03 Entrevista

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Entrevista exclusiva
Papa Francisco
entrevista
Papa Francisco: «Busquemos
ser una Iglesia que encuentra
caminos nuevos»
P. Antonio Spadaro, SJ 1
Director de La Civiltà Cattolica
Es el lunes 19 de agosto. El papa butaca. Sus problemas de espalda

Francisco me ha dado una cita pa- hacen que él deba ocupar una silla
ra las diez de la mañana en Santa más alta y rígida que la mía. El
Marta. Yo, sin embargo, quizá por ambiente es simple y austero. So-
herencia paterna, siento la necesi- bre el escritorio, el espacio de tra-
dad de llegar siempre con alguna bajo es pequeño. Me impresiona
anticipación. Las personas que me lo esencial de los muebles y las de-
acogen me hacen esperar en una más cosas. Los libros son pocos,
salita. La espera es breve y, tras un son pocos los papeles, pocos los
momento, alguien me acompaña a objetos. Entre éstos, una imagen
subir al ascensor. En dos minutos de san Francisco, una estatua de
me ha venido a la memoria la pro- Nuestra Señora de Luján, patrona
puesta que surgió en Lisboa, du- de Argentina, un crucifijo y una
rante una reunión de directores estatua de san José sorprendido en
de algunas revistas de la Compa- el sueño, muy parecida a la que vi
ñía de Jesús. Allí surgió la idea de en su despacho de rector y supe-
publicar todos a la vez una entre- rior provincial en el Colegio Máxi-
vista al Papa. Hablando con los mo de San Miguel. La espirituali-
demás directores, formulamos al- dad de Bergoglio no está hecha de
gunas preguntas que pudiesen ex- «energías en armonía», como las
presar intereses comunes. Salgo llamaría él, sino de rostros huma-
del ascensor y veo al Papa, que me nos: Cristo, san Francisco, san Jo-
espera ya junto a la puerta. En rea- sé, María.
lidad tengo la curiosa impresión
de no haber atravesado puerta al- El Papa me acoge con esa sonrisa
guna. que a estas alturas ha dado la
vuelta al mundo y que ensancha
Cuando entro a su habitación, el los corazones. Empezamos a ha-
Papa ofrece que me siente en una blar de muchas cosas, pero sobre
todo de su viaje a Brasil. El Papa lo
1
Traducción: Luis López-Yarto, SJ. considera una verdadera gracia.
Razón y Fe, 2013, t. 268, nº 1380, pp. 249-276, ISSN 0034-0235 249
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P. Antonio Spadaro
Le pregunto si ha descansado ya. más personal. Y él comienza a ha-

Me responde que sí, que se en- blarme de sí y de su elección al
cuentra bien, pero, sobre todo, que pontificado. Me dice que cuando
la Jornada Mundial de la Juven- comenzó a darse cuenta de que
tud ha supuesto para él un «mis- podría llegar a ser elegido –era el
terio». Me dice que no estaba acos- miércoles 13 de marzo durante la
tumbrado a hablar a tanta gente: comida– sintió que le envolvía
«Yo suelo dirigir la vista a las per- una inexplicable y profunda paz y
sonas concretas, una a una, y po- consolación interior, junto con una
nerme en contacto de forma per- oscuridad total que dejaba en
sonal con quien tengo delante. No sombras el resto de las cosas. Y
estoy hecho a las masas». Le digo que estos sentimientos le acompa-
que es verdad, que eso se ve, y ñaron hasta su elección.
que a todos nos impresiona. Se ve
Sinceramente hubiera continuado
que, cuando se encuentra en me-
hablando en este tono familiar por
dio de la gente, en realidad posa mucho tiempo, pero tomo las pá-
sus ojos sobre personas concretas. ginas con las preguntas que llevo
Como luego las cámaras proyecta- anotadas y enciendo la grabadora.
rán las imágenes y todos podrán Antes de nada, le doy las gracias
contemplarle, queda libre para en nombre de todos los directores
ponerse en contacto directo, por lo de las revistas de la Compañía de
menos ocular, con el que tiene de- Jesús que publicarán esta entre-
lante. Tengo la impresión de que vista.
esto le satisface, es decir, poder ser
el que es, no sentirse obligado a El Papa, poco antes de la audien-
cambiar su modo normal de co- cia que concedió a los jesuitas de
municarse con los demás, ni si- La Civiltà Cattolica, me había men-
quiera cuando tiene delante a mi- cionado su gran renuencia a con-
llones de personas, como fue el ca- ceder entrevistas. Me había con-
so en la playa de Copacabana. fesado que prefiere pensarse las
cosas más que improvisar res-
Antes de que pueda encender mi puestas sobre la marcha en una
grabadora hablamos todavía de entrevista. Siente que las respues-
otra cosa. Comentando una publi- tas precisas le surgen cuando ya
cación mía, me dice que los dos ha formulado la primera: «No me
pensadores franceses contempo- reconocía a mí mismo cuando co-
ráneos que más le gustan son mencé a responder a los periodis-
Henri de Lubac y Michel de Cer- tas que me lanzaban sus pregun-
teau. Le confieso también yo algo tas durante el vuelo de vuelta de
250 Razón y Fe, 2013, t. 268, nº 1380, pp. 249-276, ISSN 0034-0235
Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»
Río de Janeiro», me dice. Pero es «Bueno, quizá podría decir que

cierto: a lo largo de esta entrevista soy despierto, que sé moverme,
el Papa se ha sentido libre de inte- pero que, al mismo tiempo, soy
rrumpir lo que estaba diciendo en bastante ingenuo. Pero la síntesis
su respuesta a una pregunta, para mejor, la que me sale más desde
añadir algo a una respuesta ante- dentro y siento más verdadera es
rior. Hablar con el papa Francisco esta: «Soy un pecador en quien el
es una especie de flujo volcánico Señor ha puesto los ojos». Y repite:
de ideas que se engarzan unas con «Soy alguien que ha sido mirado
otras. Incluso el acto de tomar por el Señor. Mi lema, ‘Miserando
apuntes me produce la desagrada- atque eligendo’, es algo que, en mi
ble sensación de estar interrum- caso, he sentido siempre muy ver-
piendo un diálogo espontáneo. Es dadero».
obvio que el papa Francisco está
El papa Francisco ha tomado este
más acostumbrado a la conversa-
lema de las homilías de san Beda
ción que a la cátedra.
el Venerable que, comentando el
pasaje evangélico de la vocación
de san Mateo, escribe: «Jesús vio
¿Quién es Jorge Mario
un publicano y, mirándolo con
Bergoglio?
amor y eligiéndolo, le dijo: Sí-
gueme».
Tengo una pregunta preparada,
pero decido no seguir el esquema Añade: «El gerundio latino mise-
prefijado y la formulo un poco a rando me parece intraducible tanto
quemarropa: «¿Quién es Jorge Ma- en italiano como en español. A mí
rio Bergoglio?». Se me queda mi- me gusta traducirlo con otro ge-
rando en silencio. Le pregunto si es rundio que no existe: misericor-
lícito hacerle esta pregunta… Hace diando».
un gesto de aceptación y me dice:
«No sé cuál puede ser la respuesta El papa Francisco, siguiendo el hi-
exacta… Yo soy un pecador. Esta es lo de su reflexión, me dice, dando
la definición más exacta. Y no se un salto cuyo sentido no acabo de
trata de un modo de hablar o un comprender: «Yo no conozco Ro-
género literario. Soy un pecador». ma. Son pocas las cosas que co-
nozco. Entre estas está Santa Ma-
El Papa sigue reflexionando, con- ría la Mayor: solía ir siempre».
centrado, como si no se hubiese Riendo, le digo: «¡Lo hemos en-
esperado esta pregunta, como si tendido todos muy bien, Santo Pa-
fuese necesario pensarla más. dre!». «Bueno, sí –prosigue el Pa-
P. Antonio Spadaro
pa–, conozco Santa María la Ma- dre, ¿qué le movió a tomar la deci-
yor, San Pedro… pero cuando ve- sión de entrar en la Compañía de
nía a Roma vivía siempre en Vía Jesús? ¿Qué le llamaba la atención
della Scrofa. Desde allí me acerca- en la Orden de los jesuitas?».
ba con frecuencia a visitar la igle-
«Quería algo más. Pero no sabía
sia de San Luis de los Franceses y
qué era. Había entrado en el semi-
a contemplar el cuadro de la voca-
nario. Me atraían los dominicos y
ción de san Mateo de Caravag-
tenía amigos dominicos. Pero al
gio». Empiezo a intuir qué me
fin he elegido la Compañía, que
quiere decir el Papa.
llegué a conocer bien, al estar
«Ese dedo de Jesús, apuntando nuestro seminario confiado a los
así… a Mateo. Así estoy yo. Así jesuitas. De la Compañía me im-
me siento. Como Mateo». Y en es- presionaron tres cosas: su carácter
te momento el Papa se decide, co- misionero, la comunidad y la dis-
mo si hubiese captado la imagen ciplina. Y esto es curioso, porque
de sí mismo que andaba buscan- yo soy un indisciplinado nato, na-
do: «Me impresiona el gesto de to, nato. Pero su disciplina, su mo-
Mateo. Se aferra a su dinero, como do de ordenar el tiempo, me ha
diciendo: ‘¡No, no a mí! No, ¡este impresionado mucho».
dinero es mío!’. Esto es lo que yo «Y, después, hay algo fundamen-
soy: un pecador al que el Señor ha tal para mí: la comunidad. Había
dirigido su mirada… Y esto es lo buscado desde siempre una co-
que dije cuando me preguntaron munidad. No me veía sacerdote
si aceptaba la elección de Pontífi- solo: tengo necesidad de comuni-
ce». Y murmura: «Peccator sum, sed dad. Y lo deja claro el hecho de ha-
super misericordia et infinita patien- berme quedado en Santa Marta:
tia Domini nostri Jesu Christi confi- cuando fui elegido ocupaba, por
sus et in spiritu penitentiae accepto». sorteo, la habitación 207. Ésta en
que nos encontramos ahora es una
habitación de huéspedes. Decidí
¿Por qué se hizo jesuita? vivir aquí, en la habitación 201,
porque, al tomar posesión del
Me hago cargo de que esta fórmu- apartamento pontificio, sentí den-
la de aceptación es para el papa tro de mí un ‘no’. El apartamento
Francisco una tarjeta de identidad. pontificio del palacio apostólico
Nada más que añadir. Y continúo no es lujoso. Es antiguo, grande y
con la que llevaba preparada co- puesto con buen gusto, no lujoso.
mo primera pregunta: «Santo Pa- Pero en resumidas cuentas es co-
mo un embudo al revés. Grande y con la que suele describirse la vi-

