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GANAR
DISCIPULAR
ENVIAR
PLAN DE CONSOLIDACION
“Lección de apertura de una célula de crecimiento”:
Introducción:
Recomendamos para el día de la apertura preparar un refrigerio donde todos puedan
participar en un ambiente de alegría y de fiesta. También, si es posible, proyectar el
video ¿QUIÉNES SOMOS?, que el líder principal de la Red puede solicitar en la Oficina
de Discipulado en Quinta Lydia.
La visión de CCN tiene como fin cumplir con el mandato que Jesús nos dejó a todos
sus hijos, que es la de “ir y hacer discípulos a todas las naciones” Mateo 28:19.
Por esta razón nuestra visión empieza con las palabras “predicar el evangelio del
reino”.
El reino de Dios es que usted conozca y experimente el poder del amor de Dios para
su vida, que es el de la restauración de todas las cosas; Jesucristo vino a esta tierra
para recuperar su vida de las tinieblas y trasladarlos al reino de la luz; para que tú y
yo podamos poner en orden toda nuestra vida según como Dios lo ha determinado.
De algo podemos estar seguros, el plan de Dios para todos nosotros es bueno,
agradable y perfecto. Rom. 12:2.
II.- ¿De qué manera me ayuda la célula de crecimiento para desarrollar mi liderazgo
en Dios?
1. En ella trabajaremos con tu corazón para que descubras todo el potencial que
hay en tu vida, por medio de las enseñanzas que te impartimos, las cuales buscan
mostrarte que Dios es dueño de todas las cosas. Esta es la razón por la que en las
células encontrarás temas enfocado a tu familia, a tu economía, a tener una vida de
oración y entrega a Jesús.
2. En la célula de crecimiento te invitaremos a participar de un Encuentro, que se
realiza regularmente un fin de semana (Desde el viernes en la noche al domingo en
la tarde); donde te daremos temas como: “Decisiones”, “Arrepentimiento”,
“Descubriendo las Ataduras Para Ser Libres”, “El Nuevo Hombre y La Gracia”, “El
Espíritu Santo”, “La Llenura del Espíritu Santo” y otros.
3. El encuentro solo será el inicio de un proceso del cual tú estás llamado a
participar para descubrir lo que Dios tiene para tu vida.
El saber que somos hijos de Dios, y que la palabra dice que nosotros somos cartas
abiertas, por tanto debemos permitir que las personas puedan leer en nosotros el
amor de Jesucristo; esta es la razón por la que no solo nos conformamos con ser
personas que asistan a una reunión congregacional para recibir de parte de Dios,
estamos en la necesidad de demostrar con actos de fe, amor y perseverancia, que
Jesús quiere que tengamos una mejor vida y esa vida solo se encuentra en Él.
1.- Introducción: La vida nos presenta retos constantes que debemos asumir. Algunos
son el producto del crecimiento espiritual o secular que nos obliga a asumir otras
responsabilidades. Están en el marco de lo previsible, es decir, sabemos que llegarán y en
algunos casos, hasta los esperamos. Otros, por el contrario, están fuera de nuestras
previsiones y pueden sorprendernos cuando tocan a la puerta. Fueren cual fueren las
circunstancias, debemos estar preparados para asumir esos retos con ayuda de Dios.
3.- Dios respalda a sus siervos (vv. 3, 4) ¿Quiénes son los siervos del Señor llamados
a asumir retos? Todos aquellos que profesamos fe en Jesucristo. La tarea de liderar,
inicialmente recae en pastores, obreros y líderes, pero pronto recaerá sobre nuestros hombros
cuando recibamos la formación necesaria. Es como una carrera de postas o de relevos en la
que un atleta entrega a otro la posta para proseguir la carrera. Cuando vamos de la mano de
Dios, cuando asumimos el compromiso y cuando somos conscientes de la misión que reposa
en nuestras vidas, podemos tener la certeza de que las mismas palabras del Todopoderoso a
Josué, se aplicarán a nosotros en el sentido de concedernos la victoria: " Yo os entregaré
...todo lugar que pisare la planta de vuestro pie".
4.- La presencia de Dios nos fortalece (vv.5) Muchas tareas que Dios nos encomienda
no son fáciles. Algunas están estrechamente relacionadas con la extensión del evangelio.
Otras forman parte de la cotidianidad: Criar y educar a nuestros hijos; desarrollar eficazmente
nuestro trabajo secular; orientar a una comunidad y propender por su desarrollo, etc. Cuando
sentimos que no tenemos la fuerza necesaria o tal vez que no seremos capaces de asumir
esos nuevos retos, es necesario recordar que Dios está junto a nosotros tal como lo anunció
a Josué: "Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida... estaré contigo...
no te dejaré, ni te desampararé".
5.- Toda misión está rodeada de obstáculos (v. 6). Pensar que los grandes logros son
fáciles, que son posibles en un abrir y cerrar de ojos o quizá de la noche a la mañana, es un
error. Los soñadores y quienes llegan lejos saben que deben pagar el precio. Es probable que
por semanas, meses o años deban sembrar semillas que sólo germinarán en éxito cuando
pase el tiempo. El secreto está en la perseverancia. Este principio lo enseñó Dios a Josué y
también a nosotros: "Esfuérzate y se valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos".
6.- Las misiones se cumplen al pie de la letra (v. 7). ¿En dónde radica el error que
lleva al fracaso de muchas de nuestras metas y propósitos? En dejar de lado las
recomendaciones de Dios, en no buscar su guía y dejarnos mover por nuestros sentimientos
y corazonadas. Allí estriba el problema. ¿Recuerda a Noé? Las Escrituras muestran que fue
obediente al Señor cuando le impartió las especificaciones del Arca. No modificó las pautas,
las acató. (Génesis 6:22). La fidelidad a los postulados del Señor, aplicados a todo cuanto
hagamos, genera victoria. "...no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que
seas prosperado en todas las cosas que emprendas".
7.- Conclusión: En Dios encontramos la fortaleza necesaria para asumir los retos que
constantemente nos depara la vida. En Su ayuda y acompañamiento permanente está el
secreto para salir airosos y vencedores en cuanta misión se nos encomiende. Usted y yo
nacimos para vencer. Nada determina que no podamos asumir retos y además, alcanzar la
victoria. ¡Usted puede, con ayuda de Dios!
.Lección 2: La Palabra de Dios nos prepara para vencer.
1.- Introducción: En una librería de Santiago de Cali encontré hace algunos días que los libros más
vendidos son aquellos que tratan de la superación personal y cómo lograrla, así como los textos de
Programación Neuro - Lingüística (PNL). De acuerdo con estas pautas, utilizadas en buena parte por la
errada y peligrosa corriente de la Nueva Era, se plantea que el hombre se auto programa con lo que dice
y que la información grabada en el cerebro, se refleja en acciones concretas. Lo malo del asunto es que
esta autodeterminación deja de lado a Dios y busca exaltar las potencialidades del hombre. Sin embargo
los cristianos tenemos claro que podemos lograr muchas y grandes cosas, con ayuda de Dios. Y si vamos
a "programar la mente" es con la Palabra de Dios que nos lleva a la victoria.
Cuando leemos, asimilamos y ponemos en práctica la Palabra de Dios, nuestras actitudes son
moldeadas conforme a Su santa voluntad, y se reflejan en una buena relación con el Señor, con nosotros
mismos y con los demás. Dios le dijo a Josué: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que
en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien". Observe
cuidadosamente que esta sí es programación de nuestra mente y de nuestro corazón, pero esencialmente
girando en torno a la Palabra de Dios.
Un principio para vencer, cualquiera que sea nuestra misión –secular o eclesial—, es fortalecernos. ¿De
qué manera? En Dios (Filipenses 4:13). Los obstáculos llegarán. En cierta medida es natural que se
presenten en el camino. Pero si en medio de las crisis volvemos al mirada al Señor, admitimos nuestra
debilidad, pedimos su guía y fortaleza para avanzar y seguimos al pie de la letra su orientación, nada
podrá detenernos. De ahí la importancia de una recomendación que le hace el Todopoderoso una y otra
vez a Josué "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes..."
4.- Un siervo de Dios actúa en la voluntad de Dios (vv.10-15)Una vez Josué recibe instrucciones
de Dios, actúa. No lo hizo antes. Puede que supiera –en apariencia—cómo hacer las cosas. Pero no se
apresuró. Las grandes decisiones en esta vida debemos tomarlas con calma y bajo la guía de nuestro
amado Hacedor, Aquél que todo lo puede. Obrar en nuestras fuerzas cava el sendero para la derrota.
5.- La autoridad no se impone, se gana (vv.16, 17).La principal característica de los líderes
dictatoriales es la imposición. No consultan nada, sólo imponen. Los subalternos antes que sentirse
motivados a seguir unas directrices, sienten el golpe del atropello verbal, y obran movidos por el miedo
o por las circunstancias, guardando resentimiento en la mayoría de los casos. La pauta a seguir es pedir
a Dios que nos oriente sobre cómo actuar. En caso que nuestro desenvolvimiento sea a nivel eclesial,
pedir que nos respalde con autoridad. Al impartir instrucciones Josué, el pueblo israelita vio en él la
autoridad que provenía de Dios. "Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos
todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera
que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová
Dios esté contigo, como estuvo con Moisés".
6.- El líder motiva o desmotiva a su pueblo (v.18).No hay nada que se contagie y se propague
más que el desánimo o quizá la inseguridad. Sin embargo, cuando un líder está seguro de cuanto hace,
infunde esa misma seguridad a sus subalternos. Este principio se aplica para quien tiene una
responsabilidad secular o eclesial como también para un padre de familia. Ese fundamento lo hayamos
cuando al recibir instrucciones de Josué, el pueblo termina su compromiso de colaboración con una frase
muy diciente: "Cualquiera que fue rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en
todas las cosas que le mandes, que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente".
Los israelitas demandaban de su líder seguridad y fidelidad a Dios. Esos dos principios fueron los garantes
del éxito que rodeó la vida de Josué.
7.- Conclusión: Mediante una estrecha dependencia de Dios, los cristianos nos preparamos para
vencer en cualquiera que fuera nuestro frente de trabajo: eclesial o secular. Si nos mantenemos fieles a
El, no solo nos otorgará la seguridad sino la autoridad necesarias para desarrollar un buen desarrollo en
nuestras ejecutorias. Es con ayuda de Dios que nos programamos para vencer...
Lección 3: La presencia de Dios nos acompaña.
Base Escritural: Josué 2:1-7
1.- Introducción:¿Alguna vez se ha preguntado acerca de la forma extraña, pero sin duda maravillosa,
como Dios manifiesta su poder en la vida de los creyentes? Todo cuanto ocurre nos revela dos cosas. La
primera, que Dios no nos desampara en ningún instante, y la segunda, que Dios tiene todo
cuidadosamente planeado. Si estamos en el centro mismo de su voluntad, nada será improvisado, por el
contrario, las cosas saldrán bien. ¿Qué hacer entonces? Pararnos en la brecha, dispuestos al obrar divino,
conscientes de que con su ayuda, lograremos proezas.
Con frecuencia me pregunto ¿Qué sería de nueva existencia si todo fuera color de rosa y nada nos
obligara a echar mano del ingenio y de las fuerzas, que no creíamos tener, para sobreponernos a los
obstáculos?. Creo que un tránsito así sería demasiado rutinario desde el nacimiento hasta la muerte.
A este primer razonamiento debemos sumar otro: ¿Para qué nos sirven los retos? Para crecer. Cada
nuevo muro que encontramos frente a nosotros, nos permite madurar en el conocimiento, dinamizar
nuestras capacidades –muchas veces inactivas--, emprender nuevas rutas y llegar a niveles
insospechados, incluso niveles que jamás pensaríamos alcanzar. En la vida de los dos espías enviados
por Josué desde Sitim, se torna gráfico este planteamiento (versículo 1). ¿Cuál era su misión? Reconocer
la tierra. Todo delante era desconocido, sin embargo antes que dimitir o volver atrás, se sintieron
estimulados por la misión.
Donde quiera que iban los israelitas, marcaban la diferencia. Su fisonomía, actitudes frente a la vida,
fe en el Dios de poder a quien habían clamado y a quien habían visto obrando en etapas claves de su
travesía por el desierto, tornaba evidente su diferencia de las demás poblaciones. Esa condición llevó a
que el rey de Jericó dijese: "He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta
noche para espiar la tierra"(versículo 2 b). El relato en el cual apreciamos que
absolutamente nada --ni sus palabras ni sus hechos-- llevó a que pasaran inadvertidos, debe motivarnos
a reflexionar: ¿Sus palabras y hechos revelan que usted es cristiano?¿Su desenvolvimiento en el ámbito
secular marca la diferencia o es tan mundano, malhablado y malpensado como quienes le rodean?
Alguien relató de qué manera iba a atravesar una calle de intenso tráfico. Se trataba de una mujer
cristiana. Iba tan preocupada por sus problemas, que no advirtió el vehículo que se acercaba a toda
velocidad. Justo cuando estaba a pocos centímetros de producirse el impacto, sintió como alguien la
empujaba hacia la acera. En el suelo, todavía sin entender qué había ocurrido, vio la silueta de un hombre
que se alejaba. Minutos después, mientras compartía su experiencia con los curiosos, escuchaba
asombrada: "¿Cuál persona? Aquí jamás estuvo nadie. Supusimos que escapó al accidente por una rápida
reacción". La mujer insistía en que la mano de alguien la había puesto a salvo. ¿Existen los ángeles?
Sin duda. Figuran en uno y otro pasaje de las Escrituras. Pero también es un hecho que personas a
nuestro alrededor se convierten en esos ángeles humanos a quienes Dios utiliza para guardarnos. Aunque
no tienen la figura angelical descrita en la Palabra, se constituyen en poderosos instrumentos del creador,
tal como podemos apreciar en la vida de Rahab (versículos 3 al 5). ¿Qué impide que el Señor utilice en
sus planes supremos a alguien rechazado por la sociedad? Nada. Esa es la razón por la que esta mujer
de mala reputación para los de Jericó, llegó a ser ficha clave en los planes de la conquista de la ciudad.
Aún cuando las circunstancias lucían adversas porque se trataba de dos espías puestos al descubierto
en una ciudad grande, Dios obró prodigiosamente y, dentro de sus planes perfectos, no pudieron
capturarlos. "Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos
de lino que tenía puestos en el terrado. Y los hombres fueron tras ellos por el camino del
Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los
perseguidores."(versículos 6, 7).Es probable que ahora mismo esté atravesando por un período difícil
en el que considera que nada bueno puede ocurrir. ¡Está equivocado! Si su vida está en manos de Dios,
El le guardará y hará que todo salga a su favor. Jamás olvide que nuestro Dios es poderoso y nada impide
que se cumplan sus designios...
6.- Conclusión:¿Qué impide que avancemos hacia el cumplimiento de nuestras metas? Los límites que
ponemos a los planes de Dios. Si estamos en el centro mismo de Su voluntad, todo cuanto ocurra obrará
a nuestro favor para alcanzar esos propósitos que –humanamente—lucen imposibles de materializar.
¿Qué se necesita entonces? Que medite un poco en torno a cómo avanza su existencia y tome la
determinación de ajustar sus pasos conforme lo va señalando el sendero de Dios. ¿Cómo conocer la
voluntad del Señor? Mediante la oración y la lectura de Su Palabra. Si lo hace, no cabe duda que será
instrumento en manos del Creador para asumir nuevos retos.
Lección 4: El valor de una promesa.
Base Escritural: Josué 2: 8-24
1.- Introducción:
¿Alguna vez se ha preguntado si la presencia de Dios va con usted? Si ha meditado en el asunto, aflora
un segundo interrogante ¿Cuáles son las razones por las que afirma que el Señor le acompaña?¿Se
percata de la trascendencia de estas dos preguntas? La forma como las despeje constituye la base para
que revise e imprima cambios a su vida, con ayuda del Señor, con el propósito indeclinable de permanecer
en el centro mismo de su voluntad. Ese es un punto esencial que desarrollaremos en la presente lección.
La presencia del Señor era evidente en los dos espías enviados por Josué a la ciudad de Jericó. En el
pasaje bíblico leemos "Antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado, y les dijo: Sé que
Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos
los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que
Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo
que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón
y a Og, a los cuales habéis destruido."(versículos desde el 8 hasta el 10).
¿Qué veían los enemigos de los israelitas? A través de este pueblo podían apreciar la forma gloriosa
como el Señor se había manifestado en sus existencia. Igual ocurre con su vida. Si está en el sendero de
Dios, es inevitable que a su alrededor aprecien los cambios que experimenta, no solo en su forma de
pensar sino también de actuar.
Cuando Dios toca la vida de una persona, genera transformaciones y produce cambios que nadie puede
ignorar. Es la consecuencia apenas natural de renunciar al propósito de guiar la existencia conforme
nuestros propósitos errados, y someternos a El.
Cabe aquí preguntarnos: Cuándo las personas analizan mis palabras y mis hechos, ¿pueden apreciar
en mi a un Dios de poder?¿Piensan acaso que el Señor que guía mis pasos puede transformar vidas o
quizá piensan que es intrascendente?
Con demasiada frecuencia vemos hombres y mujeres inmersos en enormes dificultades porque
empeñaron su palabra y no pudieron cumplir lo prometido. Usted mismo es probable que esté enfrascado
en dificultades porque no pensó antes de decir "si" o tal vez "no".
El pasaje describe un compromiso que las circunstancias produjeron y que obligaron a los dos espías a
tomar una decisión: "Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho
misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis
una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas,
y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte. Ellos le respondieron:
Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando
Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad."(versículos
desde el 12 hasta el 15).
La misión que los dos espías cumplían, estaba en consonancia con los planes de Dios. Ese hecho
determinó que tuviera feliz término (versículos 14 al 24). Cuando emprendemos un reto delante del Señor
pero, antes que sujetarnos a sus orientaciones, aplicamos nuestro criterio y nos amparamos en la
"experiencia que hemos acumulado", lo más probable es el fracaso.
Bien diferente cuando nos circunscribimos a los postulados del Creador. Aunque no comprendamos
inicialmente el por qué de cada instrucción, si las seguimos al pie de la letra, todo saldrá bien.
6.- Conclusión: Si nuestra esperanza está fijada en Dios, la perspectiva que tenemos de todo cuanto
ocurre es optimista, revestida de fe, con la firme certeza de que nacimos para ganar y no para ser
fracasados. Este principio de vida cristiana práctica lo apreciamos en el regreso de los dos espías al
ejército de Josué: "Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y
vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido. Y dijeron
a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores
del país desmayan delante de nosotros."(versículos 23 y 24).
¿Cuál es su actitud frente a los retos de la cotidianidad? ¿Lo embarga el temor o es consciente y le
asiste el convencimiento de que con ayuda de Dios es un triunfador? En sus manos está la respuesta..
Lección 5: El paso del Jordán
Base Escritural: Josué 3:1-6
1.- Introducción:
2.- Los asuntos importantes hay que tomarlos con calma (v. 1).
¿En dónde estriban los grandes errores cuando tomamos decisiones que marcan nuestra
existencia y las de quienes nos rodean? En la premura con la que obramos, sin tomarnos el
tiempo suficiente para evaluar lo que vamos a hacer. Esa tranquilidad antes de obrar es la
que experimentaron los israelitas: "Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos
de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de
pasarlo."(versículo 1).
¿Ha pensado lo eficaz que sería analizar reposadamente todas las decisiones que adoptará?
Este es un principio de cambio que transformará su vida y ministerio...
Una de las fallas en que se incurre con mayor frecuencia, estriba en permitir que nos muevan
las emociones antes que la razón. Consultamos a Dios las consecuencias son inevitables. No
solo es inevitable la serie de problemas que se desprenden de decisiones erradas, sino que
además, por mucho que deseáramos volver el tiempo atrás, nada podemos hacer. De ahí que
revista importancia la decisión de los líderes tal como lo relatan las Escrituras:" Y después
de tres días, los oficiales recorrieron el campamento..." (Versículo 2). Un principio
que le invitamos a asumir es a examinar bien todos los pasos que vaya a dar.
Es interesante la advertencia que hizo el conquistador israelita: "Y Josué dijo al pueblo:
Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros. Y habló Josué a
los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos
tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo."(versículos 5, 6). La ecuación
era y sigue siendo sencilla: confiar en Dios se refleja en hechos portentosos de parte del
Creador en respuesta a la fe.
6.- Conclusión
Los cristianos nos encontramos permanentemente enfrentando retos para los cuales fuimos
llamados a vencer. Es un principio que debe primar en todo cuanto hagamos. El Dios de los
cielos no nos creó para perder, sino para ganar. Sobre esa base, nuestra fe debe orientarse a
crecer y ver la gloria divina. Si en algún momento le asalta alguna inquietud referente a qué
puede ocurrir con su mañana, tenga claro que usted fue llamado a tener el mejor porvenir
porque el Señor está de su parte..
Lección 6: La hora decisiva...
Base Escritural: Josué 3:7-17.
1.- Introducción:
Igual ocurre con nosotros hoy. Alcanzamos la victoria cuando avanzamos en las fuerzas de
Aquél que todo lo puede, y no en las nuestras.
Con frecuencia hallamos hombres y mujeres que buscan relevar su espiritualidad con frases
como "El Señor me dijo...", "He sentido de Dios hacer esto..." o también: "El proyecto que
iniciamos hoy nació en el corazón de Dios..." De esta manera validan todo cuando dicen o
hacen, atribuyéndolos a órdenes directas del Señor.
Sin embargo y como podemos leer en el versículo siete del texto que estudiamos hoy, no
es necesario legitimar con apreciaciones humanas que aseguramos vienen del Creador, para
reafirmar una vida de consagración. La presencia suya es evidente en aquellos que creen. Si
Jesucristo mora en nosotros y nos confiere autoridad para desarrollar un ministerio, tal
respaldo saltará a la vista. En Josué este principio se hizo realidad, y sin duda, ocurrirá igual
con cada uno.
