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Geógrafo, profesor y decano (e) de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes de la Universidad del Tolima.
Grupo de Estudios Urbanos y Regionales, GEURB.
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Resumen
voces
pel clave en las disputas regionales que desde hace décadas se
libran al interior de los Estados nacionales de Ecuador y Boli-
via. Allí, como lo hemos visto para el caso colombiano, se alu-
de siempre a la población como variable a tener en cuenta para
determinar ciertos asuntos, como la asignación de recursos del
Otras
presupuesto nacional a las entidades territoriales, o para deter-
minar rangos de jerarquías urbanas, entre otros. Pero la pregun-
ta sigue siendo: ¿cuál es el peso real que la población, con sus
múltiples y no siempre valoradas variables intrínsecas, tiene en
tales procesos?, sobre todo cuando se trata de conflictos que tie-
nen una profunda connotación étnica.
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torios rural-urbanos, urbano-urbano de específico, puede llegar a jugar un papel
escala nacional a los estudios de las mi- clave en las disputas regionales que des-
graciones internacionales, amén de es- de hace décadas se libran al interior de
tudios sobre variables demográficas en los Estados nacionales de Ecuador y Bo-
función del impacto de políticas oficiales livia. Allí, como lo hemos visto para el
de salud, casi todas. Ese es el panorama caso colombiano, se alude siempre a la
que en particular se ha identificado de la población como variable a tener en cuen-
producción hecha al amparo de la Aso- ta para determinar ciertos asuntos, como
ciación Colombiana de Facultades de la asignación de recursos del presupues-
Medicina, ASCOFAME, pero también de to nacional a las entidades territoriales,
autores académicos con Bangüero y Cas- o para determinar rangos de jerarquías
tellar (de la Universidad del Valle), o de urbanas, entre otros, pero la pregunta
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Ramiro Cardona, para citar solo algunos, sigue siendo, ¿cuál es el peso real que la
además de los estudios de carácter insti- población, con sus múltiples y no siem-
tucional adelantados por el Departamen- pre valoradas variables intrínsecas, tiene
to Nacional de Estadística, DANE, y el en tales procesos?
Instituto Colombiano del Bienestar Fami-
liar, ICBF, en el caso de Colombia. Muy seguramente la respuesta no resulte
tan inmediata, pero sin duda no es po-
Tal parece también que ha sido el proceso sible asistir a un evento o disputa del
en otros países de Latinoamérica y, de poder real sin considerar los efectivos
manera particular en Ecuador y Bolivia, electorales o de "bulto" poblacional que
escogidos por interés académico perso- se esgrimen a la hora de las negociacio-
nal para el presente escrito. nes, esas sí reales entre las élites regiona-
les de todos los países, sin excepción.
La idea no es realizar un análisis de la es-
tructura de la población, ni siquiera de El contexto latinoamericano y el
algunas variables asociadas, como por contexto global
ejemplo el empleo. Se trata de analizar
en cambio cómo la población, como efec- Algunos aspectos claves que caracterizan el
tivo demográfico que representa un peso contexto global y latinoamericano deben
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ser tenidos en cuenta a la hora de abor- cional como facilitador de los procesos
dar el análisis de procesos políticos que de acumulación de capital, en el perío-
ocurren al interior de la Estados naciona- do de aplicación exacerbada del modelo
les y que para el presente ensayo centran neoliberal, esgrime como herramientas
su atención en la creciente tensión entre puestas a su favor los mecanismos que
las élites de las regiones y los gobiernos la seudodemocracia neoliberal, expresa
centrales. en todas las constituciones neoliberales
de la década de los 90 (presuntamen-
Las dos últimas décadas de la vida polí- te desmontadas en Venezuela, Bolivia y
tica de Latinoamérica han estado mar- Ecuador): la participación ciudadana y la
cadas por el " desdibujamiento del apertura económica y una parafernalia
Estado-Nacional, limitado cada vez más, creciente de propuestas instrumentales
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a funcionar como un aparato burocráti- para disfrazar la ofensiva de estrategias
co reducido pero eficiente para adminis- de soluciones espacio temporales (Har-
trar la inserción y desenvolvimiento de vey, 2000; 2007; 2009) con que el capital
las economías nacionales en el espectro desesperadamente busca salir de su últi-
de la economía global; y de otro lado, la ma y prolongada crisis. Así por ejemplo,
revitalización de las identidades locales acude a la engañosa y atractiva propues-
regionales, étnicas, de los territorios sub- ta de democratización de la gestión esta-
nacionales, y por tanto el surgimiento de tal mediante la formulación de "políticas
actores que pugnan por nuevas formas públicas" en cada vez más sectores y
de reconocimiento y representación po- aspectos de la vida de la sociedad, con lo
líticas, de redistribución del poder, de que de paso pretende el ocultamiento de
los capitales y de la riqueza nacional. El las mismas como la más palmaria mues-
contexto es la apertura externa empu- tra de la debilidad de la estructura estatal
jada por la globalización económica y y la crisis de gobernabilidad; acude al ex-
financiera y los cambios en las bases ins- pediente de la participación ciudadana,
titucionales de la política y la economía refiriendo ésta a una parodia demagógi-
nacionales" (Ramírez, 2000:2). ca de la cual en ningún caso conocido se
ha derivado decisión que refleje las pro-
Pero además, esta función del Estado Na- puestas que "desde abajo" han sido for-
Ecuador y Bolivia: El retorno presente de los con_ictos por las autonomías regionales y el trasfondo de las luchas por el poder real
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muladas por las organizaciones sociales nación nacional y sus marcos legales, se
u organizaciones de base. El cuadro ge- encierran cada día más en sus fronteras
neral de la participación ciudadana, en el nacionales y se reservan el derecho de in-
caso colombiano, es el de una en la que tervenir en los territorios de los Estados
quienes participan no toman lugar en las dependientes. De tal tamaño es el desca-
decisiones, pero con cuya presencia en ro con que actúa el imperialismo en ma-
las reuniones convocadas se "legitima" teria de política internacional.
burdamente el proceso.
La muestra más palmaria de este compor-
De esta manera, las demandas legítimas de tamiento está en la activa presencia atri-
la ciudadanía por un nuevo marco de buida a los intereses imperialistas en los
relacionamiento entre las diferentes esca- sucesos que produjeron la "caída del
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las espaciales de la función territorial del muro de Berlín" y el derrumbamiento de
Estado y entre los gobiernos y los ciuda- la Unión de Repúblicas Socialistas So-
danos, se ve trastocada por una práctica viéticas, URSS; pero también la desinte-
política que la utiliza para construir solu- gración de la ex Yugoslavia y el estímulo
ciones políticas legitimadoras de regíme- a las luchas independentistas del Tíbet
nes excluyentes y autoritarios, los cuales, chino, todo esto solamente en las últimas
por supuesto, se explican por la crisis a la dos décadas. Muy al contrario, y rabio-
que llegaron las democracias dependien- samente, han actuado con respecto a los
tes y representativas que serían reempla- anhelos independentistas del Quebec en
zadas por las democracias participativas Canadá, la padania italiana o el territorio
del modelo neoliberal. vasco en España.
