Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
http://librosdejoe.blogspot.com
o busca en la web:
librosdejoe
Editorial Gustavo Gili, S. A.
Barcelona-29 Rosellón, 87-89 . Tel. 259 14 00
Madrld-6 Alcántara , 21. Tel. 401 17 02
1064 Buenos Aires Cochabamba, 154-158. Tel. 361 99 98
03100 México D.F. Amores, 2027. Tels . 524 03 81 y 524 01 35
Bogotá Diagonal 45 N.0 16 B-11. Tel 245 67 60
Santiago de Chile Santa Victoria , 151. Tel. 222 45B7
Construcción
Patología
de las
cimentaciones
Lo u is Logeais
Ingeniero Industrial
Delegado general del Bureau Securitas
GG
Editorial Gustavo Gili, S.A.
Barcelona, 1984
Comité asesor de la colección
Francesc, Bassó, arqto.
Josep Maria Martorell, arqto.
Salvador Pérez Arroyo, arqto.
Ignacio Paricio, arqto.
Printed in Spain
ISBN : 84-252-1170-0
Depósito legal: B.44-1984
Composición : Ormograf, S.A., Servicios Gráficos-
Barcelona
Impresión: HUROPE, S.A.- Recaredo, 2
Barcelona
A la memoria de Albert Brenier (190 1-1979),
antiguo Delegado General del Bureau Securitas,
de los primeros que tomó conciencia
de la importancia de la patologfa
en la prevención de siniestros.
lndice
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
9
Daños causados por heladas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Alteración de las características de los terrenos por la acción del agua . . . . . . . . . . . . . . . 75
Expansión y contracción de arcillas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Modificación de las condiciones de resistencia del suelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
- Disminución de capacidad portante de los suelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
- Deslizamientos de terreno y enlodamientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Empujes hidrostáticos. Subpresiones. Empujes de Arquímedes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Ataques de cimentaciones por aguas agresivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Conclusiones respecto a la acción del agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
6. Errores de ejecución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 7
Insuficiencia o falta de precauciones en obras de recalce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Defectos de ejecución en cimentaciones profundas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Incidencias del hormigo nado en seco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Incidencias del hormigonado bajo el agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Incidencias del hormigonado bajo lodo de perforación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Incidencias varias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Pozos perforados de poca profundidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
7. Causas varias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 33
Explanaciones inmoderadas a lo largo de cimentaciones existentes. .. . . . . . . . . . . . . . . . 135
Caso particular de cimentaciones inadecuadas: hundimiento de un silo. . . . . . . . . . . . . . . 139
Conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
10
Prefacio
P. Habib
Presidente del Comité francés
de la mecánica del suelo
y cimentaciones
11
Introducción
13
- cimentaciones en suelo inestable en profundidad (explotación de canteras, disolución del
yeso, asientos mineros).
-cimentación a insuficiente profundidad.
- corrosión de cimentaciones por el medio ambiente.
-errores de ejecución o equivocaciones en el campo de las cimentaciones profundas de
manera especial.
14
1. Daños por desconocimiento
del comportamiento de los suelos
A pesar del progreso que en estos últimos de seguridad no inferior a 3 nos da la carga
cuarenta años ha experimentado la mecánica del admisible;
suelo, todavía tropezamos con constructores que -ensayos in situ:
sólo se preocupan por la capacidad portante • ensayo de carga directa;
superficial del suelo, sin que les inquiete el com- • ensayo con penetrómetro, presiómetro,
portam iento de éste a cotas más profundas. Se- scisómetro, etc.
mejante forma de pensar implica ipso tacto un -método empírico: basado en la experiencia
desinterés hacia las capas inferiores del terreno adquirida de terrenos similares. Este método es
y, por consiguiente, la falta o insuficiencia de el que se utiliza habitualmente en las construccio-
estud ios preliminares. El resultado es la apari- nes más corrientes, sin que por el momento haya
ción de graves alteraciones fruto de los asenta - originado demasiados errores. En efecto, la valo-
mientos. No está de más hacer una revisión pre- ración por exceso de la capacidad portante de un
via de algunas nociones fundamentales. suelo no suele ser fuente de equivocaciones,
salvo en el caso de terrenos arcillosos, de los que
más adelante nos ocuparemos. Esto no significa
que el coeficiente de seguridad deba ser siempre
superior a 3, pero es de todos conocido que para
Nociones fundamentales
presentarse la rotura del suelo por punzonamien-
de la mecánica del suelo to es indispensable que el valor sea inferior a 1.
17
80Tn 320 Tn
~ ~
o
o
2m
4m
0.20 q
6m
profundidad
profundidad
Fig. 1. Distribución de presiones verticales en el sue- Fig . 2. Distribución de presiones verticales en el sue-
lo bajo una zapata cuadrada, en función de la presión lo bajo dos zapatas cuadradas, cargadas irregularmen-
de contacto q. te, con idéntica presión de contacto q = 2 kg/ cm 2 .
tierra vegetal
tierra vegetal
•
capa de poco
espesor de arenas
y g ravas
1 ~ • 1 . e
o
- _ ____,
ca pa gruesa de arena s y gravas - -- "
1
_¡__
Fig. 3. Caso con asientos diferenciales improbables Fig. 4 . Caso con asientos diferenciales inevitables si
independientemente del tipo de estructura. Nota : en la estructura es inadecuada .
las figuras 3 y 4 se emplea la misma escala en sentido
horizontal y vertical.
Nota: En las figuras 3 y 4 se ha utilizado la misma escala tanto en sentido horizontal como en el vertical.
18
Fig . 5. Manifestación de asientos diferenciales. Fisu- Fig. 6. Manifestación de asientos diferenciales. Aber-
ras oblicuas en el muro. tura de junta de casi un metro.
que la zapata transmite en su contacto con el Los asientos diferenciales pueden exhibir as-
terreno. Las curvas, que adoptan forma de bul- pectos distintos :
bo, indican que cuando dos zapatas que ejercen
idéntica compresión son de dimensiones dift!ren- -fisuras inclinadas en estructuras endebles (si
tes (es decir, la zapata menor está menos carga- los muros son de fábrica de ladrillo las grietas
da) las solicitaciones que causan a una profundi- son escalonadas, fig. 5);
dad determinada no son iguales: la zapata mayor -abertura de juntas en estructuras rígidas. La
(la más cargada) ejerce una compresión también junta de rotura que se aprecia en el edificio repro-
mayor que la que, a la misma profundidad, produ- ducido en la figura 6 alcanza un metro de dimen-
ce la zapata menor (fig. 2). Las presiones que se sión a la altura de la terraza.
aplican a un suelo dado se traducen en la com-
pactación del mismo y en probables asientos.
Así se explica que cuando dos zapatas de distin- Interacción suelo-estructura
tas medidas transmiten igual presión sobre el
suelo donde descansan, la mayor experimentará Acabamos de ver que en una estructura son
el descenso más acusado. de temer alteraciones cuando se prevén asientos
El problema no es grave en caso de que el diferenciales de cierta importancia entre los dis-
suelo sea homogéneo y de buena calidad: por tintos puntos de apoyo. Esto lleva a puntualizar
ejemplo, cuando las zapatas se apoyan sobre un que no es correcto afrontar un problema de ci-
grueso lecho de arena y grava (fig . 3). En cambio, mentación haciendo abstracción de las acciones
cuando el terreno comporta un lecho superficial recíprocas del suelo y la estructura. Hace una
resistente, pero de poco grueso, soportado por docena de años así lo expresaba mi amigo Jean
otro compresible (de limo, de arcilla blanda o de Baudrillard : "la estructura es el primer elemento
turba, ejemplo frecuente en zonas de aluvión), del problema de la cimentación". Así es: cuando
las zapatas con más carga solicitarán intensa- la edificación esté constituida por elementos (pa-
mente la capa blanda subyacente, mientras que redes de carga y tabiquería) macizos y frágiles
las menos cargadas, las más pequeñas, lo harán (por ejemplo, paños de fábrica de ladrillo), éstos
en grado inferior. Si a nivel estructural no se no podrán soportar sin consecuencias los asien-
han tomado las medidas pertinentes se acusarán tos diferenciales de dos puntos que los susten-
asientos diferenciales que a su vez implicaran ten desde el momento en que dichos asientos
grietas importantes en la construcción (fig . 4). alcancen cierta magnitud.
19
-concebir estructuras rígidas y resistentes que
eviten el asiento de un apoyo respecto a otro,
cosa que se consigue conectando los puntos de
apoyo por un larguero de reparto poco deforma-
fábrica
de ladrillo
ble. En los edificios de viviendas (o de oficinas,
etc.) esto se logra mediante un envigado rígido a
nivel de los cimientos, sirviéndose de los muros
del sótano (en este caso de hormigón armado)
para tener una caja rígida.
Asiento de conjunto
Fig. 7. Efectos del asiento diferencial en un muro de
Si por recurrir a alguna de las soluciones ante-
ladrillo.
riores se impide cualquier asiento diferencial, no
hay que ignorar que la construcción se comporta-
rá como una cimentación única, considerable-
mente cargada y causante de un asiento de
Se estima, en una primera aproximación, que conjunto.
las grietas aparecen en una pared de ladrillo de Si la capa compresible del suelo tiene espesor
reciente construcción en cuanto sus dos extre- constante y la construcción no es más pesada en
mos sufren una desnivelación relativa compren- un extremo que en otro (es decir, si el centro de
dida entre 1/ 500 y 1/ 1000 de luz entre am- gravedad de las cargas está cerca del centro
bos. En otras palabras, si la pared descansa por de gravedad de los cimientos), el edificio se asen-
sus extremos en dos zapatas distantes 5 m. se tará regularmente sin perder su verticalidad .
formarán grietas para asientos diferenciales com- En caso contrario perderá su perpendicularidad
prendidos entre 5 y 1O mm (fig. 7) . Finalmente, (fig. 8) . Acto seguido es lógico plantearse qué
se comprueba que ante la posibilidad de asien- asentamiento de conjunto es admisible en un
tos diferenciales caben dos soluciones que evi- edificio. No existe una respuesta concreta a tal
ten las fisuras: pregunta; si la construcción estuviera aislada en
la naturaleza, sin enlace alguno con una red de
-emplear una estructura ligera : por ejemplo, suministro o de evacuación, teóricamente no ha-
una estructura metálica, dado que los paramen- bría límite para asientos de conjuntos, siempre
tos de obra no bastan por sí solos para eliminar que se supiera su valor aproximado.
la ligereza. Esta solución se aplica en los edifi- Si se calcula un asiento de 1 m, será suficiente
cios industriales con recubrimiento de bardage prevenir sus efectos en las diversas plantas. Sin
que, si bien no elimina los asientos diferenciales, embargo, los asientos no se calculan más que
limita sus efectos; con cierta aproximación, persistiendo la duda
sobre el asiento real. Un error en la cota final de
un edificio puede tener consecuencias molestas,
particularmente en la referida al nivel de acceso
(peatonal o de vehículos) al mismo. Por otra par-
te, toda construcción está unida al exterior por
redes de canalización de servicios que sufrirán
también asientos que, a corto plazo, suponen su
rotura. Según esto, el asiento admisible de con-
junto se establece para cada caso específico, en
función simultáneamente del valor obtenido por
cálculo y por las medidas tomadas respecto a las
conducciones (tuberías poco frágiles, juntas fle-
xibles, pendientes adecuadas, etc.).
En lo referente al desplome de un edificio hay
que indicar que también depende de las conexio-
nes del mismo; cualquier fallo en verticalidad de
Fig. 8. Célebre ejemplo de desplome: la Torre de Pisa. un edificio alto y estrecho conlleva el desplaza-
20
miento de su centro de gravedad y, de aquí, la sos rechazos) o gastos exagerados (hincado en
aparición de solicitaciones inesperadas e irregu- terrenos tixotrópicos).
lares en las superficies de sustentación del suelo
que, a su vez, acentuarán la amplitud del desplo-
me. Nuevamente nos encontramos con que cada
caso comprende circunstancias específicas que Segunda conclusión:
deben estudiarse sin caer en generalizaciones. Necesidad de estudios geotécnicos
A tenor de los conceptos teóricos hasta ahora
expuestos es posible extraer dos conclusiones. De todo lo anterior se deduce que bastaría
practicar un somero estudio geotécnico para evi-
tar la mayoría de los errores que se producen .
Dicho estudio, cuya ejecución correrá necesaria -
Primera conclusión: mente a cargo de un especialista, comprende la
Resultados por ignorar investigación de los suelos (in situ y en laborato-
las propiedades de los suelos rio) y la interpretación de resultados a la luz del
proyecto que impulsó estos trabajos; además,
Desconocer el comportamiento de los terre- para que sea verdaderamente eficaz, su conteni-
nos es algo que, habitualmente, tiene consecuen- do informará al constructor respecto a la clase
cias graves y se presenta bajo aspectos diversos: de estructura más adecuada a la edificación, se-
gún la naturaleza del terreno sobre el que se
-olvidar el problema de los asientos, prestan- levantará.
do atención únicamente a la carga de trabajo del La consulta de mapas geológicos en la fase
suelo : esta actitud conduce a la falta de interés previa aporta datos que, a pesar de ser parciales
por la presencia de capas de terreno compresi- con frecuencia, son de inestimable valor, pues
bles y a la ausencia de estudios geotécnicos. permiten determinar con suficiente aproxima-
Entre los suelos compresibles tenemos las tie- ción las características de los terrenos y la canti-
rras de acarreo o relleno, a las que por su impor- dad de estudios que se tendrán que acometer.
tancia dedicaremos un capítulo especial; Concretamente, en los terrenos de aluvión, los
-olvidar que los edificios no son los únicos mapas geológicos animarán al constructor a ha-
que crean solicitaciones en el suelo, pues los cer gala de la máxima prudencia, dada la alter-
aportes de tierra en gran volumen son capaces nancia de suelos compactos (arenas y gravas)
de provocar alteraciones en el mismo (especial- con suelos blandos (limos, arcillas saturadas,
mente asentamientos y deslizamientos) . Apare- turbas), junto a las bruscas variaciones que am -
ce aquí también la nefasta influencia de las tie- bos sufren en cotas y espesor.
rras de relleno objeto de ulterior análisis; Estas consideraciones no hacen sino reforzar
-olvidar que el terreno arcilloso y compacto la necesidad de consultar a técnicos especialis-
sobre el que se construye en período seco, corre tas capaces de comprender simultáneamente los
el riesgo de ver sustancialmente modificadas problemas del suelo y de la estructura.
sus características por posibles intervenciones No es posible, en el ámbito del presente texto,
del agua, a no ser que se tomen precauciones. pormenorizar todos los tipos de reconocimiento
Próximamente se estudiarán con detenimiento del suelo, porque las investigaciones a realizar
los perniciosos efectos del agua; difieren según la clase de terreno de que se trate.
-olvidar que las zapatas separadas unas de No obstante, nuestra experiencia nos concede la
otras o los pilotes aislados no ejercen solicitacio- oportunidad de facilitar las siguientes sugeren-
nes en igual espesor de suelo que las zapatas cias:
próximas o agrupaciones de pilotes. Este descui-
do puede llevar a evaluar los asientos con sumo -ningún procedimiento de investigación es uni-
optimismo o, cuando se trate de una capa resis- versal; un mismo estudio geotécnico constará
tente de apoyo que descanse sobre otra capa normalmente de dos método(> de reconocimien-
débil, a no prestar atención al espesor de dicho to distintos, con la finalidad de contrastar y preci-
estrato resistente. Este tema se desarrollará sar sus resultados. Resulta temerario extraer con-
oportunamente; clusiones generales de algunos procedimientos
-por último, en el campo de los pilotes hinca- que se emplean con propósitos muy específicos;
dos, el desconocimiento de los cambios momen- por ejemplo:
táneos en las características del suelo por la • un ensayo por placa permite fijar en condi-
acción del hincado puede acarrear errores (fal- ciones aceptables -si bien con cierto acento pesi-
21
la clase de terreno cambia con la profundidad
(fig. 9);
• con la prueba de carga directa de un pilote
se comprueba -hasta cierto punto- el cumpli-
miento de las hipótesis de cálculo de la capaci-
dad portante y si por alguna anomalía en el hor-
migonado los resultados previstos no se alcan-
zan. Sería muy arriesgado concluir, en razón de
2m
los resultados favorables de las pruebas, que la
edificación que se levantará sobre pilotes análo-
gos a los de la prueba no sufrirá ningún asenta-
miento: la simple observación de la figura 1O
muestra que las presiones que genera un conjun-
_ capa compres ible
to de pilotes son mucho mayores que las provo-
cadas por un pilote aislado: cuando el terreno
subyacente sea blando cabe esperar asientos
considerables;
Fig. 9. Comparación entre las presiones provocadas -nada hay más peligroso que los estudios in-
en el suelo por una placa de ensayo y una zapata. completos; por ejemplo, los que prematuramen-
te se detienen al encontrar una capa resistente
sin conocer su espesor. Este hecho es habitual
mista, habida cuenta de la endeblez del material en los sondeos de terrenos de aluvión, cuando el
que se hace descansar en la superficie del suelo- operador, al tropezar con una capa antigua de
la capacidad portante del terreno, pero en modo aluvión, no prosigue la perforación, con la excu-
alguno será posible deducir de la misma el com- sa de que "bajo ésta siempre se encuentra terre-
portamiento satisfactorio de la construcción por no firme". Ahora bien, el análisis de numerosos
la acción de los asientos: por un lado, la prueba casos patológicos, algunos de los cuales comen-
de carga se practica durante un reducido perío- taremos próximamente, prueba que no siempre
do de tiempo, y por el otro, las superficies de este terreno firme es lo compacto que pudiera
contacto con que se trabaja en el ensayo y las esperarse; en los llanos de Francia con subsuelo
que tienen las cimentaciones en realidad son tan de creta secundaria, no es extraño hallar, bajo las
dispares que impiden cualquier género de inter- arenas y gravas transportadas por los ríos, una
pretación de los resultados obtenidos en el en- capa de terreno alterado, poco coherente (mar-
sayo, especialmente allí donde se sospecha que ga blanda) antes de llegar a la creta segura. El
carga
22
origen de muchos accidentes ha sido descono-
cer la presencia de este lecho blando; las conse-
cuencias de tal ignorancia no son demasiado
graves cuando se trata de hacer un pilotaje con
elementos poco cargados y suficientemente es- ~- -= terreno
paciados y si sobre el mencionado lecho se tiene · -- - incoherente
una capa de 3 a 4 m de espesor de arenas y
gravas; en cambio, los efectos pueden ser com-
prometidos si éstas rodean a pilotes muy carga-
dos y próximos; en la figura 11 se contempla o
como la acción del pilote aislado es menos rele-
vante que la interacción de tres pilotes apenas
o
separados. Queda de manifiesto que la realiza-
·o o
ción de sondeos y la extracción de muestras del . terreno
terreno permiten establecer con cierta aproxima- • 0 resistente
o =
ción la magnitud de los asientos y, llegado el _o o ·O
o
0
caso, la cota de asiento de los pilotes. d
o
plos donde el desconocimiento de las propieda- .. o p.o O
des del terreno condujeron al fracaso.