Si partimos de la base de que no hay nada imposible para Dios (Lucas 1:37 b), y de que
para quien cree todo es posible (Marcos 9:23), entonces entendemos con mayor facilidad que
si anhelamos que todo lo que hagamos tenga éxito, es necesario involucrar a Dios en nuestros
planes y proyectos.
Para nosotros luce imposible, o al menos muy complejo de racionalizar, el que las aguas
puedan dar paso a todo un pueblo, deteniendo su caudal. En la lógica humana no cabe que
tanto el mar Rojo como el río Jordán pudieran interrumpir su curso para permitir el tránsito
al pueblo de Dios, con el propósito de que pasaran en seco.
Sin embargo Dios lo hizo así con los israelitas. Y seguirá manifestándose poderosamente si
toda nuestra confianza está volcada en Él. Los problemas que golpean a nuestra puerta, por
grandes que parezcan, tendrán atención si desarrollamos fe en su poder ilimitado...
6.- Conclusión:
1.- Introducción: Los cristianos estamos formando nuevas generaciones. Se trata de hombres y
mujeres que tendrán, a vuelta de poco tiempo, el gobierno no solo de nuestra ciudad sino también del
país y del planeta. ¿Cuál es el compromiso que tenemos hoy? En esencia debe sintetizarse
en dos principios. El primero, ser gratos con nuestro amado Señor por el amor y ayuda que siempre nos
depara, y el segundo, formar a nuestros hijos en la Palabra. El texto que analizamos hoy nos ofrece
muchas luces al respecto. Su aplicación se reflejará en cambios de significación en los hogares.
Imagine por un instante a un padre amoroso que vigila, desde una ventana, el paso de sus hijos de
una acera a otra. Sabe que, teniendo todo bajo control, nada podrá ocurrirles. Sin embargo se percata
hasta último instante de que cumplan su tránsito sin mayores problemas. Está presto a ayudarles. Esa es
la imagen que podemos hacernos de nuestro Dios cuando apreció el desplazamiento de los israelitas a
través del Jordán. Los dos primeros versículos nos
revelan a un Padre que no solo tiene cuidado de hasta el más mínimo detalle, sino también que vela
porque los planes se cumplan tal como se tenían previstos.
Una de las prácticas generalizadas en Latinoamérica, y seguramente usted puede testimoniarlo con sus
viajes, es llevar o traer recuerdos de lugares que se visitan. Luego los ubicamos en un lugar de la sala de
estar y se muestran a los invitados: "Esta fotografía la tomé cuando visité Ecuador; aquí aparecemos
junto a la playa de Esmeraldas y en esta más, de Atacames. Pero si observan estas artesanías, las trajimos
de Cotacachi". Y podría pasar mucho tiempo exponiendo recordatorios que justamente traen escenas de
tiempos pasados y que para usted son gratos. Las piedras que debían los israelitas
traer del Jordán cumplían una función semejante. Eran el testimonio de que Jehová de los ejércitos los
había pasado de un territorio desértico, a la tierra prometida. Jamás debían olvidarlo, como
infortunadamente hicieron. Para nosotros este segmento del relato debe ser ejemplo de la necesidad de
tener presente siempre todo lo que ha hecho Dios a nuestro favor.
6.- Donde quiera que vamos, Dios debe ocupar el primer lugar (v.8)
Reviste particular significación el hecho de que el pueblo de Israel, no solo entendió y asimiló las
instrucciones del Señor sino que además, puso en práctica la recolección y movilización de las piedras
que representaban a cada una de las tribus: "Y los hijos de Israel lo hicieron así como Josué les
mandó: tomaron doce piedras de en medio del Jordán, como Jehová lo había dicho a Josué,
conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, y las pasaron al lugar donde
acamparon, y las levantaron allí."(versículo 8).
7.- Conclusión:Un término que toma fuerza en nuestro tiempo es "Ponerse la camiseta". Significa
asumir sentido de pertenencia por lo que hacemos, por la cultura, por nuestras convicciones políticas,
recreativas o de fe. Los israelitas entendieron y asumieron este principio porque, al tomar las doce piedras
que representaban a cada una de las tribus y llevarlas consigo, estaban plenamente identificados con la
certeza de que Dios les había acompañado y sin duda lo haría en la conquista de la tierra prometida.
Cuando tenemos "sentido de pertenencia" difícilmente nos mueven las pruebas o los obstáculos que
encontremos enfrente. Permaneceremos firmes en la fe y, bajo la certeza de que ese obrar maravilloso
puede también impactar a otras personas, compartimos el evangelio entre quienes no conocen a Cristo
Jesús como Señor y Salvador.
Lección 8: Dios no deja nada a medio concluir
Base Escritural: Josué 4:9-24
1.- Introducción: ¿Cuál es la característica más sobresaliente de un líder? Una palabra que
encierra un enorme significado: "hagamos". Quienes no tienen definido su liderazgo
generalmente dirán: "Hagan", dejando sobre los hombros de los demás, todo el trabajo.
El líder por el contrario, y como lo podemos apreciar en la vida de Josué, es el primero que obra
y de esta manera, además de compartir ejemplo con todos sus inmediatos colaboradores,
demuestra que lo que solicitará que se haga, no solo no es imposible, sino que además es posible
y beneficioso para todos.
2.-Un secreto de victoria: tener a Dios presente en todo (v. 9)
Resulta curioso pero a la vez muy significativo el hecho de que si bien el pueblo israelita fue instruido
sobre la necesidad de traer piedras del río Jordán, el propio Josué lo hizo, Cada tribu recogió una roca. El
recogió doce:" Josué también levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde
estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado allí hasta
hoy."(versículo 9). Ese túmulo quedó para siempre como un testimonio de que aquél siervo reconocía
en Dios, su ayudador y el secreto de sus victorias. Una pregunta que es fundamental para todo creyente
¿Reconoce usted a Dios en todos sus caminos?
Dentro de las muchas confusiones que hay en el liderazgo y que cobran particular importancia cuando
analizamos la vida de Josué, vale la pena mencionar que junto con los sacerdotes, eran los primeros en
emprender las tareas y los últimos en retirarse del campo de trabajo. ¡Qué diferente de nuestros líderes
hoy! Muchos anhelan ocupar puestos de prominencia o ser pastores, para impartir órdenes y eximirse de
cualquier trabajo duro. ¿Es eso lo que espera el Señor Jesús de nosotros? En absoluto. El dijo que no
venía a ser servido sino a servir. Por esta razón no entendemos la actitud tiránica de muchos hombres y
mujeres recién asumen alguna posición de responsabilidad...
¿recuerda usted a los hijos de Rubén, de Gad y la media tribu de Manases? Ellos habían tomado
territorio antes de cruzar el Jordán. Sin embargo entendieron que en el pueblo de Dios no puede
concebirse la actitud egoísta de "Como ya resolví mi problema, que los demás vean cómo resuelven los
de cada uno". Ellos acompañaron a sus hermanos, comprometidos a no regresar hasta que acabaran la
tarea. Un segund o elemento
de mucha importancia en estos tres versículos estriba en el cumplimiento de sus promesas. Cuando
empeñamos nuestra palabra en algo, para testimonio de vida cristiana y en aras de consolidar nuestras
relaciones interpersonales, debemos cumplir con todo aquello con lo cual nos hallamos comprometido.
El río Jordán no se cerró hasta que hubo pasado hasta el último israelita. Así son las obras de Dios,
perfectas. Jamás deja nada comenzado. Es una característica de nuestro amado Señor. En todo momento
se compromete y cumple los propósitos que tiene en su corazón. "Y aconteció que cuando los
sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová subieron de en medio del Jordán, y las
plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en lugar seco, las aguas del Jordán se volvieron
a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes. Y habló a los hijos de Israel, diciendo:
Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, y dijeren: ¿Qué significan estas
piedras? declararéis a vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán. Porque
Jehová vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros... ."(versículos 18, 21-24).
Igual ocurre con aquellas personas en las que Dios inicia el proceso transformador. A menos que aquél
ser se rehúse a que prosiga el mover del Supremo Hacedor, lo más seguro es que los cambios se
producirán tal como estuvieron desde un principio en Sus planes. ¿Cuál es el secreto? La perseverancia y
la permanencia. Perseverancia para no permitir que nos agobien y venzan los obstáculos, y permanencia
para estar siempre asidos de la mano del Creador.
7.- Conclusión: Dios cumplirá en cada uno de nosotros todo aquello que se ha propuesto. Basta que
nos dispongamos. Igual hizo con los israelitas. Cuando se dispusieron para ser guiados por El, lo hizo sin
importar que aparentes obstáculos como el río Jordán, se antepusieran.
Lección 9: Permanencia en Dios, clave para vencer
Base Escritural: Josué 5:1-9
2.- La presencia de Dios nos acompaña (v. 1).Es esencial que los cristianos tomemos
conciencia de que la presencia de nuestro amado Dios va con nosotros. Esa es la razón por la
que, asidos de su mano, estamos llamados a vencer por encima de los obstáculos que
pudieran presentarse. Nada es imposible. Vencer las dificultades constituye la consecuencia
apenas natural. Esa circunstancia explica las razones por las cuales el pánico invadió a los
reyes amorreos que se encontraban al oeste del Jordán y a los reyes cananeos, que
gobernaban en la costa del Meditarráneo, apenas se enteraron del avance firme y sostenido
de los israelitas. Igual con su vida. El Padre le acompaña y nada impedirá que logre
sobreponerse a crisis y problemas que en apariencia son demasiado grandes.
3.- Los pactos hechos ante Dios se cumplen (vv.2-5).Cuando Dios nos promete algo,
lo cumple. Igual usted y yo cuando nos comprometemos ante El: es necesario cumplir. La
circuncisión era uno de los elementos que unía a los israelitas con el Creador. Tenía una
significación ritual pero también espiritual. Era tanto como una marca que evidenciaba
pertenencia. En el Nuevo Pacto de Cristo, tenerle en nuestro corazón y haber sido sellados
con el Espíritu Santo, es la identificación de que le pertenecemos a El. Pero ese paso implica
algo más: vivir para El. Disponernos para que obre en cada uno y responder conforme vamos
creciendo espiritualmente, haciendo Su voluntad.
Es interesante notar que el olvido de cumplir con la circuncisión llevó a que levantaran,
probablemente sin proponérselo, un muro de distanciamiento con Dios. Una vez cumplieron
este "requisito", se produjo el restablecimiento en lo que respecta a cumplir los preceptos del
Señor.
1.- Introducción:
¡Cuánta alegría despierta llegar a casa! Sin duda nos embarga una sensación de alegría y, en algunos
casos, de mucha tranquilidad.
Hace poco tiempo mientras regresaba de un viaje a Medellín, en el interior de Colombia, experimenté
esa agradable sensación. Aunque estaba de noche, el ver las luces de Santiago de Cali mientras que el
avión sobrevolaba el Valle del Cauca, me anticipó que pronto estaría junto a mi esposa, mis hijos y mi
nieto. Sólo quien ha vivido una situación así, que estoy seguro no es ajeno a su realidad, puede explicar
la satisfacción de "estar en casa".
Para los israelitas –a las puertas de llegar a casa, es decir la tierra prometida--estaba todavía fresco el
recuerdo del mandato que les hiciera Dios de celebrar la pascua como recordatorio de que les había
sacado de Egipto (Éxodo 12:1-13).
Recordar es maravilloso cuando las imágenes nos evocan buenos momentos y en el caso de nuestro
amado Señor, es gratificante rememorar con �ratitud lo mucho que ha hecho por nosotros. Igual
ocurría con el pueblo de Dios al celebrar la pascua. Lo tenían presente. Exaltaban en su memoria el Dios
de poder, de gloria y de santidad.
Reviste particular interés que una de las primeras acciones, tras cruzar el río Jordán, fue la de celebrar
la pascua. Bien pudieron dedicarse a regocijarse de alguna forma o tal vez, a planificar qué hacer a futuro.
Sin embargo en el pueblo israelita estaba definido que el Señor debía ocupar un lugar de primacía en
todo cuanto hicieran. " Al caer la tarde del día catorce del mes primero, mientras acampaban en
la llanura de Jericó, los israelitas celebraron la Pascua". Igual nosotros. No podemos desconocer
que el secreto de los vencedores es poner a nuestro amado Padre en primer lugar.
Por muchos años, durante su tránsito por el desierto, los israelitas se alimentaron con maná. Era la
provisión divina, diaria y en la cantidad que lo requirieran para satisfacer sus necesidades y asegurarles
la sostenibilidad camino de la tierra prometida. Cuando llegaron al lugar en el que el Creador quería y
esperaba que estuvieran, es decir en un terreno fértil, comenzaron a abastecerse de las cosechas: "Al
día siguiente, después de la Pascua, el pueblo empezó a alimentarse de los productos de la
tierra, de panes sin levadura y de trigo tostado."(Nueva Versión Internacional)
Estas breves líneas nos presentan la preocupación de un Dios amoroso, que como Padre, se preocupa
hasta por el más mínimo de los detalles. Es necesario que aprendamos a depender de El, depositando en
Su infinita voluntad toda nuestra confianza, bajo el convencimiento de que tiene todo cuidadosamente
calculado y obrará para nuestro bien.
La reunión de pastores avanzó con rapidez. Era necesario que definiéramos algunos pasos a seguir en
el corto plazo, como por ejemplo la contratación de un programa de radio y otro de televisión. Otro asunto
que ocupó nuestro tiempo fue analizar aspectos jurídicos con abogados amigos para dar solidez a nuestro
trabajo. Concluyendo la reunión, uno de los ministros interrumpió el curso de la conversación. Le
preocupaba la carencia de dinero para cancelar ese mes la renta del lugar donde se reunía la
congregación. En cuestión de minutos se había encontrado una solución ¡A pesar de que no había un solo
peso disponible!.
El pastor no sabía que hacer, pero oró antes de la reunión. El Señor tocó el corazón de todos. Hubo
provisión. ¿Quién obró? El poder de Dios transformando las circunstancias. Igual cuando llegó el cese del
maná y comenzó la provisión de alimentos. Todo fue más allá de lo que esperaban porque la naturaleza
de Dios contiene entre sus propósitos, el darnos conforme a sus riquezas ilimitadas.
6.- Conclusión:
Uno de los elementos de mayor significación del pueblo de Israel al cruzar el Jordán, fue aprender a
confiar en Dios. Conforme avanzaban en este proceso, vieron las manifestaciones del Señor representadas
en victoria entre los pueblos que se aprestaban a poseer, pero también provisión para sus necesidades
en todos los órdenes. Esa misma confianza es la que estamos llamados a desarrollar los cristianos. Aunque
a primera vista pudiéramos pensar que la situación es adversa, nuestro amado Hacedor va delante
nuestro como poderoso guerrero, nos torna vencedores y cuidado de los detalles más elementales para
nuestro bienestar.
Lección 11: Si la ansiedad quiere gobernarlo...
1.- Base Bíblica: Josué 5:13-15 Nueva Versión Internacional
2.- Introducción:
¿Cuál es su reacción ante la inminencia de una decisión o quizá de una cita médica que
determina mucho para el futuro?¿Cómo vencer esa sensación de inquietud que nos agobia? La
respuesta es la oración. A través de ella nos abrimos a un encuentro personal con Dios y
experimentaremos aquello que anunció el apóstol Pablo: "Verán que Dios les dará su paz,
una paz tan grande que va más allá de lo que podemos entender. La paz de Dios
controlará todos sus pensamientos y sentimientos porque están unidos a Cristo
Jesús"(Filipenses 4:7. Nuevo Testamento: la Palabra de Dios para todos).
Con frecuencia repetimos una verdad ineludible. Hay dos formas de hacer las cosas. Una,
conforme a nuestro criterio y corremos con las consecuencias. La segunda, de acuerdo con la
voluntad de Dios. Si obramos conforme lo dispone el Señor, aseguramos su acompañamiento.
Estará con nosotros para guardarnos, guiarnos y brindarnos su ayuda.
a.- "Cierto día Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie
frente a él, espada en mano." Dios es quien pelea nuestras batallas. Quien nos enfrenta, no
se encontrará únicamente con las fuerzas que nos asisten sino con el respaldo soberano e
ilimitado de nuestro Creador. La Biblia dice "Ustedes quédense quietos, que el Señor
presentará batalla por ustedes."(Exodo 14:14. Nueva Versión Internacional). Asimilar
este principios nos permite descansar en el Señor y desarrollar confianza en El.
b.- "¿Es usted de los nuestros, o del enemigo?". ¿De dónde una reacción preenjuiciada como
la de Josué? Sin duda fruto de la tensión que representaba la enorme misión que tenía delante.
Quizá a su alrededor aprecie personas que—sin proponérselo—responden mal cuando usted
está hablando en buenos términos. Una reacción así es natural que despierte molestias. Sin
embargo cuando se coloca en los zapatos del otro y razona que probablemente atraviesa por
un mal momento, está bajo tensión o presa de la angustia, y por esto responde de mala
manera, no permitirá que el resentimiento robe espacio al amor de Cristo que debe primar en
su corazón.
Los modernos sistemas de circuito cerrado en los que, desde una oficina central se puede
apreciar el movimiento que se produce en diferentes lugares de un edificio, es la imagen
mental más aproximada al cuidado que tiene Dios de nosotros. Sabe dónde estamos, qué
hacemos, cuáles son nuestras expectativas. Sujetos a El, tomados de Su mano, contaremos
siempre con ayuda oportuna. Va delante nuestro como poderoso gigante.
a.- "¡De ninguno! respondió. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor."
Aún en los momentos de angustia, ansiedad o incertidumbre que pudieran embargar a Josué,
podía contar con la presencia del Señor. Enviar a alguien que se lo testimoniara, fue la amorosa
demostración del Padre de que jamás lo dejaría solo.
b.- "Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó:¿Qué órdenes trae usted, mi
Señor, para este siervo suyo?". La actitud de alguien que espera y desea el obrar de Dios en
su existencia, es la de rendición a Su voluntad divina. Por supuesto que si nos dieran la
oportunidad, quisiéramos hacer las cosas a nuestra manera, basados en la experiencia o tal
vez en la intuición. Sin embargo ninguna de las dos garantiza que las cosas saldrán bien. Las
cosas son a otro precio cuando dependemos absolutamente del Señor que todo lo puede.
Hay una frase preciosísima que leemos en las Escrituras y que manifiestan de qué manera,
unidos a Dios, somos un ejército. La expresó David en el ocaso de su vida."Contigo
desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros."(2 Samuel 22:30). Cualquiera
que sea la circunstancia que atraviese, si su mirada está puesta en Dios y ha depositado toda
su confianza en Su respuesta oportuna, no hay obstáculos que puedan detener su camino.
Para los moradores de Jericó, la ciudad más importante del Valle del Jordán a unos 8 kilómetros
de la costa septentrional del mar Muerto, y a 27 kilómetros de Jerusalén, aquél era su territorio.
El hecho de fortificar su metrópoli les generaba una sensación de seguridad. Sin embargo,
para Dios aquél era Su territorio. Nada impediría que cumpliera sus planes. "El comandante
del ejército del Señor le contestó: Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar que pisas
es sagrado. Y Josué le obedeció.".
En nuestra vida práctica ocurre igual. Todo aquello que entregamos en Sus manos, le
pertenece. ¿Recuerda ahora la práctica de la iglesia cristiana evangélica de presentar los niños?
Es una forma de expresar a los creyentes y de testimoniar a Dios, que los infantes los
sometemos en sus manos. Usted y yo sabemos que si el Señor obra su voluntad,
inevitablemente nos irá bien y caminaremos en victoria. Y nuestras generaciones serán
guardadas por su infinito poder.
6.- Conclusión:
La antesala de la toma de Jericó en la que Josué tuvo un encuentro personal con Dios a través
de su enviado, nos corrobora una vez algo maravilloso: nuestro amado Padre no nos deja solos
en momentos de crisis.
Hace pocos días en pleno centro de Santiago de Cali un hombre, drogado y bajo el peso del
rechazo de su familia, la escasez económica, el desempleo, la ansiedad y la incertidumbre por
su futuro, amenazó con lanzarse desde un edificio de cinco pisos. Estaba desesperado. Luego
de un buen rato lograron convencerle de lo absurdo de su determinación. ¿Cuál fue el secreto?
Mostrarle que todavía faltaba mucho por hacer y que cada día se abrían nuevas oportunidades.
En Jesucristo hay salida a la incertidumbre. Puede que usted no tenga como reto inminente la
toma de Jericó, pero sí el adoptar una decisión que modificará sustancialmente su presente y
su mañana. En circunstancias así le recomendamos volver la mirada al Creador. Sus
interrogantes tendrán respuesta.
1.- ¿Por qué preguntó Josué al hombre si era amigo o enemigo?¿Qué emoción o sentimiento
lo embargaba?¿Era acaso temeroso o la situación era producto de la ansiedad?(versículo 13).
2.- ¿Qué podemos deducir de la respuesta de aquél hombre, en el sentido de que era
comandante del Ejército del Señor?¿Por qué estaba en aquél lugar?¿Qué significaba aquello
para Josué?(versículo 14).
3.- ¿Qué actitud había en Josué al preguntarle a aquél hombre ¿qué órdenes trae usted, mi
Señor, para este siervo suyo? (versículo 14 b).
4.- ¿Por qué le ordenó el comandante del Ejército del Señor a Josué que se quitara el
calzado?(versículo 15).
Lección 12: Dios manifiesta su gloria con poder
1.- Base Bíblica: Josué capítulo 6.
2.- Introducción: Las fortalezas humanas frente al obrar de Dios (versículos 1).
Jericó estaba rodeada por una muralla de ladrillo doble, con un muro exterior de dos metros
de espesos, un espacio de 4.5 metros vacío alrededor y un muro interior de cuatro metros. Su
altura, en la época, era de nueve metros. La casa de Rahab (Josué 2:15) se encontraba en el
espacio vacío de las dos murallas. Era humanamente inexpugnable. En manos de Dios, en
cambio, era vulnerable. Igual los problemas que enfrente. El Señor los derribará porque nada
hay imposible para El. Si le buscamos, absolutamente nada permanece en pie porque todo
tiembla ante su poder ilimitado.
