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Sobre la formación del Frente Oriental

Carlos Roberto Huembes


RAAS y Chontales
Frente Sandinista de Liberación Nacional
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Documento Preliminar

I. Antecedentes de la lucha anti-somocista en la V


Región 2

1. Características geográficas, sociales, económicas y políticas de la


Región
Testimonio de Agustín Sequeira

La Región V comprende la parte central del sur de Nicaragua y está integrada por
los Departamentos de Chontales, Boaco, Zelaya Central oeste y el municipio de El
Almendro, que es parte del Departamento de Río San Juan. Su población
asciende a alrededor de quinientos mil habitantes . La Región tiene una extensión
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territorial de 21.841 Km2., muy similar a la de la República de El Salvador, y


representa el 16.8% de la superficie total del país.

Por sus condiciones naturales y agroecológicas, la Región es eminentemente


agropecuaria. Los datos históricos y actuales sobre su estructura productiva, y sus
volúmenes de producción, la caracterizan como una Región con alta
concentración ganadera de desarrollo extensivo. Sin embargo, existe un amplio
sector artesanal distribuido en la Región .
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Estos datos provienen de un documento llamado “Documento Preliminar de la Recopilación de la
formación del Frente Oriental FSLN, entregado por Gerardo Arce Castaño, de autores precisos
desconocidos (por lo menos hasta el momento). Se ha mantenido el texto con toda fidelidad,
excepto correcciones sintácticas y ortográficas (nota de RSPV; en adelante, todas las notas al pie
de página son de RSPV). En los casos en que estuve presente, completé información que me
consta.

Durante los años ochenta del pasado siglo, el país fue organizado por Regiones. La V Región
comprendía los Departamentos de Boaco y Chontales, la Región Especial III (hoy Departamento
de Río San Juan) y la actual Región Autónoma del Atlántico Sur - RAAS. Para el caso del presente
estudio, de la RAAS se considera su sector occidental. En adelante se entenderá siempre V
Región como el territorio descrito.

Este dato será actualizado.

Esta valoración es equivocada. La verdad es que la vocación natural de la Región es forestal y
agroforestal, pero la expulsión de campesinos/as durante el auge del algodón, llevó migrantes del
occidente del país que aceleraron el avance de la frontera agrícola, degradaron los bosques del
trópico húmedo y ampliaron la ganadería extensiva y la producción de granos básicos, creando un
desastre ecológico cuyas proporciones son todavía incalculables. Debemos re-valorar este
análisis en el futuro si queremos hacer una publicación.

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2. Manifestaciones de la lucha anti-somocista en la Región

a. Olama y Mollejones; otras importantes

Olama y Mollejones fue un intento anti-somocista impulsado por un grupo de


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políticos conservadores , en el que hubo participación de hombres que


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posteriormente serían colaboradores del FSLN; eran gente que aspiraba a


liberarse del yugo somocista.

En 1959 Francisco Flores Jirón (posteriormente colaborador del FSLN), fue


contactado por Pedro José Rivas para que se integrara al movimiento de Olama y
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Mollejones. Flores Jirón relata:

“Salimos a las 7:30 para Los Mollejones, yendo yo acompañado por el Ingeniero
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Bravo, José Castillo y Pedro José Rivas; a las ocho de la noche ubicamos a
Héctor Bravo, que nos iba a ayudar a hacer la pista de aterrizaje para el avión que
traería las armas; esta pista se hizo entremedio de las tierras de Nelo Bravo y los
Argüello. Al llegar el avión, de él se apearon el Dr. Pedro Joaquín Chamorro, José
Medina Cuadra, Reynaldo Antonio Téfel, Freddy Fernández Barrel, Raúl Guerra
Molina, Francisco Coca, Mauro y Mundo Leal, el Negro Chamorro, otro de apellido
Jhons, el cabo Cuadra y otros.

“Los líderes del movimiento eran el dominicano Freddy Francisco Barreiro, José
Medina Cuadra, Pedro Joaquín Chamorro, Reynaldo Antonio Téfel y Julio
Chamorro Benard. A nosotros no nos entrenaron porque ellos salieron de Costa
Rica y nosotros sólo los estábamos esperando para empuñar las armas. Al llegar
todos, nos internamos en la montaña, organizados en columnas. Yo iba en la
Quinta Columna, dirigida por Roberto Chamorro.

“Poco después Cástulo Morales, líder del Partido Liberal, nos avisa que hemos
sido detectados por la Guardia” .
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3. Incorporación de oriundos de la Región a las acciones



Precisar ubicación geográfica, fechas, modalidad del movimiento –estrictamente militar y basado
en supuestas fuerzas invasoras, sin conexión con los sectores populares, y carente de una red
efectiva de apoyo logístico e inteligencia- para evitar que este esfuerzo sea considerado como un
movimiento revolucionario, que realmente nunca lo fue.

Al decir “políticos conservadores”, nos referimos a miembros de una de las dos paralelas
históricas que polarizaron Nicaragua desde su independencia formal hasta el triunfo de la RPS: el
partido liberal, cuya principal expresión de poder fue el somocismo, y el partido conservador,
oscilando entre la oposición timorata y el colaboracionismo inmoral con el somocismo.

Tenemos que precisar si esto fue un “movimiento” o una acción aislada basada en la vieja
práctica de los golpes militares, “lomazos” y conspiraciones. Darle el nivel de “movimiento” es
histórica y políticamente errado.

No se precisa si de la mañana o de la noche.

El testimonio está incompleto y no hay análisis del contexto político-militar regional y nacional.
Esto debemos completarlo con un esfuerzo serio de historia y análisis desde nuestra posición de
izquierda.

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revolucionarias y al FSLN
Testimonio de Agustín Sequeira

“Desde 1975 organizamos la Asociación Pro-Desarrollo Comunal de Acoyapa.


Nosotros habíamos estado realizando un trabajo de concientización política en el
pueblo, y ya para 1978 incluso teníamos una organización juvenil en el Movimiento
Estudiantil, y a través de mis contactos habíamos influenciado a un sinnúmero de
viejos opositores al régimen que estaban de acuerdo con el Frente Sandinista.

“Partiendo de esa experiencia y fuerzas acumuladas, le solicité a Chico que me


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dejara ir a Chontales a ver cómo estaba la cosa. No sólo fui a Acoyapa sino que
comencé a “tocar” otros municipios de forma ordenada. Me voy a San Pedro de
Lóvago, a Santo Tomás. En San Pedro contacto a José Leonel, sacristán del
sacerdote Luis (salvadoreño) y a Douglas Alemán; a uno por el movimiento juvenil
y al otro –el sacristán- por el movimiento comunal. También conozco a Judith
Solís, hermana de Edith, y a Berta Solís.

“Como resultado de este trabajo acordamos organizar el movimiento estudiantil.


Entre otros que recuerdo estaba Leslie Alemán. Después me voy a Santo
Domingo, donde contacto al ingeniero Oswaldo Jirón Boza, que trabajaba con la
Asociación de Desarrollo Comunal.

“En La Libertad contacto a Abraham Kauffman, al sacristán y al sacerdote Paco ,


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famoso por progresista y un buen elemento porque era buena coartada entrar a la
iglesia o a la casa cural, pues existía el Movimiento Carismático y las
Comunidades de Base, instancias, ambas, que nos brindaban apoyo.

“El movimiento estudiantil creció, no sólo en 3 o 4 colegios, sino que se extendió


desde Juigalpa hasta El Rama.

“Los primeros colaboradores de Acoyapa fueron Augusto y Miguel Báez, Valentín


Balmaceda, Alejandro Balmaceda, Elías Loáisiga, Pedro Toledo y sus hijos,
Fausto Gutiérrez y familia. Otros fueron Edith, Judith y Berta Solís, Pedro Rivas,
Octavio Alemán, Claudia Solís, Ventura Bravo. Además reclutamos a los
hermanos Gerardo y Eduardo Cabrera, dueños de la finca El Ñámbar en la que se
fabricaban muebles y cuyos trabajadores eran miembros del Partido Socialista que
luego pasaron a ser miembros del FSLN.

“En Acoyapa los primeros activistas que tuvimos fueron Araceli Duarte, Isabel
Murillo, las hermanas Jiménez, y como colaboradoras y activistas del movimiento
estudiantil estaban las hermanas Sevilla, Noel González, Roberto González, Nicho
Bravo, Leo y Marlon Sequeira, Polito Sevilla y los hermanos Toledo,

Tengo entendido que se refiere a Francisco Meza Rojas, responsable de las estructuras militares
de Managua en ese entonces.

Francisco Rodríguez Chávez, cura nicaragüense actualmente retirado de la vida religiosa. Vive en
Managua. Sería bueno entrevistarlo pronto, pues es ya mayor.

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principalmente Nelo.

“Otra gente que incorporamos fue a doña Vilma Alemán y sus hijos; a los
hermanos Matus –Nadir y Osvaldo- Abraham Kauffman, Cela Jackson, doña Coco
y doña María, cuyos apellidos no recuerdo. También reclutamos a los chavalos de
la juventud comunista y los pusimos a trabajar con Osvaldo Jirón. En Muelle de los
Bueyes tocamos al hermano de Francisco Fernández; en El Rama reclutamos a
Elí Cruz y Paulino Castillo, quienes estaban trabajando en el proyecto de
electrificación de El Rama.

“En El Rama los principales colaboradores fueron Julio, Ramón y Enrique junto
con sus demás hermanos e incluso su mamá. Estaban también los hermanos
Balmaceda: Hilda, Alejandro y Ciriaco. Iris López y una señora González que tenía
una discoteca.

