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Arte de Japón

El arte de Japón (日本美術 Nippon bijutsu?) es una expresión de la  cultura


japonesa, desarrollado a lo largo del tiempo en diversos períodos y estilos que se
han ido sucediendo de forma cronológica , en paralelo al devenir histórico, social y
cultural del pueblo japonés. La evolución del arte nipón ha estado marcada por el
desarrollo de su tecnología , siendo una de sus señas distintivas el uso de
materiales autóctonos. Como en el arte occidental , las principales manifestaciones
artísticas han tenido su origen en la religión  y el poder  político .1​

Una de las principales características del arte japonés es su  eclecticismo ,


proveniente de los diversos pueblos y culturas que han arribado a sus costas a lo
largo del tiempo: los primeros pobladores instalados en Japón  –conocidos como
La gran ola de
los Ainu– pertenecían a una rama caucásica  procedente del norte y este de  Asia ,
Kanagawa (1830 - 1833), grabadode Katsushika
llegados posiblemente cuando Japón aún estaba unido al continente. El origen de Hokusai, Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
estos pobladores es incierto, barajando los historiadores  diversas hipótesis, desde
una raza uralo -altaica  hasta un posible origen indonesio  o mongol . En todo caso,
su cultura parecía corresponder al paleolítico superior o mesolítico . Posteriormente arribaron a las costas japonesas —al tiempo que
a Corea  y diversas zonas de  China — varios grupos de raza  malaya  procedentes del sudeste asiático o islas del Pacífico , que se fueron
introduciendo paulatinamente desde el sur, desplazando a los Ainu hacia el norte de Japón, mientras que en una posterior oleada llegaron a
Japón varios grupos de la misma etnia procedentes de China y Corea.2​ A esta mezcolanza racial se debe añadir la influencia de otras culturas:
debido a su insularidad , Japón ha estado aislado buena parte de su historia , pero a intervalos ha ido recibiendo la influencia de
las civilizaciones  continentales, sobre todo de China y Corea, especialmente desde el  siglo V.3​ Así, a la cultura ancestral nipona derivada de
las sucesivas oleadas inmigratorias  se añadió la influencia foránea, forjando un arte ecléctico y abierto a la innovación y el progreso
estilístico. También cabe destacar que gran parte del arte  producido en Japón ha sido de tipo religioso : a la religión  sintoísta , la más
típicamente japonesa, formada alrededor del siglo I, se añadió el budismo  en torno al siglo V, forjando un  sincretismo  religioso que aún hoy
perdura, y que también ha dejado su reflejo en el arte.4​

El arte japonés es pues reflejo de estas distintas culturas y tradiciones, interpretando a su manera los estilos artísticos importados de otros
países, que asumen según su concepto de la vida y el arte, reinterpretando y simplificando sus características peculiares, como los elaborados
templos budistas chinos, que en Japón sufrieron un proceso de reducción de sus elementos superfluos y decorativos. Ello da muestra del
carácter sincrético del arte japonés, por lo que siempre ha asumido con naturalidad cualquier innovación procedente de otros países.5​

El arte tiene en la  cultura japonesa  un gran sentido introspectivo y de interrelación entre el hombre  y la naturaleza , representada igualmente
en los objetos que le envuelven, desde el más ornado y enfático hasta el más simple y cotidiano. Esto se pone de manifiesto en el valor
otorgado a la imperfección, al carácter efímero de las cosas, al sentido emocional que el japonés establece con su entorno. Así, por ejemplo,
en la ceremonia del té  los japoneses valoran la calma y la tranquilidad de ese estado de contemplación que consiguen con un sencillo ritual,
basado en elementos simples y en una armonía proveniente de un espacio asimétrico e inacabado. Para los japoneses, la paz y la armonía están
asociadas a la calidez y la comodidad, cualidades a su vez que son fiel reflejo de su concepto de la belleza . Incluso a la hora de comer, no
importa la cantidad de alimentos o su presentación, sino la percepción sensorial de la comida y el sentido estético  que otorgan a cualquier
acto. De igual manera, los artistas  y artesanos  japoneses tienen un elevado grado de vinculación con su obra, sintiendo los materiales como
parte esencial de su vida y de su comunicación con el ambiente que les rodea.6​

Índice
1 Fundamentos del arte japonés
2 Periodización
3 Artes plásticas
3.1 Período Jōmon (11000 a.C.-500 a.C.)
3.2 Período Yayoi (500 a.C.-300 d.C.)
3.3 Período Kofun (300-552)
3.4 Período Asuka (552-710)
3.5 Período Nara (710-794)
3.6 Período Heian (794-1185)
3.7 Período Kamakura (1185-1392)
3.8 Período Muromachi (1392-1573)
3.9 Período Azuchi-Momoyama (1573-1603)
3.10 Período Edo (1603-1868)
3.11 Época contemporánea (desde 1868)
4 Otras expresiones artísticas
4.1 Literatura
4.2 Música
4.3 Artes escénicas
4.4 Cine
4.5 Historieta
4.6 Videojuegos
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos

Fundamentos del arte japonés [ editar ]

El arte japonés, como el resto de su filosofía  –o, simplemente, su forma de ver la


vida– es propenso a la intuición , la falta de racionalidad , la
expresión emocional  y la sencillez de actos y pensamientos, expresados a menudo
de forma simbólica . Dos de sus características distintivas son la simplicidad y la
naturalidad: las manifestaciones artísticas son reflejo de la naturaleza, por lo que no
requieren una elaborada producción, sino que se basan en una economía de medios
que otorga al arte una gran trascendencia, como reflejo de algo más elevado que
queda tan sólo esbozado, sugerido, siendo posteriormente interpretado por el
espectador. Esta simplicidad provocó en pintura  una tendencia hacia
el dibujo  lineal, sin  perspectiva , con abundancia de espacios vacíos, que sin
embargo se integran armoniosamente en el conjunto. En arquitectura , queda Santuario Itsukushima, con su torii (arco de acceso
plasmada en diseños lineales, con planos asimétricos, en una conjunción de a un espacio sagrado) situado sobre el Mar Interior de
Seto, ejemplo de integración del arte en el entorno
elementos dinámicos y estáticos. A su vez, esta simplicidad está relacionada con
natural.
una innata naturalidad en la relación entre el arte y la naturaleza, que para los
japoneses es reflejo de su vida interior, y la sienten con un delicado sentimiento
de melancolía , casi de  tristeza . En especial, el transcurrir de las estaciones  les provoca una sensación de transitoriedad, viendo en la
evolución de la naturaleza lo efímero de la vida. Esta naturalidad se refleja especialmente en la arquitectura, que se integra de forma
armoniosa en su entorno, como se denota en la utilización de materiales naturales, sin trabajar, mostrando su aspecto rugoso, áspero,
inacabado. En Japón, naturaleza, vida y arte están indisolublemente unidos, y la realización artística es un símbolo de la totalidad del
universo.7​

En Japón, el arte pretende conseguir la armonía universal, yendo más allá de la materia para encontrar el principio generador de vida.
La estética japonesa  busca encontrar el sentido de la vida por medio del arte : belleza  equivale a armonía, a creatividad; es un
impulso poético , un camino sensorial que lleva a la realización de la obra, que no tiene finalidad en sí, sino que va más allá. La belleza es una
categoría ontológica , que remite a la existencia: consiste en alcanzar el sentido con el todo. Como dijo Suzuki Daisetsu : «la belleza no está en
la forma exterior, sino en el significado que expresa». El arte no está basado en las cualidades sensibles, sino en las sugestivas; no ha de ser
perfecto, sino expresar una cualidad que lleve a la totalidad. Se pretende captar lo esencial a través de la parte, que sugiere la totalidad: el
vacío es un complemento de aquello que existe. En la filosofía oriental  hay una unidad entre materia y espíritu, predominando la
contemplación y comunión con la naturaleza, por vía de adhesión interior, de intuición. En Japón, el arte (gei), tiene un sentido más
trascendente, más inmaterial que el concepto de arte aplicado en Occidente : es cualquier manifestación del espíritu  –entendido como
energía vital, como esencia que insufla vida a nuestro cuerpo–, haciendo que éste se desarrolle y evolucione, consiguiendo una unidad entre
cuerpo, mente y espíritu.8​

El sentido del arte se ha ido desarrollando en la estética japonesa a lo largo del


tiempo: las primeras reflexiones sobre el arte y la belleza provienen de la
antigüedad, cuando se forjaron los principios creadores de la cultura japonesa y
surgieron las principales obras épicas  de la literatura japonesa : el Kojiki (Relatos
de cosas antiguas), el  Nihonshoki  (Anales de Japón) y el  Man'yōshū (Colección
de diez mil hojas). En esta época predominó el concepto de sayakeshi  («puro,
claro, fresco»), que hacía referencia a un tipo de belleza caracterizada por la
simplicidad, el frescor, una cierta ingenuidad, perceptible en el uso de materiales

En la Fiesta del Hanami, los japoneses acuden a


ligeros y naturales, como la tierra cocida de las estatuillas haniwa  o la  madera  en
parques y jardines a observar la belleza de los cerezos arquitectura. Buen ejemplo de ello es el templo sintoísta de Ise, construido en
en flor. madera de ciprés , y que se reconstruye cada veinte años desde el siglo VIII para
preservar su pureza y frescura. De este concepto se desprende una de las constantes
del arte japonés: el valor otorgado a la belleza efímera, transitoria, fugaz, que evoluciona con el tiempo. En el Man'yōshū el sayakeshi  queda
reflejado en los sentimientos de fidelidad y honestidad, así como en la descripción de elementos naturales como el cielo  y el mar , que
inspiran una sensación de grandiosidad que sobrecoge al hombre. El sayakeshi  está ligado al concepto de  naru  («devenir»), donde se valora
el tiempo  como una energía vital que confluye en el devenir, en la consumación de todos los actos y todas las vidas.9​

Posteriormente, durante los periodos  Nara  y Heian , la estética japonesa evolucionó rápidamente gracias a su contacto con la cultura china ,
así como a la llegada del budismo . El principal concepto de esta época fue el aware , un sentimiento emotivo que sobrecoge al espectador y
le lleva a una profunda sensación de empatía  o piedad. Está ligado a otros términos como el okashi , aquello que atrae por su alegría y
carácter agradable; el omoshiroshi , propiedad de las cosas radiantes, que llaman la atención por su brillo y claridad; el yūbi, concepto de
gracia, elegancia; el yūga, calidad de refinamiento en la belleza; el  en , la atracción del encanto; el rei, la belleza propia de la calma;
el yasashi , la belleza de la discreción; y el ushin , el sentido profundo de lo artístico. Un hito en la cultura japonesa de esta época fue
la Historia de Genji  de  Murasaki Shikibu , que plasmó un nuevo concepto estético denominado mono-no-aware  –término introducido
por Motōri Norinaga–, que transmite un sentimiento de melancolía, de tristeza contemplativa derivada de la transitoriedad de las cosas, de la
belleza efímera, que dura un instante y perdura en el recuerdo. Es un estado de recreación derivado de la fugacidad de las cosas y de una
agridulce tristeza a su paso, equivalente en cierta medida al pathos  griego  y al término  virgiliano lacrimae rerum  («lágrimas de las cosas»).
En palabras de Kikayama Keita : «es el sentimiento profundo que nos embarga al contemplar una hermosa mañana de primavera, y también la
tristeza que nos sobrecoge al mirar un atardecer otoñal. Pero, ante todo, es un sentimiento de delicada melancolía que puede derivar en una
profunda tristeza al sentir hondamente la belleza caduca de todos los seres de la naturaleza».10​ Esta idea de una búsqueda ideal de la belleza,
de un estado de contemplación donde se unen el pensamiento y el mundo de los sentidos, es característica de la innata sensibilidad japonesa
para la belleza, y queda patente en la fiesta del Hanami , basada en la contemplación de los cerezos  en flor.

