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La medicina colombiana
de la Regeneración a los años de
la segunda guerra mundial
N é s t o r M i r a n d a Cana!
Por obvias razones de importancia y
de espacio nos interesa la medicina
científica, la que hoy se enseña en las
Antecedentes escuelas y facultades y se practica en
los hospitales, clínicas, puestos de sa-
Capítulo 13 259
prensa, a la cual
gunos latinoamericanos), hasta que
concurrió el doctor n .1. l^nM (.. , • , \ progresivamente se fue conformando
Nicolás Osorio. como
l ' J . l f .< I l.ic;,.:, ,:•
i;^
- I..
- K.
I, I
K .
un «cuerpo médico» antioqueño, por
redactor de nacimiento o por adopción, y se fue-
"Revista Médica". ron dando las condiciones para que
Capítulo 13 261
Lección de anatomía
en Medellín, 1892.
foto de Melitón
Rodríguez. La Academia
de Medicina de esa
ciudad había sido
fundada eñ ¡887.
golpes dados por el médico con la cara Primer año: anatomía general e his-
anterior de los dedos sobre el cuerpo tología, clase primera de anatomía es-
del paciente, técnica perfeccionada pecial y fisiología.
por el médico de Napoleón, Jean-Ni- Segundo año: clase segunda de ana-
colas Corvisa a partir de los trabajos tomía especial, patología general y pe-
del vienes Leopold von Auenbrug- queña cirugía, patología interna y ana-
ger), y la auscultación (oído: ruidos tomía patológica.
espontáneos emitidos por el organis- Tercer año: farmacia, materia mé-
mo del enfermo y recogidos mediante dica y terapéutica, patología externa,
el gran invento de Laennec, el este- anatomía topográfica y medicina ope-
toscopio). Éstas fueron las técnicas ratoria.
básicas que permitieron constituir la Cuarto año: obstetricia y patología
semiología en la primera mitad del si- especial de las mujeres y de los niños,
glo X I X . Naturalmente, después se die- higiene pública general y especial del
ron otros desarrollos que no son del país e higiene privada.
caso detallar. El método anatomoclí- Se fijaron, además, tres clases de
nico consistía es saber relacionar los clínica: interna, externa y de obste-
datos de la semiología con aquellos tricia.
que se esperaba encontrar en la au- De los catorce cursos contemplados
topsia o en el procedimiento quirúr- en este primer plan, cinco estaban di-
gico. Esta medicina, llamada después rectamente relacionados con la ana-
por sus críticos «medicina de obser- tomía y deberían realizarse «sobre los
vación», encontró sus fundamentos fi- cadáveres», aun cuando en la práctica
losóficos en el sensualismo de Destutt esto no siempre funcionaba. La ana-
de Tracy y de Condillac, tan en boga toniía patológica aparecía como ma-
en el siglo xix en nuestro país. teria particular, la cual había sido in-
El programa con el cual inició la- troducida oficialmente por el francés
bores la Escuela de Medicina de la Eugéne Rampon en 1844 en la Uni-
Universidad Nacional se fijó por el de- versidad Central. Las patologías y las
creto orgánico del día 13 de enero clínicas se concebían dentro de la clá-
de 1868: sica orientación de la medicina hospi-
I
263
Propaganda de los
Laboratorios Uribe
Angel con la imagen
del gran médico
antioqueño
(El aviso es de
los años treinta).
266 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
Cuerpo facultativo
del Hospital San Juan
de Dios, de Bogotá,
en , ¡924. presidido
por José María Lombana
Barreneche, a quien
acompañan en ¡a
primera füa. a la
derecha,
los doctores Roberto
Franco, Barcenas,
Gómez. Pedro Elíseo
Cruz, Pedro Felipe
del Castillo, Gonzalo
Esguerra y Humberto
Correa, entre otros.
J:^ ^ ^
Capítulo 13 267
Clínica de Marly.
fundada en Bogotá,
por Carlos Esguerra.
el 18 de enero de 1904.
Por investigaciones
realizadas allí y en
el Hospital San Juan
de Dios, en 1922.
Luis Patiíw Camargo
demostró que el tifo
era una enfermedad
distinta de la fiebre
tifoidea, causado
por el piojo.
