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El arte japonés es pues reflejo de estas distintas culturas y tradiciones, interpretando a su manera los estilos artísticos importados de otros
países, que asumen según su concepto de la vida y el arte, reinterpretando y simplificando sus características peculiares, como los elaborados
templos budistas chinos, que en Japón sufrieron un proceso de reducción de sus elementos superfluos y decorativos. Ello da muestra del
carácter sincrético del arte japonés, por lo que siempre ha asumido con naturalidad cualquier innovación procedente de otros países.5
El arte tiene en la cultura japonesa un gran sentido introspectivo y de interrelación entre el hombre y la naturaleza , representada igualmente
en los objetos que le envuelven, desde el más ornado y enfático hasta el más simple y cotidiano. Esto se pone de manifiesto en el valor
otorgado a la imperfección, al carácter efímero de las cosas, al sentido emocional que el japonés establece con su entorno. Así, por ejemplo,
en la ceremonia del té los japoneses valoran la calma y la tranquilidad de ese estado de contemplación que consiguen con un sencillo ritual,
basado en elementos simples y en una armonía proveniente de un espacio asimétrico e inacabado. Para los japoneses, la paz y la armonía están
asociadas a la calidez y la comodidad, cualidades a su vez que son fiel reflejo de su concepto de la belleza . Incluso a la hora de comer, no
importa la cantidad de alimentos o su presentación, sino la percepción sensorial de la comida y el sentido estético que otorgan a cualquier
acto. De igual manera, los artistas y artesanos japoneses tienen un elevado grado de vinculación con su obra, sintiendo los materiales como
parte esencial de su vida y de su comunicación con el ambiente que les rodea.6
Índice
1 Fundamentos del arte japonés
2 Periodización
3 Artes plásticas
3.1 Período Jōmon (11000 a.C.-500 a.C.)
3.2 Período Yayoi (500 a.C.-300 d.C.)
3.3 Período Kofun (300-552)
3.4 Período Asuka (552-710)
3.5 Período Nara (710-794)
3.6 Período Heian (794-1185)
3.7 Período Kamakura (1185-1392)
3.8 Período Muromachi (1392-1573)
3.9 Período Azuchi-Momoyama (1573-1603)
3.10 Período Edo (1603-1868)
3.11 Época contemporánea (desde 1868)
4 Otras expresiones artísticas
4.1 Literatura
4.2 Música
4.3 Artes escénicas
4.4 Cine
4.5 Historieta
4.6 Videojuegos
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
En Japón, el arte pretende conseguir la armonía universal, yendo más allá de la materia para encontrar el principio generador de vida.
La estética japonesa busca encontrar el sentido de la vida por medio del arte : belleza equivale a armonía, a creatividad; es un
impulso poético , un camino sensorial que lleva a la realización de la obra, que no tiene finalidad en sí, sino que va más allá. La belleza es una
categoría ontológica , que remite a la existencia: consiste en alcanzar el sentido con el todo. Como dijo Suzuki Daisetsu : «la belleza no está en
la forma exterior, sino en el significado que expresa». El arte no está basado en las cualidades sensibles, sino en las sugestivas; no ha de ser
perfecto, sino expresar una cualidad que lleve a la totalidad. Se pretende captar lo esencial a través de la parte, que sugiere la totalidad: el
vacío es un complemento de aquello que existe. En la filosofía oriental hay una unidad entre materia y espíritu, predominando la
contemplación y comunión con la naturaleza, por vía de adhesión interior, de intuición. En Japón, el arte (gei), tiene un sentido más
trascendente, más inmaterial que el concepto de arte aplicado en Occidente : es cualquier manifestación del espíritu –entendido como
energía vital, como esencia que insufla vida a nuestro cuerpo–, haciendo que éste se desarrolle y evolucione, consiguiendo una unidad entre
cuerpo, mente y espíritu.8
Posteriormente, durante los periodos Nara y Heian , la estética japonesa evolucionó rápidamente gracias a su contacto con la cultura china ,
así como a la llegada del budismo . El principal concepto de esta época fue el aware , un sentimiento emotivo que sobrecoge al espectador y
le lleva a una profunda sensación de empatía o piedad. Está ligado a otros términos como el okashi , aquello que atrae por su alegría y
carácter agradable; el omoshiroshi , propiedad de las cosas radiantes, que llaman la atención por su brillo y claridad; el yūbi, concepto de
gracia, elegancia; el yūga, calidad de refinamiento en la belleza; el en , la atracción del encanto; el rei, la belleza propia de la calma;
el yasashi , la belleza de la discreción; y el ushin , el sentido profundo de lo artístico. Un hito en la cultura japonesa de esta época fue
la Historia de Genji de Murasaki Shikibu , que plasmó un nuevo concepto estético denominado mono-no-aware –término introducido
por Motōri Norinaga–, que transmite un sentimiento de melancolía, de tristeza contemplativa derivada de la transitoriedad de las cosas, de la
belleza efímera, que dura un instante y perdura en el recuerdo. Es un estado de recreación derivado de la fugacidad de las cosas y de una
agridulce tristeza a su paso, equivalente en cierta medida al pathos griego y al término virgiliano lacrimae rerum («lágrimas de las cosas»).
En palabras de Kikayama Keita : «es el sentimiento profundo que nos embarga al contemplar una hermosa mañana de primavera, y también la
tristeza que nos sobrecoge al mirar un atardecer otoñal. Pero, ante todo, es un sentimiento de delicada melancolía que puede derivar en una
profunda tristeza al sentir hondamente la belleza caduca de todos los seres de la naturaleza».10 Esta idea de una búsqueda ideal de la belleza,
de un estado de contemplación donde se unen el pensamiento y el mundo de los sentidos, es característica de la innata sensibilidad japonesa
para la belleza, y queda patente en la fiesta del Hanami , basada en la contemplación de los cerezos en flor.
Por último, en época moderna –iniciada con el período Edo –, aunque perduran los conceptos anteriores se introducen algunas nuevas
categorías estéticas, relacionadas con las nuevas clases urbanas que surgen a medida que Japón se va modernizando: el sui es una
determinada finura de corte espiritual, hallada principalmente en la literatura de Osaka ; iki es una elegancia honesta y directa, presente sobre
todo en el teatro kabuki; el karumi es un concepto que ensalza la ligereza como cualidad esencial bajo la cual se alcanza lo «profundo» de las
cosas, reflejada especialmente en la poesía haiku; el shiori es una belleza nostálgica; el hosomi es una delicadeza que llega hasta la esencia
de las cosas; y el sabi es la belleza simple, despojada, sin adornos ni artificios, ensalzando valores como la pobreza y la soledad. Esta última
entroncó con el concepto anterior de wabi, creando una nueva noción llamada wabi-sabi, la trascendencia de la simplicidad, donde la belleza
reside en la imperfección, en lo incompleto, basada en la fugacidad e impermanencia . En todos estos conceptos subyace nuevamente la idea
del arte como proceso creativo, y no como realización material. Okakura Kakuzō escribió que «sólo los artistas persuadidos de la
imperfección congénita a su alma son capaces de engendrar la verdadera belleza».16
Periodización [ editar ]
Para su estudio, el arte de Japón se divide en grandes períodos en términos de producción artística y desarrollos políticos importantes.17 La
clasificación suele variar dependiendo del criterio del autor, además de que muchos de ellos pueden ser subdivididos. Por otro lado, también
existen divergencias en cuanto al principio y final de algunos de estos periodos. La clasificación realizada por el arqueólogo Charles T. Keally
es la siguiente:
Durante el mesolítico y el neolítico Japón se mantuvo aislado del continente, por lo que
toda su producción fue autóctona, aunque de escasa relevancia. Eran sociedades
semisedentarias, que habitaban en pequeñas aldeas con casas excavadas en la tierra,
obteniendo sus recursos alimentarios principalmente del bosque (ciervos , jabalíes , frutos
secos) y del mar (peces , crustáceos , mamíferos marinos ). Estas sociedades tenían una
elaborada organización del trabajo, y estaban preocupadas en la medición del tiempo, como
lo demuestran diversos restos de disposiciones circulares de piedras en Oyu y Komakino,
que actuaban como relojes solares . Al parecer, tenían unidades de medida estandarizadas,
como dan fe diversos edificios construidos según determinados patrones.