Primer ejemplo
edificación
aislada
Este característico ejemplo no procede de
nuestros archivos, nos fue transmitido por Jean
Baudrillard.
El terreno firme del emplazamiento era una
capa rocosa bajo 23 m de depósitos de aluvión
(fig. 12): 15 m de turba recubierta por 8 m de
arcilla seca y compacta. En este mismo suelo
descansaban otras varias edificaciones sin que
se advirtiera problema alguno. Una compañía Bm
petrolífera adquirió parte del terreno y resolvió arcilla gris compacta
levantar un depósito de hidrocarburos de 20 m
de altura y 30m de diámetro (fig. 13, sección a).
Es de lamentar que lo único que inquietaba al
constructor fuera el coeficiente de trabajo del
suelo; en vez de practicar los ensayos pertinen-
15m turba
tes pensó que, dados los excelentes resultados
vistos en las construcciones vecinas, sería sufi-
ciente adoptar en la cimentación del depósito la
misma carga de trabajo que se escogió para las
zapatas de las edificaciones aisladas. Se supo 1
roca
que esta carga ascendía a 2 kg/cm 2 , valor que se
tuvo en consideración. Como la presión ejercida +------- --- ____ _J_
sobre el suelo por 20 m de altura de líquido se
acercaba a 2 kg/cm 2 , lo inmediato era agregar el
peso propio del depósito al de su cimentación. Fig . 12. Varias edificaciones aisladas se cimentaron
Este conjunto de datos llevó a calcular un zam- sin problema en este terreno con un coeficiente de
peado circular de 32 m de diámetro que, por trabajo para la arcilla de 2 kg/cm 2 .
23
presión todavía se mueve en torno a 91 1100 de
a
¡ la presión de contacto.
--r -- - - - - ::f1m Este notable incremento de tensión, importan-
b !~)30m te en relación a la inicial de 1,5 kg/cm 2 , es el
origen del asiento de la turba y, en consecuencia,
depósito de hidrocarburos 20m del hundimiento de 1 m del depósito.
zampeado
Segundo ejemplo
L 1
==¡= == - =-= =
l --- --- ==-==!!
1
Bm
b arcilla gris compacta 1
Perteneciente a nuestros archivos, este ejem-
1
l_=::o_-
de Boussinesq no hay dificultad en calcular esta del agua .
última carga, descubriendo que la tensión produ-
cida a nivel de la turba por zapatas cuadradas de
1 m de lado es la 6 milésima de la presión de
contacto, es decir, 6/ 1000 x 2 kg/ cm 2 , valor que
DE ARCILLA TERRENO FIRME
se desprecia al compararlo con la presión inicial antiguo fo.so- - (MARGAS COMPACTAS)
de 1,5 kg/cm 2 debida al peso de la arcilla. Con- del recinto
viene añadir que las zapatas de los edificios próxi- de la ciudad - ,
mos tan sólo afectaban al lecho arcilloso y, ade-
más, en sus cotas superiores.
Obviamente, no es el caso de un zampeado de
32 m de diámetro que transmite al terreno una
carga de 2 kg/cm 2 , las ecuaciones de Boussi- Fig. 14. Este edificio con cimentación en relleno blan-
nesq señalan que a nivel de la turba, a la profundi- do de espesor variable experimentó un desplome de
dad de 8 m por debajo de la cimentación, la 79 cm, antes de su demolición.
24
Fig. 15. Entre la 1.• y la 2.• planta se aprecia el descon-
chado del revoque que se empleó para contrarrestar el
desplome de la fachada . Fig. 16. La flecha vertical indica el desplome.
Estas dos vistas muestran el desplome de dos hastiales del edificio (al obtener la fotografía el desplome era de
30cm) .
ta; las zanjas se habían llenado de material de nuevamente los trabajos y al concluir el último
relleno, operación realizada hacía ya tiempo, pero forjado, a pesar de la atención prestada para
que proporcionaba una capa cuyo espesor oscila- mantener la verticalidad de las paredes de cada
ba entre O y 1O m, y saturada, pues el agua planta, el desplome alcanzaba los 23 cm. Dos
estaba a 0,40 m de la cota natural del terreno. años después era ya de 71 cm . Transcurrieron
Había que entendérselas con un suelo blando, algunos meses, se evacuó el inmueble y se demo-
con huecos llenos de agua, es decir, un suelo lió. La mañana del derribo el desplome era de 79
compresible y, a mayor abundamiento, con espe- cm. La vida del edificio apenas fue de 5 meses ...
sores de relleno que oscilaban de O a 8 m, en el Vale la pena hacer notar que gracias a la rigidez
mismo sentido longitudinal de la construcción de la losa la construcción no se agrietó, única-
(fig. 14). Nunca debió cimentarse sobre el relle- mente basculó (figs. 15 y 1 6).
no, el bascula miento era inevitable, pero la deci- A modo de anécdota señalamos que en el
sión se tomó después de conocer que el coefi- informe del perito judicial se concluyó que el
ciente de trabajo del suelo, merced al ensayo, era principal responsable era el ingeniero en hormi-
de 0,69 kg/ cm 2. Entre paréntesis, conviene admi- gón armado. Así es -y cediendo la palabra a los
rar la extraordinaria exactitud del dato. especialistas- "él, 1 habiendo determinado me-
Tal valor condujo a adoptar una cimentación diante ensayo que el suelo podía soportar 0,69
por zampeado a base de una losa de hormigón kg/ cm 2 , debiera haber adoptado una losa de
armado de O, 18 reforzada con armaduras entre- mayor superficie, pue ésta transmitía realmente
cruzadas. Meses después de la abertura de zan- una carga de 0,80 kg / cm 2 ". Sobra cualquier
jas, con la obra a buen ritmo y recién hecho el comentario.
forjado de la primera planta, se apreció un des-
plome de 1O cm. Durante cuatro meses la obra
quedó interrumpida, más tarde se prosiguieron 1. El ingeniero en hormigón armado.
25
Nota :este ejemplo demuestra -la dificultad que
ofrece la clasificación de siniestros, de suerte
que el que nos ocupa bien pudiera entrar, al
menos, en dos categorías:
Primer ejemplo
26
NIVEL PLANTA BAJA (A)
1
NIVEL CIMENTACIÓN (A)
-E
o
x
ec.
"'
· o 0 ~o.· L-o
o ·. ·0 e
o
27
centes, se hundió y los enlaces con el edificio B -heterogeneidad en la cimentación;
se tradujeron en la rotura por cizallamiento de la -falta de independencia de dos obras unidas,
albañilería, además de las fisuras visibles en las edificadas en épocas distintas.
figuras 17 y 19, esta última mostrando un deta-
lle de los pisos inferiores. Tras el correspondien-
te examen pericial se optó por seguir la evolu- Segundo ejemplo
ción de la perturbación y no acometer ninguna
labor de reparación no sin antes tener constan- El escenario del ejemplo está en el norte de
cia de la estabilización de las fisuras, para lo que Francia y se refiere a los silos de una cooperativa
fue preciso el transcurso de quince años ... agrícola. La figura 20 ilustra acerca del tipo de
construcción en cuya composición entran seis
Nota: como el ejemplo anterior, también aquí
células hexagonales entrelazadas con la cubierta
es evidente la dificultad de clasificar racional-
a 35 m por encima del suelo. Cada célula se
mente los siniestros; éste, concretamente, po-
sustenta por medio de un conjunto de cuatro
dría inscribirse en tres (si no cuatro) diferentes
pilotes de 6 a 6,50 m de longitud. En realidad,
categorías :
hubiera sido más prudente distribuir cada pilote
-falta de reconocimientos previos (o bien: el en un vértice, para así ofrecer mejor resistencia
coeficiente de trabajo como sola consideración al viento y facilitar la transmisión de esfuerzos.
tenida en cuenta); Por otra parte, la capa de grava habría experimen-
+ aprox. 35,00 m
~
'"'-....
inclinación
_ _ silode
células
hexagonales
dado bajo
los 4 pilotes
pilar
11
-----
-- - -
......__ ..-.._
...........
........._.
............_
.-....._
-.........
--------......_.------
....__
.-__
~- .........._ ---.........
-- --- ---
""-----
........__ -
.-....._--...__
.........._ ~
Fig . 20. Izquierda: sección del silo; derecha: planta (aumentada) de la distribución de pilotes. Dos errores
evidentes: a) los pilotes deberían estar más repartidos para evitar la interacción de cargas; b) el banco de grava,
apoyo de la cimentación, era demasiado delgado y cubría un lecho de marga compresible de espesor variable.
28
tado un efecto menos perjudicial de poner los • Circunstancias análogas pueden presentar-
pilotes cada 2 m, en vez de limitarse a cuatro. se cuando en el terreno existen bloques de gran-
Al margen de estas consideraciones, a este des dimensiones, duros y dispersos entre una
error de concepto se sumó otro de mayor grave- formación relativamente blanda; si desde un prin-
dad, cuyas consecuencias no se hicieron espe- cipio se escoge cimentar con pilotaje prefabrica-
rar. Pocos días después del primer llenado se do o con intubación, en todo caso hincados, se
observó que los silos se asentaban de tal modo corre el riesgo de experimentar desplomes o,
que se produjo un desplome de 27 cm. Los silos incluso, roturas . Con relativa frecuencia este caso
se vaciaron a toda prisa y se hicieron sondeos tiene lugar en una zona de Aquitania, donde el
(más vale tarde que nunca) que señalaron la terreno, en sus cuatro primeros metros, es de
delgadez del lecho de grava que soportaba los roca calcárea embebida en marga, para des-
pilotes, superpuesto a otro de marga poco con- pués, a mayor profundidad, constituir lechos re-
sistente y éste, a su vez, sobre una base compac- gulares. Concretamente, al construir un edificio
ta de creta. de 1 3 plantas se cimentó a base de pilotes obte-
Las tareas de refuerzo fueron onerosas y deli- nidos por hincamiento de camisas o moldes pre-
cadas, consistentes en 24 nuevos pilotes que se fabricados de hormigón armado de 1 m de altu-
hicieron llegar hasta la capa caliza y recuperar la ra, cinturones metálicos planos envueltos exte-
verticalidad del edificio con ayuda de gatos. riormente por abrazaderas metálicas planas, que
posteriormente se llenaban de hormigón. Aun-
Nota: Este ejemplo es clasificable en dos cate- que el hincamiento ofreció enormes dificultades,
gorías diferentes : al alcanzar los bloques calcáreos, el encargado
de esta operación se empeñó en concluirla, pero
-falta de reconocimientos previos; al advertirse algunas anomalías, se dio la orden
-desconocimiento de la acción de los pilotes de detener los trabajos cuando ya se habían
agrupados. hecho 28 pilotes. Las anomalías observadas fue-
ron las siguientes:
29
Fig . 21 . Desplome importante. Fig. 22. Perfil quebrado.
Clase de cimentación (pilotaje con camisas prefabricadas hincadas) inapropiada para un terreno de grandes
bloques calcáreos en margas compactas.
cos previos son claramente inferiores a los que instantáneamente y, en el extremo opuesto de la
se deberán afrontar para subsanar los defectos y escala, otros (arcillas muy poco permeables, sin
restablecer las condiciones normales de trabajo incluir las tierras de relleno) pueden tardar un
(incluso estamos al corriente de casos en que año o incluso más.
sólo el capítulo de derribo ya cubría holgadamen- Por lo tanto, si se construye un edificio unido a
te los mismos). otro levantado con anterioridad, el efecto de asen-
Pero si se realizan sondeos con equipo que tamiento del suelo bajo la acción de las cargas
haga perforaciones de gran tamaño (cuchara ex- del primero puede, por interacción, provocar el
tractora de muestras, broca muy grande, etc.), descenso del terreno en que descansan los ci-
no hay que olvidar: mientos del segundo, con las subsiguientes con-
secuencias negativas.
-llevarlos a cabo en la proximidad de la cimen- Nótese, de antemano, que nos ocuparemos
tación, pero fuera de su ámbito de influencia; únicamente de aquellos casos en que ambos
-taparlos en seguida con tierras. edificios descendieron al mismo nivel, pero en
modo alguno de los daños fruto de un recalce
mal ejecutado o sin realizar, porque la cimenta-
ción de la construcción más reciente está a cotas
Problemas que plantean edificios inferiores que la de la anterior.
vecinos construidos en épocas A causa de un error ampliamente extendido,
son muchos los que opinan que basta con prever
distintas una junta de asentamiento entre ambos edificios
para soslayar cualquier problema. No es así; la
Una vez concluida una obra, el terreno que se cuestión es más compleja, es suficiente que
halla bajo la cimentación tarda más o menos la nueva cimentación corra paralela a lo largo
tiempo en asentarse definitivamente; los suelos de la otra para que se produzcan fisuras en pare-
permeables (arenas y gravas) se asientan casi des y tabiques contiguos a la medianera.
30
· la edificación más antigua tiene cimenta-
ción superficial que descansa en terreno compre-
sible, a priori existen dos planteamientos:
Primer ejemplo
31
-
(/)
o antiguo establecimiento
edificio de nueva •e:
escolar (aprox. 60 años)
planta : 1 sótano ,., "'
E "O
+ pb + 7 plantas ~ "'
"O
o"' + 1 piso
tipo e: pb
N
junta
t
1-
calle
Fig. 25 . Acto seguido a la construcción de B. las -la nueva construcción se asentó en torno a
grietas aparecieron en A. 13 cm, sin perjuicio alguno gracias a la idonei-
dad de su estructura;
-en cambio, en la pared de la escuela colindan-
Los ejemplos anteriormente expuestos confir- te se acusaron importantes grietas, al igual que
man el peligro de establecer conexiones cons- en otros elementos vinculados a la misma (con-
tructivas entre una obra de nueva planta y un(os) ductos de chimenea, tabiques y falsos techos).
edificio(s) más antiguo(os).
Seguidamente comentaremos dos casos de Como era de esperar una reparación prematu-
los que, por desgracia, carecemos de documen- ra de las grietas no impidió que volvieran a abrir-
tación fotográfica. se. Hasta el asentamiento definitivo, cinco años
después, no pudo acometerse un arreglo dura-
dero.
Tercer ejemplo
32
presibles de material reciente de aluvión: a partir propiedad contigua, donde el vecino había proce-
de la superficie se encontraba (fig. 27) una capa dido, hacía poco tiempo, a una ampliación en
de arcilla plástica de unos 3 m de espesor y a altura. En la figura 28 se apuntan los valores de
continuación otra de limo, aproximadamente de los asentamientos. Es obvio que la naturaleza del
2,50 m, otra de turba de 5 m para llegar, por suelo los hacía inevitables, como tampoco podía
último, a más de 1O m de profundidad, a un sorprender que ocurrieran en el linde con el veci-
lecho de arcilla plástica con un gran contenido no, que, al aumentar la altura de su casa, había
de agua (31 %a la cota-15m). incrementado también las cargas transmitidas
Las primeras señales alarmantes se adviertie- al suelo. Dado que la construcción no poseía
ron en un almacén cuya planta representa la demasiada plementería, los asentamientos
figura 28, y con dimensiones máximas de 25 x d iferenciales se manifestaron en una fisuración
37 m. Además de la planta baja, que ocupaba la reducida.
totalidad del terreno, esta edificación se compo- A tenor de un peritaje exigido por el construc-
nía de un sótano y una planta tipo que, por el tor, el especialista que la ejecutó liberó de res-
contrario, abarcaban parcialmente el solar (uno y ponsabilidades al vecino y a la ampliación de su
otro no se superponían). La estructura era de casa basándose en que "de la independencia de
hormigón armado (forjados y pilares) soportada las construcciones no era posible que derivara
por zapatas aisladas a profundidad variable. El ningún asiento", pero su fallecimiento impidió,
momento de inercia de forjados y pilares era más desgraciadamente, que entregara su informe. No
bien ecaso y algunas luces entre estos últimos obstante, sí tuvo la oportunidad de ordenar y
tenían 18m. hacer ejecutar, bajo su supervisión, una amplia-
Las anomalías consistían, fundamentalmente, ción en superfice de la zapata que, a primera
en asientos diferenciales, nada sorprendentes vista, padecía mayor asentamiento y que, gra-
habida cuenta de la naturaleza del terreno y la cias a un zuncho perimetral pasó de tener
falta de rigidez de la estructura. La zona del 5,44 m 2 ( 1, 70 x 3,20 m) a 9,18 m 2 • La inutilidad
sótano no acusó asentamientos importantes, de esta medida, por demás esperada, inclinó al tri-
todo lo contrario de lo que sucedía a lo largo de la bunal a designar un equipo de tres expertos con
arcilla
amarilla - 10 - 12 - 12 - 10 e
- 2,40 plástica
"'
- 3,20 planta parcial
limo
planta baja del almacén o
- 5,60 • - 10
edificación
."''