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Cuadro 1. Distribución de la población ecuatoriana por regiones 1950-1962
1950 1962
REGIONES
POBLACIÓN % POBLACIÓN %
Total nacional 3.202.757 100.0 4.476.007 100.0
Sierra 1.856.445 58.0 2.271.345 51.7
Costa 1.298.495 40.5 2.127.358 46.6
Oriente 46.471 1.5 74.913 1.6
Archipiélago Colón 1.346 0.04 2.391 0.05
a 4.581.000 habitantes en 1962, registran- nas 1.7% anual, este comportamiento fue
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do un crecimiento del 43%. Quito y Gua- del 4.2% anual para la costa y del 4.05%
yaquil pasaron de representar el 14.6% para el oriente de la frontera andino-
de la población urbana total ecuatoriana amazónica. El crecimiento demográfico
en 1950 a 18.9% en 1962 diferencial, pero en todo caso favorable a
las áreas costeras y del oriente ecuatoria-
En el análisis de las tasas de crecimiento pre- no va mostrando una rápida tendencia
sentadas por las principales ciudades en- al equilibrio entre sierra y costa, como se
tre 1950 y 1962, la autora muestra que en verá en el cuadro 2.
todos los casos éstas fueron superiores
Cuadro 2. Ecuador. Porcentaje de población
en las ciudades costeras, así por ejemplo,
según región 1780-1982
Guayaquil registró una tasa de crecimien-
to del 5.8% frente al 4.5% de Quito; Esme- AÑO SIERRA COSTA
raldas creció en un 8% y Portoviejo en un 1780 91.2 8.8
5.8%, respectivamente, superando a Iba- 1892 74.4 19.0
rra, Cuenca y Riobamba, ciudades serra- 1938 61.3 32.0
nas del interior (ver cuadro 1). 1941 60.6 34.9
1950 68.0 40.5
De las cifras se observa que mientras el cre- 1962 51.7 46.6
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Carrón (1986), quien realiza un estudio so- Larrea (1986), quien realiza el estudio del
bre el proceso de urbanización para el proceso de urbanización ecuatoriano del
período intercensal 1962-1974, muestra periodo 1974-1982, muestra el avance
que la sierra registró un crecimiento del ya inexorable del poblamiento sobre las
2.8%, frente a 3.5% de la costa y 7.2% del áreas costeras y del oriente del país, con
oriente, si bien el crecimiento urbano lo que se definirá prácticamente la es-
disminuyó levemente, al pasar de 4.8% tructura urbana regional del Ecuador ac-
en 1959-1962 a 4.5% en 1962-1974. En tual. El cuadro 3 muestra estas cifras.
contraste, la población rural pasó de una
tasa de 1.9% en el primer período ana- Es claro que ya para 1982 la población asen-
lizado a 2.5% en el segundo, lo cual se tada en territorios costeros es en un 50%
explica por la ampliación de la frontera mayor que la serrana, configurando ade-
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agrícola, particularmente en provincias más un espacio caracterizado por una
del oriente y la costa, dedicadas a la pro- densa red de centros urbanos que se ex-
ducción comercial tecnificada. tienden de sur a norte de la costa pacífica
ecuatoriana.
El mismo autor realiza un análisis de la es-
tructura de empleo para las principales Con respecto a la población rural el cuadro
ciudad ecuatorianas, mostrando la exis- 4 muestra la transformación profunda
tencia de un relativo equilibrio entre que ha experimentado el Ecuador duran-
Quito, Guayaquil y Cuenca. te las tres décadas analizadas.
Quito registraba un 17.71% del empleo in- En la costa, mientras la población rural du-
dustrial, frente al 23.25% para Cuenca y plicaba a la población urbana en 1950, ya
el 15.83% para Guayaquil; Quito registra para 1982 la población urbana excedía a
un 15.17% de ocupación en actividades la primera en una proporción del 25%; en
del comercio frente a 15.20% para Cuen- la Sierra la proporción era de 2.5 a favor
ca y 22.83% para Guayaquil; en servi- de la población rural y desciende ape-
cios Quito y Guayaquil tenían un 38% de nas a un 25% en 1982. A nivel nacional
ocupación en Servicios frente a 31% en la proporción a favor del sector rural era
Guayaquil. similar al de la Sierra, pero en 1982 esta
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Cuadro 3. Ecuador. Población urbana censos 1950-1962-1974
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proporción era favorable a la población allí que las distintas fases de que se com-
urbana en apenas un 2%, mostrando un ponen los dos períodos fundamentales
momento de equilibrio. estuvieran relacionadas con las fluctua-
ciones del crecimiento económico del
La población total en las provincias costeras país".
era ya superior a la serrana en un 8% y
representaba el 50% de la población total La conformación urbana del primer período
del país. se funda en los procesos de conquista-
colonia, en el que la organización foránea
En todos los registros referidos por Larrea, se impuso sobre la nativa convirtiendo
las tasas de crecimiento urbano anual de a las ciudades en mecanismos eficientes
las centros costeros en el período 1972- de control y dominación, pero al mismo
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1982, es superior a las serranas, sien- tiempo en reflejo de un proceso simul-
do particularmente fuertes en ciudades táneo de poblamiento/despoblamiento,
como Machala (8.59%), Santo Domingo que iría a marcar los orígenes de la red
(12.74%), Esmeraldas (6.2%) y Portoviejo urbana nacional de los siglos posterio-
(5.91%). En el conjunto nacional, las ta- res; si bien la integración del territorio
sas de crecimiento para la Costa fueron nacional no se daría todavía, debido fun-
del 5.4% anual frente a solo 2.12% para la damentalmente a la dispersión de los
Sierra. El total nacional creció en 2.92% centros urbanos y la consecuente frag-
anual durante el período. mentación regional-provincial, encabeza-
da por la ciudad primada, Quito.
