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La desaparición de las democracias liberales en Europa fue tan grande que en 1939, en
vísperas de la II Guerra Mundial solo 10 estados podían considerarse como regímenes
democráticos, el resto se habían convertido en regímenes dictatoriales o fascistas; y solo
uno, la URSS, continuaba siendo un régimen socialista.
Situación de España en los años 30
Por raro que pueda parecer en España el proceso fue el contrario. Al no haber participado
de manera directa en la I Guerra Mundial los efectos “democratizadores” de esta no
tuvieron ningún efecto en el país y este siguió una senda propia hacia la democratización.
Durante los años 20 las fuertes tensiones sociales y políticas que se vivían en el país
hicieron que el sistema monárquico autoritario de Alfonso XIII acabara por convertirse en
una dictadura militar, se evoluciona por tanto de un régimen autoritario a otro más
autoritario aún.
Sin embargo el régimen dictatorial contaba con pocos apoyos políticos y económicos, y
además carecía de una verdadera base social que lo sustentara, lo que conllevaría su fin.
En 1931 había vuelto al poder el rey Alfonso XIII pero en las elecciones municipales de
abril de ese mismo años se alzaron con la victoria por mayoría absoluta los partidos
republicanos; el rey entendió el mensaje y abandono el país de inmediato proclamándose
el 14 de abril de 1931 la II República Española. Al contrario de lo que había pasado en
Europa en España se optaba por un régimen democrático.
Dentro de los antecedentes y causas de la guerra tenemos que destacar en primer lugar
la polarización política de la sociedad. La división social de la población española que se
encontraba enfrentada en dos mitades irreconciliables.
Las izquierdas: Formadas por las clases trabajadoras, tanto el proletariado
industrial como los jornaleros del campo, y una parte de la burguesía. No era un
grupo homogéneo y estaba formado por partidos de izquierdas como el PSOE
(Partido Socialista Obrero Español) mayoritario en el país, el PCE (Partido
Comunista de España) minoritario, partidos de izquierda republicana, izquierda
radical, etc. A los partidos había que sumar las organizaciones sindicales, y sobre
todo los dos grandes sindicatos españoles, socialista y anarquista, la UGT y la CNT
respectivamente. Para hacerse una idea de como era esa sociedad hay que
entender que el número aproximados de afiliados al sindicato anarquista CNT
estaba próximo al millón en las vísperas de la guerra, lo que equivalía a que más
del 4% de la población del país militaba en las filas del anarquismo, a eso había
que sumar las otras opciones sindicales de izquierda. En definitiva una clase
trabajadora fuertemente ideologizada y decididamente comprometida con la lucha
de clases.
Las derechas: Formadas como es lógico por las élites económicas, los banqueros,
industriales, los grandes terratenientes; pero también por los pequeños y medianos
propietarios agrícolas, parte de la burguesía, la mayor parte de los mandos del
ejército y sobre todo por la Iglesia Católica de España. Si bien tampoco era un
grupo homogeneo si que lo era en mucho mayor grado que las izquierdas, y al
igual que estas estaban representados en partidos políticos; estos eran de corte
conservador y tradicional, aunque desde los años 20 habían empezado a crecer
también los partidos de derecha radical de ideología fascista como “Falange”.
Junto con las causas de tipo social también debemos de nombrar las de tipo político, y
entre estas el problema del nacionalismo. En el último tercio del siglo XIX nacieron en
España los movimientos de tipo nacionalista a imitación de sus homólogos europeos. Los
dos focos principales de nacionalismo se situaban en Cataluña y el País Vasco, los dos
centros industriales del país y auténticos motores de la economía de la nación. En
Cataluña el sujeto político del nacionalismo era un partido republicano de izquierdas ERC,
Esquerra Republicana de Cataluña; sin embargo en el País Vasco el nacionalismo era de
derechas, conservador y católico. Ambos dos movimientos aspiraban a la independencia
o grandes cuotas de autonomía dentro de una república federal. El movimiento
nacionalista supuso una amenaza a la unidad territorial del país y era visto como un gran
peligro porque podía desencadenar el desmembramiento de todo el país.