¿Cómo derribar los problemas que encontramos al paso diariamente? La respuesta la ofrece
el texto bíblico objeto de análisis en esta lección cuando Israel –al mando de Josué y bajo la
guía de Dios-- toma a Jericó. Primero, someternos a Dios. Segundo, obrar conforme a sus
instrucciones específicas. Tercero, dejar de lado toda sombra de duda.
a.- Es necesario descansar en las promesas de Dios. "Pero el Señor le dijo a Josué: «¡He
entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!" (v.2). Una de las
características de cristianos que experimentan el mover milagroso del Creador en sus vidas es
la confianza en las promesas de Dios. Algunos toman su biblia y resaltan, con marcadores de
color, aquellas porciones que tienen especial significación para su existencia y que han visto
corroboradas en oración.
b.- Es necesario involucrar a Dios en nuestros planes (vv.3-5). Las instrucciones del
Señor --aunque no las entendían plenamente porque su lógica se fundamentaba en la
imposibilidad de cruzar los enormes muros, pero la fe les decía que era posible lograrlo--
ameritaban obediencia. En todo momento los guerreros debían ir acompañados por los
sacerdotes y el Arca del Testimonio. ¿Se da cuenta? Si tenemos en cuenta a nuestro amado
Padre en lo que hacemos, aseguramos la victoria.
d.- Lectura complementraria: Jericó se halla casi a 240 metros por debajo del nivel del mar
mediterráneo. Tiene un clima tropical que favoreció el crecimiento de balsameras, la alheña y
los sicómoros (Cantar de los cantares 1:14; Lucas 19:2). Estaba muy próxima a abundantes
fuentes de agua. Sus rosas fueron consideradas de las más hermosas que producía aquel vasto
territorio. La Jericó moderna se conoce en árabe como "Er-Riha".
Quien ostenta el liderazgo en el plano secular o eclesial, debe constituirse en ejemplo. Adicional
a esto debe estar convencido de lo que hace, tener fe en que alcanzará las metas propuestas
y avanzar con seguridad, transmitiendo seguridad a quienes se encuentran a cargo.
A Josué le correspondió asumir el papel principal: guiar a los israelitas."Al día siguiente, Josué
se levantó temprano, y los sacerdotes cargaron el arca del Señor."(v.12). Ejercer el liderazgo
no es fácil, pero podemos hacerlo si dependemos total y absolutamente de nuestro Hacedor.
Cuando vengan problemas y sienta que está a las puertas de renunciar, vuelva su mirada a
Jesucristo y pídale la fortaleza para proseguir.
Es frecuente que, cuando esperamos un milagro de Dios, nos asalten pensamientos de duda o
quizá de incertidumbre. No es otro que Satanás bombardeando nuestra mente para que,
mediante la incredulidad, levantemos obstáculos al mover del Supremo Hacedor. Cuando nos
embarguen pensamientos peligrosos, volvamos la mirada a Jesucristo y recordemos que por
su sacrificio en la cruz nos hizo hijos de Dios, y en fe, obtenemos lo que pidamos.
"Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual
las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó
la ciudad."(v. 20).
a.- Lectura adicional: Registros que difundió la Biblical Archaeology Review, tomo 3, página
51, en 1990, revelan que en las excavaciones se halló abundante grano quemado que
corroboran que los moradores de Jericó estaban en cosecha y no se produjo la caída de los
muros por asedio como consecuencia del hambre, sino por un fenómeno que escapaba a sus
capacidades.
El muro exterior se hundió hacia fuera, y el segundo muro, con sus edificaciones encima, se
hundió sobre el espacio vacío de acuerdo con la perspectiva que tienen los arqueólogos y que
concuerdan con el relato bíblico.
b.- Dios testimonia su respaldo "El Señor estuvo con Josué, y éste se hizo famoso por todo el
país."(v. 27). Con frecuencia hallamos a muchas personas que sirven en la obra de Jesucristo,
preocupadas por el reconocimiento de su cargo. Olvidan que Dios es quien respalda pero
también quien otorga autoridad. Antes que depender de las acreditaciones humanas, es
necesario depender del Señor.
6.- Conclusión:
Cuando estamos en el centro mismo de la voluntad de Dios, nos respalda y para testimoniarlo
obra milagros a favor nuestro. El secreto está en movernos en la ruta que el Señor dispuso y,
además, desarrollar una absoluta confianza en Su poder.
Jericó se encuentra en la cuesta montañosa que conduce a la meseta de Judá. Fue identificada
como la ciudad de las palmeras (Deuteronomio 34:3; Jueces 3:13) y entró en la historia del
pueblo israelita con relación al campamento que hicieron en Sitim (Números 22:1 y 26:3).
Desde su posición privilegiada se dominaba el bajo Jordán y de los pasos hacia los montes
occidentales, de ahí que tomar la ciudad era inevitable para que los israelitas pudieran avanzar
hacia el interior de Canaán. Previendo esa situación, Josué envió espías para que reconocieran
la población (Josué 2:1-24).
La incursión victoriosa del pueblo de Dios en Jericó se produjo alrededor del año 1403 a.C.
Posteriormente y avanzando en la historia, encontramos que Jericó fue asignada a la tribu de
Benjamín (Josué 16:1, 7; 18:12, 21). Cuando los moabitas oprimieron a los israelitas, el rey
de ese pueblo hizo de Jericó su residencia (Jueces 3:13). Durante el reinado de Acab, Hiel
deBet-el, fortificó la construcción y fue en desarrollo de estos trabajos de reedificación que
sacrificó a sus dos hijos en cumplimiento de la maldición de Josué (1 Reyes 16:34). Cuando
Eliseo desarrollo su ministerio, residía allí una comunidad de profetas (2 Reyes 2:5). Incluso,
fue con ese siervo de Dios que Elías atravesó la ciudad días o quizá horas antes de ser
arrebatado al cielo (2 Reyes 2:4, 15, 18).
Lección 13: Llegó la hora de evaluar nuestra vida
1.- Base Bíblica: Josué 7:1-13. Nueva Versión Internacional (NVI).
2.- Introducción: Una vida cristiana victoriosa parte de la observancia permanente de los principios que
nuestro amado Señor trazó en las Escrituras. Es el Manual del Fabricante, el texto que responde a los
interrogantes, dudas e incluso, incertidumbres que nos asaltan con frecuencia en el andar con Cristo. Si
obedecemos lo que El nos mandó, la victoria está asegurada. ¿La razón? El nos respaldará. No deja solos
a sus hijos.
La receta en el empaque de cereal explicaba los pasos a seguir. Identificaba con sencillez de términos, la
cantidad de agua, de leche, azúcar y otros elementos que debían adicionarse. El hombre quiso tornar el
plato más sabroso. Mezcló en algunos casos más leche que agua, disminuyó el volumen de azúcar, puso
un poco más de calor en el horno y esperó... lo que obtuvo fue un desastre. Aquella cocción no servía para
nada, salvo para arrojarla a la basura.
Igual con nosotros cuando, pese a que las Escrituras son claras y nos brindan instrucciones detalladas de
cuanto debemos hacer, ajustamos las pautas bíblicas a nuestra conveniencia.
a.- "Sin embargo, los israelitas desobedecieron al Señor conservando lo que él había decidido que fuera
destinado a la destrucción..." (versículo. 1 a).- Si nos proclamamos –y lo creemos en el corazón—hijos de
Dios por la obra redentora del Señor Jesús, debemos caminar conforme el sendero que trazó para nosotros
y que recorremos cuando aplicamos pautas bíblicas a nuestra cotidianidad. En el caso de los israelitas,
fueron objetos cúlticos paganos los que conservaron a pesar de la prohibición divina. En nuestras
circunstancias actuales pueden ser prácticas, amistades e incluso, hábitos que no glorifican al Creador y
generan estancamiento en nuestra vida espiritual.
b.- "... pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó para sí parte del botín que Dios
había destinado al exterminio." (versículo 1).- La codicia nos lleva a perder la perspectiva. Hace algunos
años y cuando un avión proveniente de Norteamérica estaba próximo a aterrizar en Santiago de Cali, se
estrelló contra la montaña. Era la media noche y los pilotos confundieron las luces que apreciaron a lo
lejos y que consideraron un costado de la ciudad. El afán de llegar hasta ese punto les llevó a conservar
baja altitud hasta que chocaron con el cerro de San José.
Igual tragedia, pero en el campo espiritual, puede ocurrirnos cuando ponemos la mirada en lo que vemos
y no en lo que está más allá. Dios sabía por qué pedía a los israelitas que no guardaran de lo destinado a
la destrucción; sin embargo los dominó el deseo de conservar aquello que consideraban de mucho valor.
c.-"Este hombre de la tribu de Judá provocó la ira del Señor contra los israelitas."(versículo 1 c). La
rebeldía no glorifica al Señor. ¿Imagina cómo pudo desagradar a Dios cuando hizo las cosas a su manera
y pasó por alto las instrucciones que le impartió el Altísimo a través de las Escrituras?.
4.- Cuando caminamos mal delante del Señor, lo evidenciamos (versículos 2-5).
Recuerdo la citación que me hicieron a una congregación al oriente de la ciudad. Los líderes estaban
preocupados. Uno de los diáconos tenía problemas en su vida matrimonial, y había sumado a esto unos
enredos que –sospechaban—iban más allá de la amistad con alguien que se congregaba en el templo.
"Cuando predica no se siente nada; es más, pareciera que no se encuentra aquí sino en las nubes. Los
mensajes no impactan", decían. Su angustia se debía al progresivo detrimento espiritual que observaban
en este hombre.
Cuando nos distanciamos del Señor, tal lejanía se torna evidente. Por el contrario, cuando marchamos
asidos de la mano de Jesucristo sin necesidad que proclamemos a los cuatro vientos una vida devocional
intensa, será manifiesta a todos en lo que digamos o hagamos. Por sencillo que sea nuestro mensaje,
impactará la vida de quienes nos rodean.
a.- "Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente a Betel, y les dijo:
«Vayan a explorar la tierra.». Poco después regresaron y le dieron el siguiente informe a Josué: «No es
necesario que todo el pueblo vaya a la batalla. Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos
Hai... "(versículos 2, 3). Con Dios, la victoria está asegurada. El convencimiento que asistía a algunos de
los israelitas era que, como ocurrió con la acción encaminada a tomarse a Jericó, ocurriría con Hai. Su
concepción de que con pocos alcanzarían el éxito, estaba fundada en la fe que habían depositado en el
Señor. Pese a ello, uno de ellos, Acán, no andaba bien delante de Dios.
b.- "Por esa razón, sólo fueron a la batalla tres mil soldados, pero los de Hai los derrotaron. El ejército
israelita sufrió treinta y seis bajas, y fue perseguido desde la puerta de la ciudad hasta las canteras. Allí,
en una pendiente, fueron vencidos. Como resultado, todo el pueblo se acobardó y se llenó de
miedo."(versículos 4, 5). El pecado oculto genera estancamiento. Decenas de personas experimentan
retroceso en su vida espiritual. Los vemos que asisten regularmente al templo, dan sus ofrendas a la obra
de Jesucristo, asisten a las clases de liderazgo y permanecen en el mismo sitio. ¿La razón? En muchos de
ellos todavía persisten prácticas de la vida vieja de las que no han querido desprenderse.
5.- A Dios debemos buscarlo en los períodos de victoria y también en los de crisis (versículos
6, 7).
"Ante esto, Josué se rasgó las vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca del pacto del Señor. Lo
acompañaban los jefes de Israel, quienes también mostraban su dolor y estaban consternados."(versículo
6). Conocí a alguien que dejaba aflorar una enorme sonrisa cuando las cosas marchaban bien. En cambio
cuando venían períodos difíciles no sólo dejaba de asistir al templo sino que llegó incluso a culpar a Dios
de sus desgracias. "Dios me abandonó", solía repetir. Olvidaba que a nuestro amado Señor debemos
reconocerle en nuestros caminos en tiempos de triunfo pero también de derrota, tal como hizo Josué, el
gran conquistador israelita.
a.- "Josué le reclamó a Dios: Señor y Dios, ¿por qué hiciste que este pueblo cruzara el Jordán, y luego lo
entregaste en manos de los amorreos para que lo destruyeran? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro
lado del río!"(versículo 7).- A Dios debemos hablarle como a Padre, como amigo y como a nuestro Supremo
ayudador. Cuando no desarrollamos confianza en El, le miraremos desde la distancia, sin acercarnos en
procura de su guía y respaldo. Cuando estemos inmersos en un laberinto, sin saber qué hacer, es a
Jesucristo a quien debemos volvernos. El siempre responderá.
b.- "Dime, Señor, ¿qué puedo decir ahora que Israel ha huido de sus enemigos?"(versículo 8). Es necesario
conservarnos firmes. Hace pocos días leí un relato extraordinario. Era de un hombre al que, de acuerdo a
la historia, el Señor Jesús le dijo que debía empujar una roca. Pasados los años Satanás quiso sembrar
desánimo en su corazón. Fue entonces al Maestro y, en oración, le expresó su inquietud. El le
respondió:"¿Qué te pedí que hicieras?". "Que empujara la roca", respondió el hombre. Jesucristo entonces
le dijo que eso era lo que debía hacer, como en efecto hizo. No le había dicho que moviera la roca sino
que la empujara. La clave, en síntesis, es permanecer firmes, haciendo aquello que Dios nos encomendó
hacer.
6.- Es hora de hacer un cuidadoso examen al cómo caminamos con Dios (versículos 10-12).
"Y el Señor le contestó:¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado? Los israelitas han pecado y han violado la
alianza que concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser destruido y lo han
escondido entre sus posesiones. Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que
tendrán que huir de sus adversarios."(versículos 10-12). Cuando vamos a Dios Padre en oración, no se
deja esperar su respuesta. Observe que el clamor lo hicieron Josué y los jefes de tribus. Ellos estaban
caminando bien con el Señor y obtuvieron orientación acerca de qué estaba ocurriendo.
¿Ha pensado que llegó la hora de hacer un auto examen de su vida personal y espiritual? Si no lo ha hecho
llegó la hora de hacer un algo en el camino para reevaluar de qué manera está su desenvolvimiento como
cristiano. Seguramente encontrará aspectos sobre los cuales es necesario aplicar ajustes.
a.- "Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y si no destruyen ese botín que está en medio de ustedes,
yo no seguiré a su lado."(versículo 12). Dios no es el responsable de nuestras decisiones erradas. El nos
dio la capacidad de elegir. Cada uno responde por sus determinaciones.
b.- " ¡Levántate! ¡Purifica al pueblo! Diles que se consagren para presentarse ante mí mañana, y que yo,
el Señor, Dios de Israel, declaro: ¡La destrucción está en medio de ti, Israel! No podrás resistir a tus
enemigos hasta que hayas quitado el oprobio que está en el pueblo."(versículo 13). Siempre habrá
oportunidad para comenzar de nuevo. Si hacemos un análisis auto crítico de nuestro ser, encontraremos
fallas y si a esta primera decisión sumamos la de aplicar cambios, sin duda creceremos espiritualmente y
en nuestra relación con Dios, con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
1.- ¿Qué hemos conservado de nuestra vida pasada –cuando nos gobernaba el pecado—que nos impide
el crecimiento personal y espiritual?(versículo 1 a).
2.- ¿Qué hemos conservado en nuestra vida como consecuencia del amor a lo material?(versículo 1 b).
3.- ¿Cree que hay algo oculto en su vida que podría salir a flote en cualquier momento, evidenciando el
pecado?(versículos 2-5).
4.- ¿Busca a Dios cuando llegan períodos de victoria o también lo hace en momentos de crisis?(versículos
6-9).
5.- ¿Se ha tomado el tiempo suficiente para realizar un examen a su vida espiritual?(versículos 10-12).
Lección 14 : Debemos responder por nuestras acciones
1.- Base Bíblica: Josué 7:14-26. Nueva Versión Internacional.
2.- Introducción:
Los creyentes estamos expuestos a la mirada de todos cuantos nos rodean. Muchos
que no profesan fe en el Señor Jesús, esperan el más mínimo error para echarnos en
cara la enorme brecha que hay entre lo que predicamos y lo que cumplimos de ese
cúmulo de enseñanza. Sobre esa base, ustedes y yo estamos llamados a observar
transparencia en todas nuestras actuaciones.
3.- Nadie puede ocultar su pecado (versículos 15-18).
"El que sea sorprendido en posesión del botín de guerra destinado a la destrucción
será quemado junto con su familia y sus posesiones, pues ha violado el pacto del
Señor y ha causado el oprobio a Israel."(versículo 15). Recuerdo hace algunos años
que un grupo de artistas protagonizó un reality que transcurría a los ojos de todos.
Habitaron por casi una semana, una casa de cristal. Los transeúntes podían, al paso
por aquella residencia, apreciar qué estaban haciendo sus moradores. Nada quedaba
oculto.
Igual nosotros. Jamás podemos ocultarnos de Dios. Puede que engañemos a los
demás, pero nunca escaparemos a la omnisciencia y omnipresencia de nuestro
Supremo Hacedor.
a.- "Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por una, las tribus
de Israel; y la suerte cayó sobre Judá."(versículo 16). Estamos llamados a responder
por nuestros hechos. Tarde o temprano aquello que hayamos hecho mal, saldrá a la
luz.
b.- "Josué, entonces, hizo pasar a cada uno de los varones de la familia de Zabdí, y
la suerte cayó sobre Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera."(versículo
18).No hay crimen perfecto. Una serie popular en Norteamérica y que ha captado
millares de televidentes, es CSI. Traduce "Investigadores en la escena del crimen".
Lo interesante de los diferentes capítulos del seriado es que los especialistas
aprovechan hasta el más mínimo detalle para descubrir a los autores de hechos
delincuenciales.
En la vida práctica, nada de cuanto hagamos quedará oculto. Este hecho lleva a
considerar la importancia de ser transparentes en todas nuestras actuaciones.
Respondemos ante Dios, pero también ante los hombres.
4.- Quien más responsabilidades tiene, mayor reprensión recibe (versículos
19-22).
Escuché a un pastor de la ciudad referirse a quienes cometen errores. "Si alguien
adultera sin conocer a Cristo, habría que llamarle la atención e invitarle a tomar un
buen camino. Pero quien peca deliberadamente, estando ya en Cristo, merece que lo
cojamos a pellizcos". Puede que le suene cruel, pero a mi me suena aterrizado. Es
más, yo le pondría unas orejas de burro hechas con papel. ¿Sabe por qué? Porque
quien no conoce la obra redentora, peca por ignorancia, pero los cristianos pecan por
negligencia.
Esa fue aproximadamente la expresión que utilizó Josué al dirigirse a Acán, el
culpable de que la derrota les acompañara. "Entonces Josué lo interpeló: Hijo mío,
honra y alaba al Señor, Dios de Israel. Cuéntame lo que has hecho. ¡No me ocultes
nada!"(versículo 19).
a.- "Acán le replicó: Es cierto que he pecado contra el Señor, Dios de Israel. Ésta es
mi falta: Vi en el botín un hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata
y una barra de oro de medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces
los escondí en un hoyo que cavé en medio de mi carpa. La plata está también allí,
debajo de todo."(versículos 20, 21). No está bien anhelar más de lo que es suficiente.
Este principio tiene particular aplicación entre quienes ya tienen la provisión que
requieren. Irónicamente quien tiene, desea tener más, y para lograrlo, hace lo que
se requiera. Esa es la razón por la que muchos le venden el alma al diablo. Y él
gustosamente les ofrece lo que le piden.
b.- "En seguida, Josué envió a unos mensajeros, los cuales fueron corriendo a la
carpa de Acán. Allí encontraron todo lo que Acán había escondido..."(versículo 22).
¿De qué sirven las riquezas?. Esa pregunta se la formula quien está al borde de la
muerte y encuentra que la ciencia no puede hacer más por él; es el mismo
interrogante de quien ve pasar los años e irse la salud como agua entre las manos;
es el cuestionamiento de alguien con el hogar destruido e hijos que están inmersos
en la droga. En la escena que recrean las Escrituras, aquellas posesiones no servían
de nada a Acán, porque iba a morir. Ni siquiera todo el dinero del mundo podía
comprar un fallo favorable.
5.- Sus actuaciones pueden afectar el grupo (versículos 23-25)
"Josué exclamó: ¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros? ¡Que el Señor
haga caer sobre ti esa misma desgracia!"(versículo 25). Con frecuencia olvidamos
que nuestros errores pueden traer daño a quienes nos rodean. Un padre adúltero,
afectará a su cónyuge y a sus hijos. Un hijo fármaco dependiente traerá dolor a sus
padres y a sus hermanos. Un mal compañero de trabajo generará mal ambiente entre
los demás.
En el caso de quienes ocupan posiciones de liderazgo, la situación es igualmente
delicada. Un mal comportamiento puede traer estancamiento a la célula o quizá a la
congregación a la que asisten. Hoy es el día de hacer un cuidadoso análisis de cómo
estamos andando y, con la ayuda del Señor Jesucristo, aplicar los correctivos
necesarios.
6.- Conclusión:
El pueblo de Cristo tiene un compromiso enorme: observar transparencia delante de
Dios y de los hombres. Un principio así se adquiere cuando entendemos que nuestras
actuaciones erradas nos perjudican y de paso a las personas que nos rodean. Este
principio se aplica al desenvolvimiento profesional, académico, familiar y eclesial.
Sobre esta base insistimos en la necesidad de examinar cuidadosamente nuestras
acciones. Siempre es posible cambiar.
7.- Preguntas para la aplicación personal:
1.-¿Considera que en su vida hay cosas ocultar que le llevan a perder la paz espiritual
y personal?(versículo 15).
2.- ¿Es consciente de que al mundo lo podremos engañar pero jamás a Dios que
conoce la realidad de todo cuanto hacemos?(versículos 15-17).
3.- ¿Acaso la avaricia ha querido tomar forma en su existencia?(versículos 20, 21).
4.- Sus acciones, ¿glorifican el evangelio o por el contrario traen perjuicio al
testimonio cristiano?(versículo 25).