-,._ de 2 plantas con
- , desplome hacia
:" - el almacén
::, o
ro turba sótano parcial
-
-
~
"
- , ·- 10 -8 - 3.
- 10.40
-'- ¿"_
calle
- 15,40
Fig. 27. Corte del sondeo posterior al incidente.
33
la misión de conseguir la conciliación de las par- diferenciales se palian elevando la rigidez de la
tes implicadas en este asunto. Su tarea se vio estructura.
facilitada por el hecho de que entre tanto el Seguidamente examinaremos algunos ejem-
edificio había acabado de asentarse aprovechan- plos de cimentaciones heterogéneas, dejando a
do el intervalo de tiempo que se consumió desde un lado el caso en que, interviniendo terrenos de
el nombramiento del equipo hasta el proceso distinta naturaleza, uno de ellos es material de
verbal de conciliación (diez años, un mes y veinte escombros, por cuanto será objeto de estudio en
días, exactamente). el capítulo 2.
Es curioso comprobar que todo edificio de Entre el campo de las cimentaciones heterogé-
nueva planta levantado sobre semejante clase neas hacemos ya mención del ejemplo relativo a
de terreno compresible afecte a la construcción las figuras 17 a 19. Más adelante analizaremos
vecina, pues, si bien la ampliación en altura acen- otro caso en el capítulo 2 (figs. 58 a 64). Vamos,
tuó el asiento del depósito, la edificación de éste pues, a exponer cuatro nuevos ejemplos.
trajo aparejado el bascula miento y desplome de
una casa colindante de dos plantas (véase
fig. 28). Primer ejemplo
34
~urso de agua
-1'"'
desplome
3 8 planta
+ ~~
' 1 2 8 planta
n 1
edificio principal
de 16 viviendas
'-------;;347 m:::-----'.l
rue
Q) •«)
L..-,___
00
1
terreno
naturat1
planta baja
sótano
cajón (con relleno)
zapata
futuro
relleno
:'~ ' ~ · di
común
Fig. 29 . Plano situación de los dos edificios. Fig . 30. Sección transversal del edificio en ángulo.
zapata
com Un ""-
rr- edificio
principal
1
1- - r---- -- - r--
f-- - edificio pequeño ~sondeo
'
----
..........
F;g. 31 . Edificio en ángulo : plano de muros y zapatas. Fig. 32. Localización de la zona de turba detectada
por los nuevos sondeos.
35
enlosado cimentación
del sótano existente -- ----·j
_ __ i. -·· -··
~ 6m
colina 1
losa ROCA CALCÁREA
i 1
1 1
.l.__ 1 ,._ pozos
L __ ~ de recalce
Fig. 33. Este edificio se ubicó en la cima y cerca del Fig . 34. Ángulo sudoeste del edificio que descansa-
borde de una colina. ba en la roca calcárea y en la arcilla menos compacta .
bastante pendiente (fig . 33). El edificio (sótano+ otra se ataluzaba en empinada pendiente (fig.
planta baja + planta tipo) tenía unas dimensio- 35). Los planos de proyecto se concibieron como
nes en planta de 8 x 25 m. si el terreno fuera totalmente horizontal. Se solici-
El terreno era de roca calcárea en su mayor tó a la empresa constructora que hiciera parte de
parte, a excepción del ángulo sudoccidental de la obra en la zona con pendiente, a pesar de que
la superficie de ocupación de la obra, zona don- el desnivel entre las fachadas implicadas y opues-
de aquélla se reducía rápidamente, mientras que tas era de 2 m, altura que se salvó por medio de
quedaba cubierta por una capa arcillosa de espe- una cimentación escalonada.
sor desigual (fig. 34), teniéndolo de 7 m en el La construcción adolecía de un zuncho insufi-
extremo del edificio. ciente que se detenía a la altura de una puerta ; su
La cimentación se basaba en zapatas conti- cimentación no mantenía una profundidad cons-
nuas, a profundidad constante, a lo largo de la tante y, además, en el informe que ulteriormente
roca calcárea y la arcilla . emitió el experto, había notables diferencias cuali-
Antes de acabar la obra, el entrepaño de la tativas entre el suelo del talud y el horizontal.
fachada correspondiente a la esquina sudocci- Esta serie de factores determinaron y explican la
dental experimentó un desplome que excedía en pronta aparición de daños causados por los asen -
poco los 5 cm, con claro peligro de derrumba- tamientos diferenciales exteriorizados en forma
miento. Surgieron grietas en los antepechos de de fisuras sensiblemente horizontales (fig. 36)
las fachadas, se quebró el pavimento del sótano en la fachada principal oeste (fachada calle) e
que se hundió alrededor de 5 cm en el ángulo. inclinadas en los hastiales (fig . 37) .
Fue preciso emprender obras de recalce en el
punto conflictivo mediante largueros de cimenta-
ción sustentados por pozos de 7 m de profundi-
dad.
Tercer ejemplo
calle
del terreno, buhardillas habitables y, por último,
provista de cubierta de teja . El forjado del techo
del semi sótano era de secciones IPN y bovedillas
de hormigón, no así el de planta baja, que era de
madera.
Este edificio se ubicaba en un terreno que, aun
siendo plano en la parte próxima a la calle, en Fig . 35 . Edificación en terreno con pendiente.
36
. 36. Fisuras horizontales en la fachada principal Fig. 37 . Fisuras inclinadas en el hastial.
oeste (lado calle).
37
culo para que las aguas fueran a parar a la junta
perforada de dilatación y que penetraran en las
plantas inferiores.
Por suerte, los movimientos se estabilizaron al
cabo de cuatro años, tolerando proceder a las
tareas indispensables de reparación.
rampa
38
2. Daños provocados por los rellenos
En materia de cimentación, los materiales de -y, por último, vertedero superpuesto aterre-
relleno pueden ser origen de dos clases de daños. nos compresibles e inestables; no obstante, dado
a) Material de vertedero como terreno de ci- que los fallos de la cimentación se deben, en este
mentación: los problemas nacen por no tomar caso, más al peso propio del material que a su
las debidas precauciones frente a la compresibili- compresibilidad, es preferible analizarlo en la
dad y, eventualmente, la heterogenidad del mate- segunda parte de este capítulo.
rial, factores determinantes de los daños.
b) Material de vertedero como aporte: sobre-
carga el terreno natural en razón de su propio
peso. Por consiguiente: si el suelo es compresi- Material reciente de vertedero
ble es probable que resulten asentamientos en
las cimentaciones vecinas; si es de escasa cali- Un caso semejante se expuso e ilustró con las
dad (limo, arcilla blanda), puede desencadenar figuras 24 y 25. Sin embargo, veamos otro.
movimientos de deslizamiento.
Otro ejemplo
41
Figs. 40 y 41 . Fisuras en el
muro de la edificación.
42
1
1eje arroyo, aprox. 5,00 m
Fig. 45. Sección transversal de la zona de relleno y las construcciones que allí se levantaron.
ron un edificio en planta baja (sala del consejo) y mentaron superficialmente sobre el vertedero
una galería de circulación, cubierta por una losa con ayuda de zapatas de hormigón y operando
de hormigón sostenida por dos hileras de pilares con un coeficiente de trabajo del orden de
circulares de hormigón armado (luz entre hilera: 0,4 kg/cm 2 . Ambos edificios empezaron a exhi-
3 m; luz entre pilares: 3,50 m). A pesar de las bir un desplome que se acentuó con el tiempo.
advertencias de la empresa constructora, se ci- La negativa del constructor a esperar la total
estabilización llevó a realizar un trabajo de recal-
ce consistente en hacer un pilotaje, a través del
vertedero, hasta alcanzar terreno firme y a todo
lo largo de la zona dañada que debía consolidar-
se, sustentándola con largueros de cimentación
3,00 que se apoyaban en las cabezas de los pilotes
(fig. 46).
galería
Primer ejemplo
43
abertura de la junta
.
en extremo: 17 cm
edificio nuevo,
basculam1en;..- P. B. + 10
l
edificio exi stente,
P.B. + 10 edificio
,----- - · - · - - r- · - siniestrado
terreno
largueros
natural
de recal ce
Q pilote
relleno
_. ._. _'·
terreno firme
••
de_canter~. ·_.
Fig . 4 7. Por error, el nuevo edificio se cimentó en par- Fig . 48. Obra de recalce.
te sobre el relleno.
Segundo ejemplo
Tercer ejemplo
Con este ejemplo volvemos de nuevo a la re- Fig. 50. Los sondeos realizados permitieron descu-
gión parisién. brir la presencia de un antiguo camino con relleno .
44
El edificio que protagoniza este caso tenía
30 m de anchura (fig. 50). Los sondeos informa-
n que por debajo de una capa de tierra vegetal
espesor uniforme había otra de marga; pero
a de las esquinas del edificio, punto donde
ecisamente no se había realizado ninguno,
incidía con un viejo camino cubierto de escom-
as. Exteriormente, apenas se diferenciaban el
rreno natural y el de relleno, pero de cualquier
rm a lo cierto es que no se había tomado la
nor precaución en lo referente a los cimien-
. No pasó mucho tiempo para que la esquina
ada sobre el vertedero sufriera un asenta-
ento que originó fisuras inclinadas en los m u-
del sótano (fig. 51). Fue necesario reparar el
gu lo deteriorado, esta vez llegando hasta ca-
fi ables del subsuelo.
Cuarto ejemplo
r--- -- -~ nive l c imentac ión Caso que tuvo lugar en un instituto situado al
r inicial este de Francia.
terreno firme El edificio se ubicaba en un terreno aluvial,
(margas compactas) cimentado a base de pilotaje. Los constructores
reca lce
entendieron que, a la vista de su irrelevancia y
poco peso, las escaleras exteriores podían cimen-
La esquina del edificio se asentó. Fue necesa- tarse superficialmente sobre terreno de relleno.
reca lzar con hormigón en masa. Tal como era de sospechar, escaleras y barand i-
llas se desgajaron del edificio por culpa del asen-
tamiento del terreno (figs. 52 y 53).
45
asiento suelo muy
suero muy c;mpresibl<i -
compresible
terreno
natural 54
,
~
----
- (limo blando)
- 55
espesor. En muchas ocasiones el relleno se eje- La influencia del vertido se aprecia en cual-
cuta con suma atención, compactado conve- quier clase de cimentaciones; en efecto, las ca-
nientemente y con la participación de equipo de pas de vertido pueden desencadenar el hundi-
gran potencia. Tan sólo falta señalar que la cons- miento de:
trucción en estos terrenos de edificios de cierta
importancia implica hacer frente a muchos ries- -las cimentaciones superficiales, cuando des-
gos de los que seguidamente vamos a ocuparnos. cansan sobre una capa compresible sobrecarga-
da por el relleno (fig. 54) o cuando, superpuestas
a una capa resistente (por ejemplo, arenas y
gravas), ésta hace otro tanto sobre otra más
Material de vertedero responsable blanda (arcilla saturada, turba, ...) (fig. 55);
de asentamientos -cimentaciones profundas, cuando están an-
cladas a una capa resistente superpuesta a otra
Según su compacidad, la densidad del relleno compresible.
puede oscilar entre 1,5 y 1,8 m, lo que significa
que la adición de una capa de un metro al terreno Estos asentamientos, además, pueden tener
natural comporta una sobrecarga de 1500 a consecuencias indirectas en los pilotes en forma
1800 kg/m 2 , es decir, una presión de O, 15 a O, 18 de rozamiento negativo, del que hablaremos más
kg/cm 2 • Por lo general, el material de vertedero adelante.
se extiende sobre grandes superficies y, de acuer-
do con las ecuaciones de Boussinesq, la influen-
cia de las presiones que provoca el relleno se Primer ejemplo
hace sentir a gran profundidad. Tanto es así, que
una superficie de 20 x 20 m 2 implica, a 5 m de Se produjo en el este de Francia.
profundidad, la existencia de 91/100 de la pre- El emplazamiento tenía un subsuelo de arcilla
sión de contacto superficial. De aquí podemos plástica. En la figura 56 se observa el estado de
inferir, sin temor a equivocarnos, que cuando se la obra durante el proceso de construcción. Los
trata de un relleno compresible (turba, limo blan- muros son de bloques de hormigón celular.
do, arcilla con alto contenido de agua) bastará su Al acabar la obra de fábrica se aportó un gran
peso propio para dar pie a asientos importantes. volumen de tierra que se dispuso en torno al
Siendo así que el vertido se utiliza en zonas ya edificio, especialmente contra la fachada princi-
edificadas, el asiento que produce supone tam- pal, cosa apreciable en la fotografía.
bién el del suelo de apoyo de las cimentaciones, Dicho relleno causó el asentamiento del terre-
hasta el extremo de que un edificio puede llegar no bajo la cimentación de la fachada y, conse-
al colapso total sin que las causas estén en él cuentemente, el de sus muros exteriores. Los
mismo. Es posible, pues, concluir que la cons- muros perpendiculares a éstos, cuya cimenta-
trucción en suelos muy compresibles es del todo ción no se vio afectada por el relleno, experimen-
desaconsejable por la sobrecarga que se aplica. taron un asiento menor, pero por ser solidarios
46
_56. El relleno se aportó a lo largo de esta fachada. Fig. 57 . En los hastiales aparecieron grandes fisuras.
n los primeros se fisuraron oblicuamente (limo con contenido de agua del 70% para densi-
. 57). dad húmeda de 1,25); a continuación, una mez-
la magnitud de los desperfectos fue tal que cla de arena y grava de 4 m de espesor que se
bo que demoler la casa. extendía hasta la cota -18,50 m, bajo la cual se
Este ejemplo nos acerca a otro que tuvo lugar hallaba un lecho de marga blanda de 1,60 m de
la Costa Azul, donde el relleno desempeñó espesor, cuya cota inferior estaba a -20,1 O m,
almente un papel en el asentamiento de los dando paso, finalmente, a una formación de mar-
ros de una vivienda aislada que se cimentó ga compacta.
re arcilla. Como de la situación sobrevino una Dos años después de la construcción de la
·ación en el contenido de agua de la arcilla, es sala se vertió una capa de relleno de 1,50 m de
f erible comentarla detalladamente en el capí- espesor.
3; de todos modos, y entre paréntesis, incidí- En lo relativo a la cimentación se decidió que
s de nuevo en la dificultad de clasificar estríe- los apoyos de los arcos descansarían en pilotes
ente los defectos en función de sus causas. perforados anclados en las arenas y gravas, las
cabezas de los pilotes se unirían, en sentido lon-
gitudinal, por largueros transversales que susten-
Segundo ejemplo tarían los muros de fachada de fábrica de ladrillo
y, en sentido longitudinal, por tirantes de hormi-
la construcción de una sala polivalente en una gón armado con la misión de equilibrar el empu-
· dad del. sudoeste francés ilustra con claridad je horizontal de los arcos. Por otra parte, a las
problema de las cimentaciones heterogéneas. gradas y edificios anexos se les dotó de una
El edificio se componía de una sala de 35 x 54 cimentación superficial con zapatas aisladas que
(fi g. 58), con tres lados destinados a gradas, descansaban en el relleno con dos años de anti-
hormigón armado, y el cuarto a escenario. El güedad.
junto tenía una cubierta ligera sobre armadu- El suelo de la sala se organizó en forma de losa
etálica de seis arcos de 54 m de luz, distan- de hormigón armado, desprovista de juntas, so-
entre sí 7 m, y articulados en su base (fig . 59). bre un relleno reciente de un metro de grosor. La
sala estaba rodeada por edificios anexos, en ejecución de este relleno no se vio acompañada
t a baja (sin representar en las figuras) cubier- de las mejores condiciones, pues se tropezó con
por una cubierta-terraza de hormigón arma - piedra de cantería entera (fig. 61). que dejaba
- El resto del suelo, fuera de las gradas, estaba grandes huecos, haciéndolo exageradamente pe-
aldosado. sado y deformable.
En esta obra sobresalía especialmente la mala Las armaduras de los largueros de fachada,
dad del terreno; tomando como cota 0,00 el junto a la acción de los tirantes y zapatas de las
1 de acabado del pavimento, se encontraba gradas, se conjugaban en una labor de rigidiza-
e -2,50 y -14,50 m, 1 2 m de limo blando ción del pavimento, de las partes cimentadas
47
aprox 54 m
------------------
-- 0
~ --- - - - -- - ~
.<:
~
-
0,00
-1 ,00
nuevo relleno
relleno de 2 años
E grada e1es de arcos y tirantes grada ~ ~
e: .o
e o.o X -3,00 -2,50
1 agua --=~
Q)
::J f----- -- ------------------- Q)
~ gffi~ 5~"'
r----- ------------------------
larguero-tirant
(• 16,62 )
-14,50
arena y grava
-1 8,50
margas compactas
-20,10
superficialmente y de aquellas que descansaban ejerce es más que suficiente para modificar la
sobre los pilotes . fluencia del limo y precipitar un deslizamiento
Son de notar varios errores graves de concepto: del suelo.
2) Las malas condiciones de ejecución del últi-
1) No es recomendable sobrecargar un terre- mo relleno hacían inevitable su asentamiento
no de limo con material de vertedero tan pesado; con efectos consiguientes, al menos en el pavi-
la presión superficial de 0,32 kg/ cm 2 que se mento.
48
Fig. 62. Descenso de las zapatas superficiales. Fle-
xión de los tirantes.
49
de ladrillo hueco (fig . 64) y graves desperfectos
en las instalaciones interiores (rotura de conduc-
ciones, ...).