Carrión (1986b), concluye que "La "evolu-
ción del espacio urbano ecuatoriano" nos Este período mostró tres momentos: el pri-
muestra desde sus orígenes que su sus- mero, relacionado por el dominio de la
tento principal ha sido, paradójicamen- producción minera que comandó al mis-
te, las transformaciones acaecidas en una mo tiempo la fundación de ciudades; la
diferencial estructura agrario-regional, segunda, basada en la producción de al-
mediada por los ciclos respectivos (au- godón y textiles acompañada de una in-
ge-crisis) que introduce una economía tensa producción agropecuaria basada en
dependiente del comercio exterior. De la hacienda serrana, con un claro letargo
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economía, contrariamente a la fase in- aunque es en ellas que se ha sustentado
dustrial-petrolera, que es inducida por la el desarrollo de la extracción petrolera, la
distribución del auge petrolero vía gasto cual en Ecuador tiene aún características
público y concentración industrial en las de enclave típico.
ciudades que históricamente fueron for-
mando y concentrando las condiciones Si bien las tierras serranas tienen ciudades
generales de la producción: Quito y Gua- de importancia histórica indiscutible, las
yaquil, preponderantemente". tierras costeras constituyen los escena-
rios más adecuados a las dinámicas glo-
Finalmente se prevé que la tendencia hacia balizadoras, expresadas en una creciente
la concentración de la economía en Qui- tendencia hacia la concentración de ac-
to y Guayaquil consolidará un cuadro de tividades maquiladoras, desarrollo por-
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bicefalia urbana, que resulta particular tuario, aeroportuario y nuevos renglones
para el caso ecuatoriano. de la actividad económica orientados al
comercio global-aunque el origen de las
Como en todo Latinoamérica andina, las materias primas incluso esté en las áreas
áreas de montaña generaron desde siem- amazónica y serrana-.
pre el sustento alimentario, la minería,
la producción pecuaria y la producción Guayaquil, Portoviejo y Santo Domin-
textil que circuló y circula aún por todo go, polarizarán todo el corredor costero
el país, mientras sobre las áreas coste- ecuatoriano, controlando de manera do-
ras se estableció un régimen hacendario minante los flujos de importaciones y ex-
que pasó de la tala de las selvas húmedas portaciones, con lo que incluso las viejas
ecuatoriales a la ganadería y las planta- oligarquías dedicadas a los sectores agro-
ciones de caña de azúcar, plátano (bana- pecuarios y del comercio, han virado y
no), arroz, principalmente. La amazonia continúan haciéndolo, hacia los circuitos
ecuatoriana, como la colombiana y la bo- de la nueva acumulación capitalista, cen-
liviana, se ha mantenido relativamente al trada en la extracción de riquezas natura-
margen de las dinámicas económicas na- les, producción de biocombustibles, sector
cionales e internacionales, quizá gracias financiero, telecomunicaciones y servicios
a su posición de marginalidad espacial, (con un crecimiento fuerte del turismo).
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Así que contemplamos no solamente una tean las oligarquías provinciales y los
confrontación con fuertes soportes en la movimientos sociales provinciales, es la
base económica regional que busca co- consideración de la composición étnica.
rresponderse con una salida política que
le sea funcional sino un escenario que En primer lugar, el proceso histórico de
por esta vía parece ocultar una pugna poblamiento en la actual República del
con tintes étnicos, pues se trata también Ecuador, muestra que sobre los Andes,
de dos espacios claramente diferencia- pero con mayor intensidad en los alti-
dos, entre, por una lado, la población planos, se localizaron los pueblos na-
indígena, de ancestros quichuas, concen- tivos del gran pueblo Quichua y Awa,
trada en la sierra y, por otro lado, la po- mientras que sobre la llanura amazó-
blación mestiza, dominante en las tierras nica se asentaron los pueblos nativos
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costeras. A´I Cofán, Siona-Secoya, Huarorani y
Shuar-Achuar. Sobre la costa Pacífica el
La evidencia de los intereses en poblamiento, con los pueblos Chachi y
disputa en la cuestión nacional Tsáchila fue siempre disperso.
ecuatoriana
Sobre los altiplanos centrales y con poste-
Hemos planteado que existe una diferencia rioridad a la conquista y colonia españo-
de fondo aún no analizada y menos com- la se produjo, como en toda la América
prendida, entre los intereses de los pue- andina, un intenso proceso de mestizaje,
blos indígenas y la población mestiza, mientras que sobre las tierras costeras se
liderada ésta última por las oligarquías producía un menos intenso proceso de
provinciales. Y planteamos ahora que asentamientos con base en la población
una vía para ponerlo al descubierto, ade- esclavizada africana, que incluye tam-
más de la implicación misma de la pro- bién a la provincia interandina norteña
puesta de la reestructuración del Estado del Carchi, donde se dio una intensa acti-
Nación burgués para llevarlo a Estado vidad agroindustrial con base en el culti-
Multiétnico y Pluricultural -como plan- vo de caña de azúcar y su procesamiento
tea el movimiento indígena- o un Estado orientado básicamente al mercado nacio-
Nación Regional o Federal, como plan- nal.
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El programa de regionalización de las pro- determinación de la SENPLADES de fijar
vincias propuesto por la Secretaría Na- "a dedo" el nombre de las siete sedes ad-
cional de Planificación y Desarrollo ministrativas, como son los casos: Región
(SENPLADES), órgano central de planifi- 1 a Ibarra, Región 2 a Tena, Región 3 a
cación del gobierno de la República del Ambato, Región 4 a Ciudad Alfaro, en
Ecuador, ha generado rechazo y reac- Montecristi, Manabí, región 5 a Milagro,
ciones entre las administraciones de los Región 6 que no está definida, y Región
diferentes estados subnacionales, como 7 a Loja", señala la fuente consultada y
1
se desprende de varios documentos de citada a pie de página.
prensa de esta nación que trae reacciones
y desacuerdos. Además, las autoridades de las regiones 6 y
7 proponen la unificación de éstas en una
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Pese a que los "voceros de la SENPLADES sola región y se discute si su capital, en
manifestaron que las sedes fueron ele- vez de ser Loja, como propone SENPLA-
gidas a través de estudios en los que se DES, sea Machala, una ciudad de mayor
consideraron diferentes variables como tamaño y dinámica económica en el cen-
ubicación geográfica, población y peso tro sur del país.
de las actividades económicas de la re-
gión", los líderes de las administraciones El otro caso con respecto a la ciudad se pre-
actuales alcaldes y prefectos de diver- senta en Manabí, pues mientras SENPLA-
sas regiones y provincias reclaman aira- DES propone a Montecristi, sectores de
damente determinadas ciudades como la región consideran que la capital debe
capitales político-administrativas-regio- estar situada en Portoviejo, ciudad histó-
nales. Aunque la SENPLADES aclaró que rica en la región. El mapa de regionaliza-
no propone nuevas capitales sino "sedes ción estatal propuesto en la ilustración 1.
administrativas de las regiones descen-
tralizadas". "La principal objeción es la
1 http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/
polemica-por-regionalizacion-propuesta-por-el-
senplades-349201.html
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RE9 fue el alcalde de Machala, Carlos Falquez.
