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Introducción.
1
Ponencia
dictada
el
22
de
noviembre
de
2016,
durante
el
coloquio
Todos
los
mundos
posibles:
series
1
Unidos de América y Canadá; un segundo suceso importante, es que en 1990
se privatiza la televisión mexicana, lo que obligó a reorganizar los canales
estatales en comerciales, así quedaron: Canal 22, Canal 11, Canal 8
(Monterrey), Canal 2 (Chihuahua), Canal 13 y Televisa. El último Hecho de ese
lustro, es que en 1995 se inaugura el Centro Nacional de las Artes en el que se
estimularía el desarrollo cultural a través de sus diferentes escuelas. Con todo
esto, México se reincorporaba a las dinámicas de la globalización: un proyecto
económico-industrial que favoreciera el desarrollo del país, un canal de
televisión subsidiado y controlado por el Estado y una fuente de desarrollo
cultural.
Dentro de este marco neoliberal comienza lo que Bolívar Echeverría ha
nombrado como blanquitud. Esto es parte de la lógica de la modernidad
capitalista que responde al ideal de lo humano universal, es decir, a lo
occidental; afectando en América Latina desde su política económica a partir de
la pseudo democratización de los medios y desde sus políticas de
representación que marcan comportamientos que dicen no a lo tradicional. Este
proceso de blanquitud implica para Bolívar Echeverría una forma de exclusión,
represión y negación de la otredad que viene a dislocar a la modernidad
capitalista.
Así pues, el presente trabajo tiene como objetivo estudiar la figura de
Thalía como un proceso de balnquitud, no en un sentido étnico-racial sino como
una conducta que se apega a los valores capitalistas. La blanquitud como grado
cero o utopía que representa los límites que no se pueden alcanzar dentro de
una realidad social, pero a los que sí te puedes acercar a ella desde diferentes
estrategias: culto a la abundancia, decadencia del estilo, etc. Finalmente, las tres
Marías de Thalía representan el concepto de blanquitud como formas que se
vuelven referentes en la vida cotidiana: la chica pueblerina que viaja a la capital,
o sale del basurero, y se enamora del joven apuesto, varonil y millonario, pero
que tiene que pagar un precio muy alto para lograr su felicidad.
2
De los hermanos Grimm al Imperio Azcárraga.
El cuento de los Hermanos Grimm, “La Cenicienta”, tiene como moraleja: “Hija
mía, sigue siendo siempre buena y piadosa, y el buen Dios no te abandonará
(…)”2, la joven señorita sufriría grandes castigos y humillaciones por parte de su
madrastra y hermanastras, al final el destino unirían al príncipe y a la andrajosa
con un final feliz lleno de amor. Este “argumento” ha sido explotado durante más
de cincuenta años por Televisa “la fábrica de sueños”; los cuales no podrían
lograrse si no es con ayuda de figuras que identifiquen a quien los mire. Así
como en el Cine de Oro mexicano las figuras fueron Pedro Infante y María Félix,
Televisa ocuparía a Angélica María, Verónica Castro y a Thalía. ¿Qué tienen
estas figuras para ser identificadas por el espectador? La respuesta la tiene
Umberto Eco: se convierten en un lugar, personaje o cita literaria con la que se
alcanza un discurso emotivo siempre y cuando exista una identificación con la
misma emoción conceptual del lugar.
¿De qué forma sirve Thalía para el Imperio Azcárraga? La respuesta es
su contexto o historia personal. Ariadna Thalía Sodi Miranda, nacida en el
Hospital Español ubicado en la colonia Polanco y crecida en la colonia Santa
María La Ribera, ambas colonias de clase media alta en su momento. Lo que la
hacía una persona común y corriente. Es en el año 1986 que comienza de forma
específica esta cartografía. Thalía se integra a las filas del grupo Timbiriche con
quien grabó tres discos; en el año 1987 participa en la telenovela Quinceañera,
siendo su voz una de las que musicaliza dicha producción. La chica de la Santa
María personificaba a una joven de acaudalada familia, y aquí es donde
comienza el blanqueamiento.
“(…) ahora me enciende como un sol la primavera, mis sueños se
convierten en promesas, me cambia el corazón de quinceañera (…)”3 ¿Pero qué
sueños puede tener una quinceañera? Más que un sueño, es un arquetipo
modelado para una sociedad heterosexista: “(n)unca es sujeto, en ella no reside
2
Hermanos
Grimm,
La
Cenicienta.
http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/la_cenicienta
(Última
visita
20-‐11-‐2016).
3
Guillermo
Méndez
Guiú
y
Álvaro
Dávila,
Quinceañera.
3
la opción de decidir sobre las cosas que suceden a su alrededor más que
circunstancialmente, en tanto es un arquetipo definido por la pasividad y la
obediencia, siempre alineada con el rol femenino tradicional”.4 Así lo hace ver la
artista visual Liz Misterio en su proyecto No me cuelgues tus milagritos, en el
que deja de manifiesto que el arquetipo de la quinceañera está sujeto a los
siguientes binomios: disponibilidad sexual-casta, femenina-infantil, ostentadora
de bienes-dependencia económica, agradable-trivial, princesa-ama de casa.