En cuanto a las construcciones anexas, no
representadas en la figura para facilitar la com-
prensión , fueron ·igualmente escenario de
numerosos trastornos . Unas descendieron
irregu larmente, en ocasiones hasta 40 cm, de-
sembocando en la formación de fisuras en los
tabiques; las losas de cubierta que apoyaban los
extremos de uno de sus lados en ménsulas inte-
gradas en los muros de la nave (y, por lo tanto,
sustentadas por los pilotes) y los del otro en
pilotes que descansaban en el relleno, adopta-
ron inclinaciones alarmantes, amenazando esca-
par de sus respectivos apoyos. Los revestimien-
tos de estanquidad se desgarraron, algunos
pi lotes se rompieron, ciertas conducciones re-
ventaron (fig . 65). etc.
La estabilidad general de la obra estuvo muy
pronto en peligro y hubo que tomar medidas de
urgencia.
En primer lugar se liberó a los pi lotes del peso
de la losa de pavimentación mediante el corte de
la misma que, al caer encima del terreno, motivó
un asiento suplementario de éste del orden de
20 cm . Por idéntico motivo se demolieron la
fábrica de ladrillo y los conductos de ventilación .
Fig . 64. Dislocación de tabiques. Los tirantes de los arcos se desligaron con pronti-
tud para verificar la gravedad de las deformacio-
nes y prevenir una rotura que tendría consecuen -
cias catastróficas (se encontraron tirantes rotos,
pero la losa de hormigón armado aguantó los
apoyos de los arcos ...). Se precisó apuntalar las
construcciones anexas que mostraban pilotes
rotos y estibar las terrazas flotantes.
Las tareas de reparación fueron delicadas y
costosas; además de rehacer la totalidad de la
tabiquería y canalizaciones, también fue necesa-
rio:
50
El edificio tenía en planta una forma bastante
compleja, ilustrada en la figura 66.
11'11 ~~~~~
y Ji y
11" ji limo
" 11" arenoso
11" 11
~ .11 ." sótano
- 4,00 11 J " relleno
a - 4,50
~ o
arena,
o '". grava,
. ~ . canto rodado ~ox. +~
o ·~·
marga · agua relleno de piedra
-o 0,00
con arena
y grava
bk----- · terreno natural
-i
grieta ->~
Ef ~ forj ado -techo
de planta baja
(\
bb
f;0 n::::::n ~IJIT'I
Fig . 70. Alzado de las fisuras en el forjado -techo de la
planta baja.
_____ _. m_ _ _ _-1
aprox. 8,30 _
relleno
1[
+ 5,20
l racera
+ 5·10 calzada
4 00
+ ·
losa sobre . d 1 ..
f o rJa o ca)on
ménsula
edifi cio
placa -
existente plac a -
placa
l za mpeado
za_i'ta ll ~-at_a__ _ _ _ _z_ap-'~
-ta--11
gráfica del asiento probable
seg ún la sección ce 1
'1!
Fig . 69 . Alzado de las fisuras que exhibían diversos Fig . 71 . Se extrajo el relleno, sustituyéndol o por una
muros transversales. Abajo : curva de asentamientos. estructura más ligera.
to del edificio entre 5 y 7,5 cm, lado este. Las Además del arreglo de las fisuras de los forja-
consecuencias fueron la fisuración sistemática dos, los trabajos de reparación fueron:
de los muros exteriores, solidarios con la facha-
da este, concretamente de los ángulos noreste 1) aligerar las capas compresibles, levantan-
(fig . 69. alzado aa) y sudeste (fig. 69, alzado bb), do el relleno en una franja de casi 8 m, sustituyén-
y de una pared divisoria perpendicular a la facha- dolo por una losa de hormigón armado sustenta-
da este, o sea sensiblemente orientada de Este a da por placas sobre la cimentación en zapata
Oeste (fig . 69, sección ce) . La fisura horizontal, continua (fig . 71) ;
con el número 14 en la sección aa de la fachada 2) reforzar los muros fisurados con ayuda de
norte, llegó a tener una abertura de 2 cm. placas de hormigón armado con la misión de
Incluso los forjados acusaban indicios de des- conferir rigidez al zampeado .
perfectos; al forjado del techo de la primera plan-
ta, junto a las figuras inclinadas representadas
en la figura 70, lo atravesaba una grieta de 2 a 3 Cuarto ejemplo
cm de anchura.
En la parte inferior de la figura 69 se expone el Este ejemplo se refiere a cimentaciones pro-
funcionamiento del asiento. fundas ; excepcionalmente no se extrajo de nues-
52
....
superf. de arcilla Quinto ejemplo
antes de la
53
J..+ 26,75 m
fachada sur
r-¡ 1r fachada norte
+ 1r5 m
J JI il
Fig. 75 . Sección transversal de la estación marítima del Havre tal cual se concibió. La fachada sur se apoya en una
capa de grava compacta, pero las restantes lo hacen en un banco resistente, pero de demasiado poco espesor, que
provocará el asentamiento de la capa arcillosa inferior.
54
ley lineal, a razón de uno o dos centímetros por bre de la planta baja (5 m) impedía el acceso del
mes, situación que había que atajar. Los apeos material de hincamiento y la colocación de pilo-
fueron completamente inútiles y, simultáneamen- tes de 30m de longitud; por si fuera poco, urgía
te, la investigación se orientó a la búsqueda de encontrar un método de pilotaje que alterara en
los orígenes de los asientos. La serie de exáme- grado mínimo el lecho de arcilla blanda y turba, a
1185 practicados hicieron ver que la causa no era fin de no aumentar el asiento en el transcurso de
el punzonamiento del banco de arena y grava por los trabajos. Eugíme Freyssinet propuso una so-
los pilotes, sino el hundimiento total del mismo lución con pilotes, con puesta en obra por gato
por la acción del relleno reciente y el peso del de rosca, con apoyo en largueros pretensados y
edificio. Las arcillas blandas y la turba subyacen- sustentados por las zapatas ya existentes (figs.
te no estaban consolidadas y su asentamiento 76 y 77).
era nada despreciable. Para ello se dejaron estas últimas al descubier-
Se intentó recalzar el sector afectado de la to (fig. 78), pasando a inmovilizarlas mediante
cimentación con pilotes que descendían hasta la bloques de hormigón ligeramente armado atra-
grava compacta, a la cota -20,00 m. Con todo, vesadas por perforaciones cilíndricas de estria-
• imponía una doble dependencia: la altura li- do horizontal (fig. 79), que servirían para que los
pilotes
relleno p mold. ' relleno
reciente
1
1
exist.
j reciente
a rena
y grava
arcilla pilotes
1
--
blanda -;::::::' nuevos 1
1
y turba ¡..--- colocados arcilla - -~-
a gato
~
blanda
1 y turba - --
arcilla
r----
compacta 1'-
l 1
grava
compacta
1
"' '
grava
compacta
aprox. - 16,00 m
aprox. -20,00 m
55
Fig. 80. Armadura en la cabeza de un ti rante preten-
sado.
56
zo de pilote con ayuda de collares solidarios, a
voluntad, con el fuste del mismo.
El lector interesado puede consultar la revista
ravaux (núm. 30, junio de 1935), donde se expli-
ca con detalle toda la operación. Señalemos,
para acabar, que la reparación de la cimentación
de esta estación marítima se desarrolló sin inci-
dentes dignos de mención durante 1935 y 1936,
alca nzando la estabilización de todo el edificio.
57
a b e
relleno relleno
relleno
camisa
independiente
- ·· - - terreno
~~~~ incoherente - .,- - terreno
terreno
::-:: _:-__ compresible incoherente
, - _,__ e incoherente
arcilla
terreno terreno
compacto resistente
- -- -- --- ---
- _ ---=-___ - terreno
-- - - - --=-- compresible
Fig. 83. a) caso de pilote flotante. Si un relleno sobrecarga el terreno compresible, se desarrolla un rozamiento
negativo que se suma a la carga transmitida.
b) efecto punta predominante. Aquí el pilote se apoya en un lecho compacto. El rozamiento negativo puede
provocar el asiento de esta capa o la rotura del pilote.
e) pilote con camisa. Solución para evitar el incremento de cargas fruto de los rozamientos negativos que así se
anulan por completo.
da al rozamiento negativo y añadida al peso pro- las fórmulas ordinarias, teniéndolo en cuenta
pio del relleno, es capaz de provocar el descenso para dimensionar el pilote.
del banco resistente o la rotura de los pilotes • 2• hipótesis: se tiende a disminuir o eliminar
fruto del fluir de las capas inferiores. el rozamiento negativo; es deseable aquí que el
De tratarse de un pilote flotante, es decir, si la fuste del pilote sea lo más liso posible en la zona
práctica totalidad de su capacidad portante vie- donde se produce este rozamiento. Condición a
ne del rozamiento lateral (caso de terreno com- la que se llega:
puesto, por ejemplo, por arcillas medianamente
compactas), los efectos del rozamiento negativo -bien por pilotes prefabricados sin las rugosi-
pueden determinar asientos excesivos y una re- dades ni prominencias inherentes a toda técnica
ducción inaceptable del coeficiente de seguridad. de moldeo en el propio terreno;
-bien con pilotes moldeados en el terreno me-
diante entubación de acero (tubo hincado, tubo
Precauciones a tener en cuenta perforado), dejando parte del tubo como encofra-
do perdido, concretamente la coincidente con la
Allí donde se sospeche que pueden surgir ro- zona susceptible de experimentar rozamientos
zamientos negativos convendrá tener presentes negativos.
las siguientes medidas preventivas, sin preten-
der que la lista sea exhaustiva. En ambos casos (pilote prefabricado, pilote de
entubación perdida) es recomendable que para
En fase de proyecto: se hará llegar a los cons- establecer la carga del pilote intervenga una frac-
tructores un informe preciso no sólo de los espe- ción del rozamiento negativo (en general, del 20
sores de relleno, sino también de las máximas al25%).
sobrecargas en los terraplenes. Algunos autores preconizan otra técnica fun-
Elección de la clase de pilote: según las siguien- damentada en un encamisado externo, indepen-
tes consideraciones: diente del fuste (fig. 83 e): sobre esta camisa,
limitada a la capa peligrosa del suelo, se ejerce la
• 1• hipótesis: no se toman precauciones espe- acción del rozamiento negativo. La camisa pue-
cíficas para intentar reducir el rozamiento negati- de ser de acero o de hormigón, y siempre lubrica-
vo, en cuyo caso éste se evalúa de acuerdo con da en su interior.
58
debidos al rozamiento negativo
··~~1~M·7J~::···;~?~
Aunque ahora los fenómenos de rozamiento
.agativo son perfectamente conocidos, no dejan
ser los causantes, incluso en el momento
pesente, de perturbaciones graves. Al margen
dos ejemplos que más adelante comentare- ---- ~ .~;~c~~n~co5..--~=.~--: -
s (debido a que el rozamiento negativo se
combinaba con otros factores que expondremos circulo de deslizamiento
na mente), existen otros géneros de sinies-
frecuentes en las zonas industriales, en que Fig. 84. Deslizamj~nto por aporte de relleno en terre-
no blando horizontal.
elemento común es la mala calidad del suelo
-•""'rt"""' (por ser los únicos terrenos disponi-
y el aporte sistemático de material de relle-
con lo cual su peso propio incrementa el
wlor del rozamiento negativo.
circulo de deslizamiento
59
------------ PLANTA
Fig. 86. Planta del patio. Los trazos gruesos representan las griegas del relleno.
60
Fig. 89. Patio este, fachada norte desde el exterior.
Sent ido del movimiento. -
. 90. Fachada sur. Junta entre patio oeste y este. Fig. 91. Fachada este. Sentido del movimiento. -
del relleno que se aportó a esta capa inclinada, motivó el movimiento. De uno u otro modo, este
de consistencia jabonosa por las lluvias, fue el caso podría encontrar su lugar en el capítulo 3 .
elemento motor del deslizamiento, por cuanto el
aumento de carga debido al patio cubierto era
despreciable comparado al primero.
Así pues, poco puede importar que la construc- Influencia del desplazamiento
ción se cimentara o no en el relleno, punto que se de suelos por la acción del relleno
prueba al no estar el bloque oeste afectado. Lo sobre cimentaciones profundas:
esencial era evitar el incremento en plasticidad Empujes inclinados
de la marga, impidiendo la infiltración de agua
de lluvia mediante drenaje por encima y la coloca-
Al ser un fenómeno menos conocido por los
ción de un revestimiento estanco en el suelo del
constructores que el rozamiento negativo, a me-
patio descubierto (reparación llevada a cabo
nudo genera perturbaciones importantes y es-
posteriormente).
pectaculares.
Nota: de nuevo tropezamos con la dificultad Pasemos a examinar la figura 92: se trata de
de clasificar racionalmente los siniestros: si el un edificio cimentado en pilotes verticales, y a lo
peso propio del relleno es responsable del desli- largo de una de sus fachadas se ha aportado
zam iento, también la influencia del agua de lluvia material de vertedero. Si el volumen de relleno
61
la figura 93 ilustra un caso singular, confluyen-
do, no obstante, en este caso la acción del asenta-
miento de las capas compresibles y su fluencia
lateral.
lPor qué el constructor, incluso los más cons-
cientes, se olvidan a veces de los empujes obli-
cuos que puede ejercer en los pilotes la simple
asimetría de sobrecargas existente en el terra-
plén que circunda el edificio? La causa radica en
suelo
el cierto grado de confusión que se produce en
blando los técnicos, aun en los más avisados. En efecto,
todos admiten -y los hechos prueban que con
justificación- la inconveniencia de abusar del
pilotaje enterrado por completo, dado que todo
suelo, aunque no sea coherente, ofrece soporte
suficiente para oponerse.
De igual manera, otros no dudan en concluir,
según una extrapolación inaceptable, que el te-
rreno puede resistir todos los esfuerzos horizon-
tales que la obra transmite a los pilotes que la
sostienen.
Fig . 92. Empuje inclinado en los pilotes.
Esta afirmación es con frecuencia acertada,
pero en realidad el problema no es éste; en el
es importante y, en particular, si se emplea de caso apuntado antes la cuestión no es el pandeo
manera permanente como zona de almacenaje de los pilotes, por ser el empuje del terreno en
de elementos pesados (caso de depósitos, apar- los fustes superior a la resistencia de las tierras
camientos ... ) se establece una asimetría de car- que los envuelven, sino la deformación de dichos
gas que crea la fluencia lateral de las capas incon- pilotes a causa del desplazamiento lateral del
sistentes (limo blando, arcilla con alto contenido suelo.
de agua, ... ) atravesadas por el pilotaje, de la que En esta clase de movimientos el pilote es soli-
resultan esfuerzos laterales que actuán en los dario con las tierras que lo rodean .
fustes de los pilotes, deformándolos e incluso Este fenómeno nos es favorable en la mayoría
rompiéndolos si carecen de armadura . También de los casos (por oponerse al pandeo de los
pilotes en el suelo envolvente), pero puede ser
engorroso en caso de empujes laterales, cuando
la deformación del suelo excede a la capacidad
de deformación del pilote. Los informes existen-
tes al respecto no hacen sino confirmar todo lo
que antecede.
En el caso de la figura 93,1os pilotes inclinados
están muy comprimidos, la menor deformación
por flexión puede desencadenar su ruina. Segui-
damente analizaremos cuatro ejemplos corres-
¡, ,,
pondientes al caso de la figura 92, de los que el
,, tercero y el cuarto se refieren a daños por acción
" limo ' • _ combinada del rozamiento negativo y empujes
- -·- 1¡ laterales.
Primer ejemplo
62
car sobre el limo, y a lo largo del futuro edificio, FACHADA NORTE (LADO SENA)
importantes cantidades de grava y arena destina- ----------~~lo~n~git~u~d~
to~
ta~
l1~2=
2,~
00~
m-------- ¡ - --
das a la producción de hormigón armado. ,;o-m•• e ..A e e •
i ~ TIT,
-+¡+-1,00 m T' : 1
1
Segundo ejemplo 1
1
1
Este caso tuvo por escenario el este de Francia.
1 SALA DE 1
Las perturbaciones que se sucedieron fueron LAMINACIÓN
1
la rotura de los pilotes y, en virtud de la misma, ~ 1 (enlosado sobre
asientos de 20 a 80 cm en un silo de coque. La
O¡
~1
¡ relleno) 1
....
UJ
"O
construcción descansaba en pilotes que atrave- (/)
UJ ·;; 1
o ·O
saban una capa de esq uistos de 5 m de altura, lo <3 E
que supuso una sobrecarga aproximada de 8000 <(
I
"
¡:
"5.
kg/m 2 • ~ 1
o
E
1 1 00
o 12.2~
¡----¡ 1 1 g¡
Tercer ejemplo ~======~~i~!===±i==~p·~~-~-~-~-~..~~~-·~
~A 1 1 • o 5
Estamos en un taller de una fábrica de coches 1 1 1 : lg
1
sita en la región de París, junto al Sena. SALA DE 1 PREN SA S 1 E .2
1 1 : ;
En las dimensiones totales de la edificación,
lr---------------~~.--~ 1 ~----
, -----,~,
122 x 231 ,80 m (fig . 94) y bajo la misma cubier-
·~--------~----+---~.---------~~
ta sostenida por armaduras metálicas, se alber- 1 1 1 1 1 :
--- -- -- - - - -- - - - - - ---- - - - - -- ---- ---- - -- +
gaban:
e situación de pozos perforados
63
~--- ~~:~u~a-~e~l~c: - --1
relleno 1 1
de b. rt
li---L-1 ~ - --- _cu ~·- ~ __ ~ ~_L_--11
1
de arena _ ___ _
y grava
35,50 m + 9 ,50 m
lado sa la fachada
aluvión prensas lado Sena
del Sena
enlosado
11 rell eno
------ -1f-- - - -
JI
margas
aluvión
11 del Sena
- 9,50 m
11
arenisca
11
1,50 m
Fig. 95. Sección del terreno en que se construyó el Fig. 96. Sección transversal AA por la sala de lamina-
taller. ción.
tomar medidas urgentes. El tribunal que arbitra- -La sobrecarga que el almacenaje de material
ba el caso designó a tal efecto un experto. metálico trasladaba al relleno implicaba la apari-
En el estudio del proyecto se pusieron de mani- ción de rozamiento negativo en los pozos, aspec-
fiesto algunos errores: to ignorado en principio, que no hacía más que
agravar los asentamientos ; simultáneamente, la
-La cimentación por pozos flotantes que se asimetría de cargas originaba el desplome de
detenían antes de llegar a la creta, implicaba algunos pozos por esfuerzos laterales.
necesariamente asentamientos incompatibles -Finalmente, los esfuerzos dinámicos y alterna-
por su magnitud con las tolerancias compatibles dos que la acción de frenado de los puentes
con el correcto funcionamiento de los puentes móviles t ransmitía a los pozos, en cierto casos,
móviles. aumentaba la carga desde un valor prácticamen-
-La distancia interejes de los pozos perfora-
dos era de 1,50 m, en los grupos de 2, separa-
ción que se reducía a un metro cuando los pozos
eran 4. En términos absolutos, obviamente la
separación era insuficiente para promover todo
el rozamiento lateral. Era preciso pecar de opti-
mista para creer que el volumen de tierras inter-
puesto entre los pilotes tenía un papel activo en
el rozamiento lateral; como preconiza Terzaghi,
en este caso suele sustituirse la suma del períme-
tro de cada pilote por el de otro imaginario igual
a la envolvente exterior del grupo (fig . 97) . Se
recurre a este método cada vez que la distancia
interejes de los pilotes desciende más allá de dos Fig. 97 . Pilar ficticio considerado en el cálculo del ro-
veces y media su diámetro. zamiento lateral de pilotes próximos (Terzaghi) .