Otro desafío al que se tuvo que enfrentar la II República fue el de la Iglesia Católica. En
España que era y había sido un país muy religioso la fuerte penetración de las ideas
socialistas, comunistas y anarquistas estaba empezando a desplazar a la Iglesia Católica
del centro de poder que había tenido hasta ese momento. Aún así la Iglesia seguía
teniendo un enorme poder mediático sobre gran parte de la población, ejerciendo una
fuerte y notable influencia sobre amplias capas de la sociedad. En manos de la Iglesia
estaban las principales instituciones de enseñanza del país y en esas escuelas se
adoctrinaba a la pequeña parte de la población que podía acceder a ellas. Una de las
reivindicaciones de las clases trabajadoras fue la de una educación pública y laica, algo
que atentaba contra la hegemonía de la Iglesia en este sector. A parte de la educación la
Iglesia también se dedicaba a determinadas actividades económicas, algo que era visto
por los trabajadores como una competencia desleal.
El ejército español, y sobre todo aquel que estaba destinado en África, en el
protectorado de Marruecos, fue una fuente continua de conflictos. Se trataba de una
estructura militar profundamente corrupta, que poseía un gran número de privilegios y que
además tenía un grave problema de “macrocefalia”, esto es, tenia un número excesivo de
oficiales. Además sus oficiales eran en su mayoría muy conservadores y observaban con
preocupación la evolución política del país y el auge de las clases trabajadoras.
Toda esta situación socio-política estuvo presente en la historia de España desde el inicio
del siglo XX, a la que hay que añadir una creciente violencia callejera. La manifestación
física de la fractura social será una continua demostración de lucha y violencia callejera,
tanto por parte de los movimientos de izquierdas como por parte de la derecha. Todos y
cada uno de los ataques, atentados, asesinatos de un lado eran respondidos
automáticamente por el otro; se vivía en un ambiente de violencia continua.
Reformas de la II República
Se puede considerar que las reformas que se llevaron a cabo los distintos gobiernos de la
II República fueron una de las causas directas de la guerra civil. Sin extendernos
demasiado diremos que una gran parte de esas reformas intentará por un lado solucionar
los problemas de la nación y por otro dar respuesta a las demandas de las clases
populares. Es cierto que durante la II República hubo también un gobierno durante dos
años de partidos de derechas, pero durante esos dos años lejos de aprobarse nuevas
reformas lo que se hizo básicamente fue parar las que ya se habían puesto en marcha.
Así mismo lo que también queda claro es que con cada una de estas reformas la II
República se fue ganando nuevos y poderosos enemigos, que a la postre se unirían para
dar un golpe de estado e intentar acabar con la primera democracia real en España.
Golpe de Estado
El 17 de julio de 1936 una parte del ejército con los generales Mola, Sanjurjo y Franco se
levantaron en armas contra el gobierno legítimo y democrático de la II República. Este
golpe de estado estuvo protagonizado sobre todo por la parte del ejercito situado en África,
el conocido como africanista y fue apoyado por amplios grupos de la derecha política y de
la élite económica el país.
El objetivo era tomar el poder, cambiar de régimen y acabar con el sistema democrático
de manera rápida y directa; no hay que olvidar que hasta ese momento en la España de
los últimos 100 años el recurso a los pronunciamientos militares era algo muy corriente.
Sin embargo el golpe de estado va a fracasar. Una gran parte de la población del país se
va a posicionar en contra del levantamiento y se va a oponer a las intenciones de los
militares sublevados. El pueblo, que por primera vez en la historia ha alcanzado la
democracia, se va a resistir a perder todo lo alcanzado hasta ese momento.
Aquí radica otra de las diferencias del caso español con el resto de los países europeos,
ya que al contrario de lo que paso en la mayor parte de Europa, cuando los regímenes
democráticos fueron derribados, en España la población, una gran parte del pueblo, salió
a defender la II República con las armas, provocando el fracaso del golpe de estado y el
inicio de la Guerra Civil en consecuencia.
Guerra Civil
Motivos
Si bien los podemos deducir de lo anterior , de las causas, vamos a exponer los que
fueron los motivos para la guerra:
Las reformas republicanas, que atacaban los intereses y privilegios de las élites
económicas del país. Fue el principal motivo pero no el único.
Una cruzada religiosa, expresado así por la propia Iglesia Española que hizo un
llamamiento nacional e internacional para luchar por la fe católica amenazada por
una supuesta revolución en España.
Y el último de los motivos y detonante del golpe de estado y posterior guerra fue la
victoria en las elecciones y de una coalición electoral formada por todos los
partidos de izquierda, el conocido como “frente popular” , y cuyas primeras
medidas de gobierno fueron la puesta en marcha de las reformas antes nombradas.