“Luego nos acercamos a la casa cural y reclutamos al sacerdote Franklin y a las


monjas Esther María y Genoveva, además de otras personas que llegaban al
convento. La colaboración era tan comprometida que nos alojaban en el convento
para pernoctar. Nuestra idea era convertirlo en buzón regional de propaganda; es
decir, un centro de reproducción de materiales del FSLN. Desde aquí organizamos
el movimiento juvenil, al que se integraron, entre otros, Uriel, Daniel, Pata de Lora
y Pablito, el carpintero del convento. Además teníamos médicos como
colaboradores: el Dr. Delgado, el Dr. Raúl Campos y el Dr. Valentín Zambrana”.

(Aquí hay un periodo vacío: todo el proceso previo de exploración del sector sur de
Acoyapa y del sector de El Almendro que nos llevó –a Agustín y a Ricardo- a
descartar ese sector y Nueva Guinea como adecuado para abrir la guerrilla por las
características topográficas y poblacionales, y cómo se lo planteamos al
Comandante Carlos Núñez. Esto es importante, pues nuestro diagnóstico habría
servido de alerta para los compañeros de la Tendencia Insurreccional que trataron
de abrir un frente en ese sector y fueron aniquilados por la guardia somocista).

(También hace falta una descripción más amplia del inicio del trabajo en el norte
de Presilla –Zaragoza, Las Maravillas-, adonde luego llega Raúl una vez que lo
trasladan de la escuela de entrenamiento que comandaba en Managua. Hay que
resaltar, además, el trabajo de Javier Guerra Báez en la logística, y a compañeros
como Torres, el hermano de Hugo Torres que luego cayó en otro frente de
combate, lo mismo que los médicos que nos apoyaron, entre ellos Raúl Campos y
su esposa, primera mujer piloto en Nicaragua (Zaida González). La preparación de
condiciones para el destacamento que llega desde Managua y Carazo. Hay que
hablar con Tomás Maldonado y otros que recuerden el hecho. También estuvo
involucrado en esta preparación el compañero Gabriel Cardenal).

Testimonio de Gerardo Bello.


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Aunque no lo dice expresamente el escrito, supongo que es así, pues se habla de familiares en
Puerto La Esperanza. Confirmarlo.

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“Gerardo Bello y la compañera Regina A. Hernández González se contactaron en
El Rama con el compañero Alesio y el compañero Adrián . Ella colaboraba
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fabricando pañoletas rojinegras, buscando información y trasladando materiales


de uno a otro lado. Alrededor de ellos se integraron otras personas a colaborar
con el FSLN, entre las que estaban Fernando Argüello y su esposa, Lolo Báez,
José Sandoval y otros; todos ellos ayudaban a solventar las necesidades en los
campamentos. Yo me encargaba de encontrar casas de seguridad para la gente
que me enviaban (de otras regiones) y para hacer reuniones. Una de esas casas
fue la de mi abuelo en Puerto La Esperanza.

“Mi trabajo era viajar por el río; en uno de esos viajes conocí al Comandante
Pancho , al compañero Raúl , al compañero Agustín y a otros. Comenzamos a
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introducir armas al campamento desde Puerto La Esperanza al Cementerio,


adonde llegaban los compañeros a retirarlas”.

4. Primeros contactos con Víctor Tirado y René Núñez17 18

(Parece que continúa el testimonio de Agustín Sequeira)

“Después del ataque a El Rama, cuando mueren los compañeros de Acoyapa , el


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Comandante Carlos Núñez –Roque- me ordena que baje con los diez
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compañeros que estaban conmigo, todos bien armados, que me haga cargo de la
situación de Acoyapa, entrene a la gente y ataque el destacamento de la guardia
somocista en el poblado hasta destruirlo, previa planificación. Además me ordena
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investigar si hay responsabilidad de Marlon Sequeira, mi primo y jefe de los


muertos, y que si es responsable proceda a ajusticiarlo.

“Me dirijo a buscar a mi gente pero cuando llego al campamento me doy cuenta de
que Raúl se había llevado a mi tropa a otro lugar. Salgo a buscarlos y en la mera
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¿Son dos compañeros o el mismo? La redacción no es conclusiva.

Comandante de la Revolución Luis Carrión Cruz.

Compañero Gerardo Arce Castaño.

Compañero Agustín Sequeira.

Probablemente éste sea un error, pues en el cuerpo de la entrevista no se menciona al
Comandante Víctor Tirado López y, que yo sepa, nunca tuvo que ver con el Frente Oriental. Por
razones de especialización de las tendencias, este Frente le correspondía a la Tendencia
Proletaria, en tanto que Tirado López, de la Tendencia Insurreccional, respondía por el sector
Norte del país. Hay que indagar de dónde aparece esto y, si no es correcto, eliminarlo.

En ese tiempo René Núñez estaba preso. Es seguro que se refiere al Comandante Carlos Núñez,
que sí tuvo que ver con el Frente Oriental.

Hay que ampliar la entrevista con Agustín sobre este suceso, de especial importancia y muy
doloroso para las familias de los muertos, cuyos nombres hay que rescatar como homenaje
histórico.

¿De dónde? ¿Dónde quedaba ese campamento?

Aquí cambié la redacción pues, de mantener el estilo del original, daría la impresión de que
nosotros atacábamos y destruíamos poblados, lo que, además de ser un error en la narración, no
se corresponde con la filosofía del FSLN de proteger a la población. Sería una aberración
contrarrevolucionaria.

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carretera a El Rama, llegando a Presillas, me encuentro con Ricardo Pereira,
quien me dice que la gente está en la finca de Juan Francisco Fernández.
Llegamos –después de habernos perdido y cuando ya la gente se había ido a
atacar Presilla-. (Escuchamos de lejos el combate y nos apresuramos a bajar de la
montaña para sumarnos a las acciones (rescatar el hecho de que casi nos matan
nuestros propios compañeros, y la petición de la población de que al irnos nos
lleváramos a los dos esbirros de la guardia somocista que habían participado en
crímenes contra la población. Recordar su fusilamiento en las montañas al norte
de Presillas, el ataque abortado a Muelle de los Bueyes (pues ya se había corrido
la guardia, etc.).

“El primero que nos atiende a nosotros es el Comandante Carlos Núñez; nos
reunimos en la casa de Edith Solís y se nos planteó ubicar un territorio para abrir
el frente, ya sea en el sector de Nueva Guinea o en el norte de Santo Domingo,
de la zona montañosa al lado de El Rama”.

II. Incorporación de la Región a la lucha sandinista


1. Trabajo político-militar y organizativo del FSLN. Participación de
José Román González
Testimonio de Agustín Sequeira

“Dividimos el trabajo. En ese tiempo el encargado de los asuntos militares y la


instrucción es el compañero Gerardo Arce, y lo mandamos para la zona de
Acoyapa, que era donde teníamos más fuerzas. El compañero Ricardo Pereira
estaba también en la cuestión militar, y José Román coordinaba el equipo,
mientras Javier Guerra Báez –el Chele- manejaba la logística y yo respondía por
la juventud y por continuar abriendo brecha con nuevos colaboradores.

“En el sector de Santa Marta José Román y yo montamos la primera escuela


militar campesina, en la finca de Augusto Báez; después organizamos la segunda.
El entrenamiento lo hacíamos de manera rústica, sin ningún método, de forma
bruta, demasiado fogueábamos a los compañeros; iniciábamos a las 7 de la
mañana y concluíamos a las cuatro de la tarde, hasta quedar exhaustos”.

Testimonio de Víctor M. Dávila

“En la hacienda Ponderosa bajaban las armas que servirían para la toma de
Juigalpa, la cabecera departamental de Chontales; estas armas venían en un
avioncito y yo estuve trabajando de apoyo logístico, acarreando todas las armas y
municiones que nos llegaban” .
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Testimonio de Gerardo Bello



Creo que Miguel Guzmán tiene unas fotografías de la bajada de las armas, o sabe mejor la
historia. Habrá que entrevistarlo.

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“Teníamos un campamento en la zona de La Virgen , donde vivíamos una
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situación difícil pues dormíamos dispersos en unas hamaquitas, retirados. El lugar


donde se cocinaba era aparte y en el Puesto de Mando se encontraba el
comandante Pancho, también retirado. Organizábamos postas y puestos de
vigilancia para asegurar el sueño de los demás. En la preparación y entrenamiento
que nos daban sobre guerra de guerrillas se aplicaba una disciplina estricta, no
porque la impusiera alguien sino porque cada uno de nosotros sabía cuál era la
misión”.

Testimonio de Agustín Sequeira

“Ya cuando se va acercando mayo (de 1979) me llega un correo a decirme que
tengo que bajar hasta Múhan . Por medio de la red de colaboradores me doy
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cuenta de la masacre del caño Chacalín . Hago, en compañía de Agustín Trejos


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hijo, correo con la Dirección Nacional, el croquis que me había solicitado el


Comandante Carrión; ésta fue la última vez que lo vi vivo, pues parece que lo
mataron en el camino; él nos lo dijo pero no le hicimos caso . Yo mando el croquis
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y el plan de ataque a El Rama .


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“Me voy a mi campamento, los otros compañeros le caen a El Rama el 13 de


mayo y cuando me doy cuenta me voy al campamento , pero la guardia
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(somocista) llega a buscarme a las cinco de la tarde del día siguiente; al darme
cuenta me quedo a tres kilómetros del campamento; parece que fue un descuido


Identificar la zona en un mapa y precisar de qué fecha aproximada está hablando Gerardo Bello,
para concatenarlo bien con el resto de la historia.

Puntualizar dónde se encontraba, de dónde tenía que “bajar”.

Entrevistar a alguien que haya estado en esta masacre para precisar datos de ubicación y
cronológicos, identificar a los caídos, etc.

¿Nos dijo qué?