Aparte de vasos, se construyeron en cerámica diversas figurillas en forma humana o animal, construidas por partes, por lo que se han hallado
pocos restos de piezas enteras. Las de forma antropomórfica pueden tener atributos masculinos o femeninos, y también se han hallado algunas
de signo andrógino . Algunas presentan un vientre abultado, por lo que posiblemente estaban ligadas al culto a la fertilidad . Es de remarcar la
precisión en los detalles que muestran algunas figuras, como peinados elaborados, tatuajes y vestidos decorativos. Parece ser que en esas
sociedades tenía gran relevancia el adorno corporal, principalmente en las orejas , con pendientes de cerámica de diversa manufactura,
decorados con pigmentos rojos. En Chiamigaito (isla de Honshū) se han encontrado más de 1.000 de estos adornos, lo que hace suponer un
taller local de elaboración de estos productos. También datan de esta época diversas máscaras que denotan un trabajo individualizado de los
rostros. Igualmente, se elaboraban diversos tipos de abalorios de jadeíta verde, y conocían el trabajo de la laca , como demuestran varias
horquillas halladas en Torihama. También se han hallado restos de espadas de marfil, hueso o astas de animales. 19
La cultura Yayoi apareció en la isla de Kyūshū en torno al 400-300 a.C., pasando a Honshū,
donde fue desplazando progresivamente a la cultura Jōmon. Durante este período se
difundió un tipo de sepulturas de gran tamaño con cámara y túmulo ornamentado
con cilindros de terracota con figuras humanas y de animales. Los poblados estaban Vaso Yayoi procedente de Tokio.
cercados por zanjas, y aparecieron diversos utensilios relacionados con la agricultura
(especialmente una herramienta de piedra en forma de media luna usada para la cosecha ),
así como diversas armas, como arcos y flechas con punta de piedra pulida. La cerámica se producía con torno , principalmente tarros de
cuello ancho, botes con tapa, platos anchos, tazas con asas y botellas de cuello estrecho. Eran de superficie pulimentada, con decoración
simple, principalmente de incisiones, punteados y serpentinas en zig-zag. La principal modalidad fue un vaso con forma de jarra
denominado tsubo.21
Destacó el trabajo con metales , principalmente el bronce , como las campanas denominadas dotaku, que servían de objetos
ceremoniales, decoradas con espirales (ryusui) en forma de agua que fluye, o bien animales
en relieve (principalmente ciervos , pájaros , insectos y anfibios ), así como escenas de caza , pesca y trabajos agrícolas, especialmente
los relacionados con el arroz . El ciervo parece ser que tenía una especial significación, quizá ligada con alguna divinidad: en muchos
yacimientos se han encontrado multitud de omóplatos de ciervo con incisiones o marcas hechas con fuego , por lo que estaría ligado a algún
tipo de ritual. Otros objetos decorativos hallados en yacimientos Yayoi son: espejos , espadas , diversos abalorios y magatama (piezas
de jade y ágata en forma de anacardo , que servían de joyas de la fertilidad). 22
Esta era supuso la consolidación del estado central imperial, que controlaba los
principales recursos, como el hierro y el oro . La arquitectura se desarrolló
preferentemente en el terreno funerario, con unas características tumbas de cámara
y de corredor llamadas kofun («tumba antigua»), sobre las que se elevaban
túmulos de tierra de grandes proporciones. Destacan las grandes sepulturas de
los emperadores Ōjin (346 -395 ) y Nintoku (395 -427 ), donde aparecieron
diversas joyas, armas, sarcófagos de piedra o terracota, cerámica y unas figuras
antropomórficas de terracota llamadas haniwa, formadas por un
pedestal cilíndrico y un medio busto . Estas estatuillas eran de unos 60
centímetros, sin apenas expresión, tan sólo unas hendiduras en los ojos y la boca,
aunque constituyen una muestra de gran relevancia del arte de esta época. Según su
Vista del Naikū, la zona más sagrada del Santuario de
vestimenta y utensilios se distinguen diversos oficios en estas figuras, como
Ise.
granjeros, soldados, sacerdotisas, cortesanas, músicos y bailarines. A finales de este
período también aparecieron figurillas de animales,
especialmente ciervos , perros , caballos , jabalís , gatos , pollos , ovejas y peces .23 Se han hallado gran variedad de armas (equipos de
arqueros, coronas con joyas matagama, estribos de bronce), lo que denota la importancia del estamento militar en esta época, cuyos rasgos
estilísticos están emparentados con la cultura Silla de Corea, al igual que un tipo de cerámica denominada Sueki, oscura y de gran finura, con
accesorios tintineantes.
La diferenciación social comportó el aislamiento de las clases dirigentes en recintos exclusivos dentro de
las ciudades , como en Yoshinogari, para acabar segregándose definitivamente en recintos aislados como el
de Mitsudera o los complejos palaciegos de Kansai, Ikaruga y Asuka-Itabuki. En cuanto a arquitectura
religiosa, los primeros templos sintoístas (jinja) fueron en madera, sobre una plataforma elevada y paredes
desnudas o tabiques corredizos, con pilares que sostienen el techo, que es inclinado. Uno de sus elementos
característicos es el torii, arco de entrada que señala el acceso a un lugar sagrado. Cabe destacar el santuario
de Ise, que se reconstruye cada veinte años desde el siglo VIII. Comprende dos complejos, el occidental
(Naikū), dedicado a Amaterasu (diosa del sol ), y el oriental (Gekū), dedicado a Toyouke no Ōmikami (diosa
del vestido , el alimento , la vivienda , la agricultura y la industria ), con un total de unos 125 santuarios. El
edificio principal (Shoden) es de planta alzada y tejado a dos aguas, sobre nueve columnas , al que se accede
por una escalera exterior. Es de estilo shinmeizukuri, que refleja el estilo Shintō tardío, previo a la llegada del
budismo a Japón. El santuario es centro de peregrinación (o-ise-mairi), ya que, según la tradición, los
Haniwa de soldado
practicantes del Shintō deben acudir al santuario al menos una vez en su vida.24
(Funazuka Kofun). Otro templo mítico de origen incierto es el Izumo Taisha , cerca de Matsue , fundado legendariamente por
Amaterasu. Es de estilo taishazukuri , considerado el más antiguo entre los santuarios, caracterizado por la
elevación del edificio sobre pilastras, con una escalinata como acceso principal, y acabados sencillos de madera sin pintura. Según las
crónicas, el santuario original tenía una altura de 50 metros, pero debido a un incendio fue reconstruido con una altura de 25 metros. Sus
edificios principales son el Honden («santuario interior») y el Haiden («santuario exterior»). A esta época pertenece igualmente
el Kinpusen-ji , el templo principal del shugendō, una religión ascética que combina el sintoísmo, el budismo y creencias animistas . En su
estructura destaca el templo principal o Zaōdō, que es la segunda construcción de madera más grande de Japón, sólo superada por
el Daibutsuden de Tōdai-ji; junto a la Puerta de Niō, ha sido catalogado como Tesoro Nacional de Japón .
En este período encontramos las primeras muestras de pintura , como en el enterramiento real de Ōtsuka y las tumbas en forma
de dolmen de Kyūshū (siglos V-VI), decoradas con escenas de caza, guerra, caballos, pájaros y barcos, o bien con espirales y círculos
concéntricos. Eran pinturas murales , elaboradas con rojo hematites , negro carbón , amarillo ocre , blanco caolín y verde clorito. Uno de los
dibujos representativos de esta época es el llamado chokkomon, compuesto de líneas rectas y arcos trazados sobre diagonales o cruces , y
presente en paredes de tumbas, sarcófagos, estatuas haniwa y espejos de bronce. 25
La escultura , de tema budista, era en madera o bronce: las primeras imágenes de Buda fueron importadas del
continente, pero luego se instalaron en Japón gran número de artistas chinos y coreanos. Proliferó la imagen
de Kannon , nombre japonés del bodhisattva Avalokiteśvara (llamado Guanyin en chino ), como el Bodhisattva
Kannon, obra del coreano Tori; el Kannon situado en el Yumedomo del templo de Hōryū-ji; y el Kannon de
Kudara (siglo VI), realizado por un artista desconocido. Otra obra de relevancia es la Tríada de Sâkyamuni (623),
en bronce, obra de Tori Busshi instalada en el templo de Hōryū-ji. En general, eran obras de un estilo severo, anguloso
y arcaizante, inspirado en el estilo coreano Koguryŏ, como se aprecia en la obra de Shiba Tori , que marcó el «estilo
oficial» del período Asuka: Gran Buda Asuka (templo Hoko-ji, 606), Buda Yakushi (607), Kannon
Guze (621), Tríada Shaka (623). Otro artista seguidor de este estilo fue Aya no Yamakuchi no Okuchi Atahi , autor
de los Cuatro Guardianes Celestes (shitenno) del Salón Dorado de Hōryū-ji (645), que pese al aire arcaico
presentan una evolución volumétrica en las formas más redondeadas, con rostros más expresivos.27
La pintura seguía los patrones chinos, en tinta o pigmentos minerales sobre seda o papel , en rollos
Estatua de pergamino o colgando de la pared. Denota un gran sentido del dibujo , con obras de gran originalidad, como
del príncipe
el relicario de Tamamushi (Hōryū-ji), en madera de alcanfor y ciprés, con bandas de filigrana de bronce,
Shōtokuen Asuka-
dera (Nara ). presentando varias escenas en óleo sobre madera lacada, en una técnica denominada mitsuda-i procedente
de Persia y relacionada con la pintura china de la dinastía Wei . En la base del relicario se muestra un jataka (relato
sobre las vidas anteriores de Buda), que muestra al príncipe Mahasattva ofreciendo su propia carne a
una tigresa hambrienta. En esta época empezó a cobrar relevancia la caligrafía , a la que se otorgó el mismo nivel de artisticidad que a las
imágenes figurativas. También destacaron los tapices en seda , como el Mandala Tenjukoku dedicado a Shōtoku (622). La cerámica, que
podía ser esmaltada o no, tuvo escasa producción local, valorándose más la de importación china.28
Durante este período se estableció la capital en Nara (710), primera capital fija del mikado.
