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UNIDAD X…

DIACONÍA O ACCION SOCIAL DE LA IGLESIA CRISTIANA

Por Gonzalo Salirrosas M.

TEMA 1: LA DIACONÍA ES UN DON ESPIRITUAL

Lecturas Bíblicas: I Corint. 12: 1- 31; Josue 24: 15; Mat 20:28, Jn 12: 26; Gal 5:13

Texto para memorizar: "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de
buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este
trabajo" (Hechos 6:3).

OBJETIVO: Entender que el servicio social o diaconía es un don espiritual otorgado por
Dios mismo, para la manifestación y extensión de su Reino.

I. Los Dones espirituales

12:1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.


12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a
Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo.
12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu;
12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.
12:12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los
miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los
que administran, los que tienen don de lenguas.
12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos
milagros?
12:30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?

Los dones o carismas espirituales son regalos especiales que otorga el Espíritu de Dios en
forma individual al creyente o colectiva a la iglesia, y los da para edificación, y bienestar de
la comunidad de fe, en este caso, la iglesia.

Los dones espirituales fueron profetizados en el Antiguo Testamento (Dt. 28:1-14; Is.
28:11s; Jl. 2:28); confirmados por las promesas de Cristo (Mr. 16:17s; Jn. 14:12; Hch. 1:8);
e impartidos por el Espíritu Santo después de Pentecostés (1 Co. 12:11).
Los propósitos de los dones espirituales son dos: la edificación espiritual de la iglesia o sea
la edificación del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:7; 14:12; Ef. 4:7-12) y la conversión de los
incrédulos (1 Co. 14:21-25).

Existe muchos dones espirituales, de los cuales todo creyente recibe por lo menos un don
del Espíritu, pero no quita que se pueda recibir más de uno de ellos. En éstos pasajes se
pueden analizar dichos dones: Ro. 12:3-8; 1 Co. 12:4-11, 28-30; Ef. 4:7-12;1P. 4:10

Para tener estos dones espirituales es necesario dos condiciones: en primer lugar, tener un
nuevo nacimiento y en segundo lugar, vivir una vida de comunión con Dios. Aunque en la
Biblia nunca se dice que a un creyente verdadero se le reconoce por los dones que posea,
sino más bien por sus frutos, es decir, por su calidad de vida, santidad. Este mismo énfasis
lo hace Jesús en toda su prédica (Mt. 7:16.20),

Hoy en día, muchos creyentes están muy preocupados por saber qué dones han recibido
del Espíritu Santo, o cómo lograr tenerlos, y por último, cuán espiritual se es al tener varios
dones espirituales.

John Wesley creía que los Dones del Espíritu eran para nuestros tiempos. En una carta
escrita en junio de 1746, declara: “No recuerdo de ninguna Escritura donde se nos enseñe
que los milagros debían confinarse a la edad apostólica o cualquier otro período de tiempo.
Es cierto que San Pablo dice que las profecías y las lenguas cesarán, pero en ningún
momento dice que estos milagros cesarán antes de que cesen la fe y la esperanza...”

El Dr. Ken Kinghorn en su libro Dones del Espíritu (Nashville:Abingdon Press, USA, 1976)
hace referencia a cinco principios básicos referentes a los dones espirituales:

1. Dios imparte los dones espirituales conforme a su gracia; no pueden ser adquiridos
por mérito humano.
2. Dios imparte los dones espirituales de acuerdo a su propia discreción; no está limitado
a los deseos humanos.
3. Dios desea que todo cristiano ejercite los dones espirituales; estas capacidades no
están limitadas a ningún creyente.
4. Dios provee los dones por causa del ministerio y servicio de la iglesia; no son dados
para atraer la atención hacia una persona o satisfacer su ego.
5. La intención de Dios es que el ministerio de la iglesia sea ejercido a través de los
dones espirituales.

Recordemos que los dones tienen un fin, estar al servicio de la iglesia para que pueda
seguir cumpliendo su Misión. No son pues para lucimiento personal o de jactancia alguna.
Si tenemos dichos dones espirituales debemos ser agradecidos al Señor por habérnoslo
dado y ser humildes al ejercitarlos para el crecimiento de la iglesia.

El apóstol Pablo nos dice que es bueno pedir tener dones, pero que hay un camino más
excelente, este es el amor (1 Co. 12:31; 13). Procurad pues en amor poner en práctica
vuestros dones que has recibido y que todo lo que hagas sea para honra y gloria del Señor
Jesucristo.

