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El resurgimiento del feminismo y su rol en la constitución de tejido social

Desde los últimos procesos sociales acaecidos en el Chile Neoliberal, es que ha venido
resurgiendo no sólo un discurso, sino también una nueva praxis desde diversos
sectores feministas, hacia el campo social y popular. Una mirada que por lo demás se
encuentra nutrida de una infinidad de apuestas teórico-prácticas, que fueron capaces
de visibilizarse y estar en un dialogo constante luego de las movilizaciones
estudiantiles del 2011. En adelante una serie de demandas por derechos, tales como
vivienda, salud, educación, trabajo y previsión se han convertido en los principales
ejes por los que la población -sin una organización que la sustente- pero con la férrea
necesidad de protestar o manifestar su descontento con las actuales condiciones. En
ese escenario es que el feminismo se ha perspectivado no solo como un espacio de
resistencia, como el rol que pudo haber tenido en el periodo de los 80, sino también
como un fin y un medio para la democratización de la sociedad, la valoración de las
mujeres y la comprensión de un sistema de dominación que no sólo se ha perpetuado
en mucho años, sino también es capaz de irse transformando y adoptando nuevas
formas en el actual periodo.
En ese sentido es que me parece pertinente comenzar enunciando algunos de los hitos
importantes en la lucha por los derechos de las mujeres en Chile, en los cuales no
ahondaré pero si pretendo establecer para generar un posterior análisis de ellos.
Muchos de estos, dicen relación a la que se denomina la triple esclavitud de las
mujeres, es decir, los procesos que se han venido levantando en nuestro país al igual
que muchos otros, se relacionan a la necesidad de educación, la lucha por los derechos
políticos y la explotación de las mujeres, todas estas encarnadas en elementos de la
dominación que existe por sobre nosotras.
En ese sentido es que me parece pertinente destacar algunos de los acontecimientos
más importantes, donde el rol de la mujer ha sido preponderante tanto para las
mujeres como para la sociedad en su conjunto y éstos constituyen a mi entender una
de las distintas formas como se expresa el feminismo, tanto para la valoración
personal de las mujeres, como para su valoración colectiva y la necesidad de esta
expresión en la democratización de la sociedad actual, su transformación, tanto para
las mujeres, como para el sujeto colectivo y ahí es donde me parece más interesante
el desarrollo de este feminismo con una mirada más holística, pues viene no sólo a
cambiar los aspectos personales, sino que también se preocupa de lo social e
interviene en esto a través de política colectiva. Cabe destacar evidentemente la lucha
por los derechos políticos que fue llevada a cabo por las mujeres, para poder acceder a
la ciudadanía y a su participación en política en Chile, es decir el derecho a voto, todo
esto no habría sido posible sin el aumento de la educación para las mujeres, no solo
por la educación formal sino que la aparición de organizaciones de mujeres, tanto
estudiantes como también y en su mayoría mujeres obreras y asalariadas y círculos de
estudios, acompañados por agitación y comunicaciones para la propagación de las
ideas. Todo esto comenzó a evidenciar también las malas condiciones de trabajo de
las mujeres, creándose sociedades de protección, de resistencia y la creación de la ley
de la silla y la necesidad de seguir ampliando la educación a las mujeres, sobretodo en
los sectores populares según los estudio de Vitale (1985)
Comienzan a discutirse aspectos como el divorcio que existía en otros países de
Latinoamérica, la sindicalización de las mujeres y la emancipación de la maternidad
obligada y así siguen ocurriendo una serie de sucesos dentro de la historia silenciada.
Desde luego que las mujeres han tenido un rol importante en la construcción de
proyectos políticos, es así como posteriormente cabe señalar su participación en el
Frente de Acción Popular y lo que luego conocemos como Unidad Popular, es
necesario afirmar que quienes han estudiado este periodo histórico en particular,
tienen diversas críticas a la poca incorporación de la temática de género, y a la
evidente masculinización de la política. Durante este proceso se vivió el nudo
problemático, como pudimos analizar en el texto de género y trabajo, los sindicatos y
