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ISBN 84-96258-33-5
depósito legal M-53.660-2004
' 1
He aquí un título a la vez desmesurado y menguado .
D esmesura parece , en efecto, querer abarcar en un
espacio de tiempo tan vagamente determinado como
<< contemporáneo >> las expresiones que en las artes
plásticas hayan tenido como objeto el terror. Si, como
cada vez se hac" e más evidente, la <<plástica>> no es
denominación limitada a lo que los alemanes llaman
Plastik, o sea : la escultura no figurativa, sino que tien
de a confundirse con todo tipo de expresión en que se
privilegie el respecto espacial frente al temporal, inelu
yendo pues la pintura, la escultura y la arquitectura,
mas también el land art, el bocjy art el arte conceptual, ins-
,
1. ELABORACIÓN DE LA CUESTIÓN
talaciones y performances, y hasta cierto tipo de cine y (Ajfect) debida a la súbita transformación de una ten
vídeo experimentales, en seguida repara uno en la sa expectativa en nada>>'.
imposibilidad de dar cuenta, por mínima que sea, de C omencemos por el respecto temporal : per
todos esos medios en cuanto vehículo del sentimien mítaseme delimitar como <<contemporánea>> la úni
to terrorífico . Por el contrario , parece que el título ca época que creyó de veras serlo y que , paradójica
propuesto se quedaría francamente corto si, como es mente , en lo que se me alcanza ha dejado de ser tal
igualmente de rigor, ceñimos con mayor precisión el en ambos casos: ha dejado de ser nuestra época, ingre
período << contemporáneo >> , si procuramos distin sando en el pasado como (breve) período ya histórico,
guir -dentro del fenómeno general de la violencia y ha dejado de ser contemporánea, y ello no sólo en el
dos acepciones habitualmente tomadas como sinóni banal sentido de que ya no existe , o mejo r : de que
mas , a saber: la del horrory la del terror, y, en fin , si está dejando de ejercer efectos como soporte de una
analizamos la función social del arte con respecto al << cosmovisión>> , sino en el sentido estricto de que
espectro global del terror (y con mayor precisión, del sólo esa época creyó reunir de veras en sí a todas las
terrorismo). Puesto que me propongo tomar el enfo demás épocas, formando algo así como una laguna o
que << menguado >> (en vez d e lanzarme a una des pool de los tiempos, en donde todos ellos venían a
cripción más o menos prolija de obras o eventos con remansarse y a juntar sus aguas -luego revueltas
<<aire de familia>> terrorífico) , y bajo el prenotando según gustos y capacidades de los << contemporá
general de esa triple cautela , cabe adelantar ya una neos>> . N o en vano muchos creyeron que en ella se
conclusión poco halagüeña, por no decir desalenta estaba cumpliendo el sueño de Alexandre Kojeve
dora, a saber: es posible que, al cab o , el título no sea (actualizado por Francis Fukuyama) sobre el fin de la
solamente menguado, sino que acabe por quedarse en historia. Siguiendo una convención universal , y aun
nada, una nada más ridícula quizá que patética, como que a casi nadie le haya gustado la denominación
si el análisis se empeñara en darle la razón a Kant,
cuando éste definía la risa como <<una emoción I. Kant, Kritik der Urtheilskraft, § 54. Anm. (Ak. V, 352).
IO FÉLIX DUQUE T ERROR TRAS LA POSTMO D ERN IDAD II
temente , el I I- S ha tenido una continuación terrible debole de Gianni Vattimo o Pier-Aldo Rovatti o e l neo
(la coda de la postmodernidad en vías de extinción) en pragmatismo de Richard Rorty, junto con << compañe
Madrid, el II de marzo de 2004, haciendo explotar ros de �iaje>> más serios y rigurosos (aunque , quizá
simultáneamente varios trenes de cercanías en torno a por ello mismo , menos representativos de la condition
la estación de Atocha. En fin, todo esto es bien sabi postmoderne), como Jacques D errida, Jean - Franc;ois
do (las heridas no están cerradas todavía, y tardarán Lyotard o Gilles D eleuze . Pero , en retrospectiva
en cicatrizarse por ambos lados, pues aunque cueste cre artística y cultural, quizá nadie como Guy D ebord,
erlo, parece incluso que existe un espíritu de <<ven con su La sociedad del espectáculo ( ¡ de rg67! 4) y la Inter
ganza>> por parte de los terroristas escapados del ase nacional Situacionista, haya marcado más pregnante
dio policial, o por parte de allegados y afines, porque niente, para bien o para mal, esta época ahora capi
de resultas del atentado siete terroristas optaron por tidisminuida (sobre todo si se piensa en la << doble
suicidarse días después, antes que entregarse a las cabeza>> del World Trade Center neoyorquino) : de
fuerzas del orden) . Pero me pareció en cambio sigui ello hablaremos en seguida. D esde luego, la postmo
ficativo hacer notar que dos explosiones, y de signo dernidad surgía de un período álgido , el de la Gue
diametralmente opuesto , han constituido los límites rra Fría (a partir especialmente de 1949, con la crea
de la postmodernidad: un período que habría durado ción de la RDA y la rigidificación del <<Telón de
por tanto poco más de treinta años. Acero>>) . En ella sí que pueden encontrarse ejemplos
Podemos ver la primera explosión: la de San
Luis, Misuri, como símbolo global, en el plano artísti
4 Entre nosotros ha tenido que pasar casi toda la p ostmodernidad
co y social, de la política de distensión entre los blo para que apareciera una traducción de este libro liminar (o semi
ques entonces hegemónicos : USA y URS S , con el nal, como dicen los americanos), a cargo de José Luis Pardo
(Pretextos, Valencia, 1999). Por cierto, Debord sigue pensando
consiguiente languidecimiento de la llamada Guerra
-muy en coherencia con lo que d ijimos antes de una ép oca lite
Fría y el inicio de un nihilismo lúdico del cual sería por ralmente contemporánea- que desde 1967 no ha cambiado en abso
tavoz y bandera , en el respecto filosófico , el pensiero luto su diagnóstico sobre la sociedad del espectáculo.
T ERROR TRAS LA POSTM O D ER N I D A D I5
I4 FÉLIX DUQUE
artísticos de genuino terror, especialmente en dos Claro está, una afirmación tan rotunda -lin
films del maestro Stanley Kubrick : La nararya mecánica y dante quizá con lo dogmático- debe ser entendida
Doctor Strangelove. Telefóno rojo: ¿Volamos hacia Moscú?, por desde una demarcación pre cisa de lo que pueda
no hablar de las numerosas manifestaciones contracul considerarse como producto o expresión terrorífica, más
turales surgidas en torno a la guerra de Vietnam, cuya allá de las etiquetas para consumo masivo . En gene
coda sería magnífica y ambiguamente cantada a la ral, y con independencia de que más adelante ofrez
Nietzsche por el tándem John Milius-Francis F. camos aproximaciones más matizadas, p o demos
Coppola enApocaJypseNow, de 1979 : un film altamente definir el terror (siempre en el plano artístico) como
esclarecedor, por cuanto en él se produce la decidida el sentimiento angustioso surgido de la combinación, inesperaday
transición del terror , tanto termonuclear (Drop the súbita, de lo sublime y lo siniestro.
Bomb! Exterminate them all!, escribe enloquecido el Coro Se trata, pues, para empezar, de un <<senti
nel Kurtz) como ancestralmente salvaje (el ritual de miento >> , es decir, de una emoción o conmoción,
exterminación en las cerradas selvas del Alto de un movimiento en el que se difuminan las fronteras
Mekong) , la transición del terror -digo- a la gigan entre lo subjetivo y lo objetivo , entre el Yo y el
tesca maquinaria del simulacro mediático que la película Mundo , de manera que , desde el primer respecto ,
denuncia, siendo ella misma, a la vez, el mejor y quizá se encuentra alterada, obstaculizada y hasta impedi
más alto <<producto >> de esa conversión literalmente da la capacidad de respuesta racional , de razona
espectacular del terror . Desde entonces, bien puede miento coherente ,.junto con la facultad de decidir o
decirse que durante toda la postmodernidad apenas de operar deliberadamente, induciendo en cambio
ha habido expresiones genuinas -o sea <<traduccio reacciones anormales, excesivas, alienada como se
nes>> artísticas- del terror, a pesar de la proliferación halla en este caso la conciencia, sea individual o (casi
. de films denominados de <<terror>>, desde el gore y las siempre) colectiva . D esde el segundo respecto , el
stuffmovies a las más tradicionales historias de vampiros, ' 1
obj etivo , el mundo parece estar en manos de una
matanzas , mutilaciones y demás casquería variada . Potencia inescrutable y fatídica, que juega cruel -
r6 FÉLIX D U Q U E T E R R OR TRAS LA P O S T M ODERN IDAD
mente con las vicisitudes humanas . No en vano se En segundo lugar, este sentimiento se acerca
hablaba en los años sesenta de M.A.D. (Mutual Assured más al lado de la angustia que al del miedo o temor. Como
Destruction), teniendo en cuenta que las siglas forman es sabido , 'ha sido Martin Heidegger quien con mayor
la expresión inglesa mad, es decir: <<loco >> . Una for rigor ha deslindado estos dos estados de ánimo .