Portada de un
número de 1891 de la de la salud. Trabajó, como lo hicieron
"Revista de Higiene". todas las juntas posteriores, en estre-
órgano de la Junta REVISTA DE HIGIENE cho contacto con la Sociedad de Me-
Central de Higiene, dicina y Ciencias Naturales de Bogotá
creada por la lev M) OAQANO D E L & JÜITTA CEHT&AL D E HIGIENE
de 1886. dentro del
y creó su propio órgano de difusión, la
mini.sierio de Krtóor. Dr. Q. BiJBUí BOBDA. Revista de Higiene.
Instrucción Pública, áSo ni. BOaOTÁ, 10 DS HATO DB IS91.
Las condiciones del país, sin embar-
para velar por la go, no eran las mejores. Las decisio-
salud ciudadana, V Á C O N A O l O N OBI.KÍATORIÁ,
B»oe a a iiglo q i w B J w w a J a n n e t sonutíá á Mtaáio» d«iin'i¡.o^ la nes no siempre podían llevarse a la
de acuerdo a los
populados de la
TMunsdáB; dtawcttd por nudio d» «llot, qu« U Iradidóu ^n-, , ' i ¡ . : b
«1 a i o Q c w t e i rscpMto i ísniuakUd i w a t n U T¡c[i«k ea oid^iua.
práctica y los obstáculos para el cum-
Consíilución d o m quecontniún p&taltK so Ua masas b m u d u hi>¡ v.ica-, ncn pUmiento de las reglamentaciones
exulta. AuiHjUB íq « 1 a e coooda a! podar da la íaeuaa dasie oiii-
expedida ese iiii.smo año. «ka tiempo latat. j c>b«rT»doMB «xno knmboldt, en Amúricu, ('jj
eran muchos, empezando por la pre-
V i l U m B n w n »ii F»nwliuUer«B htáio méotáia de eata procoÜLmiesta, cariedad de los recursos y terminando
no fus iÍBo aa I a g k t « r M debido & Ux expaiiioeati» d« Jeauet
lUTo t i i ^ t al ocigao da tu propi^MÍiSa da l a nuiiu» ati luUo el m a n - por los continuos enfrentamientos bé-
do, no M dbwnU Itt Qtilidkd áa riU,puail «a u n siglo qiia bace que
M practica e a Eocopa, h* dado prudMS e*idMtai de m eücaci.i.
licos. La organización estatal de la sa-
L a Tacuna m h a b i ^ e naoaMiiia para la coosamcuiu ile ÍOR N a .
lud pública, por estos años, sufrió va-
Manen j ea tuDohai de dilaa, lan m i * eiñliaadao, s e bao org^oi^.^do rias reestructuraciones, y sólo hasta la
DfieÍBiw«pecialM y r<(gl«B»Bt*di>E» «OBttaoíía haetómioia obliaatorí.'i 1
oreerao» m u ; dtü dar i ooaocar algusas da las diipostcíoiius rjue rigen
tercera década de este siglo, y en es-
•obre ette UDDto eo ratÍM p a l H * . pecial durante la cuarta, logró estabi-
Birlnglatan» ta -rawaMñín ee i^)UgtiftnB dasda 1883; o d » a i S o
del»Tatrunaite anta» d» ouiBpür t w a taewu P a r a qoa lospadrw dd lizarse, cuando se crearon el Ministe-
nido no puedM «t*|^r ignoranoia da ta ley, al o o U t i o i tiompo do iua.
oribir al niSo ea el libra da nadiaiaaMa l ( a da «tiso «ucrito «u (jub aa
rio de Higiene y el Seguro Social.
.leí ftdTierte k oW^aosto qiM l Uoan de baoar m a m r sy> hijo-, ¡n,li-
cándoiei. idaMÍi, l a irfioü» da ímobmíío y lot dias y honit que eo
ella se saean». L a guerra de los Mil Días
CjKaíi-íowT'P^"»'™'"""**'»'''*"*"'!'"" " "
y la medicina
La medicina, al mismo tiempo que
contribuye a mitigar un tanto el sufri-
miento que acompaña a toda guerra.
