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individual que constituye el principio rector Promedia, a su juicio, un acto emanado de

de la vida social. autoridad privada, con predominio exclusi-


Qui dit contractuel dit juste: Toda obli- vo de una sola voluntad que dicta su ley
gación para ser justa debe ser libremente a una colectividad determinada. Hauriou
consentida y toda obligación libremente verifica la existencia de una voluntad re-
consentida es, por eso, justa. glamentaria a la cual viene a adherirse la
Los particulares pueden contratar cuando otra, y que es la única que 'importa a los
quieran, como quieran y con quien quieran, fines de la interpretación. Es una institu-
y lo que acuerdan tiene valor de ley. Tal es ción corporativa y la voluntad del adherente
la concepción clásica. El contrato se forma tiene un pap'el completamente subsidiario.
a través de una preparación, caso por caso Duguit da como ejemplo los distribuidores
y por todas las partes. Logra su contenido automáticos, sosteniendo que es erróneo
mediante tratos, discusiones y conciliaciones ver un contrato en el acto por el cual una
sobre los distintos intereses de las dos o persona extrae determinado producto me-
más partes. Pero- la realidad parece desbor- diante la inserción de una moneda. No hay
dar estos esquemas. dos voluntades en presencia que se ponen
La vida económica, obedeciendo a las leyes en contacto y luego acuerdan las condicio-
de uniíormidad y repetición con que el hom- nes —dice—. Tenemos una voluntad que ha
bre moderno busca dominar la realidad establecido un estado de hecho de orden
caótica, nos brinda la aparición primero y general y permanente, y otra voluntad que
la proliferación inmediata luego, de formas quiere aprovecharse de ese. estado de hecho.
de predisposición del contenido de los con- Sólo veo una declaración unilateral de vo-
tratos. Esto se realiza en varios sentidos: luntad.
A) Un contratante establece, mediante su Para los partidarios de la tesis contrac-
oferta, todo el contenido del contrato. El tualista tales operaciones tienen esencia
otro sólo puede adherir a todo o no con- contractual. El debate —señala Risolía— se
currir al contrato. Son los contratos de ad- produce fuera de sus términos cabales. No
hesión. hay, jurídicamente hablando, una nueva
B) Dos o más partes concluyen un con- categoría de contrato, sino nuevas moda-
trato y aceptan que otras partes puedan lidades de los actos jurídicos en el árnbito
adherir a él, con tal que no se cambie el de la formación del .contrato. La adhesión
contenido. Es el contrato abierto. es una forma de expresar el consentimien-
C) Con un contrato se constituye una to, y hacerlo así no basta para destituir al
especie de reglamentación de futuros víncu- acto de su carácter contractual. Las modali-
los contractuales individuales, que pueden dades de la evolución técnica y económica
o no acaecer, marcando su contenido, fijan- imponen -algunos caracteres específicos: la
do en abstracto algunas cláusulas que de- oferta tiene carácter'general y permanente;
ben insertarse y preparándose el esquema emana de un contratante económicamente
de tales contratos por venir. Son los con- poderoso; el objeto es, generalmente, la
tratos normativos o reglamentarios. prestación de un servicio privado de utili-
Nos detendremos en estas categorías. dad pública; la oferta se presenta bajo la
Ad. A) Los contratos de adhesión. Salei- forma de un contrato-tipo cuyas cláusulas
lles fue el primero en sostener que cuando no pueden discutirse y han sido concebidas
el ofertante —generalmente una persona en exclusivo interés del ofertante. Pero es
jurídica de gran pujanza económica, titular innegable que quien se adhiere se encuen-
de un monopolio de hecho o de derecho— tra ante una verdadera pferta, aunque sea
predetermina las cláusulas de la futura completa e inmutable. Su adhesión es una
convención sin que se permita su libre dis- verdadera aceptación. "Ño hay entonces otra
cusión se genera un acto, producto de una cosa que contratos por adhesión.
sola voluntad que no puede explicarse con Al margen de esta querella de escuelas,
la teoría contractual. Bautizó al fenómeno todos verifican que en la base de los con-
con el término que ha hecho carrera: con- tratos por adhesión existen serias asechan-
trato de adhesión, ya que la falta de dis- zas. En primer término, la aceptación puede
cusión y de contradicción del participante ser forzada, ya que media una imposición
débil, no permite ver allí aceptación. La tan poderosa que debe hablarse mejor de
doctrina reparó entonces en esta forma de sometimiento que de adhesión. Ello prome-
negociación. Pronto se aprecian dos escue- dia en los casos de monopolio de hecho o
las: la de los publicistas, con Duguit y de derecho, por ejemplo, transportes, donde
Haurjou a la cabeza —entre nosotros Col- el tisuario ni siquiera puede abstenerse de
mo—, y la de los civilistas, entre los que admitir la oferta. Los remedios se proveen
militan Dereux, Ripert, Demogue, Josserand de distintas fuentes. El Derecho • privado
y entre nosotros Lafaijle, Salvat y Risolía. aporta la teoría de los vicios del consenti-
Los primeros niegan la existencia de con- miento, que califican también a la adhe-
trato en este modo particular de formación. sión. Si la intensidad de los fenómenos
sociales y económicos implican la acepta- con el importe de una tarifa fijada por la
ción forzada, sin alternativa alguna, no Municipalidad de acuerdo con la duración
puede hablarse de contrato sino de situa- del estacionamiento. Un conductor estacio-
ción de hecho que no configura categoría naba sistemáticamente su automóvil, decla-
voluntarla. Por su parte, la intervención rando cada vez al encargado que se negaba
estatal es diligente y constante. El poder a pagar, ya que rechazaba la vigilancia, en-
concedente impone condiciones de presta- tendiendo ejercer el uso común de un bien
ción del servicio público, homologación de público que es por esencia gratuito. El con-
las tarifas, prohibición de cláusulas de irres- cesionario lo demandó por falta de pago de
ponsabilidad. La ley penal reprime las con- estacionamiento basado en el enriqueci-
nivencias monopolistas (trust y cartells). Y, miento sin causa o responsabilidad delic-
finalmente, la igualdad entre los adheren- tual. El fallo consta de consideraciones de
tes al generar una situación solidaria puede Derecho administrativo y de Derecho civil.
dar lugar a que la redacción se depure por En cuanto a las primeras, el tribunal dice
la concurrencia de los mismos. A su turno, que el uso común de la playa había sido
la actividad del juez permite restablecer el limitado por el especial que la Municipali-
equilibrio roto por el desnivel económico dad había otorgado al concesionario. La vi-
cuando éste ha> redundado en la imposición gilancia ejercida por éste y la posibilidad
de pactos atentatorios contra el orden pú- de encontrar allí espacio libre cuando los
blico, la moral o las buenas costumbres, lugares de estacionamiento gratuito se ha-
utilizando el rico arsenal que le suministra llaban colmados, eran ventajas especiales
la teoría de la causa y la configuración del ajenas al uso común, que debían pagarse.
objeto fin social de los actos jurídicos, la Y en cuanto a la progresión de las tarifas,
regla de interpretación del contrato en con- de acuerdo a la duración del parqueo, es-
tra de quien lo redactara o dando preemi- taba justificada por su fin útil de facilitar
nencia a las cláusulas manuscritas sobre el estacionamiento de corta duración en el
las impresas por estimarlas reveladoras de centro de la ciudad; ya que quienes debían
la verdadera discusión libre y- colaboración realizar estacionamientos más prolongados
de las partes. tenían la posibilidad de hacerlo gratuita-
El Código civil italiano de 1942 ha codi- mente fuera del radio céntrico. En cuanto
ficado las soluciones al respecto (artículo a las consideraciones de Derecho civil, fun-
1341-2). Las condiciones generales del con- dan la obligación del demandado en la
trato predispuesto por uno de los contra- existencia de una relación contractual entre
tantes, son eficaces frente al otro, sólo si el usuario y el concesionario de la playa,
al momento de la conclusión las conocían nacida de la utilización de hecho que el pri-.
o habían debido conocer usando de una mero realiza. Se acepta así expresamente la
diligencia ordinaria. Es la consagración del teoría que en 1941 expusiera Haupt en la
principio de la voluntad atenuado por el de Universidad de Leipzig.
la responsabilidad. Si ha conocido dicha Según este autor, la significación qtte el
condición y ha firmado, quiere decir que Código civil atribuye al contrato como fuen-
las ha querido. Si no las ha conocido sufre te principal y típica de obligaciones, es ex-
las consecuencias de su negligencia culpa- presión de la < mentalidad de una época,
ble. Pero la ley no confía mucho en la dili- presuponiendo necesariamente el principio
gencia del contratante débil. Impone la de la libertad contractual. Pero recuerda
específica aprobación por escrito de las que en la vida moderna las relaciones con-
cláusulas más onerosas, lo que implica la tractuales nacen en forma muy distinta a
necesidad de la lectura de aquellas que es- las previstas en la ley civil, lo que obliga a
tablecen límites de responsabilidad, facul- los tribunales a recurrir a construcciones
tad de rescindir el contrato o de suspender artificiosas y alejadas de la realidad, desna-
au ejecución, imposición de caducidades, li- turalizando el concepto del contrato. Pone
mitaciones a la facultad de oponer excep- como ejemplo un fallo que fundó en un su-
ciones, cláusulas compromisorias o deroga- puesto contrato tácito la obligación de un
ciones a la competencia judicial. aviador deportivo de pagar e! uso de la
6. En la jurisprudencia alemana las lla- pista de aterrizaje que debió utilizar. Según
"iadas "relaciones contractuales tácticas" Haupt, quien necesita aterrizar, ni acepta
constituyen una teoría avecindada a este supuestas ofertas ni se detiene a hacerlas;
tema, y que reviste gran interés a partir del se limita a aterrizar, y por ese solo hecho
fallo del Tribunal Federal dictado en el ya está obligado a pagar el precio corres-
año 1956, que la puso en el orden del día. pondiente. E) contrato debe circunscribirse
La Municipalidad de Hamburgo había en- a sus justos límites, admitiendo que las con-
tregado^ una playa de estacionamiento de diciones contractuales pueden nacer tam-
su propiedad situada en el centro de la ciu- bién de conductas de hecho, en cuyo caso
dad a un concesionario, quien debía vigilar se trata de relaciones contractuales fácticas.
allí los vehículos aparcados, beneficiándose Son relaciones jurídicas fáctícas por su
nacimiento (nacen por conducta de hecho tema de subido interés técnico. Otras si-
y no por contrato), y contractuales por sus tuaciones, como la venta mediante aparatos
efectos. Tres son las categorías que enu- mecánicos y el sistema de autoservicio, po-
meran: drán encontrar nuevas explicaciones en la
a) Las nacidas de contactos sociales, en- categoría de la conducta social típica. Esta
tre las cuales señala las emergentes del sola circunstancia, al margen del acierto
transporte benévolo, la tácita reconducción o la incorrección de la nueva teoría, de-
en la locación; muestra el vigor de los nuevos hechos y el
b) Las nacidas de la ordenacion.de rela- estímulo que ellos importan para la crea-
ciones de comunidad (sociedad, irregular, ción de las instituciones.
relaciones de trabajo), y La tarifa, precisamente, constituye una
c) Las nacidas de un deber de prestación figura frecuentísima en la actualidad del
social. contrato. Introducida por los árabes —la
Según dicho autor, las relaciones entre la etimología lo denuncia— a través de Es-
empresa y el usuario no nacen del contrato paña, su desarrollo es moderno, pese a que
—no existe libertad de contratar ni de con- como institución es anterior al Derecho ro-
figurar el contenido de la relación con la mano. En este caso la vieja institución co-
empresa de tranvías o electricidad— sino bra un nuevo carácter. Tanto el derecho
de la utilización de hecho del servicio pú- público como el privado la conocen. Spiess
blico. Es la conducta del usuario la que señala que basta abrir un diario para en-
fundamenta los derechos y las obligaciones contrar dos tarifas: la de suscripción y la
de las partes. Quien sube a un tranvía o de publicación de avisos. Trenes, tranvías,
consume electricidad, no hace oferta algu- electricidad, gas, aguas corrientes, correos/
na ni acepta la de la empresa; se limita a telégrafos y otros servicios públicos; profe-
satisfacer sus necesidades vitales,/y de ese siones y oficios, la conocen y aplican. Se
hecho naCe una relación contractual. Cri- asemejan a la oferta de contratar, pero es
ticada por Lehmann y Spiess, rechazada por más general ya que se dirige al público y
Enneccerus y Staudinger, sólo fue seguida no a persona determinada. La publicación
por Larenz, quien rechaza la denominación de la tarifa sólo obliga a la empresa a con-
y propone la de "relaciones obligatorias de tratar de acuerdo con aquélla, dentro del
conducta social típicas", restringiendo la límite de sus disponibilidades y siempre que
categoría a la tercera que aceptara Haupt. los interesados reúnan las condiciones de
La polémica despertada por el fallo repro- capacidad, etcétera, necesarias. A diferencia
dujo la vigorosa discusión doctrinaria. Para de las condiciones generales de los contra-
Nipperdey se ha atacado ,1a institución tos de adhesión, la tarifa se publica. Él Caso
misma del contrato, reconociendo junto a del aviador que aterrizara en un aeródro-
éste a nuevas fuentes de relaciones contrac- mo puede traducir un contrato, precisamen-
tuales. Larenz, naturalmente, comenta la te por el hecho de la publicación previa de
sentencia a favor. Es el caso que un pasa- la tarifa, que se acepta por el aeronauta,
jero, expresa, que ya se apresta a descender mediante el hecho de aterrizar. La conduc-
en el ¿punto de destino se negara a pagar el ta práctica correspondiente a la tarifa, y és-
boleto al guarda que recién llegara hasta él, ta misma, constituyen otros motores de los
por lo lleno que iba el tranvía, alegando que contratos contemporáneos, naciendo de los
ya no tiene interés en celebrar el contrato mismos relaciones jurídicas recíprocas, aun
de transporte; solamente a un jurista se le sin que y sobre todo antes de que se cum-
ocurriría que tal vez tuviera razón, en mé- plan las condiciones típicas de la contra-
rito a que no ha mediado contrato que fun- tación formal.
damente la obligación de pagar el pasaje. Ad. B) El contrato abierto es el que se
Este ejemplo puede parecer descabellado celebra entre dos o más partes, admitiendo
—dice—, pero el caso resuelto por el tri- que otras partes puedan adherir sin cam-
bunal es análogo. También mediaba la uti- biar el contenido del acuerdo. Difiere de los
lización de hecho de un servicio y la expresa contratos de adhesión por el hecho de que
declaración del usuario de que no quería en éste la formación tiene lugar al momento
contratar, a pesar de lo cual estaba obli- de la aceptación, ya que antes sólo existía
gado a pagar el precio. la oferta. En el contrato abierto, por el con-
Si ese reconocimiento de la conducta so- trario, ya existe un contrato concluido entre
cial típica permite llegar a solución adecua- las partes originarias, y el mismo sólo tiene
da Csin forzar los datos de realidad social) que concluirse para el contratante que se
del problema que plantean los contratos adhiere a él más tarde. Basta reflexionar en
masivos de rápida ejecución, o, si en cam- el simple hecho de que mediante un con-
bio, debe seguirse transitando por los cauces trato abierto —el de sociedad— se ha po-
del contrato, recurriendo al mecanismo de blado el mundo de nuevos sere.s, omnipre-
las manifestaciones tácitas de voluntad (ar- sentes y poderosos, para alcanzar el' vigor
tículos 1145 y 1146, C. C. Argentino), es que ha conferido la vida contemporánea a
esta forma contractual. Negada o aceptada la promesa bilateral de compraventa de in-
la concepción que ve un contrato en la crea- mueble, vulgarmente designada como boleto
ción de la sociedad anónima, lo cierto es que de compra-venta.
la unión contractual de los accionistas es- b) El contrato de coordinación. En este
tuvo en el soporte originario de esa mara- contrato se conviene una especie de regla-
villosa máquina a la que Nicholas Murray mento, al cual han de someterse los suce-
Butler da el carácter de mayor descubri- sivos y futuros contratos que las partes han
miento de los tiempos modernos, más va- previsto y cuya constitución es obligatoria
lioso que el vapor y la electricidad, sin la para uno de los contratantes o para ambos.
cual estima Lippmann que el capitalismo El ejemplo surge en.la venta con pacto de
moderno no habría podido desarrollarse. exclusividad: una empresa productora ex-
La sociedad anónima moderna como un pende mercaderías bajo condiciones expre»
señor feudal, nos indica Ripert, domina y sas en cuanto a propaganda del artículo,
protege. La conocemos por su nombre y ad- precio, atención al público, todas las cuales
miramos su poder. Compañías de Seguros, son uniformes. Los comerciantes a quienes
Bancos, explotación de obras y servicios pú- se entregue el producto para la venta que-
blicos, de canteras, petróleos, transportes, dan obligados a respetar esas prescripcio-
todo lo abarca: en las grandes ciudades nes; sus contratos singulares han de some-
no podríamos alojarnos, vestirnos, calen- terse al contrato de coordinación, que si bien
tarnos, alumbrarnos, desplazarnos, divertir- tiene vigencia actual, como el preliminar,
nos y aun morir sin ellas, ya que, como dice añade la función inmanente de unificar y
ese autor, hasta las empresas de pompas coordinar los distintos contratos futuros,
fúnebres están bajo su esfera. Poco queda como lo hace el contrato reglamentario.
en verdad en estos seres del antiguo contra- c) El contrato normativo. Es aquel que
to de sociedad, formado por <íos o más per- constituye una especie de reglamentación
sonas que se unían porque se conocían, que de futuros vínculos contractuales, que pue-
trataban en un pie de igualdad (jus fra- den o no advenir. Disciplinan los negocios
ternitates o affectio societatis) actuaban en jurídicos eventuales y futuros. A diferencia
nombre colectivo y se presentaban ante los del contrato preliminar (pactum de con-
terceros garantizando esa conducta con la trahendo) no produce ninguna obligación
solidaridad y todos sus bienes. Quien firma de concluir el futuro contrato, pero con él
un boleto de suscripción no concluye ningún se fija el contenido d.e éste (pactum de mo-
contrato; quien compra una acción en la do contrahendo). Un grupo de comerciantes
bolsa no imagina que se constituye en so- fija los precios que se podrá exigir a la
cio, en el sentido activo del término. La so- clientela; un grupo de fabricantes acuerda
ciedad anónima es una sociedad de capita- los precios con los comerciantes; un grupo
les y no de personas. Sobre la base de la de propietarios y de inquilinos establece
idea del contrato el jurista construyó un análogas convenciones en materia'de arren-
instrumento que fue perfeccionándose para damientos; patronos y obreros celebran un
llegar a reunir los capitales necesarios a la convenio colectivo de trabajo. Son prevale-
creación y vida de las grandes empresas cientes en este ámbito las convenciones en
modernas. Con Ripert, tantas veces citado, que de una y otra parte se hacen presentes
señalemos que la gran industria encontró los grupos. El aspecto individual cede ante
en la sociedad mercantil el medio de acu- la expansión "del fenómeno que se funda en
mular los capitales mediante el principio la solidaridad de intereses o de situaciones.
de la libertad de los contratos. Pero además de esa presencia colectiva,
Ad. C) Contratos normativos. La moder- cobra acusado relieve en esta categoría la
na doctrina ha elaborado la categoría de standardización de la materia contractual.
los contratos preparatorios para designar Los grupos contratantes de una y otra parte
los acuerdos previos a los contratos decisi- —o uno sólo de. ellos— establecen en el con-
vos. En la misma militan: trato reglamentario dar a las futuras con-
a) El contrato preliminar (avant contract, venciones, entre ellos o con terceros, un
Vorvertrag; contratto preliminare'). contenido-determinado. La standardización
Es la. convención según ia cual una de tiene lugar por medio de una más precisa
las partes se obliga definitivamente hacia y completa determinación del contenido de
la otra para concluir con ella en lo futuro los futuros contratos. Es el contrato tipo, es-
un contrato determinado, cuyos elementos, quema concreto del contrato al que sólo
por lo menos los esenciales, se hallan ya falta agregar las firmas de las partes.
prefijados. Su función está en vincular a Dejando para luego el análisis de la grave
las partes o sólo a* una de ellas, a concluir31 cuestión de la naturaleza del contrato co-
un futuro contrato dado (contrato definiti lectivo de trabajo, analizaremos los demás
vo), que por ahora no se puede o np se aspectos someramente indicados en este
quiere estipular. El ejemplo más corriente apartado.
lo suministra en nuestra realidad Jurídica 7, Las presiones de los usos del tráfico
han ido prefigurando un sistema de contra- sorpresa o el engaño para una parte con-
tación en el que —-casi siempre con la con- tratante.
formidad de los contratantes— poco queda Las condiciones generales de contratación
de la libertad contractual. Los formularios contienen la regulación para una generali-
determinan las normas disciplinantes del dad de casos y para un número indetermi-
suministro de mercaderías, de la locación nado de negocios. Tienen el carácter de
de cosas, del mutuo. Las llamadas "condi- normas, pero le falta la obligatoriedad nor-
ciones generales de contratación" (de en- mativa. Sólo mediante la sumisión del clien-
trega, de pago, etcétera) son formuladas y te, caso por caso, alcanzan validez, pero el
aplicadas por un empresario o sucesión de contratante no puede influir en e> conte-
empresarios para todos sus miembros (ejem- nido. Sólo excepcionalmente en la rara hi-
plo: las de expedición, bancos., seguros) y pótesis que las partes estén equiparadas
en todos los negocios que celebran con sus económicamente, consentirá el empresario
clientes. Estos las tíonocen por la recepción en modificar estas condiciones. De allí la
de un ejemplar impreso al concluir el con- posibilidad de actuación del Estado a través
trato, pero a veces ya vienen impresas en del previo intervencionismo legislativo o.
las mismas notas de pedido o en los "re- mediante el contralor judicial. Resulta es-
mitos" cuando no se consideran comunica- pecialmente importante la elaboración por
das por letreros puestos en el local, estimán- la jurisprudencia germana en torno a los
doselas aceptadas en el caso de que el con- llamados contratos de agarrotamiento o de
trato se concluya sin haberse formulado opresión (knebelungsvetage), o sean los que
oposición. utilizan las especiales circunstancias econó-
Contribuyen a simplificar el curso de los micas para colocar a una de las partes en
negocios, a unificar las estipulaciones con- total o casi absoluta dependencia de la otra.
tractuales, facilitando el cálculo y la ope- Un caso famoso es el siguiente: una fábrica
ración. Una palabra y una firma bastan. de máquinas para hacer calzado, sita en
También se utilizan para obtener garantías Frankfort, filial de una gran empresa esta-
suplementarias para los créditos (reserva dounidense, fabricaba máquinas de gran
valor, pero no las vendía, solamente- las al-
del derecho de propiedad de la mercadería quilaba. Los contratos de locación contenían
hasta el pago, derecho de prenda sobre las cláusulas tan sutiles y rigurosas que las fir-
mismas, etcétera). Su fuerza y eficacia de- mas arrendatarias, reducidas al máximo en
penden aquí, como en otros casos, de que su libertad de movimientos, no podían em-
dispongan de la autoridad de grandes aso- plear libremente máquinas distintas en la
ciaciones. Basta señalar la importancia-que fabricación. Así quedaban por completo en-
alcanzara la reelaboración dispuesta por la cadenadas a la fábrica de máquinas, propó-
Asociación Bancaria Italiana de las condi- sito a que también servía una ingeniosa
ciones de negocios practicada por los más cláusula para computar los plazos, de forma
importantes bancos europeos y norteame- que el arrendatario siempre habría de con-
ricanos, que fueran publicadas en la revista certar un nuevo contrato o el contrato en
Banca, Borsa e Tittoli di créddito y que curso venía a quedar" prorrogado, creándose
abarcan las cuentas corrientes, depósitos, así un vínculo tan estrecho que nunca se
servicios en caja fuerte, etcétera, en forma extinguía. A pesar de todo, el Tribunal
minuciosa y analítica. Otras veces es el pro- Superior no absolvió a la locataria de su
pio Estado el que brinda el tipo o formula- obligación derivada de esos contratos, pero
rio, imponiéndolo directamente —como en estableciendo las siguientes fórmulas gene-
el caso del contrato de arrendamiento ru- rales: una limitación de la libertad econó-
ral entre nosotros, cuya forma y enuncia- mica no es sin más inmoral; esta nota
ciones se determinan - en la ley y pueden deriva, por el contrario, de la ponderación
ser constituidas por sentencia del juez_ en de todas las circunstancias y de la consi-
defecto de su extensión voluntaria— o'in- deración de las respectivas posiciones de
directamente, merced a la ventaja del trá- cada uno de los contratantes. Partiendo de
mite menos riguroso del ajuste a las deter- esta base, el Tribunal estimó que las clásu-
minaciones normativas. En este sentido, la las particulares eran válidas, estableciendo
iniciativa del estatuto tipo de las-sociedades al mismo tiempo que el titular de la firma
anónimas, entre nosotros resulta un ejem- arrendataria podría apreciar de antemano
plo de insuperable claridad. como experimentado hombre de negocios,
La faz positiva pone de relieve el aumento las consecuencias de su decisión, rechazan-
de la seguridad y rapidez de la contratación do en el caso la existencia de un "contrato
por la vía de la uniformidad; el ahorro de de agarrotamiento". Esta solución le parece
gastos por la producción standard. Al lado muy dudosa a Hedemann.
de la misma puede —y frecuentemente acae- En suma: los contratos tipos forman una
ce— promediar la explotación unilateral de considerable parte de los acuerdos que uti-
la libertad contractual y el peligro de la liza la práctica contemporánea. Seguros de
indemnización o daños; suministros de Históricamente ha sido situado el comien-
energía eléctrica, transporte terrestre (carta zo de la intervención legislativa en el juego
de porte), marítimo (conocimiento), aéreo de la contratación mediante la llamada "le-
(carta de porte aéreo), compraventa a cré- gislación del trabajo". Las consecuencias de
dito o arrendamiento de máquinas, locación la libertad contractual aparecieron particu-
de inmuebles o de muebles, relaciones ban- larmente como intolerables frente a las pri-
carias, etcétera, ejemplifican suficiente- vaciones de los hombres, mujeres y niños,
mente la expansión de esta categoría en la empleados en las fábricas. El sweatlng sys-
que la parte dominante adapta paulatina- tem cómo técnica de producción, correlativo
mente el esquema contractual a su propio del maquinísmo; la explotación del trabajo
interés y preestablece medios de predomi- como una mercancía se sustituyeron en rá-
nio. El legislador interviene entonces rom- pida evolución, por nuevos conceptos a favor
piendo las alianzas o trust peligrosos para del desarrollo del Derecho del trabajo. Se-
los consumidores, ordenando condiciones ñala Deveali que el Derecho del trabajo
imperativas e inderogables, fijando tarifas, conoció una fase jurídica, otra económica
prohibiendo cláusulas de irresponsabilidad y por fin una fase social. En la primera, la
en miras a restablecer el equilibrio. El juez relación del trabajo estaba regulada por
llega hasta a suplir en el contrato cláusulas disposipiones y figuras del Derecho clásico.
que no habían sido aceptadas por el más Se aplicaban los principios de la locación
fuerte, pero que protegen al más débil/ v$r- de servicios, de la locación de obra y del
bigratia: la obligación de garantía que los mandato, remediándose el desequilibrio
tribunales franceses descubren'en numero- existente entre patronos y obreros con las
sos contratos de adhesión. Ello, además de teorías del enriquecimiento sin causa, el
cuanto se ha dicho anteriormente respecto riesgo profesional o el abuso del.derecha.
al contralor judicial del contrato por ad- La legislación del trabajo era reducida, y
hesión. es en ésta fase que surge la idea de la in-
8. El contrato colectivo. Por oposición al tervención más amplia del Estado para asis-
contrato individual —que sólo obliga a las tir al trabajador en su inferioridad frente
personas que hayan dado su consentimien- al patrono. La aparición y el extraordinario
to por sí mismas o sus representantes— ha despliegue de un conjunto de normas re-
aparecido, enraizado en la evolución social guladoras de la relación económico-personal
contemporánea, la categoría del contrato del trabajo y otros aspectos de éste, en ra-
colectivo. Éste es una verdadera y propia zón principalmente de las personas que los
fuente de normas jurídicas, en cuanto se prestan, con el fin de proteger los intereses
refiere y disciplina la materia de las rela- de la producción y de los económicamente
ciones de trabajo, su campo propio de apli- más débiles, constituyen un fenómeno' de
cación. Tiene por finalidad fijar por anti- nuestro tiempo. La organización capitalista
cipado y en abstracto, .ciertas cláusulas de de la producción y el intercambio sucede
futuros contratos individuales, en relación en nuestra época a un mundo económico en
a ciertas categorías de sujetos, en cuyo in- el que el trabajo por cuenta ajena se cum-
terés obran las partes: asociación patronal plía por esclavos que no se consideraban
y sindicato obrero. No es un contrato pre- personas sino cosas. Este sistema productivo
liminar, porque no obliga a contratar, pero, prosigue a través de los siervos de la gleba
sus cláusulas deberán Incluirse inderogable- medioevales o de las encomiendas en Amé-
aente en los contratos individuales de la rica. Los artesanos, primera manifestación
categoría dada en cuanto tengan por objeto de la actividad manufacturera, apenas tras-
las condiciones generales del trabajo. cienden el ámbito familiar o local y no
¿Es un verdadero contrato normativo? tienen significación económica. El adveni-
¿Es una ley en sentido material? La impor- miento del sistema capitalista produce la
tancia del tema resulta no sólo de la par- concentración de los trabajadores; la am-
ticularidad de vincular partes complejas o pliación del mercado, que pasa de local a
de la calidad de los intereses a que sirven, nacional y luego a internacional,-obliga a
sino de la eficacia del contrato colectivo la reunión en la fábrica y a la disciplina
para todos los interesados, aunque no ha- del trabajo dividido y organizado como re-
participado en la estipulación. Tratado cuerda Pie. La relación de trabajo aparece
de paz en los conflictos entre la gran in- como exclusivamente económica. El traba-
dustria y la organización profesional, según jador sóld se vincula con la empresa por su
Planiol; institución andrógina, con cuerpo actividad personal sin otro lazo político o
de contrato y alma de ley, en la expresión familiar. El aumento creciente de sujetos
de Carneluttí; super contrato para Josse- dependientes y las circunstancias de que el
rand; ley industrial destinada a reglar todas salario fuera su único medio de subsistencia
las industrias similares de una misma re- transformó la vinculación del trabajador y
gión, conforme a Saleilles, el fenómeno exi- el patrono en un asunto social, ello desde
ge una consideración especial. un triple enfoque:
a) El nivel de las retribuciones iníluye el convenio de trabajo de nuestros Códigos
a la vez sobre el nivel de vida del trabaja- y como expresión sinalagmática, será pieza
dor y por su intermedio sobre el de la co- de museo. En efecto: si la duración de la
munidad; jornada y ci salario mínimo legal se deter-
b) El nivel de la ocupación influye sobre minan por ley; si las condiciones de ascenso,
el bienestar de la gran mayoría de la po- traslado, etcétera, se señalan por el escala-
blación; * .-•-.'•• fón, si en las modalidades de ingreso debe
c) La concentración industrial provoca el darse preferencia a anteriores empleados, a
gremialismo obrero y patronal, naciendo miembros de. la familia, a socios o miembros
organizaciones de fuerza tremenda frente del Sindicato, etcétera, y si la actividad o
a las cuales el Estado no puede adoptar la el servicio a prestarse están determinados
postura de espectador. en el reglamento interno, aprobados por la
El poder social interviene así en las re- autoridad del trabajo o por los mismos con-
laciones laborales, ya sea mediante dispo- tratos colectivos, ¿qué resta para las partes
siciones jurídicas que pretenden corregir la en el contrato de trabajo? Muy poco, por
insuficiencia del salario (indemnizaciones cierto, y es por ello que en la actualidad
por despido, conservación del empleo, es- por muchos, se ensaya sustituir estas figu-
tabilidad, escalafón, Salario mínimo), ya ras por el concepto moderno de la relación
sea procurando mantener un nivel de ocu- del trabajo, en. razón de la cual quienes
pación mediante una legislación de carác- contratan en definitiva son las partes por
ter económico. El auge de la agremiación su sometimiento a la ley, a las ordenanzas
alteró profundamente este esquema. Dos y a los laudos o convenios colectivos que
son los colosos que se enfrentan: capital y fijan las condiciones de trabajo donde ni
mano de obra organizada que consciente de empleado ni empleador suelen ser parte di-
su poderío económico inicia la etapa de las recta". Sin embargo de la Cueva considera
exigencias laborales. Es esta la fase econó- al contrato individual de trabajo como la
mica en la que el salario constituye el cen- institución fundamental, por cuanto deter-
tro de todas las conquistas, ya que viene mina la aplicación del Derecho del trabajo
a concentrar todas las modificaciones que y la categoría de patrono y trabajador sólo
se incluyen en las condiciones de trabajo. pueden entenderse en razón del mismo. Es-
El auge y la fuerza extraordinaria del mo- te autor, precisamente, ha acuñado la teoría
vimiento obrero afectan todo el campo eco- del contrato-realidad, afirmando que el
nómico. En este periodo el derecho del tra- contrato de trabajo existe, no en. el acuerdo
bajo se desarrolla al máximo con una abstracto de voluntades sino en la realidad
amplia intervención del Estado traducida de la prestación del servicio y porque es
en una copiosa legislación laboral. el hecho mismo del trabajo y no el acuerdo
De todos modos, la fase social sigue a de voluntades lo que determina su existen-
estas precedentes.. El resultado lógico del cia. Como quiera que este concepto sea cri-
florecimiento de tales conquistas, bajo la do- ticable —el contrato de trabajo es un ne-
ble égida de la organización sindical pode- gocio entre particulares, sometido a los
rosa y la ingerencia estatal favorable, fue principios comunes de los contratos de De-
el reconocimiento que las mismas tenían recho privado—, señala igual el camino re-
en la vida económica del país. Que los con- corrido desde la añeja locación de servicios
flictos entre patronos y obreros perjudica- que figura en los Códigos civiles, al moderno
ron al consumidor y a la economía nacional, concepto contractual que gobierna la pres-
no aparecía probable y de ahí que la inter- tación del trabajo subordinado. Entre nos-
vención del Estado se destine, en esta ter- otros éste no se presenta como un instituto
cera fase, a superar esos antagonismos en ex-novo, destinado a regular un fenómeno
beneficio de la seguridad económica del también inédito, sino como un nuevo esque-
país, la plena ocupación, el nivel de vida ma que absorbe algunos de los casos de la
adecuado y la seguridad social. locación de servicios, locación de obra o
Al cabo de esta evolución, a la que asis- mandato, con la impronta de la regulación
timos, el Derecho del trabajo —sea conce- especia! que constituye el derecho del tra-
bido como especial y autónomo como lo bajo con sus caracteres de derecho nece-
quiere la mayoría, o estimado un transitorio sario.
desprendimiento de avanzada del futuro 9. Aparición del contrato colectivo. La
Derecho civil a-cuyo gran cauce retornará, concentración de los trabajadores y la stan-
como lo acredita el ejemplo del Código civil dardización de sus tareas, impuestas por
italiano— el cuadro que presenta en su las causas conocidas (organización de la
institución más trascendente refleja el pa- producción y maquirismo), devinieron en la
norama general que ya conocemos. Un au- decadencia del carácter personal de las
tor escribe estas palabras: "El contrato de prestaciones. La máquina opera un proceso
trabajo prácticamente ha desaparecido. nivelador. Conduce al trabajador, le impone
Entiendo que en el futuro no muy lejano, su ritmo y al desaparecer la necesidad de
condiciones especiales —bastan la prepara- abstracta las modalidades y condiciones pa-
ción y requisitos comunes a la generalidad, ra los contratos existentes y futuros. Aún
lo que se acentúa aún en la época de la estamos en el marco del derecho privado.
automación y de la servomáquina— el pro- Pero la ley de expansión y de uniformi-
ceso de uniformación del iratamiento se ve dad que hemos verificado anteriormente
favorecido.. Más que con sujetos distintos, también se cumple a este respecto. Las or-
el patrono trata con operadores de tareas ganizaciones obreras no se limitan a recla-
idénticas. La retribución en íunción de la mar mejores salarios. Paulatinamente van
habilidad, dedicación, experiencia y rendi- agregando otras reivindicaciones: jornadas
miento se sustituye por una paga uniforme de trabajo, descanso en días feriados, vaca-
para todos los operarios. que realizan la ciones remuneradas, conservación del pues-
misma tarea. La tarifa toma otra vez el to en caso de enfermedad, subsidio en caso
lugar del precio, aquí en la locación de ser- de muerte^ Se busca moderar el poder dis-
vicios. La empresa fija el jornal en forma crecional del patrono y humanizar las rela-
general y también, según la importancia del ciones laborales. El contrato colectivo llega
establecimiento, las normas que rigen en así a abrazar todas las modalidades del con-
cuanto a utilización de las máquinas, hora- trato de trabajo. El obrero que ingresa a
rio, disciplina, etcétera. Se uniforman las una fábrica tiene fijado por el contrato
condiciones de trabajo junto con la uni- colectivo desde su tarea inicial, teniendo en
formidad de las tareas y de los salarios, cuenta la edad y antecedentes, hasta el con-
todo lo cual responde otra vez a la ley de tenido íntegro de su futuro programa la-
la standardización en la producción. Si los boral. Por esta razón se llega a negar toda
trabajadores no aceptan la tarifa o las con- relevancia al contrato individual, o a lo su-
diciones, tampoco reclaman individualmen- mo a reconocerle solamente el alcance de
te; se presenta un pliego de condiciones, una mera adhesión a modalidades y efectos
que implica un petitorio conjunto, encar- ya previstos en la ley o en las cláusulas del
gando a uno o más de ellos tratar con el convenio colectivo. Esta es precisamente la
patrón. Para obligar a la aceptación del teoría de la relación de trabajo que antes
pliego se recurre a la huelga, que a veces se hemos referido.
responde con el cierre dock out). Si se lle- No menos significativa es la expansión
ga a un acuerdo, se estipula un concordato del campo de aplicación. En los medios
que por lo general sólo se refiere a las re- donde prevalece la industria pequeña o me-
tribuciones. Es el contrato de tarifa, pero la diana, las exigencias de carácter económico-
tarifa es ahora convencional, en vez de uni- gremial hace que el contrato pase a vincular
lateral. A su vez el contrato individual resul- a todos o casi todos los establecimientos de
ta entonces sustituido en parte por este una ciudad, provincia o país. Deja de ser
acuerdo, al que a veces se denomina ya concordato de fábrica para pasar a ser con-
contrato colectivo. El delegado obrero ha trato colectivo de industria. En efecto: la
ejercitado un mandato y las condiciones necesidad de uniformar costos de produc-
concordadas obligan a los trabajadores ción y la evolución del gremíalismo de la
mandantes por eso mismo. Generalmente fase "coalición ocasional" en un estableci-
una asamblea ratifica el mandato cuando miento a la fase "sindicato permanente"
era insuficiente. En cuanto a los trabaja- en una zona militan en este sentido.
dores que ingresan luego del acuerdo, la En el ámbito de las grandes concentra-
falta de mandato se suple por la adhesión ciones industriales? el contr-ato que se es-
sucesiva a'l mismo. Este contrato difiere del tipula con los grandes trust o grandes em-
contrato individual. Parece similar al con- presas, aparece como contratos de empre-
trato de cuadrilla o de equipo, que es un sa, pero en realidad actúan como contratos
contrato con pluralidad de sujetos. Pero de industria, ya que las empresas menores
mientras aquél se celebra por un grupo de deben ajustar sus condiciones de trabajo a.
trabajadores que se comprometen a reali- las que establecen las de mayor entidad.
zar un determinado trabajo en forma con- Este fenómeno se advierte claramente en
junta '(casó de los músicos de una orquesta, las industrias del acero y los ferrocarriles
estibadores, etcétera) en el contrato de ta- en Estados Unidos, conociéndose como set-
rifas, ya existe una serie de contratos in- ting pattern and jollowing y criticándoselos
dividuales de trabajo. El contrato de tarifa -precisamente por ser forma de contralor
se limita a señalar algunas cláusulas que monopolista.
deberán regir dichos contratos, y los que 10. ¿Cuál es la esencia jurídica del con-
se celebren en el futuro. Tiene carácter ge- trato colectivo? Es indispensable hacer dis-
neral y normativo; los primeros porque se tinciones. En los ordenamientos jurídicos
refieren a todas las tareas de determinadas en que la ley no contempla expresamente
clases que se realizan en el establecimiento. la institución, reconociéndole eficacia obli-
Los segundos porque no obligan a realizar gatoria e inderogable aun respecto de ter-
un contrato dado, sino que fija en forma ceros que no han intervenido directa o
indirectamente en la estipulación del con- luntades de dos grupos, con intereses con-
trato o que no han adherido posteriormente trapuestos^ contiene cláusulas de renova-
al mismo, se aplican los principios generales ción tácita y acepta la responsabilidad civil
del Derecho común. Los recursos técnicos de las asociaciones; y la teoría de Derecho
que brinda la teoría del mandato, combina- público, defendida por Carnelutti, Vitta y
da con los principios sobre sociedades, el Santi Romano, que puntualiza la existencia
contrato de adhesión o el contrato a nom- de otros caracteres a más del normativo.
bre de terceros (artículos 1869-70 y 1161, Tal es la generalidad y la abstracción que
Código civil), se mencionan y emplean son propias de las leyes y no del contrato.
por los autores para moverse en este ám- Además, se impone el acento en la repre-
bito. Precisamente el último mecanismo se sentatividad de intereses que encarna la
trae a colación por Risolia, frente a la ca- acción germial, lo que es propio de las enti-
rencia de regulación sobre el particular en dades del Derecho público. Los diferentes
nuestro medio antes de la legislación espe- autores varían en sus denominaciones:
,cial que hoy rige iniciada por la ley 14.250. Contratos de derecho publico; acuerdo más
Se está en presencia de un contrato nor- que contrato; acto complejo por la nece-
mativo: las partes no se obligan a trabajar saria intervención del órgano estatal, etcé-
y a abonar un salario determinado, sino tera, lo cierto es que, como certeramente
simplemente se fijan algunas cláusulas que estima Deveali, el contrato colectivo de la
se aplican a los contratos individuales en ley Rocco nace como un contrato —en el
ejecución o a concluirse durante la vigencia momento de la elaboración las dos asocia-
del acuerdo colectivo. Claro que la iridero- ciones actúan corno dos verdaderos contra-
gabilidad de esas cláusulas ofrece ciertas tantes que defienden intereses opuestos, si
dificultades para explicarlas en todos los bien en el marco de un interés superior y
casos con carácter general, pero la 'concien- general— pero actúa como una ley, ya que
cia de que' promedia una fuente extralegal sólo merced a la verificación estatal y la
a la que un sentido de Responsabilidad so- publicación, los acuerdos tienen ese efecto.
cial reconoce idéntico valor que a las fuentes Es entonces una ley en sentido material,
legales, suprime las dificultades prácticas conclusión que puede valer también paya
y provee al cumplimiento pacífico _ de las nuestro sistema legal.
estipulaciones. En la vida laboral inglesa, De todos modos y sin entrar al análisis
por ejemplo, donde los convenios colectivos detallado del tema, en cierta forma ajeno
no constituyen Derecho imperativo, casi a nuestra finalidad, debemos suscribir la
ningún empleador se atrevería a pagar sa- afirmación de Nast: "Los contratos colecti-
larios inferiores a los fijados por los con- vos no son sólo una novedad jurídica, sino
tratos colectivos, aun cuando no existe ac- una novedad económica y social". Para
ción judicial para exigir el cumplimiento nuestro objeto tienen el mérito de poner de
ni siquiera frente a las empresas que han manifiesto en términos irrefutables el ca-
firmado los acuerdos. Como expresa Devea- rácter de manifestación social y grupal que
li, una vez más la fuerza de la sanción
social previene la sanción jurídica. asume el moderno contrato, cuyas caracte-
La cuestión entra en distinto ámbito en rísticas resume en apreciable relieve. Ex-
los ordenamientos que reconocen eficacia presión de la irrupción de los grupos en el
obligatoria al contrato colectivo. Los siste- Derecho contractual por efecto de la evo-
mas son variados. Desde el mecanismo de lución económica y social que tiende a la
la ley suiza que al incluir las cláusulas con- concentración de fuerzas, traduce la ten-
tractuales en "La declaración de fuerza dencia constante a la uniformación y sim-
general", las transforma en disposiciones plificación de los acuerdos, que se fabrican
legales stricto sensu, hasta el de la ley Roc- en serie. Es la respuesta que da el Derecho
co italiana, según la cual los órganos esta- en forma de pre-redacción y tarificación
tales se limitan a comprobar el ajuste del a la desigualdad económica y social de los
convenio a los requisitos legales, y en caso contratantes ,y a la multiplicación de las
afirmativo, a ordenar su registro y publica- relaciones eco'nómicas nacionales y aun in-
ción (lo que acarrea la obligatoriedad in- ternacionales.
derogable a todas las empresas y trabaja- Cabe, en este punto, resumir brevemente
dores que realizan la actividad considerada el panorama alcanzado. Hemos establecido:
en la zona fijada), caben todos los matices. a) Que el contrato —dando por sobreen-
En el Derecho italiano los autores que in- tendida la distinción entre contrato y rela-
tentaron explicar el efecto de ios contratos ción contractual, que nos será pronto muy
colectivos se afiliaron a dos corrientes. La útil— es una categoría históricamente con-
contractual —con Barassi, Raneletti y As- dicionada, que ha experimentado modifica-
quini entre otros—, según la cual existen iciones en su configuración. El contrato
elementos contractuales netos: el contrato que conocemos no es la expresión definitiva
colectivo se origina por el acuerdo de vo- ¿e un concepto absoluto, sino la fase de
una evolución en la constitución de rela- rencia se produce en un doble sentido,
ciones jurídico-privadas (Zacsas). porque también es doble el sentido de la
b) Que resulta harto más acertado hablar autonomía contractual. Savatier lo señala
de nuevas formas de contratación que re- gráficamente al indicar que el estallido del
ferirse a la crisis del contrato o de sus pos- contrato puede producirse ya en la forma-
tulados clásicos, cuando no a la defunción ción —o sea cuando se contrae un vínculo
del mismo derecho. obligatorio sin que las partes lo hayan que-
c) Que demostrando precisamente su en- rido—', ya en los efectos —o sea cuando el
vidiable vitalidad, el Derecho viene elabo- contenido del contrato se señala por la
rando técnicas, término que de por sí conno- ley—, p, finalmente, en ambos aspectos con-
ta precisión y rapidez para enfrentar las juntamente. La libertad contractual se ma-
nuevas condiciones que plantean la des- nifiesta en triple faz:
igualdad socioeconómica de los/contra tan tes a) Como poder de autorregulación de In-
y la multiplicación masiva de las relacio- tereses, libre de limitaciones legales;
nes. Esas técnicas, por lo que llevamos visto, b) Como poder de libre discusión de las
son habilidades especializadas y racionali- condiciones del contrato, y
zadas (Marcel), que pretenden encauzar la c) €omo poder de escoger libremente el
acción de los grupos. En lo que acabamos tipo de contrato que conviene a aquellos
de examinar, la técnica de la predisposición intereses.
aplica las leyes de uniformación y simpli- Correlativamente, la transformación de
ficación mediante la fabricación en serie la teoría clásica se desenvuelve en un triple
de los contratos y su contralor previo (le- sentido, incidiendo sobre la libertad de con-
gal) o posterior (judicial). tratar o no contratar (aparecen contrato
Veremos de seguido otro medio técnico, que no han sido libremente realizados), o
que si bien puede superponerse en sus su- sobre la libertad de configuración interna
puestos de hecho, con el ya examinado, re- (aparecen contratos cuyos contenidos no
presenta otro intento de racionalización han sido libremente determinados), o Im-
desde un enfoque distinto. Es la técnica de poniendo un tipo legal (la ley establece un
la sustitución, en cuyo desarrollo reparare- número limitado de derechos reales, tipos
mos los casos límites del proceso estudiado. a los que las partes están vinculadas de tal
Subráyenlos mientras tanto que las téc- suerte que, en cuanto al detalle de la regla-
nicas de predisposición constituyen un in- mentación, pueden pactar divergencias, pero
no pueden alterarlos en su estructura fun-
tento perfectible pero eficaz para organizar damental). Finalmente también Se actúa
racional y equitativamente el contrato. És- sobre la fuerza obligatoria del contrato me-
te, como apunta Josserand, cambia de fiso- diante el llamado sistema de la revisibiUdad.
nomía. Se hace menos individual. Podría ¿Qué nuevas formas de contratación co-
decirse que pasa a ser menos contractual. rresponden a este nuevo cuadro de idea»?
Pero en sustancia, el concepto contractual A ello nos aplicaremos de seguido.
queda resguardado. Son la flexibilidad y la 12. Dejando de lado los contratos auto-
elasticidad quienes lo han preservado de la rizados (aunque a veces se utilizan, en esta
muerte. Es que el Derecho sólo puede reju- tarea, ver infra, letra bn. 5), o sean aquellos
venecerse devorándose a sí mismo. En un en que las partes son libres para concluir
mundo en constante ampliación ese fes el el contrato y estructurar libremente ata
destino de lo que quiere sobrevivir: los di- cláusulas, pero cuya validez depende del
nosaurios desaparecieron por que no se asentimiento que al mismo deba dar una
adaptaron a un medio que se transforma- autoridad (nuestro Derecho los conoce el
ba. Nosotros debemos comprenderlo y ac- la necesidad de la autorización estatal para
tuar consciente y consecuentemente si no celebrar compra-venta de inmuebles ubica-
queremos convertirnos, precisamente, en los dos en determinadas zonas, según decreto-
"dinosaurios melancólicos" de que nos habla ley 15.385/44; ley 12.913, decretos 32.530/48 y
con ironía Arthur Koestler. 4861/49), nos ocuparemos de los dos tipos
§ 2. La técnica áe la sustitución que resumen los diversos casos: el Contrato
normado y el Contrato necesario.
11. Ya hemos dicho que tradícionalmente a) Contrato normado, en la terminólo?!»
las relaciones jurídico-patrimoniales han de Castán, llamado por Josserand contrate
estado gobernadas por la autonomía par- "regulado", y según otros autores, "regla-
ticular. La propia etimología del vocablo mentado", es aquél cuyo contenido está su-
(auto, por sí mismo, nomos, ley) aclara su jeto a reglamentación legal, pero existe li-
significado. También hemos destacado que bertad respecto a su conclusión. El sujeto
la concepción que afirmaba la soberanía del. conserva su libre determinación acerca de
contrato entró en agudo conflicto con la la concertación del contrato y de la elección ¡
orientación que postula la intervención es- del otro contratante, pero en caso que se 1
tatal en las relaciones privadas. Esta inge- resuelva a contratar, deberá hacerlo me- k
diante un contrato previamente estructu- expedición), a fin de asegurar el cumpli-
rado por la ley. miento de la tarea planificada a cada una
Es lo cierto que el Derecho común no de ellas. En el sector de la propiedad públi-
desconoció esta forma de intervención. El ca, las empresas no tienen libertad para
Código de comercio argentino impone la obrar como les convenga. Tienen una tarea
obligación de seguridad en el contrato de que cumplir dentro del cuadro trazado por
transporte de personas (artículo 184), el la ley que ha establecido el plan económico
Código civil prohibe la inclusión del pacto de la Nación y deben celebrar los contratos
de retroventa en la venta de cosas muebles que son necesarios a tal efecto. Aparte de
(artículo .1381), o del pacto comisorio en su misión no tienen derecho, en principio,
la anticrésis (artículo 3251). Pero sin duda a hacer nada; su personalidad sólo existe
ese efecto del intervencionismo legal, de en función de la misión que se les ha Con-
carácter negativo — en cuanto se limita a fiado. Tras la ley que aprobó el Plan Quin-
prohibir ampliar ,el ámbito de lo no per- quenal y para asegurar la ejecución de esa
mitido— no deforma-en lo sustancial el es- ley, se produce una cascada de disposicio-
quema clásico del contrato. La restricción nes reglamentarias y de aplicación y todas"
de la libertad pasa a ser positiva cuando se las obligaciones están impuestas anterior-
imponen con carácter absolutamente impe- mente al contrato por la misma ley.
rativo, determinadas cláusulas y condicio- Asimismo los koljoses, explotaciones co-
nes. Se ordena un contenido que necesaria- operativas que agrupan a los campesinos,
mente ha de injertarse en el acuerdo de donde el trabajo se encuentra organizado
voluntades. Ya hemos visto que ello es re- colectivamente, celebran contratos, entre
flejo de las nuevas exigencias de la econo- los cuales figuran "el convenio de contra-
mía (estatismo, intervencionismo, economía tación", que se aplica a la constitución de
dirigida o planificada). Ya no le basta al reservas de cultivos industriales, y el "con-
legislador establecer la prohibición de con- trato de compras al Estado", que se efectúa
cluir determinados pactos, sino que utiliza respecto de los mismos productos que el
el contrato a los efectos de la dirección y koljós entrega al Estado por el sistema de
distribución uniforme de bienes y servicios las entregas obligatorias.
a través del Estado o de las colectividades Hedemann señala que en Alemania con-
económicas autorizadas por el Estado. Los temporánea hay todavía muchos recuerdos
ejemplos se han hecho clásicos: patronos y del sistema de economía característico del
empleados pueden concluir un contrato de Estado nacional socialista: aunque todo está
trabajo, pero su contenido no lo determinan bajo el signo de una nueva democracia —es-
las partes; sus derechos y deberes están fija- cribe—, el orden económico va también
dos en la ley, ya sea la ley emanada de poder acompañado de fuertes restricciones con-
público, ya sea la ley en sentido material que tractuales. Por lo demás —concluye—, tam-
proviene del contrato colectivo. La determi- bién en los Estados más genuinamente
nación legal de los precios, plazos, formas de democráticos y Ubres se establecen limita-
pago de los arrendamientos urbanos o ru- ciones a la concepción económica-liberal y
rales; la fijación de precios máximos y mí- a la libertad contractual. Las exigencias del
nimos de mercaderías, son expresiones har- moderno tráfico en masa y de la concentra-
to conocidas y que han tenido formulación ción de las grandes empresas, la -aparición
legislativa o la mantienen aún entre nos- de las leyes de uniformidad y repetición
otros (leyes 13.581 y 15.775; 12.591, 12.983 que responden a las necesidades económi-
y 13.496). cas de racionalización impuesta por la civi-
Los planes y disposiciones estatales, ór- lización industrial y urbana, con sus rela-
denes o estatutos, no son ya patrimonio de ciones de velocidad y precisión, ha traído,
régimen político determinado. El sistema como sabemos, la standardización de las
económico soviético señala el más alto gra- relaciones contractuales. El carácter masi-
do de centralización en este sentido. En la vo de esta manifestación supone que el es-
Unión Soviética las relaciones económicas pacio para los pactos individuales se vaya
entre las organizaciones estatales, se rigen reduciendo de más en más y opera de hecho
por las normas de los contratos influidos una práctica limitación del ámbito de la
por los actos de planeación y regulación de verdadera libertad de contratación. - Aquí
la economía, que predominan tanto en la pueden situarse las instituciones que, desde
esfera de la producción como en la de cir- otro enfoque, ya analizamos (condiciones
culación de bienes. El instrumento es el generales de contratación, de banca, expe-
contrato económico planificado, que se ce- didores, compañías de seguros; contratos
lebra entre las organizaciones socialistas y de tarifas; contratos de adhesión; relacio-
que es vehículo para la distribución de la nes contractuales fácticas o provenientes
producción (contrato de suministro) ejecu- de conductas socialmente típicas) y que al
ción de determinados trabajos (contrato de orientar el carácter colectivo del contrato
obras), o de otras prestaciones (transporte, moderno, van dejando cada vez menos es-
pació para los contratos individuales. Es tar o se encuentra inmersa en una relación
exigencia de los tiempos por otra parte. La contractual sin haberlo querido.
aceleración creciente del ritmo de la vida 1) En primer término debe ser mencio-
moderna hace imposible que sin el apoyo nado el caso del contrato preliminar. Kl
de las técnicas contemporáneas pueden ser- pactum de contrahendo obliga, por volun-
virse a la multiplicación de las relaciones tad común, precisamente a concluir un
económicas internas e internacionales. Las contrato determinado. Existe una coacción
cláusulas CIF, FOB y otras que en su abre- a contratar, pero en verdad su fuente es
viatura resumen sistemas de contratación, convencional: la obligación de emitir una
las reglas denominadas Inconterm, que fue- declaración de voluntad contractual, deriva
ran establecidas en la sesión de la Cámara de un contrato concluido voluntariamente
Internacional de Comercio celebrada en por el obligado. Un caso similar, pero que
París (1936) y la actividad unilicadora que no tiene como fuente un precontrato, puede
en el ámbito de las relaciones laborales verse en el artículo 43 de la ley argenti-
cumple la O.I.T. con sus convenios y reco- na 11.723.
mendaciones, son otros tantos ejemplos de 2) Como acto de última voluntad puede
esa tendencia a la uniformidad y a la fa- ponerse a cargo del heredero o del legatario
bricación seriada. Eso demuestra que aun- la obligación de concluir un determinado
que la economía dirigida desapareciera de- contrato (legado de contrato). Esto se co-
finitivamente, subsistirían la tendencia de nocía ya en el Derecho romano y en nuestro
la tipificación de los sectores del tráfico Derecho se consagra por el segundo inciso
jurídico por lo que el Derecho no puede del artículo 1324 del Código civil. Pero si el
desentenderse del fenómeno y menos ale- heredero o legatario están obligados a ven-
gando su incompatibilidad con el sistema der-por coerción emanada del cargo o man-
de los Códigos. El caso del contrato norma- da impuestos en el testamento —y que, serán
do ha sido examinado por la doctrina con válidos en cuanto no se afecte la legítima—
más asiduidad. Pero aunque fuera el punto debe convenirse que el dueño aceptó e hizo
de arranque del planteo de la llamada "cri- suyo el compromiso cuándo aceptó la he-
sis de la economía", es lo cierto que el con- rencia o el legado. Promedia entonces el
trato reglamentado, en definitiva, no deja consentimiento exigible en la categoría.
de ser contrato. Sin duda es más intere- 3) Junto a las servidumbres voluntarias
sante el fenómeno que se plantea cuando (art. 2977, Código civil) se conocen las im-
las relaciones jurídico-privadas no se cons- puestas por la ley.- de tránsito (art. 3068,
tituyen ya voluntariamente, sino que surgen Código civil), de acueducto (art. 3082, Có-
con independencia de un acto entre partes. digo civil), de sacar agua (art. 3104). El
b) Esto aparece en el caso del "contrato primer texto establece que el propietario
necesario", que también se llama "impues- usufructuario o usuario de una heredad
to" (Morel) o "forzoso" (Díez-Picaso). destituida de toda cpmunicación con el ca-
En este supuesto, no ya el contenido sino mino público por la interposición de otras
la formación del acto es lo que viene tai- heredades, tiene derecho para imponer a
puesto heteronómlcamente. La celebración ésta la servidumbre de tránsito, satisfa-
ciendo el vajor del terreno necesario y re-
misma del contrato es obligatoria. Como sarciendo todo otro perjuicio. Aunque la
dice Mazeaud, no se afecta solamente la nota 3068 considera a esta servidumbre
libertad de contratar, prohibiéndose a un "más bien una restricción puesta al derecho
individuo que contrate, sino que se atenta o propiedad de los particulares", no se otor-
contra la libertad de no contratar, al reti- ga derecho a pasar, sino a imponer la ser-
rársele el derecho de no celebrar el contra- vidumbre, a constituirla. Y esto no puede
to. Así, por ejemplo, lo disponía el artícu- llevarse a cabo sino mediante ¡un acuerdo
lo 6"? de la ley 11.830, al considerar ilícita la dé partes o acción judicial en su defecto.
conducta del comerciante que, teniéndolo, 4) La obligación general impuesta por la
se negare a vender el producto de que se ley en el inciso 5<? del artículo 1324 del Có-
trate. Esto ocurre en forma indirecta, cuan- digo civil al administrador de bienes ajeno»
do la posibilidad de contratar es puramente para que realice todo o parte de las cosas
teórica (verbigratía: no se puede eludir las que están bajo su administración (verUgrn-
condiciones de los contratos colectivos sino tía: en los casos de los arts. 436 y 440 del
absteniéndose de trabajar), pero también Código civil), consagra sin duda el deber
promedia un ataque directo en el caso del de contratar, pero convengamos que aquí
llamado "contrato forzoso". no se atribuye a nadie la facultad de edgli
No cabe atribuir exclusivamente el fenó- la celebración en su provecho. En cambio,
meno al dirigismo económico ni darle ca- pese a la deficiente redacción de los inci-
rácter de novedad jurídica absoluta. El Có- sos 1? y 49 del articulo 1324 citado, no cabe
digo civil y la legislación conocen supuestos considerar incluidos en la obligación legal j
en que una persona se ve obligada a contra- de contratar, los casos de transferencia' i
coactivas de derechos de una persona a otra una autorización de adquirir) corresponde
con independencia de un acto de disposición a una prohibición de contratar (frente a
del titular original. En la expropiación por los no titulares de una autorización de ad-
causa de utilidad pública no existe obliga- quirir). Lo mismo acaeció bajo el régimen
ción legal a contratar a cargo del expropia- del artículo 2<? del decreto 26.736/50 sobre
do; éste sufra simplemente la expropiación venta de inmuebles en propiedad horizontal
que adviene sin y contra su voluntad. Existe ,(ley 13.512), en cuanto el artículo 29 dispo-
una transferencia de la propiedad —ope nía el derecho preferente del locatario a un
legis— (ver art. 19, ley 13.264). Lo mismo tercero en igualdad de preció y condiciones.
promedia en el caso de venta forzada de los 6) Las relaciones jurídlco-privadas pue-
bienes del deudor, en las ejecuciones indi- den constituir seguros con carácter obliga-
vidual ó colectiva (algunos autores consi- torio o forzoso, al menos para el asegurador
deran que adviene un contrato de compra- en muchos casos, en el transporte, espec-
venta de naturaleza procesal entre el juez táculos deportivos (ley 14.231) y en la mo-
y el mayor oferente del bien en la subasta). derna legislación laboral. Pero cuando la
5) La relación necesaria de depósito (ar- ley impone a un porteador que asegure su
tículo 2227 Código civil) en caso de incen- responsabilidad, aunque se obligue a cum-
dio, ruina, saqueo, naufragio, incursión de plir el contrato, su voluntad sigue siendo
enemigos o por otros acontecimientos de necesaria, pese a que no-puede ser negada.
fuerza mayor que sometan a las partes a 13. La cuestión se presenta en términos
una imperiosa necesidad, no parece com- aún más vivos y distintos cuando se pres-
paginarse bien con el consentimiento libre cinde por completo del concurso de la vo-
que ólásieamente se considera campear en luntad que ni siquiera se exige. Se está
el contrato. Empero, aún admitiendo la entonces ante la contratación coactiva
esencia contractual del depósito llamado (Kontrahieringszang de Nipperdey). El fe-
miserable, el secuestro o depósito judicial nómeno inspiró a un jurista alemán,. H.
aparece, prima facie, como un auténtico Nipperdey, un libro que se hizo rápidamente
depósito del que nacen obligaciones a cargo célebre. El autor se pregunta cómo puede ser
del depositario, sin que exista fuente con- jurídicamente justificada la obligación de
tractual. En el mismo plano que el depósito celebrar una venta, y concluía, que en el
calamitoso, se coloca por el legislador al Derecho alemán las posibilidades de forzar
igual que en el artículo 1783 del Código así el consentimiento eran limitadas y no
español, el de los efectos introducidos en podían nacer sino .de la ley. La evolución
política y económica sobrepasó las previsio-
las posadas a los viajeros. Se considera asi nes de Nipperdey. En 1952, el profesor de
necesario por la limitación en la elección Kiel, Karl Larenz, en su Derecho de Obli-
del depositario, agravando la responsabili- gaciones pone al dia los casos de contratos
dad de los hosteleros. La especialidad ya se dictados, tarea en la que un alumno suyo,
consideraba en el Derecho romano con mo- Hartwig Bulck, coopera con una atractiva
tivo de las nauta caupones stábularii y en síntesis sobre la doctrina y jurisprudencia
las Partidas ya puede leerse: "acaesce mu- de su país.
cha vegada que ommes que van de caminos Los casos dfe obligación jurídica de con-
han de posar en casa de los hosteleros o en tratar se agrupan en tres clases:
las tabernas; de manera que han de dar sus I) Obligación de contratar de los conce-
cosas a guardar -a aquellos que y fallare, sionarios de servicios públicos. Las empresas
fiándose en ellos o más sin testigos e sin que cumplen servicios públicos, no son libres
otro recipdo nenguno". Una similar con- de aceptar o rechazar las prestaciones que
secuencia puede extraerse cuando no es reclaman los particulares.
la fuerza mayor la que limita la facul- Están obligadas a satisfacer este pedido
tkd de elegiré! co-con tratan te,, sino el mis- con paridad de tratamiento a todo usuario.
mo acto de autoridad. Así en los casos Es que la igualdad económica y social no
que para limitar el alza de los precios se existe entre la empresa y el usuario en tér-
prohiben las ventas entre ciertos comer- minos que asegure el presupuesto de la
ciantes (de mayorista a mayorista, y de auténtica libertad de contratar. Faltan la
minorista a minorista); para limitar el nú- independencia y libre determinación. Si el
mero de intermediarios entre el productor concesionario de un servicio se negase ar-
y el consumidor (que era el sistema del bitrariamente a suministrar sus prestacio-
decreto 2630/946), o se exige' autorización nes, colocaría al usuario en una situación
previa para celebrar contratos que tienen de evidencia, que le impondría aceptar cual-
por objeto productos, racionados (decreto- quier condición o verse excluido del sumi-
ley 2002/945) obligando a la entrega por el nistro y con ello perjudicado frente a los
fabricante y. al pago del precio por él com- demás particulares. El suministro de bienes
prado (venta mediante cupos). Aquí la obli- vitales a la colectividad a través de una sola
gación de contratar (frente al titular de empresa en condiciones de monopolio de
derechos (Lareñz también incluye el mono- de penuria o abundancia que impongan o
polio áe hecho), es un deber público que no una justa y proporcional distribución de
debe cumplirse en interés de todos. El legis- los bienes por exigencias de la justicia social
lador impone a determinadas empresas (distributiva).
