Lo interesante de todo esto, es que este episodio bíblico que hace alusión a un gobierno

idólatra mundial, cuyo espíritu ha aparecido permanentemente a lo largo de la historia de

los pueblos goyim, es aludido en la profecía del mismo profeta Daniel y en la profecía del
libro de Apocalipsis. En este último libro se habla en varias ocasiones de Babilonia, como
alusión o representación de un gobierno mundial que para los tiempos cercanos a la venida
del Mesías arrastrará a todas las naciones a la idolatría imponiendo por la fuerza sus
decretos so pena de muerte. Y al igual que la Babel antigua que persiguió a los disidentes
como Abraham, 3 y como la Babilonia de Nabucodonosor decretó la liquidación de los hebreos
de su tiempo (compare los Cap. 3 y 6 de Daniel), así mismo lo hará esta nueva Babilonia (Ap
13 y 17) LA PERLA DE LA PARASHAT DE LA SEMANA
Este gobierno apocalíptico está representado bajo dos figuras prominentes en la profecía de
No. 2
Apocalipsis, que a su vez nos brinda dos enfoques distintos de la misma institución o imperio
global: la primera bestia del Cap 13:1-10 (que recibe apoyo de una segunda bestia que le
ayuda imponer su marca sobre los rebeldes, 13:11-18) y la mujer ebria que tiene en su
frente un nombre escrito: “Babilonia la grande” (Ap 17:5) y que monta a una bestia (Ap 17:1-
13). Note que la mujer es inicialmente mostrada como “sentada sobre muchas aguas”
(17:1,3) y más adelanta se le revela a Yohanan que esas aguas representan “pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas” (17:5); lo que indica que esta Babilonia, es la
resurrección de Babel, el imperio de los goyim que ha logrado aglutinar con mentiras y falsos
milagros a una diversidad de pueblos y lenguas, anulando así, al menos temporalmente, el
decreto divino de la dispersión que originalmente el Eterno había impuesto en tiempos de
Babel. Esta Babilonia de los tiempos finales, cuyo origen y espíritu están en la Babel de SEFER BERESHIT
Nimrod, y que fue revivido por la Babilonia de Nabucodonosor descrita por el profeta Daniel, Parashat Noaj
la cual arroja una luz muy importante para entenderla, también tiene un final vergonzoso
BABEL Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
(Ap 18). Ya los rebeldes, no serán dispersos sobre la faz de la tierra, sino que serán
destruidos con la venida del Mesías, y cuando aparezca, entonces lo van a lamentar, pero ya La primera y la última rebelión universal
será tarde (Mt 24:30).
Rabbí Dr. Williams Pitter
Este resumen, presenta a grandes rasgos, los que muchos estudiosos de la profecía bíblica www.luz.academia.edu/WilliamsPitter
ven en la Babilonia del libro de Apocalipsis: el surgimiento inminente de un Nuevo Orden torainternacional.blogspot.com
Mundial, del cual hablan con un enfoque geo-político y económico grandes e influyentes www.youtube.com/ToraInternacional
líderes mundiales en los tiempos recientes. Como dato importante y al mismo tiempo www.toraejad.com
sorprendente, algunos futurólogos desde sus análisis de la sociología han postulado que wpitter@gmail.com
nuestra actual civilización avanza hacia una Nueva Edad Media, en alusión a la Edad Media
católica europea que una vez dominó al mundo con una sola voz y un pensamiento único y
que liquidó toda disidencia con hogueras, linchamientos, persecuciones, etc. Los vaticinios
de estos sociólogos sostienen que ya se están dando las condiciones para la unificación del
planeta bajo la férula de un poder despótico que utilizará las conquistas tecnológicas que
hemos logrado para homogeneizar las conductas y creencias de los ciudadanos del mundo.
(Por favor lea: La Nueva Edad Media de Umberto y colaboradores, Alianza Editorial, 1974).

Esta extraordinaria convergencia de pensamientos, entre lo que podemos interpretar de las

Escrituras y las conclusiones de estos sociólogos europeos, nos muestra que el Eterno ya está
advirtiendo al mundo sobre una catástrofe global. Y la disidencia, ya sea por motivos
religiosos o políticos, enfrentará una fiera persecución que dejará una estela de mártires e
injusticias por todo el planeta, que no serán sino una señal espantosa de los “dolores de
parto del Mesías”, la víspera de la redención.