64
te nulo hasta la carga nominal, sin que ello mere-
ciera la menor medida.
Se estudiaron varias soluciones de refuerzo ;
unas (como el recalce mediante zapatas arma-
das sobre el material de alusión) se rechazaron
por la incompatibilidad de los asientos previsi-
bles con el -correcto funcionamiento de los puen-
1es; otras, con plena garantía en lo referente a
seguridad (como el recalce con pozos de 30 m y
anclaje en la cresta) se abandonaron en razón de
su elevado coste y, preferentemnte, por la impo-
sibilidad de hacerlas sin detener el funcionamien-
to del taller. En último lugar se decidió que, bajo gato
los pilares, se fijasen de manera permanente de 25 Tn
65
Fig. 1OO. Fachada longitudinal sur durante el apun-
talamiento.
Sección AA : zapatas bajo contrafuertes
66
. 102. El abono se almacenó contra el muro norte, Fig. 104. Apuntalamiento de la bóveda .
perfil deformado
'
pilotes_;
1
19. 105. Al cabo de una semana el abono higroscópico se convierte en masa y pierde su pulvurulencia .
67
mento de la carga en los pilotes interiores junto a toda la construcción en función de los asientos
un empuje horizontal. previsibles.
-la cimentación de los contrafuertes se calcu- En el próximo capítulo analizaremos la perni-
ló únicamente según la hipótesis de que el abo- ciosa influencia de las inundaciones o venidas de
no ejercería en éstos el empuje máximo. El nitra- agua en los terrenos que dan apoyo a las cimenta-
to amónico es higroscópico y al cabo de una ciones; sin embargo, no es nuestro deseo acabar
semana de almacenaje se convierte en masa (fig. este capítulo sin subrayar que a menudo los
105), desaparece el empuje y, por lo tanto, los rellenos son los culpables de estas inundaciones:
pilotes interiores se deslastran. Por el contrario,
la sobrecarga del abono, que ocupaba la zona -primero, y principalmente en terrenos empi-
superior al estribo interior de la zapata, se conser- nados, porque el relleno puesto alrededor de un
vaba aunque no hubiera empuje, duplicándose edificio para complementar el vacío de excavar
así la carga en los pilotos interiores. la cimentación constituye con frecuencia un dre-
naje natural, sin salida, donde se acumulan, las
El cúmulo de causas (rozamiento negativo, aguas, alterando las condiciones del terreno.
empuje horizontal. error en las hipótesis de cálcu- -segundo, y por encima de todo, porque el
lo) provocaron la rotura de estos pilotes y de ahí relleno suele albergar los conductos de evacua-
la inclinación del muro de fachada hacia el inte- ción de las aguas pluviales y fecales. El asenta-
rior. Ulteriores sondeos dectectaron la rotura de miento del relleno rompe los conductos o sus
un pilote a 2 cm por debajo de la zapata. juntas, con la consiguiente salida del líquido,
Los trabajos de reparación, que no podían rea- tanto más temible cuanto que resulta imposible
lizarse más que desde el exterior (para no deterio- de descubrir, si no es por los daños que pronto o
rar el revestimiento interior de asfalto y no inte- tarde se manifiestan.
rrumpir el uso del almacén), se encaminaron a
recalzar las zapatas de los contrafuertes con ayu-
da de dados de hormigón que reemplazaron al
pilotaje y cimentados en el aluvión.
La conclusión que se obtiene de este ejemplo
es que no sólo hay que atender a los esfuerzos
debidos al relleno, también es indispensable con-
siderar todas las cargas de posible actuación a la
hora de calcular las obras y su cimentación.
68
3. Daños provocados por el agua
En el capítulo anterior hemos visto como el
material de vertido, los rellenos, incluso de cierta
antigüedad, pueden experimentar intensos y sú-
bitos asentamientos si se exponen a los efectos
de aguas accidentales capaces de provocar gra-
es daños en construcciones cimentadas en los
mismos que, hasta el momento, se habían com-
portado correctamente. La presencia de agua es
n elemento perturbardor que en muchos terre-
as naturales podría originar:
-socavación
-heladas
-alteración de las características de algunos
terrenos (asentamientos, deslizamientos, enlo-
damientos, etc.) Fig . 1 06. Los bloques de granito arrastrados por las
aguas en su crecida actuaron de ariete.
Primer ejemplo
71
con arrastre del relleno acumulado contra la
cara interior del muro.
Las tareas de reparación fueron relativamente
caras, pues hubo que levantar un dique en el
lecho del río .
Segundo ejemplo
72
didad varía entre 0,50 m (Finisterre) y un metro
(zona este y regiones montañosas).
suelo
Es francamente extraño encontrar que no se
exterior
cumpla la norma de poner la cimentación fuera
del alcance de las heladas, hasta el extremo que
no sabemos de ningún siniestro de esta naturale-
suelo
za que haya afectado a edificios terminados o en
interior
fu ncionamiento. Ocurre, por el contrario, en in-
viernos crudos, que los constructores se dejen H
sorprender al hacer las cimentaciones y que és-
as estén desprotegidas por no haber vertido
aú n el relleno que debía preservarlas; así pues,
es conveniente, en cuanto el hormigón haya en- horm1gón
Primer ejemplo
Segundo ejemplo
73
sección enlosado hormigonado
que sé opone al desplome
de las paredes divisorias
. ·- · -· --- ·- - ··· · a
~ o•- n - - •- ~ -~~1- ---l SECCION POR
PUNTAL METAL
~Lnzonamiento
11 i
1
:¡i: 1
;
'1
1
u ... --l
1 en losado 1 i1 ! u
b la reacc1ón deb1
a la losa del
forjado provoca
1 1 1 1 1 el punzonamient
JJJ JJJ del enlosado
..'!
11 '
levantam iento por helada
asentamiento
por helada
La temperatura se mantuvo durante más de dos centímetros de anchura (fig. 115). Esta colec-
meses a - 1O °C. Las margas naturales de agua ción de perturbaciones viene del giro de los mu-
se helaron a niveles muy por debajo de la cimen- ros divisorios que promovieron dos fenómenos
tación y del enlosado. Inmediatamente después consecutivos:
del deshielo y la desaparición de la nieve se
observaron varias clases de daños: • levantamiento por la helada de la zona cen -
tral de los muros divisorios, menos cargados y
-la zona hormigonada, de la solera, aun apun- solidarios con el enlosado, destacando el efecto
talada (fig . 113 a), presentaba punzonamiento en los bordes unidos a los muros de fachada ,
del enlosado alrededor de algunos apeos (fig . más cargados ;
113 b) ; se explica, porque a causa de la helada el • descenso con el deshielo: por idéntico moti-
enlosado se levantó excepto a la altura de los vo al fenómeno anterior, los extremos de los
apeos por estar coronados por un arriostramien- muros divisorios bajaron todavía más.
to rígido de tablones y recibir de la losa superior
del sótano una reacción vertical que excedía a la Este basculamiento no apareció en la zona
resistencia al punzonamiento del enlosado. donde el enlosado superior se había hormigona-
-la zona donde existían muros divisorios (fig. do y operó a manera de tirante.
113 e) exhibía considerable fisuración determi- Después del deshielo, el suelo se asentó pro-
nante del arranque del hormigón de los muros gresivamente por el peso de la estructura ; un
en las proximidades de los apoyos del dinteL Es mes más tarde las mayores fisuras de los muros
fácil advertir en la figura 114 el carácter sistemá- se cerraron en una relación de 5:1.
tico de las fisuras que llegaban a tener varios Fruto de estos hechos, la cimentación de los
74
Fig . 114. Fisuración sistemática de muros divisorios
por acción del hielo.
75
Esta situación no es frecuente en Francia, ex-
~
cepto en años extremadamente secos, como fue
el verano de 1976, período del que conocemos
numerosos siniestros.
44+~,~~ '""""~ro
Las figuras 117 y 118 testimonian las fisuras
de la esquina de una casa, en este punto la
cimentación estaba sólo a 0,60 m de la cota
natural del terreno (en el resto se encontraba a
1 TERRENO ARCILLOSO 1 terreno poco húmedo 2,00 m), a consecuencia de una primavera y un
1
terreno húmedo verano de sequía fuera de lo común. Toda la zona
Fig. 117 . Fisuras de asiento diferencial. Fig. 118. Detalle de la parte izquierda de la figura
117.
76
materiales de aluvión son muy compresibles, tie-
nen 700 m de espesor y comportan, en gran
proporción, capas de limo arcilloso de origen
volcánico que se alternan con lechos de arena; el
descenso del nivel de las aguas subterráneas por
su aprovechamiento para abastecer a una pobla-
ción cada vez mayor (en 1900, 500000 habitan-
tes; hoy en día, cerca de diez millones) provoca
un asiento del suelo que en los treinta primeros
años del presente siglo era de un metro, pero
que entre 1930 y 1969 (fecha del VIl Congreso
Internacional de Mecánica del Suelo celebrado
en México) aumentó en 6 m. Los asentamientos
difieren según la profundidad de cimentación de
las construcciones, notándose en una misma ca-
lle desniveles espectaculares en los basamentos
nivel freático
de las mismas. Las fotografías de las figuras 121
a 123, obtenidas en la ciudad de México, son
Fig. 119. Daños debidos a arcillas expansivas en áreas gentileza de nuestro buen amigo y científico E.
de intenso asoleo y en edificios con cimentación su - Absi, delegado general de C.E.B.T.P.
perficial. Aunque indudablemente de menor trascen-
dencia que los daños que se producen en Méxi-
co, estamos informados de los que en Francia
causa la desecación del suelo por las raíces del
arbolado que se planta cerca de los edificios. Así,
-en suelos saturados de granulación fina con los olmos necesitan una cantidad enorme de
un nivel freático que desciende regularmente, se agua para su crecimiento, agua que sus raíces
asiste al asiento progresivo de las edificaciones: van a buscar abarcando vastas superficies de
es público y notorio el caso de la ciudad de terreno. Por regla general, no es aconsejable plan-
México, construida a 2300 m de altitud sobre un tar árboles demasiado cerca de los edificios. A
lago, y que descansa en una masa enorme de falta de una regla fija en esta materia, muchos
aluvión que colma un viejo cráter (fig. 120). Los autores se atreven a dar algunas indicaciones,
65 km _ _ _ _ __ _ _ __ ___,
O• ~e
MEXICO
77
Fig. 121. Desplomes en Méjico (plaza de la iglesia de Fig . 123. Méjico: dos edificios vecinos inclinados .. .
Ntra. Sra . de Guadalupe). pero en distinto sentido.
árbol
(chopo, etc.)
a 15H
Fig. 122. Desniveles en franjas de fachada en una Fig . 124. Distancia mínima entre edificios y arbolado.
calle de Méjico.
78
aguas van a parar irremediablemente al pie de la
cimentación (fig . 125). especialmente si el relle-
no de la excavación es permeable, cosa habitual,
pues es lugar escogido para verter residuos de
cantería.
La imprevisión de dispositivos de evacuación
de estas aguas conduce a su estancamiento en
la cubeta que forma la excavación, derivando
dos perjuicios :
antiguo perfil
natural del terreno ...
"
5m
carretera
3m
mar
Fig. 126. El vertido del relleno modificó el discurrir natural de las aguas provocando asientos.
79
Fig. 127 . Asiento diferencial provocado por las aguas Fig . 128. Sección transversal del almacén de trigo.
de escorrentía sin drenaje en un suelo arcilloso.
80
19. 129. Obsérvese la importante grieta del muro de Fig. 130. Vista del edificio hundido.
oasamento.
81
Fig. 132. Hundimiento de la solera a la altura del
bajante.
82
un doble movimiento del muro de fachada sur:
desplazamiento en sentido vertical (asentamien-
to) y rotación (basculamiento).
La gravedad de los daños hizo pensar en algún
momento en la demolición pura y simple del
edificio; pero razones psicológicas hicieron op-
tar por su conservación y reparación consistente
en encadenamiento exterior, sustitución de los
paramentos divisorios por paredes de hormigón
armado, creación de una red para colectar las
aguas pluviales y otra de drenaje para saneare!
terreno.
• Deslizamientos de terreno
y enlodamientos
83
Los enlodamientos son flujos de terrenos fi-
nos (arcillas) saturados de agua, habituales en
pendientes poco acusadas, cuya amplitud puede
alcanzar hasta varios centenares de metros.
Con asiduidad la prensa se hace eco de movi-
mientos de terreno que cortan carreteras o vías
férreas (por ejemplo, la carretera Napoleón que-
dó interrumpida a principios de septiembre de
1977, entre Grasse y Castellane, o, en 1978, la
carretera nacional 6, entre Modane y Saint-
Michel de Maurienne). Estos corrimientos ad-
quieren caracteres más dramáticos cuando
afectan a zonas habitadas, con la consiguiente
destrucción de edificios y pérdidas en vidas
humanas. En esta categoría incluimos la catás-
trofe de Platea u d' Assy, en 1970, que afectó al
sanatorio de Roe des Fiz (71 muertos). Otros
países vecinos, especialmente Italia, padecen he-
chos semejantes, como la catástrofe de Va"iont,
en 1963: la oleada de agua que superó la presa
después del corrimiento del Monte Toe se cobro
2000 vidas.
Veamos algunos ejemplos.
Fig. 136. Asiento de tabiques y enlosado en los sani-
tarios de un centro escolar.
Primer ejemplo
espontáneamente, tras un período de lluvias, lo
normal es que sean producto de cambios consi- En el tiempo, este caso tuvo lugar poco antes
derables en .los esfuerzos que se ejercen en el de la independencia de Argelia; geográficamen-
suelo, sea por aporte masivo de material de relle- te, se sitúa en Argel, en las laderas que descien-
no (veáse fig. 85). o, por el contrario, debido a den camino de la bahía que lleva su nombre,
una excavación desconsiderada (fig. 137). siguiendo el curso del río El Biar.
El deslizamiento, entonces puede asumir la La construcción de un centro urbano de 560
apariencia de un movimiento circular (figs. 85 y viviendas comportaba la nivelación de la base de
137) o plano. una colina (fig. 138) y la formación de un talud
Fig. 137. Deslizamiento circular consecuencia de una Fig. 138. Vista general de la obra.
explanación.
84
de tierras que aguantaría un muro de contención
cuya altura máxima sería de 28 m. Las tierras a
grietas en la calzada camino vecinal
sostener eran esquistos fracturados con interpo-
Un derrumbe afectó a algunas construccio- Fig. 141 . Daños en un muro de contención por de-
rrumbe de tierras.
85
Fig. 142 b. Ampliación de la figura 142 a.
Segundo ejemplo
86
brechas volcánicas
(bloques, arcilla amarilla,
arena arcillosa)
. 146. Vista general de la explanación después del Fig . 147. El deslizamiento de tierras arrastró dentro
liza miento de tierras. de la excavación a unas construcciones ligeras.
87
cuenca cortada
en dos muro
límite superior
del deslizamiento
muro inicial
627.76
cresta del talud después
del deslizamiento
talud
Fig. 148. Esquema del aspecto general del deslizamiento de tierras, ,.--.....__/ fisuras
cimentación de algunas construcciones auxilia- casi 3 m. Las grietas que dejó el movimiento
res (fig. 147). trazaban una forma similar a un casco (fig. 148).
Los estudios que siguieron al deslizamiento de El punto superior del deslizamiento coincidía
tierras establecieron que su área de influencia con la mitad de un estanque, inicialmente con
tenía 50 m de anchura y 30 m de profundidad; agua, que una hendedura dividía en dos. Dicho
una porción del terreno colindante se hundió estanque se alimentaba de un pozo lleno hasta el
88
. 149. Los trazos discontinuos señalan la zona de deslizamiento.
89
Fig. 1 50. Los muretes que contenían la tierra fueron Fig . 151 . Esta casa totalmente apoyada en arenisca
arrastrados. quedó intacta .
90
relativa a un período de cinco meses en un año
normal) que cerraban cinco meses y medio de
sequía. El agua saturó súbitamente una tierra
seca y agrietada, la capa superficial se convirtió
en lodo y fue cuesta abajo arrastrando los mure-
tes de piedra y las construcciones que descansa-
ban en cimentaciones de profundidad insuficien-
te, resistiendo en cambio aquellas que llegaban
o estaban sobre la arenisca. Respecto a aquellos
edificios cuya cimentación se repartía entre la
capa superficial y la arenisca, se abrieron en dos.