ma bien plástica de hablar del inestable equilibrio Dicho con cierta brevedad, y sin entrar en la jerga
del terror nuclear , y de la consiguiente paralización heideggeriana, podemos decir que el objeto del miedo
para realizar acciones a escala global, por parte de las es siempre algo determinado, algo que se nos presenta
dos superpotencias. Adviértase , además, que al tra dentro del mundo , ya sea como una << cosa>> que se
tarse de un <<sentimiento >> (en el que, por defini resiste a ser meramente contemplada a distancia y en
ción, se desvanece la noción de la verdad en cuanto seguro, como un <<útil>> o instrumento que de pron
adecuación del pensamiento a la realidad) , éste pue to se revela amenazador y nocivo , o como otro hom
de ser debido a una alucinación, aun cuando tengafun bre , como un <<semejante>> que no menos inopina
damentum in re, que decían los escolásticos. Recuérdese damente se enfrenta a nosotros. En cualquiera de
sin ir más lej os la proliferación de films de la Serie estos casos, lo temible se halla dentro de un círculo
B en los que alienígenas, monstruos o mutantes no cotidiano de signíficatividad, o sea de un << mundo a la
constituían sino una extensión exagerada y fantasio mano >> , revelándose en él como algo que nos resulta
sa (justamente como parábola) de los temores de adverso. Por utilizar una terminología cara a C arl
extinción del entero género humano a causa de la Schmitt, y ampliamente difundida, podemos decir
energía nuclear, o de su posible salvación de seguir que lo temible es un inimicus, o sea un <<no -amigo >> :
las consignas de un << redentor >> (como en U/timatum forma parte de mi mundo , y en este sentido lo acojo
a la Tierra), o de un puñado de individuos anómalos y entiendo , pero está contra mí5• En el miedo , el sujeto
(integrados, pero algo rebeldes : científicos, policías
o periodistas) , como en la espléndida Them!, de Cf. l os cuidad osos análisis del <<temor>> en Sery tiempo, § 30 .
5
Gordon D ouglas. Trad. J. Gaos, F.C.E., I95I, pp. I57 s.
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!8 FÉLIX DUQUE TERROR TRAS LA POSTMODERNIDAD 19
que intenta escapar queda justamente sujeto a la cir D e todas formas , no es preciso ni mucho
cunstancia amenazadora, de manera que resulta ofus menos seguir a Heidegger (o a Blanchot) en sus extre
cado para todo cuanto no sea su propio miedo : mas elucubraciones (la angustia descubriría la <<nada>>
<< pierde la seguridad -dice H eidegger- para todo lo como <<ser>> , separado de lo ente) . Basta meditar un
demás, es decir , pierde la cabeza>> 6. En cambio, la poco sobre el uso de nuestras expresiones o sobre la
angustia no tiene obj eto ni causa, sino que se presenta plasmación cotidiana, y artística, de lo <<angustioso >> ,
como una radical indeterminación (de ahí la necesidad para darse cuenta de que, al contrario de lo que acon
psicológica de buscar un obj eto temible, de poner un tece en el miedo (que corrobora más bien <<nuestro >>
nombre común al peligro ; p. e . : <<fundamentalismo islá mundo , al hacer ver dentro de él al adversario) , la angus
mico >> ) . U no no está angustiado por tal o cual cosa, tia tiende a desbaratar toda acepción de <<yo >> o de
sino al contrario : lo está porque las cosas , nuestro << nosotros >> , desde el momento en que Eso que
<<mundo >> , el horizonte de significatividad y compren angustia no es un Él (una tercera persona), sino lo
sión, se aleja, y nos deja desnudos, inermes, ante . . . lo Otro : lo que se hurta a todo sentido -justamente
Otro, ya sea la <<nada>> (como en Heidegger) o el ily a común, lo que se niega a estar presente y, por ende, a
(el ser, opaco y nocturnal, de Levinas y Blanchot). ser representado. Si el terror nuclear, por ejemplo ,
Según la certera expresión de Heidegger, en la angus angustiaba , y todavía angustia -como en el Medievo lo
tia nos escapamos de nosotros mismos : << en realidad, hiciera la peste negra o en la Edad Moderna la bruj e
no somos 'yo ' ni ' tú '1 os d esazona d os, s1no
. uno . ' '
ría-, ese sentimientó no vendría propiciado tanto por
Sólo resta el puro existir en la conmoción de ese estar la posibilidad de extinción del género humano (y del
suspenso en que no hay nada donde agarrarse>> 7• planeta por él habitado) cuanto por la imposibilidad de
pensar la autoaniquilación, en cuanto producto de la
6 ¿Qué es metafísica?, trad. X. Zubiri, Cruz del Sur, Madrid, 1963, racionalidad técnica enderezada a la habitabilidad de la Tie
P· 32 - rra. Esta vuelta completa de la inteligencia sobre y con
7 Op. cit., p . 34-
tra sí misma : esta sinr�ón de la r�ón (recuérdese la sigla
20 FÉLIX DUQUE TERROR TRAS LA POSTMODERNIDAD 21
Mad), esta irracionalidad en fin de la racionalidad mis de asociación y de causalidad) . En una palabra ,
ma es la que provoca el cortocircuito del terror. <<Eso >> q1,1e suscita el sentimiento de lo sublime rom
En tercer lugar, es este carácter angustioso del pe las convenciones espaciales y temporales. Por su
terror lo que nos permite desembocar en su rasgo más parte , el concepto no encuentra palabras (por decirlo
llamativo , a saber : la compenetración de lo sublime y de metafóricamente) , o sea no encuentra una lry baj o la
lo siniestro. Coviene adelantar cuanto antes que ese cual subsumir el caso por el que la imaginación se ve
sentimiento <<sublime>> , aunque viene analizado pri avasallada. Con todo , lo sublime (en alemán: das Erha
mero por Kant, no es sin embargo propiamente kan .. bene, lo <<excelso>> o <<elevado >> ) se encuentra por así
tiano . En efecto , y como es bien sabido , lo sublime es decir domesticado a priori por Kant. En primer lugar,
para Kant el sentimiento resultante de un desbarata porque eso << Otro >> impresentable es englobado baj o
miento del juego libre , puramente formal, de las faculta u n nombre e n e l fondo bien conocido : la Naturaleza.
des cognoscitivas: el entendimiento y la imaginación 8. Y sobre la naturaleza tiene poder el hombre, o mejor:
Ésta, la imaginación, se encuentra con -o más bien se es ella la que lo incita, lo << desafía>> constantemente a
ve enfrentada a- una suerte de impensable e impresen ej ercer poder contra ella, mediante la técnica. D e
table «Obj eto >> que rebasa su doble capacidad de modo que , al cabo , lo sublime << natural>> parece más
<< comprehensión >> (es decir, de captar de golpe una bien una ocasión de lucimiento por parte del hombre
serie de percepciones como algo único y bien delimi ilustrado , del tecnocientífico. Así, dice Kant, lo sublime
tado , mediante una imagen, regulada por un esquema sirve más bien << para que nosotros podamos medir
o regla de construcción) y de << aprehensión>> (es nos con la aparente omnipotencia de la naturaleza>> ,
decir, de establecer la continuidad y sentido de las de modo que lo sublime nos resulta, significativa
distintas sensaciones y percepciones, mediante reglas mente, atractivo: <<con tal de que nos encontremos en
lugar seguro >> 9• Como se ve , no hay mejor <<domes-
8 Véase el Segundo Libro (<<Analítica de lo sublime>>) de la Primera
Sección de la ya citada tercera Crítica (§§ �3-�9; Ak. V, �44-�66). 9 Op. cit. , § �8; V, �61.