II. Los dones y el desarrollo Integral de la Iglesia


Ya sabemos que los dones espirituales son dados para el crecimiento de la iglesia, sin
embargo hay algunos hermanos que han dado mayor privilegio a algunos dones como por
ejemplo el de profecía, don de lenguas, etc, restando importancia a los demás dones,
comparativamente seria como optar por comer carne todo el tiempo, sabiendo que nuestro
organismo para crecer y vivir sano requiere de una alimentación integral y balanceada, es
decir aprovechando todos los alimentos que Dios a creado y nos ha dado para vivir Gen
1:29; 2: 9.

Miremos un momento la siguiente lista de dones de los pasajes que ya hemos leído,
preguntémonos ¿tienen algo en común?, ¿en que grado se ve que se da en la iglesia?,
¿son preferidos? ¿anhelan los hermanos tener estos dones?

DONES Ro. 12:3-8 1 Co. 12:4-11, 28- Ef. 4:7-12


30

Enseñanza * * *
Ayuda *
Administración * *
Servicio *
Repartimiento *
Misericordia *

Una característica común de estos dones, es que si se ejercen necesariamente el que


recibe el beneficio es otra persona, es decir los dones que recibiste deben estar al servicio
de los demás, todos los dones tienen este propósito, pero éstos, no es posible visibilizarlos
si no están al servicio de los demás.

Este concepto que manejado por la primera comunidad cristiana, se le denominó diakonía,
que iva mas allá que el simple ejercicio de los dones, eran más bien puestos al servicio
diario para satisfacer las necesidades de las viudas.

Diakonía es el servicio social material y espiritual de un cristiano a los demás, para


solucionar las necesidades humanas corporales y espirituales. El diákono es un siervo de
la palabra de Dios.

Pablo se dirigió directamente a un cargo ministerial, desempeñado por un grupo de varones.


Sin embargo, en Hechos 6:1-6, texto que tradicionalmente se le conoce como el
nombramiento de los siete diáconos, la palabra diaconía o diácono no aparece por ningún
lado.

Cuando se les presentó el problema, los apóstoles simplemente discernieron que ellos no
debían servir a las mesas, en la repartición de la comida diaria, sino que era necesario
nombrar a otros para que desempeñaran dicha función:

"De manera que los Doce convocaron a todos los creyentes a una reunión. Dijeron:
Nosotros, los apóstoles, deberíamos ocupar nuestro tiempo en enseñar la palabra de Dios,
y no en dirigir la distribución de alimento" (Hechos 6:2).
"Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo" (Hechos 6:3).

En ningún momento a los siete varones se les dio el título de diákonos. Sino que se
relacionó el oficio que ya tenía de la cultura griega y romana para sus siervos, con el llamado
al servicio de las mesas, que iban a cumplir los recién nombrados varones.

Por lo tanto, en el ámbito de la primera comunidad cristiana, la diakonía va más allá que el
simple servicio a las mesas de la ración diaria para satisfacer las necesidades de las viudas.

Sabemos que los apóstoles decidieron continuar con el ministerio de la palabra de Dios y
la oración, sin servir a las mesas. Por su parte, los varones elegidos, no sólo desempeñaron
el servicio de las mesas, sino que también los vemos como ministros del kerigma y del
bautismo.

En el caso de Esteban, aparece predicando, con tanta dedicación y gran valor, hasta las
fatales consecuencias del martirio, como testimonio de su celo ministerial (Hechos 7:1-60).

Por su parte, cuando los discípulos fueron dispersados, otro de la lista de los siete era
Felipe, quien evangelizó por la región de Samaria (Hechos 8:4-25), en el desierto camino a
Gaza (Hechos 8:26), en Azoto y Cesarea (Hechos 8:40).

Definitivamente, estos servidores, no se hicieron siervos en el momento específico cuando


se les asignó el oficio de las mesas. El don de servicio, su espíritu diakonal, ya existía en
ellos de manera natural.

Por lo tanto, la diakonía, conlleva el ministerio de la palabra de Dios, de la oración y del


mover del Espíritu Santo, con sus dones y karismas:

"Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más
volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría. Entre tanto, Felipe se encontró
más al norte, en la ciudad de Azoto. Predicó la Buena Noticia allí y en cada pueblo a lo largo
del camino, hasta que llegó a Cesarea" (Hechos 8:39-40).

Es evidente que el ministerio de la palabra de Dios y el ministerio social son de prioridad en


la iglesia. El agente y servidor social no puede dejar a un lado el ministerio de la palabra.

No existe diakonía, es decir servicio social, sin anuncio de la palabra de Dios y la oración.
Pero si puede existir predicación de la palabra y oración, sin servicio social, pero la iglesia
no se desarrollará integralmente.
TEMA 2: EL HIJO DEL HOMBRE NO VINO PARA QUE LO SIRVAN, SINO PARA
SERVIR

Lecturas Bíblicas: Mat 20:28, Jn 12: 26; Luc. 22: 27; Gal 5:13

Texto para memorizar: "Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para
servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20:28).