NO. PROVINCIAS CAPITAL
GIÓN "No estoy de acuerdo con que la capital
4 Carchi Tulcán
de la Región 7 sea la ciudad de Loja. Debe
8 Esmeraldas Esmeraldas
ser Machala", aseguró. Falquez ha mos-
1 11 Imbabura Ibarra*
trado su inconformidad sobre el proyecto
22 Sucumbíos Nueva Loja
de regionalización en el que está empe-
16 Napo Tena*
17 Orellana Pto. Francisco de Orellana ñado el actual Régimen, indicando que
2
19 Pichincha Quito esto no traerá resultados positivos para el
5 Chimborazo Riobamba* país. "Hay que fomentar la unidad de los
6 Cotopaxi Latacunga ecuatorianos en otro sentido, sin tratar de
3 18 Pastaza Puyo crear subregiones que vendrán a ser per-
23 Tungurahua Ambato judiciales para el desarrollo del Ecuador...
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9 Galápagos Puerto Baquerizo Moreno No es que esté contra los hermanos loja-
14 Manabí Portoviejo nos, lo que pasa es que Machala debe ser
4 Sto Domingo de los la capital administrativa de la Región 7".
21 Santo Domingo
Tsáchilas
2 Bolívar Guaranda El prefecto electo de El Oro, Montgómery
10 Guayas Guayaquil
Sánchez, plantea una regionalización
5** 13 Los Ríos Babahoyo
autonómica del sur con El Oro, Loja,
20 Santa Elena Santa Elena
Azuay, Cañar, Morona y Zamora, cuyos
1 Azuay Cuenca*
prefectos ya lo han aceptado, pero espera
3 Cañar Azogues
6 la decisión de la consulta popular.
15 Morona Santiago Macas
7 El Oro Machala
En Santa Elena, el prefecto electo, Patricio
12 Loja Loja*
7 Cisneros no apoyará la conformación de
24 Zamora Chinchipe Zamora
una región con Guayas, Bolívar y Los
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Ecuador Ríos. "Queremos nuestro desarrollo in-
dependiente, sin necesidad de integrar
regiones como las que plantea la SENPLA-
Uno de los primeros en mostrar su desacuer- DES.
do con esta definición de la SENPLADES
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Cuadro 5. Ecuador. Regiones y provincias según la propuesta de SENPLADES. 2009
*La Propuesta de Montgómery Sánchez, Prefecto de El Oro, es que los Estados 6 y 7 constituyan una sola unidad político-
administrativa.
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Cuadro 6. Ecuador 2009. Proyecciones de población total por regiones de planificación según
sexo y grupos quinquenales de edad.
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to sino con el cuestionamiento del centra- ge de las legitimidades derivadas de las
lismo estatal. En este sentido confluyen nacionalidades que conforman el Esta-
en el escenario las demandas indígenas do, es decir, un nuevo Estado en el que la
que anteponen al Estado centralista, mo- negociación del poder ocurre entre go-
noétnico y monocultural, un Estado mul- biernos con autonomías y jurisdicciones
tiétnico y pluricultural, por un lado, y territoriales socialmente legitimadas.
por otro lado, las demandas de la socie-
dad mestiza que reclaman una efectiva Este último aspecto, que no ha sido aún
descentralización del poder real del Es- comprendido en el debate latinoameri-
tado, por la vía de la federalización o la cano sobre el Estado Nación, debe ser
regionalización. puesto de relieve a la hora de asumir el
análisis de los conflictos regionales al
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Así, identidades étnicas e identidades loca- interior del Ecuador, pero sobre todo,
les, provinciales y regionales conforman para advertir el peligro que representa
el cuadro de las demandas por autono- confundir los intereses levantados por
mías en el Ecuador. Sin embargo, estas el movimiento indígena (¿y quizá más
autonomías deben comprenderse en for- adelante por el movimiento afroecuato-
ma diferencial sustantiva. Por un lado, la riano?) y los que, desde una perspectiva
Confederación de Nacionalidades Indí- más pragmática de lucha por el poder,
genas del Ecuador, CONAIE, reclama "au- levantan las oligarquías provinciales del
tonomía y autogobierno de los pueblos sur y la costa.
indios en específicas circunscripciones
territoriales", lo cual obliga una redefi- De esta manera, el hecho de que "las au-
nición profunda de la teoría, concepto y toridades de cinco provincias del país
estructura del Estado Nación, en tanto han efectuado incluso sendas consultas
ya no se trata simplemente del Estado populares para avalar, a nivel de la ciu-
Nación como "Estado social de derecho" dadanía, tal reforma política, en todas
bajo los principios del derecho funcio- ellas la población se ha mostrado amplia-
nal al modelo neoliberal sino del Estado mente favorable a la implantación de un
Multiétnico y Pluricultural, que supone régimen de autonomías provinciales"
una estructura en la que el gobierno sur- (Ramírez, 2000:2) que debe situarse en la
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perspectiva de que, aunque justa de au- caso ecuatoriano, la consolidación del Es-
tonomía regional, levantan sectores do- tado nacional y de las narrativas dominan-
minantes regionales. tes sobre las identidades nacionales ha sido
desbordada, principalmente, por cuestio-
Y por supuesto, ello no niega namientos derivados en clivajes étnicos y
regionales. Las imágenes de una identidad
"La eclosión de la diversidad, movimien- nacional sólidamente suturada, homogé-
to paralelo y reactivo al de la globaliza- nea, estable y vinculante se desdibujan, en
ción (cfr. Rosenau, 1995), es un hecho y el transcurso de la última década, en favor
aparece como una suerte de revancha de de un mapa identitazio fracturado, poro-
la particularidad ante un 'centro' mal ha- so, y heterogéneo. Las dislocaciones des-
bido y disfuncional que, a nivel del estado, critas ponen en juego la idea del carácter
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redunda en lo que Gellner (1994) califica- construido de las identidades, de su fragi-
ra como divorcio entre el sistema político: lidad, y de sus usos estratégicos (Mouffe,
la diversidad cultural de la sociedad civil. 1996). Pero más allá de eso, evidencian que
El repunte de movimientos étnicos: regio- las relaciones entre territorio, población y
nales no debe verse, entonces, como un cultura no son predecibles, unívocas o si-
procesos aislado sino como una respues- métricas (Radcliffe/Wesrwood, 1999); dan
ta a los mismos procesos estructurales que más bien la imagen de una superposición
se suceden a nivel global (cfr. Giddens, variable, maleabilidad radicalizada con la
1999:44). Lo mismo cabe decir con globalización, que impide un 'ensamblaje'
res- estable entre los imaginarios nacionalistas
pecto a las formulaciones institucionales y las estructuras institucionales que los so-
-autonomía, descentralización, federaliza- portan" (Ramírez, 2000:2-3).