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ticación >> de lo sublime que esta conversión de lo expresionismo abstracto o el arte conceptual- se niega a ser
Otro angustioso en un conjunto de <<objetos>> mani reconducido a un esquema técnico o estético , mos
pulables, representables además en su conjunto por trando en cambio con toda brutalidad su componen
las bellas artes (el paisajismo «desbocado», henchido de te matérico, dej ando entrever allí algo rabiosamente
huracanes, tempestades, erupciones, y de toda la esce <<inhumano >> . Como dice con toda precisión Ador
nografía propia del paso del neoclasicismo al roman no : <<La idea que Kant tuvo del arte era la de servidor
ticismo) , lo que -según Kant- dej a ver primero la del hombre , pero el arte se hace humano desde el
superioridad técnica del hombre respecto al mundo , y momento en que reniega de ese servicio . Su carácter
luego , y sobre todo , el fundamento último de esa humano (ihre Humanitat) es incompatible con cualquier
superioridad : el infinito valor moral del hombre como ideología de servicio a los hombres. Su fidelidad a los
ser racional. Por el contrario , y sin negar desde luego la hombres se conserva únicamente siendo inhumano
impronta kantiana, habría que entender -en relación con ellos (durchinhumanitiit gegen sie)>>n. Así que, paradó
con nuestro <<terrorífico >> tema- lo sublime más bien jicamente, no sólo lo <<irrepresentable>> (lo <<puesto
en el sentido de Adorno y de Lyotard 10• Ante una a mano >>), sino lo absolutamente inaceptable, lo irrecu
naturaleza más bien vencida, humillada y esquilmada perable en cuanto <<No-Humano >> (sensu lato: el hostis
por una Ilustración que ha acabado por perder todo que está al otro lado de la relación amicus-inimicus)
<<lustre >> a base de convertir en mito irracional su podría salvar la raíz de lo humano, amenazada por la
propio programa fundacional, lo <<sublime >> se teratológica expansión de lo <<Humano>> 12•
habría refugiado más bien en las artes, y sobre todo en
el arte no figurativo_, allí donde <<Ello>> -como en el II Asthetische Theorie (Gesammelte Schriften, Suhrkamp, Frankfurt/M.,
1970; 7, 292 s.). Lyotard ha radicalizado esta posición
humanamente <<inhumana>> en Lo inhumano. Charlas sobre el tiempo
IO Véase al respecto e l volumen colectivo, a cargo de Christine [r988], Manantial, Buenos Aires, 1998.
Pries, Das Erhabene. ;2Jvischen Grenzeifahrung und Grossenwahn, VCH, I2 Me permito re mitir al respecto a mi Contra el Humanismo, Ab ada,
Weinheim, 1989. Madrid, 2003.
24 FÉLIX D U Q U E TERROR TRAS LA POSTMODERNIDAD 25
Ahora bien , no todo lo <<sublime >> (en este mente angustia y Unheimlichkeit como un: <<no estar en
sentido , que incluye en sí lo << angustioso >>) causa casa>> . Lo <<siniestro >> se revelaría en la pérdida del
desde luego terror: Mal/01 dies, un minimal de Judd, o la <<mundo>> , propia de la angustia. Sin embargo , y aun
intervención romana Asphalt run down de Smithson reteniendo estos matices, resulta mcho más intere
pueden producir estupor y hasta irritación, pero sante la propuesta de Sigmund Freud en su ensayo
difícilmente serían sentidos como algo terrorífico . Das Unheimliche (Lo siniestro'5). El término -señala agu
Como hemos señalado antes, sólo en combinación damente Freud- remite antitéticamente a heimisch, lo
con lo siniestro puede ser sentido << algo >> como causa hogareño : pero no porque apunte a un más allá, o a
de terror. El término español <<siniestro >>'3 no tiene, un derrumbamiento del ámbito familiar (como en la
con todo , un sentido tan rico e inquietante como su angustia heideggeriana) . Al contrario , hay formas
equivalente en italiano : lo spaesante (es decir: aquello dialectales en las que unheimlich y heimisch cambian sin
que le arrebata a uno <<país>> y <<paisaje>> , dejándolo problema su significado : y es que lo <<siniestro >> se
literalmente desorientado, desconcertado), y sobre todo en da en el seno mismo de lo hogareño, cuando , a través
alemán : das Unheimliche, literalmente <<lo inhóspito >> '4, de una repetición interior compulsiva, se muestra súbita
lo <<desarraigado >> por falta de hogar (Heim). Como era mente lo reprimido . Justamente, como un espectro ,
por demás de esperar, Heidegger conecta estrecha- como un revenant en el que, como señaló ya Schelling,
se muestra aquello que debiera haber quedado oculto. Según esto ,
13 En español contamos con el celebrado libro de Eugenio Trías, lo <<siniestro >> , das Unheimliche no es meramente el
Lo belloy lo siniestro [1981], Ariel, Barcelona, 1992. Certeramente derrumbamiento de todo significado , para dej arnos
señala Trías que lo siniestro (entendido como <<lado oscuro>> o
maldito del <<deseo >>), sin mediación ni elaboración, destruye <<a solas con el ser >> , o con la nada, sino el lado oculto
todo e fecto estético, siendo el límite externo, algo así como el non
plus ultra del arte.
14 Como <<inhospitalidad>> ha vertido José Gaos el término 15 Publicado junto con El hombre de la arena, de E. T. A. Hoffmann
Unheimlichkeit en su traducción de Sery tiempo. Para lo que sigue, (el cuento analizado po rmeno rizadamente por Freud), en
véase§ 40, pp. 208 s. trad. de C. Bravo Vilasante, Hesperus, Barcelona, 1991.
FÉLIX DUQUE TERROR TRAS LA POSTMODERNIDAD
del deseo, es decir , lo que realmente s� desea : lo que deja de estar al servicio del hombre (deja de pr9ducir
desea Ello en nosotros. efectos <<estéticos>> ) , salvando así la raíz de lo huma
Ahora bien, parece que sólo hay <<algo >> que no, entonces vuelve a arraigar lo <<inhóspito>> en el inte
todo el mundo desea, a saber, no tanto la muerte rior del propio mundo, pero como lo refractario e inasi
cuanto la evitación del dolor, sobre todo el físico y milable. D esde el punto de vista del rechazo de todo
violento, en cuanto -nos imaginamos- ello conlleva dolor, de la anestesia aséptica de un <<humanismo >> al
ría el desgarramiento , la pérdida de la unidad sus que le horroriza todo azar, toda imprevisión, es
tancial de cuerpo y mente (de ahí, entre otros aspec decir : todo sufrimiento, todo padecer (en el sentido de la
tos de lo siniestro , el <<complej o de castración>> ) . Sin pasividad, de la recepción de lo inesperado , y quizá inso
embargo , el lado oculto, siniestro de ese deseo dice justa portable) , desde ese punto de vista, digo, lo inhóspito
mente que el dolor individua, separa y distingue : que aparece literalmente como lo inmundo, como algo mani
sólo él permite reconocer al Otro y a lo Otro en una fiesto que debiera haber quedado para siempre oculto.
distancia infranqueable , irrebasable ; y que sólo de D e acuerdo pues con todo lo anterior, el
este modo , como a la inversa y oblicuamente, es terror no consistiría en la presentación (o represen
posible llegar a ser <<yo >> . Si esto es así, podemos tación estética) del dolor o del sufrimiento. Todo lo
inferir entonces que sólo se produce genuino terror contrario : basta con abrir la televisión o ir al cine (o
cuando lo siniestro queda estrechamente conectado asistir a algunas performances) para darse cuenta de que
con lo sublime. En efecto , este último sentimiento esa repetición compulsiva, de que esa tediosa representa
evoca algo de suyo irrepresentable , a saber: el espec ción en imagen ofrece una <<satisfacció n negativa en la
tro de lo O tro , de lo no susceptible de domestica propia existencia>> , que diría el buen Kant : obtura el
ción, o sea, literalmente : de lo inhóspito. Pero cuando terror, en lugar de hacerlo manifiesto . Eso que por lo
esa <<inhospitalidad>> se descubre como el reverso de común es llamado , justamente, <<terror>>- et pour cause,
la propia familiaridad humana con el mu� d o , es como en una especie de acto fallido- es lo que debería
decir -en términos de Adorno-, cuando lo inhumano mos denominar con mayor justeza <<horror>> .