Lección 15: Camino a la victoria
1.- Base Bíblica: Josué 8:1-29
2.- Introducción:
Los seres humanos con frecuencia nos hallamos frente a retos que, a primera vista,
parecen estar por encima de nuestras capacidades. El panorama cambia, sin
embargo, cuando obramos en franca dependencia de Dios, actuamos en el momento
oportuno y nos sujetamos al hecho de que nuestras acciones glorifiquen su nombre
y estén en consonancia con Su voluntad.
Israel venció sobre Hai, la segunda ciudad en importancia de Canaán porque obraban
siguiendo instrucciones del Dios Todopoderoso.
3.- Desarrollo del tema:
I.- ¿Cómo aseguramos la victoria en nuestros planes y proyectos? (vv.1, 2).
1.- La victoria está asegurada cuando dependemos de Dios (v. 1). "Mira, yo
he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra."(v. 1
b). Las fuerzas no dependían de la capacidad del ejército ni de su condición personal
y espiritual porque estaban andando bien delante del Señor. No como ocurrió la
primera vez, ¿recuerda? Tras la toma exitosa de Jericó, Josué creyó que sería fácil
invadir Hai. "Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba
junto a Bet-avén hacia el oriente de Bet-el; y les habló diciendo: Subid y
reconoced la tierra. Y ellos subieron y reconocieron a Hai. Y volviendo a
Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil
hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque
son pocos."(Josué 7:2,3).
Tres mil hombres subieron a atacar esta población, la segunda en importancia en
Canaán después de Jericó. Los hechos ocurrieron en el año 1473 a.C.,
aproximadamente. Sin embargo la incursión fue fallida. Murieron 36 israelitas
(versículo 4). Los demás huyeron delante de sus enemigos y desfallecieron. ¿La razón
El pecado de Israel y haber tomado del anatema (versículos 11, 12).
2.- La victoria está asegurada cuando estamos en la voluntad de Dios (v. 2
a).- "Y harás a Hai y a su rey como hiciste a Jericó y a su rey..."(v. 2 a). Cuando
emprendemos planes y proyectos, es esencial que estemos en la voluntad del Señor
(Romanos 12:2 b).
3.- La victoria está asegurada cuando seguimos las instrucciones de Dios (v.
2 b). "Pondrás, pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella." Las características de
excelente estratega que rodeaban a Josué no eran suficientes. Era necesario la guía
de Dios. Igual con nosotros hoy. Debemos pedir orientación al Señor sobre cómo
actuar en cada circunstancia (Proverbios 16:3).
II.- ¿Cómo actúa un hombre de Dios?(vv.3-13).
1.- Un hombre de Dios es fiel a lo que ordena el Señor (vv.3-8). Estar sujetos
a las pautas y principios que hallamos en las Escrituras nos lleva a vencer
cualesquiera que sean las circunstancias.
2.- Un hombre de Dios es el primero en marchar a la batalla (vv.9-13)."
Levantándose Josué muy de mañana, pasó revista al pueblo, y subió él, con los
ancianos de Israel, delante del pueblo contra Hai."(versículo 10).
El líder que espera una respuesta favorable y satisfactoria de la comunidad sobre la
que ejerce como orientador, debe dar ejemplo. Igual con quienes sirven al Señor.
"Ahora bien, lo que se requiere de los administradores, es que cada uno sea hallado
fiel"(1 Corintios 4:2).
III.- Es necesario permanecer atentos a la voz y señales de Dios (vv.14-19).-
1.- Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?.- Este principio alentador
que hallamos en Romanos 8:31, se torna real y práctico cuando leemos la reacción
del rey de Hai y de sus súbditos. Su condición de guerreros cananeos no garantizó la
victoria sobre Israel, porque Dios peleaba por su pueblo.
2.- Si Dios nos señala el camino a seguir, ¿por qué quedarnos quietos?(v.
18).- Cuando avanzamos hacia la victoria con ayuda divina, debemos aprender a
identificar la voz de Dios y a identificar las señales que nos envía. "Entonces Jehová
dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la
entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano
tenía."(versículo 18).
¿Cómo podemos conocer la voz e identificar las señales de Dios? Es una capacidad
que se desarrolla conforme mantenemos una íntima relación con Dios a través de la
oración. Si vamos al campo difícilmente conoceremos los sonidos de los diferentes
especimenes de la fauna. Sin embargo un morador de la zona lo hará con facilidad
porque está en contacto permanente con la naturaleza. Igual con nosotros cuando
caminamos tomados de la mano de Dios.
3.- Un principio de victoria: obrar en el momento oportuno (vv.19-27).- Un
principio que aprendemos en las Escrituras es el de obrar en el momento oportuno,
bajo las circunstancias apropiadas y el día indicado. Apresurarnos a actuar movidos
por nuestras emociones, generalmente nos conduce a la derrota.
4.- Conclusión:
La diferencia entre la derrota en el primer intento de tomarse a Hai (Josué 7:1-26),
y la victoria que obtuvieron en el segundo ataque, tal como lo podemos leer en el
capítulo 8 del libro de Josué, estriba en la dependencia y obediencia a Dios. Alejados
de su mano, nos enfrentamos solos a las consecuencias de todo lo malo que podamos
obrar; tomados de Su mano y siguiendo las instrucciones que nos imparte, tenemos
asegurada la victoria.
5.- Preguntas para la edificación personal:
1.- ¿Qué nos garantiza la victoria en cada proyecto que emprendemos?(versículo 1).
2.- ¿De quién dependemos cuando tenemos planes y proyectos en mente?¿Obramos
en nuestra voluntad o en la de Dios? (Romanos 12:2 b).
3.- ¿Somete a dios sus planes y proyectos y permite que El obre su
voluntad?(Proverbios 16:3).
4.- ¿Considera que los problemas y aún quienes se empecinan en hacerle la vida
imposible podrán vencer?(Romanos 8:31).
5.- ¿Cómo aprendemos a identificar las señales y la voz de Dios?(versículo 18)
6.- ¿Qué ocurre cuando obramos movidos por nuestras emociones y nos
apresuramos a actuar?(versículos 19 al 27).
6.- Contexto bíblico e histórico:
El nombre Hai, significa en hebreo "montón de ruinas". Fue tomada por las legiones
israelitas al mando de Josué en el año 1473 a.C. aproximadamente. Su condición
propicia para defenderse de los ataques estuvo representada en la fortaleza de
madera que construyeron alrededor. El profesor Gartang y el doctor Albrigt, en 1928
d.C. coincidieron en señalar que Hai pudo haber sido tomada en el mismo tiempo que
Jericó. Fruto de sus excavaciones arqueológicas concluyeron que pudo ser un poblado
próspero.
Serie: A la conquista de la tierra prometida (16). Ultima de esta Serie.
Lección 16: La Palabra de Dios edifica nuestras vidas
1.- Base Bíblica: Josué 8:30-35
2.- Introducción:
La Palabra de Dios puede tener muchas aplicaciones y concepciones en el ser humano hoy día.
Para algunos constituye un excelente registro histórico respecto a la influencia, ascenso y caída
de los israelitas en el devenir de la humanidad. Para otros, un amuleto que abren en el salmo
91 con el propósito de que el mal no entre sus hogares. Hay quienes hallan en la Biblia un
compendio de buenos consejos.
Sin embargo para un cristiano debe representan el "Manual del fabricante" es decir, el
documento que Dios dejó a su pueblo con principios y pautas bíblicas que traerán riqueza
espiritual a nuestra vida y contribuirán decididamente a mantener una buena relación con
quienes nos rodean. Pero algo más: en la Biblia aprendemos de qué manera caminar en
consonancia con la voluntad divina.
I.- A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César (vv.30, 31)
1.- Dios merece la honra y gloria por nuestras victorias.- Hace varios siglos en Europa
vivió un rey que llegó al poder tras muchas batallas encaminadas a recuperar el trono que le
había sido usurpado. Durante este tiempo siempre pidió el apoyo de sus súbditos. Ellos dieron
su vida. Apoyar a su monarca era la principal motivación. Una vez se sentó en el trono, desató
contra sus gobernados una intensa persecución. Buscaba que nadie se sublevara y
comprendieran que él personalmente arrasaría con cualquier intento de robarle autoridad.
La historia es similar a lo que ocurre con aquellos que obtienen la victoria en la conquista de
sus objetivos, pero olvidan que detrás de su triunfo hay quienes hicieron aportaciones de una
u otra manera. En el caso de un creyente, vencer y obtener éxito en todas las acciones es el
fruto de tener el acompañamiento de Dios, nuestro fiel ayudador.
Cuando desconocemos al Señor en los momentos de victoria, estamos sembrando las semillas
para derrotas futuras. Consciente de que el Señor Todopoderoso debe ocupar el primer lugar
y a El debemos reconocerle en todos nuestros caminos, Josué le erigió un altar. Era su tributo
de reconocimiento pero también de gratitud por la victoria."Entonces Josué edificó un altar a
Jehová Dios de Israel en el monte Ebal"(versículo 30).
2.- Dios es santo y amerita santidad en quienes le aman.- Reviste singular importancia
que en la construcción del altar no se podían utilizar instrumentos. "... un altar de piedras
enteras sobre las cuales nadie alzó hierro"(versículo 30 b). En la historia bíblica hallamos que
igual ocurrió cuando se construyó el templo, en tiempos de Salomón (1 Reyes 6:7). La santidad
de los lugares dedicados al Señor obligan que no haya nada extraño. Igual nuestra vida. Usted
y yo somos templos del Espíritu Santo. Dios habita en nosotros. El Señor Jesús volvió a
nosotros (Juan 14:18).
II.- La Palabra de Dios debe ocupar un lugar de preeminencia en nuestras vidas (v.
32).
1.- Estamos llamados a interiorizar los principios bíblicos.- Es interesante que apenas
se promulgaron los diez mandamientos, Moisés instruyó a los israelitas sobre el lugar que
debían ocupar las enseñanzas de Dios en su vida personal y familiar: "Y estas palabras que
yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de
ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos..."(Deuteronomio 6:6-8).
El propósito esencial era y es hoy día que la Palabra quede grabada en lo más profundo de
nuestro ser y la hagamos práctica en nuestra vida cristiana. Si meditamos en las enseñanzas
Escriturales y hay en nosotros disposiciones de tornarlas prácticas en nuestra cotidianidad, se
reflejarán en un mejoramiento de nuestra relación con Dios, con nosotros y con quienes nos
rodean.
1.- Si esperamos que todo marcha bien, la Palabra deben vivirla todos: desde el jefe
de familia hasta el menor de los integrantes de la familia (v.33). Es un principio de
victoria. Los principios bíblicos no son para el "evangélico de la familia", sino para todos. Esa
pauta la materializaron Josué y sus inmediatos colaboradores. Observe en el versículo 33 que
delante estaban los militares, cabezas de tribu y los sacerdotes. Ellos representaban las
posiciones más relevantes de pueblo israelita y por esa razón se comprometieron con las
Escrituras y su aplicación práctica.
2.- Dios no obliga, la decisión de vivir la Palabra es nuestra.- "Después de esto, leyó
todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está
escrito en el libro de la ley."(versículo 34). Jamás podrá decirse que el Señor Jesús obligó a
alguien a que creyese en las Buenas Nuevas. Incluso cuando llamó a sus discípulos, les dejó
abierta la posibilidad de aceptar o negarse.
Lo estimulante lo representa el hecho de que recibir el llamado de Dios a una nueva vida, nos
conduce al cambio mientras que mostrarnos renuentes llevará a que permanezcamos en la
situación de derrota que hasta ahora hayamos podido vivir.
Imagine por un instante una receta culinaria que usted quiere preparar en casa. Tiene todos
los ingredientes. En el texto lee que no debe modificar las cantidades sino, por el contrario,
ceñirse a las indicaciones. Pero creyendo que podría quedar mejor, adiciona un poco de aquello
o quita determinado componente. Al término de la preparación sin duda obtendrá algo muy
diferente a lo que esperaba.
Eso es exactamente lo que ocurre cuando queremos aplicar la Palabra de Dios a nuestra
conveniencia. La Palabra es para vivirla tal como la aprendemos. No se puede negociar. Los
principios bíblicos están escritos conforme a la voluntad del Creador y no deben ajustarse a
nosotros sino usted y yo ajustarnos a la Palabra. "No hubo palabra alguna de todo cuanto
mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel,
y de las mujeres, de los niños, y de los extranjeros que moraban entre
ellos."(versículo 35).
4.- Conclusión:
2.- ¿Ha tomado conciencia de que Dios habita en usted por la obra del Espíritu Santo?(Juan
14:18).
4.- ¿Lleva a la práctica los principios bíblicos que aprende cada día o se quedan solamente en
el nivel del conocimiento?(versículo 32).
5.- ¿Es consciente de que la Palabra de Dios deben aplicarla todos en casa?
Lección 17: Decídete por el fracaso o por el éxito
II.- Base Bíblica: Filipenses 3:13, 14
Todos los seres humanos nacimos con las potencialidades para vencer. Por supuesto, la
pecaminosidad heredada de Adán, nos llevó a percibir el fracaso como algo previsible. No
obstante, al recibir la libertad por la muerte sacrificial del Señor Jesús y su resurrección,
recobramos esas potencialidades.
La derrota anida ante todo en el corazón. No es algo que lo determinen las circunstancias
reinantes porque, contrario a lo que usted pueda pensar, fuimos llamados a sobreponernos
a las condiciones difíciles.
Por esta razón no está mal afirmar que cada quien determina si se somete al fracaso o se
levanta, a pesar de los momentos dificultosos que salgan al paso, y emprende el camino a
la victoria.
En cierta ocasión y refiriendo los momentos difíciles que experimentarían sus seguidores al
final de los tiempos, el Señor Jesús dijo: "Más el que persevere hasta el fin, éste será
salvo" (Mateo 24:13).
No se trata de un asunto trivial sino por el contrario, de algo trascendental. Allí se marca la
diferencia: renunciamos ante los primeros tropiezos o, por el contrario, seguimos adelante,
ascendiendo los escalones hacia la cima del éxito y la victoria.
Determinados a vencer
Observe con cuidado que –quien nos lleva en triunfo—es Cristo Jesús. No somos nosotros
en nuestras fuerzas y capacidades, sino Él. ¿Qué hacer entonces? Avanzar tomados de Su
mano. Él nos concede la victoria.
Aún así, los problemas no dejarán de emerger. Son propios de la cotidianidad. Pero nosotros
estamos llamados a sobreponernos. A asumir el papel protagónico que nos corresponde, en
nuestra condición de creyentes. "Si Jesús es más poderoso que el que está en el mundo, yo
como su discípulo soy beneficiario directo de Su poder", podemos repetirnos una y otra vez.
El apóstol Pablo sabía que la victoria no era algo instantáneo sino que obedecía a la
perseverancia. Bajo éste convencimiento escribió: "Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Filipenses 3:13, 14).
Usted es un vencedor. Convénzase de eso. Piense como ganador. Deje de mirarlo todo
alrededor desde el prisma de quien no ha tomado todavía conciencia de lo que es en Cristo
Jesús: además de una nueva criatura, alguien llamado a tener la victoria en todo camino que
emprende.
Lección 18: ¿Quién dijo que no se puede vencer?
II.- Base Bíblica: Isaías 51:1 y Mateo 8:20.
III.- Versículo para Memorizar:
"Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del
hombre no tiene dónde recostar su cabeza" (Mateo 8:20).
IV.- Enseñanza Bíblica:
La mayoría de las personas que hallamos sumidas en el estatismo, que jamás
progresaron y, por el contrario, viven quejándose a cada paso de que todo les sale
mal, es porque no se formaron ni para el presente ni para el futuro.
Sobre esa base, en las personas prima el concepto errado de que—para progresar—
es necesario ser un aventajado en el campo económico o, tal vez, ser hijo de padres
acaudalados.
¡Tremendo error! El Señor Jesús, que marcó el antes y el después de nuestro curso
histórico, expresó en cierta ocasión: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del
cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza"
(Mateo 8:20).
Dejó marcada la enorme distancia que hay entre quienes, aún en las Buenas
Nuevas buscan enriquecerse y están a la expectativa de una "Teología de la
Prosperidad" y quienes siguen a Jesucristo, confiados que Él proveerá no solo lo
que necesitamos sino mucho más, abundantemente.
En Dios, estando en el centro mismo de Su voluntad, Él desarrollará su plan en
nuestras vidas y podremos llegar mucho más allá de lo que imaginamos. ¡El tiene
grandes planes para usted y para mí!
¿Hay obstáculos?
La historia muestra que, permitir que Dios cumpla su propósito en nuestras vidas
y nos lleve a la victoria, no depende de nuestra situación social, si tenemos muchos
títulos académicos o si tenemos amigos influyentes en la universidad, la iglesia o el
trabajo.
Se requiere ante todo una absoluta dependencia de Aquél que todo lo puede. Si
vamos tomados de su mano, jamás, léalo bien: jamás iremos en derrota.
Hay un texto corto pero que reviste importancia y cabe tener en cuenta: "Mirad a
la piedra de donde fuisteis cortados" (Isaías 51:1). Debe llevarnos a meditar
en dos hechos: el primero, que conforme vamos ascendiendo en el Señor, no
podemos olvidar de dónde provenimos, pero también, que si nuestra naturaleza es
la de hijos de Dios, estamos llamados a vencer.
¿De dónde proviene nuestra grandeza frente a las adversidades?
Nuestra grandeza, como hijos de Dios, para enfrentar las adversidades, proviene
de un carácter formado en Cristo. Es un proceso en el que el Señor trata con
nosotros, fortalece las potencialidades y nos ayuda a sobreponernos en las
debilidades.
Nuestra naturaleza es la de vencedores. Quizá lo olvidemos con frecuencia, pero si
hacemos un alto en el camino, podemos encontrar el camino para seguir
avanzando, sin que nada ni nadie pueda detenernos.
¿Está dispuesto a asumir ese reto?
Lección 19: Qué influye en el éxito, ¿la suerte o el esfuerzo?
II.- Base Bíblica: Mateo 25:20-25; Jeremías 1:9
"Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos"
(Mateo 25:20)
Con frecuencia hallamos personas, por todo el mundo, creyendo en el tarot, el horóscopo, los
riegos y múltiples prácticas que—consideran muchas personas—les traerán buena suerte y
por ende, les abrirán las puertas del éxito.
Sin embargo, la realidad nos lleva a considerar que si algo contribuye decididamente al éxito
personal es el trabajo y que este principio se aplica también al crecimiento espiritual, que gira
en torno a la permanencia en las manos del amado Dios de poder.
Algunas características
Dios nos concede múltiples posibilidades que, bien utilizadas, llevan a la realización personal
y espiritual, y al éxito. A esto se suma el sacar el mejor partido al tiempo libre, que de paso
genera satisfacción en cada uno de nosotros.
Debemos sumar a nuestra existencia dos elementos esenciales que son la tenacidad y la
constancia, que nos ayudan a construir el presente y un mejor futuro.
Cuando volvemos sobre las páginas de la Biblia encontramos que Dios llamó a personas
ocupadas, no a quienes se mantenían perdiendo el tiempo. Noé, Abraham, Moisés, Gedeón,
Jeremías, Ezequiel, Mateo, Juan, Lucas, son entre otros, ejemplos de hombres que tuvieron
sus ocupaciones y en medio de tales circunstancias, fueron llamados por el Señor.
Ahora bien, Dios nos llama con un propósito y una misión. Ni usted ni yo existimos por
accidente del universo. Por el contrario, desde el momento en que nacemos Dios ya tiene un
plan para nuestra existencia. Basta que nos sometamos a Él.
A ésta disposición sumar cada día enormes cantidades de perseverancia porque obviamente,
camino al éxito, surgirán dificultades pero no podemos darnos por vencidos ni experimentar
un revés en el proceso de ascenso. El desánimo es un instrumento de Satanás. Los cristianos,
frente a los aparentes fracasos, miramos oportunidades de salir adelante y mirar más allá de
los escollos.
Es interesante notar que, además de llamar a personas ocupadas, Dios se honra y agrada
con nuestra laboriosidad.
¿Recuerda acaso la parábola de los talentos que encontramos en el capítulo 25 de Mateo? Allí
hay una clara descripción de alguien que fue laborioso. Le dijo "Señor, cinco talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos" (Mateo 25:20).
En cambio hubo quien no produjo nada, tal como lo leemos en los versículos 24 y 25.
Dios nos dio todas las capacidades para vencer. Recordemos que cuando llama a alguien, le
da la provisión necesaria para cumplir con la misión.
¿Desea triunfar en la vida y tener crecimiento personal y espiritual? No importa cuán ocupado
esté. Dependa de Dios, sobrepóngase a la dificultad y adelante.
Lección 20: ¿Cómo estás formando tu carácter?
II.- Base Bíblica: 1 Corintios 3:12
III.- Versículo para Memorizar:"Porque nadie puede poner otro fundamento que el
que está puesto, el cual es Jesucristo... Si sobre este fundamento alguno edificare
oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno será
manifiesta" (1 Corintios 3:11, 12).
¿Has reparado en los enormes edificios que se levantan sobre tu ciudad? Sin duda que si.
Generalmente vamos tan rápido con los quehaceres diarios que no tomamos nota de lo mucho
que implicó edificarlos. Lo esencial para que se mantengan firmes, por encima de los temblores
de tierra y aún terremotos, son los cimientos.
Imagina lo mismo en tu vida. Los cimientos son esenciales. Determinan mucha parte de lo
que eres. Ahora, como cristianos, nuestro fundamento deben ser las enseñanzas bíblicas en
las cuales interiorizamos a Cristo.
Sobre el particular el apóstol Pablo escribió: "Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo... Si sobre este fundamento
alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de
cada uno será manifiesta" (1 Corintios 3:11, 12).
¿Comprendes ahora por qué son importantes los cimientos? Ahora, expliquémoslo en
términos mucho más comprensibles. En ti y en mi, los cimientos son el carácter.