ción, estados-regionales- o políticas -sepa-
ratismos o movimientos secesionistas- que Acertadamente Ramírez descifra en el con-
se desprenden de estas reivindicaciones. flicto regional ecuatoriano tres procesos
Las filiaciones identitanas, trayectorias de políticos, históricos y sociales, referidos
identificación o mecanismos de produc- el primero, al proceso más reciente de
ción de lealtades locales no se desintegran, tareas inconclusas de reestructuración
por el contrario, aparecen como marca dis- del Estado Nación por la vía de las refor-
tintiva del nuevo mapa global. Así, en el
Ecuador y Bolivia: El retorno presente de los con_ictos por las autonomías regionales y el trasfondo de las luchas por el poder real
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mas neoliberales que imponen la moder- tos de "crecimiento" y cada vez más
nización y la democratización, que se ha acentuadas depresiones; si bien el autor
caracterizado por la "discontinuidad en cita fuentes oficiales que arguyen que se
las políticas públicas", más la recurren- presentaron "pésimos rendimientos de
cia del déficit fiscal y la apelación a suce- los sectores productivos y financieros",
sivos programas de ajuste", que ante las acompañados por "el deterioro sistemá-
igualmente recurrentes protestas socia- tico de la calidad de vida de más del 70
les, han obligado al gobierno a mantener por ciento de la población y la exacerba-
"modalidades desarrollistas de interven- ción de las desigualdades sociales".
ción", sin que ello le resuelva la ausencia
histórica en la capacidad de respuesta El tercer y último proceso está relacionado
ante las necesidades sociales y económi- con el conflicto fronterizo vivido entre
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cas de la sociedad, como lo pretendía la Ecuador y Perú, que concluyó finalmen-
reestructuración impuesta por el modelo te con la firma de un "acuerdo de paz en
neoliberal. octubre de 1988". Este conflicto que lle-
vaba años acumulando tensión, concluía
El segundo proceso, asociado al primero, así con una reafirmación, por la vía de
está relacionado "con la pertinaz crisis este acuerdo, de una crisis de identidad
económica y social que el Ecuador ha ex- nacional a ambos lados de la frontera in-
perimentado en las dos últimas décadas ternacional.
en el contexto de un proceso de abando-
no del modelo estado-céntrico de desa- El proceso de reconstrucción de las iden-
rrollo y de instauración de un programa tidades étnicas y regionales transcurre así
de liberalización y ajuste". Como en los en el marco del -reacomodo de las bases
demás casos estudiados, el centro de institucionales de la política y la economía
la vida política nacional se centró en la nacionales al contexto global, y de la obso-
economía, bajo los enfoques del control lescencia de los filtros convencionales de
y gobernabilidad que sobre ella ejercen segregación de pertenencia nacional; se tra-
variables macroeconómicas de la órbita ta de un movimiento que cuestiona tanto a
global, en cuyos vaivenes las economías las imágenes de cohesión e integración na-
nacionales se han movido entre momen- cional como al aparato estatal que las pro-
Oikema. Revista de la Fscultad de Ciencias Humanas y Artes
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mueve. La interacción incesante entre los do un nuevo contrato, no solo social sino
movimientos de globalización y localiza- de relaciones entre el gobierno central y
ci6n se hace evidente: el proceso de 'retor- los poderes regionales, a sabiendas de la
no' a lo local, a las micro-identidades, forma fuerte oposición de las élites de Guaya-
parte de y ha sido propiciado por la mis- quil, Manabí y el oriente.
ma dinámica social del sistema capitalista,
en su fase de acumulación flexible global. En su complicado juego hacia la resolución
El capitalismo históricamente ha consegui- de un conflicto de gobernabilidad de
do desplegarse a través y por medio de una ámbito nacional, Correa logró situar en
serie de marcos culturales, políticos y so- un segundo plano el debate por las auto-
ciales diversos y densamente acotados. No nomías regionales, aplazándolo para un
los pulverizará, ni busca su supresión en el segundo momento, tal como en efecto lo
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tiempo, por el contrario, existe una suerte planteó a través de la propuesta de regio-
de reconocimiento y absorción de tales di- nalización de SENPLADES que ya hemos
ferencias con miras a ampliar el espacio de analizado.
mercantilización y acumulación capitalis-
tas (cfr., Hall, 1997). Los flujos globales, en- En este periplo el gobierno ecuatoriano ha
tonces, dan forma y moldean el espacio de contado con elementos del conflicto in-
constitución de 'lo local, 'presionan' hacia ternacional, particularmente el ocurri-
abajo creando nuevas demandas y nuevas do en las relaciones con Colombia por
posibilidades de regeneración de identida- la intromisión de las FARC y la salida de
des locales (Ramírez, 2000:4) las tropas estadounidenses de la base de
Manta, lo cual le ha permitido rehacer en
Es en este marco que irrumpen las propues- cierta forma otro episodio de ratificación
tas de Bucarán, Gutiérrez y Correa, las de los valores y el patriotismo nacional,
dos primeras derrotadas por la belige- tal como ya lo habíamos visto en el caso
rancia de los movimientos sociales en los del conflicto con el Perú.
que se unificaron indígenas, campesinos,
sectores populares urbanos y afroecua- Pese al peso específico de la población que
torianos, además de sectores de clases las élites de las provincias por autono-
medias. Correa llegó al poder prometien- mías regionales pueden movilizar, el
Ecuador y Bolivia: El retorno presente de los con_ictos por las autonomías regionales y el trasfondo de las luchas por el poder real
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gobierno de Correa, más que sus antece- vez en la historia continental, al primer
sores, ha logrado consolidar un consen- presidente indígena.
so alrededor sus necesidades reales, a las
cuales llega a través de políticas socia- A diferencia de lo que usualmente se re-
les de choque y de negociaciones esca- gistra en los medios, esta confrontación
lonadas con los diferentes movimientos no es asunto del presente, y menos de la
sociales: ya con el movimiento obrero, llegada de Evo Morales al palacio pre-
ya con el movimiento indígena reunido sidencial. Estudios relacionados con el
en la Confederación Indígena Nacional caso boliviano, muestran que la llegada
del Ecuador, CONAIE, ya con los movi- de éste al poder constituye el corolario
mientos de los "forajidos", o populares de un proceso de acumulación de fuer-
y clases medias urbanas que lo llevaron zas de un proyecto étnico político que ha
| 99 |
al poder, ya con la iglesia, ya con secto- venido avanzando durante al menos las
res de las élites de Guayaquil, Cuenca y dos últimas décadas.
