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Nombre: Antonio Montes

Trabajo final seminario.

Profesor: Rodrigo Karmy.

Año: 2018

Universidad de Chile, Facultad de filosofía y Humanidades.


“¿Estamos seguros de que no permanecemos todavía en el terreno nietzscheano de la
potencia?”

Nietzsche nos ha acostumbrado a pensar la potencia desde la óptica de su actividad (¿?), la


famosa formula “todo se reduce al hacer” es la que nos ha enseñado a no culparnos. En la
medida que entendemos que las fuerzas que actúen en el mundo no remiten a ninguna
capacidad centralizante que tendría eventualmente la capacidad de elegir sobre si hacer o no la
acción. Las potencias en las que piensa Nietzsche no refieren a centro alguno, pues sus fuerzas
se definen por estar en relación1.

Así es como hemos tomado la costumbre de “pensar la voluntad de potencia solo en el modo
de la potencia activa. Pero la potencia es ante todo potencia pasiva, pasividad o
pasión.”(Agamben, 2007)2

En este pequeño ensayo intentare mostrar cómo algunos pensadores han llegado a plantear el
problema de la potencia pasiva y su vez mencionare un par consecuencias que se siguen de él.

Aristóteles habiéndose percatado de la existencia de este tipo de potencia decide plantear el


problema en los siguientes términos: Si pensar o ver algo constituye la actividad de pensar o
ver ¿Cómo podemos –como hacemos- decir que algo puede pensar o tiene visión cuando no
está viendo o pensando? 3 El problema original de la potencia se enuncia en la pregunta “¿en
qué modo existe algo así como una facultad?”(Agamben, 2007, p.354).

Para responder esta pregunta , primero se deben distinguir dos maneras en las que se dice que
algo es potente de o que tiene la facultad de : en primer lugar en un sentido genérico, cuando
se dice que un niño puede llegar a ser presidente o biólogo marino; en segundo lugar se dice
que la potencia o facultad de hacer algo es una cierta privación(steresis) tenida(hexis), algo que
atestigua la presencia de lo que falta en acto , en este sentido es que se dice que el citarista
puede tocar la citara, la explicación : hecho de tener su privación , es decir el hecho de poder-
no tocar la citara.

1 “la fuerza ya no tiene centro precisamente porque es inseparable de su relación con otras fuerzas
(Deleuze, 2006, p.192).
2 Ya Aristóteles pensaba en este amplio campo al declarar la existencia de: “potencias, ya de hacer o
padecer algo”. 1046ª16(Aristóteles, Metafísica, 2001, p.365).
3 “¿es que uno va a dejar de poseer el arte cuando cesa de ejercerlo, pero va a ser capaz de edificar, otra
vez, inmediatamente después?”(1047ª3-4, Aristóteles, Metafisica, 2001, p.369).
Para Aristóteles es importantísimo fundamentar la realidad de estas presencias privativas, pues
sin ellas nada sería posible: “si lo que esta privado de potencia fuera incapaz, lo que no se ha
generado no podría nunca generarse" ,a su vez es un dato que algo se ha generado alguna vez,
por lo que se establece que hay efectivamente “un modo de ser de la potencia, que existe en la
forma de la hexis, del señorío sobre una privación”. De este modo Aristóteles ya va
componiendo la definición de una cosa capaz: “una cosa es capaz por tener cierta posesión o
principio, y también por tener la privación del mismo, si es que es posible tener una
privación4”1019b8-10(Aristóteles, Metafísica, 2001, p.235-236).

Esta privación o potencia de-no es como explica Agamben- fundamentalmente una”potencia


para la tiniebla” donde por ejemplo el capaz de visión que no está viendo, será auto afectado
por su misma impotencia de ver, en palabras de este filosofo: “así la percepción no es aquí
pasión de nada, de un ser sin forma, sino que es la percepción de la misma amorfía:
autoafeccion de la potencia. Entre el padecer algo y el padecer nada, esta la pasión de la propia
pasividad.”(Agamben, 2007, p.462). La explicación de Aristóteles expone mejor aun esta idea:
“Dado que sentir con la vista significa ver, y lo que se ve es el color más que lo que tiene el
color, entonces si lo que vemos es aquí al vidente mismo, es necesario que el principio del ver
tenga a su vez color. Es claro entonces, que sentir con la vista tiene más de un significado,
porque aun cuando no vemos, distinguimos sin embargo con la vista las tiniebla de la luz.
Entonces, el principio de la visión es de algún modo coloreado.”(425b17-25, Aristoteles, De
anima, 2003).