—transportes, correos, etcétera— la obliga- Para todo el examen trabajaremos con el
ción de poner sus prestaciones a disposición ejemplo de la locación, donde las caracte-
de todos los que quieran aceptarlas en las rísticas del fenómeno aparecen en vivo y,
condiciones de la tarifa. El deber de concluir además, actuales. Precisamente a su res-
ei contrato es un hecho correlativo nece- pecto, se acuñó por Nippérdey la expresión
sario de la dependencia de hecho de los que ha hecho carrera para designar las re-
particulares. Su base puede estar en la natu- laciones de obligación, análoga a los contra-
raleza pública del servicio (así- Stolfi), en tos impuestos a las partes por disposición
las condiciones de monopolio en que ese (Je autoridad, pero que deben considerarse
servicio se presta (así R. G. 132-276; ver intrínsecamente conformes a las normas de
Lareñz, pág. 69) o en el deber de suminis- Derecho privado, Dikteoten Vertoag (con-
tro (Bülcfe y Lareñz, pág. 69). Se vulnera- trato dictado).
rían los principios del Estado Social de La ley 13.581 en su artículo 4? imponía
Derecho, por la- negativa arbitraria al su- al propietario de un inmueble desocupado
ministro de gas, agua y electricidad y aun el deber de darlo en locación dentro de un
medicamentos, pero precisamente por ello término de treinta días. En casa de nega-
no se comprenden los cines, teatros, hoteles tiva arbitrarla, el Poder Ejecutivo podría
o negocios mercantiles, ya que en tanto la hacerlo por cuenta de aquél. Esta norma
exclusión no revista carácter de inmoral, el tenía correspondencia en otros ordenamien-
impedir el acceso a un teatro o a un res- tos, no siempre contemporáneos. Así, la ley
taurante no afecta los intereses vitales del VIH del título 10 del libro 10 de la Novísima
individuo ni sus pretensiones de igualdad Recopilación, expresa: "no pueden los due-
de trato como medio del Estado Social de ños y administradores tener sin uso y cerra-
Derecho. das las casas; y los jueces los obliguen a que
II) Obligación de contratar de algunos las arrienden a precios justos, convencio-
profesionales. La vulneración de un deber nales o por tasación de peritos que nombren
profesional o social puede derivar indirec- las partes y tercero de oficio en caso de dis-
tamente en deber de contratar. Eri algunos cordia, aunque se diga y alegue no poder
ordenamientos, ¡os médicos, abogados, no- arrendarías por estar prohibido por funda-
tarios, están obligados a prestar sus servi- ciones o por otro motivo, pues semejantes
cios en determinadas condiciones. Otros disposiciones no pueden producir efectos en
ordenamientos, así el Código civil alemán, perjuicio del bien- público".
consideran que la negativa a contratar pue- Sin duda tíasta la primera guerra mun-
de ser contraria a la moral y a las buenas dial fue un fenómeno ajeno a nuestra
costumbres. concepción jurídica que un acto coactivo,
III) Obligación de contratar en períodos emanado de la autoridad estatal, pudiera
excepcionales de la vida del Estado o en establecer entre dos personas una relación
razón de la dirección estatal de la econo- jurídico-privada. La ley italiana del 22 de
mía. Ya hemos ejemplificado (supra, letra e, febrero de 1924, en su artículo 2?, siguiendo
in f i n e ) , algunos de los casos sobre el argu- en esto análogas disposiciones de la ley
mento dentro de nuestro Derecho positivo. alemana del 23 de septiembre de 1918
En todo el Derecho contemporáneo han su- (parágrafo 49), estableció que si en una
cedido disposiciones similares. La finalidad comuna donde promediara fuerte crisis de
de tales limitaciones ha sido poner a dispo- habitación, existieran locales disponibles e
sición de la población la totalidad de los idóneos deshabitados por el alquiler exor-
productos agrícolas o mercancías del caso a bitante, el prefecto de la provincia tenía
fin de obtener su más justa distribución. facultad de intimar la locación del bien
Los deberes de contratar y las prohibiciones dentro de los sesenta días, transcurridos los
de contratar son típicas para una configu- cuales y en el caso de que no se demostrara
ración de la economía y una distribución haberse concluido la locación, el Prefecto
de los bienes dirigidas por la autoridad. La proveía a asignar la habitación a quien la
cuestión es esencialmente económica, pues. necesitara, determinando la duración den-
Determinar si ha de imperar la dirección tro de! término máximo de la ley.
y reglamentación estatal con sus medios La segunda postguerra registró un mismo
característicos ya examinados (órdenes de fenómeno en Alemania. El artículo VIII, pa-
contratar, prohibiciones de contratar, con- rágrafo 2^ de la ley de viviendas (contem-
tratos reglamentarios y necesarios) o si ha plada en ¡a ley del Consejo Aliado de
de regir la libre determinación individual, Control, paf. 18), otorga a los organismos
es cuestión de la. ordenación de la economía alemanes de la vivienda la facultad de exi-
en cada caso concreto y de las situaciones gir de los propietarios del espacio-habita-
ción libre "la conclusión de una relación vo en materia de derecho privado y sin in-
jurídica" con la persona que, conforme a tervención de las partes. Esto conduce a
determinados principios, designen .los orga- algunos autores a afirmar que ha nacido
nismos de la vivienda, como arrendatario, una nueva unidad en vez del contrato.
"mediante cuya relación garantice a dicha Savatier lo expresa: "El contrato desapare-
persona la utilización de dicho espacio-ha- ce. Perece. Otra cosa se coloca en su lugar".
bitación". Bajo la letra b) se afirma: "Caso Relaciones de hecho para-contractuales, en
de que el propietario' no dé su conformidad su terminología; relaciones contractuales de
o no sea habido, podrá el organismo de la origen legal, para Morel; relaciones extra-
viivenda promulgar una disposición que contractuales, según Durand, lo cierto es
producirá los efectos de un contrato de que junto al negocio jurídico han nacido
arrendamiento". De acuerdo con el pará- en el Derecho privado nuevos actos de cons-
grafo 26 de la ley de ejecuciones de Schles- titución forzosa de relaciones jurídicas. La
wig Holstein, que se cita como ejemplo: "la fuente de producción no es ya el acto de
disposición con efectos de contrato de creación voluntaria, sino un acto de crea-
arrendamientos, debe reglamentar todas las ción forzosa. Pero la relación jurídica que
obligaciones usuales de las partes". El con- de ellos emana —compra-venta, arrenda-
tenido de las disposiciones se considera miento— es, en esencia, la misma.
pactado entre las partes desde el momento El por qué a estas relaciones jurídicas se
de su notificación, en tanto se renuncia a aplican las reglas contractuales, pese¡ a la
un recurso, haya transcurrido el plazo de desaparición del elemento esencial del con-
apelación o la disposición sea firme defini- trato, es tema de subido interés. En efecto.
tivamente. La coacción es en este caso el El legislador modela las nuevas relaciones
medio técnico-jurídico que ha de hacer sobre las reglas del contrato y reenvía a la
posible la aplicación de las disposiciones elaborada técnica contractual, obedeciendo
sobre contratos de arrendamiento. á un sentimiento de simetría y a un pro-
Pero la superación de la emergencia béíi- pósito de evidente economía de fuerza. Tal
ca no suprime esa consecuencia que podía vez la conciencia de un desprestigio de la
verse al cabo como un principio del estado ley lo lleve a preferir que se funde la obli-
de necesidad (así, Bülck). La ley francesa gatoriedad de aquellas nuevas relaciones en
del 19 de septiembre de 1948 declara en su la idea de contrato. Sin duda, existe una
artículo 4?, que los ocupantes de buena fe inveterada tradición jurídica en que ¡as ex-
en los locales definidos en los artículo 1$ pectativas creadas por la conducta del pro-
y 2? se benefician de pleno derecho y sin el mitente tienen efecto, como medio adecuado
cumplimiento de ninguna formalidad, con para mantener la seguridad de las transac-
la permanencia en los lugares locados, con- ciones en un orden económico que descansa
forme a las cláusulas y condiciones del en el crédito: (Pouná contrae?).
contrato primitivo. La ley 15.775 de loca- Se basa en un criterio ético (respecto a
ciones urbanas de nuestro país, a más de la la palabra empeñada) y en un fundamento
prórroga general de Jas mismas, en su ar- utilitario (conveniencia). De allí que la ma-
tículo 37, inciso a), aüiiiite que la autoriza- yor parte de los contratos que se celebran
ción del juez —que se limita a constatar en no dan lugar a conflictos de intereses que
juicio voluntario y sin intervención de los deban juzgarse por los tribunales. El con-
locadores el estado de la necesidad ajena cepto de contrato —señala Llewellyn— sería
a la voluntad de los peticionantes—, opere socialmente inútil si en cada caso debiera
la transferencia de las locaciones impo- entrar en funciones el mecanismo jurídico
niendo a los locadores otros inquilinos a que los respalda. Apoderándose del concep-
pesar de la locación contractual. He aquí, to de contrato, el legislador busca cubrir
entonces, la consagración del contrato for-, situaciones que sólo desde un punto de vis-
zoso: la ley se sustituye al acuerdo de las ta que prescinda totalmente de su verdade-
partes. En realidad no se está frente a un ro significado y función, cabe estimar como
verdadero contrato, sino a una situación auténticos contratos, para colocarlas al am-
legal calcada sobre la situación contractual paro de esa inercia que da el prestigio del
parecida. De contrato no puede hablarse, instituto escogido.
porque estaríamos en presencia de un
acuerdo cuya vida se extraería del disensum • - • - • • § 3. Otras limitaciones
en vez del consensum de las partes, pero
determinar sí y por qué se está frente a una 14. No se completaría el panorama de la
relación arrendaticia con los efectos de un vida moderna del contrato sin que se ana-
contrato, excede los límites de nuestra vi- lizara la patología contractual, a la que ya
sión de conjunto. Sólo debemos señalar que hemos hecho alguna somera referencia
la indagación hecha nos plantea la existen- (verbigratia; contratos de agarrotamiento).
cia de relaciones de obligación creadas por Así como no se conocería el actual estado
disposición estatal con carácter constituti- del arte de curar sin la referencia a las
nuevas enfermedades y tratamientos, es me- posiciones esenciales que apelan a los prin-
nester indicar siquiera someramente, cuáles cipios mismos de la organización social y de
son los casos anómalos y el nuevo cuadro su estabilidad; son las leyes de orden pú-
de antibióticos elaborados por las recomen- • blico. Por otra parte, toda civilización im-
daciones doctrinarias y la jurisprudencia. plica un conjunto de reglas de orden moral,
El amplio campo de la autonomía de la surgidas de hábitos y tradiciones, que for-
voluntad, productora de negocios jurídicos man cuerpo con la mentalidad de un pueblo
entre vivos, siempre reconoció limitaciones. y suficientemente generales para ser inde-
La inspiración individualista del legislador pendientes de toda religión q de secta de-
no importó descartar el encuadre de tan terminada: es lo que se ha convenido en
poderoso instrumento en el orden regular llamar las buenas costumbres. Violar unas
y armónico que implica considerar el con- u otras, equivale a dar a su obligación un
junto. Los particulares no tienen la atribu- objeto contrario a la utilidad social que
ción de apartar las leyes imperativas. La torna el acto nulo de una manera absoluta.
convención-ley, no es concebible como ar- Esto es lo que se denomina objeto-utilidad
ma que lesione la moral y las buenas cos- social u objeto-fin social.
tumbres, y aun la libertad contractual no 15. Lo que antecede nos impone de la
se conceptúa cobijando la renuncia de dere- existencia de diversos tipos patológicos: en
chos que no sólo contemplan el interés primer término tendríamos el llamado con-
individual. La moral y las buenas costum- trato ilícito, que abarca el contrato ilegal
bres, la libertad de acción y de conciencia, (o contrario a normas imperativas) y el
el orden público, los derechos de los terceros, contrato prohibido (contrario al orden pú-
coníiguran el mareo dentro del cual deben blico) . La ilicitud, en efecto, significa más
desempeñarse los contratantes. Y una nor- que lo antijurídico, ya que lo ilícito es lo
ma de excepcional fertilidad entre nosotros opuesto a la moral (y también ai Derecho).
(el art. 953), acentúa con caracteres netos El contrato inmoral, para Messineo, es
esa finalidad. La agresión a la regla moral aquel que tiene una finalidad que choca
que debe hallarse ínsita en toda obligación contra las buenas costumbres, o sea, lesiona
conforme a. dicho texto legal no podrá ser los principios morales corrientes en un de-
tutelada por la justicia: el convenio que terminado lugar y en un determinado mo-
implicara transgredir las buenas costum- mento. La distinción entre el contrato in-
bres, oponerse a la libertad de acciones o moral y el contrato ilegal no resulta ardua;
de conciencia o perjudicar los derechos de en cambio puede ser trabajosa la distinción
terceros, es nulo como si no tuviera objeto. en el caso del negocio contrario al orden
Se trata de una sanción anonadante de público. El criterio diferencial más seguro
intergiversable alcance. Esto equivale a consiste en tener en cuenta que las buenas
decir que por encima de los límites que costumbres son de naturaleza meta-jurídi-
estructura la ley civil en preceptos especí- ca, provienen del mundo ético-social y no
ficos, existe otro límite resultante del im- están consagradas, por lo general, en nor-
perativo mandato que contempla el artícu- mas concretas. El o* n publicó, en cambio,
lo 953: el acto jurídico para el que adquiere es de carácter puramente jurídico y se le
eficacia legal debe tener siempre, a más de puede reducir a normas concretas. El con-
su objeto-fin individual un objeto-fin social. trato que tenga una finalidad dirigida con-
De Page lo expresa en términos insupera- tra los principios fundamentales e intereses
bles: Si bien se reconoce que el principio de generales sobre los cuales descansa el orde-
la autonomía de la voluntad es la base del namiento jurídico, es prohibido por afectar
Derecho civil en cuanto todo individuo es al orden público. Este orden público es de-
libre de dar a sus actos el objeto (la utilidad ducible de los textos coactivos de la ley, en
que le convenga), también la autonomía de primer término de la Constitución Nacional
la voluntad (libre elección del objeto de los y luego de las restantes disposiciones que
actos jurídicos) sufre excepciones en las integran el ordenamiento jurídico —se de-
cuales la inexistencia del objeto resulta de clare por ella ese carácter o resulte de su
su incompatibilidad con la utilidad social. espíritu— y aun de los grandes principios
Todo acto debe implicar una utilidad para del Derecho no escrito que rigen nuestra
el que lo celebre; de lo contrario es ineficaz, Sociedad.
ya que la ley no protege lo desprovisto de La figura más frecuente en el contrato
interés. Esto es lo que denomina objetó-uti- inmoral es el llamado "contrato usurario",
lidad subjetiva u objeto-lin indlviduabPero que consiste —principalmente— en la dación
al lado de la apreciación de la utilidad: sub- o proceso de intereses en una medida que
jetiva y a pesar del principio de la autono- generalmente se considera como excedien-
mía de la voluntad, es aun necesario, que do la normal remuneración, por el uso, de
un acto jurídico corresponda a una utilidad un capital o de una cosa mueble.
social. V agrega el civilista belga: "Por un En el supuesto de la usura es evidente
lado existen en toda legislación ciertas dis- que aparece con claridad el conjunto de
factores que estructuran él contrate inmo- mente a cada una de sus partes, por efecto
ral. La crudeza, la desnudez, por así decirlo, de la orientación de ese plexo. Lo que cuen-
de la coacción económica, permite percibir, ta, entonces, es la función instrumental del
con perfiles propios, las valoraciones tenidas contrato, no su íntima estructura. Las par-
en cuenta. En eíecto: de una parte él,prin- tes utilizan un contrato dado para eludir
cipio de la autonomía de la voluntad en una norma imperativa: es el elemento sub-
materia contractual, la libertad de contra- jetivo, la intención lo que cuenta a nuestro
tar, la convención ley, el pacta sunt servan- propósito. .• ; ••• = •.
do,, se hallan en juego con toda su vir- Los jueces se hallan frente, a una opera-
tualidad. De otra parte se configuran los ción que ningún texto prohibe, que tiene
elementos objetivos (promesa o concesión todas las apariencias de una operación
de ventajas patrimoniales que exceden el jurídica válida. Singular importancia ha
valor de la prestación denotando un des- tenido a este respecto la utilización del
equilibrio, dadas las circunstancias, entre recurso técnico que brinda la persona colec-
prestación y contraprestación; situación de tiva, como instrumento para que otro sujeto
necesidad de co-contratantes) y subjetivas de derecho satisfaga conveniencias particu-
(explotación consciente de la necesidad, la lares que no podrían alcanzar directamente
ligereza o inexperiencia; de una infracción o que, de intentar hacer, o, le traería apa-
a los principios morales que vedan enrique- rejados riesgos o gravámenes mayores. Con
cerse excesivamente a costa de otros y lucidez de atento testigo lo proclamó As-
aprovechar la debilidad, inexperiencia o ne- carelli: en el estudio del capitalismo con-
cesidad del prójimo). A este respecto con- temporáneo, resulta completamente inade-
viene tener presente que el Tercer Congreso cuado el perfil de la simulación y también
Nacional de Derecho Civil, reunido en Cór- el del fraude o el del abuso; lo que en
doba en el año 1961, en su recomendación cambio procede es someter a revisión la
número 14, al admitir la lesión como causa doctrina de la personalidad jurídica.
de impugnación del contrato, estableció que Por reacción a esa exaltación de la perso-
"podrá demandarse la nulidad o la modifi- nalidad jurídica como pura estructura, na-
cación de todo acto jurídico bilateral one- ció y ha venido desarrollándose un vigoroso
roso en el cual alguien, aprovechando la movimiento postulante de limitaciones de
necesidad, penuria o inexperiencia extrema orden ético a la amoral utilización del re-
de otros, se hiciere prometer u otorgar para curso técnico que brinda la persona colec-
si o un tercero, ventajas patrimoniales en tiva. El uso desviado de ese instrumento se
evidente desproporción a su prestación". ha mirado remediar mediante la posibilidad
La incorporación de la lesión como causa de prescindir o desestimar la estructura
de impugnación del contrato cubriría así los formal del ente para penetrar en el sustrato
llamados "contratos lesiónanos" en donde personal y patrimonial del mismo, a efectos
se halla en juego la virtualidad de las re- de poner de relieve los fines de los miembros
glas morales según la cual está prohibido que se cobijan tras la máscara de la persona
enriquecerse injustamente en perjuicio de jurídica.
otro. En el supuesto de la lesión subjetiva En el Derecho contemporáneo se utilizan
—que se diferencia de la objetiva enorme los términos "desestimación de la forma de
o enormísima—, promedia una acentuada las personas jurídicas"; "penetración en las
desproporción entre las prestaciones de las personas jurídicas"; "negación de la persona
partes, pero este desequilibrio presenta como jurídica" por los autores y la jurisprudencia
importante dato complementario el elemen- germana sobre sociedades, hablándose en
to subjetivo: una de las partes ha obtenido el Derecho inglés y americano de la doc-
o se ha hecho prometer para sí o para otro trina disgregará of legal entity, que implica
aquella prestación desproporcionada, apro- la afirmación de la relatividad de las per-
vechando o explotando el sentido de infe- sonas jurídicas a través de expresiones tan
rioridad de la otra parte (inexperiencia, significativas como "perforar el velo o le-
ligereza, necesidad o inferioridad). Se trata vantar la cortina"; "apartar la ficción cor-
de la concertación de un acto antifuncional porativa"; "perforar o mirar tras el velo de
y señalamos que nuestra jurisprudencia re- la personalidad"; "mirar al hombre tras de
gistra muchos antecedentes en donde la la máscara".
lesión subjetiva se admite como causa de No entra en nuestro propósito señalar los
impugnación, del contrato. distintos aspectos del fraude a la ley, fraude
16. Finalmente, conviene mencionar el y lesión del contrato y otros casos de daño a
llamado contrato fraudulento, noción ela- terceros,' que se realizan con la intervención
borada por la doctrina para englobar los de las personas jurídicas. Todos ellos cons-
casos en que la convención es irreprochable tituyen, al cabo, otros tantos casos de con-
por su objeto, en su causa y aun en sus tratos fraudulentos. Remitimos a ese efecto
condiciones, pero el conjunto de tales ele.- a la 'obra de Rodolf Serick, publicada y tra-
mentos constituye un todo distinto neta- ducida al castellano con el nombre Apa-
rienda y realidad en las sociedades mercan- claración: "El imperio de la lata libertad
tiles; el abuso del derecho por medio de la de contratación que fija el artículo 1197
personalidad jurídica, y a nuestra nota pu- del Código civil no reviste el carácter de
blicada en Jurisprudencia Argentina (1961, un principio absoluto enclavado en la eco-
VI): "La transferencia de la locación y la nomía del Código como un pilón en que se
doctrina de la desestimación de las formas amparen el egoísmo y la codicia del hom-
de la persona jurídica". bre, la explotación y la servidumbre del
17. Corresponde aquí señalar que por obra semejante; la ley delimita sus proyeccio-
de una labor continuada e indeclinable los nes en normas de • naturaleza general o
tribunales hacen respetar la regla moral en particular, distribuidas en todo su articu-
el domino del contrato. Los medios técnicos lado, que se hace eco de las exigencias del
de que se valen quedan diseñados somera- interés común y abre camino a una apli-
mente y los resultados de esa obra están al cación viva y humana de los textos. Una
alcance de cualquier consultante de los re- de esas normas es la contenida en el ar-
pertorios jurisprudenciales. La jurispruden- tículo 953. Frente a la gran importancia
cia ha sabido acreditar que la prevalencia que reviste, el temor a la inseguridad jurí-
de la ley moral la cuenta como organismo dica no constituye un óbice a su aplica-
lúcido y constante para restablecer la mi- ción, porque toda supuesta seguridad a cos-
sión social del Derecho subjetivo, cuando ta de la justicia y de la regla moral no
pretende ejercerse con propósitos inmorales tiene de tal sino el nombre".
o reñidos con la moral y las buenas costum- 18. Finalmente, no queremos cerrar esta
bres. El Derecho judicial hace privar la somera revisión de la realidad del contrato
buena fe, el objeto-fin social de los actos en nuestros días sin mencionar otra de
jurídicos dando relevancia a los factores de las recomendaciones aprobadas por,el Ter-
Derecho, entre ellos, los standards jurídi- cer Congreso Nacional de Derecho Civil que
cos que importan los conceptos de orden se reuniera en Córdoba el año 1961.
público y de buenas costumbres. La misma dispuso incorporar al Código
Al servicio de la misión correctora, los civil, a continuación del artículo 1128, el
tribunales hacen flexibles las reglas rígidas, siguiente texto:
considerando el valor de la moral y la buena "En los contratos bilaterales conmutati-
fe, procurando una solución de justicia me- vos y en los unilaterales onerosos y coh-
diante la policía jurídica de los derechos. mutativos de ejecución diferida o continua-
El jurista debe contribuir a esta alta fina- da, si la prestación a cargo de una de las
lidad, colaborando en la superación de partes se tornase, excesivamente onerosa
estados colectivos que degradan, necesaria- por acontecimientos extraordinarios e im-
mente la moral pública y la moral privada previsibles, la parte afectada podrá deman-
y demostrando, en su ámbito de actuación, dar la resolución del contrato. El mismo
que la facultad de contratar no puede ejer- principio se aplicará a los contratos alea-
citarse persiguiendo fines inconfesables, me- torios cuando la excesiva onerosidad se
nospreciando las exigencias de las buenas produzca por causas extrañas al área pro-
costumbres, los usos consagrados en el trá- pia del contrato. En los contratos de eje-
fico y aquella conducta cuya inobservancia cución continuada la resolución no alcan-
nos expone al reproche general, especial- zará a los efectos ya cumplidos. Ni proce-
mente aquella autolimitación en la gestión derá la resolución si el afectado hubiese
de nuestros intereses frente a los ajenos, corado con culpa o estuviese en. mora. La
que no puede dejar de atenderse sin la ctra parte podrá impedir la resolución ofre-
desaprobación de todos los que piensan con ciendo mejorar equitativamente los efectos
criterio sano. del contrato".
En nuestro Derecho positivo, el notable Se trata de la consagración de la teoría
contenido del artículo 953 otorga amplios de la imprevisión, que junto con los modos-
standards jurídicos para que el juez confi- técnicos que hemos ya diseñado constituye
gure las directivas y subdirectivas que ha otro de los instrumentos con que cuenta
de trazar. Y, además, inscribe el concepto la tarea adaptadora del juez. Ha sido pre-
social del objeto del acto jurídico con un cisamente a través de institutos como el
alcance que descalifica toda posibilidad a riesgo imprevisible, el abuso del derecho,
quien pretenda perseguir móviles ilegítimos la lesión, que se ha elaborado la orienta-
o divorciados de la buena fe. ción conocida con el nombre de "dirigis-
Como paradigma de la vigencia que tales mo judicial", complementando la tarea del
principios mantienen, en nuestro Derecho llamado "dirigismo legislativo" entre el ám-
judicial, citemos la notable sentencia dicta- bito del contrato;
da por la Cámara Nacional de Apelaciones Las características de nuestra exposición
en lo Civil de la Capital publicada en Juris- nos impiden entrar en detalles sobre los
prudencia Argentina en 1958 (u, pag. 169), extensos aspectos que podrían brindar es-
donde se inscribiera esta significativa de- tos planos de estudio. Simplemente debe-
mos limitarnos a señalar el tipo de orien- a articular el contrato dentro de las nof-
tación que reviste en la realidad jurídica mas que persiguen el interés geSieral. Se pon-
de nuestros días la revisibilidad del con- dera la nueva concepción del orden públi-
trato en el ámbito judicial, co, la creciente influencia de la regla mo-
ral, las teorías de la lesión, la imprevisión,
III. CONCLUSIONES el abuso de los derechos frente a la con-
19. El esbozo cumplido sobre los extre- vención-ley. En la revisión judicial* se per-
mos y vigencia de la libertad contractual sigue obtener el equilibrio de la operación.
nos impone conclusiones. En primer tér- A su influjo, el lápiz rojo del ordenamiento
mino, desde el punto de vista cuantitati- jurídico no tacha para destruir, sino para
vo, vivimos de más en más contractual- corregir bajo el signo de la cooperación.
mente (Josserand). Desde el punto de vis- (Royo Villanova.)
ta creador e imaginativo, es constante la 20. Pero frente a este "haber" positivo
renovación y nacimiento de nuevas figuras pueden advertirse consecuencias no queri-
(contratos innominados o atípicos) que nos das de la limitación moderna a la libertad
brindan un vigoroso testimonio de la vir- para contratar y para estructurar el conte-
tualidad de la libertad de configuración nido del contrato. Las medidas han provo-
interna de los contratos. En el Derecho ita- cado cierta desorganización del contrato,
liano, del mutuo se han ido desprendiendo ponen en causa el cumplimiento de la pa-
el reporto, el anticipo, el descuento, la aper- labra empeñada por el deudor y le permiten
tura de crédito. Todos conocemos y vivi- la violación de sus compromisos. Esa des-
mos las nuevas especies: contratos de ga- trucción del contrato afecta la confianza
rage, de claque, estimatorios, de filmación, y la seguridad jurídicas. Es un caballo tro-
lactancia y tantos otros que traviesa y grá- yano en el ordenamiento jurídico.
ficamente se llaman "de medida", para El progreso exige nuevas formas, pero es
oponerlos *a !os que traen los catálogos de indudable que también reclama que las
los Códigos, como tipos "de confesión". ^ nuevas formas superen las anteriores. Pa-
El desequilibrio del poder de negociación ra superarlas, deben conservarlas y apro-
y el carácter masivo de las relaciones eco- vecharlas. La asimilación de las nuevas
realidades deberá, entonces, tener presente
nómicas han originado técnicas de racio- la divisa del admirable decano de la Fa-
nalización, que hemos agrupado en dos cla- cultad de Lyon: "Organización y socializa -
ses: de predisposición y de sustitución. Es- ción del contrato, sí. Desorganización y
tas últimas —de las primeras ya hemos re- anarquía contractual, no".
sumido su carácter— representan procedi- BIBÍ.IOGSAI-Í*. — La citada en el texto.
mientos conocidos por el Derecho común.
Pero su función y el sentido de su aplica- LIBERTAD DE AMAR. * SUMARIO : Concep-
ción son nuevos. A su influjo, las relacio- to. Restricciones a la libertad de amar. La
nes contractuales se ponen al servicio de eugenesia frente a la libertad de amar. Crite-
la configuración del orden económico o a rio del Código civil argentino y de las leyes
pertinentes frente a la libertad de amar.
la atención del moderno tráfico en masa
(contratos autorizados o normados). Concepto. Cuando el hombre emergió del
La alteración,* artificial y consentida por reino animal, de las sombras de su primera
la ley de las condiciones de mercado, la época instintiva, comenzó a moverse den-
supresión de la libre concurrencia, impo- tro de un mundo infinitamente más com-
nen en defensa del consumidor la compen- plejo y difícil de transitar. De la certidum-
sación de ese privilegio. Surge así la obli- bre que albergaba acerca de la posibilidad
gación de estipular el contrato a cargo de de satisfacer en cualquier forma sus ne-
los titulares de monopolios autorizados (ser- cesidades más apremiantes pasó a una zo-
vicios públicos) y aun para el ejercicio de na de confusión, dentro de la cual el sen-,
ciertas profesiones liberales. timiento más claro era la agobiante con-
En los casos del contrato llamado for- ciencia de su soledad. Sólo el vislumbre de
zoso o necesario se somete al concepto con- la existencia «de un amor individual y dis-
tractual a una verdadera seudomorfosis, criminado pudo vencer la angustia de la
enmascarando la realidad en vez de expre- convicción de su aislamiento frente a sus
sarla. Aquí el contrato no existe. Se ha ins- semejantes, como también la conciencia de
talado en su lugar una relación jurídica lo efímero y perecedero de su permanencia
forzosamente constituida por el Estado, en el único universo que le era 'conocido.
dando cauce a un interés privado, pero con La paz y -el equilibrio, logrados gracias a
el fin de interés público que hunde sus raí- la integración a la colectividad, que satis-
ces en la justicia social, la emergencia o face el sentimiento gregario más elemental,
la economía dirigida. o la euforia proporcionada por una actívi-
El panorama de las nuevas formas de
contratación advierte además la tendencia * Por la Dra. MARÍA E. ITZICSOHN DE FISCHMAN.
dad creadora, que da al hombre la convic- biantes, ha creado la necesidad de una le-
ción de su trascendencia o proyección hacia gislación minuciosa que establezca, hasta
el futuro, son simples sucedáneos de un en sus menores detalles,, cuáles son las for-
sentimiento concreto y definido, pero no tie- mas factibles de relación amorosa-entre los
nen carácter mterpersonal y permiten siem- seres huma'nos y cuáles los deberes y de-
pre el retorno de la sensación de vacio. rechos que surgen de esta relación.
El deseo de fundirse espiritual o íísica- Restricciones a la libertad de amar. Las
mante con otro individuo es el impulso más leyes actuales de todos los países civiliza-
poderoso "del hombre. En él reside la fuerza dos contemplan y legislan, ya sea en for-
que sostiene a la raza humana, a la fami- ma enumerativa o meramente- enunciati-
lia y a la sociedad. No puede concebirse la va, cuáles son los requisitos físicos o lega-
existencia ni del individuo ni de la socie- les que deben cumplir las personas que de-
dad sin amor, ya que éste entraña la úni- seen contraer matrimonio. En esta forma
ca fuerza capaz de derribar las barreras se inmiscuyen en el ámbito más privado
que se interponen entre el hombre y sus de los individuos, reglamentando cuáles son
semejantes, capacitándolo, al mismo tiem- las posibilidades de que disponen los mis-
po, para superar su sentimiento de irreme- mos para encuadrar sus impulsos amoro-
diable soledad. sos dentro de las leyes.
'Hemos considerado hasta ahora al amor Además, el consenso de la opinión pú-
como una forma de superar el; aislamiento blica sanciona, con una rigidez quizás aún
del ser humano; pero junto a este impe- mayor que la de la ley, por la resultante
rativo, de carácter metafísico y trascen- de sus consecuencias inmediatas, la vincu-
dental, existe otro, quizás de menor jerar- lación de las parejas unidas libremente,
quía, pero no por ello de menor urgencia: siempre que dicha unión viole cualquiera
el imperativo biológico determinado por el de las prohibiciones legales imperantes en
deseo de unión de los elementos masculino el momento, o de los "tabús" impuestos
y femenino. por la religión o por la moral vigentes.
Y es en relación a este, terreno de reali- Muchos sociólogos y legistas de nuestros
zación concreta que la legislación univer- días consideran excesiva esta ingerencia del
sal entra a dictar normas y reglas que li- Estado o de la sociedad en la vida íntima
mitan la práctica del amor, aj listándola a de los individuos. El profesor Luis Jiménez
los usos y costumbres determinadps por las de Asúa, en su libro Libertad de amar, des-
civilizaciones y culturas sucesivas. pués de hacer votos por el logro de uniones
El problema de la concreción, aceptada 'perpetuas y monógamas" que dignifiquen
o legal, del amor no ha sido encarado en no sólo a la pareja, sino también al senti-
igual forma por el hombre primitivo, por miento que los une, considera que el Es-
el nómade, por el griego supercivilizado, tado no debe intervenir en la formaliza-
por el bárbaro o por el hombre moderno. ción de las mismas, ni en los eventos de su
Tampoco puede decirse que existe simili- evolución posterior, a menos que surjan
tud en la época actual, ya que los usos y hijos cuyos nuevos derechos sea necesario
costumbres, como también los conceptos de proteger y* garantizar.
la moral vigente, variad de acuerdo al con- Los sociólogos ingleses que escribieron a
tenido de las culturas imperantes en cada comienzos de este siglo reaccionaron contra
región; y aun cuando puede considerarse el peso de la moral "victóriana", y consi-
que son muy similares en toda el área in- deraron, como un paso imprescindible ha-
fluida por las filosofías y religiones de cia una forma de vida más auténtica,. la
raigambre occidental, varían hasta el in- necesidad de un respeto mayor por la inti-.
finito en los países de hegemonía asiática, midad afectiva del individuo. Sí el domici-
como también en las regiones consideradas lio era considerado inviolable, más aún de-
todavía como "salvajes". bía serlo el ámbito privado del comercio
En muy pocas esferas imperan los distin- sexual o amoroso. H. O. Wells, en su libro
tos "tabú" con tanta fuerza como en la Quiebra de la democracia, dice: "La con-
que se relaciona con la práctica del amor. ducta sexual de un adulto es asunto suyo,
La idea de lo licito y de lo prohibido no es siempre que la misma no disminuya el
igual para un zulú) que para un habitante bienestar general; es parte de su higiene
de Londres, y, como es lógico, a medida personal, mental, moral y física. Fuera de
que la civilización evoluciona y se super- casos bien definidos, la comunidad no debe
estructura, la' libertad de amar disminuye. conocer de las cuestiones sexuales hasta
Los "tabús" impuestos primitivamente por que se presenta el problema del nacimien-
el mago o el jefe de la tribu han sido reem- to y de la protección de los niños. En el
plazados por minuciosas leyes y reglamen- Estado moderno 'el bienestar de los hijos 65
taciones. La coexistencia de los grandes la única justificación de los lazos del ma-
conglomerados sociales, en los que impera trimonio".
la promiscuidad en sus formas más ago- Este criterio es compartido por Bertrand
Russell, quien en su obra Vieja y nueva quedaba supeditada a formalidad alguna;
moral sexual dice: "Aunque por una parte Si las partes lo deseaban, podían hacer
estoy convencido de que la compañía ma- constar ¡a existencia del vínculo inscribién-
trimoaial representa un paso en la direc- dolo en los libros pertinentes del Registro
ción adecuada y produciría grandes bienes, Civil; pero en caso de prescindir de esa for-
creo que no va bastante lejos. Opino que malidad, absolutamente voluntaria, podían
las relaciones sexuales deberían iniciarse recurrir a cualquier clase de prueba para
como asunto meramente privado, siempre demostrar la vigencia del matrimonio. Para
que no medien hijos, y que si un hombre y la doctrina soviética de aquella época, la
una mujer se ponen a vivir juntos, sin te- formalización del matrimonio surgía de la
ner sucesión, eso no le importa a nadie más existencia de relaciones íntimas entre las
que a ellos". partes, siempre que las mismas, fuesen, no-
Más adelante, como corolario del tema, torias o no, tuvieran la consistencia y con-
en el mismo volumen agrega: "De acuerdo tinuidad necesarias para dar la impresión
a las normas de una ética racional, mien- de la existencia de un vínculo real.
tras no existan hijos, el matrimonio no de- El matrimonio podía disolverse sin nin-
bería reputarse como existente". guna clase de formalismos, por la sola ex-
Estas opiniones no constituyen expresio- presión de voluntad de cualquiera dé 'la*
nes aisladas, sino que, por el contrario, re- partes; y mientras la unión duraba no se
flejan el criterio imperante en los países imponía a los contrayentes obligación • de
de raigambre anglosajona, que difiere total- fidelidad, quedando el cumplimiento de la
mente de las normas éticas y morales que misma librado a la voluntad o conciencia
rigen el mod'us vivendi de los grupos hu- de las partes.
manos de origen latino. Este criterio, que no respondía al sentir
Podemos mencionar también la opinión de la totalidad de la población rusa, de
del juez norteamericano Linsey, defensor características y nivel de cultura hetero-
de una forma de unión que él denomina génea como consecuencia de la gran exten-
"matrimonio de compañerismo", en el que, sión del país, fue modificado al cabo de po-
en caso de ausencia de hijos, se permite cos años. En el año 1936 se sancipnó una.
que cualquiera de los integrantes de la ley prohibiendo el aborto, salvo* por moti-
pareja se separe del otro siri necesidad de vos eugenésicos o clínicos; y más adelante,
'que existan motivos justificados y sin coa- el 27 de marzo de 1937, se dictó un nuevo
traer tampoco la obligación de pagar suma Código de familia en el que se incluía la
alguna en concepto de indemnización. prohibición de interrumpir el embarazo y
Pero todas estas teorías, que cuando más se fijaban normas que retrotraían el ma-
sólo pueden considerarse como una expre- trimonio a sus antiguas características de
sión de deseos, no han podido concretarse unión formal.
aún .bajo la forma de reglas prácticas, ya La eugenesia frente a la libertad de amar.
que la sociedad en que vivimos'está inte- El mayor de los obstáculos que se opone
grada todavía por numerosos individuos con a una absoluta libertad de amar está re-
impulsos egoístas y primitivos que se in- presentado en el mundo civilizado por la
clinan a buscar la satisfacción de sus ins- eugenesia, o ciencia que considera, ante
tintos y sentimientos, sin preocuparse por todo, el bien de la progenie futura que pue-
el-daño que causan o pueden causar a su da nacer como consecuencia de la unión
posible pareja o a sus descendientes. Mien- de la pareja.
tras los seres humanos no adquieran el Este término, de tan antiguo origen y tan
grado de perfección indispensable para de- amplia difusión en lo que va del'siglo, pro-
cidir per se sobre el destino y la suerte de viene de dos voces griegas: eu, que signifi-
aquellos a quienes -puedan vincularse, es ca huevo, y genesia, derivada de genes,
conveniente que el Estado intervenga, con forma primitiva del verbo engendrar. En
mayor o menor sabiduría, para brindar un consecuencia, eugenesia significa engendrar
mínimo de satisfacción al individuo, tanto bien. Francisco Galton, que ha sido su más
en lo que respecta a su integridad física entusiasta defensor, la definió como "el
como a la moral. estudio, bajo control social, de los .agentes
El primer intento formal de sancionar que pueden mejorar o empobrecer las cua-
la libertad de amar estuvo representado lidades sociales de las futuras generaciones,
por el Código de la familia, promulgado en ya fuese física o mentalmente".
la Rusia Soviética el 19 de noviembre de Pero la práctica y conocimiento de la
1926. En el mismo se eliminaban todas las eugenesia son muy anteriores a Galston.
formalidades impuestas al matrimonio en La prohibición rituar de la endogamia en
los demás países civilizados, y se consagra- las tribus primitivas, vale decir, de la po-
ba ampliamente el principio de las uniones sibilidad de contraer matrimonio con miem-
libres. En los artículos I9, 2? y 3<? se estable- bros de la misma tribu, o aun del mismo
cía que la existencia del matrimonio no clan, tenía fundamentos eugenésicos in-
conscientes, ya que en esa forma querían do al artículo 17 de la ley mencionada,
evitarse los males derivados de la promis- queda prohibido el matrimonio: a) entre
cuidad y la consanguinidad. En el Código ei adoptante y el adoptado, o alguno de
de Manú se prohiben las uniones de indi- sus descendientes; b) entre el adoptado y
viduos pertenecientes a familias enfermas el cónyuge adoptante, o el adoptante con
o que estuviesen signados personalmente el cónyuge del adoptado; c) el de los hi-
por taras. Las leyes de Esparta considera- jos adoptivos del mismo adoptante entre
ban el matrimonio como un medio de per- sí; y d) entre el adoptado y un hijo del
feccionar la raza, relegando a segundo tér- adoptante.
mino las posibilidades de felicidad indivi- Con estas disposiciones severas, que pro-
dual de los contrayentes. Los magistrados hiben la concreción legal de cualquier re-
estaban autorizados para intervenir, selec- lación sexual o amorosa entre los integran-
cionando a los hombres y mujeres que les tes de la familia creada de acuerdo a los
pareciesen mejores y más aptos para per- términos de la ley de adopción, se ha que-
petuarse en una progenie sana y útil al rido dar a la misma una mayor estabilidad,
Estado. asimilándola totalmente a la familia legal
El incesto, pecado o delito para casi to- y eliminando de un plumazo toda posibili-
das las religiones y legislaciones desde la dad de existencia, por lo menos admitida,
más remota antigüedad, tiene también un de un elemento erótico. Esta posición, que
trasfondo eugenésico. no concuerda con la de la mayoría de las
En nuestros días, los obstáculos que la leyes de adopción de los otros países, pue-
eugenesia opone a la libertad de amar se de considerarse un tanto extrema, sobre
han concretado en la parte pertinente de todo en lo que se relaciona con los vínculos
los Códigos de familia de todos los países afectivos de los hijos adoptivos, que, pese
del mundo civilizado. En los mismos figu- a haber sido educados en el seno de una
ran prohibiciones para contraer matrimo- misma familia, no están unidos entre sí por
nio derivadas de la imposición de una edad ningún tipo de consanguinidad. Los Códi-
mínima, de la consanguinidad y de la pre- gos civiles alemán, italiano, inglés, venezo-
sencia de enfermedades de carácter conta- lano y mejicano permiten que se casen en-
gioso o hereditario. tre sí los hijos adoptados por un mismo
Criterio del Código civil argentino y de matrimonio. Este criterio es más lógico que
las leyes pertinentes frente a la libertad de el expuesto en nuestra ley o en el Código
amar. Las leyes argentinas prohiben, en brasileño, que le sirvió de inspiración, ya
primer término, el amor homosexual, y san- que no existen motivos válidos para hacer
cionan su práctica con disposiciones de ca- vivir las torturas del incesto a personas
rácter penal. Esta actitud ha sido deter- j.óvenes cuya imposibilidad de amarse de-
minada por la consideración de factores riva únicamente de la voluntad del legis-
éticos, físicos y morales, y responde a un lador.
criterio casi unánime de la legislación uni- El inciso 3<? del artículo 9? prohibe el ma-
versal. trimonio de los parientes vinculados por
Prohiben también ei matrimonio de los afinidad en líne,a recta, en todos los grados.
menores cuya edad esté por debajo de cier- El parentesco por afinidad no surge de los
to límite. La ley 14.394 fija como límite vínculos de la sangre, sino que resulta de
mínimo los 14 años para la mujer y los 16 una serie de situaciones derivadas del ma-
para el hombre, salvo el caso en que la trimonio que han sido reglamentadas por
mujer hubiese quedado embarazada. la ley. Une a cada esposo con los parientes
Partiendo de los principios preconizados consanguíneos del otro, colocándolo en el
por la eugenesia, el artículo 9<? de la ley mismo grado de parentesco que su cón-
de matrimonio civil prohibe los matrimo- yuge. Las consecuencias de este parentesco
nios entre ascendientes y descendientes, sin no cesan por la muerte de uno' de los es-
limitación, sean legítimos o ilegítimos. Y posos, pero quedan automáticamente eli-
también entre hermanos o medio-herma- minadas si el matrimonio es declarado nulo.
nos, legítimos o ilegítimos. Con estas dis- Como obstáculo decisivo para la celebra-
posiciones se trata de impedir que se con- ción de un nuevo matrimonio, la ley se re-
sumen uniones repudiadas por los princi- fiere, expresa y únicamente, a "la afinidad
pios más firmemente arraigados de la en línea recta", vale decir, que la disposi-
moral corriente y que los descendientes ción pertinente sólo imposibilita los ma-
hipotéticos de las mismas sufran las con- trimonios entre el suegro y la nuera, viuda
secuencias de una consanguinidad tan de su hijo, o e! de .la suegra y el yerno, viu-
acentuada. do de su hija.
A la descendencia, legitima o ilegítima, Para las legislaciones alemana y brasile-
debe agregarse en nuestro país, y a par- ña, la prohibición de los vínculos amorosos
tir de la sanción de la ley 13.252, la des- o sexuales entre personas vinculadas ppr
cendencia formada por adopción. De acüet- afinidad en línea recta tiene un carácter
más terminante y definitivo, ya que subsis- La mayor parte de los civilistas de nues-
te aun en caso de que el matrimonio pri- tro país, entre ellos Díaz de Guijarro, se
mitivo fuese invalidado o de que el víncu- inclinan en favor de las últimas conclusio-
lo que unió a la pareja primitiva hubiese nes de las ciencias psicofísicas, y conside-
sido simplemente un concubinato, siempre ran que la ley debe proteger al individuo
que el carácter del mismo fuese público y contra su propia inclinación al error, espe-
notorio. Para las leyes mencionadas, la im- cialmente cuando los efectos del mismo
posibilidad de aceptar el nuevo matrimo- pueden extenderse hasta terceros inocen-
nio deriva de obstáculos que han sido de- tes, como se daría en el caso de los hijos
nominados "de cuasi afinidad o de pública de matrimonios en los que uno o ambos
honestidad". cónyuges están afectados por un mal in-
Dentro de este mismo tipo de prohibicio- culpable y hereditario.
nes de carácter ético o moral, destinadas, Las leyes argentinas han adoptado esta
en cierta medida, a la protección de los más posición moderna. Las que se ocupan de
débiles, que pueden verse coaccionados u algunos aspectos del problema son: la ley
obligados a aceptar una situación afectiva 11.359, del 17 de setiembre de 1926, que
contra su voluntad, podemos señalar la in- prohibe el matrimonio de personas ataca-
cluida en el artículo 12 de la ley de matri- das por la lepra, y la ley 12.331, del 30 de
monio civil, que dispone: "El tutor y sus diciembre de 1936, que impide la formaliza-
descendientes legítimos que estén bajo su ción del mismo cuando alguno de los con-
potestad no podrán contraer matrimonio trayentes está afectado por una enferme-,
con el menor o la menor que ha tenido o dad venérea. En el inciso 7? del artículo 9<?
tuviese aquél bajo su guarda hasta que fe- de la ley de matrimonio civil se sigue el
necida la tutela haya sido aprobada la cuen- mismo criterio defensivo al prohibir el ma-
ta de su administración". trimonia de las personas afectadas por la
También tiene carácter de sanción moral, locura. Pero en este caso, además de tratar
aunque de otra naturaleza, la prohibición de evitar la propagación por herencia de
establecida por el inciso 6"? del artículo 91? la locura, se quiere proteger también al in-
de la ley de matrimonio civil, que impide sano que no se encuentra en condiciones
el matrimonio de una persona con el autor mentales de apreciar la trascendencia físi-
o cómplice voluntario del homicidio del otro ca, afectiva y moral de sus actos.
cónyuge. Hemos dejado para último término el
Otro obstáculo que las leyes argentinas obstáculo derivado del ligamen o vínculo
oponen a la posibilidad de un amor nor- matrimonial anterior.
mal es la presencia, en cualquiera de los De acuerdo a nuestras leyes y a las dé
posibles contrayentes, de cierto tipo de en- muchos países que no admiten la disolu-
fermedades de gran peligrosidad y difícil ción del vínculo, las personas que han fra-
curación, o la carencia del pleno goce de casado en un primer matrimonio no pue-
las facultades mentales. Las disposiciones den rehacer su vida afectiva, por lo menos
pertinentes, incluidas en una serle de leyes legalmente. Ni aun en los casos en que
especiales dictadas a medidas que se afian- ambas partes no tienen el menor reparo
zaban Jos conocimientos científicos rela- en concederse una libertad absoluta.
cionados con los respectivos temas, se ba-~ Se ha dicho que nuestra ley, al igual que
san directamente en los preceptos de la las informadas por un espíritu similar, de-
eugenesia, ya que, aun cuando tratan de fiende la monogamia, considerándola como
evitar el posible contagio del cónyuge sano, base Indispensable de la unidad y estabi-
tienen muy en cuenta la integridad física lidad de la familia. Sin embargo, la mayor
y mental de la posible descendencia. parte de los países civilizados aceptan las
Este criterio, que favorece la intervención monogamias sucesivas; es decir, no la ins-
estatal en defensa de la salud, y aun con- titución de dos matrimonios paralelos y si-
tra la voluntad de las partes, tiene antece- multáneos, pero sí la posibilidad de concre-
dentes muy remotos. Ya hemos menciona- tar una nueva unión legal después del fra-
do la posición de los espartatíos y de los caso de la primera y de la disolución formal
babilonios, compartida también por los he- del primer vínculo..
breos, que prohibían expresamente el ma- La persistencia del ligamen no impide
trimonio de leprosos, tuberculosos y epilép- que las personas unidas por el mismo pue-
ticos, en un plan de defensa de las gene- dan llegar a amar a otra, pero si impide
raciones futuras. la formalízacíón o legalización de ese amor.
La doctrina católica se ha opuesto tenaz- Vale decir que queda siempre la posibilidad
.mente a esta concepción de las relaciones del amor libre, al margen de las disposicio-
del Estado con los individuos, considerando nes legales imperantes en el país.
que éstos pueden querer unirse por fines Pero este sucedáneo repara sólo relativa-
más elevados que los simplemente eugené- mente la injusticia de las leyes, y no pue-
sicos. de ser encuadrado dentro de .las limitado-
nes de este* tema. No debe confundirse el tual de la libertad de cátedra y los límites
amor libre, por más digno que sea, con la dentro de los cuales ésta se manifiesta.
"libertad de amar" en forma y condiciones Dijimos al comienzo que.la libertad de
que satisfagan individualmente «, las partes cátedra es un derecho. Como tal, puede
interesadas, pero que puedan ajustarse tam- ejercerlo todo aquel que se considere capa-
bién tanto a las leyes que los .rigen como citado para enseñar la ciencia de que se
ai consenso de la opinión pública que los trate y que reúna los requisitos que las
rodea. leyes o reglamentaciones tuvieren estable-
BIBLIOGRAFÍA. — Luis Jiménez de Asúa, Libertad cte amar cido al efecto. Además, al igual que todo
y derecho a morir, Editorial Losada* Bs. Aires. — Otto derecho, arrastra una correspondiente obli-
Wcininger, Jorge Simrnel y otros. El sexo en. la civiliza-
ción, Editorial Aguüar, Madrid, 1930. — Felicitas Klimpel, gación, la que consiste, ante todo, en en-
La mujer ante el hombre ,tf e\ Derecho penal. Imprenta señar con buena fe. Esto implica que el
Ceuta, Bs. Aires, 1942. — Érich Fromm, IM libertad de catedrático expondrá su materia en la for-
amar, Editorial Paidos, Bs. Aires. — Bertrand Russell,
Vieja v nueva moral sexual, Editorial Losada, Bs. Aires, ma auténtica que la conociere o tuviere de
1938. ^^ M. J. Champcommunal, El nuevo Código de fa- ella su concepto, sin desvirtuar maliciosa o
milia ^oviétíco.—Miguel Figueroa Román, El derecho cte
familia en la Rusia, Soviética, Editorial La Raza, Tucu- tendenciosamente sus principios. Ello no
raán, 1934. — H. G. Wells, Quiebra de la democracia, Bs. quiere decir, desde luego, que no pueda te-
Airee, 1933.
ner un criterio absolutamente personal con
LIBERTAD DE ASOCIACIÓN. <y. ASO- relación a la misma —aunque siempre, se-
CIACIÓN. ASOCIACIÓN CIVIL. ASOCIACIONES PRO- gún luego veremos, dentro de las normas
FESIONALES.) constitucionales—, sino que debe verter esos
principios tal y como sinceramente los com-
LIBERTAD DE CÁTEDRA. * En un con- prenda. Si bien este concepto hace a la
cepto general, es el derecho de quien en- honestidad intrínseca que debe primar en
seña una ciencia, arte o religión a utilizar toda tarea docente, y por lo tanto queda
para ello el método que considere más con- reducida al mundo subjetivo de cada uno,
veniente. Hallándose dedicada esta obra a no por ello pierde validez como rasgo im-
las ciencias jurídicas, puede decirse, desde portante de aquella obligación. También se
un punto de vista particular, que la liber- manifiesta esta última en otro imperativo
tad de cátedra consiste en el derecho de esencial de la labor del catedrático: el es-
quien enseña una ciencia a exponerla según fuerzo desarrollado en la explicación de la
ciencia respectiva. En efecto, deberá siem-
el método que considere más conveniente, pre aquél poner el máximo de su sabiduría
dentro de los principios constitucionales y y sentido pedagógico, y a, veces también,
sin vulnerar la armonía social, la moral y su sacrificio, para que sus enseñanzas con-
las buenas costumbres. tribuyan a vigorizar la personalidad inte-
Se emparenta- estrechamente la libertad lectual de sus alumnos o discípulos. Esta
de cátedra con la libertad de enseñanza, y obligación, además, tiene su fundamento
en modo algo más distante con la libertad en el decisivo interés público que desde él
de palabra y de pensamiento. Como conse- punto de vista social adquiere toda labor
cuencia de ello, acompañó siempre a estas docente, y ' debe ser tenida siempre muy
últimas en las luchas seculares que la hu- en cuenta por el profesor, so pena de des-
manidad ha librado —y sigue librando— virtuar la trascendencia de su cometido.
por el afianzamiento del principio de liber- También se afirmó en los inicios de es-
tad, que es el don supremo que recibiera el tos párrafos que la libertad de cátedra im-
hombre de Dios y un valor inmanente de plica, exponer la ciencia respectiva de acuer-
su personalidad. do con el método que el profesor entienda
Obvio sería insistir aquí sobre la trascen- más apropiado. Ello significa que este úl-
dencia que adquiere la libertad de ense- timo podrá orientar el curso bajo su ente-
ñanza —y con ella la libertad de cátedra— ra responsabilidad, ya apoyando o critican-
en una comunidad organizada democráti- do las ideas o sistemas científicos de que
.camente» .ya que. .constituye uno de los pi- trate, bien otorgando a unos aspectos de
lares fundamentales sobre los que se edi- la materia mayor importancia que a otros.
fica la grandeza de los pueblos. Todo aquel Sin embargo, esta libertad del catedrático
que sienta con sinceridad las ideas de de- deberá condicionarse a un determinado or-
mocracia, igualdad 1civil y bienestar social denamiento sistemático o "programa" de
no puede ser ajeno al imperativo categó- la ciencia que enseña, aprobado por la au-
rico de aquéllas como único medio de que toridad docente respectiva, sobre cuya base
los conocimientos sean transmitidos, a tra- aquél desarrollará él curso. Esta restricción,
vés de las generaciones, con auténtico rigor a su vez, está motivada por la necesidad
científico. Por lo tanto, sentada esta pre- de ordenar un conjunto de principios cien-
misa, cabe analizar la naturaleza concep- tíficos afines con un criterio unitario y
coordinado, a efectos de favorecer una me-
* Por el Dr. MAMO O. FOLCHI. jor comprensión de ellos por parte de los
alumnos, y cumplir'con los fines superio- superiores de la sociedad, con el fin dé evi-
res de la enseñanza; por lo tanto, esto sólo tar una perniciosa valoración de conceptos
podrá lograrse ajustanüo los principios bá- por parte de aquél. Como fácil resulta co-
sicos de cada asignatura al plan general legir, ambos aspectos se encuentran muy
de estudios que ellas integren. De allí, por íntimamente vinculados —a punto tal que
ejemplo, la importancia de la correlativi- bien pueden confundirse uno y otro en
dad de materias en los cursos universita- multitud de detalles—, y juntos hacen que
rios, en virtud de la cual, y en el caso con- el ejercicio de la cátedra sea una de las
creto de una Facultad de Derecho, no po- funciones trascendentales de la vida social
drían enseñarse los contratos civiles sin en el mundo contemporáneo.
que se haya explicado previamente la teo- Comprenderlo así y arbitrar los medios
ría general de los hechos y actos jurídicos. necesarios que tenga a su alcance para la
La limitación antedicha, pues, resulta fá- obtención de los sagrados fines de la ense-
cilmente comprensible por las razones pe- ñanza es tarea fundamental del profesor,
dagógicas que la abonan. Otro aspecto li- quien sólo de ese modo verá realizado el
mitativo de ¡a libertad de cátedra se halla ejercicio de su cátedra dentro de un autén-
en los casos de universidades que tienen tico concepto de libertad.
una orientación religiosa definida, en las
cuales, como es lógico, el régimen de liber- LIBERTAD DE CIRCULACIÓN ECONÓ-
tad en la docencia tendrá los límites exi- MICA. * SUMARIO: 1' Antecedentes patrios.
a) Los orígenes, b) El imperio inca su ga-
gidos por el orden sobrenatural y por la fe rra, c) La revolución, d) Los municipios y
y costumbres en que se funda la religión provincias, e) La anarquía económica. 2" Ré-
respectiva. gimen constitucional, a) Los textos, b) Juris-
Reconoce la libertad de cátedra ciertos prudencia de la Corte Nacional.
límites aún superiores a los señalados, que I1? Antecedentes patrios
exceden el ámbito exclusivamente pedagó-
gico o científico para enraizar en las bases a) Los orígenes. Es sabido que a comien-
mismas de la nacionalidad de un pueblo. zos del siglo xvi, España, en creciente ri-
En efecto, ya se dijo que aquélla debía ejer- validad con Portugal, avanza su conquista
cerse dentro de los principios constitucio- en el Río de la Plata. Al descubridor Solís
nales y sin vulnerar la armonía social, la (año 1516) le siguen Juan Sebastián Gabo-
moral y las buenas costumbres. Ello es así to y Diego García (año 1526), que remon-
por cuanto no hay derechos absolutos y por tan el Paraná y el Paraguay, y a éstos,
lo tanto la enseñanza que, se imparte, con Pedro de Mendoza, que ya con la deter-
libertad no puede ser aprovechada para minación» de ocuparlo desembarca en la
convertirse en un instrumento de engaño, banda occidental del Río de la Plata. Bus-
de subversión constitucional, de perversión ca el camino de Potosí, propósito que no
de las costumbres o de falsa moral indivi- alcanza a cumplir por su enfermedad. Fa-
dual o social. No podría atacarse, por su llece, en el mar en viaje de regreso (1537).
intermedio, la necesidad del respeto a los En cuanto se refiere al comercio, el rey
demás, la unión familiar, las sanas cos- se manifiesta netamente proteccionista. En
tumbres y todos aquellos derechos que con- la capitulación que firma en 1547 con Juan
tribuyen a mejorar y dignificar la persona- ¡de Sanabria se deja establecido que la na-
lidad humana. De allí que ¡os límites supe- vegación del Río de'la Plata ha de ser libre
riores mencionados constituyen, para quien "no sólo para el adelantado, sino que para
ejerce la cátedra, una valla infranqueable, todos los demás con quienes su majestad
más allá de la cual estaría el peligroso y tomase asuntos"^).
reprimible terreno de la difusión del caos El 2 de setiembre de 1587 ocurrió un acon-
social. Él ejercicio de la cátedra tiene, ade- tecimiento auspicioso que debió señalar el
más, vital importancia en orden a dos as- camino de nuestro desarrollo futuro: zar-
pectos: público uño, privado el otro.-El pri- paba de Buenos Aires la fragata "San An-
mero está dado por el hecho de que la tonio", que había sido construida íntegra-
cátedra está siempre al servicio de la so- mente en el país, en los sumarios astilleros
ciedad, y ella, como instrumento de educa- ribereños. Transportaba lienzos, sobreca-
ción o instrucción, no puede desconocer el mas, costales y otras manufacturas de las
sustrato tradicional y el fondo común mo- tejedurías, de Córdoba y Tucumán, que fue-
ral de índole social en que se apoyan estas ron los primeros productos auténtk-.arnente
últimas, en una comunidad determinada. nuestros transportados en un buque capaz
A su vez, el aspecto privado de la cuestión de afrontar la navegación en mar abier-
surge de la influencia que la enseñanza
tiene sobre el discípulo, y precisamente por * Por el Dr. ROBERTO TAMÁCNO.
esta razón es que debe el catedrático ade-
cuar sus exposiciones a aquellos principios (1) Jaime Gálvez. Rosas V la navegación de nuestro*
que .conforman el orden jurídico y moral TÍOS, pág. 30.
to i 2 ). A raíz de este trascendental acon- tecerse a sí mismo ( 6 ). Es justamente en
tecimiento, el 2 de setiembre se ha insti- Buenos Aires donde el monopolio no era
tuido en 1937 como día de la industria na- efectivo, en que reinó la pobreza.
cional. Levene, en su Historia económica del Río
Entretanto los portugueses han ocupado de la Plata, da noticia de la riqueza de
la Banda Oriental, y desde allí organizan nuestro país al finalizar el siglo xvm. La
el comercio clandestino en condiciones industria vitivinícola ha prosperado en
competitivas, porque los porteños estaban San Juan, Mendoza, La Rioja y Catamar-
obligados a recibir las importaciones por ca; un barril de vino mendocino se vende
medio de carretas que las traían del Perú, en Buenos Aires a $ 36, de los cuales $ 14
que a su vez las introducían de Panamá. a 16 son de flete. En 1802 entraron en San-
Con f el contrabando comenzaron a llegar ta Fe 10.000 barriles de aguardiente cuya-
mercaderías inglesas. no, de los cuales buena parte eran desti-
Inglaterra había desarrollado su impe- nados a Corrientes, Entre Ríos y la Banda
rio en América, y mediante un pacto se- Oriental.
creto con Portugal, alcanzado un desarro- En el Norte, Cochabamba era el centro
llo prodigioso. fabril del Alto Perú; Tucumán proveía el
Este aliado, que le estaba completamente algodón para los textiles. Además era la
subordinado, fue un factor eficiente para más importante fábrica de carretas sin fal-
dividir la soberanía del Río de la Plata. tar por cierto trabajos más delicados de
Siglos después consolidaría esa política con ebanistería y una fuerte producción de ta-
la escisión de la Banda Oriental. Desde baco, que se enviaba al litora-1 en mozos
1680 la Colonia del Sacramento, allí en- acomodados en petacas ( 7 ).
clavada fue un verdadero nido dé contra- Centros industriales existían en Corrien-
bandistas (3). tes, con tejedurías y astilleros; Catamarca,
La aduana española debió establecerse Córdoba y Santiago del Estero. En Asun-
en Córdoba para que los artículos prove- ción, se construyeron en 1811: 8 berganti-
nientes del contrabando no destruyesen 4la nes, 5 fragatas, 4 sumacas, sin contar ba-
industria míe nacía pujante en el Norte ( ). landras y embarcaciones menores.
Allí hubo' prosperidad, en tanto en el Río No faltaban ni aceites comestibles, ni
de la Plata, donde virtualmente estaba es- arroz, cereales, productos de granja, que
tablecida la libertad de comercio, reinaba se desarrollaban en las tierras de pan lle-
la pobreza. Y eso que era dueña de una var de los aledaños de ciudades y pueblos.
enorme riqueza: los ganados cimarrones. En Buenos Aires, en 1794, el virrey Lo-
Buenos Aires, entregando sus cueros a reto iniciaba la industria de la salazón de
cambio de manufacturas extranjeras, no carne. Salinas Grandes, al Sur, proveía del
tuvo industrias de consideración. Llegó un elemento necesario.
momento en que los contrabandistas ex- Al amparo de la aduana de Córdoba se
tinguieron la gran fortuna pampeana. Los desarenó en el Virreinato una industria
permisos de vaquerías que originariamente incipiente, pero que debió ser, a no mediar
se concedían con largueza tuvieron que ser el imperialismo inglés y sus consignas, la
escatimados. En 1661 (acta del Cabildo del fuente de un gran desarrollo industrial.
14 de enero) se informó que el ganado se El comercio interno del país alcanzó un
había retirado a cincuenta leguas de la alto nivel. En el siglo xix todavía era ira-
ciudad; en 1639 el mismo Cabildo ordena portante, aunque sufría un continuó dete-
que se suspendan por seis años los permisos rioró, por la entrada de manufactura, in-
de vaquear, debido a la escasez de ganado. glesa y porque el transporte era lento y
En 1700 se cierran nuevamente las vaque- dispendioso ( 8 ).
rías por cuatro años; en 1709, por un año, Ingenuamente, Mariquita Sánchez nos da
y en 1715, otra cerrazón,
5
esta vez también una valiosa noticia del comercio virreinal:
por cuatro años ( ). "Las provincias tenían un gran comercio.
