiene
nacionalidad colombiana por nacimiento y no ha renunciado a ella.
Muchas muertes, dolor, tragedias, ruinas, familias destruidas y pesares
colectivos pudieron ser evitados sí en Venezuela hubiese una efectiva
separación de funciones, como en toda democracia funcional, contando
con unas Fuerzas Militares verdaderamente patrióticas y nacionalistas
que hubiesen apoyado la Constitución y el orden jurídico antes que sus
conveniencias económicas, ideológicas y ansias de poder.

Para sustentar el aserto, partimos del análisis del régimen constitucional


y legal colombiano en materia de nacionalidad colombiana por
nacimiento (artículo 96 de la Carta Política colombiana) y la exigencia
del artículo 227 de la Constitución de la República de Venezuela
(CRBV) que obliga que para ser elegido Presidente de la República se
debe ser venezolano por nacimiento (sin que haya presentado Partida
de Nacimiento fidedigna) y no poseer otra nacionalidad,2 situación
que se torna relevante cuando dicha persona tiene derecho pleno a la
nacionalidad colombiana por nacimiento, por ser hijo de nacional
colombiana y puede ser considerado como beneficiario de la
nacionalidad colombiana por nacimiento (a la que no ha renunciado
formalmente) PUESTO QUE GOZA DE DICHO DERECHO QUE ES
INHERENTE, INMANENTE, INSEPARABLE O INESCINDIBLE A SU
PERSONA por razones de consanguinidad y que para dejar de
poseerlo debe renunciar expresamente al mismo. Es un derecho en
estado latencia o derecho latente, tomando como referencia los
siguientes supuestos de hecho y enunciados normativos de la
legislación de Colombia:
1) NICOLÁS ALEJANDRO MADURO MOROS es hijo de la nacional
colombiana, señora TERESA DE JESÚS MOROS DE MADURO,
quien aparece inscrita en la Registraduría del Estado Civil de
Colombia3 con Cédula de Ciudadanía colombiana, en calidad de activa,
bajo el No.- 20.007.077, sin registro de antecedentes penales según la
página de la Policía Nacional de Colombia, 4 quien no registra
antecedentes disciplinarios.5
2) No consta oficialmente ante las autoridades colombianas
competentes que la señora TERESA DE JESÚS MOROS DE
MADURO, haya renunciado a su nacionalidad colombiana,
razón jurídica por la que sigue gozando de dicho vínculo legal con
la República de Colombia, sin que ello sea óbice para disfrutar de
doble nacionalidad junto con la eventual nacionalidad venezolana

2
Para ser elegido Presidente o Presidenta de la República se requiere ser venezolano o
venezolana por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, mayor de treinta años, de estado
seglar y no estar sometido o sometida a condena mediante sentencia definitivamente firme y
cumplir con los demás requisitos establecidos en esta Constitución.
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que le atribuye su hijo NICOLÁS ALEJANDRO MADURO


MOROS.
3) Está demostrada la filiación materna directa entre NICOLÁS
ALEJANDRO MADURO MOROS y la señora TERESA DE
JESÚS MOROS DE MADURO, ciudadana colombiana.
4) NICOLÁS ALEJANDRO MADURO MOROS, por imperio del
artículo
96.1.b de la Constitución Nacional colombiana, tiene a su favor la
presunción iure et de iure o de pleno derecho (que no admite
prueba en contrario - artículo 66, parágrafo 2º del Código Civil
colombiano) de que sea considerado colombiano por nacimiento
en virtud del ius sanguinis que lo une indefectiblemente, por línea
materna directa, con su madre, nacional colombiana, señora
TERESA DE JESÚS MOROS DE MADURO
5) Se presume colombiana por nacimiento, toda aquella persona hija
de madre natural colombiana, nacida en el extranjero, hasta que
se compruebe la renuncia expresa a dicha nacionalidad que lo
abarca y beneficia, porque tiene el derecho a no ser privado de
ella, sin detrimento de que se acoja a la nacionalidad del país
donde se produjo su nacimiento, caso en el cual gozará, cuando
menos del beneficio de la doble nacionalidad según el artículo
96.1.b constitucional colombiano, siendo éste el caso de
NICOLÁS ALEJANDRO MADURO MOROS.
6) NICOLÁS ALEJANDRO MADURO MOROS tiene el derecho in
fieri de gozar de la nacionalidad venezolana, sí se prueba que
nació en dicho país, sin menoscabo de gozar simultáneamente de
la nacionalidad colombiana por nacimiento, que deviene de la
filiación materna directa con su madre, nacional colombiana,
señora TERESA DE JESÚS MOROS DE MADURO.

Un derecho latente6 es aquel que existe materialmente y que espera de un


elemento formal complementario para activar su exigencia por parte del
titular

2 Ver anexo, tomado del sitio:


http://www3.registraduria.gov.co/certificado/consulta.aspx
3 Ver anexo, tomado del sitio:
https://antecedentes.policia.gov.co:7005/WebJudicial/index.xhtml
4 Ver anexo, tomado del sitio:
http://www.procuraduria.gov.co/portal/antecedentes.html
Según el Diccionario de la Lengua Española, por Latente se entiende
aquello que es “oculto, escondido o aparentemente inactivo” y por
Latencia: 1.f. “Cualidad o condición de latente. 2. f. Biol. Tiempo que
transcurre entre un estímulo y la respuesta que produce, y, en particular,
lapso entre el momento en que se contrae una enfermedad y la aparición
de los primeros síntomas”. Para un comprensión de los derechos
latentes y derechos en situación de latencia, en materia laboral y de la
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seguridad social, véase, inter alia, el artículo científico “La idea de los
derechos latentes laborales y de seguridad social, ante
eventuales legislativos. Una aproximación conceptual,” del autor
Angel Guillermo Ruíz Moreno. Tomado del sitio:
http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoSocial/8/art/art8.pdf
cambios

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del mismo, en tanto que derecho en situación de latencia, es aquel que


está atribuido a la persona por la posición jurídica que ocupa (hijo de
nacional colombiana -ius sangunis- nacido en el extranjero) en una
relación jurídica determinada (nacionalidad colombiana por nacimiento)
que puede ser exigido por su titular cuando integre para su configuración
algún otro elemento indicado por la ley (registro extemporáneo del
nacimiento en Consulado colombiano o fijación del domicilio en
Colombia) que permita su prueba y exigencia.

I
SOBRE LA NACIONALIDAD COLOMBIANA
POR NACIMIENTO QUE BENEFICIA A NICOLAS ALEJANDRO
MADURO MOROS POR APLICACION DEL PRINCIPIO DEL IUS
SANGUINIS SIN QUE EXISTA PRUEBA QUE HUBIERE
RENUNCIADO A LA MISMA

Resulta menester traer a colación el concepto dogmático de


nacionalidad acuñado por la Corte Constitucional colombiana, en la
sentencia C-622 de 2013, Corte Constitucional, 7 indicando que
Colombia acogió el sistema mixto para su configuración, siendo que el
fallo establece que:

“5.6.1.1. La nacionalidad ha sido definida como el vínculo jurídico


que une a una persona con un Estado, y se estructura como
derecho con los siguientes componentes: el derecho a adquirir una
nacionalidad, a no ser privado de ella y a cambiarla. 8
Se conocen cuatro medios a través de los cuales las personas
pueden adquirir su nacionalidad: i) por nacimiento, siendo este el
medio principal u originario de adquirir la nacionalidad; ii) por el jus
sanguinis, según la nacionalidad de los padres; iii) por el jus soli,
según el criterio del territorio de nacimiento y iv) el sistema mixto,
que combina ambos sistemas.”

Las razones jurídicas y constitucionales que determinan la doble


nacionalidad y configuran el impedimento insalvable (expresa causal
de inelegibilidad de rango constitucional) que impedía a Nicolás Maduro
Moros postularse a la Presidencia de Venezuela y que le impiden la
continuidad del ejercicio de tan elevada responsabilidad9, por ser
absolutamente ilegítimo y fraudulento su mandato, se sustenta en lo
siguiente:

7 Fallo que declaró la exequibilidad de la Ley 1588 de 2012 'por medio


de la cual se aprueba la "Convención sobre el Estatuto de los Apátridas",
adoptada en Nueva York, el 28 de septiembre de 1954 y la "Convención
para Reducir los Casos de Apatridia", adoptada en nueva york, el 30 de
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agosto de 1961, ambas bajo la directriz de la Organización de Naciones


Unidas.
8 Alude el fallo al contenido del artículo 20 Convención Americana de
Derechos Humanos.
9 Las líneas que siguen, pueden ilustrar la argumentación de la
Registraduría del Estado Civil ante la Petición formal de la Asamblea
Nacional de Venezuela elevada a dicho organismo, la Cancillería y el
Congreso Nacional colombianos, destinada a que las autoridades
colombianas oficialmente respondan y demuestren que, a la fecha,
Nicolás Maduro Moros no ha renunciado a su nacionalidad colombiana
por nacimiento y, cuando menos, goza del beneficio de la doble
nacionalidad: tanto la colombiana, prima facie, y aparentemente la
venezolana.

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A) La señora TERESA DE JESÚS MOROS DE MADURO,


APARECE CON CEDULA DE CIUDADANÍA COLOMBIANA, activa,
bajo el No.- 20.007.077, sin registro de antecedentes penales según la
página de la Policía Nacional de Colombia (sitio:
www.antecedentes.policia.gov.co) y no consta que dicha persona
haya renunciado a su nacionalidad colombiana y, con ello, Nicolás
Maduro miente ante el país y ante las instituciones, de forma
desvergonzada, al ocultar y falsear el origen nacional de su progenitora
cuando, en el programa
7 preguntas de Telesur, del 17 de marzo de 2016, al ser requerido por
el periodista Ernesto Villegas: Su mamá, ¿de dónde es? el Presidente
Maduro dijo: “Mi mamá es familia de la frontera. A mí no me gusta estar
hablando de mi mamá. Mi mamá es sagrada. De ella solo hablo desde el
corazón”.10

B) Es evidente que Nicolás Maduro Moros, a la fecha, es más


colombiano que venezolano a partir de la presunción iure et de iure de
su nacionalidad colombiana por nacimiento, derecho éste de naturaleza
material o esencial, derecho en estado de latencia, que dimana del
vínculo consanguíneo con su madre, nacional colombiana, pudiendo ser
formalizada o registrada, de manera extemporánea, cuando Nicolás
Maduro Moros quiera hacerlo, ante la autoridad Consular colombiana en
Venezuela o fijando su domicilio en Colombia, sin que le pueda ser
privado o arrebatado dicho derecho. Es claro también que aún en el
supuesto negado que Nicolás Maduro hubiere nacido en Venezuela, lo
cual, pese a haber sido elegido Presidente aún está por comprobarse
(representando un entuerto antijurídico de insolentes proporciones que
configura un notorio fraude a la Constitución venezolana) ello no impide
que Maduro sea reconocido como colombiano por nacimiento dado
que, al ser hijo de madre colombiana, por aplicación del principio del ius
sanguinis, se reputa y considera beneficiario activo de la nacionalidad
colombiana de su Madre, según el primer supuesto del literal A y el
contenido del literal B, ambos del artículo 96 de la Constitución
colombiana, en sintonía con los artículos 1 y 2 de la ley 43 de 1993 sobre
nacionalidad colombiana vigente, sin que conste que haya renunciado a
la nacionalidad colombiana por nacimiento de la que es beneficiario. Así
Nicolás Maduro Moros llegare a demostrar que es venezolano por
nacimiento no le impide seguir siendo colombiano por nacimiento por la
línea de consanguinidad directa con su progenitora de quien se predica,
sin prueba en contrario sensu, que tiene nacionalidad colombiana

C) Mientras Nicolás Maduro Moros no renuncie formalmente a su


nacionalidad colombiana ante el Consulado de Colombia en Venezuela
o, en su defecto, en la Cancillería colombiana, el derecho que le asiste
de ser considerado nacional colombiano por nacimiento se
mantiene en pie, incólume, a su favor y en su beneficio, por mandato de
la Constitución colombiana (primer supuesto del literal A del artículo 96)

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y artículos 1, 2 y 3 de la Ley 43 de 1993 sobre nacionalidad colombiana.