OBJETIVO: Entender que Jesús es nuestro ejemplo del servicio social o diaconía como la
manifestación y extensión de su Reino.

I. Jesús como Maestro

Luc. 22:24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.
22:25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre
ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;
22:26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que
dirige, como el que sirve.
22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se
sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.
22:28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.
22:29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,
22:30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a
las doce tribus de Israel.

Los apóstoles de Jesús y sus discípulos muy pronto aprendieron el significado diakonal de
su Maestro. Jesús usó la diakonía para enfocar su propuesta de servicio hacía los demás.

Jesús mismo se presentó como servidor, es decir como diákono ante los demás:

"Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar
su vida en rescate por muchos" (Mateo 20:28).

Jesús además de incluir el concepto de diakonía en toda su labor ministerial, él mismo


aceptó la diakonía en su vida terrena, para cumplir su misión:

"¿Cuál es mayor: quién está a la mesa, o quién sirve (a la mesa)? ¿Acaso no es quién está
a la mesa (permitiéndose ser servido)? Pues, en medio de vosotros, yo soy como quien
sirve (a la mesa)" (Lucas 22:27).

Según la posición de Jesús, la diakonía es un reflejo de la madurez del ser humano, en su


aspecto físico, mental y espiritual. En la niñez hay una necesidad y tendencia a que le
sirvan. Los padres y los tutores son la ayuda idónea de la infancia.

Pero cuando se llega a la edad adulta, el ser humano deja de ser servido y comienza a
servir. Precisamente el deseo de Dios es que seamos imitadores de Jesucristo:

"El hijo del humano no ha venido para ser servido, sino para servir" (Marcos 10:45).
II. Jesús como Servidor

Cuando Jesús inicia su ministerio público, anuncia que su unción del Espíritu Santo tiene
un perfil evidentemente diakonal:

"El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para llevar buenas nuevas a los
pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para
despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor" (Lucas 4:18ss).

En el lavatorio de los pies el servicio es el resultado del amor, que pone en igual de
condiciones al siervo y al señor:

"Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De
cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el
que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis" (Juan 13:15-
17)

Cristo hizo una opción preferencial por los pobres, los pequeños, los últimos, por lo que la
iglesia deber hacer lo mismo.

Cristo escuchó los gemidos de cuantos eran excluidos, apartados, anulados, explotados,
silenciados, lo mismo hace la Iglesia, la cual busca promover el cambio social, tanto en las
estructuras de la sociedad, como en la transformación del corazón de cada ser humano.

III. La Iglesia es puesta para ser servidora del Reino de Dios

En fin, la diakonía es el ser y que hacer constante de la Iglesia. Por ser la Iglesia en su
identidad diakonal, es que promueve, coordina y orienta la espiritualidad caritativa y social
de cada uno y d etodos sus miembros, en su sentido de comunicación cristiana de los
bienes de este mundo.

De la misma manera, la Iglesia tampoco es para sí misma. Ella es para la humanidad. No


está en la tierra para buscarse así misma o para engrandecerse, sino para servir
humildemente a todos los seres humanos.

La diakonía es el principio vital de la Iglesia, íntimamente unido indivisiblemente al kerigma,


la didajé y la parenesis, pero si el proceso se detiene, la unidad se rompe, se quedará la
solo como experiencia de grupo o movimiento espiritual sin esencia en la encarnación.

En cambio si se avanza hasta la Diaconía, se logra el inició de la Iglesia, pues la Iglesia


empieza a nacer cuando se convierte en servidora.

Con la diaconía que se comienza a ser Iglesia, y luego esta misma Iglesia se organiza y
madura, es cuando llega a la koinonía.

TEMA 3: LA MANIFESTACIÓN DIACONAL DEL REINO DE DIOS


Lecturas Bíblicas: Marc.1:14-15, 45; Marc 2: 1: 12, Mat. 4: 12 – 25; Luc. 4: 14 - 30

Texto para memorizar: "diciendo: el tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha


acercado; arrepentíos y creed en el Evangelio" (Marc 1:15).