Se ha afirmado, y parece ser,/ aceptado Córdoba surtía de bayetas (picote), de fra-
como una verdad inconcusa, que España
fracasó económicamente en América a cau- (6) Juan Alvarez, Lo» guerras civiles, paga. 16 y 11.
sa del sistema de monopolio. Esto no es (7) Víctor Calvez, Memorias de un tJiejo, t, m, páj.
exacto. Pese al contrabando, que no fue 192, 3» ed., 1888.
(8) Dice un testigo: "Se necesitaban boyadas de re-
debidamente corregido, el Virreinato llegó puesto, para la muda de los que tiraban las carretas, y
a tener gran desarrollo industrial y a abas- como éstas se fabricaban en Tucumán, los troperos eran
verdaderos capitalistas constructores de carretas, las que
vendían también en el mercado del litoral. Cada tropa
exigía, pues, capitales en animales, sueldos* de peones
(2) Jaime Calvez, op. cit,, pág. 31. y en el valor de las mismas carretas. Los fletes eran
(3) José M» Rosa, Defensa u perdido de la indepen- caros y el producto se recargaba con el interés por los
dencia económica, 2» ed., pág. 25, meses que transcurrían, que podía calcularse en 90 días.
(4) Ernesto Palacio, Historia de la Argentina, t. I, Otro lapso igual de tiempo el retorno de las mercaderías
pág. 81 de la 2» edición. • europeas". Víctor Gálvez, Memorias de un viejo, t. 3,
(5) Emilio Coní, Historia de las uaquerias. pág. 192.
aadas finas y ordinarias, de ponchos, de medida; una conjuración derribó la Junta
unas alfombras que les decían Chuses y eran el 7 de noviembre de 1811, y el Triunvirato
las que se tenían en los cuartos para abri- y la Asamblea del año XIII sancionarían
go, porque las alfombras para las salas sólo la indefensión y la virtual entrega de la
venían de encargo". "De Corrientes venían economía al comercio inglés.
unos lienzos que les declan tucuyos; cos- d) Los municipios y provincias. El dete-
taban dos reales la vara y era de lo que se rioro económico produjo el alzamiento de
vestía, la gente pobre, porque el género blan- las masas del interior, que habían, perdido
co, más ordinario, costaba un' peso y seis la base de su sustentación; así nacieron los
reales; esto era muy ordinario". caudillos y los gobiernos de provincia, or-
"En las provincias había industrias; en ganizados sobre la tradición de los gobier-
Buenos Aires, ninguna. De Mendoza venían nos municipales. Los cabildos de las ciuda-
.alfombras para ir a la iglesia, hechas allí des hispanas que son la raíz de los gobiernos
con mucho ingenio. Allí hilaban las lanas de provincia ( I ! ) .
y las teñían de los colores más hermosos, El nacimiento de los gobiernos provin-
y hacían las alfombras de relieve. Venían ciales no fue sino una consecuencia de la
de Mendoza mucha cantidad de frutas se- libertad de comercio inglesa, que alteró fun-
cas riquísimas. Las pasas de uvas secas a la damentalmente el orden establecido.
sombra... Traían ricos dulces muy aprecia- Comenzó, entonces, la guerra económica
dos... Traían aceitunas muy ricas, almen- interna. Lo que los autores clásicos argenti-
dras y nueces... arropes... Traían vinos nos llaman la lucha entre el puerto y el
de varias clases, preferidos por el pueblo interior. En verdad, la guerra del imperia-
al cartón... Venían de San Juan con ba- lismo inglés con la industria vernácula.
rriles de vino fuerte, imitando al madera... La defensa de los núcleos del interior por
Venían de Córdoba muy ricos dulces... Ve- sobrevivir, que se tradujo en una canti-
nían de Salta ricos pañuelos bordados" (»). dad de medidas ruinosas para el intercam-
La artesanía criolla hacía honor a las tra- bio y la circulación comercial.
diciones recibidas. e) La anarquía económica. Sarmiento
.Lo de la haraganería hispano criolla no nos da testimonio de la situación al tiempo
ha sido sino un cuento muy difundido y muy de la dictadura del general Rosas. Dice en
útil para mantener la opresión económica. carta circular a los gobernadores del 3 de
b) El imperio inca su garra. A partir junio de 1849. "En San Juan pagan tres
del Tratado de Utrech, que fue una derrota pesos de internación por cabeza los gana-
española, comenzó la entrega económica de dos engordados por sus confederados los
América. Primero los "asientos de negros", mendocinos; ocho reales el quintal de ha-
a la que siguió el libre comercio de los rina, cien pesos de piso cada carreta. En
puertos españoles en 1778, en la realidad la la provincia de San Luis paga cada carga
libre introducción de productos ingleses, que va o viene de las provincias de Cuyo,
bastando que éstos fueran consignados a a los litorales, cuatro reales. La Sala de Re-
comerciantes españoles. Luego el comercio presentantes les impuso un peso, pero a
con "neutrales" 1797, y la apertura del puer- consecuencia de la protesta de los gobiernos
to de Buenos Aires al comercio inglés en de San Juan y Mendoza, se bajó tempo-
1809, fueron las etapas sucesivas del avan- ralmente a cuatro reales. En el año último
ce del imperio inglés sobre el magnífico han pasado de ida y vuelta por las cerca-
emporio español. nías de San Luis como 20.000 cargas que
Dentro de esa política encajaba perfecta- han dejado a su gobierno, de derechos de
mente el decreto del virrey Baltasar Hidal- expoliación sobre el transeúnte, diez mil'
go de Cisneros otorgando facilidades al pesos".
comercio inglés. Días después se llenó el "En Córdoba, en Tucumán, Salta y San-
puerto de Buenos Aires de mástiles en que tiago del Estero hacen pagar seis pesos de
flameaba el Unión Jaek ('<>). (V. LIBERTAD derechos por carga de aguardiente de San
BE COMERCIO.) Juan y Mendoza, con uno y medio reales
c) La revolución. Tiempo después la Jun- de derecho de exportación en sus provin-
ta Grande —que había sucedido a la Pri- cias respectivas, cuatro reales de tránsito en
mera Junta de Mayo— revocó esa política La Rioja, cuatro reales de tránsito en Ca-
suicida y decidió la prohibición de intro- tamarca y seis reales de tránsito para Jujuy
ducir "efectos al interior del país 1por ex-' en Salta, han arruinado al comerciante
tranjeros", junio 21 de 1811 (R. O. n ? 232), quitándole sucesivamente capital y prove-
medida que se dictó a pedido del Cabildo cho"... "Hánse establecido a las entradas
de Mendoza. Duraría poco esta salvadora de la ciudad de Córdoba casitas para arran-
car una contribución de lo que de la cam-
(9). Recuerdos del Buenos Aires virreynal. Editorial
Ene. pág. 24.
(10) José Mí Rosa, Defensa y pérdida de nuestra (11) José ;M<? fftosa, Del tnunieipalo indiano a la Pro-
independencia económica, citado, págs. 33 a 35. vincia Argentina. Madrid, 1998, pág. 81 y sigs.
paña introducen los pobres paisanos. Los 2<? Régimen constitucional
productos de la aduana de aquella provincia a) Los textos. La libre circulación de las
dará 150.000 pesos, independiente de la mercancías, productos, vehículos, etcétera,
contribución de ganado que importa mucho ha sido materia de repetidos pronuncia-
más"... mientos de la Convención Constituyente
"Un muía que sale de Corrientes para reunida en Santa Fe. Prueba de la grave-
el tráfico de Bolivia, paga en su provincia dad y presencia del problema. El artículo 99
ocho reales y cuatro reales de piso «n Santa expresa: "En todo el territorio de la Nación
Fe; cuatro reales en Córdoba, cuatro reales no habrá más aduanas que las nacionales,
en Santiago del Estero, en Tucumán cuatro en las cuales regirán las tarifas que san-
reales; en Salta cuatro reales, en Jujuy cione el Congreso". Luego siguen:.
cuatro reales, suma casi igual al capital"... Artículo 10. — "En el interior de la Repú-
"En todas partes y por todas las vías de blica es libre de derechos la circulación de
comunicación, las carretas son abrumadas los efectos de producción y fabricación na-
de derechos exorbitantes. De Tucumán pa- cional, asi como la de géneros y mercancías
ga en Santiago del Estero diez reales por de todas clases, despachados en las aduanas
arroba, y cuatro en Córdoba, con lo que exteriores".
aniquilan la producción. El aguardiente de Artículo 11. —"Los artículos de produc-
caña tiene once pesos de derecho en Cór- ción o fabricación nacional o extranjera,
doba. La harina de San Juan tiene derechos así como los ganados de toda especie, que
que varían según la voluntad del manda- pasen ^por el territorio de una provincia a,
tario" (12). otra, serán libres ;de los derechos llamados
Lo que no percibía el ilustre sanjuaniho de tránsito, siéndolo también los carruajes,
es que aun con el recargo de los derechos buques o bestias en que se transporten; y
de tránsito, la industria prosperaba y se ningún otro derecho podrá imponérseles en
mantenía al amparo de la ordenanza de adelante, cualquiera sea su denominación,
aduana'de 1835, qué fue la verdadera causa por el hecho de transitar el territorio".
de que la dictadura perdurase. Al derogarse El artículo 12 repite la consigna referida
por la legislatura
;
de Buenos Aires en 1853, a la navegación interprovinciaL
la ruina
13
de la economía vernácula fue to- Consecuente con esta política, el inciso
tal í ). Sobrevinieron nuevas sublevaciones 12 del artículo 67 confía al Congreso el po-
en el interior que fue necesario extirpar en der de reglar el comercio marítimo y terres-
forma terriblemente cruenta O 4 ). (V. LIBRE tre.
CAMBIO.) Respecto a esta cláusula dice González
La Suprema Corte de la Nación ha afir- Calderón: "En nuestro sistema constitucio-
mado que el problema de las aduanas inte- nal no es menos importante el poder federal
riores era nuestro. "Su interpretación ha de de reglar el comercio exterior y de las pro-
buscarse, ante todo, en nuestra propia tra- vincias entre sí. Así. lo comprendieron los
dición, para fijar el sentido de los textos constituyentes de Í853, copiando casi a la
legales". t letra el texto norteamericano, sin duda para
"Establece, con este criterio, que los im- que nuestros jueces pudieran aprovechar
puestos aduaneros eran tres: a) El de trán- íntegramente la sabia doctrina y abundante
sito, el más enérgicamente vetado por la jurisprudencia que a aquel texto han ilu-
Constitución, como que era el que enconaba minado durante tan larga experiencia" O 6 ).
más la querella entre las provincias, y con- Sarmiento fue más concluyente en cuanto
sistía en un impuesto al simple paso de un a la necesidad de mantenerse dentro de
producto por el territorio de la provincia, los términos estrictos del modelo norteame-
viniendo de otra provincia y destinado a ricano. Dijo, informando a nombre de la
una tercera; b) el de «estraceión» de los Comisión Bevisora del texto en 1860: "La
productos, impuestos llamados a veces de comisión, señores, ha tenido especial em-
exportación que gravaban la sola «saca» de peño, cuando entró en estos debates, en no
ellos, destinados a una tercera; c) el de salirse de los términos literales, en cuanto
introducción, o también llamado de impor- era posible, de la Constitución de los Esta-
tación, que tenía dos grados de imposición, dos Unidos; no porque sean más o menos
a veces un impuesto más alto cuando venía aplicables a nosotros, sino porque nos va-
del extranjero, otro menor cuando provenía mos a encontrar con una jurisprudencia que
de otra provincia" ( I 5 ). a nadie le será permitido decir: yo opino
así" Cn.
(12) Domingo Faustino Sarmiento, Qbro«
t. 6, pág. 195 y slg. (ed. 1877).
Por cierto que no tenemos un concepto
(13) A García Mellid, Proceso oí liberalismo argen- muy elevado de la tarea que en 1853 cum-
tino.
• (14) Roberto Tamagrto, Sarmiento, los liberales y el
tfn.verW.Kma inglés (1963). (18) Derecho constitw.etánnt argentino, t. III. pág. III.
(15) S. C. N.. t. 178, pág. 308. Vlla Justo y otros c/Pro- <17) Felipe S. Pérez, La Constitución Nacional V la
vtocia de Córdoba (1937). Corte Suprema, t. I, pátf. 24.
plieron los constituyentes de Santa Fe, so- tente... porque recaen en uno y otro ücaso
bre todo después del estudio meticuloso que sobre el precio de la mercancía"... (- ).
hiciera José M-? Rosa O 8 ) de las actividades En la sentencia dictada en el tomo 174,
de sus integrantes, pero no creemos que pre- pág. 193, decidió que era inconstitucional
cisamente en esta materia la copia sea servil la ley 3097 en tanto reglamentaba el co-
y aplicables sin más ni más los precedentes mercio terrestre y marítimo con la Capital
norteamericanos. Federal y las demás provincias. "En efecto,
Lo afirmamos porque lo importante en dijo la Corte, no existe duda alguna de que
la materia son los artículos 9° a 12, que con- el comercio entre provincias... abarca ade-
templan una situación muy nuestra, an- más del intercambio, la navegación, las
gustiosa, patente, según lo llevamos refle- comunicaciones, el tráfico, la transmisión
jado en estas lineas, y la cláusula del de mensajes telegráficos y el tránsito de
articulo 67, inciso 12, no es sino una con- personas...". "Ese comercio interprovincial
secuencia necesaria. Si las provincias no de exclusiva jurisdicción nacional, debe
podían regular el comercio común era ló- tener y tiene un principio y un fin"... El
gico que lo hiciese el Congreso. momento inicial lo determina la Corte cuan-
b) Jurisprudencia de la Corte Nacional. do la mercadería es movida de la provincia
Desde luego, la existencia de las aduanas de origen: "esto es hasta el momento de
internas está vedada y al respecto no hay la entrega a los agentes encargados del
problema, pero queda por determinar en transporte". "Simultáneamente con la en-
qué momento se ha de considerar que la ri- trega se inicia el comercio interprovincial.
queza deja de circular para incorporarse a El proceso termina, para el tribunal, cuan-
la economía local 'de cada provincia. do aquéllos han sido almacenados, clasifi-
La Corte ha decidido que a los fines de la cados y dispuestos para la venta en los
Constitución, es riqueza pública imponible comercios o depósitos a cuyos titulares fue-
la que no está en tránsito, ni recién im- ron remitidos con aquel fin" ( 2 1 ).
portada, o corresponde a la nación, o forma Otra sentencia exigía que el producto "hu-
parte de instituciones o empresas creadas biese sufrido alguna transformación" ( 2 S ),
por leyes nacionales en ejercicio de facul- y se consideró que existía aduana provincial
tades concedidas al poder federal para fo- cuando se gravan mercaderías que no se
mentar el progreso de la República, siendo producen en la provincia, porque significa
en consecuencia inadmisible cualquiera dis- crear "una regulación o carta de comercio
tinción que quiera hacerse en la clase de interestadual" ( 23 ).
esa riqueza, desde el punto de vista de su En el caso inserto en tonio 178, página 308,
forma de producción, distribución y consu- el procurador, que a la sazón lo era el doc-
mo, . fenómenos económicos estos últimos tor Juan Alvarez, hizo el estudio de los
que sólo corresponde ser examinados para precedentes jurisprudenciales para concluir:
el objeto de determinar el momento en que "La dificultad no desaparece, afirmaba, es-
los palores importados a una provincia se tableciendo que dicho consumo se caracte-
incorporan a las de producción local, que riza al incorporarse definitivamente los
son contrarios a estas normas "los impues- productos a la riqueza provincial, puesto que
tos cobrados con motivo de embarque de precisamente ese momento de Ja incorpo-
frutas del país para ser exportados" ( 1 B ). ración es el que se procura definir"... "En
La provincia de Santa Fe había creado general hasta hoy se ha preferido aplicar
una patente diferencial para los depósitos algo asi como presunciones de carácter ge-
de cervezas; $ 30 para los de la bebida ela- neral, con el solo examen de la ley, por
borada en el territorio y de mayor cantidad cuya virtud, y aun a .falta de toda prueba,
para las elaboradas fuera. La Corte declaró: pueda discernirse si la mercadería gravada
"Que ,1a circulación de los efectos de pro- se destinaba o no al comercio local". Una
ducción o fabricación nacional que el ar- de esas presunciones, anota, consistió en
tículo 10 de la Constitución declara Ubre considerar que no están destinadas al con-
de derechos, es' la circulación territorial sumo local aquellas mercaderías que sólo
que en realidad queda también afectada hayan sido objeto de una venta (tomo 30,
gravando con un impuesto hasta de $ 750 página 332); hay inconstitucionalidad cuan-
la venta de cerveza elaborada fuera de la do el impuesto es cobrado antes de mover
Provincia y de sólo $ 30 la de elaboración los frutos del lugar de producción (tomo
local". "Que un gravamen produce el mismo 106, página 366); asimismo se había pen-
efecto sea que se aplique directamente' a sado en la posibilidad de considerar e$
las mercaderías o con designación de pa-
(201 S. C. N., t. 125, pág. 333. ~Antony y otros c/Pcla.
de Santa Fe.
(II) José Mí Rosa. lío» los representante» del pueblo, ( 2 1 i S. C. N., t. 174. pág. 193, Luis Tirasso c/Prov. de
Xditorial Theoria, Fassím. Buenos Aires (¡935).
(19) S. C. N., t. 95. pág, 327, Inre Geddes Hnos. c/Pcia. (22) S C. N.. 170. pág. 158.
4* B«. Aires (23) S. C. N., 178. pág. 308.
envase por mayor, como exclusivo de un ideal y conformado por la visión del mundo
consumo inmediato para el vino (tomo 26, que predomina en el estadio histórico ( ! ) .
página 94),^o por la de exigir alguna trans- Sn la Convención Constituyente de 1949 el
formación industrial del producto, etcétera. miembro informante de la Comisión redac-
El procurador Alvarez sugería que podría tora, decía que la economía debe progra-
encontrarse una fórmula más segura, ate- marse con criterios extraeconómicos, espe-
niéndose, en cada caso, al resultado de la cialmente políticos y, por ende, éticos; según
prueba de autos, para decidir si la mercan- el esquema liberal, la política era conside-
cía se ha destinado o no al consumo interno. rada como un motivo de perturbación para
Para admitir la constitueionalidad de la ley la economía libre, y hoy es verdad lo con-
habría que exigir dos condiciones: a) que trario, o sea que la economía libre es un
el estatuto previese la devolución de lo factor de perturbación para la política.
cobrado por el fisco cuando la mercancía "Sobre la base de la libre actividad econó-
vuelve a salir del territorio provincial, es mica de los particulares, que es una exigen-
decir, si hubiese resultado estar en'tránsito; cia de la naturaleza humana en quehaceres
b) trato igual ante el impuesto para todas de esta índole, el Estado, como promotor
las mercaderías similares, cualq'uiera sea su del bien de la colectividad, interviene para
origen. orientar la economía conforme a su plan
Ante el planteo hecho por el procurador, general de beneficios comunes" ( 2 ) . Al pro-
la Corte se creyó obligada a hacer un nuevo mediar el siglo xx, había informado al co-
estudio a fondo del problema. Lo hizo desde mienzo de su exposición, y frente al capita-
el punto de vista histórico, señalando que, lismo moderno, ya no se plantea la disyun-
como lo hemos demostrado, la cuestión era tiva entre economía libre o economía diri-
eminentemente nacional, con profundas gida, sino que el interrogante versa sobre
raíces en nuestro pasado. Creemos, por nues- quién dirigirá la economía' y hacia qué fin.
tra parte, haber evidenciado que fue el "Porque economía libre en lo interno y en
contrabando inglés, introducido por el puer- lo exterior significa fundamentalmente una
to de Buenos Aires al comienzo y legitima- economía dirigida por los carteles capita-
do después, el autor del estrago económico. listas, vale decir, encubre la dominación de
Argumenta luego la Corte que la supresión una plutocracia que, por eso mismo, coloca
de las aduanas interiores significó, sustan- en gran parte el poder político al servicio
cialmente, la abolición de las preferencias de la economía".
de tratamiento de los productos o merca- Aclaramos, desde ya, que estos conceptos
derías por razón de su procedencia. Cita no tienen aceptación unánime. Por "el con-
el precedente de la ley 12.139 sobre unifi- trario, son fuertemente controvertidos por
cación de impuestos. (V. INTERNOS [IMPUES- los que postulan la libre empresa y la liber-
TOS] ). Cree que dicha ley señala la abolición tad de comercio. Es el problema de nuestra
de preferencias en el tratamiento de los época, cómo se conjuga la libertad del hom-
productos o mercaderías, en sus artículos 19, bre con la conducción de la economía. La
inciso c), y 26, último apartado. piedra filosofal del siglo xx.
¿En qué forma afectan los impuestos pro- 2? La escuela liberal. El teórico de nues-
vinciales la libre circulación interna?, se tro estatuto fundamental profesó los pos-
pregunta. La afectan cuando, proponiéndo- tulados liberales con entusiasmo, y si hemos
selo-o no, pueden operar desviaciones en las de atenernos a sus palabras, ninguna corta-
corrientes de consumo. "Lo condenable, lo pisa ha de crearse para el libre juego de
ilegal —afirma— es el gravamen con fines los intereses. Decía Alberdi:, "La Constitu-
económicos de protección o de preferencia". .ción federal argentina contiene un sistema
En el caso se declaró que la ley no estable- completo de política económica en cuanto
cía una aduana porque no realizaba el pro- garantiza, por disposiciones terminantes, la
pósito de favorecer u hostilizar el comercio libre acción del trabajo, de} capital y de la
del producto similar de otra provincia. tierra como principales agentes de la pro-
"Tampoco lo era por el momento 24 o la forma ducción; ratifica la ley natural del equili-
en que se hacía la percepción" ( ). brio que preside el fenómeno de la diítri-
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas. bución de la riqueza, y encierra, en líitiites
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. discretos y justos, los actos que tienen rela-
ción con el fenómeno de los consumos
LIBERTAD DE COMERCIAR. * 1<? Esta- públicos. Toda la materia económica seJialla
do. El Estado es un ente de cultura, y comprendida en estas tres grandes divi-
como tal está condicionado a un sistema siones de los hechos que la constituyen".
Es discípulo de Adam Smith. Cuando Al-
(24) 5 C. N., t. 178, pag. 308i íVlla Luis y Justo c/Prov.
de Córdoba (1937).
(1) Arturo Enrique Sampay, 'La crisis ctel estado d*
derecho liberal burgués, Ed, Losada, pág. 27.
Por el Dr. ROBERTO TAMACNO. (2)''Diario de Sesiones, I, pág. 277.
berdi se hace eco de las opiniones de Juan mo, el más alto grado de industrialización—
B. Lay, el expositor del escocés, sus elogios tuvo el más grande instrumento para exten-
alcanzan al ditirambo: "brillante", "famo- der su imperio económico y político.
so", "cuyos escritos conservan esa frescura Inglaterra no tuvo uria doctrina, practicó
imperecedera que acompaña a los productos una política.
del genio". "A esta escuela de libertad —de- 3<? Nuestra política económica. Se ajus-
cía en su Sistema económico y rentístico tó, lamentablemente, a las directivas libre-
de la Confederación— pertenece la doctri- cambistas, vale decir, se siguió la política
na económica de la Constitución argentina inglesa en lugar de defender la economía
y fuera de ella no se deben buscar comen- vernácula.
tarios, ni medios auxiliares para la sanción Esto a partir de 1809 y como consecuencia
del Derecho orgánico". del tratado de Utrech, en que España debió
Adam Smith es el campeón de la escuela aceptar su derrota y las imposiciones in-
liberal. Considerado como el fundador de glesas. Política seguida por la Junta de
la economía política. Su pensamiento tuvo Mayo, rectificada por la Junta grande, y
la más amplia difusión y el mayor éxito de restaurada por la Asamblea del año XIII.
popularidad, a pesar del siglo y medio (V. LIBERTAD DE CIRCULACIÓN ECONÓMICA.)
transcurrido desde que vio la luz su doc- En 1825 firmamos un contrato comercial .
trina, sus argumentos siguen nutriendo las con Gran Bretaña, cuyas circunstancias
editoriales, los discursos parlamentarios y fueron expuestas en el diaño La Nación del
los manifiestos de los que sostienen como 25 de mayo de 1910. Intervinieron, por el go-
solución la libertad omnímoda del capital. bierno inglés, Wodbine Parish, y por el
He aquí un párrafo suficientemente com- argentino, don Manuel J. García. Dice la
prensivo de su pensamiento: "Habiendo crónica a que hacemos referencia: "El señor
sido completamente descartados de este Parish encontró en Buenos Aires un am-
modo todos los sistemas de preferencia o biente amistosísimo. Se consideraba a In-
de restricción, el sistema evidente y sencillo glaterra algo así como una aliada"... "Ri-
de la libertad natural se establece por sí vadavia y sus compañeros de gobierno tenían
solo. Cada hombce, en tanto no cometa nin- para el comisionado inglés una considera-
guna violación a las leyes de la justicia, ción llena de simpatía y en las conversa-
queda en absoluta libertad de perseguir la ciones con él reconocían y realzaban a
consecución, de su propio interés del modo propósito la genialidad británica, su influen-
que más le convenga/de colocar su trabajo cia trascendental en la evolución de las
y su capital con los de (cualquier otro hom- ideas económicas y su influencia protectora
bre o la de cualquier otra categoría de ante las repúblicas de América". "Respecto
hombres". de la gestión que traía el señor Parish se
Creía que el orden económico se estable- manifiesta en síntesis que sería acordado
cía por leyes naturales que además de es- iodo lo que la Inglaterra pidiera en el sen-
pontáneas eran ineluctables, justas y bene- tido de establecer sobre la más amplia base
ficiosas. Toda interferencia traería, a la de libertad el intercambio con nuestro país".
postre, un perjuicio colectivo. "El 24 de agosto de 1824 se recibió de Gran
El inc«ntivo para el mejoramiento lo da- Bretaña el proyecto de tratado, que fue
ría la iniciativa privada, el interés privado, inmediatamente comunicado al ministro
que restablecería el equilibrio cada vez que don Manuel José García. Algunos días des-
'fuese alterado. La división del trabajo, que pués los dirigentes ingleses festejaban el
él fue el primero en percibir y exponer día de San Andrés y en esa ocasión hubo ma-
brillantemente, aumentaría y mejoraría la nifestaciones de entusiasmo delirantes...".
producción, y la libre competencia abara- "En circunstancias que el comercio inglés
taría automáticamente los precios. se posesionaba victoriosamente de este mer-
Adam Smith, que escribía a fines, del si- cado... "(*). ¡
glo xvni, conocía la máquina, pero no llegó A partir de 1835 la situación se modificp
a conocer el maqumismo. Una de sus gran- al dictarse la ley proteccionista, que pro-
des conquistas fue la conversión de William dujo gran auge en la industria'y la artesanía
Pitt a sus ideas. El gran político inglés era del interior ( 5 ). i
estudiante cuando leyó La riqueza de las Ya en 1836 el mismo Parifh se agravia
naciones, y desde entonces se declaró dis- del cambio operado, disminuyendo el con-
cípulo del economista escocés. Fue él quien sumo de artefactos europeos y aumentán-
formó el tratado de libre cambio con Fran- dose el de lienzos crudos. Sarmiento se
cia; el tratado Edén de 1786 ( 3 ). Desde en- lamentaría: "Resulta que las clases que con-
tonces la política de Gran Bretaña —que sumen paños y sedas habían disminuido
había alcanzado, mediante el proteccionis-
(4) Roberto Tamsgno. Sarmiento, los liberóles y el im-
perialismo inglés, pág. 61 y sigs.
(3) Roberto Tamagno, El sistemo económico dé lo (5) José M? Rosa, Defensa y pérdida de la indepen-
constitución vigente y s'u reforma, Í949, pág. 12 $ síes. dencia económica.
en 10 años, y en cambio las que consumen en todas partes con ellas. Tómense todas
quimonos y lienzos habían aumentado, esto las piezas de su ropa, examínese todo lo
es, el número de los ricos había disminuido que lo rodea, y exceptuando lo que sea de
y los pobres ampliádose" ( f i ) . El razona- cuero, ¿qué cosa había que no sea inglesa?
miento era, naturalmente, erróneo. Si su mujer tiene pollera, hay diez posibi-
La caída de Rosas ocasionó la derogación lidades contra una de que será manufac-
de la ordenanza a cuyo amparo habían cre- turada, de Manchester". Lo mismo "la cal-
cido las industrias, y nuevamente imperó el dera u olla", "la taza de loza ordinaria", "su
libre cambio y el desmantelamiento del in- cuchillo, sus espuelas, el freno, el pon-
terior, con las sublevaciones de los pueblos cho", "todos sus efectos llevados de Ingla-
perjudicados. Fueron severamente repri- terra" ( » ) . . "
midos. Esta política de indefensión económica se
La- entrada de la mercadería europea fue mantuvo casi sin restricciones hasta la gran
celebrada por los conductores del país cre- depresión de 1930; en tanto la guerra de
yendo que en eso justamente fincaba la 1914-18 había provocado un transitorio auge
riqueza. Decía Sarmiento: "El consumo que de las industrias nacionales, la depresión
cada Estado hace de los productos de la produjo un total colapso. Fue para evitar
industria francesa, es el medio infalible la fuga del peso que se estableció el control
para apreciar el estado de la civilización de cambios.
respectiva. El Río de la Plata, sin el Uru- 4"? Libertad económica interna. En reali-
guay, consume más mercaderías francesas dad nunca ha existido una completa y ab-
que cualquiera de los otros pueblos ameri- soluta libertad, pues han existido prohibi-
canos de habla española". "En 1854, agrega- ciones o controles sobre aspectos parciales.
ba, en Argentina se consumió 25 millones Lo que se discute ardorosamente es la con-
plata de mercaderías importadas, Buenos veniencia de la planificación.
Aires sola absorbió más que una República: A través de su praxis constitucional la
2 millones en* ropa hecha; seis millones de Suprema Corte ha tenido oportunidad de
fuertes en vestidos" ( T ). convalidar decisiones administrativas y le-
Por su parte, el general Bartolomé Mitre gislativas que importaron otras tantas res-
participaba del mismo pensamiento: "En tricciones a la actividad económica.
1806 y Í802 los ingleses nos trajeron hierro Tal la que rechazó la impugnación a una
en forma de espadas y bayonetas... y reci- ley de agosto dé 1866 que prohibía las corri-
bieron, en cambio, hierro, bronce y plomo y das de toros 0°); al igual que la que para-
fuego, y su sangre y la nuestra derramada lizó el funcionamiento de los saladeros en
en las batallas fue oreada por el pampero el Riachuelo de Barracas a raíz de que esa
en las calles de Buenos Aires". "Después vi- industria se consideró insalubre ( ' ' ) ; asi-
nieron con hierro en forma de picos y palas, mismo a juicio del alto tribunal no era In-
con algodones, con paños, y se llevaron en constitucional una ley que obligaba a re-
cambio nuestros productos brutos...". gistrar el título de ingeniero o agrimensor
"Desde entonces quedó sellado el consorcio y dar una fianza para el ejercicio dentro
entre el comercio inglés T/ la industria rural del territorio de la provincia de Mendo-
del país". "Los derechos que los negociantes za ( I 2 ) . Se declaró, asimismo, constitucional
ingleses abonaron en aquella época a la una ordenanza de la ciudad de La Plata por
aduana de Buenos Aires fueron tan cuan- la que se autorizaba al intendente munici-
tiosos que fue necesario apuntalar las pa- pal a prohibir el consumo de leche que no
redes de la tesorería por temor de que cumpliese determinadas normas de higie-
el peso que soportaban las echase al sue- ne O 3 ).
lo..."(«). ' En 1916 se. planteó ante la Corte la res-
M. Woodbine Parish, el negociador inglés tricción establecida por el artículo 25 de la
de 1825, apreciaría el resultado «n estos ley 4531 relativa al funcionamiento de casas
. términos: "Los precios módicos de las mer- de empeño. Dijo entonces el Tribunal que la
caderías inglesas, especialmente las ade- libertad de comercio y la de ejercer in-
cuadas al consumo de las masas de la pobla- dustrias lícitas no podían considerarse
ción de aquellos países, les aseguraron una menoscabadas desde que no le impedía la
general demanda desde el momento de celebración de contratos de prenda y el fun-
abrirse el comercio. Ellas se han hecho hoy cionamiento regular de casas particulares
artículo de primera necesidad en las clases de préstamos pignoraticios, "limitándose a
bajas de América del Sur. El gaucho se viste establecer sobre ellas, con fines de orden

(6) Domingo Faustino Sarmiento, Obras completos, t. 6. (9) Buenos Aires y las provincias del Rio de la Plfllí,
Hachette, págs. 527, 530 y 536.
pág. 271. (10) S. C. N., Ftotlos. t. 7, pég. 150, 1869.
(7) Domingo Faustino Sarmiento, Obras completa*,
t. 24, pág. 48; t. 26. págs. 253 jy 256. (11) S, C. N., Fallos, t. 31, pág. 273, 1887.
(8) Arengas de Bartolomé Mitre, 7 de mayo de 1891, (12) S. C. N., Fallos, t. 117, pág. 432, 1913.
t. I, pág. 193. (13) S. C. N., Fallos, t. 124. pág. 75. 1916.
general, la reglamentación correspondiente Antonio Bermejo, admitió la ¡validez de la
a la mayor garantía de los derechos e inte- limitación ( ' « ) .
reses que intervienen en las operaciones 59 Intervención estatal. La gran depre-
prendarias". sión que sacudió al mundo en la década de
"Que determinando el alcance de la cláu- los 30, obligó -a salir al Estado, más decidida
sula del artículo 14,da la Constitución, que y francamente, al encuentro de los aconte-
garantiza la libertad de trabajar y ejercer cimientos económicos. Hasta entonces, y
el comercio y. las industrias lícitas, esta respetando las enseñanzas clásicas, se ha-
Corte ha declarado que ese derecho puede bía limitado a regulaciones aisladas. Más
ser reglamentado y aun limitado cuando en defensa de normas morales que de solu-
un interés general lo requiera (tomo 3, pá- ciones económicas.
gina 468; tomo 11, página 5; tomo 65, página Ahora estábamos frente a una crisis más
58; tomo 124, página 75). El interés general honda y extensa. Fue así que se estableció
que justificaría aquella limitación en el el control de cambios para contener la
swb lite es, entre otros, el de impedir la evasión del dinero, y se dictó una serie
apropiación de los objetos empeñados vio- de leyes restrictivas, como las 12.137/34,
lando preceptos legales expresos (Código 12.355/37 y 12.372/38, relativas a la indus-
civil, artículos 3222 y 3224 y correlativos)". trialización y comercio de vinos. Se creó la
Las disposiciones del artículo 25 de la ley Junta Reguladora de Vinos, que debería
de referencia, en el concepto de la inter- "adoptar las medidas convenientes para
pretación aludida, aseguran el derecho del que la producción vitivinícola nacional óo
deudor en cuanto impiden que los presta- siga excediendo los requerimientos norma-
mistas realicen operaciones irregulares, y les .de la población y su incremento". Se
en cuanto establecen formalidades para la autorizaba la supresión lisa y llana de la
venta de la prenda, tales como la publici- vid para vinificar, estableciéndose un im-
dad, la subasta y el depósito de excedentes, puesto de mil pesos por hectárea que se
prescripciones que no sólo no son inconfun- plantase. La segunda de las leyes mencio-
dibles con los preceptos del Código civil, nadas autorizaba a la Junta a adquirir
sino que tienen por base los mismos prin- tierras plantadas con vid para eliminar
cipios ("). hasta 2.000.000 de quintales métricos de pro-
Con idéntico criterio de proscribir las ac- ducción; tierras que debían venderse con
tividades económicas inconvenientes se creó la prohibición absoluta de plantarlas nue-
un impuesto que afectaba a los prestamis- vamente; se autorizaba, además, el derrame
tas, el que fue impugnado ante la Corte. de vino. La ley 12.372 reglamentaba el co-
Ésta expresó: "Que es principio admitido mercio de vinos.
.por Ja jurisprudencia de esta Corte, que La solución, si tal puede llamarse, tenía
' asiste al Estado la facultad de reglamentar por finalidad mantener el precio de la be-
y limitar • ciertas industrias y actividades, bida contrayendo la producción. No es' que
con miras a la defensa y afianzamiento de hubiera exceso, lo que ocurría era falta de
la moral, salud y aun convivencia colectivas consumo por la desocupación de la mano
(tomo 128, págyia 85; tomo 195, página 108; de obra en el litoral. La contracción en la
tomo 197, página 569). Y cuando la afectada agricultura había sido drástica.
no. es profesión honorable ni reconocida- Estas medidas tenían sus precedentes en
mente útil, como sucede con la del presta- las adoptadas por el gobierno francés. Por
mista a interés del 2 y 3 % m'ensual como leyes sucesivas se había prohibido a las gran-
en el mejor de los casos, según propio'reco- des y medianas explotaciones que se plan-
nocimiento, sería el recurrente-; ese poder tasen cepas nuevas, y sólo se salvaron de
de policía alcanza hasta su supresión (tomo estas restricciones las explotaciones meno-
150, página 419)... porque la garantía del res de una hectárea. En 1935 una disposición
artículo 14 de la Constitución nacional am- legislativa complementaria fomentaba el
para las industrias licitas, carácter de; que descepe pagando primas de hasta 7.000 fran-
carecería la que en tales5 condiciones fuera cos por hectárea. Estas medidas en Francia
objeto de prohibición" O ). no tuvieron mayor efectividad. La pronta
Tuvo singular repercusión la sentencia del, revalorización
7
del vino las hizo innecesa-
22 de abril de 1922 en que se debatió el ar- rias O ).
tículo 1? de la ley 11.157, en virtud de la La ley 13.892/49 suprimió la Junta Regu-
cual se reconoció la constitucionalidad de ladora de Vinos y la Comisión Nacional
las restricciones a' la libertad de contratar, Antifiloxérica
Dirección
y confió sus funciones a la
Nacional de Vitivinicultura. La
en el caso, el precio de la locación. La Corte, ley 14.018/50.
con la disidencia de su presidente, el doctor
(18) S. C. N., Folio», t. 138, pág. 161, 1922.
(U) S. C. N., t, 124, f&g. 895. 1916. (17) Henry Lanfenburger, La intervención del Estado
(15) S. C. N., Fallos, t. 198, pág. 122, 1944. en la vida económica. Fondo de Cultura, pág. 163 y sigs.
Con relación al comercio de carnes se la circunstancia de que no se hayan pro-
dictaron las leyes 11.226/23, 11.228/23 y movido otras demandas ni se hicieran otras
11.747/33, que normaban la producción y el protestas que no fueran de adhesión a la
comercio de ese ramo. La última creaba ley y de repudio a la acción intentada por
la Junta Nacional de Carnes y disponía la los muy contados ganaderos disidentes, y
creación de un Frigorífico Nacional en la el aumento del precio de las carnes que
Capital Federal. La Junta de referencia fue siguieron a la aplicación de la ley... todas
autorizada para "crear directamente o me- estas circunstancias convencen de la razo-
diante convenios previos con cualquier en- nabilidad
8
de las medidas adoptadas por la
tidad pública o particular existente, y con ley" (i ).
el voto en ambos casos de siete titulares o Partidarios como somos de una prudente
suplentes en ejercicio, por lo menos, y con intervención en la vida económica nacional,
la aprobación del Poder ejecutivo en acuer- a los fines de su expansión y de la defensa
do de ministros, frigoríficos o instituciones de la vida popular, no podemos menos que
comerciales o industriales que fuesen nece- aprobar los términos del pronunciamiento
sarias en el mercado interior o exterior judicial y señalar la latitud de apreciación,
para la defensa de la ganadería nacional que los jueces se adjudicaron. Muy espe-
y abaratamiento para el consumo de los cialmente el argumento del apoyo de los
productos ganaderos, utilizando los recur- ganaderos a la determinación legislativa.
sos a que se refieren los artículos 17 y 18 Por la ley 12.236/35 se creó la Comisión
de la.presente ley. Esas instituciones ten- Reguladora de la Producción y Comercio de
drían por objeto la faena de los ganados, la la Yerba Mate, entre cuyas atribuciones
industrialización de las carnes y subpro- estableció la de fijar condiciones de ela-
ductos, la venta al por mayor o menudeo, boración, sanidad e higiene del producto
el transporte y la exportación y la instala- en el ciclo de la zafra hasta su entrega al
ción y explotación de mercados de ganado" consumo, y por último la de reglamentar
(artículo 5<?, inciso g). Las entidades crea- la época en que debe efectuarse la poda.
das por la Junta quedarían sometidas a su Esta ley fue modificada por decreto
contralor mediante una serie de medidas y 3631/44 y ratificado por la ley 12.979/47.
disposiciones que modifican el régimen co- La Comisión Nacional de Granos fue
mún de las sociedades anónimas. Ha de creada por la ley 12.253/35. Por la ley
interpretarse ésta como una franca y deci- 13.650/49 se transformó en Dirección Na-
dida intervención del Estado dentro de la cional de Gran,os y Elevadores. Su principal
economía privada. finalidad es ejercer el contralor de las Ins-
En ejecución de tan audaz avance en el tituciones o entidades que intervienen en
campo de la actividad comercial, el 25 de el comercio interno o externo de granos,
julio de 1934 la Junta sometió al Poder establecer los tipos fijos que correspondan
ejecutivo el proyecto de estatutos de la Cor- a la producción de granos en las diversas
poración Argentina de Productores de Car- zonas del país y otras semejantes.
nes, que quedó aprobado por decreto 50.844 69 Fijación de precios máximos. La ley
del 30 de octubre de 1934. La entidad así 12.591/39 autorizó a fijar los precios máxi-
creada adquirió amplias facultades para mos de venta al consumidor para los ar-
contratar tanto en el país como en el ex- tículos de alimentación, vestidos, vivienda,
traríjero. Posteriormente el 31 de mayo de materiales de construcción, alumbrado, ca-
1937 (decreto 10.241) se creó otra filial de lefacción y sanidad, y se toma como tope
la Junta, denominada "Mercados de hacien- el promedio de los precios vigentes, en cada
das y carnes", cuyos fines principales eran región, durante la primera quincena del
construir, adquirir y explotar mercados de mes de agosto de 1939, lo que sería deter-
ganados, conocidos en el medio ganadero minado por el Poder Ej cautivo. La ley esta-
como remates ferias, entidad que actuó has- blecía un contralor riguroso, y su infrac-
ta el-30 de abril de 1940, en que fue disuelta. ción haría incurrir en multas aplicables por
La creación de la Junta Nacional de Car- el Poder ejecutivo, y en caso de reinciden-
nes fue impugnada ante la Justicia federal, cia, en sanciones de tipo penal aplicables
y llegó por la vía del recurso extraordinario por los jueces ordinarios.
y con apoyo al procurador, a la Suprema Planteada la inconstitucionalídad de la
Corte, tribunal que consideró que los me- ley, la Suprema Corte Nacional se pronun-
dios elegidos para defender la industria ga- ció en favor del texto legal. En sus párrafos
nadera fueron "razonables", vale decir, esenciales declaró: "La ley es una ley de
"proporcionados a los fines que el legislador emergencia que otorga a la administración
se propuso conseguir". Agregó: "Las razo- las atribuciones que se han considerado ne-
nes expuestas por los miembros informantes cesarias para 'moderar la repercusión-dHa
de ambas cámaras legislativas; la calurosa guerra sobre los precios de ciertos artícu-
defensa de la ley públicamente hecha por
todas las asociaciones ganaderas del paísj (18) S. C. N., Fallos, t. 199, píg. -«3, 19M.
los; es una legislación especial cuyos tér- aire. 3. Convención de Chicago de 1944.
minos no caben en el marco del Derecho 4. Legislación argentina.
común, y el artículo 99 crea un medio de 1. Antecedentes. En sus primeros tiempos
compulsión enciente para imponer, en la el Derecho aeronáutico internacional se ca-
práctica, la observación de sus disposicio- racterizó por dos posiciones opuestas: li-
nes...". Se ha decidido en los precedentes bertad del aire en todos sus aspectos y
que el tribunal cita "que nuestra legislación derecho a la soberanía de un Estado en
no reconoce derechos absolutos de propie- relación al espacio aéreo que cubre su terri-
dad y libertad; que el ejercicio de las indus- torio, islas y mares adyacentes. Ambos
trias y actividad de los particulares puede puntos de vista fueron sostenidos1 por jur
ser reglamentado en la proporción que lo ristas partidarios de cada sistema que pro-
requiera la defensa y afianzamiento de la piciaban. Llegó a imponerse el principio
salud, la moral, el bienestar general y aun de la soberanía del aire territorial, cuyo
el interés económico de la comunidad; que origen se remonta a la Convención de París
la medida de la reglamentación de estos de 1919, la primera que estableció el prin-
derechos debe buscarse, por un lado, en la cipio de la soberanía plena y exclusiva
necesidad de respetar su sustancia, y, por sobre el espacio aéreo que cubre ,el territo-
otra parte, en la adecuación de las restric- rio, como lo determina el artículo 2<?, con
ciones que se les imponga, a ¡a necesidad la excepción de conceder en tiempo de paz
y fines públicos que los justifican, de ma- el tránsito inorfensivo de aviones de los
nera que no aparezcan como infundadas o Estados contratantes. Criterio seguido luego
arbitrarias, sino que sean razonables, esto en el Congreso Iberoamericano de Navega-
es, proporcionadas a las circunstancias que ción Aérea reunido en Madrid en 1926. Esto
las originan y a los fines que se procura trajo como consecuencia una lucha para
alcanzar con ellas ( 1 U ). asegurar la libertad del comercio aeronáu-
7? Números vivos. La ley 14.226, con el tico, lucha que se radicó en la posición en
propósito de favorecer a los artistas de gé- que se colocaban los Estados subdesarrolla-
nero chico —cantores, músicos, cupletistas, dos, quienes sostenían sus derechos de im-
etcétera—, puso a cargo de las empresas poner la libertad de comercio o el derecho
cinematográficas la inclusión de un espec- de impedir esa libertad siempre que su si-
táculo de este tipo. Dábase como fundamen- tuación política o territorial así aconsejara.
to la desocupación de este núcleo de artistas Ello lleva necesariamente a entrar en el
que se encontraban sin trabajo, y la nece- campo de lo que debe entenderse por so-
sidad de salvaguardar el acervo artístico beranía.
nacional. La Corte encontró infundada la El Estado es la sociedad políticamente
impugnación y razonable el sistema esta- organizada, quien declara el derecho por su
blecido. Nuestra opinión en el caso se in- intermedio y crea los poderes políticos. De
clina a favor de la tesis contraria expuesta
por el procurador general, que contó con modo entonces que soberanía no vendría a
el japoyo del juez Boffi Boggero. ser sino el poder del Estado dirigido a re-
El medio elegido por el Parlamento no es glamentar y ordenar la vida de relación
adecuado al propósito perseguido. Las per- de sus subditos dentro de Tos límites de su
sonas que concurren al espectáculo cinema- territorio y espacio aéreo, ó, como dice Du-
tográfico no tienen por qué soportar esta guit, "parte del globo en que" un gobierno
clase de expresiones artísticas, cuya deca- puede ejercer su poder de compulsión". En
dencia es el natural resultado de su falta el ámbito de su territorio cada una de las
de jerarquía. Tampoco se puede obligar a naciones dispondrá el ordenamiento de su
quien explota un género determinado de sociedad, y en el mismo índice la facultad
espectáculo, a poner su sala al servicio de de excluir a otro país de su actuación, pues
otra actividad. Con más razón podría dis- las fronteras limitan el campo de acción de
ponerse que se facilitasen obligatoriamente cada nación. De allí que el mismo Jellinek
para2 asambleas políticas o actos cultura- expresara que la soberanía es un concepto
les ( «). formal cuyo contenido varía en cada época,
según las necesidades, pero no que varíe
LIBERTAD DE COMERCIO AEREO. * SU- según los países. En suma, cada Estado
MARIO: 1. Antecedentes. 2. Teorías: I. Dere- tiene su soberanía en toda la porción de su
cho Privado. II. Derecho Público: a) Teoría tierra que comprende el espacio aéreo, sin
de la libertad absoluta del espacio aéreo;
b) Teoría de la soberanía absoluta sobre el que obste a ello que en caso necesario per-
mita a otra nación su uso por vía de con-
vención o de acuerdo, o como una liberali-
(19) S. C. N., Fallos, t. 200, pág. 450.
(») S. C. N., en La, Ley, 100, pág. 48, año 1960, con «tóta
dad, pues tiene sus limitadiones naturales'
fe Nerva. que surgen de la sociedad internacional y
de la navegación aérea, que justifica una
* -Por el Dr. ANCEL R, MERCADO. limitación al derecho de soberanía, pues
éste no es sino la facultad de Imperio de dad del suelo tiene igualmente la del es-
cada potencia. pacio y de todo lo que se encuentra sobre
2. "Teorías. De lo expuesto tenemos que el suelo y debajo de la superficie".
el punto de vista de la situación legal del El Código civil de Austria dispone en su
aire y del terreno puede considerarse: desde articulo 297 que "el dueño del inmueble lo
el Derecho privado y desde el Derecho pú- es de todo el radio de aire perpendicular
blico, conceptos dentro de los cuales se han al mismo".
elaborado distintas doctrinas. Por último el Código civil argentino le-
I. Derecho privado. Aquí los textos de las gisla en el articulo 2518: "La propiedad del
leyes garantizan la propiedad del suelo a suelo se extiende a toda su profundidad y
sus dueños, haciendo ella extensiva al espa- al espacio aéreo sobre el suelo en líneas
cio aéreo que se encuentra encima del mis- perpendiculares. ... El propietario es dueño
mo. Hace regir el principio gui dominus est exclusivo del espacio aéreo; puede exten-
rorums, adagio que fue incorporado luego der en él sus construcciones aunque quiten
por los codiíicadores en el Código de Na- al vecino...".
poleón. Según ello el propietario del suelo Ahora bien, de acuerdo a estas normas
tenía derecho a construir edificios hasta la legales el dominio del aire corresponde en
altura que quisiera y a prohibir todo acto forma absoluta y exclusiva al dueño del
que perturbare su propiedad o este dere- suelo, quien puede, en virtud de ello, impe-
cho. Derecho absoluto factible en la época dir el paso a la circulación de las aerona-
en la cual no se conocía todavía la avia- ves. Quedaría así librado el tránsito de las
ción, o cuando ella permanecía en pañales. máquinas a los espacios de pertenencia del
Aquél se adentraba en el viejo Derecho ro- Estado, como ríos, caminos, etcétera, insu-
mano que divulgó el principio de que la ficientes dentro del desarrollo aeronáutico
propiedad del suelo se extendía sin límites actual.
hacia el cielo y hacia el centro de la tierra. b) Derechos limitados sobre el espacio
Criterio que repercutió en el tiempo de la aéreo. Aquí el propietario del suelo conti-
codificación .civil e influyó en la redacción
de los cuerpos legales de esos períodos. núa en sus derechos solamente hasta el
Actualmente desde el punto de vista prác- espacio que puede, ser ocupado o utilizado
tico carece de eficacia y de razón de ser por por él. Más allá es libre.
el desenvolvimiento pujante del vuelo. El Una ley «sancionada en Francia el 31 de
propietario no puede prohibir el tránsito o mayo de 1924 disponía en el artículo 19, se-
el paso de'máquinas aéreas por su fundo. gunda parte, que "el derecho de volar en
En tal sentido señalaba Guibé O) que ad- . una aeronave sobre propiedades privadas,
mitir "tal propiedad es admitir también la no puede ser ejercitado en condiciones tales
del aire que se respira, la de la luz y el que dificulte el ejercicio del derecho del
calor de los rayos solares. propietario". Norma que pretende mante-
"Este poder absoluto sobre el espacio es ner una igualdad entre el propietario del
inadmisible porque es contrario al orden suelo y quien vuela, pues no suprime los
natural de las cosas. Las leyes humanas no derechos de aquél sino que los equilibra con
pueden reconocer otras que las de la natu- los de éste.
raleza, una noción jurídica las viola cuando Por su parte el Anteproyecto de Ley Aero-
tiende a contradecirlas". náutica Civil Argentina, elaborado en 1936,
Sin embargo, distintas teorías desarrolla- establecía en el artículo 5<? que "la libre
das por la doctrina y por la jurisprudencia circulación de aeronaves sobre propiedad»
pretenden dar fin a las pretensiones de los privadas, no puede efectuarse en condicio-
propietarios del suelo y del aire en favor nes tales que trabe el ejercicio de los dere-'
de la aviación y de los que requieren el de- chos del propietario.
recho de circular por el espacio. Tenemos "Nadie puede en razón de un derecho de
a continuación algunas. propiedad oponerse al paso de una aerona-
a) Derecho absoluto sobre el espacio aé- ve realizado en forma que no ofrezca al
reo. Se basa en el Derecho romano y en el propietario inconvenientes apreciables". Es-
Código de Napoleón, cuyo artículo 552 esta- . to en discrepancia con el principio vigente
blecía que "la propiedad del suelo lleva con- en el Código civil argentino. ;
sigo la propiedad de lo que existe debajo c) Reserva de los derechos, del propietario, 1
y encima", o sea que el propietario tiene Tal principio estipula que el propietario
derecho a construir o plantar como lo juz- conserva sus derechos sobre el espacio aéreo.
gue conveniente. Pero no puede ejecutar ninguna clase de
Él Código civil de Italia también establece actos que vayan a entorpecer el vuelo si no
en el artículo 440: "El que tiene la propie- son necesarios o de utilidad o que vayan
en contra del interés general de la colecti-
(1) Guibé. J . Esaai sur la naveaation aériemme, pág. 48, vidad o del Estado, puesto que la necesidad
•fio 1912. vital del transporte aéreo obliga a limitar el
derecho del propietario del suelo sobre el utilización u ocupación por terceros, sino
aire. • en la parte cuya posesión tenía.3
d) Tendencia, moderna. Este aspecto que A su vez,. Raymond Jammes ( ) afirmaba
vimos fue modificado por los cuerpos lega- que el dominio ilimitado del espacio aéreo
les sancionados- con posterioridad, legislando no tiene fundamento jurídico y establece
las relaciones entre el dueño de la propie- que su extensión va hasta la parte suscep-
dad privada y el derecho de sobrevolar esa tible de ocupación. 4
propiedad. Limitan el derecho del dueño Michele Fragali ( ) niega que el espacio
del suelo a su uso útil o en cuanto pueda aéreo pueda ser objeto de propiedad en
servirle a éste. razón de que por sus condiciones no puede
Así el Código civil del Brasil dispone en ser colocado dentro del elemento cosa, pues
«1 artículo 526 que "la propiedad del espa- no "es una entidad jurídica distinta y pro-
cio superior y del subsuelo comprende lo pia, y si bien admite la utilidad que aquél
que es superior e inferior hasta toda altura tiene para el sujeto humano y la posibili-
y toda profundidad útiles a su ejercicio, no dad de que éste se apropie de. él para ser
pudiendo el propietario impedir trabajos usado, establece que ello solamente es fac-
que estén comprendidos a una altura o tible cuando también se utilice el terreno
profundidad tales que no dañen el interés subyacente.
del propietario". A su vez el Código del aire Por último, la jurisprudencia extranjera
del citado país estatuye en el artículo 61 ha seguido el criterio de la posibilidad de
que el derecho de vuelo sobre las propie- usar el aire, al decir que la ocupación del
dades privadas no deberá perjudicar al pro- espacio aéreo, en tanto o en cuanto no res-
pietario del suelo, y a su vez el dueño de la trinja los derechos de propiedad del suelo,
tierra no podrá oponerse a la partida de no está prohibida por la ley.
la máquina que se haya visto obligada a En suma, la doctrina preponderante en
aterrizar en su propiedad, excepto el dere- Europa es aquella que admite que el pro-
cho que le asiste de detenerla en garantía pietario del suelo no tiene un derecho de
de la reparación de los daños ocasionados. propiedad sobre el aire, de modo que no
El Código del Perú dice en el artículo 854 puede prohibir o restringir la circulación
"La propiedad del suelo se extiende al sub- de aeronaves cuando ello no perjudica al
suelo, comprendidos dentro de los planos" propietario del fundo ni a las construccio-
verticales del perímetro superficial y hasta nes en él levantadas.
donde sea útil al propietario el ejercicio de II. Derecho publico. En este Derecho nos
su derecho". toca distinguir dos doctrinas opuestas en
El Código suizo estatuye en el artículo 667 cuanto a la libertad del aire sin basarse en
que "la propiedad del suelo comprende la los derechos del propietario del suelo sub-
yacente. Una que sostiene la absoluta li-
del espacio y el subsuelo en toda la altura bertad del espacio aéreo. La otra que pre-
y la profundidad útiles a su ejercicio". coniza la soberanía amplia del país sobre
El Código civil italiano de 1942 dispone el aire.
que "el propiejarío del suelo no puede opo- a) La primera fue producida, sostenida
nerse a actividades de terceros que se lleven y desarrollada por Fauchille, quien decía
a cabo a altura tal que él no tenga interés que no era posible sostener la existencia de
en excluirlas". Por otra parte, el Código de una soberanía del aire* si éste no podía ser
la navegación del referido Estado, siguien- sometido a la autoridad del Estado. No es
do la inspiración de su Código civil, estable- posible obrar sobre una cosa como señor,
ce en el artículo 823 que el vuelo sobre como soberano, más que teniendo.el medio
fundos de propiedad- privada deberá ejecu- de ocupar esa cosa, de ocuparla mediante
tarse en forma que no lesione los intereses una dominación permanente, exclusiva. De
del propietario del fundo. El dueño de la modo que sus derechos se extendían hasta
tierra solamente podrá impedir el paso de la parte de la atmósfera que se encuentre
la aeronave cuando tenga un interés posi- en contacto con la superficie, susceptible
tivo y actual para prohibirlo. Si no es de ser materialmente apropiada por el país;
así, no puede realizar actos que perjudiquen hasta 5 donde podría elevarse construccio-
al aviador o el paso de la máquina. nes ( ).
Para explicar estos postulados que acaba- El aire, por sus características especiales,
mos de ver, los autores sostuvieron sus tampoco es susceptible de apropiación, ya
teorías. Así Julliot ( 2 ) decía que el propie- que es de uso común para todos los habi-
tario del terreno tenía el dominio del aire
«ituado sobre el fundo hasta el Infinito, (3) Jammes, Raymond, Des ostiones- civiles et penales
pero sin embargo no podía oponerse a su QUÍ peuuent naitre de la navigation aérienne.
t (4) FragaH, Michele, Principü di Diritto aeronáutico,
pág. 173.
(I) Julliot, Ch. J., Le ¿amaine aé-ríen et le regime (5) Fauchille, Paul, Tratado de Derecho internacional
furUique de» nerostatej. público, t. I, pág. 986.
tantes del Estado. Admitía que el principio gisla en el artículo 1? un principio parecido
de libertad del espacio sufría restricciones al que contiene la Convención de' París de
por causa de normas legales del país. Pos- 1919. Dice: "Los Estados contratantes reco-
tulados que se sintetizaban en los siguientes nocen que cada Estado tiene soberanía ex-
acápites: 1) El Estado subyacente está clusiva y absoluta sobre la zona aérea que
autorizado para adoptar las medidas que abarca su territorio"; y el artículo 2"? dis-
considere necesarias para la seguridad de pone: -"Para los fines de esta Convención
sus habitantes; 2) El Estado para eludir el se consideran como territorio de un Estado
espionaje puede cerrar ciertas regiones de la extensión terrestre y las aguas territo-
su territorio; 3) Al Estado le interesa pro- riales adyacentes a ella que estén bajo la
teger sus intereses económicos y sanitarios soberanía, jurisdicción, protección o man-
mediante el cierre de su espacio aéreo; 4) dato de dicho Estado".
Las aeronaves deben estar sujetas a las le- Sin embargo el mismo cuerpo legal admi-
yes de la nación sobrevolada; y 5) El Estado te excepciones a aquellos postulados en
puede prohibir el paso de máquinas de po- cuanto al derecho de paso, como surge de
licía y militares por su espacio aéreo, por los artículos 5<?, 6"? y 79, al establecer el pri-
el peligro que representan ( 6 ). mero que: "Los Estados contratantes con-
Tal principio soportó refutaciones. Se ha vienen en que todas las aeronaves de los
sostenido que por su -naturaleza el espacio otros Estados contratantes que no se dedi-
no puede ser sometido a ninguna especie quen a servicios aéreos internacionales de
deJdomlnio. El espacio no es, propiedad de itinerario fijo tendrán derecho, sujeto a la
nadie, sin que por ello se lo considere abso- observancia de los términos de esta Con-
lutamente libre. Para nada debe intervenir vención, a hacer vuelos o a transitar sin
el dominio, sino que debe tenerse en cuenta hacer escala sobre su territorio, y a hacer
la soberanía ( 7 ). escalas para fines no comerciales sin nece-
b) La segunda teoría, la de la soberanía, sidad de obtener permiso previo, pero suje-
es aquella que extiende la soberanía al es- tos al derecho del Estado sobre el cual
pacio atmosférico situado sobre el territorio, vuelan de exigir aterrizaje. Sin embargo, los
de un país, comprendiendo en ella la tierra Estados contratantes se reservan el derecho,
firme, el mar territorial y el espacio aéreo por razones de seguridad de vuelo, a exigir
propiamente dicho, sin restricciones, ya que que las aeronaves que deseen volar sobre
el "territorio de un Estado no puede con- regiones inaccesibles o que no cuenten con
cebirse más que tridimensionalmente: lon- las debidas facilidades para la navegación
gitud, ancho y altura. Resulta entonces que aérea, sigan rutas determinadas u obtengan
el concepto de territorio queda integrado permisos especiales para dichos vuelos.
por el espacio sobrestante, y por lo cual, y "Dichas aeronaves, si se-dedican al trans-
con razón, se ha afirmado que también al porte remunerado o por fletamento de pa-
espacio aéreo corresponde la denominación sajeros, carga o material postal fuera de los
de territorio" ( 8 ). El mismo autor continúa servicios internacionales de itinerario lijo,
afirmando que esta teoría se asienta en el tendrán también el privilegio, sujeto a las
derecho que todo Estado tiene de tutelar su disposiciones del artículo 79, de tomar y
existencia, de defenderse a si mismo, a sus descargar pasajeros, carga o materia postal,
ciudadanos, a los bienes de los mismos de reconociéndose que el Estado donde tenga
todo eventual peligro que pueda provenir lugar el embarque o desembarque tendrá
de arriba. Derecho al cual el país no puede derecho a imponer los reglamentos o limi-
renunciar de ninguna manera. taciones que considere de lugar". Por su
Sentado esto, es indudable que el derecho parte, el artículo 69 dice que "no se pres-
de soberanía celosamente guardado por las tarán servicios aéreos internacionales de
naciones no se encontraría perjudicado ni itinerario fijo en el territorio o hacia el
disminuido por permitir el paso inofensivo territorio de un Estado contratante, excepto
de aeronaves extranjeras, pues cada país con el permiso especial u otra autorización
continúa conservando el derecho exclusivo de dicho Estado y de conformidad con las
de reglamentar la circulación aérea y ex- condiciones de dicho permiso o autoriza-
cluirla o suspenderla, según las necesidades ción"; y el artículo 79 concluye: "Los Esta-
de su propio interés y seguridad política, dos contratantes tendrán derecho a rehusar
económica o de policía. a las aeronaves de otros Estados contratan-
3. Convención de Chicago de 1944. A su tes, permiso para tomar en su territorio
vez, \& Convención de Chicago de 1944 le- pasajeros, materia postal o carga transpor-
tados por remuneración o fletamento y des-
(6) Faucbille, Paul. Ponencia al Instituto de Derecho
tinados a otro punto dentro de su territo-
Internacional en liot. rio. Cada uno de los Estados contratantes
11) Videla Escalada.,.F.. - El Derecho aeronáutico rama se compromete a no concertar acuerdos que
autónoma de las ciencias jurídica», año 194*.
(8) Ambrosio!. Antonio. Libertad del aire o libertad concedan específicamente tal privilegio a
de comercio aireo. base de exclusividad a ningún otro Estado
o línea aérea de otro Estado, .y a no obtener do", concluyendo en los otros artículos cuá-
de ningún Estado dicho privilegio exclu- les son o qué debe entenderse por tales zonas
sivo". dentro del concepto aeronáutico.
En esta Conferencia surgieron acuerdos BIBLIOGRAFÍA. — La citada en las notas.
que establecieron las comúnmente llamadas
libertades del aise. Dos tesis principales fue- LIBERTAD DE CONCIENCIA.* SUMARIO:
ron sustentadas en este aspecto por Esta- Concepto. Conflictos en el campo de la con-
dos Unidos de Norteamérica y por Ingla- ciencia. La libertad de conciencia a través de
los distintos períodos de la historia. Posición
terra. El primero sostenia la libertad de de la Constitución de la República Argentina
tráfico sin restricciones. La segunda que frente al problema de la libertad de concien-
esa libertad debía ser reglamentada. No cia. Libertad religiosa y libertad de cultos.
hubo acuerdo entre ellos no obstante los La libertad de conciencia en la declaración
esfuerzos efectuados por los otros países de derechos humanos de las Naciones Unidas.
concurrentes, lo que determinó que se fir- Concepto. Al adquirir conciencia de sus
mara el denominado Acuerdo de las Ber- inclinaciones, de sus simpatías y rechazos,
mudas del 11 de febrero de 1946, por el que de lo que considera bueno o malo, positivo
ambos Estados se hacían mutuas concesio- o negativo, útil o nocivo, tanto para sí co-,
nes y se acordaban facilidades para el tráfi- mo para los que lo rodean, el ser humano no
co en sus territorios. Además de las sesiones puede continuar manteniendo una actitud
de la Convención de Qhicago surgieron dos contemplativa ni tampoco comportarse co-
convenios: uno denominado Acuerdo de mo un espectador desinteresado. Su con-
Tránsito y el otro llamado Acuerdo sobre ciencia se transforma, poco a poco, en un
Transporte Aéreo Internacional. teatro permanente de conflictos, de luchas
Por último, en base al derecho ancestral en procura de una definición que le pro-
de soberanía sobre el aire de cada nación, porcione la armonía y el equilibrio consi-
éstas se inclinan actualmente por el prin- derados como necesarios para lograr el
cipio de los acuerdos bilaterales con los afianzamiento de su libertad.
cuales pulen sus diferencias en cuanto a Cuando Le ¿a a creerse poseedor de cual-
la libertad de comercio que cada uno con- quiera de las posibles verdades, que su cri-
cede, pero que a su vez no reconoce al otro. terio considera como absoluta, el individuo
4. Legislación argentina. Según el decre- quiere sentirse libre para poder expresarla
to-ley 9358 de 1945, modificado en parte en toda su amplitud, tanto subjetiva como
por el número 12.507 de 1956, "la Nación objetivamente, y este -anhelo lo lleva a de-
ejerce soberanía completa y exclusiva sobre fender lo que constituye su libertad de con-
el espacio aéreo existente sobre su territo- ciencia, la verdadera afirmación de su per-
rio y aguas territoriales". sonalidad.
