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Jer 21,1-10. SU REDACCIÓN Y FUNCIÓN. Damián Correa.

Siendo claros los elementos de fractura en la profecía de Jer 20,1-10, propondremos un breve
cuadro histórico-narrativo del asedio de Jerusalén (590-589 a.C.) a fin de fundamentar la
nuestra concepción del trabajo redaccional. Luego, evidenciadas las referencias a Ex y Dt
podremos observar cómo el redactor las utiliza para sustentar una opción religioso-política en
un contexto polémico.
Cuadro histórico-narrativo de la caída de Jerusalén. (posibilidad de profecía en Jer 20,1-10)
Sedeciás, rey de Judá, después de reinar nueve años como vasallo de los babilonios (598-589
a.C.) decidió rebelarse. La respuesta caldea no se hizo esperar. Los niveles de destrucción en
Laquis (estrato II) son claros y permiten hacerse una idea del impacto en la región. Aún
Jerusalén sufrió el ataque babilonio. Ante este peligro muchos recurren a la ayuda extranjera.
Una carta del rey de Eqron da cuenta de la confianza que depositaban pequeños reyes de la
región en el faraón egipcio ante el peligro caldeo. Sin embargo, esta confianza no fue suficiente,
la ayuda egipcia no llegó1. Este breve resumen arqueológico nos permite hablar de una cierta
fiabilidad histórica de la profecía de Jer 37,1-10. A este respecto cabe preguntarse si sucede lo
mismo con la profecía de Jer 21,1-11.
Si bien la duración del asedio (un año y medio según Jer 52,4-6) permitiría pensar en una doble
consulta a Jeremías (Jer 21,1-10 y 37,1-10), parece extraño que después de una respuesta
negativa se insista con este profeta. Más aún ¿podría un rey, después que viene profetizada una
catástrofe, querer consultar de nuevo al profeta? En este sentido, una vez que parece segura la
escena de Jer 37,1-10 queda poco margen para sostener la veracidad de Jer 21,1-11.
Pasajes paralelos de este asedio (39,1-10; 52,4-16//2Re 25,1-12) nos indican que la caída de
Jerusalén sucedió por una brecha (Jer 39,2 dice explícitamente que fue abierta por el enemigo,
Jer 54,6-7 en cambio se muestra ambiguo). Asimismo, los eventos que siguen a la invasión (el
fallido intento de fuga de Sedecías, su captura y el ajusticiamiento por la espada de su sequito
y sus hijos) son registrados (39,6; 52,10) armónicamente. Si comparamos estos eventos con la
profecía de Jeremías en 34,1-5 podemos observar una gran correspondencia. Sin negar la
posibilidad ontológica de la profecía, es preciso señalar que la labor del redactor se hace de tal
manera de dar al lector la certeza que el profeta ha previsto en detalle el futuro.
Bajo estos presupuestos podemos suponer una sola delegación dirigida al profeta para consultar
sobre la asistencia egipcia. La respuesta del profeta en Jer 37,1-10, es puede ser compartida por
quienes estiman que la solución militar no es sostenible. Sin embargo, los eventos de Jer 34,1-
5 escapan a toda previsión política. La labor del redactor coloca aquí las palabras proféticas; y
el lector gracias a los eventos relatados más adelante comprobará la verdad de la profecía. En
la profecía de Jer 20,7-10, el redactor, también parece obrara del mismo modo anticipando los
eventos finales con palabras proféticas.
El trabajo del redactor en Jer 20,1-10, podría comenzar con el conocimiento de ciertos datos
seguros: el asedio caldeo, la visita de la delegación al profeta, la deportación de Sedecías, y la

1
cf., M. LIVERANI, Más allá de la Biblia. Historia antigua de Israel (Barcelona, 2005) 219-230
caída del Jerusalén. Un último trabajo de redacción podría situarse después de la LXX. En
efecto, la expresión ‫ ְְּּּו מֶ לְֶך־בָּ בֶ ל נְּ בּוכ ְַּד ֶראצַ ר בְּ יַד‬en Jer 21,7 no se encuentra en la LXX. Este caso
no es el único, el nombre propio del rey de Babilonia está ausente también en el v.2, y de forma
similar su investidura en el v.4. Parece más probable buscar explicar este fenómeno suponiendo
una vorlage más breve de la LXX. Las incorporaciones del TM estarían en orden de dar un
marco histórico a la profecía.