espacioso, pero con una entrada sión de Ignacio: Non coerceri maxi-
de verdad muy angosta. No es po- mo, sed contineri minimo divinum
sible entrar sino con cuentagotas, est. He reflexionado largamente
y yo, la verdad, sin gente no pue- sobre esta frase por lo que toca al
do vivir. Necesito vivir mi vida gobierno, a ser superior: no tener
junto a los demás». límite para lo grande, pero con-
centrarse en lo pequeño. Esta vir-
Mientras el Papa habla de misión tud de lo grande y lo pequeño se
y de comunidad, me vienen a la llama magnanimidad, y, a cada
cabeza tantos documentos de la uno desde la posición que ocupa,
Compañía de Jesús que hablan de hace que pongamos siempre la
«comunidad para la misión», y los vista en el horizonte. Es hacer las
descubro en sus palabras. cosas pequeñas de cada día con el
corazón grande y abierto a Dios y
a los otros. Es dar su valor a las co-
Y para un jesuita, ¿qué significa
sas pequeñas en el marco de los
ser Papa?
grandes horizontes, los del Reino
de Dios».
Quiero seguir en esta línea, y lan-
zo al Papa una pregunta que parte «Esta máxima ofrece parámetros
del hecho de que él es el primer je- para adoptar la postura correcta
suita elegido Obispo de Roma: en el discernimiento, para sentir
«¿Cómo entiende el servicio a la las cosas de Dios desde su ‘punto
Iglesia universal, que Ud. ha sido de vista’. Para san Ignacio hay que
llamado a desempeñar, a la luz de encarnar los grandes principios en
la espiritualidad ignaciana? ¿Qué las circunstancias de lugar, tiempo
significa para un jesuita haber si- y personas. A su modo, Juan XXIII
do elegido Papa? ¿Qué aspecto de adoptó esta actitud de gobierno al
la espiritualidad ignaciana le ayu- repetir la máxima Omnia videre,
da más a vivir su ministerio?». multa disimulare, pauca corrigere
porque, aun viendo omnia, dimen-
«El discernimiento», responde el sión máxima, prefería actuar sobre
papa Francisco. «El discernimien- pauca, dimensión mínima».
to es una de las cosas que Ignacio
ha elaborado más interiormente. «Es posible tener proyectos gran-
Para él, es un instrumento de lu- des y llevarlos a cabo actuando so-
cha para conocer mejor al Señor y bre cosas mínimas. Podemos usar
seguirlo más de cerca. Me ha im- medios débiles que resultan más
presionado siempre una máxima eficaces que los fuertes, como dice
P. Antonio Spadaro
san Pablo en la Primera Carta a los debo tomar una decisión. Suele
Corintios». ser un error. Hay que esperar, va-
lorar internamente, tomarse el
«Un discernimiento de este tipo tiempo necesario. La sabiduría del
requiere tiempo. Son muchos, por discernimiento nos libra de la ne-
poner un ejemplo, los que creen cesaria ambigüedad de la vida, y
que los cambios y las reformas
hace que encontremos los medios
pueden llegar en un tiempo breve.
oportunos, que no siempre se
Yo soy de la opinión de que se ne-
identificarán con lo que parece
cesita tiempo para poner las bases
grande o fuerte».
de un cambio verdadero y eficaz.
Se trata del tiempo del discerni-
miento. La Compañía de Jesús
Y a veces, por el contrario, el dis-
cernimiento nos empuja a hacer El discernimiento es, por tanto, un
ya lo que inicialmente pensába- pilar de la espiritualidad del Papa.
mos dejar para más adelante. Es lo Esto es algo que expresa de forma
que me ha sucedido a mí en estos especial su identidad de jesuita.
meses. Y el discernimiento se rea- En consecuencia, le pregunto có-
liza siempre en presencia del Se- mo puede la Compañía de Jesús
ñor, sin perder de vista los signos, servir a la Iglesia de hoy, con qué
escuchando lo que sucede, el sen- rasgos peculiares, y también cuá-
tir de la gente, sobre todo de los les son los riesgos que le pueden
pobres. Mis decisiones, incluso las amenazar.
que tienen que ver con la vida
«La Compañía es una institución
normal, como el usar un coche
en tensión, siempre radicalmente
modesto, van ligadas a un discer-
en tensión. El jesuita es un descen-
nimiento espiritual que responde
trado. La Compañía en sí misma
a exigencias que nacen de las co-
está descentrada: su centro es
sas, de la gente, de la lectura de los
Cristo y su Iglesia. Por tanto, si la
signos de los tiempos. El discerni-
Compañía mantiene en el centro a
miento en el Señor me guía en mi
Cristo y a la Iglesia, tiene dos pun-
modo de gobernar».
tos de referencia en su equilibrio
«Pero, mire, yo desconfío de las para vivir en la periferia. Pero si se
decisiones tomadas improvisada- mira demasiado a sí misma, si se
mente. Desconfío de mi primera pone a sí misma en el centro, sa-
decisión, es decir, de lo primero biéndose una muy sólida y muy
que se me ocurre hacer cuando bien ‘armada’ estructura, corre pe-
ligro de sentirse segura y suficien- plicaciones filosóficas o teológi-

te. La Compañía tiene que tener cas, en las que es posible la discu-
siempre delante el Deus Semper sión. El estilo de la Compañía no
maior, la búsqueda de la Gloria de es la discusión, sino el discerni-
Dios cada vez mayor, la Iglesia miento, cuyo proceso supone ob-
Verdadera Esposa de Cristo nuestro viamente discusión. El aura místi-
Señor 2, Cristo Rey que nos con- ca jamás define sus bordes, no
quista y al que ofrecemos nuestra completa el pensamiento. El jesui-
persona y todos nuestros esfuer- ta debe ser persona de pensamien-
zos, aunque seamos poco adecua- to incompleto, de pensamiento
dos vasos de arcilla. Esta tensión abierto. Ha habido etapas en la vi-
nos sitúa continuamente fuera de da de la Compañía en las que se
nosotros mismos. El instrumento ha vivido un pensamiento cerra-
que hace verdaderamente fuerte a do, rígido, más instructivo-ascéti-
una Compañía descentrada es la co que místico: esta deformación
realidad, a la vez paterna y mater- generó el Epítome del Instituto».
na, de la ‘cuenta de conciencia’, y
precisamente porque le ayuda a Con esto el Papa alude a una es-
emprender mejor la misión». pecie de resumen práctico, en uso
en la Compañía y formulado en el
Aquí el Papa hace referencia a un siglo XX, que llegó a ser conside-
punto específico de las Constitu- rado como sustituto de las Consti-
ciones de la Compañía de Jesús, tuciones. La formación que los je-
que dice que el jesuita debe «ma- suitas recibían sobre la Compañía,
nifestar su conciencia», es decir, la durante un tiempo, venía marca-
situación interior que vive, de moda por este texto, hasta el punto
do que el superior pueda obrar que alguno podía no haber leído
con conocimiento más exacto al nunca las Constituciones, que cons-
enviar una persona a su misión. tituyen el texto fundacional. Se-
gún el Papa, durante este período
«Pero es difícil hablar de la Com-
en la Compañía las reglas han co-
pañía –prosigue el papa Francis-
rrido el peligro de ahogar el espí-
co–. Si somos demasiado explíci-
ritu, saliendo vencedora la tenta-
tos, corremos el riesgo de equivo-
ción de explicitar y hacer dema-
carnos. De la Compañía se puede
siado claro el carisma.
hablar solamente en forma narra-
tiva. Solo en la narración se puede Prosigue: «No. El jesuita piensa,
hacer discernimiento, no en las ex- siempre y continuamente, con los
ojos puestos en el horizonte hacia
2
En español en el original. el que debe caminar, teniendo a
P. Antonio Spadaro
Cristo en el centro. Esta es su ver- El modelo: Pedro Fabro,