Este principio de la visión “diáfano” explica porque es posible ver el color. Si lo diáfano esta en
acto en la luz se puede ver el color, cuando en cambio lo diáfano está en la oscuridad (en
potencia) se puede recibir la potencialidad misma o “tener” la potencia de ver. Esta
potencialidad, este poder-no ver (que se tiene) que define la facultad de ver es lo que
Aristóteles llama impotencia, que es algo muy distinto a un simple no poder. Que es esta
impotencia según nuestro filosofo: “La impotencia, es la privación contraria a tal potencia, de
modo que toda potencia es contraria a una impotencia para lo mismo y respecto de lo
mismo.”(Aristoteles, Metafisica, 2001,1046ª30, p.365), de este modo cada potencia será
también potencia de no. Esta según Agamben es la “ambivalencia especifica de toda potencia
humana”, que se mantiene en su estructura original en relación con su propia privación.

Esta relación dice Agamben “constituye para Aristóteles la esencia de la potencia. El viviente
que existe en el modo de la potencia, puede la propia impotencia, y solo en este modo posee
la propia impotencia. Puede ser y hacer, porque se mantiene en relación con el propio no-ser y
no-hacer. En la potencia, la sensación es constitutivamente anestesia; el pensamiento, no-
pensamiento; la obra, inoperosidad.”(Agamben, 2007, p.361).

Este problema de la potencia, cuyos términos ya hemos establecido tiene la particularidad de


no poder ser referido al problema del sujeto, nuevamente citamos el texto de Agamben: “…es
decisivo que para Aristóteles, la potencia en cuanto se determina como hexis de una privación,
como potencia de no-hacer y de no-ser, no puede ser asignada a un sujeto como un derecho o
una propiedad. En el diccionario filosófico contenido en el libro Delta de la Metafísica (1022b7-
10), se lee que la hexis es una relación entre quien tiene y lo que es tenido, entonces “es

4 Queda pendiente saber cómo es posible tener una privación.


imposible tener una hexis porque se llegaría al infinito, si es que fuese posible tener el habito
de lo que se tiene.”(Agamben, 2007).

Teniendo en cuenta lo expuesto, si es que esta potencia no habita en un sujeto ni como


derecho ni como propiedad, ¿Qué pasara con esta potencia de no al pasar la potencia que
corresponde a esta impotencia al acto? La respuesta que Aristóteles da a esta pregunta
constituye –según Agamben- pese a su drástica brevedad, una de las muestras más
extraordinarias de su genio filosófico, y sin embargo permanece sin ser escuchada en la
tradición filosófica. He aquí la respuesta: “Es potente aquel para el que, si sucede el acto del
que es dicho que tiene la potencia, nada tendrá de impotente.”(1047ª24-25, Aristoteles,
Metafisica citado en Agamben, 2007, p.265).

En contra de la tradición y con la ayuda de un texto que encontró en el “De interpretatione” de


Aristóteles el filosofo italiano logra ver algo más que una simple tautología en el texto recién
citado, destacando que en el plano de la potencia, negación y afirmación no se excluyen. 5
Entonces el hecho de que al pasar al acto nada tenga de impotente no puede significar que no
pueda esta potencia de no.6”Que no tenga nada de impotente, significara entonces que podrá-
no no pasar al acto. De este modo podemos saber cómo en el pasar de la potencia al acto no
se anula la potencia, sino que se conserva como tal, en la forma de potencia de no.