A su vez el Código aeronáutico argentino El anhelo de libertad es un rasgo intrín-
'ley 14.307), si bien no trae normas expresas seco y preponderante de todos los seres
en este sentido, se aproxima a ello en el humanos normales, y la lucha por su afian-
artículo 39, al decir: "El despegue, la circu- zamiento constituye la expresión más autén-
lación y el aterrizaje de aeronaves es libre tica de su individualidad. En el transcurso
en el territorio nacional en cuanto no fue- del proceso de desarrollo de su personali-
ren limitados en este Código"; el artículo 49 dad, el sujeto distingue y diferencia las
establece: "Nadie puede, en razón de un circunstancias .que favorecen o se oponen
derecho de propiedad, oponerse al paso de a su aspiración esencial, y las juzga desde
una aeronave. Si le produjere perjuicio, ese punto de vista. Considera útil todo lo
tendrá derecho a indemnización"; el artícu- que contribuye a su libertad económica, y
lo 59 que "en caso de guerra o conmoción bueno, o ético, lo que reafirma su libertad
interior o cuando se considere comprome- de conciencia o de opinión.
tida la seguridad pública, el Poder Ejecutivo No debemos olvidar que la libertad eco-
podrá prohibir o limitar la circulación aérea nómica es fundamental para que pueda
sobre el territorio argentino..."; y el ar- existir una verdadera libertad de concien-
tículo 6? establece que "el vuelo sobre cia; pero si bien la falta de la primera de
determinadas zonas del territorio argentino ambas libertades esenciales puede obligar
puede ser prohibido o restringido por razo- a enajenar la segunda, la carencia de esta
nes de orden militar, de seguridad pública última nos entrega indefensos al dominio
u otras análogas". de los instintos y de los dogmas. La falta
Por su parte, la ley 13.345 que reglamenta de ambas somete al individuo al influjo de
el vuelo de las máquinas en el territorio de poderes extraños y aniquila su personali-
la Nación, estipula en el artículo 1? que "la dad. Surge evidente, asi, que para lograr
actividad de vuelo de aeronaves sobre terri- la libertad integral debe eliminarse tanto la
torio argentino- y sus aguas jurisdiccionales
queda restringida en las zonas de riesgo, * Por la Ora. MARÍA EUGENIA ITZICSOHN DE
zonas de peligro y zonas de vuelo prohibi- FISCIIMAN.
sujeción económica como la de la con- oral y escrita que permita la difusión del
ciencia. pensamiento y de las distintas ideologías.
Conflictos en el campo de la conciencia. Ya el griego, miembro de la democracia ate-
El deseo de hallar un fundamento para su niense disfrutaba de una relativa libertad
conducta y de distinguir lo ético de lo que de conciencia, resultante, a su vez, de su
no lo es, ha'llegado a constituir una ver- relativa libertad política. Podía formar par-
dadera obsesión para la mente humana. te de la Asamblea, donde estaba capacitado,
Como primera solución para este conflicto, no sólo para apoyar mediante su voto a
el hombre se refugió en la fe religiosa; pero aquellos con cuyas ideas concordaba, sino
ésta, que le proporcionaba la enorme tran- también para exponer su propio criterio.
quilidad de poder considerar que las nor- Pero esta libertad era sólo relativa porque
mas de conducta que'daban al amparo de continuaba sometido mentalmente a la polis
la autoridad divina, presentaba a su vez el que representaba el centro de su vida, su
inconveniente de que suprimía, simultánea- más plena realización.
mente, la conciencia de la libertad y de la En Roma, bajo la dominación de los ce-
responsabilidad. sares, los ciudadanos transfirieron a un
La libertad tíe conciencia a través de los solo hombre todo el poder político, enaje-
distintos períodos de la historia. La con- nando- su libertad de conciencia en procura
ciencia de la responsabilidad individual es de una relativa tranquilidad. Lo misino su-
un postulado indispensable para la existen- cedió en Francia bajo el auje del bonapar-
cia de un concepto ético que satisfaga el tismo, experiencia que volvió a repetirse,
conflicto psíquico en que se debate el ser con caracteres exacerbados, en los países
humano, en defensa de su dignidad y en dominados por los totalitarismos moderaos.
procura de una liberación cada vez más La Declaración de los Derechos del Hom-
amplia. bre y del Ciudadano, formulada por la
Pero en el terreno de los hechos no puede Asamblea Constituyente francesa del 26 de
hablarse de la libertad de conciencia en agosto de 1789, concretó, en forma de dis-
términos tan absolutos, ya que la mente posiciones legales, el criterio del subjeti-
humana nunca es enteramente libre y su vismo de la libertad, imperante en esa épo-
criterio está determinado, en gran medida, ca. Al garantizar en su artículo 2? el goce
por el "espíritu general", vale decir, por la de la libertad, en su forma más amplia,
resultante del influjo que ejercen sobre el aseguró, lógicamente, la libertad de con-
hombre el clima, la religión, las leyes, la ciencia, que es el eje fundamental de todas
historia y la costumbre. Este "espíritu gene- las libertades.
ral" no está informado por un denominador Por desgracia, la actitud adoptada pocos
único y varía de pueblo en pueblo, debido años después por los nuevos jefes de la re-
a que los factores enunciados son distintos volución anuló todos los beneficios de la
e imperan de una manera distinta. La con- declaración mencionada, al imponer a los
secuencia directa de esta situación es que ciudadanos una obligación fundamental de
los pueblos están contentos, y se sienten en sumisión al Estado. Dicha sumisión debía
libertad cuando su espíritu general con- comenzar por inculcarse en la más tierna
cuerda con sus instituciones, y descontentos infancia. Michel Le Peletier decía: "Esa
y oprimidos en. caso contrario. parte de la vida es verdaderamente decisiva
El ideal a obtener, y por el que se lucha para la formación del ser físico y moral del
en nuestros días, es que el Estado conceda hombre. Es necesario someterlo totalmente
a sus integrantes, sin retaceos de ninguna a una vigilancia de todos los días y de
clase, la libertad ética, religiosa y política. todos los momentos. A los cinco años
La autonomía moral del hombre puede lo- Patria recibirá el niño de manos de la i
grarse sólo mediante una estricta neutra- raleza. A los doce años ella lo devolverá t
lidad del Estado frente a los distintos sociedad".
sistemas religiosos, los diferentes credos De acuerdo a la concepción jacobina, 1
políticos y las distintas concepciones del actividad del hombre debe cumplirse como
mundo, y se garantiza con la laicidad y deber cívico, como función política, supedi-
secularización de todas sus instituciones. tada a la voluntad omnipotente del Estado,
La ley y los sistemas educacionales deben o de los dirigentes que lo integran.
mantenerse al margen de la religión y de Esta teoría de la omniprescencia y supre-
cualquier criterio filosófico definido. Deben macía del Estado, cuyo triunfo se repite
dejar a ca'da uñó de los individuos en liber- como fenómeno cíclico a través de las dis-
tad de profesar las creencias metafísicas tintas civilizaciones, se contrapone, en el
que respondan a sus convicciones más ínti- campo de la libertad de conciencia, a la
mas, negando o afirmando cualquier esque- escuela del liberalismo clásico, cuyo con-
ma o imagen de Dios. cepto de la libertad integral del individuo
Para que esta libertad sea integral debe es tan ilimitado que lo antepone al Estado.
completarse con una libertad de expresión El comienzo de la evolución de esta última
teoría puede fijarse en el Renacimiento y vez, debe cargar con el grave error de haber
la Reforma, ya que en ambos períodos el sacrificado a Miguel Servet en aras de sus
humanismo, de criterio teocéntrico, comen- convicciones científicas. Si la Inquisición
zó a ser reemplazado por el individualismo eliminó millares de individuos cuyas con-
egocéntrico, mediante el cual los hombres ciencias no aceptaban el dogma de la Iglesia
adquirieron conciencia de la importancia católica, el protestantismo quemó en el
de su propio yo y de todas las facultades Nuevo Mundo centenares de "brujas", acu-
que le son inherentes e indispensables. sadas del grave delito de "pensar en forma
Jacob Burckhardt, en su libro La civiliza- distinta".
ción del Renacimiento en Italia, hace una Pero, a pesar de todos los obstáculos, la
descripción muy precisa de la falta de au- nueva mentalidad estaba en marcha, y no
toconciencia y del consiguiente anhelo de pasaron muchos años antes de que la neu-
libertad del individuo de la Edad Media: tralidad liberal se manifestase bajo la for-
"Durante la Edad Media, ambos lados de la ma de la .abstención del Estado con respecto
conciencia humana, la que se dirige hacia a la religión y a las distintas convicciones
dentro y la que se dirige hacia fuera, yacen del individuo.
en el sueño o semidespiertas bajo un velo Federico el Grande, en su .testamento,
común. Un velo tejido de fe, ilusión e incli- dice: "Me mantengo.neutral entre Roma y
nación infantil, a través del cual el mundo Ginebra". La misma fórmula está inscripta
y la historia eran vistos bajo extraños ma- también en un retrato del jurista holandés
tices. El hombre tenía conciencia de sí mis- del siglo xvii, Hugo Grocio, y revistió gran
mo tari sólo como miembro de una raza, importancia en el proceso de neutralización
pueblo, partido, familia o corporación, tan absoluta del Estado que se inicia en ese
sólo a través de alguna categoría general. siglo, y que tiende a aislar el sector de la
Fue en Italia donde ese velo (de ilusión, de cultura de todo control político.
fe y de infantil inclinación) desapareció Este criterio, que defendía ardientemente
primeramente; llegó a ser posible la discu- la übertad de religión y de cultos, la liber-
sión y la consideración objetiva del Estado tad de enseñanza y k libertad de pensa-
y de todas las cosas de este mundo. Al mis- miento en su forma más amplia, presupo-
mo tiempo, y con un vigor análogo, se afir- nía, lógicamente, la existencia de un Estado
mó el lado subjetivo; el hombre se trans- neutral, vale decir interdicto para tomar
formó en un individuo espiritual y se decisiones prácticas en la esfera de los pro-
reconoció a sí mismo como tal". blemas de la subjetividad y la cultura. Esta
Mediante ese proceso de diferenciación el actitud teórica se concreta, por primera vez
hombre se descubre a sí mismo y a los de- en la historia, en el Estado liberal, que
más, y comienza a considerar a los otros consideraba al hombre como al elemento
individuos como entes separados e indepen- esencial de la integración social.
dientes, dueños, al igual que él, de una Aunque este ideal ya había sido enuncia-
conciencia propia. Se inicia así la era del do en la República de Platón y defendido
subjetivismo, con todos los conflictos inhe- luego por algunos filósofos católicos, tales
rentes a la lucha por la autodefinición y como Santo Tomás y San Agustín, la; neu-
la libertad. tralidad liberal se manifiesta muchos años
En ese momento del desarrollo histórico más tarde bajo la forma de la abstención
surgieron el luteranismo y el calvinismo, del Estado con respecto a la religión y a las
que entrañaban un nuevo llamamiento diri- convicciones políticas de sus ciudadanos.
gido al hombre para que expresara, en La prescindencia estatal frente a todos
forma más concreta, los sentimientos de los problemas del intelecto y del espíritu es
libertad y de independencia que habían el resultado de una posición cultural y filo-
comenzado a surgir en el seno de su mente. sófica, que parte del principio de que si
Gracias al advenimiento de la Reforma, todas las ideas, principios y conocimientos
con todas sus doctrinas y sus movimientos son cuestionables, ya que al hombre no le es
disidentes el individuo adquiere una con- dado tener un conocimiento absoluto del
ciencia cada vez mayor de su individuali- universo, no puede tampoco el Estado lle-
dad, que lo incita a la lucha y a toda clase gar a considerarse dueño de una verdad
de sacrificios para mantenerse libre. El pro- absoluta, ni tampoco capacitado para im-
testantismo socava los conceptos de la moral ponerla.
sobrenatural, y abre el camino a cientos de De acuerdo a este criterio, el Estado no
morales, todas terrenas y naturales. En esta puede intervenir, ni para hacer respetar un
forma determina la aparición de una nueva dogma determinado ni para imponer una
mentalidad, pero también de nuevas y muy ideología política, ya que parte del conven-
rígidas barreras que se oponían a su liber- cimiento ético-filosófico de que la concien-
tad de pensamiento y de conciencia. Si la cia del individuo es un dominio que le está
religión católica no permitió a Galileo pen- vedado.
sar que la tierra giraba, la Reforma, a su En consecuencia, la regla que debe seguir
el Estado es la del laicismo., tanto en la ción debía encarar, en el futuro, las rela-
enseñanza como-en la organización de los ciones de la Iglesia católica con el Estado.
servicios públicos, y su actitud debe ser de La tendencia liberal logró que se garanti-
simple control en lo que respecta a la orga- zara la libertad de cultos, sin encontrar, en
nización y sostenimiento de los distintos verdad, una oposición muy tenaz, ya que
cultos religiosos. También debe abstenerse todos los representantes comprendían, por
en lo que respecta a los problemas de la lo menos en su fuero íntimo, que para pro-
cultura. Esta posición de neutralidad debe mover la prosperidad de un país nuevo,
manifestarse en forma concreta en el enun- urgentemente necesitado de inmigración,
ciado de las Constituciones de cada país, a era imprescindible ofrecer la más amplia
través de los postulados de la aconfesiona- libertad religiosa "a todos- los hombres del
lidad del Estado, el laicismo de la enseñan- mundo que quieran poblar el suelo argen-
za, la libertad de conciencia y la libertad tino". El sacerdote Lavaisse dijo al respec-
de culto. to: "La libertad de cultos es un precepto de
Posición de .la Constitución de la Repú- la caridad evangélica, en la que está conte-
blica Argentina frente al problema de la nida la hospitalidad que debemos a nuestros
libertad de conciencia. Libertad religiosa y prójimos".
libertad de cultos. Las declaraciones y dere- Para que exista libertad de cultos es evi-
chos y garantías de la Constitución de la dente que debe estar garantizada, previa-
República Argentina amparan en forma mente, la libertad de conciencia, que, por
amplia los derechos y libertades que se re- su mayor amplitud, la engloba. Para nues-
lacionan en forma directa-e inmediata con tra Constitución la liberta'd de conciencia
las personas. Esta protección tiene la misma es absoluta y debe quedar fuera del alcan-
amplitud para los ciudadanos y para los ce y hasta de la influencia de la ley huma-
extranjeros residentes, y de acuerdo a na, sometida, únicamente, a las normas y
los términos de los artículos 14, 17, 18 y 19, reglas que el individuo se dicte de acuerdo
se extiende por igual a "todos los habitantes a sus convicciones filosóficas, éticas o reli-
del país". giosas. Al Estado sólo le cabria intervenir
Pero'antes de llegar a la libertad de cul- si las mismas fuesen contrarias o nocivas al
tos, sancionada en el más alto instrumento orden o a la moral públicas; en caso contra-
legal de nuestro país, debió librarse una rio, quedan reservadas al ámbito íntimo de
ardua lucha, sostenida a lo largo de los cada individuo. En cambio, de acuerdo a los
debates de las asambleas legislativas y cons- términos de la Constitución, la libertad de
tituyentes que jalonaron el proceso de or- cultos es. relativa, ya que se ha establecido
ganización, nacional. que las leyes del país pueden reglamentar
Durante el período de lucha por la inde- su ejercicio, en la misma forma y con el
pendencia nacional, continuó en vigencia mismo alcance con que reglamentan el ejer-
el sistema de la religión única del Estado, cicio de los demás derechos civiles que han
con el consiguiente desconocimiento de sido reconocidos, expresa o implícitamente,
cualquier forma de libertad de cultos. En la por el articulado correspondiente de nues-
tra ley suprema.
parte pertinente del Estatuto del año 1815, En tanto las convicciones religiosas o el
se decía: "La religión católica, apostólica, ideario filosófico de los habitantes del país
romana, es la religión del Estado. Todo no se manifiesten exteriormente, el Estado
hombre deberá respetar el culto público y no está capacitado para intervenir. El ar-
la religión santa del Estado; la infracción tículo 19 de nuestra Carta Magna estable-
del artículo será mirada como una violación ce: "Las acciones privadas de los hombres,
de las leyes fundamentales del país". Esta que de ningún modo ofendan al orden y a
disposición fue repetida en términos idén- la moral pública, ni perjudiquen a un ter-
ticos en el Reglamento Provisorio de 1817, cero, están sólo reservadas a Dios y exentas
y se la vuelve a encontrar, aunque con lige- de la autoridad de los magistrados". Es ló-
ras variantes, en las constituciones de 1819 gico suponer, entonces, que las ideas y con-
y de 1826. La libertad de cultos se menciona vicciones íntimas están protegidas en igual
por primera vez, en forma expresa, en un forma, ya que pertenecen a un ámbito aún
tratado que el gobierno argentino celebró más subjetivo y de menor exteriorización.
con el de Inglaterra en el año 1825, pero, de Pero cuando esta barrera subjetiva se rom-
acuerdo a los términos del mismo, dicha pe y las ideas y convicciones se hacen pú-
libertad sólo se concedía a los subditos bri- blicas, dentro de una actividad que bien
tánicos que se encontrasen residiendo en puede llegar a ser proselitista, el Estado se
nuestro país. arroga el .derecho de intervenir para velar
En el Congreso Constituyente de 1853 se por la defensa e integridad de sus intereses
debatió arduamente el problema de la liber- superiores, comunes a todos los habitantes
tad religiosa y de cultos, como también todo del país.
lo atíngente a la forma en que la Constitu- Las leyes de la Nación, dictadas de acuer-
do a los términos de la Constitución, pueden alcance nunca resulta posible vaticinar. No
reglamentar el ejercicio de la libertad de puede hablarse con justicia de laicicidad en
cultos, prohibiendo las manifestaciones que las instituciones cuando se implanta la en-
lleguen a ofender la moral, las buenas cos- señanza religiosa en las escuelas, que, a
tumbres o el orden público. Pero, si bien pesar de no tener carácter obligatorio, obra
desde el punto de vista de la libertad de por coacción moral y crea un nuevo elemen-
cultos, la Constitución de la República Ar- to discriminatorio entre el alumnado.
gentina se ha situado en una posición -apa- Una actitud estatal más prescinden te en
rentemente liberal, no sucede lo mismo en materia religiosa favorecería la relación de
el campo de la relación de la Iglesia católi- equilibrio entre los habitantes del país, ha-
ca, apostólica romana con el Estado, ya que ciéndoles sentir que todas las convicciones
le concede una posición de privilegio que de- íntimas, ya sean laicas o religiosas, limita-
termina, per se, por su mera existencia, una das o no al campo de la conciencia, mere-
situación continua de' injusticia. Esta ubi- cen igual respeto, tanto de las leyes como
cación constitucional sólo puede explicarse de aquellos a quienes les ha sido confiada
por los antecedentes del país, desde la época la difícil tarea de ponerlas en ejecución.
colonial, en la que ya se había otorgado una La libertad de conciencia en la Carta de
ubicación especial a la Iglesia católica; du- las Naciones Unidas. En la Conferencia
rante muchos años estos pueblos, que fueron de las Naciones Unidas, celebrada en la
conquistados bajo el signo de la cruz, fue- ciudad de San Francisco en 1945, muchas
ron también gobernados en nombre de la de las delegaciones insistieron para que en
religión. la Carta de las Naciones Unidas se'inclu-
En el seno del Congreso de 1853, Goros- yeran disposiciones relacionadas con la vi-
tiaga, que fue quien más se opuso a la apro- gencia de los derechos humanos.
bación de la fórmula que concedía a la Como primera medida se hizo una decla-
Iglesia católica un cúmulo de prebendas, ración general de derechos y libertades, la
sostuvo que sería falso declarar que la reli- que se completó en 1948 en la reunión de
gión católica era la religión del Estado, ya la Asamblea General, celebrada en París. La
que no todos los habitantes de la Confede- declaración mencionada, comenzaba con
ración, ni siquiera todos sus ciudadanos una serie de definiciones generales, pero,
eran católicos. Se opuso también a que se además, mencionaba, en detalle, los dere-
la declarara la única verdadera, ya que chos considerados como esenciales para el
consideraba que este punto estaba más allá ser humano, incluyendo entre éstos las liber-
del alcance de la autoridad de un congreso tades de pensamiento, conciencia y religión.
político, obligado, lógicamente, y pese -a su A partir de esa fecha, ha correspondido a
jerarquía, a respetar la libertad de opinión los países adheridos a las Naciones Unidas
en materia religiosa. la obligación de hacer respetar esas liber-
Pero, finalmente, la religión católica que- tades dentro de sus respectivos territorios.
dó consagrada como religión del Estado, Obligación que se ha cumplido con mayor
sostenida y ubicada por el mismo en una o menor éxito, de acuerdo a las condiciones
situación de preeminencia. De este planteo económicas y políticas de cada uno. (V. DE-
Inicial ha derivado una serie de hechos CLARACIONES, DERECHOS V GARANTÍAS.)
que incidieron negativamente sobre el des- BIBLIOOIIMÍA. — Francisco Sawickl, Filosofía de la historia,
arrollo de la vida nacional. No puede consi- Ed. Capitel. Bs! Aires, marzo de 1948. — J . Huizzinga, El
derarse lógico que, si bien se permite la concepto de la historia. Fondo de Cultura Económica, Mé-
xico, afio 1946. — Harold Lasski. La. liberté, trad. francesa,
práctica de un sinnúmero de cultos religio- Biblioteque Constltutionelle et Parlementaire Contemporai-
sos, sólo el de la Iglesia católica, apostólica, ne, París, 1938. — L. Lorrens, Lo igualdad ante la ley, Mur-
cia. 1934. — León Duguit. El Derecho constitucional v la
romana sea sostenido con recursos del go- sociología. París, 1901.—León Duguit, Et Estado, el Dere-
bierno federal, de acuerdo a lo estipulado cho objetivo V la Ley positiva, París, 1901. — Jacob Burok-
hardt, Civilización del Renacimiento «n Italia, Bs. Aires.
en el artículo 2?, pero mayor aún es la in- Ed. Losada, 1943. — Hermán Schelder, Filosofía de la
justicia determinada por la exigencia cons- historia, Ed. Labor, Barcelona, 1931. — Alejandro Korn,
La libertad creadora, Bs. Aires, Ed. Claridad. 1931.—
titucional, síne qua non, de que tanto el Juan A. González Calderón, Curso de Derecho constitu-
presidente como el vicepresidente de la Na- cional, Ed. Guillermo Kraít Limitada, 3* ed., Bs. Aires.
— Francisco Ayala, Los derechos individuales como ga-
ción pertenezcan a la religión católica. Al rantía de la libertad, Madrid, 1935. — Erlch Fromm, £¡
Imponer esa condición como indispensable miedo a la libertad, Ed. Paidós, Biblioteca del Hombre
Contemporáneo, Bs. Aires.
para poder tener acceso a esos elevados
cargos públicos, la ley inéursiona en el terre- LIBERTAD DE CONCURRENCIA. (V. LI-
no de la discriminación, proscribiendo a un BERTAD DE TRABAJO.)
gran número de ciudadanos, cuya única
cáfiti diminutio consiste en no profesar la LIBERTAD DE CONVENIO AÉREO. * Con-
te católica. cepto. La marcha de la aviación civil como
La parcialidad constitucional no se limita medio de transporte ha aumentado en for-
a esas consecuencias inmediatas, lleva apa-
rejada además una serie de secuelas, cuyo Por el Dr. ÁNGEL R. MKIICAOO.
ma considerable en los últimos años, coad- como también redactar él los reglamentos
yuvando al acercamiento de los Estados que no se opongan a los principios susten-
entre sí, por la facilidad y rapidez de su tados por la Convención citada. A tal efec-
desplazamiento y el derecho por lo tanto to, los autores Riese y Lacour ( i ) sostienen
de los Estados de recíprocamente convenir que "el derecho de aceptación o de rechazo
acuerdos o convenios entre ellos, para faci- de un contrato de transporte puede ser
litar la explotación de una o de varias- em- considerado como absoluto en el transpprte
presas de transporte aéreo. Dado el carácter libre". No obstante ello, entendemos que
de los convenios basados en los principios de siempre queda a favor del usuario el dere-
soberanía de cada país, se desprende sin cho de elegir la clase de transporte que le
duda para las partes el requisito de la liber- conviene, sea aéreo o terrestre o marítimo.
tad de contratación, tanto en lo que respec-
ta al convenio en sí, como para elegir el LIBERTAD DE CULTOS. (V. LIBERTAD
Estado con quien lo debe realizar. [DELITOS CONTRA LA]. RELIGIÓN [LIBERTAD DE].)
Así lo entendió también la Convención
de Chicago de 1944, al disponer en el ar- LIBERTAD DE DOMICILIO. (V. RESIDEN-
tículo 1"? que "Ips Estados contratantes re- CIA [LIBERTAD DE].)
conocen que cada Estado tiene soberanía
exclusiva y absoluta sobre la zona aérea que LIBERTAD DE ENSEÑANZA.* SUMARIO:
1. Contenido, alcances y naturaleza jurídica
abarca su territorio" y la Convención de de la libertad de enseñanza. Relaciones con
París de 1919, al decir en el artículo 1? que la igualdad, derecho de opinión y libertad de
"las altas partes contratantes reconocen conciencia. Derecho-deber del individuo, de
que cada potencia tiene la soberanía com- la sociedad y del Estado. 2. Sistemas. Ense-
pleta y exclusiva sobre el espacio atmosfé- ñanza pública y privada. La libertad indivi-
dual y el monopolio del Estado. Poder de
rico por encima de su territorio. policía. Distinción entre grado académico y
"En el sentido del presente convenio, el facultativo., Artículo 28 del deereto-ley 6403.
territorio de un Estado será entendido como Ley 14.557. 3. Enseñanza primaria. Concepto.
comprendiendo el territorio nacional me- Atribuciones constitucionales de la Nación j
tropolitano y colonial, juntos con las aguas de las provincias. Legislación. 4. Enseñanza
secundaría. Concepto. Legislación. 5. Ense-
territoriales adyacentes a dicho territorio" ñanza superior. Fines. Autarquía y autonomía
y el artículo 5"? añade que "todo Estado universitarias. Legislación. 6. La reforma uni-
contratante tiene derecho a concertar con- ' versitaria y la libertad de enseñanza.
venios particulares con Estados no contra-
tantes ...". 1. Contenido, alcances y naturaleza jurí-
Ello se debe a que la vida internacional dica de la libertad de enseñanza. Relaciones
de la aviación es cada día más' amplia y con la igualdad, derecho de opinión y liber-
profunda por el aumento de nuevas líneas tad de conciencia. Derecho-deber del indivi-
aéreas o por el mejoramiento de las ya duo, de la sociedad y del Estado. El princi-
existentes. pio de la libertad de enseñanza —como dice
De esto surge que libertad de convenio Spranger í 1 )—, nacido en la época intelec-
aéreo es el derecho de que goza un Estado tual del Derecho natural, no tiene un con-
para efectuar con otro u otros Estados con- tenido unívoco.
venios o acuerdos internacionales de índole La libertad de enseñanza es un instru-
aviatoria civil. mento de la dignidad humana, que necesa-
La importancia de este postulado es tan riamente se vincula a otras libertades o
grande que ha permitido a las naciones derechos esenciales de la personalidad. Ta-
firmar convenios pluriíaterales y bilatera- les como la libertad de opinión, en cuanto
les en base al principio de autodetermina- derecho de enseñar, la igualdad, en cuanto
ción de cada una de aquéllas, evitando con derecho de aprender, y la libertad de con-
ello poner trabas al desenvolvimiento de la ciencia, que presupone el derecho de elegir
aeronáutica civil. maestro.
Como nota común a este tópico, dicha Especialmente, tal como lo admite-Spran-
libertad se ha extendido a las actividades ger ( 2 ), la libertad de enseñanza aparece
privadas particulares, en cuanto al principio como consecuencia necesaria del derecho
de contratación se refiere. Así la Conven- del hombre a la libertad de conciencia, que
ción de Varsovia de 1929 establece en el ar- ha de garantizarse tanto a los padres como
tículo 33 que "los preceptos de la presente
Convención no pueden impedir a ningún (1) Riese, Otto, y Lacour, Jean, Précis de Droít «Mm,
pág. 247, año 1951.
transportador rehusar la celebración de un
contrato de transporte ni establecer regla-
mentos que no estén en contradicción con * Por el Dr. JUAN MARÍA Gozzi.
tales preceptos". Este artículo contiene un
depecho inherente al transportador que pue- (1) Eduard Spranger, Fundamentos de la política »•
colar, Bs. Aires, 1959, trad. de L. XjUzuriaga, pág. U.
de no celebrar el contrato de transporte, (2) Eduard Spranger, (rp- cit., pág. 40.
a los docentes. Pues la libertad de concien- Y aún, el Estado-puede obligar a aprender,
cia —así como la de opinión— es incompa- en razón que tiene la obligación de sumi-
tible con ia imposición jurídica que disponga nistrar enseñanza.
educar a los hijos en íunción de conviccio- En el concepto "libertad de enseñanza",
nes distintas a las que profesan los padres. se conjugan un derecho natural del indivi-
Como derecho individual, la libertad de duo y una fundamental función social del
enseñanza —como dice Capitant—, es la Estado.
libertad de toda persona para enseñar a los Entre los derechos civiles que la Constitu-
demás, gratuitamente o no, lo -que sabe o ción Nacional reconoce en el artículo 14 a
cree saber, y la libertad de toda persona "todos los habitantes de la Nación", hállan-
para escoger a sus maestros ( s ) . se expresamente enumerados los de "ense-
En la Declaración Universal de los Dere- ñar y aprender".
chos Humanos de las Naciones Unidas se El derecho de aprender es el fin, y el
.consagra la libertad de enseñanza como derecho de enseñar es el medio que le está
uno de los derechos culturales del individuo, subordinado. Que en substancia son dere-
"indispensable a su dignidad y al libre des- cho-deberes que consagra la Constitución
arrollo de su personalidad". Estableciéndose instituyendo la facultad del individuo de
qae toda persona tiene derecho a tomar recibir el alimento espiritual de la ense-
parte libremente en la vida cultural de la ñanza, que se confunde con el derecho de
humanidad, a gozar de las artes y a parti- la sociedad, a la cultura en todas sus for-
cipar en el progreso científico y en los be- mas ( s ).
neficios que de £1 resulten í 4 ). Enseña Joaquín V. Gonsález ( 9 ), que la
Fijando los alcances de la libertad de libertad de enseñanza comprende todo el
enseñanza, la Declaración Americana de los conjunto de derechos y poderes, reglas y
Derechos y Deberes del Hombre, ha precep- métodos por los cuales se realiza en una
tuado que el derecho de educación com- sociedad constituida, la comunicación de Jos
prende el de igualdad de oportunidades en conocimientos entre los hombres. Pero, en
todos los casos, de acuerdo con las dotes términos más positivos, todo este sistema
naturales, los méritos y el deseo de apro- se refiere casi exclusivamente a la ense-
vechar los recursos que puedan5 proporcio- ñanza de ios niños o de los jóvenes, por
nar la comunidad y el Estado ( ). medio de las escuelas. En este sentido, la
De acuerdo,con la doctrina moderna que libertad de enseñanza es el derecho que
define a la libertad de enseñanza como todo hombre tiene para ejercer ese minis-
derecho-deber, el artículo XII de la Decla- terio conforme a la naturaleza, a la ciencia
ración Americana de Derechos y Deberes y a las leyes del país. La primera determi-
dice que "toda persona tiene derecho a re- na el grado de los conocimientos; la segun-
cibir gratuitamente la educación primaria, da, los principios o procedimientos, y la
por lo menos", y en el artículo XXXI, esta- tercera, las condiciones de idoneidad y ca-
blece que "toda persona tiene el deber de pacidad que el legislador establezca.
adquirir a lo menos la instrucciónrprimaria". Entiende González Calderón ( 10 ) que la
Como derechos individuales, la libertad libertad de enseñanza consiste en el ejerci-
de enseñar es más extensa que la libertad de cio del derecha de educar, doctrinar e ins-
aprender; nadie puede ser obligado a trans- truir a quienes buscan o deben buscar la
mitir a otro sus conocimientos, pero hay la cultura de su espíritu, el desarrollo y per-
obligación de aprender las primeras letras feccionamiento de sus facultades morales e
o recibir la educación primaria ( 6 ). intelectuales, y también todos aquellos co-
En los términos "libertad de enseñanza" nocimientos necesarios y útiles en la vida
—como lo señala Sánchez Viamonte (?)—, social. Y al correlativo derecho de aprender,
generalmente los autores identifican y con- lo define como la facultad de elegir los
funden dos derechos correlativos y aun institutos o maestros, los sistemas y méto-
contrapuestos, el de enseñar y el de apren- dos de enseñanza, así como la orientación
der. Pues ante el derecho individual de doctrinaria y científica de esta última.
aprender, surge la obligación de enseñar. Afirma Estrada C 1 ' ) que la libertad de
enseñanza respecto de los padres consiste
en el pleno derecho, según el cual pueden
(3) Henry Capitant, Vocabulario jurídico, Bs. Airee, escoger las doctrinas bajo las cuales sus
1961, trad. A. Guaglione, pág. 147.
(4) Declaración universal de los Derechos nwmfincíS, hijos han de ser educados y los maestros
arte. 26 y 27, de la Organización de las Naciones Unidas, a los cuales ha de ser confiada su educación.
10 de diciembre de 1948.
(5) "Declaración americana de los Derechos y Debe-
res", art. XII, adoptada por la Novena Conferencia In- (8) Conf. Cax-los Sánchez Viamonte, op. cít., pág. 156.
ternacional Americana, 1948, véase Enciclopedia Jurídica (9) Joaquín V. González, Manual de la Constitución,
Omebo, t, VIII, pág. 316. 15» ed., pág. 162.
(6) Daniel Antokoletz, Compendio de Instrucción ciuico, (10) J. A. González Calderón, Derecho constitucional,
m 31,*pág. 60. Bs. Aires. 1942, pág. 365.
(7) Carlos Sánchez Viamonte, Manual de Derecho (11) José Manuel Estrada. Curso de Derecho constitu-
constitucional, ed. 1958, págs. 156-157. cional, Bs. Aires, 1902. t. I, pág. 275.
Y que respecto de los profesores, consiste Al respecto, Estrada ha dicho que: la
en el derecho de derramar las doctrinas libertad de enseñanza no existe, donde al
que forman el fondo de su carácter cientí- lado de los establecimientos del Estado no
fico y moral, sin ser trabados por la censura existan o puedan existir, garantizados por
del Estado. la ley, establecimientos libres, con todas las
Tales derechos de los padres son coi-re- facultades necesarias para conferir 10grados
y títulos de competencia7 científica ( ).
lativos al deber que nuestra ley civil les
impone de "educarlos conforme a su condi- González Calderón O ), al referirse al
control e intervención del Estado en la en-
ción y fortuna, no sólo con los bienes de
señanza, afirma que éste debe siempre pre-
ellos o de la madre, sino con los suyos pro-
pios" (art. 265, Código civil). ocuparse de que el ejercicio de la libertad
de enseñanza, garantizado por la Constitu-
^ A su vez, el derecho de enseñar del maes-
ción, no se haga servir por los que invocan
tro o del profesor, como profesión, es una
forma específica del derecho genérico depara minar los cimientos de nuestra orga-
trabajar P-). nización social y política o el orden público,
mediante la prédica y difusión de ideas o
Por fin, desde un punto de vista más ge-
neral, la libertad de enseñanza consiste en
doctrinas peligrosas que envenenan la con-
el derecho-deber de la sociedad de suplir la
ciencia de la juventud.
acción privada en cuanto sea deficiente, a El equilibrio entre los extremos del mo-
fin de que en ningún tiempo se carezca nopolio estatal y el riguroso individualismo
privatístico, se obtiene con el criterio que
de los medios necesarios para conseguir los
define con justeza los confines del concepto
altos propósitos que plantea. Pues si el edu-
de la autonomía de la educación. Señalados
cador natural es el padre y el maestro su
esclarecidamente por Spranger, quien afir-
delegado; y si la educación vigoriza al indi-
ma que no se ha de mantener a la educación
viduo, y con él a la sociedad, resulta, por
alejada del Estado por principio, sino de la
consiguiente, que hay un interés social que
es concurrente con el interés individual. De
presión espiritual del Estado como mera
organización de poder; ni tampoco de la
donde se sigue que la sociedad puede y debe
tener intervención en ¡a enseñanza ( 1S ).
ciencia, naturalmetne, pero sí de todo saber
Y aun se sostenga que es una función delconsiderado y afirmado sólo dogmáticamen-
Estado más que unu derecho individual o te y no internamente; ni de la religión, sino
profesión u oficio ( ). de la religión sólo exteriormente manifesta-
da e impuesta; ni del mundo de los intereses
2. Sistemas, Enseñanza pública y privada.
y de la utilidad general, pero sí del predo-
La libertad individual y el monopolio del
Estado. Poder de policía. Distinción entre
minio de intereses, a los que las almas no
pueden decir "sí" desde su yo moral supe-
gradó académico y facultativo. Artículo 28
rior. De lo que sigue, que cuando la educa-
del decreto-ley 6403. Ley 14.557. Enseña
Joaquín V. González, que del derecho deción tiene lugar en forma de instituciones
sociales, la idea de la educación exige que
enseñar y del derecho de exigir esa ense-
estas instituciones
ñanza a la sociedad y al Estado, se origina, no esclavicen la libertad
de convicción ( 1S ).
por el primero' la instrucción privada, y por
Concluye Spranger sosteniendo la necesi-
el segundo, la instrucción pública. De esta
dad de que el Estado dé una organización
dualidad nacen dos ideas correlativas, la que
autónoma a la realidad cultural, lo que
deduce el régimen exclusivo de la enseñan-
equivale a instituir una garantía de la liber-
za privada, y la que establece un monopolio
tad de enseñanza.
del Estado. Y dice este "maestro: la primera
En nuestro país, actualmente la divergen-
sería siempre desordenada, divergente y sin
cia existente entre los criterios opuestos de
vínculo de relación; la segunda, tendría el
la enseñanza pública y la enseñanza priva-
peligro de inmovilizar la sociedad por la
da, al fin, se reduce a la apasionada polé-
restricción de las libres tendencias del es-
mica que plantea el monopolio estatal del
píritu, dirigida por caminos exclusivos y
otorgamiento de títulos habilitantes.
estrechos, o de hacerla servir como instru-
mento de tiranía. Por ello propiciaba Joa-Materia ésta que incumbe al Derecho ad-
ministrativo y concierne a la doctrina del
quín V. González un régimen que concille el
poder de policía, facultad esencial del Es-
principio de la libertad individual de ense-
tado. Y por cuyo ejercicio se reglamenta la
ñar y aprender y el derecho y la necesidad
libertad profesional, instituto que no debe
del Estado, de educar e instruir al pueblo
para los fines supremos de la Constitu- ser confundido con el de la libertad de
ción O»). enseñanza.
Julio V. González previo que la coexisten-
(12) Carlos Sánchez Viamonte, op. cit.. pág. 157.
(13) Conf. José Manuel Estrada, op. cit.. pág. ctt. cia) José Manuel Estrada, op. cit., t. 1, pág. 287.
(14) Carlos Sánchez Viamonte, op. cit., págs. 162 y 164. (17) J. A. González Calderón, op. cit., pág. 367.
(15) Jorquin V. González, cp. c i í . . píiRs. 102 y 161. Cílt Ki'iíavd Sprnn^er. op. cit., págs. 72-73.
cia de la universidad privada con la univer- 1929, se decidió que "el ejercicio de la fa-
sidad oficial, haría necesario la creación de cultad oficial de expedir títulos profesio-
un órgano del Estado, que ejercitase el po- nales, impugnada como un monopolio in-
der de policía con el monopolio y control del constitucional, era el normal desempeño de
título habilitante profesional, I 0ajeno al de- la misión superior del Estado, en resguardo
recho de enseñar libremente ( ). de los preeminentes intereses de la cultura
Bielsa dice que lo que se considera mono- nacional, o sea, en el léxico de la Consti-
polio universitario no es más que un régi- tución era proveer lo conducente al pro-
men que permite el ejercicio del .poder de greso de la ilustración, de la instrucción
policía en ciertas profesiones directamente general y universitaria, sin menoscabo Qel
vinculadas a intereses superiores de la so- principio básico de la libertad de enseñar,
ciedad: la defensa jurídica, la salud pública, sin desconocer el valor científico de los tí-
la seguridad general. Y que, en virtud de tulos expedidos por institutos libres, toda
ese poder de policía, el Estado puede prohi- vez . que se les ofrecen los medios legales
bir la actividad profesional de aquellas per- necesarios para acreditar los resultados de
sonas que no han acreditado competencia la elevada función docente a que se con-
ante los órganos técnicos del propio Estado, sagran, sin otra finalidad, en fin, que la
órganos que, por lo>0demás, no siempre son de evitar la anarquía, el desconcierto y la
las Universidades (- ). subversión en el desenvolvimiento de tan
Entre los primeros antecedentes de Dere- delicados intereses sociales, y propender a
cho positivo sobre la especie, hállanse las que se encaminen dentro de las orienta-
disposiciones de la Constitución de la Pro- ciones que requiere el progreso moral del
vincia de Buenos Aires, sancionada en el país. Es ésa la elevada función tuitiva,'
año 1873 —artículos 34 y 214—, por las que constitucional, del Estado en esta materia,
se adoptaba el ideario de los convencionales ejercida por medio de instituciones univer-
Juan María Gutiérrez y José Manuel Estra- sitarias, y no la que se pretende, limitada
da, reconociéndose la libertad de la Uni- simplemente a contralorear la instrucción
versidad para realizar su labor científica y superior por inspecciones sobre la capaci-
expedir grados académicos, quedando a car- dad de los diplomados".
go exclusivo del Estado el otorgamiento de En el segundo pronunciamiento ( M ) , de
títulos profesionales. fecha 3 de febrero de 1956, se reiteraron
Quedó así establecida la distinción entre los fundamentos del anterior, señalándose
el grado académico, función universitaria, que sus conclusiones mantenían su validez
y el título profesional o grado facultativo, en razón de que el artículo 28 del decreto-
cuyo otorgamiento es de resorte estadual. ley 6403 aún no tenía vigencia, dada su
Sin embargo,, por razones -de orden prác- falta de reglamentación.
tico, mediante ley provincial del 16 de agos- Justamente cuando se dictó el decreto-
to de 1875, delegóse a la Universidad el ejer- ley 6403, el 23 de diciembre de 1955, la con-
cicio de la facultad de expedir títulos troversia sobre el ejercicio de la facultad
profesionales. Dejación que fue mantenida de expedir títulos profesionales se tornó en
luego por la ley Avellaneda. ± i . Y ell° en vírtud de,
En la doctrina universitaria anótase la que su artícnl<> 28 creaba trascendentales
declaración motivada por un pedido de in- innovaciones en la legislación de la espS-
corporación formulado por la Universidad cie, al disponer que "la iniciativa privada
Católica en el año 1913, por la que la Fa- puede crear Universidades libres que esta-
cultad de Derecho de la Universidad de rán capacitadas para expedir diplomas y
Buenos Aires dictaminó que el principio títulos habilitantes, siempre que se some-
constitucional de la libertad de enseñanza tan a las reglamentaciones que se dictarán
—de enseñar y aprender— no se menosca- oportunamente".
baba porque el Estado atribuyera la facul- Al fin privó el criterio del contralor es-
tad de juzgar por sí las pruebas de sufi- tatal de la idoneidad para el ejercicio de
ciencia para otorgar títulos profesiona- las profesiones liberales, al sancionarse el
les (21). 30 de setiembre de 1958 la ley 14.557, que
En lo jurisdiccional, respecto del tema, derogó el referido artículo 28, reemplazán-
se han dado dos pronunciamientos de la dolo por otro.
Corte Suprema de la Nación. En el prime- El nuevo artículo establece lo siguiente:
ro de ellos ( 22 ), de fecha 15 de marzfi de "La iniciativa prvada podrá crear Univer-
sidades con capacidad para expedir títulos
119) Julio V. González, Lo emancipación de la Uni- y/o diplomas académicos. La habilitación
versidad, j,¡í¿. 123. para el ejercicio profesional será otorgada
(20) Rafael Bielsa, Derecho administrativo, t. 1, pág. por el Estado nacional. Dichas Universida^
»0.
(21) Cita de Rafael Bielsa. op. cit., t. I. pág. 370, no-
ta «8.
(22) Fiillos de la Corto Suprrrn.i de la Nación, t. 154. (23) Fallo, de la Cc— Suprema de" la Nación, t. SM.
pág. 124, in re Pedro Y. Benvenutto. P&g. 12. i» •"„ Murió Brandl.
des no podrán recibir recursos estatales y Al respecto había dicho Avellaneda (2T)
deberán someter sus estatutos, programas que "la nación auxilia, protege, fomenta,
y planes de etudio a la .aprobación previa pero no se sustituye en la labor, y mucho
de la autoridad adminitrativa, la que re- menos excluye a las provincias, a las que
glamentará las demás condiciones para su la Constitución les ha impuesto este deber
funcionamiento. El Poder Ejecutivo no otor- supremo".
gará -autorización, o la retirará si la hu- A partir de 1853 las provincias fueron res-
biere concedido, a las Universidades priva- ponsables de la atención y organización de
das cuya orientación y planes de estudio la educación primaria dentro de sus juris-
no aseguren una capacitación técnica, cien- dicciones, limitándose la nación a fomen-
tífica y cultural de los graduados, por lo tar con subvenciones el desarrollo de este
menos equivalente a la que impartan las tipo de enseñanza, sin ocuparse de dictar
Universidades estatales y/o que no propi- las reglas generales que2 S le había encomen-
cien la formación democrática de los es- dado la Constitución ( ).
tudiantes dentro de los principios que in- La acción de las provincias cumplida en-
forman a la ponstitución nacional". tre los años 1853 y 1884 originó y desarrolló
En materia de enseñanza primaria y se- una obra educacional que se extendió a toda
cundaria, los institutos privados han re- la República y que culminó con la sanción,
currido al sistema de la "incorporación", en 1884, de la ley nacional de educación
por el que los educandos son examinados común. En dicho lapso se sancionaron le-
por profesores de establecimientos simila- yes provinciales de educación primaria que
res de carácter oficial. fueron arquetipos de avanzada concepción
La ley sobre libertad de enseñanza del y organización educativas; tales como las
30 de setiembre de 1878, número 934, y sus de Corrientes (1853), San Juan (1869), Ca-
decretos reglamentarios del 25 de julio de tamarca (1871), San Luis (1872), Mendo-
1896 y> del 17 de octubre de 1899 autorizan za (1872), Santiago del Estero (1872), Tu-
la incorporación de los colegios particulares cumán (1872), Buenos Aires (1875), Co-
a los colegios nacionales, dentro de los re- rrientes (1875), La Rioja (1875), Santa Fe
caudos reglamentarios pertinentes. (1876), Salta (1877), Tucumán (1882) y
3. Enseñanza primaria. Concepto. Atribu- San Luis (1883).
ciones constitucionales de la nación y de Como se ve, la legislación provincial, con
las provincias. Legislación. La prestación excepción de la ley de Corrientes de 1853,
del servicio público de la enseñanza se or- es posterior, a 1869, año en que se- realizo
ganiza de acuerdo al proceso evolutivo de el censo, que arrojó el pavoroso índice de
¡a cultura, que prevé tres cicl'os o grados analfabetismo del 78 % en una población
consecutivos: primario, secundario y supe- de 1.800.000 habitantes.
rior. La ley de educación común de la proyín«
La enseñanza primaria, que según Vaz cía de Buenos Aires del año 1875 fue la
Ferreira corresponde al núcleo más 24 central más completa y evolucionada de su época.
de la enseñanza general o integral í ), es Establecía la obliKatnri^HaH v erratuiriad
de la ensfiñar.5a primar, (art* 1?). Insti-
objeto del primordial deber de los Est.nrino
y ÍUÜuáwento de toda función social y po- tuyó medidas compulsivas para los padres,
-lítica(25). tutores y guardadores de niños que se re-
La Constitución Nacional, en el artícu-sistieran a enviarlos a las escuelas, hacién-
dolos pasibles de multas y aun de arrestos
lo 67, inciso 16, establece que corresponde
para casos extremos (art. 15).
al Congreso proveer "al progreso de la ilus-
tración dictando planes de instrucción ge- Con lo cual se demuestra que la natura-
neral y universitaria". leza jurídica de "derecho-deber" de la li-
Sánchez Viamonte entiende que esto sig-bertad de enseñanza era reconocida en
nifica que la Constitución ha querido en- nuestro Derecho público desde hace casi
un siglo.
tregar al Congreso la atribución de orientar
y organizar técnicamente, de un modo uni- Otro rasgo que demuestra la evoluciona-
da concepción de la ley es el que deriva
forme para todo Lel> G país, la enseñanza en
todos sus grados ( ). de la forma institucional que elige para el
Por imperio del artículo 5? de la Cons- gobierno de ía enseñanza, reconociéndole
titución Nacional, las provincias tienen a ésta la necesaria autarquía funcional.
deber de asegurar la existencia de la edu- En efecto, siguiendo los líneamientos de la
cación primaria como condición para pre- Constitución Provincial, reformada en 1873
servar su autonomía. —articulo 207, incisos b), c) y d)—, crea
un Consejo General de Educación, un di-
_ (24) Cita de Alfredo L. Palacios, .Espíritu V técnica (27) Nicolás Avellaneda, Memorial anual al Cortaran,
de i¿ Universidad, 1942, pág. 92. ' año 1871.
'Mi Joaquín V, González, op. cit-, pág. 162. (28) José Campobassi, Lev 1420, Bs. Aires, 1956, pág. 14.
(26) Carlos ܱ?«iVtamonte,_op. cit., pág. 157. (29) José Campobassi, Ley 2420, Bs, Aires, 1956, pi«. U.
rector general de Escuelas y comisiones in- rales incorporadas 31 al proyecto de ley de
tegradas y elegidas por los vecinos de cada educación común ( ).
pueblo. Asimismo creó el fondo perma- Establece la ley que la escuela primaria
nente de las escuelas. tiene por objeto favorecer y dirigir simul-
El Estado Nacional coadyuvó poderosa- táneamente el desarrollo moral, intelectual
mente en esta obra al sancionar la ley y físico de todo niño de seis a catorce años
nacional de subvenciones escolares a las de edad (art. !<?>. Y que la instrucción pri-
provincias, el 21 de setiembre de 1871. Pero maria debe ser obligatoria, gratuita, gra-
el primer aporte nacional sobre organiza- dual y dada conforme a los preceptos de
ción y gobierno de la educación primaria , la higiene (art. 29).
se realizó durante la presidencia de Julio A. Fundando la obligatoriedad de la ense-
Roca. Federalizada la ciudad de Buenos ñanza, el diputado Leguizamón, en la se-
Aires y entregados a la nación los esta- sión del 4 de julio de 1883, dijo: "Si una
blecimientos educacionales que habían per- nación tiene el deber de educar, 'no puede
tenecido a la provincia, el Poder Ejecutivo existir en parte alguna el derecho de ser
dictó el 28 de enero de 1881 el decreto por ignorante" ( 32 ).
el que se organizó la dirección» y adminis- Preservando el principio de la libertad
tración de la educación primaria en el or- de enseñanza, el artículo 49 de la ley es-
den nacional, creando al efecto el Consejo tablece que la obligación escolar puede
Nacional de Educación. cumplirse en. las escuelas públicas, en las
Este Consejo debía proyectar la cons- particulares o en el hogar de los niños,
trucción de edificios escolares para el mu- comprobándose por medio de. certificados y
nicipio de la Capital y dirigir y adminis- exámenes.
trar las escuelas de los territorios naciona- Al respecto, el diputado Demaría, en la
les, y encargarse del fomento de las escuelas sesión del 4 de julio de 1883, sostuvo la
provinciales. necesidad de consagrar la libertad de en-
El Consejo Nacional -de Educación tenía señanza, respetándose la voluntad de los
la suficiente autonomía como para formar padres, de manera de facultarlos para que
el presupuesto anual de los gastos de la puedan enviar sus hijos a ms escuelas que
educación común y el cálculo de recursos; ellos elijan, y los eduquen, por consiguien-
administrar todos sus fondos; designar a te, en la forma que entiendan más conve-
los empleados de la dirección y administra- niente.
ción de las escuelas primarias; así como El cumplimiento del deber de los padres,
dictar programas para la enseñanza de las tutores y guardadores puede ser exigido o
escuelas públicas, expedir títulos de maes- compelido por medio de amonestaciones y
tros previo examen, revalidar diplomas ex- multas progresivas, sin perjuicio de em-
tranjeros, etcétera. plear, en caso extremo, la fuerza pública
Por decreto-ley 9122 del 18 de setiembre para conducir los niños a la escuela (ar-
de 1943, el Consejo Nacional de Educación tículo 49, in fine).
Resolviendo un discutido problema que
fue despojado de su autonomía. Y por la atañe a la libertad de enseñanza, la ley
ley 13.548 del 24 de agosto de 1949 fue su- optó por la neutralidad religiosa, disponien-
primido. Hasta que el decreto-ley del 7 de do en el artículo 8?: "La enseñanza reli-
mayo de 1956 lo restableció. giosa sólo podrá ser dada en las escuelas
En el año 1884 se dictó la ley nacional de públicas por ¡os ministros autorizados de
educación común 1420, que fijó los prin- los diferentes cultos a los niños de su res-
cipios y normas de la educación primaria, pectiva comunión y antes o después de las
que según Sánchez Viamonte (30) son de horas de clase".
aplicación en todo él territorio del país, Esta disposición legal fue derogada por
inclusive en las provincias, en virtud de el decreto-ley 18.411 del 31 de diciembre
que el Congreso sancionó la ley en su ca- de 1943, que implantó la enseñanza de la
rácter de poder legislativo de la nación y religión'católica como materia ordinaria en
no como legislatura local (art. 67, inc. 16). las escuelas públicas de enseñanza prima-
Sin embargo, no ha sido tal el criterio del ria, postprimaria, secundaria y especial.
legislador. Y volvió a regir desde el 23 de mayo cié
En efecto, en la discusión parlamentaria 1955, al promulgarse la ley 14.401, que de-
(sesión del 14 de julio de 1883) se rechazó rogó la reforma introducida por el decreto-
el despacho de la Comisión de Justicia, Cul- ley 18.411.
to e Instrucción Pública de la Cámara de En materia de educación primaria la na-
Diputados, que proponía aplicar en todo el ción concurre con las provincias por medio
territorio de la nación ciertas regias gene- de subvenciones regladas por las leyes

(31) José Campobassl, op. ctt., páe. 95.


(!0) Carlos Sánchez Viamonte, op. ctt., pág. 158. (32) Cita José Campobassi,-op. cit., pig. 98.
2737 del año 1890 y 3559 de 1871, por las daria de los colegios nacionales, en las con-
que se regula en forma equitativa la ayuda diciones que la misma ley prevé. Por el ar-
a las provincias. Y también interviene la tículo 5? se reconoce este derecho a los
nación en la enseñanza primaria en las alumnos libres.
provincias mediante la creación de escue- El artículo 1<? de la ley 14.389 estableció
las elementales, infantiles, mixtas y rura- que "el Ministerio de Educación de la Na-
les. Intervención cuyo régimen se ajusta a ción es el organismo del Estado con com-
las previsiones de la ley 4874 del 30 de se- petencia natural y exclusiva para el otor-
tiembre de 1905 (ley Láinez), y que brinda gamiento de títulos en las distintas ramas
uniformidad, regularidad y difusión de la de la enseñanza media". Con lo cual ha
enseñanza en localidades del país donde quedado tácitamente derogada la facultad
la acción provincial habría resultado más de que al respecto gozaban algunos cole-
difícil u onerosa. La ley prevé que "para gios privados, tales como el Colegio Nacio-
determinar la ubicación de estas escuelas nal Jesuíta de Santa Fe y El Salvador de
se tendrá en cuenta el porcentaje de anal- la Capital Federal.
fabetos que resulta de las listas presentadas La ley 934 fue reglamentada por los de-
para, recibir la subvención escolar" (artícu- cretos de fechas: 25 de julio de 1896, 17 de
lo i"?). octubre de 1899, 24 de marzo de 1933, 13
4. Enseñanza secundaria. Concepto. Le- de marzo de 1953 y 28 de abril de 1953.
gislación. La enseñanza secundaria tiene 5. Enseñanza superior. Fines. Autarquía
por objeto obtener en el educando una do- y autonomía universitarias. Legislación. La
ble finalidad: humanista y de pre-especia- enseñanza superior se imparte por medio
lización, suministrándole elementos de cul- de las Universidades, cuyos -principales fi-
tura integral y bases científicas que cimen- nes, según el sistema establecido por la ley
ten su orientación vocacionál, profesional o 1597 son: 19) formar (en cursos orgánicos
técnica. y sistemáticos) o habilitar (por reválida)
La imparte la nación —sólo por excepción profesionales para que ejerzan de acuerdo
algunas provincias— en colegios nacionales, con la ley actividades de interés o trascen-
escuelas normales de formación profesional dencia social (abogados, médicos, ingenie-
e institutos especiales de formación técni- ros, etcétera); 2?) promover, estimular y
ca (escuelas industriales, comerciales, etcé- realizar la investigación científica, técnica
tera) . y las concepciones artísticas superiores
Además de los colegios nacionales —ofi- (función científica); 3?) difundir conoci-
ciales o incorporados— dependientes del mientos generales de índole científica y li-
Ministerio de Educación de la Nación, exis- terarios, según una dirección humanista, de
ten colegios, nacionales pertenecientes a las cultura en suma, función ésta que se con-
Universidades de Buenos Aires, Córdoba y sidera como realización de la misión social
La Plata. de la Universidad (33).
La enseñanza secundaria en nuestro país Las Universidades nacionales, desde el
carece de una. legislación orgánica. El Con- punto de vista del Derecho público, son
greso hasta ahora no ha ejercitado, en la entidades puramente administrativas insti-
especie, la facultad que le reserva el artícu- tucionales —al decir de Bielsa (34)—, por
lo 67, inciso 16, de la Constitución Nacional. descentralización de la administración ge-
La legislación está constituida por la ley neral del Estado, y cuyo grado de inde-
924 de 1878, que trata incidentalmente la pendencia corresponde al de la autarquía.
enseñanza secundaria al reglamentar la En efecto, el decreto-ley 6403 del 23 de
enseñanza en los establecimientos particu- diciembre de 1955 estableció, en su artícu-
lares y la incorporación de éstos a la en- lo 19, que las Universidades nacionales se
señanza oficial. Posteriormente esta ley fue organizan y desenvuelven dentro del régi-
modificada por la 14.389. men jurídico de autarquía. Tienen el pleno
. Las leyes nacionales 12.836 y 12.866 regla- gobierno de sus estudios y la administración
mentan las equivalencias de certificados de de su patrimonio conforme a las leyes res-
enseñanza. pectivas y de acuerdo con los estatutos que
La ley 934 reconoce la existencia de las cada una se dicte para si misma, según las
siguientes categorías de alumnos: 1*) alum- modalidades de su tradición y las conve-
nos de establecimientos oficiales; 2*) alum- niencias de su ámbito local. Se dan a sí
nos de establecimientos particulares incor- mLsmas la estructura y los planes de es-
porados a uno oficial; y 3^) alumnos libres. tudios que corresponden a la triple finali-
De acuerdo a la denominación de la ley: dad que las caracteriza en el orden de la
"reglamentario de la libertad de enseñan- profesión de la investigación científica y
za", estableció (art. 19) que los alumnos de la universalidad de la cultura. Eligen y
de los colegios particulares tendrán dere-
cho a presentarse a examen de las mate- (33) Rafael BioTsa, op. cit.. t. I. pags. 369-70, nota IT.
rias que comprenden la enseñanza secun- <S4) Rafael Bielsa. op. cu., t. I. pac. 372, nota &.
remueven a su vez profesores, sin interven- cuitad, como entidad federativa de la re-
ción así. Poder Ejecutivo, y expiden los cer- pública universitaria".
tificados de competencia que corresponden En el año 1872, el rector de la Universi-
a los estudios realizados en su seno. dad de Buenos Aires, doctor Juan María
Así quedó asentado el bregado principio Gutiérrez, al fundar su proyecto de reorga-
de la autonomía universitaria —en sentido nización universitaria, presentado .al go-
lato, pues en su acepción técnico-jurídica bierno de la provincia —del que dependía
es autarquía—, principio que hace al ge- entonces la Universidad—, sostuvo que la
nuino griterío de la libertad de "enseñanza, enseñanza universitaria debía basarse en
quedando abrogadas las previsiones de la su independencia absoluta; que la Univer-
ley Avellaneda (n1? 1597), que hacían de- sidad debía ser una institución libre, sin
pender del Poder Ejecutivo de la Nación vinculación alguna con' los oficios y profe-
la designación y remoción de los profesores siones del Estado; que la misión de la Uni-
titulares; así como el 11 de enero de 1955 versidad no podía ser otra que la de dis-
había quedado derogada la ley 13.031, cuyo pensar ciencia, lo cual no podía conseguirse
articulo 10 disponía la designación del rec- con la dirección del Estado, pues ella la
tor directamente por el Poder Ejecutivo, y convierte en una máquina de fabricar pro-
el 7 de octubre de 1955 la ley 14.297 mante- fesionales. Y en cuanto a la docencia, pro-
nía la prerrogativa del Poder Ejecutivo de ponía la mayor libertad posible al maestro
la designación del rector, pero sin el recau- para, que enseñe según su doctrina y su
do previo de la proposición de la terna y métode, y al discípulo para que aprenda
sin la exigencia del título de profesor uni- aquello que considere útil y necesario. La
versitario. Estas disposiciones (arts, 9"? y formación del profesorado libre declarará
23), entre otras de dicha ley, habían re- imposible la estagnación de la ciencia (36).
trogradado a las Universidades a su pasado Entroncan en la esencia misma del ins-
colonial, hasta que el decreto 477 de 1955 tituto constitucional de la libertad de en-
restableció la vigencia de la ley Avellaneda. señanza los referidos antecedentes históri-
El decreto-ley 10.775 del 15 de junio de cos, que propugnaron la autonomía univer-
1956 facultó a las Universidades a que, por sitaria.
medio de un Consejo Universitario, proyec- 6. La Reforma Universitaria y la libertad
ten sus propios estatutos, los que, aproba- de enseñanza. El movimiento estudiantil
dos por las respectivas asambleas univer- de 1918, que dio origen en Córdoba a la
sitarias, con prescindencia del Poder Eje- Reforma Universitaria, constituyó una pura
cutivo (art. 89), adquieren plena vigencia. y vigorosa afirmación argentina de los prin-
Posteriormente, el 1*? de julio de 1957 se cios de la libertad de enseñanza, que dio
dictó el decreto-ley 7361, que confirió autar- frutos en toda América latina.
quía financiera a las Universidades nacio- En su primer manifiesto los estudiantes
nales. Y el 28 de noviembre de 1957, por expresaron: "No nos pronunciamos contra
el decreto-ley 1567, se reconoció a la Asam- la universidad-laboratorio, sino contra la
blea Universitaria plena libertad para dic- universidad claustral. Vibramos con el rit-
tar el estatuto universitario. mo de la ciencia moderna y anhelamos la
Con estas disposiciones, el grado de in- enseñanza con sus claros y amplios méto-
dependencia de las Universidades nacio- dos de investigar y aprender".
nales se ha ido acercando al que implica Propugnando la auténtica libertad de en-
la autonomía institucional, en el sentido señanza universitaria, la Reforma reclamó
etimológico de darse la ley por sí mismo la democratización de la Universidad; la
(autos, por sí mismo; 3rinomos, ley). representación de estudiantes y graduados;
Alfredo L. Palacios ( ), al referir que la la gratuidad de la enseñanza; seminarios;
Universidad de La Plata nació de organis- asistencia libre; docencia libre; periodicidad
mos existentes que se gobernaban a sí mis- de la cátedra; la publicidad de los actos
mos, y que, creada una especie de repú- universitarios; la ayuda social de los estu-
blica federal, mantuvieron su autonomía diantes y la extensión universitaria, y la
en lo que respecta al gobierno interno, toma orientación social de la Universidad.
como antecedente del tradicional espíritu La Universidad estuvo encuadrada dentro
de autonomía universitaria expresiones da de su natural marco histórico hasta 1910.
su fundador, Joaquín V. González, quien Luego se fue convirtiendo en un ente está-
en la página 88 de la Memoria de 1905, re- tico, ajeno a la evolución social, de estruc-
firiéndose a los decanos, consigna: "Com- tura claustral, esotérica y oligárquica. La
préndese bajo esta denominación, usual en- participación, en el gobierno de los estu-
tre nosotros y en casi todo el mundo, la diantes y egresados democratizó a la Uni-
autoridad ejecutiva superior de cada Fa- versidad.
(3fí> Cita de Julio V González, en La Universidad y
(35) Revista de Ciencia» Jurídicas y Sociales, afta II, el Estado, ensayo critico en "La reforma universitaria",
octubre 1925, n? 9, La Plata, pag. 61. composición de Gabriel del Mazo, t. III, pags. M5-4G.