Manabí, en fin, parece tener claro que el
control del poder real está fuertemente La población boliviana se estimaba en 2006
atado al mantenimiento de la "unidad en 9.627.269 y para 2009 en 10.027.643
nacional" bajo un régimen republicano (INE, 2009) 2.
que propone bajo una organización re-
gional dirigida, no por los autonomistas El 60% de la población está constituida por
sino por el Estado Nacional ecuatoriano, pueblos amerindios de ancestro incai-
con sede en Quito. co, quechua y aymara, aunque también
tienen presencia importante los pueblos
Bolivia y la exacerbación del guaraníes y mojeños.
etnicismo anti indigenista
los primeros viven principalmente en
Bolivia expresa la mayor acumulación de el occidente del país, en los departamen-
tensiones interétnicas de toda Latinoa- tos de La Paz, Potosí, Oruro, Chuquisaca
mérica, pues contiene no solo la mayor
proporción de población indígena sino
2 http://es.wikipedia.org/wiki/Demograf%C3%ADa_de_
el hecho de haber colocado, por primera Bolivialibre
Oikema. Revista de la Fscultad de Ciencias Humanas y Artes
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Seguidamente se muestra el cuadro 7 con ÉTNIA 6% 6ACUMULADO
las 20 principales ciudades y los departa- CHIQUITANO 1306 0.09 76.50
mentos respectivos a los cuales pertene- MOJEÑO 1558 0.10 76.60
cen, incorporando la población estimada OTRO-NATIVO 11198 0.74 77.35
para 2007. NINGUNO 340868 22.65 100.00
Total 1504695 100.00 100.00
AREA # _ COCHABAMBA
Por considerar de valor central, se muestra
QUECHUA 596506 66.11 66.11
ahora (cuadro 8) la composición étnica
AYMARA 62843 6.96 73.07
para la republica de Bolivia, con lo cual
GUARANI 3038 0.34 73.41
se ratifica la esencia nativa del proceso CHIQUITANO 1537 0.17 73.58
político que este país está viviendo y el MOJEÑO 1854 0.21 73.78
peso que esta población ha recuperado OTRO-NATIVO 4486 0.50 74.28
| 101 |
en su derecho a la conducción del país. NINGUNO 232072 25.72 100.00
Total 902336 100.00 100.00
Cuadro 8. Bolivia. Autoidentificación AREA # ORURO
con pueblos originarios o indígenas de la QUECHUA 89762 35.68 35.68
Población de 15 años o más AYMARA 94121 37.41 73.08
GUARANI 291 0.12 73.20
CHIQUITANO 108 0.04 73.24
ÉTNIA 6% 6ACUMULADO
CHUQUISACA MOJEÑO 64 0.03 73.27
QUECHUA 188587 61.03 61.03 OTRO-NATIVO 1578 0.63 73.90
AYMARA 3878 1.26 62.29 NINGUNO 65680 26.10 100.00
GUARANI 7957 2.58 64.86 Total 251604 100.00 100.00
CHIQUITANO 394 0.13 64.99 AREA # POTOSÍ _ _
MOJEÑO 285 0.09 65.08 QUECHUA 320490 77.00 77.00
OTRO-NATIVO 1280 0.41 65.50 AYMARA 26316 6.32 83.32
NINGUNO 106611 34.50 100.00 GUARANI 337 0.08 83.40
Total 308992 100.00 100.00 CHIQUITANO 136 0.03 83.44
LA PAZ MOJEÑO 49 0.01 83.45
QUECHUA 117729 7.82 7.82 OTRO-NATIVO 1155 0.28 83.72
AYMARA 1028105 68.33 76.15 NINGUNO 67742 16.28 100.00
GUARANI 3931 0.26 76.41 Total 416225 100.00 100.00
Oikema. Revista de la Fscultad de Ciencias Humanas y Artes
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Cuadro 9. Bolivia. División política y población por departamentos.
(*)= Todos los datos de población son proyecciones del INE para 2006 [2]. La densidad departamental está calculada con la
proyección de la población de 2006. Otras ciudades importantes son (por departamento): La Paz: El Alto 827.000, Viacha 75.021,
Cochabamba: Quillacollo 90.000 Sacaba 127.000, Tarija: Yacuíba 90.000, Santa Cruz: Montero 90.000, Warnes 47.000, Beni: Riberalta
78.000, Guayaramerín 44.663, Potosí: Puna 40.945 (censo 1992), Tupiza 23.100.
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veces y concentraba en 2007 el 67% de la les hacia el oriente. La articulación del
población total del país. mercado nacional durante la primera
mitad del Siglo XX estuvo muy vincula-
"El crecimiento urbano no ha sido uniforme da a la minería y explica la concentración
en Bolivia. En las tierras altas, con la caí- urbana en el occidente del país, aunque
da de la actividad minera, la importan- más de la mitad de la población era rural
cia de la población urbana ha decrecido todavía. Entonces la red de ciudades es-
en un 21 % durante la segunda mitad del taba dominada por La Paz, Oruro y Poto-
siglo XX. En la zona oriental de Bolivia sí, pero ya Cochabamba era, después de
ha habido un crecimiento demográfico La Paz, la segunda ciudad en importan-
acelerado, que pasó de albergar del 12 % cia del país, pero igualmente vinculada
del total de la población en 1900 al 32 % con servicios a la minería.
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el año 2000. Es en esta región que reside
más del 25 % de la población urbana del Con la emersión de las propuestas populistas
país. En la segunda mitad del siglo xx, de la década de los 50 se generó, según el
se ha registrado un rápido crecimiento autor, una modificación de los patrones
anual de alrededor del 4 % con un pro- de urbanización y de distribución espacial
ceso de concentración urbana de más de de la población boliviana, cuyos impactos
tres cuartos de la población boliviana resultarían claramente visibles a partir de
en ocho ciudades de más de 100.000 ha- los 80, pero particularmente durante los
bitantes. En este proceso, la migración 90. La relación rural-urbana se revirtió y
interna ha tenido un importante impac- la población urbana alcanzó una partici-
to pues generó un proceso acelerado de pación del 64% sobre el total nacional al
redistribución territorial y especialmente comenzar el Siglo XX.