Capítulo 13 269
Federico Lleras
Acosta, médico
veterinario, autor
de importantes
investigaciones sobre
la lepra, fundador de
un afamado laboratorio.
cas, como es evidente, sino también con los profesionales para resolver los
las fisiopatológicas, que ven la enfer- problemas de la clínica». El doctor
medad como alteración funcional que Franco instaló en su consultorio sus
se expresa cuantitativamente en la con- elementos de laboratorio e interesó en
centración, por encima o por debajo de su trabajo al doctor Federico Lleras
un límite normal, de ciertas sustancias Acosta, quien trabajaba como veteri-
en el organismo. Y para trabajar dentro nario y quien habría de destacarse en
de estas concepciones era indispensable las investigaciones sobre la lepra. Lle-
la existencia de laboratorios. ras Acosta fundó luego su propio la-
boratorio, de gran fama en Bogotá, y
Los primeros Roberto Franco convenció a Santiago
laboratorios en Colombia Samper para que dotase un laborato-
rio en el hospital San Juan de Dios,
Cuenta el doctor Roberto Franco, en como en efecto lo hizo el conocido fi-
carta enviada al profesor Laurentino lántropo. Así nació el Laboratorio
Muñoz y fechada el 3 de enero de 1957 Santiago Samper, el primero adecua-
en Nueva York, que desde la época de damente equipado. Allí trabajaron,
su estadía en París (1898-1904) en bajo la dirección de Roberto Franco.
donde siguió estudios en la Facultad Jorge Martínez Santamaría y Gabriel
de Medicina y en el Instituto Pasteur, Toro Villa, los cuales se distinguirían
y desde su paso por el Hospital Sadiki junto con su maestro en las investi-
de Túnez y de su breve permanencia gaciones sobre la fiebre amarilla sel-
en la London School of Tropical Me- vática y otras enfermedades tropica-
Aviso publicitario
dicine, estaba convencido de la im- les. Desde esta época, entonces, co-
del Laboratorio
Samper Martínez, portancia de los exámenes microscó- mienzan a aparecer los laboratorios en
publicado en picos para el diagnóstico de la mayor Bogotá y otras ciudades. Para la se-
"El Gráfico" parte de las enfermedades. Cuando gunda década de presente siglo, por
durante los años ejemplo, se cuenta con el Laboratorio
veinte.
regresó a Bogotá solicitó, a comienzos
de 1905, la creación de una cátedra de Químico Departamental de Antioquia
Este centro, creado
en 19] 7 por Bernardo clínica de enfermedades tropicales, y el Laboratorio Bacteriológico de
Samper Sordo y Jorge siendo aceptada su solicitud y nom- Medellín, así como con el del Hospital
Martínez Santamaría, brándosele como titular de dicha cá- San Vicente, de la misma ciudad, fun-
fue eslabón importante tedra. El laboratorio era una necesi- dado en 1913. También se establecen
en la investigación laboratorios en otras ciudades.
médico clínica y de
dad y «no había hasta entonces ningún
la salud pública. laboratorio en Bogotá que colaborara Mención especial merece la crea-
ción en 1917 del Laboratorio Samper
Martínez, entidad privada creada por
los doctores Bernardo Samper Sordo
Laboratorio S ñ m P E R ÍDñRiliiEZ y Jorge Martínez Santamaría, ya cita-
Chapinero, calle 5 7 , número I dos por sus trabajos sobre la fiebre
amarilla selvática al lado de Roberto
PKODUCTÜS NURVÍJ.S:
Franco. Su orientación inicial y su do-
TrataraltsiD HUrriMco t^a» lewlada ( S « M ( )
M.IKQ caiHiü tratadíM ciin vnitn en ta latíi». tación lo convirtieron en la práctica en
entero VacBOt-Tifa-PlraSfaMeai, por e! méíoéo eslabón importante de la investigación
del prolcsíir B E S R E D K A . Sin üriKe, l i a
dolor, sin reacción. médico-clínica y de la salud púbhca en
POLKjON. Vacuna polivalentt mixta anÜBoro- Colombia. Por los años veinte era el
C6 L'ica. Rcsuilados brillanlw € • !>«
compMcaciunes extraiirelrale» de; áiplo- encargado de producir la vacuna con-
coco de Ndsser.
