Sei sulla pagina 1di 3

Monición: Bienvenidos, estimados Maestros y compañeros, Estamos ya en la

tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro jubilo por la


venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros, respetando
la justicia y practicando la caridad. Participemos la Eucaristía cantando con
alegría.

Peticiones.
1. Por la Iglesia para que el Señor con su visita le conceda la unidad y
libertad y la gobierne con su asistencia. Roguemos al Señor.

2. Por la Santa Madre Iglesia, para que sea fiel a la tarea encomendada por el
Señor, de evangelizar especialmente a los pobres. Roguemos al Señor.

3. Por nuestras familias para que crezcan en paciencia, comprensión, diálogo


y amor. Roguemos al Señor.

4. Dios de todo consuelo, para que cada hermano necesitado, pobre,


abandonado, con hambre, enfermo, injustamente marginado, pueda
encontrar por nuestras actitudes concretas durante este tiempo, un motivo
para seguir esperando. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros los que participamos de esta Eucaristía, para que
nuestra vida sea un gran testimonio de la presencia de Cristo entre nosotros.
Roguemos al Señor.
Lunes: “En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo y exclamó: Yo te bendigo, Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se la has revelado a los
pequeños” (Lc 10,21)

Jesús, Tú te alegras profundamente porque Dios se da a conocer a los sencillos. Tú te llenas de gozo al ver la
bondad del Padre con todos nosotros. Somos pobres, pequeños y solo desde ahí, es que podamos estremecernos
de alegría por el don de amor. Señor, danos un corazón sencillo como el de tu madre, que podamos participar
de tu gozo, sobre todo, donde nos sentimos humildes, pobres, pequeños.

Martes: “Estad alegres en el Señor, os lo repito, estad alegres, que vuestra alegría sea conocida de todos los
hombres, el Señor está cerca”

¡Qué desafío nos haces Señor, estar alegres! y la razón es porque estás cerca. Sí, Tú estás cerca de los
acontecimientos de la vida. Así lo descubrió la Virgen y por eso vivió la plena alegría. María, Llena de gracia,
ayúdanos a acercarnos a Él y recibir de la alegría que nos hace falta.

Señor, lo que más deseamos es vivir alegres en cualquier momento, pero a veces, no sabemos cómo hacerlo.
Danos ese corazón abierto, madre, para que nos asemejemos a ti y que exultemos de gozo por pertenecerle a
Él, ese fue el fondo de tu felicidad.

Miércoles: “Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes. Decid a los de corazón intranquilo:
¡Ánimo, no temáis! Mirad que vuestro Dios viene; él es la recompensa, él vendrá y os salvará” (Is 35,3-4)

Señor, mira nuestro corazón y los momentos en que nos falta la paz. Sí, fortalece nuestro corazón intranquilo.
Que la ansiedad, la angustia, los miedos, no nos quieten la oportunidad que nos das de vivir con el corazón
alegre. Danos vivir en la realidad que Tú nos vienes a dar lo que necesitamos, y nos lo quieres dar en la situación
que estamos viviendo hoy. Ojalá y esta Palabra tuya se haga realidad en nosotros. Que nos dejemos fortalecer,
animar, salvar y consolar por tu presencia, Jesús.

Jueves: “Por amor de Sión no he de callar no he de callar, por amor de Jerusalén no he de estar quedo, hasta
que salga como resplandor su justicia y su salvación brille como antorcha” (Is 62,1)

Señor, Tú eres el primero que deseas nuestra alegría. Tú vienes y buscas que escuchemos tu voz. Cuando hablas,
lo que nos quieres transmitir es el gozo de ser tuyos. Señor, despiértenos al amor que tienes por nosotros, hasta
que tu salvación brille en nuestro corazón.

Viernes: “Jerusalén será para mi un nombre evocador de alegría, será prez y ornato para todas las naciones
de la tierra que oyeren el bien que voy a hacerle y se estremecerán de tanta bondad y tanta paz como voy a
concederle ( Jr 33,9)

Al leer estas Palabras tuyas, Señor, el corazón salta de gozo. Tú te alegras por nuestras vidas. Nuestra vida no
es indiferente para ti. Tú conoces cada uno de nuestros pasos y nos acompañas. Que milagro, Señor, que al
pensar en nosotros te evoquemos alegría. Nosotros muchas veces no somos capaces de vernos así, pero Tú, al
ser Dios, nos recuerdas y te llenas de gozo. Que este día podamos vivir conscientes de lo que Tú piensas de
nosotros y sea la causa de nuestra alegría.
Sábado: Tú no temas, siervo mío Jacob, ni desmayes Israel, pues mira yo acudo a salvarte desde lejos (…)
se sosegará y estará tranquilo, y no habrá quien lo inquiete, pues contigo estoy yo para salvarte” (Jr 30,10-11)

Señor, cuánto necesitamos creer en esta Palabra tuya. Queremos vivir con un corazón sosegado, tranquilo.
Ayúdanos a escuchar de Ti, ese “no temas” hasta que podamos descansar en Ti.

Potrebbero piacerti anche