un crecimiento urbano concentrado en
pocas ciudades (Ledo 2002:53, citado por El estancamiento demográfico, generado
Antequera, 2007)". por la consecuente caída de las econo-
mías mineras en occidente, que resultó
Tal proceso migratorio intranacional ha te- en la disminución del crecimiento o pér-
nido ocurrencia sobre las áreas urbanas dida de población de las ciudades, con-
asociadas a los enclaves mineros centra- trasta con el crecimiento del proceso de
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las ciudades de su área de influencia; de de los 60, impactando el eje San Julián
los inmigrantes de Santa Cruz, esta ciu- (Santa Cruz)-El Chapare (Cochabamba)-
dad recibió un 40% y un 33% se asentó en Beni-La Paz; el tercer momento se dio en-
áreas rurales. En contraste sobre los valles tre 1950-1980 con el impulso y desarrollo
un tercio optó por ir hacia áreas rurales; de la agricultura comercial tecnificada
una cuarta parte se quedó en la capital y y la gran y mediana industria agroin-
otro tanto en las ciudades intermedias. dustrial del oriente; el cuarto momento
En la provincia de Cochabamba más de obedece a la emigración internacional a
la mitad de los inmigrantes llegó del alti- la Argentina y Estados Unidos, desde la
plano, reforzando su carácter altiplánico, década de los 70; y el último momento y
según el autor. Caso contrario se dio en presente aún, se inició a mediados de los
Santa Cruz, pues la mayoría de sus in- 80, por cuenta de los ajustes estructurales
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migrantes proceden de las tierras bajas y "y la relocalización que provocó la mi-
solo una cuarte parte del altiplano. En el gración hacia las ciudades del Corredor
altiplano la migración rural urbana afec- y hacia el Chapare por el atractivo de la
ta sobre todo a la ciudad de El Alto, pero producción de la coca", aunque durante
también hay flujos de emigración hacia los 90 la migración hacia las tres princi-
Cochabamba. pales ciudades continuó creciendo, pero
a expensas de población de ciudades in-
En su interesante trabajo, el autor concluye termedias como Potosí, Oruro y de sec-
que tanto la urbanización como la diná- tores periféricos de La Paz que migraron
mica demográfica, expresada en un pa- hacia Santa Cruz y Cochabamba.
trón socio espacial, están determinadas
por las "acciones directas de política eco- Ledo (2002:69, citado por Antequera) con-
nómica y/o la aparición de posibilidades cluye que "factores como la ampliación
de empleo". Un primer momento está re- de la frontera agrícola, el desarrollo de
lacionado con la consolidada primacía de la industria ganadera, la crisis de la eco-
La Paz, que ya para 1950 había recibido nomía minera, el estancamiento de la
importantes flujos migratorios; el segun- industria urbana, las actividades rela-
do momento está relacionado con proce- cionadas con la producción y comercia-
sos de colonización tardía de la década lización de coca, la apertura de vías de
Oikema. Revista de la Fscultad de Ciencias Humanas y Artes
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Según Antequera (2007), una idea anticen- Ante la persistencia de los ánimos anticen-
tralista se ha mantenido latente en la tralistas, avivados con la llegada al go-
historia política boliviana al menos des- bierno de Jaime Paz Zamora en los 90,
de comienzos del siglo XIX, cuando nace se crean más comités cívicos regionales,
precisamente en Santa Cruz un movi- enarbolando ahora como bandera polí-
miento de tal naturaleza que plantea la tica no solo la descentralización político
necesidad de un Estado Federalista. A administrativa sino la elección directa
finales de dicho siglo y comienzos del XX de las autoridades regionales y locales,
tuvo ocurrencia la llamada Revolución a lo que sectores del bloque dominan-
Federal, en la cual el Partido Liberal de te responden con una contrapropuesta
La Paz enarboló la bandera federalista en de descentralización municipalista que
oposición al centralismo impuesto por no incluye la reclamada autonomía de
Sucre. En la segunda mitad del Siglo XX, los departamentos. "En el año 1993, el
Ecuador y Bolivia: El retorno presente de los con_ictos por las autonomías regionales y el trasfondo de las luchas por el poder real
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gobierno de Sánchez de Lozada, propo- busca dar respuesta retórica a las cre-
ne una descentralización administrati- cientes demandas autonómicas de Santa
va, pero no política, pues se teme que Cruz y otros departamentos del oriente
eso lleve a una desintegración nacional, boliviano.
y empieza a hablarse de la Participación
Popular (Cedib 2004)". Con la citada Ley el gobierno nacional lejos
de desconcentrar, re-centralizó el manejo
La eclosión anticentralista se había desatado del presupuesto nacional, manteniendo
ya desde 1985 con las medidas neolibera- su determinación sobre el 75% del mis-
les del gobierno de Víctor Paz Estensoro, mo, dejando un 5% a las universidades
asesorado por el Banco Mundial. En res- y el 20% restante a los municipios, con
puesta a la agudización de la crisis social base en criterios de volumen de pobla-
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generada por las medidas de ajuste es- ción, con lo que la brecha entre munici-
tructural del Estado, la crisis de la mine- pios de mayor y menor tamaño lejos de
ría y el achicamiento del aparato estatal disminuir se acrecienta, pero en igual
y las garantías sindicales y laborales, se proporción se abandona a los sectores
responde, como en todos los países bajo rurales a una peor suerte.
el influjo del modelo, con la creación de
fondos para la atención focalizada de los La Ley de Participación Popular tiene un
pobres, los indígenas y la problemática efecto particularmente fuerte para la
ambiental, buscando de esta manera no consolidación de la estructura urbana
solo paliar la crisis sino evitar conflictos del país, pues se centran en la produc-
sociales de mayor proporción. Ya para tividad urbana, la protección ambiental
1993 se habían privatizado las empre- y la mitigación de la pobreza. Para ello
sas públicas y la seguridad social, pero se determinan cuatro políticas a saber:
se promulga la Ley de Participación Po- "a) la habitabilidad que propone que las
pular, en 1994 (a propósito en el mismo ciudades proporcionen una calidad de
tiempo en que en Colombia por ejemplo vida aceptable para todos; b) la compe-
se promulgan las leyes 134 de Participa- titividad en términos de crecimiento del
ción Comunitaria; la Ley 115 de Educa- empleo, los ingresos y la inversión; c)
ción, entre otras), con la cual el gobierno el buen gobierno y administración que
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a Tarija, capital de la principal región ga- en cumplimiento de un petitorio de 300 mil
sífera de Bolivia, pero la nueva ley del ru- ciudadanos cruceños. Mientras, un bloque
bro, aprobada la noche de este jueves, no de organizaciones indígenas denunció que
tomó en cuenta ese reclamo. El Comité Cí- la demanda es una maniobra divisionista
vico de Tarija informó que la huelga exige de la oligarquía cruceña, el presidente Car-
igualmente la construcción de una carre- los Mesa, en una breve visita a Santa Cruz,
tera a Paraguay y la renuncia del prefecto emplazó este jueves al congreso a atender
(gobernador) lugareño, Jaime Amézaga. la exigencia y convocar el referendo.