dadera fuerza. Y esto es lo que «sacerdote reformado»
empuja a la Compañía a estar en
búsqueda, a ser creativa, genero- En este momento me pregunto qué
sa. Por eso hoy más que nunca ha figuras de jesuitas, desde los oríge-
de ser contemplativa en la acción; nes de la Compañía hasta hoy, le
tiene que vivir una cercanía pro- habrán impresionado de modo es-
funda a toda la Iglesia, entendida pecial. Y le pregunto al Pontífice si
como ‘pueblo de Dios’ y ‘santa hay algunos, cuáles son y por qué.
madre Iglesia Jerárquica’. Esto re- El Papa comienza citando a san Ig-
quiere mucha humildad, sacrificio nacio y san Francisco Javier, pero
y valentía, especialmente cuando enseguida se detiene en una figura
se vive incomprensiones o cuando que los jesuitas conocen, pero que
se es objeto de equívocos o calum- no es muy conocida por lo general:
nias; pero es la actitud más fecun- el beato Pedro Fabro (1506-1546),
da. Pensemos en las tensiones del saboyano. Se trata de uno de los
pasado con ocasión de los ritos primeros compañeros de san Igna-
chinos o los ritos malabares, o lo cio, el primero de todos, compañe-
ocurrido en la reducciones del Pa- ro de habitación cuando los dos
raguay». eran estudiantes en la Sorbona. El
tercer ocupante de aquella habita-
«Yo mismo soy testigo de incom- ción era Francisco Javier. Pío IX le
prensiones y problemas que la declaró beato el 5 de septiembre de
Compañía ha vivido aun en tiem- 1872, y está tramitándose el proce-
po reciente. Entre éstas estuvieron so de canonización.
los tiempos difíciles en que surgió
Me cita una edición de su Memo-
la cuestión de extender el ‘cuarto
rial, cuya publicación él mismo
voto’ de obediencia al Papa a to-
encargó, siendo superior provin-
dos los jesuitas. Lo que a mí me
cial, a dos especialistas jesuitas,
daba seguridad en tiempos del
los padres Miguel A. Fiorito y Jai-
padre Arrupe era que se trataba
me H. Amadeo. Una edición que
de un hombre de oración, un
gusta especialmente al Papa es la
hombre que pasaba mucho tiem-
preparada por Michael de Cer-
po en oración. Lo recuerdo cuan-
teau. Le pregunto qué le llama
do oraba sentado en el suelo, co-
tanto la atención de Fabro, y qué
mo hacen los japoneses. Eso creó
rasgos le impresionan más de él.
en él las actitudes convenientes e
hizo que tomara las decisiones co- «El diálogo con todos, aun con los
rrectas». más lejanos y con los adversarios;
su piedad sencilla, cierta probable a la corriente mística, la de Luois

ingenuidad, su disponibilidad in- Lallement y Jean-Joseph Surin. Fa-
mediata, su atento discernimien- bro era un místico».
to interior, el ser un hombre de
grandes y fuertes decisiones que
hacía compatible con ser dulce, La experiencia de gobierno
dulce…».
¿Qué tipo de experiencia de go-
Al escuchar al papa Francisco, que bierno puede hacer madurar la
va enumerando las características formación que ha recibido el pa-
personales de su jesuita preferido, dre Bergoglio, que fue superior y
comprendo hasta qué punto esta superior provincial de la Compa-
figura haya constituido para él un ñía de Jesús? El estilo de gobierno
verdadero modelo de vida. Michel de la Compañía implica que el su-
de Certeau define a Fabro sencilla- perior toma las decisiones, pero
mente como el «sacerdote refor- también que establece diálogo con
mado» para quien experiencia in- sus «consultores». Pregunto al Pa-
terior, expresión dogmática y re- pa: «¿Piensa que su experiencia de
forma estructural eran realidades gobierno en el pasado puede ser
estrechamente inseparables. Me útil para su situación actual, al
parece entender, por eso, que el frente del gobierno universal de la
papa Francisco se inspira en este Iglesia?».
tipo de reforma. Pero él sigue ade-
lante, reflexionando sobre el ver- El papa Francisco, tras una breve
dadero rostro del fundador. pausa de reflexión se pone serio,
pero muy sereno.
«Ignacio es un místico, no un asce-
ta. Me enfada mucho cuando oigo «En mi experiencia de superior en
decir que los Ejercicios Espirituales la Compañía, si soy sincero, no
son ignacianos solo porque se ha- siempre me he comportado así,
cen en silencio. La verdad es que haciendo las necesarias consultas.
los Ejercicios pueden ser perfecta- Y eso no ha sido bueno. Mi go-
mente ignacianos incluso en la vi- bierno como jesuita, al comienzo,
da corriente y sin silencio. La ten- adolecía de muchos defectos. Co-
dencia que subraya el ascetismo, el rrían tiempos difíciles para la
silencio y la penitencia es una des- Compañía: había desaparecido
viación que se ha difundido inclu- una generación entera de jesuitas.
so en la Compañía, especialmente Eso hizo que yo fuera provincial
en el ámbito español. Yo, por mi aún muy joven. Tenía 36 años: una
parte, soy y me siento más cercano locura. Había que afrontar situa-
P. Antonio Spadaro
ciones difíciles, y yo tomaba mis que me dicen: «No consulte dema-

decisiones de manera brusca y siado y decida». Pero yo creo que
personalista. Es verdad, pero debo consultar es muy importante. Los
añadir una cosa: cuando confío al- consistorios y los sínodos, por
go a una persona, me fío total- ejemplo, son lugares importantes
mente de esa persona. Debe come- para lograr que esta consulta lle-
ter un error muy grande para que gue a ser verdadera y activa. Lo
yo la reprenda. Pero, a pesar de es- que hace falta es darles una forma
to, al final la gente se cansa del au- menos rígida. Deseo consultas rea-
toritarismo. Mi forma autoritaria les, no formales. La consulta a los
y rápida de tomar decisiones me ocho cardenales, ese grupo consul-
ha llevado a tener problemas se- tivo externo, no es decisión sola-
rios y a ser acusado de ultracon- mente mía, sino que es fruto de la
servador. Tuve un momento de voluntad de los cardenales, tal co-
gran crisis interior estando en mo se expresó en las Congregacio-
Córdoba. No habré sido cierta- nes Generales antes del Cónclave.
mente como la beata Imelda, pero Y deseo que sea una consulta real,
jamás he sido de derechas. Fue mi no formal».
forma autoritaria de tomar deci-
siones la que me creó problemas».
«Sentir con la Iglesia»
«Todo esto que digo es experiencia
de la vida y lo expreso por dar a No abandono el tema de la Iglesia
entender los peligros que existen. e intento comprender qué signifi-
Con el tiempo he aprendido mu- ca exactamente para el papa Fran-
chas cosas. El Señor ha permitido cisco el «sentir con la Iglesia» del
esta pedagogía de gobierno, aunque escribe san Ignacio en sus
que haya sido por medio de mis Ejercicios Espirituales. El Papa res-
defectos y mis pecados. Sucedía ponde sin dudar, partiendo de
que, como arzobispo de Buenos una imagen.
Aires, convocaba una reunión con
los seis obispos auxiliares cada «Una imagen de Iglesia que me
quince días y varias veces al año complace es la de pueblo santo,
con el Consejo presbiteral. Se for- fiel a Dios. Es la definición que
mulaban preguntas y se dejaba es- uso a menudo y, por otra parte, es
pacio para la discusión. Esto me la de la Lumen Gentium en su nú-
ha ayudado mucho a optar por mero 12. La pertenencia a un pue-
las decisiones mejores. Ahora, sin blo tiene un fuerte valor teológico:
embargo, oigo a algunas personas Dios, en la historia de la salvación,
ha salvado a un pueblo. No existe El Papa, tras un momento de pau-

identidad plena sin pertenencia a sa, precisa de manera seca, para
un pueblo. Nadie se salva solo, co- evitar ser malentendido: «Obvia-
mo individuo aislado, sino que mente hay que tener cuidado de
Dios nos atrae tomando en cuenta no pensar que esta infallibilitas de
la compleja trama de relaciones todos los fieles, de la que he ha-
interpersonales que se establecen blado a la luz del Concilio, sea una
en la comunidad humana. Dios forma de populismo. No: es la ex-
entra en esta dinámica popular». periencia de la ‘santa madre Igle-
sia jerárquica’, como la llamaba
«El pueblo es sujeto. Y la Iglesia es
san Ignacio, de la Iglesia como
el pueblo de Dios en camino a tra-
pueblo de Dios, pastores y pueblo
vés de la historia, con gozos y do-
juntos. La Iglesia es la totalidad
lores. Sentir con la Iglesia, por tan-
del pueblo de Dios».
to, para mí quiere decir estar en es-
te pueblo. Y el conjunto de fieles es «Yo veo la santidad en el pueblo
infalible cuando cree, y manifiesta de Dios, su santidad cotidiana.
esta infalibilidad suya al creer, me- Existe una ‘clase media de la san-
diante el sentido sobrenatural de tidad’ de la que todos podemos
la fe de todo el pueblo que camina. formar parte, aquella de que habla
Esta es mi manera de entender el Malègue».
sentir con la Iglesia de que habla
san Ignacio. Cuando el diálogo en- El Papa se refiere a Joseph Malè-
tre la gente y los obispos y el Papa gue, escritor francés muy de su
sigue esta línea y es leal, está asis- agrado, nacido en 1876 y muerto
tido por el Espíritu Santo. No se en 1940. En particular a su trilogía
trata, por tanto, de un sentir referi- incompleta Pierres noires: Les Clas-
do a los teólogos». ses moyennes du Salut. Algunos crí-
ticos franceses lo han definido co-
«Sucede como con María: Si se mo «el Proust católico».
quiere saber quién es, se pregunta
a los teólogos; si se quiere saber có- «Veo la santidad –prosigue el Pa-
mo se la ama, hay que preguntar al pa– en el pueblo de Dios paciente:
pueblo. María, a su vez, amó a Je- una mujer que cría a sus hijos, un
sús con corazón de pueblo, como hombre que trabaja para llevar a
se lee en el Magníficat. Por tanto, casa el pan, los enfermos, los sa-
no hay ni que pensar que la com- cerdotes ancianos tantas veces he-
prensión del ‘sentir con la Iglesia’ ridos pero siempre con su sonrisa
tenga que ver únicamente con sen- porque han servido al Señor, las
tir con su parte jerárquica». religiosas que tanto trabajan y que
P. Antonio Spadaro
viven una santidad escondida. Es- plo, leo la vida de los misioneros
ta es, para mí, la santidad común. salesianos que fueron a la Patago-
Yo asocio frecuentemente la santi- nia, leo una historia de vida y de
dad a la paciencia: no solo la pa- fecundidad».
ciencia como hypomoné, hacerse
«Otro ejemplo de estos días: he
cargo de los sucesos y las circuns-
visto que los periódicos se han he-
tancias de la vida, sino también
cho mucho eco de una llamada de
como constancia para seguir hacia
teléfono que hice a un muchacho
delante día a día. Esta es la santi-
que me había escrito una carta. Le
dad de la Iglesia militante de la
telefoneé porque aquella carta ha-
que habla el mismo san Ignacio.
bía sido muy hermosa, muy senci-
Esta era la santidad de mis padres:
lla. Para mí, supuso un acto de fe-
de mi padre, de mi madre, de mi
cundidad. Caí en la cuenta de que
abuela Rosa, que me ha hecho tan-
se trataba de un joven que está
to bien. En el breviario llevo el tes- creciendo, que ha reconocido a su
tamento de mi abuela Rosa, y lo padre y le cuenta, sin más, algo de
leo a menudo: porque para mí es su vida. El padre no puede decir-
como una oración. Es una santa le, simplemente, ‘paso de ti’. A mí,
que ha sufrido mucho, incluso esta fecundidad me hace mucho
moralmente, y ha seguido valero- bien».
samente siempre hacia delante».
«Esta Iglesia con la que debemos