Aquí hay otro vacío: el mero viernes santo de ese año 1979, la captura (Santo Tomás) y liberación
de Javier Guerra Báez (adelante de Acoyapa), el ajusticiamiento del comandante de la guardia
somocista de Santo Tomás y de dos guardias que lo acompañaban, la salida hacia Managua de
Luis Carrión y Javier Guerra Báez, la pérdida de contacto de RSPV con José Román González
–guerrilla periurbana en Santo Domingo, La Libertad y San Pedro- y Gerardo Arce –guerrilla rural
en sector de El Rama y Presillitas-, la salida de RSPV hacia Managua para restablecer contactos,
la reorganización de los campamentos después del hecho, etc. Falta, además, el papel de RSPV y
JGB en la Escuela Estrella Roja (Managua) y la preparación de ambos para el retorno a la
guerrilla de montaña en el Frente Oriental (RSPV). Resaltar la tenacidad y decisión de JGB y el
papel de Popo Chamorro en esa escuela como preparación para engrosar las filas del Frente
Oriental. Papel de Gabriel Cardenal y César Largaespada en la selección de cuadros militares
para enviar el Frente Oriental (RSPV).
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de la posta. Murieron todos los compañeros y de tres de ellos no aparecieron los
cadáveres. Los caídos fueron Elena, Juancito, el Sanitario Mayor y otros; eran 10
compañeros en total. La guardia (somocista) violó unos buzones que teníamos y
comenzó a buscar a los tres compañeros que no encontraban. Con ayuda de
nuestra red de colaboradores encontré a dos en la mera montaña . Luego busqué
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cómo contactarme con la gente para saber qué había pasado y en ese lapso
recibo la comunicación de José Román González, quien se había quedado con
todas las guerrillas sub-urbanas, y me informaron que habían matado a los
hermanos Gutiérrez –Uriel y Daniel- y en Acoyapa hubo 6 o 7 muertos”.

Después de haber cumplido la orden del Comandante Carlos Núñez en Acoyapa,


me integro a la columna que se tomó Presillita; me nombraron jefe de la
vanguardia y me asignaron a tres campesinos: Norberto, Sebastián y Ramón.
Tenía que ir a doscientos o trescientos metros delante de la columna y avanzar.
Ahí ajusticiamos a dos esbirros después del ataque a Presillita. A las 4:00 p.m. del
día siguiente comenzamos la caminata desde la montaña en dirección a Muelle de
los Bueyes. Al amanecer del siguiente día procedimos a pasar, entre una neblina
espesa, el largo puente en esa localidad. Todos estábamos nerviosos, desvelados
y exhaustos por llevar 24 horas caminando bien cargados.

“Nos sentamos y nos dormimos; creíamos que el plan había fallado y como a las
11:00 a.m. nos fuimos al río y Chirrín , Popo Chamorro y Javier Guerra nos
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dijeron: «adelante, amigos». A nosotros nos habían informado que ese puente lo
cuidaba la guardia (somocista), así que creímos que íbamos a morir ametrallados,
pero lo único que había eran unos paramilitares en la casa del alcalde.

“Pasamos un día ahí y luego avanzamos en dirección a La Gateada, acampando


en la hacienda La Piñata.

Testimonio de Ricardo Pereira

“En ese tramo de la carretera entre Muelle de los Bueyes, exactamente en el


puente de la comunidad El Espavel, los pobladores pusieron una barricada en
medio del puente, probablemente para evitar el tránsito de la guardia somocista,
pues hasta entonces nosotros, como guerrilleros, nunca nos habíamos trasladado
en vehículos; pero uno de los camiones no ve la barricada y se monta en ella,
ponchando sus llantas, dando bandazos y finalmente cayendo en el barranco que
daba hacia el poblado. Como el camión llevaba sus costados blindados con piedra
cantera, varios compañeros salieron golpeados pero, debido a que era época
lluviosa y el suelo es arcilloso, sirvió como amortiguador del impacto al caer el
camión ruedas arriba, de modo que nadie murió y sólo algunos salimos con
heridas y traumas menores. Nos repusimos y continuamos el camino hacia La
Piñata.


¿Encontró dos cadáveres o dos compañeros vivos?

No sé a quién se refiere con “El Chirrín”, pues así también le decían a Agustín Sequeira, pero
supuestamente este testimonio es de él. Habrá que averiguar quién está narrando.

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Continúa relato de Agustín Sequeira

“…se accidentó uno de los camiones donde iba la mejor gente nuestra;
caminamos en una camioneta con las luces apagadas y llegamos a La Piñata. No
pudimos atacar La Gateada por los heridos del accidente. Estuvimos uno o dos
días en la hacienda y procedimos a intercambiar mensajes con la guardia
(somocista): ustedes mandan allá, nosotros aquí; es decir, desde el cerro de La
Gateada se divisa la finca y nosotros estábamos en ella. Entonces se toma la
decisión de atacar La Gateada, organizándonos en tres grupos: uno con Gerardo
Arce, Javier Guerra Báez y otros compañeros, ubicados en el tramo sureste del
cerro La Gateada, con la misión de contener o exterminar cualquier fuerza de la
guardia somocista que, desde Nueva Guinea, quisiese contraatacar. Otro grupo
bordea La Gateada y se ubica entre ese poblado y la finca La Unión, en el tramo
occidental del poblado, con la misión de contener o exterminar cualquier fuerza de
la guardia somocista que, desde Santo Tomás, quisiese contraatacar .
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“El tercer grupo, entre quienes íbamos el Comandante Carrión, yo, Ricardo
Pereira, Popo Chamorro y Horacio Cuadra, entre otros, entra al pueblo con la
intención de caerle al comando de la guardia somocista, pero sus efectivos habían
abandonado su sede y se dispersaron entre las casas de los colaboradores
somocistas en el poblado. Luego de algunos intercambios de fuego, decidimos
retirarnos ante la imposibilidad de ubicar a los guardias y el riesgo de matar gente
inocente al disparar contra viviendas civiles.

Testimonio del Comandante Luis Carrión

“Francamente, en La Gateada no encontramos una población simpatizante. El


pueblo estaba lleno de francotiradores de la guardia somocista y ésta tenía cierto
apoyo. En realidad nosotros nos propusimos alcanzar varios objetivos al tomarnos
el pueblo : hacer un trabajo político más amplio con la población, contar con
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milicianos listos para la lucha si la tomábamos, y aislar el poblado totalmente para


forzar la rendición de la guardia”.

Testimonio de Víctor M. Dávila

“Para el ataque de La Gateada preparamos unos cuantos compañeros más y nos


llevamos el camión de Crescencio Amador con las luces apagadas. Ahí tuvimos
un percance (ver testimonio anterior sobre el accidente de El Espavel), saliendo un
compañero herido, el que dejamos en la hacienda La Piñata. Se quiso tomar La
Gateada pero la guardia había preparado todas las lomas, y todo se volvió para
caer en Múhan, siguiendo después para Villa Somoza –hoy Villa Sandino-; ahí
hubo un enfrentamiento en el que cae el compañero Javier Guerra Báez; nosotros,

Habrá que entrevistar a compañeros para saber quiénes estaban en esta emboscada; cuando
nos retiramos de La Gateada recuerdo que en ese sector me encontré a Isabel (Ana María
Briones) y, si mal no recuerdo, a Miguel Guzmán y Rogelio. Habría que confirmarlo (RSPV).

Aquí cambié la redacción porque se me hizo evidente que lo que dice el texto no es lo que dijo el
comandante Carrión (si fue él del testimonio), dado que se pone como un hecho lo que en
realidad era un objetivo o intención. Compruébese con el original.

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por nuestra parte, causamos la baja de un comandante de la guardia ”.
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Ataque a Santo Tomás

Testimonio de Agustín Sequeira

“Al día siguiente salimos a las cuatro de la tarde y el Comandante Carrión me


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ordena que busque un lugar en dirección a Múhan donde situar un campamento


que nos vaya aproximando hacia Santo Tomás. Primero llegamos a la finca de
Manzanares, un viejo somocista cuya casa nos tomamos. Luego salgo con
Gerardo Arce en busca de otro lugar y llegamos a la casa de Héctor Bravo, quien
nos ubica en la propiedad de Salvador Molina, acoyapino que era nuestro
colaborador; hablo con él y nos dio permiso de acampar con la gente. En el
camino hubo muchos tropiezos con algunos compañeros heridos y otros que
estaban maltratados por las dificultades del camino . Estando aquí llega Juan
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Jesús Chavarría –David- y nos da la noticia que habían matado a Fabián


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(Ramón).

“El Comandante Carrión nos forma y nos dice que inmediatamente vamos a
planificar el ataque a Santo Tomás como un homenaje a José Román, así que
procedemos a contactar a los colaboradores de ese poblado. En la madrugada del
día siguiente nos organizamos nuevamente en tres grupos: uno ubicado en la
hacienda Santa Julia, como emboscada de contención de los refuerzos que la
guardia somocista podría hacer llegar desde Nueva Guinea, otro como
emboscada –en la cuesta La Ñámbara- a los refuerzos que podrían llegar desde
Juigalpa, y otro como fuerza central para la toma de Santo Tomás.

Testimonio de Ricardo Pereira


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“La emboscada de contención sita en hacienda Santa Julia estaba comandada por
Luis Carrión, y en ella participaban Javier Guerra Báez, Ricardo Pereira y otros.
Por aquí pasan primero dos camiones de guardias que nos toman por sorpresa
pues apenas estábamos organizando la emboscada, de modo que se nos logran
pasar. Les disparamos pero no pudimos frenarlos ni constatar bajas efectivas del
enemigo. Como la caravana de la guardia somocista estaba compuesta por cinco

No recuerdo esta baja y creo que no fue así. Habría que revisar el testimonio o corregirlo con otro
de los participantes.