En esta época tuvo su apogeo el arte budista, continuando con gran intensidad la influencia
china –los japoneses veían en el arte chino una armonía y perfección similares al
gusto europeo por el arte clásico grecorromano –. Los escasos ejemplos de arquitectura de
la época son construcciones de aire monumental, como la Pagoda del Este de Yakushi-ji , los
templos de Tōshōdai-ji, Tōdai-ji y Kōfuku-ji, y el almacén imperial Shōso-in de Nara, que
conserva multitud de objetos de arte de la época del emperador Shōmu (724-749), con obras
procedentes de China, Persia y Asia central. La ciudad de Nara se construyó según una
planimetría reticular, siguiendo el modelo de Chang'an , la capital de la dinastía Tang . Se
otorgó igual importancia al palacio imperial que al monasterio principal, el Tōdai-ji (745-
752), construido según un plano simétrico en un gran recinto con dos pagodas gemelas, y
donde destaca el Daibutsuden , el «gran salón de Buda», con una gran estatua de bronce del
Buda Vairocana (Dainichi en japonés ), de 15 metros, donada por el emperador Shōmu
en 743 . Reconstruido en 1700 , el Daibutsuden es el edificio de madera más grande del
mundo. Otro importante recinto del templo es el Hokkedō («salón del loto», también
llamado Sangatsudō, «salón del tercer mes»), que cuenta con otra magnífica estatua,
el Kannon Fukukenjaku , un bodhisattva de ocho brazos realizado en laca, de cuatro metros
de altura e influencia Tang, perceptible en la serenidad y placidez de los rasgos faciales.29
Pagoda del Este de Yakushi-ji, en Nara.
En cambio, la Pagoda del Este
de Yakushi-ji supuso el intento de los
arquitectos japoneses de buscar un estilo propio, alejándose de la influencia china. Destaca
por su verticalidad, con una alternancia de tejados de distinto tamaño, dándole la apariencia
de un signo caligráfico. En su estructura destacan los aleros y balcones, formados por barras
de madera entrelazadas, en colores blanco y marrón. En su interior alberga la imagen
del Yakushi Nyorai («Buda de la Medicina»). Está inscrito como Patrimonio de la
Humanidadbajo la denominación de Monumentos históricos de la antigua Nara. Igual grado
Santuario de Fushimi Inari- de asimilación nacional tuvo el Tōshōdai-ji (759), que muestra un claro contraste entre
taisha (711), Fushimi-ku, Kioto, con sus el Kondō («salón dorado»), de una solidez, simetría y verticalidad de influencia china, y
característicos torii de color rojo. el Kodō («salón de conferencias»), de una mayor simplicidad y horizontalidad que denotan
la tradición autóctona. Otro exponente fue el Kiyomizu-dera (778), cuyo edificio principal
destaca por su enorme baranda, sostenida por cientos de pilares, que sobresale de la colina y ofrece impresionantes vistas de la ciudad
de Kioto. Este templo fue uno de los candidatos en la lista a Nuevas Siete Maravillas del Mundo , aunque no salió elegido. Por su parte,
el Rinnō-ji es famoso por el Sanbutsudō («Salón de los Tres Budas»), en donde se encuentran tres estatuas laminadas en oro
de Amida , Senjūkannon (Kannon de los mil brazos) y Batōkannon (Kannon con cabeza de caballo). Como santuario sintoísta destacó
el Fushimi Inari-taisha (711), dedicado al espíritu de Inari, especialmente conocido por los miles de toriis rojos que delimitan el camino por la
colina en la cual se encuentra situado el santuario.30
Obtuvo gran desarrollo en escultura la representación de Buda, con estatuas de gran belleza: Sho
Kannon, Buda de Tachibana, Bodhisattva Gakko de Tōdai-ji. En el período Hakuhō (645-710), la
destitución del clan Soga y el afianzamiento imperial comportó el fin de la influencia coreana y su sustitución
por la china (dinastía Tang), produciéndose una serie de obras de mayor magnificencia y realismo, con formas
más redondas y gráciles. Este cambio es perceptible en el grupo de estatuas de bronce dorado del Yakushi-ji,
compuesto del Buda sedente (Yakushi) flanqueado de los bodhisattvas Nikko («Luz de Sol»)
y Gakko («Luz de Luna»), que muestran un mayor dinamismo en su postura de contrapposto , y una mayor
expresividad facial. En cambio, en Hōryū-ji continuó el estilo Tori de origen coreano, como en el Kannon
Yumegatai y la Tríada Amida del Relicario de la señora Tachibana. En el templo de Tōshōdai-ji se
encuentra una tríada de estatuas de tamaño colosal, hechas de laca seca hueca, destacando el Buda
Rushana central (759), de 3,4 metros de altura. Se encuentran también representaciones de espíritus
guardianes (Meikira Taisho), reyes ( Kamokuten), etc. Son obras en madera, bronce, arcilla cruda o laca Pintura mural de la
tumba Takamatsuzuka.
seca, de gran realismo.31
La pintura está representada por la decoración mural de Hōryū-ji (finales del siglo VII), como
los frescos del Kondō, que muestran similitudes con los de Ajantā en la India . También surgieron diversas tipologías como
el kakemono (‘pintura colgante’) y el emakimono (‘pintura en rollo’), historias pintadas en un rollo de papel o seda , con textos que
explican las distintas escenas, llamados sutras . En el Shōso-in de Nara existe una serie de pinturas de tema profano, con diversos géneros y
temáticas: plantas, animales, paisajes y objetos de metal. A mediados del período se puso de moda el estilo pictórico de la dinastía Tang,
como se vislumbra en los murales de la tumba Takamatsuzuka, de alrededor del año 700 . Por el decreto Taiho-ryo de 701 el oficio
de pintor quedó regulado en gremios artesanales controlados por el Departamento de Pintores (edakumi-no-tuskasa ), dependiente del
Ministerio del Interior. Estos gremios eran los encargados de la decoración de palacios y templos, y su estructura perduró hasta la era Meiji .