FÉLIX D U Q U E T E R R O R TRAS LA POSTMO D E R N I DAD 29
En efe cto , si el terror es, como hemos ya s e a la angustiosa consideración d e su imposible (aun
señalado y analizado , el sentimiento angustioso de la que quizá deseada) relación con Alien (al fin, un ser
compenetración de lo sublime y lo siniestro latente <<hiperfemenino >> , capaz de hacer que sus engendros
en los mecanismos de evitación del dolor, en cambio nazcan en <<vientres de encargo >> ) , al igual que taro
el horror -esa suerte de << sucedáneo>> burgués del bién nosotros -identificados con el oj o no menos
terror- sería el sentimiento medroso de la exasperación del asco, monstruoso del v�eur- decimos rechazar asqueados
de la repugnancia (en cuanto desco mposición de algo esa posibilidad de conjunción lésbica, sino porque ella
bello), cuando el objeto productor, al mismo tiempo -una eficiente militar y científico- es la única capaz
que parece volverse súbitamente peligroso o nocivo para quien de dominar su sentimiento de asco sin abandonarse,
se enfrenta al obj eto horrendo , muestra sin embargo inerte , al horror, gracias al recurso a conocimientos
su vulnerabilidad, su flanco débil, con sólo que sepa tecnológicos, altamente especializados, aliados a una
mos contextua/izarlo dentro de una narración o de un conducta valerosa, viril, o sea: propia de todo un hombre.
esquema de referencia, en suma : dentro de un con A tenor de lo dicho , el horror, en cuanto
junto coherente de juicios de valor. El horror, así domestica sentimiento producido ante la presencia de algo des
do , asegura entonces <<el puesto del hombre en el cos compuesto, o sea, ante una belleza negativamente determina
mos>> como suj eto controlado r . Por ello , quien da, supone un paradójico reforzamiento del sujeto
sucumbe al horror delata así su poquedad, revela que ( ¡ no del individuo , que puede sucumbir al horror! ) ,
él (o ella) está muy lej o s de ser nada menos que todo un en cuanto autoconciencia que juzga, valora y contro
hombre. Por ejemplo , recuérdese cómo los miembros la. En efecto , dentro de lo que podríamos considerar
de la tripulación del Nostramo van perdiendo uno a como una deontología modal, es el suj eto el que ubica su
uno <<la cabeza>> en el primer (y en realidad único) propio sentimiento en el obj eto , viéndolo como
Alien, de Ridley Scott. Todos ellos están sobrecogidos horroroso, esto es: como una exacerbación de lo feo; y,
por el miedo, salvo la intrépida teniente :' la única que atravesando la descomposición que lo convierte en
se salva, la única que merece salvarse; pero no por abrir- repugnante , el sujeto lo <<retuerce>> en su trayectoria
30 FÉLIX DUQUE TERROR TRAS LA POSTMODERNIDAD 31
y lo devuelve hacia sí y por sí, tomando por ello con indirectamente << conocido >> sólo por el efecto que
ciencia de sí mismo en el rechazo y la desvalorización causa en quien está sujeto a esa experiencia. Así, deci
de lo horroroso . Recuérdese por ej emplo el modo mos que algo es <<terrorífico >> en cuanto que nos saca
en que Margarita se niega a seguir a Fausto (el de quicio , haciendo que se pongan en cuestión, en
fementido <<Heinrich>>) , cuando éste la insta a esca entredicho, todas nuestras convicciones y nuestra pro
par de la prisión : << ¡Heinrich -exclama-, me das pia cosmovisión, mientras que lo causante del terror
horror! >> . Adviértase aquí el complemento indirecto se retira , reptante, hacia atrás , guardando las distan
(un dativo ético) , así como la imposibilidad de decir : cias: sin posibilidad de domesticación, es decir, sin
<<me das terror>>. Por el contrario , el sentimiento de que podamos reintroducirlo pausada y rítmicamente
terror, apegado al surgimiento (casi podríamos en nuestra propia casa. De ahí la proverbial dificul
hablar al respecto de << insurgencia>> o stásis, de un tad del arte para hacerse con el terror (desde los Mis
corte en el discurso vital. . . y expresivo) de lo sublime, terios eleusinos -sobre los que , recuérdese , había
virado hacia lo siniestro , desarticula las pretensiones que guardar absoluto silencio- a la experiencia del
de autonomía del sujeto y lo obliga a enfrentarse a lo Terror en las revoluciones de 1789 o de 1917).
Otro , a lo inconmensurablemente distinto a él, esta De acuerdo con esta distinción fundamental,
bleciendo un diferendo donde , de nuevo paradój ica y por volver a nuestra pasada época postmoderna, bien
mente , el desmantelamiento del sujeto supone la podemos entonces aventurar que, en ella, ha habido
posibilidad de <<salvación>> del individuo... propio,y ajeno una sobreabundancia de representaciones horrendas
(no se olvide que , según el conocido adagio escolás (muchas de ellas, en el sentido estéticamente vulgar
tico, individuum est ineffabile). Por eso , la peraltación de del término , por cierto) y muy pocas genuinamente
lo terrorífico se dirige desdefoera (desde el <<Muera>> ) terroríficas. Como ya se lamentaba Adorno , ha conti
al sentimiento , a la pasividad o receptividad experi nuado habiendo un exceso de arte <<al servicio >> del
mentada por la acción de Algo que , restando de hombre , o con mayor precisión: del hombre occi
algún modo indeterminado , en la penumbra, es dental, blanco (externa o << internamente >> : o sea ,
32 FÉLIX D U Q U E
caso pionero , recuérdese l a portentosa <<máquina de En este reingreso en el orden narrativo, tanto
escribir>> penas -legalmente impuestas, desde luego vale ciertamente que la belleza venga negativamente
sobre el cuerpo del delincuente , en La colonia peniten representada por una descomposición gradualmente
ciaría de Kafka, en 1919). bien calculada (fealdad-repugnancia-horror) , o , al
Podernos encontrar un ejemplo elocuente de contrario , que ella sea paródicamente enmascarada para
este desenmascaramiento en un cineasta corno Pere << denunciar>> la mercantilización de las obras de arte
Portabella, que en su Vampir. Cuadecuc, de 1968, hace y de las instituciones que debieran proteger los idea
pasar al espectador de la visión de una (horrorosa) les <<desinteresados>> de tan elevado mundo ideal ' o
película de supuesto <<terror>> (un Conde Drácula, diri
gido por nuestro Jess Franco) a la anagnórisis de su
puesta en escena, rompiendo el ritmo narrativo e
inmisCJgéndose descaradamente en la reconstrucción
narrativa del espectador, hasta que éste experimenta el
vértigo de ser él el parcelado y hasta descuartizado por
la cámara, mientras sabe de la inanidad de todos sus
esfuerzos por recomponer una <<historia>> , distan
ciándose de ella. Por el contrario , es el mismo Porta
bella el que , en 1989 -un año no menos simbólico-,
pasa ahora del terror a una nueva exposición del
<<horror >> (maquillado tras la crítica social) , en El
puente de Varsovia, con su denuncia (contundente, quizá,
pero superficial) de la mujer- obj eto como florero o
como planta, de la crueldad para con lo natural y sal l. FoTOGRAMAS DE EL PUENTE DE VARSOVIA,
DE PERE PoRTABELLA
vaje, ejemplificada en la matanza de escualos, etc.
FÉLIX DUQUE TERROR TRAS LA POSTM O D ERNI DAD 37
vez es signo de otra -el arte-) , en una huida mimética cal , sino << creado >> por éste en su integridad, salvo
que habría podido servir muy bien como blanco de por lo que hace a la estructura arquitectónica. Sólo
las iras del buen Platón en el libro X de la República que , en fin, aunque sea por modo de parodia y del
(598d y sigs . ) y en El Sofista (240a-b) . La denuncia guiño infantiloide , aquí tenemos aún la huella -¡ tan
de la mercantilización del arte se hace de este modo romántica! - del artista genial, que por sí sólo se
autorreferencial: el denunciante es captado eo ipso en enfrenta a la totalidad de las artes y crea un
flagrante delito. <<ambiente total >> para el disfrute del público
A esta prosaica acción de <<cortarle las alas>> al <<entendido >> : el visitante del museo , que habita en
aristocratismo romántico del arte le corresponde por albergue tan completo que permite todas las grada
demás simétricamente la acción de << enaltecer>> ciones: de la pura contemplación estética al uso más
artísticamente el emblema quizá más paradigmático vulgar (en algunas habitaciones del hotel, el aseo
(junto con las grandes superficies comerciales) del -con la bañera, elevada como un trono- se halla en
consumo de lo extraño : de lo foráneo y extranj ero , a mitad de la estancia , cerrada por cuatro Wandbilder,
saber : el hotel de luj o . No sin ciertas doses de autoi cuatro <<paredes>> de cristal transparente que habrían
ronía (cuadros a base de copias de los muñecos exhi dejado atónito al buen Mies van der Rohe) .