Durante la  Edad Media  japonesa


(periodos Kamakura , Muromachi  y Momoyama ), en paralelo al militarismo de
la sociedad feudal  japonesa, se impuso el concepto de  dō («vía»), que ponía
énfasis en el proceso creativo del arte, en la práctica ceremonial de los ritos
sociales, como se pone de manifiesto en el shodō (caligrafía ), el  chadō (ceremonia
del té), el  kadō o ikebana  (el arte de los arreglos florales) y el kōdō (ceremonia
del incienso ).11​ En estas prácticas no importa el resultado, sino el proceso
evolutivo, el devenir en el tiempo –nuevamente el naru –, así como el talento
demostrado en la perfecta ejecución de los ritos, que denota destreza, así como un
empeño espiritual de búsqueda de la perfección. En estos nuevos conceptos tuvo
una influencia decisiva una variante del budismo llamada zen , que hacía hincapié
en unas determinadas «reglas de vida» basadas en la meditación , donde la persona Jardín de Kenroku-en. En la meditación zen, la
labor cotidiana es una manifestación espiritual,
pierde la conciencia de sí mismo. Así, cualquier labor cotidiana trasciende su
reflejada en el movimiento y el paso ritual del tiempo.
esencia material para significar una manifestación espiritual, la cual queda reflejada Así el jardín representa la visión del cosmos, donde el
en el movimiento y el paso ritual del tiempo. Este concepto queda reflejado gran vacío (mar) se llena con objetos (islas),
plasmados en arena y rocas, y en el que la vegetación
igualmente en la jardinería , que llega a un grado tal de trascendencia donde el
evoca el paso del tiempo.
jardín es una visión del cosmos , con un gran vacío (mar) que se llena con objetos
(islas), plasmados en arena y rocas, y donde la vegetación es evocadora del paso
del tiempo. La ambivalencia zen entre el carácter sencillo y la profundidad de una vida trascendente imbuyó de un espíritu de «elegancia
sencilla» (wabi ) no sólo al arte, sino al comportamiento, las relaciones sociales y los aspectos más cotidianos de la vida. El
maestro Sesshū decía que «el zen y el arte son uno». 12​
El zen se basa en siete principios estéticos: fukinsei  (asimetría), forma de negar la
perfección para conseguir el equilibrio presente en la
naturaleza; kanso  (austeridad), eliminar lo innecesario y superfluo para descubrir
la simplicidad de la naturaleza; kokō (dignidad solitaria), cualidad que las personas
y objetos adquieren con el paso del tiempo y les proporciona una mayor pureza de
su esencia; shizen  (naturalidad), que está ligada a la sinceridad, lo natural es
auténtico e incorruptible; yūgen (profundidad), esencia verdadera de las cosas, que
trasciende su mera materialidad, su aspecto superficial; datsuzoku  (desapego),
libertad en la práctica de las artes, cuya misión es liberar el espíritu, no controlarlo
–así, el arte prescinde de todo tipo de normas y reglas–; seiyaku  (serenidad
interior), estado de quietud, de sosiego, necesario para que fluyan los seis
En la ceremonia del té se relacionan las cosas principios anteriores.13​
pequeñas con el orden cósmico, lo temporal con lo
espiritual. La sala del té es una construcción efímera Especialmente significativa es la  ceremonia del té , donde se sintetiza de forma
sin ornamentación e inacabada, pues lo imperfecto se magistral el concepto japonés del arte y lo bello, creando una auténtica religión
debe completar en la imaginación. La belleza sólo
estética: el «teísmo».14​ Esta ceremonia representa la adoración de lo bello en
puede descubrirla quien mentalmente completa lo
incompleto. oposición a la vulgaridad de la existencia cotidiana. Su filosofía,
tanto ética  como  estética , expresa la concepción integral del hombre con la
naturaleza. Su simplicidad relaciona las cosas pequeñas con el orden cósmico: la
vida es una expresión, y los actos reflejan siempre un pensamiento. Lo temporal es igual a lo espiritual, lo pequeño a lo grande. Este concepto
queda igualmente reflejado en la sala del té (sukiya), construcción efímera debida a un impulso poético, despojada de ornamentación, donde
se da culto a lo imperfecto, y siempre se deja algo inacabado, que completará la imaginación. Es característica la ausencia de simetría, por la
concepción zen de que tiene más importancia la búsqueda de perfección que la propia perfección. La belleza sólo puede descubrirla quien
mentalmente completa lo incompleto.15​

Por último, en época moderna –iniciada con el  período Edo –, aunque perduran los conceptos anteriores se introducen algunas nuevas
categorías estéticas, relacionadas con las nuevas clases urbanas que surgen a medida que Japón se va modernizando: el sui es una
determinada finura de corte espiritual, hallada principalmente en la literatura de Osaka ; iki es una elegancia honesta y directa, presente sobre
todo en el teatro kabuki; el karumi es un concepto que ensalza la ligereza como cualidad esencial bajo la cual se alcanza lo «profundo» de las
cosas, reflejada especialmente en la poesía haiku; el shiori es una belleza nostálgica; el hosomi es una delicadeza que llega hasta la esencia
de las cosas; y el sabi es la belleza simple, despojada, sin adornos ni artificios, ensalzando valores como la pobreza y la soledad. Esta última
entroncó con el concepto anterior de wabi, creando una nueva noción llamada wabi-sabi, la trascendencia de la simplicidad, donde la belleza
reside en la imperfección, en lo incompleto, basada en la fugacidad e impermanencia . En todos estos conceptos subyace nuevamente la idea
del arte como proceso creativo, y no como realización material. Okakura Kakuzō escribió que «sólo los artistas persuadidos de la
imperfección congénita a su alma son capaces de engendrar la verdadera belleza».16​

Periodización [ editar ]

Artículo principal: Períodos de Japón

Para su estudio, el arte de Japón se divide en grandes períodos en términos de producción artística y desarrollos políticos importantes.17​ La
clasificación suele variar dependiendo del criterio del autor, además de que muchos de ellos pueden ser subdivididos. Por otro lado, también
existen divergencias en cuanto al principio y final de algunos de estos periodos. La clasificación realizada por el arqueólogo Charles T. Keally
es la siguiente:

Períodos históricos en la arqueología japonesa


50/35.000 -
Paleolítico
13/9.500 a. P.
13/9.500 - 2.500 a.
Prehistoria Jōmon
P.
Yayoi 500 a. C. - 300
Kofun 300 - 710
Antigua Nara 710 - 794
(古代 Kodai?) Heian 794 - 1185
Medieval Kamakura 1185 - 1392
(中世 Chūsei?) Muromachi 1392 - 1573
Moderna temprana o Azuchi-
1573 - 1600
Premoderna Momoyama
(近世 Kinsei?) Edo 1600 - 1868
Meiji 1868 - 1912
Moderna Taishō 1912 - 1926
(近代 / 現代
Kindai / Gendai?) Shōwa 1926 - 1989
Heisei 1989 - presente

Artes plásticas [ editar ]

Período Jōmon (11000 a.C.-500 a.C.) [ editar ]

Durante el  mesolítico  y el neolítico  Japón se mantuvo aislado del continente, por lo que
toda su producción fue autóctona, aunque de escasa relevancia. Eran sociedades
semisedentarias, que habitaban en pequeñas aldeas con casas excavadas en la tierra,
obteniendo sus recursos alimentarios principalmente del bosque  (ciervos , jabalíes , frutos
secos) y del mar  (peces , crustáceos , mamíferos marinos ). Estas sociedades tenían una
elaborada organización del trabajo, y estaban preocupadas en la medición del tiempo, como
lo demuestran diversos restos de disposiciones circulares de piedras en Oyu y Komakino,
que actuaban como relojes solares . Al parecer, tenían  unidades de medida estandarizadas,
como dan fe diversos edificios construidos según determinados patrones.

En los diversos yacimientos Jōmon se han hallado instrumentos de hueso  y piedras


pulimentadas, cerámica  y figuras  antropomorfas . Cabe señalar que la cerámica Jōmon es
la más antigua producida por el ser humano:18​ los primeros restos de una
Recipiente de  terracota  del  período
rudimentaria alfarería  datan del 11.000 a.C., en pequeños recipientes trabajados a mano, de
Jōmon (hacia 3000-2000 a. C.).
lados pulidos e interiores amplios, con un sentido funcional y decoración austera. Estos
vestigios corresponden a un período denominado «prejōmon» (11000-7500 a.C.), al que
sucedió el «Jōmon arcaico» o «temprano» (7500-2500 a.C.), donde se elabora la más típica cerámica Jōmon, hecha a mano y decorada con
incisiones o impresiones de cuerda, sobre una base de un tipo de vasos profundos en forma de jarra. La decoración básica consistía en
impresiones hechas con cuerdas elaboradas con fibras de plantas, que se presionaban sobre la cerámica antes de cocerla. En diversas zonas
estas incisiones llegaron a un elevado grado de elaboración, con bordes perfectamente cincelados, dibujando una serie de signos de
corte abstracto  de gran complejidad. En pocas ocasiones se han hallado restos de escenas figurativas, generalmente dibujos antropomórficos
y zoomórficos (ranas , serpientes ), destacando una escena de caza presente en un vaso hallado en Nirakubo, al norte de Honshū. Por último,
en el «Jōmon tardío» (2500-400 a.C.), los recipientes vuelven a ser de formas más naturales, menos elaboradas, con boles  y vasijas de fondo
redondeado, ánforas  de cuello estrecho y cuencos con asas, a menudo con pie o base elevada. Los principales yacimientos de cerámica
Jōmon son: Taishakukyo, Torihama, Togari-ishi, Natsushima, Kamo y Okinohara en la isla de Honshū; Sobata en la isla de  Kyūshū; y
Hamanasuno y Tokoro en la isla de Hokkaidō.

Aparte de vasos, se construyeron en cerámica diversas figurillas en forma humana o animal, construidas por partes, por lo que se han hallado
pocos restos de piezas enteras. Las de forma antropomórfica pueden tener atributos masculinos o femeninos, y también se han hallado algunas
de signo andrógino . Algunas presentan un vientre abultado, por lo que posiblemente estaban ligadas al culto a la fertilidad . Es de remarcar la
precisión en los detalles que muestran algunas figuras, como peinados elaborados, tatuajes  y vestidos decorativos. Parece ser que en esas
sociedades tenía gran relevancia el adorno corporal, principalmente en las orejas , con pendientes  de cerámica de diversa manufactura,
decorados con pigmentos rojos. En Chiamigaito (isla de Honshū) se han encontrado más de 1.000 de estos adornos, lo que hace suponer un
taller local de elaboración de estos productos. También datan de esta época diversas máscaras  que denotan un trabajo individualizado de los
rostros. Igualmente, se elaboraban diversos tipos de abalorios  de  jadeíta verde, y conocían el trabajo de la  laca , como demuestran varias
horquillas halladas en Torihama. También se han hallado restos de espadas de marfil, hueso o astas de animales. 19​

Período Yayoi (500 a.C.-300 d.C.) [ editar ]

Esta época supuso la implantación definitiva de la sociedad agrícola , que comportó la


deforestación de amplias zonas del territorio. Esta transformación conllevó una evolución de
la sociedad nipona en los terrenos tecnológico , cultural  y social , con una mayor
estratificación social y especialización del trabajo, y supuso el aumento de los conflictos
bélicos. El archipiélago  nipón estaba jalonado de pequeños estados formados en torno a
clanes (uji), entre los que prevaleció el de  Yamato , que dio origen a la familia imperial .
Apareció entonces el sintoísmo , religión de corte  mitológico  que hacía descender
al emperador  de  Amaterasu , la diosa del sol . Esta religión propició el sentido original de
pureza y frescura del arte japonés, con predilección por los materiales puros, sin decorar,
con un sentido de integración con la naturaleza (kami o supraconciencia). Desde el  siglo I a.
C. empezó a introducirse la civilización del continente, a causa de las relaciones
con China  y Corea .20​

La cultura Yayoi apareció en la isla de  Kyūshū en torno al 400-300 a.C., pasando a  Honshū,
donde fue desplazando progresivamente a la cultura Jōmon. Durante este período se
difundió un tipo de sepulturas  de gran tamaño con cámara y  túmulo  ornamentado
con cilindros  de  terracota  con figuras humanas y de animales. Los poblados estaban Vaso Yayoi procedente de Tokio.
cercados por zanjas, y aparecieron diversos utensilios relacionados con la agricultura
(especialmente una herramienta de piedra en forma de media luna  usada para la  cosecha ),
así como diversas armas, como arcos  y flechas  con punta de piedra pulida. La cerámica se producía con  torno , principalmente tarros de
cuello ancho, botes con tapa, platos anchos, tazas con asas y botellas de cuello estrecho. Eran de superficie pulimentada, con decoración
simple, principalmente de incisiones, punteados y serpentinas en zig-zag. La principal modalidad fue un vaso con forma de jarra
denominado tsubo.21​

Destacó el trabajo con  metales , principalmente el  bronce , como las campanas  denominadas  dotaku, que servían de objetos
ceremoniales, decoradas con espirales (ryusui) en forma de  agua  que fluye, o bien animales
en relieve  (principalmente  ciervos , pájaros , insectos  y anfibios ), así como escenas de caza , pesca  y trabajos agrícolas, especialmente
los relacionados con el arroz . El ciervo parece ser que tenía una especial significación, quizá ligada con alguna divinidad: en muchos
yacimientos se han encontrado multitud de omóplatos  de ciervo con incisiones o marcas hechas con fuego , por lo que estaría ligado a algún
tipo de ritual. Otros objetos decorativos hallados en yacimientos Yayoi son: espejos , espadas , diversos abalorios y  magatama (piezas
de jade  y ágata  en forma de  anacardo , que servían de joyas de la fertilidad). 22​

Período Kofun (300-552) [ editar ]

Esta  era  supuso la consolidación del estado central imperial, que controlaba los
principales recursos, como el hierro  y el oro . La arquitectura se desarrolló
preferentemente en el terreno funerario, con unas características tumbas de cámara
y de corredor llamadas kofun («tumba antigua»), sobre las que se elevaban
túmulos de tierra de grandes proporciones. Destacan las grandes sepulturas de
los emperadores  Ōjin (346 -395 ) y Nintoku  (395 -427 ), donde aparecieron
diversas joyas, armas, sarcófagos  de piedra o terracota, cerámica y unas figuras
antropomórficas de terracota llamadas haniwa, formadas por un
pedestal cilíndrico  y un medio  busto . Estas estatuillas eran de unos 60
centímetros, sin apenas expresión, tan sólo unas hendiduras en los ojos y la boca,
aunque constituyen una muestra de gran relevancia del arte de esta época. Según su
Vista del Naikū, la zona más sagrada del Santuario de
vestimenta y utensilios se distinguen diversos oficios en estas figuras, como
Ise.
granjeros, soldados, sacerdotisas, cortesanas, músicos y bailarines. A finales de este
período también aparecieron figurillas de animales,
especialmente ciervos , perros , caballos , jabalís , gatos , pollos , ovejas  y peces .23​ Se han hallado gran variedad de armas (equipos de
arqueros, coronas con joyas matagama, estribos de bronce), lo que denota la importancia del estamento militar en esta época, cuyos rasgos
estilísticos están emparentados con la cultura Silla  de Corea, al igual que un tipo de cerámica denominada Sueki, oscura y de gran finura, con
accesorios tintineantes.