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Los Movimientos Sociales (MS) se hicieron mento) y el todo (nación). Es un registro
visibles a través de marchas, bloqueos de importante el hecho de que los jefes de
calles y caminos, y otras formas de pro- los partidos "nacionales" guarden silen-
testa. En aquellos momentos en que sus cio frente a ciertos enfrentamientos entre
acciones alcanzan un punto alto, surge las élites, cediendo la palabra a las gran-
casi siempre como correlato y contrape- des centrales empresarias. Además, en
so, sin relación aparente, una fuerte de- estas situaciones los diputados forman
manda del movimiento regionalista. En bloques por región (brigadas), al margen
estas situaciones, el gobierno nacional (y de las tiendas políticas a las que pertene-
la élite LP) ven como se abren dos líneas cen y de la ideología que invocan.
de conflicto, a izquierda y derecha, lo
que lo obliga a negociar con ambas fuer- Al aproximarse las elecciones, las fuerzas se
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zas a la vez - sobre diferentes temas- en ordenaron en una forma más "clásica".
situación de extrema debilidad. Además, La divisoria principal pasó roturando o
las principales decisiones están acotadas achicando los débiles partidos del centro,
por un campo de restricciones impuesto especialmente el que intentaban cons-
por los organismos internacionales. De truir los alcaldes de las principales ciu-
esto el gobierno tiene plena conciencia, dades. Los sectores que siguen a las dos
pero no siempre ocurre lo mismo con los principales élites regionales se alinearon
demás actores. en torno a un gran partido "nacional" y
se desplazó el conflicto interregional a
Las contradicciones entre ambas élites apa- un segundo plano para hacer un frente
recen en el imaginario de los actores común ante populistas y radicales, hecho
como conflictos entre sus respectivas que arroja luz sobre la naturaleza pro-
sociedades regionales o entre el cen- funda de los clivajes sociales.
tralismo y las regiones, o bien como un
choque entre "civilizaciones" (es decir, Luego del triunfo electoral del Movimien-
etnias). Es evidente que hay intereses es- to al Socialismo (MAS) se abre la interro-
pacialmente diferenciados, pero algunas gante acerca de cómo se manifestarán las
cuestiones son propias de las tensiones tensiones entre las nacionalidades:
entre una de las partes (región - departa-
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"Según una definición clásica de Dahl, la El autor destaca que la situación boliviana
agenda mínima de una transición combina está caracterizada por tres aspectos críti-
medidas de liberación política con la apertu- cos, a saber: El primero, relacionado con
ra de canales para la participación pública. una modernización tecnológica fragmen-
Obviamente, la agenda se complica cuando taria y en la que además coexisten secto-
las demandas de participación democráti- res modernos y tradicionales; el segundo
ca chocan con la reivindicación de derechos relacionado con la pauperización gene-
de grupo que tendrían su fundamento en ralizada que hace que la mayoría de la
vínculos étnicos. Tendencias a la etnische población tenga un percepción proclive
Schließung, al 'cierre étnico', del proceso de- al cambio, así "no tengan una idea total-
mocrático advierten sobre la eventualidad mente clara de sus metas"; y tercero, que
preocupante de una colisión de derechos hay sectores, de élite por supuesto, que
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colectivos con derechos individuales..." no están dispuestos a aceptar un escena-
(Kraus, 1996: 74, citado por Vidal, 2006:4). rio de igualdad de oportunidades econó-
micas y educativas, promovidas por el
En el marco de una democracia liberal es gobierno nacional y las declaraciones de
aceptable que los grupos luchen por im- los organismos internacionales de dere-
poner su visión, pero respetando el dere- chos humanos.
cho legítimo del adversario a expresar su
posición. Pero es cierto también que la recesión gol-
pea tanto a los sectores medios como al
Detrás de este amplio espectro se oculta la empresariado dependiente de los crédi-
siniestra telaraña de las redes del narco- tos del sector financiero nacional e inter-
tráfico. nacional. Vila del Prado agrega que "si
bien la solidaridad de la familia amplia-
Dada la muy desigual distribución del in- da amortigua estos golpes, la "privación
greso y de las tierras, el punto clave de la relativa" que supone el deterioro del ni-
discusión es la propiedad pública de los vel de vida, en las regiones periféricas,
recursos naturales (hidrocarburos, agua los empuja hacia la adopción de posicio-
y tierra). nes extremas desde las cuales perciben al
centralismo como la causa de todos los
Ecuador y Bolivia: El retorno presente de los con_ictos por las autonomías regionales y el trasfondo de las luchas por el pod er real
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males, o bien hacia la emigración. A esto notable crecimiento del sector exporta-
debe agregarse la disonancia e insatisfac- dor de materias primas provenientes del
ción que los cambios en la estructura so- sector primario y el nacimiento de indus-
cio-familiar causan en las mentalidades trias intensivas en mano de obra.
conservadoras. Estos cambios obedecen a
la ya citada emigración, a pautas de com- El autor reconoce que ante este panorama
portamiento tomadas de los países más "se recomponen pactos y alianzas entre
desarrollados y la modernización de un fuerzas sociales que representan a las
segmento importante del mercado labo- fracciones de la élite dominante sobre la
ral que exige competencias que van más base del incremento de los recursos fis-
allá de la posesión de un diploma o de la cales procedentes de los hidrocarburos.
pertenencia a una familia tradicional" Se fortalecen las prácticas clientelares. La
| 115 |
estabilidad depende de pactos entre ac-
En este escenario las élites regionales, con- tores políticos que permitan una cierta
formadas por sectores económicos con redistribución de las rentas estatales. De
poder político compiten por los recursos no existir estos pactos, se acrecientan los
públicos pero también por la toma de de- riesgos asociados con la fragmentación y
cisiones, tratando de minar la capacidad el conflicto".
del Estado central a favor de intereses
particulares que cuestiona su desconoci- Quizá en respuesta a esta última posibili-
miento de las realidades regionales. Por dad "el gobierno nacional ha dado un
esta vía se induce un desgarramiento del paso importante creando los consejos
tejido social, alimentado además por una pre-autonómico y pre- constituyente. Los
creciente informalización de la economía, mismos están integrados por personali-
aunque se reconoce un aumento en la dades (líderes indígenas, empresariales,
eficacia del Estado Nación para resolver gremiales, vecinales y científicos socia-
las acumuladas necesidades básicas de la les). Estos fueron elegidos a título perso-
población. nal, sin tener en cuenta su representación
partidaria o corporativa. La misión no
Simultáneamente y con la imposición de un del todo explícita de estos consejos es es-
nuevo orden internacional, se aprecia un tablecer una agenda temática y proponer
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