Como destinatario de la enseñanza —por mas específicas 3que deben presidir su des-
derecho natural—, la Reforma reconoció al envolvimiento" ( «).
estudiante el carácter de persona de dere- Como dice Gabriel del Mazo, en el mismo
cho universitario, centro y razón de ser de año de 1918 triunfaron las "bases" de la
la Universidad, derogando el viejo concep- Reforma, no sólo en la Universidad de Cór-
to de. Universidad por y para profeso- doba, sino en la de Buenos Aires, así como
res í87). Y en orden a la libertad de en- en la de Santa Fe en 1919 y en la de La
señanza, rechazó toda discriminación fun- Plata en 1920, El gobierno del presidente
dada en la condición social, económica, Irigoyen apoyé el movimiento y dictó los
racial, política o religiosa del alumno. nuevos estatutos reformistas para dichas
La cátedra transformó su carácter de Universidades, de acuerdo con las bases de
propiedad vitalicia y su mera condición organización votadas en el Congreso de Es-
burocrática, dignificándose, con el nuevo tudiantes de 1918 (4Ó). Este Congreso ha-
espíritu que postulaba la docencia libre, la bía sustentado la nacionalización de la Uni-
periodicidad de la cátedra y la. asistencia versidad provincial de Tucumán y propug-
libre, recaudos esenciales de la libertad de nado la creación de la Universidad del
enseñanza. Litoral. Ambos objetivos fueron obtenidos
La libertad de cátedra reconoce al proíe- en 1921 y 1919, respectivamente.
sor el derecho de enseñar libremente, sin También este movimiento estudiantil fue
coacciones ni interferencias. Sus presu- promotor de las Universidades de Cuyo y
puestos necesarios son los concursos pe- del Sur,
riódicos de méritos o de oposición, el es- El movimiento de la Reforma se propagó
calaíón docente y el funcionamiento de y dio sus frutos también en América, en
cátedras libres junto a las oficiales, con los ámbitos universitarios de Montevideo,
iguales derechos. En suma, "la libre docen- Asunción, Santiago de Chile, Porto Alegre,
cia es el punto de partida de una carrera San Pablo, Río de Janeiro, Sucre, La Paz,
profesional para que todos los estudiosos Bahía, Recife, Cuzco, Lima, Trujillo, Gua-
puedan enseñar y para que los alumnos yaquil, Quito, Medellín, Bogotá, Caracas,
puedan escoger como maestros a los me- Panamá, San José, Méjico y La Habana.
jores" '(«8) .
JcsisJPstraENCu.-~!« citada en el texto y notas.
La libre asistencia, condicionada a las
exigencias de cada profesión, facilita al EIB-JOCBÍÍÍ*. — ka citada er. las notas.
estudiante el acceso a los estudios univer-
sitarios. Prevé sus necesidades de traba- LIBERTAD DE EXPRESIÓN. (V. IMPBEN-
jar para su subsistencia; acrecienta su res- TA [DELITOS Y LIBERTAD DE]. LIBERTAD [DE-
ponsabilidad de alumno y la preocupación LITOS CONTRA. LA]. LIBERTAD DE CÁTEDRA. LI-
científica de los profesores en el acicate BERTAD DE OPINIÓN. POLICÍA DE COSTUMBRES.
por conquistar la preferencia en el caso fie RESTRICCIONES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.)
las cátedras paralelas.
La gratuidad de ia enseñanza, la ayuda LIBERTAD DE IMPRENTA. (V. IMPRENTA
social al estudiante y la extensión univer- [DELITOS ir LIBERTAD DE-].)
sitaria comportan otros inestimables re- LIBERTAD DE INDUSTRIA.* SUMARIO:
caudos que hacen a la vigencia concreta de 1. Concepto e importancia. 2. Libertad de in-
la libertad de enseñanza, poniéndola ai al- dustria en la historia: evolución del concepto.
cance de la colectividad. 3. Antecedentes argentinos que la consagran.
Al fin, es un capítulo de la libertad de 4. Su protección: competencia. 5. Limitacio-
enseñanza la libertad universitaria. Y ésta nes a la libertad de industria. 6. Jurispru-
se determina por su cabal autonomía del dencia. 7. Conclusiones.
Estado. Al respecto, en las "bases" que es- 1. Concepto e importancia. La libertad
tableció el Primer Congreso Nacional de de industria es la potestad que permite al
Estudiantes Universitarios de Córdoba se hombre su concreta actuación en el goce
estableció que "cada Universidad es, o debe de sus facultades y aspiraciones —en un
ser, una entidad dotada de vida propia que ambiente propicio— dirigidas a aquella ac-
lleve en sí misma la razón de su existencia. tividad. (V. INDUSTRIA.)
Por eso deberá desarrollarse dentro de los Su trascendencia resulta evidente, pues
moldes originales, de acuerdo con las con- constituye un derecho inherente al hombre
diciones específicas de la sociedad en que por su calidad de tal, y por lo tanto Inse-
actúa. El legislador no puede menos de re-
conocer los factores determinantes de su
vida, dotando a cada instituto de las nor- (39) Gabriel del Mazo, La Reforma universitaria, com-
pilación y notas, t. I, pág. 46.
(40) Gabriel del Mazo. "JLo que significa la Reíotmí",
(37) Gabriel del Mazo, La Reíorma universitaria, t. I, en La Reforma l/niwersiíaria en 'América Latina, pág. 20.
pág. 31.
(38) Gabriel del Mazo. "Lo que significa la Reforma",
en Re/orina Universitaria en América Latina, pág. 32. * Por el Dr. ALFREDO GÓMEZ RIERA.
parable de su natural condición ('). Esa recho a la industria como factor autónomo
apreciación emerge por ser una modalidad que da vigencia a un Derecho especial; tal
2
de la libertad de trabajo ( ) , e importa por el caso cuando se habla de Derecho penal
tal circunstancia- una posibilidad que nace industrial, que tiene su fuente en ella y
como lógica aspiración, máxime cuando se que a su vez representa 4
una protección a
trata generalmente de actividad • en .equipo aquella actividad ( ).
y por lo tanto esencialmente social como es Establecido -este prefacio antecedente,
la naturaleza del mismo. conviene hacer notar que un excesivo des-
Cuando se habla de libertad de industria arrollo del tema en estudio podría origi-
se refiere también a factores externos que nar una incursión en otros que escaparían
implican la protección y defensa vigilante del ámbito de este trabajo; tal el de la mis-
del medio donde los hombres encuentran la ma voz industria, la libertad de trabajo,
oportunidad de dedicar su capacidad de dirigismo jurídico, sindicalismo, etcétera; y
trabajo. es por ello que corresponde, para evitar ese
En realidad la libertad industrial tiene riesgo, referirse a aquellos aspectos vincu-
matices propios derivados de la naturaleza lados al título en examen que hacen a su
misma del objeto a que ella tiende. En efec- esencia.
to, la industria de por sí incide en que el 2. Libertad de industria en la historia:
hombre pierda en parte su individualidad evolución del concepto. Cabe preguntarse:
al ir a integrar —en resguardo de sus in- el trabajo del artesano —trabajo manual—,
tereses— grupos que lo representan. Asi- que se desarrolló en todas las épocas, pues
mismo, el Estado, que tiene facultad y obli- es inherente -al ingenio del hombre y que
gación de establecer un orden jurídico, al sólo importaba la transformación primaria,
reglamentarla hace surgir la posibilidad de de la materia, ¿se cumplía en un ambiente
restringirla y hasta a veces anularla. Tales de libertad? Tal situación deriva natural-
aspectos y otros similares originan proble- mente del régimen político de gobierno de
mas teóricos y prácticos que adquieren pro- cada grupo.
5
Expresa Carlos Sánchez Via-
porciones relevantes ante el desarrollo in- monte ( ): "Acaso la única ley constante
dustrial de las naciones, y no cabe duda que de la historia consiste en el dominio pro-
actualmente se tiene en cuenta en forma gresivo de la humanidad sobre ¡a natura-
primigenia el estado de cosas de ese orden leza. Ese dominio se ha desarrollado siem-
para juzgar el adelanto de las mismas. Es pre según una cierta organización del tra-
así que cuando se habla de país desarrolla- bajo impuesta por el poder político, desde
do, "se entiende por tal el que pone al al- que aparece el Estado".
cance de todos sus miembros de una ma- Ahora bien; aquel dominio origina la in-
nera estable las condiciones materiales y dustria al precederse a la transformación
espirituales requeridas por la vida moder- de la materia prima que sirve al hombre
na". Y a la inversa, país subdesarrollado se Pero éste, ¿es libre para disponer del pro-
considera "aquel en el cual sus miembros ducto de su traBa-jo y dedicarse al que sus
no gozan del mínimo cultural y económico inclinaciones lo llevan? La historia demues-
suficiente para llevar una vida digna de tra que no, con diferencias, según el presu-
acuerdo al progreso alcanzado por la hu- puesto anotado supra, en cuanto a la inten-
manidad''^), y es indudable-que la In- sidad en las limitaciones; así, en Egipto,
dustria contribuye en forma decisiva a crear "... en el campo, los agricultores y cria-
aquellas condiciones materiales y espiritua- dores de ganado; en las ciudades, meta-
les. Ahora bien, para que se pueda cumplir lúrgicos, aíbañiles, carpinteros, tejedores,
aquel extremo de una vida digna, necesa- zapateros, talabarteros y otros muchos ar-
riamente todo lo que contribuya a ella debe tesanos trabajaban bajo la dirección de un
realizarse en un clima de libertad, pues de capataz, y sus productos tenían el carácter
lo contrario es posible obtener por el des- de propiedad fiscal, bajo la vigilancia de
arrollo Industrial un ambiente de superio- inspectores oficiales. En la misma situación
ridad material, pero el ejercicio y resultado se hallaban los comerciantes-encargados de
de esta actividad podrán dirigirse a coartar distribuir los productos obtenidos por el tra-
valores esenciales de la personalidad hu- bajo interior o importados del exterior" ( 8 ).
mana. Casos similares, con las variantes deriva-
La trascendencia e incidencia apuntada das del presupuesto anotado, se observan
han dado incluso origen a que la doctrina en distintos países. Tanto en la China como
admita referirse en algunas ramas del De- en la India, y aun en Roma, la producción,
distribución y consumó de los productos son
(1) Joaquín V. González. Manual de la Conítttariórt
orjeníino. 24» ed., Bs. Aires, 1951» pág. 129.
(2) Carlos Sánchez Viamonte, La, libertad y sus proble- (4) Luis Jiménez de Asxla, Tratado de Derecho penal,
mas, Bs. Aires, 1961, pág. 234. Bs. Aires, 1957, 2* ed., t. V, p&g. 62.
(3) Julio C. Castigllone y Luis A. Lucena, trabajo pre- (5) Carlos Sánchez Viarooníe, Lizs instituciones políticos
sentado en el Tercer Seminario Argentino de Sociología, e» lo historia universa!, Bs. Aires, 1958, pág- 26.
Resistencia (Prov. del Chaco), octubre át> 198Z. (6) Carlos Sánchez Víemnute. obra cit., pág. 30.
controlados por el Estado; en esta7 última, Unido a aquel concepto extremo de liber-
al decir de Pascual di Gugllelmo ( ), "... se tad, el surgimiento de otros factores, como
profesó soberbio desprecio por las pacíficas ser la desenfrenada evolución industrial
ocupaciones del artesano, hasta el extremo —que tiene su origen en el maqumismo—,
de que la ley de Constantino, inspirada en acentuó aquella diferencia apuntada, que
las antiguas tradiciones, no vaciló en equi- trajo "... una evidente explotación del ser
parar la condición jurídica de la mujer co- humano que debía poner su actividad de
merciante a la de las esclavas, artistas de trabajo al servicio del capitalista que diri-
teatro e hijas de dueñas de prostíbulos". gía la industria y que aprovechando su si-
Podemos decir que el primer paso hacia tuación económica preponderante imponía
la libertad de industria, aunque referido las condiciones de trabajo, condiciones que,
naturalmente al trabajo restringido que se cualesquiera que ellas fuesen, debían ser
podía realizar —por ser principalmente ma- aceptadas por los obreros so pena de pe-
nual—, se halla en las corporaciones de la recer" (ii).
Edad Media. Ello, sin embargo, limitado al En esa situación, aunque se proclame la
puntó de vista- teórico de los principios en libertad, ella no se concreta en la realidad,
que ss fundamenta la institución, pues sus pues, "ausente la igualdad de las partes,
efectos concretos fueron contrarios a tal prodúcese también la ausencia de la liber-
orden de cosas. Es que en una época en tad" 02).
que la violencia constituía derecho y era Es como una reacción que surgió la ne- •
necesario ser fuerte para subsistir, las cor- cesidad de la intervención estatal para re-
poraciones fueron el primer grado de eman- gular un orden jurídico en consonancia
cipación y el primer germen de libertades; con los factores humanos que forman par-
pero ausente la fecunda eficacia de los ca- te —en distinta actuación— del industria-
pitales y de las fuerzas motrices, y encerra- lismo: patrón, obrero, distribuidor, consu-
das en el angosto círculo de los maestraz- midor, etcétera. Incidió en ello el mismo
gos, los privilegios del feudo y el nacimiento resultado de la expansión industrial al
sólo sirvieron para levantar barreras a la crear centros importantes, en los que el
emulación ( 8 ). Esa situación tenía su origen obrero se sintió en condiciones de exigir
en el cúmulo de "disposiciones que regla- se satisfagan sus aspiraciones. Asimismo,
mentaban el trabajo, que no dejaban a los los gobernantes, hombres públicos y diri-
maestros ni siquiera la libertad de elegir gentes políticos vieron la necesidad de aque-
sus materias primas, de perfeccionar sus lla regulación jurídica, no sólo para que
instrumentos de trabajo, de aumentar el los principios en que se fundamenta el Es-
número de oficiales, fijando su' jornada y tado moderno tengan concreta vigencia,
su salario; el precio de los artículos y los sino también para el propio orden interno
lugares de exposición y venta; parecía del Estado, que a su vez repercute en. la
constituir un sistema de protección extre- efectiva importancia en el plano interna-
ma susceptible de paralizar 9toda iniciativa cional del mismo. '
y de paralizar el progreso" ( ). Es pues recién entonces que comienza una
Contra ese sistema de reglamentación etapa —siglo xix— que ha seguido en con-
rigurosa y contra esta jerarquización, que tinua evolución —aun en el presente— y en
hacían del trabajo, del I 0comercio y de la que ya podemos hablar de libertad de in-
industria un privilegio ( ) , nace con la re- dustria, considerando la protección del Es-
volución francesa de 1789 .un orden de cosas tado al principio y a su dinámica como una
distinto que origina una época de afirma- actuación que le es inherente por sus pro-
ciones: libertad, igualdad, fraternidad. Pe- pios fines, 13ya que, como expresa Sánchez
ro en el caso, la libertad que se pregona la Viamonte ( ), "en definitiva toda función
debemos vincular a las teorías liberales de de gobierno es un servicio público, y des-
.concepción individualista de aquellos años pués de la libertad, ninguna es más im-
—fines del siglo xvni—, que por no adap- portante y urgente que la justicia, que no
tarse a la .realidad del medio ambiente puede reducirse en nuestro tiempo a cum-
—diferencia de situación del patrón y del plir el viejo aforismo romano de dar a cada
obrero— fueron en definitiva simples de- uno lo suyo, sin averiguar antes si cada uno
claraciones teóricas. Con ese efecto, el de- tiene algo suyo, y en caso de tenerlo, si le-
creto del 2 de marzo de 1791, al proclamar gítimamente le corresponde".
la libertad de comercio e industria, consa- 3. Antecedentes argentinos que la consa-
gró en la norma aquellos principios. gran. Indudablemente que la industria,
con relevancia en el Estado moderno
(7) Pascual di Guglielmo, Tratado de Derecho indus-
trial, Bs Aires. 1051. t. II, p,ig. 2. (11) Juan D. Pozzo, Derecho del trabajo, B«. Alnf,
(8) Gugtirlmo. obra cit.. introducción. 1948. t. I, pág. 5.
(9) Pascua! Gugiie'mo, obra cit., pág. 3, cita de Wael- (12) Alejandro M. TJnssain, Legislación del trabajo,
broc-ck Ch , Cours dr Ornit inüuslriei. Bs. Aires, 1925, t. I, páü. 6.
(10) Carlos Sánchez Viarnotitc. obra cit. (2), pág, 235. (13) Carlos Sánchez Viamonte, obra cit., pág. ¡37.
mo factor esencial de desarrollo—, alcanza blecerse ni presentar ventajas 1 conocidas si
principal preponderancia debido a su con- este ramo vivificador no entra a dar valor
tinua evolución en el presente siglo, no a las rudas producciones de la una y ma-
obstante, como dijimos antes, su decisiva teria y pábulo a la perenne rotación del
influencia en acontecimientos y doctrinas 'otro: cosas ambas que cuando se hallan
de fines del siglo xvm y del xix, y que es regularmente combinadas no dejarán ja-
en e,ste último que la expresión tiene vi- más de acarrear la abundancia y la ri-
vencia adecuada. Naturalmente que en la queza al15 pueblo que las desempeñe feliz-
historia de la evolución industrial no se mente'^ ). También Juan Bautista Al-
puede hablar de principios absolutos, pues berdi enseñaba que "... no er? todo que se
las circunstancias especiales de cada, na- lograse la tranquilidad y se afianzasen el
ción, tales como situación geográfica, suje- orden y la paz interior mediante la orga-
ción a otros Estados —tanto en lo político nización de un gobierno central estabili-
como en lo económico—, fecha de emanci- zado y fuerte; la obra debía complementarse
pación, etcétera, son factores propios que con propósitos relacionados con la pros-
inciden en los acontecimientos y en la con- peridad general..."; consideraba necesario
creción de los ordenamientos jurídicos. a ese efecto "... la inmigración libre y
Para hacer un somero estudio de los an- abundante en la expansión del comercio^
tecedentes argentinos, debemos hacer men- en la construcción de ferrocarriles, en ef.
ción de la situación en la época de la co- desenvolvimiento sin trabas de la indus-
lonia, y en relación a ella existe concor- tria" ( 1C ). Por último, cabe citar, haciendo
dancia en la doctrina que no es dable re- notar la claridad de su concapción, expre-
ferirse a la institución en estudio —liber- siones de Esteban Echeverría en su Dogma
tad de industria—, como que hubiera te- socialista, cuando clamaba: "Cjueremos ade-
nido efectiva vigencia. Por el contrario, no más, como instituciones emergentes, la de-
sólo era esa situación en sí —ausencia de mocracia en la enseñanza, y por medio de
libertad— una realidad, sino que consa- ella en la familia, la .democracia en la in-
graban tal estado de cosas los ordena- dustria..." (").
mientos aplicables. Joaquín V. González en- En el apartado que estudiamos correspon-
seña: "... ni existía el principio de la igual- de referirnos a las Constituciones provin-
dad natural entre los hombres, porque las ciales, que ya con anterioridad a la Cons-
leyes distinguían entre españoles, criollos, titución nacional de 1853 contenían algu-
mulatos, negros e indígenas y porque la nas disposiciones que directa o indirecta-
esclavitud era una institución ordinaria", mente tendían a consagrar ¿1 principio,
expresando también: "... el ejercicio de las dado que en la época —en la América la-
profesiones y de las industrias hallábase tina— era difícil hallar el ambiente propi-
sometido a innumerables prohibiciones y cio para concretarla en la realidad. Ellas
restricciones que convertían al individuo en pueden considerarse como los antecedentes
un obrero del Estado", y agrega: "...ni primeros de la libertad de industria, esta-
era tampoco libre la enajenación de los tuida por la Constitución nacional en vi-
frutos de la industria en el mercado, que gencia, Así, entre otras: la Constitución de
el productor prefiriese; y ésta es una de Córdoba de 1821, en cuanto establecía que
las restricciones que aceleraron la indepen- "las acciones privadas de los hombres que
dencia de las colonias" ( 14 ). no ofendan la moral o el orden público sólo
. Producida la revolución de Mayo, y aun están reservadas a Dios, y exentas de la
en la etapa previa de gestación, no fueron autoridad de los magistrados"; la de Co-
pocos los hombres públicos que hicieron rrientes del mismo año, que en el artículo
resaltar la necesidad de conseguir la li- 15, al referirse a la situación de los extran-
bertad industrial, como asimismo destaca- jeros, preceptuaba —luego de establecer
ron su importancia manifestando su aspi- algunas prohibiciones a su respecto—:
ración de que los principios fundamentales "... salvo que se trate de fomentar esta-
se concretaran en los ordenamientos jurí- blecimientos agrícolas"; más específica aún
dicos; así, Manuel Belgrano, en el Correo en el orden de cosas que referimos es la
de Comercio de Buenos Aires, expresaba: Constitución de Catamarca de 1823, la que
"Ni la agricultura ni el comercio serían casi además de consagrar el principio establecía
en ningún caso suficientes a establecer la el organismo competente para garantizarla
felicidad de un pueblo si no entrase en su —la Municipalidad—, a la que "...le es
socorro la oficiosa industria, porque ni todos propia la protección de todos los establecí-
los individuos de un país son a propósito
para desempeñar aquellas dos primeras pro- as) Segundo V. Linares Quintana, Trotado de la
Ciencia del Derecho constitucional, Bs. Aires, 1S56 t IV
fesiones, ni ellas pueden sólidamente esta- Pag. 491. • • T.
(16)'Clodomiro Zavalla, Derecho público provincial
Bs. Aires. 1937. pag. 25.
(17) Esteban Echeverría. Dogma socialista —obras com-
(14) Joaquín V. González, obra clt., paga. 49-50. pletas—, Bs. Aires. 1873, t. IV, pág. Zl.
miéntós científicos de beneficencia, indus- 14, citado, la consagra como un derecho;
triales o comerciales..." (artículo 121) ( 18 ). • d) En el artículo 19 al referirse a la libertad
En cuanto a los ordenamientos de carác- /del hombre para dirigir sus acciones; e) En
ter nacional —o que se tuvo como objetivo el artículo 20 al equiparar los extranjeros
su aplicación en toda la Nación—, y que - a los nacionales, a ¡os efectos allí estable-
fueron, dictados con posterioridad a la Re- cidos, entre ellos, el de "ejercer su indus-
volución de Mayo, cabe expresar que casi tria"; f) En el artículo 25, restringiendo la
todos ellos contenían disposiciones genera- facultad del gobierno federal para "limitar
les que importaban declaraciones de tal ni gravar con impuesto alguno la entrada
carácter, circunstancia por la que se debe en el territorio argentino de los extranjeros
encuadrar en la protección jurídica a la li- que traigan por objeto labrar la tierra, me-
bertad de industria. Sin embargo es de in- jorar las industrias..."; g) En el artículo
terés hacer mención a aquellas disposiciones 67, inciso 16, en cuanto faculta al Congreso
que dada su terminología importan una de la Nación a "proveer lo conducente a la
concreción en la norma en forma específica prosperidad del país, al adelanto y bienes-
de la potestad" referida. Corresponde citar tar de todas las provincias y al progreso
como primer antecedente el decreto del 4 de la ilustración... promoviendo la indus-
de septiembre de 1812, que "ofrece la pro- tria, la inmigración, la construcción de
tección del Estado y amplía la libertad a ferrocarriles y canales navegables, la colo-
todos los inmigrantes que quieran residir nización de tierras de propiedad nacional,
en el país, labrar la tierra y ejercer su in- la introducción y establecimiento de nuevas
dustria". La Asamblea General Constitu- industrias...", y h) También al referirse
yente de 1813, al suprimir los monopolios, a los gobiernos de provincia', en el artículo
favorece la libertad de industria,.lo mismo 107 se especifica la facultad que tienen de
al dejar sin efecto restricciones al comercio promover las industrias, como asimismo la
extranjero. El Reglamento provisional de introducción y establecimiento de otras.
1815 contiene muchas disposiciones que Ahora bien, entendiendo que el meollo de
fueron incorporadas luego a la actual .cons- la consagración constitucional de la liber-
titución, tal las relativas a los derechos tad de industria está dado por el artículo
civiles y políticos. Es de destacar en este 14, cabe preguntarse, ¿cumple tal disposi-
ordenamiento las limitaciones expresas a ción —referida— la finalidad esencialmente
las facultades del Poder Ejecutivo, "dirigi- social a que nos referimos como concepción
das a asegurar la libertad personal..." ( 19 ). actual de la misma? Considero que no obs-
Con la tónica indicada supra, en, cuanto al tante que la Constitución Nacional de 1853
punto en estudio las Constituciones del 19 es el más acabado reflejo de lo que se ha
y 26 establecen los principios generales re- dado en llamar el constitucionalismo indi-
feridos. vidualista, que se caracteriza por la prepon-
Era, pues, lógico que al organizarse jurí- derancia que se da a los derechos de tal
v
dicamente la Nación —considerando que se carácter —individuales—, ella no ha impe-
inicia esta etapa al dictarse.la Constitución dido el avance de las nuevas concepciones
Nacional de 1853—, se contemplara la li- del Derecho, dado que no hay contraposi-
bertad de industria y se la consagrara como ción para que bajo su amparo se puedan
un derecho inalienable del ciudadano. En dictar leyes progresistas en materia social
efecto, el artículo 14 de la carta fundamen- Que ello es así en virtud de que las enuncia-
tal citada, en primer término se refiere al ciones establecidas en su. texto importan
derecho de todos los habitantes de "trabajar principios básicos dirigidos a la protección
y ejercer toda industria lícita". Es decir, —en el orden de cosas que se estudia— de
que a tales posibilidades se les da valor re- la persona, y conforme a la orientación
levante, equiparando ambas situaciones: actual la mejor manera de que ella tenga
trabajo e industria. Tal sistemática resulta vivencia efectiva es estableciendo una pro-
apropiada atento a la natural vinculación tección jurídica adecuada al hombre, en
indicada anteriormente. Son varias las dis- relación con el medio ambiente.
posiciones relacionadas con la libertad que Por otra parte, el juzgamiento del carác-
estudiamos, así: a) En el preámbulo cabe ter de la industria de que trata el precitado
considerarla encuadrada cuando dice "...pro- artículo 14, al agregar el calificativo de que
mover el bienestar general y asegurar los la misma sea "lícita", posibilita una inter-
beneficios de la libertad..."; b) En el ar- pretación adecuada al estado de las ciencias
tículo 11 al establecer la libertad de tránsito sociales, ya que tal calificación puesta en
respecto a "los artículos de producción o el inciso como explicativa del concepto del
fabricación nacional..."; c) En el artículo derecho que se menciona, permite decidir
en cada caso, pues el criteTio para hacerlo
(18) Clodomira Zavalia, obra cit.. pásg. 131, 133 y 138. está claramente indicado por el artículo 19
(19) Joaquín V. González, obra cit., págs. 57, 60 y 61-62. de la Constitución, "cuando salvaguarda el
orden y la moral pública respecto de las zarse la sociedad de que forma parte y cons-
acciones privadas de los hombres" ( 2 0 ). tituirse el Estado, necesariamente, también
Las constituciones provinciales posterio- el ordenamiento jurídico que la rige lo de-
res a la nacional de 1853, han seguido los bía prever.
principios establecidos en ésta en la mate- En las naciones establecidas bajo un ré-
ria, y es así que cada carta en particular gimen unitario de gobierno, el planteamien-
consagra los derechos inherentes a la per- to en estudio tiene una dirección inequívoca;
sona, alguna de ellas ampliando la enume- es al gobierno central a quien incumbe lo
ración con preceptos originales tendientes relativo, al propósito antes citado. En un
a dar mayor fuerza al enunciado ( 2 1 ), des- Estado organizado bajo el régimen federal
tacándose, sin embargo, que aquella con- de gobierno que supone la coexistencia de
cepción eminentemente social, ha gravitado dos gobiernos que deben cumplir su come-
intensamente en las reformas constitucio- tido con los gobernados para efectivizar sus
nales de las provincias, que han encarado respectivos mandatos, habrá que deslindar
en forma decisiva la valoración del trabajo necesariamente —en relación al punto—,
—se considera a la industria como una mo- cuáles son las facultades que les son pro-
dalidad del mismo—. con una jerarquía 'que pias. En el caso particular nuestro, las que
se proyecta no sólo en lo social sino tam- corresponden a las provincias y a la nación.
bién en lo económico y político. Bástenos Para ello estimo que la tónica de la solu-
citar como ejemplo la Constitución de Santa ción está dada en el examen de la natura-
Fe de 1962, en cuyo preámbulo se expresa leza de las normas que se dictan, concor-
entre los fines propuestos el de "... estimu- dándolas con el antecedente que a su vez
lar y dignificar el trabajo, proveer a la edu- es su fundamento, fijado por la Constitu-
cación y la cultura, fomentar la cooperación ción Nacional —artículo 104— de "que las
y solidaridad sociales; promover el bienes- provincias conservan todo el poder no dele-
tar general, impulsar el desarrollo econó- gado por esta Constitución al gobierno fe-
mico bajo el signo de la justicia social..."; deral. ..". Naturalmente que el planteamien-
el artículo 15 preceptúa, en su tercer apar- to tiene también otro enfoque derivado de
tado: "La iniciativa económica de los indi- las facultades concurrentes, que son inhe-
viduos es libre. Sin embargo no puede rentes a ambos órdenes de gobierno en
desarrollarse en pugna con la utilidad social cuanto tienden a la prosperidad y bienes-
o con mengua de la seguridad, libertad o tar general —y las relativas a la libertad
dignidad humana. En este sentido la ley de industria tienen generalmente ese ca-
puede limitarla con medidas que encua- rácter—. Si bien para la apreciación sub-
dren en la potestad del gobierno local"; y jetiva de los casos se dan aquellos precon-
el 25 estatuye: "El Estado provincial pro- ceptos, en la práctica surgen discrepancias
mueve el desarrollo e integración económi- ante distintas situaciones que se plantean
cos denlas diferentes zonas de su territorio, ante la necesidad de tipificar o encuadrar
en correlación con la economía nacional, y aquéllos en la ley y conocer su naturaleza
a este fin orienta la iniciativa económica jurídica. Al respecto, y como veremos más
privada y la estimula mediante una adecua- adelante, los más altos tribunales de la
da política tributaria y crediticia y la...", Nación han sentado jurisprudencia unifor-
agregando: "Facilita, con igual propósito, me, que va formando una fuente de dere-
la incorporación de capitales, equipos, ma- cho trascendente.
teriales, asistencia tecnológica y asesora- Concuerda con lo expuesto —y a la orien-
miento administrativo y, en general, adopta tación antes aludida ha servido de guía—
cualquier medida que estime convenien- la clasificación formulada por José Nicolás
te" ( 22 ). Matienzo para determinar las facultades de
4. Su protección: competencia. Por tra- las provincias y de la Nación en el orden
tarse la libertad de industria de una potes- de cosas que estudiamos, quien informaba
tad inherente al hombre por su calidad de que era preciso distinguir tres grupos en
tal y que importa una condición por la que las normas a aplicarse: 1) disposiciones
aquél puede actuar sin coerción alguna, de derecho civil, o sea aquéllas que se re-
sometiéndose únicamente a las limitaciones fieren a la capacidad de las personas para
indispensables para que ella pueda persis- contratar el trabajo propio o ajeno, y a las
tir, necesariamente precisa de la protección prestaciones que pueden ser objeto de la
Que le dé efectiva vivencia. locación de servicios; 2) disposiciones de
Ahora bien, esa tutela de la libertad debe derecho penal, íundadas en principios de
provenir del hombre mismo, pues es éste orden público; y 3) disposiciones de poli-
en definitiva su beneficiario. Y al organi- cía que reglamentan la construcción o fun-
cionamiento de las fábricas y talleres con
(20) Juan A. González Calderón, Curso de Derecho objeto de asegurar en ellos la higiene, la
constitucional, Bs. Aires, 1943. pág. 411. seguridad y el bienestar de los trabajadores.
(21) Clodomiro Zavalía, obra cit.. pág. 237.
(22) Boletín Oíicial Prov. Santa Fe, 1S-IV-62. Las correspondientes a los dos primeros
grupos deberán ser, por su naturaleza, de Ejemplo típico lo constituye la ley 15.293
carácter nacional; las del 23tercero tienen del 21 de julio de 1960 (2 5 ), que en su ar-
carácter local o provincial í ). tículo 89 sanciona a quienes sin la debida
5. Limitaciones a la libertad de industria. autorización fabricaren explosivos, agresi-
El hombre por su calidad de tal posee todas vos químicos o materias afines, substancias
las facultades necesarias para orientar li- o'instrumentos destinados a su elaboración
bremente la actividad individual eligiendo o empleo; armas o municiones, elementos
la profesión o industria —ya que éstos son nucleares y demás materiales considerados
aspectos de un sólo derecho inherente a como de guerra.
la personalidad humana— que considere b) Salubridad: En realidad no es posible
conveniente, teniendo asimismo el derecho establecer una distinción absoluta de con-
de exigir el respeto de los demás a esa de- ceptos, pues aquellas normas que tratan de
cisión para poder cumplir sus aspiraciones. proteger la salud, en última instancia tam-
Ello, sin embargo, no importa el reconoci- bién tienen su fundamento en razones de
miento de derechos absolutos. Por el con- seguridad; no obstante ello, para una mejor
trario, tanto la doctrina (24), como los tex- comprensión y como método lógico, pues
tos legales que tienen su información lógica se trata de limitaciones, 'y como tales re-
en aquélla, están contestes en reconocer la sulta conveniente —en salvaguarda del
necesidad de limitaciones, derivadas tam- mismo principio de libertad— enumerarlas,
bién de la misma naturaleza del hombre, puntualizando aquellas características pro-
ser sociable por excelencia, que para poder pias o más generales a las situaciones apun-
convivir en el medio que le es propio debe tadas, sin que ello necesariamente quie-
crear las condiciones jurídicas esenciales. ra decir que son exclusivas o particulares
Esas condiciones implican la necesidad de de las mismas. Con ese criterio podemos
que el individuo se someta a principios, que decir —en el caso— que se justifican las
en última instancia van en su propio bene- limitaciones cuando ellas pueden ser per-
ficio, que posibiliten el control a su potes- judiciales al estado físico o psíquico de quie-
tad de determinación. Por otra parte estas nes trabajan en las industrias, o a las po-
limitaciones que son consecuencia de lo ex- blaciones o vecinos del lugar en que ellas
puesto, importan el antecedente necesario están radicadas.
para la efectiva dinámica de la libertad, c) Decoro,,moral y buenas costumbres: La
pues los excesos de ésta originan situacio- libertad dé industria no puede argüirse
nes contraproducentes a la tutela que con como valla cuando su dinámica pueda oca-
ella' se pretende. sionar un perjuicio al honor de las personas
Las limitaciones a la libertad de indus- —por la naturaleza del trabajo que allí se
tria —indispensables— se traducen en la realiza—, o resulta contraria a las reglas
protección a ciertos valores inherentes al éticas que deben seguirse en la sociedad,-o
ser humano, y otros relativos a la organi- pueden importar hacer surgir hábitos aten-
zación Jurídica del que forma parte: Es- tatorios al concepto moral que en el media
tado. ambiente —en una época determinada—
Para un análisis más exhaustivo del punto se entiende por correcto y honesto. Tales
en examen intentaré una clasificación de aquellas industrias de productos -químicos
las limitaciones a la libertad de industria, destinados a actuar como excitantes o es-
teniendo como antecedente lo expuesto y timulantes —en casos no autorizados por
la dirección que surge del precepto consti- la ciencia médica— y que produzcan o
tucional —artículo 14—, en cuanto al con- puedan producir en el individuo efectos o
sagrarla impone la condición del carácter consecuencias que lo lleven a vulnerar aque-
de lícito de la actividad, como asimismo que llos principios referidos supra.
su dinámica se desenvuelva conforme a las d) Progreso y cultura: Tampoco la liber-
leyes que reglamentan su ejercicio. tad de industria puede ser un factor nega-
Concorde con ello, y teniendo en cuenta tivo al adelanto del país que importe un
el bien jurídico que se tiende a proteger, retroceso en su desarrollo, tanto en lo ma-
considero que ellas tienen sus fundamen- terial como en lo espiritual. En este orden
tos en razones Se: hoy no se justifica, y por lo tanto no se la
a) Seguridad: Deriva tal circunstancia puede considerar amparada por la ley, una
de los problemas que pueden producir cier- industria atentatoria de aquellos principios:
tas industrias por ser perjudiciales a inte- ejemplo típico sería una industria destinada
reses superiores del Estado, como ser aque- —por supuesto sin fin científico— a obtener
llas en las que la ^producción de las mismas beneficios derivados de la edición de libros
podría ser atentatoria al orden público. obscenos. Que ello sería así, pues su pro-
ducción no sólo importaría" un atentado a
(23) Diarlo de lesiones de la Cámara de Diputados
e la Nación, Bs; Aires. 1907, t. I, pág. 235. (25) Boletín Oficial de la Rep. Argentina, Bs. Alrei, 12
(21) Joaquín V. González, obra cit., pág. 117. de agosto de 1960, rw 19.307.
I
principios expuestos —decoro, moral y bue- competencia, protección al derecho, limita-
nas costumbres—, sino también y princi- ciones, etcétera.
palmente en cuanto al nivel cultural, y a la Entre los casos que han tenido .relevan-
vez tendría su natural incidencia en el cia se citan los resueltos por la Corte Su-
concepto que se tenga del Estado. prema Nacional, en cuanto han establecido:
En. adecuada síntesis, Segundo V. Linares "... que la autoridad no debe intervenir en
Quintana expresa: "La libertad de indus- la libre aplicación de los capitales ni en las
tria está sometida a dos órdenes de limita- empresas e iniciativas de particulares en
ciones: a) las limitaciones de índole gené- pleno goce de su capacidad civil prohibien-
rica resultantes del ejercicio del poder de do determinados negocios por conceptuarlos
policía por el Estado, que se 'refieren a todos ruinosos, o imponiendo otros que repute de
los derechos constitucionales, los cuales de- conveniencia pública, como asimismo que la
ben ser ejercidos coníorme con la ley, según reglamentación a que se refiere el artículo
determina expresamente el artículo 26 de la 14 no puede tener otro objeto que facilitar
ley suprema. Esta clase de limitaciones de- el ejercicio de los derechos y coordinarios
ben satisfacer los siguientes requisitos: I1?) con- otros intereses", C. S. J. N., tomo 98,.pá-
Deben responder a los intereses generales gina 56. Que el artículo 14 de la Constitución
y permanentes de la colectividad; 2?) Deben "protege la libertad de industria y su ejer-
ser justificadas y razonables y no arbitra- cicio queda sometido, por ese mismo pre-
rias ni infundadas; vale decir, deben estar cepto, a las leyes que lo reglamenten, no
justificadas por los hechos y las circuns- siendo ella, por consiguiente, una libertad
tancias que las han originado y por la ne- absoluta", C. S. J. N., tomo 65, página 63;
cesidad de salvaguardar los intereses pú- tomo 124, página 404. Que "puede ser ¡imi-
blicos comprometidos, a la vez que deben tada por causas de utilidad general",
ser proporcionadas a los fines que se pro- C.SKJ.N., tomo 11, página 5. Que "es un
cura alcanzar con ellas. La medida de los principio admitido que la libertad de indus-
intereses y principios de carácter público tria debe ejercerse con arreglo a las dis-
a tutelar determinan las medidas de las posiciones que se dicten en mira de pre-
regulaciones en cada caso; debiendo coor- servar la higiene, la seguridad o la moral
dinarse el interés privado con el interés pública", C. S. J. N., tomo 124, página 78.
público, los derechos individuales con los Que nadie "puede tener un derecho adqui-
de la sociedad; 3<?) Las limitaciones im- rido de comprometer la salud pública y es-
puestas por vía de reglamentación del ejer- parcir en la vecindad la muerte y el duelo
cicio de la libertad de industria no pueden con el uso que haga de su propiedad, y es-
alterar a ésta, vale decir, no pueden afectar pecialmente con el ejercicio de una profe-
o cambiar su esencia o substancia, lo que sión o una industria. La autorización de un
equivaldría a suprimirla o desnaturalizarla, establecimiento industrial está siempre fun-
b) Las limitaciones específicas derivadas de dada en la presunción de inocuidad y no
la exigencia constitucional de que la in- obliga al gobierno que la concedió cuando
dustria sea útil y lícita" ( 26 ). esta presunción ha sido destruida por. los
En resumen, las limitaciones a la libertad hechos, pues en tal caso el deber de proteger
de industria deben apreciarse conforme a la la salud pública, contra la cual no hay de-
interpretación que se haga en cada caso rechos adquiridos, recobra toda su fuerza,
de la aplicación en la situación del artícu- y no solamente puede imponer al estableci-
lo 19 de la Constitución Nacional, en cuanto miento nuevas condiciones, sino retirar la
a la libertad individual que la consagra autorización concedida si éstas no se cum-
plieran o fuesen ineficaces para hacerlos
siempre que ella no afecte al orden público, completamente inocuos", C. S. J.N., tomo
a la moral ni perjudiquen a un tercero, te- 31, páginas 274-84(27). Que ha estimado
niéndose presente lo estatuido por el ar- que las limitaciones a la libertad de indus-
tículo 28 del mismo cuerpo legal en cuanto tria no deben llegar "a destruir ni trabar el
a que los principios, garantías y derechos eficaz ejercicio de los poderes atribuidos
reconocidos no podrán ser alterados por las al Estado, a efectos del cumplimiento de
leyes que reglamenten su ejercicio. sus elevados fines del modo28más beneficio-
6. Jurisprudencia. Conforme al criterio so para la comunidad" ( ). "Que aun
metodológico seguido en este trabajo, y te- cuando se reconoce por la Corte el amplio
niendo en cuenta la trascendencia de la desenvolvimiento alcanzado en la ciencia
jurisprudencia en la materia, corresponde contemporánea con la rama nueva del de-
hacer mención a algunos casos que han recho llamada legislación industrial o dere-
determinado orientaciones en los distintos cho obrero, no se puede negar empero que
aspectos en estudio, tal lo referente a la
(27) Juan A. González Calderón, obra cit. —cita ae
fallos d« ía Corte Suprema de Justicia de Ja Nación*—,
(26) Segundo V. Linares Quintana, obra clt.. t. IV." págs. 411-414.
ftg. 493. (28) Fallos C. S. J. N., t. 171. pág. 88.
en el fondo gran parte de su contenido se mismo el fallo de la Cámara Federal de Re-
constituye de elementos o instituciones que sistencia (31), .en que se sienta el criterio
se mantienen dentro del campo de ¡as re- de que "la ilegitimidad de la restricción a
laciones civiles (contrato de trabajo, sala- las garantías de trabajar y ejercer industria
rio§, accidentes de trabajo, etcétera), corres- lícita, asi como el grave e irreparable daño
pondiendo los otros al campo del derecho que se causa por la paralización de una
administrativo y aun al de la ciencia empresa, que devenga gastos de manteni-
económica o financiera. Y si bien estos úl- miento diario y que es de utilidad social,
timos pueden corresponder en gran medida causa un daño grave e irreparable que no
al poder de legislación y al de policía de los puede ser solucionado por los procedimien-
Estados, los primeros se hallan entregados, tos ordinarios, administrativos y judiciales;
por imperio de nuestras instituciones, a la se trata, pues, de excepcionales circunstan-
inteligente discreción del Congreso Nacio- cias en que debe ser suspendido el acto ad-
nal, a quien además éorresponde apreciar ministrativo por ser atentatorio a la garan-
las ventajas e inconveniente de las que tía de la Constitución".
haya puesto en, vigor. Que si, pues, la loca- Como expresábamos, la jurisprudencia en
ción, de servicios, como parte integrante del el título en estudio tiene valor relevante,
Código civil, ha sidq., legislada por el Con- máxime cuando ella, al igual que la materia
greso Nacional, y si no es posible conciliar de que trata —en el caso—, puede y debe
¡a imposición de un salario mínimo con la ir valorando las nuevas concepciones, ha-
libertad dejada a los contratantes por aquel ciendo interpretaciones que si bien corres-
Código para convenir el que estimasen justo ponde se ajusten a la ley, tengan en cuenta
en cada caso, el conflicto entre la ley local aquella circunstancias.
y la ley nacional, sólo puede resolverse ha- 7. Conclusiones. Para terminar, y estu-
ciendo prevalecer la segunda sobre la pri- diados que han sido los distintos aspectos
mera de conformidad con lo dispuesto por de la libertad de industria, debo agregar
el artículo 31 de la Constitución Nacio- que se trata de un tema sobre el que la
nal...", agregando: "La provincia 4e Men- continua evolución de la materia objeto del
doza no ha podido dictar leyes de salario mismo —como se ha dicho antes— permite
mínimo-, que atañen directamente al precio elaborar nuevas doctrinas —al no permane-
elemento9 esencial de la locación de servi- cer estática—, haciendo notar sin embargo
cio...''^ ). "Que esta Corte Suprema ha que desde, el siglo xix en adelante la tónica
decidido que el objeto del artículo 67, inci- de las mismas las da el carácter social que
so 11, de la Constitución Nacional no es se debe tener en cuenta en forma primige-
otro que reservar a las provincias la facul- nia, para adecuarla a la realidad.
tad de aplicar las leyes comunes, y no re- Es que aquella firme concepción de fines
glamentar la manera en que se llevará a del siglo xvín que se origina en una con-
efecto ese propósito, cosa que es prerroga- ciencia de protección individual, que recla-
tiva de los Estados, según se establece en ma más y más libertad para expresarse en
el artículo 105 de la Constitución Nacional plenitud, y que incidiera en todos los ór-
en la medida'declarada por la jurispruden- denes, y en consecuencia en la que ahora
cia...", agregando:'"Que el Congreso Na- estudiamos r-r-industrial—, en el mismo afán
cional no ha pretendido legislar con res- de protección de los principios que la in-
pecto del procedimiento a seguirse en las forman —esenciales a la naturaleza huma-
provincias para la aplicación de la ley 9688, na—, en su evolución han derivado hada
habiendo así quedada su aspecto formal un régimen de libertad jurídica, es decir,
librado a las reglas que al efecto aquéllas libertad limitada para poder así tener efec-
dictaran. Que entre tales normas procesales tiva vigencia.
figuran sin duda las que reglamentan el Al respecto el destacado constitueionalis-
ejercicio de las acciones nacidas de la re- ta Segundo V. Linares Quintana, manifiesta:
ferida ley nacional, previstas en su artícu- "La libertad industrial constituye un im-
lo 15, sólo respecto de la Capital y terri- portante aspecto de la libertad humana.
torios nacionales. La ley nacional n"? 9688 Como todas las demás actividades del in-
contiene —como lo ha reconocido esta dividuo, la industria necesita un régimen
Corte— disposiciones de fondo que forman de libertad jurídica —que es decir, de liber-
parte del Código Civil, y otras de forma o tad limitada— para poder actuar conve-
de procedimiento que incumbe reglamentar nientemente y prosperar. Por sobre las
y aplicar a las provincias de acuerdo al muchas páginas escritas en favor del inter-
artículo 67, inciso 11, y artículo 105 de la vencionismo y del dWgismo estatal, a cuya
Constitución" (80). Resulta de interés asi- crisis asiste hoy el mundo, la experiencia
demuestra con su imparcial e' insobornable
<29) Segundo V. Linares Quintana, obra clt., f. IV, sabiduría, que aquéllos no constituyen el
pág. 492, cita de fallos C. S, J. N.
(30) Segundo V. Linares Quintana, obra clt., t. V,
págs. 53-53 vta., cita de la revista Derecho del Trabajo. (31) Revista jurídica JLo Irf». repertorio XX, páf. K».
clima propicio para el adecuado desarrollo W. O.. Douglas en expresiva frase: "El indi-
industrial de una nación" ( 32 ). viduo que dispone de un lugar para expresar
JtmspHuuENciA. — La citada en el texto y notas. públicamente sus ideas, libera energías que
pueden adquirir proporciones peligrosas si
BmiociurfA. — La Indicada en el texto y notas.
se las reprime" (El Derecho del pueblo, Bue-
LIBERTAD DE LA NAVEGACIÓN. (V. LEY nos Aires, 1963, página 23).
BEL PABELLÓN.) Va de suyo que, siendo las libertades de
reunión y expresión, y aun otras, tan vincu-
LIBERTAD DE LOS MARES. (V. LEY DEL ladas entre sí, la presente voz ha de rela-
PABELLÓN.) cionarse con esas voces.
II. La Constitución Nacional y la libertad
LIBERTAD DE OPINIÓN. (V. OPINIÓN de reunión. La ley fundamental de la Re-
[LIBERTAD DE].) pública contiene en los artículos 14, 17, 18,
19, 33 y afines, un conjunto normativo que
LIBERTAD DE PENSAMIENTO. (V. PEN- garantiza las libertades referidas a las per-
SAMIENTO [LIBERTAD DE].) sonas, a los bienes, etcétera, vale decir, di-
recta o indirectamente a las personas mis-
LIBERTAD DE 'PRENSA. (V. IMPRENTA mas.
[DELITOS Y LIBERTAD DE].) , Dicen expresamente las citadas normas:
"Artículo 14. — Todos los habitantes de la
LIBERTAD DE RESIDENCIA. (V. RESI- Nación gozan de los siguientes derechos con-
DENCIA [LIBERTAD DE].) forme a las leyes que reglamenten su ejer-
cicio, a saber: de trabajar y ejercer toda
LIBERTAD DE REUNIÓN. (DESARROLLO industria lícita; de navegar y comerciar;
OBJETIVO Y ESQUEMÁTICO.) * de peticionar a las autoridades, de entrar,
I. Concepto de la libertad. Alguna vez se permanecer, transitar y salir del territorio
ha definido la libertad como "la facultad argentino; de publicar sus ideas por la
material y moral de obrar" (Boffi, Pedro prensa sin censura previa; de usar y dispo-
Luis, "Hipoteca civil", La Plata, 2* éd., 1936, ner de su propiedad; de asociarse con fines
página 3). Cabe afirmar que trasciende no- útiles; de profesar libremente su cuito; de
toriamente de los límites asignados a esta enseñar y aprender",
voz el análisis de la libertad más allá de su "Artículo 14 bis. — El trabajo en sus di-
lado jurídico-constitúeional. (V. referencia versas formas gozará -de la protección de
sobre el tema hecha por el autor de esta las leyes, las que asegurarán al trabajador
voz en La declaración unilateral de voluntad condiciones dignas y equitativas de labor;
como fuente de las obligaciones, Buenos Ai- jornada limitada; descanso y vacaciones pa-
res, 1942, páginas 59-61.) gados; retribución justa; salario mínimo
Puede hablarse normativamente de un vital móvil; igual remuneración por igual
"complejo de la libertad como atributo in- tarea; participación en las ganancias de
herente al concepto jurídico de persona" las y
empresas, con control de la producción
colaboración en la dirección; protección
•(Palios: 247: 121, 136), el que se halla pro- contra el despido
tegido fuertemente por la Constitución del empleado público;arbitrario; estabilidad
Nacional. Alberdi decía: ... "ía libertad, ba- libre y democrática, reconocida porsindical
organización
la sim-
se, y resumen de todas-las garantías". (Bases, ple inscripción en un registro especial.
Buenos Aires, 1915, página 185.) Entre las "Queda garantizado a los gremios: con-
"libertades" que lo integran se halla la de certar
reunirse, consustanciada con el sentido gre- currir convenios a la
colectivos de trabajo; re-
conciliación y al arbitraje; .el
gario —"animal político", decía Aristóteles— derecho de huelga. Los representantes gre-
del ser humano. Efectivamente, nada más miales gozarán de las garantías necesarias
lógico y Justo que ,el ser humano pueda para el cumplimiento de su gestión sindical
reunirse con semejantes para las activida- y las relacionadas con la estabilidad de su
des espirituales y materiales más diversas, empleo.
que van "desde las dedicadas a la fe reli- "El Estado otorgará los beneficios de la
giosa a las congregadas por los motivos seguridad social, que tendrá carácter de In-
más utilitarios, y, desde otro punto de vista, tegral e irrenunciable. En especial la ley
desde las más íntimas a las más públicas, establecerá el seguro social obligatorio, que
desde las más pacíficas a las más violentas" estará a cargo de entidades
(Fallos: 243:504; 536). Dice el Justice provinciales con autonomía nacionales financiera y
o
económica, administradas por los interesa-
(M) Segundo V. Linares Quintana, obra dt., 't. IV,
uta. «a.
dos con participación del Estado, sin que
pueda existir superposición de aportes; Ju-
bilaciones y pensiones móviles; la protección
* Por el Dr. Luis M* BOFFI BOCCERO. integral de la familia; la defensa del bien
de familia; la compensación económica fa- En ninguna de las normas transcriptas,
miliar y el acceso a una vivienda digna". como se ve, encuéntrase expresa y genéri-
(Sobre si esta parte del art. 14 bis está o no camente reconocido el derecho de reunión,
vigente, v. Palló de ¡a Corte Suprema de pero surge fundamentalmente de la sabia
Justicia de la Nación en "Soria de Guerrero, norma contenida en el artículo 33, uno de
Juana A. c. Bodegas y Viñedos Pulenta los transcriptos, cuyo texto inequívoco ga-
Unos.", de 20 de septiembre de 1963.) rantiza las demás libertades originadas en
"Artículo 17. — La propiedad es inviolable el "principio de la soberanía del pueblo y
y ningún habitante de la Nación puede ser de la forma republicana de gobierno", entre
privado de ella, sino en virtud' de sentencia las cuales se encuentra, de suyo, una libei;-
fundada en ley. La expropiación por causa tad que, como la de reunión, es una de las
de utilidad pública debe ser calificada por "fundamentales en el ordenamiento jurídi-
ley y previamente indemnizada. Sólo el Con- co argentino", constituye "traducción de
greso impone las contribuciones que se ex- la libertad individual y... es f ormativa de
presan en el artículo 49. Ningún servicio la opinión pública como pilar del sistema
personal es exigióle, sino en virtud de ley representativo republicano" (Fallos : 243 :
o de sentencia fundada en ley. Todo autor 504, 536).
o inventor es propietario exclusivo de su Bielsa estima que la libertad de reunión
obra, invento o descubrimiento, por el tér- surge también, a contrario sensu, del artícu-
mino que le acuerde la ley. La confiscación lo 22 de la Constitución, ya que éste prohibe
de bienes queda borrada para siempre del solamente la reunión que se atribuya los
Código penal argentino. derechos del pueblo y formule peticiones a
"Ningún cuerpo armado puede hacer re- su nombre. (Derecho constitucional, Buenos
quisiciones, ni exigir auxilios de ninguna Aires, 1959, n<? 105.) En rigor ya lo había
especie". manifestado con precisión notable J. V. Gon-
"Articulo 18. — Ningún habitante de la zález ("Manual de la Constitución Argen-
Nación puede ser penado sin juicio previo tina", n<? 200).
fundado en ley anterior al hecho del proce- La Constitución, partiendo de la base ele-
so, ni .juzgado por comisiones especiales, o mental .que exige la coexistencia de las li-
sacado de los jueces designados por la ley bertades que debe gozar cada uno de los
antes del hecho de la causa. Nadie puede habitantes, establece que ellas han as ejer-
ser obligado a declarar contra sí mismo; ni cerse de conformidad con la reglamentación
arrestado sino en virtud de orden escrita legal respectiva (artículo 14, ya transcripto),
de autoridad competente. Es Inviolable la la que de modo alguno puede alterar la li-
defensa en juicio de la persona y de los bertad reglamentada (artículo 28 de la Cons-
derechos. El domicilio es inviolable, como titución). Este principio rige también la
también la correspondencia epistolar y loa relación entre la ley y el decreto reglamen-
papeles privados; y una ley determinará en tario del Poder Ejecutivo, ya que el presi-
qué casos y con qué justificativos podrá dente de la Nación no puede reglamentar
precederse a su allanamiento y ocupación. una ley alterando "su espíritu con excep-
Quedan abolidos para siempre la pena de ciones reglamentarias"' (artículo 86, inciso
muerte por causas políticas, toda especie 2) de la citada Constitución). Constitución,
de tormento y los azotes. Las cárceles de la ley y decreto actúan, de ese modo, guardan-
Nación serán sanas y limpias, para seguri- do el orden establecido por el Poder Cons-
dad y no para castigo de los reos detenidos tituyente.
en ellas, y toda medida que a pretexto de Cabe recordar a esta altura que la "refor-
precaución conduzca a mortificarlos más ma constitucional" de 1949 introdujo expre-
allá de los que aquella exija, hará respon- samente la libertad de reunión (ver artícu-
sable al juez que la autorice". lo 26 de esa "Carta"). Mas paradojalmente.y
"Artículo 19. — Las acciones privadas de tal como aconteció con otras libertades in-
los hombres que de ningún modo ofendan corporadas en la letra constitucional y que
al orden y a la moral pública, ni perjudi- en la "Carta" de 1953 surgían implícitamen-
quei\ a un tercero, están sólo reservadas a te, la vigencia de aquélla coincidió con una
Dios y exentas de la autoridad de los ma- negación sistemática de la libertad literal-
gistrados. Ningún habitante de la Nación mente reconocida (aunque el hecho es noto-
será obligado a hacer lo que no manda la rio, puede citarse, entre muchísimos autores,
ley, ni privado de lo que ella no prohibe". a Linares Quintana, Segundo V., Tratado
"Artículo 33. — Las declaraciones, dere- de la Ciencia del Derecho constitucional
chos y garantías que enumera la Constitu- argentino y comparado, Buenos Aires, 1950,
ción, no serán entendidos como negación de n? 2346).
otros derechos y garantías no enumerados, La doctrina y la jurisprudencia indican
pero que nacen del principio de la soberanía la necesidad de distinguir entre reuniones
del pueblo y de la forma republicana de •publicas y privadas ante la incidencia que
gobierno". sobro uuüs y otras exhiben el denominada
"poder de policía" y el llamado "estado de concede al Poder Ejecutivo durante el es-
sitio", conjunto de potestades normales el tado de sitio, habiéndose declarado categó-
primero y plexo de potestades con carácter ricamente que es facultad del Presidente
excepcional el segundo. de la República y no, naturalmente, de mi-
Para Eielsa "reunión privada [es] la que nistros o de jefes de policía (Fallos: 252 : 90,
se realiza en local cerrado, sea con objeto 92).
público o no, y a la cual se invita a per- El Congreso sancionó en su oportunidad
sonas determinadas, y "reunión pública... la ley 14.400 para reglamentar la libertad
tes} la que se realiza sin exclusión deter- de reunión, y lo hizo atribuyendo tal cúmulo
minada por invitación particular" (op. cit. de potestades a la autoridad administrativa,
tí> 104). Añade que las primeras no requie- en ocasiones al propio jefe de policía, que
ren autorización y que, consiguientemente, sus preceptos eran evidentemente repug-
"la intervención policial no pedida por el nantes a los ojos de la Constitución Nacio-
organizador de la reunión es arbitraria" y nal, desde que, contra lo dispuesto en el
que las segundas deben "tener un objeto de artículo 35 de la mencionada •'Carla" de 1949
interés público... y ser comunicadas a la y 28 de la Constitución vigente en la actua-
autoridad" (loe. cit.). lidad, alteraba, hasta hacerlos desaparecer,
Según Linares Quintana las condiciones los derechos que constituyen la estructura
generales que debe ofrecer una reunión pri- jurídica polifacética de la libertad de re-
vada son las que siguen: realización en lu- unión. El Poder Ejecutivo venía a resultar
gar cerrado, acceso a la reunión limitado de ese modo el arbitro de la posibilidad o
a persona determinada por invitación in- prohibición ciudadanas de reunirse,9 como
dividual u otras razones que hagan posible lo revelan, entre otros, el artículo I y de-
identificarla y que no sea numerosa (op. cit. más que le son afines dentro del conjunto
rí> 2348). A su turno, puntualiza los carac- de articules que constituyen la ley. (Cfr.
teres de la reunión pública manifestando Linares Quintana, op. cit. n? 2365 bis 2).
que -debe realizarse en un lugar público o El Poder Ejecutivo había dictado decretos
en lugar abierto al público, o aun en lugar sobre la materia en el año 1902, lo mismo
privado si pueden participar todos los que que en 1910.
deseen aun sin estar munidos de especial El 4 de marzo de 1945 la policía dictó un
invitación (op. cit., n9 2350). Estima que edicto sobre reuniones públicas, el que fue
la reunión privada no requiere permiso de modificado el 16 de agosto de 1949 con ca-
la autoridad, lo que no acontece con la racterísticas que anticiparon los rasgos da
reunión pública, donde el permiso previo inconstitucionalidad ofrecidos años después
de la autoridad es necesario, sin que ello por la precitada ley n"? 14.400.
signifique que esta última pueda negarlo Es de toda evidencia que el ejercicio del
si la reunión no trasgrede límites consti- poder de policía no puede ir más allá de las
tucionales, legales, éticos, de buen orden y limitaciones impuestas por la coexistencia
tranquilidad pública. (Op. cit., nos. 2352 y pacífica y armónica de todos los derechos
2353). subjetivos de reunión, ya se trate de per-
Se ha pensado también que el número de sonas individuales o bien de personas co-
los asistentes, el sitio del acto y la finalidad lectivas. La norma que, so color de estable-
de éste pueden caracterizar como pública cer preventiva o represivamente el orden,
a una reunión que en principio debía con- afecte el derecho de reunión, coloca al po-
siderarse como privada. (Ver Georges Bur- der que la sancionó en exorbitancia y, por
deau, Manuel de Droit public, les libertes ende, en la comisión de un acto ilícito con
publiques, les Droits sociaux, página 192 y la consiguiente responsabilidad del Estado
siguientes). y las personas que actúen por él. Esto es
Ha sido objeto de discusión en doctrina el tanto más exacto cuanto que, como se ha
punto acerca de si las resoluciones minis- declarado categóricamente, ni los poderes
teriales o bien.las órdenes de los jefes de de guerra se hallan por encima de los tex-
policía pueden consistir en reglamentos; en tos constitucionales (Fallos: 245 : 146, 160).
otras palabras, si ellos tienen la potestad La raíz profunda se encuentra en la po-
reglamentaria que el Poder Ejecutivo osten- testad del Poder Judicial frente a las lla-
ta a través del artículo 86, inciso 2?, de la madas "facultades privativas" del Poder
Constitución Nacional. Bielsa estima a este Ejecutivo y del Poder Legislativo. El autor
respecto que carecen de esa potestad pues- de esta voz ha sostenido a ese respecto, en
' toque-ninguno de ellos constituye el Poder reiteradas oportunidades, que la existencia
Ejecutivo, conviniendo anotar la diferencia de facultades asi denominadas no significa
entre la potestad de reglamentar y la fa- que ellas se encuentren más allá de la jurí-
cultad de conceder permisos, etcétera (op. dica revisión del Poder Judicial; estimando
di., n' 107). Cabe añadir todavía que ello que constituye una ley histórico-jurídica de
es más patente en materia de potestad para verdadera desviación constitucional —v. g.,
ejercer las atribuciones que el artículo 23 en muy numerosos países de América la-
tina— la tendencia de los poderes Ejecutivo alcance de la libertad ae reunión, ya con
y Legislativo a ejercitar facultades que son referencia a los límites del poder de policía
propias d'el otro Poder, así como una ten- ordinaria, ya con alusión a la órbita del
dencia afín del Poder judicial, sea abste- extraordinario que emana del estado de si-
niéndose de intervenir en las llamadas tio, etcétera.
"cuestiones políticas" u otras semejantes, a En 15 de diciembre de 1908, en causa pro-
no ejercitar facultades que emanan del movida por don Manuel Francione y otros
Poder constituyente, creando de ese modo miembros de la Unión Cívica Radical ante
un vacio que no tarda en ser llenado por la uno dé los jueces de la ciudad de Santa Fe
actividad discrecional de los otros dos po- por inconstitucionalidad del edicto do la
deres. (Consultar Conferencias del autor de policía con asiento en la ciudad aludida,
esta voz publicadas en la revista Jurispru- que llevaba fecha 22 de julio de 1907, así
dencia Argentinfl, nos. del 27 de noviembre como contra la resolución de ese organismo,
de 1962 y 17 de jumo de 1963, y otras) < que ostentaba fecha de 23 del mismo mes
Las manifestaciones contenidas en los y año, donde se establecía el recorrido y
párrafos precedentes sobre el concepto de el punto de disolución que debían observar
la libertad da reunión afectan entonces rigurosamente los manifestantes (Fallos:
esencialmente por igual a las reglamenta- 110: 391), declaró la Corte: "1? Que para
ciones genéricas que emanan de las Consti- decidir el punto traído a la resolución de
tuciones provinciales —cuyas normas deben esta Corte, hay que empezar por resolver
ajustarse a los "principios, declaraciones y si, dado la naturaleza de las cuestiones de-
garantías de la Constitución Nacional", ar- batidas y las resoluciones dictadas, procede
tículo 5? de la Carta Magna—, leyes, decre- la apertura del recurso una vez que se ha
tos-leyes, edictos, ordenanzas, y a las objetado contra ella la circunstancia de no
autorizaciones especiales concedidas por la' haber existido propiamente un pleito, y en
respectiva autoridad en ocasión del ejerci- que, a la fecha de la resolución, había pa-
cio de la libertad sub-examen. (Consultar sado, va la oportunidad del pronunciamien-
González, op. cit., n? 20.1; González Calde- to, lo'que se dice colocaría el recurso fuera
rón, J. A., Derecho Constitucional Argentino. del alcance del artículo 100 de la Constitu-
Historia, Teoría y Jurisprudencia de la Cons- ción y 14 de la ley 48.
titución, Buenos Aires, 1931, n<? 538, etcé- "29 Que para resolver el punto debe em-
tera.) pezarse por sentar que, según la Constitu-
III. Fallos de la Corte Suprema de Justi- ción, el poder judicial del estado está lla-
cia de la Nación. Aun cuando, la materia mado a pronunciarse en todas las causas
de esta voz reconoce normas jurídicas y que versen sobre puntos regidos por ella y
conductas que viven también en el orden por las leyes de la Nación, con las reservas
provincial y municipal, la necesidad de cons- hechas en el inciso 11 del artículo 67, y por
treñir el esquema a los principios rectores los tratados con las naciones extranjeras,
fundamentales hace que el examen de la y de consiguiente, ante la misma cabe bien
jurisprudencia se circunscriba a fallos del el pronunciamiento que se pide.