La diferenciación social comportó el aislamiento de las clases dirigentes en recintos exclusivos dentro de
las ciudades , como en Yoshinogari, para acabar segregándose definitivamente en recintos aislados como el
de Mitsudera o los complejos palaciegos de Kansai, Ikaruga y Asuka-Itabuki. En cuanto a arquitectura
religiosa, los primeros templos sintoístas (jinja) fueron en madera, sobre una plataforma elevada y paredes
desnudas o tabiques corredizos, con pilares que sostienen el techo, que es inclinado. Uno de sus elementos
característicos es el torii, arco de entrada que señala el acceso a un lugar sagrado. Cabe destacar el santuario
de Ise, que se reconstruye cada veinte años desde el siglo VIII. Comprende dos complejos, el occidental
(Naikū), dedicado a Amaterasu (diosa del  sol ), y el oriental (Gekū), dedicado a Toyouke no Ōmikami (diosa
del vestido , el  alimento , la vivienda , la  agricultura  y la industria ), con un total de unos 125 santuarios. El
edificio principal (Shoden) es de planta alzada y tejado a dos aguas, sobre nueve columnas , al que se accede
por una escalera exterior. Es de estilo shinmeizukuri, que refleja el estilo Shintō tardío, previo a la llegada del
budismo a Japón. El santuario es centro de peregrinación (o-ise-mairi), ya que, según la tradición, los

Haniwa de soldado
practicantes del Shintō deben acudir al santuario al menos una vez en su vida.24​
(Funazuka Kofun). Otro templo mítico de origen incierto es el  Izumo Taisha , cerca de  Matsue , fundado legendariamente por
Amaterasu. Es de estilo taishazukuri , considerado el más antiguo entre los santuarios, caracterizado por la
elevación del edificio sobre pilastras, con una escalinata como acceso principal, y acabados sencillos de madera sin pintura. Según las
crónicas, el santuario original tenía una altura de 50 metros, pero debido a un incendio fue reconstruido con una altura de 25 metros. Sus
edificios principales son el Honden  («santuario interior») y el Haiden  («santuario exterior»). A esta época pertenece igualmente
el Kinpusen-ji , el templo principal del shugendō, una religión  ascética  que combina el sintoísmo, el budismo y creencias animistas . En su
estructura destaca el templo principal o Zaōdō, que es la segunda construcción de madera más grande de Japón, sólo superada por
el Daibutsuden  de  Tōdai-ji; junto a la Puerta de Niō, ha sido catalogado como  Tesoro Nacional de Japón .

En este período encontramos las primeras muestras de  pintura , como en el enterramiento real de Ōtsuka y las tumbas en forma
de dolmen  de  Kyūshū (siglos  V-VI), decoradas con escenas de caza, guerra, caballos, pájaros y barcos, o bien con espirales y círculos
concéntricos. Eran pinturas murales , elaboradas con rojo  hematites , negro  carbón , amarillo  ocre , blanco  caolín  y verde clorito. Uno de los
dibujos representativos de esta época es el llamado chokkomon, compuesto de líneas rectas y arcos trazados sobre diagonales  o cruces , y
presente en paredes de tumbas, sarcófagos, estatuas haniwa y espejos de bronce. 25​

Período Asuka (552-710) [ editar ]

El estado de  Yamato  forjó un reino centralizado siguiendo el modelo chino,


plasmado en las leyes de Shōtoku-Taishi (604 ) y la  Taika  de  646 . La llegada
del budismo  produjo en Japón un gran impacto a nivel artístico y estético, con
fuerte influencia del arte chino. Fue especialmente fructuoso para el arte el
gobierno del príncipe Shōtoku (573-621), que favoreció el budismo y la cultura en
general. La arquitectura, en forma de templos  y monasterios , se ha perdido en su
mayoría, suponiendo la sustitución de las líneas sencillas sintoístas por la
magnificencia proveniente del continente. Como edificio más destacable de este
período hay que mencionar el templo de Hōryū-ji (607 ), representante del estilo
Kudara (Paikche  en Corea). Se construyó en el recinto del templo Wakakusadera,
Templo de  Hōryū-ji, en  Nara .
erigido por Shōtoku e incendiado por sus enemigos en 670 . Construido con una
planimetría axial, está formado por un conjunto de edificios donde destacan
la pagoda  (Tō), el  Yumedomo  («salón de los sueños») y el  Kondō(«salón dorado»). Es de estilo chino, utilizándose por vez primera un
tejado de azulejos  de cerámica. Otro ejemplo característico es el Santuario Itsukushima  (593), construido sobre el agua, en el  Mar Interior de
Seto, destacando entre el conjunto de sus edificios el  Gojūnotō («pagoda de los cinco niveles»), el Tahōtō («pagoda de los dos niveles») y
varios honden (edificios con  altares ). Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad  en  1996 .26​

La escultura , de tema budista, era en madera o bronce: las primeras imágenes de Buda  fueron importadas del
continente, pero luego se instalaron en Japón gran número de artistas chinos y coreanos. Proliferó la imagen
de Kannon , nombre japonés del bodhisattva Avalokiteśvara (llamado  Guanyin en  chino ), como el Bodhisattva
Kannon, obra del coreano Tori; el  Kannon situado en el Yumedomo del templo de Hōryū-ji; y el Kannon de
Kudara (siglo VI), realizado por un artista desconocido. Otra obra de relevancia es la Tríada de Sâkyamuni (623),
en bronce, obra de Tori Busshi  instalada en el templo de Hōryū-ji. En general, eran obras de un estilo severo, anguloso
y arcaizante, inspirado en el estilo coreano Koguryŏ, como se aprecia en la obra de Shiba Tori , que marcó el «estilo
oficial» del período Asuka: Gran Buda Asuka (templo Hoko-ji, 606),  Buda Yakushi (607),  Kannon
Guze (621),  Tríada Shaka (623). Otro artista seguidor de este estilo fue Aya no Yamakuchi no Okuchi Atahi , autor
de los Cuatro Guardianes Celestes (shitenno) del Salón Dorado de Hōryū-ji (645), que pese al aire arcaico
presentan una evolución volumétrica en las formas más redondeadas, con rostros más expresivos.27​

La pintura seguía los patrones chinos, en  tinta  o pigmentos  minerales  sobre  seda  o papel , en rollos
Estatua de pergamino  o colgando de la pared. Denota un gran sentido del  dibujo , con obras de gran originalidad, como
del príncipe
el relicario  de  Tamamushi (Hōryū-ji), en madera de  alcanfor  y ciprés, con bandas de filigrana  de bronce,
Shōtokuen Asuka-
dera (Nara ). presentando varias escenas en óleo  sobre madera lacada, en una técnica denominada mitsuda-i procedente
de Persia  y relacionada con la pintura china de la dinastía Wei . En la base del relicario se muestra un  jataka (relato
sobre las vidas anteriores de Buda), que muestra al príncipe Mahasattva ofreciendo su propia carne a
una tigresa  hambrienta. En esta época empezó a cobrar relevancia la  caligrafía , a la que se otorgó el mismo nivel de artisticidad que a las
imágenes figurativas. También destacaron los tapices  en  seda , como el  Mandala Tenjukoku dedicado a Shōtoku (622). La cerámica, que
podía ser esmaltada  o no, tuvo escasa producción local, valorándose más la de importación china.28​

Período Nara (710-794) [ editar ]

Durante este período se estableció la capital en Nara  (710), primera capital fija del  mikado.
En esta época tuvo su apogeo el arte budista, continuando con gran intensidad la influencia
china –los japoneses veían en el arte chino  una armonía y perfección similares al
gusto europeo  por el  arte clásico grecorromano –. Los escasos ejemplos de arquitectura de
la época son construcciones de aire monumental, como la Pagoda del Este de Yakushi-ji , los
templos de Tōshōdai-ji, Tōdai-ji y Kōfuku-ji, y el almacén imperial Shōso-in de Nara, que
conserva multitud de objetos de arte de la época del emperador Shōmu (724-749), con obras
procedentes de China, Persia y Asia central. La ciudad de Nara se construyó según una
planimetría reticular, siguiendo el modelo de Chang'an , la capital de la dinastía Tang . Se
otorgó igual importancia al palacio imperial  que al monasterio principal, el Tōdai-ji (745-
752), construido según un plano simétrico en un gran recinto con dos pagodas gemelas, y
donde destaca el Daibutsuden , el «gran salón de Buda», con una gran estatua de bronce del
Buda Vairocana  (Dainichi en  japonés ), de 15 metros, donada por el emperador Shōmu
en 743 . Reconstruido en 1700 , el  Daibutsuden  es el edificio de madera más grande del
mundo. Otro importante recinto del templo es el Hokkedō («salón del loto», también
llamado Sangatsudō, «salón del tercer mes»), que cuenta con otra magnífica estatua,
el Kannon Fukukenjaku , un bodhisattva  de ocho brazos realizado en laca, de cuatro metros
de altura e influencia Tang, perceptible en la serenidad y placidez de los rasgos faciales.29​
Pagoda del Este de Yakushi-ji, en Nara.
En cambio, la Pagoda del Este
de Yakushi-ji supuso el intento de los
arquitectos japoneses de buscar un estilo propio, alejándose de la influencia china. Destaca
por su verticalidad, con una alternancia de tejados de distinto tamaño, dándole la apariencia
de un signo caligráfico. En su estructura destacan los aleros y balcones, formados por barras
de madera entrelazadas, en colores blanco y marrón. En su interior alberga la imagen
del Yakushi Nyorai  («Buda de la Medicina»). Está inscrito como Patrimonio de la
Humanidadbajo la denominación de  Monumentos históricos de la antigua Nara. Igual grado
Santuario de Fushimi Inari- de asimilación nacional tuvo el Tōshōdai-ji (759), que muestra un claro contraste entre
taisha (711), Fushimi-ku, Kioto, con sus el Kondō («salón dorado»), de una solidez, simetría y verticalidad de influencia china, y
característicos torii de color rojo. el Kodō («salón de conferencias»), de una mayor simplicidad y horizontalidad que denotan
la tradición autóctona. Otro exponente fue el Kiyomizu-dera  (778), cuyo edificio principal
destaca por su enorme baranda, sostenida por cientos de pilares, que sobresale de la colina y ofrece impresionantes vistas de la ciudad
de Kioto. Este templo fue uno de los candidatos en la lista a Nuevas Siete Maravillas del Mundo , aunque no salió elegido. Por su parte,
el Rinnō-ji es famoso por el  Sanbutsudō («Salón de los Tres Budas»), en donde se encuentran tres estatuas laminadas en oro
de Amida , Senjūkannon (Kannon de los mil brazos) y Batōkannon (Kannon con cabeza de caballo). Como santuario sintoísta destacó
el Fushimi Inari-taisha (711), dedicado al espíritu de  Inari, especialmente conocido por los miles de toriis rojos que delimitan el camino por la
colina en la cual se encuentra situado el santuario.30​

Obtuvo gran desarrollo en escultura la representación de Buda, con estatuas de gran belleza: Sho
Kannon, Buda de Tachibana, Bodhisattva Gakko de Tōdai-ji. En el período Hakuhō (645-710), la
destitución del clan Soga  y el afianzamiento imperial comportó el fin de la influencia coreana y su sustitución
por la china (dinastía Tang), produciéndose una serie de obras de mayor magnificencia y realismo, con formas
más redondas y gráciles. Este cambio es perceptible en el grupo de estatuas de bronce dorado del Yakushi-ji,
compuesto del Buda sedente (Yakushi) flanqueado de los  bodhisattvas Nikko («Luz de Sol»)
y Gakko («Luz de Luna»), que muestran un mayor dinamismo en su postura de contrapposto , y una mayor
expresividad facial. En cambio, en Hōryū-ji continuó el estilo Tori de origen coreano, como en el Kannon
Yumegatai y la Tríada Amida del  Relicario de la señora Tachibana. En el templo de Tōshōdai-ji se
encuentra una tríada de estatuas de tamaño colosal, hechas de laca seca hueca, destacando el Buda
Rushana central (759), de 3,4 metros de altura. Se encuentran también representaciones de espíritus
guardianes (Meikira Taisho), reyes ( Kamokuten), etc. Son obras en madera, bronce, arcilla cruda o laca Pintura mural de la
tumba Takamatsuzuka.
seca, de gran realismo.31​