OBJETIVO: Entender que la manifestación del reino de Dios compromete y transforma


todas las estructuras de la sociedad y la vida personal, por tanto el evangelio del Reino de
Dios es el anuncio de buenas nuevas de esa experiencia transformadora
1. La Irrupción en la historia del Reino de Dios al servicio de restauración del
propósito de Dios para todo el universo.
Marc. 1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el
evangelio del reino de Dios,
1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos,
y creed en el evangelio
Cuando Dios creó los cielos, la tierra al hombre y todo lo que hay lo hizo de acuerdo a
un propósito, el cual permanece firme eternamente, porque Dios no cambia, su propósito
no cambia (Mal. 3:6), sin embargo, la caída, afectó su realización, pero no lo cambio, por
ello, Dios mismo se ocupa de restaurarlo para que así se cumpla su propósito original y
eterno.
Para lograr esta restauración, el mismo, el Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó
entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de
gracia y de verdad Jn. 1:14
Jesús, anuncia Ia presencia del reino de Dios, invitando a toda persona a la fe y el
arrepentimiento, bajo una premisa segura de que “todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna”. Juan 3:15 - 16
Esta presencia del Reino de Dios, se completa y hace evidente cada vez que las
personas creen en el Evangelio, se arrepienten y aceptan a Cristo Jesús como Señor y
Salvador, y a través de las señales diaconales del maestro y sus discípulos, tal como lo
declara Jesús mismo cuando los hombres enviados por Juan el Bautista, diciendo: “nos
ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?.
En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a
muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo
que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los
sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y
bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. Luc.7:20 – 23
El anuncio de la llegada del reino de Dios, se constituye las buenas nuevas para los
pobres, los oprimidos, los sedientos de justicia, tal como lo declara al leer el libro de
Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar
el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos
de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido
esta Escritura delante de vosotros (Luc 4: 17 – 21).
2. Estableció a la Iglesia como agente de su reino:

Dios para la restauración de los propósitos de su creación, estableció un pueblo (Israel),


y a través de su proceso histórico se dio a conocer, y reveló el camino de redención y/o
restauración de su propósito eterno, completando dicha revelación a través de
Jesucristo: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo
a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el
resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las
cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Heb
1: 1 -3), y estableció la Iglesia como agente de su reino, cuando el declara: “ …. y sobre
esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mat
16: 18). …. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo ; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mat 28:19 – 20).. ….
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos (Hec. 2:47).
Asi la Iglesia es el agente para la difusión, extensión y manifestación del reino de Dios,
en el proceso de redención (restauración), llamada a anunciar y evidenciar las buenas
nuevas a los hombres, para que se arrepientan y logren ser “hijos de Dios”, ciudadanos
del Reino, es la misión de predicar, enseñar, discipular, servir y testificar de esas buenas
nuevas, para transformar el mundo de acuerdo a los propósitos de Dios, en el orden
temporal para lo eterno, en los social, estructural, político, económico, científico,
intelectual y espiritual, etc. Es decir una transformación integral del hombre y toda la
creación

3. Preguntas para Reflexionar


 Con que propósito u objetivo creo Dios el universo (todo lo que creó era bueno)
 Cambió, o puede cambiar el propósito de la creación con la cual Dios lo hizo?;
¿Es eterno el propósito de Dios?
 El pecado cambió el propósito de Dios para su creación?
 Que hizo y hace Dios para restaurar lo que afectó el pecado para que se
cumpla su propósito?
 ¿Cómo la iglesia contribuye y colabora con Dios en el proceso de restauración
de su propósito?

TEMA 4: EL SERVICIO COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL DEL JUICIO FINAL

Lecturas Bíblicas: Mat 24:45 – 51; 25: 31–46; 7: 15–23., Marc. 10: 17-31; Apoc 20: 11 - 15
Texto para memorizar: " No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." (Mateo 7:21).

OBJETIVO: Cuando llegue el juicio final, la hora decisiva, seremos juzgados por las obras
(libro de las obras) que hemos realizado (diaconía), y por la fe en Jesucristo (inscritos en el
libro de la vida) ¿somos consientes de esta dimensión del juicio final?
I. Hacer la voluntad de nuestro Padre Dios
Mat. 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o
higos de los abrojos?
7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

A partir de la enseñanza de Jesús, vemos que cualquiera que quiere entrar en el reino
de Dios, necesariamente tiene que hacer la voluntad de Jesús, es decir la voluntad de
Dios, y eso compromete todos los aspectos de nuestra vida personal y social, material
y espiritual, por ello los discípulos llenos del espíritu Santo cumplían esta voluntad de
manera integral: “…Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y
se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles
el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían (Marc. 16: 19-20),
aquí las señales, son acciones diaconales y espirituales, todos al servicio de los
necesitados, de igual manera en Mat 28: 19 -20, la gran comisión de hacer discípulos
de Jesucristo en todas las naciones, enseñando todo lo que Jesús enseño y mandó,
como dice II Tim. 3:17 “ a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado
para toda buena obra”

¿ Entonces, Que es hacer la voluntad de nuestro padre Dios?

¿Cómo Dios reconocerá que somos sus hijos?