Supongo que al día siguiente del ataque a La Gateada, aunque AS no lo dice. Hay que
comprobarlo.

Hay que resaltar que Javier Guerra Báez tenía impedimento en una rodilla –creo que por una
acción anterior en el Frente Interno en Managua- y en realidad no debería haber ido a la guerrilla
de montaña pero era muy tenaz y decidido. Cuando él y yo estábamos en la escuela Estrella Roja,
luego de los sucesos de Santo Tomás y Acoyapa –semana santa-, todos los días entrenaba en
una piscina vacía para endurecer sus pies y superar su limitación. Esto después se convirtió en un
problema, pues después de La Gateada JGB no podía caminar porque tenía la rodilla inflamada y
hubo que cargarlo. Entre quienes lo hicieron recuerdo a Rogelio y me parece que también AS.

Entiendo que se refiere a José Román González. Sobre este hecho habrá que buscar testimonios
más amplios que hagan mayor justicia al papel central que jugó.

Introduje este testimonio mío porque llena algunos vacíos (RSPV).

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camiones y sólo dos pasaron hacia Santo Tomás, los tres restantes se detienen,
bajan a la tropa y comienza un enfrentamiento desigual en cuanto a armas y
número de tropa en beneficio de la guardia somocista. El Comandante Luis
Carrión, con unos pocos compañeros, trata de hacer un contra-cerco pero tiene
que replegarse por la superioridad del fuego enemigo, y la guardia logra aislar al
pequeño grupo que se había quedado en la emboscada. En ese intercambio de
disparos muere JGB mientras trataba de reparar su fusil ametrallador Browning en
medio del combate, pues se había quebrado el pin sujetor del carro con el cerrojo,
inutilizándolo.

“Sorpresivamente, y pese a su superioridad, la guardia somocista comienza a


retirarse, subirse a los camiones y maniobrar para retirarse lejos del lugar del
combate, lo que nos permite descubrir que se estaba preparando un ataque aéreo,
el que se hizo efectivo con aviones push and pull y jet T-33. Ambas fuerzas nos
habíamos retirado de la escena, de modo que las bombas y cohetes disparados
por los aviones no surten efecto alguno, pero abortan las intenciones de la guardia
somocista de reforzar el comando de Santo Tomás, pues se retiran a Nueva
Guinea.

“Retiradas las fuerzas somocistas, procedimos a recoger el cadáver de JGB,


buscar cura para el compañero que había salido herido en el intento de
contra-cerco y organizarnos para reforzar al núcleo responsable de la toma del
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comando de la guardia en Santo Tomás.

“Ante nuestro empuje, la guardia somocista se refugió en su cuartel, protegido por


muros de piedra cantera superpuesta apresuradamente. Con la finalidad de
reducir el tiempo de combate y las posibilidades de bajas, el Comandante Luis
Carrión pide un voluntario para disparar un cohete anti-tanque al comando,
disparo que entra al comando por el techo; la guardia se ve forzada a abandonar
subrepticiamente el comando y huir en desbandada, quedando el pueblo bajo el
dominio total del FSLN”.

“Sin embargo, durante el asedio al comando de la guardia somocista sufrimos dos


acontecimientos trágicos: la muerte de un compañero que fue alcanzado por el
charnel de un cohete disparado por un avión push and pull en contra de nuestro
comando, y las honras fúnebres de emergencia que le hicimos al compañero
Javier Guerra Báez.

“Para tratar de que los aviones se vieran forzados a hacer sus disparos desde
mayor altura, el compañero Ricardo Pereira reparó el fusil ametrallador de JGB y
se subió a la torre del templo católico para hacer disparos en contra de los aviones
de la guardia somocista. Es en ese contexto, una vez que la guardia huye del
poblado, que en una banca del parque sita frente al templo estaba una pareja de
jóvenes novios; visto el poblado libre de la guardia, la joven lanzó un grito
estentóreo diciendo a pleno pulmón: «¡somos libres, al fin!». Al mediodía del 23 de

Este compañero se llamaba César como nombre legal y un tiempo vivió en Villa Fontana. No
recuerdo su apellido, pero creo que Gerardo o AS lo saben. Rescatarlo.

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junio culminaba la liberación de Santo Tomás, Chontales, el primer poblado de
importancia tomado totalmente por las fuerzas del FSLN.

Testimonio del Comandante Luis Carrión


41

“El ataque a Santo Tomás fue a mediados de junio, y aunque fue una maniobra de
carácter militar, tuvo un importante efecto psicológico en las filas de la guardia
somocista, que llegaron a pensar que estaban siendo presionados por dos flancos:
desde el sector de Muelle de los Bueyes, y desde Juigalpa. El FSLN infiltró
combatientes armados y vestidos de civil para contactar la red de colaboradores,
preparar apoyo logístico e informar a la columna sobre la organización de la
defensa por parte de la guardia somocista.

“De la reserva miliciana se seleccionaron a los 30 mejores combatientes y


organizar dos emboscadas: una para los posibles refuerzos desde Nueva Guinea,
y otro para los posibles refuerzos desde Juigalpa; esta última estaba ubicada en la
cuesta La Ñámbara. Los combates duraron todo el día y la guardia logró resistir
atrincherada dentro de su cuartel. Mientras atacábamos el cuartel, un avión push
and pull atacó la c asa donde estábamos instalados. En realidad, la aviación
solamente intervenía para proteger la salida de su gente. Creemos que la guardia
nos detectó por el alto volumen de fuego que partía de la casa ubicada frente al
cuartel de la guardia.

“Un avión descargó su carga mortífera en el centro de la ciudad. Fue la forma


criminal con que Somoza se cobró el apoyo que la población de Santo Tomás
brindó al FSLN antes y después del ataque. En esos combates cayó “El Chele” ,
42

combatiente con años de integración a la lucha revolucionaria.

“La noche fue cómplice de la guardia, pues le permitió abrir un boquete en una
pared del cuartel y huir con rumbo a Juigalpa. Para los somocistas todo concluyó
ahí. Los refuerzos nunca llegaron. Fueron emboscados y obligados a retirarse
hacia La Gateada . Después continuaron su huída hacia la cabecera
43

departamental, Juigalpa al conocer que Santo Tomás ya estaba bajo nuestro


control.

“Días después, en territorio liberado, se fundó la primera escuela regional militar


del FSLN , donde se entrenó a combatientes que luego se sumarían a la toma de
44

Juigalpa. Entonces La Palma, como último obstáculo , había sido superada”.


45


Alteré el orden de este testimonio para darle coherencia al relato, pues la valoración del ataque a
Santo Tomás aparece en el original después de los ataques y la emboscada de La Palma, siendo
más lógico que aparezca luego de narrar los sucesos de Santo Tomás.

Esto es inexacto, de conformidad con mi testimonio inserto (RSPV).

No sabemos qué pasó con los dos camiones que se nos pasaron en Santa Julia. Concatenando
con el testimonio de los compañeros de la emboscada en cuesta La Ñámbara, es de suponer que
continuaron con rumbo a Juigalpa, pues se vieron divididos y debilitados, insuficientes para hacer
frente a la guerrilla del FSLN.

Supongo que se refiere a la escuela que menciono en mi testimonio.

En la marcha hacia Juigalpa.

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Testimonio de Agustín Sequeira

“Se hace un plan para atacar La Palma, en la toma de este lugar cae el
compañero Ugarte conocido como Baltazar. Nos concentramos en dar
entrenamiento y organizar el poder civil en los municipios. Yo participo como
militar” .
46

Ataque a Juigalpa

Testimonio del Comandante Luis Carrión

“Recibimos información de que la guarnición de Juigalpa hacía sus relevos cada


dos días, por lo que decidimos atacar el relevo. Hasta ese momento la secuencia
del avance de nuestras tropas era rápida, pero entonces sentimos la necesidad de
detenernos para organizar mejor el ataque. Juigalpa tenía 180 guardias
somocistas, buen armamento y una población sin fogueo. Con nuestras tropas
habría sido fácil atacar Estelí o Matagalpa, donde la población tenía experiencia
combativa y estaba mejor organizada, pero aquí era diferente .
47

“El obispo de Chontales, monseñor Pablo Vega, vino a plantearnos que no


atacáramos Juigalpa, argumentando que en esa plaza la guardia era muy fuerte y
que allí en Acoyapa él veía muy pocos compañeros. Nosotros le dijimos que si el
Coronel Zelaya, comandante de plaza de la guardia somocista, se rendía, le
garantizaríamos la vida y se evitaba el combate, pero que de otra manera íbamos
a combatir. Le aseguramos que nadie conocía nuestra fuerza real más que
nosotros mismos, ya que nuestra fuerza principal era el pueblo”.

Testimonio de Víctor M. Dávila

“El Comandante Pancho me llama para que me involucre en la toma de Juigalpa


junto con César, que era de mi escuadra. La toma duró siete horas y luego
salieron otros compañeros para hacer contacto con la columna que venía del

Aquí hay varios vacíos: cómo llegamos a Acoyapa y la encontramos sin fuerzas de la guardia
somocista; la organización de la defensa del pueblo ante probables ataques de la guardia
–vigilancia en edificios altos, ubicación de ametralladoras en tejados, organización del comando
en el club social, fusión de nuestras fuerzas con la guerrilla que se mantuvo en el sector sur-oeste
de Acoyapa, ajusticiamiento de esbirros y soplones, organización de la toma de La Palma como
condición para aislar definitivamente a Juigalpa desde el este del país, los tres intentos fracasados
de toma del comando de la guardia en La Palma, la dispersión de la guardia fuera de su comando,
etc. Hay que recordar que Baltazar no muere en el ataque a La Palma sino en la emboscada de
contención que organizamos en contra de probables refuerzos provenientes de Juigalpa. Otro
vacío: no se mencionan las escuelas de milicias que quedan en la retaguardia de la columna para
entrenar nuevos guerrilleros, en particular la escuela en la finca de Pedro Rivas, bajo el mando de
RSPV y Horacio (Alberto Valdez).