La pintura está representada por la decoración mural de Hōryū-ji (finales del siglo VII), como
los frescos  del  Kondō, que muestran similitudes con los de  Ajantā en la  India . También surgieron diversas tipologías como
el kakemono  (‘pintura colgante’) y el  emakimono  (‘pintura en rollo’), historias pintadas en un rollo de papel  o seda , con textos que
explican las distintas escenas, llamados sutras . En el Shōso-in de Nara existe una serie de pinturas de tema profano, con diversos géneros y
temáticas: plantas, animales, paisajes y objetos de metal. A mediados del período se puso de moda el estilo pictórico de la dinastía Tang,
como se vislumbra en los murales de la tumba Takamatsuzuka, de alrededor del año 700 . Por el decreto Taiho-ryo  de  701  el oficio
de pintor  quedó regulado en  gremios  artesanales controlados por el Departamento de Pintores (edakumi-no-tuskasa ), dependiente del
Ministerio del Interior. Estos gremios eran los encargados de la decoración de palacios y templos, y su estructura perduró hasta la era Meiji .
La cerámica evolucionó notablemente gracias a diversas técnicas importadas de China, como el empleo de colores brillantes aplicados sobre
la arcilla .32​

Período Heian (794-1185) [ editar ]

En este período se produjo el gobierno del clan Fujiwara , que implantó un estado


centralizado inspirado en el gobierno chino, con capital en Heian  (actual  Kioto).
Surgieron los grandes señores feudales (daimyō), y apareció la figura del  samurái .
En esta época surgió la escritura hiragana , que adaptó la caligrafía china  al
lenguaje polisilábico japonés, utilizando los caracteres chinos para los
valores fonéticos  de las  sílabas . La ruptura de las relaciones con China produjo
un arte más típicamente japonés, surgiendo junto al arte religioso un arte seglar que
sería fiel reflejo del nacionalismo de la corte imperial. La iconografía budista tuvo
un nuevo desarrollo con la importación de dos nuevas sectas  del
continente, Tendai y Shingon, basadas en el budismo  tántrico  tibetano , que
Templo de  Byōdō-in, también llamado del  Fénix, en Uji.
incorporaron elementos sintoístas y produjeron un sincretismo  religioso
característico de esta época.33​

El Shingon era un tipo de budismo  esotérico  centrado en la relación entre materia y espíritu, que se reflejó en los mandalas, imágenes
pictóricas o esculpidas que se centraban en el Diamante (mundo espiritual) y el  Seno Materno (mundo material), así como representaciones
del Dainichi Nyorai (el «Gran Sol»). Por su parte, el  Tendai se centró en la salvación del hombre, con una cierta moralidad de
origen confuciano  y un gran sincretismo con la religión sintoísta. Otorgó gran relevancia al arte, llegándose a afirmar que
el Tendai convertía «la religión en arte y el arte en religión». Uno de sus principales cultos fue al Paraíso Occidental de la Tierra Pura
de Amida, del que se realizaron numerosas imágenes. Una de las que más prosperaron fue la imagen del raigo-zu, Buda transportando almas
al Paraíso, que proliferó en numerosas pinturas, como el panel central del Tríptico de Amida en Hokkeji (Nara). 34​

La arquitectura sufrió un cambio en la planta de los monasterios, que se erigían en lugares apartados, pensados para la meditación. Los
templos más importantes son el Enryaku-ji (788), el Kongōbu-ji (816) y el  santuario -pagoda  de  Murō-ji. El Enryaku-ji, situado en el
entorno del monte Hiei , forma parte del conjunto de  Monumentos históricos de la antigua Kioto , declarados Patrimonio de la
Humanidad en  1994 . Fue fundado en  788  por  Saichō, que introdujo la secta budista Tendai  en Japón. Enryaku-ji llegó a tener unos 3000
templos, y fue un enorme centro de poder en su época, siendo destruidos la mayoría de sus edificios por Oda Nobunaga en  1571 . De la parte
que sobrevivió destacan hoy día el Saitō(«salón del oeste») y el Tōdō («salón del este»), donde se encuentra el  Konpon chūdō, la construcción
más representativa de Enryaku ji, donde se conserva una estatua de Buda esculpida por el propio Saichō, el Yakushi Nyorai .35​

En arquitectura civil destacó la construcción del  Palacio Imperial, de puro estilo japonés. Durante
el período Fujiwara (897 -1185 ), el templo volvió a situarse en la ciudad, siendo centro de reunión
de las clases dirigentes. La arquitectura religiosa imitó a la de los grandes palacios , con una
decoración muy desarrollada, como en el monasterio de Byōdō-in –también llamado del  Fénix –,
en Uji (fundado en  1053 ). En este templo destaca el Hōōdō («Salón del Fénix»), situado al borde de
un estanque que le proporciona una apariencia lírica y espiritual, con unas líneas dinámicas y
elegantes donde destacan los tejados de esquinas curvilíneas, que otorgan un aire ascensional al
conjunto. Este salón conserva una imagen del Buda Amida  («Señor de la Luz Infinita), de 2,5
metros, en madera lacada, obra del maestro Jōchō.36​

La escultura sufrió un ligero descenso en comparación con las épocas anteriores. De nuevo destacan
las representaciones de Buda (Nyoirin-Kannon; Yakushi Nyorai del templo de  Jingo-ji en
Amida Nyorai (hacia 1053), pan de
oro y laca sobre madera, obra de Jōchō, Kioto; Amida Nyorai en el monasterio de Byōdō-in), así como algunas diosas sintoístas (Kichijoten,
en el monasterio de Byōdō-in. diosa de la felicidad, equivalente de la Lakshmī india). La excesiva rigidez de la religión budista
limitaba la espontaneidad del artista, que se veía circunscrito a rígidos cánones artísticos que
mermaban su libertad creativa. Entre 859  y 877  se produjo el estilo  Jogan, caracterizado por figuras de una severidad casi intimidatoria, con
cierto aire introspectivo y misterioso, como el Shaka Nyorai de Murō-ji. Durante el período Fujiwara cobró preeminencia la escuela fundada
por Jōchō en Byōdō-in, con un estilo más grácil y esbelto que la escultura Jogan, logrando unas perfectas proporciones  anatómicas  y un
gran sentido del movimiento. El taller de Jōchō introdujo las técnicas yosegi y warihagi, consistentes en dividir la figura en dos bloques que
posteriormente se unían para tallarlas, evitando así su posterior resquebrajamiento, uno de los principales problemas de las figuras de gran
tamaño. Estas técnicas permitían igualmente un montaje en serie, y se desarrollaron con gran éxito en la escuela Kei  del  período
Kamakura.37​

La pintura al inicio de este período estaba poco desarrollada, con poca libertad
creativa y ausencia del concepto de espacio. La aparición de la escuela de yamato-
e («pintura japonesa») supuso la independencia de la pintura japonesa de la
influencia china. Se caracteriza por su armonía y su concepción diáfana y luminosa,
con colores vivos y brillantes, líneas simples y decoración geométrica . Las obras
principales se encuentran en los monasterios budistas (Byōdō-in, Kongōbu-ji). Son
de remarcar los murales del Salón del Fénix del Byōdō-in,
cuyos paisajes  sintetizan por primera vez el gusto estético más propiamente
japonés, con su sentido de melancólica emotividad. Se sustituyen los elementos
Escena del Genji Monogatari.
típicos chinos por otros de gusto nipón, como los cerezos  en flor en vez de
los ciruelos  nevados de moda en la pintura Tang, o los arrozales  en vez de las
elevadas cumbres montañosas chinas. Junto a otros elementos como glicinas , orquídeas , peonías , bambú , la  luna , la  niebla , el  mar ,
la lluvia, etc, se creó en esta época la más típica imaginería paisajística japonesa. Igualmente, la composición asimétrica, el espacio vacío, el
ambiente etéreo, el movimiento ondulado, los detalles anecdóticos, la aplicación del color más por manchas que en pinceladas, el carácter
lírico y emotivo del conjunto serán típicos de la pintura japonesa, tanto mural como en grabados y biombos . Pese a ello, la influencia china
continuó en edificios públicos y oficiales, ya que estaba ligada al prestigio funcionarial. Denominada kara-e, la pintura china prosperó en el
círculo imperial, como se percibe en obras como el Biombo de los sabios y el Biombo del lago Kunming.38​

La pintura  yamato-e  se desarrolló notablemente en los rollos manuscritos denominados  emaki , que conjugaban las escenas pictóricas con la
elegante caligrafía katakana . Estos rollos narraban pasajes históricos  o literarios , como la  Historia de Genji , novela de finales del  siglo
X de  Murasaki Shikibu . Mientras que el texto era obra de reputados calígrafos, las imágenes fueron ejecutadas generalmente por cortesanas
de la corte, como Ki no Tsubone  y Nagato no Tsubone, suponiendo una muestra de estética femenina que tendría gran relevancia en el arte
japonés. Surgió entonces una distinción entre pintura femenina (onna-e ) y masculina ( otoko-e ), que marcaba una distinción perceptible entre
el mundo público, considerado masculino –cuyo arte mantenía la influencia china– y el privado, de carácter femenino y estética más
propiamente nipona. En onna-e , además de la  Historia de Genji , destacó el  Heike Nogyo  (Sūtra del loto), encargado por el  clan Taira  para
el Santuario Itsukushima , con un total de 33 rollos sobre la salvación de las almas pregonada por el budismo. El otoko-e  era más narrativo y
enérgico que el onna-e , más lleno de acción, con más realismo y movimiento, como en los rollos Shigisan Engi , sobre los milagros del monje
Myoren; el Ban Danaigon E-kotoba , sobre una guerra de clanes rivales en el siglo IX; y el  Chōjugiga, escenas de animales de
signo caricaturesco  y tono  satírico , criticando a la  aristocracia .39​

En esta época, la cerámica no tuvo una especial relevancia, destacando en cambio las obras en laca  –generalmente cajas para  cosméticos – y
los objetos de metal, donde destacan los espejos. En laca surgió la técnica maki-e, consistente en espolvorear polvo de
colores, oro  y plata  sobre la laca húmeda, creando dibujos de gran finura y sutil tonalidad. A veces incluía incrustaciones de nácar  (raden).
También adquirieron relevancia los abanicos , decorados con textos de los sutras budistas y con  escenas de género .40​

Período Kamakura (1185-1392) [ editar ]

Tras diversas disputas entre los clanes feudales, se impuso el de los Minamoto , que
instauraron el shogunato , un tipo de gobierno de corte militar. En esta época se
introdujo en Japón la secta zen , que influiría poderosamente en el arte figurativo.
La arquitectura era más sencilla, funcional, menos lujosa y recargada. La influencia
zen provocó el llamado estilo Kara-yo: los monasterios zen seguían la planimetría
axial china, aunque el edificio principal no era el templo, sino la sala de lectura, y
el lugar de honor no lo ocupaba una estatua de Buda, sino un pequeño trono  donde
el abad  enseñaba a sus discípulos. Destacan el conjunto de cinco grandes templos
de Sanjūsangen-dō, en Kioto (1266 ), así como los monasterios  Kennin-ji (1202)
y Tōfuku-ji (1243) en Kioto, y  Kenchō-ji (1253) y  Engaku-ji  (1282)
Puerta Sanmon del Chion-in, Kioto (Tesoro
en Kamakura . El Kōtoku-in (1252) es famoso por su estatua de bronce del Buda
Nacional de Japón).
Amida, de 13 metros de alto y un peso de 93 toneladas, siendo el segundo Buda
más grande en Japón después del de Tōdai-ji. En 1234  se construyó el templo
de Chion-in, sede del budismo  Jōdo shū («Secta de la Tierra Pura»), que desataca por su colosal puerta principal (Sanmon ), que es la
estructura más grande de su tipo en Japón. Uno de los últimos exponentes de este período fue el Hongan-ji  (1321), formado por dos templos
principales: el Nishi Hongan-ji, que incluye los salones Goei-dō («salón del fundador») y  Amida-dō («salón del Buda»), junto a un pabellón
de té y dos escenarios de teatro nō, uno de los cuales presume de ser el más viejo que se conserva; y el Higashi Hongan-ji, donde se encuentra
el famoso el jardín de Shosei-en .41​