Superior Tribunal del país. Este es, por otra "39 Que • colocada, desde luego, en este j
parte, el indicado por la. Constitución como punto la materia general que abarca la cora- •
órgano jurisdiccional que marca la línea potencia, y entrándola averiguar lo que
jurídica al país, tanto al señalar los dere- debe entenderse por causa, pleito o cuestión,
chos y deberes de los habitantes de él, cuan- es necesario estudiar este concepto, no en
to los que corresponden a los otros poderes relación a lo que la justicia del fuero na-
del Estado: el Legislativo y el Ejecutivo. cional pueda entender por tal en los nego-
(Ver discurso del autor de esta voz en la cios que se tramitan ante ella, porque ése
ciudad de San Francisco, publicado en Re- no es el caso presente, sino en el que le
vista Notarial, año 1962, páginas 1323-25.) dan las Constituciones o leyes de los Esta-
En algunos casos, por la naturaleza de la dos de cuyas resoluciones puede ser tam-
cuestión en litigio, la oportunidad en que el bién llamada a conocer, según las leyes de
fallo se produjo o la actualidad de la doc- la Nación, la justicia federal, y que es de
trina sentada —y siempre para ofrecer con lo que ahora se trata.
mayor objetividad la importante materia al "4"? Que en este último sentido, el artícu-
lector— se hará inclusive una extensa lo 14 de la ley 48 y el 6 de la 4055, tienen
transcripción de las partes fundamentales establecido que la Corte debe conocer de
de algunos pronunciamientos de la Corte las sentencias definitivas de los tribunales
Suprema para que el lector pueda apreciar superiores de provincia, cuando en el pleito
la tesitura del fallo o del voto. se ha puesto en cuestión las cláusulas de
Ha de poder apreciarse, en esa forma, qué la Constitución, la leyes o los tratados, y se
variaciones doctrinarias ha experimentado ha resuelto en contra de los derechos, pri-
el más Alto Tribunal, a través de mayoría vilegios o exenciones que pretendiese fun-
o minoría, en la materia, ya en cuanto al dar en ellos. De consiguiente, a los efectos
del recurso extraordinario creado por los aunque las leyes positivas hayan mirado
artículos citados, es un caso, pleito o cues- como absolutos ciertos derechos, como hace
tión y debe motivar conocimiento de esta el Código civil con el derecho de propiedad,
corte, todo asunto judicial originado por ello no obsta a esa reglamentación y a las
cuestiones constitucionales,'de ley o de tra- limitaciones que el mismo u otras leyes les
tados, que haya podido ser llevado a' aque- imponen sin destruir su esencia, ya sea para
llos tribunales locales y motivar una sen- fines de utilidad, o ya para subvenir a la
tencia definitiva por parte de éstos; porque existencia misma del estado general o par-
dado la organización del Derecho federal, a ticulares.
las provincias corresponde dictar sus Códi- '-89 Que las facultades policiales de las
gos de procedimientos, y a los tribunales provincias para defender el orden, la tran-
nacionales no les es permitido rever sus quilidad o la moral pública, no pueden ser
disposiciones, sino cuando ellas son contra- puestas en duda, como inherentes a la
rias a los preceptos del artículo 31 de la autonomía que se han reservado, y desde
Constitución una vez que se trate de mate- este punto de vista no puede ser negado
ria judicial. a la de la ciudad de Rosario la atribución
"5? Que es esto, cgmo se ha dicho, lo que de tomar ingerencia sobre las reuniones pú-
ocurre en el caso sub-judice en que precisa- blicas, llamadas mitines, que se proyecten,
mente se ha decidido en último resorte y en forma que mejor garanta aquellos fines.
después de amplios debates, que ésta es "99 Que esta Corte tiene declarado que
una causa en la cual han debido interve- es un hecho y un principio de derecho cons-
nir, como han intervenido, partes, como titucional, que la policía de las provincias
lo son el demandante y el fiscal, y todas está a cargo de sus gobiernos locales, en-
las instancias legales, y en la que se ha tendiéndose incluidos en los poderes que
discutido las facultades de las provincias se han reservado el de proveer lo conve-
para reclamar los derechos, como el de re- niente a la seguridad, salubridad y mora-
unión; garantidos por la Constitución, ha- lidad- de sus vecinos, y que, por consiguiente,
biéndose fallado declarando que la disposi- pueden, lícitamente, dictar leyes y regla-
ción tomada por la policía de Rosario no mentos con estos fines (tomo 7, página 150).
es contraria al artículo 14 de dicha Cons- "109 Que en el caso jub-judice, tal como
titución; y este pronunciamiento, en cuanto han pasado los hechos, no es necesario ex-
deciara caso judicial el de que se trata, no tremar el concepto de las facultades poli-
es susceptible de ser .revisado por ^ esta ciales, una vez que los más elementales e
Corte, como antes se ha dicho. incuestionables principios la determinan,
"6? Que tampoco desvirtúa esta conclu- pues si se concibe la discusión sobre los de-
sión la circunstancia de que la oportunidad rechos de reglamentación, o el de determi-
del mitin'pasó y que la última resolución nar todo el trayecto por donde exclusiva-
que motivo este recurso se dictó dos meses mente ha de pasar una manifestación de
después de la fecha que se quería conme- este orden nadie puede, con visos de fun-
morar, no sólo porque expresamente mani- damento jurídico, negarle el que principal-
festaron los demandantes que deseaban mente mueve el reclamo, cual es, el de
realizarla inmediatamente de serles conce- haber variado parcialmente el itinerario de
dido lo que solicitaban, sino también porque la manifestación que proyectaban, acep-
no habiéndose llevado a efecto el acto que tándolo en una gran parte, pues ésta es una
se proponían verificar, el fin de la acción función de evidente resorte policial y de
es siempre actual y existente, y no puede aplicación previsora y prudente de esta ins-
decirse que carece de objeto, como cuando titución, y que sólo pudiera ser puesto en
se trata del reclamo por una prisión des- duda en caso en que esa prohibición tran-
pués de puesto en libertad el reclamante. sitoria y ocasional aniquilase el derecho de
"79 Que dándose por bien concedido el reunión o de tránsito de que se trata.
recurso en virtud de estas consideraciones, "119 Que si así no fuera, sería imposible»
y entrando a juzgarlo en su fondo, es de la acción preventiva y moralizadora de la
tenerse en cuenta que, aunque puede con policía, porque hechos o circunstancias que
razón mirarse como incluido en el artícu- escapan a la reglamentación anterior y per-
lo 14 de la Constitución y en otros, el dere- manente, podrían hacer necesario, y lo ha-
cho de reunión, una vez que lo está el de cen a menudo, el prohibir el paso o forma-
comerciar, peticionar, enseñar, practicar el ción de una manifestación popular por el
culto y otros, que suponen aquél, es indu- todo o parte del trayecto que se propone
dable, también, que él no escapa ni puede realizar, siendo de observar en el presente
escapar, ya sea a la reglamentación que, que los reclamantes no pretenden ni insi-
según ese mismo artículo 14, pueden las núan que tuvieran interés en pasar por las
autoridades correspondientes verificar, o ya calles que se les prohibiera, con exclusión de
a las facultades policiales que se reconoce otras.
a los Estados en la misma, una vez que. "Por estas consideraciones y las concor-
dantes de la sentencia apelada, se confirma "89 Que es así manifiesto que el uso de
la referida sentencia. - Bunge - G. del So- las calles públicas para manifestaciones
lar - Moyana Gacitua". populares queda en absoluto liberado a la
Por su parte, el señor ministro doctor voluntad personal del jefe de policía y co-
Daract, expresó su disidencia en la siguien- misarios en la provincia de Santa Pe, que
te forma: "Estoy de acuerdo con la resolu- se encuentran de esta manera investidos de
ción de la mayoría en lo que se refiere a la poderes ilimitados y arbitrarios para deci-
procedencia del presente recurso, y consi- dir de 'la manera cómo pueden ejercer lo»
dero que, en cuanto al fondo, el pronuncia- ciudadanos el derecho de reunión, de tanta
miento que corresponde es el siguiente: importancia y trascendencia en los pueblos
."19 Que el artículo 14 de la Constitución libres.
Nacional, al referirse a la reglamentación "99 Que las Cortes de los Estados Uni-
por medio de leyes de los derechos que él dos, inspirándose en principios de derecho
acuerda, no ha entendido con ello requerir, constitucional, análogos a los que'sirven de
según es de doctrina y lo demuestran varias base a nuestras instituciones políticas, han
disposiciones de los Códigos comunes y otras declarado, reiteradamente, que la delega-
sanciones legislativas, que en todos los ca- ción de la facultad de reglamentar, hecha
sos esa reglamentación deba ser obra di- en autoridades municipales o policiales, no
recta del legislador, sin que pueda éste debe quedar librada a la mera voluntad de
facultar para verificarla a otras autorida- éstas, si no a su discreción en el sentido
des administrativas, respecto a determina- legal de este concepto, vale decir, para que
dos detalles. la ejerzan razonablemente, con uniformi-
"29 Que lo propio es de observarse en lo dad en circunstancias idénticas, y sin que
concerniente a los derechos no enumera- sean posibles preferencias o distinciones in-
dos a que alude el artículo 33 de la misma justas (118 U. S. 356, L. R. A. 19, 658 y nota).
Constitución. "Por estos fundamentos se revoca la sen-
"3? Que la sentencia recurrida consigna tencia apelada y se declara que el artículo
que la autoridad policial de Santa Pe ha 29 del edicto y disposición policial a que se
procedido al dictar el edicto de fojas 3 y la ha hecho referencia, son contrarios a la
resolución de fojas 1 usando atribuciones Constitución Nacional. - Daract". (Citado
propias. en Jurisprudencia Argentina, tomo 154, pá-
"49 Que esta Corte, en un recurso de la gina 5; tomo 156, página 81; tomo 29, pági-
naturaleza del actual, debe aceptar como na 23; tomo 31, página 733.)
correcta la interpretación que los tribunales El voto del ministro doctor Daract es ca-
de la provincia han dado a sus respectivas tegórico en la defensa de la libertad de
leyes e instituciones locales,- en cuanto a reunión y de los limites prudentes que
la extensión de poderes conferidos a la po- deben guardar los edictos policiales.
licía (tomo 93, página 219). En 5 de noviembre de 1929, en causa "Co-
"5"? Que, por lo tanto, lo que corresponde mité Radical Acción contra la resolución del
examinar es si los citados edictos y resolu- Jefe de Policía de la Capital, sobre derecho
ciones, en sí mismos, y prescindencia hecha de reunión" (Fallos : 156 : 81), declaróla
de su origen, son conciliables con las ga- Corte: "Que la resolución del Jefe de Poli-
rantías constitucionales invocadas por los cía ha denegado el permiso para realizar ,
recurrentes. una reunión pública en las calles Florida
"69 Que el edicto prescribe que, siempre y Diagonal Norte, fundándose en que tal
que haya de hacerse alguna reunión popu- reunión, en el referido lugar y a esa hora,
lar, deberá darse aviso por escrito al jefe, traería una gran perturbación en el tráfico
de policía de la ciudad, y a los comisarios público, y mandado, además, archivar et
de distrito en la campaña, y que en la res- expediente, por que el Comité Acción «no ha
pectiva solicitud se designará con precisión comunicado a la Policía su constitución, ni
el trayecto que ha de recorrerse y el punto se sabe quiénes forman su comisión, ni fines
donde ha de disolverse, quedando al crite- que persigue».
rio de la autoridad aprobar lo proyectado "Que si bien la Constitución no contiene
o modificarlo (artículos 19 y 29). disposición o texto alguno por el cual se
"79 Que salvo en lo relativo a la hora de haya afirmado directamente el derecho de
las reuniones, los artículos siguientes del los ciudadanos o- habitantes a reunirse pa-
ed'cto no contienen reglas a que deban su- cíficamente, la existencia de tal derecho
jetarse las modificaciones a los itinerarios fluye no sólo del principio general según
impuestos por la policía, y en la resolución el cual las declaraciones, derechos y ga-
de ¡fojas 1 no se hace referencia tampoco a rantías que aquélla enumera no serán en-
fundamento alguno de carácter general es- tendidas como negación de otros derechos
tablecido de antemano, y emergente de la y garantías no enumerados, pero que nacen
mayor o menor capacidad de las calles, su del principio de la soberanía del pueblo;
tráfico u otro semejante. de la forma republicana de gobierno (a
tículo 33), sino también del derecho de "Que admitido este derecho de reunión
peticionar a las autoridades (artículo 14), pacífica como uno de los que en un país
que asume los caracteres del de reunión de instituciones libres los poderes públicos
cuando la petición se hace colectiva, y espe- no pueden dejar de reconocer y asegurar
cialmente de lo establecido por el articulo 22 en el hecho, lleva con'sigo, no obstante, las
de la Carta Fundamental en cuanto implí- limitaciones derivadas de la misma Consti-
citamente admite las reuniones de personas tución y de las condiciones de su ejercicio
siempre que no se atribuyan los derechos en cuanto éstas pue,den llegar a compro-
del pueblo ni peticionen a su nombre; y meter el orden, la seguridad y la paz pública.
desde que ningún habitante de la Nación «En el orden de las relaciones internas, ya
puede ser privado de lo que la ley no pro- de los partidos políticos entre sí, ya de los
hibe (artículo 19). intereses comerciales o industriales, y en
"Que en realidad el derecho de reunión las últimas décadas en las relaciones de las
no es un derecho específico; no es otra cosa, clases trabajadoras con las personas o em-
afirma Dicey, que una consecuencia de la presas que utilizan sus servicios, son'tam-
manera como es concebida la libertad in- bién muy frecuentes y muy inquietantes las
dividual de la persona y de la palabra. situaciones en que el ejercicio inmoderado
Cada ciudadano o habitante tiene la liber- de aquel derecho suele contribuir al aumen-
tad de ir a donde le plazca y de expresar to de desaveniencias, de tirantez, de rup-
sus ideas en privado o en público, y la tura de relaciones ordinarias y, por último,
reunión de este habitante o ciudadano en de verdadera guerra interna con atentados
un lugar donde hay otros con el mismo de- personales y con violencias y daños a la
recho para un fin permitido, que puede ser propiedad privada y a la pública». Dura, El
político, social, económico, religioso, y de Derecho de Reunión, revista de ciencias po-
una manera legal, es lo que esencialmente líticas, página 294.
constituye el derecho de reunión. - Smein, "Que aunque el derecho de reunión se ha
página 578. considerado a la par de la libertad religiosa
"Que el derecho de reunión ha sido con- y de la prensa, como un derecho absoluto
cebido en un concepto eminentemente polí- «que deberá asegurarse al ciudadano para
tico por el Congreso de la Nación, el cual que pueda existir la democracia represen-
al sancionar el artículo 25 ds la ley 49, de tativa y regir provechosamente la comuni-
14 do septiembre de 1863, ha afirmada que dad política», extremándose por algunos el
«no se reputará sedición la reunión de una concepto hasta sostener que es un derecho
población o de un número cualquiera de anterior y superior a la Constitución, sin
ciudadanos desarmados y en orden, sin pre- embargo, nunca se ha pretendido que él
tensiones de atribuirse la soberanía del pue- escape a la reglamentación de su ejercicio
blo, celebrada con objeto de reclamar contra autorizada por los artículos 14 y 23 de la
las injusticias, vejaciones y mal comporta- Constitución. Y si las facultades policiales
miento de los empleados da la Nación». Y de los poderes locales para velar por el or-
aunque esa ley ha sido derogada por el Có- den, la tranquilidad, la moral y la higiene
digo penal, constituye un valioso antece- pública han sido repetidamente reconocidas
dente legislativo en el sentido de que tanto como inherentes a las autoridades provin-
la aprobación y el aplauso como la crítica ciales (Fallos: tomo 7, página 150), no pue-
serena y mesurada respecto de la actuación de negarse a las autoridades del distrito
de los funcionarios del gobierno, pueden federal el derecho de tomar ingerencia sobre
constituir el objeto del derecho de reunión. las reuniones públicas ni la posibilidad de
Si el artículo 230 del Código penal reprime dictar leyes y reglamentos generales o edic-
solamente las reuniones violatorias de la tos, jus edlcendi, encaminados a llenar aque-
Constitución; es porque las otras son lícitas. llos fines, siempre que sean razonables,
No repite el artículo 25 de la ley de 1863, uniformes y no impliquen en el hecho un
porque las leyes penales no hacen relación efectivo desconocimiento del derecho de
o definición de los actos correctos, sino de reunión o la alteración del mismo, con vio-
los prohibidos y reprimidos. Los otros están lación de los prescripto por el citado artícu-
bajo el amparo del artículo 19 de la Cons- lo 23 de la Constitución.
titución. Sería una< burla, decía Mr. Fox "Teniendo en cuenta la fuente histórica
el año 1797, reconocer al pueblo el derecho de donde este derecho procede, dice J. V.
de aplaudir, de regocijarse y de reunirse Gonzálcs (Escritos y Opiniones en Derecho,
cuando es feliz, y negarle ese mismo dere- tomo 1, página 136), esto es, los estatutos
cho parn censurar o deplorar las desgracias ingleses, expuestos por los más notables ju-
y sugerir el remedio. risconsultos, dedúcese igualmente el carác-
"En el último caso la discusión de los ter limitado del mismo en atención a las
agravios, supremo privilegio de los hom- supremas consideraciones del orden de la
bres libres, habría sido coartada y ame- paz pública y al universal principio de
nazada. la limitación de todos los derechos indivi-
duales por el ejercicio de iguales derechos apreciaciones: Dicey, citado en el decreto
por los demás miembros de la comunidad del Poder Ejecutivo de fecha 7 de mayo de
social o política, hasta el punto de ser con- 1902, dice lo siguiente: «Se confunde el dere-
siderado en las legislaciones como un delito cho de reunión pública con un derecho
todo acto de invasión a la esfera del dere- absolutamente distinto y cuya existencia
cho ajeno por quien ejercita un derecho se pretende sin razón reconocer y que con-
propio. Es de observarse a este respecto que sistiría para todo hombre en reunirse con
los proyectos de ley reglamentarios del de- el fin de hacer un meeting en cualquier
recho de reunión presentados ante el Con- lugar abierto al público. Se afirma igual-
greso Nacional de nuestro país, con excep^ mente que se puede emplear para un
clon del de Montes de Oca que se limitó a meeting las plazas, las calles, los caminos
reproducir in t&rminis la disposición consti- de que todo individuo puede usar. Esta es
tucional pertinente (Código de Derecho, año una afirmación falsa», y otro autor, Garret
1863, páginas 223 y 258), los otros de los (The Law of Unisances, pág. 36), citado en
diputados doctor Justino Obligado (Código el mismo decreto, expresa: «Una solicitud
de Derecho, año 1890, página 33) y doctor hecha por personas que se proponen reunir-
Francisco Alcobendas (Código de Derecho, se en un número ilimitado y en el tiempo
año 1892, tomo 1?, página 803), sin afectar que ellas quieren permanecer en una vía
el derecho en su amplitud legal, establecen pública en detrimento de otras que tienen
múltiples restricciones a su ejercicio, deri- iguales derechos, es por su naturaleza in-
vadas de circunstancias de lugar, de tiempo, conciliable con el derecho de libre tráfico
etcétera, y en general, de propósitos de y no tiene, 'al menos en cuanto hemos po-
organización que armonicen la integridad dido verificarlo, ninguna autoridad que lo
funcional de este derecho con el interés y sostenga».
el derecho de todos y con la seguridad mis- "En Francia existe el derecho de reunión
ma del Estado. reglamentado por las leyes de 30 de junio
"Que dentro de estas restricciones al de- de 1881, modificada por la de 28 de mar-
recho de reunión se concibe como legitima zo de 1907, pero las reuniones no pueden
la referente al uso de las calles y plazas tener lugar sobre la yía pública, y los ano-
públicas de la ciudad. En efecto, en esencia
el derecho de reunión no implica necesaria- tadores expresan, que tal legislación parece
mente, para su ejercicio, el uso de la vía suficientemente liberal, y no limita el dere-
pública. Es posible distinguir entre el dere- cho de reunión sino para quienes quieran
cho de reunirse con un fin legal en un lugar abusar'de él (Berthelemy, Droit Admtnis-
de, propiedad particular (teatro habilitado tratif, pág. 281, y lo mismo Smein, pág. 581).
al efecto, local cerrado ó al aire ubre de Allí la libre discusión de la cosa pública es
propiedad privada, recinto de un domici- como la libertad de la prensa. Se deja
lio, etc.), y el de congregarse en las calles, reunir y decir, pero se impide y se previene
plazas o parques públicos. En la primera el desorden y la violencia.
hipótesis el previo aviso a la policía reque- "Que de acuerdo con la tradición admi-
rido por el artículo 1"? del decreto de 17 ,de nistrativa argentina y^con los dictados del
agosto de 1878, no tiene el mismo significado decreto de 19 de agosto de 1878, el uso de
que en el segundo. Cuando las reuniones las calles y plazas públicas se encuentra
han de celebrarse fuera de la vía pública, autorizado y permitido1 por el artículo 2',
el aviso a la policía es también necesario o inciso 4"? y artículo 3 ?, en cuánto ordena
conveniente, porque de la aglomeración de expresar en el aviso previo «si la reunión
personas puede resultar perturbado el orden se disolverá o no en el punto en que tendrá
y tranquilidad públicas y hasta comprome- lugar o si se recorrerá y en qué forma las
tida la higiene colectiva en los casos de calles, designando cuál será su itinerario».
epidemias o de pestes; pero, cuando la re- Pero de que el uso de la vía pública esté
unión tiene lugar en la vía pública, a las autorizado para las reuniones no se infiere
razones de policía apuntadas en la hipótesis la falta de atribuciones de la autoridad
anterior debe agregarse la derivada de la policial para modificar el itinerario o cam-
exclusión de la población o de una parte de biar el lugar propuesto. El mismo orden de
ella en el uso y goce de las calles con el con- consideraciones que han inspirado a la doc-
siguiente perjuicio para el tráfico y los vian- trina y a la legislación para Independizar
dantes y aun para los negocios que tienen el derecho de reunión del uso de la vía
establecidos sus locales en ellas o en las pública, justificaría dentro de los términos
inmediaciones y cuyo comercio puede que- del decreto del año 1878, la decisión tomada
dar dañado por efecto de la reunión o de en el caso por el jefe de Policía para ne-
sus consecuencias. Esta observación en cuan- gar la reunión en una calle de tráfico inten-
to al lugar en que puede ejecutarse el dere- so y de vida comercial tan activa como la
cho de reunión ha conducido en la doctrina elegida por los solicitantes. Constituiría sim-
y en la jurisprudencia a las siguientes plemente una condición formal impuesta a!
ejercicio del derecho de reunión y no un "Que el 25 de julio del año en curso el
desconocimiento del mismo. señor comisario de la sección 4^, de policía
"Que esta Corte, distinguiendo entre las de la Capital detuvo a cierto número de
dlsnosiciones policiales que vulneran el de- personas que se hallaban reunidas, sin per-
recho de reunión y las que señalan razona- miso ni autorización de la policía, en el
bles modalidades de ejercitarlo, han decla- local del Ateneo Renacimiento Español, Li-
rado inconstitucional lo primero y válido lo ma 236, con el fin de oir una de las confe-
segundo. Y así, una disposición que' prohi- rencias que esa institución, cuya presidencia
biera la reunión cuando su objeto fuera la ejerce el recurrente, había organizado bajo
censura de los actos de los funcionarios el título "Jornadas Orales" y durante la
públicos, o la aplazara indefinidamente, o cual los oradores designados, según el pro-
limitara su número, o le fijase una duración grama agregado a fojas 6 y la noticia dada
arbitraria, o la autorizara -en un lugar apar- en los diarios dé fojas 151 y 152 iban a
tado de los suburbios cuando se ha elegido hablar sobre «Un decenio de trabajo espa-
uno céntrico y adecuado, sería sin duda ñol» y «Un decenio de la literatura es-
violatoria de la garantía constitucional alu- pañola».
dida, porque importaría restringir de ma-
nera ostensible o frustrar en forma velada "Qke si bien el derecho de reunión no está
el derecho de reunirse y de usar de la vía enumerado en el artículo 14 de la Constitu-
pública. En cambio un edicto policial mo- ción Nacional, su existencia nace de la so-
dificando por fundados motivos de seguri- beranía del pueblo y de la forma republi-
dad o de orden el itinerario señalado en cana de gobierno y resulta implícito, por lo
una manifestación pública no es inconsti- tanto, en lo establecido por el artículo 33 de
tucional (Fallos, tomo 110, pág. 391); y la la -misma. El derecho de reunión tiene su
misma solución corresponde aplicar al edic- origen en la libertad individual, en la liber-
to policial que deniegue, con carácter ge- tad de palabra, en la libertad de asociación.
neral, y por rasones atendibles vinculadas No se concibe cómo "podrían ejercerse estos
al tráfico y a la comodidad de ios transeún- derechos,, cómo podrían asegurarse los be-
tes el uso de determinada calle para celebrarneficios de la libertad «para nosotros, para
una reunión pública. nuestra posteridad y para todos los hombres
"Que no escapa al juicio del Tribunal la del mundo que quieran habitar en el suelo
consideración de que la sratoridad iocal ha argentino», según los términos conságrate-
podido, en el mismo acto que denegaba el rios del Preámbulo, sin la libertad de reunir-
permiso por razón del lugar, señalar la se o de asociarse, para enseñar o -aprender,
vía publica o la plaza que razonablemente para propagar sus ideas, peticionar a las
equivaldría al elegido y respecto del cual noautoridades, orientar la opinión pública y
promediaran iguales causas de oposición, y tratar otros fines lícitos.
en todo caso, hubiera sido asimismo ajus- "Que de todos los derechos puede abu-
tado a la naturaleza de las cosas que los sarse y de ahí nace una serie de limitaciones
presentantes, en conocimiento de la nega- como resultado de la aplicación de otros
tiva policial, Indicaran otro lugar de la víaprincipios y de la necesaria tutela de otros
pública o lo concertaran y convinieran con derechos, y en consecuencia la necesidad de
la autoridad, quedando asi mejor consulta- reglamentación, que la misma Constitución
do su interés y evitada la. designación de unprevé, limita y somete al Congreso de la
punto inconveniente. Omitida esta gestión Nación (arts. 14, 28 y 67, inc. 28).
por ios recurrentes, no existe base legal "Que este poder de reglamentar tiene
para fundar en el mero hecho de la falta de también sus limites, pues no puede llegarse
ofrecimiento de otro lugar de la vía pública,a suprimir el derecho bajo el pretexto de
tina declaración de inconstltucionalidad del reglamentarlo o bajo el supuesto propósito
edicto policial. de defender las instituciones. Es indudable
el derecho del Estado a defender aquéllas,
«* * « . « , . . . - . * . . . . > • • . . - i e . . • . - . . < . . . * . • . . . . . .

"J. Figueroa Alearía - Roberto Repetto - pero más importante es mantener la invio-
R. Caído Lavalle - Antonio Ságoma." labilidad de la Constitución y de los dere-
La doctrina de este importante fallo acen- chos que acuerda a los ciudadanos. Fuejqa
túa la defensa de la libertad de reunión, de la Constitución no cabe esperar sino la.
aunque rasuelva en contra de los peticio- anarquía o la tiranía. «Nuestro sistema po-
nantes por haber omitido los recurrentes, lítico», decía Washington en su discurso de
ante la negativa policial, la indicación de despedida, «tiene por fundamento el dere-
otro lugar dé la vía pública, inclusive con- cho reconocido de la Nación de hacer o de
viniéndola con la autoridad. modificar su Constitución. Pero ésta debe
En 17 de noviembre de 1941, causa "Ar- ser considerada como obligatoria y santa
mando Arjones y otros", que se ha consi- por cada ciudadano, hasta que no haya
derado leading case la Corte declaró: sido cambiada por un acto público de la
voluntad nacional. Este derecho de la Na-
ción implica la idea de la obediencia del del orden público que debe tutelar, sin lle-
individuo a la Constitución establecida. To- gar hasta hacer ilusorio el ejercicio del
da resistencia a la ejecución de las leyes, derecho. .
toda asociación que tenga por fin poner "Que, desde luego, las reuniones no pue-
obstáculos a la acción del Gobierno existen- den prohibirse en razón de las ideas, opi-
te está en contradicción con estos princi- niones o doctrinas de sus promotores, sino
pios». en razón de los fines con que han sido
"Que de la circunstancia de que el Con- convocadas. No siendo él fin de ia reunión
greso de la Nación no haya dictado una ley contrario a la Constitución Nacional, a las
reglamentaria del derecho de reunión no leyes, a la moral o las buenas costumbres,
puede deducirse, sin error evidente, que los o no siendo por circunstancias de oportuni-
cuidadanos pue'dan usar y abusar de ese dad o de hecho peligrosas para el orden y la
derecho sin restricciones de ninguna clase, tranquilidad públicos, no pueden ser prohi-
y que la autoridad más directamente res- bidas. Las ideas, doctrinas u opiniones están
ponsable del orden público esté desarmada fuera del contralor de la policía.
para la defensa de ese orden y la protección "Que no obstante la apuntada variedad
de otros derechos, igualmente respetables, de los casos particulares pueden sintetizar-
que puedan verse afectados. se algunas conclusiones que aclaren bien
"Que esta Corte ha tenido oportunidad los conceptos, sin que ellas importen fijar
de reconocer —caso de Ricardo Bonevo, 2 de reglas ni resolver otro caso que el ventilado
agosto de 1929, Fallos: 155, 178, y posterior- en el presente juicio. Es así, y esta Corte lo
mente caso de Luis Verdaguer, 29 de julio ha declarado en el caso, ya citado, del Co-
de 1936, 175, 311— la constitucionalidad de mité Radical Acción, que son legítimas las
los edictos reglamentarios dictados por el restricciones al uso de calles, plazas o par-
señor jefe de policía de la Capital y la fa- ques públicos, lo que implica la necesidad
cultad de establecer sanciones punitorias del permiso previo; que es legítima la obli-
consistentes en arresto o multa dentro del gación de dar aviso previo cuando la reunión
máximum de un mes de arresto o cien pesos ha de realizarse fuera de la vía pública,
de multa, y con relación al derecho de porque de la aglomeración de personas pue-
reunión la facultad de dictar edictos y re- den resultar perturbados el orden y la tran-
glamentos generales siempre que sean razo- quilidad públicos. Es corolario de lo expuesto
nables, uniformes y no impliquen, en el que las reuniones en lugares cerrados, de
hecho, un efectivo desconocimiento del de- escaso número de personas, sin propósitos
recho —caso del Comité Radical Acción, subversivos ni contrarios al orden público
noviembre 5 de 1929, Fallos:-156, 81. no pueden ser prohibidas, ni se puede exigir
"Que esta facultad de establecer regla- el aviso previo sin hacer ilusorio el derecho
mentaciones sobre faltas de carácter policial de reunión.
se viene realizando desde la capitalización "Que de acuerdo con lo expuesto, el edicto
de Buenos Aires con la autorización del de policía sobre reuniones públicas del 16 de
Poder Ejecutivo, la anuencia del Poder Le- marzo de 1932, ampliado por «1 del 19 de oc-
gislativo, que no ha dictado código de faltas tubre de 1940, exigiendo, según interpreta-
ni ley orgánica de la policía de la Capital, ción que le da la sentencia apelada, permiso
y la del Poder Judicial cuyos jueces han previo para i'.na reunión de escaso número
confirmado penas impuestas por el señor de personas en un local cerrado, para los
jefe de policía en virtud de esos edictos. fines ya expresados, hace ilusorio el derecho
"Que de lo expuesto hasta aquí se deduce de reunión y excede el límite de las facul-
con claridad que no hay obstáculo consti- tades policiales para la tutela de la tran-
tucional para que el señor jefe de policía, quilidad pública. — Roberto Repetía - An-
mientras el Congreso de la Nación no haga tonio Sagarna - Luis Linares - B. A. Nazar
uso de sus atribuciones, en su carácter de Anchorena - F. Ramos Mejia."
funcionario dependiente del Poder Ejecuti- Este fallo señala los limites de la facultad
vo encargado de la custodia y defensa del policial para proteger la tranquilidad públi-
orden público, con las limitaciones y res- ca sin alterar el derecho de reunión.
tricciones que de tal carácter nacen, pueda En 10 de diciembre de 1941, en causa
establecer reglas para el ejercicio del dere- "Amador Spagnol, María Elena Alvarez de
cho de reunión y sanciones para su incum- Schuster y otros" (Fallos: 191, 388), declaró
plimiento. la Corte:
"Que la variedad de cosas imprevisibles "Que el 24 de junio del año corriente el
que pueden presentarse, en cuanto al lugar comisario titular de la sección 5* de policía
y tiempo de la reunión, el estado de la opi- de esta Capital, detuvo a once personas en
nión pública, su tranquilidad o estado de una pieza de la casa calle Cangallo 1556,
conmoción, sólo permite fijar principios ge- por hallarse reunidas sin autorización poli-
nerales dentro de los cuales pueda actuar cial en dicho lugar, donde funcionaba una
la autoridad de acuerdo con las exigencias biblioteca pública del partido comunista.
"Que por resolución del señor jefe de reunión cuya finalidad consistiera en su-
policía, los detenidos fueron condenados a plantar el régimen de libertad reglamen-
diversas penas por infracción a los artícu- tada adoptado en la ley fundamental por el
los 1? y 3"? del edicto sobre reuniones pú- de la dictadura o tiranía que constituye su
blicas, y, apelada dicha resolución' única- negación. Y del mismo modo que no se com-
mente por María Elena Alvarez de Schuster, padecería el derecho de petición con la am-
fue confirmada por el señor juez en lo plitud de ejercicio que lo llevase hasta el
correccional, que rechazó la defensa de in- punto de solicitar que el Congreso otorgara
constitucionalidad del edicto policial apli- sit Poder Ejecutivo la suma del poder pú-
cado, por lo cual el señor defensor interpuso blico, tampoco seria admisible y legítima la
recurso extraordinario para ante esta Corte, reunión que a la larga se propusiera igual
que le ha sido concedido. objeto. El artículo 29 representa dentro de
"Que el señor defensor, en su oportunidad, la Constitución'un obstáculo legal insalva-
sostuvo la inconstitucionalidad del edicto ble. La solución contraria importaría olvidar
policial aplicado, y al deducir el recurso se que históricamente la Constitución significó
funda en que: a) el señor jefe de policía una clara y decidida reacción contra la tira-
no tiene facultad para dictar edictos; b) que nía, a la cual ninguno de sus redactores
el edicto invade facultades propias del Po- pebsó que pudiera nunca volverse sin caer
der Legislativo; c) que su aplicación al caso en la traición a las instituciones, como asi
suprime el derecho de reunión. Invoca los lo dijeron en el propio instrumento.
artículos 28, 29,31,33 y 67 de la Constitución "Que, aun siendo exacto que la pena del
Nacional. artículo 29 de la Constitución, repetida por
"Que el derecho de reunión presupone la el articulo 227 del Código penal, alude espe-
existencia de una causa lícita como requi- cialmente a las relaciones ordinarias de los
sito indispensable para su ejercicio. No re- poderes Legislativo y Ejecutivo y no entre
vestiría el señalado carácter legal, la acti- simples habitantes, siempre resultaría ex-
vidad conjunta que contradijera las normas traordinario que un mismo acto «poner a
de la moral social o personal o la que inten- merced de un gobierno o de una persona
tara suprimir las libertades individuales la vida, el honor o la fortuna de un argen-
aseguradas a los habitantes de la República tino», se declare nulo y merezca la pena de
por el capítulo primero de nuestra Carta los infames traidores a la patria cuando se
Fundamental y sin cuyo ejercicio efectivo lo formule, consienta o firme por los repre-
el hombre estaría Inhabilitado para cumplir sentantes legislativos del pueblo, y pudiera,
con dignidad su misión terrenal; o, por úl- en cambio, ser materia legitima del derecho
timo, la que conspira contra la libertad po- de reunión para auspiciar un sistema poli-
lítica porque'habiéndose otorgado ésta como tico que, por su contenido, llevaría cabal-
único medio conocido de asegurar la libertad mente a la misma finalidad fulminada por
civil, a la larga la desaparición de aquélla el artículo 29 con una de las penas más
acarrearía el avasallamiento de la última. graves que pueda recaer sobre el hombre.
Edicto del 19 de febrero de 1940, artículo 1?, "Que, por lo demás, habría manifiesta
inciso b); artículos 2<? y 3?; edicto del 25 de incongruencia entre los propósitos enuncia-
junio de 1941, artículos 9? y 10; fallo de no- dos en el preámbulo de la Constitución y la
viembre 17 próximo pasado, in re Armando interpretación que atribuyese al derecho'de
Arjones. reunión una extensión que permitiera em-
"Que el artículo 29 de la Constitución plearlo para entronizar la tiranía o un sis-
Nacional traduce bien la existencia de este tema político que llevara a lo mismo.
ultimo peligro, que nuestra historia docu- "Que el estatuto constitucional que rige
menta con una experiencia dolorosa, al con- nuestros destinos desde hace más de ochen-
signar la implícita negación del derecho de ta y ocho años, tiene, entre sus propósitos
reunión cuando tuviera por fin recomendar fundamentales declarados en el Preámbulo,
o proponer a la consideración de otros hom- el de asegurar la libertad para nosotros,
bres cualquier sistema político mediante el para nuestra posteridad y para todos los
cual la vida, el honor o la fortuna de los hombres del mundo que quieran habitar el
argentinos, o de los extranjeros domicilia- suelo argentino. Ese principio constituye
dos en el país, llegara a quedar a merced de parte principal del orden público, al que,
algún gobierno o persona. por consiguiente, débenle acatamiento no
"Para tal supuesto el derecho de reunión sólo los habitantes sino también, y por ra-
no puede existir, pues resultaría por demás zones obvias, más especialmente los extran-
contradictorio que aquél se emplease en jeros incorporados o en vías de incorporarse
destruir aquello mismo que con tanto tra- a nuestra nación. La ley 4144 (Fallos: 151,
bajo edificaron los constituyentes, amasan- 211) que los rige, autoriza la expulsión del
do el sufrimiento y el esfuerzo de varias país cuando sus actividades en el territorio
generaciones de argentinos. comprometieran el susodicho orden público.
"Carecería, en efecto, de fin lícito, toda El expediente remitido por la policía al tri-
bunal, muestra que la mayoría de las per- abstractos, o bien para discutir sobre polí-
sonas detenidas en el local dónde tenía tica, temas sociales o científicos, cada per-
lugar la reunión eran comunistas y extran- sona, en uso de su libertad de pensamiento,
jeros. Lógicamente tales personas, pasibles habría podido emitir libremente sus ideas,
de expulsión por sus actividades disolven- desde las más ponderadas hasta las más
tes, deben hallarse privadas del derecho de absurdas o extremas, a condición de que no
reunión, acordado para salvaguardia de las se concretaran en un programa de acción
libertades argentinas y no para su aniqui- que afectara el orden público.
lamiento. "Pero la reunión del 24 de junio presenta
'¡Que es cierto que Rusia sancionó en caracteres específicos que conviene destacar
diciembre, del año 1936 la Constitución a la y considerar. E! cartel mencionado puesto al
que da nombre Stalin, como también que frente del local y las inscripciones alusivas,
oí!" proclamó la libertad individual, la de revelan que no se trataba de un conjunto
pensamiento, de acción y de cultos y que de hombres apacibles y teóricos reunidos
además expresamente reconoció el derecho
de reunión. para tratar determinado tema, sino que era
'Tero no debo olvidarse que, de acuerdo en realidad la inauguración de un centro
con las disposiciones de ese mismo instru- organizado de los que actúan en el Partido
mento, el comunismo continúa siendo el Internacional Comunista, Sección Argenti-
único partido legal reconocido y que éste, na, cuya propaganda y programa de acción
por intermedio de las autoridades policiales son bien conocidos. Desde luego, el lema
usa rte sus poderes de un modo incompatible «Partido Comunista, Centro, Sección 14*»,
con la libertad y la democracia. La cárcel, significa claramente que no es un club ais-
los campos de concentración y el destierro lado e improvisado, sino uno de los tantos
han continuado imponiéndose a millares de centros o comités que responden al partido
personas cuyo único crimen consistió en del mismo nombre, el cual, como es sabido,
propiciar un sistema politico adverso a la está adherido al Partido Internacional Co-
tiranía. Y así, como dice Walter Citrine, el munista, con asiento en Moscú y cuyas di-
contralor del Partido Comunista sobre la ad- rectivas se votaron en la Tercera Interna-
ministración soviética antes de la guerra, cional, ratificadas y perfeccionadas en 1935
se ha hecho más grande que nunca (A la por el VII Congreso o- Convención Interna-
búsqueda de la Verdad en Rusia, págs. 345 cional, ante el cual llevó su representación
y siguientes 1. el comunismo argentino (tomo II, Antece-
"Que, en el presente caso, la reunión tenía dentes publicados por el Senado de la Na-
propósitos comunistas bien definidos. Así ción con el proyecto del doctor Sánchez
r?sulta del cartel con rótulo del Partido Sorondo, versión taquigráfica de la confe-
Comunista. Centro Sección 14?-, que osten- rencia de su comisión con representantes
taba la. puerta de la casa en una de cuyas del comunismo).
habitaciones existe la biblioteca donde aque- "El comunismo como idea es algo que ya
lla tenía lugar y así puede inferirse también no se discute en las deliberaciones de sus
de un trozo de género tamaño grande con asambleas. Está perfectamente concretado
títulos alusivos al mismo Partido. El alqui- en el propósito de arrasar con las institu-
ler de un local especial, la existencia de una ciones que reposan en el respeto a la pro-
comisión directiva, según se infiere de las piedad, a la familia y a la libertad indivi-
declaraciones de fojas 4 y 7, la concurrencia dual, para reemplazarlas por la dictadura
de varias personas que confiesan compartir del proletariado, como aspiración suprema.
el ideario comunista y el acatamiento de la Se discuten, sí, los medios de ejecución de
pena policial por la mayoría de ellas, son que ha de valerse para llegar a ese fin y que
otras tantas circunstancias que denotan el partido ya tiene señalados; sólo falta
bien a las claras que la reunión ha salido adaptarlos a las circunstancias de lugar, de
del campo de las simples especulaciones, tiempo y de ambiente en que deben ponerse
para entrar en el terreno de la acción y de en obra.
la propaganda activa. Y esa actividad se "En la discusión que se hizo en 1921 en el
propone, como se ha dicho, instaurar un Senado sobre el desafuero del doctor Del
orden social" que comporte imponer por la Valle Iberlucea, se expresó cuáles eran esos
vicVncia la dictadura del proletariado. En medios de acuerdo a las directivas de la
la práctica del sistema, han resultado pri- Tercera Internacional, que, en realidad, fue
vados de libertad rio sólo el hombre de la la Asamblea Constituyente' del Partido. El
llamada clase media, sino también los inte- triunfo debía buscarse sin excluir la violen-
lectuales, los peritos y los técnicos, siendo cia y la revolución sangrienta y hasta la
lo más grave que tampoco goza de ella el incitación a la desobediencia del' soldado
mismo proletariado. frente al enemigo; porque, se dijo, «no se
"Que si se hubiera tratado de una reunión puede tener confianza en la legalidad bur-
privada para cambiar ideas sobre temas guesa», cuando la lucha de clases en Europa ,
y América entra en la fase de la guerra luntad de determinados funcionarios que
civil. por bien inspirados que se encuentren no
"Por último, en el debate que se hizo en pueden substituir nuestro gobierno institu-
1936 por el mismo cuerpo con motivo del cional por el gobierno de las personas.
proyecto sobre represión del comunismo, se "Que ello no obstante, cabe la observación
demostró que las reglas de gobierno de la en la presente causa, que los organizadores
Tercera Internacional estaban en pleno vi- o responsables de la reunión realizada en el
gor, salvo algunas modificaciones introdu- local del Comité CQiriunista de la Sección 14*,
cidas en el procedimiento tendientes a darles no dieron aviso a la policía del acto indicado,
mayor elasticidad, sutileza y eficacia en de- que era público, aviso que aun.en el decreto
terminadas circunstancias, como la que se Tejedor-Alcorta se exigía como previo e in-
refiere a la autorización para que el comu- dispensable —artículo I'— que también se
nismo, en ciertos países donde no pueda imponía en el edicto de policía de 1932, que
operar de frente, una sus fuerzas con otros las leyes provinciales más amplias y liberales
partidos democráticos, sin . fundirse con preceptúan (Conf. Reglamento de Policía de
ellos, a fin de sacar para la causa todo el Entre Ríos, artículo 418; Código de policía
provecho posible o para preparar el terreno. de Mendoza, artículo 114; de Corrientes, ar-
"Que un partido que actúa con estas di- tículo 115; Santiago del Estero, artículo 128;
rectivas, tiene lógicamente, donde quiera de San Luis, artículo 92); y que, en verdad,
que se presenten sus afiliados organizados, es de elemental procedencia para que la
que despertar desconfianza y sospechas y policía tome las medidas de previsión y .de-
provocar la intervención vigilante de la au- fensa, del orden público, la seguridad de las
toridad que tiene la responsabilidad de la mismas personas reunidas, la moralidad, la
conservación del orden público. En tales higiene, etcétera, dentro de su función espe-
condiciones, no siendo lícito y legal el obje- cífica y dentro de las leyes. No se trata, en
to de la reunión a que se refiere esta causa, el caso, de un pedido de permiso, sino —como
el señor jefe de policía estuvo facultado queda expresado— de un aviso y su omisión;
para disolverla aplicando a sus infractores no encontrándose la reunión comunista de
los artículos 1?, inciso b) y 2"? del edicto del estos autos comprendida en la segunda par-
19 de octubre de 1940 conforme a la juris- te del artículo 39 del edicto policial de 1932,
prudencia sentada por esta Corte (Fallos: ratificado por el artículo 7"? del edicto de
155, 178; 175, 311) y ajo dispuesto por el octubre 19 de 1940, es patente su carácter
artículo 27 del Código de procedimientos de subrepticia o clandestina, jurídicamente
criminales. considerada contraria a las normas de res-
"En su mérito, de acuerdo con lo pedido peto elemental a las instituciones y autori-
por el procurador general, se confirma la dades con las consiguientes sanciones disci-
sentencia apelada en cuanto ha podido ser plinarias o correccionales.
materia del recurso. — Roberto Repetto - "Que atentos los principios económicos,
Antonio Sagarna (en discrepancia de fun- políticos y sociales que informan la existen-
damentos) - Luis Linares - B, A. Nazar cia del Partido Comunista, es indudable que
Anc'noTvriu - F. Ramos Mejia." la reunión en sede de su comité no pudo
El voto del ministro doctor Antonio Sa- tener otro propósito que la propaganda de
garna. dijo esencialmente lo que sigue: esa doctrina, el espíritu proselitista y el
anhelo de hacerla triunfar en el país en el
"Que con fecha 17 del mes próximo pasa- mejor de los supuestos y en el único legal-
do, en el juicio seguido contra Antonio mente admisible gracias a la reforma de la
Valiente —expediente letra A, n"? 82— esta Constitución Nacional que autoriza el ar-
Corte ha tenido la oportunidad de pronun- tículo 30 del misma, sin otra limitación que
ciarse sobre una cuestión análoga a la pre- la del procedimiento que el aludido artículo
sente y allí expuso, con amplitud y preci- menciona; pero ese derecho de pedir la re-
sión, los fundamentos en virtud de los cuales forma es político, inherente al ciudadano
el derecho de reunión, que emerge de la y no está comprendido entre los que el
letra y de los antecedentes.constitucionales artículo 20 reconoce a los extranjeros; y de
del artículo 33 de la Carta Fundamental de los autos en examen resulta que casi la mi-
la Nación, puede ser reglamentado por el tad de los reunidos en el comité o sección
Poder Ejecutivo, y en su representación por comunista de la calle Cangallo 1556 eran
la Jefatura de Policía de la Capital, en foráneos, no ciudadanos, e» decir, personas
ausencia de la ley que incumbe al Congreso que sin ningún derecho deliberarían y re-
pero que éste no ha dado hasta hoy; pero solverían —o podían resolver— sobre cam-
asimismo ha decidido en el fallo aludido bios fundamentales en el régimen institu-
q»? .esa reglamentación no puede llegar cional argentino, a cuyo amparo y bajo la
hasta anularlo, con excepciones y recaudos garantía supuesta de su respeto llegaron al
que lo supediten, en la realidad de su exis- país para gozar de los derechos y garantías
tencia y funcionamiento, a las ideas y vo- que ese régimen consagra.
"En su mérito y de conformidad con lo señor Procurador General, se desestima la
solicitado por el señor procurador general, precedente queja. — Rodolfo G. Valenzuela -
se confirma la resolución apelada en cuanto Tomás D. Casares - Felipe Santiago Pérez".
pudo ser materi.a del recurso extraordina- Puede apreciarse el carácter restrictivo de
rio. — Antonio Sagarna". la libertad apuntado en el caso anterior.
En mayoría y en minoría se coincide en En 21 de diciembre de 1956, en causa
la solución restrictiva, pero mientras que la "Recurso de hecho deducido por Antonio
primera se funda en el carácter de ilicitud Sofía y Fulvio Baquero en la causa Liga
del objeto de la reunión del Partido Comu- Argentina por los Derechos del Hombre
nista, la segunda lo hace en virtud de que s/apela resolución del ministro del Inte-
el derecho del articulo 30 de la Constitución rior" (Fallos: 236:584), declaró la Corte:
Nacional no se halla comprendido entre los "Que al tenor del escrito de fs. 28 de los
que incluye el art. 20 de ella en favor de los autos principales, en que se dedujo el re-
extranjeros, casi la mitad de las personas curso extraordinario y que determina las
que constituían la reunión. cuestiones a considerar por el Tribunal,
En 13 de setiembre de 1951, en causa la Liga Argentina por los Derechos del
"Recurso de hecho deducido por Ludovico Hombre lo intenta a fin de que se ampare
Ivanissevich Machado en la causa Trumper por esta Corte el derecho de reunión, implí-
Mario Luis s/infracción al edicto policial citamente consagrado por la Constitución
sobre reuniones públicas" (Fallos: 220,1407), Nacional en los términos de los precedentes
la Corte expresó: "Que, a mayor abunda- que se citan. A ese fin los recurrentes agre-
miento, cabe todavía agregar que el Tribu- gan que las razones de la denegatoria del
nal considera acertada la solución acordada permiso solicitado son frágiles; que el pro-
por el señor juez de la causa a la cuestión pósito de la reunión es laudable y su rea-
de competencia que motiva la queja, como lización susceptible de protección policial.
así resulta de.lo resuelto con fecha 25 de "Que siendo jurisprudencia constante de
junio del año en curso, en los autos «López esta Corte que el estado de sitio, vigente en
David Antonio y otros s/infracción al edicto la oportunidad que se dictó la resolución
de reuniones públicas y desorden». ministerial apelada y subsistente a la fe-
"En su mérito y habiendo dictaminado el cha, suspende, entré otras, la garantía re-
señor procurador general, se desestima la lativa al derecho de reunión, la sola invo-
precedente queja. — Rodolfo G. Valenzuela - cación del mencionado derecho constitu-
Tamas D. Casares - Felipe Santiago Pérez". cional no plantea cuestión sustancial bas-
La doctrina de la Corte en esta época era tante para acordar el recurso extraordinario
fuertemente restrictiva de la libertad. denegado. Porque no se ha cuestionado la
El 13 de setiembre de 1951, en causa."Re- validez del' estado de sitio, ni su alcance y
curso de hecho deducido por Sola César porque no es atribución de esta Corte re-
Antonio y Farías José Enrique en la causa visar, en tales -condiciones, el acierto con
Trumper Mario y otros s/infracción al edic- que las facultades que atribuye se hayan
•to de reuniones públicas" (fallos 220:1410), ejercido por sus titulares.
la Corte declaró:
"Que, por lo demás, la jurisprudencia de Alfredo Orgaz - Manuel J. Argañarás •
esta Corte, dictada en amparo del derecho Enrique V. Galli - Carlos Herrera - Benja-
de reunión, lo ha sido en supuestos en que mín Villegas Basavübaso".
los cuestionados no tuviesen fines contra- Como puede apreciarse, se trata de !a
rios a la Constitución, a las leyes, la moral tesis restrictiva de la libertad en ocasión
y buenas costumbres, como lo expresa el del estada de sitio, coincidiendo con la ex-
caso registrado en Fallos: 207:251. puesta por la mayoría de la Corte, en caso
"Que se ha resuelto igualmente que la análogo, el 22 de mayo de 1959, expuesto
calificación de los hechos de la causa es a continuación.
propia de las instancias ordinarias y ajena En 22 de mayo de 1959, en causa esen-
al recurso extraordinario (Fallos: 217:662 cialmente idéntica a la anterior, "Sofía
y los allí citados). Antonio y Baquero Fulvio L. s/habilitación
"Que, por último, es también jurispru- de feria, días y horas, por reunión dene-
dencia que la denegación de medidas de gada" (Fallos: 243:504), La Corte insistió
prueba no sustenta de manera necesaria por mayoría —aunque can leve matiz di-
la apelación. Ello no ocurre si la referida ferencial— en la tesis estricta y por mino-
denegación tiene por base la circunstancia ría expuso una doctrina más amplia.
de haber sido la ofrecida considerada in- Voto de los señpres ministros doctores
conducente por el Tribunal apelado; decla- don Aristóbulo D. Aráoz de Lamadrid y don
ración qúev en principio, es también irrevi- Julio Oyhanarte:
sible por esta Corte (cfr. Fallos: 217:662 y
los precedentes allí recordados). 6?) Que, como se infiere del citado pre-
En su mérito, y habiendo dictaminado el cepto constitucional, la declaración del es-
tado de sitio produce la suspensión de ga- sistema institucional vigente, una de cuyas
rantías constitucionales (Fallos: 195:439; premisas es que cada" poder de Estado¡
236:41 y otros), y entre ellas, la de los de- dentro de los límites de su competencia,
rechos de trabajar (Fallos: 236:41), de pu- obra con independencia de los otros dos
blicar ideas por la prensa (ídem) y de re- en cuanto a la oportunidad y extensión de
unión (Fallos: 236:41 y 584). Por tanto, el las medidas que adopta y a los hechos y
punto de partida que corresponde dejar circunstancias que las determinan (Fallos:
establecido es que la garantía que se in- 195:439; 236:657).
voca está en suspenso, como consecuencia 109) Que, por ello, el control de los actos
de la sanción de la ley 14.785; y ello con de la naturaleza del que origina las pre-
alcance general y para todos los habitan- sentes actuaciones es ajeno a la compe-
tes del país (Fallos: 236:657).. tencia judicial, salvo casos estrictamente
79) Que una vez producido el acto polí- excepcionales. Así, dicho control proce-
tico y no justiciable por el cual el Con- dería:
greso declara el estado de sitio, las medidas a) Tratándose de la facultad de arrestar
que el Poder Ejecutivo adopta para efecti- o trasladar personas de un punto a otro
vizarlo —por ejemplo, la prohibición de de la Nación, si mediara transgresión fran-
una reunión pública— son actos adminis- ca y ostensible de los límites trazados por
trativos cuya ejecución supone el ejercicio la Ley Fundamental. Verbigracia, si el Pre-
de facultades propias, dotadas de una fuer- sidente de la República aplicara una pena,
za restrictiva mucho más intensa que la o si, debidamente requerido al efecto, ne-
atinente a las manifestaciones ordinarias gara el derecho de opción para salir del
del poder de policía. territorio argentino, en circunstancias co-
8?) Que esas facultades son privativas mo las que motivaron los precedentes de
del Poder Ejecutivo y, en principio, no se Fallos: 170:246 y 197:483.
hallan sujetas a revisión judicial (Fallos: b) Respecto de la generalidad de las me-
235:681; 197:483; 195:439; 170:246 y otros). didas de ejecución del estado de sitio, cuan-
Así lo declaran precedentes tan remotos do ellas sean clara y manifiestamente irra-
como el del conocido caso "Alem", en el zonables, es decir, cuando impliquen medios
cual el juez interviniente sostuvo que el que no guarden relación alguna con los
Poder Judicial "no puede intervenir en el fines del artículo 23. Tal lo que sucedería,
modo, forma o criterio con que se ejecuta" por ejemplo, si hoy, y con invocación de
alguna de las atribuciones emergentes del la ley 14.785, se impidiera a un extranjero
artículo 23 (Fallos: 48:17 y 27), y-años más el ejercicio del derecho a testar o a casarse
tarde, en el caso "Alvear", esta Corte dijo conforme a las leyes, reconocido por el ar-
que tal definición era "justa y exacta" tículo 20 de la Constitución Nacional.
(Fallos: 167:267). Coinciden temen te, en los 119) Que al ejercer el control de razona-
recientes casos del diario "La Hora", de bilidad de los actos ejecutados en virtud
"Rubén L. Iscaro" y de "Jorge Antonio", del artículo 23, los jueces deben referirlo
el Tribunal reiteró que la apreciación de a la causa constitucional e inmediata del
las circunstancias y motivos determinantes estado de sitio —situación de conmoción
de las medidas adoptadas en virtud del interior— y no a los motivos concretos que
estado de sitio, es facultad exclusiva del el legislador haya mencionado como sus
Poder Ejecutivo y excluyente de revisión factores iniciales.
por el Poder Judicial (Fallos: 236:41, 632 En esta materia ha de tenerse por razo-
y 657). nable la restricción o prohibición de acti-
9*) Que esta doctrina judicial se funda vidades que puedan contribuir a mantener,
en el Indicado carácter privativo de la po- expandir, excitar o agravar la causa ante-
testad sub examine, en los principios que dicha. Lo que equivale a decir que con el
informan la división de poderes y en la artículo 23 se ha querido neutralizar no
¡ndole objetiva de las medidas realizadoras sólo los factores iniciales de la conmoción
del estado de sitio, las que, por lo general,Interior —carácter que cabría asignar, en
»io son sino un modo de actuar frente a todo caso, a la agitación gremial de que
"actitudes y circunstancias que escapan a hace mérito la Cámara—, sino también los
¡a formal comprobación judicial y requie- factores sobrevinientes y agravantes que
ren una rápida ejecución para su eficacia" ella, dentro de su proceso de desarrollo,
(Fallos: 170:246 y su remisión a Fallos: haya procreado.
169:255). Si no se aceptara y respetara Juzgar la razonabilidad de la medida de
íomo regla esta irrevisibilidad judicial, el que se trate con referencia tan sólo a las
resultado sería una cabal y total transfe- circunstancias aludidas en el primigenio
rencia de funciones: los jueces se sustitui- debate legislativo, además de significar una
rían al Poder Ejecutivo, asumiendo en cada interpretación equivocada y acaso frustrá-
caso el ejercicio de las atribuciones excep- nea de la ley, obligaría a sostener que, den-
cionales del artículo 23, con desmedro del tro de una situación política perturbadora
y cambiante que pone en peligro el impe- oportuno señalar que la ley 14.785 no tie-
rio de la Constitución y la estabilidad de ne alcance limitado ni fue sancionada con
las autoridades prevista por ella, cada vez el propósito de restringir únicamente las
que se sumaran circunstancias sobrevinien- actividades gremiales.
tes y agravantes serían indispensables nue- Aunque lo expresado en el consideran-
vas leyes destinadas a incluirlas de manera do 119 es en sí mismo decisivo, sólo a ma-
expresa, quedando así supeditado el res- yor abundamiento y a los efectos del com-
guardo de la comunidad y del Estado a las pleto esclarecimiento del tema debatido, in-
dilaciones que inevitablemente aparejaría teresa dejar establecido que la referida ley
el repetido funcionamiento de los cuerpos posee la misma amplitud y generalidad que
legislativos. Mientras éstos no actuaran, la el común de las leyes dictadas en el país
seguridad y la paz hallaríanse desguarne- con idéntico fin.
cidas y a la espera de la discusión, sanción, En efecto, la alusión a actividades gre-
promulgación y publicación de las normas miales contenida en el decreto 9764/58 tuvo
legales pertinentes, esto es, a merced de las un significado perfectamente definido. Es
expresiones de violencia desatadas con pos- cierto que se mencionaron diversos movi-
terioridad a la declaración del estado de mientos huelguísticos, pero para señalar
sitio. fundamentalmente que ellos eran "típica-
No parece dudoso que semejante conse- mente insurreccionales" (consid. 3?); o sea
cuencia contravendría el propósito que ins- que esos movimientos fueron invocados en
piró el artículo 23, uno de cuyos fines es tanto y en cuanto constituían la manifes-
permitir que la democracia sea capaz de tación actual y externa de un proceso más
practicar su autodefensa y de asegurar la vasto y profundo. Tanto es así que en los
supervivencia de las formas políticas que considerandos 5? y 6<? del referido decreto
le dan vida, mediante el empleo de un ins- puede leerse: "Que elementos políticos, con
trumento extraordinario puesto en manos propósitos notoriamente antidemocráticos y
de los poderes políticos como medio de con- en gran parte apoyados e incitados desde
jurar situaciones también extraordinarias el exterior, al margen de la auténtica vida
de peligro colectivo. sindical, intentan crear en el país una si-
La actuación del Congreso, que es im- tuación de anarquía y subversión especial-
prescindible —como recaudo— en el punto mente en aquellas fuentes de producción .a
de partida del estado de sitio, deja de serlo las que se dirige la acción del gobierno
cuando los órganos competentes ya han para obtener nuestra indispensable trans-
sido habilitados para accionar contra los formación económica. Que toda esta acti-
hechos y personas de que proviene la per- vidad está dirigida contra los intereses eco-
turbación. Una vez expresada la voluntad nómicos primordiales de la Nación, e im-
del pueblo a través de la de sus represen- porta, por su confesado propósito, un abier-
tantes, la actividad estatal, para resultar to ataque al régimen constitucional y al
eficazmente presentadora, debe ser ágil y principio representativo de gobierno".
drástica, sin que ello excluya la interven- El mismo concepto fue reiterado y am-
ción de los jueces, tuitiva de los derechos pliado, en la Cámara de Diputados de la
individuales, toda vez que la exigencia de Nación, por el señor ministro del interior,1
razonabilidad —tal como queda expuesta— quien, al fundar el proyecto del Poder Ejecu
sea infringida. Esa intervención, claro está, tivo de la que luego se convirtió en ley 14.774,
deberá practicarse con especial circuns- sostuvo: "Quedan suspendidas las garantías
pección y mesura, teniendo en vista que constitucionales; pero desde ya adelanto,
uno de los datos, más reveladores y angus- en nombre del Poder Ejecutivo, que no será
tiosos de la realidad contemporánea es el un instrumento para acallar la voz del pue-
de que, comúnmente, el presupuesto fácti- blo, sino para prevenir las consecuencias
co del despotismo se encuentra en la debi- de un estado de conmoción interna. Signos
lidad del sistema democrático que lo ante- visibles, evidentes, señalan que se trata de
cede. desencadenar la violencia planificada y te-
12<?) Que para ejemplificar los riesgos a nemos que asegurar el orden y la tran-
que está expuesta la tesis de que el alcan- quilidad pública. Hay un estado de pertur-
ce de la ley que declara el estado de sitio bación e inquietud que significa un peligro
debe extraerse del respectivo debate parla- para la paz interior y el orden constitucio-
mentario, interesa recordar qué la ley 14.433, nal" (Diario de Sesiones, pág. 6099). A es-
sacionada el 16 de setiembre de 1955, tuvo tas palabras, que informan suficientemen-
vigencia hasta el 28 de junio de 1957 (de- te acerca de los hechos frente a los cuales
creto-ley 7298/57) y, por tanto, resguardó se dictó la norma, el miembro informante
al gobierno de facto surgido del movimien- de la mayoría agregó las siguientes: "Exis-
to revolucionario contra el que esa ley ha- ten declaraciones de organismos políticos
bía sido originariamente dictada. de apoyo a estas huelgas y de su extensión
139) Que, sin perjuicio de lo dicho, es posible a otros sectores del trabajo. Ade-
más, el gobierno tiene información de la parcializado o circunscripto, cuyo ámbito
actividad sindical y política tendiente a que sea menor que el establecido por el artícu-
se amplíen estos movimientos de fuerza en lo 23 de la Constitución Nacional, sólo po-
otros sectores del trabajo. Existe también drá ser considerado cuando medie una ma-
una actividad política coincidente para es- nifestación de voluntad legislativa expresa
timular o propiciar este, tipo de actos de e inequívoca al respecto, semejante a la que
fuerza; y existen actividades políticas in- contiene el considerando 3? del decreto-ley
surreccionales que desde la tribuna pública 12.171/57, en que el legislador de facto dijo
incitan a las fuerzas armadas y al pueblo de manera asertiva: "La restricción no afec-
a un alzamiento contra el orden constitu- tará el ejercicio de los derechos de reunión
cional y los poderes constituidos. Es decir, y de expresión que se han restaurado ple-
que hay signos evidentes que señalan un namente". En ausencia de una limitación
estado de conmoción interna" (ídem, pá- de esta especie, deliberada y cierta, no pue-
gina 6103). de ser ni siquiera examinada la posibilidad
Con parecido lenguaje, al debatirse en de negar el carácter general y pleno de la
el Senado de la Nación la ley que rige en ley que pone' en vigencia el régimen del
el caso, 14.785, nuevamente el señor minis- artículo 23.
tro del Interior explicó las razones que fun- 14?) Que, por lo demás, la tutela judicial
daban el proyecto del Poder Ejecutivo. Dijo: de las garantías individuales basada en el
"Se advierten dos móviles en esta anormal carácter no gremial de las actividades reali-
actividad. Por una parte, sectores internos zadas o a realizarse, aunque fuera aceptada
de los gremios que pretenden valorizarse según se la expone, fácilmente podría re-
con actos de fuerza ante la inminencia de sultar más ilusoria que real, como suce-
las elecciones sindicales. Se está en la puja dería si la autoridad administrativa .inter-
por la captación en cualquier forma de la viniente en el sub lite, además de asegurar
masa que deberá elegir a los dirigentes. que la entidad peticionaria "registra ante-
Por la otra, como lo dijo claramente el cedentes de extrema izquierda" (fs. 4 vta.),
Presidente de la República en su alocu- hubiera añadido que actúa con fines de agi-
ción del 9 de noviembre juegan un papel tación gremial. Indudablemente, la sola
Importante intereses políticos de distinta agregación de esta referencia habría bas-
procedencia, para los cuales la .normaliza- tado para impedir el amparo del derecho
ción del país y su vigoroso desarrolllo son individual que se invoca, aun dentro de la
fatales". Y refiréndose a estos "intereses tesis más restrictiva. Salvo que se admitie-
políticos", añadió: "Se quiere crear un cli- ra que, en la hipótesis, los jueces estarían
ma de desacato e írrespetuosidad. Se esti- facultados para averiguar la veracidad de
mula la desobediencia, la indisciplina y el la afirmación policial, lo que, si bien otor-
desprecio de la ley. Se hace burla y escar- garía eficacia a la tutela, sólo podría con-
nio de la autoridad. Se pretende imponer cederse a costa de la total y cabal trans-
la coacción y la amenaza como normas. ferencia de funciones de que se habló en
Frente al imperio de la ley, el imperio de el considerando 9<?.
la anarquía. Frente a la conciencia nacio- 15?) Que, conforme a lo expuesto, la mi-
nal del deber, la primacía del egoísmo y sión de los jueces, en casos como el pre-
del desprecio por el respeto mutuo y la to- sente, debe reducirse al control de razona-
lerancia. Este cuadro se refleja en discur- bilidad de los actos administrativos impug-
sos y periódicos en un tono de musitada nados, habida cuenta de la particular in-
violencia, con desembozada incitación a la tensificación que el estado de sitio supone
acción subversiva y de reclamo a las fuer- respecto del poder de policía. De confor-
zas armadas para guiarlas a una acción midad con esta premisa, versando este jui-
fuera de su misión específica" (Diario de cio sobre una reunión pública, presumible-
Sesiones, págs. 2825 y sigtes.), mente cuantiosa, a relizarse en lugar cén-
Sobre la base de aseveraciones como las trico y de libre acceso al público, organi-
transcriptas fue reclamada y ocurrió la zada por una entidad que a criterio del ór-
sanción de la ley 14.785, cuyo articulo !•? gano competente "registra antecedentes de
dice lisa y llanamente: "Declárase en es- extrema izquierda" (fs. 4 vta.), no parece
tado de sitio a todo el territorio de la Re- dudoso que la prohibición dispuesta no es
pública". Por consiguiente, la aserción de irrazonable y, por tanto, np- configura uno
que este precepto tiene alcance limitado o de los supuestos excepcionales que autori-
especial, así como la de que con él se quiso zan la revisión judicial de la medida. Ello,
restringir éste y no aquel tipo de activida- debido a que, en general, de la aglomeración
des o derechos, además de contrariar los de personas pueden resultar perturbados el
principios expuestos en el considerando 119, orden y la tranquilidad públicos (Fallos:
no se ajusta a la letra, ni al espíritu, ni a 191:197; 193:244); a lo que particularmente
los antecedentes de la disposición cuestio- debe añadirse que, como esta Corte lo sos-
nada. El supuesto de un estado de • sitio tuvo en el caso de "Israel Fascovicz y otros",
durante la vigencia del estado de sitio, "en- que la ley reglamentaria estableciera lo
tre los derechos que suelen ser más afec- pertinente.
tados, se halla precisamente el de reunión, Entre tanto, si bien, es cierto que las de-
a fin de que el orden y la tranquilidad pú- cisiones administrativas pueden burlar in-
blicos'deban ser mantenidos" (Fallos: 240: tereses particulares, parecer inmotivadas o
235). torcidas en sus fines, tener vicios de forma,
Voto del señor Conjuez doctor don Fran- etcétera, el recurso "de desviación de poder
cisco P. Laplaza: es extraño a la jurisdicción de esta Corte.