bidos en la shopping orea del hotel) , el artista -diseñador Pero aún más ej emplar es el caso del recién
procede aquí a convertir a sensu contrario un hotel en inaugurado PlazaNorte 2, un centro comercial y de ocio
museo , donde los huéspedes, lejos de ser pasivos en San Sebastián de los Reyes (Madrid) -el más gran
espectadores, se convierten en copartícipes de un de de España, según reza la propaganda-, con
happening continuo . Tal es el caso del Hotel D ómine, 50. 000 m2 de superficie , 16. 000 m2 de cristaleras,
de Bilbao , no por casualidad ubicado justo detrás del 225 tiendas y, en fin, todo cuanto el consumidor pue
Museo Guggenheim, frente al perrito floral de J eff da desear para llevar su <<cualidad de vida>> a un grado
Koons. D e este sin par hotel no puede siquiera de excelsitud tal que le lleve a pasear por la espaciosa
decirse que haya sido <<decorado >> por Javier Maris- galería neoclásica del flamante mall con la misma
FÉL I X D U Q U E T E R R O R TRAS LA POSTM O D E R N I D AD 4I
mas no desatinadamente- que así nos estamos acer indecidible como ésta- hace saltar literalmente por
cando al fin al summum del <<horror>> postmoderno los aires tanta fantasmagoría. Repárese , por caso, en
de la <<obra de arte total>> , de la Gesamtkunstwerk perse el denodado esfuerzo de marketingurbano de las auto
guida por el romanticismo , de Berlioz a Wagner , y a ridades de Medellín (la torturada << metrópoli>>
pique de ser lograda a la vera del ajetreado polígono colombiana , en la que se mezcla la miseria más
industrial de San Sebastián de los Reyes. Madrid ya espantosa con la arrogante prepotencia de los gran
tiene lo que se merece . des capi del narcotráfico) por encubrir las lastimosas
Claro está que tamaña puerilización de la heridas de su deteriorado -desvalijado, tiroteado y
existencia, en su blando -y hasta quizá bienintencio bombardeado- casco urbano a base de << ornamen
nado- empeño de ocultar el terror primordial, puede tar>> plazas devastadas con esculturas de Fernando
llegar a suscitar una sensación de hastío , significati Botero , el preclaro hijo de la villa, haciendo de este
vamente paralela, por el otro extremo , a la producida modo coincidir sans le savoir el insoportable horror
por la invasión de films de << casquería>> o de reali!J sociourbanístico con el dulzón horror amable de
shows televisivos. En esta repetición -amable o repug orondas e hinchadas figuras, de broncíneas estatuas
nante- de lo dijo vu (como una especie de egipcianismo al alcance de todas las miradas. Estatuas para facilitar
de la cultura finisecular) , donde las fronteras del la onírica evasión al universo inocuo de los gordos.
arte , de la denuncia social o de la realidad misma C omo El pcijaro: un enorme dizque gorrión (¿o quizá
denunciada parecen difuminarse , como en un corro mirlo?) que se limita a estar ahí (eso sí: o cupando
de bruj as pasteurizadas, bien po dría decirse que la mucho espacio) , sin meterse con nadie, y sin dar
suplantación de la seriedad por un juego supuesta tampoco nada que pensar o que interpretar. lnservi
mente para adultos produce la corrosión de los dos ble y paradój ico (porque su tamaño lo hace inmóvil)
respectos : game over, noJun, noJuture. mobiliario urbano.
Hasta que la irrupción súbita de la violencia
-tan cierta como la muerte, y tan incontrolable e
44 FÉ LIX D U Q U E TE RROR TRAS LA POSTMOD E R N IDAD 45
Por fortuna para esta oronda << muestra de miento simbólico de un pueblo , que ha vertido sobre
felicidad>> , una bomba de la guerrilla la reventó lite su torturada superficie tiernas señales de amor. Car
ralmente por dentro , en una cadena de atentados en gada de un terror en expansión , la obra concentra
julio de 1995. Súbitamente , la obra alcanzó una dig esa mortal viscosidad y permite por vez primera aso
nidad imprevista : del diseño cercano al <<horror >> marse al interior.
amable (consistente en convertir al adulto en niño, y Así, sólo cuando un obj eto , manipulado y
al niño en deficiente mental) , el pcijaro presenta ahora edulcorado para encubrir vergonzantemente una rea
en sus formas retorcidas , maltrechas, el desgarra- lidad pavorosa, es a su vez objeto de un atentado , queda
revestido entonces, en esa doble determinación como
<< objeto >> que lo torna en sujeto del terror, en genuina
el fondo . . . porque ya no hay fondo. Todo se mueve en de Doctor Strangelove). Estos vanguardistas propaladores
1
el continuum de una ajetreada superficie . Como la de la de un << terror >> de salón (o de galería) debieran
pantalla del terminal . La diversión de la violencia 1
haber aprendido de aquel siniestro Conde Bandissin,
obtura la indomable latencia del terror. a quien las SS encomendaron la dirección del Fok
El mismo juego de inversiones se ha produci wang Museum, el cual tenía también muy claro cuál
do respecto a los movimientos revolucionarios. Al ya era la obra de arte perfecta : <<la forma más sublime
viej o alférez del surrealismo , André Breton , ame creada en Alemania -decía- es el casco de acero >> 17•
drentador de pequeños burgueses a los que amenaza En este baile de máscaras en el que simulacral
1
ba con su definición de obra de arte perfecta: dispa mente se confunden ficción y realidad, resulta empero
rar al azar sobre la multitud, le corresponde el
'1 especialmente significativo el feed-back postmoderno
performer Chris Burden, disparando con su revólver entre las imágenes fílmicas del mal llamado
(sólo en el instante en que le hicieron la correspon <<terror>> , con monstruos -de nuevo- en forma de
diente fotografía) contra un Boeing 747 que estaba extravagantes insectos (como en Space Troopers), o furi
despegando del aeropuerto de Los Ángeles. A este bundos ataques de terroristas islámicos, derrotados
mismo Chris Burden, que se hizo disparar en un bra por el Presidente de los Estados Unidos (Airforce 1) , y
zo en 1971, le corresponde Ananda Coomaraswamy, la estrategia miméticamente adoptada por los <<verda
afirmando que una bomba se convierte en obra de deros>> terroristas. Como ha visto agudamente Hans
arte sólo cuando estalla, o sea, cuando cumple su fun Magnus Enzensberger, quienes intentan << destruir>>
ción (así que el arte consiste en fUncionar; una insensa la civilización o ccidental están << inspirados por la
tez vigorosamente borrada por el impacto <<terroris ,lógica simbólica de las imágenes de Occidente,
ta>> de Medellín : una bomba no es jamás una obra de poniendo en escena masacres como si se tratara de
arte; pero puede colaborar en su creación cuando con
vierte una manifestación kitsch en algo sublime o sarcás
. . .
I7 En Hermann Glaser, Grundfragen des 21. Jahrhunderts. Ein Lesebuch,
tico, como las bombas atómicas de las notas de crédito DTV, Múnich, 2 0 0 2 , p . 2 2 3.
FÉLIX DUQUE T E R RO R TRAS LA POST M O D E R N I D A D 59
espectáculos mediáticos >>'8. Pero no sólo es este <<espec poemas , fragmentos de películas y hasta tebeos se
táculo >> el que se presenta como un subproducto de mezclan, se superponen y solapan ad nauseam. Y de
1
nuestra sociedad del espectáculo, sino que, a su vez, la teoría ' 1 nuevo -hilo recurrente de todo el período , como
crítica de ésta (sucesora del surrealismo) inspira al estamos viendo- es en 1990 , en el punto álgido de la
terrorismo , incitando al ciudadano a la colaboración postmodernidad, cuando D ebord recoge las procla
en la empresa de la redención social, o al menos a su mas de la Internacional Situacionista, que tuvieron su oca
recepción satisfecha, mediante un lenguaj e provoca sión y su sazón j ustamente en los años de la guerra
tivo pero << artístico >> . Arte exasperado, en el que el fría y de la reconstrucción capitalista de Europa
terrorismo se refracta y disuelve caleidoscópicamente, (1957 -1972). Más de treinta años después, las arre
hasta servir de sucedáneo de todo cambio genuino . batadoras soflamas de D ebord suenan a inocente
Ejemplo por excelencia es el brindado por el refrito , como cuando un cincuentón -por lo gene
propio Guy D ebord, el cual -seguramente de un ral, bien acomodado- se empeña en contarnos su
modo inconsciente-juega a la misma idea de Musso paso por las cárceles de Franco o su activa presencia
lini : crear o , mej o r , recrear la entera realidad como en las barricadas parisinas o californianas. Basta
una gigantesca Gesamtkunstwerk. Mussolini se << confor hojear dicho << manual de instrucciones >> del buen
maba>> con convertir a Italia en un plató cinemato terrorista artístico, editado baj o el ingenioso palíndro
gráfico que se reflej ara e involucrara en la p elícula mo : In girum imus nocte et consumimur igni'9, para percatar
(entre el peplum y las hazañas bélicas) de la que él sería el nos de que el efecto terrorífico ha enmohecido hasta
Director. Debord pretende, por su parte, que la vio convertirse en poesía barata. D ebord está en efecto
lencia real <<aprenda>> de los modelos del arte agresivo, \
decidido a ordenar el << asalto al orden del mundo >> '
formado no tanto por un film, cuanto por una suer a << salir de la noche >> y << desplegar la bandera de la
te de collage en el que proclamas , aforismos, panfletos ,
19 Publicado en España por Anagrama con sólo diez años de
r 8 En Glaser, op. cit. , p . 227. retraso (Barcelona, 2000) .