La escultura adquirió gran realismo, encontrando el artista mayor


libertad creativa, como se denota en los retratos de nobles y
militares, como el de Uesugi Shigefusa (de artista anónimo), un
militar del siglo XIV. Las obras zen se centraron en la
representación de sus maestros, en un tipo de estatua
llamada chinzo, como la del maestro Muji Ichien (1312 , de
autor anónimo), en madera policromada , que representa al
maestro zen sentado en un trono, en actitud de relajada
meditación. Cobró especial importancia por la calidad de sus
obras la escuela Kei de  Nara , heredera de la escuela Jōchō del
período Heian, donde destacó el escultor Unkei , autor de las
estatuas de los monjes Muchaku y Seshin (Kōfuku-ji de Nara),
así como imágenes de los Kongo Rikishi(espíritus guardianes), Uno de los  Kongo
Estatua Rikishiesculpidos
como las dos colosales estatuas situadas en la entrada del templo
de bronce  del  Buda Amida  en el por Unkei  en  Tōdai-
templo Kōtoku-in, Kamakura  (1252  ).
Tōdai-ji (1199), de 8 metros de altura. El estilo de Unkei, influido ji, Nara  (1203 ).
por la escultura china de la dinastía Song , era de gran realismo,
captando a la vez el más detallado estudio fisonómico  con la
expresión emotiva y la espiritualidad interior del individuo retratado. Se llegó incluso a incrustar cristales oscuros en los ojos, para dar mayor
expresividad. La obra de Unkei supuso el inicio del retratismo japonés. Continuó su obra su hijo Tankei , autor del  Kannon Senjupara el
Sanjūsangen-dō.42​

La pintura se caracterizó por un mayor realismo y por su introspección psicológica . Se


desarrolló principalmente el paisajismo  (La catarata de Nachi) y el  retratismo  (El
monje Myoe en contemplación, de  Enichi-bo Jonin ; conjunto de retratos del templo
Jingo-ji de Kioto, obra de Fujiwara Takanobu ; retrato del  emperador Hanazono,
de Goshin ). Continuó el estilo  yamato-e y la pintura narrativa en rollos, algunos de hasta 9
metros de longitud. Estos rollos reflejaban aspectos de la vida cotidiana, escenas urbanas o
rurales, o bien ilustraban acontecimientos históricos, como la guerra de 1159  en Kioto entre Rollo con descripciones del ataque nocturno al
palacio Sanjō, detalle de los Rollos ilustrados de
ramas rivales de la familia imperial. Se presentaban en escenas sucesivas, siguiendo un
los sucesos de la era Heiji (siglo XIII),
orden narrativo, con una panorámica elevada, como a vista de pájaro. Destacan los Rollos anónimo, Museum of Fine Arts, Boston.
ilustrados de los sucesos de la era Heiji (Heiji monogatari) y los rollos  Kegon Engi,
de Enichi-bo Jonin. La pintura relacionada con la secta zen era de influencia más
directamente china, trazada en sencillas líneas de tinta china  siguiendo la máxima zen de que «demasiados colores ciegan la visión».43​

En esta época se inició la producción de la que sería la cerámica más típicamente japonesa, destacando la figura de Toshiro . Creció la
artesanía destinada a la vida militar, especialmente armaduras y espadas (katana) confeccionadas con dos capas de  hierro  y acero sometidas
a ignición e inmersión, con una característica marca templada al vapor denominada ni-e.44​

Período Muromachi (1392-1573) [ editar ]

Durante este periodo el shōgunato fue ostentado por los Ashikaga , cuyas luchas
internas favorecieron el creciente poder de los daimyō, que se repartieron el
territorio. La arquitectura era más elegante y típicamente japonesa, destacando las
mansiones señoriales, monasterios como el de Zuiho-ji, y templos como los
de Shōkoku-ji (1382),  Kinkaku-ji o Pabellón de Oro (1397) y Ginkaku-ji  o
Pabellón de Plata (1489), en Kioto. El Kinkaku-ji fue construido como villa de
descanso del shōgun Ashikaga Yoshimitsu, como parte de su propiedad llamada
Kitayama. Su hijo transformó el edificio en un templo de la secta Rinzai . Es un
edificio de tres plantas, con las dos superiores recubiertas con hojas de oro puro. El
pabellón funciona como un shariden , guardando las reliquias de Buda. También
contiene varias estatuas de Buda y figuras de bodhisattvas , y en el techo está
Templo de Kinkaku-ji, Kioto 1397.
ubicado un fenghuang  o «fénix chino» dorado. También posee un magnífico
jardín adyacente, con un estanque llamado Kyōko-chi («espejo de agua»), con
numerosas islas y piedras que representan la historia de la creación budista. Por su parte, el Ginkaku-ji fue construido por el shōgun Ashikaga
Yoshimasa, quien buscaba emular el Kinkaku-ji construido por su abuelo Yoshimitsu, pero lamentablemente no pudo recubrir el edificio con
plata tal y como lo había planeado. También es característica de la arquitectura de esta época la aparición del tokonoma , habitación reservada
a la contemplación de una pintura o un arreglo floral, en consonancia con la estética zen. De igual forma, se introdujo el tatami , un tipo
de alfombra  confeccionada con paja de arroz, que hizo más agradable el interior de la vivienda japonesa.45​

En esta época se desarrolló notablemente el arte de la jardinería , sentando las


bases artísticas y estéticas del jardín japonés . Surgieron dos principales
modalidades: tsukiyama, alrededor de una colina y un lago; y hiraniwa, jardín
plano de arena rastrillada, con piedras, árboles y pozos. La vegetación más habitual
consiste en bambú  y diversos géneros de flores y árboles, ya sean de hoja perenne,
como el pino negro japonés , o de hoja caduca, como el arce japonés , siendo
igualmente valorados elementos como helechos  y musgos . Otro elemento típico
de la jardinería y el interiorismo es el bonsái . A menudo los jardines incluyen un
lago o estanque, diversos tipos de pabellones (generalmente para la ceremonia del
té) y linternas  de piedra. Uno de los rasgos típicos del jardín japonés –como en el
Jardín japonés del Museo de Adachi.
resto de su arte– es el aspecto imperfecto, inacabado, asimétrico. Hay diversos
tipos de jardines: de «paseo», que se contemplan caminando por un sendero o en
torno a un estanque; de «aposento», que se disfrutan desde un lugar fijo, generalmente un pabellón o cabaña tipo machiya ; de «té» ( rōji),
alrededor de un camino que conduce a la casa de té, con baldosas o piedras para marcar el camino; y de «contemplación» (karesansui ,
«paisaje de montaña y agua»), que es el más típico jardín zen, que se contempla desde una plataforma ubicada en los monasterios zen. Un
buen ejemplo es el denominado Paisaje sin agua  del jardín de  Ryōan-ji, en Kioto, obra del pintor y poeta Sōami (1480), que representa un
mar –hecho con arena rastrillada– plagado de islas –que son rocas–, elaborando un conjunto que aúna realidad e ilusión y que invita a la
46
quietud y la reflexión. ​

También floreció la pintura, enmarcada dentro de la estética zen, que recibió la influencia china de las dinastías Yuan  y Ming, reflejada
principalmente en el decorativismo. Se introdujo la técnica de la aguada , perfecta trascripción de la doctrina zen, que pretende reflejar en los
paisajes lo que significan, más que lo que representan. Surgió la figura del bunjinso, el «monje intelectual» creador de sus propias obras,
estudiosos y seguidores de las técnicas chinas en tinta monocroma, en pinceladas breves y difusas, que reflejaron en sus obras elementos
naturales como pinos, juncos, orquídeas, bambúes, rocas, árboles, pájaros y figuras humanas inmersas en la naturaleza, en actitud de
meditación. Algunos de estos monjes-artistas fueron: Mokuan Reien , Gyokuen Bompo , Ue Gukei , etc. 47​

En Japón, esta técnica con tinta china recibió el nombre de sumi-e . Basado en los
siete principios estéticos del zen (véase el apartado Teoría y estética ), el sumi-
e («pintura a tinta») pretendía reflejar las más intensas emociones interiores por
medio de la sencillez y la elegancia, en líneas simples y modestas que trascienden
su aspecto externo para significar un estado de comunión con la naturaleza. Para
los monjes zen, el sumi-e  era una vía ( dō) para buscar la paz interior, la realización
espiritual. Las propiedades tonales de la tinta, sutiles y difusas, permitían al artista
captar la esencia de las cosas, en una impresión sencilla y natural, pero a la vez
profunda y trascendente. Es un arte espontáneo y de rápida ejecución, imposible de Vista de Ama-no-hashidate, de  Sesshū Tōyō.

retocar, hecho que lo vincula con la vida, donde es imposible volver al pasado.
Cada pincelada expresa la energía vital (ki), ya que es un acto de creación, donde se pone el espíritu en acción, y donde importa más el
proceso que no el resultado.48​

Los principales artistas del  sumi-e fueron:  Muto Shui , Josetsu , Shūbun, Sesson Shukei  y, sobre todo, Sesshū Tōyō, autor de retratos y
paisajes, primer artista que pintó del natural. Sesshū era un gaso, un monje-pintor, que viajó a China entre  1467  y 1469 , donde estudió el
arte y el paisaje natural. Sus paisajes están compuestos por estructuras lineales, iluminados por una luz súbita que refleja el concepto zen del
instante trascendental. Son paisajes con presencia de elementos anecdóticos, como templos en la lejanía o pequeñas figuras humanas,
enmarcados en parajes recónditos como acantilados.49​

Surgió igualmente un nuevo género de pintura-poema, el  shigajiku, donde un paisaje ilustra un poema de inspiración naturalista. Cabe
mencionar también la escuela Kanō, fundada por  Kanō Masanobu, que aplicó la técnica de la aguada a temas tradicionales, ilustrando de esta
manera temas sagrados, nacionales y paisajes. La aguada también se aplicó en biombos y en paneles pintados en las puertas
correderas fusuma, características del interiorismo japonés. En cerámica destacó la escuela de Seto, siendo la tipología más popular el
llamado temmoku. También son muestras remarcables de esta época los objetos de laca  y metal .50​

Período Azuchi-Momoyama (1573-1603) [ editar ]

En esta época Japón fue de nuevo unificado por Oda Nobunaga , Toyotomi


Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu , que eliminaron a los daimyō y se sucedieron en el
poder. Su mandato coincidió con la llegada de comerciantes portugueses  y
de misioneros jesuitas , que introdujeron el cristianismo  en el país, aunque
llegando sólo a una minoría. La producción artística de esta época se alejó de la
estética budista, remarcando los valores tradicionales japoneses, con un estilo
grandilocuente. La invasión de Corea  en  1592  comportó el traslado forzoso de
numerosos artistas coreanos a Japón, instalados en centros productores de cerámica
aislados del resto. Asimismo, durante este período se recibieron las primeras
influencias de Occidente , reflejadas en el estilo Nanban («bárbaros del sur»,
nombre dado a los europeos), desarrollado en la escultura miniaturista, de tema
Castillo Himeji, Himeji (1601-1608).
profano, objetos decorativos en porcelana  y biombos decorados en estilo yamato-
e, con colores brillantes y  pan de oro , en escenas que narran la llegada de los
europeos a las costas japonesas. La influencia occidental introdujo la pintura al óleo  y el uso de la perspectiva , aunque en general no
tuvieron mucho éxito en el arte tradicional japonés.51​

En arquitectura destacó la construcción de grandes  castillos  (shiro), que fueron fortificados por la introducción en Japón de armas de fuego
de origen occidental. Buenas muestras de ello son los castillos de Himeji, Azuchi , Matsumoto , Nijō y Fushimi-Momoyama . El castillo de
Himeji, una de las principales construcciones de la época, combina unas macizas fortificaciones con la elegancia de una estructura de aspecto
vertical, en cinco pisos construidos en madera  y yeso , con tejados de suaves formas curvilíneas similares a los de los tradicionales templos
japoneses. También proliferaron las villas rústicas para la ceremonia del té, compuestas de pequeñas villas o palacios y amplios jardines, y se
construyeron en algunas ciudades teatros  de madera para las representaciones de  kabuki.52​

En pintura, la  escuela Kanō recibió la mayoría de encargos oficiales, desarrollando


la pintura mural de los principales castillos japoneses. Figuras destacadas son los
nombres de Kanō Eitoku y Kanō Sanraku. Para los castillos, con poca iluminación
debido a sus estrechas aberturas defensivas, se creó un tipo de mamparas con fondo
dorado que reflejaban la luz y la esparcían por toda la estancia, con grandes
murales decorados con escenas heroicas, animales como tigres  y dragones , o bien
paisajes con presencia de jardines, estanques y puentes, o sobre las
cuatro estaciones , un tema bastante frecuente en la época. Continuó el
estilo yamato-e principalmente entre la clase  burguesa , representada por
la escuela Tosa , que continuó la tradición  épica  japonesa de escenas históricas y
paisajes, destacando las figuras de Tosa Mitsuyoshi  y Tosa Mitsunori . También se
desarrolló notablemente la pintura en biombos, generalmente en tintas aguadas,
siguiendo el estilo sumi-e, como se aprecia en la obra de  Hasegawa
La llegada de los portugueses (siglo XVI), de  Kanō Tōhaku (Bosque de pinos) y Kaihō Yūshō (Pino y ciruelo a la luz de la luna).
Naizen, Kōbe Shiritsu Nanban Bijutsukan, Kōbe. Destacó igualmente la figura de Tawaraya Sōtatsu, autor de obras de gran
dinamismo, en rollos manuscritos, biombos y abanicos. Creó un estilo lírico y
decorativo inspirado en la escritura waka de la época Heian, que fue llamado  rinpa, produciendo obras de gran belleza visual e intensidad
emocional, como Historia de Genji, La senda de la hiedra, Los dioses del trueno y del viento, etc. 53​