La cerámica evolucionó notablemente gracias a diversas técnicas importadas de China, como el empleo de colores brillantes aplicados sobre
la arcilla .32
El Shingon era un tipo de budismo esotérico centrado en la relación entre materia y espíritu, que se reflejó en los mandalas, imágenes
pictóricas o esculpidas que se centraban en el Diamante (mundo espiritual) y el Seno Materno (mundo material), así como representaciones
del Dainichi Nyorai (el «Gran Sol»). Por su parte, el Tendai se centró en la salvación del hombre, con una cierta moralidad de
origen confuciano y un gran sincretismo con la religión sintoísta. Otorgó gran relevancia al arte, llegándose a afirmar que
el Tendai convertía «la religión en arte y el arte en religión». Uno de sus principales cultos fue al Paraíso Occidental de la Tierra Pura
de Amida, del que se realizaron numerosas imágenes. Una de las que más prosperaron fue la imagen del raigo-zu, Buda transportando almas
al Paraíso, que proliferó en numerosas pinturas, como el panel central del Tríptico de Amida en Hokkeji (Nara). 34
La arquitectura sufrió un cambio en la planta de los monasterios, que se erigían en lugares apartados, pensados para la meditación. Los
templos más importantes son el Enryaku-ji (788), el Kongōbu-ji (816) y el santuario -pagoda de Murō-ji. El Enryaku-ji, situado en el
entorno del monte Hiei , forma parte del conjunto de Monumentos históricos de la antigua Kioto , declarados Patrimonio de la
Humanidad en 1994 . Fue fundado en 788 por Saichō, que introdujo la secta budista Tendai en Japón. Enryaku-ji llegó a tener unos 3000
templos, y fue un enorme centro de poder en su época, siendo destruidos la mayoría de sus edificios por Oda Nobunaga en 1571 . De la parte
que sobrevivió destacan hoy día el Saitō(«salón del oeste») y el Tōdō («salón del este»), donde se encuentra el Konpon chūdō, la construcción
más representativa de Enryaku ji, donde se conserva una estatua de Buda esculpida por el propio Saichō, el Yakushi Nyorai .35
En arquitectura civil destacó la construcción del Palacio Imperial, de puro estilo japonés. Durante
el período Fujiwara (897 -1185 ), el templo volvió a situarse en la ciudad, siendo centro de reunión
de las clases dirigentes. La arquitectura religiosa imitó a la de los grandes palacios , con una
decoración muy desarrollada, como en el monasterio de Byōdō-in –también llamado del Fénix –,
en Uji (fundado en 1053 ). En este templo destaca el Hōōdō («Salón del Fénix»), situado al borde de
un estanque que le proporciona una apariencia lírica y espiritual, con unas líneas dinámicas y
elegantes donde destacan los tejados de esquinas curvilíneas, que otorgan un aire ascensional al
conjunto. Este salón conserva una imagen del Buda Amida («Señor de la Luz Infinita), de 2,5
metros, en madera lacada, obra del maestro Jōchō.36
La escultura sufrió un ligero descenso en comparación con las épocas anteriores. De nuevo destacan
las representaciones de Buda (Nyoirin-Kannon; Yakushi Nyorai del templo de Jingo-ji en
Amida Nyorai (hacia 1053), pan de
oro y laca sobre madera, obra de Jōchō, Kioto; Amida Nyorai en el monasterio de Byōdō-in), así como algunas diosas sintoístas (Kichijoten,
en el monasterio de Byōdō-in. diosa de la felicidad, equivalente de la Lakshmī india). La excesiva rigidez de la religión budista
limitaba la espontaneidad del artista, que se veía circunscrito a rígidos cánones artísticos que
mermaban su libertad creativa. Entre 859 y 877 se produjo el estilo Jogan, caracterizado por figuras de una severidad casi intimidatoria, con
cierto aire introspectivo y misterioso, como el Shaka Nyorai de Murō-ji. Durante el período Fujiwara cobró preeminencia la escuela fundada
por Jōchō en Byōdō-in, con un estilo más grácil y esbelto que la escultura Jogan, logrando unas perfectas proporciones anatómicas y un
gran sentido del movimiento. El taller de Jōchō introdujo las técnicas yosegi y warihagi, consistentes en dividir la figura en dos bloques que
posteriormente se unían para tallarlas, evitando así su posterior resquebrajamiento, uno de los principales problemas de las figuras de gran
tamaño. Estas técnicas permitían igualmente un montaje en serie, y se desarrollaron con gran éxito en la escuela Kei del período
Kamakura.37
La pintura al inicio de este período estaba poco desarrollada, con poca libertad
creativa y ausencia del concepto de espacio. La aparición de la escuela de yamato-
e («pintura japonesa») supuso la independencia de la pintura japonesa de la
influencia china. Se caracteriza por su armonía y su concepción diáfana y luminosa,
con colores vivos y brillantes, líneas simples y decoración geométrica . Las obras
principales se encuentran en los monasterios budistas (Byōdō-in, Kongōbu-ji). Son
de remarcar los murales del Salón del Fénix del Byōdō-in,
cuyos paisajes sintetizan por primera vez el gusto estético más propiamente
japonés, con su sentido de melancólica emotividad. Se sustituyen los elementos
Escena del Genji Monogatari.
típicos chinos por otros de gusto nipón, como los cerezos en flor en vez de
los ciruelos nevados de moda en la pintura Tang, o los arrozales en vez de las
elevadas cumbres montañosas chinas. Junto a otros elementos como glicinas , orquídeas , peonías , bambú , la luna , la niebla , el mar ,
la lluvia, etc, se creó en esta época la más típica imaginería paisajística japonesa. Igualmente, la composición asimétrica, el espacio vacío, el
ambiente etéreo, el movimiento ondulado, los detalles anecdóticos, la aplicación del color más por manchas que en pinceladas, el carácter
lírico y emotivo del conjunto serán típicos de la pintura japonesa, tanto mural como en grabados y biombos . Pese a ello, la influencia china
continuó en edificios públicos y oficiales, ya que estaba ligada al prestigio funcionarial. Denominada kara-e, la pintura china prosperó en el
círculo imperial, como se percibe en obras como el Biombo de los sabios y el Biombo del lago Kunming.38
La pintura yamato-e se desarrolló notablemente en los rollos manuscritos denominados emaki , que conjugaban las escenas pictóricas con la
elegante caligrafía katakana . Estos rollos narraban pasajes históricos o literarios , como la Historia de Genji , novela de finales del siglo
X de Murasaki Shikibu . Mientras que el texto era obra de reputados calígrafos, las imágenes fueron ejecutadas generalmente por cortesanas
de la corte, como Ki no Tsubone y Nagato no Tsubone, suponiendo una muestra de estética femenina que tendría gran relevancia en el arte
japonés. Surgió entonces una distinción entre pintura femenina (onna-e ) y masculina ( otoko-e ), que marcaba una distinción perceptible entre
el mundo público, considerado masculino –cuyo arte mantenía la influencia china– y el privado, de carácter femenino y estética más
propiamente nipona. En onna-e , además de la Historia de Genji , destacó el Heike Nogyo (Sūtra del loto), encargado por el clan Taira para
el Santuario Itsukushima , con un total de 33 rollos sobre la salvación de las almas pregonada por el budismo. El otoko-e era más narrativo y
enérgico que el onna-e , más lleno de acción, con más realismo y movimiento, como en los rollos Shigisan Engi , sobre los milagros del monje
Myoren; el Ban Danaigon E-kotoba , sobre una guerra de clanes rivales en el siglo IX; y el Chōjugiga, escenas de animales de
signo caricaturesco y tono satírico , criticando a la aristocracia .39
En esta época, la cerámica no tuvo una especial relevancia, destacando en cambio las obras en laca –generalmente cajas para cosméticos – y
los objetos de metal, donde destacan los espejos. En laca surgió la técnica maki-e, consistente en espolvorear polvo de
colores, oro y plata sobre la laca húmeda, creando dibujos de gran finura y sutil tonalidad. A veces incluía incrustaciones de nácar (raden).
También adquirieron relevancia los abanicos , decorados con textos de los sutras budistas y con escenas de género .40
Tras diversas disputas entre los clanes feudales, se impuso el de los Minamoto , que
instauraron el shogunato , un tipo de gobierno de corte militar. En esta época se
introdujo en Japón la secta zen , que influiría poderosamente en el arte figurativo.
La arquitectura era más sencilla, funcional, menos lujosa y recargada. La influencia
zen provocó el llamado estilo Kara-yo: los monasterios zen seguían la planimetría
axial china, aunque el edificio principal no era el templo, sino la sala de lectura, y
el lugar de honor no lo ocupaba una estatua de Buda, sino un pequeño trono donde
el abad enseñaba a sus discípulos. Destacan el conjunto de cinco grandes templos
de Sanjūsangen-dō, en Kioto (1266 ), así como los monasterios Kennin-ji (1202)
y Tōfuku-ji (1243) en Kioto, y Kenchō-ji (1253) y Engaku-ji (1282)
Puerta Sanmon del Chion-in, Kioto (Tesoro
en Kamakura . El Kōtoku-in (1252) es famoso por su estatua de bronce del Buda
Nacional de Japón).
Amida, de 13 metros de alto y un peso de 93 toneladas, siendo el segundo Buda
más grande en Japón después del de Tōdai-ji. En 1234 se construyó el templo
de Chion-in, sede del budismo Jōdo shū («Secta de la Tierra Pura»), que desataca por su colosal puerta principal (Sanmon ), que es la
estructura más grande de su tipo en Japón. Uno de los últimos exponentes de este período fue el Hongan-ji (1321), formado por dos templos
principales: el Nishi Hongan-ji, que incluye los salones Goei-dō («salón del fundador») y Amida-dō («salón del Buda»), junto a un pabellón
de té y dos escenarios de teatro nō, uno de los cuales presume de ser el más viejo que se conserva; y el Higashi Hongan-ji, donde se encuentra
el famoso el jardín de Shosei-en .41
En esta época se inició la producción de la que sería la cerámica más típicamente japonesa, destacando la figura de Toshiro . Creció la
artesanía destinada a la vida militar, especialmente armaduras y espadas (katana) confeccionadas con dos capas de hierro y acero sometidas
a ignición e inmersión, con una característica marca templada al vapor denominada ni-e.44
Durante este periodo el shōgunato fue ostentado por los Ashikaga , cuyas luchas
internas favorecieron el creciente poder de los daimyō, que se repartieron el
territorio. La arquitectura era más elegante y típicamente japonesa, destacando las
mansiones señoriales, monasterios como el de Zuiho-ji, y templos como los
de Shōkoku-ji (1382), Kinkaku-ji o Pabellón de Oro (1397) y Ginkaku-ji o
Pabellón de Plata (1489), en Kioto. El Kinkaku-ji fue construido como villa de
descanso del shōgun Ashikaga Yoshimitsu, como parte de su propiedad llamada
Kitayama. Su hijo transformó el edificio en un templo de la secta Rinzai . Es un
edificio de tres plantas, con las dos superiores recubiertas con hojas de oro puro. El
pabellón funciona como un shariden , guardando las reliquias de Buda. También
contiene varias estatuas de Buda y figuras de bodhisattvas , y en el techo está
Templo de Kinkaku-ji, Kioto 1397.