6o FÉLIX DUQUE T E R R O R TRAS LA POST M O D E R N I DAD I
Causa>> , avanzando <<baj o el fuego del tiempo >> (sig sobradas para anunciar a gritos la muerte de los domi
nifique ello lo que fuere) , hasta que la <<formación>> nadores, mientras en la misma viñeta -la última, claro
(adviértase la terminología militar, como en los está- otro <<luchador>> rompe una televisión.
comunicados de ETA sobre los gloriosos gudaris) lle
gue a << desembocar en el corazón mismo de la des
trucción>> (pp . 49 y sigs . ) . ¿Cómo lograr tan espec
tacular resultado ? Guy D ebord aboga al respecto por
una coincidencia global de todos los medios de
expresión conocidos (niente meno! ; se supone que
pedirá permiso a los detentado res de los mass media),
hasta que su interacción -como en una dialéctica de
andar por casa- abarque todos los aspectos de la re a
lidad social, la cual, se supone , sucumbirá ante tan
tremebundo embate . Para acelerar ese momento ,
D ebord << construyó >> un film homónimo (el cual
mereció , eso sí, algunas bombas en su contra, lo cual
confirmaría al poeta de la destrucción de que estaba
en el buen camino) , en el que , además de homena
jearse a sí mismo , mezclaba diversas secuencias fílmi
cas , como los Tres lanceros bengalíes o La carga de la brigada
ligera. En fin, otra de las armas de (poética) destruc
ción masiva sería . . . el comic, en cuyas viñetas heroicos
luchadores de recortada barba hacen el amor con
atractivas muchachas , con lo que adquieren fuerzas 1 2 . CóMIC DE LA INTERNACIONAL SITUACIONISTA
F É L I X D UQUE
TERROR TRAS LA PDST M D D E R N I DA D 3
del Estado >> (p. 14 y I6) . En fin, basten estos apresu cuadros grises, de la pasióny muerte de los componentes
rados apuntes para calibrar en su justo valor estas de la Rote Franktion Armee : la llamada <<banda Baader
acciones revolucionarias de la novísima filosofía del Meinhof>> . En un dificílismo equilibrio entre la
goce 21• Señalemos, tan sólo , su objetivo último : lograr (bien fácil) participación simbólica en los atentados
la redonda conjunción del principio y del fin de la terroristas , por un lado , y la asepsia informativa
historia humana (té/os metafísico donde lo haya) . Y así, (igualmente fácil) del periodista que << cubriera>> esos
propugnan : <<Un paleolitismo psíquico basado en la luctuosos sucesos sine ira et studio , como si se tratase de
alta tecnología>> (p . 64) , en el que habrá <<trabaj o un ejercicio de entomología , Richter muestra unas
cero >> (trabajarán las máquinas, claro) , logrando así imágenes borrosas -como Picabia o Lichtenstein '
el gran salto : <<una Sociedad del Paradigma Cuántico >> Richter invierte la crítica platónica del arte , tomando
(sea ello lo que quiera) . Aquí ya no hay terror, ni tan fotografías como << originales >> de sus lienzos- más
siquiera <<horror>> , sino una suerte de rabieta infanti parecidas a radiografías que a cuadros , en donde las
loide, que seguramente tendrá sus entusiastas adeptos formas se difuminan, de modo que el horror del
entre los desocupados hijos de la alta burguesía. evento concreto (por ejemplo , en el caso del ahorca
miento <<voluntario>> de una de las componentes , o
Contra tan superficiales manifestaciones de un en el del sepelio colectivo) deja entrever el terror de una
nihilismo lúdico resulta en cambio asombrosamente lúcida situación generalizada de la que no hay escapatoria, y
la actitud de Gerhard Richter, uno de los máximos y en la que todos estamos comprometidos . ¿Cómo no
más camaleónicos representantes de la pintura alema estar enfermo dentro de una sociedad congénitamente
na actual, en su impresionante testimonio , en quince enferma, y cómo hacerse ilusiones de escapar de ella, o
de transformarla de raíz, mediante acciones que parti
cipan de la espectacularización y banalidad que ellas pre
21 He procedido a un examen más po rmenorizado en mi ensayo tenden criticar? A la vista de la terrible serie de Richter
<<E l terrorismo nuestro de cada día>> , Sileno 13 (20 0 2) , PP · I05-
n 8 ; espec. p p . IIO-II2.
(aquí, desde luego , <<juez>> . . . pero también <<parte>>)
.
T E R R O R T RAS LA POS T M O D E R N IDAD
66 FÉLIX DUQUE
dolores autoproducidos) queda así superada por una 4. DEL PELIGRO DE DISOLUCIÓN DEL ARTE
grandiosa anagnórisis, en la que se consuma humana EN EL CHAPOTEO POSTMODERNO
mente , más allá de Hegel y su Fenomenología, el perdón de
los pecados. Por esta alegoría sobre la guerra fue galar
donada Marina Abramovic con el Premio Interna
cional del Jurado .
un sustituto de la proclamada próxima destrucción de abultadas ventas) , como -podría interpretarse_:_ suce
las leyes y códigos civiles y religiosas que el arte del terror dería con algunas obras de Georg Baselitz, en las que
pretendería fomentar. el martirizado cuerpo de la mujer (sometido a la
Aquello que en el dolor de la Abramovic por metódica transgresión de un neoxpresionismo que juega
el destino de su extinto país, de la violenta desapari entre la abstracción y el figurativismo) es representa
ción de su familia, por la destrucción en suma de su do al revés, para hacer que el espectador pare mientes
propia biografía (un caso extremo , éste , de verdadero en el carácter <<artificioso>> del arte (grande invenzjone! ,
spaesamento) puede acabar tornándose en una pose ape que diría un italiano) . C arne macerada , y como
nas irritante (e incluso tendente a <<traducirse>> en tachada por las líneas que la marcan.
O bien, por el lado de los restos de la vanguar
dia <<terrorista>> , cabe traer a colación de nuevo al
artista -entre la peiformance y el concept art- Chris Burden,
empeñado en sacarle los colores a los medios de
1
todos los indicios (apenas quedan ya automutilado
en repetir hasta la saciedad los slogans oídos por televi
res , y Burden -como otros- ha << sentado la cabeza>> ,
sión ( ¡ he ahí la opinión pública de la democracia avanza
convirtiéndose en un pintor . . . vulgar) , se ha logrado
da! ) . Ahora es la industria del espectáculo la que ,
justamente lo contrario de lo pretendido : en efecto ,
aprendiendo d e Godard como los econo mistas
se quería subvertir la relación j erárquica entre fic
aprendieran de Marx, presenta un spot de jeans en la
ción (copia) y realidad (original) , e n favor de un
revista francesa Détails Ü994) : un choque colectivo de
cambio drástico de ésta. Pero lo conseguido ha sido
autos es mostrado como si se tratara de una orgía
una sustitución de la realidad por la ficción. Todos
colectiva entre seres humanos (o mej o r : sus miem
conocemos el mejor ejemplo de esta sustitució n : la
bros sangrantes) y máquinas reventadas . Inversión
transmisión en tiempo real de los atentados de las
tremenda del P4jaro herido de Medellín: chicforense.
Twin Towers permitió que esa destrucción fuera vista Difícil es, a la vista de toda esta parafernalia, no
mundialmente . . . y mundialmente interpretada
decretar el fracaso del arte como creador de valores
como un spot publicitario , o como el trailer de un
nuevos y destructor de los antiguos. Hoy, la metafisica de
film << de catástrofes>> .