Bajo estos roles de la feminidad Thalía fue presentada en Televisión por Luis de
Llano, Carla Estrada y Raúl Velasco cuando le quitó lo corrientota.
4
Lizeth
Gamboa
Ortega,
“No
me
cuelgues
tus
milagritos:
Una
reflexión
sobre
los
rituales
de
la
mujer”,
en
José
Miguel
González
Casanova
Almoina
(editor),
Medios
múltiples
03,
p.
91.
5
Umberto
Eco,
Apocalípticos
e
integrados,
p.
198.
6
Estas
últimas
líneas
son
un
ejemplo
que
usa
Umberto
Eco
en
Apocalípticos
e
integrados
utilizando
a
Cesare Pavese, yo lo he usado como ejercicio para ajustarlo a la figura de Thalía.
4
María Mercedes pa’ servirle a usted, de mi familia me encargo
yo, mi madre nos abandonó, porque mi padre jamás cumplió
(…) María Mercedes la vida te premiará, tu ya lo verás, María
Mercedes tu amor te corresponderá (…) mi felicidad el dinero
no compró, pues al hombre que amo no lo tengo yo (…)7
María Mercedes pertenecía a un hogar típico de las colonias populares, entre los
habitantes de la vecindad estaban un alcohólico, una prostituta, la vecina
pinolera; pertenecía a una familia abandonada por la madre y María Mercedes
tuvo que cumplir el papel de ama de casa y se sacrificaba con tal de salvar a su
hermano de ser entambado y pagar los estudios de su hermana menor para que
se superara. La andrajosa María Mercedes vendía cahitos de lotería; un día
alguien le compraría uno y le heredaría toda su fortuna, y aquí comenzaba el
sueño de la blanquitud. Al recibir su herencia y ocupar su nuevo hogar, una
residencia de las Lomas de Chapultepec, ahí se enamoraría del sobrino del
difunto. Existían infortunios entre este Don Juan y la andrajosa María Mercedes,
pero auxiliada por sus vecinas (la pinolera, la prostituta y su hermana) cambiaría
su imagen para ser aceptada por su enamorado.
Marimar aquella costeñita que vivía en un jacal muy cercano a una hacienda de
donde ella robaba comida para llevar a su abuelos, un día se enamora de Sergio
Santibañez, pero la madrastra y el padre de éste no lo permitirían haciendo
muchas trampas para sacarla de la jugada hasta llevarla a la cárcel. Con el
tiempo y su habilidad para aprender, se relaciona con personas acaudaladas
que le enseñan lo que es la cultura, la educación y el arte de hacer dinero; lo
7
Viviana
Pimsteim,
María
Mercedes.
8
Viviana
Pimsteim,
Marimar.
5
que la llevó a dejar de ser la costeñita ingenua en una perra malvada con sed de
venganza, al fin el dinero ya lo tenía.
María Hernández una joven sin educación que vive en las orillas de un basurero
queda huérfana y el Padre Honorio le consigue protección en la mansión de
Fernando de la Vega. Una de las cosas que tuvo que soportar esta marginal
pepenadora fue enloquecer por amor. Grandes malabares tuvo que hacer María
la del Barrio para recuperar a su hijo abandonado y a un esposo machista,
celosos y obsesivo. Pero qué importa lo que uno tenga que vivir si al final el
amor heterosexista nos unirá.
Las Tres Marías son un proceso de blanquitud cronológica. Para que esto sea
posible deben ocurrir ciertos factores que Bolívar Echeverría ha detectado en la
modernidad capitalista como economicismo, el cual:
6
corresponden particularmente a la política económica. La
masa de la población nacional queda así involucrada en una
empresa histórica-económica, el Estado, cuyo contenido
central es “el fomento del enriquecimiento común” como
incremento igualitario de la suma de las fortunas privadas en
abstracto.10
10
Bolívar
Echeverría,
“Modernidad
y
capitalismo:
15
tesis
sobre
la
modernidad”,
en
Crítica
de
la
modernidad
capitalista,
p.
83.
11
Bolívar
Echeverría,
“Imágenes
de
la
blanquitud”,
en
Modernidad
y
blanquitud,
p.
62.
7
(…) seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra,
que trabaja pero sin demasiado éxito para no aplastar a su
hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que
parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la
cirugía estética, madre realizada pero no desbordada por los
pañales, buena ama de casa pero no sirvienta, cultivada pero
menos que un hombre (…)12
Este arquetipo María de Thalía se volvió el cuerpo colectivo de los años noventa,
los valores de feminidad que impusieron los medios de comunicación
sobrevaloraron la belleza, la economía y la maternidad; pues mientras
empoderaban al cuerpo femenino obligaron al cuerpo masculino a recrudecer su
masculinidad con la finalidad de ser un hombre de verdad.
12
Virginie
Despentes,
Teoría
King
Kong,
pp.
10-‐11.
8
Bibliografía.
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__________________ (1993), La Aldea Global. Transformaciones en la vida y los
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__________________ (1996), Comprender los medios de comunicación. Las
extensiones del ser humano, Barcelona, Paidós.
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