Este derecho a la nacionalidad colombiana no le puede ser privado
o arrebatado o desconocido por las autoridades administrativas o
judiciales (salvo que medie declaración de renuncia expresa a la
misma de su parte) comprende dos

10 Tomado de la fuente: http://www.talcualdigital.com/Nota/124145/las-


7-preguntas-que-le-hizo- ernesto-villegas-a-maduro).

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facetas y siempre debe ser interpretado, en caso de duda, a favor de la


persona (principio de la interpretatio pro homine) para que i) se le
considere, prima facie, como natural colombiano o nacido en territorio
colombiano dado que es hijo y tiene probada su filiación persona
nacional colombiana así no cuente con documentación probatoria de tal
nacionalidad puesto que regulatoriamente se admite su reconocimiento
sin que tal derecho se afecta (principio de la doble nacionalidad) por la
posible existencia de la Partida de Nacimiento venezolana como prueba
fidedigna o fehaciente del mismo o demás pruebas supletorias
aceptadas en la legislación civil colombiana y venezolana o que, en su
defecto, ii) se le tenga como colombiano por nacimiento en su condición
de hijo de madre colombiana nacido en el extranjero (aparentemente en
Venezuela, sin prueba concluyente) a partir del ius sanguinis que
dimana de su probada filiación materna directa de hijo de Teresa de
Jesús Moros de Maduro, reconocida por la Registraduría del Estado Civil
colombiana como nacional colombiana sin que conste haber renunciado
a su nacionalidad de origen, lo que no impide que se produzca la
configuración de una eventual doble nacionalidad prima facie en su
esfera personal basada en convergencia de la posición jurídica
cierta e indubitable de su nacionalidad colombiana por nacimiento
por filiación materna directa y su eventual nacionalidad venezolana
(por nacimiento?) con la que dice contar, sin sustento heurístico
que lo respalde.

D) Tan es así, que sí su señora madre, ciudadana colombiana


(quien no ha demostrado no serlo) en este momento decidiera presentar
(registrar) a Nicolás Alejandro Maduro Moros en la Registraduría del
Estado Civil en suelo colombiano o ante el Consulado colombiano en
Caracas o cualquier otra ciudad venezolana, o que él mismo acudiera a
realizar dicho registro, no se lo podrían negar o impedir porque él sigue
siendo beneficiario de ese derecho a ser reputado legítimamente como
colombiano por nacimiento, como titular pleno de tal derecho a la
nacionalidad colombiana; derecho éste que no le puede ser privado o
arrebatado hasta que no renuncie expresamente al goce del mismo.
Lo que acontecería es que le daría formalidad jurídica a un derecho
sustancial o material orientado constitucionalmente (en la normatividad
colombiana) a favor de la persona de Nicolás Maduro Moros mientras
no renuncie al disfrute de sus elementos benéficos según la legislación
colombiana que lo comprende y, en últimas, con tal registro simplemente
se le daría solemnidad administrativa y documental al goce pleno de la
doble nacionalidad (hasta ahora aparente) en su órbita iuris o esfera
personal de derechos donde se inscribiría o registraría su nacionalidad
colombiana por nacimiento (hasta hoy sine titulum) en posible
coexistencia con la presunta nacionalidad venezolana, que dice también
tener, siempre que logre demostrar que efectivamente nació en
Venezuela.

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E) Establece el artículo 96 de la Constitución de Colombia quienes


son nacionales colombianos, así:

ARTICULO 96. Modificado por el Acto Legislativo 01 de 2002.

Artículo 1°. El artículo 96 de la Constitución Política quedará así:


"Artículo 96. Son nacionales colombianos:

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1. Por nacimiento:

a) Los naturales de Colombia, que con una de dos condiciones:


QUE EL PADRE O LA MADRE HAYAN SIDO NATURALES O
NACIONALES COLOMBIANOS o que, siendo hijos de
extranjeros, alguno de sus padres estuviere domiciliado en la
República en el momento del nacimiento y;

b) LOS HIJOS DE PADRE O MADRE COLOMBIANOS QUE


HUBIEREN NACIDO EN TIERRA EXTRANJERA y luego se
domiciliaren en territorio colombiano O REGISTRAREN EN UNA
OFICINA CONSULAR DE LA REPÚBLICA.

(…)

Ningún colombiano por nacimiento podrá ser privado de su


nacionalidad. LA CALIDAD DE NACIONAL COLOMBIANO NO
SE PIERDE POR EL HECHO DE ADQUIRIR OTRA
NACIONALIDAD. Los nacionales por adopción no estarán
obligados a renunciar a su nacionalidad de origen o adopción.

Quienes hayan renunciado a la nacionalidad colombiana podrán


recobrarla con arreglo a la ley. (Negrillas, resaltado y subrayas
fuera de texto).

F) El Acto Legislativo No.1 del 25 de enero del 2002 (actual


artículo 96 de la Carta Política colombiana) que reformó en parte la
Constitución colombiana en materia de nacionalidad, no fija un término
específico para que los hijos de colombianos que sean nacidos en el
exterior con anterioridad al acto legislativo sean registrados y tampoco
les impide la posibilidad de que puedan ser inscritos ante el Consulado
colombiano en el país respectivo en el que se haya producido el
nacimiento. Es decir, que Nicolás Maduro Moros, en cualquier
tiempo y cuando así lo decida, puede inscribirse en el
correspondiente Consulado colombiano en Venezuela para hacer
valer (formalizar - registrar) su nacionalidad colombiana así no tenga
residencia (domicilio) en territorio colombiano. Así lo ha señalado la
Registraduría Nacional del Estado Civil colombiana, al interpretar el
mentado Acto Legislativo No 1 del 2002, según el Oficio DNRC- O4A-
2453 de fecha 2 de mayo del 2002 donde explicó que:
“Dando aplicación al principio general de la no retroactividad de la
Ley que informa nuestra legislación positiva, el cual indica que las
leyes han de tener efecto de aplicación para lo porvenir y no para
el pasado, esta Dirección considera que los hijos de padre o
madre colombianos nacidos en el extranjero, antes de la
reforma y que aún no han sido registrados, podrán tener
derecho a la nacionalidad colombiana sí inscriben su
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nacimiento en una Oficina consular o que luego se


domiciliaren en Colombia, tal como lo preceptúa el artículo 1 del
Acto Legislativo No. 1 de 2002.(Negrillas, cursivas y subrayado
fuera de texto)

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G) Establece el artículo 1 de la Ley 43 de 1993 por medio de la


cual se establecen las normas relativas a la adquisición, renuncia,
pérdida y recuperación de la nacionalidad colombiana, cuanto
sigue:

Artículo 1º.- Son nacionales colombianos de acuerdo con el


artículo 96 de la Constitución Política:

1. Por nacimiento:

a. Los naturales de Colombia, con una de dos condiciones; que


el padre o la madre hayan sido naturales o nacionales
colombianos o que, siendo hijos de extranjeros, alguno de sus
padres estuviere domiciliado en la República en el momento del
nacimiento;
b. Los hijos de padre o madre colombianos, que hubieren nacido en
tierra extranjera y luego se domiciliaran en la República.
(Negrillas y subrayas fuera de texto).

H) El artículo 2 de la Ley 43 de 1993 al desarrollar la nacionalidad


colombiana por nacimiento, reconoce, para los nacionales colombianos,
el principio de la doble nacionalidad en el entendido que el hijo de
nacional colombiano nacido en el extranjero no pierde la
nacionalidad colombiana por nacimiento. Establece la norma:

Artículo 2º.- De los requisitos para la adquisición de la


nacionalidad colombiana por nacimiento. Son naturales de
Colombia los nacidos dentro de los límites del territorio nacional tal
como quedó señalado en el artículo 101 de la Constitución Política,
o en aquellos lugares del exterior asimilados al territorio nacional
según lo dispuesto en tratados internacionales o la costumbre
internacional.

Para los hijos nacidos en el exterior, la nacionalidad


colombiana del padre o de la madre se define a la luz del
principio de la doble nacionalidad según el cual, "la calidad
de nacional colombiano no se pierde por el hecho de adquirir
otra nacionalidad".

Por domicilio se entiende la residencia en Colombia acompañada


del ánimo de permanecer en el territorio nacional de acuerdo con
las normas pertinentes del Código Civil. (Negrillas y subrayas
fuera de texto).

Como la nacionalidad es el nexo jurídico-político que existe entre la


persona y el Estado (o Estados para el caso de la doble nacionalidad)

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que se perfecciona o constituye ope legis con la materialización del


hecho mismo del nacimiento sin necesidad de un acto administrativo
estatal que se tenga que emitir para darle origen o hacer depender del
mismo su validez jurídica porque ésta deriva de la Carta Magna. Para la
validez de la nacionalidad sólo se requiere que se produzcan los hechos
(ius sanguinis, ius soli o ius domicili según las distintas constituciones
nacionales) para que surja a la esfera constitucional y legal sin que para
su existencia dependa de un acto administrativo estatal que la
constituya. Los documentos que expide el Estado, con posterioridad
a su

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génesis, son de los denominados actos, documentos o instrumentos


declarativos que son útiles para probarla más no para crearla porque la
nacionalidad colombiana ya existe de pleno derecho. Por tanto, no se le
puede impedir el goce de la nacionalidad a un nacional colombiano
por nacimiento, como Nicolás Maduro Moros, quien es hijo de
madre colombiana, aparentemente nacido en el extranjero
(Venezuela), cuando decida registrarse, como colombiano por
nacimiento, en la sede del Consulado más cercano o cuando decida
establecer su domicilio en territorio colombiano. 11 Desconocerle el
derecho a la nacionalidad colombiana por nacimiento que por el ius
sanguinis le corresponde al señor Nicolás Maduro Moros, habiendo
nacido presuntamente en territorio venezolano, aduciendo para dicha
negativa la posible falta de registro de su nacimiento ante autoridad
consular colombiana o porque no ha fijado domicilio en territorio
colombiano, implicaría privarle o arrebatarle el goce de su derecho
personalísimo a la nacionalidad colombiana por nacimiento, que bien
puede exigir y activar en cualquier momento, de manera extemporánea,
cuando decida exigirlo a su favor. Por su relevancia sobre este asunto,
véase el fallo de la Corte Constitucional de Colombia T – 212 de 2013,
M.P. Nilson Pinilla, en el que ratifica el derecho a la nacionalidad
subyacente o latente de un niña hija de nacionales colombianos que no
habiendo sido presentada en Venezuela, ante autoridad consular
colombiana, fue traída con sus padres y fijó domicilio en Colombia, con
lo cual, gracias a ius sangunis, se le reconoció su nacionalidad
colombiana por nacimiento y se ordenó el registro extemporáneo de
dicho reconocimiento.