TROWBINA (TrMibo^artiwi).-El mejor coaRu
tra la fiebre tifoidea, las vacunas anti-
ijiile para uso loinl y pira inyecciAn
subcuiánea. Lo usan especialmente lo^
rrábicas y las autovacunas. Producía
dentistas y los cirujanos oioninolaiin
golns.
sueros inmunes y realizaba exámenes
coprológicos, de orina y de sangre,
Pida m u e s t r a s ! Pida i n f o r m e s ! además de investigaciones sobre en-
Telégrafo: "HIGEIA" -- Teléfonos 37-T7 y 16-08 fermedades tropicales y en general in-
fectocontagiosas. Desde 1925 el Esta-
Capítulo 13 273
Fundadores de la
Sociedad de Cirugía
Jr fíogoiii, 1902.
S'i/í ellos:
Hermana Martina,
(.iiiillermo Gómez
L\ecrelario).
luán Eugenio
Manrique (presidente),
lo.sé María Montoya
usorero); atrás.
Isaac Rodríguez,
lost'fjna (auxiliar
l< enfermería).
Diego Sánchez,
íliseo Montaña.
\icolás Buendía.
Hipólito Machado,
/filo Cuéllar Duran,
liilio Córdoba
iiiu-rno)
V Julio Z. Torres.
crearon sus propios institutos de in- crear una estructura burocrática más
vestigación, como fue el caso de la estable sin resultados prácticos nota-
Rockefelier Foundation, desde los bles. En 1918, nuevo cambio de de-
cuales se incrementó poderosamente nominación y de ministerio: aparece la
el conocimiento de nuestra patología Dirección Nacional de Higiene en el
tropical. Las universidades estadou- Ministerio de Agricultura, y dentro de
nidenses, por su parte, abrieron es- esta nueva estructura se Arma, en
cuelas de salud pública y de enferme- 1920, un convenio entre la Fundación
dades tropicales, como sucedió con la Rockefelier y ese ministerio para lu-
Universidad de Harvard. Refiriéndose char contra la anemia tropical, por
a las últimas, Burton Hendrick, en un cinco años, período que es prorrogado
artículo aparecido en la Revista Mé- en 1926 por cinco años más. Según da-
dica de Bogotá en el año 1915, dice tos de algunos investigadores, en el
que se crearon para preparar «a los ex- marco de este convenio se realizaron
ploradores americanos para lo que 8.191 conferencias, se colocaron 6.938
promete ser uno de los más grandes letrinas, se inspeccionaron 19.360 vi-
movimientos en la historia: la apertura viendas, se efectuaron 65.483 exáme-
completa de los trópicos a la civiliza- nes microscópicos y se llevó a cabo un
ción». Varios médicos colombianos se millón de tratamientos. En el año de
formaron en estas escuelas y trajeron 1923 la Dirección Nacional de Higiene
su influencia a nuestro medio. retorna al entonces llamado Ministe-
El último aspecto tiene que ver con rio de Instrucción y Salubridad Públi-
los cambios que se dan en la organi- cas, lo que al menos nominalmente in-
zación de la salud pública. En 1913 se dica que la salud adquiere mayor ca-
estableció que la Junta Central de Hi- bida dentro de las políticas estatales,
giene pasara al ministerio de Gobier- y en 1925 la Dirección de Higiene
no bajo la denominación de Consejo agregará a sus funciones la asistencia
Superior de Sanidad. Lo único nuevo pública, precisamente en el momento
en relación con 1886 es que la Aca- en que se realizan campañas contra el
demia Nacional de Medicina, por pe- pian en el occidente del país y contra
tición explícita, logra que se incluya en una epidemia de fiebre amarilla en
tal consejo un bacteriólogo. Un año Santander. También se organizaron
más tarde se hace un esfuerzo por campañas contra las enfermedades de
i
Capítulo 13 277
Homenaje al doctor
Juan N. Corpas
(cuarto de izquierda
a derecha). 1925.
En el Hospital San
José, él representó
la tendencia a efectuar
una cirugía meticulosa,
rígida en medidas de
asepsia y de hemostasia,
y sin prisa, al
contrario de Pompilio
Martínez, que
practicaba una cirugía
rápida y sin
contemplaciones.