Las figuras 151 y 152 ofrecen una exigua
muestra de los daños : víctimas mortales, edifi-
cios destruidos o dejados en mal estado, cultivos
arruinados y vegetación arrasada.
En resumidas cuentas, se ve que en muchas
ocasiones estos siniestros se deben a arbitrarie-
dades en la elección de emplazamiento, materia-
les y soluciones constructivas. A consecuencia
de este accidente el Ayuntamiento decidió la
repoblación forestal intensiva de la zona.
Empujes hidrostáticos.
Subpresiones.
Empujes de Arquímedes
91
cota superior
de la s aguas
bodega
losa
Fig. 153. Nivel del enlosado de la bodega más alto que las cotas superiores de las aguas.
Segundo ejemplo
Fig . 155. Fisuración en los muros laterales de una
No siempre suelen tenerse en consideración piscina a causa de los empujes hidrostáticos exteriores
las subpresiones procedentes del exterior que al estar vacía.
92
Medidas a tomar
Otra faceta de las aguas subterráneas es el -prev1s1on, a partir de cierto nivel del agua
empuje de Arquímedes: si se desea que el edifi- subterránea, de la inundación de los sótanos
cio no se levante es preciso que su peso supere dotándolos de orificios de desagüe practicados
dicho empuje. Son muy raros los casos en que la a alturas apropiadas.
co nstrucción se levanta porque los técnicos no
olvidan generalmente los esfuerzos ascenden - La excepcionalidad del levantamiento en edifi-
es que resultan . Recordemos las soluciones que cios no es extensiva a los depósitos enterrados
se adoptan: de combustible que, en cuanto están parcialmen-
te vacíos, se elevan con el agua; para evitarlo se
- lastrado de la construcción con una solera de anclarán conven ientemente. La f igura 157 es un
gran peso, o sea fijándola a tirantes verticales ejemplo de depósito que acaba de ascender por
orofundamente anclados; efectos de subpresión; se enterró directamente y
sin anclaje en un terreno arcilloso, es decir, poco
permeable, viéndose sometido al empuje de Ar-
químedes, porque el relleno que rodeaba por
completo al depósito se anegó de agua de regar
el césped .
Ataque de cimentaciones
por aguas agresivas
93
Conclusión respecto a la acción superficie de posible
del agua deslizamiento
94
4. Cimentaciones en terreno inestable
Distinguiremos dos casos: terreno en pendiente, creemos de utilidad citar el
caso siguiente:
-los suelos superficialmente inestables, es de-
cir, aquellos en que la causa de su inestabilidad
reside en la superficie: por ejemplo, los terrenos Ejemplo
arcillosos sobre base rocosa en pendiente, las
perturbaciones se exteriorizan en forma de desli - En Suiza, durante la construcción de un edifi-
zamientos de tierras. cio de cinco plantas en un terreno bastante empi-
-los suelos cuya inestabilidad se debe a cau - nado y cuando la obra mayor ya estaba acabada
sas profundas, es decir, aquellos que se encuen - se produjo este caso. La figura 159 ilustra el
tran bajo canteras, explotaciones mineras, zonas hundimiento total, los cinco forjados de hormi-
de disolución del yeso, etc. gón armado cayeron unos sobre otros (en la
figura se aprecian las planchas de plomo que
estaban destinadas a las recogidas de aguas
pluviales de la terraza) .
Inestabilidad superficial La investigación puso de manifiesto que el
hundimiento provino del deslizamiento de una
zapata de cimentación insuficientemente ancla-
En páginas anteriores, concretamente en los
da en el suelo.
capítulos 2 y 3, expusimos ya varios casos de
deslizamientos de tierra. No es nuestra intención
retornar a esta materia, salvo para recordar que
la tendencia a los deslizamientos no siempre es
evidente a priori y que sólo el estudio geotécnico
minucioso permite establecer si el terreno es o
no estable, cometido que corresponde a espe-
cialistas.
Recordaremos también que en los terrenos en
pendiente la vegetación es lo que retiene las tie-
rras y que cualquier tala de la misma encierra el
peligro de tener consecuencias catastróficas. Así
lo rubrica el cuarto ejemplo de la página ?
La construcción en terrenos en pend iente pre-
senta peligros suplementarios; no es prudente
emprender nada sin antes estudiar la estabilidad
del suelo.
Aunque en realidad no se trata de un desliza- Fig. 1 59. Hundimiento de un hotel en construcción
miento de tierras, sino de una cimentación sobre por deslizam iento de la cimentación.
97
..:JGEAIS
Fig . 160. Zapatas vecinas a distinto nivel.
Tengamos presente que, en un terreno en pen- Fig. 161 . Socavón al descubierto. Hundimientos y
diente, cuando las zapatas de cimentación no desórdenes en la construcción (Documento : Ville de
están a la misma cota, las precauciones a tomar Paris lnspection générale des carrieres).
en evitación de interacciones entre zapatas veci-
nas y el deslizamiento de las superiores se seña-
lan en el documento técnico unificado 13.1, rela-
tivo a cimentaciones superficiales. La figura 160
representa el desnivel máximo que se respetará Sin llegar a la espectacularidad del caso ante-
a falta de disposiciones especiales. rior, el siniestro que ofrece la figura 161, pertene-
ciente a la región de París, tuvo como consecuen-
cias hundimiento y desperfectos en las cons-
trucciones.
lQué medidas se tomarán cuando haya que
construir encima de antiguas canteras? En pri-
Inestabilidad profunda mer lugar hay que recabar información. Algunas
ciudades tienen cartografía de las explotaciones
Resulta de los vacíos que se forman natural- de canteras; en la región de París, 437 hojas a
mente o por obra del hombre, a medias o grandes escala 1/1000 cubren la ciudad y los tres depar-
profundidades. tamentos de la primera corona (92, 93 y 94) .
Esta zona se conoce bastante bien (los especialis-
tas estiman que en los planos están localizados
los límites del 90 al 95 % de las antiguas cante-
Zonas de explotación de canteras ras), no así las restantes y muy a menudo es
imprescindible hacer perforaciones, al no tener
Periódicamente, la prensa informa del hundi- oportunidad de explorar directamente pozos y
miento del suelo de antiguas canteras . Algunos galerías. La exploración permite valorar el esta-
de ellos son mortales: el día primero de junio de do de los pilares: pilares excavados (figs. 162 y
1961, en el municipio de Clamart (en el límite de 163). pilares levantados (fig . 164). Los trabajos
lssy Les Moulineaux) hubo 20 muertos y alrede- de construcción pueden comportar la consolida-
dor de 40 heridos. En aquella ocasión se abrie- ción de las canteras, sea con pilares de obra (fig .
ron importantes cavidades en el suelo, afectan- 165), con apuntalamiento mecánico eventual del
do a una zona de 6 Ha; la rotura de unos apoyos ciclo de la galería (fig. 165), sea mediante relle-
de creta que sostenían una capa de tierra de nos, especialmente sustancias que rigidificadas
30m de espesor supuso el hundimiento, que se tienen un elevado ángulo de rozamiento (figs.
tradujo en desnivelaciones de 5 a 6 m, con soca- 166 y 167). El lector que desee disponer de
vones que en algunos puntos alcanzaron 1O m. mayor información puede consultar, Recomman-
La cavidad resultante arrastró 25 casas y una dations sur le traitement des cavités souterraines
fábrica de tres plantas. et notamment des carrieres, denominadas Recom-
98
mandations CS 78, que estableció el Bureau Se-
curitas1. Las figuras 161 a 167, extraídas de este
texto, son cortesía de la lnspection Générale des
Carrieres del B.R.G.M. y de Entreprises S.I.F.
-Bachy et Botte, a los que estamos muy agra-
decidos.
99
Fig . 165. Consolidación del cielo de una cantera con pilares de obra y apuntalamiento mecánico. Derecha:
porción de cielo desprendido (Documento: Empresa Botte) .
Fig. 166. Pasta rigidificada de elevado ángulo de ro- Fig. 167. Inyección de pasta (Documento: Empresa
zamiento (Documento: Entreprise SIF-BACHY). Sif-Bachy).
100
Disoluciones de yeso gación de reconocer el emplazamiento y estar
documentado acerca de la importancia de las
El yeso es un sulfato de calcio que tiene la cavidades. En función de varios parámetros (pro-
propiedad de ser algo soluble en agua (cerca de fundidad y dimensiones de las cavidades, enver-
2 g/ 1). Cuando las aguas subterráneas circulan gadura del edificio que se va a construir, etc.)
por un terreno con yeso, además de que se trans- cabrá la posibilidad de:
forman en agresivas (véase cap. 5), forman cavi-
dades llamadas bolsas de disolución de yeso, -cimentar por debajo de las cavidades median-
cuyas dimensiones llegan a tener un volumen te cimentaciones profundas;
impresionante (varios miles de metros cúbicos); -rigidificar la estructura para dotarla de capa-
otras se despliegan longitudinalmente (al norte cidad, a fin de soportar sin deterioro hundimien-
de París las hay de varios cientos de metros y de tos localizados. Esta solución es aplicable cuan-
gran superficie) . La figura 168, gentileza de la do se llenan las cavidades o la aparición de
Société Solétanche Entreprise, muestra un gran socavone~ en la superficie es improbable.
socavón de disolución que aún no se ha manifes-
tado en la superficie exterior. En cambio, la figu -
ra 1 69 representa un caso reciente que sobre-
vino en la región de París y que sí salió a la luz Zonas de explotación minera
del día.
En lo referente a la construcción en zonas de El estudio de las perturbaciones que provoca
disolución de yeso, vuelve a repetirse la obli- la explotación de yacimientos mineros es muy
Fig. 168. Socavón subterráneo por disolución del Fig . 169. Socavón por disolución del yeso ya al exte-
yeso (Documento : Soletanche) . rio r (Documento: Botte).
101
periil antes
del hundimiento
zona de hundimiento
vena
\ periil después
del hundimiento
complejo y se escapa del cuadro de esta exposi- terrenos (fig. 170). Estos hundimientos tienen
ción. Nos·limitaremos a brindar algunas indica- forma de cubeta (fig. 171 ), en cuyos bordes se dan
ciones de carácter general. las perturbaciones más graves. Si se está en pre-
Los daños en superficie se deben al incorrecto sencia de un terreno de aluvión, caracterizado
relleno de las galerías. El relleno puede ser neu- por la uniformidad de las deformaciones, las
mático, hidráulico, por derrumbe, etc. Esta últi- construcciones que ocupen el fondo de la cubeta
ma técnica consiste en desencadenar el hundi- sufrirán los asientos más regulares, hasta el pun-
miento de la galería por supresión sucesiva de to de que si su encadenado es correcto no pade-
los puntales; debe su aceptación a su bajo coste, cerán daño alguno. Otra cosa sucede si el terre-
aunque los daños superficiales sean más impor- no que está en el talud de la depresión es someti-
tantes. do a esfuerzos de compresión o de tracción que
Aunque de manera esquemática, cabe decir puedan dislocar las edificaciones.
que la explotación de una mina genera hundi- Si se desea preservar una construcción rele-
mientos en una zona limitada por un tronco de vante o un monumento histórico, se recomienda
pirámide cuyo semiángulo en el vértice varía con iniciar la explotación minera exactamente por
la inclinación de las vetas y la naturaleza de los debajo del edificio, tomándolo como punto de
102
partida e irradiando desde el mismo las instala- gresivamente cifras considerables. En una igle-
ciones. No obstante, la realidad es bien diferente sia de Saint-Etienne llegó a 1O m y otro asiento
y no tan simple. sucedido al norte de la cuenca del Ruhr alcanzó
17m.
-la explotación minera acomoda su progre- Algunas fotografías que se obtuvieron en la
sión a la localización de los pozos de extracción, cuenca norte y estrecho de Calais ilustran lo
riqueza de las capas, inclinación de las mismas, antedicho.
etc. La explotación avanza hacia el edificio consi- Las figuras 172 y 173, tomadas con un mes de
derado que, por lo general, será sometido a las intervalo, muestran los daños que sufrió el ce-
primeras pruebas, cuando esté incluido en una menterio de Vieux Candé (norte) por efectos del
zona de extensión, al llegar a su cimentación el fenómeno de compresión.
borde de la cubeta. Las figuras 174 y 175 dan fe del desplome de
-el fenómeno se complica con la presencia de la fachada de una casa de Bruay-en-Artois (la
explotaciones antiguas a escasa profundidad de regla blanca, situada delante de la puerta y pro-
la costa natural del terreno. Estas galerías, a vista de un nivel de burbuja, marca la horizontal) .
veces clandestinas, pueden resultar afectadas Nótese el contrafuerte que se añadió, apreciable
por asentamientos de explotaciones recientes, a la derecha de la figura 174.
dificultando cualquier pronóstico relativo a la La figura 176 aporta documentación gráfica
evolución de los movimientos superficiales del de las grietas por deficiencias en el zuncho de
suelo. Otro elemento de perturbación es el que una casa en Lens. La figura 177 muestra los
nace de la inclinación de las capas en explotación. desperfectos en una bodega de un edificio veci-
-el terreno puede estar compuesto por grue- no al anterior, por acción de las compresiones.
sas capas de aluvión. El llano de Alsacia es un
ejemplo donde el suelo "obecede" con diligen-
cia a los movimientos que provoca la explota-
ción minera. El terreno que comporta capas grue-
sas de arenisca o esquistos (cuenca del Loira),
influido por explotaciones a gran profundidad
(de 600 a 800 m), forma bóvedas que pueden
resistir varios años la carga del suelo que tienen
sobre sí, hasta el día en que se asiste a impresio-
nantes fracturas que crean fallas a las que acom-
paña un considerable volumen de material resi-
dual. En posición intermedia a estos dos casos
extremos se hallan terrenos que sólo se hunden
con tal facilidad al estar en un llano de aluvión
de estructura geológica suficientemente homo-
génea.
A título indicativo, los asentamientos sucesi- Fig . 174 y 175. Desplomes en Bruay-en-Artois (Es-
vos de las construcciones pueden alcanzar pro- trecho de Calais).
103
Fig. 176 y 177. Daños en dos casas vecinas en Lens (Estrecho de Calais).
Fig. 178. Casa recién construida en Bruay-en-Artois, Fig . 179. Casa en Marles-les-Mines (Estrecho de
junto a la falla de Ruitz. Calais).
104
Fig. 180. Centro n.o 2 de la mina Auchel (Estrecho de
Calais). sito en una zona de extensión.
105
Fig. 183. Colapso de una iglesia por sentamientos mineros. Sólo resistió el campanario (izquierda).
-prever afluencia de aguas en las pendientes carreras continuas de elevado momento de iner-
fuertes y dotar de juntas elásticas a los conductos. cia, solución que recibe la denominación de cais-
se aoeufs.
En cuanto al reforza miento vertical de muros y
estructura estimamos que se diferencian dos
casos:
106
En casos concretos como iglesias, depósitos
de agua, edificios públicos, monumentos artísti-
cos, si se sospecha la presencia de futuros asen-
tamientos de importancia es muy útil prever, como
hemos señalado reiteradamente, nichos para ga-
tos de rosca que introduzcan las oportunas correc-
ciones. La figura 184 representa un puente en
Alemania, en que los apoyos se elevan por este
sistema. La figura 185 da una visión detallada
del dispositivo.
Conclusión
07
5. Ataque de cimentaciones
por el medio circundante
Las cimentaciones pueden ser objeto de ata- aparcamientos, etc.) por desgracia no garantiza
ques que en un plazo más o menos breve causen ninguna constancia en las condiciones que ro-
su ruina, la naturaleza del ataque depende de los dean al pilotaje; el conjunto de las causas anterio-
materiales que las compongan. A continuación res determina que en París, por ejemplo, el agua
estudiaremos sucesivamente: haya descendido 2 m en sesenta años (en los
treinta últimos se estima en 1,20 m). Cualquier
-cimentaciones de madera: fundamentalmen- pronóstico resulta arriesgado. En cualquier caso
te, los pilotes. es conveniente tratar la madera; el tratamiento
-cimentaciones metálicas: de nuevo el caso preventivo más conocido es la aplicación de creo-
único son los pilotes. sota, sustancia que envenena el alimento favori-
-cimentaciones de hormigón: donde se incluyen to de los hongos. Estadísticas realizadas en Esta-
las cimentaciones superficiales y profundas, am- dos Unidos hacen saber que la duración de un
bas susceptibles de recibir la agresión. pilote adecuadamente tratado puede superar am-
pliamente el centenar de años.
Entre los casos más sobresalientes de des-
trucción de pilotes de madera por putrefacción
Destrucción de pilotes de madera entresacamos el de Grand Palais, en París, y el de
Museo de Grenoble.
En Francia, cada vez es más infrecuente la La porción exterior al suelo puede recibir la
utilización de pilotes de madera en las construc- agresión de insectos (capricornio, termita). Ac-
ciones de nueva planta, razón por la que no insis- tualmente existen excelentes insecticidas de efec-
tiremos demasiado en el tema. Ello no es óbice tos preventivos duraderos.
para dar algunas indicaciones prácticas que pue-
dan ser de utilidad en obras de restauración con
cimentaciones de madera.
La madera enterrada se destruye por culpa de
un hongo que ataca a sus células; el pilote muere
por putrefacción (fig. 187). Adviértase que estos
hongos necesitan para su desarrollo no sólo hu-
medad, sino también aire, a pesar de que el
ataque no se da más que cuando el pilote está
por encima del nivel freático o cuando se trabaja
cerca del mar, en zonas de margas o sobre éstas.
Los pilotes que permanecen inmersos en el agua
no corren ningún peligro; la irregularidad de los
niveles freáticos fruto de bombeos industriales,
drenajes, redes de saneamiento y el estanca-
miento progresivo de las superficies de alimen- Fig. 187. Putrefacción de la parte no sumergida de
tación de las aguas subterráneas (red viaria, los pilotes.