I) El artículo 3º de la ley 43 de 1993 señala una excepción a la


prueba de la nacionalidad cuando sostiene, A LOS FINES DE LA
RENUNCIA A LA NACIONALIDAD COLOMBIANA, lo siguiente:

Artículo 3º.- De la prueba de nacionalidad. Modificado por el art.


38, Ley 962 de 2005. El nuevo texto es el siguiente: Para todos
los efectos legales se considerarán como pruebas de la
nacionalidad colombiana, la cédula de ciudadanía para los
mayores de dieciocho (18) años, la tarjeta de identidad para los
mayores de catorce (14) años y menores de dieciocho (18) años
o el registro civil de nacimiento para los menores de catorce (14)
años, expedidos bajo la organización y dirección de la
Registraduría Nacional del Estado Civil, acompañados de la
prueba de domicilio cuando sea el caso.

PARÁGRAFO. Sin embargo, las personas que han cumplido


con las condiciones establecidas en el artículo 96 de la
Constitución Política PARA SER COLOMBIANOS POR
NACIMIENTO Y NO SE LES HAYA

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11 Sobre este aspecto, véase la Sentencia Nº 1070 de Consejo de


Estado de Colombia de fecha 11 de Marzo de 1998 en el sentido de que
“ningún colombiano por nacimiento podrá ser privado de su
nacionalidad” y que “la calidad de nacional colombiano no se pierde
por el hecho de adquirir otra nacionalidad.”. La nacionalidad
colombiana se adquiere por mandato expreso de la norma constitucional
(artículo 96) con el cumplimiento de los requisitos indicados en la aludida
disposición Superior sin que se requiera para su existencia de un acto
administrativo, documento, instrumento o soporte que la constituya.
Existe por sí misma, siendo los medios de prueba sólo un soporte
documental que corrobora o reconfirma el hecho mismo, autónomo e
independiente, de su existencia constitucional.

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EXPEDIDO LOS DOCUMENTOS QUE PRUEBAN LA


NACIONALIDAD, de
conformidad con lo señalado en el presente artículo,
podrán,
ÚNICAMENTE PARA EFECTOS DE RENUNCIAR
A LA NACIONALIDAD
COLOMBIANA, presentar la respectiva solicitud acompañada de
la documentación que permita constatar que la persona es
nacional colombiana y el cumplimiento de los requisitos exigidos
en el citado artículo de la Constitución Política. (Negrillas,
mayúsculas y subrayas fuera de texto).

Lo antes dicho, en lo atinente a la renuncia a la nacionalidad


colombiana, encuentra asidero jurídico en la inteligencia del Parágrafo
único del artículo 3 de la ley 43 de 1993 para aquellos hijos de nacionales
colombianos nacidos en el extranjero porque i) se encuentran fuera del
territorio colombiano; ii) no han establecido domicilio, ni residen, con
ánimo de permanencia en Colombia; iii) la persona que efectúa la
renuncia vive, reside o está domiciliado en el territorio del país extranjero
donde emite la declaración y diligencia el Acta de Renuncia a la
nacionalidad colombiana en el Consulado colombiano más cercana a su
domicilio; iv) no se requiere la prueba del domicilio en territorio
colombiano porque la Constitución neogranadina también establece que
el hijo de colombiano nacido en territorio extranjero puede ser inscrito o
registrado en una oficina consular de la República de Colombia; v) el
derecho de ser colombiano por nacimiento no depende del registro
mismo de la nacionalidad puesto que el surgimiento del derecho y sus
atributos, gracias al ius sangunis, no queda amputado de validez por la
falta de un formalismo (nacionalidad sine titulum) contemplándose la
opción de los registros extemporáneos de los nacimientos en el
extranjero o en suelo colombiano; vi) el hecho de que hubiere sido
presentado o registrado haciendo saber que su madre Teresa de Jesús
Moros de Maduro fuera nacional venezolana, no impide que subsista
coetáneamente, en su favor, la nacionalidad colombiana dado que la
legislación de Colombia establece que la misma no se pierde por el
hecho de que sus nacionales voluntariamente obtengan otra
nacionalidad, sin que conste que dicha persona ha renunciado a su
nacionalidad colombiana; y vii) para la renuncia a la nacionalidad
colombiana sólo bastará con que Nicolás Maduro Moros muestre que es
hijo de Teresa de Jesús Moros de Maduro, nacional colombiana,
mediante la correspondiente Partida de Nacimiento venezolana
fidedigna (si logra exhibirla u obtenerla), o la fe de bautismo de la Iglesia
donde haya recibido el sacramento, o con testimonio de dos personas
que dejen constancia de su nacimiento o, quizá, con el Registro Civil
colombiano si lo tuviere, sin que el ius domicili sea un requisito esencial
o probatorio para materializar el Acta de Renuncia a la nacionalidad
colombiana.

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J) Siendo que el Parágrafo Único del artículo 3 de la ley 43 de 1993


establece una presunción iure et de iure, a favor del hijo de nacional
colombiano nacido en el extranjero tiene el derecho a la filiación para
con sus padres, derivado del ius sanguinis, razón por la cual se debe
reconocer a Nicolás Maduro Moros como colombiano por
nacimiento, llamado a gozar de los beneficios la nacionalidad
colombiana y de los derechos y deberes (artículo 95 de la Constitución
de Colombia y le 43 de 1993) que dimanan a su favor del derecho a la
personalidad jurídica colombiana que hereda, por línea consanguínea
directa, de su madre Teresa de Jesús Moros de Maduro,

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quien al parecer tiene doble nacionalidad (dudosamente se afirma


que tiene la venezolana sin que se haya esclarecido su verdadero
origen al tiempo que desde el gobierno venezolano, es especial
Nicolás Maduro Moros, omite mostrar las pruebas que desmientan
que su progenitora tiene la nacionalidad colombiana), sin que se
evidencie, por parte de la señora Teresa de Jesús Moros de Maduro, la
renuncia expresa a la nacionalidad colombiana. Sobre este asunto, la
Corte Constitucional de Colombia, en sentencia C-109 de marzo 15 de
1995, con ponencia del Magistrado Alejandro Martínez Caballero,
expresó:

“La doctrina moderna considera que el derecho a la personalidad


jurídica no se reduce únicamente a la capacidad de la persona
humana a ingresar al tráfico jurídico y ser titular de derechos y
obligaciones sino que comprende, además, la posibilidad de que
todo ser humano posea, por el simple hecho de existir e
independientemente de su condición, determinados atributos
que constituyen la esencia de su personalidad jurídica e
individualidad como sujeto de derecho. Son los llamados
atributos de la personalidad. Por consiguiente, cuando la
Constitución consagra el derecho de toda persona natural a ser
reconocida como persona jurídica está implícitamente
estableciendo que todo ser humano tiene derecho a todos los
atributos propios de la personalidad jurídica. Para la Corte
Constitucional es claro que la filiación es uno de los
atributos de la personalidad jurídica, puesto que ella está
indisolublemente ligada al estado civil de la persona. El
derecho a la filiación, como elemento integrante del estado
civil de las personas, es un atributo de la personalidad, y
por ende es un derecho constitucional deducido del derecho
de todo ser humano al reconocimiento de su personalidad
jurídica.” (Negrillas fuera de texto).
Mientras la señora Teresa de Jesús Moros de Maduro sea colombiana y no
logre demostrar que renunció a dicha nacionalidad, por efectos del ius
sanguinis que deriva de su filiación materna, Nicolás Maduro Moros, así no
resida en Colombia, tiene la nacionalidad colombiana por nacimiento dado
que i) el ius sanguinis es la prueba ostensible e innegable (prius iuris) del
que deriva el derecho a la nacionalidad colombiana; ii) las reglas sobre
capacidad y personalidad civil colombianas aplican a Nicolás Maduro
Moros de forma extraterritorial; iii) no consta que su progenitora haya
renunciado a la nacionalidad colombiana; iv) no consta que Nicolás
Maduro Moros, siendo colombiano por nacimiento, haya renunciado
formal y sustancialmente a su nacionalidad colombiana; y v) puede,
Nicolás Maduro Moros, en cualquier momento, decidir radicarse en
territorio colombiano, con ánimo de permanencia, o manifestar ante el

19
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Consulado colombiano en Venezuela que desea ser registrado como


colombiano por nacimiento y no se lo pueden impedir las autoridades del
Registro de Estado Civil porque, gracias al ius sanginis, es colombiano por
nacimiento y, con su eventual residencia en Colombia, sólo estaría
abonando el ius domicili para que le expidan su Registro de Nacimiento y
su Cédula de Ciudadanía colombianas. Lo anterior, porque en materia de
reconocimiento de la nacionalidad impera el principio nihil

20
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

pruis ius sangunis: nada antes que el derecho de la sangre,


permitiéndonos afirmar que, en el peor de los escenarios, Nicolás Maduro
Moros, colombiano por nacimiento (quien dice haber nacido en
Venezuela sin prueba fidedigna de dicho acto) tiene doble
nacionalidad latente y aparente.

K) En Colombia, la Corte Constitucional de Colombia (sentencia T –


212 de 2013, M.P. Nilson Pinilla) al decidir sobre el registro
extemporáneo de la nacionalidad de los hijos de colombianos y
colombianas nacidos en el extranjero considera que “tratándose de un
derecho fundamental, es obligación del Estado agotar todos los medios a
su alcance para que los ciudadanos puedan ejercerlo plenamente,
removiendo los obstáculos que para dicho ejercicio existieren”. Por ello
ha establecido que el principio del ius sangunis es la prueba por
excelencia a la hora de reconocer la nacionalidad colombiana (por
nacimiento) de los hijos de colombianos nacidos en país extranjero,
dejando sentado que el beneficiario de tal derecho a la nacionalidad puede
demostrar el cumplimiento del otro elemento constitutivo de la misma (ius
domicili) con el simple hecho de que dicha persona manifieste su voluntad
de establecerse para residir 12 en territorio colombiano con el ánimo de
permanecer 13 dentro del mismo. Si el beneficiario fuere menor de edad, la
manifestación de voluntad se comprueba con la fijación de la residencia
(domicilio) de sus padres en suelo colombiano o si es mayor de edad, con
la verificación de dicha manifestación de voluntad por la persona
beneficiaria. Es este supuesto, según la Corte Constitucional, se prescinde
de todo tipo de formalismos, haciendo una interpretación pro homine, para
facilitar el registro o inscripción del nacional colombiano por nacimiento
nacido en suelo extranjero, poniendo de relieve la línea de parentesco de
consanguinidad que une al progenitor de nacionalidad colombiana con su
descendiente nacido en país extranjero, siendo permitido hasta el
testimonio (declaración juramentada) de dos testigos que dejen
constancia del la certeza de la filiación y del nacimiento con vida del sujeto
beneficiario a quien, por respeto a su dignidad humana y al derecho a
poseer nacionalidad, se le reconoce la personería jurídica y la
nacionalidad colombiana por nacimiento con los efectos legales que de tal
se derivan. Dice el fallo:
“Para materializar esa forma de adquisición de la nacionalidad se
requiere un reconocimiento por parte del Estado, que se formaliza
mediante anotación de la información de la persona en el registro civil,
que delimita “su situación jurídica en la familia y la sociedad,
determina su capacidad para ejercer ciertos derechos y contraer
ciertas obligaciones”, según prevé el artículo 1° del Decreto 1260 de
1970, determinador del registro civil colombiano y del trámite o
procedimiento de inscripción, en cuyo artículo 47 se lee:

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

12 Código Civil colombiano, artículo 76. Domicilio. El domicilio consiste


en la residencia acompañada, real o presuntivamente del ánimo de
permanecer en ella.
13 Código Civil colombiano, artículo 80. Presunción del ánimo de
permanencia. Al contrario, se presume desde luego el ánimo de
permanecer y avecindarse en un lugar, por el hecho de abrir en él tienda,
botica, fábrica, taller, posada, escuela y otro establecimiento durable,
para administrarlo en persona; por el hecho de aceptar en dicho lugar
un empleo fijo de lo que regularmente se confieren por largo tiempo; y
por otras circunstancias análogas.