Tras describir las obras de la carne en la carta dirigida a los cristianos de Galacia (Gálatas
5:19-21) el apóstol Pablo señala que en ti y en mi deben tomar forma el "Amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no
hay ley" (Gálatas 5:22, 23).
Donde Dios no gobierna el carácter, esa persona se conduce inevitablemente a una vida en
caos.
Preguntarás, ¿cuáles son los pilares del carácter? A continuación los describimos. Son cuatro:
1.- Prudencia.- Que la entendemos como el sentido común práctico y que fue
recomendada por el Señor Jesús a sus discípulos: "Sed, pues, prudentes como serpientes,
y sencillos como palomas" (Mateo 10:16).
3.- Justicia.- Que entendemos como equilibrio en todo cuanto hacemos e incluso, frente a
las decisiones que debamos tomar.
4.- Firmeza.- Referida como voluntad y fortaleza cuando hayamos tomado alguna
determinación.
Estos pilares los requerimos para tener un carácter conforme a la voluntad de Dios.
¿Cómo es posible que ocurra? Cuando le abrimos las puertas de todo nuestro ser a Dios, con
el fin de que obre en Su voluntad.
Antes de responder a este interrogante, es importante que conozcamos el origen del término
carácter. Proviene del griego e identifica, de un lado un signo grabado sobre una superficie y
de otro, el instrumento puntiagudo que se utiliza para esculpir.
Ahora bien, el carácter debe ser formado conforme a Cristo y cada uno de nosotros es
responsable ya que el carácter se desarrolla por medio de la voluntad.
Una lección esencial para nosotros hoy: someter nuestro carácter al mover de Jesucristo,
para que sea Él quien se glorifique.
Lección 21: La honradez en la vida del cristiano
II.- Base Bíblica: 2 Corintios 8:21
"Procurando hacer las cosas honestamente, no solo delante del Señor sino también
delante de los hombres" (2 Corintios 8:21).
Nuestra sociedad reclama honradez. Hace falta en todos los ámbitos. El político que miente;
el dirigente empresarial que engaña; el administrador de un edificio que pone tropiezo; un
profesor universitario que falta a su palabra, son tan solo ejemplos de deshonestidad que
descorazonan a cualquiera y llevan a perder la confianza y la credibilidad.
El apóstol Pablo recomendó a los creyentes que sus acciones estuvieran rodeadas de
honestidad cuando escribió: "Procurando hacer las cosas honestamente, no solo
delante del Señor sino también delante de los hombres" (2 Corintios 8:21).
Quienes son honestos hoy día van en contra de la corriente. Son algo raro para el común de
las personas. No comparten su forma de actuar y por esa misma razón es posible que se
granjeen dificultades enormes en el entorno en el que se desenvuelven.
Pero eso es justamente lo que necesita la sociedad nuestra: hombres y mujeres que tengan
valor, honradez, capaces de hacer lo recto y que vayan contra la corriente. Se requiere en
esencia, seres de mucho carácter.
En cierta ocasión le preguntaron al Señor Jesús, para tentarlo, si era lícito dar tributo. Los
romanos cobraban tales impuestos a los judíos que los consideraban injustos. La respuesta
vertical del amado Hijo de Dios fue: "Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo
que es de Dios" (Mateo 22:21). Una posición equilibrada, honrada, justa, sin duda.
Usted y yo estamos llamados a ser rectos, cabales, de una sola línea. Y a manifestar la
honestidad aún en las cosas pequeñas, como el tiempo que laboramos en la empresa, la
veracidad de cuanto decimos y el manejo apropiado de los recursos.
El mundo tiene los ojos puestos en hombres y mujeres íntegros, que den ejemplo; los
cristianos estamos llamados a ser tales personas.
Verticalidad. Honestidad a toda prueba. Ejemplo para nosotros, en pleno siglo XXI. No
podemos ceder a la tentación ni olvidar que "La ocasión hace al ladrón", como dicen por ahí.
La mentira que está tan difundida hoy día, es una manifestación de falta de honradez que
debemos combatir. Como anota el apóstol Santiago, la lengua puede provocar tremendos
estragos (Santiago 3:4, 5). Y la mentira es uno de ellos.
Un compromiso que debemos asumir, en aras de la honradez, des decir la verdad en el hogar,
el trabajo, la iglesia y el desenvolvimiento general en la sociedad. Quien miente, roba su
reputación y es algo que no se puede recuperar fácilmente, ¿es consciente del reto que tiene
por delante?
Lección 22: La grandeza de la transparencia cristiana
II.- Base Bíblica: Mateo 5:8
III.- Versículo para Memorizar:
"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." (Mateo
5:8)
IV.- Enseñanza Bíblica:
El mundo que nos rodea está permeado por la corrupción en todos los órdenes. Hay
engaño, mentira y un afán permanente de poner trampa. Hay quienes apenas llegan
a un trabajo o posición determinada, están pensando qué ventaja pueden sacar.
Frente a una circunstancia así, los cristianos debemos marcar la diferencia. Así lo
enseñó el Señor Jesús cuando dijo: "Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios." (Mateo 5:8)
Él los llama felices, dichosos, parte de un segmento muy especial de la población.
Y anota que serán quienes tendrán comunión con Dios, lo verán y mantendrán
relación con Él.
La transparencia del corazón humano es una gran virtud del ser humano. Identifica
a quienes son fieles en los pensamientos y en los motivos del alma.
Son aquellos que están libres de orgullo y de un mal llamado amor propio, al menos,
mal entendido en nuestra sociedad porque es el que impide reconocer errores y
perdonar.
Pensamientos que contribuyen a la transparencia
Con certeza se ha dicho que nuestros pensamientos construyen el carácter. Somos
el fruto de lo que pensamos. De ahí que la transparencia en nuestras acciones
comienza con los pensamientos.
Un corazón puro traerá como consecuencia, una vida recta, como lo describe el
apóstol Pablo: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
(Filipenses 4:8)
Observe que hace todo un listado de los elementos que deben rodear nuestros
pensamientos y que nos aseguran transparencia.
Hay que tener entonces, mucho cuidado con lo que pensamos porque nos
conducirán a actuar, errada o acertadamente.
Disposición de corazón
Para obrar bien, debe haber disposición de corazón. Pensar bien comienza con una
decisión de marchar en todo instante bajo el gobierno de la transparencia, tal como
lo leemos en la Biblia: "Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de
mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío." (Salmo
19:14).
Y plantea como dichosos, a quienes no han andado en ese comportamiento y
pensamientos pervertidos del mundo: "Bienaventurado el varón que no anduvo
en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de
escarnecedores se ha sentado" (Salmo 1:1, 2).
¿Cuál es la disposición de su corazón en torno a los pensamientos? ¿Está en la
posición de permanecer firme ante Dios o de dejarse filtrar por la mundanalidad? La
decisión, recuérdelo siempre, es sólo suya.
Lección 23: Vivir la vida pero en Cristo
II.- Base Bíblica: Filipenses 1:21
Un principio que conduce a la victoria, es sin duda el que parte de la renuncia a todo lo que
el mundo nos ofrece para vivir únicamente enfocados en Dios.
Sobre este aspecto de suma importancia el apóstol Pablo escribió: "Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo
en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo
por mí." (Gálatas 2:20).
De esta manera, aunque no se había desconectado de todo y de todos, podía asegurar que
su existencia estaba sujeta a las pautas trazadas por el Hijo del Altísimo.
Él lo hacía en respuesta al amor manifestado por el Señor al morir en la cruz por sus pecados,
sin tomar en cuenta cuán malo hubiese sido.
Es evidente que vivimos en una sociedad insensible. A nadie le preocupa su prójimo. Por el
contrario, si se puede sobreponerse a los intereses ajenos para sacar adelante los propios,
millares de personas lo hacen.
No se trata de algo que sorprenda porque el propio Señor Jesús advirtió que en los últimos
tiempos "…y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará."
(Mateo 24:12).
Estamos atravesando por momentos difíciles, en los cuales prima el individualismo de una
manera lacerante, sin importar nada más.En una sociedad así es en la cual, al estar viviendo
para Cristo, nos corresponde darle prelación al amor como instrumento a través del cual
testimoniamos al mundo que hay un pueblo distinto, separado, que ha sido redimido. Una
pregunta que nos cabe aquí, ¿está usted viviendo a Cristo plenamente allí donde se
desenvuelve? Medítelo con cuidado porque—recuerde—es un principio que conduce a la
victoria.
El mayor error en el que podemos incurrir, consiste en vivir sujetos al pasado. También,
estar pendientes de un mañana que no sabemos si llegará. Todo esto nos lleva a abandonar
el presente, desconfiando de la voluntad de nuestro amado Dios.
Sobre éste aspecto el Señor Jesús dijo: "Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra
vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis
de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?"
(Mateo 6:25).
El texto nos plantea que Dios tiene todo cuidadosamente dispuesto y que la vida es mucho
más importante que todo lo material que nos roba la paz. ¿Sabe
a qué se refiere específicamente? A que las inquietudes por la cotidianidad nos impiden vivir
realmente para Dios, por la obra transformadora y redentora de Cristo.
La recomendación del amado Hijo de Dios para usted que quiere vivir en consonancia con
los principios divinos es: "Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." (Mateo
6:33, 34).
Concluimos con la pregunta que ha sido recurrente en la Lección de hoy y que es esencial:
¿Está usted viviendo para Cristo realmente?...
Lección 24: Lograr entendimiento de quiénes somos
II.- Base Bíblica: Proverbios 16:22
Uno de los elementos que impide el que obtengamos la victoria, es la falta de comprensión.
No nos comprendemos a nosotros ni comprendemos a los demás.
Es lamentable pero muy real, el hecho de que hay quienes pueden lograr muchas cosas en
la vida pero jamás llegan a conocerse y por tanto no pueden conquistarse a sí mismos.
El rey David escribió: "Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y
viviré." (Salmo 119:144).
Quien nos ayuda a que logremos una comprensión plena de cómo somos y por qué, es Dios
y nadie más que Él. Plantea el texto sagrado que teniendo conocimiento de cómo somos y
por qué, tendremos vida. ¿Sabe la razón? Se puede mejorar la relación con nosotros mismos
y con los demás, aplicando los cambios que se consideren oportunos.
Al ser humano se le dificulta tener entendimiento de cómo es y por qué actúa como lo hace,
por el egoísmo que le asiste y que el apóstol Pablo describe de la siguiente manera:
"…teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón…" (Efesios 4:18).
Lo dice refiriéndose a quienes han permitido que su corazón, totalmente endurecido, tome
gobierno de absolutamente todo.
Quien vive para si mismo y no llega a conocerse, corre el peligro de ocuparse tanto de su
entorno que pierda la perspectiva de lo realmente importante: su familia, los amigos, los
conocidos.
El rey Salomón experimentó ésta situación y escribió: "…Me pusieron a guardar las viñas;
Y mi viña, que era mía, no guardé." (Cantares 1:6b).
Descubrió, aunque tarde, que se había ocupado tanto de todo lo que quizá no revestía tanta
importancia, que descuidó lo realmente trascendente. Se encerró en si mismo, como tal vez
esté ocurriendo con usted, que vive en un aislamiento total y está dejando de lado lo que
tiene valor.
Conócete a ti mismo
Describió la importancia de que nos conozcamos a nosotros, que es una enorme bendición
que se desprende de Dios.
Una de las metas sobre las que orarás esta semana, es para que Dios te permita tener un
conocimiento acerca de quién eres tú, cómo actúas y aprovechar esa capacidad para aplicar
las modificaciones que se consideran necesarias y pertinentes.
Lección 25: ¿A quién seguiremos?
II.- Base Bíblica: Mateo 5:14
"Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán
en el hoyo." (Mateo 5:14).
Con mucha frecuencia los seres humanos nos preguntamos: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo?
Y ¿Para dónde voy? Son interrogantes existenciales para los cuales se requiere de una
respuesta porque nos ayudará a encontrar un norte.
Estos tres cuestionamientos, en apariencia sencillos, nos llevan a revisar nuestras cualidades
físicas, intelectuales y espirituales en búsqueda de una respuesta que satisfaga el alcance de
cada pregunta.
En el ámbito espiritual, dentro del enigma de hacia dónde nos dirigimos, es fundamental que
revisemos nuestra relación con Dios. Si es mínima o nula, sin duda nos encontramos en la
disyuntiva de no saber qué hacer ni qué camino tomar, porque es en el Creador en el que
encontramos la guía para seguir adelante. Somos Sus hijos y fuimos concebidos a Su imagen
y semejanza, por tanto, Él es nuestra brújula que—en el plano práctico—nos traza una carta
de navegación.
¿Tenemos un propósito?
Al tiempo que nos formulemos estos tres interrogantes de suma importancia para toda
persona, cabe sumar un cuarto cuestionamiento y es ¿Tengo propósito en la vida?
Es esencial que tengamos un norte hacia el cual dirigirnos. El apóstol Pablo le marcó un
propósito a su discípulo Timoteo cuando le mandó "que prediques la palabra; que instes
a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina." (2 Timoteo 4:2).
Para saber hacia dónde vamos es fundamental que tengamos una orientación apropiada y
por supuesto, quién brinde esa orientación.
El mundo hoy día necesita un dirigente que lo sepa orientar, en momentos en que existen
muy malos guías, representados en aquellos que representan a la clase política, a la religión
y en general a la mundanalidad.
El dirigente que necesitamos se llama Jesucristo. El bien sabía de quienes dirigen mal ya que
se refirió a ellos en términos tajantes: "Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego
guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo." (Mateo 15:14).
Él es el líder que necesitamos porque nos muestra el camino a seguir, en medio de las
opciones que tenemos delante: seguir el sendero de Dios o el de la mundanalita. El primero
nos conduce a la vida, el segundo a la muerte. Estamos en la brecha y es menester decidirnos,
como dijera Moisés a Israel: "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra
vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición;
escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia..." (Deuteronomio 30:19).
Pedro dio una respuesta sabia "¿A quién iremos?" Jesucristo es el camino, la verdad y la
vida. Es el dirigente que necesitamos. La única salida a la encrucijada.
Lección 26: Somos templos del Espíritu Santo
II.- Base Bíblica: 1 Corintios 6:19
III.- Versículo para Memorizar:
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (1 Corintios
6:19).
IV.- Enseñanza Bíblica:
El cuerpo humano es maravilloso. Funciona como un relojito, todo a su debido
tiempo. Cuando lo apreciamos, descubrimos que somos la obra de un Dios que tuvo
sumo cuidado de todos los detalles.
Pero además de ser una creación inigualable, hay algo más que debemos resaltar
y es lo que señala el apóstol Pablo: usted y yo somos templos del Espíritu Santo:
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (1 Corintios
6:19).
En nuestro ser, en el que habita el Santo Espíritu, batalla permanentemente la
inclinación a obrar el mal, de ahí que debamos inclinarnos por transformar los
hábitos negativos en elementos positivos, que contribuyen a la formación del
carácter.
Pueblo escogido
Tras las reiteradas decisiones del pueblo de Israel de ser infiel a Dios, por la obra
redentora del Señor Jesucristo en la cruz Él ha escogido a un pueblo para sí, que
somos nosotros.
El apóstol lo describe de la siguiente manera: "Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable" (1 Pedro 2:9).
El hecho de que seamos ese segmento poblacional de especial significación,
porque obramos Su voluntad, determina que haya decidido morar en cada uno de
nosotros.
Como pueblo santo, que fue comprado por Dios por la muerte sacrificial de Su
Hijo, para ser Su iglesia, Él espera que vivamos en santidad "A fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Efesios
5:27).
¿Cómo anda tu vida?
Sobre la base de que somos templos del Espíritu Santo cabe preguntarnos, ¿cómo
anda nuestra vida? El interrogante es necesario que nos lo formulemos, porque una
cosa es llamarnos cristianos y otra bien diferente, que nuestras acciones obedezcan
a ese patrón de vida que debemos asumir.
Revisar nuestra existencia constantemente reviste mucha importancia. Piense por
un instante que Dios vive en usted por Su Espíritu, así que debe andar en santidad
para corresponder a ese amor inmerecido que Él manifiesta hacia nosotros.
Lección 27: El peligro del orgullo
II.- Base Bíblica: Santiago 4:7
Hoy día abunda en toda sociedad un desmedido culto al "yo" en cualquiera de sus formas,
como consecuencia del orgullo que corroe al ser humano.
Cuando vamos a las Escrituras descubrimos que poner de presente el "yo" desterrando a
Dios quien debe ocupar el primer lugar, es pecado.
En la Biblia leemos sobre el rey Nabucodonosor. Fue ególatra. Así lo podemos descubrir
cuando él se pregunta: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real
con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?" (Daniel 4:30).
Pero su egolatría trajo consecuencias. Por siete largos años cayó en un estado de locura
absoluto y convivía con las bestias del campo. Esta situación se prolongó hasta que descubrió
la necesidad de ser humilde. Solamente cuando se olvidó del "yo", el Señor le concedió la
victoria.
Antes que Nabucodonosor cayera, mucho pero mucho antes, lo hizo Satanás. Su nombre
original era Lucifer. Era muy querido en la corte celestial. Sin embargo se rebeló contra Dios
y quiso estar por encima de Él.
El enemigo espiritual, en ésa época antigua, razonó: "Subiré al cielo; en lo alto, junto
a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré,
a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al
Altísimo" (Isaías 14:13, 14).
Su orgullo era tan grande que lo arrastró a cometer una locura. Igual puede ocurrir con
nuestra vida si no estamos atentos y permitimos que el culto al ego ocupe el primer lugar.
Desencadena ruina moral y espiritual.
Viene ahora una pregunta fundamental: ¿Cómo anda su vida con respecto al orgullo? Es
probable que haya dado prelación al "yo" antes que a Dios y por esa razón esté enfrentando
los problemas que se han desatado en su vida.
La egolatría o culto al ego es muy sutil. No aparece de la noche a la mañana sino que por
el contrario, va tomando forma poco a poco hasta hacerse muy fuerte.
¿Qué nos dicen las Escrituras? Leamos lo que dicen: "Someteos, pues, a Dios; resistid
al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7).
Observe que la idea clave es someterse a Dios. A Él hay que entregarle el "yo" que tanto
nos gusta exaltar. Solamente Él, y nadie más que Él, deben ocupar el primer lugar.
¿Está dispuesto a renunciar al culto al "yo"?. Si le parece difícil es importante que busque
ayuda en el Señor Jesucristo. Pídale en oración que le conceda la fortaleza para vencer. Sin
duda lo logrará y tendrá victoria en el deseo de solamente exaltar el "yo".
Lección 28: El principio de la fe
II.- Base Bíblica: Hebreos 11:1
III.- Versículo para Memorizar:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no
se ve" (Hebreos 11:1)
IV.- Enseñanza Bíblica:
¿Cómo definir la fe? Resulta altamente complejo tratar de definir la fe. Muchos
han tratado de hacerlo pero han errado en su propósito, porque la fe ante todo es
práctica.
Por esa razón podemos decir que la mejor definición es la que hace el autor de la
carta a los Hebreos: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).
La Escritura señala que una actitud de fe honra a Dios. "Pero sin fe es imposible
agradar a Dios" (Hebreos 11:6). Por esa razón encontramos que a lo largo de
la historia, los hombres de la Biblia se caracterizaron por tener fe.
La mujer que creyó
El capítulo 5 del evangelio de Marcos contiene una interesante historia que nos
habla respecto de la fe. En ella y mientras el Señor Jesús andaba a orillas del mar
de Galilea, se le acercó una mujer que había invertido una cuantiosa fortuna en
procura de ser sanada de un flujo de sangre, pero los médicos la habían
desahuciado.
Desesperada, y creyendo que sería sanada si tocaba el manto del Maestro, se le
acercó y le tocó. En aquel mismo instante quedó sana. Él preguntó quién lo había
echo. "Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella
había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y
él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote"
(Marcos 5:31-34).
Como puede apreciarse, la fe es acción. No basta con pensarlo, es necesario
actuar.
Tal como lo vimos al comienzo, cuando vamos en procura de que algo ocurra,
debemos tener la certeza de que ocurrirá, sin el más mínimo asomo de duda.
La mujer simplemente creyó. No dejó que la duda tomara forma en su corazón. Y
en fe actuó al tocar el manto del Señor.
Importancia de la fe
La fe desempeña un papel de suma trascendencia en la vida del cristiano. Es el
soporte que le ayuda a crecer en su vida personal y espiritual. Pone de manifiesto
la posición de honra en que tenemos a nuestro amado Dios.
En la Palabra leemos "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;
y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe" (1 Juan 5:4).
Si usted es hijo del Altísimo, debe poner de manifiesto su fe, creyendo que el
poder de Dios es ilimitado y puede obrar cuanto se proponga en su existencia.
Lección 29: La fuerza de la paz
II.- Base Bíblica: Mateo 5:9
El mundo está embarcado en una carrera armamentista sin precedentes, que pone en
evidencia la motivación que hay en el corazón—no solo de las autoridades de los países--
sino de las personas: un ánimo belicista.
La falta de entendimiento entre los pueblos está desatando las guerras, que dejan saldos
nefastos de muertos y heridos. Un cálculo realizado por especialistas señala que de los
últimos cuatro mil años de historia de la humanidad, solamente ha habido 268 años de paz.
Los cristianos estamos llamados a amar la paz. Ser pacificadores debe ser una de nuestras
principales vocaciones. A ella nos llamó el Señor Jesucristo cuando dijo: "Bienaventurados
los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5:9).
Observe cuidadosamente que aquellos que aman la paz forman parte de la familia celestial.
Es más, el propio Señor Jesús fue llamado "Príncipe de paz" (Isaías 9:6).
El apóstol Pablo escribió que el amado Hijo de Dios con su muerte sacrificial en la cruz,
eliminó la brecha que nos separaba del Padre, e hizo la paz: "Justificados, pues, por la
fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos
5:1).
Al recibir a Jesús en el corazón como nuestro único y suficiente Salvador, nos hacemos
partícipes de esa paz que solamente el cielo puede ofrecer, y que es perfecta y duradera.
Él mismo dijo a sus discípulos y también a nosotros: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no
os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27).