Aquí habrá que mencionar la llegada de refuerzos de otras regiones. Recibimos, entre otros, a
Roberto Calderón, con amplia experiencia guerrillera en otros frentes, a Marta Turcios. Creo que
por esa fecha también aparecieron Janet Gutiérrez y una compañera de apellido Belli, que fueron
enviadas para reforzar el trabajo político organizativo y creo que venían de Managua. Recordar
que montamos un cuartel en el plantel de construcción sito en el Empalme de Lóvago, donde
procedimos a derretir TNT para fabricar minas vietnamitas.

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Frente Norte, ya para el 17 de julio. Nosotros estábamos organizados por
escuadra y cada quien sabía la zona que le tocaba. A nosotros nos tocó la zona
de Tamanes, por la Chompipera”.

Boaco. Mencionar a colaboradores, miembros y el trabajo que se realizó.


Entrevistar a Odel

El trabajo de El Rama-La Esperanza

Testimonio de Agustín Sequeira

“Cuando llego a El Rama recibo informaciones de que hay un grupo guerrillero


armado en el sector (precisarlo con Agustín). Doña Isis López me lo comentó y los
hermanos Balmaceda lo confirmaron, pues ellos estaban mandando provisiones
(plástico, botas de hule, medicinas). Me dieron el nombre de una persona en el
Puerto La Esperanza que tenía un bote de color rojo y negro y que hacía viajes
desde La Esperanza hacia Wapí; era Gerardo Bello. Llego donde él con el cuento
de que voy a comprar frijoles a Wapí, nada más que ando una sub-ametralladora
UZI en un saco macén. Voy para arriba y el hombre malicioso, va de bajar
pasajeros. Antes de llegar a Wapí le digo: «amigo, fíjese que yo no voy a comprar
frijoles, yo soy del Frente, y de aquí o lo voy a matar o quién sabe qué va a hacer,
pero yo voy a ver qué hago pues ando buscando a una gente y me dijeron que
usted es el contacto». Al principio el hombre creía que yo era un guardia
somocista. Al llegar al lugar conozco al suegro de Gerardo, don Nieves
Hernández. Con Gerardo llegamos a la desembocadura del río Quisilala en el
Siquia. Ahí llegamos a la casa de Napoleón Alaniz, quien acepta adentrarse a la
falda del Cerro La virgen, donde se encontraba el campamento, en la finca de Los
Fajardo.

“Había 13 hombres, organizados por un Responsable Político –Adrián Gutiérrez- y


un Responsable Militar –Asunción Laguna, Marvin-; éste me quería matar porque
me habían dejado entrar pese a que tenía cara de burgués. Adrián lo convence y
entonces yo le enseño el comunicado de la Dirección Nacional Conjunta del FSLN
y les digo que les voy a llevar a un hombre que es miembro de la misma.

“Cuando bajé a El Rama compré varias pistolas y escopetas; al llegar nos


reunimos y les digo que ahí está ese grupo entusiasmadísimo, por lo que el
Comandante Carrión me dice que le prepare el terreno para meterse al lugar, y
definimos que ahí iba a ser el primer campamento guerrillero.

“Nos metemos con el Comandante –era la semana santa de 1979- y después de


esto me separan del grupo y me meten a organizar una red de colaboradores para
apoyar al campamento guerrillero que formamos en la desembocadura del río
Quisalala, en la Comarca Zaragoza. Esta red iba a hacer un puente (una ruta)
para que si la guardia somocista se tomaba la carretera, nosotros pudiéramos
caminar libremente unos 20 o 40 kilómetros al norte de la carretera que va de Villa
Somoza –hoy Villa Sandino- a El Rama, creando un cordón de colaboradores.

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“Y comienzo metiéndome a Caño Limón, El Corozo, El Corocito, Musuacá, Caño
La Tigra, El Silencio, etc.

“A mí me meten 10 hombres en ese otro campamento y el otro lo está


organizando el Comandante Carrión con otros compañeros. Ya para entonces hay
un gran trasiego de armas hacia los campamentos. Paralelamente teníamos un
equipo en la zona sur de Acoyapa que estaba organizando a los campesinos que
habíamos contactado previamente; era lo que llamábamos guerrilla sub-urbana.
Igual teníamos pequeños grupos guerrilleros en La Libertad y en Santo Domingo,
en Santo Tomás y El Rama, pero sobre tales grupos no teníamos un verdadero
control.

“Yo me asiento en la finca de don Chabelo Bello, con Santana Bello como guía y
con Julio Bello –padre de los dos anteriores- como enlace central con Presillitas.
Ya para entonces nosotros nos dábamos el lujo de reunir públicamente a alrededor
de 50 cabezas de familia que eran colaboradores y aportaban con todo lo que
podían.

“En semana santa de 1979 hubo una reunión para finiquitar todas las formas
operativas que teníamos que tener allá adentro. Estuvieron presentes el
Comandante Carrión, Javier Guerra, Gerardo Arce, Ricardo Pereira y yo, en la
casa de Julio Bello. Fue la última vez que bajé.

“Antes de abril, el Comandante Carrión me ordena elaborar un croquis de la


ciudad de El Rama y proponerle un plan de ataque. Para entonces ya
comenzábamos a oír que una columna del FSLN, parte del Frente Sur, estaba
entrando por el lado de Nueva Guinea”.

Testimonio de Víctor M. Dávila

“Primero se organizó una exploración, y al regresar de la misma se ubicó el


terreno y se dio el visto bueno. Fueron seleccionados los compañeros que iban a
combatir y 12 quedarían en el campamento para guardar la retirada de la columna
hacia Musucuá, donde se encontraban otros compañeros que nos esperaban; el
compañero Marcos nos dice que el Comandante Pancho había orientado que
cuando se diera el cachimbeo nos retiráramos, pero decidimos esperar un día
más. Los compañeros Juan y Alejandro se topan con la guardia, que nos tenía
ubicados y rodeados. Se inició el combate pero la guardia era numéricamente
superior a nosotros, por lo que decidimos retirarnos más arriba del cerro, de donde
nos sacaron a verga. Nosotros nos dispersamos por diferentes lados y poco a
poco nos fuimos reagrupando. Tuvimos varios heridos; los caídos fueron Elena,
Pepe, Juan el doctorcito, Alejandro, el hijo de Emilio Fajardo. La guardia tuvo seis
bajas efectivas” .
48


Al momento de darle forma al libro, habrá que mover este testimonio hacia donde Agustín lo
aborda, con la finalidad de darle coherencia cronológica al relato. Además, tenemos que investigar
los nombres de los caídos, qué pasó con sus cadáveres, etc.

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“Después del ataque al campamento me fui a la Estrella Roja, donde me encontré
con Raúl. Le platiqué y nos fuimos a desenterrar unas armas que no había
encontrado la guardia, recogimos todo lo que encontramos y nos dirigimos a pie
hacia la finca de Juan Francisco, donde estaba el resto de la columna . Ahí
49

estuvimos como un mes.

“Ya se estaba acercando el triunfo y nosotros bajamos para combatir sobre la


carretera. Salimos el 09 de junio, caminamos toda la tarde y parte de la noche, y
llegamos a la casa de Alejandro Soza, cerca de la carretera. A la mañana del día
siguiente nos mandaron a hacer una emboscada, logrando recuperar un vehículo
de la Cerveza Victoria y luego bajamos para tomar Presilla; no se voló ni un tiro
porque el único guardia que había se corrió, pero luego llegó la guardia en una
camioneta al mando del genocida Valladares. Hubo un enfrentamiento entre las
diez y las once de la mañana; posteriormente enviaron un refuerzo de la EEBI y
se combatió en un lugar llamado Las Nubes. Capturamos a dos EEBI y logramos
salir a la carretera; después anduvimos dando vueltas porque uno de los guardias
nos estaba engañando. Continuamos hasta Muelle de los Bueyes y ahí se dio un
tiroteo pero fue entre nosotros porque venían unos compañeros volando tiros y
nosotros creímos que era la guardia. Nos organizamos y tomamos Muelle de los
Bueyes, dejando las milicias formadas” .
50

Testimonio de Gerardo Bello

Ataque a Muelle de los Bueyes

“Entramos en la noche, llegamos al cerrito que queda al lado del puente,


descansamos un rato y nos organizamos en tres grupos. Uno organizó una
emboscada de contención para repeler cualquier posible refuerzo del sector de
Bluefields, el otro tenía la misión de irse al lado de la gasolinera para contener a
la guardia, y el tercero, dirigido por el Comandante Carrión, iba a entrar a tomarse
el poblado.


Aquí hay un dato que debemos dilucidar Gerardo y yo, ya que después de la liberación de Javier
Guerra Báez en los alrededores de Acoyapa, yo regresé a Managua para buscar recontactarme, y
el Comandante Carlos Núñez me ordenó quedarme de comandante de la Escuela Estrella Roja,
en la carretera vieja Managua-León. Ahí supe que Gerardo había estado de comandante antes
que yo, y estuve de jefe de Víctor en esa escuela hasta que la desmantelamos porque la guardia
la ubicó y luego regresé a la columna, así que habrá que ver cómo Raúl llega a esta escuela,
cómo llego yo, en qué momento Víctor va a buscar las armas, pues a como está el relato pareciera
que le gente de la montaña se quedó sin jefatura por un tiempo. ¿Qué pasó en ese periodo con
Luis Carrión y Javier Guerra? (RSPV).