las calles siempre habían sido territorios para hombres, es innegable a la par
reconocer las formas de organización de mujeres en ese periodo, donde las
poblaciones fueron un motor importante para el desarrollo y la adherencia que
generó la UP, donde las mujeres tuvieron un rol fundamental que si bien se relaciona
bastante con los roles que han tenido las mujeres hasta el día de hoy, pero rol por cual
no podemos desconocer la importancia política para la crisis del abastecimiento, las
denominadas JAP ( juntas de abastecimiento y Control de precios) en la cual en su
mayoría mujeres toma en sus manos la solución a problemas cotidianos y del control
de la vida. Por ello me parece relevante establecer que es importante destacar la
participación de instancias políticas que si bien no poseen el carácter de género,
fueron sustentadas y llevadas a cabo mayoritariamente por mujeres. Entonces
distinguiría primero la necesidad de aumentar la participación de las mujeres en el
control de sus vidas y su entorno, donde si bien es cierto es importante que tengamos
claro el porqué de nuestra opresión, de porqué como mujeres estamos relegadas
mayoritariamente a los espacios privados y frecuentemente tenemos roles de cuidado,
para lo cual se ha teorizado bastante, existiendo bastante bibliografía al respecto, lo
cual nos demuestra que nos basta con analizar la realidad y por ello es necesario
intervenir y transformar las actuales condiciones de dominación, desigualdad y
explotación, por lo tanto la politización de lo social tiene un rol fundamental no solo
para la visibilización de las mujeres, sino también para dotar de un contenido
feministas las acciones concretas que realizamos en el cotidiano.
Es en ese tenor que me resulta relevante destacar esas políticas organizativas que si
bien tuvieron por objeto solucionar problemas sociales y colectivos como lo fue el
abastecimiento de los alimentos, en temas de educación y salud, ya que si
comprendemos esto dentro de un proyecto de transformación y somos capaces de
analizar esto como procesos personales y políticos interviniendo en procesos sociales,
es decir politizamos lo social y socializamos lo político encontraremos que esto es
fundamental para que los diversos actores sociales se hagan cargo de su realidad.
Otro de los procesos históricos donde es necesario recalcar la participación de las
mujeres es en el periodo posterior a la UP, es decir, durante la dictadura donde no sólo
tuvo un papel fundamental en la participación política y la resistencia en las
poblaciones, con su organización territorial y en defensa de los derechos humanos,
sino que también fue victima de los vejámenes y la violencia de género no solo en
casos particulares, sino que fue una violencia sistemática, promovida y provocada por
el Régimen autoritario al que tuvieron que dar respuesta con organización y
resistencia en las poblaciones, donde tuvieron que generar redes para la subsistencia
en las comunidades, debido a las condiciones que traía el cambio de modelo
económico en Chile. Es en este contexto que el movimiento feminista se deja entrever
con acciones claras y precisas, pero muchas veces sin horizonte estratégico, o un
horizonte que no tenía un objetivo muy ambicioso más que cambiar el régimen
político, que más adelante deja entrever no sólo la ausencia de la democracia que fue
firmemente buscada por ellas, sino que además la presencia de nuevos nudos
problemáticos que hoy somos capaces de desmenuzar con mayor profundidad. Sin
duda todo ese proceso de lucha y organización que se generó en los 80’ hoy nos deja
profundas enseñanzas en cuanto a las formas de trabajar, y tomando en cuanto la
necesidad de la realización de todo tipo de acción enmarcada en planes de mayor
alcance y con alternativas de superar la resistencia en pos de la autonomía de las
mujeres, pudiendo con ello tener mas implicancia en la transformación de la realidad.

Por ello es que creo fundamental que el movimiento feminista que tiene pretensiones
transformadoras, debe ampliar su campo de acción, preocuparse también de la
formación de las mujeres, de la opresión del patriarcado en las distintas esferas de la
vida, no obstante es necesario vislumbrar el daño que ha causado la academia al
feminismo alejándolo de la cotidianidad, generando conocimiento sin la capacidad de
llevarlo a la práctica.

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