Iglesias jóvenes e Iglesias
sentir es la casa de todos, no una
antiguas
capillita en la que cabe solo un
grupito de personas selectas. No
Sigo con el tema de la Iglesia, y di-
podemos reducir el seno de la
rijo al Papa una pregunta a la luz
Iglesia universal a un nido protec-
de la reciente Jornada Mundial de
tor de nuestra mediocridad. Y la
la Juventud. «Este enorme evento
Iglesia es Madre –prosigue–. La
ha puesto bajo los reflectores a los
Iglesia es fecunda, debe serlo. Mi-
jóvenes, pero no menos a esos
re, cuando percibo comportamien-
‘pulmones espirituales’ que son
tos negativos en ministros de la
las iglesias de institución más re-
Iglesia o en consagrados o consa-
ciente. ¿Qué esperanzas le parece
gradas, lo primero que se me ocu-
que pueden surgir desde estas
rre es: ‘un solterón’, ‘una soltero- Iglesias para la Iglesia universal?».
na’. No son ni padres ni madres.
No han sido capaces de dar vida. «Las Iglesias jóvenes logran una
Y sin embargo cuando, por ejem- síntesis de fe, cultura y vida en
progreso diferente de la que lo- mienza diciendo: «El papa Bene-

gran las Iglesias más antiguas. Pa- dicto realizó un acto de santidad,
ra mí, la relación entre las Iglesias de grandeza y de humildad. Es un
de tradición más antigua y las más hombre de Dios». Mostrando así
recientes se parece a la relación un gran afecto y gran estima por
que existe entre jóvenes y ancia- su predecesor.
nos en una sociedad: construyen
«Veo con claridad –prosigue– que
el futuro, unos con su fuerza y los
lo que la Iglesia necesita con ma-
otros con su sabiduría. El riesgo
yor urgencia hoy es una capaci-
está siempre presente, es obvio;
dad de curar heridas y dar calor a
las Iglesias más jóvenes corren pe-
los corazones de los fieles, cerca-
ligro de sentirse autosuficientes, y
nía, proximidad. Veo a la Iglesia
las más antiguas el de querer im-
como un hospital de campaña tras
poner a los jóvenes sus modelos
una batalla. ¡Qué inútil es pregun-
culturales. Pero el futuro se cons- tarle a un herido si tiene altos el
truye unidos». colesterol o el azúcar! Hay que cu-
rarle las heridas. Ya hablaremos
luego del resto. Curar heridas, cu-
¿Es la iglesia un hospital
rar heridas... Y hay que comenzar
de campaña? por lo más elemental».
El papa Benedicto XVI, al anun- «La Iglesia a veces se ha dejado

ciar su renuncia al pontificado, envolver en pequeñas cosas, en
describía un mundo actual some- pequeños preceptos. Cuando lo
tido a rápidos cambios y agitado más importante es el anuncio pri-
por unas cuestiones de enorme mero: ‘¡Jesucristo te ha salvado!’.
importancia para la vida de fe, Y los ministros de la Iglesia de-
que reclaman gran vigor de cuer- ben ser, ante todo, ministros de
po y alma. Pregunto al Papa, tam- misericordia. Por ejemplo, el con-
bién a la luz de lo que acaba de de- fesor corre siempre peligro de ser
cir: «¿De qué tiene la Iglesia ma- o demasiado rigorista o demasia-
yor necesidad en este momento do laxo. Ninguno de los dos es
histórico? ¿Hacen falta reformas? misericordioso, porque ninguno
¿Cuáles serían sus deseos para la de los dos se hace de verdad car-
Iglesia de los próximos años? go de la persona. El rigorista se
¿Qué Iglesia ‘sueña’?». lava las manos y lo remite a lo
que está mandado. El laxo se lava
El papa Francisco, refiriéndose al las manos diciendo simplemente
comienzo de mi pregunta, co- ‘esto no es pecado’ o algo seme-
P. Antonio Spadaro
jante. A las personas hay que capaz de salir de sí misma yendo

acompañarlas, las heridas necesi- hacia el que no la frecuenta, hacia
tan curación». el que se marchó de ella, hacia el
indiferente. El que abandonó la
«¿Cómo estamos tratando al pue- Iglesia a veces lo hizo por razones
blo de Dios? Yo sueño con una que, si se entienden y valoran
Iglesia Madre y Pastora. Los mi- bien, pueden ser el inicio de un re-
nistros de la Iglesia tienen que ser torno. Pero es necesario tener au-
misericordiosos, hacerse cargo de dacia y valor».
las personas, acompañándolas co-
mo el buen samaritano que lava, Recojo lo que está diciendo el San-
limpia y consuela a su prójimo. to Padre para hablar de aquellos
Esto es Evangelio puro. Dios es cristianos que viven situaciones
más grande que el pecado. Las re- irregulares para la Iglesia, o diver-
formas organizativas y estructu- sas situaciones complejas; cristia-
rales son secundarias, es decir, nos que, de un modo o de otro,
vienen después. La primera refor- mantienen heridas abiertas. Pien-
ma debe ser la de las actitudes. so en los divorciados vueltos a ca-
Los ministros del Evangelio de- sar, en parejas homosexuales y en
ben ser personas capaces de cal- otras situaciones difíciles. ¿Cómo
dear el corazón de las personas, hacer pastoral misionera en estos
de caminar con ellas en la noche, casos? ¿Dónde encontrar un pun-
de saber dialogar e incluso des- to de apoyo? El Papa da a enten-
cender a su noche y su oscuridad der con un gesto que ha compren-
sin perderse. El pueblo de Dios dido lo que quiero decirle y me
necesita pastores y no funciona- responde.
rios ‘clérigos de despacho’. Los
obispos, especialmente, han de «Tenemos que anunciar el Evan-
ser hombres capaces de apoyar gelio en todas partes, predicando
con paciencia los pasos de Dios en la buena noticia del Reino y cu-
su pueblo, de modo que nadie rando, también con nuestra pre-
quede atrás, así como de acompa- dicación, todo tipo de herida y
ñar al rebaño, con su olfato para cualquier enfermedad. En Bue-
encontrar veredas nuevas». nos Aires recibía cartas de perso-
nas homosexuales que son verda-
«En lugar de ser solamente una deros ‘heridos sociales’, porque
Iglesia que acoge y recibe, mante- me dicen que sienten que la Igle-
niendo sus puertas abiertas, bus- sia siempre les ha condenado. Pe-
quemos más bien ser una Iglesia ro la Iglesia no quiere hacer eso.
que encuentra caminos nuevos, Durante el vuelo en que regresa-
ba de Río de Janeiro dije que si sando en la situación de una mu-