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

“Los nacimientos ocurridos en el extranjero o durante viaje cuyo


término sea lugar extranjero, se inscribirán en el competente
consulado colombiano, y en defecto de éste, en la forma y del
modo prescritos por la legislación del respectivo país.
El cónsul remitirá sendas copias de la inscripción; una destinada
al archivo de la oficina central y otra al funcionario encargado del
registro civil en la capital de la república, quien, previa
autenticación del documento, reproducirá la inscripción, para lo
cual abrirá el folio correspondiente.
Caso de que la inscripción no se haya efectuado ante cónsul
nacional, el funcionario encargado del registro del estado civil en
la primera oficina de la capital de la república procederá a abrir
el folio, una vez establecida la autenticidad de los documentos
que acrediten el nacimiento.”
El artículo 48 del mismo Decreto establece:
“La inscripción del nacimiento deberá hacerse ante el
correspondiente funcionario encargado de llevar el registro del
estado civil, dentro del mes siguiente a su ocurrencia.
Sólo se inscribirá a quien nazca vivo, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 90 del Código Civil.”
Como se observa, este trámite normal u ordinario está previsto para
el registro del niño, a efectuar dentro de los 30 días siguientes a su
nacimiento. Cuando de registro extemporáneo se trata, el artículo
50 ibídem, modificado por el 1° del decreto 999 de 1988, señala (el
resaltado no es del texto original),
“Cuando se pretenda registrar un nacimiento fuera del término
prescrito, el interesado deberá acreditarlo con documentos
auténticos, o con copia de las actas de las partidas parroquiales
respecto de las personas bautizadas en el seno de la Iglesia
Católica o de las anotaciones de origen religioso
correspondientes a personas de otros credos, o en últimas, con
fundamento en declaraciones juramentadas, presentadas
ante el funcionario encargado del registro, por dos testigos
hábiles que hayan presenciado el hecho o hayan tenido
noticia directa y fidedigna de él, expresando los datos
indispensables para la inscripción, en la forma establecida
por el artículo 49[2] del presente Decreto.
Los documentos acompañados a la solicitud de inscripción se
archivarán en carpeta con indicación del código de folio que
respaldan.”
L) La aludida Corte Constitucional, en la sentencia en cita, sobre
procedimiento para la inscripción extemporánea de nacimiento en el
Registro Civil ha reivindicado que el ius sanguinis como nexo de la
filiación por consanguinidad es la prueba estructural o determinante, por
excelencia, a los efectos de registrar la nacionalidad colombiana por
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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

nacimiento de los hijos de colombianas o colombianos nacidos en el


extranjero, mientras que el ius domicili confluye como elemento
contingente o eventual (cuando se establezca a residir

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

con ánimo de permanencia) a los fines del reconocimiento de la


nacionalidad colombiana, indicado que:
“Así, no se justifica pretender el escudo en la sociedad o el Estado
para suplir la incuria que podría inferirse de que solo en septiembre
27 de 2012, cuando Ana Karina Meléndez Fuentes tiene 1 año y 8
meses de edad (nació en enero 23 de 2011) y luego de residir un
año en Colombia (desde agosto de 2011), sus padres urjan afiliarla
al sistema de salud, siendo natural que antes hubiese requerido
asistencia médica.

Tampoco se explica por qué durante los seis meses que residieron
en Venezuela después del nacimiento, los progenitores no
efectuaron la apostilla de los documentos que dan fe del nacimiento
de su hija, o la registraron ante el Consulado colombiano en
Caracas. Ello apenas se atenuaría con lo aseverado por la mamá
demandante, en el periplo originado de haber sido desplazada, junto
con el papá de la niña, de San Juan de Urabá, Antioquia, refiriendo
que el Departamento Administrativo de la Prosperidad Social le
asignó el número 5005801 en el Registro Único de Población
Desplazada.

5.2. Pero lo que está bajo demanda de amparo es la situación de


la niña Ana Karina Meléndez Fuentes, quien de ninguna manera
ha de soportar lo acaecido, AL PUNTO DE CONTINUAR SIN LA
NACIONALIDAD COLOMBIANA A LA QUE
OSTENSIBLEMENTE TIENE DERECHO POR EL JUS
SANGUINIS, máxime habiendo regresado sus genitores a su
patria, trayéndola con ellos.
El orden jurídico colombiano, particularmente dentro del sistema
registral, prevé normas que facilitan la solución del problema
planteado, pues ante los supuestos de hecho referidos, se vislumbra
una solución jurídica práctica, que si bien no constituye regla
general, sí permite por vía de excepción el registro extemporáneo de
la hija de colombianos que nació en el exterior.
Así, además de las posibilidades que prevé el artículo 50 del Decreto
1260 de 1970, está que el registro se realice “con fundamento en
declaraciones juramentadas, presentadas ante el funcionario
encargado del registro, por dos testigos hábiles que hayan
presenciado el hecho o hayan tenido noticia directa y fidedigna de
él, expresando los datos indispensables para la inscripción, en la
forma establecida por el artículo 49 del presente Decreto”.
(Mayúsculas, negrillas y subrayas fuera de texto).

M) Atendiendo el criterio de nacionalidad plasmado en la


Constitución Política de Colombia, en el caso concreto de Nicolás Maduro

25
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Moros, se cumplen los requisitos para adquirirla por nacimiento porque i)


está presente el vínculo de sangre, es decir, el ius sanguinis con su
señora madre Teresa de Jesús Moros de Maduro, nacional colombiana
(hasta prueba en contrario de la renuncia a su nacionalidad) y ii) en cuanto
al DERECHO DEL DOMICILIO, ES DECIR, EL IUS DOMICILI,
PARA EFECTOS DE LA RENUNCIA A LA NACIONALIDAD
COLOMBIANA NO SE TIENE COMO UN ELEMENTO
CONSTITUTIVO DE LA PRUEBA DE LA NACIONALIDAD
COLOMBIANA por encontrarse viviendo fuera de Colombia la persona
que realiza

26
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

dicha renuncia (el señor Nicolás Maduro Moros vive en Venezuela) porque
así se desprende de la norma contenida en el Parágrafo único del artículo
3 de la ley 43 de 1993 sobre nacionalidad colombiana.

N) En Colombia, para el caso de explicar la forma de probar el


nacimiento de un ciudadano en el exterior, no existe norma constitucional
que exija una prueba determinada en tal sentido, pudiendo hacerse de
diversos modos, como, por ejemplo, el Registro Civil de nacimiento
debidamente apostillado o legalizado, según se trate, dependiendo que el
país en que se haga sea parte o no de la Convención sobre Abolición del
Requisito de Legalización para Documentos Públicos y Extranjeros. El
trámite del Registro Civil de Nicolás Maduro Moros le correspondía
realizarlo a sus padres (la señora madre es quien tiene –hasta prueba en
contrario- nacionalidad colombiana) ante el Consulado mas cercano a su
domicilio en Venezuela, sí fuera el caso que Nicolás Maduro Moros
hubiese nacido efectivamente en Venezuela. Sí como padres hubieren
omitido cumplir con el deber o la obligación que tenían con su hijo en
relación con su nacionalidad colombiana, omitiendo inscribirlo en el
Consulado más cercano a su domicilio, debieron llevar los documentos
expedidos por las autoridades venezolanas competentes en materia de
registro civil (Partida de Nacimiento venezolana, Fe de Bautismo, etc.)
debidamente legalizados para hacerlos valer en Colombia (ante el
Consulado mas cercano o en suelo colombiano) y reclamar para Nicolás
Maduro Moros su nacionalidad colombiana por nacimiento que le incumbe
por vínculo sanguíneo. El hecho de que sus padres no lo hayan hecho no
sacrifica la existencia del derecho a la nacionalidad colombiana por
nacimiento que le asiste a Nicolás Maduro Moros quien, por consiguiente,
ha debido renunciar a la misma para optar a cargos públicos reservados
a los venezolanos sin otra nacionalidad.

Ñ) En Colombia, el procedimiento para la inscripción


extemporánea de nacimiento en el Registro Civil fue objeto de
reglamentación mediante Decreto 2188 de 2001 por el cual se reglamenta
parcialmente el Decreto-ley 1260 de 1970 y se dictan otras disposiciones,
que señala:
Artículo 1. Procedimiento para la inscripción extemporánea de
nacimiento en el Registro Civil. Por excepción, cuando se
pretende registrar el nacimiento fuera del término prescrito en el
artículo 48 del Decreto-ley 1260 de 1970, la inscripción se podrá
solicitar ante funcionario de registro civil, notario o funcionario
autorizado por la ley, caso en el cual se seguirán las siguientes
reglas:

1. La solicitud se adelantará ante el funcionario de registro civil


o notario del domicilio de quien se pretende registrar.
27
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

2. El solicitante, o su representante legal si fuere menor de edad,


declararán bajo juramento que su nacimiento no se ha inscrito
ante autoridad competente, previa amonestación sobre las
implicaciones penales que se deriven de una actuación ilícita.

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

3. El nacimiento deberá acreditarse con el certificado de nacido


vivo, expedido por el médico, enfermera o partera, o con otros
documentos auténticos o con copia de las partidas parroquiales,
respecto de las personas bautizadas en el seno de la iglesia
católica o de las anotaciones de origen religioso,
correspondientes a las personas de otros credos, anexando
además certificación auténtica de la competencia del párroco o
de celebración de convenio de derecho público interno con el
Estado colombiano, según el caso.

4. En caso de no poder acreditarse el nacimiento con los


documentos anteriores, se hará con fundamento en
testimonios de conformidad con el artículo 50 del Decreto-
ley 1260 de 1970. En este evento, la declaración bajo
juramento rendida personalmente ante el mismo funcionario
de registro civil o notario, la harán al menos dos (2)
personas que hayan presenciado, asistido o tenido noticia
directa y fidedigna del nacimiento.

5. Los testigos deberán identificarse plenamente y expresarán,


entre otros datos, su domicilio permanente, dirección y teléfono
de su residencia; igualmente deberán presentar el documento de
identidad en original y copia, tomando la impresión de la huella
dactilar del testigo.