Los casos límites de arbitrariedad subs-
El derecho de reunión, aunque no esté tancial harían procedente, en cambio, el
reglado por la ley, emana tácitamente de amparo judicial que la jurisprudencia de
los artículos 14 y 33 de la Constitución Na- la Corte amplía a fin de equilibrar las ne-
cional y, sin duda, se cuenta entre1 los de cesidades de la defensa constitucional con
máxima jerarquía. el respeto efectivo a la libertad y de las
Por eso no cabe admitir, de plano, que garantías fundamentales.
el estado de sitio importa suspender el ejer- Minoría. Disidencia del señor presidente
cicio del derecho de reunión como tal, con doctor don Alfredo Orgaz:
alcances generales en el tiempo y en es- La mayor parte de las leyes dictadas en
pacio, o sea dentro del ámbito de eficacia el país declarando el estado de sitio lo han
de las facultades de emergencia. sido con cierto carácter general en el sen-
Sin embargo, el límite de prudencia y tido de que no circunscribían la declaración
discrecíonalidad reservado al Poder Ejecu- a un determinado sector de las actividades
tivo durante el estado de sitio no se exce- individuales. Aun con respecto a estas le-
de por la sola circunstancia de no auto- yes, no puede de.ninguna manera enten-
rizar alguna reunión pública o en lugares derse que la Constitución ha entregado al
de libre acceso al público, cuando pudó vá- libre arbitrio —que puede ser también libre
lidamente detener a todos los concurrentes arbitrariedad— del Poder Ejecutivo o de un
al acto realizado con o sin permiso previo. funcionario policial cualquiera sea su jerar-
Lo arbitrario sería negar caprichosamente quía, él goce y ejercicio de todos los dere-
toda reunión pública o privada. chos esenciales de la persona. Es forzoso
reconocer que el lenguaje de esta Corte no
Mas no lo es cuando las circunstancias ha tenido siempre la debida precisión, y
de personas, modo, tiempo, lugar o fines que, por ello, ha favorecido la opinión con-
demuestren, o tornen verosímil, la necesi- traria (vgr., Fallos: 54:432; 180:104; 195:
dad de la medida preventiva en relación 439; 236:41, entre otros). Pero en tales ca-
directa con el peligro determinante. Y tam- sos se trataba más de una generalización
poco lo es cuando en la actividad de evitar excesiva que de un error de concepto, pues
dicho peligro se niega una autorización por en ellos las actividades restringidas estaban
motivos discrecionales mediante resolución relacionadas con las causas del estado de
administrativa. sitio. Para restablecer, sin embargo, la doc-
Equivocada o no, la resolución denegato- trina correcta basta señalar, como- lo han
ria 'está, para el examen constitucional del hecho diversos,tratadistas argentinos, la in-
caso, dentro de las facultades otorgadas por mediata evidencia de que sería absurdo en-
la ley 14.785 y conforme con el marco de tender, a favor de aquellas generalizaciones
posibilidades que consiente el articulo 23 y de los términos del artículo 23 de la Cons-
de la Constitución Nacional. titución, que pueden quedar suspendidas
Mientras no se dicte una ley que regla- garantías como la de la defensa en juicio,
mente el ejercicio del derecho de reunión, de la cosa juzgada, de la liberación contra
aun en momentos normales no sería sus- la esclavitud, etcétera. Avanzando en el
ceptible de revisión judicial la prohibición mismo rigor, corresponde añadir que tam-
de actos públicos resuelta en virtud del po- poco quedan suspendidas las demás garan-
der de policía. En la órbita de sus facul- tías en la medida en que su ejercicio care-
tades discrecionales ordinarias, la adminis- ce de toda vinculación con las causas que
tración no está sujeta a contralor jurisdic- determinan en cada caso el estado de sitio:
cional. una reunión familiar, por ejemplo, o la que
Con mayor motivo es irrevisible la prohi- tiene por objeto una función religiosa o una_
bición dictada en razón de las facultades sesión de puro carácter científico, sólo i
excepcionales emanadas del estado de sitio evidente despotismo podrían ser prohibid
(conf. Fallos: 236:584). con la sola invocación del estado de sití
Distinto sería si la denegatoria en sede aunque sea verdad que el derecho de
administrativa estuviera privada de legiti- unión queda 'suspendido en la medida
midad, careciera de oportunidad e incluso que su ejercicio se vincula con la con
de todo fundamento, o si s,e hubiere vio- ción interior o el ataque exterior.
lado el debido procedimiento legal, una vez
La declaración del estado de sitio, en su- reunión en especial, que "era un derecho
ma, no significa constitucionalmente el nau- que no podía ser limitado imponiéndole res-
fragio de todas las garantías individuales tricciones que excedieran lo razonable o
ni el sometimiento de todas las libertades aplicando las normas limitativas con un
a la discreción de los funcionarios policia- rigor no justificado en el caso, que haría
les, como dijo esta Corte en un precedente frustráneo su ejercicio" (Fallos: 240:235).
importante: "El estado de sitio, lejos de sus- En el que se trae ahora a decisión de
pender el imperio de la Constitución, se esta Corte se trata de una reunión pública
declara para defenderla" (Fallos: 54:432). con el objeto de "analizar la situación im-
Significa solamente que, en casos de con- perante en el Paraguay en relación a ¡a
moción interior o de peligro exterior, la vigencia de los derechos del hombre", es
Constitución pone en manos de la autori- decir, que la reunión no reviste carácter
dad el poder excepcional —que, por lo mis- gremial ni tiene vinculación alguna con
mo, es limitado y estricto— de prevenir las causas que motivaron el estado de si-
o contener con remedios también excepcio- tio, como señaló con acierto el fallo de la
nales el peligro que deriva de aquellas si- Cámara, La reunión se desea realizar en
tuaciones. Todos los derechos y actos que local cerrado, donde es más fácil el control
no están en relación clara o, siquiera, ve- de la autoridad; tampoco ésta ha preten-
rosímil con ese peligro escapan al control dido o insinuado que la finalidad declarada
excepcional de la autoridad y continúan por los organizadores sea falsa o sólo apa-
gobernados por el régimen común. rente, ni que haya la presunción fundada
Hay, así, una órbita reducida en que el de que se intenta un acto que se relacione
poder excepcional funciona y en que la au- con la subversión que se quiere prevenir,
toridad puede, con discreción —pero con el pues la denegatoria policial no hace mérito
sentido de "sensatez", no de "antojo"—, alguno de estas circunstancias: se limita a
poner impedimentos al ejercicio de ciertos negar la autorización "atendiendo al esta-
derechos individuales. En esta órbita, los do de sitio vigente por ley 14.785", lo que
jueces no tienen facultad para revisar e! no basta para configurar un fundamento
acierto o la extensión de las medidas adop- razonable. Tampoco es suficiente señalar
tadas por la autoridad, salvo el supuesto que la Liga Argentina por los Derechos xlel
de claro abuso. Y hay otra órbita más am- Hombre "registra antecedentes de extrema
plia, constituida por los derechos y los actos izquierda" (fs. 4 vta.), ya que no cabe hacer
sin relación con el peligro y con las causas discriminaciones entre ideologías no pro-
del estado de sitio, en que el .régimen jurí- hibidas por nuestra ley para negar a los
dico es el normal y ordinario y en donde sostenedores de unas lo mismo que se con-
la autoridad carece, por tanto, de los po- cede a los de otras: "las reuniones no pue-
deres excepcionales que involucra el estado den prohibirse en razón de las ideas, opi-
de sitio. niones o doctrinas de sus promotores sino
Ahora bien: determinar en cada caso —y en razón de los fines con que han sido
concretamente en el aquí planteado— si el convocadas", ha dicho otra vez esta Corte
derecho restringid está dentro o fuera de con indudable exactitud (Fallos: 191:197).
esa órbita excepcional, no importa querer Disidencia del señor Ministro doctor don
sustituir el juicio de la autoridad encar- Luis María Boffi Boggero:
gada de la preservación de la paz pública, "Que, por lo tanto, se debate en torno a
en materia que le concierne, con el juicio los alcances del estado de sitio que esta-
de los tribunales, sino establecer simple- blece el artículo 23 de la Constitución Na-
mente, de una manera objetiva, si aquella cional, y es propicia esta causa para que
autoridad ha excedido o no los límites de la Corte, por ser ésta la primera oportu-
la propia ley que invoca y aplica. Esta de'~ nidad presentada de fijar su doctrina en
terminación incumbe de modo inexcusable la actual composición, lo haga con deteni-
a los jueces, a quienes la Constitución ha miento, máxime cuando esa doctrina no
confiado en primer término la custodia de concuerda, como en este voto, con algunos
los derechos y garantías individuales. aspectos de la que numerosos fallos han
Esos límites se deducen, como ya se ha sostenido como cierta a la luz de la Cons-
dicho, del examen de cada caso, de las cau- titución ívgr., Fallos: 180:104; 236:41 y
sas que han determinado e) estado de sitio 584, así como muchos otros).
y del peligro a conjurar, así como de las "Que el estado de sitio es un remedio
demás circunstancias de hecho concernien- de excepción cuyos efectos no pueden va-
tes a la naturaleza de la garantía a res- lorarse sin considerar las otras normas cons-
tringir y de los actos que se intentan reali- titucionales que, con aquélla, forman parte
zar. :Esta Corte dijo ya, en ,un fallo reciente, del ordenamiento fundamental, que rige la
que 'las restricciones a los derechos indivi- Nación (vgr., arts. 67, inc. 26; 86, inc. 19,
duales dependen de las circunstancias par- sobre el estado de sitio; 29, acerca de las
ticulares" y, con respecto al derecho de facultades extraordinarias; arts. 14 y 33,
con respecto a los derechos de que gozan tado de sitio», no le fijó tampoco un alcan-
los habitantes, etcétera). ce independiente de los fines de estabilidad
"Que esa medida, como lo indica el men- social que se perseguían. Es que lo contrario
cionado artículo 23, se decreta ante «con- podría dejar librado a los poderes políticos
moción interior» o «ataque exterior» que co- no solamente el ejercicio de facultades pri-
loquen en peligro el ejercicio de la Cons- vativas, sino su ejercicio sin límites cons-
titución y las autoridades que ella crea. titucionales, lo que, como se dijo en causa
Bu objeto, por tanto, es desvanecer las con- reciente (P. 224, XIII, «Recurso de hecho»),
secuencia? mencionadas y, dando estabili- equivaldría a transformar «las facultades
dad a la vigencia constitucional con el privativas en facultades sin control de los
gobierno regular -de sus autoridades, res- jueces».
tablecer la paz social subvertida. "Que, por otra parte, la defensa más efi-
"Que el estado de sitio produce la sus- caz del sistema de gobierno instituido por
pensión de las «garantías constitucionales», la Constitución consiste en no extender los
pero esa medida no puede llevarse a efecto efectos de una grave medida de emergencia
con cualquier alcance, sino con uno razo- que significa salir de las normas regulares
nable, guardando la debida proporción con aquélla más allá de la necesidad que la
los motivos de la medida y con el objeto originó y de los fines que la inspiran, pues
perseguido por ella. Por de pronto, si bien todo exceso en ese sentido puede encerrar
el artículo 23 contiene una generalización aún más peligros que el exceso de libertad.
sobre las «garantías» suspendidas, es tam- En todo caso, si cupiere duda, se impone
bién cierto que en su parte final establece interpretar el alcance de la medida excep-
ana importante limitación y que el artícu- cional en favor de la libertad.
lo 29 prohibe, con énfasis de contenido his- "Que el derecho de reunión es uno de los
tórico y vigencia permanente, la concesión fundamentales en el ordenamiento jurídico
de «facultades extraordinarias» o «la suma argentino (arts. 14 y 33 de la Constitución
del poder público» o las «sumisiones o su- Nacional). Constituye traducción de la li-
premacías por las que la vida, el honor o bertad individual y es formativo de la opi-
las fortunas de los argentinos queden a nión pública como pilar del sistema repre-
merced de gobiernos o persona alguna»; sentativo republicano (art. 19), de modo
y que, po'r ello, no puede transformarse que toda disposición que importe restrin-
una medida de emergencia en una tan pro- girle debe interpretarse con suma pruden-
funda e ilimitada que, aun de modo indi- cia. Una suspensión de él sin discriminar
recto, pueda significar alguna de esas con- la naturaleza diversa de las reuniones, que
ductas prohibidas por la letra y el espíritu va desde las dedicadas a la fe religiosa y
de la Constitución Nacional que fue escrita, las congregadas por los motivos más utili-
al decir de Estrada, «¡con la sangre» de los tarios, y, desde otro punto de vista, desde
argentinos!». Y a este extremo podría lle- las más íntimas a las más públicas, desde
var, o poco menos, una actividad que, más las más pacíficas a las más violentas, en-
allá de los motivos que originaron el estado traña un ejercicio no r^ "onable de las fa-
de sitio y de los fines que éste lleva con- cultades establecidas ^ el artículo 23 de
sigo, suspendiera sin más el derecho «de la Constitución. Esta distinción, fundada en
trabajar y ejercer toda industria lícita; de la razonabilidad, entre las reuniones que
navegar y comerciar; de peticionar a las se vinculan claramente a las causas del es-
autoridades...»; es decir, todos los derechos tado de sitio, por un lado, y a los fines del
expresa e implícitamente contenidos en la mismo, por el otro, es principio constitu-
Constitución Nacional (arts. 14, 33 y afines). cional que esta Corte ha aplicado en nu-
"Que surge de lo expuesto una limitación. merosas oportunidades y para varias ma-
Deben suspenderse solamente las «garan- terias. Así, a efectos de juzgar la formación
tías constitucionales» cuyo ejercicio resulte de categorías de contribuyentes, de apre-
claramente incompatible, en cada caso, con ciar el ejercicio del poder de policía, etcéte-
la preservación de la paz social y en la ra, y constituye un principio que hace a la
medida que esa suspensión sea indispen- esencia de un sistema republicano y rep
sable para la obtención de los fines res- sentativo del gobierno.
pectivos. Como lo afirmó Joaquín V. Gon- "Que aun cuando el fallo de esta Co
zález, esa «suspensión de las garantías citado por el Tribunal a quo. (Fallos: 191:
constitucionales» es de «uso limitado por 197) no tuvo en cuenta la situación creada
la necesidad efectiva de la seguridad pú- por el estado de sitio, el principio expuesto
blicas (Manual de la Constitución Argen- sobre las ideas de les promotores de una
tina, 14* edición, pág. 253). Y aun Alberdi, reunión rige también 'para esta causa
que proyectó la suspensión del imperio cons- virtud de sus particularidades.
titucional por inspiración de la Carta chi- "Que los principios anteriores y las
lena de 1833 (art. 28 de su proyecto), me- clonadas circunstancias de la causa, valora-
dida indudablemente más grave que el «es- das en conjunto por esta Corte en su fu
ción de control jurisdiccional (Fallos: 48: ideas y persuadir a sus semejantes acerca
17 y 27; 54:432 y 484; 158:391; 242:73 y de su mérito (UNESCO, Los derechos del
otros), indican que la reunión no aparece hombre: estudios y comentarios en torno
en condiciones de perturbar el ejercicio de a la nueva declaración universal, Buenos
la Constitución ni a las autoridades crea- Aires, 1949, págs. 243-4).
das por ella, hecho ante el cual no pudo El American Law Institute declara "la
atribuírsele por anticipado esa finalidad. libertad de reunirse pacíficamente con los
La tesis que informa la resolución del jefe demás", con ios fines más diversos y en
de policía, a fuer de preventiva, puede en- locales abiertos o cerrados, públicos o par-
tonces consagrar él cercenamiento del de- ticulares ("Statement of essential human
recho de reunión sin un razonable vínculo rights, by a Committee appoint'ed by the
con los fines del estado de sitio. El citado American Law Institute", The Annals of
funcionario ha procedido extremando su the American Academy of Political and
función en defensa del orden, mas siempre Social Science, Filadelfia, t. 243, págs. 19-20).
corresponde a esta Corte decidir si ese pro- La Constitución de la República italiana
pósito no ha marginado los límites norma- establece en el artículo 17: "Los ciudadanos
tivos en vigor. tienen derecho de reunirse pacíficamente y
"Que las razones precedentes son bastan- sin armas".
tes para sustentar la confirmación de la El artículo 141, párrafo 11, de la Consti-
sentencia impugnada". tución de Brasil contiene una norma muy
La doctrina de la mayoría, no siempre semejante.
en coincidencia, es restricta para la liber- La Constitución de Portugal garantiza la
tad de reunión, manejando el concepto de libertad de reunión en su artículo 8, in-
razonabilidad con amplio margen en favor ciso 14.
de los llamados "poderes políticos". La Constitución japonesa contiene la ga-
La que sienta la minoría, trabando dis- .rantía de la libertad de reunión en su ar-
crepancias parciales, es en favor de la li- tículo 21.
bertad de reunión y restricta para la po- La Constitución de Alemania occidental,
testad de aquellos poderes, a su turno, establece la libertad de reunión
IV. Derecho extranjero. Antes de men- en su artículo 8<?.
cionar los elementos del derecho foráneo La India lo hace por conducto del articu-
sobre la libertad de reunión, cabe expresar ló 19 de su Constitución.
que el anteproyecto formulada por el Co- Solivia lo establece en el inciso d) de su
mité Jurídico Interamericano en 1946 ex- artículo 6<?.
presaba: "... toda persona tipne el dere- Honduras garantiza la libertad de reunión
cho de reunirse pacíficamente con otras en su artículo 61.
como un medio para dar expresión & opinio- Panamá lo hace por el artículo 39 de su
nes sobre asuntos de interés común", aña- Carta Magna.'
diendo que "el Estado tiene el deber de Uruguay la establece en el artículo 38
permitir el uso de lugares públicos para de su Constitución.
fines de reunión general... (y) el dere- Irlanda garantiza, la libertad sub-exa-
cho de ser informado de los lugares a ser men por el artículo 40, apartado 6?.
ocupados en sitios -públicos, y a imponer España lo hace por el artículo 16 del Fue-
condiciones en cuanto al uso de dichos lu- ro ,de los españoles.
gares en el interés del orden y la seguridad Checoslovaquia contiene en el articulo 24
públicos. Condiciones similares pueden ser la norma sobre libertad de reunión.
impuestas con respecto a las reuniones en Paraguay la establece en el artículo 19
edificios públicos y privados. Pero las con- de su Constitución.
diciones impuestas por 'el Estado para la Perú lo hace en el artículo 62.
celebración de lugares públicos no deben Egipto lo establece en el artículo 20 de
Ser tales que afecten sustancialmente el su Carta Magna.
derecho mismo a realizar dichas reuniones, Rusia lo hace en el artículo 125 de su
y'no se exigirá ninguna condición para la Constitución.
reunión de pequeños grupos de personas Yugoslavia la continene en su artículo
en lugares públicos o privados" (Inter-Ame- constitucional número 27.
rican Juridícal Committee, Drajt declara- Rumania lo hace por conducto del articu-
tion o/ the International rights and duties lo 31 de su Constitución.
of man and accompanying report, Wash- Bulgaria lo consigna en el artículo 88. de
ington, 1946, págs. 4 y sigs.). su Carta Magna.
En la UNESCO se estableció, vinculando Chile lo hace en el inciso 4<? del artícu-
la libertad sub examen con el derecho a par- lo 10.
ticipar en los asuntos públicos mediante Etcétera, etcétera.
el ejercicio de sufragio, el derecho de aso- Esta voz se ha limitado a exponer los
ciarse con fines útiles para exponer sus textos constitucionales sin penetrar la doc-
trina, la jurisprudencia o la práctica apli- ción de los hechos que constituían la ma-
cación de los principios sobre libertad de teria táctica de la causa.
reunión, aun con la seguridad de que en Dijo, entre otros conceptos, el Justice
numerosas oportunidades y en algunos si- norteamericano que debían considerar la
tios de manera sistemática esa libertad no acusación de acuerdo con los términos en
excede realmente de un valor gramatical que ella había sido presentada, porque lo
sin vida sociológica. contrario entrañaría un procedimiento in-
El Defecho de los Estados Unidos en la correcto. En esa causa el imputado no es-
materia ofrece para el Derecho constitu- taba sometido a juzgamiento por su afilia-
cional argentino una particular significa- ción o proselitismo comunista ni por pre-
ción, en virtud de que la Carta Magna de conizar sabotaje, sindicalismo criminal o
aquel país constituye una de las fuentes cualquier otro ilícito dentro o fuera del
importantes de la Argentina. (Ver opinión mitin, con lo que se le privó de los bene-
del autor de esta voz en Jurisprudencia ficios probatorios a ese respecto. En rigor,
argentina, n<? del 17 de junio de 1963). solamente se le formuló el cargo de haber
La primera enmienda.de la Constitución ayudado a la organización y ulterior reali-
norteamericana contiene una clara prohi- zación de un mitin auspiciado por el par-
bición al Congreso de dictar ley que "res- tido comunista, y con base en ese cargo se
trinja el derecho del pueblo de reunirse pa- le condenó a siete años de prisión. Con un
cíficamente". El texto completo es el que criterio así, pudo ser condenado cualquiera
sigue: "El Congreso no podrá aprobar nin- de los concurrentes al mitin, aun en la hi-
guna ley respecto al establecimiento de re- pótesis de la tranquilidad con que éste se
ligión alguna ni prohibiendo el libre ejer- desarrollase y a la legalidad de los temas
cicio de la misma, o coartando la libertad abordados. Consecuentemente, si el citado
de palabra o de prensa o el derecho del pue- partido propiciase un acto para discutir los
blo a reunirse pacíficamente y a solicitar impuestos, la política exterior del gobierno
la reparación de cualquier agravio". norteamericano, o bien la lista de los can-
En la causa "Estados Unidos v/ Cruiks- didatos a los cargos legislativos, cada uno
hank" (92 US 542), fallada en el año 1876, de los oradores podría ser procesado con
la Corte Suprema de los Estados Unidos, los mismos fundamentos que usara la sen-
con la disidencia del Justicie Clifford, sos- tencia en recurso. Añade que podría ex-
tuvo que la primera enmienda garantiza la tenderse indefinidamente la nómina de los
libertad de reunión para solicitar del Con- ejemplos, y que si bien el Estado tiene po-
greso la reparación de alguna Injusticia, testad para defenderse del abuso de los pri-
colocando a la libertad de reunión como vilegios que las instituciones norteamerica-
medio para el concreto ejercicio del dere- nas garantizan para evitar cualquier ten-
cho de peticionar. Vale decir, que el de- tativa de violencia cuya finalidad fuese
recho de reunión no era reconocido con la provocar cambios revolucionarios, ninguna
conceptual autonomía que fallos ulteriores resolución de la Corte Suprema tiene el
le asignaron clara y categóricamente. Ex- alcance que le quieren dar las leyes bajo
presó Mr. Chief Justice Waite: "El dere- examen al procurar la supresión de las li-
cho del pueblo para reunirse pacíficamen- bertades de palabra y de reunión. Esta úl-
te con el propósito de peticionar al Con- tima se halla tan íntimamente vinculada
greso para una reparación cíe injusticias, con la de expresión y la de prensa, que
o para cualquier otra cosa conectada con reconoce el mismo carácter fundamental
los poderes o los deberes del gobierno na- que cualquiera de las otras. Se remite a
cional, es un atributo de la ciudadanía na- la recordada causa registrada en 92 US 542,
cional y, como tal, está bajo la protección y dice que el pueblo, por conducto de sus
de los Estados Unidos" (92 US 542, 552). legislaturas, puede defenderse contra el
Esta doctrina vaiió en el caso "De Jonge abuso del derecho de reunión, consistente
V. Oregon" (299 US 353), fallado en el año en utilizarlo como vehículo para incitar a
1937 ante un mitin reunido bajo el patro- la violencia y al crimen, pero la interven-
cinio del partido comunista. Esencialmen- ción legislativa de modo alguno debe res-
te sostuvo la Corte Suprema que no era de tringir el derecho mismo, ya que cuanto
su incumbencia juzgar quiénes organizaron mayor es la. necesidad de proteger las ins-
el acto ni quiénes participaban en él como tituciones del derrumbe causado por la
oradores, sino exclusivamente si las mani- fuerza y la violencia, tanto mayor es la
festaciones excedían o no los límites garan- necesidad de mantener incólumnes los pre-
tizados por la Carta Magna a la libertad ceptos constitucionales que garantizan las
de expresión. Llevó la palabra para expre- libertades aludidas. Añade que es la única
sar la opinión del Alto Tribunal norteame- forma de permitir la discusión política,
ricano el Chief Justicie Hughes, que en pá- libre y pacífica, a fin de que el gobierno
rrafos significativos fundó la doctrina a pueda acceder a los justos pedidos que re-
que se acaba de hacer referencia en fun- claman los necesarios cambios mediante
vehículos legales. Ello constituye el funda- Mr. Justice Roberts: "La ciudadanía de los
mento de la seguridad misma de la Repú- Estados Unidos sería poco mejor que un
blica, la auténtica base de un gobierno nombre si ella no llevara consigo el derecho
constitucional. para discutir la legislación nacional y los
Estima que debe considerarse el objetivo beneficios, ventajas y oportunidades a ser
del mitin y no quien lo auspiciara; la tras- otorgados a los ciudadanos..." (307 US 496,
cendencia que pudiesen contener las pala- 513).
bras pronunciadas, y no las vinculaciones V. Antecedentes históricos. La libertad
de los oradores, a punto tal que si las per- de reunión, como todas las libertades que
sonas participantes hubiesen cometido crí- hacen a la personalidad misma, del ser hu-
menes en cualquier otro sitio o se hallasen mano, ha experimentado períodos de mayor
comprometidos en una conspiración para la o menor reconocimiento estadual en la ex-
paz y el orden públicos, podrían ser proce- tensa lucha entre libertad y autoridad que
sadas por dicha conspiración o por cual- caracterizan la gesta histórica.
quier otra transgresión de una ley válida. Queda entonces afirmado el concepto de
Esto es radicalmente distinto a que el Es- que el tema es inseparable de la historia
tado, en lugar de seguirles procesos por la misma y, gor ende, escapa notoriamente a
comisión de esos delitos, tome como base los límites esquemáticos que se asignaran
para una criminal acusación el simple he- a esta voz su desarrollo metajurídico.
cho de haber participado en una asamblea
JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto.
pacífica. En síntesis, el acusado disfruta de
sus derechos de expresión y de reunión en Bi&LiocBAFtA. — Pueden citarse, entre muchos: Alcorta,
Amánelo: "De los derecho de reunión y asociación". (En
asamblea pacífica y legal, aun cuando ella su: Las garantios cOTistifucto7iales, Bs. Aires, F. Lajouane,
fuese convocada por el partido comunista, 1881. pág. 375-82). — Balladore PaUieri, G. Diritto costi-
tuzionale, 2« ed.. Milán, 1U60, pág. 302. — Beard, Charlea
estando habilitado también para discutir A., "The right of assembly and petition". (En su: Ame*
los problemas públicos de actualidad, den- rícan government and pollitos, 109 ed., New York, The
Cacmillan Company, 1955, págs. 48-49). — Bielsa, Raíael.
tro de los marcos legales, sin incitación a la "Derecho de reunión". (En su: Derecho constitucional.
violencia o al crimen, ni clamando por la Bs. Aires, R. Depalma,, 3? ed., 1959, págs. 300-304). —
Bielsa, Kafael, "Derecho de reunión". (En su: Derecha
venganza. constitucional, Bs. .Aires, R. Oepajma, 2i ed.. 1054, págs.
Es interesante transcribir el siguiente 228-32). — Bielsa, Rafael, "Estado de sitio y derecho de
reunión. Lincamiento general de la cuestión". (En La
párrafo del Chief Justice Hughes: "La li- Ley, t. 97, enero-marzo de 1960, págs. 523-31). — BlacK,
bertad de palabra y de prensa son derechos Henry Campbell, "The right of assembly and petition".
(En su: Hand-booíc of american constituíional law, 4»
fundamentales que están salvaguardados ed., St. Paul, West Publishing Company, 1927,' págs. 656- .
por la cláusula del debido proceso de la 58). — Burdeau. Georges, "La liberté de reunión". (En
su: Les libertes publiques. Par Georges Burdeau, 2» ed.,
Decimocuarta Enmienda de la Constitución París, E. Pichón y K. Durand-Auzias, 1961, págs. 180-82).
Federal. El derecho de reunión pacífica es — Burdeau, Georges, "La liberté de reunión". (En su:
Manuel de Droit ptiblic. París. R. Pichón et H. Durand
un derecho semejante a aquéllos de libertad Auzias, 1948, pág. 184-93). — Burdeau. Georges, "Les ma-
de palabra y de libertad de prensa, y es nifestations et atrroupements". (En su: Les libertes pu-
bliques. Par Georges Burdeau, 2» ed.. París, R. Pichón
igualmente fundamental" (299 US 353, 364). y R. Durand-Auzias, 1961, pág. 188). — Burdeau, Geor-
En la causa "Hague v. Comité de Orga- ges: "Lea manifestarions et attroupements", (En au:
nización Industrial" (307 US 496) fallada en Manuel de £)roit ptibíic. París, R. Pichón et R. Durand
Auzias, 1948, págs. 194-97).,—Burdeau, Georges, "Le ré-
el año 1939, con dos votos iguales de los gime des réunions et manifestarions". (En su: Les liber-
Justices Roberts y Black, otros distintos de tes publiques. Par Georges Burdeau, 25 ed.. París, B.
Pichón y R. Durand-Auzias, 1961, pág. 180). -- Corwin.
los Justices Stone y Reed, y otro del Chief Edward S., "Religión, assembly and petition", (En su:
Justice Hughes, ante la prohibición de reali- Undersíandinff the Constiíuíion (by), Edward S. Corwin
and Jack W. Peltason, New York, Holt. 1960, 'págs. 139-
zar reuniones públicas sin permiso del Di- 40). — Dicey, A. V., "Devoir des soldats appelés á dtspcr-
rector de Seguridad Pública que establecía ser une assemblée iílégale". (En su: Jntroduction d
l'étude du Droit consíitufíonnel. Traduction francaise de
una ordenanza de Jersey City (Nueva Jer- André Batut et Gastón Jéze, París, V. Gierd & E. Brlé-
sey) , la Corte Suprema coincidió en que la re, 1902, págs. 428-33).—Cicey, A. V., "Questlons con-
cernant le Droit de reunión publique". (En su: tntro-
ordenanza podía ser usada como un instru- dííction á l'étude du Droit con-stituíiorme!. Traduction
mento arbitrario para suprimir la libertad francaise de André Batut ct Gastón Jéze, París, V.
Giard & Gastón Jéze, 1902, págs. 408-27). —Dicey, A. V.,
de palabra, anotándose diferentes funda- "Le Droit de reunión publique". (En su. Intrcduction
mentos en la posición de los Justices Ro- ti I / . . . . París, V. Giard & Briére, 1902, págs. 239-45).—
Douglas, William O., The right o} de people, 1958. — Dura,
berts y Black de un lado y Stone y Reed del Francisco, "El derecho de reunión. Concepto constitu-
otro. En rigor cinco jueces votaron por la cional y político". (En Revista Argentina de Ciencias
Políticas, tomo 14. págs. 294-308). — Duverge Maurice, "La
inconstitucionalidad de la ordenanza, con liberté des manifcstations sur la voie publique". (En
lo que la referida Corte Suprema ha man- su: Droit publie. París, Presses universitaires de Fran-
cés, 1957, págs. 211-12). — Duverger, Maurice, "La li-
tenido su criterio en defensa de la libertad berté de reunión". (En su: Droit publie, págs. 212-13).—
de reunión. Mientras los primeros jueces Esmein, A., "La liberté de reunión et la liberté d'ano-
ciation". (En su: Elemente de Droit constitutionnel /ran-
citados giraron en torno a los derechos de caise et comparé, 5? ed.. París. J. B. Sirey. 1909, paga.
los ciudadanos estadounidenses, los otros 1052-57).— Esmein, A., "La liberté de reunión et la
liberté de la presse". (En su: Elemente de. Droit coníti-
dos no hicieron distinción alguna entre ciu- tutíoncl ¡raneáis et comparé, 59 ed.. París, J. B. Sirey,
dadanos y no ciudadanos dentro de la ju- 1909. págs. 1042-52). — Fischbach, Oskar Georg., i'Ré-
Kimen jurídico de reuniones y asociaciones". (En su:
risdicción de los Estados Unidos. Expresó üorecho político general v constitucional, z» ed., Bs.
Aires, Labor S. A., 1934, pigs. 373-73!. — Flschel, Edouard, lídfaei. "El derc-cho de reunión y su reglamentación",
"Droit de reunión ct ct'association". (En s: La const, Bs. Aireé, Dcpnlma, 1952. (En Estudios de Derecho publi-
A'Angleterre, 2» e<3., Paria, C. Reinwald, 1804, págs. co, t. 111. Derecho constitucional, págs. 3Z9-344). —Bielsa,
177-79. — Forrester, Hay, Constitucional Law. Casas una Rafael. "Sobre la reglamentación de reuniones", (En
—material», 1959, y su Suvplement, de lOtil. — González, Ret'ista del Cok'gio de At>o0ados de. Buenos Atre», ano
Joaquín V., "Reunión iDe los derechos políticos)", en 1051, t. XXIX, págs. 166-173). — Conatant, Charles, "Code
su Manual da la Constitución, Bs. Aires, A. Eslrndn. des réunions publiques, des réunions electorales et des
1897, págs. 220-22. — González Calderón, Juan A., "Dere- réunions prives". París, A. Durand et Pedono Lauriel,
cho de reunión". (En su: Dcrtclio constitucional argen- 1881, pás. 106). — Deguzaídc Riojn, H., "Derecho de re-
tino, vol. 1, 1930, págs. 40¡MO). — González Calderón, unión. Constitución Nacional. Recurso extraordinario.
Jusn A., Derecho de reunión a de petición, ídem, F-47. (Nota a fallo de Sup, Corte de Just. Nac., 5 de noviembre
— Hunceus. Jorg'e, "Reunión". (En Obras de Jorge Hu- de 1929; en causa: Comité radicaí Acción)". (En Juris-
nceus, Zi ed.. Santiago do Chile, Imp. Cervantes, 1890, prudencia Argentina, año 1929, t. 31, pag. 733).—Dura,
vol. 1, págs. 117-13). — Jomólo, Arturo Cario, "La liberta Francisco, "Kjcrcición del derecha de reunión en la ca-
de reuniones". (En su: II problemí praticice della liberta, pital de la República. Estado legal y administrativo" .(En
Milán, A. Giuíré, 1961, págs. 146-48). — Mennings, Sir Reüista Argentina de Ciejiei(t¿ Politices, año 1917, t. 15,
\V. Iwor. "The law nnd the Constitution", Fiíth cdition, págs. 638-633). — González, Joaauín V., "Limitaciones al
págs- 272-79. — Konvitz, Milton R., "Libertad re reunión derecho de reunión". (En tus Obra» Compictas, t. VIt,
y de petición (Jurisprudencia norteamericana comenta- págs. 121-126). — Lucillo, "Restricciones al derecho de
da"). (En su: La libertad en la declaración de derechos reunión". (En Juris, t. 13, juUo-diciembre, 1958, páes.
en los Estados Unidos, Bs. Aires, Ed. Bibl. Arg, 1959, 189-170, Rosario, 1959). Ministerio dal Interior:- "Derecho
págs. 157-6;').— Linares Quintana, Segundo V., "La li- de reunión. Mensaje y proyecto de ley de P. E. presen-
bertad e reunión". (En E U : Tratado de la ciencia del tado al H. Congreso el 8 de junio de 1332. Antecedentes
Derecho coiísííí);cit)?;a¡ argi-ntina v co^np-irtida, Bs. Aires. constitucionales y legales existentes en el país. Legisla-
Alfa, 1950, págs. 797-826). —Linares Quintana, S., "Ré- ción norteamericana", Bs. Airea, 1D32, pág. 131. —Santa
gimen constitucional dt> la lüj^rt-.d de reunión: Reunión Pintor, José Julio, "Proiecci.'iii legal do la. familia en la
pública y reunión privada". (Tra'.atlo de la ciencia üel Constitución argentina y Constitución alemana, la ley
Derecho constitucional argentino y comparado, Bs. Aires. íundaríttnt.i! tía Bonn y la d--claraclór>. universal de los
Alfa, 1955. v. 3-', págs. 80C-07) . — Linares Quintana, Se- derechos del hombre por las Naciones Unidas". (En Ju-
Eundo V., "Concepto de la libertad de. reunión". (En risprudencia Argentina, año 1953, III, jvtlio-agosto-septiem-
au: T7-atado de la ciencia del Derecho consiilMcional ar- bre, Sec. Doct., págs. 27-32).-L. M. B. B.
gentino y comparado, Bs. Aires, Alfa, 1S58, v. 39, págs.
797-800). — Lina*-es Quintana. Segundo V-, "Derecho de
reunión". (En su: Gobierno y ndmñiisíración de la Re- LIBERTAD DE SOBREVUELO INOFEN-
pública Argentina, Bs, Aires, Tes, 1Ü46, v. 2?, págs. 270- SIVO. * SUMARIO: 1. Antecedentes. 2. Fundamen-
74). — Linares Quintana, Segundo V., "La libertad de tos. 3. Amplitud.
reunión en el Derecho constitucional comparado". (£n
BU: Tratado de la ciencia del Derecho consíiíucionaí ar- 1. Antecedentes, La atribución legislati-
gentino v comparado, Bs. Aires, Alia, 1956, v. 3v, págs.
818-26). — Linares Quintana, Segundo V., "Límites 'de va de los países consiste en sancionar sus
la libertad da reunión". (En su: Tratado de la ciencia del propias leyes y dictar su reglamentación
Derecho constitucional argentino y comparado, Bs. Aires,
Alfa, 195«, -v. 3á, págs. 807-18). — Montes de Oca, M. A.. pertinente en base al principio de soberanía
"Derecho de reunión". (En Abales de la. Facultad 4e de que goza cada Estado. Ahora bien, si
Derecho de Buenos Aires, n? 4, págs. 60-92) . — Nuvoione,
Pietro, "Liberta di riunione". (En su: Norme penali e tomamos ejsa soberanía en su sentido es-
principi costitttEionnli, Milano, A. Gtafré. 1957, pág. 18). tricto, obstaculizaría o impediría el vuelo
— Nuvolofte, Pletro, "La liberta di riunione e üll art. 20
della legge di P. S.". (En su: Le leooi penali e lo costi- de aeronaves entre las naciones. O como
tuzione. Milano, A. Giuffré, 1953, págs. 80-63). — Orban,
O., "La liberté des réunions publiques", (En su: Le'Drotís
dice Bonfils, "con la regla del derecho de
constitutionel de la Belg>.<tv.e, Liége, París; H. Dessain, propiedad o de soberanía un Estado po-
V. Giard & E. Briére, 1911, v. 3», paga. 557-69 ).~Per«o-
lesi, P,, Diritto costittizionale, 10» ed., Padua, 1955, pág.
dría, a su arbitrio y sin dar ningún motivo,
475(1). — Pritchett, C. Hermán, "Control oí speech an- cerrar a la circulación la1 atmósfera por
<3assembly in public places". (En su: The american consíi-
tution, New York, Me. Graw HUÍ Book, 1959, págs. 414-
encuna de su territorio" í ). Es por eso, y
17).— Rébora, Juan Carlos, "La defensa del estado de con objeto de aclarar tan difícil cuestión,
derecho". (Nota a fallo C. Sup., diciembre 10-1941, en
causa Sapgnolo, Amador y otros). (En La Lew, tomo 24,
que Ambrosini llegó a decir que el derecho
octubre-diclembre de 1941. págs. 869-71). — Bossl, Paolo, de sobrevuelo debe establecerse no como
"Liberta di riuniones". (En su: Lineanteníi di Dtritto
pénale costiíuzionale, Palermo, G. Priulla, 1954, pág. 81-
una concesión de los Estados, sino como un
86).— Rostow, Eugene V., "Planning for freedom, The derecho originario y autónomo derivado de
public law of American Capitalism", Yale Vniversitu los generales del Derecho internacional mo-
Fres*, 1959; "The sovereisn preroeatlve: The Supreme
Court an the Guesi for Law", Yale Univürsitu, 1982. — derno y de tránsito ( 2 ).
Rouzaut, Adolfo R., "La acción de amparo y el derecho
de reunión", (En Juris, torno 13, julio-diciembre, 1958,
En éste, como en todos los problemas le-
págs. 213-16, Rosarlo. 1559. — Santa Pinter, José Julio, gales, ha llevado a los Estados a tratar de
"La concepción jurídica argentina y eclesiástica católica
acerca de 'la libertad de conciencia de expresión y el de-
mantener y encontrar una salida decorosa
recho de reunión". (En Jurisprudencia ^rjfCTitina, año para sus posturas de países soberanos. Es
1S53, III, juHo-agosto-septiembre, Seo. Doct., págs. 24-25).
— Wade. E. C. S., "Public Meetings and procession»". (En
por eso que en los diversos convenios de
»u: Constitutional Lato, By E. C. C. Wade and G. Godfrey navegación aérea han asegurado un dere-
Phillips, 6« ed., London, Longmans. 1960. págs. 5Z4-541).—
Watson, David K., "Right to assemble and petition". (En
cho a la navegación aérea inofensiva para
íu: The constiíiíifon oí the Vnited States; its htotorv, ciertas clases de máquinas, Sin embargo, y
application and construction, Chicago, Callaghan & Co..
1910, v. 29, págs. 1405-07) . — Willoughby, Westel W., "The
a pesar de ello, no se han definido en los
right paeceably to assemble and petition". (En su: Prtnd acuerdos lo que por tal debe entenderse.
pies oí the constitutionat latu o¡ the United. States, 2» ed.,
New York, Baker, Voorhis i Co., 1935, págs. 499-500).
Cada uno de éstos se limita a asentar ese
concepto en el texto escrito sin aclarar en
Y • LIMITACIÓN DZL DERECHO DC REUNIÓN.. —
Argentina. Leyes. Proyectos. Interior, Mrio. del: Derecho
de reunión. Mensaje y proyecto de ley del P. E. presen-
tado al H. Congreso 'el 8 de junio de 1932. Antecedentes * Por el Dr. ANGET R. MEBCADO.
constitucionales y legales existentes en el país. Legisla-
ción norteamericana (Bs. Aires, 1932, pág. 131). — Bielsa,

(>) Pontes de Miranda, Comentarios d Conjtituicao de


(1) Bonfils, J., Manual de Derecho internacional
blico, pág. 363. -año 1914, Parla.
1
(2) Anibrosini, Antonio, Instituzione di Dirltto aero-
IHf, 3» ed. (revista e aumentada). náutico, pág. 74, año 1940. _g
qué consiste. Es posible se deba ello a que solamente la teoría de la libertad del aire
el "derecho de paso inofensivo" viene del dará a las aeronaves, como derecho, una
Derecho marítimo, donde se aceptó desde libertad de paso que únicamente a manera
antaño ese derecho a los barcos en relación de concesión puede acordarles la sobera-
a las aguas territoriales. Vemos así que la nía" ( 5 ). Con esta tesis toda aeronave que
Conferencia de La, Haya de 1930 dispone en circule por el espacio aéreo de otro Estado
el artículo tercero: "El pasaje consiste ,en quedaría sometida a las normas jurídicas
navegar en el mar territorial, sea para que nazcan del régimen jurídico de ese país,
atravesarlo, sin entrar' en las aguas inte- en virtud de las reglas contractuales que
riores, sea para transitar por ellas, sea para permiten el paso inofensivo.
dirigirse mar a fuera. El aspecto de esta concesión fue fijado
"Un paso no es inofensivo cuando el na- por C. I. N. A. al decir en el artículo 2<? del
vio utiliza el mar territorial de un Estado Convenio que "cada Estado contratante se
ribereño con el propósito de realizar un compromete a conceder en tiempo de paz
hecho que atenta- a la seguridad, al orden a las aeronaves de los otros Estados con-
público y a los intereses fiscales de este tratantes, libertad de paso inofensivo por
Estado". O sea que el país que utiliza con encima de su territorio, siempre que las
sus aeronaves el espacio aéreo de la Nación condiciones establecidas en el presente con-
que atraviesa, no debe abusar de esa fran- venio sean observadas".
quicia, sino por el contrario estar acorde "Las reglas establecidas por un Estado
con las reglas o normas de carácter inter- contratante para la admisión en su terri-
nacional que rigen este aspecto de una torio de las aeronaves que pertenecen a los
manera general, y en el caso del Estado so- otros Estados contratantes, deben ser apli-
brevolado, en forma particular. cadas sin distinción de nacionalidad" («). Lo
2. Fundamentos. Según Kroell (3) el so- cual lo ha llevado a decir a Roper que "el
brevuelo es inofensivo por el territorio de convenio no abre el cielo a las aeronaves,
un país por una máquina aérea, cuando "su pero hace posible la circulación por él" ( T ).
ejercicio tiene lugar en las condiciones nor- Pero el artículo 30 añade: "Serán con-
males y habituales de vuelo de la aeronave sideradas como aeronaves de Estado: a) las
y cuando no constituye una actitud o un aeronaves militares; b) las aeronaves ex-
acto perjudicial para los intereses funda- clusivamente afectadas a un servicio de Es-
mentales del Estado subyacente o un aten- tado tal como: correos, aduanas, policía. Las
tado a la propiedad privada de sus nacio- otras aeronaves serán reputadas como aero-
nales", y para Bustamante ( 4 ) puede acep- naves privadas.
tarse como aquello que no "causa ni puede "Todas las aeronaves del Estado, que no
causar daño alguno al Estado cuyo dominio sean aeronaves militares, aduaneras y de
es atravesado". policía, serán tratadas como aeronaves pri-
Lo cierto es entonces que dar un concepto vadas y sometidas, como tales, a todas las
acabado de lo que debe entenderse por paso disposiciones del presente convenio". Re-
inofensivo es actualmente difícil, a tal pun- fuerza el contenido de estas normas la regla
to que si bien esta denominación se encuen- del artículo 15: "Toda aeronave pertene-
tra en los tratados internacionales, ninguno ciente a un Estado contratante tiene el de-
de ellos ha definido,o dado su punto de recho de atravesar 'la atmósfera de otro
vista. Podemos, sin embargo, decir que paso Estado contratante sin aterrizar".
inofensivo de una aeronave civil por el Por otro lado, el Convenía Panamericano
territorio de un Estado, es aquel paso ino- dispone en el artículo 41?: "Todo Estado con-
cente, pacífico, tranquilo, que no ocasiona tratante se compromete en tiempo de paz
ni puede ocasionar ningún trastorno de ín- a conceder libertad de paso inofensivo por
dole civil, político o militar en el territorio encima de su territorio a las aeronaves
del país sobrevolado. privadas de los otros Estados contratantes,
En la dootrina dos aspectos han sido siempre que sean observadas las condicio-
aceptados en cuanto a este tópico: nes establecidas en el presente convenio.
1) Para unos, el derecho de paso inofen- Las regulaciones establecidas por un Es-
sivo nace en virtud de un contrato o con- tado contratante con respecto a la admisión
cesión entre los países donde tendrá lugar encima de su territorio de aeronaves de
la circulación aérea. Se asienta en el prin- otros Estados contratantes, se aplicarán sin
cipio extremo de la soberanía de los Estados distinción de nacionalidad"; y el artículo 2<?
sobre su espacio de aire. Así decía Volkmann
que "si el Estado es señor del espacio aéreo, (5) Volkinann, S., Droit aérte:i, 1930.
puede abrirlo o cerrarlo a su agrado y que (6) C. I. N. A.: Esta sigla se aplica a la Comisión in-
ternacional de Navegado» Airea, Instaurada en el art. 34
del Convento de París para ¡a Navegación Aérsa, firmado
(3) Kroell, Joseph, Trcstté de Droft Mematicrrutl rabilo en París el 13 de octubre de 1919 y cuya abreviatura
dérten, t. I, pág, 196. año 1834. es Ciña.
(4) Bustasnante y Sirven, Das Tcn-itortelmeer. páB. 168 <7) Boper, J., La Conventioi. /Ríematicnale du ÍS acto-
Silo 1830. bre 1919 portant réglarn^ntation úu le ncttíigation aérienne.
añade que dicho convenio se aplica exclu- previo, pero sujetos al derecho del Estado
sivamente a aeronaves privadas, equipa- sobre el cual vuelan, de exigir aterrizaje.
rándose por el articulo 3' el conjunto de Sin embargo, los Estados contratantes se
¡as aeronaves del Estado a las aeronaves reservan el derecho, por razones de segu-
arivadas. ridad de vuelo, a exigir que las aeronaves
La Convención de París de 1919 en los ar- que deseen volar sobre regiones inaccesibles
tículos W y 39 dice que "todo Estado contra- o que no cuenten con las debidas facilidades
tante se compromete a conceder en tiempos para la navegación aérea, sigan rutas de-
de paz a las aeronaves de los otros Estados terminadas u obtengan permisos especiales
contratantes la libertad de paso inofensivo para dichos 1vuelos...". También dispone en
por encima de su territorio, siempre que el artículo 9 ? que: "a) Por razones milita-
las condiciones establecidas en el presente res de seguridad pública los Estados con-
convenio sean observadas. tratantes podrán limitar o prohibir de ma-
"Las reglas establecidas por un Estado nera uniforme que las aeronaves de otros
contratante para la admisión, sobre su terri- Estados vuelen sobre ciertas zonas de su
torio, de las aeronaves procedentes de los territorio, siempre que no se establezca dis-
otros Estados contratantes, deben ser apli- tinción entre las aeronaves del Estado de
cadas sin distinción de nacionalidad", y el cuyo territorio se trate, que se dediquen a
artículo 3? dice: "Todo Estado contratante servicios internacionales de línea aérea de
tiene el derecho a impedir, por razón de itinerario fijo, y las aeronaves de los otros
orden militar o en el interés de la seguridad Estados contratantes que se dediquen a ser-
pública, a las aeronaves procedentes de otros vicios idénticos. Dichas zonas prohibidas
£stado contratante, bajo las penas previstas serán de extensión y ubicación razonables,
por su legislación y bajo reserva de que no a fin de que no estorben innecesariamente
«e hará ninguna distinción al respecto en- la navegación aérea. Se comunicará a los
tre sus aeronaves privadas y las de otros demás Estados contratantes y al Organismo
Estados contratantes, el sobrevuelo de cier- Aéreo Internacional de Aviación Civil, a la
tas zonas de su territorio. mayor brevedad posible, Ja, descripción de
"Todo Estado contratante puede autori- dichas zonas prohibidas en el territorio
zar, a título excepcional y en interés de la de cada Estado contratante y cualesquiera
seguridad pública, el sobrevuelo de dichas modificación^» posteriores que en ellas se
zonas por sus aeronaves nacionales. hagan.
"El emplazamiento y la extensión de las "b) Los Estados contratantes se reservan
*onas prohibidas serán previamente dadas también el derecho, en circunstancias ex-
5. conocer al público, y serán notificadas, así cepcionales o durante un período de emer*
como las autorizaciones excepcionales otor- gencia, o en interés de la seguridad pública,
gada» en virtud del párrafo precedente, á y para tener efecto inmediato, de limitar o-
todos los otros Estados contratantes, así prohibir temporalmente los vuelos sobre la
como a la Comisión internacional de nave- totalidad o parte de su territorio, a condi-
gación aérea. ción de que dicha limitación o prohibición
"Todo Estado contratante se reserva ade- se aplique a las aeronaves de todos los de-
más el derecho, en tiempo de paz, en cir- más Estados sin distinción de nacionali-
cunstancias excepcionales, de restringir o dad...".
Se impedir provisionalmente, y con efecto A su vez los convenios bilaterales y las
inmediato, el sobrevuelo de su territorio o leyes aeronáuticas de los distintos países,
de una parte de su territorio, a condición aseguran el derecho de paso inofensivo de
que esa restricción o prohibición sea apli- aeronaves por encima de su territorio. Así,
cable, sin .distinción de nacionalidad, a las en la Ley de Bases española el principie
aeronaves de todos los otros Estados. admitido es el de la concesión, pues esta-
"Tal decisión será hecha pública, notifi- blece aquélla en la Base Primera, parágrafo
cada a los Estados contratantes y comuni- tercero, que "el Estado español, mediante
cada a la Comisión internacional de nave- convenios con otros Estados, podrá autori-
gación aérea". zar el pase inofensivo sobre su territorio
Por su parte la Convención de Chicago de a las aeronaves extranjeras".
¿944 establece en el artículo 5<?: "Los Es- De modo entonces que el paso Inofensivo
iados contratantes convienen en que todas por el territorio de un Estado por una aero-
las aeronaves de los otros Estados contra- nave extranjera, se asegura mediante los
tantes que no se dediquen a servicios aéreos convenios, concesiones o leyes por los cuales
internacionales de itinerario fijo, tendrán los países se comprometen a asegurar el
derecho, sujeto a la observancia de los tér- paso inofensivo de las máquinas.
minos de esta Convención, a hacer vuelos o En suma y dentro de la concesión moder-
£ transitar sin hacer escala sobre su terri- na del Derecho aeronáutico, hay inclinación
torio, y a hacer estalas para fines no co- por que la legislación aeronáutica de los dis-
merciales, sin necesidad de obtener permiso tintos Estados tengan disposiciones unift
mes que los lleven a reconocer la libertad Desde luego que en estos días en que la
de paso inofensivo como una restricción aeronavegación ha alcanzado un superade-
natural al derecho de soberanía que cada lanto, un derecho internacional de navega-
Nación tiene dentro de su territorio. ción aérea que signifique progreso, facilidad
2) El segundo aspecto es aquél que sos- de maniobra y mayor desarrollo de tránsito
tienen los autores dentro de cierto modo internacional de pasajeros y carga, llevaría
de que el derecho de paso inofensivo de una indudablemente a suprimir muchos de los
máquina nace del principio reconocido por problemas que actualmente subsisten debido
los pueblos del dominio internacional por a leyes y reglamentos de los países por don-
los países del espacio aéreo, pues la libertad, de circula la máquina. Y así añade Victoria
de circulación aérea es requisito propio de que la libertad de paso es lo suficiente-
la navegación aeronáutica como norma de mente necesaria para considerarla como
Derecho internacional. auténtico Derecho natural, exigible a todos
El tránsito de las máquinas por el espa- los pueblos, o, a lo sumo, como Derecho de
cio quedaría sujeto al principio "pleno jure gentes. Vendría a ser un derecho de paso
gentium", es decir, que se apartaría en este similar al que establece el Código civil ar-
aspecto de la ecuación de que el paso inofen- gentino de un fundo hacia otro fundo en
sivo de las aeronaves debe tener lugar sola- relación con el tránsito de personas de una
mente cuando haya contratos, convenios, propiedad a otra por el territorio de aquélla.
acuerdos, etcétera. 3. Amplitud. La llamada libertad de paso
Esto fue ya propugnado en el Quinto Con- inofensivo de un. Estado hacia otro, en la
greso Internacional para la Navegación realidad y dentro del aspecto actual está
Aérea de La Haya de 1930, donde se- dijo concretada a los países que han firmado
que "la libertad de paso inofensivo por aire convenciones o convenios. Principio que se
en tiempo de paz sea adoptada como una asienta y trae sus orígenes del Derecho ma-
declaración de los Estados". Tal posición rítimo, donde ni en tiempo de paz ni en
ha llevado a Kroell a decir que "la igualdad tiempo de guerra a los buques mercantes
de tratamiento de todas las aeronaves, re- o de guerra se les puede restringir el uso
lativamente al uso de aire, no tiene sola- del mar común.
mente su fundamento en la igualdad de Pero esta libertad debe ser tenida en
derecho de los Estados, como principio del cuenta en relación al derecho de vida y
Derecho de Gente, sino también en la idea conservación de cada Nación, y utilizada
de dominio público internacional del ai- en forma moderada, pues ella no puede
re"^), ya que el mismo sólo puede perte- comprender a las aeronaves militares, en
necer al mundo en sí. No es propiedad de tiempo de guerra, ni tampoco hacerlo por
ningún Estado sino de todos. las zonas que el país prohibe el vuelo. Ade-
También Ambrosini se expresó en este más el Estado podrá exigir la presentación
aspecto al decir que el derecho de sobrevue- ante sus autoridades de la documentación
lo debe establecerse no comp una concesión de vuelo, de aterrizaje, etcétera; la desig-
del país, Sirio como un derecho originario nación de rutas razonables; el derecho de
y autónomo derivado de los principios ge- impedir el aterrizaje y fijar la clase de ayu-
nerales del Derecho internacional moderno da que debe darse a las aeronaves en pe-
en materia de comunicaciones y de trán- ligro, sea mecánica como económica.
sitos ( u ). De modo entonces que el pasaje inofen-
Pero a pesar de esta inclinación de los sivo está sujeto a la limitación que le im-
autores, es indudable que estando el prin- ponen los países y que posiblemente con el
cipio de la soberanía rcuy arraigado entre transcurso del tiempo vayan cediendo en
los Estados, el Derecho internacional está amplitud en aras del principio de aerona-
sujeto a limitaciones propias de su ejerci- vegación internacional.
cio, de modo que debe ser aplicado en lo Ello trajo como corolario la idea de un
relativo al paso inofensivo de aeronaves, organismo "internacional que tuviera a su
por medio de convenios o acuerdos. cargo la administración de todas las empre-
Dentro de este aspecto, García Escudero sas internacionales, como lo sostuvieron en
decía que el transporte aéreo inofensivo no el Comité de Cooperación Aeronáutico de
puede romperse entre los barrotes de los 1933, pero solamente quedó ello como un de-
absolutismos nacionales. La línea de trans- seo, pues no se logró resultado positivo ni1
porte que recorre medio mundo no debe negativo. Detalle que hizo decir a Denys que
estar supeditada' a la negativa de un Es- la idea de internacionalizar totalmente la
tado (io). aviación civil, que posiblemente se cumpli-
rá algún día, tiene todavía mucho camino
(«) KroeU, Joseph, Ob. clt., vt: 88.
por delante que recorrer, antes de ganar la
(9) Ambioslnl, Antonio, Propuesta americana para un mayoría de los espíritus (' ! ).
Código aeronáutico Internacional, pág. 251, año 1937.
(10) García Escudero, José M., La libertad del aire y la (11) Denys, P., Revista General ae Derecho Atrio,
soberanía de toe naciones, pac. 82, año Í9M. p*B. 217, afio 1934.
Evidentemente esto no es una paradoja. El fenómeno subsiste hasta nuestros días,
La llegada del principio de paso inofensivo y si bien con el sentido de perspectiva que
como norma de Derecho internacional no nos dan los años transcurridos podemos hoy
puede tener lugar por unas naciones y por hablar de libertad de trabajo con cierta pa-
otras no. Debe ser común a todas o para cífica equidistancia, no deja de ser cierto
la gran mayoría, a fin de remediar las di- que no están resueltos, ni mucho menos,
ficultades que nacen de la aeronavegación, una serie de problemas que a diario se sus-
surgidas de la reserva del principio de la citan como reflejo de un problema de fondo
soberanía estatal, hoy casi sin fin definido, no resuelto satisfactoriamente todavía.
ya que continuamente cruzan las fronteras En efecto. Esa latente y a veces desembo-
unidades aéreas que vuelan fuera de la at- zada oposición de capital y trabajo, da ori-
mósfera terrestre y que con el principio es- gen a lo que se denomina cuestión social,
tricto de la soberanía no podrían hacerlo y en este sentido bien podemos afirmar que
sin autorización expresa del. Estado sobre- el Derecho del trabajo es el instrumento
volado. de que se vale el Estado para procurar
Por último, Alex Meyér, en relación al romper el desequilibrio que por gravitación
derecho de aeronavegación inofensivo, llegó de factores económicos y de poder inclina
a decir que un convenio debe contener lo la balanza hacia el lado del capital, pro-
siguiente: Que las altas partes contratantes vocando disturbios sociales, distorsiones eco-
reconocen y afirman en tiempo de paz el nómicas, y poniendo a veces en peligro la
principio del derecho de paso inofensivo por estabilidad institucional del propio Estado.
aire por encima de sus territorios, compren- Y bien. El enorme desarrollo que a partir
dido también el aterrizaje O 2 ). (V. LIBER- del siglo xrx engendran los adelantos téc-
TADES DEL AIRE.) nicos y científicos, que dan origen a nuevas
— La citada en el texto y notas.
y perfeccionadas formas de producción, uni-
do a la trascendente declaración de los de-
LIBERTAD DE TRABAJO *. El tema que rechos y libertades fundamentales de los
nos ocupa interesa y debe ser enfocado individuos proclamada por la Revolución
desde dos principales puntos de vista. Uno, Francesa, y entre ellas la libertad que nos
que podríamos denominar clásico o tradi- ocupa, ocasiona el nacimiento de sistemas
cional, y que consiste en su planteo cons- económicos y políticos dentro de los cuales
titucional ligado a la consideración de los la libertad de trabajo juega un papel pre-
otros derechos .y libertades fundamentales ponderante. En este sentido podemos afir-
del hombre; y el otro, conectado íntima- mar que es pilar fundamental del sistema
mente con el Derecho del trabajo, y para directamente legado por la Revolución, el
algunos con mayor propiedad a lo que liberalismo, que halla en, la libertad de
llaman el Derecho social, orientación esta trabajo, juntamente con la ley de la oferta
última que estudia la libertad de trabajo y la demanda las bases de su doctrina.
en múltiples facetas ligadas a la produc- Como expresión más de derecho subjetivo j
ción y distribución de la riqueza, a la orga- que de entidad jurídica verdadera, su naci-
nización sindical moderna, al derecho de miento podemos encontrarlo en el célebre
huelga, y, en fin, a todos los fenómenos que edicto de Turgot, ministro de Luis XVI, en
a partir de la Revolución Francesa han ido febrero de 1776. Este carácter subjetivo está
perfilando ese permanente enfrentamiento dado desde su misma formulación, conce-
entre capital por un lado y trabajo por otro. bida así: "Dios, al dar a los hombres ne-
Hay un tercer aspecto de la cuestión, no cesidades y al imponer como forzoso el re-
integrado por datos o elementos jurídicos, curso del trabajo, ha hecho del derecho de
pero que da sentido y explica la evolución aquél la propiedad de todo hombre, y esta
y desarrollo de la idea de libertad de tra- propiedad es la primera, la más sagrada,
bajo. Este tercer aspecto es de tipo histórico la más imprescriptible de todas".
sobre todo, y se nutre de datos experiencia- Esta declamatoria exteriorización no ha-
les que a partir del formidable hecho his- lla campo propicio de desarrollo en loa
tórico a que hemos hecho referencia pro- hechos hasta la supresión del régimen cor-
mueven una verdadera revolución en las porativo operado en 1739 por obra de la
ideas, con permanentes cambios y choques Asamblea Constituyente, y, legislativamen-
en medio, de los que la Sociedad trata de te, no halla consagración efectiva sino con
encontrar una organización estable y de- la ley del 17 de marzo de 1791.
finitiva. Es interesante destacar, y ya desde el
edicto de Turgot esta circunstancia aparece
evidente, que la libertad de trabajo apare-
<U) Mayer, Alex, Compendio de Derecho aeronáutico, ce desde sus orígenes indisolublemente
año 1947.
unida a otro derecho considerado intangible
y absoluto a partir de la Revolución Fran-
* Por el Dr. ALBERTO M. HERKAMZ. cesa: el derecho de propiedad.