ubicado un fenghuang o «fénix chino» dorado. También posee un magnífico
jardín adyacente, con un estanque llamado Kyōko-chi («espejo de agua»), con
numerosas islas y piedras que representan la historia de la creación budista. Por su parte, el Ginkaku-ji fue construido por el shōgun Ashikaga
Yoshimasa, quien buscaba emular el Kinkaku-ji construido por su abuelo Yoshimitsu, pero lamentablemente no pudo recubrir el edificio con
plata tal y como lo había planeado. También es característica de la arquitectura de esta época la aparición del tokonoma , habitación reservada
a la contemplación de una pintura o un arreglo floral, en consonancia con la estética zen. De igual forma, se introdujo el tatami , un tipo
de alfombra confeccionada con paja de arroz, que hizo más agradable el interior de la vivienda japonesa.45
También floreció la pintura, enmarcada dentro de la estética zen, que recibió la influencia china de las dinastías Yuan y Ming, reflejada
principalmente en el decorativismo. Se introdujo la técnica de la aguada , perfecta trascripción de la doctrina zen, que pretende reflejar en los
paisajes lo que significan, más que lo que representan. Surgió la figura del bunjinso, el «monje intelectual» creador de sus propias obras,
estudiosos y seguidores de las técnicas chinas en tinta monocroma, en pinceladas breves y difusas, que reflejaron en sus obras elementos
naturales como pinos, juncos, orquídeas, bambúes, rocas, árboles, pájaros y figuras humanas inmersas en la naturaleza, en actitud de
meditación. Algunos de estos monjes-artistas fueron: Mokuan Reien , Gyokuen Bompo , Ue Gukei , etc. 47
En Japón, esta técnica con tinta china recibió el nombre de sumi-e . Basado en los
siete principios estéticos del zen (véase el apartado Teoría y estética ), el sumi-
e («pintura a tinta») pretendía reflejar las más intensas emociones interiores por
medio de la sencillez y la elegancia, en líneas simples y modestas que trascienden
su aspecto externo para significar un estado de comunión con la naturaleza. Para
los monjes zen, el sumi-e era una vía ( dō) para buscar la paz interior, la realización
espiritual. Las propiedades tonales de la tinta, sutiles y difusas, permitían al artista
captar la esencia de las cosas, en una impresión sencilla y natural, pero a la vez
profunda y trascendente. Es un arte espontáneo y de rápida ejecución, imposible de Vista de Ama-no-hashidate, de Sesshū Tōyō.
retocar, hecho que lo vincula con la vida, donde es imposible volver al pasado.
Cada pincelada expresa la energía vital (ki), ya que es un acto de creación, donde se pone el espíritu en acción, y donde importa más el
proceso que no el resultado.48
Los principales artistas del sumi-e fueron: Muto Shui , Josetsu , Shūbun, Sesson Shukei y, sobre todo, Sesshū Tōyō, autor de retratos y
paisajes, primer artista que pintó del natural. Sesshū era un gaso, un monje-pintor, que viajó a China entre 1467 y 1469 , donde estudió el
arte y el paisaje natural. Sus paisajes están compuestos por estructuras lineales, iluminados por una luz súbita que refleja el concepto zen del
instante trascendental. Son paisajes con presencia de elementos anecdóticos, como templos en la lejanía o pequeñas figuras humanas,
enmarcados en parajes recónditos como acantilados.49
Surgió igualmente un nuevo género de pintura-poema, el shigajiku, donde un paisaje ilustra un poema de inspiración naturalista. Cabe
mencionar también la escuela Kanō, fundada por Kanō Masanobu, que aplicó la técnica de la aguada a temas tradicionales, ilustrando de esta
manera temas sagrados, nacionales y paisajes. La aguada también se aplicó en biombos y en paneles pintados en las puertas
correderas fusuma, características del interiorismo japonés. En cerámica destacó la escuela de Seto, siendo la tipología más popular el
llamado temmoku. También son muestras remarcables de esta época los objetos de laca y metal .50
En arquitectura destacó la construcción de grandes castillos (shiro), que fueron fortificados por la introducción en Japón de armas de fuego
de origen occidental. Buenas muestras de ello son los castillos de Himeji, Azuchi , Matsumoto , Nijō y Fushimi-Momoyama . El castillo de
Himeji, una de las principales construcciones de la época, combina unas macizas fortificaciones con la elegancia de una estructura de aspecto
vertical, en cinco pisos construidos en madera y yeso , con tejados de suaves formas curvilíneas similares a los de los tradicionales templos
japoneses. También proliferaron las villas rústicas para la ceremonia del té, compuestas de pequeñas villas o palacios y amplios jardines, y se
construyeron en algunas ciudades teatros de madera para las representaciones de kabuki.52
La alfarería alcanzó un momento de gran esplendor, desarrollándose la cerámica destinada a la ceremonia del té, inspirada en la cerámica
coreana, cuya rusticidad y aspecto inacabado traducían perfectamente la estética zen que impregna el rito del té. Surgieron nuevos diseños
como los platos nezumi y las jarras de agua kogan, generalmente de cuerpo blanco bañado en una capa de feldespato y decorado con
sencillos dibujos realizados con una barbotina de hierro. Era una cerámica gruesa y de aspecto vidriado, con un tratamiento inacabado, dando
una sensación de imperfección y vulnerabilidad. Seto continuó siendo uno de los principales centros de producción, mientras que en la
localidad de Mino nacieron dos importantes escuelas: Shino y Oribe. También destacaron la escuela de Karatsu y dos originales tipos de
cerámica: Iga, de burda textura y una espesa capa de vidriado, con profundas rajaduras; y Bizen, loza de un marrón rojizo y sin vidriar,
retirada aún tierna del torno para producir unas pequeñas grietas e incisiones naturales que le daban un aspecto quebradizo, nuevamente según
la estética zen de imperfección.54
Uno de los mejores artistas de esta época fue Honami Kōetsu, que destacó tanto en pintura como en poesía, jardinería, laca, etc. Educado en la
tradición artística procedente del período Heian y en la escuela Shorenin de caligrafía, fundó una colonia de artesanos en Takagamine, cerca
de Kioto, gracias a unos terrenos cedidos por Tokugawa Ieyasu . La colonia se nutrió de artesanos de la escuela budista Nichiren, y produjo
una serie de obras de gran calidad. Se especializaron en objetos de laca, principalmente accesorios de escritorio, decorados con incrustaciones
de oro y nácar, así como en diversos utensilios y vajillas para la ceremonia del té, destacando el cuenco fujisan, con un cuerpo rojizo cubierto
de una barbotina negra y, en la parte superior, un blanco vidriado opaco que da el efecto de nieve que cae. 55
Este período artístico se corresponde con el histórico de Tokugawa , en el que Japón se cerró a todo
contacto exterior. La capital se estableció en Edo , futura Tokio. Los cristianos fueron perseguidos y
los comerciantes europeos expulsados. Pese al sistema de vasallaje, proliferó el comercio y la
artesanía, apareciendo una clase burguesa que fue creciendo en poder e influencia, y que se dedicó al
fomento de las artes, especialmente grabados, cerámica, lacas y productos textiles.56
Los edificios más importantes son el Palacio de Katsura de Kioto y el mausoleo de Tōshō-
gū en Nikkō (1636), que forma parte de los «Santuarios y Templos de Nikkō», Patrimonio de la
Humanidad reconocido por la UNESCO en 1999 . De formas híbridas sinto-budistas, es el
mausoleo del shōgun Tokugawa Ieyasu . El templo es una estructura rígidamente simétrica con
relieves coloreados que cubren toda la superficie visible. Destacan sus edificios coloristas y adornos
sobrecargados que se distancian de los estilos de los templos de aquella época. Los interiores están
adornados con laqueados, minuciosas esculturas de vivo colorido y magistrales paneles pintados. El
Palacio de Katsura (1615-1662) fue construido con un plano asimétrico de inspiración zen, donde las
líneas rectas de la fachada exterior contrastan con la sinuosidad del jardín circundante. Villa de
descanso de la familia imperial, incluye un edificio principal (Shoin ), varios pabellones, casas de té y
El puente Ōhashi en Atake bajo una
un parque de siete hectáreas. El palacio principal, que tiene una sola planta, se divide en cuatro lluvia repentina (1857), de Utagawa
pabellones unidos por las esquinas: Shōkintei, Shōkatei, Shōiken y Gepparō. Todos están elevados Hiroshige, Brooklyn Museum of
Art, Nueva York.