6. El funcionario de registro civil o notario interrogará personal e


individualmente al solicitante y a los testigos sobre las
circunstancias de tiempo, modo y lugar del nacimiento y demás
aspectos que a su juicio permitan establecer la veracidad de los
hechos conforme a las reglas del Código de Procedimiento Civil
sobre la materia.

7. En todo caso, al tramitar la inscripción, la autoridad procederá


a tomar la impresión de las huellas plantares o dactilares del
solicitante, conforme a las reglas vigentes.

Los documentos que se presenten con la solicitud se archivarán


en carpeta con indicación del número serial que respaldan.

Artículo 2. Duda razonable. Cuando las circunstancias en que se


pretende hacer el registro generen duda razonable sobre las
personas, los hechos o circunstancias que los sustenten, la
autoridad competente se abstendrá de autorizar la inscripción.

En caso de insistencia en el registro por parte de los solicitantes


29
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

habilitados, el funcionario de registro civil o notario suspenderá


la diligencia de inscripción y deberá solicitar el apoyo de los
organismos de policía judicial para que de manera inmediata
hagan las averiguaciones pertinentes a efecto de establecer la
veracidad de los

30
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

hechos denunciados. En este caso, los comparecientes o


testigos serán citados dentro del término de quince (15) días
hábiles siguientes a la solicitud, para efecto de sentar la
inscripción. Los organismos de investigación darán prioridad a la
resolución de este tipo de asuntos.

La omisión de denuncia por parte del funcionario de registro civil


o notario, se entenderá como una falta a sus deberes.

Artículo 3. Corrección, modificación o alteración del registro civil


de nacimiento. Cuando se pretenda corregir, modificar o alterar
el registro civil de nacimiento ante autoridad competente, o en
los casos de que esta deba hacerse por correo o ante autoridad
distinta del lugar donde ocurrió el nacimiento, como lo establece
el Decreto 158 de 1994, deberán seguirse las disposiciones del
presente decreto.

Artículo 4. Formato único de Registro Civil y papel de seguridad.


Los funcionarios de registro civil y los notarios, expedirán copias
y certificados de las actas, folios y seriales que reposen en sus
archivos, en el formato único y en el papel de seguridad que
contenga las especificaciones mínimas que para el efecto
determine la Registraduría Nacional del Estado Civil.

El Registrador Nacional del Estado Civil determinará la fecha a


partir de la cual será obligatoria la utilización del papel
competente de que trata el presente artículo.

Artículo 5. Derogatoria. Deróganse las disposiciones que le sean


contrarias.

Artículo 6. Vigencia. El presente decreto rige a partir de su


publicación.”

O) Nicolás Maduro Moros puede formalizar su nacionalidad


colombiana por nacimiento en cualquier tiempo. Las normas antes
transcritas cobran suma importancia porque nada impide que, en un caso
hipotético, en un futuro imaginario, Nicolás Maduro Moros pueda ir
personalmente a registrarse o pueda ser presentado ante la autoridad
Consular colombiana más cercana a su domicilio como nacional
colombiano por su señora madre (si vive y estuviera en capacidad para
hacerlo en ese momento) o acudiendo al menos a dos personas, que le
sirvan de testigos, que den fe de haber presenciado, asistido o tenido
noticia directa y fidedigna de su nacimiento como hijo de madre
colombiana. También serviría, para esos mismos fines, la Partida de
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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Nacimiento o la Fe de Bautismo venezolanas, si las tuviere, que acrediten


que es hijo de madre colombiana. Como vive en Venezuela y
aparentemente no ha tenido domicilio en Colombia, puede acudir
personalmente, con la Cédula de Ciudadanía colombiana de su madre y
algunos de los documentos mencionados, ante el Consulado colombiano
y protocolizar el registro de su nacionalidad

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

colombiana sin que las autoridades colombianas puedan impedirle,


privarle o arrebatarle el goce de su derecho a la nacionalidad colombiana
(hoy sine titulum) y permitirle que goce de todos los derechos y cumplir
con los deberes de su radical, indudable y ostensible nacionalidad
colombiana por nacimiento, incluyendo los colaterales derechos de
ciudadanía colombiana. Por ello, el ius sangunis, más que el derecho al
domicilio, es el que cuenta y se valora a la hora de que el nacional
colombiano por nacimiento proceda a efectuar la renuncia a su
nacionalidad prescindiendo de la prueba de la nacionalidad exigida por la
ley colombiana (parágrafo 3º de la Ley 43 de 1993).

P) Como consecuencia de lo anterior, para efectos de la renuncia


a la nacionalidad colombiana no se exige, en principio, la prueba de la
nacionalidad a que refiere el encabezamiento del artículo 3 de la ley 43
de 1993, bastando para ello con demostrar que quien renuncia es hijo
de nacional colombiano, mediante la exhibición de la Cédula de
Ciudadanía de su progenitor o cualquier otro documento que demuestre
el lleno de los requisitos del artículo 96 de la Carta Política colombiana.

Q) La renuncia de la nacionalidad se recoge en un documento


denominado Acta de Renuncia a la nacionalidad, que debe ser expreso,
puesto que la ley 43 de 1993 la establece a su favor (derecho sustancial)
así no se le haya expedido Registro de Nacimiento, ni Tarjeta de
Identidad, ni Cédula de Ciudadanía como prueba (aspecto formal) de la
misma. Por información pública y de entes oficiales colombianos está
demostrado, salvo prueba en contrario, que la señora Teresa de Jesús
Moros de Maduro, nació el 1 de junio de 1929 en Cúcuta, tienen Cédula
de Ciudadanía colombiana cuyo número es 20.007.077, que le fue
expedida el 9 de diciembre de 1956 en Bogotá, y continúa vigente.
También consta que el señor Nicolás Alejandro Maduro Moros,
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es hijo de la
precitada señora Teresa de Jesús Moros de Maduro, con lo cual se
puede afirmar que, hasta prueba en contrario, es colombiano por
nacimiento (presunción iure et de iure), así pudiera poseer nacionalidad
venezolana o cualquier otra nacionalidad, dado que Colombia reconoce
el principio de la doble nacionalidad, la cual persiste hasta que la
persona beneficiada no efectúe la renuncia expresa a la nacionalidad
colombiana por nacimiento. El Código Civil colombiano, aplicable a
Nicolás Maduro por cuanto goza del derecho ser colombiano por
nacimiento, al referirse al parentesco por consanguinidad indica que
“es la relación o conexión que existe entre las personas que descienden
de un mismo tronco o raíz, o que están unidas por los vínculos de la
sangre”.

R) El señor Nicolás Maduro Moros, como colombiano por nacimiento


tiene ciudadanía colombiana activa (mientras no renuncie legalmente a
la misma), lo comprende el artículo 19 abarca el Código Civil colombiano
33
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

para todos los actos que realice en suelo venezolano relativo al principio
de EXTRATERRITORIALIDAD DE LA LEY que indica: Los
colombianos residentes o domiciliados en país extranjero,
permanecerán sujetos a las disposiciones de este Código y demás
leyes nacionales que reglan los derechos y obligaciones civiles: 1o)
En lo relativo al estado de las personas y su capacidad para
efectuar ciertos actos que hayan de tener

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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

efecto en alguno de los territorios administrados por el gobierno general,


o en asuntos de la competencia de la Unión. 2o) En las obligaciones y
derechos que nacen de las relaciones de familia, pero sólo respecto
de sus cónyuges y parientes en los casos indicados en el inciso anterior.

S) Ahora, la mayor tragedia en perjuicio de los venezolanos es que


Nicolás Maduro Moros tiene doble nacionalidad (aparente) porque
aún cuando reniegue de ello, es colombiano por nacimiento, posee
ciudadanía colombiana gracias a que tiene nacionalidad
colombiana (a la cual no ha renunciado formalmente y le corresponde
por derecho propio) mientras afirma tener la nacionalidad venezolana
(sin prueba fehaciente que así lo acredite pública y legalmente) ante lo
cual nos encontramos ante un Presidente sin ninguna nacionalidad,
es decir, ante un apátrida o renegado liso y llano, que reniega de su
origen con la misma fuerza con que miente sobre deletéreo e inubicable
lugar de nacimiento en territorio venezolano. Sobre ambas situaciones
miente compulsivamente y sin remedio ninguno, pudiendo decirse que
carece de capacidad jurídica basada en una nacionalidad legal,
equiparable a un ilota que se halla desposeído o despojado de sus
derechos de ciudadanía, no pudiendo, por tanto, seguir ejerciendo el
cargo de Presidente de Venezuela. Como no estamos en los tiempos de
la Gran Colombia (Constitución de Angostura de 1819) cuando
Colombia, Ecuador y Venezuela eran tres Departamentos, resulta de
Perogrullo que Nicolás Maduro Moros es un impostor sin nacionalidad
clara. No obstante, tiene que ceñirse a lo que la legislación de cada país
consagra, máxime cuando la Constitución venezolana prohíbe que una
persona con doble nacionalidad llegue a ocupar, entre otros, el cargo de
Presidente de la República, el cual debe abandonar sin cortapisas, dada
la ilegitimidad y el fraude a la Constitución de 1999 que se ha consumado
con su írrita, inexistente e ineficaz elección; ello, sin menoscabo de los
derechos que la Constitución colombiana de 1991 (artículo 96, literal A,
primer supuesto y literal B) le confieren en tanto colombiano por
nacimiento los cuales puede seguir usufructuando, una vez fuera de la
Presidencia, ya en Colombia, de donde es nacional, ya en Venezuela, de
donde dice ser oriundo, sin prueba válida que así lo confirme.