SO Uribe en medicina interna; Gon- José», un orfanato regido por las her-
zalo Esguerra, pionero de la radiolo- manas de la Presentación —situado
gía; Héctor Pedraza, Rafael Barberi arriba del barrio de las Aguas— y que
(fundador del Hospital de la Miseri- luego habría de convertirse en clínica
cordia) y Calixto Torres Umaña en pe- psiquiátrica. Se propusieron la poste-
diatría. Este líltimo dejó una consi- rior creación de un hospital «como los
derable obra especializada. Rafael que existen en Londres, edificados y
Ucrós en ginecología, Ramón Atalaya sostenidos con donaciones particula-
en cardiología, Miguel Antonio Rue- res, y especialmente dedicado a la ci-
da en urología y José Pablo Leyva en rugía...». Esta iniciativa despertó po-
cirugía pulmonar. lémicas dentro de los médicos, pues
En lo que respecta a la cirugía, vale algunos consideraban que lo impor-
la pena reseñar un acontecimiento de tante era reforzar el Hospital San Juan
comienzos de este siglo que va a ser de Dios y no dispersar esfuerzos en
definitivo en el desarrollo posterior de nuevas instituciones hospitalarias que
esta especialidad. En el año 1902 se la ciudad no requería. Sin embargo, la
reunieron diez médicos, en la capital iniciativa se desarrolló y algunos años
de la república, y decidieron constituir después, en 1925, se inauguró un nue-
la Sociedad de Cirugía de Bogotá, con vo hospital, ubicado en lo que hoy se
el objeto de hacer avanzar esta disci- llama la plaza España, y se le llamó
plina en Colombia. Estos diez médicos Hospital San José. Su arquitecto fue el
fueron Diego Sánchez, Elíseo Mon- itaUano Pietro Cantini, también cons-
taña, Guillermo Gómez, Hipólito Ma- tructor del teatro Colón. Desde 1924
chado, Isaac Rodríguez, Juan E. Man- las cirugías realizadas por ios miem-
rique, José María Montoya, Julio Z. bros de la Sociedad de Cirugía de Bo-
Torres, Nicolás Buendía y Zoilo Cué- gotá se trasladaron al Hospital San
llar Duran. Instalaron una pequeña José, mejor dotado que «El Campi-
sala de cirugía en «El Campito de San to». Allí se sistematizaron diversos
procedimientos operatorios y se «na-
turalizaron» las grandes conquistas de
Calixto Torres Umaíia la cirugía del siglo xix: anestesia, he-
Jigura destacada de mostasia, asepsia y antisepsia. Para-
la pediatría en lelamente al trabajo de la Sociedad de
Colombia, durante Cirugía, en el Hospital San Juan de
la primera mitad
del siglo XX.
Dios trabajaban otros cirujanos que
también hicieron su aporte en el sen-
tido anteriormente señalado. AUí,
precisamente, se disputaron la pree-
minencia en el terreno de ia cirugía
dos tendencias: la de Pompiho Martí-
nez, quien practicaba una cirugía rá-
pida, sin muchas contemplaciones ni
cuidados, partiendo del planteamiento
de que hay que actuar en el menor
tiempo posible y con mucha pericia
para no prolongar el acto quirúrgico
más de la cuenta, y la de Juan N. Cor-
pas —destacado no sólo en cirugía
sino en muchos otros campos de la
medicina y de la vida pública—, me-
ticulosa, rigurosísima en medidas de
asepsia y de hemostasia, sin prisa, y en
quien —según Ernesto Andrade Val-
derrama— «no se sabía qué admirar
Capítulo 13 281
A manera de epilogo
como el de preparación de promotores y promotoras en el terreno de la salud, sino también en los proce-
de salud. Ha contribuido al estudio de los problemas sos nacionales de desarrollo económico y social,
sanitarios del país, mediante investigaciones regio- AI lado del ya citado Héctor Abad Gómez han
nales y nacionales. Sus profesores y estudiantes han contribuido en esta significativa obra Guillermo
publicado no menos de veinte obras sobre diversos Restrepo Ch., quien fue su director entre 1965 y
aspectos de la salud en Colombia. Por sus aulas tam- 1973, Luis Carlos Ochoa, David Bersh, Francisco
bien han pasado médicos y enfermeras, odontólogos Henao, William Mejía, Lola Zapata, Telma Busti-
y otros profesionales de distintos países de América lio, Sixto Ospina, Luciano Vélez, Gustavo Molina
Latina. Todavía está por hacer el balance del impac- Guzmán, Marcelo Huerta Baker y Emiro Trujillo,
to que esta importante institución ha tenido no sólo entre muchos otros.
Bibliografía