una persona homosexual tiene jer que tiene a sus espaldas el fra-
buena voluntad y busca a Dios, caso de un matrimonio en el que
yo no soy quién para juzgarla. Al se dio también un aborto. Después
decir esto he dicho lo que dice el de aquello esta mujer se ha vuelto
Catecismo. La religión tiene dere- a casar y ahora vive en paz con
cho de expresar sus propias opi- cinco hijos. El aborto le pesa enor-
niones al servicio de las personas, memente y está sinceramente
pero Dios en la creación nos ha arrepentida. Le encantaría reto-
hecho libres: no es posible una mar la vida cristiana. ¿Qué hace el
injerencia espiritual en la vida confesor?».
personal. Una vez una persona,
«No podemos seguir insistiendo
para provocarme, me preguntó si
solo en cuestiones referentes al
yo aprobaba la homosexualidad.
aborto, al matrimonio homose-
Yo entonces le respondí con otra
xual o al uso de anticonceptivos.
pregunta: ‘Dime, Dios, cuando Es imposible. Yo no he hablado
mira a una persona homosexual, mucho de estas cuestiones y he
¿aprueba su existencia con afecto recibido reproches por ello. Pero
o la rechaza y la condena?’. Hay si se habla de estas cosas hay que
que tener siempre en cuenta a la hacerlo en un contexto. Por lo de-
persona. Y aquí entramos en el más, ya conocemos la opinión
misterio del ser humano. En esta de la Iglesia y yo soy hijo de la
vida Dios acompaña a las perso- Iglesia, pero no es necesario es-
nas y es nuestro deber acompa- tar hablando de estas cosas sin
ñarlas a partir de su condición. cesar».
Hay que acompañar con miseri-
cordia. Cuando sucede así, el Es- «Las enseñanzas de la Iglesia,
píritu Santo inspira al sacerdote sean dogmáticas o morales, no
la palabra oportuna». son todas equivalentes. Una pas-
toral misionera no se obsesiona
«Esta es la grandeza de la confe- por transmitir de modo desestruc-
sión: que se evalúa caso a caso, turado un conjunto de doctrinas
que se puede discernir qué es lo para imponerlas insistentemente.
mejor para una persona que busca El anuncio misionero se concentra
a Dios y su gracia. El confesiona- en lo esencial, en lo necesario, que
rio no es una sala de tortura, sino por otra parte es lo que más apa-
aquel lugar de misericordia en el siona y atrae, es lo que hace arder
que el Señor nos empuja a hacer lo el corazón, como a los discípulos
mejor que podamos. Estoy pen- de Emaús».
P. Antonio Spadaro
«Tenemos, por tanto, que encon- El primer Papa religioso después

trar un nuevo equilibrio, porque de 182 años…
de otra manera el edificio moral
de la Iglesia corre peligro de caer El papa Francisco es el primer Pon-
como un castillo de naipes, de per- tífice que proviene de una orden
der la frescura y el perfume del religiosa después del camaldulen-
Evangelio. La propuesta evangéli- se Gregorio XVI, elegido en 1831,
ca debe ser más sencilla, más pro- hace 182 años. Así, pues, pregunto:
funda e irradiante. Solo de esta «¿Qué puesto específico tienen hoy
propuesta surgen luego las conse- en la Iglesia los religiosos y las reli-
cuencias morales». giosas?».
«Digo esto pensando también en «Los religiosos son profetas. Son
la predicación y en los contenidos los que eligieron un modo de se-
de nuestra predicación. Una bue- guir a Jesús que imita su vida con
na homilía, una verdadera homi-
la obediencia al Padre, la pobreza,
lía, debe comenzar con el primer
la vida de comunidad y la casti-
anuncio, con el anuncio de la sal-
dad. En este sentido, los votos no
vación. No hay nada más sólido,
pueden acabar convirtiéndose en
profundo y seguro que este anun-
caricaturas, porque cuando así su-
cio. Después vendrá una cateque-
cede, por ejemplo, la vida de co-
sis. Después se podrá extraer al-
munidad se vuelve un infierno y
guna consecuencia moral. Pero el
anuncio del amor salvífico de Dios la castidad una vida de solterones.
es previo a la obligación moral y El voto de castidad debe ser un
religiosa. Hoy parece a veces que voto de fecundidad. En la Iglesia
prevalece el orden inverso. La ho- los religiosos son llamados espe-
milía es la piedra de toque si se cialmente a ser profetas que dan
quiere medir la capacidad de en- testimonio de cómo se vive a Jesús
cuentro de un pastor con su pue- en este mundo, y que anuncian có-
blo, porque el que predica tiene mo será el Reino de Dios cuando
que reconocer el corazón de su co- llegue a su perfección. Un reli-
munidad para buscar dónde per- gioso no debe jamás renunciar a la
manece vivo y ardiente el deseo profecía. Lo cual no significa acti-
de Dios. Por eso el mensaje evan- tud de oposición a la parte jerár-
gélico no puede quedar reducido quica de la Iglesia, aunque función
a algunos aspectos que, aun sien- profética y estructura jerárquica
do importantes, no manifiestan no coinciden. Estoy hablando de
ellos solos el corazón de la ense- una propuesta positiva, que no de-
ñanza de Jesús». be realizarse con temor. Pensemos
en lo que han hecho tantos gran- dores, no intermediarios ni ges-

des santos de la vida monástica, tores».
religiosos y religiosas, desde tiem-
pos de san Antonio Abad. Ser pro- Recuerdo al Papa que el pasado
29 de junio, durante la ceremonia
feta implica, a veces, hacer ruido,
de bendición e imposición de los
no sé cómo decir… La profecía
palios a los 34 arzobispos metro-
crea alboroto, estruendo, alguno
politanos, definió «la vía de la si-
diría que crea ‘gran confusión’. Pe-
nodalidad» como el camino que
ro en realidad su carisma es ser le-
lleva a la Iglesia unida «a crecer en
vadura: la profecía anuncia el es-
armonía con el servicio del prima-
píritu del Evangelio».
do». En consecuencia, mi pregunta
es esta: «¿Cómo conciliar en armo-
nía primado petrino y solidari-
Dicasterios romanos,
dad? ¿Qué caminos son practica-
sinodalidad, ecumenismo
bles, incluso con perspectiva ecu-
ménica?».
Partiendo de la alusión a la Jerar-
quía, en este momento pregunto «Debemos caminar juntos: la gen-
al Papa: «¿Qué piensa de los di- te, los obispos y el Papa. Hay que
casterios romanos?». vivir la sinodalidad a varios nive-
les. Quizá es tiempo de cambiar la
«Los dicasterios romanos están al metodología del sínodo, porque la
servicio del Papa y de los obispos: actual me parece estática. Eso po-
tienen que ayudar a las Iglesias drá llegar a tener valor ecuméni-
particulares y a las conferencias co, especialmente con nuestros
episcopales. Son instancias de hermanos ortodoxos. De ellos po-
ayuda. Pero, en algunos casos, demos aprender mucho sobre el
cuando no son bien entendidos, sentido de la colegialidad episco-
corren peligro de convertirse en pal y sobre la tradición de sinoda-
organismos de censura. Impresio- lidad. El esfuerzo de reflexión co-
na ver las denuncias de falta de mún, observando cómo se gober-
ortodoxia que llegan a Roma. naba la Iglesia en los primeros
Pienso que quien debe estudiar siglos, antes de la ruptura entre
los casos son las conferencias Oriente y Occidente, acabará dan-
episcopales locales, a las que Ro- do frutos. Para las relaciones ecu-
ma puede servir de valiosa ayu- ménicas es importante una cosa:
da. La verdad es que los casos se no solo conocerse mejor, sino tam-
tratan mejor sobre el terreno. Los bién reconocer lo que el Espíritu
dicasterios romanos son media- ha ido sembrando en los otros co-
P. Antonio Spadaro
mo don también para nosotros. Yo discursos que oigo sobre el rol de

deseo proseguir la reflexión sobre la mujer a menudo se inspiran en
cómo ejercer el primado petrino una ideología machista. Las muje-
que inició ya en 2007 la Comisión res están formulando cuestiones
Mixta y que condujo a la firma del profundas que debemos afrontar.
Documento de Rávena. Hay que La Iglesia no puede ser ella misma
seguir esta vía». sin la mujer y el papel que ésta
desempeña. La mujer es impres-
Intento captar cómo ve el Papa el cindible para la Iglesia. María, una
futuro de la unidad de la Iglesia. mujer, es más importante que los
Me responde: «Tenemos que ca- obispos. Digo esto porque no hay
minar unidos en las diferencias: que confundir la función con la
no existe otro camino para unir- dignidad. Es preciso, por tanto,
nos. El camino de Jesús es ese». profundizar más en la figura de la
¿Y el papel de la mujer en la Igle- mujer en la Iglesia. Hay que traba-
sia? El Papa se ha referido más de jar más hasta elaborar una teolo-
una vez a este tema en ocasiones gía profunda de la mujer. Solo tras
diversas. En una entrevista afirmó haberlo hecho podremos reflexio-
que la presencia femenina en la nar mejor sobre su función dentro
Iglesia apenas se ha hecho notar, de la Iglesia. En los lugares donde
porque la tentación del machismo se toman las decisiones importan-
no ha dejado espacio para hacer tes es necesario el genio femenino.
visible el papel que corresponde a Afrontamos hoy este desafío: re-
la mujer en la comunidad. Retomó flexionar sobre el puesto específi-
el tema durante el viaje de vuelta co de la mujer incluso allí donde
de Río de Janeiro, afirmando que se ejercita la autoridad en los va-
no se ha hecho aún una teología rios ámbitos de la Iglesia».
profunda de la mujer. Yo le pre-
gunto: «¿Cuál debe ser el papel de
El Concilio Vaticano II
la mujer en la Iglesia? ¿Qué hacer
hoy para darle una mayor visibi-
lidad?». «¿Qué hizo el Concilio Vaticano II?
¿Qué fue, en realidad?». Le dirijo
«Es necesario ampliar los espacios esta pregunta a la luz de las afir-
para una presencia femenina más maciones que acaba de hacer, ima-
incisiva en la Iglesia. Temo la solu- ginando una respuesta larga y or-
ción del ‘machismo con faldas’, ganizada. Y, sin embargo, me da la
porque la mujer tiene una estruc- impresión de que el Papa conside-
tura diferente del varón. Pero los rase el Concilio un hecho tan in-
contestable que apenas valiera la cribía que para ver la realidad ha-
pena dedicarle mucho tiempo co- ce falta una mirada de fe, porque
rroborando su importancia. si no, se contempla una realidad
fragmentada, dividida. Este sería
«El Vaticano II supuso una relectu- uno de los temas de la encíclica
ra del Evangelio a la luz de la cul- Lumen fidei. Tengo presente algu-
tura contemporánea. Produjo un nos pasajes de los discursos del
movimiento de renovación que papa Francisco durante la Jorna-
viene sencillamente del mismo da Mundial de la Juventud en Río
Evangelio. Los frutos son enormes. de Janeiro. Se los cito: «Dios es re-
Basta recordar la liturgia. El traba- al, si se manifiesta en nuestro
jo de reforma litúrgica hizo un ser- hoy»; «Dios está en todas partes».
vicio al pueblo, releyendo el Evan- Son frases que se hacen eco de
gelio a partir de una situación his- la expresión ignaciana «buscar y
tórica completa. Sí, hay líneas de encontrar a Dios en todas las
continuidad y de discontinuidad, cosas».
pero una cosa es clara: la dinámica
de lectura del Evangelio actualiza- Le pregunto al Papa: «Santidad,
da para hoy, propia del Concilio, es ¿cómo se hace para buscar y en-
absolutamente irreversible. Luego contrar a Dios en todas las cosas?».
están algunas cuestiones concretas, «Lo que dije en Río tiene un valor
como la liturgia según el Vetus Or- temporal. Es verdad que tenemos
do. Pienso que la decisión del papa la tentación de buscar a Dios en el
Benedicto estuvo dictada por la pasado o en lo que creemos que
prudencia, procurando ayudar a puede darse en el futuro. Dios es-
algunas personas que tienen esa tá ciertamente en el pasado por-
sensibilidad particular. Lo que que está en las huellas que ha ido
considero preocupante es el peli- dejando. Y está también en el fu-
gro de ideologización, de instru- turo como promesa. Pero el Dios
mentalización del Vetus Ordo». ‘concreto’, por decirlo así, es hoy.
Por eso las lamentaciones jamás
nos ayudan a encontrar a Dios.
Buscar y encontrar a Dios Las lamentaciones que se oyen
en todas las cosas hoy sobre cómo va este mundo
‘bárbaro’ acaban generando en la
El discurso del papa Francisco se Iglesia deseos de orden, entendi-
inclina hacia la apertura cuando do como pura conservación, como
habla de los desafíos que afronta- defensa. No: hay que encontrar a
mos hoy. Hace algunos años es- Dios en nuestro hoy».
P. Antonio Spadaro
«Dios se manifiesta en una revela- Certezas y errores