sobre pilares y construidos en madera con paredes encaladas y puertas deslizantes que conducen al
jardín, y contienen pinturas de Kanō Tan'yū. También son características de esta época las casas
de té (chashitsu ), generalmente pequeñas construcciones de madera con tejado de bálago , rodeadas de jardines en un estado de aparente
abandono, con líquenes, musgo y hojas caídas, siguiendo el concepto zen de imperfección trascendente.57
Se desarrolló notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad. Se trabajaba en diferentes formatos, desde paneles murales y biombos hasta
pergaminos, abanicos y pequeños álbumes. Cobró un gran auge el grabado en madera, surgiendo una importante industria en núcleos
urbanos especializada en textos ilustrados y estampas. Inicialmente eran grabados en tinta negra sobre papel coloreado a mano, pero a
mediados del siglo XVIII surgió la impresión en color (nishiki-e).58
Continuó el estilo rinpa iniciado por Sōtatsu en la obra de Ōgata Kōrin, uno de los
más grandes artistas de la época. Su producción, alegre y sardónica, se dirigió a las
clases mercantiles, con obras de una elegancia urbana y un realismo un tanto
irreverente, aunque con un gran virtuosismo y un profundo conocimiento de los
maestros clásicos, como demuestra en los biombos Ciruelos rojos y
blancos, Olas, Lirios y La historia de Ise. La escuela Kanō recibió los
principales encargos oficiales del gobierno, con un estilo de estética zen de fuertes
Dios del Viento, Dios del Trueno, de Ōgata Kōrin. En
pinceladas. Su principal representante fue Kanō Tan'yū, nieto de Kanō Eitoku, que
esta pintura se muestra a los dioses del trueno (izquierda) y
del viento (derecha), al inicio de un combate celestial. trabajó en el palacio imperial y en el castillo Nagoya , al tiempo que realizó una
notable labor erudita recogiendo notas sobre todo tipo de obras de arte, con
comentarios y esbozos (shukuzu) de las obras, gran fuente de información para
la historiografía del arte . Por su parte, la escuela Tosa estuvo representada por Tosa Mitsuoki , que continuó la tradición épica del yamato-e.
En el siglo XVIII apareció la escuela nanga o «pintura idealista», de signo confuciano patrocinado por el shogunato Tokugawa , muy
influida por el arte chino, que consideraban la cuna de su civilización. Se adoptó el estilo wenren de los eruditos-pintores aficionados chinos,
reducido a pequeños círculos intelectuales formados por profesionales de diversa procedencia, desde samuráis hasta monjes, mercaderes y
funcionarios. Su principal punto de referencia fue la escuela de Li Guo de la dinastía Song , de pincelada ancha y curvilínea, que llegó a Japón
a través de la escuela coreana de An Kyon. El centro neurálgico del nanga fue el monasterio Mampuku-ji , fundado en 1661 a las afueras de
Kioto, que se convirtió en el centro de la cultura china en Japón. El principal tema representado fue el paisaje, a menudo con elementos como
flores y pájaros, y era usual la combinación de pintura y poesía (haiga). Esta escuela dio varios artistas de gran calidad: Ikeno Taiga , Yosa
Buson, Uragami Gyokudō, Aoki Mokubei , Tani Bunchō, Gibon Sengai , Hakuin Ekaku , etc. 59
La escuela más conocida y notable fue la de ukiyo-e («estampas del mundo que fluye»), que destacó por la representación de tipos y escenas
populares. Desarrollada alrededor de la técnica del grabado –principalmente xilografía –, fue un estilo de corte laico y plebeyo,
eminentemente urbano, que inspirándose en temas anecdóticos y escenas de género les otorgaba un lirismo y una belleza extraordinarias, con
una sutil sensibilidad y un gusto refinado de gran modernidad.61 El fundador fue Hishikawa Moronobu , al que siguieron figuras
como Okumura Masanobu , Suzuki Harunobu , Isoda Koryūsaiy Torii Kiyonobu , fundador de la escuela Torii . Varios artistas se especializaron
en la reproducción de los actores del teatro popular japonés kabuki (yakusha-e, «cuadros de actores»), con un cierto aire caricaturesco,
entre ellos Torii Kiyomasu , Torii Kiyomitsu y, sobre todo, Tōshūsai Sharaku. Otro género bastante corriente fue el bijin-ga («cuadros de
mujeres hermosas»), que representaba a geishas y cortesanas en actitudes íntimas y escenas de tocador, con gran detallismo, principalmente
en sus ropajes, como se denota en la obra de Torii Kiyonaga, Kitagawa Utamaro y Keisai Eisen . Otra variante fue el shunga («estampas
primaverales»), de contenido más explícitamente erótico . El paisajismo fue introducido por Utagawa Toyoharu –fundador de la escuela
Utagawa–, que aplicó la perspectiva occidental al paisaje japonés.62
Tres señoras sentadas con linternas, En la orilla del río Sumida, Estación 16: Yui , de la serie 53
tetera, candelabro e instrumento de de Utagawa Kuniyoshi, siglo XIX. Estaciones de Tōkaidō, de Utagawa
cuerda (siglo XVIII), de Kitagawa Hiroshige.
Utamaro, Brooklyn Museum of
Art, Nueva York.
A principios del siglo XIX, cuando el arte ukiyo-e parecía declinar, apareció la gran figura de Katsushika Hokusai , autor de unos 30.000
dibujos que recopiló en 15 volúmenes, que tituló Manga (1814). Reflejó especialmente la vida urbana de Edo, con un cierto toque
humorístico, en un estilo enérgico de fuertes trazos. También fue un gran representante del paisajismo, siendo uno de sus motivos
fundamentales el monte Fuji , en escenas de gran colorido, con un sello fuertemente personal, ni realista ni idealizado, reflejando siempre la
visión interna del artista. Uno de sus últimos exponentes y gran maestro de la escuela fue Utagawa Hiroshige, igualmente un gran paisajista,
como denota en sus Cien famosas vistas de Edo. Tenía un estilo más realista que Hokusai, pero más lírico y evocador, utilizando a
menudo una perspectiva de fondos encuadrados en un primer plano de ramas, hojas u otros objetos.
La cerámica tuvo uno de sus mayores centros de producción en Kioto, con influencia del
arte chino y coreano; su principal artista fue Nonomura Ninsei . En Hagi surgió una escuela
de influencia coreana, caracterizada por el uso de formas sencillas y tonalidades claras,
destacando la figura de Ōgata Kenzan, hermano de Ōgata Kōrin. Continuó la cerámica
destinada a la ceremonia del té, decorada con elementos aparentemente irregulares y
asimétricos, como signos y líneas de corte casi abstracto, según el ideal de imperfección de
la estética zen. En este período se produjeron las primeras porcelanas , con un primer
centro productor en Arita, en la prefectura de Saga(llamada porcelana de Imari ), donde el
alfarero coreano Yi Sam-pyeong halló en 1616 un tipo de arcilla blanca ideal para
porcelana. Destacaron las escuelas de Kakiemon, Nabeshima y Ko-Kutami, que produjeron
una serie de platos, cuencos y botellas de sake de gran calidad y refinamiento, con vidriado
de esmalte decorado en color azul, verde, amarillo, rojo, beige y berenjena pálido. También
proliferaron los objetos de laca, metal, marfil y nácar, y alcanzaron gran calidad artística Porcelana de Imari hecha en el siglo XVIII.