II. La Diaconía o Servicio en el Juicio Final


Mat. 25:31 -40: Explica Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas
delante de él todas las naciones; y juzgará a cada uno según sus obras:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el
reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y
me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y
vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?, ¿O cuándo te vimos enfermo, o
en la cárcel, y vinimos a ti?, Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Es
decir trabajaron sirviendo a los más necesitados, a los mas pequeñitos, entregando su
vida en servicio a los demás, por tanto son merecedores de entrar al reino de Dios, si
miramos con cuidado el pasaje, no dice porque tuvimos fe en él, por tanto todo aquel
que cree en el Señor, tiene que expresar y poner su vida al servicio de su prójimo, sino
realmente no es cristiano, no se ha convertido al Señor, por tanto no es hijo de Dios.

Contrariamente, los que no ejercieron el servicio diaconal, son considerados malditos,


hijos del diablo y merecedores del castigo del fuego eterno: Entonces dirá también a
los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo
y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis
de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis;
enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo,
o en la cárcel, y no te servimos?. Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo
que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna (mat 25: 41 -46).

III. Los Libros abiertos


Apoc. 20: 12 – 15, habla sobre el juicio final a través de la visión de Juan, quien dice:
“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos,
y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por
las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Habla que “los Libros fueron abiertos, ¿Qué libros?: el libro de la vida y el libro de las
obras, estos dos libros son decisivos para definir el futuro de todo ser humano, ¿Cuál
es el orden?. Hay ocho referencias al “libro de la vida” en el Nuevo Testamento, y dos
de ellas se refieren específicamente al libro de la vida que pertenece al Cordero,
Jesucristo. Siete de las referencias aparecen en el libro de Apocalipsis. Aquellos cuyos
nombres están escritos en el libro de la vida, son aquellos que pertenecen a Dios,
aquellos que han alcanzado la vida eterna.
Pablo se refiere a quienes habían trabajado junto a él, como aquellos cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida (Filipenses 4:3), nuevamente, identificando el libro
de la vida como un registro de los nombres de aquellos que tienen la salvación eterna.
De la misma manera, Apocalipsis 3:5 se refiere al libro de la vida, en el cual se
encuentran los nombres de los creyentes en el Señor. Estos son aquellos que
superaron las pruebas de la vida terrenal, demostrando que su salvación es genuina.
Este verso también pone en claro que, una vez que un nombre es escrito en el libro de
la vida, Jesús promete a los vencedores que nunca lo borrará, respaldando una vez
más la doctrina de la seguridad eterna (Apoc.3: 5). El Señor Jesús, quien está hablando
a las iglesias en esta parte del Apocalipsis, promete reconocer a los Suyos ante Su
Padre. Por el contrario, Apocalipsis 20:15 revela el destino de aquellos cuyos nombres
no están escritos en el libro de la vida – la eternidad en el lago de fuego.
Pablo dice en 1 Corintios 3:11-15. “Porque nadie puede poner otro fundamento que el
que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará
manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de
cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” Jesucristo se sentará a juzgar
las obras de los miembros de Su Cuerpo, de Su Novia, la Iglesia, probándolos con
fuego. Note el orden descendente de su relativa dignidad: “Oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca.” El oro, plata y piedras preciosas resistirán el
calor, pero la madera, heno y hojarasca serán quemados. El Señor determina el grado
de valor y el fuego revela el resultado. Si las obras del creyente son totalmente
consumidas por el proceso, y por lo tanto se muestran indignas, el/ella sufrirá, no será
el “ganador de la carrera”, pero su salvación nunca se cuestiona. Ese punto fue
totalmente pagado en la cruz del Calvario.

“Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”, estas obras
están referidas a las acciones que el cristiano ejerce en su vida como creyente, y que
determinaran el nivel de recompensa o responsabilidad que Dios le otorgará en su
Reino.

IV. Conclusión
La fe en Jesucristo expresado en el arrepentimiento, la conversión y justificación, nos
hace hijos de Dios, y nuestro nombre es inscrito en el libro de la vida, y si
permanecemos firmes y somos vencedores, nos era borrado del libro de la vida, y eso
garantiza nuestra entrada a la vida eterna, al reino de Dios, pero seremos juzgados por
las obras que hicimos, el servicio que hemos cumplido como creyentes, el cual será la
base de nuestra recompensa o responsabilidad en el reino de los cielos.

V Preguntas para Reflexionar


 ¿Qué significa lo que dice el Apóstol Santiago: “la fe sin obras esta muerta?, ¡
que son las obras?, ¿es diaconía o servicio?
 Que requisitos son necesarios para entrar al cielo?

