Tomás Barrera A. (Santiago, 1993) es jardinero y autor de las afueras y tour de france.

Hoy trabaja en un
libro llamado imágenes de un río sin pendiente.
ARTE TÉCNICA

Un cuadro antiguo repintado

como base

ruedas y componentes “rescatados”

espero que este

aerolito en potencia

me lleve más allá de las cuestas

sin cambios
VUELTA A CHILE 1976

Multitud monocroma

en la ruta panamericana

botellas con agua tan cerca

que se pueden coger

la gente que vive al oriente

y occidente de la carretera

nos viene a saludar y a aparecer

en tv
LA META, FRAGMENTOS 2 Y 3.

Primero me detuve

desconcertado por las ruedas girando a destiempo

Luego vi el torrente al cual me aproximaba

Y abrí una palabra al cielo

Ay aliento mío sal fuera

alma entra húndeme en la atmosfera de […]

Húndeme en el alma colectiva

1

Mi padre decía: nada puede tocar el cielo

pero yo sentí el verdor en la cabeza

Porque todo se siente superfluo

porque todo es simple y fácil

pedaleando aún vida abajo

Como un horizonte desbocado

o un zumbido sordo

fuera de su botella quebrada

Supe entonces que no había palabra

LA CADENA ~

Eslabones tipográficos ~ poema >

Ciertas ideas ~ remaches de acero > 1 vuelta de pedales manifiesta/

Lineales, biplanos ~ oración circular muy bien puntuada/

Sin-peak, o paroxismo relevancia >

Ciclistas la consideran poco ~ poco espacio en ⋏ > de un . a otro/

⋏ pensamiento: así opera el cuerpo ante la música > interpreta/

Expresar peso realidad ~ eslabón nota ~ visible invisible > orquesta/

LA RUEDA >

Invención hallazgo/

Impulsar bajo 1 > suavidad firmeza > 1 órbita familiar >

Sostener el peso en < 1 >

⋏-neutro > operar x el centro ~ agiles gotas de agua >

Cuerpo a-cuerpo > rápido > Instante detenido ~ entendimiento abierto >

Equilibrio, calmo ~ mimar/ adelante avanzar >

Silencio silbido ~ señal <

 INVITACIÓN AL LECTOR

Estimadx leyente, queda usted invitado a relajarse

y disfrutar de las siguientes páginas

Pedalee hasta donde su interés lo mueva

yo conduciré para usted

Estimadx leyente, gracias por su invitación a relajarme

y disfrutar de su prueba

puede elegir o trazar el camino que quiera

en caso de extravío
yo estoy aquí para usted

A lxs señorxs código, canal y contexto

rogamos concedan a nuestra sociedad las mejores condiciones
climáticas, mecánicas y de terreno
para que nuestro paseo vuelva sano y salvo
a la calma y sin mayor novedad
 SEÑALES DE RUTA

“sois la sal de la tierra

mas si la sal pierde su sabor ¿con que la salaremos?”

“hay luz, pero también hay sombra

así es el poeta cuando canta”

1- Hay fluidez, pero también resistencia, la imagen del ciclista cuando anda en bicicleta.
2- No hay fluidez, pero tampoco resistencia, la imagen del ciclista cuando no anda en bicicleta.
3- Cuando anda, el ciclista realiza su andar y no otro.

4- Cuando no anda, su andar permanece intacto, e inagotable, el ciclista retorna a casa por la ruta de la
indiferenciación.
 Grábala en tu cuerpo

ciclista

procura sostener

esa posición aerodinámica sugiérela

oculta en tu respiración

trata de

estructurarla

cuando

vayas solo

frente

al viento

o en la punta

del pelotón
 EPÍLOGO: EL CICLO-TUR, LA PRÁCTICA Y SUS CONSECUENCIAS.

La meta era recorrer esta distancia sin excluir a nadie.

Ciertamente prefería no ser yo quien nos guiara. Pero un impulso irrefrenable articuló mi cuerpo y el
cuerpo de mi pensamiento como el de un ciclista, de tal forma que olvidé mis inquietudes y salí de mi
mismo sin echar vista atrás.

Partí solo. Esto me dio el tiempo de desarrollar algunas formas de andar que me permitieran, llegado el
momento, adaptar mi flujo al flujo de los demás. Me habitúe al silencio, a la insipidez y a la blancura
como signos de amistad, de modo que ignoraba si quizás ya andaba acompañado.

A medida que pasaban los kilómetros y los días, desarrollamos un sistema que consistía en no registrar
nuestro recorrido en el tiempo ni en el espacio para no hacer diferencias respecto a lxs nuevxs
compañerxs que nos comenzaban a acompañar. Lo que trajo una consecuencia feliz: junto con las cifras,
muchxs de nosotrxs olvidamos quiénes éramos, por lo que ya casi ni nos importaba si andábamos solxs
o acompañadxs, pues cualquier cosa que se digiera, salvo nuestra meta que aún guardábamos, nos parecía
de la mayor novedad.

En cada vereda una orilla del mundo nos venía a saludar. Ganamos un montón de carreras en las que ni
concursamos, y si, de vez en cuando, un policía nos preguntaba de donde veníamos, todxs respondíamos
que lo ignorábamos y seguíamos de largo sin dar tiempo a la detención personal.

Pero pasó que un día, en nuestro afán por ir cada vez más livianxs, olvidamos por completo nuestro
sistema de orientación y con él nuestra dirección y nuestra meta.

Y en medio de la nada la ruta no era nada más que yo pedaleando. Pero ya no era yo quien pedaleaba.
Solo. Ya no era yo quien está.