ción histórica, en el tiempo. Es el
tiempo el que inicia los procesos, Si el encuentro con Dios en todas
el espacio los cristaliza. Dios se las cosas no es un «eureka empíri-
encuentra en el tiempo, en los pro- co» –le digo al Papa– y si, por tan-
cesos en curso. No hay que dar to, se trata de un camino que va le-
preferencia a los espacios de po- yendo en la historia, es posible co-
der frente a los tiempos, a veces meter errores…
largos, de los procesos. Lo nuestro
es poner en marcha procesos, más «Sí, este buscar y encontrar a Dios
que ocupar espacios. Dios se ma- en todas las cosas deja siempre un
nifiesta en el tiempo y está presen- margen a la incertidumbre. Debe
te en los procesos de la historia. dejarlo. Si una persona dice que
Esto nos hace preferir las acciones ha encontrado a Dios con certeza
que generan dinámicas nuevas. Y total y ni le roza un margen de in-
exige paciencia y espera». certidumbre, algo no va bien. Yo
tengo esto por una clave impor-
«Encontrar a Dios en todas las co- tante. Si uno tiene respuestas a to-
sas no es un eureka empírico. En el das las preguntas, estamos ante
fondo, cuando deseamos encon- una prueba de que Dios no está
trar a Dios nos gustaría constatar- con él. Quiere decir que es un fal-
lo inmediatamente por medios so profeta que usa la religión en
empíricos. Pero así no se encuen- bien propio. Los grandes guías del
tra a Dios. Se le encuentra en la pueblo de Dios, como Moisés,
brisa ligera de Elías. Los sentidos siempre han dado espacio a la du-
capaces de percibir a Dios son los da. Tenemos que hacer espacio al
que Ignacio llama ‘sentidos espiri- Señor, no a nuestras certezas, he-
tuales’. Ignacio quiere que abra- mos de ser humildes. En todo dis-
mos la sensibilidad espiritual y así cernimiento verdadero, abierto a
encontremos a Dios más allá de la confirmación de la consolación
un contacto puramente empírico. espiritual, está presente la incerti-
Se necesita una actitud contem- dumbre».
plativa: es el sentimiento del que
va por el camino bueno de la com- «El riesgo que existe, pues, en el
prensión y del afecto frente a las buscar y hallar a Dios en todas las
cosas y las situaciones. Señales de cosas, son los deseos de ser dema-
que estamos en ese buen camino siado explícito, de decir con certe-
son la paz profunda, la consola- za humana y con arrogancia: ‘Dios
ción espiritual, el amor de Dios y está aquí’. Así encontraríamos so-
de todas las cosas en Dios». lo un Dios a medida nuestra. La
actitud correcta es la agustiniana: para encontrarte con Él. Es preciso

buscar a Dios para hallarlo, y ha- discernir el encuentro. Y por eso el
llarlo para buscarle siempre. Y fre- discernimiento es fundamental».
cuentemente se busca a tientas,
«Un cristiano restauracionista, le-
como leemos en la Biblia. Esta es
galista, que lo quiere todo claro y
la experiencia de los grandes Pa-
seguro, no va a encontrar nada. La
dres de la fe, modelo nuestro. Hay
tradición y la memoria del pasado
que releer el capítulo 11 de la Car-
tienen que ayudarnos a reunir el
ta a los Hebreos. Abrahán, por la fe,
valor necesario para abrir espa-
partió sin saber a dónde iba. To-
cios nuevos a Dios. Aquel que hoy
dos nuestros antepasados en la fe buscase siempre soluciones disci-
murieron teniendo ante los ojos plinares, el que tienda a la ‘seguri-
los bienes prometidos, pero muy a dad’ doctrinal de modo exagera-
lo lejos… No se nos ha entregado do, el que busca obstinadamente
la vida como un guión en el que recuperar el pasado perdido, po-
ya todo estuviera escrito, sino que see una visión estática e involuti-
consiste en andar, caminar, hacer, va. Y así la fe se convierte en una
buscar, ver… Hay que embarcarse ideología entre tantas otras. Por
en la aventura de la búsqueda del mi parte, tengo una certeza dog-
encuentro y del dejarse buscar y mática: Dios está en la vida de to-
dejarse encontrar por Dios». da persona. Dios está en la vida de
cada uno. Y aun cuando la vida de
«Porque Dios está primero, está
una persona haya sido un desas-
siempre primero, Dios primerea.
tre, aunque los vicios, la droga o
Dios es un poco como la flor del cualquier otra cosa la tengan des-
almendro de tu Sicilia, Antonio, truida, Dios está en su vida. Se
que es siempre la primera en apa- puede y se debe buscar a Dios en
recer. Así lo leemos en los profe- toda vida humana. Aunque la vi-
tas. Por tanto, a Dios se le encuen- da de una persona sea terreno lle-
tra caminando, en el camino. Y al no de espinas y hierbajos, alberga
oírme alguno podría decir que es- siempre un espacio en que puede
to es relativismo. ¿Es relativismo? crecer la buena semilla. Es necesa-
Sí, si se entiende mal, como una rio fiarse de Dios».
especie de confuso panteísmo. No,
si se entiende en el sentido bíblico,
según el cual Dios es siempre una ¿Debemos ser optimistas?
sorpresa y jamás se sabe dónde y
cómo encontrarlo, porque no eres Estas palabras del Papa me re-
tú el que fija el tiempo ni el lugar cuerdan algunas reflexiones suyas
P. Antonio Spadaro
de hace tiempo, en las que el en- ce / y cada día muere! Son versos
tonces cardenal Bergoglio escribía que revelan el deseo de una espe-
que Dios vive ya en la ciudad, ranza que, sin embargo, es un fan-
mezclado vitalmente con todos y tasma irisado que desaparece con
unido a cada uno. Es otro modo la aurora.
de decir, me parece, lo que escribe
san Ignacio en los Ejercicios Espiri- «Pues bien –prosigue el papa Fran-
tuales cuando dice que Dios «tra- cisco–, la esperanza cristiana no es
baja y labora» en nuestro mundo. un fantasma y no engaña. Es una
Le pregunto: «¿Debemos ser opti- virtud teologal y, en definitiva, un
mistas? ¿Qué signos de esperanza regalo de Dios que no se puede re-
hay en el mundo actual? ¿Cómo ducir a un optimismo meramente
hacemos para ser optimistas en un humano. Dios no defrauda la espe-
mundo en crisis?». ranza ni puede traicionarse a sí
mismo. Dios es todo promesa».
«No me gusta mucho la palabra
‘optimismo’ porque expresa una
actitud psicológica. Me gusta más El arte y la creatividad
usar la palabra ‘esperanza’, tal co-
mo se lee en el capítulo 11 de la He quedado tocado por la alusión
Carta a los Hebreos que he citado del Papa a Turandot, hablando del
anteriormente. Los Padres siguie- misterio de la esperanza. Me gus-
ron caminando a través de gran- taría captar un poco más cuáles
des dificultades. La esperanza no son sus coordenadas artísticas y li-
defrauda, como leemos en la Carta terarias. Le recuerdo que el año
a los Romanos. Piense en la prime- 2006 decía que los grandes artistas
ra adivinanza del Turandot de Puc- saben cómo presentar con belleza
cini», me dice el Papa. las realidades trágicas y dolorosas
de la vida. Y le pregunto cuáles
Sobre la marcha he hecho memo- son sus artistas y escritores prefe-
ria para recordar los versos de ridos, si tienen algo en común…
aquella adivinanza de la princesa,
que tiene como solución la espe- «He sido aficionado a autores
ranza: En la oscuridad de la noche muy diferentes entre sí. Amo mu-
vuela un irisado fantasma. / Sube y chísimo a Dostoyevski y Hölder-
despliega las alas / sobre la negra, in- lin. De Hölderlin me gusta recor-
finita humanidad. / Todos lo invocan / dar aquella poesía tan bella para
y todos le imploran. / Pero el fantas- el cumpleaños de su abuela, que
ma se esfuma con la aurora / para re- me ha hecho tanto bien espiritual.
nacer en el corazón. / ¡Cada noche na- Es aquella que termina con el ver-
so ‘Que el hombre mantenga lo distinto nivel, no de la misma inti-