Con esta manera de entender el concepto se logra comprender un pasaje difícil del De Anima:
“Sufrir (padecer) no es un término simple sino que, por una parte, es una cierta destrucción
por obra del contrario, y por la otra es más bien la conservación de lo que está en potencia en
lo que está en acto y es parecido a él, del mismo modo que la potencia con respecto al acto. En
efecto, quien posee la ciencia se vuelve contemplante en acto, y esto no es una alteración
(devenir otro7), porque hay don a sí mismo y al acto.”(Aristóteles De anima, citado en
Agamben, 2007, p.367-368). En fin, se muestra que el pasar al acto de la potencia es una
conservación y un perfeccionamiento, cosa que permite comprender al pensamiento y al poder
de conocer.

Como último punto, no todas las potencias son iguales, la facultad racional difiere de la
facultad sensitiva usada en los ejemplos8, en esto seguiremos a Averroes. Según su
metodología antes de conocer la sustancia del intelecto debemos conocer sus acciones, y si es
acción o recepción o ambas. Invocamos para empezar y dar continuidad a nuestra exposición el
siguiente texto que nos permite conectar con nuestro problema anterior a través del contraste
de la facultad de sentir con la de pensar: “Digamos pues, que si concebir por el intelecto es
como sentir, será afectado de algún modo por el inteligible o algo semejante.”(429ª13-15,
Aristoteles, De anima).

El intelecto solo es “como sentir”, pues a diferencia de sentir que es una potencia
absolutamente pasiva que cuando recibe los sensibles cambia y es afectada por ellos. El hecho
de que cambie es posible solo por tratarse de una potencia del cuerpo, el intelecto por el

5 “…porque lo que es potente no está siempre en acto, también la negación le pertenece.”(21b14-16,


Aristóteles, Metafisica, 2001).
6 Tal como en el caso anterior donde impotencia no se trataba de no poder.
7 Como en el caso del niño que deviene citarista o biólogo marino.
8 Y es justamente esta la que distingue a los hombres de los animales.
contrario, no cambia al recibir los inteligibles pues no es una potencia corporal. Entonces dirá
Aristóteles en el De Anima 429ª15-18: “es necesario que no sea pasivo, sino que reciba la
forma y sea en potencia como aquello, sin serlo.” 9

El intelecto10tiene según Aristóteles en potencia la forma de lo que recibe, sobre esta


receptividad solo tiene el que recibe la forma que aprehende.”(Averroes, 2003, p.16). Se dibuja
al intelecto como una receptividad pura. Otro requisito será hecho notar: “Es necesario, pues si
piensa todas las cosas que “no sea mezclado” como dice Anaxagoras, para que mande o sea,
para que conozca. Porque si en el apareciera algo, lo que aparezca impedirá lo extraño, ya que
es otra cosa.”(429ª18-19, Aristóteles, De Anima). En otras palabras es necesario para el
intelecto que no esté mezclado, pues si lo estuviera no podría recibir formas ajenas y seria un
cuerpo o una potencia del cuerpo.11

A diferencia de los cuerpos, el intelecto “puede ser considerado antes de la


aprehensión.”(Averroes, 2003, p.17) porque existe fuera del alma. Las formas de las cosas
están en acto fuera del alma y mueven al alma racional en cuanto las aprehende. Existe aún
una facultad que se sitúa entre los inteligibles y la intelección: la imaginación. El alma considera
las entidades que están en la facultad imaginativa, así el intelecto material impersonal 12
actualiza su unicidad a través de la imaginación en la multiplicidad de los hombres. (Karmy,
2007, p.210). Así pues, la imaginación será el motor que opera la conjunción del pensamiento
en general13 y un pensamiento. ¿Cómo? , “separando los inteligibles de la materia y
haciéndolos inteligibles en acto después de haber sido inteligibles solo en potencia”. (Karmy,
2007)

De este modo el intelecto será pasivo en cuanto que los inteligibles lo mueven y será activo en
cuanto que son movidos por él en la imaginación. Y ninguna de estas dos potencias es
generable ni corruptible. Este pensamiento según Averroes se funda en dos proposiciones: que
esta sustancia recibe todas las formas materiales y que todo lo que recibe algo es necesario
que este despojado de la naturaleza de lo que recibe (y que su sustancia no sea la de lo
recibido). (Averroes, 2003).