objetos como los inro (cajas de medicamentos), los netsuke (dijes esculpidos) y
los tsuba (guardias de sable ).63
De igual manera, cobró gran relevancia el arte textil , principalmente en seda , que llegó a cotas de altísima
calidad, de tal manera que a menudo las túnicas (kimono) en seda con brillantes colores y refinados dibujos
eran colgadas para separar habitaciones, como si fuesen biombos. Se usaban diversas técnicas, como el tinte,
el bordado, el brocado, el repujado, los apliques y el pintado a mano. La seda estaba al alcance tan sólo de las
clases altas, mientras el pueblo vestía en algodón , confeccionado según la técnica indonesia ikat, hilado por
secciones y teñido en color añil alternado con el blanco. Otra técnica de menor calidad era el entrecruzamiento
de hilos de algodón de diversos colores, con tintes caseros aplicados al modo del batik mediante una pasta de
arroz y salvado de arroz hervido y apelmazado.64
Cabe destacar que, así como en el siglo XIX el arte japonés recibió la influencia del arte occidental, también
éste se vio influido por el exotismo y la naturalidad del arte nipón. Surgió así en Occidente el
llamado japonismo , desarrollado principalmente en la segunda mitad del siglo XIX sobre todo
en Francia y Gran Bretaña. Se puso de manifiesto en las llamadas japonaiseries, objetos inspirados en las
Camille Monet vestida
estampas, porcelanas, lacas, abanicos y objetos de bambú japoneses, que se pusieron de moda tanto en la
de japonesa (1876),
de Claude Monet, Museum decoración interior como en numerosas prendas personales que recogían la fantasía y el decorativismo de la
of Fine Arts, Boston. estética japonesa. En pintura, se recibió con entusiasmo el estilo de la escuela ukiyo-e, siendo muy apreciadas
las obras de Utamaro, Hiroshige y Hokusai. Los artistas occidentales imitaron la simplificada construcción
espacial, los contornos sencillos, el estilo caligráfico y la sensibilidad naturalista de la pintura japonesa. Algunos de los principales artistas que
recibieron esta influencia fueron: Édouard Manet , James Abbott McNeill Whistler, James Tissot , Mary Cassatt , Pierre Bonnard , Georges
Ferdinand Bigot, Claude Monet, Edgar Degas , Pierre-Auguste Renoir , Camille Pissarro , Paul Gauguin , Henri de Toulouse-Lautrec, Vincent
van Gogh, Gustav Klimt , etc. 65
Desde 1930 , la progresiva militarización y la expansión por China y el sur de Asia, con el consiguiente incremento de recursos destinados al
presupuesto militar, provocó una caída en el mecenazgo artístico. Sin embargo, con el despegue económico de la posguerra y la nueva
prosperidad conseguida con la industrialización del país, las artes renacieron, inmersas ya plenamente en los movimientos artísticos
internacionales debidos al proceso de globalización cultural. Asimismo, la prosperidad económica favoreció el coleccionismo, creándose
numerosos museos y centros de exposiciones que han ayudado a la difusión y conservación del arte japonés e internacional.66
En el ámbito religioso, la instauración durante la era Meiji del sintoísmo como única religión oficial (Shinbutsu bunri ) propició el abandono y
la destrucción de los templos y obras de arte budista, que habría sido irreparable sin la intervención de Ernest Fenollosa , catedrático de
filosofía de la Universidad Imperial de Tokio , que junto al magnate y mecenas William Bigelow rescataron gran cantidad de obras que
nutrieron la colección de arte budista del Museum of Fine Arts de Boston y la Freer Gallery of Art de Washington D.C. , dos de las mejores
colecciones de arte asiático del mundo.67
La arquitectura presenta una doble dirección: la tradicional ( santuario Yasukuni , templos de Heian Jingu y de Meiji, en Tokio) y la de
influencia europea , que incorpora las nuevas tecnologías (Museo Yamato Bunkakan, de Isohachi Yoshida , en Nara ). La occidentalización
conllevó la construcción de nuevos edificios como bancos , fábricas , estaciones de tren y edificios públicos, construidos con materiales y
técnicas occidentales, emulando en un principio (finales del siglo XIX) la arquitectura victoriana inglesa. También trabajaron en Japón
algunos arquitectos extranjeros, como Frank Lloyd Wright (Hotel Imperial, Tokio).
A partir de los años 1980 tuvo una fuerte implantación en Japón el arte postmoderno , ya que desde antaño ha sido característica la fusión
entre el elemento popular y la sofisticación de las formas. Este estilo ha estado representado fundamentalmente por Arata Isozaki , autor del
Museo de Arte de Kitakyūshū y del Kioto Concert Hall. Isozaki estudió con Tange, y en su obra sintetizó los conceptos occidentales con ideas
espaciales, funcionales y decorativas típicas de Japón. Por su parte, Tadao Andō desarrolló un estilo minimalista , con gran preocupación por
el aporte de luz y espacios abiertos al aire exterior (Capilla sobre el Agua, Tomanu, Hokkaidō; Iglesia de la Luz, Ibaraki, Osaka ; Museo de
los Niños, Himeji). Shigeru Ban se ha caracterizado por el uso de materiales no convencionales, como papel o plástico : tras el terremoto
de Kōbe de 1995 , que dejó a muchas personas sin casa, Ban contribuyó diseñando La casa de papel y La iglesia de papel . Por último, Toyō
Itō ha explorado la imagen física de la ciudad de la era digital (Torre de los Vientos, Yokohama ; Mediateca de Sendai, Sendai ; Edificio
Mikimoto Ginza 2, Tokio).69
En escultura existió igualmente la dualidad tradición-vanguardia, destacando los nombres de Yoshi Kinuchi y Romorini Toyofuku , además de
los abstractos Masakazu Horiuchi y Yasuo Mizui, este último instalado en Francia. Isamu Noguchi y Nagare Masayuki recogieron la rica
tradición escultórica de su país en obras que estudian el contraste entre la rugosidad y la pulidez de la materia.
En el período Taishō predominó el estilo yōga sobre el nihonga , aunque el aumento en la utilización de la luz y la perspectiva occidentales
disminuyó las diferencias entre ambas corrientes. Así como el nihonga adoptó en buena medida las innovaciones del postimpresionismo ,
el yōga manifestó una inclinación por el eclecticismo , surgiendo una gran diversidad de movimientos artísticos divergentes. Durante esta
época se creó la Academia de Bellas Artes de Japón (Nihon Bijutsuin ). La pintura de la era Shōwa estuvo marcada por la obra de Yasurio
Sotaro y Umehara Ryuzaburo , quienes introdujeron los conceptos de arte puro y pintura abstracta a la tradición nihonga . En 1931 se creó la
Asociación de Arte Independiente (Dokuritsu Bijutsu Kyokai ) para promover el arte de vanguardia .
Durante la Segunda Guerra Mundial , la censura y los controles gubernamentales permitieron únicamente la expresión de temas patrióticos.
Tras la guerra, los artistas japoneses prosperaron en las grandes ciudades –particularmente en Tokio–, creando un arte urbano y cosmopolita,
que fue siguiendo con devoción las innovaciones estilísticas producidas a nivel internacional, especialmente en París y Nueva York . Después
de los estilos abstractos de los años 1960 , en los 1970 se volvió al realismo favorecido por el pop-art , como se denota en la obra de Shinohara
Ushio. Aun así, a finales de los años 1970 hubo un retorno al arte tradicional japonés, en el que veían una mayor expresividad y fuerza
emocional. La tradición del grabado continuó en el siglo XX en un estilo de «grabados creativos» (sosaku hanga) dibujados y tallados por
artistas preferentemente de estilo nihonga, como Kawase Hasui , Yoshida Hiroshi y Munakata Shiko .
Entre las últimas tendencias, tuvo bastante renombre dentro del llamado arte de acción el grupo Gutai , que asimiló la experiencia de la
Segunda Guerra Mundial a través de acciones cargadas de ironía , con un gran sentimiento de crispación y una agresividad latente. Entre sus
miembros destacan: Jirō Yoshihara, Sadamasa Motonaga , Shozo Shimamoto y Katsuō Shiraga. Vinculados al arte postmoderno figuran
varios artistas, inmersos en el fenómeno reciente de la globalización, marcada por la multiculturalidad de las expresiones artísticas: Shigeo
Toya, Yasumasa Morimura . Otros artistas destacados del Japón contemporáneo son: Tarō Okamoto, Chuta Kimura , Leiko Ikemura , Michiko
Noda, Yasumasa Morimura, Yayoi Kusama , Yoshitaka Amano , Shigeo Fukuda , Shigeko Kubota , Yoshitomo Nara71 y Takashi Murakami .72
Literatura [ editar ]
La literatura japonesa tiene una fuerte influencia china, debido sobre todo a la adopción de
la escritura china . El testimonio más antiguo conservado es el Kojiki (Relatos de cosas
antiguas), especie de historia universal de corte mítico y teogónico . Otro testimonio de
relevancia es el Nihonshoki (Anales de Japón ). La poesía está representada por
el Man'yōshū (Colección de diez mil hojas), antología de poemas de diverso signo, con
gran variedad temática y estilística, redactado por varios autores entre los que
destacan Otomo Yakamochi y Yamanoue Okura .73
Durante la Edad Media japonesa la literatura continuó bajo el influjo de la china, sobre todo
Páginas del Nihonshoki.
en poesía, donde la mayor producción fue en lengua china, considerada más culta: tenemos
así el Kaifuso (Tiernos recuerdos de poesía, 751), antología de varios poetas. En época
Heian hubo un renacer de las letras japonesas, destacando la narrativa: Genji Monogatari (Relato de Genji), de Murasaki Shikibu , es un
clásico de la literatura nipona, describiendo el mundo de la nobleza en un lenguaje sencillo, de tono a veces erótico . La poesía de la época fue
compilada en la antología imperial Kokinshu, donde se exaltaba preferentemente la naturaleza, escrita en waka(composición de 31 sílabas).