Observe que la paz proviene del Maestro. No hay otro, fuera de él, que nos la pueda dar.
Muy apropiadamente el profeta escribió: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento persevera en ti; porque en ti ha confiado" (Isaías 26:3).
2.- Versículo para Memorizar:"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos"(Mateo 5:14-16).
El qué ocurrirá en el porvenir también despierta zozobra. Esta situación fue anticipada con
suficiente antelación por el Señor Jesús cuando dijo: "Desfalleciendo los hombres por el
temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las
potencias de los cielos serán conmovidas"(Lucas 21:26).
En su momento la gente estaba atemorizada por lo que ocurría alrededor, pero hoy día la
sensación de inestabilidad es todavía mayor ya que –tal como lo advirtió el amado Salvador-
-, la tierra está experimentando múltiples sucesos: terremotos, inundaciones, ciclones,
huracanes y toda suerte de acontecimientos que escapan al manejo de los seres humanos
(Mateo 24:6-8).
El reloj de la humanidad se encuentra en uno de sus momentos más críticos. Los hechos
que tienen lugar en diferentes países e incluso en el universo, nos revelan que algo
sobrenatural está en desarrollo.
La Biblia lo describe de la siguiente manera, en labios del Señor Jesús: "Y oiréis de
guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que
esto acontezca; pero aún no es el fin"(Mateo 24:6).
Si usted escucha la radio, lee los diarios o enciende la televisión, se encontrará que éstos
anuncios del Maestro se están cumpliendo. Todo ocurre con una precisión matemática.
Querámoslo o no, usted y yo estamos inmersos en la situación. Somos testigos de cuanto
está sucediendo.
Por ejemplo y para poner tan solo un ejemplo, se calcula que la mitad de la población sufre
hambre. Lo más preocupante es que el fenómeno tiende a agudizarse en medio de una
sociedad irregular en la que unos tienen lo suficiente para vivir y otros carecen hasta de lo
más elemental.
Los avances tecnológicos resultan precarios frente a la gravedad de lo que está ocurriendo
en el planeta y los científicos han coincidido en asegurar que no encuentran una salida para
la crisis.
El hombre de hoy día se encuentra, sin duda, ante un reto de alcances infinitos. ¿Cómo
superar el estado de zozobra que agobia al común de la humanidad?
La crisis no debe agobiarnos y menos, sentir que nos encontramos al borde del abismo. En
absoluto. Con el Señor Jesucristo estamos llamados a vencer.
Dios lo expresó en los siguientes términos a través del profeta: "Levántate, resplandece;
porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas
cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será
vista su gloria"(Isaías 60:1, 2).
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
instruir en justicia, a fin de que el nombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra"(2 Timoteo 3:16, 17).
Uno de los principios de vida que debe asumir todo cristiano, es la lectura de la Santa Biblia.
En lo posible debe hacerlo cada día. Al escudriñar sus páginas descubrirá un verdadero
tesoro.
El asunto fue abordado por el apóstol Pablo cuando escribió: "Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para instruir en justicia, a
fin de que el nombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra"(2 Timoteo 3:16, 17).
Estudiando la Biblia
No es necesario que estudiemos de una vez pasajes muy extensos. Basta que estudiemos
pequeñas porciones, mirando con detenimiento qué es lo que quiere decir el Señor en ellas.
El conjunto de libros que conocemos como la Biblia fue escrito por más de cuarenta autores,
quienes realizaron su trabajo en un lapso aproximado de 1.600 años. A pesar de los diversos
estilos que utilizaron los autores, hay una asombrosa armonía en la obra. El Antiguo
Testamento se compone de 39 libros y el Nuevo Testamento de 27.
Actualmente está traducida a más de mil lenguas y dialectos. Se estima que anualmente
se imprimen y distribuyen 40 millones de ejemplares en todo el mundo.
La Biblia:
Jan Carlos Cortes estaba escalando una montaña con su mejor amigo. Algo normal en un
día soleado como aquél, que invitaba a vivir. Sin embargo algo falló. La cuerda de la que
estaba asido se soltó. Fue un momento angustioso. Entonces extendió su mano en dirección
a su compañero que, ajeno a lo que ocurría, siguió escalando. Afortunadamente el accidente
no pasó a mayores, pero llevó a Jan Carlos a reflexionar en lo irónico del momento: había
confiado en su mejor amigo y él no se había percatado de lo que estaba ocurriendo.
¿La razón? Muchas veces confiamos más en el hombre que en el Dios verdadero y único,
cuyo poder es ilimitado. La consecuencia es una defraudación difícil de describir. Los seres
humanos nos vuelven la espalda cuando más los necesitamos y, peor aún, nos traicionan.
Las personas alrededor nos fallan por su condición frágil y falible, sujetas a errores y con
limitaciones. Los demás nos fallan porque nosotros también fallamos.
El autor sagrado, bajo inspiración, escribió: "Maldito el varón que confía en el hombre
y pone carne por su brazo» y añadió: «Bendito el varón que confía en el Señor"
(Jeremías 17:5, 7).
Observe cuidadosamente los dos polos opuestos que presenta el pasaje bíblico: de un lado,
la maldición que se deriva de depositar nuestra confianza en Dios al tiempo que deja
planteado, confiar en el Señor desencadena bendición.
Sólo nuestro amado Dios es ilimitado, no tiene barreras, tiene poder para obrar cuando lo
necesitamos en respuesta a nuestros requerimientos.
No puede uno explicarse que haya quienes se llaman a si mismo cristianos pero depositan
su confianza en el hombre antes que en Dios.
Parece que sólo creemos en aquello que podemos ver, palpar y escuchar. ¡Tremendo error!
El Señor Jesús nos dio razones para confiar. Por ejemplo, dijo que ningún cabello de nuestra
cabeza esta sin contar y por tanto, no perecerá—Lucas 21:18; Mateo 10:30.
Él explicó a sus discípulos y a nosotros hoy, que hay motivo para confiar porque Dios está
bajo el control de todo (Mateo 10:29).
Además, nuestro Padre, en quien debemos confiar, no se cansa ni adormeces tal como lo
describe Su Palabra (Salmo 121: 3, 4). Para Él somos sus hijos y tiene especial cuidado de
nosotros: "¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz para dejar de compadecerse del
hijo de su vientre? Aunque ella olvide yo nunca me olvidaré de ti" (Isaías 49:15).
¿Por qué debemos confiar en el Señor? Hay varias razones. La primera, porque Dios conoce
nuestras necesidades; la segunda, porque Su poder es ilimitado y la tercera, porque para Él
no hay nada imposible (Lucas 1:37). En la
Biblia leemos este llamamiento especial: "Encomienda al Señor tu camino, confía en Él
y Él obrará" (Salmo 37:5).Absolutamente todo cuanto vayamos a hacer, debe quedar en
manos de Aquel que todo lo puede.
Lección 36: Cuidado con las alianzas del mundo
1.- Base Bíblica: Habacuc 1:12-17
2.- Versículo para memorizar:
"Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él obrará" (Salmo 37:5).
3.- Enseñanza Bíblica:
El cristiano fue llamado a santidad, es decir, a "ser apartado de". Eso no significa
que se aísle de todo y de todos, pero sí que guarde sumo cuidado con el mundo.
Muchas personas que rindieron su corazón a Jesucristo, con el paso progresivo del
tiempo comenzaron a asumir de nuevo pautas y principios del mundo del que se
habían apartado. La consecuencia de todo fue una amalgama peligrosa en la que
terminaron caminando con un pie en el mundo y otro en las cosas de Dios.
Como hemos podido leer en las Escrituras, Israel, el pueblo de Dios, caía con
frecuencia en alianzas políticas con otras naciones que no eran del agrado del Señor.
Una perspectiva adecuada
¿Cómo evitar caer en la mundanalidad de nuevo? Teniendo una adecuada
perspectiva. Ésta consiste en reconocer que no somos del mundo pero que también,
debemos interactuar con el mundo sin permitir que nos afecte con sus principios de
vida, contrarios a la voluntad de nuestro Padre.
Nuestra orientación será acertada cuando, al enfrentar algún problema, lo
analicemos con detenimiento: "Todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar, tardo para airarse" (Santiago 1:19).
Nuestro problema es que somos prontos para reaccionar y no tomamos el tiempo
suficiente para evaluar las circunstancias que nos rodean. De ahí que un principio
de victoria debe ser el de analizar todo cuanto nos está ocurriendo y volver la mirada
a Dios en procura de la salida a la dificultad o la respuesta a nuestros interrogantes.
En le texto de Habacuc que hemos estudiado, encontramos que en los versículos
12 y 13, él lleva toda su carga de interrogantes delante del Señor.
Es justamente lo que debemos hacer. No podemos resolver los asuntos,
cualesquiera que sean, a nuestro modo sino al de Dios.
En la Biblia leemos un principio sobre el que ya hemos hablado, que se encuentra
en el libro de los Salmos: "Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él
obrará" (Salmo 37:5).
Su vida puede experimentar un viraje total si tan solo deja de estar teniendo tratos
tan estrechos con el mundo, que amenazan con contaminarlo. Firme y adelante
siempre, pero asiéndose de la mano del Hijo de Dios como la única alternativa en
toda situación que se presente en su vida.
"No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo
que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra" (Éxodo
20:3, 4).
Un concepto que debe quedar profundamente arraigado en nuestro corazón, es que el deseo de Dios
es bendecirnos. Desde el momento en que creó la tierra y puso en ella a Adán y a Eva, el propósito es
que disfrutaran para siempre de plenitud, recibiendo lo mejor de Él.
Las Bendiciones tienen una contraposición: se trata de las Maldiciones. Las dos se manifiestan en los
seres creados, es decir usted y yo. ¿De qué manera operan? La respuesta está en unas sencillas
palabras: fuerzas sobrenaturales determinan que unas y otras toquen la vida de un ser humano.
Bendiciones y Maldiciones han afectado por siglos la vida personal, familiar y la economía de hombres
y mujeres. Incluso, tales manifestaciones pueden afectar comunidades y naciones enteras.
Surge entonces la pregunta, ¿Qué impide las bendiciones? Hay varios factores asociados al hecho de
que en alguien tomen fuerza las maldiciones.
Para dilucidar el interrogante, al menos en uno de sus puntos, le invito para que vaya conmigo a la
Biblia. Específicamente ubique el libro del Éxodo, capítulo 20, versículos del 3 al 5. Léalo con
detenimiento.
El pasaje nos enseña que la idolatría impide que seamos bendecidos. ¿La razón? Ningún objeto o
persona debe ocupar el lugar que preeminencia y honor que sólo le pertenece a Dios (versículo 3).
En Colombia, para poner un ejemplo, se realizan anualmente los Carnavales del Diablo. Se escenifican
en una población pintoresca: Riosucio. Por varios días, el demonio es el personaje central. Los
organizadores dicen que no es un diablo malo, sino ¡bueno!
Las Escrituras son claras al advertir que entre el pueblo de Dios debe primar una auténtica adoración
a Dios, procediendo a derribar cualquier pedestal que hayamos levantado a los ídolos. Si leemos el libro
del Deuteronomio, capítulo 7, versículos 25 y 26, encontramos que literalmente los ídolos deben ser
destruidos (versículo 25) y que no podemos permitir que tengan asiento en nuestro hogar (versículo
26).El concepto de Bendición aparece 410 veces en la Biblia mientras que el de Maldición, 230 ocasiones.
Unas y otras pertenecen al mundo invisible, pero afectan el plano material.
Es probable que en su hogar, oficina o quizá, en sus elementos personales, conserve todavía
imágenes, libros u otro objeto que otrora era instrumento de adoración idolátrica.Hoy ha aprendido
que conservar esas cosas trae Maldición sobre su vida y además, desagrada a Dios. Decídase hoy.
¡Deshágase de tales instrumentos de idolatría! Sólo renunciando definitivamente a ellas, abrirá las
puertas para recibir las bendiciones de Dios.
Lunes: Salmo 24:1-10; Martes: Salmo 33:1-22; Miércoles: Salmo 102:1-28; Jueves: Salmo 104:1-
35;
Viernes: Proverbios 8:28-36; Sábado: Isaías 45:8-19; Domingo: Mateo 23:1-2.
Lección 38: El poder que tienen nuestras palabras
1.- Versículo para Memorizar: La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es
quebrantamiento del espíritu" (Proverbios 15:4).
2.- Enseñanza Bíblica: Para avanzar en nuestro estudio de la Biblia respecto a las Bendiciones y de
qué manera en la vida de una persona actúan las Maldiciones, es necesario coincidir en dos elementos
de suma importancia:
2.1.- Toda persona se desenvuelve en un Plano Visible. Son todos aquellos objetos y sucesos
normales del universo material en medio del cual nos movemos cada día. Son en esencia de carácter
transitorio y, para cada individuo terminan cuando éste fenece. Usted y yo estamos familiarizados con
este plano y, para ser sinceros, nos sentimos cómodos en él.
2.2.- Aunque no seamos conscientes de ello, todos los seres humanos nos vemos afectados por
un Plano Invisible. Es de carácter espiritual. Las fuerzas que se mueven en esta dimensión operan de
forma continua y decisiva sobre el plano visible. Su duración es indeterminada. El apóstol Pablo plantea
que la perseverancia gozosa del cristiano en medio de las tribulaciones, es el fruto de mirar—desde el
plano material—aquellas cosas que son invisibles, es decir las eternas que son aquellas que nos promete
Dios. No las podemos percibir con nuestros sentidos físicos pero sí en el espíritu (2 Corintios 4:17, 18)
Ahora bien, tengamos en cuenta un principio invariable: Las Bendiciones y las Maldiciones pertenecen
a la dimensión espiritual.
2.3.- Influencia en las personas Las Bendiciones y las Maldiciones ejercen una poderosa
influencia en las personas, así no quieran admitirlo. Sobre esta base aprendemos:
2.3.1.- Que las Bendiciones y las Maldiciones afectan al individuo y a su entorno. Alcanzan a su
familia, a la comunidad en la que se desenvuelven e incluso a naciones enteras.
En cierta ocasión en un local bastante amplio y cómodo, un grupo de creyentes abrió una
congregación. Pero antes que prosperar, iban de mal en peor, sosteniendo internamente
enfrentamientos que debilitaban la permanencia de la iglesia. Cuando averiguaron sobre la historia de
aquellas instalaciones, descubrieron que había sido—años atrás—un antro de pecado.
2.3.2.- Que las Bendiciones y las Maldiciones tienen un efecto prolongado. Se extienden por
generaciones, a menos que en el caso de las maldiciones, se rompa definitivamente su influencia. En
usted pueden estar actuando maldiciones provenientes de anteriores generaciones. Es por esta razón
que se generan crisis recurrentes, y patrones de comportamiento inexplicables. Es necesario ser muy
cuidadoso con lo que decimos porque las Bendiciones y Maldiciones dependen en gran medida de las
palabras que pronunciamos, de lo que escribimos e incluso de los pensamientos que referimos hacia
nosotros mismos o hacia los demás. Cuanto decimos puede ser utilizado para bien o para mal.
2.4.- El poder de las palabras: Aunque a muchos les parezca intrascendente, lo que decimos
ejerce poderosa influencia en la vida nuestra y de los demás, y puede convertirse en Bendición o en
Maldición. Imagine por un instante a alguien que constantemente dice: "¿Por qué será que todo lo malo
tiene que ocurrirme a mí?". Sin duda estará enfrentando las consecuencias de una maldición auto-
impuesta.
a.- Que lo que decimos puede "dañar" a los demás (Proverbios 11:9).
b.- Que lo que pronunciamos puede ser "golpe de espada", es decir que causa heridas en nuestro
prójimo (Proverbios 12:18 a).
c.- Que nuestras palabras están cargadas de tal poder, que pueden traer "alivio" a quienes las escuchan
Proverbios 12:18 b).
d.- Que nuestras palabras pueden desencadenar en quienes las escuchan, tranquilidad o angustia
(Proverbios 15:4).
En adelante una de las tareas que usted se fijará como hijo de Dios, estriba en medir cuidadosamente
el alcance de cada palabra que pronuncia sobre sí mismo y sobre los demás. Recordará que pueden
encerrar Bendiciones o Maldiciones y que es imperiosamente necesario cambiar nuestros hábitos al
hablar.
3.- Lecturas Devocionales: un.: Col. 1:15-23; Mar.: Heb. 1:1-134; Mié.: Heb. 4:1-16; Jue.: Éxo.
20:1-17;
Vie.: Éxo. 23:20-33; Sáb.: Lev. 17:10-16; Dom.: Lev. 25:1-24.
Lección 39: El poder que ejercen los símbolos
1.- Versículos para Memorizar: No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza
con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay debajo en la tierra, ni con lo que hay en las
aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellas ni los adores. Yo, el SEÑOR tu Dios,
soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta
la tercera y cuarta generación"
(Éxodo 20:4, 5. Nueva Versión Internacional).
El apóstol Santiago advierte que la lengua puede ser jactanciosa, causar grandes
problemas, desatar mucha maldad y a la vez, puede ser instrumento para bendecir. Plantea
actuar así, bendiciendo y maldiciendo con nuestra lengua, está en contraposición a lo que
Dios espera de nosotros (Santiago 3:5, 6, 9, 10).
Con este óleo él santificó el tabernáculo, los instrumentos y a los sacerdotes que
ministraban, como podemos leer en Levítico 8:1-12.
Observe que el aceite era un instrumento a través del cual se derramaba el poder especial
de tornar santo aquello que tocaba.
Más adelante encontramos que por medio del aceite de oliva Samuel ungió a David como
rey para Israel (1 Samuel 16:1-13). Lo interesante que encontramos en el texto es que tras
ser ungido, vino sobre el joven la presencia del Espíritu Santo.
Una mujer muy piadosa con la que tuve oportunidad de dialogar hace poco, me decía que
no encuentra tropiezo alguno en tener imágenes que representan a Cristo y a María virgen,
por cuanto—argumentaba ella— "es como tener el retrato de un ser querido". Le
expliqué, con fundamento en Éxodo 20:4, 5 que muchos de los objetos de veneración
religiosa que guardan las personas, sea de la cultura católica, de culturas indígenas o de
oriente, encierran maldición. Sobre tales elementos pesan las maldiciones del culto idolátrico
y éstas a su vez, ejercen influencia sobre los propietarios. En adelante usted deberá
reflexionar sobre la tenencia de cosas en su hogar, sea cual fuere su origen, y la forma en
que poseerlas le convierte en blanco de maldiciones, y la urgente necesidad de deshacerse
de ellas quemándolas.
Lun.: Deut. 14:22-29; Mar.: Deut. 15:1-11; Mié.: 2 R. 23:4-27; Jue.: Sal. 119:81-96;
Vie.: Sal. 144:1-15; Sáb.: Pr. 3:1-35; Dom.: Pr. 4:1-27.
Lección 40- El origen de las Bendiciones y las Maldiciones
1.- Versículo para Memorizar:"Como el gorrión en su vagar y como la golondrina en su
vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa" (Proverbios 26:29)
2.- Enseñanza Bíblica: Con frecuencia encontramos personas que aceptan únicamente
las Bendiciones, altamente entusiasmados con sus alcances. Es más, lo que buscan al
congregarse en una iglesia, es el ser bendecidos. "Yo he visto que Juan prosperó desde que
entró en la religión", dijo una persona a la que atendí en mi oficina. Era su forma de
explicarme cuál era la principal motivación para hacerse cristiana. Estaba detrás de la
prosperidad. Quienes solo persiguen las Bendiciones están en un tremendo error si
desestiman las Maldiciones. Son tan reales como las primeras, aunque la diferencia es que
sus causas son funestas. No se trata de meras supersticiones ni especulaciones.
Es necesario discernir el estado de alguien víctima de una maldición es real. Hacia este
propósito se encaminan las dos ideas que debemos tener claras en nuestro corazón:
Las Bendiciones provienen de Dios mientras que las Maldiciones proceden del Señor en
caso de que alguien sea rebelde o incrédulo, pero también de prácticas muy difundidas en
nuestro mundo, y que son promovidas por Satanás. Entre ellas podemos mencionar el
ocultismo, la Nueva Era y ritos religiosos en los que se adoran dioses muy diferentes a
Jehová.
2.1.- Toda Maldición tiene su origen: En la Biblia leemos que "Como el gorrión
en su vagar y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá
sin causa" (Proverbios 26:29)
El texto nos sirve de base para aprender un principio importante: toda Maldición tiene una
motivación. No viene por si sola.
La Biblia nos revela cuál es el origen de las Bendiciones y Maldiciones. Uno de los textos
más importantes se halla en el libro del Deuteronomio, capítulo 28, versículos del 1 al 68.
Allá descubrimos el origen y evolución de un estado bendecido o maldecido. La descripción
de las Bendiciones se halla desde los versículos 3 al 13 y las Maldiciones, desde el 16 al 68.
Los versículos 1 y 2 nos muestran que las Bendiciones vienen como consecuencia de:
El pasaje es muy revelador cuando dice: "Si obedeces al SEÑOR tu Dios, todas estas
bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre" (Deuteronomio 28:2.
Nueva Versión Internacional).
Las Maldiciones tienen origen en la maldad del hombre. Deuteronomio 18:15 dice que son
el fruto de:
Las maldiciones alcanzarán a quien obra así, pero no solo a él sino a su familia y a sus
generaciones, como también a sus posesiones.
3.- Lecturas Devocionales: Lunes: Prov. 6:20-35; Martes: Prov. 7:1-27; Miércoles:
Prov. 11:1-31; Jueves: Prov. 12:1-28;
Viernes: Prov. 13:1-25; Sábado: Ecle. 12:1-14; Domingo: Mat. 5:17-20.
Lección 41: ¿Cómo determinar que está obrando una maldición? (Parte 1)
1.- Versículo para Memorizar:
"Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus
mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas
maldiciones, y te alcanzarán." (Deuteronomio 28:15)
En el capítulo 28 del libro Deuteronomio, a partir del versículo 16, podemos encontrar una larga lista
de Maldiciones fruto de entrar en rebeldía con los mandatos de Dios o bien, de manifestar incredulidad.