111
de destrucción del metal. La solución está en
incrementar la capa de acero conforme al perío-
do de utilización del edificio y la naturaleza del
terreno y/o del agua que envuelve los pilotes.
Los valores de corrosión que rigen en Estados
Unidos son de 1 mm cada treinta años. En Fran-
cia el D.T.U. 13.2, referente a cimentaciones pro-
fundas, matiza mucho más al señalar que la des-
aparición anual de acero varía de 0,01 a O, 1 mm
según que el medio que circunda los pilotes
tenga agresividad pequeña, media o alta. Los
medios altamente agresivos (terrenos próximos
a fábricas de productos químicos) serán objeto
de estudios especiales.
Fig . 188. Basculamiento de un edificio por destruc-
Cuando los pilotes metálicos se llenen o en-
ción de pilotes por el Teredo nava lis.
vuelvan de hormigón o mortero, los cementos
que se usen resistirán también la agresividad del
medio (por ejemplo, y según los casos: cemento
Señalemos, para acabar, que los pilotes de de fraguado en agua marina, cemento con eleva-
madera empleados en obras marítimas pueden do contenido de escoria CHF, CLK; consúltese
ser destruidos por ciertos moluscos (por ejem- también el apartado siguiente).
plo el Teredo nava!Js). No tenemos conocimiento
de que en Francia se hayan producido siniestros
por esta causa. Remitimos al lector interesado en
la materia al documentado texto noteamericano
Ataque a cimentaciones
del profesor Chellis ya citado.
La figura 188 muestra el hundimiento de un
de hormigón
edificio en San Francisco (California) levantado
sobre pilotes de madera destruidos por la acción El hormigón se descompone por la acción de
del Teredo nava/is. numerosos productos contenidos en las tierras o
disueltos en las aguas; este tipo de ataques no
son raros. En general, y por no emplear el apro-
piado, lo que se descompone es el cemento;
para comenzar pensamos que bien vale traer un
caso curioso de ataque a componentes granu-
Corrosión de pilotes metálicos lares.
112
0,00 m
_,k_
·. ' ·.
- ; ~::
- 4,00 m cavidades relleno
+
_..k
limo poco
permeable
limo
. •
0 . 0 . • o • l arena y grava
- o o o primera fase: segunda fase:
_•. Cl ·O • O• . 1 corrosión del hormigón pandeo de las
o·. ·,, a a· 9
. 6 0° 0°0 ¿ 0 1 armaduras
Nota: para simplificar el dibujo sólo
se representan dos armaduras
en el pilote de la derecha
ESQUEMA DE LA CORROSIÓN DETALLE AMPLIADO
Fig. 189. Pilotes de hormigón atacados por aguas con ácido fluorhídrico, evacuadas a un sumidero demasiado
cercano a la cimentación.
limo poco permeable, material de aluvión del Ataque del cemento por aguas que
Ródano y 15 m de espesor de arenas y gravas. circulan en distintos suelos naturales
Cuando el sulfato se extendió en el terreno se
encontraba en estado anhidro, pero el agua de Entre las aguas agresivas citamos:
lluvia lo disolvió parcialmente; aunque el relleno
englobaba cavidades repartidas irregularmente, -aguas químicamente puras: (por ejemplo, las
se prodigaban en mayor número en la capa de que fluyen en suelos cristalinos: Bretaña, Macizo
limo. Central, aguas que manan en fuentes por el des-
Los pilotes se anclaron en el aluvión después hielo, aguas de lluvia, ... ) disuelven la cal del ce-
de atravesar relleno y limos. El edificio se cons- mento, reduciendo la compacidad y, por consi -
truyó y puso en servicio. Al poco tiempo se hizo guiente, la resistencia. Este problema se salva
un pozo negro donde evacuar las aguas residua- utilizando cementos con poca cal libre: cemen-
les que, cargadas de ácido fluorhídrico, se acu- tos de escoria, cementos puzometalúrgicos, ce-
mularon a la altura del limo poco permeable y, en mentos aluminosos.
un período muy breve, destruyeron por comple- -aguas que hayan circulado por suelos que con-
to el hormigón (el ácido fluorhídrico ataca al tengan sulfatos: sulfato de cal o yeso (aguas sele-
sílice) dejando intactas (se ignora la causa) las nitosas), sulfato magnésico (aguas magnésicas);
armaduras que fueron incapaces de soportar so- las primeras se combinan con uno de los compo-
las el peso de la construcción, doblándose; el nentes del clinker (principal componente, a su
edificio se hundió ligeramente. Su suprimió el vez, del cemento Portland), el aluminato tricálci-
pozo negro y se recalzaron los largueros de ci- co, también conocido por sal de Candlot, sustan-
mentación con va rios pilotes. cia tremendamente expansiva; la formación de
Retomemos de nuevo el tema de la descompo- sal de Candlot en el hormigón provoca tales ten-
sición de cementos por el medio que rodea las siones que determina su rotura. Los sulfatos son
cimentaciones. muy corrientes en Francia (terrenos con yeso) y
en el norte de Africa. Las figuras 190 y 191
muestran la destrucción, siete u ocho meses
después de su ejecución, de basamentos hechos
con cemento Portland a los que accedieron por
113
sucedieron varios casos de destrucción rápida
de cimientos de hormigón por aguas termales
que contenían cantidades disueltas de gas carbó-
nico (con los cementos Portland corrientes se
forman bicarbonatos solubles que arrastran la
cal del cemento) . La utilización de estas aguas en
la fabricación de hormigones es muy peligrosa,
pues desprende burbujas de gas que merman la
compacidad del hormigón y lo hacen menos re-
sistente, favoreciendo así que sea atacado. Aque-
llos casos en que intervengan aguas ácidas se-
rán objeto de análisis, pero, a priori, puede decirse
que los cimientos que los superan con éxito son
los mismos que se recomendaban para las aguas
químicamente puras.
114
Conclusión al ataque de los hor-
migones
115
6. Errores de ejecución
La destrucción de las cimentaciones por utiliza- tanto, nosotros nos circunscribiremos a citar al-
ción de un cemento inadecuado ha sido objeto gunos ejemplos.
de estudio en las páginas precedentes.
Fuera del caso anterior y el que resulta de la
falta de precauciones en período de heladas (véa- Primer ejemplo
se pág.) no sabemos prácticamente de otros
daños debidos a defectos de ejecución de cimen- Muestra el hundimiento de un muro heterogé-
taciones superficiales en obras de nueva planta, neo (fig. 192) en un inmueble de París, que se
no así en cuanto a equivocaciones en tareas de recalzó en su parte inferior como paso a la cons-
recalce de cimentaciones existentes que sí die- trucción de un nuevo edificio con dos plantas de
ron lugar a siniestros importantes en número y sótano.
en coste. En una primera fase analizaremos unos
cuantos para, después, pasar revista a varios
defectos de ejecución en materia de cimentacio- Segundo ejemplo
nes profundas.
Caso que sucedió en una gran ciudad de Ale-
mania (fig . 193).
Para la construcción de un edificio de nueva
Insuficiencia o falta de precaucio- planta se tuvo que recalzar la cimentación de
nes en obras de recalce otro que, aunque antiguo, estaba renovado por
entero. Se supone que, por desgracia, no se dejó
alguna banqueta junto a este último y, antes de
A pesar de que actualmente en muchos traba-
iniciar las pertinentes operaciones, la cimenta-
jos de envergadura -y más aún si se trata de
ción existente descendió llevándose consigo par-
realizar varios sótanos junto a edificios existen-
te de la edificación.
tes cuyas cimentaciones estén a inferior pro-
fundidad- se emplean paredes como muro de
contención en sustitución de las tradicionales
Tercer ejemplo
soluciones para recalce, en obras de menor mag-
nitud éstas mantienen su vigencia y constituyen
Este suceso corresponde a la región Ródano-
todavía una operación delicada. La enumeración
Aipes, y tuvo como consecuencia el derrumba-
exhaustiva de las precauciones que han de to-
miento parcial de un edificio existente (figs. 194
marse desborda el ámbito de este texto (conser-
y 195), a lo largo del cual se estaba abriendo la
vación de banquetas de tierra, recalce por par-
excavación de la zanja de cimentación que discu-
tes, apeo insuficiente ... ). Remitimos sencillamente
rría entre 1 y 2 m por debajo de la perteneciente
al lector a la literatura especializada 1 y, mientras
al primer edificio.
1. Y principalmente al capítulo 11, escrito por Robert Se dejaron banquetas sin hacer (figs. 195 y
Bertin, de la obra La Pratique des Sois et Fondations, 197), puntales poco abundantes (figs. 194, 196,
publicada bajo la dirección de Georges Filliat, Editions 197 y 198), las tareas de recalce por partes se
du Moniteur. ejecutaron de forma bastante curiosa, de la que
119
dan una idea las figuras 197 a 199. Los dos
pilares que se ven en la figura 198, entre los
mechina les que actúan de apeo, no son de hormi-
gón, como podía sospecharse, sino de tierra .
Fig . 193. Colapso parcial de un edificio existente a lo Figs. 194 y 195. Vistas del hundimiento parcial de un
largo del que se excavó la zanja de cimentación a nivel edificio junto al que se abrió la zanja de cimentación sin
inferior a su cimentación, sin dejar banqueta de seguri- banqueta.
dad para el recalce.
120
Fig. 197. Puntales bajo la zapata existente. pero sin Figs. 198 y 199. Detalle del recalce .
banqueta alguna.
121
Defectos de ejecución penetra la longitud de anclaje adecuada, se llena
progresivamente de hormigón por capas de 20 a
en cimentaciones profundas
50 cm que se compactan. El tubo se iza poco a
poco, según indiquen unas marcas fijas que, en
Al margen de ciertos casos de siniestros, por general, lleva el cable del pilón o el de recupera-
lo demás poco numerosos -pero de elevado ción, con objeto de asegurar la presencia de una
coste-, debidos a la deshonestidad de una ínfi- altura suficiente de hormigón en el mismo (altu-
ma minoría de empresas poco escrupulosas, cabe ra de hormigonado) para que su interior no que-
decir que la mayoría de los defectos en materia de nunca abierto y penetre el agua, o la tierra se
de cimentaciones profundas proceden de erro- desmorone.
res involuntarios por falta de experiencia del per- La edición de abril de 1966, del D.T.U. 13.2,
sonal de algunas empresas constructoras. No relativo a cimentaciones profundas, indicaba que
siempre se llega a situaciones críticas porque las la altura de hormigonado debería ser como míni-
anomalías se pueden descubrir merced a contro- mo el doble del diámetro del tubo; la reciente
les de la ejecución, o ulteriores verificaciones edición de 1978 es más liberal en casi todos los
con métodos de suficiente fiabilidad; no obstan- casos, establece un valor mínimo de medio diá-
te, estas medidas no excluyen que ciertos defec- metro en los pilotes de tubo hincado y hormigón
tos exijan rehacer nuevas cimentaciones cam- compactado, y de un metro para el resto de los
biando su ubicación, agregar pilotes, etc., trabajos casos. Para mayores precisiones consúltese el
que alteran la buena marcha de la obra. D.T.U. 13.2.
Si no se toma esta precaución, se corre el
riesgo de tener bolsas de tierra en el pilote, hor-
migón con exceso de agua por entrada de éstas
Incidencias del hormigonado en seco en el tubo; la figura 201, cortesía de M.H. Cambe-
fort, presidente de la Comisión Técnica de Cimen-
La figura 200 muestra la ejecución de un pilo- taciones del Bureau Securitas (al igual que las
te de tubo hincado y recuperable. Como se sabe, figuras 203, 204, 208, 209 y 215 a 217 se
en cuanto el tubo alcanza la capa resistente y extrajeron de un texto editado hace diez años), 1
representa un pilote del que se separó el hormi-
gón defectuoso rascando ligeramente. Estas zo-
nas en mal estado se debían a la disolución del
hormigón por la circulación de agua y aire proce-
dentes de un uso incorrecto del aire comprimido.
Esto último también es lo culpable de los daños
que revela la figura 202; estas circunstancias se
dieron en una obra que se realizaba en una ciu-
dad del nordeste de Francia.
Por suerte no hubo que lamentar percance
alguno, porque cuando se inició el encepado
pudo advertirse la mala calidad del hormigón. Se
trabajaba con pilotes perforados y con extrac-
ción del tubo por aire comprimido al ejercer pre-
sión en el hormigón fresco que actúa de pistón.
Los pilotes penetraban a través de material de
-- -~~- : ·; Jalt~~d-: - -
relleno que cubría una antigua cimentación a
base de mampostería desligada. Un error en la
~·~·-- ·:·, hormigonado --::__ _
,,
.· ·-..-· - - --· -- " regulación de la presión del aire hizo que los
· -. componentes finos del hormigón (cemento y are-
na) fueran inyectados al terreno, llenando los
huecos entre los mampuestos. En el fuste de los
pilotes sólo quedó la grava sin la menor consis-
correcto incorrecto tencia. La utilización de aire comprimido exige
(excesiva rapidez en grandes precauciones.
la elevación del tubo)
122
Fig. 201 . Hormigón deslavado por el agua (Documen- Fig . 202. Mal control del aire comprimido con capta-
to: H. Cambefort) . ción de arena y grava en el exterior del pilote.
123
La puesta en obra de hormigón en capas suce- ciones sensibles en el fuste del pilote, que dan
sivas que se compactan requiere que éste sea un paso a esfuerzos que el suelo por sí mismo es
hormigón seco. Pero si el vertido se hace desde incapaz de absorber. La figura 208 parece una
cierta altura hay que temer un alto grado de caricatura, pero reproduce con fidelidad los inci-
segregación, incrementado con la compactación. dentes sucedidos en una obra de un país nórdi-
Así ocurrió en el pilote de la figura 203. Si en co. En esta figura se contempla el aspecto de un
cambio el hormigón no se compacta en el inte- pilote de tubo hincado a través de arcillas limo-
rior del tubo (pilote moldeado e hincado y pilote sas después de una total extracción . Semejante
perforado con tubo) no es tan imperioso que el caso, por fortuna, no acostumbra ser corriente.
hormigón sea tan seco, so pena de favorecer un Otra circunstancia que está lejos de ser excep-
exceso de adherencia con la superficie interior cional es la mala calidad del hormigón de los
del tubo. Por esta razón, la norma D.T.U. 13.2 pilotes. Sólo existe un informe elaborado hace
preconiza para pilotes perforados el empleo de tiempo en que se estudie la resistencia a rotura
hormigones de consistencia plástica (descenso en probetas de ensayo y resistencia del hormi-
mínimo en el cono de Abrams de 14 cm, o, gón en obra tomada a partir de los pilotes. Se
preferiblemente, 18 cm). pecaría de ilusos al querer establecer los esfuer-
El uso de un hormigón demasiado seco y la zos admisibles del hormigón en el pilote en fun-
extracción brusca del tubo determinaron los da- ción de los resultados de ensayos en cubos o
ños que registró una obra en la zona de Toulouse cilindros. La figura 209 enseña el estado de un
a base de pilotes perforados de gran diámetro: pilote aplastado al entrar en carga; su ruina se
acusada discontinuidad en el fuste (fig . 204) o produjo cuando la carga (calculada según la sec-
cavidades importantes en el hormigón (figs. 205, ción teórica) llegó a 80 kg/ cm 2 •
206, 207). En estas tres últimas ilustraciones se Cuando se compara este valor con el que mar-
observan perfectamente los fragmentos superfi- ca la norma D.T.U . 13.2 para hormigonado en
ciales que se arrancaron al extraer el tubo. lugar seco, cabe preguntarse qué sucedería si el
En los terrenos muy blandos la compactación hormigón fuera de mala calidad y el fuste osten-
excesivamente violenta puede originar deforma- tara estrangulamientos locales. Tales considera-
Fig. 205. Desgajes y discontinuidades en el fuste de Fig. 206 . Reducción importante de sección en el hor-
hormigón de un pilote perforado. migón de un pilote perforado.
124
Fig. 207. Nidos de cantos y huecos importantes en el
fuste de un pilote perforado.
125
Fig. 21 O. Desplome de edificio sobre pilotes : junta de
dilatación abierta (Documento : Soletanche) .
'
1
1
1
1
-:-pilote
abrazadera existente
1
pilote
1 1
Fig . 212. Sistema de recalce (Documento : Soletan-
- - - - ..L....L
che).