FÉLIX DUQUE T E R R O R T R A S LA PO T M O O R N I O A O 7
artista de Nietzsche serviría para promocionar la Coca ¿Qué es lo que se revela a sensu contrario en esta
Cola, con la música de Strauss (Asíhabló -Zszratustra, mien cruzada contra el dolor? Lo que late en el fenómeno
tras bebía una Cake) . El arte, el arte del terror, debería del sufrimiento es la irrupción de lo incontrolable por
haber tenido un valor catártico, impidiendo que nos parte del suj eto (recuérdese lo que dijimos de lo subli
acostumbremos a la violencia cotidiana, mediante imá me como <<impresentable>> , y no sólo irrepresentable) . D e
genes <<ejemplares>> en las que la violencia queda sedueto ahí la inhibición del dolor propio , y la huida del
ramente transmutada en la propuesta de creación de valores espectáculo del dolor ajeno (salvo que esté artísticamente
solidarios, a través del sufrimiento de la víctima ino mediado, como en las performances: inoculación pauta
cente (así, la estética de Balkan Baroque se acerca intencio da del dolor en cuerpos �enos, paralela a la visión de
nadamente, mediante la plástica, a la tragedia griega) . acrobáticas escenas sexuales de improbable ejecución
Pero , en general, lo propagado y propalado es por parte del mirón) . Patética de la miseria.
esta extensión simultánea del diseño y del horror como De ahí que las manifestaciones menos <<mani
dos caras de lo mismo . El resultado fatal es la anestesia : pulables>> por la industria del espectáculo sean aquellas
de lo que se trata es de evitar a toda costa el dolor , y en las que , en ennoblecimiento sarcástico (usando
la reflexión sobre sus causas . Un ejempl o , sobre materiales <<clásicos>> , como Botero pero contradi
infantil, bien significativo : el empeño de la industria ciendo todo sentido de exaltación j ocosamente
hollywoodense por borrar de films recientes las imáge <<heroica>> ) , el horror queda retorcido hasta que de él
nes de las Twin Towers, como si (als ob) éstas no hubieran destila, ponzoñoso y salutífero , como un pharmakón , el
existido nunca, con lo que no se hace otra cosa que terror. Así , el imposible Arco de histeria : un despoj o
conjurar su espectro . El espectador se halla así ante un yacente -que suscita el inevitable recuerdo del Cristo
mundo que no está ni ausente ni presente , sino como muerto, pero también de un Marsias desollado-,
en suspensión: una actitud entre el V(_Jeur y el que escu sobre un suave lecho de terciopelo y en el interior de
cha a escondidas, pero donde retorna, una y otra vez, una alucinante nave , entre fábrica y matadero , de
de modo siniestro, lo reprimido . Louise Bourgeois. La conjugación, aquí , de la pieta
8o FÉLIX DUQUE T E R R O R TRAS LA POST M O D E R N I DA D 8r
femenina, del morboso sadismo de la concupiscencia el terror cotidiano mediante la violenta inoculación
y del degradado ambiente fabril componen una per del horror << natural>> , de la inocencia bestial, en la
fecta -y a pesar de todo bellísima- imagen del terror que , como en la Crucifixión de Hermann Nitsch , el
en estado puro . Cristo , Nietzsche y el buey desollado de Rembrandt se
O también , en una liturgia casi sagrada, los juntaban solemnemente en una ceremonia sangrienta
accionistas vieneses se afanaron durante un tiempo en de purificación. Apoteosis del hombre-animal en el
performances rituales de tal fuerza que eran ellas mismas seno de la destrucción.
las que marcaban a fuego los sitios considerados <<artís Sólo que todo esto puede ser entendido como
ticos>> , ya fueran estudios, casas particulares, o galerí un lenitivo , como un <<purgante >> que , gracias a la
as. Aquí, como en ApocaJypse now, se pretendía eliminar escenificación del dolor, evita mágicamente que éste
.\ í
�------ -------
FÉLIX DUQUE
T E R R O R TRAS LA POST MO D E R N J DAD
desterritorialización del terror . Fin de toda distin ent re la vida y la mu ert e. Al cab
c i ó n entre el interior y el exterior. o, sól o un a ima gen
tele difun did a : par a el orbe . Vox
En un mundo que ha perdido la dimensión clamans in dese rto. Pero
eficazmente armada con high -tec
del dolor, lo único que va quedando como última y h.
Aquí par ece suc ede r lo con tra
falaz estrategia es la tentación de la inocencia. Nunca rio que en el
psi coa nál isis : en vez de ser un
como ahora ha sido considerado bonachonamente el revenant el que vuelve
fantasm átic o , tra s rep rim irse
el trauma real , es más
(
Otro 0 sea, su Imagen) como un mero alter ego , siendo bien la simulación fantasmática
el respecto del ego obviamente más fuerte que e del� la que reprime al otro
real, hasta que éste regresa , de ma
alter. Todo el mundo quiere al Otro , tal como el se nera mortí.fora, y, para
el <<ego >> , des con certante . Eso es
(
i magina que es o debiera ser algo de eso se i culaba
��
el terror en estado puro: el
retorno real del otro a partir de su simulació
)
ya en las huchas de los <<negritos>> para las m1s10nes ,
n mediática en imágenes.
(
hasta que, inopinadamente , el <<otro >> regre a co o
� �
(
le révenant) , mas no como él es de verdad ¿que sentldo
)
tendría eso , en la postmodernidad , sino revestido de
s u imagen. Una imagen que él, el Otro , se ha fabrica
vano . Después del n-S, el postmodernismo está heri escópica y gnóstica. no ser sino este punto vidente: tal
do de muerte. El horror no puede ya obturar la es la ficción del saber. Todo ello , ¿para volver a caer
inquietante presencia ubicua del terror. Un terror que enseguida en el sombrío espacio donde circulan mul
pareciera ofrecese en estado puro , como si fuera un titudes que , visibles desde lo alto , desde abajo no ven
terror sagrado . Algo así como un castigo del cielo nada? Caída de Í caro . En el piso n o , un letrero pro
contra la J:ybris de los << cruzados>> de Occidente y sus pone, como si fuera una esfinge , un enigma al peatón
<<podridos>> valores. momentáneamente convertido en visionario : It's hard
Leamos el siguiente texto : <<Estar subido en la to be down whenyou're up>> .
cumbre del World Trade Center es como verse empu No está escrito por ningún fundamentalista, ni
j ado al dominio de la ciudad . El cuerpo no está ya por un nostálgico reaccionario de la estirpe de Hei
enlazado por las calles, que le dan vueltas y le hacen degger o de Ernst Jünger. Son líneas escritas en 1980
volver según una ley anónima ; no está poseído -sea por el amigo de Foucault, por el gran desentrañador
jugador o esté siendo jugado- por el ruido de tantas de las tácticas de supervivencia en el seno de la estrategia del
diferencias ni por los nervios del tráfico neoyorqui Poder: Michel de Certeau�� . Pero ahora, los dos <<ojos
no . quien asciende allá arriba sale de la masa que solares>> han sido brutalmente atravesados por aviones,
arrebata toda identidad de autores o de espectadores y más sofisticados, y más bárbaros, que el afilado y enne
la disuelve en ella. ícaro por encima de las aguas, pue grecido tronco de Ulises contra Polifemo .
de ignorar los ardides de dédalo con sus laberintos ¿Queremos oír todavía otra relación, aún más
móviles y sin fin. su elevación le transfigura, tornán remota que la Odisea? Dice el Génesis (u , 1) : <<y fue toda
dolo en un mirón. Lo pone a distancia. Convierte al la tierra lengua una y palabras unas>> . (2) : <<y fue en
mundo que lo embrujaba, y por el que estaba 'poseí su viaje (el de los hijos de Noé, F. D . ) hacia oriente : y
do' , en un texto que uno tendría ante así, a la vista, . es encontraron un valle en el país de Sinear (Mesopota-
ella la que permite leerlo , la que permite ser un ojo
solar, una mirada divina. exaltación de una pulsión 22 L'invention du quotidien. l . Arts defaire, Gallimard, París, Iggo, p . 140 .
92 FÉLIX D U Q U E TERROR TRAS LA POSTM O D E R N I DA D 93
(7) : <<D escendamos y confundamos su lengua, (8) : <<Y Adonai los dispersó de allí por la haz
que no entienda el uno la lengua del otro >> . de la tierra y cesaron la construcción de la ciudad>> .
:::
3 0 . NuEVA Yo RK, 1 1 SEPTIEMBRE , GRo uND ZERo ¿Qué decir de la confrontación con esta his
toria sagrada? D esde luego , bien cabe hacer una lectu
Y así aconteció . Entonces, y en 2001 . No una ra .filoterrorista (aunque sea como << escarmiento >> , tal
<< Odisea del espacio >> , sino una destrucción -no sólo como antes propugnara eficazmente el genial con
simbólica- del espacio tecnocientífico , ganado cultu trarrevolucionario ] oseph de M aistre , y tal como
ramente por y para Occidente . No una confluencia defiende ahora el ultracatólico Reinhard Lauth 23•
de los tiempos, como soñaran los forj adores del
cuento del <<fin de la historia>> , sino el punto , el fun 2 3 Véaseal respecto e l increíble -pero e n absoluto estúpido, por
descabellado que parezca en una primera lectura- el voluminoso
damento cero del terror.