Que yo recuerde no llegó ningún refuerzo de la EEBI sino la camioneta que emboscamos. Ahí
fue herido gravemente César –Tomás Maldonado-, y habrá que entrevistarlo para que narre cómo
se salvó de la emboscada de la guardia cuando lo llevaban a curar, y quién fue obligado a curarlo.
Respecto a los dos capturados, no eran de la EEBI sino un soplón y torturador, y un juez de mesta
que había matado a dos campesinos, uno en Juigalpa y otro en Presillas. A éstos los fusilamos en
el campamento provisional que formamos al norte de Presillas, y después avanzamos hacia
Muelle de los Bueyes (RSPV).

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“En cuanto a La Gateada, nos organizamos también en tres grupos: uno de
contención desde la dirección de Nueva Guinea, en la propia curva, con la misión
de aniquilar a la guardia que quisiera entrar al pueblo, nosotros entramos por el
lado de la escuela, y el grupo del Comandante Carrión entraría al ataque en el
pueblo” .
51

Testimonio de Juan del Socorro Ponce

“Entre marzo y abril de 1979 teníamos una pequeña escuela de entrenamiento


dirigida por el compañero Adrián Gutiérrez, en la finca del compañero Valeriano
Torres. Éste se fue y yo no sabía que tenía contacto con la otra columna. Nosotros
estábamos esperando órdenes sobre cómo íbamos a seguir la lucha, y entonces
llegó el compañero Ausberto Gutiérrez, enviado de la columna jefeada por el
Comandante Carrión, de modo que nos trasladamos y nos integramos a esa
columna, en el campamento ubicado en Quisilala. Ahí tuvimos una breve
entrevista con el Comandante Carrión.

Sobre el ataque a El Tortuguero

Continúa el testimonio de Juan del Socorro Ponce

“Como sabía que había estado en el campamento, el compañero Adrián me


encomienda una misión de la cual me nombra jefe militar, yendo él como segundo
mío porque era conocedor de la zona de El Tortuguero, y acompañándonos como
político el compañero Valeriano .
52

“La columna se dirige hacia El Tortuguero por los lugares que nuestro guía sabía
que la guardia no nos interceptaría. Salimos a las tres de la madrugada y llegamos
hasta en la noche del día siguiente. En el poblado había un pequeño comando con
cuatro o cinco guardias. Como a las once de la noche nos dirigimos a atacarlo
pero una gente nos detectó y comenzó a gritar que llegaban los sandinistas, lo que
aprovecharon los guardias para correrse.

“Como a las dos horas de estar en el caserío nos contactamos con un viejo
colaborador, Félix Pedro. Procedimos a catear las casas donde vivían los guardias
y logramos recuperar fusiles garand, enfield y muchas municiones. Al día
siguiente reunimos a la población para motivarla a la lucha, pedirle apoyo y
explicarle que la guardia somocista ya no opone resistencia, trabajo que hizo
Valeriano. Llamamos a la población a unirse y organizarse para la defensa.
Nosotros, mientras tanto, nos dedicamos a seguir las pistas de los guardias que se
habían corrido, y en esta búsqueda nos encontramos con un campamento de
quince compañeros que pretendían tomarse La Cruz del Río Grande pero no les
era posible porque el comando de la guardia estaba reforzado por cuatro
guardacostas. Entonces nos dirigimos a El Tortuguero para ver con qué fuerza

Contrastar este testimonio suelto y descontextualizado, con el que aparece arriba, que es más
completo.

Identificarlo por su nombre completo, de ser posible.

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contábamos para apoyar la toma. El 16 de julio partimos hacia La Cruz de Río
Grande; en El Tortuguero se quedan Valeriano, Félix Pedro y Adrián con otros
compañeros para garantizar la seguridad de la población.

“Caminamos todo el día; íbamos treinta compañeros en tres escuadras. Yo iba al


mando de la columna, que nombramos “Ausberto Gutiérrez”, llevando de segundo
a Néstor. Ya en las proximidades, mandamos a dos compañeros para recabar
información, los que nos informaron que había alrededor de 25 guardias y dos
guardacostas. Al llegar al pueblo nos desplazamos hacia el comando en dos
flancos tipo “L”, pero cuando los compañeros iban por el flanco derecho
comienzan a disparar y sólo se oye fuego de repuesta de un individuo. Capturan a
este individuo y encuentran el comando abandonado, ya que ese día, en horas
tempranas, se habían retirado presuntamente hacia Bluefields.

“Amanecimos el 17 de julio y reunimos a la población, que se encontraba nerviosa


porque creía que la guardia sólo andaba en misión río abajo y que pronto
regresaría. Entonces procedimos a organizar la defensa circular del poblado y
organizamos dos emboscadas, una río abajo y otra río arriba. Fue estando ahí
cuando escuchamos la noticia de que Somoza se había ido del país”.

Testimonio de Adrián García

“Llegamos hasta Alamikangban y luego a Bluefields , donde encontramos al


53

Comandante Campbell. En todos los lugares que tomamos organizamos las


milicias para resguardar a la población, las Juntas de Gobierno y los Comités de
Defensa Sandinista – CDS”.

Testimonio de Gerardo Bello

“Mi trabajo era trasladar gente, armas, provisiones y municiones sobre el río hacia
los campamentos; también trasladaba a compañeros que necesitaban bajar de la
montaña para participar en reuniones. En este trajín estoy cuando se inicia el
ataque a Puerto la Esperanza por parte de la EEBI; éstos me andaban buscando
con el nombre Camilo, que era mi pseudónimo, pero no me conocían. Entonces
me fui a la casa de la compañera Ángela Lumbí. La EEBI llega a la casa de
Fernando Argüello y lo capturan; le dijeron que tenía que entregar a Camilo pero él
no me conocía con ese nombre; el susto fue cuando le enseñaron mi foto.

“Participé en la toma de Muelle de los Bueyes y me mandaron a hacer contención


en La Batea; posteriormente se organizó el ataque a La Gateada, y cuando nos
dirigíamos hacia allá en un camión, éste se embancó en una barricada que la
población había puesto sobre el puente (El Espavel); salimos heridos y golpeados,
por lo que tuvimos que posponer el ataque.

Hay que verificar esto, pues desde La Cruz de Río Grande hasta Alamikangban se puede llegar a
pie en por lo menos de un día saliendo de Makantaka, pero desde Alamikangban hasta Bluefields
el viaje tomaría muchos días. Habría que ver en qué se movilizaron y cuándo es que llegan a
Bluefields, pues el viaje es demasiado largo a pie, y en un bote con capacidad para llevar a la
tropa, el viaje también duraría no menos de tres días.

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El ataque a La Gateada

“Cuando nos dirigimos finalmente a La Gateada fuimos detectados por la guardia


somocista y se entabló el combate durante todo el día; tuvimos que replegarnos
por la superioridad numérica de la guardia y por el apoyo de la aviación. De aquí
nos trasladamos a la finca de Teodoro Díaz y posteriormente nos dirigimos hacia
Villa Somoza, hoy Villa Sandino. Otros compañeros se dirigieron hacia Santo
Tomás, donde cae en combate el compañero Javier Guerra. Nosotros nos fuimos
a la emboscada de contención en la cuesta de la Ñámbara con la misión de
aniquilar cualquier convoy que pretendiera reforzar a la guardia de Santo Tomás.

“Los primeros cuarteles atacados –El Rama, Presilla, Muelle de los Bueyes- fueron
escogidos por ser los más próximos al campamento guerrillero y por ser pequeñas
guarniciones de la guardia somocista. El interés era potenciar la moral de los
combatientes a través de victorias contundentes y prepararse para los combates
mayores.

“En estas acciones recuperamos granadas, fusiles y municiones. A partir de


entonces, muchos campesinos armados con escopetas y fusiles de cacería
comenzaron a incorporarse a la columna, lográndose enfrentar todas y cada una
de las situaciones que se presentaron. Fatalidades y victorias fueron
acompañantes inseparables; la propia muerte quiso presentarse al volcarse el
camión en que viajaban los combatientes en dirección a La Gateada.

“Los combates siempre fueron violentos, en particular los de La Gateada, Santo


Tomás, La Palma y Juigalpa, donde los destacamentos de la guardia somocista
resistieron hasta caer la noche.

“La incorporación de las milicias campesinas aceleraron el crecimiento de la


pequeña columna, de tal forma que en las comunicaciones radiales la guardia
hablaba de mil guerrilleros y temblaban al oír la cifra. El alto grado de
organización alcanzado en el territorio liberado era impresionante. Se
estructuraron dos grandes escuelas de entrenamiento, se acondicionó la pista de
aterrizaje donde una avioneta sandinista descargaba armas y municiones más
algunos combatientes. La primera Junta Municipal de Reconstrucción se
constituyó en Muelle de los Bueyes, a principios de junio, en la mejor de las
expresiones de júbilo popular.

“La victoria sandinista en la localidad generó una efervescencia increíble,


produciéndose levantamientos espontáneos de campesinos en los pobladitos
aledaños a Cara de Mono y El Chagüite. Los colaboradores y los campesinos
reclutados por la guerrilla fluyeron masivamente hacia Muelle de los Bueyes y
Presilla, incorporándose una parte a la columna mientras los demás controlaban el
tramo de carretera liberada.

“Los enfrentamientos se produjeron al amanecer, en medio de una población

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hostil. La información sobre el manejo del enemigo era escasa. Se creía que
estaban atrincherados en el cuartel, pero la guardia se dislocó entre las casas,
ocupando la iglesia como punto más alto y estratégico. Dejaron que la columna se
acercara, y se observaron chispas de cigarrillos encendidos frente al altar mayor
de la iglesia. Al intentar subir el muro de la iglesia, se libró una terrible guerra de
posiciones en la que la guardia aprovechó el beneplácito de la población para
hostigar a los guerrilleros desde las casas. La gente no veía con buenos ojos a los
combatientes, y empezaron a decir que eran “los hijos del diablo”, apoyando la
acción de la guardia. Los criminales somocistas incluso enviaban a las mujeres en
quimono para que observaran e informaran de las posiciones de los guerrilleros.