Bandos enfrentados
Aunque ya se ha hablado de ello cabe recordar quienes formaban cada uno de los
bandos.
Sublevados
Una parte importante de la oficialidad del ejército y sobre todo del africanista.
Al frente del golpe de estado se situaron los generales Mola y Sanjurjo,
ambos murieron en extrañas circunstancias dejando vía libre al general
Francisco Franco para hacerse con el poder. Curiosamente Franco no
estaba destinado a ser el “líder” de la sublevación.
Leales a la II República
Los partidos y sindicatos de izquierdas presentes en el Frente Popular:
socialistas, comunistas, anarquistas y partidos democráticos y republicanos
de las clases medias.
La mayor parte del ejército peninsular, si bien esta era la parte peor
equipada y preparada de las fuerzas armadas españolas.
La mayoría de los barcos de la armada de guerra española.
Los campesinos y jornaleros sin tierras y los obreros de las fábricas.
Con todo lo que pueda parecer los apoyos a uno y otro bando estarían repartidos casi en
un 50%, si bien es cierto que aquellos que apoyaron el golpe eran los que contaban con
mejores recursos económicos y vías de financiación.
Apoyos internacionales
Hoy en día hay un consenso casi unánime en la idea de la importancia de los apoyos
internacionales de ambos bandos para el desarrollo de la guerra. Sin la intervención
extranjera en la guerra esta ni hubiera podido desarrollarse de la manera que lo hizo ni
hubiera podido durar el tiempo que lo hizo. Para exponerlo de una manera gráfica
podemos decir que sin el apoyo exterior ambos bandos se hubieran quedado sin balas en
menos de un año.
En este punto hay que destacar la posición que tomaron las potencias democráticas
europeas, Francia e Inglaterra. Como ya hemos dicho los regímenes democráticos
estaban en retroceso, la Alemania Nazi de Hitler estaba en pleno proceso de
autoafirmación y Mussolini hacia lo mismo en Italia. Los gobiernos francés e inglés
optaron por llevar a cabo lo que se denominó como “política de apaciguamiento” en
Europa y evitar cualquier tipo de enfrentamiento con Alemania e Italia que pudiera
conducir a una nueva guerra mundial.
Apoyos a la República:
La URSS de Stalin
Desarrollo de la guerra
No nos vamos a extender mucho en este aspecto, simplemente enumerar las tres fases
en las que se suele dividir la evolución de la guerra
Al principio habrá un equilibrio entre los dos bandos, pero pronto comenzará un
rápido avance de los sublevados por el sur de España.
En esta última etapa habrá una escasa actividad bélica, en enero de 1939 se
producirá la caída de Barcelona y en marzo de ese mismo año la caída de la capital
Madrid.
El 1 de abril de 1939 se dió por concluida la Guerra civil Española, siendo proclamado ese
día como “Día de la Victoria” por parte del bando ganador.
Fin de la guerra
Una parte de los perdedores se exilió de España, y tristemente muchos de ellos acabaron
en campos de refugiados de Francia. Los que se quedaron porque no pudieron huir, o
porque no pensaban que les fuera a pasar nada malo, se enfrentaron a una represión
brutal; muchos de ellos y ellas fueron condenados a muerte, otros tantos encarcelados y
obligados a trabajar gratis, también perdieron sus posesiones e incluso sus profesiones,
se puede decir que pasaron a ser ciudadanos de segunda clase.
Consecuencias de la guerra
Las perdidas humanas fueron muy elevadas, y aunque no hay un acuerdo en la cifra total
todas las estimaciones situan el numero de muertos entre los 500,000 y 1,000,000 de
fallecedidos durante la contienda.
Se impuso una dictadura nacional catolica que durante 40 años dirigio con puño de hierro
los destinos de los españoles y españolas. Se suprimieron todos los derechos y libertades
de los hombres.
Conclusion
La Guera Civil Española fue una lucha fratricida de su sociedad; entre dos maneras
totalmente opuestas de entender el mundo y plantear soluciones a los problemas. Lejos
de ser un hecho aislado y particular se inscribe en la tonica general europea de
enfrentamientos de las democracias representativas contra los regimenes autoritarios o
fascistas. La principal diferencia estriba en que la fuerza y la capacidad del movimiento
obrero de izquierdas en España se opuso al golpe de estado de julio de 1936 precipitando
el incio de la guerra. Las consecuencias de la guerra se sufrieron durante la larga
dictadura que durante 40 años tuvo secuestrada la libertad en España.