TEMA 5: EL SERVICIO DIACONAL DE LA IGLESIA PRIMITIVA

Lecturas Bíblicas: Hech. 2: 41 – 47; 4: 27 – 35; 6: 1-15; 8: 4 – 8; 9: 32 – 43; 10: 1-7; 23 –


48; 16: 11-15; I Cor 12: 1-31; 2 Cor. 8: 1-24; 2 Cor.9: 6-15; Fil.4: 10-20: Sant. 1:26-27; Sant.
2: 14-26; I Juan. 3: 11-23.
Texto para memorizar: " La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta:
Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo." (Sat. 1:27).

OBJETIVO: Aprender del ejemplo y experiencia de la Iglesia apostólica primitiva, como


mostró su fe a través del servicio.

1. Diáconos llenos del Espíritu Santo


En Hech. 6: 1 -15, relata de la elección de 07 diáconos, para que puedan servir a las
mesas, mientras los apóstoles se dedicaban a la predicación de la palabra, de ésta
experiencia podemos aprender los siguiente:

 Se eligieron 07 diáconos, para una labor muy específica, el servir a las mesas,
hoy en día significaría la contratación o elección de un personal técnico para
desarrollar actividades especializadas (proyectos), y se le denomina promotor.
 Este servicio específico, es solo una acción del diaconado, cuyo campo de acción
es mucho más amplio y relacionado a todo el quehacer humano.
 Este servicio especializado, lo ejercen algunas personas especificas, pero el
servicio diaconal lo ejerce todos los miembros de la iglesia.
 El servicio diaconal, exige estar llenos del espíritu santo, es decir tener la plenitud
de la experiencia con Cristo.
 El servicio diaconal, no se contradice o elimina las otras dimensiones del misión
cristiana: evangelización, discipulado, enseñanza, testimonio, etc, por el contrario
se complementan para posibilitar un cristianismo integral, Esteban lleno del
Espíritu Santo, predicaba y hacía grandes prodigios y señales, Felipe, fue llevado
por el Espíritu Santo al desierto para evangelizar y bautizar al siervo de la reina
de Candase (Hec.8: 26-40).

2. Viviendo en la Unidad del espíritu Santo.


En Hech. 2: 43-47; 4: 32-36, muestra la experiencia de los primeros cristianos, que se
caracterizaron por tener un mismo sentir, unánimes, es decir, unidos, en unidad,
buscando un mismo propósito u objetivo, permanecían en la doctrina de los Apóstoles,
tenían las cosas en común, y nadie sufría necesidad.
La experiencia diaconal, se muestra en el hecho que “Todos los que habían creído …
tenían en común todas las cosas”, muestra una actitud solidaria, confianza mutua y
trabajo cooperativo y una administración transparente.

La vida en común unión, les permitía “partir el pan en las casas, comer juntos con
alegría y sencillez de corazón”, porque estimaban cada uno a los demás como “uno
mismo”, y deseaban que todos alcancen el bienestar, “no mirando cada uno por lo suyo
propio, sino cada cual también por lo de los otros”, queriendo expresar, hacer y
comportarse con el mismo “ sentir que hubo también en Cristo Jesús” (Fil. 2: 4-5),

3. Salvación y Servicio
¿como aprendieron los primeros cristianos a expresar su espiritualidad?, siempre estuvo
unido la experiencia de servicio con la fe en Jesucristo, como el caso de Cornelio,
centurión romano de la compañía llamada la italiana, era un hombre “piadoso y temeroso
de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios
siempre”, por ello Dios estimó concederle la salvación, y le reveló como hacerlo: “Este
vio claramente en una visión” que envíe una delegación para invitar a Pedro, para que
le enseñe lo que es necesario que haga. (He 10: 1-6), y cuando el vino, el congregó a
toda su familia y amigos, para que escuchen el mensaje del Evangelio (Hech. 10: 24),
de tal manera que ese día todos se convirtieron y recibieron el bautismo del Espíritu
Santo, y fueron bautizados, añadidos a la Iglesia del Señor (Hech, 10: 44-48).

El ejemplo de Lidia, que era de Tiatira, pero que estaba comerciando sus productos en
Filipos, escuchó el mensa del Evangelio, predicado por el Apóstol Pablo, consideró que
era necesario expresar su fe, invitándoles a ir a su casa “diciendo: Si habéis juzgado que
yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos (Hec.16: 13-
15)

Podemos concluir que la fe, esta indivisiblemente unido a las obras, es decir al servicio
o diaconía, así lo expresa el apóstol Santiago cuando expresa en su epístola: “Hermanos
míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle?. Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos,
pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?. Así
también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y
yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú
crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas
quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?. ¿No fue justificado por las
obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves
que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se
cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue
llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras,
y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por
obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?. Porque como el
cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta Sant 2: 14-26.

4. El servicio cristiano como práctica de santidad


Nuevamente, tomamos la enseñanza del Apóstol Santiago, quien señala, que la
verdadera santidad, se expresa en el servicio al prójimo, junto al no hacer el mal, no
apostatar de la fe, y permanecer fieles hasta el fin: “ La religión pura y sin mácula
delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Sant. 1: 27); “Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida”. (Apoc. 2:10)

5. El Servicio como expresión del amor de Dios.

El Apóstol Juan, en su carta de I Juan 3:14-19: enseña, que el verdadero amor a Dios,
se expresa como amor y servicio a nuestros hermanos, y si esto no es una realidad en
nuestra vida y de la iglesia, realmente el amor de Dios, no mora en nosotros: “Nosotros
sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que
no ama a su hermano, permanece en muerte.
3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida
tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su
vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los
hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad,
y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que
somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él”

6. Conclusión
 En experiencia de la iglesia primitiva, es claro que la fe y el servicio están
íntimamente ligados como señal de una misma moneda ¿Por qué la iglesia actual
ha separado estas dos experiencias espirituales?
 Se puede logra la verdadera santidad sin el servicio?

TEMA 6: FORMAS DEL SERVICIO DIACONAL DE LA IGLESIA

Lecturas Bíblicas: II Cor. 8: 2-24,Is. 65: 17-25; Ap. 21

Texto para memorizar: " Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a
sus fuerzas, y aún mas allá de sus fuerzas." (II Cor. 8:3).

OBJETIVO: Las formas en que la iglesia ha trabajado como respuesta a la misión integral
del Evangelio, son variadas, corresponden y son respuestas a su realidad, y a su tiempo.
I. El servicio social en la perspectiva Bíblica.

En el libro “llamados a Servir” escrito por el Pastor Pedro Arana, describe tres niveles de
participación social de la iglesia: el personal, el social y el profético.

a. Servicio Personal
Es el que realiza una o un grupo de personas, la motivación central es “la imagen
de Dios”, que se ve en la persona motivo de la acción social, a quien se brinda como
expresión concreta del amor de Dios (Mat. 25: 40; I Juan 3: 16-18)

b. Servicio Social
Es la acción realizada por la iglesia dirigida a un grupo social, con la motivación
central que todos tienen la posibilidad y son convocados a entrar y pertenecer al
pueblo de Dios, sin ninguna distinción, puesto que todos fuimos creados por Dios,
para la expresión de su gloria, y tener vida en plenitud desde antes de la fundación
del mundo, afectado por la caída, pero restaurados a través del camino de redención
en la sangre de Cristo Jesús, a fin de que todo aquel que en él cree, no se pierda,
sino que tenga vida eterna (Jn. 3: 15-16, Efe 1.1-23)

c. Servicio Profético
Es la acción realizada por la iglesia buscando el establecimiento de la justicia,
constituyéndose en la voz de los que no tienen voz; sea por que viven humillados,
o porque son acallados y reprimiditos. Es un esfuerzo consciente y comprometido
por entender y asumir las necesidades y los problemas, los dilemas, las
aspiraciones, luchas y esperanzas de los grupos sociales, desde la perspectiva del
evangelio y la perspectiva del reino de Dios.

II. Aportes de los modelos históricos del servicio y acción social de la Iglesia
Tenemos una gama muy amplia y variada de formas como la Iglesia ha respondido
a los tiempos sobre la demanda del servicio y acción social, que va desde los
milagros de Jesús y los discípulos, a la ofrenda para los santos de la iglesia primitiva,
las luchas por la liberación de los pueblos, la lucha contra las epidemias y
enfermedades, atención a los menesterosos, huérfanos, marginados, ancianos,
desvalidos, los niños y niñas, las luchas contra estructuras sociales injustas,
buscando sociedades más justas y humanas, las luchas por la universalización de
la educación, la salud y el bienestar, la lucha contra la pobreza y opresión, la
preservación del medio ambiente, buscando ambientes más ecológicos y más
sanos, desde la perspectiva de la voluntad de Dios.
Estos modelos o formas son respuestas a la conciencia cristiana buscando la
presencia y manifestación del reino de Dios.

Podemos citar muchos héroes de la fe, producto de las luchas sociales, tales como
El General San Martín, Simón Bolívar, Ramón Castilla, Lutero, Calvino, Juan
Wesley, Martin Luther King, Indira Gandhi, etc.
III. Buscando nuestro modelos de Servicio y acción Social
La Iglesia siempre ha sido y debe ser creativa, innovadora, valiente y persistente
para dar respuestas a las necesidades y aspiraciones de las personas, grupos
sociales y sociedades, aquí expondremos algunas formas que pueden servir para
nuestros tiempos.

a. Modelo de solidaridad personal.


Se realiza a través de las visitas a hogares, para compartir la palabra
(generalmente lo que fuimos bendecidos en nuestro devocional diario), orar por
la familia (salud, necesidades, problemas, o crecimiento espiritual), fortalecer la
amistad, y compartir para las necesidades de la familia; cuando la salud y
necesidades son más grandes, se comparte con la Iglesia, y se pueden hacer
actividades para ayuda a dicha familia, como una actividad económica, una
jornada de trabajo solidario, una jornada de oración, etc.

b. Modelo de jornadas de servicio y acción social


La Iglesia, recibe información de situaciones que afectan la salud, la vivienda, la
salubridad de un grupo de familias o una comunidad, se organiza y realiza
jornadas de trabajo, para ayudar a dichas familias a superar su situación
problemática, por ejemplo se puede ayudar a una familia a reconstruir su casa,
a una limpieza pública, un descarte de una enfermedad epidémica, etc.

c. Modelo buscando la justicia y la paz


A través de organizar o participar en comités de defensa de los derechos
humanos, del medio ambiente, contra la violencia a la mujer y al niño, campañas
de prevención y atención del VIH/SIDA, campañas contra el Bullying, jornadas
por la paz, contra la violencia y la explotación, etc.

d. Modelos de Reivindicaciones Sociales y Económicas


Para ello, se debe realizar alianzas con organizaciones comunales, vecinales,
para lograr incidencia en las instancias de toma de decisiones, para que se
invierta en la solución de la problemática identificada: agua potable,
saneamiento ambiental, pensión 65, beca 18, etc.

e. Modelos de servicios educativos


La iglesia puede ser promotora de instituciones educativas del nivel de
educación temprana (0 a 2 años), educación inicial (3 a 5 años), educación
primaria (6 a 11 años), educación secundaria (12 a 17 años), educación especial
para niños con discapacidad, centros de formación técnica – laboral, educación
universitaria.

f. Modelos de servicios de salud


La iglesia puede ser promotora para la creación e implementación de centros de
atención de la salud, clínicas, campañas de salud, campañas por el
mejoramiento del medio ambiente, la salubridad comunal, la vivienda saludable,
alimentación y nutrición, hábitos saludables.

g. Modelos de Desarrollo integral


A través de la elaboración y gestión de proyectos de desarrollo económico,
desarrollo social, desarrollo cultural a nivel urbano y rural, participando en los
presupuestos participativos de su municipalidad, buscando financiamiento de
embajadas, de misiones, etc.

h. Modelos de Participación y Movilización Comunal


Promover la organización, participación y movilización de la comunidad o unidad
vecinal, a favor de los derechos de la mujer, del niño, del adulto mayor,
movilizaciones por el buen trato y crianza con ternura frente a la violencia familiar
y el bullying en la escuela, movilizaciones en defensa del medio ambiente,
movilizaciones a favor de la paz y la justicia.

i. Modelos de participación política.


Todas las acciones de servicio, tienen influencia e incidencia política, que
generan cambios sociales y estructurales, sin embargo se puede pensar en
acciones más específicas que incidan en los procesos políticos de la comunidad,
distrito, provincia, región o país, incluso de alcance internacional, parte desde la
toma de conciencia de nuestro rol político como ciudadanos, y nuestras
afinidades, filiaciones institucionales: sociedad de jóvenes, sociedad femenil,
juntas vecinales, APAFAs, funcionarios públicos, agrupaciones políticas.
En todo estos modelos debemos tomara conciencia de nuestra ética cristiana,
la centralidad de nuestra fe en Jesucristo, y la ayuda del Espíritu Santo, que
somos colaboradores de Dios, para el establecimiento de su Reino, a través del
establecimiento d ela verdad, la justicia, la transparencia y honestidad, la
libertad, la dignidad, la solidaridad, fidelidad y lealtad.

Es trabajar por un mundo mejor, una sociedad mas justa y humana, donde la
plenitud de vida se una realidad para todos

IV. CONCLUSION
¿Cómo podemos contribuir con el propósito de Jesucristo que dijo: “Yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10

Pueden los cristianos de hoy, la iglesia, contribuir para el establecimiento de un


mundo nuevo?
Apocalipsis capítulos 21-22 nos dan una detallada descripción de los Nuevos Cielos
y la Nueva Tierra. Después del final de los tiempos, los cielos y la tierra actuales,
serán deshechos y reemplazados con Nuevos Cielos y Nueva Tierra. La morada
eterna de los creyentes será en la Nueva Tierra. La Nueva Tierra es el “Cielo” en el
cual pasaremos la eternidad. Es en la Nueva Tierra donde residirá la Nueva
Jerusalén, la ciudad celestial. Es en la Nueva Tierra donde estarán las puertas de
perla y las calles de oro; ( Is. 65: 17-25).

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