La alfarería alcanzó un momento de gran esplendor, desarrollándose la cerámica destinada a la ceremonia del té, inspirada en la cerámica
coreana, cuya rusticidad y aspecto inacabado traducían perfectamente la estética zen que impregna el rito del té. Surgieron nuevos diseños
como los platos nezumi y las jarras de agua  kogan, generalmente de cuerpo blanco bañado en una capa de feldespato  y decorado con
sencillos dibujos realizados con una barbotina  de hierro. Era una cerámica gruesa y de aspecto vidriado, con un tratamiento inacabado, dando
una sensación de imperfección y vulnerabilidad. Seto continuó siendo uno de los principales centros de producción, mientras que en la
localidad de Mino nacieron dos importantes escuelas: Shino y Oribe. También destacaron la escuela de Karatsu y dos originales tipos de
cerámica: Iga, de burda textura y una espesa capa de vidriado, con profundas rajaduras; y Bizen, loza  de un marrón rojizo y sin vidriar,
retirada aún tierna del torno para producir unas pequeñas grietas e incisiones naturales que le daban un aspecto quebradizo, nuevamente según
la estética zen de imperfección.54​

Uno de los mejores artistas de esta época fue  Honami Kōetsu, que destacó tanto en pintura como en poesía, jardinería, laca, etc. Educado en la
tradición artística procedente del período Heian y en la escuela Shorenin de caligrafía, fundó una colonia de artesanos en Takagamine, cerca
de Kioto, gracias a unos terrenos cedidos por Tokugawa Ieyasu . La colonia se nutrió de artesanos de la escuela budista Nichiren, y produjo
una serie de obras de gran calidad. Se especializaron en objetos de laca, principalmente accesorios de escritorio, decorados con incrustaciones
de oro y nácar, así como en diversos utensilios y vajillas para la ceremonia del té, destacando el cuenco fujisan, con un cuerpo rojizo cubierto
de una barbotina negra y, en la parte superior, un blanco vidriado opaco que da el efecto de nieve  que cae. 55​

Período Edo (1603-1868) [ editar ]

Este período artístico se corresponde con el histórico de Tokugawa , en el que Japón se cerró a todo
contacto exterior. La capital se estableció en Edo , futura  Tokio. Los cristianos fueron perseguidos y
los comerciantes europeos expulsados. Pese al sistema de vasallaje, proliferó el comercio y la
artesanía, apareciendo una clase burguesa que fue creciendo en poder e influencia, y que se dedicó al
fomento de las artes, especialmente grabados, cerámica, lacas y productos textiles.56​

Los edificios más importantes son el Palacio de  Katsura  de Kioto y el mausoleo  de  Tōshō-
gū en  Nikkō (1636), que forma parte de los «Santuarios y Templos de Nikkō», Patrimonio de la
Humanidad reconocido por la UNESCO  en  1999 . De formas híbridas sinto-budistas, es el
mausoleo del shōgun Tokugawa Ieyasu . El templo es una estructura rígidamente simétrica con
relieves coloreados que cubren toda la superficie visible. Destacan sus edificios coloristas y adornos
sobrecargados que se distancian de los estilos de los templos de aquella época. Los interiores están
adornados con laqueados, minuciosas esculturas de vivo colorido y magistrales paneles pintados. El
Palacio de Katsura (1615-1662) fue construido con un plano asimétrico de inspiración zen, donde las
líneas rectas de la fachada exterior contrastan con la sinuosidad del jardín circundante. Villa de
descanso de la familia imperial, incluye un edificio principal (Shoin ), varios pabellones, casas de té y
El puente Ōhashi en Atake bajo una
un parque de siete hectáreas. El palacio principal, que tiene una sola planta, se divide en cuatro lluvia repentina (1857), de Utagawa
pabellones unidos por las esquinas: Shōkintei, Shōkatei, Shōiken y Gepparō. Todos están elevados Hiroshige, Brooklyn Museum of
Art, Nueva York.
sobre pilares y construidos en madera con paredes encaladas y puertas deslizantes que conducen al
jardín, y contienen pinturas de Kanō Tan'yū. También son características de esta época las casas
de té  (chashitsu ), generalmente pequeñas construcciones de madera con tejado de  bálago , rodeadas de jardines en un estado de aparente
abandono, con líquenes, musgo y hojas caídas, siguiendo el concepto zen de imperfección trascendente.57​

Se desarrolló notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad. Se trabajaba en diferentes formatos, desde paneles murales y biombos hasta
pergaminos, abanicos y pequeños álbumes. Cobró un gran auge el grabado  en madera, surgiendo una importante industria en núcleos
urbanos especializada en textos ilustrados y estampas. Inicialmente eran grabados en tinta negra sobre papel coloreado a mano, pero a
mediados del siglo XVIII surgió la impresión en color (nishiki-e).58​

Continuó el estilo  rinpa iniciado por Sōtatsu en la obra de Ōgata Kōrin, uno de los
más grandes artistas de la época. Su producción, alegre y sardónica, se dirigió a las
clases mercantiles, con obras de una elegancia urbana y un realismo un tanto
irreverente, aunque con un gran virtuosismo y un profundo conocimiento de los
maestros clásicos, como demuestra en los biombos Ciruelos rojos y
blancos, Olas, Lirios y La historia de Ise. La escuela Kanō recibió los
principales encargos oficiales del gobierno, con un estilo de estética zen de fuertes
Dios del Viento, Dios del Trueno, de  Ōgata Kōrin. En
pinceladas. Su principal representante fue Kanō Tan'yū, nieto de  Kanō Eitoku, que
esta pintura se muestra a los dioses del trueno (izquierda) y
del viento  (derecha), al inicio de un combate celestial. trabajó en el palacio imperial y en el castillo Nagoya , al tiempo que realizó una
notable labor erudita recogiendo notas sobre todo tipo de obras de arte, con
comentarios y esbozos (shukuzu) de las obras, gran fuente de información para
la historiografía del arte . Por su parte, la  escuela Tosa  estuvo representada por Tosa Mitsuoki , que continuó la tradición épica del  yamato-e.

En el  siglo XVIII apareció la escuela  nanga o «pintura idealista», de signo confuciano  patrocinado por el  shogunato Tokugawa , muy
influida por el arte chino, que consideraban la cuna de su civilización. Se adoptó el estilo wenren de los eruditos-pintores aficionados chinos,
reducido a pequeños círculos intelectuales formados por profesionales de diversa procedencia, desde samuráis hasta monjes, mercaderes y
funcionarios. Su principal punto de referencia fue la escuela de Li Guo de la  dinastía Song , de pincelada ancha y curvilínea, que llegó a Japón
a través de la escuela coreana de An Kyon. El centro neurálgico del nanga fue el monasterio  Mampuku-ji , fundado en  1661  a las afueras de
Kioto, que se convirtió en el centro de la cultura china en Japón. El principal tema representado fue el paisaje, a menudo con elementos como
flores y pájaros, y era usual la combinación de pintura y poesía (haiga). Esta escuela dio varios artistas de gran calidad:  Ikeno Taiga , Yosa
Buson, Uragami Gyokudō, Aoki Mokubei , Tani Bunchō, Gibon Sengai , Hakuin Ekaku , etc. 59​

En Kioto nació otra interesante escuela pictórica, fundada


por Maruyama Ōkyo, que combinó diversas técnicas e
influencias, desde la china hasta la occidental, que conoció a
través de grabados holandeses . Realizó rollos y biombos con
paisajes y fondos dorados, siendo una característica de su estilo la
plasmación del paisaje con apuntes tomados directamente de la
naturaleza. Fueron discípulos suyos Matsumura Goshun ,
cofundador con Ōkyo de la escuela Maruyama-Shijō; Itō
Jakuchū, artista de gran personalidad que se dedicó al género de Tigre y dragón (1781), biombo de dos pantallas, de  Maruyama
Ōkyo, Detroit Institute of Arts .
la naturaleza muerta , poco frecuente hasta entonces en Japón;
y Nagasawa Rosetsu, que llegó a dominar con maestría las
técnicas occidentales de la perspectiva  y el claroscuro .60​

La escuela más conocida y notable fue la de  ukiyo-e («estampas del mundo que fluye»), que destacó por la representación de tipos y escenas
populares. Desarrollada alrededor de la técnica del grabado –principalmente xilografía –, fue un estilo de corte laico y plebeyo,
eminentemente urbano, que inspirándose en temas anecdóticos y escenas de género les otorgaba un lirismo y una belleza extraordinarias, con
una sutil sensibilidad y un gusto refinado de gran modernidad.61​ El fundador fue Hishikawa Moronobu , al que siguieron figuras
como Okumura Masanobu , Suzuki Harunobu , Isoda Koryūsaiy Torii Kiyonobu , fundador de la escuela Torii . Varios artistas se especializaron
en la reproducción de los actores del teatro  popular japonés  kabuki (yakusha-e, «cuadros de actores»), con un cierto aire caricaturesco,
entre ellos Torii Kiyomasu , Torii Kiyomitsu y, sobre todo,  Tōshūsai Sharaku. Otro género bastante corriente fue el bijin-ga («cuadros de
mujeres hermosas»), que representaba a geishas  y cortesanas en actitudes íntimas y escenas de tocador, con gran detallismo, principalmente
en sus ropajes, como se denota en la obra de Torii Kiyonaga, Kitagawa Utamaro  y Keisai Eisen . Otra variante fue el  shunga («estampas
primaverales»), de contenido más explícitamente erótico . El paisajismo fue introducido por Utagawa Toyoharu  –fundador de la  escuela
Utagawa–, que aplicó la perspectiva occidental al paisaje japonés.62​

     

Tres señoras sentadas con linternas, En la orilla del río Sumida, Estación 16: Yui , de la serie 53
tetera, candelabro e instrumento de de Utagawa Kuniyoshi, siglo XIX. Estaciones de Tōkaidō, de Utagawa
cuerda (siglo XVIII), de Kitagawa Hiroshige.
Utamaro, Brooklyn Museum of
Art, Nueva York.

El Fuji visto desde la plataforma de


Sasayedo, de Katsushika
Hokusai, Brooklyn Museum of
Art, Nueva York.

A principios del  siglo XIX, cuando el arte  ukiyo-e parecía declinar, apareció la gran figura de Katsushika Hokusai , autor de unos 30.000
dibujos que recopiló en 15 volúmenes, que tituló Manga (1814). Reflejó especialmente la vida urbana de Edo, con un cierto toque
humorístico, en un estilo enérgico de fuertes trazos. También fue un gran representante del paisajismo, siendo uno de sus motivos
fundamentales el monte Fuji , en escenas de gran colorido, con un sello fuertemente personal, ni realista ni idealizado, reflejando siempre la
visión interna del artista. Uno de sus últimos exponentes y gran maestro de la escuela fue Utagawa Hiroshige, igualmente un gran paisajista,
como denota en sus Cien famosas vistas de Edo. Tenía un estilo más realista que Hokusai, pero más lírico y evocador, utilizando a
menudo una perspectiva de fondos encuadrados en un primer plano de ramas, hojas u otros objetos.