Trabajo de redacción en Jer 21, 1-10.
Luego de la exposición de pretensión histórica, se presentan las palabras del rey por medio del
enviado. El redactor puede conocer fácilmente la situación de la ciudad bajo asedio. Por lo
general, el asedio de una ciudad tiene como efecto inmediato el hambre del pueblo (2Re 6,25,
Jer 52,6//2Re 25,3). Sin desconocer que la peste y la espada existen en un asedio, podemos
pensar que la mención de esta serie es una expresión fija2 de fuerte acento apocalíptico.
Las maravillas de YHWH, ‫נִ פְּ לָּאֹ ת‬, son recordadas como intervención liberadora de Dios (Jue
6,13; 1Cro 16,9.12.24; Neh 9,17; Mic 7,15). El uso de este término, antes y después de las
plagas de Egipto (Ex 3,20; 15,11) nos permite precisar su empleo. Las ‫ נִ פְּ לָּאֹ ת‬hacen referencia
a las 10 plagas. Este término puesto en boca del enviado Pasjur, es un término buscado, es decir,
es único en Jeremías. El redactor quiere que el lector implícito asocie a Jeremías con Moisés
(mediante las palabras de Pasjur) y que YHWH muestre su favor liberando el pueblo. Sin
embargo, un rey que confía en la intervención divina y sus maravillas, se contrapone a la
presentación que hace Jer 39, 1-10, en donde espera el apoyo de Egipto. En este sentido,
insistimos que Jer 20,1-10 no es una respuesta al rey (como sí lo puede ser Jer 37,1-10).
La respuesta del profeta se trasmite con las palabras de YHWH: ‫ע נְּ טּויָּה בְּ יָּד‬
ְַּ ‫( ֲחזָּקָּ ה ּובִ זְּרֹו‬Jer
21,5). Esta expresión era bastante conocida por pueblo. Presente en el decálogo (Dt 5,15) y
repetida cada año por los labios del sacerdote en la fiesta de los frutos y diezmos (Dt 26,8)
recuerda la intervención de YHWH en contra de Egipto. El uso que hace el redactor es
claramente intencional. Si tenemos en cuenta que Jer 32,21 celebra esta memoria, podemos
advertir que aquí se altera voluntariamente el orden de la expresión. Jer 21,5 no presenta el
orden esperado, sino que modifica la expresión intercambiando los adjetivos de los dos
sustantivos (1, 4, 3, 2). Esta alteración de orden podría ser casual, sin embargo, el uso en de ‫יד‬
+ ‫ נטה‬en Jer implica el castigo del pueblo (6,12; 15,6; también de Babilonia 51,25)
La expresión ‫ֵּיתי‬ ִ ‫ת־יֹושבֵּ י וְּ הִ כ‬
ְּ ֶ‫ ָּימֻתּו גָּדֹול בֶ רֶבְּ ד וְּ אֶ ת־הַ בְּ הֵּ מָּ ה וְּ אֶ ת־הָּ אָּ דָּ ם הַ ז ֹאת הָּ עִ יר א‬de Jer 21,6
alude a Ex. En conjunto señalan diversas plagas con las cuales YHWH castigo a Egipto por
medio de Moisés. Tanto el granizo (séptima plaga en Ex 9,25), como el ángel exterminador
(decima plaga en Ex 12,12 y Nm 8,17), castigaron a hombres y bestias de Egipto. Asimismo,
la peste: ‫דֶ בֶ ר‬, se puede contar entre estas plagas (quinta) (Ex 9,3). Por último, la expresión ‫ּובאַ ף‬ ְְּּ
‫( ּובְּ קֶ צֶ ף ּובְּ חֵּ מָּ ה‬Jer 21,5) se encuentra en Dt (9,19; 29,27) y manifiesta el estado de indignación
de YHWH contra su pueblo rebelde.
En la primera parte de la profecía, la embajada es presentada en línea con el partido “solo
YHWH”, es decir, espera que sea YHWH quien manifieste sus maravillas y los libere del

2
Jer x15 (14,12; 21,7.9; 24,10; 27,8; 27,13; 29, 17-18; 32,24.36; 34,17; 38,2; 42,17.22; 44,13), Eze x7; 1-2Cro x2
asedio. El redactor ha recreado diversamente la situación con el propósito de realizar un cambio
en el actuar de YHWH. De esta manera, la petición del rey le da la posibilidad de referirse al
accionar de Dios no ya a favor de su pueblo, sino en castigo de su pueblo. No hay que resistir
esperando en YHWH, el asedio es un castigo de YHWH.