Tal vez algunos ya se pregunten, ¿Qué países o instituciones tomarán un rol importante en
estos eventos apocalípticos? Hay solo tres, los demás son actores de reparto: el Vaticano, el
gran líder del movimiento ecuménico en alianza con los Estados Unidos, y el pueblo judío, el Shabbat 04 de jeshvan del año 5779 de la creación
cual experimentará su segundo y último cisma mesiánico. ¿Cómo podemos identificarlos en y casi 2000 años de la era mesiánica
la profecía? Espere mi próximo libro, y espero con el favor del Eterno terminarlo pronto, y en Shabbat 13 de octubre de 2017
nuestros días, y digan: Amén!! Maracaibo, Zulia
 LA PERLA DE LA PARASHAT NOAJ
BABEL Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
La primera y última rebelión universal
Rabbí Dr. Williams Pitter
La parashat Noaj contiene dos rebeliones y ambas recibieron sus respectivos castigos de
parte del Eterno. La generación del diluvio fue totalmente exterminada, a excepción de Noaj
y su familia; los rebeldes constructores de la torre de Babel no fueron exterminados sino que
recibieron como castigo la confusión de lenguas que frustró los planes de terminar de
edificar la ciudad y su torre y fueron dispersados por toda la tierra. A estos rebeldes la
tradición judía les llama “la generación de la dispersión” (Midrash Tanjumá, Parashat Noaj
18. Edición Metsudah).
Aquí tenemos dos misterios que han ocupado la reflexión rabínica por largo tiempo. El
primer misterio, tiene que ver con la naturaleza del pecado de la generación de la dispersión,
púes no es mencionado de manera explícita; y el segundo, con la naturaleza del castigo que
recibieron, porque si bien es cierto tal castigo es mencionado (la confusión de lenguas), los
rabinos aún no han esclarecido el carácter de este juicio divino.
Los rabinos, y está consignado por escrito desde los tiempos de los midrashim, se han dado
cuenta que a diferencia de la generación del diluvio cuyo pecado (Gn 6:1-5) y castigo (Gn 6:6-
21) es mencionado explícitamente; de la generación de la dispersión no se precisa cuál era su
pecado y además expresan sus dudas acerca la confusión de lenguas vendría a ser un castigo
para los rebeldes de la generación de la torre de Babel. Lo que sí es seguro, y si ve
claramente de la Torá, es que la intervención del Eterno (con la confusión de lenguas)
tiene la intención que esta gente, con Nimrod a la cabeza, concrete sus planes, como
está escrito: “He aquí son un solo pueblo, con una sola lengua para todos, y esto han
comenzado a hacer. Pero ahora, ¿no impediremos a ellos todo lo que se han propuesto hacer?
Vamos, bajaremos y confundamos allí su lengua… Por eso se llamó su nombre Babel, porque
allí hizo confundir la lengua de toda la tierra; y desde allí los desparramó el Eterno sobre la
faz de toda la tierra” (Gn 11:6-9). El otro detalle a destacar, y es crucial para la comprensión
de este episodio es que, según la tradición judía, la lengua hebrea era la lengua que original
de Adam, y que hablaba toda su descendencia (Midrash Tanjumá, Parashat Noaj 19).
La pregunta es. ¿Cuál era la intención de Nimrod con sus planes de construir una ciudad y
una torre lo que el Eterno liquidó al introducir la confusión de lenguas? Con la ayuda del
Eterno, intentaré arrojar luz sobre estos asuntos de difícil interpretación.
Para comenzar, debemos leer el capítulo anterior en donde se relata la descendencia de los
tres hijos de Nóaj y como se distribuyeron sobre la faz de la tierra en familias de acuerdo con
las lenguas que hablaban (Gn 10:1-31). Note Ud. que el relato bíblico no está en orden
cronológico, pues del 10:1 al 31 se cuenta la distribución de la descendencia de los hijos de
Náoj según sus lenguas y luego, en el capítulo siguiente (del 11:1 al 9) se va describir o dar
razón del origen de la diversidad de lenguas. El Midrash ya ha notado esta yuxtaposición y
nos dice que esto nos enseña que la división de las familias según sus lenguas de la tierra de
entonces (Gn 10:1-31) tuvo su origen en el juicio del Eterno que ejecutó contra aquella
generación de rebeldes (Gn 11:1-9).
En otras palabras, y esta es una perla, solo una familia, la descendencia de Shem, quedó
hablando con la lengua hebrea original y sus posteriores variantes lingüísticas, como el
arameo, por ejemplo. Estos pueblos semitas, fueron de seguro premiados porque no se
plegaron a la rebelión de Nimrod, y si Ud. toma en cuenta las edades que da la Torá de la
generación de Shem notará que, hasta la décima generación después de Nóaj, que es justo la
generación de Abraham, tuvieron presentes durante la rebelión de Nimrod. Y estas