En este mismo intento decimos que el sentido que recibe el color debe carecer de color y
referir a sí mismo en la oscuridad, igualmente el sentido que recibe sonido carecerá de sonido;
el intelecto será como lo diáfano, el intelecto agente que entiende los inteligibles en acto será
como la luz y los inteligibles mismos serán como el color. En fin, “su naturaleza será la de la
posibilidad”. (Averroes, 2003).

Una posibilidad simple, separada, ingenerable, incorruptible y común a todos los hombres , a
los que se llama infantes por estar fuera de todo pensamiento y su vez ser los que mantienen
una relación con el.”(Karmy, 2007, p.207) La interpretación averroísta del intelecto aristotélico
afirma la existencia de esta incoincidencia constitutiva entre hombre y pensamiento haciendo

9 “el intelecto es una potencia pasiva” (Averroes, 2003).


10Material o pasivo.
11 La razón que da Averroes es porque los cuerpos y las potencias del cuerpo tienen formas propias que
les impide recibir una forma ajena.
12 Único, separado de los hombres y a la vez común a todos ellos.
13 Eterno y siempre en acto.
imposible algo así como una persona o un sujeto (“se pone en tela de juicio la idea de que el
pensamiento tiene la forma de una conciencia individual”.(Karmy,2007,p.209)

Las consecuencias del averroísmo aristotélico ha sido bien vista por el filosofo Tomas que dice
que para esta doctrina: “la voluntad no estaría en el hombre particular sino en el intelecto
separado. Y así este hombre particular no sería señor de sus actos y ninguno de sus actos seria
loable o repudiable. Lo cual implica despedazar los principios de la filosofía moral.” Y “si el
intelecto fuera uno para todos, se seguiría necesariamente que habrá uno que entendería y
consecuentemente, uno solo que desearía, y uno solo utilizaría a favor de su voluntad el
arbitrio de todas las facultades del alma y de las partes del cuerpo por las cuales los hombres
se diferencian entre ellos. Y de estos últimos se seguiría que no habría ninguna diferencia entre
los hombre en cuanto a la libre elección de la voluntad sino que la voluntad seria la misma para
todos, si es que el intelecto es uno e indiviso para todos.”(Citado en Karmy, 2007, p.216).

Esta voluntad a pesar de ser solo una es multiplicidad cristalizada a través de la imaginación, su
nombre es voluntad de poder. Como bien dice Tomas el hombre no sería señor de sus actos, ni
tampoco libre, pues su verdadera libertad es la potencia: “será auténticamente libre en este
sentido, no quien pueda simplemente cumplir este o aquel acto ni quien simplemente pueda
no cumplirlo, sino quien manteniéndose en relación con la privación pueda la propia
impotencia.”(Agamben, 2007, p.361).

Es con esta larga vuelta que las fuerzas enjuiciadores de la moral quedan desactivadas, ya no
con la argumentación de la no centralización de las fuerzas como en Nietzsche y sus potencias
activas, sino a la manera de Aristóteles y Averroes a través de la pasividad. Aunque Agamben
piensa en el fondo que esta también era la manera de Nietzsche: “¿Estamos seguros de que no
permanecemos todavía dentro del pensamiento nietzscheano de la potencia? Estamos
acostumbrados a pensar en la voluntad de potencia solo en el modo de la potencia activa. Pero
la potencia es ante todo potencia pasiva, pasividad o pasión. En el eterno retorno, Nietzsche ha
intentado pensar la coincidencia de estas dos potencias, la voluntad de poder como pasión que
se padece a sí misma.”(Agmaben, 2007, p.435)
Bibliografía:

Agamben,G. La potencia del pensamiento, Adriana Hidalgo, 2007.

Aristóteles .De anima, Colihue, 2003; Metafísica, Gredos, 2001.

Averroes. Gran comentario al libro sobre el alma de Aristoteles, 2003.

Deleuze, G. La imagen tiempo, Paidos, 2006.

Karmy, R. La potencia de Averroes, 2007.

Nietzsche, F. Genealogía de la moral, Gredos.

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