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ANÁLISIS PESTEL

1. FACTORES POLÍTICOS

España se caracteriza por tener un sistema democrático fuerte, con una estabilidad legal
y seguridad jurídica que proporcionan el marco necesario para que las empresas operen y
realicen sus actividades comerciales sin temor a cambios repentinos que pudieran alterar
dicha estabilidad.

Dicho esto, España ha vivido en tiempos recientes una cierta inestabilidad política,
probablemente como consecuencia de la crisis económica, donde los partidos
tradicionales han sufrido un desgaste debido al surgimiento de nuevos actores a ambos
lados del espectro ideológico, que han puesto patas arriba el tablero político y han
provocado que no haya mayorías parlamentarias claras y que, por primera vez en
democracia, llevaron a la repetición de unas Elecciones Generales en nuestro país por la
imposibilidad de llegar a acuerdo entre las diferentes formaciones con representación
política.

Otro foco importante de inestabilidad política lo encontramos en Cataluña, donde los


sectores independentistas vienen lanzado un pulso al Estado en los últimos años, siendo
el año 2017 especialmente turbulento en este sentido, y cuyas consecuencias políticas,
económicas y sociales aún están por ver. La fractura social en dos mitades casi idénticas
se ha traducido en un Parlament muy fragmentado, en el que el escenario de repetición
de elecciones, como ya pasó a nivel nacional, no es en absoluto descartable.

El peor de los escenarios sería que esta inestabilidad política pusiera freno a la incipiente
recuperación económica. Parece que, de momento, no está siendo así y, probablemente,
que España sea un Estado de Derecho y una democracia consolidada esté ayudando a
sortear el temporal político de los últimos años.

2. FACTORES ECONÓMICOS

Todo apunta a que la crisis económica ha quedado atrás e incluso desde el FMI han
mejorado al alza la previsión de crecimiento para España en el año 2018 hasta el 2,5%,
manteniéndose otro año más como el país con más crecimiento económico entre las
grandes economías desarrolladas.

Si bien esto es un dato esperanzador, sobre todo después de la larga travesía por el desierto
que supuso la crisis económica y financiera que empezó en 2008 y que supuso una
fortísima caída de ventas en el sector de en torno al 50%, España aún tiene grandes
desafíos delante suyo como son el alto nivel de deuda pública y los datos de desempleo
que siguen siendo muy elevados. Lo que sí parece que ha vuelto es la recuperación del
consumo interno y la confianza de los consumidores en que el futuro va a ser más
halagüeño.

Gracias a esto, a la reactivación del consumo interno, nuestro sector lleva encadenando
tres años consecutivos de un aumento de las ventas de en torno al 3% anual desde el año
2014, y todo parece indicar que esta racha alcista se seguirá manteniendo debido a un
aumento de las ventas por reposición, clave en la evolución del mercado, y a la paulatina
reactivación de la construcción de vivienda nueva, tras años de parón absoluto. Otra área
que puede seguir impulsando este reciente crecimiento es el rediseño de cocinas,
favorecido por el optimismo de los consumidores acerca de la situación económica futura.

Pero no todo es positivo en el sector, y existe el temor de que el incipiente repunte de la


demanda interna no sea lo suficientemente fuerte, no ya para llegar a niveles de ventas
precrisis con casi 10 millones de unidades vendidas (cifras propias de un país como Italia
con 60 millones de habitantes y que dan testimonio de lo artificial del crecimiento previo
al estallido de la burbuja inmobiliaria), sino a los niveles de 8 millones de unidades
vendidas, que a España, con casi 47 millones de habitantes, le correspondería por tamaño.
A fecha de 2016, el sector se sitúa en unas ventas totales de 6,6 millones de unidades
vendidas, lo que significa que tiene un largo recorrido para llegar a los niveles
considerados adecuados.

Por otro lado, que se esté produciendo un aumento de ventas en los últimos ejercicios, no
quiere decir que los precios estén subiendo, más bien todo lo contrario. Los datos indican
que el año 2016 se produjo de media un 1% de bajada de los precios en el sector, debido
a una competencia feroz por hacerse con una cuota del mercado. La flexibilidad y la
competitividad han sido consecuencia directa de la crisis, y para salir de ella se ha optado
por más ventas a costa de reducir precios.
Así pues, no es oro todo lo que reluce, y tanto la economía española en su conjunto, como
el sector del electrodoméstico de línea blanca en España, presentan desafíos en el futuro
más próximo.