que prometió el niño’. Me impre- midad, me gusta Wagner. Me gus-
sionó porque quería mucho a mi ta escucharlo, pero no siempre. La
abuela Rosa y en esa poesía Höl- Tetralogía del anillo, dirigido por
derlin pone a su abuela junto a Furtwängler en la Scala el año
María, la que dio a luz a Jesús, al 1950, es lo mejor que hay. Sin olvi-
que él consideraba el amigo de la dar Parsifal dirigido el ’62 por
tierra que no consideró extranjero Knappertsbusch».
a ningún viviente. He leído Los no-
vios tres veces y ahora lo tengo so- «Deberíamos pasar a hablar de ci-
bre la mesa para volverlo a leer. ne. La Strada de Fellini es quizá la
Manzoni me ha dado mucho. Mi película que más me haya gusta-
abuela me hacía, de niño, apren- do. Me identifico con esa película,
der de memoria el comienzo de en la que hay una referencia im-
Los novios: ‘Quel ramo del lago di plícita a san Francisco. Luego creo
Como, che volge a mezzogiorno, haber visto todas las películas de
tra due catene non interrotte di Anna Magnani y Aldo Fabrizi
monti…’. También Gerard Manley cuando tenía entre 10 y 12 años.
Hopkins me ha gustado mucho». Otra película que me gustó mucho
fue Roma città aperta. Mi cultura ci-
«En pintura admiro a Caravaggio: nematográfica se la debo sobre to-
sus lienzos me hablan. Pero tam- do a mis padres, que nos llevaban
bién Chagall con su Crucifixión muy a menudo al cine».
blanca...».
«En general puedo decir que me
«En música amo a Mozart, obvia- gustan los artistas trágicos, espe-
mente. Aquel ‘Et Incarnatus est’ de cialmente los más clásicos. Hay
su Misa en Do es insuperable: ¡te una bella definición que Cervan-
lleva a Dios! Me encanta Mozart tes pone en boca del bachiller Ca-
interpretado por Clara Haskil. Mo- rrasco haciendo el elogio de la his-
zart me llena: no puedo pensarlo, toria de Don Quijote: ‘Los niños la
tengo que sentirlo. A Beethoven traen en las manos, los jóvenes la
me gusta escucharlo, pero prome- leen, los adultos la entienden, los
teicamente. Y el intérprete más viejos la elogian’. Esta puede ser
prometeico para mí es Furtwän- para mí una buena definición de
gler. Y después, las Pasiones de lo que son los clásicos».
Bach. El pasaje de Bach que me
gusta mucho es el Erbarme Dich, el Me doy cuenta de que me han ab-
llanto de Pedro de la Pasión según sorbido todas estas citas del Papa
San Mateo. Sublime. Después, a y de que desearía entrar en su vi-
P. Antonio Spadaro
da por la puerta de sus preferen- tudiaran El Cid en casa y que en

cias artísticas. Sería, imagino, un clase yo hablaría de los autores
largo itinerario. Incluiría el cine, que les gustaban más. Natural-
desde el neorrealismo italiano al mente los chicos querían leer
Festín de Babette. Me vienen a la ca- obras literarias más ‘picantes’,
beza otros autores y otras obras contemporáneas, como La casada
que él ha citado en otras ocasio- infiel o clásicas, como La Celestina
nes, quizá menores o peor conoci- de Fernando de Rojas. Pero leyen-
das o de carácter local, del Martín do estas cosas que les resultaban
Fierro de José Hernández a la poe- entonces más atractivas, le cogían
sía de Nino Costa, a El gran éxodo gusto a la literatura y a la poesía
de Luigi Orsenigo. Pienso también en general, y pasaban a otros au-
en Joseph Malègue y José María tores. Y a mí me resultó una gran
Pemán. Y obviamente en Dante y experiencia. Pude acabar el pro-
Borges, pero también en Leopoldo grama, aunque de forma no es-
Marechal, el autor de Adán Bueno- tructurada, es decir, no según el
sayres, El banquete de Severo Arcán- orden previsto, sino siguiendo el
gelo y Megafón o la guerra. que iba surgiendo con naturalidad
a partir de la lectura de los auto-
Pienso en Borges porque Bergo- res. Esta modalidad se me acomo-
glio, entonces profesor de literatu- daba muy bien: no era de mi agra-
ra a los veintiocho años en el Cole- do hacer una programación rígi-
gio de la Inmaculada de Santa Fe, lo da, todo lo más conocer, sobre
conoció personalmente. Bergoglio poco más o menos, a donde quería
enseñaba en los dos últimos años llegar. Y entonces empecé a hacer-
del liceo cuando inició a sus alum- les escribir. Al final decidí pedir a
nos en la escritura creativa. Yo mis- Borges que leyera dos narraciones
mo he tenido una experiencia pare- escritas por mis chicos. Conocía a
cida a la suya cuando tenía su su secretaria, que me había dado
edad, en el Istituto Massimo de Ro- clases de piano. A Borges le gusta-
ma, fundando BombaCarta, y se la ron muchísimo. Y me propuso re-
cuento. Al final pido al Papa que dactar la introducción de una re-
me narre su experiencia. copilación».
«Fue una cosa un poco atrevida «Entonces, Santo Padre, para la vi-
–responde–. Quería encontrar la da de una persona ¿es importante
manera de que mis alumnos estu- la creatividad?», le pregunto. Se
diasen El Cid. Pero a los chicos no ríe y me responde: «¡Para un jesui-
les apetecía. Me pedían leer a Gar- ta es enormemente importante!
cía Lorca. Entonces decidí que es- Un jesuita debe ser creativo».
Fronteras y laboratorios de revistas dirigidas por la Com-

pañía de Jesús: ¿Desea hacerles al-
Creatividad, pues: importante para guna invitación especial? ¿Cuáles
un jesuita. El papa Francisco, cuan- deben ser sus prioridades?».
do recibió a los padres y co -
«Las tres palabras clave que dirigí
laboradores de La Civiltà Cattolica,
a La Civiltà Cattolica pueden exten-
había enunciado otras tres caracte-
derse a todas las revistas de la
rísticas importantes para el trabajo
Compañía, quizá con acentos dife-
cultural del jesuita. Vuelvo con la
rentes propios de su naturaleza y
memoria a aquel día, 14 de junio
sus objetivos. Cuando insisto en la
pasado. Recuerdo que entonces, en
frontera de un modo especial, me
el intercambio que tuvimos, previo
refiero a la necesidad que tiene el
al encuentro con todo el grupo, ya
hombre de cultura de estar inserto
me las había anunciado: diálogo,
en el contexto en que actúa y sobre
discernimiento y frontera. Y había
el que reflexiona. Nos acecha
insistido en particular en el último
siempre el peligro de vivir en un
punto, citándome a Pablo VI que
laboratorio. La nuestra no es una
en un famoso discurso había dicho
fe-laboratorio, sino una fe-camino,
de los jesuitas: «Dondequiera que
una fe histórica. Dios se ha revela-
en la Iglesia las más candentes exi-
do como historia, no como un
gencias del hombre se han medido
compendio de verdades abstrac-
con el mensaje perenne del Evan-
tas. Me dan miedo los laboratorios
gelio, aun en los campos más difí-
porque en el laboratorio se toman
ciles y punteros, sea en las encruci-
los problemas y se los lleva uno a
jadas de las ideologías o en las trin-
su casa, fuera de su contexto, para
cheras sociales, allí han estado los
domesticarlos, para darles un bar-
jesuitas».
niz. No hay que llevarse la fronte-
Le pido al papa Francisco que me ra a casa, sino vivir en frontera y
lo aclare un poco: «Nos ha pedido ser audaces».
que estemos atentos a no caer ‘en
Le pregunto al Papa si puede po-
la tentación de domesticar las nerme algún ejemplo a partir de
fronteras: hay que salir al encuen- su experiencia personal.
tro de las fronteras, y no traerse las
fronteras a casa para darles un bar- «Cuando se habla de problemas
niz y domesticarlas’. ¿A qué se re- sociales, una cosa es reunirse a es-
fería? ¿Qué quería decirnos exac- tudiar el problema de la droga de
tamente? Esta entrevista ha surgi- una villa miseria, y otra cosa es ir
do de un acuerdo entre un grupo allí, vivir allí y captar el problema
P. Antonio Spadaro
desde dentro y estudiarlo. Hay Cómo se entiende el hombre