T) Es claro que Nicolás Maduro Moros, aún cuando alegue (y no


pruebe con éxito) haber nacido en Caracas, es colombiano por
nacimiento, es decir, es beneficiario de la ciudadanía colombiana
que resulta de la nacionalidad colombiana por nacimiento en
atención al principio del ius sanguinis dado que el derecho de la
sangre impone la aplicación a los hijos nacidos en el extranjero -
Venezuela- de la legislación de la patria de donde son originarios sus
padres -Colombia- en razón de lo cual, si se asumiera que Nicolás
Maduro nació en Venezuela, indefectiblemente se debe concluir, desde
el plano constitucional y legal colombiano (al que sigue
indefectiblemente sometido), que lleva la nacionalidad de su Madre,
35
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

quien es colombiana. Aún en el supuesto en que Nicolás Maduro


Moros logre demostrar que nació en Venezuela no puede evitar
incurrir en causal de inhabilidad para el ejercicio del cargo de
Presidente de la República porque se configuraría a su alrededor la
figura de la doble nacionalidad (latente y aparente) mientras no
demuestre que formalmente tiene en su haber el Acta de Renuncia
a la nacionalidad colombiana por nacimiento, que lo abarca y lo

36
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

beneficia por efecto del ius sanguinis por ser hijo de madre colombiana,
gozando de nacionalidad por nacimiento y de ciudadanía colombiana
activa, sin que hasta la fecha haya logrado demostrar lo contrario
mediante la prueba de su renuncia a dicha nacionalidad.
U) La presunción, antes referida, que conduce a la conclusión de
que, por imperio del ius sanguinis, los hijos de colombianos (como
Maduro) que nacen en el extranjero llevarán la nacionalidad colombiana
de sus padres o progenitores está revestida de una entidad jurídica
superior al ser calificada, por la Constitución colombiana y la Ley 43 de
1993, como presunción iure et de iure (de pleno derecho) donde se tiene
como jurídicamente cierta la nacionalidad colombiana por nacimiento del
hijo de padre o madre colombianos que hayan nacido en el extranjero.
La presunción constitucional y legal de nacionalidad colombiana por
nacimiento de los hijos de padre o madre colombiano nacidos en el
extranjero se evidencia cuando, para fines de proceder a materializar la
renuncia a la misma, la Ley 43 de 1993, en su único Parágrafo, establece
que para dicho procedimiento administrativo de la renuncia a la
nacionalidad colombiana al beneficiario de la misma se le exime o
exonera de presentar la prueba de dicha nacionalidad colombiana que
se refiere a su Cédula de Ciudadanía (prueba reina de la nacionalidad
colombiana según el artículo 3 de la ley 43 de 1993) o su Registro de
Nacimiento. Tal exoneración de presentación de pruebas de la
nacionalidad se estableció para favorecer, de pleno derecho, la
nacionalidad de los hijos de los nacionales colombianos que nazcan en
el exterior, privilegiando el nexo sustantivo del derecho a la nacionalidad
(ius sanguinis) por sobre la formalidad de la prueba de la misma
(obtención de registro de nacimiento, tarjeta de identidad o cédula de
ciudadanía) la cual sólo se requiere por la autoridad consular o la
Cancillería colombiana cuando la persona beneficiaria quiere renunciar
a la nacionalidad colombiana por nacimiento.14
V) Siendo así, quien tiene la carga de la prueba, para demostrar
lo
contrario, es decir, que no es nacional colombiano por nacimiento, es el
mismo Nicolás Maduro Moros, debiendo evidenciar que renunció a
su nacionalidad colombiana mediante el procedimiento
formalmente establecido en la ley 43 de 1993 ante el Consulado de
Colombia en Caracas
o cualquier otro habilitado al efecto en Venezuela o ante el Grupo de
Trabajo de Nacionalidad del Ministerio de Exteriores de Colombia. Se
produce la inversión de la carga de la prueba, debiendo el colombiano
por nacimiento (Nicolás Maduro Moros) demostrar que ya no lo es como
consecuencia de la obligatoria renuncia formal a la nacionalidad
colombiana que está radicada en cabeza de Maduro Moros por la línea
sanguínea de su señora madre (ius sanguinis) que le atribuye a Maduro
Moros la condición de nacional colombiano

14 La doble nacionalidad (aparente) no deja de influir en la persona

37
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

de Nicolás Maduro Moros, aun concediéndosele el beneficio de la


duda acerca de su hipotético nacimiento en Venezuela (ya en Caracas,
ya en el Estado Táchira) porque no ha roto el vínculo de ciudadanía
colombiana que resulta de tener nacionalidad colombiana por
nacimiento mediante la renuncia expresa a dicho derecho. El
artículo 40 de la Carta Magna equipara, en cuanto al goce de derechos
de nacionalidad, en plano de igualdad con los venezolanos y
venezolanas por nacimiento, a los venezolanos y venezolanas por
naturalización que hubieren ingresado al país antes de cumplir los siete
años de edad y residido en él permanentemente hasta alcanzar la
mayoridad sin que por ello pierdan el derecho a la doble
nacionalidad que determinen los estatutos normativos, de los
países de origen de sus padres, hasta tanto renuncien
expresamente a tal nacionalidad distinta a la venezolana.

38
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

por nacimiento según la Constitución y la ley de nacionalidad


colombianas hasta que deje de serlo mediante su renuncia expresa a la
misma. Basta mirar la Constitución de Colombia para confirmar que
Nicolás Maduro Moros, como nacional colombiano por nacimiento, sigue
gozando de los derechos de ciudadanía colombiana porque no ha
renunciado a tal nacionalidad:
Artículo 98. La ciudadanía se pierde de hecho cuando se
ha renunciado a la nacionalidad, y su ejercicio se puede
suspender en virtud de decisión judicial en los casos que
determine la ley.
Quienes hayan sido suspendidos en el ejercicio de la
ciudadanía, podrán solicitar su rehabilitación.
Parágrafo. Mientras la ley no decida otra edad, la
ciudadanía se ejercerá a partir de los dieciocho años.

Artículo 99. La calidad de ciudadano en ejercicio es condición


previa e indispensable para ejercer el derecho de sufragio,
para ser elegido y para desempeñar cargos públicos que lleven
anexa autoridad o jurisdicción. (Negrillas fuera de texto).

W) Como paso previo, para romper el nexo del ius sanguinis que
determina su nacionalidad colombiana por nacimiento, la señora madre
de Nicolás Maduro debió también haber renunciado a su nacionalidad
colombiana, lo cual debe demostrar de manera fehaciente, agotando el
trámite de rigor ante la autoridad consular colombiana en Venezuela o
ante el Grupo de Trabajo de Nacionalidad de la Cancillería de Colombia.
La Constitución venezolana dice en su artículo 42 que aquel “que pierda
o renuncie a la nacionalidad pierde la ciudadanía. El ejercicio de la
ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser
suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la
ley” debiendo concluirse que quien siga gozando o no renuncie a dicho
derecho mantiene la ciudadanía. Este argumento es extensivo a la
situación jurídica de Nicolás Maduro Moros en tanto goza de la
nacionalidad y ciudadanía colombianas porque no ha renunciado
expresamente a ellas.

X) Por tener ciudadanía colombiana y ser colombiano por


nacimiento, Nicolás Maduro Moros, quien ejerce de manera
ilegítima y fraudulenta la Presidencia de la República de Venezuela,
quien no ha renunciado a su nacionalidad colombiana por nacimiento,
que se sepa, podría estar, mutatis mutandis, en los límites para que sea
declarado, por analogía, como traidor a su patria por el cierre de
fronteras y la enorme beligerancia y violación masiva contra derechos
humanos fundamentales de miles de compatriotas suyos y contra los
intereses de Colombia, país de origen de su progenitora, que sin estar
en el supuesto de una situación de guerra exterior contra dicho país,
debe tener en cuenta que, caso de configurarse el supuesto

39
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

normativo, existe la perdurabilidad de los efectos de la


nacionalidad para que responda ante su país, Colombia, conforme lo
pauta la Constitución de Colombia en el encabezado de su:
Artículo 97. El colombiano, aunque haya renunciado a la calidad
de nacional, que actúe contra los intereses del país en
guerra exterior contra Colombia, será juzgado y penado
como traidor.

40
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Los colombianos por adopción y los extranjeros domiciliados


en Colombia, no podrán ser obligados a tomar las armas contra
su país de origen; tampoco lo serán los colombianos
nacionalizados en país extranjero, contra el país de su nueva
nacionalidad. (Negrillas fuera de texto).

II

LEY 1588 DE 2012 POR LA CUAL SE APRUEBA LA


"CONVENCIÓN SOBRE EL ESTATUTO DE LOS APÁTRIDAS",
ADOPTADA EN NUEVA YORK, EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1954 Y
LA "CONVENCIÓN PARA REDUCIR LOS CASOS DE APATRIDIA",
ADOPTADA EN NUEVA YORK, EL 30 DE AGOSTO DE 1961.

Es importante destacar que la República de Colombia forma parte de la


Convención sobre el Estatuto de los Apátridas y la Convención para
reducir los Casos de Apatridia, según la ley 1588 de 2012, aprobatoria de
las mismas, que recibió opinión favorable en el fallo C- 622 de 2013,
Corte Constitucional.
El objetivo angular de la ley en comento es el de impedir que la persona
nacida en Colombia carezca goce efectivo del derecho a la nacionalidad
colombiana por nacimiento, lo cual se extiende y ampara a los hijos de
nacionales colombianos nacidos en el extranjero, quienes tienen pleno
derecho a ver satisfecho, en función del ius sanguinis, el derecho a la
nacionalidad colombiana, razón por la cual, en el supuesto que
Colombia le privare de reconocimiento de la nacionalidad colombiana
por nacimiento a Nicolás Maduro Moros, siendo que está en duda su
nacionalidad venezolana por nacimiento (pese a la excepción del
artículo 1.2.II de la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas), tal
negativa por parte de las autoridades colombianas del derecho
constitucional fundamental a la nacionalidad colombiana que le asiste a
Nicolás Maduro Moroso le privaría arbitrariamente del goce efectivo de
su derecho y lo colocaría en la delicada situación jurídica de apátrida
de facto, definida en la ley 1588 de 2012, si quisiera efectuar ejercer
dicho derecho y efectuar el registro extemporáneo de su nacionalidad
colombiana por nacimiento.
Lo anterior encuentra fundamento en la Convención para reducir los casos
de
Apatridia, según la ley 1588 de 2012, en su Artículo 1 que establece:
1. Todo Estado contratante concederá su nacionalidad a la
persona nacida en su territorio que de otro modo sería apátrida.
Esta nacionalidad se concederá:
a) De pleno derecho en el momento del nacimiento, o
b) Mediante solicitud presentada ante la autoridad
competente por el interesado o en su nombre, en la forma
prescrita por la legislación del Estado de que se trate. Salvo15
41
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

lo dispuesto en el párrafo 2 del presente artículo, la solicitud no


podrá ser rechazada.

15 La salvedad a que refiere el parágrafo 2 del artículo 1º de la Ley en


mención no aplica para el caso colombiano ante sus nacionales
naturales por mandato del artículo 96 constitucional que no restringe el
goce del derecho a la nacionalidad colombiana, por nacimiento, a los
límites indicados en la Convención para reducir los casos de apatridia.

42
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Todo Estado contratante cuya legislación prevea la concesión de


su nacionalidad mediante solicitud, según el apartado b del
presente párrafo, podrá asimismo conceder su nacionalidad de
pleno derecho a la edad y en las condiciones que prescriba su
legislación nacional. (Resaltado y subrayas fuera de texto).