La cerámica tuvo uno de sus mayores centros de producción en Kioto, con influencia del
arte chino y coreano; su principal artista fue Nonomura Ninsei . En Hagi  surgió una escuela
de influencia coreana, caracterizada por el uso de formas sencillas y tonalidades claras,
destacando la figura de Ōgata Kenzan, hermano de Ōgata Kōrin. Continuó la cerámica
destinada a la ceremonia del té, decorada con elementos aparentemente irregulares y
asimétricos, como signos y líneas de corte casi abstracto, según el ideal de imperfección de
la estética zen. En este período se produjeron las primeras porcelanas , con un primer
centro productor en Arita, en la prefectura de Saga(llamada  porcelana de Imari ), donde el
alfarero coreano Yi Sam-pyeong halló en 1616  un tipo de arcilla blanca ideal para
porcelana. Destacaron las escuelas de Kakiemon, Nabeshima y Ko-Kutami, que produjeron
una serie de platos, cuencos y botellas de sake de gran calidad y refinamiento, con vidriado
de esmalte decorado en color azul, verde, amarillo, rojo, beige y berenjena pálido. También
proliferaron los objetos de laca, metal, marfil y nácar, y alcanzaron gran calidad artística Porcelana de Imari hecha en el siglo XVIII.
objetos como los inro (cajas de medicamentos), los netsuke (dijes esculpidos) y
los tsuba (guardias de  sable ).63​

De igual manera, cobró gran relevancia el  arte textil , principalmente en seda , que llegó a cotas de altísima
calidad, de tal manera que a menudo las túnicas (kimono) en seda con brillantes colores y refinados dibujos
eran colgadas para separar habitaciones, como si fuesen biombos. Se usaban diversas técnicas, como el tinte,
el bordado, el brocado, el repujado, los apliques y el pintado a mano. La seda estaba al alcance tan sólo de las
clases altas, mientras el pueblo vestía en algodón , confeccionado según la técnica indonesia  ikat, hilado por
secciones y teñido en color añil alternado con el blanco. Otra técnica de menor calidad era el entrecruzamiento
de hilos de algodón de diversos colores, con tintes caseros aplicados al modo del batik mediante una pasta de
arroz y salvado de arroz hervido y apelmazado.64​

Cabe destacar que, así como en el siglo XIX el arte japonés recibió la influencia del arte occidental, también
éste se vio influido por el exotismo y la naturalidad del arte nipón. Surgió así en Occidente el
llamado japonismo , desarrollado principalmente en la segunda mitad del siglo XIX sobre todo
en Francia  y Gran Bretaña. Se puso de manifiesto en las llamadas  japonaiseries, objetos inspirados en las
Camille Monet vestida
estampas, porcelanas, lacas, abanicos y objetos de bambú japoneses, que se pusieron de moda tanto en la
de japonesa (1876),
de Claude Monet, Museum decoración interior como en numerosas prendas personales que recogían la fantasía y el decorativismo de la
of Fine Arts, Boston. estética japonesa. En pintura, se recibió con entusiasmo el estilo de la escuela ukiyo-e, siendo muy apreciadas
las obras de Utamaro, Hiroshige y Hokusai. Los artistas occidentales imitaron la simplificada construcción
espacial, los contornos sencillos, el estilo caligráfico y la sensibilidad naturalista de la pintura japonesa. Algunos de los principales artistas que
recibieron esta influencia fueron: Édouard Manet , James Abbott McNeill Whistler, James Tissot , Mary Cassatt , Pierre Bonnard , Georges
Ferdinand Bigot, Claude Monet, Edgar Degas , Pierre-Auguste Renoir , Camille Pissarro , Paul Gauguin , Henri de Toulouse-Lautrec, Vincent
van Gogh, Gustav Klimt , etc. 65​

Época contemporánea (desde 1868) [ editar ]

En el período  Meiji (1868-1912) se inició una profunda renovación cultural, social


y tecnológica en Japón, que se abrió más al exterior y empezó a incorporar los
nuevos adelantos conseguidos en Occidente. La Carta de 1868  abolió los
privilegios feudales y las diferencias de clase, lo cual no propició una mejora de las
clases proletarias, sumidas en la miseria. Se inició una época de fuerte
expansionismo imperialista, que desembocó en la Segunda Guerra Mundial . Tras la
contienda, Japón ha vivido un proceso de democratización  y
desarrollo económico  que la ha convertido en una de las principales potencias
económicas mundiales y centro puntero en producción industrial e innovación Gimnasio Yoyogi, de  Kenzō Tange.
tecnológica. A la era Meiji sucedieron las eras Taishō (1912-1926),  Shōwa (1926-
1989) y Heisei  (1989-).

Desde  1930 , la progresiva militarización y la expansión por China y el sur de Asia, con el consiguiente incremento de recursos destinados al
presupuesto militar, provocó una caída en el mecenazgo artístico. Sin embargo, con el despegue económico de la posguerra y la nueva
prosperidad conseguida con la industrialización del país, las artes renacieron, inmersas ya plenamente en los movimientos artísticos
internacionales debidos al proceso de globalización  cultural. Asimismo, la prosperidad económica favoreció el coleccionismo, creándose
numerosos museos  y centros de exposiciones que han ayudado a la difusión y conservación del arte japonés e internacional.66​

En el ámbito religioso, la instauración durante la era Meiji del sintoísmo como única religión oficial (Shinbutsu bunri ) propició el abandono y
la destrucción de los templos y obras de arte budista, que habría sido irreparable sin la intervención de Ernest Fenollosa , catedrático de
filosofía de la Universidad Imperial de Tokio , que junto al magnate y mecenas  William Bigelow rescataron gran cantidad de obras que
nutrieron la colección de arte budista del Museum of Fine Arts  de  Boston  y la Freer Gallery of Art  de  Washington D.C. , dos de las mejores
colecciones de arte asiático del mundo.67​

La arquitectura presenta una doble dirección: la tradicional ( santuario Yasukuni , templos de Heian Jingu  y de  Meiji, en  Tokio) y la de
influencia europea , que incorpora las nuevas tecnologías (Museo Yamato Bunkakan, de Isohachi Yoshida , en  Nara ). La occidentalización
conllevó la construcción de nuevos edificios como bancos , fábricas , estaciones de  tren  y edificios públicos, construidos con materiales y
técnicas occidentales, emulando en un principio (finales del siglo XIX) la arquitectura victoriana  inglesa. También trabajaron en Japón
algunos arquitectos extranjeros, como Frank Lloyd Wright  (Hotel Imperial, Tokio).

La arquitectura y el urbanismo recibieron un gran impulso tras la Segunda Guerra Mundial,


debido a la necesidad de reconstruir el país. Surgió entonces una nueva generación de
arquitectos encabezada por Kenzō Tange, autor de obras como el Museo Memorial de la Paz
de Hiroshima, la Catedral de Santa María de Tokio , el  Estadio Olímpico para los  Juegos
Olímpicos de Tokio de  1964 , etc. Tange y sus discípulos desarrollaron el concepto de la
arquitectura entendida como «metabolismo », considerando los edificios como formas
orgánicas que deben adaptarse a las necesidades funcionales. Movimiento fundado en 1959 ,
tenían una idea de la ciudad del futuro habitada por una sociedad masificada, caracterizada
por estructuras flexibles y extensibles con un crecimiento similar al orgánico. Entre sus
Kioto Concert Hall, de Arata Isozaki. miembros contó con Kishō Kurokawa, Akira Shibuya , Youji Watanabe  y Kiyonori
Kikutake. Otro exponente fue  Maekawa Kunio que, junto a Tange, introdujeron las antiguas
ideas estéticas japonesas en los rígidos edificios contemporáneos, utilizando de nuevo
técnicas y materiales tradicionales como el tatami y el uso de pilares –elemento constructivo tradicional en los templos japoneses–, o la
integración de jardines y esculturas en sus diseños. Otro principio estético japonés, el del vacío, fue estudiado por Fumihiko Maki  en la
relación espacial entre el edificio y su entorno.68​

A partir de los  años 1980  tuvo una fuerte implantación en Japón el  arte postmoderno , ya que desde antaño ha sido característica la fusión
entre el elemento popular y la sofisticación de las formas. Este estilo ha estado representado fundamentalmente por Arata Isozaki , autor del
Museo de Arte de Kitakyūshū y del Kioto Concert Hall. Isozaki estudió con Tange, y en su obra sintetizó los conceptos occidentales con ideas
espaciales, funcionales y decorativas típicas de Japón. Por su parte, Tadao Andō desarrolló un estilo  minimalista , con gran preocupación por
el aporte de luz y espacios abiertos al aire exterior (Capilla sobre el Agua, Tomanu, Hokkaidō; Iglesia de la Luz, Ibaraki, Osaka ; Museo de
los Niños, Himeji). Shigeru Ban  se ha caracterizado por el uso de materiales no convencionales, como papel  o plástico : tras el terremoto
de Kōbe de  1995 , que dejó a muchas personas sin casa, Ban contribuyó diseñando  La casa de papel y La iglesia de papel . Por último,  Toyō
Itō ha explorado la imagen física de la ciudad de la era digital (Torre de los Vientos, Yokohama ; Mediateca de Sendai,  Sendai ; Edificio
Mikimoto Ginza 2, Tokio).69​

En escultura existió igualmente la dualidad tradición-vanguardia, destacando los nombres de Yoshi Kinuchi  y Romorini Toyofuku , además de
los abstractos Masakazu Horiuchi  y Yasuo Mizui, este último instalado en Francia.  Isamu Noguchi  y Nagare Masayuki  recogieron la rica
tradición escultórica de su país en obras que estudian el contraste entre la rugosidad y la pulidez de la materia.

La pintura también siguió dos corrientes: tradicional (nihonga ) y occidentalista ( yōga),


aunque independiente de ambas destacó a principios del siglo XX la figura de Tomioka
Tessai. El estilo nihonga  fue promovido a finales del siglo XIX por el crítico de
arte Okakura Kakuzō y por el educador Ernest Fenollosa , buscando en el arte tradicional la
forma de expresión arquetípica de la sensibilidad nipona, aunque este estilo también recibió
alguna influencia occidental, sobre todo del prerrafaelismo  y el romanticismo . Estuvo
representado principalmente por Hishida Shunsō, Yokoyama Taikan , Shimomura
Kanzan, Maeda Seison  y Kobayashi Kokei . La pintura de corte europeísta se nutrió en
principio de las técnicas y temáticas vigentes en Europa a finales del siglo XIX, vinculadas
principalmente al academicismo  –como en el caso de  Kuroda Seiki , que estudió nueve
años en París –, pero más adelante siguió las distintas corrientes que se fueron produciendo La orilla del lago  (1897), de Kuroda Seiki,
pintura de estilo occidental (yōga).
en el arte occidental: el grupo Hakubakai  recogió la influencia  impresionista ; la
pintura abstracta  tuvo como figuras principales a Takeo Yamaguchi  y Masanari Munai ;
entre los artistas figurativos destacaron Fukuda Heichachirō, Tokuoka Shinsen  y Higashiyama Kaii . Algunos artistas se establecieron fuera de
su país, como Genichiro Inokuma  en  Estados Unidos  y Tsuguharu Foujita en  Francia .70​

En el período Taishō predominó el estilo yōga sobre el  nihonga , aunque el aumento en la utilización de la luz y la perspectiva occidentales
disminuyó las diferencias entre ambas corrientes. Así como el nihonga  adoptó en buena medida las innovaciones del postimpresionismo ,
el yōga manifestó una inclinación por el  eclecticismo , surgiendo una gran diversidad de movimientos artísticos divergentes. Durante esta
época se creó la Academia de Bellas Artes de Japón (Nihon Bijutsuin ). La pintura de la era Shōwa estuvo marcada por la obra de Yasurio
Sotaro y Umehara Ryuzaburo , quienes introdujeron los conceptos de arte puro y pintura abstracta a la tradición nihonga . En  1931  se creó la
Asociación de Arte Independiente (Dokuritsu Bijutsu Kyokai ) para promover el arte de  vanguardia .

Durante la  Segunda Guerra Mundial , la censura y los controles gubernamentales permitieron únicamente la expresión de temas patrióticos.
Tras la guerra, los artistas japoneses prosperaron en las grandes ciudades –particularmente en Tokio–, creando un arte urbano y cosmopolita,
que fue siguiendo con devoción las innovaciones estilísticas producidas a nivel internacional, especialmente en París  y Nueva York . Después
de los estilos abstractos de los años 1960 , en los  1970  se volvió al realismo favorecido por el  pop-art , como se denota en la obra de Shinohara
Ushio. Aun así, a finales de los años 1970 hubo un retorno al arte tradicional japonés, en el que veían una mayor expresividad y fuerza
emocional. La tradición del grabado continuó en el siglo XX en un estilo de «grabados creativos» (sosaku hanga) dibujados y tallados por
artistas preferentemente de estilo nihonga, como  Kawase Hasui , Yoshida Hiroshi y Munakata Shiko .