una carta genial del padre Arrupe a sí mismo
a los Centros de Investigación y
Acción Social (CIAS) sobre la po- Pregunto al Papa si esto tiene vali-
breza, en la que dice claramente dez también, y cómo, en el caso de
que no se puede hablar de pobreza una frontera tan importante como
si no se la experimenta, con una in- es la del desafío antropológico. La
serción directa en los lugares en los antropología que la Iglesia ha to-
que se vive esa pobreza. La pala- mado tradicionalmente como pun-
bra ‘inserción’ es peligrosa, porque to de referencia y el lenguaje con el
algunos religiosos la han tomado que la ha expresado siguen siendo
como una moda, y han sucedido referencia sólida, fruto de una sa-
desastres por falta de discerni- biduría y una experiencia secula-
miento. Pero es verdaderamente res. Y, sin embargo, el hombre al
importante». que se dirige la Iglesia no parece
ya comprender esa antropología y
«Y las fronteras son muchas. Pen- ese lenguaje, ni considerarlos sufi-
semos en las religiosas que viven cientes. Comienzo exponiendo el
en hospitales: viven en las fronte- hecho de que el hombre se está in-
ras. Yo mismo estoy vivo gracias a terpretando a sí mismo de modo
ellas. Con ocasión de mi problema diferente a como lo ha hecho en el
de pulmón en el hospital, el médi- pasado, con categorías diferentes.
co me prescribió penicilina y es- Y esto se debe también a grandes
treptomicina en cierta dosis. La cambios en la sociedad y a un es-
hermana que estaba de guardia la tudio más hondo de sí mismo.
triplicó porque tenía ojo clínico, El Papa, en este momento, se le-
sabía lo que había que hacer por- vanta y va coger su Breviario de la
que estaba con los enfermos todo mesa de trabajo. Es un Breviario en
el día. El médico, que verdadera- latín y ya muy ajado por el uso. Lo
mente era un buen médico, vivía abre por el Oficio de Lectura de la
en su laboratorio, la hermana vi- Feria sexta, es decir del viernes, de
vía en la frontera y dialogaba con la semana XXVII. Me lee un pasaje
la frontera todos los días. Domes- del Commonitorium Primum de san
ticar las fronteras significa limitar- Vincente de Lerins: «Ita etiam chris-
se a hablar desde una posición de tianae religionis dogma sequatur has
lejanía, encerrase en los laborato- decet profectuum leges, ut annis scili-
rios, que son cosas útiles. Pero la cet consolidetur, dilatetur tempore, su-
reflexión, para nosotros, debe par- blimetur aetate (El mismo dogma de
tir de la experiencia». la religión cristiana debe someterse
a estas leyes. Progresa, consolidán- expresión de la verdad pueden ser

dose con los años, desarrollándose múltiples, es más, es necesario
con el tiempo, haciéndose más pro- que lo sean para la transmisión
fundo con la edad)». del mensaje evangélico en su sig-
nificado inmutable».
Y prosigue el Papa: «San Vicente de
Lerins compara el desarrollo bioló- «El hombre va a la búsqueda de sí
gico del hombre con la transmisión mismo, y es natural que en esta
del depositum fidei de una época a la búsqueda pueda cometer errores.
otra, que crece y se consolida con el La Iglesia ha vivido tiempos de ge-
paso del tiempo. Ciertamente la nialidad, como por ejemplo el del
comprensión del hombre cambia tomismo. Pero también vive tiem-
con el tiempo y su conciencia de sí pos de decadencia del pensamien-
mismo se hace más profunda. Pen- to. Por ejemplo: no debemos con-
semos en cuando la esclavitud era fundir la genialidad del tomismo
cosa admitida y cuando la pena de con el tomismo decadente. Yo, des-
muerte se aceptaba sin problemas. graciadamente, estudié la filosofía
Por tanto, se crece en comprensión en manuales de tomismo decaden-
de la verdad. Los exegetas y los te- te. En su pensamiento sobre el
ólogos ayudan a la Iglesia a madu- hombre la Iglesia debería tender a
rar su propio juicio. Las demás la genialidad, no a la decadencia».
ciencias y su evolución ayudan
también a la Iglesia a aumentar en «¿Cuándo deja de ser válida una
comprensión. Hay normas y pre- expresión del pensamiento? Cuan-
ceptos eclesiales secundarios, una do el pensamiento pierde de vista
vez eficaces pero ahora sin valor ni lo humano, cuando le da miedo el
significado. Es equivocada una vi- hombre o cuando se deja engañar
sión monolítica y sin matices de la sobre sí mismo. Podemos represen-
doctrina de la Iglesia». tar el pensamiento engañado en la
figura de Ulises ante el canto de las
«Por lo demás, en cada época el sirenas, o como Tannhäuser, rodea-
hombre intenta comprenderse y do de una orgía de sátiros y bacan-
expresarse mejor a sí mismo. Y tes, o como Parsifal, en el segundo
por tanto el hombre, con el tiem- acto de la ópera wagneriana, en el
po, cambia su modo de percibirse: palacio de Klingsor. El pensamien-
una cosa es el hombre que se ex- to de la Iglesia debe recuperar ge-
presa esculpiendo la Nike de Sa- nialidad y entender cada vez mejor
motracia, otra la de Caravaggio, la manera como el hombre se com-
otra la de Chagall y, todavía, otra prende hoy, para desarrollar y pro-
la de Dalí. Las mismas formas de fundizar sus propias enseñanzas».
P. Antonio Spadaro
Orar memoria. Yo puedo olvidarme de

Él, pero yo sé que Él jamás se olvi-
Lanzo al Papa una última pregun- da de mí. La memoria funda radi-
ta sobre su modo preferido de orar. calmente el corazón del jesuita: es
la memoria de la gracia, la memo-
«Rezo el Oficio todas las mañanas. ria de la que se habla en el Deutero-
Me gusta rezar con los Salmos. nomio, la memoria de las acciones
Después, inmediatamente, celebro de Dios que están en la base de la
la misa. Rezo el Rosario. Lo que alianza entre Dios y su pueblo. Es-
verdaderamente prefiero es la Ado- ta es la memoria que me hace hijo
ración vespertina, incluso cuando y que me hace también ser padre».
me distraigo pensando en otras co-
sas o cuando llego a dormirme re-
* * *
zando. Por la tarde, por tanto, entre
las siete y las ocho, estoy ante el
Santísimo en una hora de adora- Me doy cuenta de que seguiría mu-
ción. Pero rezo también en mis es- cho tiempo este diálogo, pero sé
peras al dentista y en otros mo- que, como dijo el Papa una vez, no
mentos de la jornada». hay que «maltratar los límites». En
total hemos dialogado durante más
«La oración es para mí siempre de seis horas a lo largo de tres se-
una oración ‘memoriosa’, llena de siones, el 19, el 23 y el 29 de agosto.
memoria, de recuerdos, incluso de He preferido organizar la redac-
memoria de mi historia o de lo que ción sin divisiones, para que no
el Señor ha hecho en su Iglesia o en perdiera continuidad. Lo nuestro
una parroquia concreta. Para mí, se ha sido más una conversación que
trata de la memoria de que habla una entrevista: las preguntas han
san Ignacio en la primera Semana constituido como un telón de fon-
de los Ejercicios, en el encuentro do que no imponía rígidos paráme-
misericordioso con Cristo Crucifi- tros predefinidos. Incluso desde el
cado. Y me pregunto: ‘¿Qué he he- punto de vista lingüístico hemos
cho yo por Cristo? ¿Qué hago por pasado con soltura del italiano al
Cristo? ¿Qué debo hacer por Cris- español, a menudo sin advertir la
to?’. Es la memoria de la que habla transición. No ha habido nada de
también Ignacio en la Contempla- mecánico, y las respuestas nacían
ción para alcanzar amor, cuando nos del diálogo y dentro de un razona-
pide que traigamos a la memoria miento que he procurado reflejar
los beneficios recibidos. Pero, sobre aquí, de modo sintético, como he
todo, sé que el Señor me tiene en su podido. ■

03 Entrevista

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Director de La Civiltà Cattolica

Es el lunes 19 de agosto. El papa butaca. Sus problemas de espalda

Le pregunto si ha descansado ya. más personal. Y él comienza a ha-

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

Río de Janeiro», me dice. Pero es «Bueno, quizá podría decir que

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

mo un embudo al revés. Grande y con la que suele describirse la vi-

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

ligro de sentirse segura y suficien- plicaciones filosóficas o teológi-

Cristo en el centro. Esta es su ver- El modelo: Pedro Fabro,

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

su piedad sencilla, cierta probable a la corriente mística, la de Luois

ciones difíciles, y yo tomaba mis que me dicen: «No consulte dema-

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

ha salvado a un pueblo. No existe El Papa, tras un momento de pau-

«Esta Iglesia con la que debemos

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

progreso diferente de la que lo- mienza diciendo: «El papa Bene-

El papa Benedicto XVI, al anun- «La Iglesia a veces se ha dejado

jante. A las personas hay que capaz de salir de sí misma yendo

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

ba de Río de Janeiro dije que si sando en la situación de una mu-

«Tenemos, por tanto, que encon- El primer Papa religioso después

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

en lo que han hecho tantos gran- dores, no intermediarios ni ges-

mo don también para nosotros. Yo discursos que oigo sobre el rol de

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

«Dios se manifiesta en una revela- Certezas y errores

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

actitud correcta es la agustiniana: para encontrarte con Él. Es preciso

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

so ‘Que el hombre mantenga lo distinto nivel, no de la misma inti-

da por la puerta de sus preferen- tudiaran El Cid en casa y que en

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

Fronteras y laboratorios de revistas dirigidas por la Com-

desde dentro y estudiarlo. Hay Cómo se entiende el hombre

Papa Francisco: «Busquemos ser una Iglesia…»

a estas leyes. Progresa, consolidán- expresión de la verdad pueden ser

Orar memoria. Yo puedo olvidarme de

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