De suma relevancia resulta el texto de los parágrafos 3º y 4º del artículo


1 de la Convención para reducir los casos de Apatridia, según la ley 1588
de 2012, que estatuye:
3. No obstante lo dispuesto en el apartado b del párrafo 1 y en el
párrafo
2 del presente artículo, todo hijo nacido dentro del matrimonio en
el territorio de un Estado contratante cuya madre sea nacional de
ese Estado, adquirirá en el momento del nacimiento la
nacionalidad de dicho Estado si de otro modo sería apátrida.
4. Todo Estado contratante concederá su nacionalidad a la
persona que de otro modo sería apátrida y que no ha podido
adquirir la nacionalidad del Estado contratante en cuyo territorio
ha nacido por haber pasado la edad fijada para la presentación de
su solicitud o por no reunir los requisitos de residencia exigidos,
si en el momento del nacimiento del interesado uno de los padres
tenía la nacionalidad del Estado contratante mencionado en
primer término. Si los padres no tenían la misma nacionalidad en
el momento del nacimiento de la persona, la legislación del Estado
contratante cuya nacionalidad se solicita determinará si esa
persona sigue la condición del padre o la de la madre. Si la
nacionalidad así determinada se concede mediante la
presentación de una solicitud, tal solicitud deberá ser presentada
por la persona interesada o en su nombre ante la autoridad
competente y en la forma prescrita por la legislación del Estado
contratante.
El encabezado el artículo 4 de la Convención en cita indica que:
1. Todo Estado contratante concederá su nacionalidad a una
persona que no haya nacido en el territorio de un Estado
contratante y que de otro modo sería apátrida si en el momento
del nacimiento del interesado uno de los padres tenía la
nacionalidad del primero de esos Estados. Si los padres no
tenían la misma nacionalidad en el momento del nacimiento de la
persona, la legislación de dicho Estado contratante
determinará si el interesado sigue la condición del padre o la
de la madre. La nacionalidad a que se refiere este párrafo se
concederá:
a) De pleno derecho en el momento del nacimiento, o
b) Mediante solicitud presentada ante la autoridad competente
por el interesado o en su nombre, en la forma prescrita por la
legislación del Estado de que se trate. Salvo lo dispuesto en el
párrafo 2 del presente artículo, la solicitud no podrá ser rechazada.
(Resaltado fuera de texto).
43
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Los artículos 7 y 8 de la Convención en comento


establecen que: Artículo 7.
1. a) Si la legislación de un Estado contratante prevé la
renuncia a la nacionalidad, dicha renuncia sólo será efectiva
si el interesado tiene o adquiere otra nacionalidad;

44
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

b) La disposición del apartado a del presente párrafo no se


aplicará cuando su aplicación sea incompatible con los principios
enunciados en los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la
Asamblea General de las Naciones Unidas.
2. El nacional de un Estado contratante que solicite la
naturalización en un país extranjero no perderá su
nacionalidad a menos que adquiera o se le haya dado la
seguridad de que adquirirá la nacionalidad de dicho país.
3. Salvo lo dispuesto en los párrafos 4 y 5 del presente artículo, el
nacional de un Estado contratante no podrá perder su
nacionalidad, si al perderla ha de convertirse en apátrida, por
el hecho de abandonar el país cuya nacionalidad tiene, residir
en el extranjero, dejar de inscribirse en el registro
correspondiente o cualquier otra razón análoga.
4. Los naturalizados pueden perder la nacionalidad por residir en
el extranjero durante un período fijado por la legislación del Estado
contratante, que no podrá ser menor de siete años consecutivos,
si no declaran ante las autoridades competentes su intención de
conservar su nacionalidad.
5. En el caso de los nacionales de un Estado contratante nacidos
fuera de su territorio, la legislación de ese Estado podrá subordinar
la conservación de la nacionalidad, a partir del año siguiente a la
fecha en que el interesado alcance la mayoría de edad, al
cumplimiento del requisito de residencia en aquel momento en el
territorio del Estado o de inscripción en el registro correspondiente.
6. Salvo en los casos a que se refiere el presente artículo, una
persona no perderá la nacionalidad de un Estado contratante, si
dicha pérdida puede convertirla en apátrida, aunque dicha pérdida
no esté expresamente prohibida por ninguna otra disposición de
la presente Convención.
Artículo 8.
1. Los Estados contratantes no privarán de su nacionalidad a
una persona si esa privación ha de convertirla en apátrida.
2. No obstante lo dispuesto en el párrafo 1 del presente articulo,
una persona podrá ser privada de la nacionalidad de un Estado
contratante:
a) En los casos en que, con arreglo a los párrafos 4 y 5 del artículo
7, cabe prescribir que pierda su nacionalidad;
b) Cuando esa nacionalidad haya sido obtenida por
declaración falsa o por fraude.
3. No obstante lo dispuesto en el párrafo 1 del presente artículo,
los Estados contratantes podrán conservar la facultad para privar
a una persona de su nacionalidad si en el momento de la firma,
ratificación o adhesión especifican que se reservarán tal facultad
por uno o varios de los siguientes motivos, siempre que éstos
estén previstos en su legislación nacional en ese momento:
a) Cuando, en condiciones incompatibles con el deber de
45
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

lealtad al Estado contratante, la persona,


I) A pesar de una prohibición expresa del Estado contratante, haya
prestado o seguido prestando servicios a otro Estado, haya
recibido o

46
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

seguido recibiendo dinero de otro Estado, o II) Se haya conducido


de una manera gravemente perjudicial para los intereses
esenciales del Estado;
b) Cuando la persona haya prestado juramento de lealtad o
hecho una declaración formal de lealtad a otro Estado, o dado
pruebas decisivas de su determinación de repudiar la lealtad que
debe al Estado contratante.
4. Los Estados contratantes solamente ejercerán la facultad de
privar a una persona de su nacionalidad, en las condiciones
definidas en los párrafos 2 ó 3 del presente artículo, en
conformidad con la ley, la cual proporcionará al interesado la
posibilidad de servirse de todos sus medios de defensa ante un
tribunal o cualquier otro órgano independiente. (Resaltado y
subrayas fuera de texto).

Para justificar la constitucionalidad de la Ley 1588 de 2012, dice el fallo


C- 622 de 2013, de la Corte Constitucional, cuanto sigue:

“Es en 1949, que como consecuencia de la Segunda Guerra


Mundial, y ante el sinnúmero de personas deportadas, cuando
Naciones Unidas designó una Comisión con el fin de que
preparara una convención para la revisión del estatus de apátrida
y de refugiados, surgiendo así las convenciones de 1951 sobre el
Estatuto de Refugiados y la de 1954 relativa al estatuto de
Apátridas, la cual fue adicionada posteriormente con la
Convención de 1961, para la reducción de la apatridia.

La Convención de 1954 sobre la Apatridia, busca establecer un


Estatuto que comprenda las disposiciones generales y la condición
jurídica de los apátridas para asegurar la no discriminación, la
regularización y la garantía del pleno goce de los derechos
humanos de dicha población.

La Convención para la disminución de los casos de Apatridia de


1961, por su parte, consolida los principios de igualdad, no
discriminación, protección de minorías, derechos de los niños,
integridad territorial, y el derecho a una nacionalidad. La
Convención no exige que un Estado Contratante otorgue la
nacionalidad incondicionalmente, sino que, en un esfuerzo para
evitar la apatridia, busca equilibrar los factores de nacimiento,
residencia y transmisión hereditaria, para reflejar el vínculo
genuino entre un individuo y un Estado.
(…)
5.3.1. Con el objeto de tener una mejor comprensión del tema
objeto de los Convenios bajo examen, encuentra relevante la
Corte, precisar algunos conceptos:
47
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

La apatridia está definida como la condición del ciudadano


que no es considerado nacional del país donde nació, ni de
ningún otro Estado, la cual puede ser de jure, cuando existe
según las leyes de un país, o de facto, cuando las personas no
disfrutan de los mismos derechos de los demás ciudadanos, pues
su país no le concede

48
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

pasaporte o no le permite regresar, o cuando no pueden


demostrar documentalmente su nacionalidad.
La apatridia está directamente relacionada con el concepto de
nacionalidad, entendida como el vinculo legal que une a un
Estado con un individuo y que significa su existencia jurídica
y el disfrute de lo derechos fundamentales, económicos,
sociales y culturales, así como la delimitación de las
responsabilidades políticas, sociales y económicas, tanto del
Estado, como de la persona.
Podría pensarse que dadas las condiciones actuales de los
Estados, el fenómeno de la apatridia es un fenómeno aislado y
poco frecuente; sin embargo, debido a los cambios geopolíticos, a
sistemas deficientes de registro de nacimientos, a leyes
deficientemente diseñadas, a creencias culturales, a problemas de
discriminación racial y de genero, y a cambios políticos entre otros,
se trata de una condición de la que actualmente padecen
aproximadamente 15 millones de personas en el mundo, según
cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR.”
(Resaltado y subrayado fuera de texto).

La sentencia C-622 de 2013, Corte Constitucional, indica:

“5.6.1.1. La nacionalidad ha sido definida como el vínculo jurídico


que une a una persona con un Estado, y se estructura como
derecho con los siguientes componentes: el derecho a adquirir una
nacionalidad, a no ser privado de ella y a cambiarla. 16
Se conocen cuatro medios a través de los cuales las personas
pueden adquirir su nacionalidad: i) por nacimiento, siendo este el
medio principal u originario de adquirir la nacionalidad; ii) por el jus
sanguinis, según la nacionalidad de los padres; iii) por el jus soli,
según el criterio del territorio de nacimiento y iv) el sistema mixto,
que combina ambos sistemas.”

A su turno, la sentencia C-536 de 1998, Corte Constitucional, señala:


“La nacionalidad colombiana se adquiere por nacimiento o por
adopción, en las modalidades que contempla el artículo 96 de la
Constitución Política, y no se pierde por el hecho de adquirir otra
nacionalidad.
El aludido mandato constitucional afirma perentoriamente que
ningún colombiano por nacimiento puede ser privado de su
nacionalidad, pero sí permite renunciar a ella, pudiendo el
renunciante recobrarla en los términos que señale la ley.”

La Corte Interamericana de Derechos Humanos17 comentó:

“El derecho a poseer una nacionalidad y no ser privado


arbitrariamente de ella ha sido reconocido en la Declaración
49
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Americana de los Derechos y deberes del Hombre y la mayoría de


los instrumentos internacionales sobre los derechos humanos.
Tan elemental derecho por otra parte, ha
16 Alude el fallo al contenido del artículo 20 Convención Americana de
Derechos Humanos.
17 Informe sobre la situación de lo derechos humanos en Chile, 1985. pág.
157. Citada por la sentencia C-622 de 2013, Corte Constitucional de
Colombia.

50
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

sido respectado por todos los países del hemisferio, los cuales han
contemplado en sus constituciones la pérdida de la nacionalidad
únicamente en virtud de causales que importan una verdadera
desvinculación voluntaria de la persona – manifestada implícita o
explícitamente – con respecto al Estado del que es nacional.”

En igual sentido, la sentencia C-622 de 2013, dice:


“5.6.2.2. De lo anterior se tiene que en Colombia se pierde la
nacionalidad por renuncia a ella por parte de los nacionales
colombianos por nacimiento o por adopción, la cual puede
recobrarse acorde a las disposiciones legales y por pérdida en los
casos de los colombianos por adopción por razones de seguridad
nacional, establecidos por el legislador, estando proscrita la
privación de la nacionalidad por motivos arbitrarios, raciales,
étnicos, religiosos o políticos (CP, art. 96).

5.6.2.3. Por lo expuesto, encuentra la Corte que las medidas


contenidas en los artículos 5, 6 y 7 que establecen que si la
legislación del Estado prevé la pérdida de la nacionalidad por
cambios en el Estado civil o la filiación natural, o por la pérdida del
progenitor o cónyuge, dicha perdida esté sujeta a la posesión, o
adquisición de la nacionalidad de otro Estado, y la renuncia será
efectiva cuando la persona tenga o adquiera otra
nacionalidad, no contrarían la Constitución Política, sino que
reafirman el derecho consagrado en nuestra Carta Política y en
los Tratados Internacionales (Declaración Universal de Derechos
Humanos, articulo 15, Declaración Americana de derechos del
Hombre, artículo XIX, la Convención Americana, artículo 20 y el
artículo 24 del PIDCP sobre los derechos de los niños) de los que
Colombia hace parte, que establecen que la nacionalidad es un
derecho del cual no pueden ser privados de manera arbitraria, y
que la renuncia a ella es voluntaria y puede recobrarse previo
el cumplimiento de los requisitos que la legislación de cada Estado
establezca (art. 96 C.P.)”. (Negrillas y subrayas fuera de texto).

III
EPILOG
O
Finalmente, con base a los dispositivos legales invocados y el análisis
de la situación fáctica que configura la posición jurídica de Nicolás
Maduro Moros en su relación jurídica de nacionalidad colombiana por
nacimiento, en virtud del ius sangunis, con el Estado colombiano,
derecho fundamental que no serle privado so pena de convertirlo en
apátrida de facto, 18 conforme a las Convenciones sobre el Estatuto del
Apátrida y sobre prevención de casos de Apatridia, contenidas en la ley
1588 de 2012, puede concluirse, con el mayor
51
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

18 Dada la falta de evidencia probatoria sobre su presunta nacionalidad


venezolana.

52
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

sentido del respeto por la historia y la legalidad colombianas y la dignidad


de la persona humana de quien se trata19 que:

Primero: Es claro que Nicolás Maduro Moros es colombiano por


nacimiento, en virtud del ius sanguinis, por línea consanguínea directa
con su madre, nacional colombiana, Teresa de Jesús Moros de Maduro,
tiene ciudadanía colombiana como efecto de su nacionalidad
colombiana por nacimiento al no haber renunciado a la misma.

Segundo: El derecho a la doble nacionalidad (latente y aparente20)


que beneficia a Nicolás Maduro Moros es la causa que determina la
inexistencia o ineficacia (nulidad) absoluta de su elección como
Presidente de la República, produciendo una falta absoluta de
dicho órgano de elección popular, debiendo acordarse su
reemplazo, para suplir dicho vacío institucional, mediante su
declaratoria y subsiguiente decreto de abandono del cargo, como
tal, por parte de la Asamblea Nacional según el artículo 233 Superior.
Aquí la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el Tribunal Supremo de
Justicia y demás jueces de la República junto a las distintas ramas del
Poder Público tendrían que cumplir con el deber de defender la
soberanía nacional y velar por la defensa y la integridad de la
Constitución Nacional (artículos 322, 328 y 335 Constitucionales).

Tercero: Está inhabilitado para ejercer el cargo de la Presidente de la


República de Venezuela por expresa prohibición de los artículos 41 y 227
de la Carta Magna porque los derechos políticos son privativos de los
venezolanos, existiendo una serie de cargos que únicamente pueden
ser ejercidos por

19Quien suscribe expresa gratitud invariable al pueblo y las instituciones


colombianas que le han prodigado protección y oportunidades para su
desarrollo personal, familiar y profesional, en paz y libertad, durante su
largo destierro (9 años) en dicho país, junto a su familia. La alusión a la
nacionalidad colombiana por nacimiento que tiene Nicolás Alejandro
Maduro Moros no significa una apreciación descalificativa, ni peyorativa,
menos aún ofensiva, contra el gentilicio colombiano que es un pueblo
hermano, con una historia y unos valores comunes representados en su
heroísmo y entrega, junto a los precursores venezolanos, en la lucha por
la independencia americana, con el que compartimos una extensa
frontera (hoy cerrada paradójicamente por quien se jacta de definirse
como discípulo de un proyecto bolivariano), lazos familiares que unen a
miles de personas de ambos lados, nexos económicos naturales dada
la cercanía de nuestras ciudades y poblaciones, propósitos políticos
regionales y una riqueza cultural y social compartida, todas ellas,
variables innegables de una comunidad binacional llamada a
consolidarse y a perdurar en el tiempo, una vez se supere la actual
coyuntura autoritaria que conduce, con rumbo incierto y hacia el abismo
53
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

del fracaso social, político y económico a Venezuela, maltratando el


legado histórico de los Padres Libertadores que nos enseñaron a ser y
sentirnos pueblos hermanos.
20 Para que pueda afirmarse que Nicolás Maduro Moros posea doble

nacionalidad, antes tiene que comprobarse que nació efectivamente en


Venezuela. Se denota aquí como doble nacionalidad aparente porque
no está comprobado que Nicolás Maduro Moros sea venezolano por
nacimiento mientras que, en cambio, si está evidenciado que es
colombiano por nacimiento por los argumentos contenidos en el
presente Concepto Jurídico. Mientras subsista la duda y no exista
evidencia de que quien se desempeña como Presidente de Venezuela
haya nacido efectivamente en territorio venezolano se podría considerar
que dicha persona presumiblemente pueda ser venezolano porque su
pregonada (y no probada) nacionalidad venezolana está en entredicho,
hasta prueba en contrario que ponga fin a la confusa situación que
coloca en franca incertidumbre la veracidad o verosimilitud del aludido
nacimiento del señor Maduro Moros en territorio venezolano.

54
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

ciudadanos venezolanos sin otra nacionalidad21. Todo pareciera indicar


que no nació en Venezuela, salvo prueba en contrario. Dice el artículo
227 de la Constitución de Venezuela que “para ser elegido Presidente
de la República o elegida Presidenta de la República se requiere ser
venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra
nacionalidad, ser mayor de treinta años, de estado seglar y no estar
sometido o sometida a condena mediante sentencia definitivamente
firme y cumplir con los demás requisitos establecidos en esta
Constitución”. (Negrillas y subrayas fuera de texto). Ello conduce a que,
sin lugar a equívocos, se asevere que la Presidencia de Venezuela
viene siendo ejercida de manera abiertamente ilegítima y
constitucionalmente fraudulenta configurándose una falta absoluta
del cargo del Presidente de la República que debe ser declarada por
la AN, que conduce a la declaratoria del abandono del cargo por
quien lo ejerce mediante usurpación de poder fraude (violación) a
la Constitución, para que en los términos que fija la Carta Magna
(artículo 223 Constitucional) se provea lo conducente a suplir el vacío
que deja la falta absoluta mediante la celebración de nuevas alecciones
generales al no haberse cumplido 4 años del viciado mandato de
Maduro Moros.

Cuarto: En función de las Cláusulas Democráticas de la Comunidad


Andina de Naciones, del MERCOSUR, la UNASUR y la Carta
Democrática Interamericana, vigentes para Colombia, por haber
suscrito y ratificado las mismas, es deber del Estado colombiano
promover la vigencia de la democracia, como derecho humano de
nuestros pueblos de América, razón por la cual debe contribuir a la
estabilidad del Estado constitucional y democrático de derecho en
Venezuela, con su respuesta honesta y apegada a la legalidad ante la
petición que ha elevado la Asamblea Nacional venezolana para el
esclarecimiento del escabroso asunto de la hasta ahora oculta
nacionalidad colombiana por nacimiento de Nicolás Maduro Moros, sin
que por ello el Estado colombiano sea tildado de tomar partido en la
puja política interna que se vive en Venezuela, ni de injerencia en sus
asuntos internos, puesto que al hacer valer su dictamen, con apego a la
Constitución Nacional y el Bloque de Constitucionalidad que aplican en
Colombia, no sólo contribuye a la verdad y la

21 Constitución venezolana, artículo 40. Los derechos políticos son


privativos de los venezolanos y venezolanas, salvo las excepciones
establecidas en esta Constitución. Gozan de los mismos derechos de
los venezolanos y venezolanas por nacimiento los venezolanos y
venezolanas por naturalización que hubieren ingresado al país antes de
cumplir los siete años de edad y residido en él permanentemente hasta
alcanzar la mayoridad. Artículo 41. Sólo los venezolanos y
venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer
los cargos de Presidente o Presidenta de la República,
55
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o


Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea
Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia,
Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o
Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de
la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del
Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la
seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación;
Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados
y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica
de la Fuerza Armada Nacional. Para ejercer los cargos de diputados o
diputadas a la Asamblea Nacional, Ministros o Ministras; Gobernadores
o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de Estados y Municipios no
fronterizos, los venezolanos y venezolanas por naturalización deben
tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de
quince años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.
(Negrillas propias).

56
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

transparencia que debe guiar la gestión pública sino que sienta


precedente democrático de autonomía, independencia y
autodeterminación nacional frente al atrabiliario, truculento y arbitrario
gobierno venezolano, en cabeza de una persona que ha atacado la
integridad del gentilicio colombiano y ha sometido a vejámenes
inenarrables a miles de sus connacionales puesto que es evidente que
tiene nacionalidad colombiana por nacimiento, de la cual reniega, y no
logra probar su presunta nacionalidad venezolana.

Quinto: Nicolás Maduro Moros, es nacional colombiano por nacimiento,


porque adicionalmente no ha podido comprobar que tiene a) el
Certificado de Nacionalidad Venezolana (indicado en la Ley de
Nacionalidad y Ciudadanía, ya citada, en su artículo 17 que señala que
el Certificado de Nacionalidad Venezolana por nacimiento se otorgará a
solicitud de parte interesada, conforme al procedimiento previsto en esta
Ley y sólo a los efectos del ejercicio de aquellos cargos que la
Constitución reserva a los venezolanos por nacimiento sin otra
nacionalidad, en armonía con el artículo 18, de la misma ley, que señala
que el Certificado de Nacionalidad Venezolana por nacimiento será
otorgado por el órgano competente en materia de nacionalidad y
ciudadanía - CNE), b) la Partida de Nacimiento venezolana de Maduro
Moros (sí la tuviere), c) el Acta de Renuncia a su nacionalidad
colombiana, d) la Partida de Nacimiento venezolana de su progenitora
o, en su defecto, el Acta de Registro Civil o de Naturalización (si tuviere
nacionalidad venezolana por adopción), e) el Acta de Registro Civil de
su progenitora como nacional colombiana y su Cédula de Ciudadanía
colombianas y f) el Acta de Renuncia a la Nacionalidad colombiana su
progenitora.

Sexto: La Registraduría del Estado Civil, la Cancillería y el Congreso


colombianos, siendo que Nicolás Maduro Moros es colombiano por
nacimiento, deben exigirle que exhiba su Acta de Renuncia escrita a su
nacionalidad colombiana que todavía lo beneficia porque sólo dicho
documento sería el soporte documental que demuestre y acredite que
rompió el nexo jurídico – político de la ciudadanía colombiana que surge
de su nacionalidad colombiana por nacimiento en virtud del ius sanguinis
por filiación materna tantas veces comentado.

En estos puntos es bien importante que las autoridades colombianas


competentes atiendan los esfuerzos y reclamos de la Asamblea
Nacional venezolana y den satisfacción a los derechos a vivir una
democracia transparente y a conocer la verdad sobre la inocultable
nacionalidad colombiana de quien funge como presidente de la
República, que tenemos los venezolanos y venezolanas, quienes con
sentido de justicia y fe en probidad e independencia de las instituciones
colombianas, anhelamos una respuesta pronta, proba y transparente
que coadyuve a que se corrija de plano tan bochornoso, indignante y
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Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

oscuro episodio de nuestra historia política contemporánea.

Con respeto por Colombia y sus instituciones y muestras de


consideración, sentimiento y compromiso venezolanista. En Bogotá, a
los 13 días de enero de 2016.

58
Jesús Caldera Infante, Ph.D
Abogado Constitucionalista

Jesús Caldera Infante, Ph.D


Abogado
Constitucionalista.
304-5643396

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