Entre las últimas tendencias, tuvo bastante renombre dentro del llamado  arte de acción  el grupo Gutai , que asimiló la experiencia de la
Segunda Guerra Mundial a través de acciones cargadas de ironía , con un gran sentimiento de crispación y una agresividad latente. Entre sus
miembros destacan: Jirō Yoshihara, Sadamasa Motonaga , Shozo Shimamoto  y Katsuō Shiraga. Vinculados al  arte postmoderno  figuran
varios artistas, inmersos en el fenómeno reciente de la globalización, marcada por la multiculturalidad de las expresiones artísticas: Shigeo
Toya, Yasumasa Morimura . Otros artistas destacados del Japón contemporáneo son: Tarō Okamoto, Chuta Kimura , Leiko Ikemura , Michiko
Noda, Yasumasa Morimura, Yayoi Kusama , Yoshitaka Amano , Shigeo Fukuda , Shigeko Kubota , Yoshitomo Nara71​ y Takashi Murakami .72​

Otras expresiones artísticas [ editar ]

Literatura [ editar ]

Artículo principal: Literatura japonesa

La literatura japonesa  tiene una fuerte influencia china, debido sobre todo a la adopción de
la escritura china . El testimonio más antiguo conservado es el Kojiki (Relatos de cosas
antiguas), especie de historia universal de corte mítico y teogónico . Otro testimonio de
relevancia es el Nihonshoki  (Anales de Japón ). La poesía está representada por
el Man'yōshū (Colección de diez mil hojas), antología de poemas de diverso signo, con
gran variedad temática y estilística, redactado por varios autores entre los que
destacan Otomo Yakamochi  y Yamanoue Okura .73​

Durante la Edad Media japonesa la literatura continuó bajo el influjo de la china, sobre todo
Páginas del Nihonshoki.
en poesía, donde la mayor producción fue en lengua china, considerada más culta: tenemos
así el Kaifuso (Tiernos recuerdos de poesía, 751), antología de varios poetas. En época
Heian hubo un renacer de las letras japonesas, destacando la narrativa: Genji Monogatari (Relato de Genji), de  Murasaki Shikibu , es un
clásico de la literatura nipona, describiendo el mundo de la nobleza en un lenguaje sencillo, de tono a veces erótico . La poesía de la época fue
compilada en la antología imperial Kokinshu, donde se exaltaba preferentemente la naturaleza, escrita en waka(composición de 31 sílabas).
En el período Kamakura la literatura se vio afectada por las constantes guerras feudales, reflejadas en una narrativa de tono pesimista y
desolado: Hojoki (Narración de mi cabaña), de  Kamo no Chomei . Del período Muromachi cabe destacar el Tsurezuregusa (Ensayos en
ocio), de  Yoshida Kenkō, y el  Sannin Hoshi (Los tres sacerdotes), anónimo. 74​

Durante el período Edo la literatura evolucionó hacia un mayor realismo, generalmente de tono costumbrista  y con una sutil
vena humorística , como se aprecia en la obra de  Saikaku Ihara, Jippensha Ikku  y Ejima Kiseki . En poesía, la principal modalidad es
el haiku, composición de 17 sílabas, generalmente de tono bucólico, centradas en la naturaleza y el paisaje, destacando Matsuo Bashō, Yosa
Buson y Kobayashi Issa . Continuó el género de la  waka, generalmente en chino, representada principalmente por Rai Sanyo . En el  siglo
XIX destacó el novelista Takizawa Bakin , autor de  Satomi Kakkenden (Vidas de ocho perros).75​

En época contemporánea la litaratura ha recibido -como en el resto de las artes- la influencia occidental, perceptible desde finales del siglo
XIX en el influjo ejercido por autores como Victor Hugo y Lev Tolstói , principalmente en novelistas como  Mazamune Hakucho , Kafū
Nagai, Natsume Sōseki, Morita Sohei , Yasunari Kawabata  (premio Nobel de literatura en  1968 ), etc. Esta generación se vio truncada con la
Segunda Guerra Mundial, donde se impuso una estricta censura. Con posterioridad, las letras japonesas se han visto inmersas en las corrientes
vanguardistas, aunque algunos escritores han continuado con el estilo tradicional, como Shōhei Ōka, Hotta Yoshie  y Fukuda Tsuneari . Entre
los principales escritores contemporáneos se encuentran: Yukio Mishima , Kōbō Abe, Shintarō Ishihara, Ito Sei , Murō Saisei, Miki
Rofu, Satō Haruo y Kenzaburō Ōe (premio Nobel en  1994 ).

Música [ editar ]

Artículo principal: Música japonesa

La música japonesa  tuvo sus primeras manifestaciones en las  honkyoku  («piezas originales»), que se remontan al siglo XIX a. C., así como
el min'yō, canciones  folklóricas japonesas. Los ritos sintoístas tenían coros que recitaban un trino lento acompañado de flauta de bambú
(yamate-bue ) y cítara de seis cuerdas ( yamato-goto ). La principal modalidad de música y danza sintoísta es la kagura , sobre el mito
de Amaterasu , diosa del  sol . Se ejecuta con los instrumentos mencionados, y otros como el hichiriki (oboe ) y tambores como el  o-kakko  y
el o-daiko.76​
La llegada del budismo comportó la influencia extranjera, surgiendo dos corrientes: la  música izquierda, de origen indio y chino; y la  música
derecha, de origen  manchú  y coreano . Estas modalidades empleaban instrumentos como el biwa  (laúd de cuello corto), el  taiko  (tambor
japonés), el kakko  (tambor chino), el  shôko  (gong), el  sô-no-koto  (cítara), el  koma-bue  (flauta), el hichiriki (oboe), el  ôteki  (flauta travesera)
y el shô  (órgano soplado). Asimismo había una gran variedad de tipos de música tradicional: dos de los estilos más antiguos
eran shōmyō («hombre gordo que canta») y  gagaku  («música graciosa»), ambos provenientes de los períodos Nara y Heian. Adicionalmente,
el gagaku  se divide en  sōgaku(música instrumental) y bugaku  (música y danza). 77​

Durante el período Edo la música fue principalmente de cámara, de tipo profano, desarrollada con diversos instrumentos entre los que
destacan el shamisen (laúd de tres cuerdas), el shakuhachi (flauta de bambú) y el  koto (cítara de 13 cuerdas). El  koto, principalmente, tuvo
un gran auge a partir del siglo XVII, siendo popularizado por el músico ciego Yatsushashi. Se tocaba solo, con diversas variaciones (dan) de
52 compases (hyoshi), o acompañado de voz (kumi).78​

Artes escénicas [ editar ]

Artículo principal: Teatro japonés

En  teatro  apareció en el  siglo XIV la modalidad denominada nō, drama lírico-musical en


prosa o verso, de tema histórico o mitológico. Su origen se sitúa en el antiguo
baile kakura  y en la liturgia sintoísta, aunque posteriormente fue asimilado por el budismo.
Está caracterizado por una trama esquemática, con tres personajes principales: el
protagonista (waki ), un monje itinerante y un intermediario. La narración es recitada por un
coro, mientras los actores principales se desenvuelven de forma gestual, en movimientos
rítmicos. Los decorados son austeros, frente a la magnificencia de vestidos y máscaras. Su
principal exponente fue Chikamatsu Monzaemon .79​
Interpretación de teatro  nō en el  Templo
Durante el período Edo surgió la modalidad del  kabuki , que sintetizó las antiguas Itsukushima  (Hiroshima ).
tradiciones tanto musicales e interpretativas como de mímica y danza, con temáticas desde
las más mundanas hasta las más místicas. Así como el nō era de tono aristocrático,
el kabuki sería la expresión del pueblo y la burguesía. La puesta en escena era de gran riqueza, con decorados donde destacaba la composición
cromática, vestidos de lujo y maquillaje de tono simbólico, representando según el color diversos personajes o estados anímicos. La dicción
era de tipo ritual, mezcla de canto y recitativo, en ondulaciones que expresaban la posición o el carácter del personaje.80​

Cine [ editar ]

Artículo principal: Cine de Japón

El cine japonés  aúna la moderna tecnología con la temática tradicional, con un particular
sentido estético  que otorga gran importancia a la lírica visual. Introducido en 1896 , siempre ha
gozado de gran popularidad. En 1908  se crearon los primeros estudios cinematográficos
japoneses, destacando con posterioridad la Nikkatsu  (creada en  1912 ) y la  Shōchiku (aparecida
en 1920 ). Desde el principio el cine tomó numerosos préstamos del teatro tradicional japonés, y
se dividió en dos tendencias: gendai-geki, de tema contemporáneo, y jidai-geki, de tema
histórico. El cine mudo  incorporó figuras como el  onnagata, actor que representa un rol
femenino, y el benshi, recitador que comenta la película durante la proyección. Entre los
primeros realizadores destacan Yasujirō Ozu y Mikio Naruse . En  1931  se introdujo el cine
sonoro, surgiendo la gran figura de Kenji Mizoguchi  (Las hermanas de Gion , 1936 ). Con el
conflicto chino-japonés se pusieron de moda los filmes bélicos, y durante la contienda mundial el
cine fue un instrumento de propaganda nacionalista. En la posguerra se recibió una mayor
influencia occidental y vanguardista, con un estilo entre tradicional e innovador que, junto a
elaborados guiones, destacaba por su idealización visual y el valor otorgado a la fotografía . El
Cuentos de Tokio, de  Yasujirō Ozu.
principal exponente de esta etapa fue Akira Kurosawa , autor de obras
como Rashōmon (1950),  Los siete samuráis  (1954),  Yojimbo  (1961),  Dersu
Uzala (1975),  Kagemusha  (1980) y  Ran  (1985). Posteriormente han destacado directores como Nagisa Ōshima, Hiroshi Inagaki , Kon
Ichikawa, Masaki Kobayashi , Shohei Imamura , Kinji Fukasaku, Hayao Miyazaki , Takeshi Kitano , Takashi Miike , Mamoru Oshii , Hirokazu
Koreeda, etc.81​

Historieta [ editar ]
Artículo principal: Manga

Japón es el centro productor del  manga , un género de  historieta  que ha tenido gran éxito a nivel internacional desde los años 1980 . Se
caracteriza por largas epopeyas  de gran dinamismo, con abundantes efectos sonoros, teniendo un punto de origen en la tradición gráfica
del ukiyo-e . Aunque su inicio se vincula a la revista  Manga Shōnen (1947), de  Osamu Tezuka, sería a finales de los 1980 cuando alcanzaría
su mayor repercusión, con Akira de  Katsuhiro Otomo  (1982-93) y  Dragon Ball  de  Akira Toriyama  (1984-95). Desde unos inicios con una
estética un tanto infantil, el manga  ha evolucionado a un estilo más realista y de tono fotográfico, abriéndose a nuevos géneros y tipologías e
incorporando elementos satíricos , humorísticos , terroríficos , violentos  y eróticos  (hentai). Entre los principales creadores de estos
últimos años destacan: Fujio Akatsuka , Tetsuya Chiba , Riyoko Ikeda, Shigeru Mizuki , Gō Nagai, Keiji Nakazawa , Monkey Punch , Tsukasa
Hōjō, Ryōichi Ikegami, Masakazu Katsura , Mitsuru Adachi , Jirō Taniguchi, Takehiko Inoue , Eiichirō Oda, Masashi Kishimoto , Masami
Kurumada, Naoko Takeuchi , Chiho Saito  y Hiro Mashima .82​

Videojuegos [ editar ]

Japón es uno de los principales países productores de videojuegos , género artístico reconocido
en Europa  por los premios BAFTA y recientemente en  Estados Unidos por la  NEA. Los
videojuegos tuvieron una crisis  en  1983 , pero gracias al diseñador de videojuegos japonés Shigeru
Miyamoto lograron salir adelante y siguen formando parte de la cultura contemporánea de Japón.
Uno de los primeros éxitos de la industria de videojuegos japonesa fue Space Invaders, de
la Corporación Taito  (1978). Posteriormente, la principal productora de videojuegos en Japón ha
sido Nintendo , dirigida por Hiroshi Yamauchi , que convirtió una pequeña empresa familiar de
cartas hanafuda  en una multimillonaria compañía de videojuegos reconocida mundialmente. Fue
Yamauchi quien contrató a Shigeru Miyamoto, y juntos revolucionaron el mundo del videojuego. El Donkey Kong II, un título de la
primer éxito de Nintendo fue la serie Game & Watch, unas máquinas de tecnología  LCD que hacían serie Nintendo Game &
Watch(1980).
las veces de reloj, ideadas por Gunpei Yokoi. En  1983  lanzaron al mercado su consola  Famicom ,
que obtuvo un gran éxito, y que contaba en su catálogo con juegos como el clásico Donkey Kong.
Posteriormente surgieron videojuegos de tanto éxito como Tennis, Dragon Quest, The Legend of Zelda o Final Fantasy. En los años
1980 también surgieron otras empresas -generalmente dedicadas al  arcade - como Capcom , Konami , Irem , Jaleco , SNK o Sega . Tras
la crisis de 1983  Nintendo reconvirtió la Famicom en Nintendo Entertainment System , con la que se lanzó a la conquista del mercado
americano y europeo, y que con la nueva creación de Miyamoto, Super Mario Bros., cosechó un gran éxito. Desde entonces, la constante
innovación en el mundo de las consolas (Sega Mega Drive, Super Nintendo , Game Boy , Playstation  de  Sony , Nintendo DS , PlayStation
Portable, Nintendo Wii ) han hecho de la industria japonesa una de las principales productoras de videojuegos a nivel mundial.83​

Véase también [ editar ]

 Portal:Japón . Contenido relacionado con  Japón.


Historia de Japón
Cultura de Japón
Estética japonesa
Arquitectura japonesa
Pintura de Japón
Caligrafía japonesa
Jardín japonés
Castillo japonés
Cerámica y porcelana japonesa
Ceremonia del té japonesa
Ikebana
Origami
Manga
Shunga
Tanbo art
Biombo
Japonismo
Japonología
Wabi-sabi
Tesoro Nacional de Japón
Praemium Imperiale
Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Japón

Referencias [ editar ]

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Bibliografía [ editar ]

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Enlaces externos [ editar ]

 Wikimedia Commons  alberga una categoría multimedia sobre  Arte de Japón.


Arte japonés
Arte japonés o la belleza de lo efímero
Español/ (en japonés)  Kato, Kauro (sic) (加藤 薫 Katō Kaoru) (Universidad de Kanagawa (Q )), traductor: Saeko Yanagisawa.
"Acercamiento a la influencia del movimiento muralista mexicano en el arte contemporáneo de Japón ." (日本現代美術におけるメキ
シコ壁画運動の影響について, Archivo ) Crónicas. El Muralismo, Producto de la Revolución Mexicana, en América. Universidad
Nacional Autónoma de México. Diciembre de 2008, No. 13, p. 237-264. Español: p. 237-255, japonés: p. 256-264.

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