La presencia de varios elementos llevan a pensar que en un individuo está operando una maldición y
que es necesario romperla, ya que de lo contrario seguirá obrando en la persona y puede afectar a su
familia y a las generaciones futuras.
En las Lecciones que veremos a partir de hoy, estudiaremos con base en las Escrituras, algunas de
estas Maldiciones.
Un pastor amigo que ha estudiado a fondo el asunto de las Bendiciones y las Maldiciones, y con quien
dialogaba hace algunos días, me dijo: "Fernando, si entráramos a cortar las Maldiciones que pesan
sobre muchos pacientes de clínicas siquiátricas, los médicos se quedarían sin clientela".
Es un asunto serio, sin duda, ya que en muchas familias –por generaciones—se dan enfermedades
clasificadas como "herencia genética". Los médicos sólo atinan a decirle a sus consultantes que deben
resignarse y asumir un tratamiento que les ayude a sobrellevar la dolencia.
En el libro del Deuteronomio, capítulo 28 se menciona el hecho de que personas que asumieran una
actitud rebelde serían castigados con locura, turbación de espíritu o del corazón (versículos 28 y 34.
Advierte el profeta Moisés que caerían sobre ellos, es decir aquellos que no cumplieran los mandatos
de Jehová, el temor y la tristeza (versículo 65) así como también la desesperación del alma (versículo
65).
En conjunto estas maldiciones afectan el corazón, el alma y la mente de quienes las enfrentan. Su
mundo interior se ve conmocionado por fuerzas del mal que toman dominio por la desobediencia.
La persona pierde el control de sus pensamientos, de sus reacciones y por supuesto, de sus
emociones. El estado de agobio, confusión y depresión se convierten en auténticas "fortalezas".
¿Hay solución? Por supuesto. Está en Jesucristo quien nos libera de todas las ataduras que puedan
pesar sobre nuestra familia y por ende, sobre nosotros.
El carácter de hereditario al que aluden los médicos al explicar una enfermedad recurrente en los
miembros de una familia, se refiere al hecho de que pasa de una generación a otra.
Esta condición está descrita en los versículos 21, 22, 27, 28, 35, 59 y 61. Le invito para que se tome
el tiempo necesario de leer el pasaje bíblico y los versos específicos a los que acabo de hacer referencia.
Se trata de una malignidad que obedece a factores que no son físicos sino de orden sobrenatural.
No obstante en medio de estas características que pueden ser evidencia de que alguien está bajo
maldición, o tal vez una familia, es importante volver nuestra mirada a Jesucristo quien tiene el poder
para romper esas operaciones de maldad que puedan estar causando tanto daño en la salud del
individuo.
Lunes: Mat. 5:33-37; Martes: Luc. 16:1-15; Miércoles: Luc. 22:24-30; Jueves: Jn. 12:20-26;
Viernes: Ro. 6:15-23: Sábado: 1 Co. 1:10-17; Domingo: Gá. 1:6-12.
Lección 42: ¿Cómo determinar que está obrando una maldición? (Parte 2)
Hemos venido analizando aquellos factores que pueden llevarnos a concluir que
una persona se encuentra bajo la influencia de una maldición.
En una sociedad descompuesta es frecuente hallar padres cuyos hijos han caído
bajo alguna de las siguientes ataduras: vicios, pasiones desordenadas, robo,
adicción a la música satánica mimetizada en el rock pesado y ocultismo en
cualquiera de sus variantes.
La situación la encontramos descrita en el libro del Deuteronomio, capítulo 28,
versículo 41. Allí Dios advierte que los hijos irían en "cautiverio".
Este fenómeno va en contravía del propósito que Dios tiene para nosotros ya que
desea que la relación de padres e hijos sea armoniosa (Malaquías 4:5, 6).
Un joven de Lima a quien los médicos lograron salvar después que ingiriera una
botella de veneno, confesó que una fuerza inexplicable le había conducido al
suicidio. "No vale la pena que sigas viviendo. Mátate", era el pensamiento
recurrente que invadía su mente. Logró ser liberado de esa maldición y vive
apaciblemente con su familia.
Tenga presente que cuando descubrimos que toma maldición tiene su origen,
estaremos en condiciones favorables para dar la batalla tomados de la mano del
Hijo de Dios para vencer.
Quizá ha tenido la oportunidad de tratar personas a las que no les rinde un solo
peso, cuanto dinero ingresa a casa se va como agua y si tienen entradas extras,
sencillamente se esfuman.
En tales personas existe una marcada tendencia a la derrota, la cual heredan sus
hijos y sucesivamente todas las generaciones que le sobrevivan.
En conjunto podemos decir de quienes están maldecidos que llega a sus vidas la
pobreza absoluta.
Por el contrario quienes caminan en la voluntad del Señor, siendo fieles a sus
principios para nuestra existencia, gozan de bendiciones abundantes. Él manifiesta
el poder que le asiste para traer cantidades de provisión.
No podemos desconocer el hecho de que a todos puede que nos lleguen períodos
de escasez; no obstante esta prueba es transitoria y generalmente salimos airosos
de ella. Basta que nos asista la fe. Aun cuando haya poco, con es seremos mucho
más bendecidos que los poseedores de muchos bienes materiales (Proverbios
13:7).
Quizá haya tenido conocimiento o trato con personas que sufren accidentes que
califican de "extraños" y que tienen un carácter recurrente.
En sus vidas está operando una fuerza maléfica que no se identifica fácilmente y
por tal motivo, de manera concreta, no hay forma de protegerse.
Sin embargo no todo puede ser siempre así. Jesucristo rompió las ataduras que
antes parecían irrompibles. Basta que nos apropiemos de la obra de liberación que
Él ya hizo por nosotros en la cruz, lo recibamos en el corazón como Señor y
salvador, y procedamos a declarar rota toda maldición presente o generacional que
pudiera estar afectándonos.
Lunes: Ester 8:1-17; Martes. Job 14:1-22; Miércoles: Sal. 8:1-9; Jueves:
Sal. 531-6
Viernes: Sal. 139:1-24; Sábado: Sal. 142:1-7; Domingo: Sal. 143:1-12.
Lección 44: Quebrantar los mandamientos trae Maldición
"No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí"
(Isaías 45:21)
También aprendimos que las Maldiciones tienen dos orígenes: el primero, son
instrumento de juicio de Dios para los rebeldes e incrédulos, y el segundo,
constituyen la consecuencia de la desobediencia.
Esa es la razón por la cual muchos cristianos prosperan de tal manera que todos
sus emprendimientos reciben abundancia mientras que hay quienes enfrentan
problemas porque –tal como decimos en Latinoamérica—"por donde quiera que
sacan la cabeza, les dan duro".
Para comprenderlo, le invito que vaya al libro del Éxodo capítulo 20 versículos
del 1 al 5. ¿Lo hizo? Pues bien, una lectura cuidadosa del texto le revelará dos
hechos fundamentales. El primero, que Dios no admite que tengamos dioses
delante de Su presencia. El profeta lo expresó de la siguiente manera, hablando en
nombre del amado Padre: "No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador;
ningún otro fuera de mí" (Isaías 45:21)
Por tal motivo es necesario, de un lado deshacernos de todo aquello que pueda
ligarnos a la idolatría, y de otra parte, contar mediante oración a Dios toda
influencia de idolatría del pasado o del presente. En otras palabras, se debe
renunciar a estas prácticas ofensivas al Señor.
Tenga presente que todo poder sobrenatural que no procede de Dios, tiene origen
en Satanás. Igualmente el conocimiento oculto.
Como alguien que adquiere el más moderno computador –con todos los programas que
pudiera desear—pero se limita a sacarle provecho únicamente como procesador de palabras,
ignorando la multitud de funciones que podría desarrollar, así es el cristiano que desconoce no
solamente su nueva condición de hijo de Dios sino también, las enormes bendiciones que Dios
ha depositado sobre él (v.3).
Aunque no merecíamos un trato tan especial y menos ser llamados hijos de Dios, Él lo hizo
por amor. Por amor, perdonó todos los pecados acumulados en nuestra existencia. Por amor,
envió a su Hijo Jesús a morir en la cruz. Por amor, nos da una segunda oportunidad. Por amor,
nos proveer cuanto podamos necesitar.
¿Qué garantía nos ofreció de que disfrutaremos con Él por la eternidad? Nos selló con el
Espíritu Santo. ¿En qué momento? Cuando aceptamos al Señor Jesús como nuestro único y
suficiente Salvador (v. 13).
Ahora somos nuevas criaturas. Puede que físicamente no se hayan producido mayores
cambios, es más, lo más probable es que no se produjo ninguno, pero como si estuviéramos
en un nuevo país, recibimos una identificación propia de la condición que tenemos. Es tanto
como una cédula recién diligenciada. Tal documento nos acredita como lo que ahora somos:
hijos de Dios, llamados a la victoria. ¡El tiene maravillosos planes para usted y para mí!
En el primer capítulo de la carta del apóstol Pablo a los Efesios aprendemos dónde estábamos
cuando el pecado gobernaba nuestras acciones, y a dónde nos llevó el Señor Jesucristo con su
sacrificio redentor en la cruz, mediante el cual nuestros pecados fueron perdonados para
abrirnos las puertas a una nueva vida.
A.- Desarrollamos una misión para Dios.- Cuando al igual que el apóstol Pablo (v. 1)
tenemos conciencia de que somos cristianos y además, desarrollamos una tarea específica
para la extensión del reino de Dios, no nos preocupan las credenciales, los títulos o el
reconocimiento que los demás nos puedan prodiga. A Pablo muchos le ignoraban, otros le
rechazaban y buen número desplegaban en su contra toda suerte de asechanzas. Sin embargo
seguía su tarea, fiel y perseverante, porque él al igual que usted y yo, rendimos cuentas ante
Dios y no ante los hombres.
B.- Los mejores deseos para todos.- Resulta interesante que al abrir su carta a los
creyentes de Éfeso, lo primero que hace pablo es desearles que Dios les manifestara su Gracia
y que además les concediera Paz (v. 2), la que necesitaban y que nosotros requerimos, para
enfrentar exitosamente todas las circunstancias adversas. Ahora, es evidente que tales deseos
nacían en lo más profundo del corazón del apóstol. Una pregunta obligatoria cuando
consideramos tal versículo: ¿Qué le desea usted a quienes le rodean, no solamente a quienes
comparten con usted la visión y la fe en Jesucristo?
C.- Escogidos desde siempre para una vida plena.- Imagine a alguien que no solo tiene
capacidades para trabajar sino que acompaña sus potencialidades del conocimiento profesional
para desarrollar un buen trabajo; pese a tales condiciones, permanece sumido en la miseria y
vive en las calles como indigente. ¿A quién atribuirle culpa por su condición? Sin duda su
conformismo y sujeción a la pobreza aunque podría sobreponerse exitosamente a las
circunstancias que enfrenta.
Este breve relato ilustra gráficamente de qué manera vivimos como queremos porque Dios
nos creó con todas las potencialidades para una vida plena y además, nos escogió desde antes
que se ocupara de crear todas las cosas para ofrecernos la posibilidad de disfrutar una
existencia en victoria, en la que si bien existen problemas, Él nos ofrece salidas y soluciones y
las condiciones para salir del laberinto (vv.3-6).
A.- Fuimos recibidos como hijos de Dios, por Su voluntad.- No somos cristianos porque
un día despertamos conociendo nuestra condición de pecado. Fue porque Dios quiso que su
pueblo amado --que somos nosotros--, fuéramos rescatados del mundo de perdición en el que
nos movíamos (vv.11, 12).
B.- Estamos sellados con el Espíritu santo.- Hay quienes discuten que la única evidencia
de que alguien tiene el Espíritu Santo, es que se manifieste la glosolalia, es decir, el hablar en
lenguas. Sin embargo cuando leemos los versículos 13 y 14 comprendemos que recibimos el
sello divino cuando creemos en el Señor Jesús y le aceptamos como nuestro único y suficiente
Salvador.
1.- Pablo anotaba que era apóstol de Jesucristo por voluntad de quién, ¿De Jesucristo
mismo? ¿De Dios? ¿De los hombres? (v. 1).
2.- ¿Qué es lo que ha hecho Dios por cada uno de nosotros? (v. 3).
3.- ¿Desde cuándo nos escogió Dios para que fuéramos santos y sin mancha delante de Su
presencia? (vv. 3, 4).
4.- ¿Qué ocurrió con nuestros pecados al derramarse en la cruz la sangre de nuestro Señor
Jesucristo? (v. 7).
5.- ¿Fuimos rescatados del pecado por voluntad de Dios o del hombre? (v.11).
Como quiera que los líderes y quienes asisten a la Célula o Grupo de Estudio Bíblico deben
mantener una estrecha relación con Dios, nada mejor para lograrlo que a través de las Lecturas
Devocionales para cada día.
Lunes: Isaías 54:1-17 Martes: Mateo 19:1-12 Miércoles: Mateo 22:23-33 Jueves: Mateo
24:29-44 Viernes: Romanos 7:1-6 Sábado: Romanos 12.9-21 Domingo: 1 Corintios 7:1-5.
Lección 46: Hacia nuevos niveles en el conocimiento de Dios
1.- Base Bíblica: Efesios 1:15-23
2.- Versículo para memorizar durante la semana:“Por esta causa también yo,
habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los
santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis
oraciones...” (Hebreos 1:15, 16).
Ahora, algo interesante que nos enseña el estudio bíblico en esta ocasión: los cristianos
iniciaron un proceso de crecimiento sostenido que les llevaba a nuevas alturas en el plano
espiritual (v.17). Gracias a estos avances que resultaban significativos e impactantes para la
sociedad en la que se desenvolvían, llegaban a un mayor conocimiento de Dios y de su Hijo
amado Jesucristo.
Un gran principio que aprendemos en los versículos que estudiaremos hoy, es que el
cristiano está llamando a un proceso de crecimiento espiritual y personal, tal como lo
experimentaron –y de manera exitosa los creyentes de Éfeso—debido a su dependencia
absoluta del Señor Jesucristo.
I.- Nuestra fe en Jesucristo se convierte en testimonio para todas las personas (vv.
1-17).
1.- Lo positivo que hacen los cristianos, algunos lo ignoran; los errores, los
dimensionan.- Aunque no lo comprendamos en su verdadera magnitud, todo cuanto
pensamos, hacemos y decimos genera un impacto—favorable o desfavorable—entre quienes
nos rodean (v. 15). Por esa razón el apóstol Pablo resaltaba la forma como los creyentes
efesios demostraban su crecimiento espiritual mediante acciones de amor al prójimo, que eran
evidentes a todos. Algunos, sin duda, emitían conceptos ampliamente positivos respecto a la
vida cristiana; otros, y como es apenas natural, estaban a la expectativa del más mínimo fallo
para emitir críticas.
2.- Es esencial que intercedamos unos por otros.- Era sin duda algo que había asimilado
el apóstol Pablo en su vida devocional (v.16). Oraba por los creyentes de Éfeso no solo en
acción de gracias a Dios por el crecimiento espiritual y personal que era evidente entre ellos,
sino también, en procura de que siguieran ese proceso. Una pregunta apenas natural en este
punto: ¿Ora por los demás creyentes que asisten a la Célula o al Grupo de Estudio Bíblico? Si
lo hace, ¿qué le pide a Dios?
3.- La vida cristiana no es estática, evoluciona hacia nuevos niveles.- Cuando leemos
detenidamente este pasaje de la carta a los Efesios, encontramos que en el corazón de Dios
está previsto que nuestra vida cristiana avance y no que, como ocurre en muchos casos, se
estanque. ¿Por qué se produce tal estancamiento? Porque dejamos de orar, de estudiar las
Escrituras, nos desligamos de la congregación a la que asistimos, y además, permitimos que
las circunstancias a nuestro alrededor tomen fuerza antes que llevarlas al Señor Jesucristo en
procura de su ayuda.
De acuerdo con los planteamientos del apóstol Pablo, los cristianos podían recibir “espíritu
de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él (de Dios)” (v. 17). Es evidente, entonces,
que se esperaba que llegaran a nuevos niveles en su condición de profesantes de fe en el
Señor Jesucristo.
II.- El cristiano debe comprender a plenitud qué ha ocurrido con su vida espiritual
y cuál es su nueva identidad (vv. 18-20).
Hay un término que tiene una significación muy amplia pero que, en el caso específico del
cristiano, toma particular vigencia y reviste mucha importancia. Se trata de la Identidad. Quien
sabe qué es y el lugar que ocupa, se desenvuelve –tanto en sus pensamientos, palabras y
acciones—en consonancia con su dignidad.
Tras cumplir la obra redentora a favor del género humano, el Señor Jesús regresó a la
presencia del Padre, en la que siempre estuvo desde el comienzo de los tiempos (vv.21-23 Cf.
Juan 1:1, 10, 11). Él es cabeza de la Iglesia. Leyendo estos versículos no podemos menos que
reafirmarnos en la condición divina del Señor Jesús y rechazar abiertamente la doctrina de los
creyentes de la Torre del Vigía quienes, en sus revistas, conferencias y publicaciones,
desconocen a Cristo y lo colocan al nivel de un “hombre perfecto” únicamente.
Una de las estrategias más eficaces y con probado éxito didáctico, consiste en el repaso de
las enseñanzas como medio para facilitar la asimilación y su aplicación en la vida cristiana
práctica. Para ayudar en ese proceso publicamos las siguientes preguntas que usted puede
incluir al término de la Lección en la Célula o Grupo de Estudio Bíblico, o dejar como tarea para
responderla por escrito o de forma oral:
1.- ¿Qué aspectos de comportamiento de los cristianos de Éfeso generaba impacto entre
quienes se encontraban alrededor? (v. 15).
2.- ¿Qué hacía el apóstol Pablo para ayudar en el proceso de crecimiento espiritual y
personal de los cristianos de Éfeso? (v. 16).
3.- ¿Qué esperaba Pablo que ocurriera en la vida espiritual y personal de los cristianos de
Éfeso? (v.17).
4.- ¿Qué posibilidad nos provee el avanzar en el conocimiento de Dios? (v. 18).
5.- ¿Qué dice el apóstol Pablo en cuanto al poder ilimitado de Dios y entre quiénes se
manifiesta? (vv.19, 20).
6.- ¿Qué posición ocupa el Señor Jesús en los lugares celestiales? (vv.21-23).
Todo líder de Célula o Grupo de Estudio Bíblico y quienes se dan cita cada semana para
estudiar las lecciones, deben –no como imposición sino como sana recomendación para su
crecimiento espiritual—mantener íntima relación con Dios a través de la lectura sistemática de
las Escrituras y la oración. Con el propósito de orientarles en la realización de los Devocionales,
que es un instrumento aconsejable en este proceso, les sugerimos algunos textos
bíblicos:Lunes: 1 Corintios 7:6-16 Martes: 1 Corintios 7:27-35 Miércoles: 1 Corintios 11:2-
16 Jueves: 1 Corintios 13:1-13 Viernes: Efesios 5:1-20 Sábado: Efesios 5:21-33 Domingo:
Filipenses 1:3-11.
Lección 47: Nuevas criaturas en Cristo
1.- Base Bíblica: Efesios 2:1-10
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aún estando muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo...”(Efesios 2;4, 5).
¡Eso fue exactamente lo que hizo Dios con nosotros! Su amado Hijo Jesús murió
en la cruz para libertarnos de las ataduras del pecado. ¡Su sacrificio nos abrió las
puertas a una nueva oportunidad!.
Ahora no solamente somos hijos del Señor Creador del universo sino que además,
tenemos frente a nosotros el capítulo aún sin escribir de nuestra existencia renovada
(vv.4,5).
¿Qué hicimos para lograr la libertad? Nada en absoluto. Dios nos libertó por amor.
Su amor se manifestó en un regalo inmerecido: la Salvación (vv. 8, 9).
Ahora usted y yo somos nuevas criaturas en Cristo Jesús, con una nueva naturaleza
(v. 10).
¿Qué ocurre cuando alguien acepta al Señor Jesucristo como su único y suficiente
Salvador? Ocurren en esencia dos cosas: la primera, absolutamente todos sus
pecados son perdonados, y la segunda, al convertirnos por la obra misericordiosa y
redentora de Dios, en Sus hijos, adquirimos una nueva naturaleza concebida como
lo anota el apóstol Pablo “...para buenas obras” (v. 10).
2.- Nuestro enemigo, Satanás, tiene control del mundo que nos rodea (v.
2).- El autor sagrado identifica a Satanás como el “...príncipe de la potestad del
aire...”(v.2), y explica que gobierna entre quienes no quieren someterse a Dios.
Cuando alguien está inmerso en el pecado, difícilmente es consciente de su triste
situación; sin embargo la venda cae cuando volvemos la mirada a Dios. Él nos hace
libres.
3.- Tenemos una vida transformada (v. 1).- Aunque no lo merecíamos, Dios
nos hizo libres y –a costo de la sangre de su Hijo Jesús vertida en la cruz—nos
concedió una nueva vida. Vida plena y abundante, no como la teníamos cuando el
pecado nos gobernaba y creíamos que el licor, el desenfreno y la disipación llenarían
el vacío de nuestro ser.
La nueva vida que nos ofrece Dios es posible mediante su hijo Jesucristo. No se
consigue por méritos propios ni tampoco por esfuerzo personal. No hay fórmula
secreta sobre cómo lograr la transformación personal y el crecimiento espiritual. Es
posible únicamente en Cristo, si caminamos asidos de Su mano.
Somos salvos por gracia no porque nos merezcamos tal manifestación divina de
bondad. Igual que el proceso de transformación y crecimiento tanto personal como
espiritual, no es posible lograrlo en nuestras fuerzas sino en las que provienen del
Señor Jesucristo.
1.- La Salvación es para todos. La recibe quien tiene fe (vv.8, 9).- Imagine
a alguien a quien le notifican que ha sido seleccionado para emprender, con todos
los gastos pagos, unas maravillosas y prolongadas vacaciones junto a la playa, con
mar, aire y paisajes paradisíacos para disfrutarlos. Le informan sobre la dirección en
la que debe ir a reclamar los tiquetes de avión y las órdenes de hospedaje en el hotel.