3. FACTORES SOCIALES

España es considerada una sociedad avanzada y desarrollada, con un sistema de


Seguridad Social que garantiza unas coberturas mínimas de bienestar. No obstante,
España presenta un fuerte envejecimiento poblacional que, en un futuro a medio o largo
plazo, puede poner en peligro el actual status quo.

A ello se suma la denominada “fuga de cerebros”, que no es otra cosa que la salida del
país de jóvenes bien preparados que hacen las maletas para buscar un futuro mejor, debido
a la falta de oportunidades a nivel de desarrollo laboral y personal en España. Invertir esta
tendencia y atraer a los que ya se fueron durante los años más duros de la crisis es uno de
los mayores retos sociales de nuestro país si quiere tener un futuro prometedor.

Otro factor social que amenaza la paz social y la estabilidad político-económica es el


avance del nacionalismo, sobre todo en Cataluña, y que a día de hoy no tiene vestigios de
solucionarse fácilmente. Cataluña, no solo es motor económico del conjunto de España,
también es un referente a nivel social, cultural y de vanguardias en nuestro país, y la
sociedad española y catalana consiguen más juntas cuando se celebra la diferencia y se
crean puentes en lugar de muros que solo benefician a los actores políticos, de uno y otro
signo, que buscan el rédito electoral en lugar del beneficio de la sociedad en su conjunto.

Por todos estos motivos, los desafíos sociales del futuro son de vital importancia para
nuestro país y las decisiones que tomemos hoy tendrán un impacto en cómo sea dicho
futuro

4. FACTORES TECNOLÓGICOS

En la era de las tecnologías e Internet, contar con una estrategia empresarial en este
ámbito es absolutamente necesario. Por un lado, el desarrollo y penetración de Internet
en los hogares españoles, así como la paulatina, pero constante tendencia de los españoles
a comprar online. Nuestro sector no puede ser menos y las ventas online ya representan
el 10% del total, y esta cifra no dejará de aumentar en el futuro todo parece indicar.

Por otro lado, la inversión en I+D, se hace necesaria en un mundo en constante cambio,
con la introducción de nuevas tecnologías que dan forma al mundo de mañana.

Conscientes de esto en el sector del electrodoméstico se siguen produciendo innovaciones


que hagan el producto más deseado para el consumidor. Electrodomésticos conectados a
Internet, más eficientes y respetuosos con el medioambiente son los estándares con los
que las distintas empresas dentro de la industria están trabajando para seguir siendo
competitivas y estar mejor posicionadas para el futuro.

A pesar de que el gasto en I+D en el sector público desde el inicio de la crisis ha


disminuido notablemente, las empresas son conscientes de la necesidad de invertir en
desarrollo tecnológico e innovación para poder competir y tener éxito.

La difusión de nuevas tecnologías y su aplicación en muchas empresas y sectores


continuará incrementando la productividad de las empresas. Por esta razón España
seguirá liderando la innovación y el desarrollo de los avances del futuro junto a otros
países occidentales como Alemania Y Francia

5. FACTORES MEDIOAMBIENTALES Y LEGALES

Las consideraciones de tipo medioambiental son cada vez más importantes debido a una mayor
concienciación, tanto de los consumidores como de las administraciones públicas, por preservar
y cuidar el medioambiente. La ley determina que los fabricantes son los responsables del
correcto reciclaje de los electrodomésticos —en aplicación del principio de quien contamina
paga—para lo que crearon hace más de 10 años unos organismos sin ánimo de lucro
denominados Sistemas Integrales de Gestión (SIG), que deben asegurarse de que los aparatos
usados son desguazados en plantas autorizadas. Pero la realidad es que, desde entonces, dos
terceras partes de los residuos han acabado en chatarreros sin permisos y plantas no preparadas
para el proceso de reciclaje. De esta forma, los vertederos del país están plagados de residuos
electrónicos. Resultado: España es el antepenúltimo gran país de Europa en reciclaje, solo por
delante de Rumanía y Grecia. En 2012 se recogieron 3,3 kilos de residuos electrónicos por
habitante y año, seis veces menos que la cuota que recicló Noruega (20 kilos), según datos de
Eurostat.

Por otro lado, la cada vez mayor concienciación de los consumidores ha llevado a que los
fabricantes inviertan en ecodiseño, filosofía que persigue diseñar productos sostenibles, que
minimicen el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del producto desde el diseño
propiamente dicho hasta la producción, utilización y retirada.

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