.�"
g6 FÉLIX DUQUE T E R R O R T RAS LA POSTMO D E R N I DAD 97
D e acuerdo c o n e l método escolástico , bien pode mentalistas impíos : así como Islam significa <<Unión>> ,
mos ir << interpretando >> en clave Jundamentalista cada así también la enseña de Estados U nidos es : e pluribus
uno de los pasajes citados . unum! Y su finalidad es el Imperio , la creación de un
Ad l m. Se trata, hoy, d e l a globalización (fin d e l a definitivo New World Order, levantado contra Dios.
historia : Fukuyama) ; ad 7m. D e ahí el castigo , que ahora baja del cielo :
ad 2m. América, vista pecaminosamente como tie la confusión de lenguas viene sustituida , materializada
rra de promisión (crisol de la Humanidad) ; por el cambio de ruta de los aviones.
ad 3m. Construcción de las torres como paralelepípe ad 8m. El resultado final es, para alegría de los fie
dos blancos (triunfo de la racionalidad y la geometría) . les, el inverso del señalado en el Génesis . Ahora es el
ad 4m. Confusión satánica entre la Ciudad, el terrorismo el que se dispersa por toda la faz de la tie
mundo tal como debe ser, y Nueva York, cuyo emblema rra, como el látigo de Dios , estableciendo bolsas de
sacrílego es : World Trade Center. desconfianza y confusión. Al cab o , sí que po dría
ad 5m. Adonais es desde luego Alá, y su brazo airado haber entonces, al cabo, un fin de la historia. De la
Al Qaeda : << la Base>> , que ahora desciende , vengativa. historia . . . de Occidente�4•
ad 6m. El ortodoxo , lleno de temor de D ios , D esde una perspectiva menos triunfalista , y
advierte su insospechado parecido con los funda- hecha más << desde este lado>> , bien podría pensarse
que la presumible razón del ataque del ataque se halla
panfleto (casi un Contramanifiesto) : Abraham y sus hijos, Prohom, en el odio a América y a sus valores, por parte del fiel
Cabrils (Barcelona) , 2004, en cuyo estrepitoso grandfina/e se com apegado a costumbres ancestrales y fij adas para siem-
para -para escándalo de las almas pías- el sacrificio de Jesús con el
autosacrificio del terrorista suicida: <<Ismael es el testigo de la rec
titud de Dios, y en ésta, de la justicia en sentido estricto. De este 24 Esta ficticia interpretación <<ortodoxa>> , tan plausible, es radical
modo, su autosacrificio asume la forma del atentado. En el aten mente antitética respecto a la sostenida por Félix de Azúa (un tor
tado se hace acto sacrificial. Pero su último sentido religioso no nailustrado, románticamente desengañado de todo romanticismo)
consiste en que aniquile la injusticia, sino más bien en que es real en su por otra parte admirable <<La torre de los mundos incom
izado inmediatamente en la voluntad de Dios>> (pp. 548 s . ) . prensibles>> (Cortocircuitos, Abada, Madrid, 2 004) .
98 FÉLIX D U Q U E T E R R O R TRAS LA POSTMOD E R N I DA D 99
casi vacío- de la soberanía nacional . Valga como Powell : <<El terrorism o es un crimen contra toda la
ejemplo el texto de la Declaración Conjunta del Con humanidad. N o conoce fronteras étnicas, religiosa s,
greso de los Estados Unidos para permitir la acción nacionales o geográficas (¡y por eso -cabría replicar
militar : << es necesario y conveniente que los Estados se aprestan ellos a hacer lo mismo ! , F.D . ) . . . Perse
Unidos ej erciten su derecho a la autodefensa y a la guiremo s al grupo , red o a quienes lo han acogido ,
protección de los ciudadanos estadounidenses, tanto sostenido y ayudado , a fin de acabar con él de raíz. Y
en el país como en el extraryero . . . el Presidente viene cuando hayamos acabado con la organizac ión, conti
autorizado a usar toda la fuerza apropiada y necesaria nuaremo s con un asalto global contra el terrorism o
contra aquellas naciones , organizaciones o personas en general . . . N os concentraremos también en otras
que él [el Presidente] determine que han planeado , organiza ciones, o sea en organiza ciones terrorist as
autorizado, cometido o ayudado a los ataques terro que apunten a nosotro s , a nuestros ciudadanos , a
ristas acaecidos el II de septiembre de 2001 o favore nuestros intereses y a nuestros aliados>> 25•
cido a tales organizaciones o personas, a fin de preve Llamativamente, no hay una lectura artística de
nir todo acto futuro de terrorismo internacional tan tremendo suceso . Es como si el arte hubiera
contra los Estados Unidos por parte de tales naciones, enmudecido ante el terror. Y es que puede combatir
organizaciones o personas>> . se simbólicamente , desde luego, el miedo y el horror,
Resulta difícil creerlo , pero aquí aparece a la pero no el terror desnudo, en cuanto cortocircuito
letra la cesión por parte de una democracia a la auto de toda racionalidad, por compenetración de lo
cracia de un hombre solo : la dictadura del Presidente sublime y lo siniestro. Además, la población de
de los Estados Unidos. Así , las autoridades america Madrid sufriría exactamente dos años y medio des
nas se aprovechan del carácter global del terrorismo pués del atentado a las Torres un nuevo estallido del
para extender su poder -y sus represalias- con inde
pendencia de los intereses de los demás estado s .
2 5 Alocución del 1 3 de septiembre de 2 00!. Disponible, p . e . , en
Oigamos , en este caso , a una <<paloma>> , C olín italiano en: www . usis . it.
FÉLIX D U Q U E T E R R O R T R A S L A P O S T M O D E R N I DAD 103
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que decir con un renegado , con un antiguo activista dedor rondan pálidos fantasmas (entre ellos, el de la
como Günter Brus , que el arte está listo para que lo Justicia) . Es la máquina del último hombre nietzscheano .
entierren definitivamente? Quizá la última caricatura Kunst, aufwiedersehen - leb wohl! Fecha: 2 0 01 .
del arte sea ésta en la que, con trazos gruesos y preme ¿Un universo que procede de grado a l a pro
ditadamente infantiles , el <<yo autista>> se conecta a pia alienación, para evitar el esfuerzo de contemplar algo
una máquina excitante, ma non troppo, mientras a su alre- que se desvanece : el carácter impresentable, imprevisible, impen
sable del Otro? Oigamos de nuevo a Baudrillard: <<D e
26 Jean Baudrillard y Marc Guillaume, Figuras de la alteridad, Taurus, hecho , el límite paradój ico d e l a alienación consiste
México, 2 0 0 0 , p. u8. en tomarse a sí mismo como punto de mira, como
1 06 FÉLIX DUQUE T E R R O R T RAS LA POSTMO D E R N I DAD
obj eto de cuidado , de deseo , de sufrimiento y de mite multiplicar al infinito las formas de vigilancia.
comunicación. Este cortocircuito del otro inaugura la Simulación y ansiedad. Cualquiera (al final, yo mis
era de la transparencia. La cirugía estética se hace uni mo , o tú, lector) puede ser un delincuente, como en
versal ; la de la cara y la del cuerpo no es más que el aquel cuento de J ardiel Poncela, investigado por un
síntoma de una cirugía mucho más radical : la de la << Sherlock Holmes>> corregido y aumentado : habién
alteridad y el destino >> (p . ng). dose cometido un crimen en un castillo aislado, todos
Ya suenan por ello los claros clarines de la los demás sospechosos irán cayendo después , día a
producción mediática de sentimentalismos de alteri día , hasta que sólo queda vivo el bravo inspector de
dades inventadas. ¿Qué hay más conmovedor que los policía, el cual -seguramente por ser un buen lector
continuos gritos de petición solidaria de ayuda? : de Bacon- procede , victorioso , a arrestarse a sí mismo
<< ¡ Salvad las ballenas! ¡ Es el D ía del Niño , de la como culpable de los crímenes.
Muj er, del Orgullo Gay, de los Indios , de todo lo Y entonces, el día en que algo así ocurra, ya no
marginado , que ya lo iremos , que ya se irá de suyo habrá ciertamente más << terror>> ni más << fanatis
integrando ! >> No sea que vuelva el espectro que nosotros mo >> . Porque frente a <<nosotros>> ya no habrá nin
mismos hemos fabricado con nuestras pesadillas . El gún <<vosotros>> y, por ende, no habrá absolutamente
destino , añorado por Baudrillard, queda así converti nada a lo que podamos llamar nuestro : ni siquiera la
do en lacrimoso melodrama. Ética de la pietd (¡ manes muerte , antes tan <<propia>> . Sólo le quedará a Uno
de Vattimo , el Gran Compadecedor! ) . Ética humanita (a Uno de Tantos) arrestarse a sí mismo .
ria : la ética de los falsos consuelos. Sustitución del Lógica del duelo, fin del terror, fin del hom
<< otro >> real (el musulmán, el sudamericano , el ter bre. Punto final.
cermundista) por la invención de un <<otro>> maneja
ble y digno de compasión. Retóricas de la simulación :
Ejércitos de la Paz, Cumbres d e la Tierra, de la Biodi
versidad, etc. Autoconsuelo -en el fondo- que per-
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Elaboración de la cuestión 7
De la va nguardia terrorista , ,