Las consecuencias que se derivan de esta de ese régimen jurídico caracterizado por
concepción bien pronto transformarán al su supuesta excesiva libertad. Eii él se plan-
trabajo, que por naturaleza es inseparable teaba, por vez primera, la tesis, aparente-
de quien lo presta, o sea el trabajador, en mente atrevida, del abuso de los derechos".
una mercancía más del mercado sujeta a (Tratado de Derecho Laboral, Buenos Ai->
las variaciones de precio de cualquier otra res, 1949, tomo I, página 264.)
mercancía impuestas por la ley de la oferta Y para definir más concretamente el pro-
y la demanda. Y como lógica derivación blema, agrega más abajo: "...La libertad
impondrán al portador de la fuerza de tra- de trabajo significaba también la libertad
bajo, una nueva forma de dependencia que, de oprimir a quienes necesitaban de un
diferenciándose de la esclavitud y del va- salario para subsistir".
sallaje por el reconocimiento que ahora se Las jornadas excesivas, la explotación del
le hace como persona, lo ata a una orga- trabajo de mujeres y menores en inhuma-
nización social cuyas leyes económicas es- nas condiciones, la falta de higiene y mí-
capan por completo a su dominio o influen- nimas condiciones de comodidad de los
cia. Y esta nueva sociedad le da libertad lugares de trabajo y, sobre todo, los magros
de contratar el objeto de que es propietario, salarios, caracterizan durante un largo pe-
su trabajo, pero le paga por el mismo el ríodo esta -situación.
valor que la ley inflexible de la oferta y El intervencionismo estatal se hace en-
la demanda fijan, en forma de salario. tonces necesario y se va manifestando por
Carlos Sánchez Viamonte explica el fe- leyes y disposiciones protectoras de los tra-
nómeno así: "Sin embargo, todo trabajo lu- bajadores, pero sin llegar naturalmente a
crativo, y con mayor razón la profesión romper el engranaje social y económico que
de la industria y del comercio, adquieren al conjuro del maqumismo y del industria-
en su ejercicio la forma inevitable de dere- lismo creaba una tajante oposición entre
chos patrimoniales. En efecto: todo vínculo capital y trabajo.
del capital con el trabajo y del patrón con El contrato de trabajo se sigue rigiendo
el obrero, es una relación jurídica de carác- por el ilusorio principio de la libertad de
ter contractual, configurada en el Derecho contratar, en cuya base se ubica el intan-
romano con el nombre genérico de locación gible dogma de la autonomía de la voluntad,
de servicios. Toda operación comercial im- hasta que, bien entrado el siglo xix, en for-
plica una compraventa. Además, todo pro- ma vacilante primero, decidida después y
ducto elaborado o a elaborar pertenece a con formidable empuje en el presente siglo,
su propietario. la fuerza organizada de los trabajadores en
"En consecuencia, debemos reconocer que sus sindicatos consigue ir reemplazando
los derechos a ejercer profesión u oficio, a el régimen de la contratación individual
ejercer industria o comercio, son de índole por el del convenio o convención colectiva.
compleja y varia, y pueden ser clasificados Tan importante es este paso, que pode-
como derechos abstractos de la personali- mos decir que el sindicato como fuerza
dad, aunque resulta imposible, o por lo me- aglutinante de los trabajadores, y el conve-
nos muy difícil, separar su ejercicio del nio colectivo como instrumento para rom-
ejercicio de los derechos de propiedad, com- per el predominio del capital en la contra-
prar, vender y contratar". (El problema con- tación del trabajo, son las dos instituciones
temporáneo de la libertad, Buenos Aires, que signan con rasgos caracterizantes el
1945, página 269.) Derecho del trabajo contemporáneo y abren
Del concepto del trabajo .considerado co- el camino al nacimiento de una verdadera
mo un objeto que se manifiesta por la acti- legislación social.
vidad física o intelectual del trabajador y, Desde el punto de vista de la consagra-
como vemos, incorporado a su patrimonio ción de la libertad de trabajo como derecho
como un valor de cambio más aunque de fundamental tJel individuo en sociedad, di-
características bastante especiales, deriva gamos con Linares Quintana que: "La li-
una serie de consecuencias que tienden ca- bertad de trabajar es, en cuanto poder y
da vez más a acentuar los abusos que el na- facultad jurídica, idéntica a las otras li-
ciente capitalismo va imponiendo a los tra- bertades que tiene el individuo para actuar
bajadores. en la vida social. Hay en este supuesto
Como dice Guillermo Cabanellas: "Procla- fundamental un principio absoluto indiscu-
mada la libertad de trabajo, los contratos tido, pero a menudo confundido: el hombre
entre patronos y obreros se rigieron por el en cuanto persona es libre p(or ser persona
Derecho común. Se mantuvo, con esto, un humana y no porque una norma lo haya
estado aparente de libertad, emanado de reconocido. La libertad que tiene el hombre
leyes que no supieron, o no pudieron, prever no proviene por una declaración enfática
los nuevos fenómenos económicos. Y así, de la Constitución, sino porque es persona
el desarrollo de la revolución industrial pu- humana". (Tratado de la ciencia del Dere-
do lograrse plenamente corno consecuencia cho constitucional", tomo III, sección IV.)
El párrafo transcripto muestra claramen- LIBERTAD DEL ESPACIO AEREO.* SU-
te cómo esta libertad, al igual que las otras MARIO: 1. La doctrina anterior a la regula-
libertades y derechos que las modernas ción internacional del espacio aéreo. 2. La
Convención de París de 1919 y el Convenio
Constituciones comienzan a llamar funda- de Chicago de 1944. 3. Se amplía el concepto
mentales, nacen de un concepto filosófico de soberanía: a) Las zonas de identificación
individualista y, por tanto, de una valora- aérea de defensa; b) Extensión de la sobera-
ción de la personalidad humana descono- nía aérea a la plataforma continental. 4. Se
cida hasta la Revolución Francesa. reabre el debate con motivo de la exploración
y utilización del espacio.
Pero poco a poco, y motivado principal-
mente por las injusticias y desigualdades 1. La libertad está siempre reglada por
que el liberalismo había creado, se va im- el Derecho. Nada pareció más lógico a los
poniendo una intervención cada vez más espectadores del primer aeróstato, en Anno-
activa del estado en la vida económica, ten- nay, que tras romper las amarras que lo
diendo a corregir los excesos y adoptando unían a la tierra, reclamase para sí un ré-
a veces posturas francamente revoluciona- gimen jurídico de libertad. Ningún lazo lo
rias, que se van plasmando también en sujetaba a la superficie, donde convivían
normas constitucionales, los hombres, donde regía el Derecho. Pero
"Todas estas aspiraciones habían aflorado los juristas, aun los más partidarios de la
a comienzos del siglo y cristalizado, más libertad del espacio aéreo, entendieron que
como propósito que como realidad práctica, esa libertad debía ser reglamentada. Aque-
en las Constituciones posteriores a la guerra lla ascensión no era un simple accidente de
de 19 J 4, El intervencionismo del Estado en la física, ni un resultado de la mecánica.
materia social era ya un postulado enérgi- Si una persona había logrado elevarse en
camente incorporado ai Derecho contem- el aire, otra lo haría bien pronto. El Derecho
poráneo en la legislación del trabajo, y ad- comenzaría a actuar. Y aunque así no fue-
quiría un sentido objetivo, francamente ra, el primero no había abandonado el pla-
revolucionario, con las teorías del riesgo neta. Sólo pasado de un medio a otro, el
profesional y el concepto del orden público, más esquivo hasta ese momento a la con-
que hizo de la ley una expresión de volun- quista. De la tierra ai agua, del agua al
tad social apta para corregir los abusos a aire. Para el jurista, la conquista del espacio
que es tan propensa la autonomía de la aéreo representaba una forma de perfec-
voluntad particular en las relaciones del cionamiento, por ampliación, del Derecho.
Derecho privado". (Carlos Sánchez Viamon- Había, por tanto, que darse a la tarea de
te, op. cit,, página 32?.} elaborar nuevas normas para el aeronauta.
Hoy día este intervencionismo de Estado En 1889, con motivo de la Exposición
se revela por doquier en múltiples aspectos, Universal, se reúne en París un Congreso
decretando la quiebra a veces, o en último Internacional de Aeronáutica. En esa opor-
término la violenta readaptación de con- tunidad se discutieron cuestiones relativas
ceptos y formas de vida, así como de valo- a la condición jurídica del aeronauta y a su
raciones jurídicas y sociales. responsabilidad. Se analizó la posibilidad de
Es -innegable que la libertad de trabajo, aplicar las reglas del Derecho marítimo al
con subsistir constitucionalmeate, al menos salvamento de aeróstatos. Se trató la ausen-
en los países de organización democrática, cia con presunción de fallecimiento de los
no es la misma libertad de trabajo del Es- navegantes aéreos desaparecidos. Se consi-
tado liberal. Esa subsistencia constitucionalderaron también asuntos de Derecho públi-
garantiza sin duda alguna al individuo una co: si los pilotos debían ser tratados como
de sus facultades más preciadas e irrenun- beligerantes o como espías, en ocasión de
ciables, cual es el derecho a disponer de las guerras. Si bien este congreso tenía por
su persona y de su capacidad iaborativa; finalidad el estudio de cuestiones técnicas,
pero, y esto es lo importante, el individuo no se descuidó el aspecto jurídico, como
contemporáneo ha creado instituciones, queda expuesto. De igual modo se inscri-
desde el Estado en la base, hasta el sindi- bieron importantes cuestiones jurídicas en
cato o asociación profesional en la cúspide, los temarios de los congresos posteriores:
que mediante el desenvolvimiento de una París, 1890; Milán, 1906, y Bruselas, 1907.
legislación protectora adecuada, no lo deja En la sesión de Nancy, que tuvo lugar en
inerme e indefenso frente al libre juego de 1909, se estudiaron los conflictos entre la
factores económicos manejados por una mi- circulación aérea y la propiedad del suelo,
noría poderosa. delitos propios de la aeronáutica, naciona-
Este es también, por otra parte, el pro- lidad y matrícula de las aeronaves.
blema contemporáneo más angustioso, o sea El Instituto de Derecho Internacional co-
el de la organización de una sociedad sin mienza a considerar temas del nuevo Dere-
privilegios económicos y por tanto sin des- cho en la sesión de Neuchátel, celebrada en
igualdades ni injusticias.
. — La citada en el texto. * Por el Dr. ALDO ARMANDO COCCA.
1900. Fauchille, quien con otros destacados pecto a las aeronaves de otros Estados. Por
internacionalistas había fundado el Insti- fin, la tesis inglesa, que difería de las dos.
tuto en 1873, se convierte en el mayor expo- Evitaba toda declaración sobre el principio
sitor del Derecho aeronáutico, llamado en- de libertad de aeronavegación. Consideraba
tonces Derecho aéreo. La discusión versó que las restricciones debían basarse en la
sobre el régimen jurídico de los aeróstatos, cortesía internacional y que no era admisi-
y Fauchille expuso sus ideas que, con el tí- ble suponer,que un Estado impusiera res-
tulo de Le domaine aérien et le régime ju- tricciones innecesarias. Los delegados ingle-
ridique des aérostats, publicó en París al año ses sostuvieron,, asimismo, que un Estado
siguiente. Pero fue en la Conferencia de puede establecer tratamiento más favorable
Bruselas, reunida dos años después, donde para sus aeronaves.
el nombrado internacionalista hace la ex- El año 1911 es abundante en aconteci-
posición más completa de su tesis y lee un mientos y en actividad aeronáutica. A co-
proyecto de reglamentación. En su informe mienzos de dicho año, la Municipalidad de
sostiene el principio de la libertad del es- Verona convoca a un congreso jurídico de
pacio aéreo, que vendría luego a ser la doc- la navegación aérea. Este congreso estable-
trina francesa hasta la guerra de 1914. El ció una diferenciación entre atmósfera te-
artículo 71? del proyecto establecía: "El aire rritorial y libre, correspondiendo esta última
es libre. Los Estados no tienen sobre él sino al mar libre y territorios no ocupados. De-
los derechos necesarios a su conservación. claró que en el espacio aéreo sobre el terri-
Tales derechos se relacionan con la repre- torio de un Estado el pasaje de aeronaves
sión del espionaje, la policía aduanera, la es libre, salvo lo que dispongan los regla-
policía sanitaria y las necesidades de la de- mentos de policía y el régimen jurídico
fensa". En el Annuaire de l'Institut de Droit relativo a la nacionalidad de las aeronaves.
International, año 1902, páginas 25 a 86, se Hubo acuerdo en el sentido de que la circu-
pueden leer las opiniones vertidas en ese lación aérea debía reglamentarse por medio
importante coloquio internacional, donde ha de acuerdos internacionales, En abril cele-
de hallarse el fundamento de este artículo, bra sesión el Instituto de Derecho Interna-
al sostener Fauchille que el aire no es sus- cional, reunido en Madrid. Se debatió el
ceptible de apropiación ni de soberanía. En tema de la libertad de circulación y se esta-
esos mismos debates, Fauchille expresa jun bleció una diferencia entre aeróstato público
concepto más bíblico que jurídico: "El ajlre y aeróstato privado. Se discutió igualmente
es una cosa que no pertenece a nadie, pero lo relativo a nacionalidad de dichos apa-
cuyo destino es el de servir a todos". ratos. El Instituto admitió y apoyó el prin-
El principio de la soberanía fue discutido cipio de la libertad de circulación. En mayo
por el Instituto de Derecho Internacional y junio se celebra el Primer Congreso Jurí-
en la reunión de Gantes, 1906. No habiéndo- dico de Locomoción Aérea, convocado por
se podido llegar a un acuerdo se resuelve el Comité Jurídico Internacional de la Avia-
considerar este tema, juntamente con el re- ción. Fueron discutidos, el aterrizaje, la
lativo al régimen jurídico de los aeróstatos, echazón y disposiciones en materia de des-'
en la próxima sesión del Instituto. Ésta se pojos%El delegado inglés Perow presentó el
celebra en Bruselas. En dicha oportunidad, siguiente proyecto de declaración: "El Esta-
Westlake concibe la redacción del siguiente do tiene un derecho de soberanía absoluta
principio: "El Estado tiene derecho de so- sobre el espacio aéreo que domina su terri-
beranía sobre el espacio aéreo encima del torio y sus aguas territoriales Cada Estado
suelo, salvo el derecho de paso inofensivo tiene el derecho de establecer, como lo crea
para los globos y otras máquinas aéreas, y conveniente, reglamentos de policía, fiscales
para la correspondencia telegráfica sin lu- y cualesquiera otros concernientes a la na-
los". vegación aérea". Pero el'Congreso apoyó, por
El gobierno francés, en atención al incre- mayoría, la siguiente redacción: "La circu-
mento que iba tomando este nuevo derecho, lación aérea es libre, salvo el derecho para
convoca el 15 de diciembre de/ 1908 una los Estados subyacentes de tomar ciertas
coníerencia diplomática. Reunida en París medidas, por determinar, en vista a, su pro-
entre el 18 de mayo y el 29 de junio de 1910, pia seguridad y de las personas y bienes de
ofrece tres teorías para la discusión. La sus habitantes". En esta reunión comenzó
tesis francesa declara la libertad del aire a discutirse el Código Internacional del Aire.
sin otras restricciones que las necesarias Presidió las sesiones Mr. Millerand y fue-
para garantizar la seguridad del Estado y ron 'aprobados los diecisiete primeros ar-
la de las personas y bienes de su habitantes. tículos. Este hecho vino a confirmar que el
Aparece, por primera vez, una proposición nuevo medio de circulación ejercería rápl--
alemana, que se funda igualmente en el damente "sobre las costumbres, sobre la fa-
principio de libertad, más sin definirla ni milia, sobre la vida pública, sobre los inte-
declararla expresamente, reservando la fa- reses, sobre la administración y sobre las
cultad de establecer restricciones con res- leyes el más admirable y también el más
formidable influjo", como afirmaron, al aéreo, agrupadas según sus características.
tiempo de constituirse, los fundadores del Este cuadro comparativo es debido a Gor-
Comité Jurídico Internacional de la Avia- dillo, quien sigue en el particular los prece-
ción. dentes de Henry-Coüanníer y Giannini y
En mayo de 1912 se reunió en Ginebra eí ha sido difundido entre nosotros por Pasiití
segundo congreso del Comité Jurídico. Se Costadoat: Libertad del espacio aéreo sin
discutieron cuestiones relativas a la legis- restricciones: Wheaton, Bluntschli- Pradier-
lación aplicable y jurisdicción en materia Fodéré, Stephan, Nys, Wattel y Perrone. Li-
de locomoción aérea y a los hechos del esta- bertad con algunas restricciones, fundadas
do civil. Fueron aprobados cinco artículos en el derecho de conservación de los Esta-
del Código. El tercer congreso se reúne en dos: Melli y Strantz. Libertad del espacio
Francfort del Meno. Se trató del derecho aéreo, salvo una zona territorial necesaria
de pasaje y de la reparación de los daños a la conservación de los Estados: Fauchille,
causados por las aeronaves. Se aprobaron Despagnet, Rolland, Bonnefoy, Oppenheim,
siete nuevos artículos del Código, relativos Ferber, T. Meyer y van Fels (*)-
a principios generales de la circulación aé- 2. La libertad del espacio aéreo no alcan-
rea, nacionalidad y matrícula de las aero- zó a imponerse en la legislación positiva.
naves, aterrizaje y amarraje, echazón aérea, Abatida en forma decisiva por la Conven-
naufragio aéreo y despojos de accidentes ción de París de 1919, no logró consagrarse
aéreos, legislación y jurisdicción en materia en la legislación interna de país alguno. El
de locomoción aérea; propiedad del espacio artículo 1<? de esta Convención establece:
hacia lo alto y reparación de daños causa- "Las Altas Partes Contratantes, reconocen
dos por las aeronaves ( l ). que cada Potencia tiene la soberanía com-
La International Law Association, funda- pleta y exclusiva sobre el espacio atmos-
da en Bruselas el mismo año que el Instituto férico de su territorio. Por la presente Con-
í5e Derecho Internacional, comienza su la- vención se entiende por territorio de un
bor en el campo del Derecho aeronáutico Estado, el que comprende el territorio na-
en 1912. En la conferencia de Madrid de cional metropolitano y colonial, juntamente
1913 logra la aprobación de estos dos im- con las aguas territoriales adyacentes a ese
portantes principios: territorio".,, Idénticas disposiciones contie-
I?) Cada Estado tiene el derecho de acor- nen los artículos primeros del Convenio Ibe-
dar las reglamentaciones, restricciones y ro Americano de Navegación Aérea de Ma-
prohibiciones que juzgue convenientes, re- drid, de 1926, y la Convención Panamerica-
lativas al vuelo de aeronaves por el espacio na de Aviación Comercial de La Habana, de
aéreo existente sobre su territorio y sus 1928.
aguas territoriales. El Capítulo Primero de la Convención de.
2<?) Las aeronaves de todas las nacionali- París, firmada el 13 de octubre de 1919,
dades podrán circular libremente por el como una de las consecuencias de la victo-
«spacio aéreo, salvo los derechos de los Es- ria de los aliados y asociados en la primera
tados subyacentes2 reconocidos en la con- gran guerra mundial, trata de los princi-
clusión anterior ( ). pios generales, estableciendo una norma
Con el estallido de la guerra, en 191*, las fundamental en el Derecho aeronáutico: la
actividades se paralizan en Europa, para de "la soberanía de los Estados sobre el es-
resurgir en 1919, En defecto de esta inacti- pacio aéreo. Esta soberanía es "completa y
vidad, se prosiguen en América los estudios exclusiva", según el texto del convenio in-
j así, en pleno conflicto el Viejo Mundo, ternacional.
se convoca la Primera Conferencia Aero- A pesar de que el principio de la sobera-
náutica Panamericana. Se reúne en Santia- nía fue imponiéndose en ¡as legislaciones
go de Chile en marzo de 1916. Se discutieron nacionales, no faltaron autores que lo ata-
los principios de la soberanía y de la libertad caron como contrario al desarrollo de la
del espacio aéreo. Se propició que en el es- aviación civil y comercial. Bernard Babey
pacio sobre el territorio de un Estado, el arguye que la" frontera volumen opuesto al
pasaje y la circulación de aeronaves sean principio de la frontera superficie hará que
libres, salvo las medidas de,policía. Es de- el progreso de la aviación quede a merced
cir, se aprueban teoraís concretadas en una de algunas fórmulas y muera en el cuadro
moción del Congreso de Verona, de 1910 («). de las leyes ( s ). Esta crítica es rebatida por
Se puede ofrecer una síntesis de las doc- Ruiz Moreno, quien sostiene que la frontera
trinas que sostuvieron la libertad del espacio superficie no ha impedido el desarrollo de

(1) André Henry-Coüannier, Elementos creadores del (4) Carlos Alberto Pasto! Costadoat, El espacio airee
Derecho aéreo/ pág. 21, ES. Reus, Madrid, 192S. (.Dominlum coetl), Ed. Depataia, Bs. Aires, 1995, pág. 1»,
(2) International Law Association, 2Sth Report, Madrid, (5) Bernard Babey, "Souveraineté aérienne", en Rema
Í913, pág. 633. Jurfdique de Locomotion Aérienne, 1924, págs. 54 y Eigi.
(3) Paul Fauchüle, Traite da Droit lntemationa.1 pjjbttc, Citado por Isidoro Ruiz Moreno, Derecho Publicó Aero-
Lib. Kousseau et Cié, tome I, págs, 605-6, Paris, 192S. náutico, Ed. Lajouane & Cía., Bs. Aires, 1934, pág. 129.
las comunicaciones ferroviarias internacio- contrarias al sistema consagrado i'en París
nales, ni puede pensarse que el control de numerosos autores, entre ellos Bourquin,
aduanero las entorpezca hasta el punto de Fernand de Visscher, Verzijl, van Harnel,
hacerlas morir. La Convención de París Woods Humphery, Warner y Burchall. Tam-
—agrega— era producto del momento que bién puede citarse al profesor Lcuis Le Fur,
surgía; la eficacia de la quinta arma du- de La Pradelle, Nicolás Politis, Alejandro
rante la conflagración, demostrada hasta Alvarez, James Garner, Anne Pignochet,
la evidencia, imponía un medio a los Esta- Henry-Coüannier, Georges Seelle y Joseph
dos para defender su atmósfera, y en el Kroell.
orden del Derecho positivo se determinaba Entre el 1<? de noviembre y el 7 de diciem-
hacia el principio de la soberanía en el bre de 1944 se celebra en Chicago una Con-
espacio aéreo. Pueden señalarse la Aerial ferencia Internacional de Aviación Civil,
Act de 1911 y 1913 de Gran Bretaña, la Or- que dará por resultado la elaboración y fir-
denanza de 1912 de Austria, el Decreto de ma del Convenio de Aviación Civil Inter-
1913 de Alemania. Llegada la guerra de nacional, del 7 de diciembre de 1944, que
1914, Francia, Suiza, Holanda, Dinamarca, entró en vigor el 4 de abril de 1947. El nuevo
Suecia. y Noruega prohiben el vuelo sobre convenio internacional, que sustituye al de
su territorio a los aviones extranjeros y lasParís de 1919, establece en su artículo I9:
leyes dictadas con 'posterioridad establecen "Los Estados: contratantes reconocen que
en sus primeros artículos el derecho de so- cada Estado tiene soberanía completa y ex-
beranía del Estado sobre su espacio aé- clusiva sobre el espacio aéreo correspon-
reo (6). diente a su territorio". De este modo, vol-
Para no pocos juristas, el sistema con- víase a consagrar un principio que sólo
sagrado en 1919 impide el desenvolvi- hallaba escenario para la discusión en el
miento pleno de la aviación y buscaron de ámbito de la doctrina, que también en ese
imponer reglas que permitieran a las aero- ámbito fue debilitándose, para reabrirse el
naves atravesar-el espacio aéreo más libre- •debate ante la necesidad de fijar la condi-
mente, sin estar obligadas a depender en ción jurídica del espacio interplanetario,
todos los casos de la buena voluntad de los con motivo de los recientes progresos dé ¡a
Estados sobrevolados. El punto de partida astronáutica. Sin embargo, hubo un autor
para las críticas a la Convención de 1919 que hizo un considerable esfuerzo, en fel
fue el hechd de haber sido elaborada con curso de la última guerra, en favor de la
el concepto de que la aviación era ante todo teoría de la libertad del espacio aéreo. Sé
un instrumento de guerra. Francesco Co- trata de J. Vivent, quien publica sus pen-
sentini afirma que en el texto de 1919 se ve samientos en abril de 1944, es decir, pocos
clara la7 influencia de la mentalidad de meses antes de la invitación que cursaría
guerra ( ); K. M. Beaumónt y A. Goodfe- el, gobierno de los Estados -Unidos para la
llow recalcan que la Convención de París celebración de una conferencia internacio-
fue redactada en una época en que el avión nal en Chicago. Vivent entendía obtener de
era considerado más como un arma peli- las operaciones aéreas que se desarrollaban
grosa que como un medio de transporte pa- entonces'un nuevo argumento en favor de
cífico («). W. Wagner, quien dedica un es- esa tesis. Dado que la libertad del espacio
tudio muy completo a las libertades del aéreo quedaba como el solo régimen com-
aire, cita la opinión de Albert Roper, se- patible con el desarrollo de los transportes
cretario general de la Comisión Internacio- aéreos, la tesis de la soberanía se revelaba
nal de Navegación Aérea, creada por la sin utilidad. La experiencia demuestra —ar-
Convención de París, para quien "esta su- gumentaba— cómo resulta vana la preten-
presión brutal de la libertad del cielo, tan sión de los pueblos de precaverse del peli-
cara a eminentes juristas de comienzos del gro aéreo; y, en consecuencia, el instrumen-
siglo, no ha sido criticada por gobierno al- to jurídico gracias al cual hubieran podido
guno, aunque algunos se muestran más li- esperar esa seguridad, se había deteriorado
berales que otros en el ejercicio de su de- sin eficacia, por lo que resultaba indicado
recho de soberanía, pero ninguno ha pen- desecharlo. Para decirlo con sus propias pa-
sado en la posibilidad de renunciar, y todos, labras, "y es justamente en el carácter
contratantes o no contratantes, lo han ins- universal e ineluctable de este peligro que
cripto en su legislación interna" (»). Por su se halla el argumento decisivo en favor de
parte, Goedhuis ha recogido las opiniones la libertad total de circulación a través del
espacio aéreo. El avión dejará de ser peli-
(0) Eulz Moreno, op. cit., págs, 129-130. groso a fuerza de serió" ( 10 ).
(7) Francesco Ccseníínt, Coda lnternationo.1 de l'avlo- 3. El artículo 2<? del Convenio de Chicago
tten, Ed. Dunod, París, 1939, pág. 5. Toda esta página
constituye una crítica a la Convención de Parts.
(8) V. "Problémes <íu Droit aérlen International", en
revista Interavia, Ginebra, agosto de 1946. (10) J. Vivent, V., Air, numero de abril áf 1944. cít.
(9) Wienczyslaw Wagner. Les inertes da l'atr, lies por Maui-ícc Le'molne, Traite As Droit airíen, Reciiell
Ediüons Internationales, París, 19*8, pág. T5. Slrey, París, 1947, págs. 73-74,
establece: "A los fines del presente Convenio Brasil y que se reunió en San Pablo entre
se considerará territorio de un Estado las el 31 de marzo y el 4 de abril de 1983, se
extensiones terrestres y las aguas jurisdic- trató extensamente, en la sesión del dia 4
cionales adyacentes a ellas que se encuen- de abril, el principio de que el espacio aéreo
tren bajo la soberanía, jurisdicción, protec- incluye también la plataforma continental.
torado o mandato de dicho Estado". Fue autor de un interesante trabajo y mo-
Pero a poco de fijado este principio por ción concreta en tal sentido, el profesor
acuerdo internacional, algunos Estados se J. M. Othon Sidou, quien sostuvo en la ex-
preocuparon por una ampliación del con- posición de su tesis que, si el Estado ejerce
cepto de soberanía en áreas más extensas su soberanía sobre el espacio vertical en-
a las determinadas por el sentido vertical de cima de su territorio y de sus aguas juris-
dicha soberanía. diccionales, justo es admitir que esa sobe-
a) Las zonas de identificación aérea de ranía llega hasta donde se extiendan sus
defensa (Air Déjense Identification Zones), tierras sumergidas, indiscutiblemente uttli-
conocidas por la sigla A. D. I. Z., fueron es- zables, y donde, por tanto, el interés en
tablecidas por vez primera por los Estados utilizarlas es el mismo. Adoptando el prin-
Unidos de América y el Canadá en 1950. cipio de jurisdicción sobre el espacio aéreo
Estas zonas irrumpen muy extensamente encima de esos soportes continentales, el
sobre la alta mar, a tal punto que las derecho aéreo gana en coherencia —sostie-
A. D. I. Z. tienen más de 200 millas de ancho ne Othon Sidou—, pues se libra del arbitrio,
sobre el Atlántico y de 10 a 150 millas sobre que dominó en el pasado y aún domina el
el Pacífico. Y en cuanto a las C. A. D. I. Z., Derecho internacional público del mar en
es decir, las zonas de identificación aérea la fijación del límite de las aguas jurisdic-
de defensa canadienses, tienen una exten- cionales, desde la Edad Media hasta el siglo
sión aproximada de 65 millas de ancho. actual, para adoptar, no un elemento expre-
También la reglamentación francesa, esta- sado en cifras arbitrarias (que va desde las
blecida a partir del 1<? de noviembre de 1956, cien millas preconizadas por Bartolo en el
se inserta,—en opinión de M. Debbasch— siglo xiv, a las tres millas discutibles en
en un modelo jurídico conocido, y la usur- nuestros días), sino un dato de expresión
pación de la alta mar por la zona de iden- física, ya pensado en el siglo xvn por Fray
tificación-aérea (esta zona tiene 70 millas Paolo Sarpi. *Si la soberanía es puesta en
de ancho) a lo largo de las costas de Ar- términos de incluir "el espacio aéreo sobre
gelia, no puede sorprender ( > ' ) . Cita luego el territorio", como se lee en todas las legis-
Debbasch un pasaje del Traite de Droit In- laciones aeronáuticas modernas, esa sobe-
ternational Public de la Mer, Sel profesor ranía incluye, necesariamente, la platafor-
Gidel, quien, anticipándose a los hechos, ma submarina, que es territorio sumergido
había escrito: "En ausencia de reglamen- y complemento de la masa terrestre 13 del
tación expresa a este respecto, el aire exis- Estado, incompleta sin su adjunción ( ).
tente sobre la zona marítima contigua esta- Expresa más adelante que siendo la plata-
blecida en materia de seguridad, debe ser forma subacuática la continuación del sue-
tenida como constituyendo de oficio una lo, al que pertenece ipso facto —siguiendo
zona aérea contigua de seguridad. Corres- la opinión de Azcárraga— y formando con
ponde al Estado ribereño exténder a esta él un todo físico homogéneo, si la soberanía
zona aérea contigua las medidas especiales es ejercida sobre el suelo del Estado, se
concernientes a la navegación aérea". Con- proyecta naturalmente hasta donde va ese
cluye el autor expresando que las compe- suelo, poco importa saber si cubierto o no
tencias reinvindicadas en el espacio aéreo por elemento líquido (i*).
contiguo por las reglamentaciones norte- El Congreso de San Pablo votó una re-
americana, canadiense y francesa, se hallan solución por la que juzga oportuno reco-
ligadas a una situación litigiosa, que no se mendar a los Estados que estudien la
puede calificar de guerra, pero que en mu- posibilidad de adoptar en sus legislaciones
cho se le aproximan... Han sido concebidas internas el principio de que el espacio aéreo
para evitar los ataques de sorpresa. Han incluye también la plataforma continental,
sido concebidas en función del equilibrio como extensión de su territorio, Sin perjui-
precario de fuerzas que actualmente reina cio de sus aguas jurisdiccionales ya delimi-
en el mundo, en función de una coexisten- tadas.
cia pacifica desorgánica que lleva a cada 4. Con motivo de la exploración y utili-
bloque a recelar los ataques del otro O 2 ). zación del espacio por vehículos cósmicos,
b) En el Primer Congreso Internacional se reabre el debate en torno a la condición
de Derecho Aeronáutico organizado en jurídica del aire y se presentan, como en
(13) J. M. Othon Sidou, O regíme jurídico So Ufit»
<11) M. Debbasch, "La zone contlgüe en Droit aérien", aéreo sobre as plataformas submarinas, pég. 1 del doca*
él» Rumie Génémt dé l'Air, París, 1961, pág. 249. "mentó de trabajo. •• - - • • ,
(12) Debbasch, op. cit., loe. cH., pág. 259. (14) Othon Sidou, op. cit., pie. 3.
los albores del Derecho aeronáutico, dos favor de la libertad del espacio aéreo, que
teorías opuestas: la que sostiene la libertad ha suscitado la curiosidad de los juristas
del espacio cósmico y la que extiende la especializados y la inmediata réplica de uno
soberanía más allá de la atmósfera. Tam- de los más destacados sistematizadores del
bién, como al comienzo de la elaboración Derecho espacial, como veremos seguida-
del Derecho de la aviación, aparecen las mente. Así como las opiniones de Ming-Min
teorías intermedias o de las zonas. (V. DE- Peng y de Luis Ivani de Amorim Araújo
RECHO INTEEPLANETARIO.) fueron 1 neutralizadas con argumentos con-?
La tesis de la libertad del espacio superior, trarios" y quedaron aisladas en la doctrina
o más propiamente, la que considera al es- dominante, la tesis de Georgiades seguirá
pacio como una res communis omnium, se posiblemente la misma suerte. Pero enten-
ha impuesto en la mayor parte de la doctri- demos que todas ellas ofrecen un mérito
na y en todos los congresos de juristas reali- singular, por la seriedad con que han sido
zados hasta el presente. Pocos son, en efecto, elaboradas y la sinceridad de sus conclu-
los autores que extienden el concepto de siones, motivo por el cual entendemos deben
soberanía más allá de la zona aérea. Pode- ser referidas y examinadas.
mos citar a Ming-Min Peng, profesor en la El trabajo de Georgfades alcanzó pronto
Facultad de Ciencias Jurídicas de la Uni- una vasta difusión O 7 ). Tres conceptos ins-
versidad de Taiwan (Formosa), quien llega piran su exposición: "anarquía espacial",
a estas conclusiones: 1) El concepto "espa- "libertad espacial" y "soberanía espacial y
cio aéreo" se ha empleado en la historia aérea". Sostiene que se ha demostrado am-
del Derecho aeronáutico como sinónimo del pliamente el carácter artificial y fantasioso
concepto "ámbito espacial utilizable" sin de la pretendida frontera entre el espacio
delimitación. De ello deduce que la expre- atmosférico y el extra-atmosférico; que el
sión empleada en el Convenio de Chicago principio de la soberanía de los Estados so-
abarca todo el espacio accesible al hombre bre el espacio aéreo es "un principio perimi-
más allá de la tierra. 2) En consecuencia, do y superado por los progresos realizados
la soberanía de los Estados se extiende en en la técnica aeronáutica y astronáutica".
altura tanto cuanto sea posible una eleva- Califica a los juristas que defienden la so-
ción en la misma. Todas las disposiciones beranía aérea como "nostálgicos del Dere-
legales, internacionales como nacionales, se cho romano" cuando no de "fanáticos del
aplican a toda clase de vuelo, independien- nacionalismo aéreo", y proclama la necesi-
temente de la altura. 3) No es indispensa- dad de "tirar por la borda el viejo mito de
ble, como condición previa para la existen- la soberanía de los Estados, ya bastante
cia de la sotíeranía, un control físico del roído". La tesis de Georgiades consiste en
territorio espacial utilizable O 5 ). adoptar la completa libertad del espacio,
Recientemente, en el curso del Congreso reuniendo los dos espacios en uno solo: el
Internacional de Derecho Aeronáutico (San espacio total para la circulación aérea o
Pablo, 1963), el profesor Luis Ivani de Amo- cósmica; fusionar, por así decirlo, el espa-
rim Araújo sostuvo la siguiente tesis: a) el cio aéreo y el cósmico dejando completa-
espacio interplanetario es una prolongación mente a un lado las limitaciones artificiales
del espacio aéreo; b) siendo una prolonga- de fronteras, "que no responden a ningún
ción del espacio aéreo, el espacio interpla- dato preciso de orden científico ni presenta
netario está sujeto a la soberanía del Estado interés práctico alguno para el desenvol-
subyacente, que puede autorizar el pasaje vimiento de la aeronáutica". Y concluye
Inocente por el mismo de los aparatos per- que, en lugar de mantener un principio
tenecientes a los demás Estados ( ! 0 ). vetusto y superado en la técnica aeronáuti-
Pero lo más interesante de comprobar es ca, con riesgo de asfixiar la economía del
que, con motivo de la elaboración del De- mundo, debemos de tener el coraje de re-
recho espacial, se ha vuelto a sostener, y conocer francamente su inadaptabilidad
con énfasis inigualado, la libertad del es- actual y dar a la aviación la libertad que le
pacio aéreo, tomando argumentos propor- es necesaria para su desarrollo armonio-
cionados por el nuevo Derecho. Tal la pos- so ( i » ) .
tura de Euthyméne Qeorgiades, secretario Alex Meyer, director del Instituto de De-
general de la Sociedad Francesa de Derecho recho Aéreo y Espacial de la Universidad
Aéreo y Espacial, en un vibrante alegato en
(17) Euthyméne Georgiades, "Du nationalisme aérien á
Vínternationalisrne spatial ou le mythe de 1a, souveraineté
(15) Ming-Min Peng: "Le vol « grande altitude et l'ar- aérienne", conferencia pronunciada el 8 de marzo de 1962
ticle ler. de la Convention de Chicago, 1944", Revue du en la Sección Francesa de la International Law Associa-
Borrcau de la Province de Quebec, Canadá, juin 1952. tion y el 22 de mayo de 1962 en la Sociedad Francesa
V. también Revue Framaíse de Drolt aérien, 1952, rw 4, de Derecho Aéreo y Espacial, publicada en la Revue
pág. 390 y sigs. Las citas de su opinión corresponden a Franeaise de Droit Aérien.,.ni 2, 1962, julio y reimpresa
lll págs. 397, 403 y 404 de la RFDA. en la revista II Diritto Aereó, Roma, año I, II y III tri-
(15) Luis Ivani de Amorim Araújo, Soberanía aérea mestres 1962, nos. 2 y 3.
V espacial, pág. 12 del documento de trabajo del Con- (18) Georgiades, op. cít., revista II Diritto Atreo, n9 3
greso. III trimestre 1962, pág. 223.
de Colonia, refuta estas afirmaciones expre- Sobre este particular no está dada la úl-
sando que la ciencia está hoy de acuerdo tima palabra. El concepto de soberanía es
en reconocer que el ejercicio de la soberanía cada vez más relativo y el Derecho inter-
de un Estado en un territorio no exige, como planetario provocará una profunda revisión
la propiedad, la toma de posesión material de los dogmas del derecho público de los
inmediata; la soberanía no reclama sino Estados.
una zona determinada en la cual el Estado BIBLIOGRAFÍA. — La citada en el texto y notas.
pueda ejercer efectivamente su poder sobre
los habitantes y las cosas que se encuentran LIBERTAD EN ROMA*. La libertad en
en esa zona. No parece dudoso —prosigue— Roma tenía un supremo valor y se conside-
que la situación de la técnica acuerda a los raba que era un bien tan,precioso que ni
Estados la posibilidad de ejercer un poder siquiera se podía estimar ( ' ) .
tal en el espacio aéreo por encima de sus Séneca dice que en reino nacimos, y el
territorios. Recalca que tanto el artículo 1"? obedecer al Dios es la libertad; la libertad
de la Convención de París como de la de —agrega Plauto— nos protege, como si fue-
2
Chicago no crean una soberanía de los Es- re un manto sagrado ( ).
tados sobre el espacio aéreo, sino que los La libertad nace siempre allí donde no
Estados "reconocen" la soberanía existente la tienen. En Roma nació en la —por la
sobre el espacio aéreo por encima de sus paterfamüias tiranizada— 4 familia, cuando
territorios. De donde se deduce que la so- las Tablas Decemvirales ( ) cercenaron la
beranía aérea no es "un mito", o "un poder excesiva libertad de aquél. Cercenaron, pues
estatal que no tiene una existencia sino categóricamente limitaron la irresponsable
meramente teórica"; es una necesidad na- venta de los hijos, y otorgaron para estos
tural que no puede ser abolida ni por el la libertad, y con la libertad el derecho.
Derecho de gentes ni por una Convención Así, la libertad brota y florece siempre en
cualquiera. Para hacer desaparecer la sobe- la célula primitiva del Estado romano: en
ranía de los Estados en el espacio aéreo la familia. Si no hay libertad en la fami-
habría que abolir a los Estados mismos, lia, no la habrá en la Patria. Por ello dice
afirma. Agrega que "el desarrollo de la avia- Séneca: "Por qué te quejas de que la li-
ción no exige una libertad del espacio aéreo, bertad esté desterrada de la República,
sino solamente una libertad de circulación cuando tú mismo la has desterrado de tu
aérea". Y que desgraciadamente se confun- propia casa" ( 3 ).
den muy corrientemente ambos términos. En lo que concierne a las diferentes cla-
En lo relativo a la fijación de una frontera ses de la libertad en Roma, cabe destacar
entre el espacio aéreo y el extra-atmosfé- aquí la prioridad que la de la Patria gozaba
rico, expresa que una frontera tal se hace ante las demás.
necesaria tan luego como los sucesos de Según Livio (°) la tierra natal es el foco
importancia desde el punto de vista del De- de la pura vida, y todo el que se traslada a
recho civil o penal puedan ocurrir a bordo otra tierra se transforma y degenera, por-
de vehículos espaciales, porque es solamente que está privado de la libertad de su patria;
de esta manera que se podrá comprobar si por ello el imperativo ciceroniano advierte a
tales sucesos han tenido lugar en el espacio los quintes romanos que la libertadT de la
aéreo o en el espacio extra-atmosférico, es patria debe ser preferida a la vida ( ) , pues
decir, si están sometidos a las prescripcio- ésta garantiza la libertad especial de los
nes aplicables en el espacio aéreo o a aque- particulares, y si éstos carecieran de aquélla,
llas aplicables al espacio extra-atmosférico ¿qué valor tendría la vida?
libre. Y finalmente manifiesta que "toda La libertad que un ciudadano romano po-
proposición de abolir la actual soberanía seía era amplia y limitada solamente en
de los Estados sobre el espacio aéreo por cuanto estrechaba la del otro.
encima de sus territorios está condenada El contenido de la libertad de un quirite
al. fracaso, porque no tiene en cuenta el
hecho de que esta soberanía se halla fun- Metes, en Zeitschríft 1ür IrUJtrecht und WeltraumrecM-
dada en la naturaleza y no puede por con- slragcn, 12 de enero de 1963, n? 1, págs. 5, 7, 9 y 11.
siguiente ser abolida. Es por -tanto un gran
error creer que- la soberanía aérea sea un * Por el Dr. CORNÉL ZOLTÁN MÉIIÉSZ.
obstáculo para una libre circulación de
aero y astronaves en el espacio aéreo. Esta (1) D.50.17.106. Libertos inaestimabtlts ros est!
libre circulación puede ser establecida fá- D.50.17.Í22. Gajus. Libertes ómnibus rcbus íatíora»
cilmente mediante una convención inter- bUior est.
(2) Plauto: Mostellaria. Act. IV, esc. 4. "Fanisco: A
nacional sin perjudicar 1losS
derechos de ti, la libertad .te protege como un manto...".
soberanía de los Estados ( ). (4) Lex XII. Tabularum. Pater, Qtd Jüium tcr venum-
duit, füius a patre liber estol ("si el padre vende tres
veces a su hijo, el hijo sea libre de su padre").
(5) L. Ac. Séneca: do tro.
(19) Alex Meyer, "Wirkllchkeit «nd Notwendigkett der (D) T. Livio: ot urbe conditn. 38-17.
Staatshohoit im Luftraum und Prehcit des Weltraumge- (7) T. Cicero: JBJilst. XI-27.
romano se expresaba en el uso de su dere- que el pu,eblo juzga que no es libre el que
cho, pero la libertad en el hablar, según rehusa exponerse al peligro para defender
Cicerón, ha sido siempre considerada corno la libertad de su patria" ( l a w s ) . Ni Catón
la "pura honestidad y valor" ( 8 ), y Cicerón vivió muriendo la libertad, ni hubo más li-
demostraba con las Filípicas la veracidad bertad en muriendo Catón... O 3 ).
de su argumento. El romano supo luchar por la libertad de
Existía también —y no es anacrónico lla- muchas maneras. Epicarmio dio por la li-
marla así— la libertad de prensa, la libertad bertad su silencio, pues partió su lengua
en la redacción de las Actas Diuturnas, que con sus dientes y escupió en la cara de su
pudiéramos considerar hoy como un matu- atormentador.
tino romano. Existía la libertad de los li- Otro sirvió la libertad hablando, porque
belos, volantes políticos, y también la liber- sorprendido aquél tiranicida, antes de ha-
tad en la redacción de los testamentos. Los ber consumado su obra y atormentado para
injuriosos libelos que repartieron contra que delatase a sus cómplices, nombró a los
Augusto en el Senado no despertaron en él amigos del tirano, que estaban en derredor
enojo alguno, ni siquiera el deseo de refu- suyo.
tarlos, ni buscaba los-autores, sino que se El dictador los mandó a la muerte, uno a
contentaba con disponer para lo sucesivo uno, preguntándole si -quedaba alguno más
que se persiguiera a los que publicasen bajo por nombrar. "¡A ti solo —contestó el ator-
nombre prestado libelos o versos difamato- mentado—, porque no he dejado a nadie que
rios contra cualquiera. Viéndose objeto de te quiera!" ( 14 ).
muchas burlas amargas e insolentes, con- El romano no vacila en luchar por la
testó a ellas por medio de un edicto y se libertad de su patria y, como Cicerón, dice:
opuso siempre a que se tomase medida al- "Prefiero morir por muchos, a morir con
guna para reprimir la licencia de lenguaje muchos" (i 8 ).
en los testamentos ( 9 ). Son éstos los que viven después de la
La libertad es un bien, cuya amplitud muerte, porque llegan a la inmortalidad por
siempre estrechaba la libertad del otro. Por medio de la muerte, mientras los indife-
ello, conservar la libertad es luchar por la rentes son ya muertos antes de morir, sos-
libertad, y .en este certamen nadie puede tiene Séneca en sus epístolas ( 1 6 ) .
sustraerse, pues como Cicerón dice a He- Ennio piensa que la verdadera libertad
renio: "Cuando la nave se pierde, se salvan consiste en tener corazón puro y voluntad
muchos, pero en el naufragio de la patria inflexible; fuera de lo cual solamente hay
nadie sobrenada" ('"). para el hombre esclavitud y tinieblas; por
En la legislación de Solón hay una dis- ello,."en Roma no se puede comprar la liber-
posición singular, que establecía que fuese tad, porque los que la venden no la tienen, y
notado de infamia el que en una lucha por menos todavía los que la compran" (i?).
la libertad no hubiere sido en ningún lado
de los dos partidos. Con esto quería Solón LIBERTAD FÍSICA. (V. CÁRCEL PRIVADA.
que ninguno fuese indiferente o insensible DETENCIÓN ILEGAL. LIBERTAD [DELITOS CONTRA
en las cosas públicas, poniendo en seguri- LA]. LIBERTAD Y LIBERTADES.)
dad las suyas propias, esperando tranquila-
mente, hasta.ver quién vencía... (u). LIBERTAD INDIVIDUAL. (V. CÁRCEL PRI-
La lucha por la libertad en Roma es lucha VADA. DETENCIÓN ILEGAL. LIBERTAD [DELITOS
por el triunfo, pero según Publilio ( 12 ) "nun- CONTRA LA], LIBERTAD Y LIBERTADES.)
ca se triunfa del peligro, sin peligro"; por
ello un buen ciudadano romano nunca evi- LIBERTAD JURÍDICA.* 1. Definición
tará los peligros en la defensa de su patria, negativa. En la doctrina tradicional, el sec-
pues no queriendo morir por la patria mo- tor de la conducta jurídicamente libre es
rirá sin gloria alguna con la patria. definido en forma negativa. Tal concepto
En Roma vendieron en el mercado de los se basa en la clasificación de \os procederes
esclavos los cobardes e insensibles, que con humanos en: 1) ordenados; 2) prohibidos,
pretextos prefabricados sustrajéronse del y 3) no ordenados ni prohibidos, a los que
servicio militar. Perenne es el principio ci- se da también el calificativo de jurídica-
ceroniano según el cual "cuando el pueblo mente libres. Desde el punto de vista lógico
vende como .esclavo a un ciudadano roma- este esquema tripartito debe reducirse a la
no, que quiso eludir el servicio militar, no
se puede decir que se quitó la libertad, sino (12 bis) M. T. Cicero. Rhet.' 4.
(13) Séneca: De const. sap.
(14) Séneca: de ira,. XXIII.
(I) ídem, Eplst. IX-22. Ad pactum. (15) Vide notam n? 12.
(9) Suetonio: August. Oct. 55. (IB) Séneca: Epist. 93. De tranqu. aníml XV.
(10) M. T. Cicero: Rhctorico o C. Hcrennio. IV. (17) Séneca: Epist. LXXX;
(11) Plutarco: Solón XX. Aulus Gellius: ÍToct. ott.
11-12.
(12) Suetonio: T. Cl. Drusa. XXIII. * Por el Dr. EDUARDO GARCÍA MÍYNEZ.
división de los procederes regulados por el definir positivamente la libertad jurídica,
derecho en conductas de ejecución potesta- comenzaremos por formular otra clasifica-
tiva y de ejecución no potestativa. Las últi- ción de las conductas reguladas por el dere-
mas pueden subdividirse, a su vez, en cho. Decimos conductas, comportamientos
jurídicamente ordenadas y jurídicamente o procederes, y no actos, porque las tres pri-
orohibidas. Ni las ordenadas ni las prohibi- meras expresiones son más amplias que la
das son jurídicamente libres, porque el de- última.-De conductas puede hablarse tanto
recho prohibe optar entre su ejecución y su en el caso de acciones como en el de omi-
omisión. El hecho de pagar una deuda, por siones. El primer concepto tiene carácter
ejemplo, es comportamiento jurídicamente genérico frente a los últimos, que relativa-
obligatorio, pero no jurídicamente libre, mente a él son específicos'
porque la ley prohibe a quien debe hacer La división más amplia que en el caso
el pago optar entre pagar y no pagar. Ven- podemos establecer consiste en agrupar los
der un bien ajeno es, en cambio, proceder procederes jurídicamente regulados en dos
jurídicamente prohibido y, también, no libre clases: la de los lícitos o permitidos y la de
(en sentido normativo), porque la ley niega los ilícitos o prohibidos. A aquélla pertene-
el derecho de optar entre ejecutarlo y no cen todas ¡as conductas que implican el
ejecutarlo. En el caso de los ordenados se ejercicio de un derecho; a ésta, todas las
permite ejecutarlos y se prohibe omitirlos; que se traducen en la violación de deberes
en el de los prohibidos, por el contrario, la jurídicos. Decir que un comportamiento po-
omisión está permitida y lo que se veda es see el atributo positivo de la licitud es, pues,
la ejecución. Pero en ambos se prohibe optar lo mismo que afirmar que su realización
entre hacer y no hacer lo que la ley veda egtá permitida, o que supone el ejercicio de
u ordena. La prohibición de optar entre un derecho. Análogamente, declarar que
tales extremos es, pues, elemento común a ostenta el atributo negativo de la ilicitud, o
esas conductas o, en otras palabras, lo que que está jurídicamente vedado, es lo propio
las convierte en procederes de ejecución no que decir que viola un deber jurídico. Las
potestativa, y, eo ipso, no libre, en la acep- notas a que acabamos de referirnos condi-
ción jurídica de este vocablo. Hay otras, en cionan, en cada caso, la pertenencia de
cambio, que el derecho objetivo no prohibe cada comportamiento a una u otra de esas
ni manda, y tales son las gue constituyen el clases y, por la relación de oposición contra-
sector de la actividad jurídicamente libre. dictoria que entre dichos atributos existe,
Cuando se dice que libertad es el derecho hacen imposible que los procederes jurídi-
de optar entre la ejecución j/ la omisión de camente lícitos pertenezcan también a la
los comportamientos que no están prohibi-
dos ni ordenados, ese derecho es definido clase de los ilícitos, o que éstos sean miem-
negativamente, ya que el ámbito de la con- bros de la otra. Empleando expresiones téc-
ducta potestativa se determina por exclu- nicas usuales en lógica matemática, cabe
sión de los procederes que las normas del sostener que tales clases no tienen miembros
derecho objetivo ordenan o prohiben. Lo comunes, porque si una conducta se en-
jurídicamente libre resulta así lo jurídica- cuentra jurídicamente permitida no puede
mente no ordenado ni -prohibido, lo cual hallarse jurídicamente prohibida, y vice-
revela que la /definición negativa, más que versa. O, expresado en otro giro: si implica
indicarnos lo que la libertad es, únicamente el ejercicio de un derecho no puede, al
nos dice lo qu% no es o, en otras palabras, propio tiempo, ser violatoria de deberes y, si
señala sus limites, pero no su 'esencia. es violatoria de deberes, jamás implica el
De acuerdo con la teoría tradicional, lo ejercicio de derechos, ni tiene el atributo'
que permite distinguir las conductas libres positivo de la licitud. Todo comportamiento
de las no libres es el hecho de que relativa- regulado por el derecho objetivo pertenece,
mente a las primeras existe y relativamente necesariamente, a una u otra de las dos
a las segundas no existe el derecho subje- clases, pero nunca a ambas a la vez, ya que
tivo de optar entre la ejecución y la omi- no puede, a un tiempo, ser lícito e ilícito,
sión. Pasear por un parque público, por sino que a fortiori exhibe ya el primero, ya
ejemplo, es conducta no ordenada ni prohi- el segundo de los mencionados atributes.
bida y, por tanto, pertenecerá! sector de la Las dos clases supradichas agotan el ámbito
actividad libre, ya que tenemos el derecho de la conducta jurídicamente regulada o,
de optar entre ejecutarla y omitirla, lo que para expresarlo con mayor rigor, integran
al propio tiempo implica que tan lícita es su otra más amplia, la total de los comporta-
ejecución como su omisión! En el caso de .mientos que el derecho regula. Si a esta
las prohibidas, en cambio, sólo la omisión última le damos el nombre de clase J, y a
es lícita, y en el de las ordenadas, por el las otras dos las llamamos, respectivamen-
contrario, la ejecución es la única que os- te, Leí, podremos aseverar que J (esto i
tenta el signo positivo de la licitud. la de las conductas jurídicamente
2. Definición positiva. Con el propósito de das) es suma lógica de L (clase de las]
tas) e / (clase de las ilícitas), lo que permite el ámbito de Lt como el de !•» pueden ex-
escribir: J = L + 1. presarse por medio de las siguientes restas
Estas últimas pueden ser representadas lógicas:
por medio de dos circuios tangentes (fig. 1). Lii — ti —— £f>
£12 ~ L —— £rl

/ es la clase de los procederes ilícitos, o


jurídicamente prohibidos. Los ordenados y
los prohibidos tienen en común no ser de
ejecución potestativa. La diferencia entre
unos y otros consiste en que, tratándose de
los primeros, su ejecución está permitida
y su omisión no, en tanto que si de los
segundos se trata, la omisión es lícita y la
ejecución se encuentra vedada. Podemos
decir, por consiguiente, que la omisión de
Figura 1 las conductas comprendidas dentro de L,
pertenece a /, mientras que la de las com-
La clase L incluye dos subclases: £> y L». prendidas dentro de / pertenece a Li. En
L. es la de las conductas (omisiones o actos) cambio, si una conducta pertenece a L a , lo
jurídicamente prescritas; L,, la de los pro- mismo su ejecución que su omisión se hallan
cederes jurídicamente libres (o potestati- jurídicamente permitidas.
vos) . Fijemos nuestra atención en L,, ya que
El diagrama indica que tanto Li como L> es el ámbito de la libertad jurídica.
están comprendidas dentro de L o, en otras Para llegar a una definición positiva de
palabras, que lo mismo los comportamien- ésta hay que hacer el análisis de los nexos
tos ordenados que los libres o potestativos • entre los derechos subjetivos y su ejercicio.
se encuentran permitidos. Anteriormente dijimos que en L quedan
Las dos clases Z.i (círculo menor dentro comprendidas todas las conductas que im-
de L) y L-. (zona anular que rodea a L,) plican el ejercicio de derechos. Derecho, en
agotan el ámbito de la incluyente, lo que sentido subjetivo, es la permisión norma-
revela que la última es suma lógica de las tiva de un comportamiento (acción u omi-
incluidas o, para expresarlo por medio de sión). Todo derecho subjetivo —para expre-
una fórmula, que L = Li + L¡. sar de otro modo la misma idea— se traduce,
Tanto las conductas jurídicamente orde- para el facultado, en la posibilidad de hacer
nadas como las jurídicamente libres se en- (o de omitir) lícitamente algo. Los derechos
cuentran permitidas, pero ni las ordenadas no son hechos, sino posibilidades de con-
pueden ser potestativas, ni las potestativas ducta cuya realización ostenta siempre el
ser obligatorias. Ello equivale a aseverar signo positivo de la licitud. Lo que deno-
que ti y L 2 son clases disyuntas, esto es, minamos ejercicio es precisamente el hecho
que no tienen miembros comunes. Las rela- de observar el comportamiento (acto u omi-
ciones entre la incluyente L y las incluidas sión) jurídicamente permitido. Ejecutar una
íi y L, quedan expresadas en los siguientes conducta vedada, no implicaren cambio, el
principios: ejercicio de un derecho, sino que se traduce
1) Toda conducta jurídicamente permiti- siempre en la violación de deberes.
da o es potestativa o se encuentra jurídica- Si consideramos la clase de los compor-
mente ordenada. tamientos que implican el ejercicio de dere-
2) Ninguna conducta jurídicamente per- chos (o sea, los comprendidos en L) obser-
mitida puede, a la vez, estar ordenada y ser varemos que incluye dos subclases: la de
potestativa. los que son, obligatorios (Li) y la de los
3) Toda conducta jurídicamente ordena- potestativos (L 2 ). Las correspondientes fa-
da está jurídicamente permitida. cultades pueden, a su vez, subdividirse en
4) Toda conducta jurídicamente potesta- derechos de ejercicio obligatorio y de ejer-
tiva es jurídicamente lícita, cicio no obligatorio.
5) Ninguna conducta jurídicamente libre Pero, ¿hay acaso derechos cuyo ejercicio
puede ser obligatoria. sea un deber para el titula*? .
6) Si una conducta es jurídicamente obli- Para convencerse de que existen, basta
gatoria no puede ser de ejecución potes- advertir que toda conducta jurídicamente
tativa. obligatoria está jurídicamente permitida o,
Las conductas ordenadas (L¡) pueden ser lo que es igual: quien.tiene el.deber de ob-
definidas como las jurídicamente lícitas que servar cierto comportamiento, posee, a for-
no son potestativas. Las de ejecución po- tiori, el derecho de observarlo, ya que, si así
testativa (Lj) son las lícitas que no se en- no fuera, el mismo proceder se hallaría, a
cuentran ordenadas. Ello indica que tanto un tiempo, prohibido y ordenado,.lo que es
contradictorio. Si, por ejemplo, debo pagar existe en el caso porque aquél no es de ejer-
una deuda, estoy facultado para pagarla cicio obligatorio.
o, en otro giro, tengo el derecho de cumplir Los análisis que acabamos de emprender
con mi deber. permiten formular positivamente la defini-
Pero el derecho que la ley, al obligarme, ción de la libertad jurídica. Consiste éste en
implícitamente me otorga, no es de ejecu- la posibilidad de optar lícitamente entre el
ción libre, puesto que se agota en la permi- ejercicio y el no ejercicio de nuestros dere-
sión de observar el comportamiento que la chos subjetivos de primer grado, es decir,
misma ley me ordena. de los que no derivan de nuestros propios
En cambio, el de ir al cine es de ejercicio deberes.
potestativo, ya que no se funda en un deber Volviendo a los ejemplos diremos que los
jurídico. No sólo estoy facultado para asistir de acción o de crédito son de primer grado,
al espectáculo, sino que puedo optar entre en cuanto no se fundan en obligaciones del
hacer y no hacer tal cosa. sujeto, titular. En cambio, el de libertad de
El análisis anterior descubre que los dere- que son fundantes es, por ello mismo, de se-
chos subjetivos de que cada uno dispone gundo grado. ,
pueden estar o no fundados en deberes jurí- Los que no se basan en un deber jurídico
dicos del mismo sujeto. Los que se fundan ni en otro derecho, se llaman independien-
en deberes son de ejercicio obligatorio; los tes; los que se apoyan en un deber jurídico
otros, de ejercicio libre. o en otro derecho son, por el contrario, de-
La teoría tradicional sobre el derecho pendientes. Tanto el de libertad como el del
subjetivo tiene sólo en cuenta los del se- obligado carecen de independencia.
gundo grupo; pero es evidente que los otros .Las relaciones entre estos últimos y las
también existen. El que suela ignorárseles facultades o deberes en que descansan, que-
obedece o que no hay necesidad ninguna de dan expresadas en los siguientes principios,
que el legislador declare expresamente su cuya validez es universal y apriorístlca:
existencia. Basta con que imponga un deber 1) Todo derecho subjetivo no fundado en
a una persona, para que ésta quede al pro- un deber del titular es fundante de un
pio tiempo facultada a observar la conducta derecho de libertad.
prescrita. También es posible que el otor- 2) Ningún derecho subjetivo cuyo funda-
gamiento sea expreso. Pero haya o no r~éco- mento sea un deber jurídico, puede ser fun-
nocimiento oficial, el derecño de que habla- dante de otro derecho.
mos existe, ya que necesariamente se funda 3) Los que se basan en deberes jurídicos
en el deber jurídico. La Constitución poli- son de ejercicio obligatorio.
tica de los Estados Unidos Mexicanos, por 4) El de libertad es en todo caso de se-
ejemplo, impone a todos los ciudadanos, en gundo grado.
uno de sus artículos, el deber de votar, y les Examinemos ahora qué nexos existen en- ¡
concede en otro el derecho de voto. La últi- tre el ejercicio de este último y el de la
ma de las dos disposiciones es en realidad facultad fundante. Como el primero estriba
superflua, pues quien tiene el deber de in- en la posibilidad de optar lícitamente entre
tervenir en las elecciones, eo ipso está fa- el ejercicio y el no ejercicio de la segunda,
cultado para hacerlo. resulta que el ejercicio de la fundante Im-
El derecho al cumplimiento de la propia plica, al propio tiempo, el de la fundada,
obligación —o derecho del obligado— asu- puesto que observar la conducta en que
me dos formas distintas, de acuerdo con la aquélla consiste supone, a fortiorí, el acto
índole del deber fundante: unas veces se de opción. En cambio, ejercitar el derecho de.
•traduce en la facultad de ejecutar la con- segundo grado no implica en todo caso e!
ducta jurídicamente ordenada; otras, en la ejercicio del otro derecho, porque el titular
de omitir el comportamiento jurídicamente puede optar por no hacer uso del de primer
•prohibido. Pero en ambos casos es de ejer- grado.
cicio obligatorio; en el primero, porque él 3. Libertad jurídica y derechos subjetivos
obligado tiene el derecho de ejecutar, mas públicos fundamentales. Los desenvolvi-
no el de omitir, la conducta prescrita; en el mientos anteriores han puesto en claro que
segundo, porque puede lícitamente omitir, la libertad no es derecho autónomo, sino
mas no ejecutar la vedada. que en todo caso se funda en los que no
Tratándose de derechos que no se basan se basan en deberes jurídicos del derechoha-
en deberes jurídicos del titular —como los biente. En un orden normativo en que nadie
de acción o de crédito—, esos derechos son tuviese más derecho que cumplir con su
fundantes de otro, en ejercicio del cual el deber, la libertad no existiría, porque el de
mismo sujeto puede optar entre ejercitar y hacer lo jurídicamente prescrito, o el de omi-
no ejercitar los fundantes. No es lo mismo tir lo jurídicametne vedado, son siempre de
tener, por ejemplo, el derecho subjetivo pú- ejercicio obligatorio. Por el contrario: si to-
blico de acción, que el de optar entre ejer- dos los derechos fuesen de ejercicio libre
citarlo y no ejercitarlo. La facultas optandi no habría en realidad régimen jurídico,

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