En el período Kamakura la literatura se vio afectada por las constantes guerras feudales, reflejadas en una narrativa de tono pesimista y
desolado: Hojoki (Narración de mi cabaña), de Kamo no Chomei . Del período Muromachi cabe destacar el Tsurezuregusa (Ensayos en
ocio), de Yoshida Kenkō, y el Sannin Hoshi (Los tres sacerdotes), anónimo. 74
Durante el período Edo la literatura evolucionó hacia un mayor realismo, generalmente de tono costumbrista y con una sutil
vena humorística , como se aprecia en la obra de Saikaku Ihara, Jippensha Ikku y Ejima Kiseki . En poesía, la principal modalidad es
el haiku, composición de 17 sílabas, generalmente de tono bucólico, centradas en la naturaleza y el paisaje, destacando Matsuo Bashō, Yosa
Buson y Kobayashi Issa . Continuó el género de la waka, generalmente en chino, representada principalmente por Rai Sanyo . En el siglo
XIX destacó el novelista Takizawa Bakin , autor de Satomi Kakkenden (Vidas de ocho perros).75
En época contemporánea la litaratura ha recibido -como en el resto de las artes- la influencia occidental, perceptible desde finales del siglo
XIX en el influjo ejercido por autores como Victor Hugo y Lev Tolstói , principalmente en novelistas como Mazamune Hakucho , Kafū
Nagai, Natsume Sōseki, Morita Sohei , Yasunari Kawabata (premio Nobel de literatura en 1968 ), etc. Esta generación se vio truncada con la
Segunda Guerra Mundial, donde se impuso una estricta censura. Con posterioridad, las letras japonesas se han visto inmersas en las corrientes
vanguardistas, aunque algunos escritores han continuado con el estilo tradicional, como Shōhei Ōka, Hotta Yoshie y Fukuda Tsuneari . Entre
los principales escritores contemporáneos se encuentran: Yukio Mishima , Kōbō Abe, Shintarō Ishihara, Ito Sei , Murō Saisei, Miki
Rofu, Satō Haruo y Kenzaburō Ōe (premio Nobel en 1994 ).
Música [ editar ]
La música japonesa tuvo sus primeras manifestaciones en las honkyoku («piezas originales»), que se remontan al siglo XIX a. C., así como
el min'yō, canciones folklóricas japonesas. Los ritos sintoístas tenían coros que recitaban un trino lento acompañado de flauta de bambú
(yamate-bue ) y cítara de seis cuerdas ( yamato-goto ). La principal modalidad de música y danza sintoísta es la kagura , sobre el mito
de Amaterasu , diosa del sol . Se ejecuta con los instrumentos mencionados, y otros como el hichiriki (oboe ) y tambores como el o-kakko y
el o-daiko.76
La llegada del budismo comportó la influencia extranjera, surgiendo dos corrientes: la música izquierda, de origen indio y chino; y la música
derecha, de origen manchú y coreano . Estas modalidades empleaban instrumentos como el biwa (laúd de cuello corto), el taiko (tambor
japonés), el kakko (tambor chino), el shôko (gong), el sô-no-koto (cítara), el koma-bue (flauta), el hichiriki (oboe), el ôteki (flauta travesera)
y el shô (órgano soplado). Asimismo había una gran variedad de tipos de música tradicional: dos de los estilos más antiguos
eran shōmyō («hombre gordo que canta») y gagaku («música graciosa»), ambos provenientes de los períodos Nara y Heian. Adicionalmente,
el gagaku se divide en sōgaku(música instrumental) y bugaku (música y danza). 77
Durante el período Edo la música fue principalmente de cámara, de tipo profano, desarrollada con diversos instrumentos entre los que
destacan el shamisen (laúd de tres cuerdas), el shakuhachi (flauta de bambú) y el koto (cítara de 13 cuerdas). El koto, principalmente, tuvo
un gran auge a partir del siglo XVII, siendo popularizado por el músico ciego Yatsushashi. Se tocaba solo, con diversas variaciones (dan) de
52 compases (hyoshi), o acompañado de voz (kumi).78
Cine [ editar ]
El cine japonés aúna la moderna tecnología con la temática tradicional, con un particular
sentido estético que otorga gran importancia a la lírica visual. Introducido en 1896 , siempre ha
gozado de gran popularidad. En 1908 se crearon los primeros estudios cinematográficos
japoneses, destacando con posterioridad la Nikkatsu (creada en 1912 ) y la Shōchiku (aparecida
en 1920 ). Desde el principio el cine tomó numerosos préstamos del teatro tradicional japonés, y
se dividió en dos tendencias: gendai-geki, de tema contemporáneo, y jidai-geki, de tema
histórico. El cine mudo incorporó figuras como el onnagata, actor que representa un rol
femenino, y el benshi, recitador que comenta la película durante la proyección. Entre los
primeros realizadores destacan Yasujirō Ozu y Mikio Naruse . En 1931 se introdujo el cine
sonoro, surgiendo la gran figura de Kenji Mizoguchi (Las hermanas de Gion , 1936 ). Con el
conflicto chino-japonés se pusieron de moda los filmes bélicos, y durante la contienda mundial el
cine fue un instrumento de propaganda nacionalista. En la posguerra se recibió una mayor
influencia occidental y vanguardista, con un estilo entre tradicional e innovador que, junto a
elaborados guiones, destacaba por su idealización visual y el valor otorgado a la fotografía . El
Cuentos de Tokio, de Yasujirō Ozu.
principal exponente de esta etapa fue Akira Kurosawa , autor de obras
como Rashōmon (1950), Los siete samuráis (1954), Yojimbo (1961), Dersu
Uzala (1975), Kagemusha (1980) y Ran (1985). Posteriormente han destacado directores como Nagisa Ōshima, Hiroshi Inagaki , Kon
Ichikawa, Masaki Kobayashi , Shohei Imamura , Kinji Fukasaku, Hayao Miyazaki , Takeshi Kitano , Takashi Miike , Mamoru Oshii , Hirokazu
Koreeda, etc.81
Historieta [ editar ]
Artículo principal: Manga
Japón es el centro productor del manga , un género de historieta que ha tenido gran éxito a nivel internacional desde los años 1980 . Se
caracteriza por largas epopeyas de gran dinamismo, con abundantes efectos sonoros, teniendo un punto de origen en la tradición gráfica
del ukiyo-e . Aunque su inicio se vincula a la revista Manga Shōnen (1947), de Osamu Tezuka, sería a finales de los 1980 cuando alcanzaría
su mayor repercusión, con Akira de Katsuhiro Otomo (1982-93) y Dragon Ball de Akira Toriyama (1984-95). Desde unos inicios con una
estética un tanto infantil, el manga ha evolucionado a un estilo más realista y de tono fotográfico, abriéndose a nuevos géneros y tipologías e
incorporando elementos satíricos , humorísticos , terroríficos , violentos y eróticos (hentai). Entre los principales creadores de estos
últimos años destacan: Fujio Akatsuka , Tetsuya Chiba , Riyoko Ikeda, Shigeru Mizuki , Gō Nagai, Keiji Nakazawa , Monkey Punch , Tsukasa
Hōjō, Ryōichi Ikegami, Masakazu Katsura , Mitsuru Adachi , Jirō Taniguchi, Takehiko Inoue , Eiichirō Oda, Masashi Kishimoto , Masami
Kurumada, Naoko Takeuchi , Chiho Saito y Hiro Mashima .82
Videojuegos [ editar ]
Japón es uno de los principales países productores de videojuegos , género artístico reconocido
en Europa por los premios BAFTA y recientemente en Estados Unidos por la NEA. Los
videojuegos tuvieron una crisis en 1983 , pero gracias al diseñador de videojuegos japonés Shigeru
Miyamoto lograron salir adelante y siguen formando parte de la cultura contemporánea de Japón.
Uno de los primeros éxitos de la industria de videojuegos japonesa fue Space Invaders, de
la Corporación Taito (1978). Posteriormente, la principal productora de videojuegos en Japón ha
sido Nintendo , dirigida por Hiroshi Yamauchi , que convirtió una pequeña empresa familiar de
cartas hanafuda en una multimillonaria compañía de videojuegos reconocida mundialmente. Fue
Yamauchi quien contrató a Shigeru Miyamoto, y juntos revolucionaron el mundo del videojuego. El Donkey Kong II, un título de la
primer éxito de Nintendo fue la serie Game & Watch, unas máquinas de tecnología LCD que hacían serie Nintendo Game &
Watch(1980).
las veces de reloj, ideadas por Gunpei Yokoi. En 1983 lanzaron al mercado su consola Famicom ,
que obtuvo un gran éxito, y que contaba en su catálogo con juegos como el clásico Donkey Kong.
Posteriormente surgieron videojuegos de tanto éxito como Tennis, Dragon Quest, The Legend of Zelda o Final Fantasy. En los años
1980 también surgieron otras empresas -generalmente dedicadas al arcade - como Capcom , Konami , Irem , Jaleco , SNK o Sega . Tras
la crisis de 1983 Nintendo reconvirtió la Famicom en Nintendo Entertainment System , con la que se lanzó a la conquista del mercado
americano y europeo, y que con la nueva creación de Miyamoto, Super Mario Bros., cosechó un gran éxito. Desde entonces, la constante
innovación en el mundo de las consolas (Sega Mega Drive, Super Nintendo , Game Boy , Playstation de Sony , Nintendo DS , PlayStation
Portable, Nintendo Wii ) han hecho de la industria japonesa una de las principales productoras de videojuegos a nivel mundial.83
Referencias [ editar ]
Bibliografía [ editar ]
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