generaciones siguieron hablando lengua hebrea aun después del juicio del Eterno. Esto debió
Haber impresionado a todos los pueblos que comenzaron a hablar en otras lenguas; ellos
tenían en sus propias lenguas la marca divina de la vergüenza de su rebelión; de allí
que la Torá distinga a Abraham como “el hebreo” (Gn 14:13), el prototipo de los fieles que
no se unieron a la gente de la generación de la dispersión. De hecho, la tradición judía nos
cuenta que el Eterno salvó a Abraham de un horno de fuego al que lo había arrojado
Nimrod (Midrash Bereshit Rabbá 39:4). Y además, que la preservación de su lengua hebra
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en su boca era a su vez la señal de la aprobación divina. El Eterno hizo una separación
lingüística radical por medio de la cual dividiría en dos al mundo. En cuanto a la
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pérdida que experimentaron por no poder ya hablar ni entender el hebreo, de lo que
hablaré en otra ocasión, constituye en verdad el castigo divino por la estúpida rebeldía de
ellos, y que hasta el presente sigue afectando a todas las culturas de los goyim del mundo.
De la persona y obra de Nimrod, la Torá nos dice que era nieto de Jam, el hijo menor de
Nóaj, llegó a ser un gran líder en su tiempo, fundado varias ciudades, entre ellas, Babel que
fue la primera y la más importante de todas (Gn 10:6-10). Ahora bien, la Torá describe a
Nimrod como “un valiente cazador delante del Eterno” (Gn 10:9), y en relación a ello los
jajamim que esto es una alusión a su astucia para engañar a la gente, no cazaba animales,
capturaba o seducía a la gente para llevar a cabo sus ambiciosos planes de grandeza
personal (Midrash Bereshit Rabbá 38:2). Cuando la Torá describe y compara el carácter de
Yaacob y de Esav, dice de este último que también era un cazador (Gn 25:27), es decir, un
hombre que también engañaba con sus palabras, siendo su padre Yitzjak su principal
víctima, como también lo comenta el Midrash (Bereshit Rabbá 63:10).
En cuanto los planes de Nimrod y sus seguidores para construir ciudad, una torre, hacerse
un nombre y evitar ser dispersados (Gn 1:1-5), los comentarios de los midrashim son
ampliados y profundizados por Rabinos tales como Ovadiah Sforno (1470-1550), quien
explica que Nimrod tenía el propósito de extender su reinado sobre toda la humanidad,
imponer un gobierno idolátrico siguiendo una estrategia similar a la empleó Jeroboam
cuando levantó un culto paralelo para impedir que los israelitas fueran al Templo de
Jerusalén (1 Reyes 12:26) (O. Sforno, Commentary on the Torah, Mesorah Publications,
2004, pp. 54,55). Es decir, la generación de la dispersión tenía como motivación crear un
gobierno central de carácter totalitario; y la susodicha torre sería el cuartel general de
Nimrod y sus más cercanos seguidores, como también enseñan algunos eruditos modernos
de la Universidad de Bar Ilan, Israel (I. Laulicht, The Generation of the Tower of Babel: A
New Era in World Management. http://www.biu.ac.il/JH/Parasha/eng/noah/lau.html).
De allí entonces entendemos que, cuando la Torá dice que el Eterno “los desparramó”
es porque ellos tenían la intención de hacer un imperio mundial y tener a toda la
gente bajo su control, la diversidad de lenguas dio fin a ese proyecto totalitario.
Naturalmente, una lengua única facilitaba la tarea de establecer un gobierno global. Y en
este sentido, también entendemos, con la ayuda de la yuxtaposición antes mencionada, la
expresión: “toda la tierra tenía una sola lengua y unas mismas palabras” (Gn 11:1), lo que
parece una redundancia, es más bien una referencia al hecho de la unidad de pensamientos
que habían en los rebeldes. Para entender esto, el Midrash propone traducir “toda la tierra
tenía una sola lengua y hablaban las mismas cosas” (Tanjumá, Parashat Nóaj 16). De igual
manera, esto queda reforzado porque el Eterno dice de ellos que “eran pueblo unido” (am
ejad) (Gn 11:6).
El Dr. Laulicht, también afirma que la medida punitiva del Eterno de la confusión de
lenguas aplicada a la generación de la dispersión era de largo alcance, pues tenía como
objetivo prevenir que la idolatría se entronizara a escala planetaria. Este mismo autor cita
al Rabino Rafael Samson Hirsch, quien afirma: “que el espíritu que los movió a ellos
siguió vivo donde quiera que fueran dispersados”. Espíritu que vemos en las
actuaciones de imperios antiguos como Egipto, y de otros que hemos estudiado en la
profecía de Daniel como en la historia secular como Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma;
y en tiempos modernos como la ex Unión Soviética y los Estados Unidos.