“Esta situación, más el hostigamiento aéreo somocista, obligó al retiro táctico de la


columna. La guardia creyó que iban para Muelle de los Bueyes pero se
equivocaron, pues los combatientes se encaminaron hacia Santo Tomás, La
Libertad y Acoyapa, las ciudades de mayor importancia después de Juigalpa y
donde los somocistas se creían invencibles” .
54

III. Organización de la Columna Camilo José Chamorro 55

1. Dirección Política y objetivo militar 56

El Frente Nororiental se concibió como parte integral de la estructura trazada por


57

la Dirección Nacional para lograr el derrocamiento de la dictadura somocista. Una


vez conformado, asumió las misiones planteadas dentro de la estrategia
planificada, la cual consistía en la combinación de insurrecciones armadas en las
principales ciudades del país en el accionar constante de las columnas guerrilleras
que, ya con una organización militar, incidieron en el enfrentamiento con las
principales unidades de la guardia somocista y en el apoyo directo a las
actividades insurreccionales en las ciudades.

2. La unidad del FSLN. Idea y creación del Frente Carlos Roberto


Huembes
En ese sentido, el Frente suroriental se concibe desde antes de decidir su
conformación, partiendo de dos iniciativas en desarrollo. En primer lugar, la
introducción de la columna Jacinto Hernández desde el sector de San Carlos, Río
San Juan y, en segundo lugar, el trabajo desarrollado desde el interior de
Chontales, base para organizar la columna Camilo José Chamorro.

Me sorprende este testimonio por varias razones. En primer lugar, no parece el estilo de Gerardo
Bello, que en otros pasajes utiliza un lenguaje directo y sencillo, mientras éste es más político y
agitador. En segundo lugar, da a entender que la población estaba en contra de los guerrilleros,
fenómeno que sólo se presentó en La Gateada. Creo que este testimonio habrá que juntarlo con
el resto que menciona a La Gateada y bajarle el tono de una población somocista. En todo caso,
habrá que ver si efectivamente éste es una narración de Gerardo Bello o no.

Incluir un testimonio sobre quién era Camilo José Chamorro y porqué cae combatiendo en
Carazo cuando estaba prevista su integración temprana al Frente Oriental.

¿Quién escribió esta parte?

Éste es un error, pues en realidad es Frente Sur-Oriental.

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El plan original era la constitución del Frente Oriental, lo que no pudo lograrse tal
como estaba previsto, puesto que la columna Jacinto Hernández fue exterminada
por la guardia antes de llegar a Chontales.

Pese a este revés, la situación política insurreccional creciente en todo el país


permitió que la columna, a partir de un pequeño grupo de combatientes, se
conformara, en un periodo relativamente corto, en una fuerza importante y
competente para cumplir las misiones asignadas: insurreccionar la región de
Chontales y Zelaya Central , tomarse la ciudad de Juigalpa y avanzar hacia
58

Managua, lugar de convergencia de todas las columnas de combatientes.

Testimonio del Comandante Luis Carrión


59

“Dentro de la nueva estrategia se contemplaba la creación de un nuevo frente


guerrillero que se sumaría al Frente Norte Carlos Fonseca Amador, al de las
montañas nororientales del país, al del occidente y al frente sur Benjamín Zeledón.

“De conformidad con esa concepción estratégica, los frentes guerrilleros tenían
que desarrollar una campaña de envergadura creciente, conjunta, que permitiera
dispersar y desgastar a las fuerzas de la guardia somocista, a la vez que ayudar a
consolidar fuerzas más regulares, capaces de desarrollar campañas militares y
preparar las condiciones para la insurrección.

“En realidad la columna Camilo José Chamorro vino a ser la unión de los
esfuerzos del Frente Interno, que aportó los elementos de la columna, y un grupo
de 12 campesinos que, sin ninguna vinculación con el FSLN, estaban organizados
como núcleo guerrillero .
60

“Tras varios meses de trabajo de concientización y preparación del campesinado


local, estaban listos para la lucha. Podría decirse que el trabajo de la columna se
organizó, se asentó y se desarrolló con más facilidad con la ayuda de este grupo
campesino.

Testimonio del Comandante Edgard Lang

“El compañero Adolfo García Barberena presentó la iniciativa de estructurar un


frente guerrillero en la región sur de Zelaya Central, más conocido como Nueva
Guinea, propuesta que fue aprobada por la Dirección Nacional. Con sus mochilas

Creo que es necesario apegarse a la división político-administrativa del país, en la cual
oficialmente no existe Zelaya Central.

Aunque por el escrito podría deducirse que con este párrafo apenas comienza la narración del
Comandante Carrión, parece, por el estilo, que inició antes. Habría que constatarlo.

Esta apreciación del Comandante Carrión es estrictamente militar, pues considera miembros de la
columna prácticamente sólo a los combatientes importados, orgánicamente estructurados en ella,
sin darle la importancia central a los aportes de colaboradores en logística, organización e
inteligencia, y su posterior integración a la columna. Tenemos que perfilar un análisis más político
y más justo con los compañeros de la región.

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y fusiles libertarios, los combatientes del FSLN comenzaron a prepararse en abril
de 1979 y se inició el camino hacia la zona, en la que se formaría el Frente
Suroriental Jacinto Hernández. Era una columna muy especial, que llevaba como
objetivo fundamental extender la guerra de liberación a todo el país para dar un
respiro a los combatientes del Frente Interno, asediado por la guardia y la EEBI en
Managua, y dar aire al Frente Norte, que en ese momento se estaba tomando
Jinotega.

“Antes de partir hacia Nueva Guinea, todos los combatientes que participarían en
la acción nos reunimos en «Base 20», y el Estado Mayor acordó que saldrían en
61

dos partes: una guiada por Domingo, el 12 de abril, y la otra al mando de


Rosendo, el 13 del mismo mes.

“La columna de 126 compañeros salió de «La Tiricia», en la confluencia del Río
San Juan, como a tres kilómetros de El Castillo.

“Iban 27 compañeros panameños, un norteamericano, un alemán y un hondureño


entre otros internacionalistas, gente probada en el combate. Al mando de las
tropas fueron Iván Montenegro –Ernesto-, Oscar Benavides –Rosendo- y Adolfo
García –Domingo-.

“Se inicia la marcha. Pasamos varios lugares, la montaña era muy cerrada y las
lluvias muy fuertes, lo que hacía lenta y difícil la marcha, pero la moral de todos los
sandinistas era muy alta, con una gran disposición para abrir caminos que
permitieran el paso de las bestias. Tuvimos varios asedios de la guardia somocista
y dos combates fuertes con alrededor de 2.000 soldados enemigos que disponían
de recursos ilimitados más el apoyo aéreo. En el segundo combate nos dispararon
con morteros de 81 milímetros, resultando heridos los compañeros «El Mono» y
«Varguitas».

“A partir de ese momento nuestro avance fue muy difícil, tanto por la topografía del
terreno –con vegetación espesa- como por el hambre que nos acosaba a todos,
más el acoso incesante de la guardia con metralla, morteros, fusilería. Poco a
poco la guardia fue estrechando el cerco en torno al pelotón en los cerros Montiel
y Buena Vista. Por todo esto varias escuadras perdieron contacto entre sí, de
modo que hubo un momento en que pudimos zafarnos del cerco en medio de un
nutrido fuego enemigo con todo tipo de armas.

3. Trabajo de preparación y organización


Testimonio del compañero Juan del Socorro Ponce

“La preparación militar era rigurosa, lo mismo que las medidas de seguridad, pues
todos nos conocíamos sólo por pseudónimos. El entrenamiento comenzaba desde
las cinco de la mañana hasta las doce del día. Primero hacíamos ejercicios
matutinos, seguidamente nos formábamos para escuchar la información política,
Se supone que el Estado Mayor del Frente Sur Benjamín Zeledón.


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después pasábamos a desayunar y a continuación salíamos del campamento para
realizar el entrenamiento militar organizados en escuadras. Nos daban clases de
arme y desarme de todos los fusiles que teníamos –FAL, carabina M-1, Garand,
escopetas de repetición, pistolas de diverso calibre, entre otras-.

“Como parte de la organización interna del campamento, hacíamos postas en


lugares estratégicos más un posta interno que regulaba el orden y la seguridad.
Contábamos con planes de evacuación por si nos detectaba la guardia, y
sabíamos de medidas a tomar para no dejar huellas, como recoger los
desperdicios y enterrarlos.

“Previendo la posibilidad de que la guardia llegara y su superioridad numérica nos


dispersara, habíamos establecido puntos de concentración para reencontrarnos.
También teníamos claves para identificarnos, para avisar de la presencia de
aviones, etc.

4. Situación político-militar a nivel nacional


⦁ Combate de la columna Jacinto Hernández. Vincularlo con el ataque a El
Rama.

IV. Campaña militar hasta La Palma 62

⦁ Mencionar acciones de José Román González en apoyo.

V. Participación del pueblo en la insurrección sandinista 63

1. Milicias

2. Organización del Poder Popular


Testimonio de Agustín Sequeira

“Después de la toma de Santo Tomás comenzó la organización del poder civil en


los municipios . Yo participé en lo militar, y otros compañeros organizaron la
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elección de la Junta de Gobierno en Acoyapa.

“La incorporación de las milicias campesinas aceleró el crecimiento de la pequeña


columna, de forma tal que en las comunicaciones radiales la guardia somocista

Esta jerarquización del título está fuera de lugar. En realidad este testimonio debe sumarse a los
anteriores durante las narraciones referidas al propio Frente Oriental.

Lo mismo que en la nota anterior. Integrar esta parte en el cuerpo del testimonio sobre el avance
del Frente Oriental.

Revisar esto, pues según testimonio de Bello, la primera junta de gobierno municipal se organiza
en Muelle de los Bueyes.
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hablaba de mil guerrilleros y temblaban al oír la cifra. El alto grado de organización
alcanzado en el territorio liberado era impresionante. Se estructuraron dos grandes
escuelas de entrenamiento, se acondicionó una pista de aterrizaje donde una
avioneta sandinista descargaba armas, municiones y algunos combatientes. La
primera Junta Municipal de Reconstrucción se constituyó en Muelle de los Bueyes
a principios de junio de 1979 .
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3. Colaboración. Redes en retaguardia

VI. Ofensiva final


1. Comunicación del Comandante Humberto Ortega

2. Delegación del Comandante en la negociación

3. Conversación con el Comandante Henry Ruiz

4. Abastecimiento

5. Toma de Juigalpa
Testimonio de Agustín Sequeira

“Para la toma de Juigalpa nos organizamos en cuatro grupos, pues nuestros


informantes nos dijeron que había un grupo de guardias en La Tonga, otro por la
Escuela, otro en La Chompipera y otro en el Hospital, más el cuartel central, en
medio de la ciudad.

“A Pedro Arce y a mí nos mandan de guías y nos fuimos río debajo de La Tonga,
buscando el Liceo, por el Estadio. Nos metemos al restaurante La Quinta y ahí
esperamos para entrar en acción a las cuatro de la madrugada; previamente me
habían entregado un walkie-talkie.

Véase nota al pie No. 55. Parte de ese testimonio, atribuido a Bello, se repite textualmente en
este otro, atribuido a Agustín. Tenemos que dilucidar esto. Nótese, además, cómo en este último
testimonio se da la contradicción sobre dónde inició el trabajo de organización del poder popular.

Este párrafo íntegro debería pasar al subcapítulo anterior, Milicias.

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“En el otro grupo, que atacó La Chompipera, iban Gerardo Arce, Ricardo Pereira,
Tomás Maldonado ; éstos pasaron de viaje por donde estábamos nosotros; entre
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su armamento llevaban un mortero 60 milímetros para sacar a la guardia del


refugio, que quedaba en una loma. En el siguiente grupo iba el Comandante
Carrión con Popo Chamorro, Roberto Calderón y otros; éstos llevaban un RPG-2;
iban a entrar por otro lado, cayéndole a una finquita en la que no se sabía si había
o no guardias.

“Entramos por el Hospital, donde estaba una pequeña cantidad de guardias, por lo
que se armó una balacera sin importancia en la que le hicimos dos bajas efectivas
al enemigo. Al rato el otro grupo entró por el Cementerio –enfrente de La
Chompipera- y ahí capturamos a 6 o 7 guardias; ahí nos juntamos todos,
liberando la ciudad. Luego tuvimos que ir buscando los reductos de guardias que
habían quedado rezagados en su huida.

“Como yo conocía bien la ciudad, me voy con mi gente a la casa de dos pisos que
era del Dr. Valentín Zambrana, pues a media cuadra, frente al parque, estaban
escondidos unos guardias en una barricada. Entre otros, andábamos Carlos
Jarquín, Artoris, José A. Báez. Andábamos un RPG-2 creo que en manos del
monimboseño. Había otros guardias en el torreón que no nos dejaban movernos,
por lo que les lanzamos un disparo de cohete. Con el cohetazo y los disparos
agarraron fuego las municiones del cuartel, por lo que nosotros salimos a sacar a
los prisioneros que tenía la dictadura. A las tres de la tarde ya teníamos tomada la
cabecera departamental .
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“Después vinieron la organización y el interrogatorio de los guardias capturados, la


preparación de la comida de los combatientes con el apoyo de mujeres

En este grupo también iba Saúl Kiel –Renato- un panameño-nica que primero combatió en
Panamá contra el golpe de Omar Torrijos, luego fue capturado y deportado a Costa Rica, de
donde vino a asentarse a Nicaragua con su familia. Luego se integró a la lucha sandinista.

Aquí falta el testimonio sobre la puesta en fuga de los guardias que estaban en la casa de campo
que tenía el comandante Zelaya, jefe de plaza de la guardia somocista. La organización de la
milicia con sublevados espontáneos de los barrios aledaños, y las acciones militares y de presión
para evitar el saqueo de casas y comercio después de los combates (testimonio de RSPV, que
dirigió las acciones).

Aquí es importante mencionar que momentos antes de iniciar los ataques a la guarnición militar
de Juigalpa, estando en el campamento del Empalme de Lóvago, el Comandante Carrión nos
informó de los acuerdos para la paz, que incluían el alto al fuego, refugio de los guardias en las
escuelas, respeto de sus vidas, y posterior organización de fuerzas armadas con nosotros y parte
de los guardias a los que no se les hubiese demostrado crímenes. Hacer énfasis en nuestra
oposición y posterior aceptación de los términos para librar a la población de los nefastos efectos
de la guerra. También hacer notar que mientras se daban los combates en Juigalpa, escuchamos
el llamado a rendición por parte del Presidente Interino que había dejado Somoza, lo que nos lleva
a desconocer los acuerdos de paz y avanzar hacia Managua. Hay que hacer notar que nosotros
entramos a Managua en la mañana del 19 de Julio. Según mi criterio, y aunque otros digan lo
contrario, fuimos el primer frente que entró a Managua pero no nos fuimos al Búnker porque nos
quedamos en el Aeropuerto y la FAN debido a la gran cantidad de guardias que estaban en los
hangares pretendiendo irse a Guatemala en aviones. Ahí hicimos prisioneros a centenares de
guardias y tuvimos que crear la cárcel de la zona franca para meter a los que no pudieron huir con
el apoyo de la Cruz Roja Internacional.

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colaboradoras. Organizamos la vigilancia en todos los lugares, con énfasis en los
accesos por la carretera. Disponíamos, además, de un equipo médico conformado
por médicos, enfermeras, ambulancia, cirugía menor. Éramos cuatro grupos, cada
uno conformado por alrededor de 50 combatientes. En la tarde del 18 de julio
organizamos la caravana para ir a Boaco, juntarnos con el Frente Norte y avanzar
hacia Managua.

6. Reunión con las columnas del Frente Norte en Boaco

7. Toma del Aeropuerto Internacional


Testimonio de Agustín Sequeira

“Se dio la orden de avanzar hacia Managua y controlar el Aeropuerto, donde se


encontraban centenares de guardias en los hangares de la FAN. Entonces me
mandaron con un pelotón para buscar la rendición, pero se armó una balacera .
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Antes de montarse a los camiones protegidos por la Cruz Roja Internacional, los
guardias nos volaban balas, quebraban los fusiles a vista y paciencia nuestra, por
lo que me acerqué a los representantes de la CRI y les dije que si no cerraban los
camiones los íbamos a volar.

“A continuación organizamos la toma del Aeropuerto Internacional Las Mercedes,


hoy Augusto C. Sandino, la defensa circular de la FAN y la búsqueda y
desactivación de caza-bobos que habían dejado los guardias”.

Testimonio de Víctor M. Dávila

“El 17 de julio de Juigalpa nos dirigimos a Managua. La columna iba estructurada


de la siguiente manera: primero la exploración, dotada con ametralladoras
antiaéreas ; después pelotones de infantería numerados.
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“Como íbamos a combatir en caso que se necesitara, el Comandante Carrión


Hay que mencionar que se conformó una comisión de negociación con la Cruz Roja
Internacional, en la que nos representó Popo Chamorro Téfel. La Cruz Roja quería que dejáramos
ir a todos los guardias, pero nuestra posición era que no podíamos considerarlos prisioneros de
guerra sino criminales de guerra. Finalmente una parte pudo irse en camiones y la otra quedó
entrampada en los hangares. Luego de capturarlos, procedimos a organizar la salida por avión de
familiares de guardias –mujeres, niños y ancianos-. Yo dirigí esa tarea con mi pelotón (RSPV).

En realidad no eran antiaéreas sino apenas unas ametralladoras livianas a las que les decíamos
antiaéreas para moralizar a la población de Chontales, que le temía a los aviones. Sin embargo,
estas ametralladoras tenían trípodes que facilitaban el tiro antiaéreo y su cadencia de fuego era
respetable. No me acuerdo del nombre de las mismas, pero nos llegaron por avión mientras
preparábamos el ataque a Juigalpa y jugaron un buen papel en los combates pues atemorizaban
a los guardias.

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orientó que cuarenta compañeros se fueran hacia El Rama . En el Empalme de
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Boaco nos unimos a las columnas del Frente Norte para avanzar hacia Managua;
ahí mi jefe cambió y ahora era el compañero Eduardo. Íbamos en caravana, y en
el empalme San Benito nos informaron que hacía apenas unos veinte minutos
había pasado un convoy de la guardia en dirección a Sébaco, hacia la frontera
con Honduras. Nos detuvimos un poco y luego continuamos. Cuando llegamos al
aeropuerto encontramos reductos de la guardia. Luego nos organizamos por
escuadras y ubicamos lugares para descansar y dormir”.


Creo que entre la gente que se quedó en El Rama estaba Miguel Guzmán, aunque no estoy
seguro. Ésta fue la gente que capturó un vehículo blindado de traslado de valores, y tengo
entendido que se fueron para Bluefields a apoyar la organización. Habrá que entrevistar a Miguel.

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