La segunda parte de la profecía (Jer 21,7-10) no es tan precisa como 34,1-5. Como ya lo hemos
indicado, la incorporación de la serie peste, hambre y espada en vv.7.9 trasporta al lector a la
descripción de una escena apocalíptica. Si bien, podría haberse corregido el error de incluir a
Sedecías entre los castigados por la espada, el redactor parece más interesado en indicar el
carácter catastrófico del peligro. Una vez más, no es una respuesta a Sedecías.
El empleo de la fórmula ‫עלֵּיהֶ ם ל ֹא־יָּחּוס‬
ֲ ‫ יְּ ַרחֵּ ם וְּ ל ֹא יַחְּ מֹ ל וְּ ל ֹא‬en Jer 21,7 se encuentra en 13,14.
Sin embargo, allí el sujeto gramatical es YHWH. A este punto, puede resultar lógico pensar que
el redactor quiere afirmar que el rey de Babilonia está por ejecutar el castigo de YHWH.
En el v.8 encontramos una referencia del Dt 30,15.19: ‫וְּ אֶ ת־דֶ ֶרְך הַ חַ יִ ים אֶ ת־דֶ ֶרְך לִ פְּ נֵּיכֶם נֹ תֵּ ן הִ נְּ נִ י‬
‫הַ מָּ וֶת‬. Esta fórmula culmina el discurso de renovación de la alianza en Moab (Dt 29-30). La
expresión parece estar dirigida a la generación de Moab, sin embargo, el texto adquiere otra
dimensión cuando se comprueba que los padres que tomaron posesión de la tierra es esta misma
generación (30,5). En síntesis, la renovación de la alianza no estaba dirigida a la generación de
Moab sino a cada generación: ¡hoy debéis elegir, pongo la vida y la muerte ante vosotros! Es
difícil saber si el redactor de Jer 20,1-10, eligió incorporar esta expresión como un llamado a la
conversión. Como un llamado a renovar la alianza. Si así lo fuese, estaría usada en el mismo
sentido formal de Dt. Sin embargo, su uso material sería totalmente diverso. La adhesión del
pueblo a la YHWH y a la ley, no debe interpretarse como una acción militar (como se presenta
para la generación de Moab en el libro de Josué).
Conclusión:
El redactor dispone elementos estratégicos para afirmar que la adhesión a YHWH no implica
una resistencia activa por parte de su pueblo. Habiendo censurado a los que buscan un auxilio
extranjero para rechazar el asedio (37,1-10) ahora se dirige a los que esperan en una acción
divina, a los que recuerdan las maravillas hechas la mano y el brazo de YHWH. El redactor
refuta esta esperanza con referencias al Ex, ahora la acción de YHWH se dirige contra su
pueblo. No se puede escapar del castigo divino, el mismo rey de Babilonia actúa en su nombre
para dar cumplimiento a los anuncios apocalípticos de Jeremías: hambre, peste y espada.
El pueblo, no debe esperar en tal intervención divina, no debe esperar que YHWH combata por
su pueblo y derrote a sus enemigos. Tampoco debe recurrir a alianzas extranjeras. Debe deponer
su actitud y entregarse en manos del rey de Babilonia. Esta acción no se debe interpretar como
una renuncia a YHWH. En Jer la elección de la vida, la adhesión a YHWH significa deponer
las armas.
Con estos elementos señalados, podemos suponer que la composición del texto, antes de la
LXX, corresponde a un escriba partidario de una política menos integrista. No es una respuesta
a Sedecías, sino a otro partido político que sostiene la tesis de que YHWH combatirá por su
pueblo. Siendo entonces, fundamentalmente una respuesta al debate religioso-político, se
debería buscar una época posterior a deportación de Sedecías como fondo de nuestro texto. La
Situación que presenta Jer 52,12-14, más de ocho años después de la deportación de Sedecías,
puede ofrecer un fondo a este debate. Asimismo, se podría en otra situación crítica posterior
(después de la muerte de Godolías o la época de dominación seléucida).

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