¿Qué debe hacer? Simplemente ir a determinada oficina y hacer efectivo el premio.
¿Qué ocurre si no cree en el anunció y arroja el documento en el suelo para
desecharlo? Sencillamente que no recibe las prometidas vacaciones.
Ahora, ¿qué pasaría con alguien que oyó del asunto, recoge el tiquete y va a la
oficina? Sin duda recibirá el premio. ¿Tuvo para él algún costo? En absoluto; se
benefició por tener la convicción de que el anuncio era verdad.
Igual ocurre con la Salvación. Dios no obliga a nadie. Le da la opción de escoger.
Quien cree, recibe la Salvación. Se necesita fe. ¿La tiene usted?
2.- Tenemos una nueva naturaleza (v. 10). Gracias a la obra redentora del
Señor Jesucristo somos nuevas criaturas. Estamos revestidos de una nueva
naturaleza. ¿Cuál es el propósito de esa nueva naturaleza? En esencia “...para buenas
obras”. Es gracias al sacrificio redentor que se restableció nuestra relación con el
Padre. Ahora podemos ver materializados en nuestra vida los planes maravillosos
que el padre concibió para nosotros desde antes de la creación del mundo.
1.- ¿Qué hizo Dios con nosotros gracias a la obra redentora del Señor Jesucristo?
(v. 1).
2.- ¿Cuál era nuestra condición antes de recibir al Señor Jesucristo como nuestro
único y suficiente Salvador?(v.1).
3.- ¿Quién gobierna nuestro mundo de acuerdo con la enseñanza del apóstol Pablo
a los creyentes de Éfeso?(vv.2, 3).
4.- ¿Qué hizo Dios por nosotros y cuál fue su principal motivación?(vv.4, 5).
5.- ¿Qué ha ocurrido con nuestra vida y cuál es la relación que tenemos ahora con
el Padre?(vv. 6,7).
7.- ¿Sirve de algo que nos esforcemos por crecer como personas y a nivel
espiritual?(v. 9).
8.- ¿Cuál fue el propósito de haber sido creados en Cristo por su obra redentora?
(v. 10).
Los Líderes y quienes asisten al Grupo de Estudio Bíblico o Célula deben cultivar
una estrecha relación con Dios y sus maravillosos propósitos para nuestra vida. Con
ese fin ofrecemos una serie de Lecturas Devocionales que les sugerimos para cada
día:
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos
a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en
Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos
por la sangre de Cristo.”(Efesios 2:12, 13).
La obra redentora del Señor Jesucristo no solo nos acercó a Dios el Padre sino que además,
nos hizo su hijo y parte esencial de Su pueblo escogido. Quizá se pregunte, ¿cómo pudo ser
siendo que no soy judío? Es posible gracias a que, como lo anota el apóstol Pablo, el Señor
Jesús de los dos pueblos—el de los judíos y el de los gentiles, éste último nos cobijaba—uno
solo (v. 14).
Ahora no somos pecadores alejados de Dios, sino un “nuevo hombre”, cercano a Quien nos
creó. Con la ayuda del Señor Jesús avanzamos en el proceso de crecimiento (v. 21) para llegar
a ser conforme el Supremo Hacedor lo ha dispuesto.
Pero ha ocurrido algo todavía más sorprendente: conforme crecemos en Cristo, nos
convertimos en el templo del Espíritu Santo que Dios concibió que fuéramos desde antes de la
fundación del mundo.
El ser hijos de Dios nos concede identidad y además, nos permite que en nosotros se
materialicen las promesas que Él hizo para el pueblo escogido. Gracias a la obra del Señor
Jesucristo en la cruz, Dios ahora manifiesta su amor por los judíos pero también por quienes
éramos conocidos como “gentiles”. Tenemos igual derecho.
I.- Nueva vida y nueva ciudadanía: lo que asegura nuestra condición de cristianos
(vv.11-13).
Sorprende y preocupa que haya decenas de hombres y mujeres que profesando tener fe en
el Señor Jesucristo siguen bajo los principios de la mundanalidad. Dios nos muestra en la
Palabra que debemos pensar y obrar en consonancia con nuestra nueva condición.
1.- No podemos seguir indignamente, como antes (v. 11).- Estas últimas lecciones
han servido como instrumento para ejercitar la imaginación y tener imágenes mentales que
ilustran las enseñanzas de Pablo en la carta a los creyentes de Éfeso. Ahora le invitamos para
que imagine a alguien que antes andaba mendigando de un lugar a otro, y de pronto recibe
información sobre su condición de acaudalado. ¿Está bien que siga vistiendo harapos pese a
que es infinitamente millonario? Sin duda que no. Ahora, pregúntese al leer el versículo 11 del
capítulo 2 de Efesios, ¿está bien seguir andando en sometimiento a la carnalidad ahora que
somos hijos del Altísimo, Creador de todo el universo y quien pagó con la vida de su Hijo Jesús
nuestro rescate?
2.- Tenemos una nueva ciudadanía (vv.12, 13).- Para muchos no ser de Israel, el
pueblo escogido de Dios, representó por siglos una frustración. Si usted y yo hubiésemos
habitado en aquella época, habríamos experimentado una sensación igual. Sin embargo el
sacrificio redentor del Señor Jesús en la cruz nos hizo hijos y pueblo de Dios.
El Señor Jesucristo obró grandiosamente en los cristianos para que además de avanzar en
el proceso de crecimiento personal y espiritual, podamos ser moradas de Su Santo Espíritu.
1.- Las Buenas Nuevas para todos (v. 17).- Cuando Dios en su infinito amor determinó
salvar de la condenación a quienes hoy somos Su pueblo, abrió las puertas para la
proclamación de las Buenas Nuevas. Quienes las escuchan, aceptan la Salvación. Quienes las
desechan, cierran toda posibilidad a evitar la perdición eterna.
2.- Ahora tenemos el Espíritu Santo (v.18).- Antes ni siquiera éramos considerados
hijos de Dios. Era un privilegio propio de los judíos únicamente. Ahora no solo somos hijos de
Dios, sino que Dios mismo por Su Espíritu, vive en nosotros.
3.- El proceso de crecimiento ha comenzado (vv. 19-22).- Además de que somos hijos
de Dios, en Cristo ahora estamos siendo edificados. Avanzamos en ese proceso. No es algo
que se produce de la noche a la mañana ni en un abrir y cerrar de ojos. Y Dios mora en
nosotros. Somos templo de Su Espíritu.
1.- ¿Cuál era nuestra condición cuando no teníamos a Cristo en el corazón? (v. 11).
4.- ¿Qué significa aquello de que “Jesús es nuestra paz” y que hizo de los dos un solo
pueblo?(v. 14).
Los Líderes y quienes asisten al Grupo de Estudio Bíblico o Célula deben cultivar una estrecha
relación con Dios y sus maravillosos propósitos para nuestra vida. Con ese fin ofrecemos una
serie de Lecturas Devocionales que les sugerimos para cada día:
Lunes: 1 Pedro 3:1-7 Martes: 1 Pedro 4:7-11 Miércoles: Colosenses 3:5-17 Jueves:
Génesis 15:1-21 Viernes: Génesis 18:1-15 Sábado: Génesis 22:1-12 Domingo: Isaías 7:14-
25
Lección 49: Los privilegios de ser hijos de Dios
1.- Base Bíblica: Efesios 3:1-13
2.- Versículo para Memorizar durante la semana: "Ruego, por tanto, que no
desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, porque son vuestra
gloria"(Efesios 3:13).
3.- Panorama general: Los creyentes en Cristo Jesús tenemos el privilegio de haber
recibido la Salvación y los privilegios que nos concedieron su obra redentora, los cuales son
los que se derivan de ser hechos hijos de Dios.
Ahora no somos extranjeros ni estamos distantes del Padre. Pertenecemos a Su pueblo, algo
que era sólo prerrogativa de los judíos. Ese hecho es de mucha significación porque nos abre
las puertas a una existencia renovada y además, nos asegura vida eterna.
Ya no estamos, como antes, separados del Creador como consecuencia del pecado.
El Señor Jesús murió en la cruz para pagar el precio de nuestra redención. No es extraño
que se levanten tormentas cuando se comienza a vivir una existencia renovada que se
fundamenta en ser cristiano. Lo fundamental es que permanezcamos firmes en la fe.
El Señor Jesús dijo a sus discípulos: "Mira, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis
esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo,
porque el padre está conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz.
En el mundo tendréis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo"(Juan 16:32,
33). En el Señor Jesucristo obtenemos la fortaleza necesaria para seguir adelante.
2.- El cristiano proclama un mensaje de esperanza (v. 2). Cuando las personas
aprecian en nosotros a alguien amargado, que pareciera estar inconforme con la vida, estamos
marchando en contravía del mensaje de esperanza que estamos llamados a proclamar. Las
Buenas Nuevas de Jesucristo generan ánimo y estimulan confianza en una existencia
renovada, en medio de una generación ajena a principios y valores. El apóstol Pablo era fiel a
su tarea de compartir a los gentiles que podían ser salvos si aceptaban a Salvación del Señor
Jesús.
3.- El cristiano obtiene la Salvación que era para los judíos (v. 3). Antes solamente
el pueblo judío, en su condición de nación santa y escogida por Dios, tenía asegurada la
Salvación. Gracias a la obra redentora del Señor Jesús, nosotros somos partícipes de la
Salvación.
II.- Como hijos de Dios, gozamos de privilegios propios del pueblo judío,
únicamente (vv.4-7).
En Cristo Jesús el mundo tuvo acceso al Padre. Era un privilegio propio del pueblo judío.
Quien no lo fuera, estaba excluido. Sin embargo la muerte del Hijo de Dios en la cruz y su
resurrección, nos concedieron acceso a Su presencia. Somos también hijos. Es gracias al
Espíritu Santo –que ahora mora en nosotros—que usted y yo podemos entender la grandeza
de este misterio (vv.4-7).
El apóstol Pavlo reconoció que a pesar de sus múltiples fallas, Dios lo utilizaba como valioso
instrumento para proclamar el mensaje de esperanza. Usted y yo también somos vasos útiles.
Basta que, tal como lo hizo el apóstol, nos sometamos al obrar del Supremo Hacedor. Él pulirá
en nosotros aquello que no le agrada ni está en consonancia con Su eterna voluntad.
2.- El Plan de Dios era la Salvación del hombre desde la creación misma (vv.10-
13).
Cuando Dios creó al género humano, sabía que la libertad que le otorgó de tomar decisiones,
iba a dar lugar a que cedieran a la tentación. Y en efecto ocurrió cuando les advirtió que no
comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y sin embargo Adán y Eva—
nuestros primeros padres—lo hicieron (Génesis 2: 16, 17).
Desde ese momento dispuso la salvación del hombre por la obra del Señor Jesucristo (v.
11). Nos libró del peso del pecado e hizo posible que pudiéramos tener de nuevo acceso a la
presencia del Padre (v. 12).
Las lecciones que se imparten en los Grupos de Estudio Bíblico o Células no han sido
concebidas como simple instrumentos para llenar nuestro corazón de conocimientos, sino para
llevar las enseñanzas a la práctica. Con el ánimo de contribuir al proceso de asimilación de los
principios bíblicos, compartimos algunas preguntas de repaso:
2.- ¿A qué se refiere el apóstol Pablo cuando habla de la dispensación de la gracia? (v. 2).
3.- ¿Qué tipo de revelación recibió el autor de la carta a los creyentes de Éfeso?(v. 3)
4.- ¿Cuál es la promesa de la que somos participantes gracias a la obra redentora del Señor
Jesucristo?(v.4-6).
Lunes: Filipenses 4:4-9 Martes: Lucas 6:27-49 Miércoles: Lucas 7: 1-30 Jueves: Juan
10:10 Viernes: Lucas 7:31-50 Sábado: Lucas 8:1-25 Domingo: Lucas 19:38-40.
Lección 50: Cimentados en el amor de Cristo
"Y aquél que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que
le pedimos y entendemos, según el poder que obra en nosotros, a Él sea la gloria en
la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos.
Amén"(Efesios 3: 20, 21).
La Salvación que nos cobija gracias a la obra redentora del Señor Jesucristo, amerita nuestra
gratitud y reconocimiento de que le pertenecemos (v. 14). Cuando se producen situaciones
complejas que amenazan con llevarnos al desánimo, es en Dios y en Su Hijo Jesús en donde
encontramos fortaleza (v. 15).
El vive en usted y en mi. Aunque no lo vemos ni lo palpamos, nos asiste esta certeza por fe,
y le sentimos obrando en nuestro ser (v. 16). Cuando comprendemos ese enorme misterio,
nos sentimos impelidos a proclamar el mensaje de las Buenas Nuevas a toda criatura.
Otro hecho de significación, es que Él por la obra de Su Espíritu, nos fortalece para seguir
adelante. No fuimos llamados a renunciar ante los primeros inconvenientes, sino por el
contrario, a avanzar con pasos firmes asidos de la mano del Señor Jesucristo...
I.- Gracias a la obra del Espíritu Santo en nosotros, recibimos fortaleza de Dios
para seguir adelante (vv.14-16).
El cristiano debe observar gratitud hacia su Creador. Es un principio que debe caracterizar
a los cristianos. Pero además, es necesario permanecer fieles a Él. Cuando vengan períodos
de desánimo, obtenemos fuerzas en el Espíritu Santo, Quien tal como no explica el apóstol
Pablo, mora en nuestro hombre interior (v. 16).
A.- Gratitud por la obra redentora (v. 14, 15).- Imagine por un instante alguien que,
habiendo sido esclavo, y aunque reconocía que era imposible reunir el dinero para recobrar la
libertad, de pronto recibe la noticia de que puede partir a donde quiera para emprender una
nueva vida. Eso fue lo que hizo el Señor Jesucristo por nosotros.
Al comprender la grandeza del sacrificio de Cristo, el apóstol Pablo nos marcó un sendero
que hoy podemos seguir: el ejemplo de la gratitud que debemos al Hijo de Dios y por supuesto
a nuestro amado Padre.
A.- Una presencia especial en nuestro ser (v. 17-19).- Aunque no podemos ver ni
palpar al Señor Jesucristo, Él mora en nuestro ser. Es algo maravilloso. En nosotros vive Aquél
que nos pude ayudar a cambiar. Es algo que asumimos y comprendemos por fe. Racionalmente
no podríamos comprenderlo. Como tampoco el hecho de que Su santa presencia en cada uno,
nos afirma en el amor, a través del cual llegamos a comprenderle.
B.- Dios responde más allá de lo que siquiera pedimos o imaginamos (vv.20, 21).-
El poder de nuestro amado Dios y Padre es ilimitado. Por esa razón y tal como lo explica el
apóstol Pablo, puede obrar a nuestro favor maravillas mucho más grande de lo que
imaginamos.
Uno de los mecanismos más eficaces para facilitar el proceso de aprendizaje, lo constituyen
repasar los puntos aprendidos, despejar interrogantes y asimilar los conceptos. No se trata
tanto de grabarnos todas las palabras como mero requisito, sino interiorizar esos
conocimientos. Para contribuir a ese proceso, le invitamos a responder a los siguientes
interrogantes, de manera colectiva o individual:
1.- ¿Por qué causa asegura el apóstol Pablo que doblaba rodillas ante el Padre del Señor
Jesús?(v. 14).
2.- ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en el proceso de fortalecimiento espiritual en nuestra
vida?(v. 15, 16).
4.- ¿Bajo qué principio explica el apóstol Pablo que debemos ser arraigados?(v. 17 b).
5.- ¿Es posible que lleguemos a comprender la grandeza de la obra de Dios en nuestras
vidas?(v. 18).
Las Lecturas devocionales buscan constituir una guía para que el Líder del Grupo de Estudio
Bíblico o Célula, así como las personas que se dan cita cada semana, avancen en el estudio
sistemático de las Escrituras y aprendan los principios de vida cristiana práctica:
Lunes: Lucas 8: 26-56 Martes: Lucas 9:1-17 Miércoles: Lucas 9:18-36 Jueves: Lucas
9:37-62 Viernes: Lucas 10:1-24 Sábado: Lucas 10:25-24 Domingo: Lucas 11:1-28.
Lección 51: El crecimiento cristiano en todas sus áreas
1.- Base Bíblica: Efesios 4:1-16
"El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos
para llenarlo todo"(Efesios 4:10).
Testimonio de vida cristiana es, entonces, llevar a la práctica aquello que predicamos. Tal
demostración del cambio se refleja en nuestro interactuar con los demás.
En este orden de ideas, aprendemos que la vida cristiana no es estática sino dinámica; está
llamada al crecimiento.
El apóstol Pablo enfoca el texto que estudiaremos hoy a la Vida Cristiana Práctica. Como se
recordará, escribió esta carta junto con las de Filipenses, Colosenses y Filemón cuando se
encontraba en una prisión de Roma.
La carta que dirige a los creyentes de Éfeso, capital de la Provincia de Asia, era una de las
más influyentes dentro del Imperio romano. En su estructura es muy similar al contenido de
la carta a los Colosenses. Como recordará, la carta a Efesios tiene dos grandes divisiones. La
primera, esencialmente volcada a la formación doctrinal, está delimitada de la siguiente
manera 1:1-3:21 y la segunda, relacionada con la Vida Cristiana Práctica, tiene como
componentes los siguientes capítulos y versículos 4:1-6:20.
La mejor forma de predicar de Jesucristo es con nuestros hechos. Alguien que experimenta
el poder transformador del evangelio, lo testimonia con sus palabras y acciones (v. 1). Sobre
esta base, recomienda el apóstol Pablo que haya en los seguidores del Señor Jesús cuatro
características de particular importancia: primera, humildad; segunda, amabilidad; tercera,
paciencia o perseverancia y, cuarta, tolerancia.
En una sociedad como la nuestra en la que priman diversidad de enseñanzas y filosofías que
buscan responder a los múltiples interrogantes del género humano, cobra particular vigencia
la necesidad de mantener la unidad como creyentes en Jesucristo. Dicha unidad, como lo
enseña el apóstol Pablo proviene del Espíritu Santo (v. 3). ¿De qué manera se refleja? Mediante
la paz que une a todos.
En su carta a los creyentes de Éfeso les dejó planteada la importancvia de que la unidad
estuviera sentada en el convencimiento de la doctrina que siempre les animo: creer en un solo
Señor, una fe, un bautismo y la esperanza del regreso del Señor Jesús y la resurrección.
El hombre no recibe los dones por mérito propio. Es el Señor Jesucristo quien los otorga
(Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:11) y reparte a cada quien como quiere (v. 7). Fue también
el Señor Jesucristo quien definió para la edificación de Su Iglesia, los cinco ministerios:
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (vv.8-12).
La aspiración del apóstol Pablo era que los creyentes de la iglesia de Éfeso llegaran a la
unidad de la fe y del conocimiento (v. 13) y de paso, prepararles para el servicio y edificar el
cuerpo de Cristo (v.12). De esta manera—tal como sin duda lo espera Dios de nosotros hoy—
el cristiano alcanza solidez, y no fluctúa en cuanto a sus convicciones de fe. Es firme y por
tanto, avanza hacia la madurez.
Las preguntas de repaso sirven como instrumento para que el asistente al Grupo de Estudio
Bíblico o Célula despeje interrogantes, identifique aspectos que no le quedaron claros y
comparta sus apreciaciones sobre el tema abordado.
1.- ¿Cuál fue la recomendación del apóstol Pablo a los creyentes de Éfeso?(v.1).
2.- ¿Qué características describen las Escrituras como sobresalientes en un creyente?(v. 2).
3.- ¿Cuáles son los elementos que deben dar solidez a la fe de un cristiano? (vv.3-6).
5.- ¿Podría usted describir los cinco ministerios para el cristiano?(v. 11).
Un líder y también, quienes asisten a los Grupos de Estudio Bíblico o Célula deben desarrollar
una estrecha relación con Dios mediante la Oración y el estudio sistemático de Su Palabra: la
Biblia. Para orientar sobre las lecturas de cada día, publicamos a continuación una guía:
Lunes: Isaías 9:1-7 Martes: Salmo 22:1-12 Miércoles: Éxodo 2:1-10 Jueves: Exodo
4:18-31 Viernes: Números 27:1-11 Sábado: Lucas 2:41-52 Domingo: Salmo 127:1-5.
Lección 52: Una vida de testimonio
1.- Base Bíblica: Efesios 5:8-20
"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor,
andad como hijos de luz..." (Efesios 5:8)
Nuestro testimonio será cada vez más eficaz en la medida en que crezcamos en lo
personal y espiritual tras asimilar y poner en práctica las enseñanzas que hallamos
en la Palabra de Dios.
Por último algo que aprenderemos es la importancia de asumir una actitud grata ante
nuestro Dios por todas las cosas buenas que nos concede a diario. Surge de paso un
interrogante que reviste especial significación: ¿Cuánto hace que no ha dado gracias
al Padre por la provisión cotidiana?
Cuando el Señor Jesús murió en la cruz por nuestros pecados, con su sacrificio estaba
sacándonos del mundo de las tinieblas.
2.- ¿Cuáles son los frutos que se evidencian en los hijos de la luz, que son los
cristianos? (vv.8, 9).
3.- ¿Cómo podemos comprobar qué es lo que agrada al Señor? (v. 10).
4.- ¿Cuál debe ser la actitud del cristiano frente a las obras de las tinieblas? (vv.11,
12)
5.- ¿Qué es lo que hace la luz frente a las obras infructuosas de las tinieblas?
(vv.13, 14).
9.- ¿Cuál debe ser el comportamiento del creyente con sus hermanos en la fe? (v.
19).
10.- ¿Qué papel desempeña dar gracias por la provisión en nuestra relación con
Dios el Padre? (v. 20).
¿Con qué frecuencia lee usted las Escrituras? ¿Es consciente de que la lectura
sistemática 0de la Biblia contribuirá a su crecimiento personal y espiritual? Con el fin
de ayudarle en esta tarea, publicamos las Lecturas Devocionales para cada día: