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Recordatorios y ejercicios de "Antifrági" Nassim

Nicholas Taleb

Ejercicios:

• Cambio percepción de fragilidad: Crea una lista con los eventos


más devastadores que has tenido en tu vida y apunta las virtudes que
has practicado y fortalecido en esas adversidades.

• Manual de fortaleza: A partir de ahora cada vez que tengas un


obstáculo en tu vida, aparte de aplicar los conceptos del libro de "El
obstáculo es el camino" visualiza lo fuerte que te va a hacer con ese
impacto. La idea aquí no es suprimir tus emociones de enfado, rabia o
dolor, sino dejarlas fluir pero siempre con un matiz interno de alegría
por el avance que harás.

• Visualización: Durante un par de semanas, al levantarte, repítete a ti


mismo que estás preparado para cualquier eventualidad. Visualiza
momentos duros (Cisnes negros) que puedan ocurrir en tu vida y
como estos si no puedne ser evitados te forjarán para seguir
adelante.

Recordatorios

Introducción: fragilidad, robustez y antifragilidad

Las cosas frágiles son aquellas que requieren tranquilidad, orden y


previsibilidad, pues bajo situaciones de caos su integridad peligra.
Opuestamente existe lo antifrágil, que aprovecha las situaciones críticas
para evolucionar: sale de ellas con mayor fuerza y capacidad. Un ejemplo
son las revoluciones que se han producido a lo largo de la historia y cuyos
frutos han sido una sociedad más avanzada y resistente.
La antifragilidad es relativa. Por ejemplo, un boxeador que esté muy fuerte
físicamente puede desmoronarse si rompe con su pareja; contrariamente,
nuestras abuelas, de complexión más débil, seguramente disponen de una
mayor fuerza emocional.

La necesidad de estresores

Los objetos inanimados en situaciones de estrés se desgastan de forma


totalmente irreparable, pero los organismos vivos y los sistemas
complejos, si superan un momento crítico, se vuelven más resistentes y
mejoran de cara al futuro.

Nuestro mundo moderno, estructurado y facilitador de todo, hace que


muchos aspectos de nuestra vida quedan adormecidos porque no nos
encontramos ante la necesidad de resolverlos, pues ya hay alguien o algo
que lo puede hacer por nosotros.

Principales causantes de fragilidad:

• Opacidad causal: relacionar directamente sucesos con sus causas


más lógicas con base en situaciones anteriores similares. El problema
es que la lógica excluye los matices, de los cuales se compone la
realidad. No siempre es posible llegar a la verdad a través del
razonamiento lógico, hay que experimentar.

• Hay quienes no comprenden la necesidad de estresores en todos


los ámbitos; algunos pueden entender una idea en un ámbito pero no
en otro. Recuerda el caso de Ron Paul, el candidato a la presidencia
de EEUU criticado por su propuesta de abolición de la Reserva
Federal.
• Falsa ilusión de estabilidad. Pequeños y regulares episodios de
incertidumbre son necesarios para una verdadera estabilidad del
sistema. Recuerda el ejemplo de los pequeños incendios forestales,
necesarios para regular de forma natural los restos inflamables que
podrían causar incendios peores.

• No solemos pensar que el éxito, ya sea un logro a nivel de


innovación, ya sea económico, sea fruto de una “sobrecompensación”
por haber superado unos estresores determinados.

• Según la mitología griega Procusto, un posadero, cortaba las


extremidades de sus huéspedes más altos y estiraba las de los más
bajos para que todos cupieran perfectamente en las camas. Como
sociedad moderna estamos actuando como Procusto: evitando
estresores nos estamos volviendo más débiles.

¿Cómo funciona la antifragilidad?

Son las situaciones críticas las que crean la necesidad de actuar. La


energía invertida en estos casos suele brotar en exceso: se soluciona el
problema y además se innova. La sobre-reacción ante la adversidad es lo
que realmente favorece al progreso.

Hoy en día, cuando se necesita innovar se recurre a métodos formalizados


y academizados, a teóricos que operan desde una comodidad total, sin
asumir ningún riesgo real. La creatividad surge de la verdadera exposición
al peligro, de la necesidad de actuar sí o sí. Piensa en las numerosas
contribuciones en avances tecnológicos desde la Revolución Industrial de
empresarios que no tenían ningún tipo de formación.

Otro ejemplo de que sin riesgo e inestabilidad nuestro rendimiento mengua


es la automatización de los aviones, que ha facilitado en gran medida el
trabajo de los pilotos pero ha aumentado el número de accidentes a causa
del relajamiento de su atención.

La antifragilidad surge ante la necesidad de superarse, impulsada por


estresores que crean un riesgo real –recuerda que no es necesario
alarmarse ante el mínimo ruido.

Recuerda cómo actúan los medios de comunicación, con sus mensajes


catastrofistas y nuestras reacciones victimistas y acusadoras. El fallo está
en que tenemos un sistema frágil que no contempla la posibilidad de que
las peores situaciones que han sucedido hasta día de hoy se superen en
magnitud.

Es ante situaciones críticas que aprendemos sobre cómo salir de ellas y


nos volvemos más fuertes. Se puede teorizar sobre hechos pasados, pero
quizás estas teorías no sean aplicables a los sucesos del porvenir.
Recuerda el ejemplo de las catedrales europeas, construidas en un
momento histórico en el que no se poseían todas las herramientas de hoy.

La preparación a través de una educación formal es muy eficaz en algunas


áreas, pero estancarnos solo en este tipo de conocimientos y creer que de
ellos va a surgir la maestría es un error: la creatividad y la espontaneidad
naturales e ilimitadas que poseemos como seres inteligentes pueden
quedar anuladas ante las limitaciones lógicas. Para aprender y avanzar,
lo mejor es experimentar.

La antifragilidad requiere de la fragilidad


La existencia de más de un restaurante en una misma localidad hace que
algunos destaquen, es la competencia, o sea, la necesidad de espabilar, lo
que impulsa a la calidad.

En la naturaleza no existen entidades que se dediquen a prever los


posibles fallos de un sistema para garantir su inmortalidad. ¿De qué
serviría perpetrar una vida si esta tiene que estancarse en la monotonía y
dejar de aportar cosas nuevas al conjunto? La información genética pasa
de generación en generación para ser constantemente modificada y así
volverse cada vez más fuerte y eficaz.

Lo antifrágil necesita los estresores para avanzar, para mejorar la


estrategia y evitar que se ocasionen peores daños en un futuro. Si el
Titanic no se hubiera hundido, se hubieran construido barcos cada vez
más grandes y la catástrofe hubiera sido mil veces peor. Más vale dejar
que se produzcan errores a pequeña escala que intentar evitar lo
inevitable; solo así, a través del aprendizaje, realmente se pueden prevenir
futuros desastres mayores.

En el ámbito empresarial, tiene que haber empresas frágiles, dispuestas a


quebrar, para eliminar los sistemas que no funcionen y dar paso a los más
efectivos. Los constantes pequeños fracasos son necesarios. La caída de
un miembro no debe arrastrar toda una estructura.

Los empresarios arruinados y las investigaciones científicas frustradas no


se deberían ver como fracasos, sino como lecciones de cara a un futuro
con métodos más eficaces y sólidos.

Los Cisnes Negros


Recuerda el ejemplo del pavo feliz que no sabía que el día de Acción de
Gracias el carnicero lo mataría.

Recuerda qué pasó en la explosión de la nuclear de Fukushima.

No pensamos que los “peores escenarios” se pueden superar, vivimos


preparados para ellos pero no para casos de más magnitud.

La estabilidad no existe. Los autónomos asumen más riesgos que los


asalariados; por esto les es más difícil fracasar, pues su capacidad para
mantenerse a flote se debe a la constante necesidad de innovación. Un
trabajador con un sueldo fijo vive en una falsa ilusión de estabilidad que se
va a terminar el día que lo despidan. En realidad el riesgo es mayor,
aunque esté oculto.

Lograr la antifragilidad: el método de la haltera

Cómo controlar la incertidumbre o ser más robustos ante los Cisnes


Negros:

• Reducir la fragilidad. Reducir la exposición a los Cisnes Negros. En


caso de que se produzca uno, dejemos a nuestra antifragilidad natural
actuar. Recuerda el lento pero robusto avance de la economía
durante la Revolución Industrial (del 1%).

• “Prepárate para lo peor, porque lo mejor se encarga de sí


mismo”. Prepárate para los Cisnes Negros, no para los pequeños
percances.

• Opciones. Hay que saber escoger la que nos aporte una cantidad
muy superior de beneficios en comparación con los riesgos que
pueda conllevar. A mayor incertidumbre, mayor valor de la opción. En
realidad se trata simplemente de obrar con sentido común.

o En el mercado inmobiliario bajan los alquileres: nos cambiamos


de piso y pagamos menos.

Piensa en los inversores de capital riesgo que participan en la


“investigación blue sky”.

Ejemplo del alquiler con contrato indefinido; opciones:

Los causantes de la fragilidad: la falsa eficiencia, el tamaño y la


fragilidad

Principales causas de la fragilidad de los sistemas:

• Creer en la eficiencia. El funcionamiento eficiente de las cosas en


circunstancias normales no garantiza que ante un Cisne Negro todo
vaya a funcionar de la misma forma, perfectamente. Es demasiado
arriesgado.

• No controlar el tamaño. Contra más tamaño, más fragilidad.


Recuerda qué le pasó en 2008 al banco París Société Générale, una
superestructura que tuvo importantes efectos a gran escala.

Si un proyecto grande es indivisible, es más peligroso que si se puede


dividir en pequeñas partes.

En la actualidad, los Cisnes Negros afectan cada vez a mayor escala por
la interdependencia que ha generado la globalización.

Menos es más
En ocasiones en las que se carece de tiempo, conocimientos y capacidad
de cálculo, la sencillez puede ser la mejor aliada. Es fundamental
centrarse exclusivamente en la exposición a los Cisnes Negros por su
repercusión.

Piensa en la actual tendencia hacia la proporción “99-1”: la variación de


tan solo el 1% de los sistemas puede aumentar su antifragilidad en un
99%.

“Cuántas cosas hay que ignorar para actuar” (Paul Valéry).

Conclusión

• Lo único que podemos hacer ante los efectos devastadores de un


posible Cisne Negro negativo es estar preparados: tomemos
responsabilidad y antifragilicemos nuestros sistemas.

• Planteémonos también las cosas desde un punto de vista ético: no


pensemos solo en nuestro propio beneficio si este va en detrimento
de terceros.

• No obviemos nuestras capacidades e inteligencias naturales por


escuchar las palabras de los expertos. De la práctica sale la teoría, y
no al revés.

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