126
Incidencias del hormigonado económicos; el saneamiento del fondo de los
bajo el agua pozos lleva al empleo de un equipo muy especiali-
zado. Si no fuera posible, es aconsejable cam-
En cada uno de los casos precedentes hemos biar el método de ejecución de la cimentación .
dado por sentado que se hormigonaba en lugar
seco, es decir, que no era posible la mínima
entrada de agua en el tubo durante el proceso de
vertido. Esta situación se plantea cuando en el
terreno no hay agua y si la boca del tubo está
cerrada de forma estanca, como así sucede en Incidencias del hormigonado bajo
ciertos tipos de puntas o en pilotes cuya base es lodo de perforación
un tapón de hormigón comprimido. De cualquier
manera, la empresa constructora debe verificar, Se recurre a la técnica de la perforación en
antes del hormígonado, sí hay presencia de agua lodo que, recordemos, consiste en que la tierra
y, durante el proceso de pilotaje, sí es preciso se mantiene a lo largo de las paredes de la perfo-
respetar la altura de hormígonado. ración no gracias a un tubo, sino a la aplicación
La penetración del tubo de los pilotes perfora- de un líquido tixotrópico de densidad entre 1,05
dos y de algunos tipos de pilote hincado en un y 1,2, obtenido al dispersar bentonita en el agua.
terreno inmerso en agua provoca necesariamen- Este procedimiento se puso en práctica por vez
te la subida de ésta por el tubo, circunstancia primera en Francia por el año 1955 (pared mol-
que impone el hormigonado bajo el agua. El deada en la presa de Serre-Ponc;:on), está puesto
procedimiento que consiste en verter sin nin- al día y es una técnica muy segura, con tal que la
gún cuidado el hormigón en el interior del tubo empresa que la ponga en juego tenga total domi-
desde lo alto está condenado a desaparecer por nio de la misma y posea el equipo apropiado.
comportar la dilución del hormigón. Principal causante de accidentes es equivocar
Un hormigón demasiado seco no se comporta la elección del lodo cuya viscosidad ha de oscilar
satisfactoriamente en contacto con el agua; es entre dos valores límite; por debajo del límite
preferible utilizar uno de consistencia plástica. El inferior, el lodo no es apto para desarrollar su
hormigonado puede hacerse con cuba de fondo labor de contención provisional; por encima de
practicable o, mejor, con tubo sumergido. No cierta densidad, será excesivamente rígido, no
insistiremos sobre las precauciones que estos ascenderá a medida que progrese el hormigona-
procedimientos requieren, baste con remitir al do y existe el peligro de que se formen bolsas de
lector a la norma D.T.U. 1-3.2. lodo y, por consiguiente, discontinuidades en el
En todo caso, y antes de dar por concluido este hormigonado (figs. 215 y 216). El hueco enorme
apartado, querríamos destacar los numerosos que aparece en la figura 216 recuerda a la jaula
accidentes que se producen en la ejecución de de los leones y prueba fehacientemente que la
pozos perforados, más allá del nivel freático, empresa constructora no dominaba demasiado
cuando son perforados con ayuda de cuchara la técnica ...
extractora y cuando el terreno de apoyo es de La figura 217 representa la punta superior de
materiales que, en seco, tienen prácticamente la un conjunto de pilotes perforados en el lodo. El
coherencia de la roca, pero que al romperlos los falso cake (denominación que recibe el depósito
dientes de la cuchara y diluidos por el agua subte- de lodo que rodea las armaduras) no recibió el
rránea se convierten en lodo. Entre esta clase de empuje del hormigón. El defecto es total y abso-
terrenos están ciertos tipos de arcillas o margas luto. En cuanto a la figura 218, se trata de un
muy compactas, propias de las orillas de la cuen- muro moldeado (podría decirse, con mayor acier-
ca parisina y algunos esquistos del Macizo to, masacrado) ejecutado por una empresa que
Central. debutaba en esta clase de trabajos.
Los residuos de estos suelos así reblandeci- Esta serie de ilustraciones, tomadas al azar
dos no pueden extraerse con la cuchara y en la entre las más sorprendentes, no tienen el propó-
base de la perforación forman una capa altamen- sito de poner en entredicho un procedimiento
te compresible difícil de eliminar. El vertido del que, repetimos, tiene probada eficacia y seguri-
hormigón en el pozo, incluso con tubo sumergi- dad; tan sólo deberían animar a que trabajos de
do, sin mediar saneamiento, expone a que en el esta naturaleza se encargaran a empresas cualifi-
fondo se mantenga un lecho de lodo que, con cadas, sin basarse sólo en criterios económicos.
casi absoluta certeza, será la clave de ulteriores Esta opinión no es únicamente aplicable a las
asentamientos. Los remedios ni son sencillos ni perforaciones en lodo ...
127
Fig. 21 5. Mala ejecución en un pilote perforado en el Fig. 216. Esta cavidad recuerda a la jaula de los leones.
lodo : la sección del hormigón se reduce notablemente.
128
-levantar el pilote en su totalidad si éste tiene
suficiente resistencia (pilote prefabricado o pilo-
te armado, moldeado y ya endurecido) ;
-provocar el estiramiento, o sea la rotura de la
columna de hormigón si estuviera aún fresco.
129
- LOGEAIS
aprox. + 1 0,90 m
losa de 12 cm ;-
~a
desplome, 4 cm
(detenido por
el soporte en
de 35 x 50 cm
un edificio
SECCIÓN (AUMENTADA) BB, vecino)
POR LA ZAPATA cuba metálica
de 100m3
(0=4,00 m)
SECCIÓN AA
pilotes hincados, 30 x 30 cm
jácena
de 35 x 50 cm
A A
losa circular
0 5, 70 m, e = 12 cm
relleno -
pilotes hincados
--- terreno
;;-- .. - - - blando
de 30 x 30 cm
VOLUMEN VISTO L = aprox. 6,00 m
DESDE ABAJO aprox. -5,40 m
- ,,
Fig. 221 . Siniestro por falta de unión entre la obra y los pilotes (!) y falta de coordinación entre empresas
participantes.
Los hechos fueron como sigue: correspondía a una penetración de 1,50 m en las
La cuestión era asentar convenientemente en arenas y gravas, y los rechazos que se obten ían
una fábrica tres cubas cilíndricas idénticas, de permitían contar con una capacidad portante de
1 O m de altura, 4 m de diámetro y 100 m 3 de 80 Tn, teniendo presente el coeficiente de seguri-
capacidad (fig. 221 ). Los sondeos previos indica- dad que pecaba por exceso.
ron la existencia de una capa de poco más de 5 m Una de las tres cubas, justo al entrar en carga,
de suelo no coherente, después un banco de exhibió un desplome de 4 cm y no cayó porque
arena y grava de 3,1 O m de espesor y bajo éste, vino a apoyarse en un forjado próximo ; el dado
unas margas compactas. Se decidió que el sopor- de hormigón se asentó 1 o 2 cm. Todo el mundo
te que recibía la cuba descansara en un dado se perdía en conjeturas que justificaran el desplo-
macizo de hormigón armado, compuesto por me; muchos edificios vecinos tenían la misma
jácenas unidas superiormente por una losa de clase de cimentación sin que sufrieran perturba-
12 cm de canto (fig . 221, sección BB); esta zapa- ción alguna . Se avanzó la hipótesis de un asenta-
ta descansaría en siete pilotes prefabricados de miento de los pilotes, consecuencia de la priva-
hormigón armado, sección cuadrada de 30 cm ción de los componentes finos de las arenas y
de lado, hincados y anclados en las arenas y gravas arrebatados por una corriente de agua ...
gravas. Este proyecto se puso en práctica ; se hasta que se hizo un sondeo bajo el dado y mostró
hincaron los pilotes; su longit ud, muy regular, que éste no descansaba sobre la cabeza de los
130
pilotes, lo hacía en una capa de relleno a manera Conclusión
de colchón comprensible que los cubría. ¿Ha-
bían oído acaso los constructores que las cubas
debían descansar sobre un lecho de arena? Se Para finalizar este capítulo sobre los errores de
tuvo que levantar la cuba, demoler el lado y la ejecución, nada mejor que tomar prestadas de
zapata, y reconstruir la obra ligándola directa- Henri Cambefort unas cuantas frases extraídas
mente a los pilotes. de la obra ya citada que apuntan expresamente a
Este ejemplo tiene el mérito de enseñar que no los pilotes o pozos moldeados en el terreno.
basta con concebir cimentaciones profundas téc-
nicamente irreprochables y ejecutarlas a la per- "Los defectos pueden deberse a las siguientes
fección. Es preciso tener garantía de que las causas:
uniones se han previsto para transmitir eficaz- -mala adaptación del procedimiento de hormi-
mente a los pilotes todos los esfuerzos que ven- gonado,·
gan de la estructura. Esto implica la buena coordi- -empleo de hormigón susceptible de dar bue-
nación entre las distintas empresas comprome- nas resistencias, pero de mala puesta en obra,·
tidas en la obra, pues, contrariamente a lo que -por último, dificultades de ejecución que se
ocurre en las cimentaciones superficiales, quien escamotean para ir deprisa, y no perder dinero en
dirige la obra no ·es el mismo que realiza las un contrato mezquino."
cimentaciones profundas. Es indudable que de "Frecuentemente este último motivo es el fun-
haber existido la coordinación necesaria y, espe- damental. Alarma comprobar que en ocasiones
cialmente, de existir una planificación precisa sólo depende del contratista que cree economi-
conocida por el personal correspondiente, este zar pagando exigua mente trabajos en los que el
suceso no hubiera tenido lugar. control exige el perfecto conocimiento de un
oficio poco excepcional."
"No se acierta al opinar que los defectos sean
cosa usual. Lo que hacen es desacreditar proce-
Pozos perforados de poca dimientos que tienen positivo valor. En contra-
profundidad partida, gran cantidad de cimentaciones bien
hechas prueba que, a pesar de los obstáculos,
todavía hay equipos, desde el ingeniero hasta el
Todo lo antedicho se refiere en concreto a los
obrero, con dominio de su oficio, en los que se
pilotes o pozos perforados. La realización de
puede confiar. Lo esencial es elegir bien."
pozos de gran diámetro y poca profundidad (3 a
4 m) es trabajo que se atreven a hacer empresas
no especializadas, empresas constructoras tradi-
cionales, con una pala con cuchara que, cuando
se supone ha alcanzado el terreno idóneo, detie-
ne su labor y se pasa a rellenar el pozo con
hormigón en masa. Esta operación realizada en
terreno seco y características favorables no tiene
nada de censurable, a condición de reforzar, aun-
que sea ligeramente, el metro superior para evi-
tar descensos accidentales; pero si el terreno no
es coherente y además la parte final de la perfora-
ción se efectúa bajo el agua, se corre el peligro
de verter el hormigón encima de la capa de tierra
o lodo que cubre el fondo de la excavación. En
este último caso la empresa constructora entuba-
rá o reforzará el agujero a medida que descienda
la pala extractora y practicará un saneamiento
del fondo antes de hormigonar.
131
7. Causas varias
Hemos traído a este capítulo tipos de daños
que no logramos clasificar en categorías especí-
muro de ladrillo
ficas: cota inicial ~ macizo sin cimentación.
del terreno
-sea porque no son trabajos de cimentación
propiamente dichos: sería el caso de explanacio-
-_l_--- __ ~--'. .~.......-r:J
nes a lo largo de cimentaciones existentes (aje-
nas a los trabajos de recalce estudiados en el
cap. 6); berma
-sea por constituir casos especiales con parti-
150
cipación de causas múltiples.
cota de
explanación
Explanaciones inmoderadas a lo
largo de cimentaciones existentes
A excepción de si los suelos son de roca en Fig. 222. Explanación inmoderada a lo largo del muro
buen estado, la ejecución de excavaciones a ni- de un edificio.
vel inferior del que tenga la cimentación de un
edificio vecino sin las pertinentes precauciones
siempre es arriesgado. En la mayoría de los ca- macizo descansaba directamente en el terreno
sos estas excavaciones inmoderadas inducen el de arena arcillosa, a unos 50 cm por debajo del
hundimiento parcial o total de la construcción terreno natural (fig. 222); la excavación aún llega-
cuya cimentación se descalza. Ofrecemos a con- ba a un metro más de profundidad. Parte del
tinuación tres ejemplos. hotel se hundió (fig. 223).
Tenemos noticia de muchos casos como el
precedente; la figura 224 muestra uno en Lan-
Primer ejemplo guedoc que se tradujo en el hundimiento parcial
del edificio, al iniciarse las obras de una clínica.
Este caso se dio en Normandía. Una empresa
constructora debía levantar un edificio de nueva
planta junto a un hotel. Atribuyendo a las cimen- Segundo ejemplo
taciones de este último igual profundidad que
las del futuro inmueble, no se creyó necesario Tuvo lugar en la zona oriental francesa, junto a
verificar en toda la longitud del hotel una banque- las Ardenas.
ta o berma de 0,30 m. En realidad, el muro del Una familia adquirió un viejo y destartalado
hotel carecía de cimientos; la fábrica de ladrillo edificio en piedra, antigua granja, con el propósi-
135
Fig. 223 . Colapso parcial de un hotel por excavación inmoderada.
136
Fig. 224. Hundimiento de un edificio por imprudente Fig . 225. Hundimiento de un edificio por abertura, a
abertura de la zanja de cimentación en la propiedad lo largo de sus muros, de una zanja de traída de aguas.
colindante.
55 m j
conducto de fluidos
hacia los
...--
-- --
:::::..- --- -- ----------t. ------ ----
·- -:::: calefacción
E
(\J
pabellones (\J
137
Poco después de entrar en servicio la instala-
ción de calefacción aparecieron unas grietas en
los pies derechos de las bóvedas que encuadran
la galería en el segundo sótano. Como las grie-
tas, unas oblicuas, otras horizontales, aumenta-
ban de amplitud, el director-médico empezó a
inquietarse. A título oficiosos se llamó a consulta
a un experto; declaró que las figuras no revestían
gravedad, que se debían a asientos normales por
desecación de la arcilla que había a ambos lados
de la galería. Esta arcilla no podía deshidratarse
más que por el calor sofocante que reinaba en el
Fig. 227 . Sección esquemática del sótano y la cimen - mal ventilado conducto; sin embargo, esta con-
tación del castillo. clusión nos pareció poco plausible.
Después de solicitar un sondeo al pie de la
cimentación, nos fue posible comprobar que ésta
to que albergaría las distintas canalizaciones de no descendía más allá del suelo del sótano (fig.
fluidos a los pabellones atravesaría por entero el 228), es decir, que había quedado descalzada un
castillo por debajo del nivel del segundo sótano. promedio de 1,70 m por los trabajos de excava -
Este conducto se representa a trazos disconti- ción de la galería.
nuos en la figura 226 y en la sección de la figura Una visita a esta última posibilitó el examen de
227; en su recorrido forma una galería de 1,30 sus muros laterales; estaban provistos de una
m de anchura interior y una altura que varía entre delgada capa de hormigón de mala calidad, ar-
1,60 y 1,85 m. La figura 228 nos da un detalle de mado simbólicamente con una malla soldada; en
estas características. El techo del conducto, al definitiva, desempeñaban verdaderamente más
mismo tiempo suelo del pasillo del segundo sóta- un papel de acabado que de muro sustentante,
no, es de hormigón armado de 20 cm de grueso; muros que, además, no estaban anclados por su
en toda la longitud del pasillo hay repartidas base. En estas condiciones era previsible una
bocas de acceso. En los muros laterales del con - catástrofe a plazo más o menos breve: bastaba
ducto se empotraron perfiles metálicos que hicie- un escape en las tuberías, calorífugas, pero difí-
ron de soporte a la instalación de agua cal iente y cilmente visitables, para que la arcilla de cimenta-
vapor de agua a baja presión. Estas tuberías son ción perdiera su cohesión, haciendo presumible
calorífugas, pero en el interior de la galería no el hundimiento. La galería se apuntaló urgente-
hay suficiente espacio para desplazarse cómo- mente, tarea ardua por culpa de las tuberías.
damente. El asunto se llevó a los tribunales ; el colectivo
de expertos designado coincidieron en seguida
en la necesidad de una obra de recalce de las
cimentaciones.
Tras el cómico intermedio que representó la
venida de un famoso experto designado por una
de las partes, el cual sugirió, para evitar los gas-
tos de un recalce, mantener el empuje de la
sótano
cimentación mediante una red de pilotes hinca-
dos (basta observar en la figura 228 las dimen-
pas illo
siones del pasillo para percatarse del realismo
de semejante propuesta), finalmente, el tribunal
delgado 130 ordenó la obra del recalce, cosa que se hizo sin
pa ramen- ~---i----~1-"!-:..,:--'-""---"tl dilación a cargo de una empresa especializada
tod~ hor- J o
de gran experiencia, bajo una rigurosa vigilancia
m1gon reca lce ~ recalce
1 , ~galería y con planos de ejecución muy detallados. Los
1 j 1
1 ' 1 trabajos fueron sumamente delicados, con una
L----- ----L--t-- - - -~- ---- - -~ larga duración (a pesar del ritmo impuesto), pero
losa de horm igón armado
se logró salvar el edificio y evitar una catástrofe
que podría haber sido mortal, a tenor del número
Fig. 228. Sección del segundo sótano, galería y recal- de personas que lo ocupaban.
ces. El trazo discontinuo delimita las zonas de recalce.
138
,__ _ _ _.....,. +_J:
16,10 m
BASCULAMIENTO
DE UN SILO
0,00 m
tierra vegetal
arcilla
arcilla
y cantos
marga
arcillosa
grava
arcillosa
grava
sección tran sversal sección longitudinal
Fig . 229 . Siniestro de un silo para cereales a causa fundamentalmente del pandeo de pilares.
139
Fig. 232. El extremo oeste del silo se apoyó en el
terreno.
140
ce ser que algunas presentaban los efectos de la
corrosión por la aparente mediocridad del hor-
migón.
De nuevo este ejemplo pone de manifiesto la
influencia nefasta de los rellenos que desencade-
narán el pandeo de los pilares, fenómeno que el
terreno -también de relleno- que envolvía los
apoyos no podía contrarrestar. Una cimentación
por pozos o pilotes, suponiendo la incoveniencia
de un zampeado, hubiera evitado el hundimiento.
141
Conclusión
1) En casi todos los casos, la mecánica del suelo no tiene responsabilidad ; los conocimien-
tos actuales son suficientes para prevenir la mayoría de los siniestros.
Particularmente, los cálculos de la capacidad portante y de los asentamientos -a pesar de la
imprecisión que afecta a estos últimos- están al alcance de muchos usuarios, su aproximación es
satisfactoria para evitar la mayor parte de los errores, a condición de que estos cálculos surjan de
datos geotécnicos fiables.
2) La ignorancia es fuente de la mayoría de los siniestros, así como el desconocimiento de las
propiedades esenciales del comportamiento de los suelos que, si se asientan, es porque se cargan por
cimentaciones o rellenos, y si se deslizan es debido a que el agua modifica sus características. Sin
embargo, dado que estos siniestros son fruto de un exiguo número de causas bien definidas, su
prevención tendría que verse favorecida por la formación y la información.
3) Lo antedicho inclina a formular que los daños vienen de errores de concepto, sea cual
fuere la magnitud de los mismos; lo que es insólito es no rodearse de consejeros cuando se es un
ignorante. Muchos siniestros no se hubieran producido si desde las fases iniciales de la obra se
hubiese consultado a un geotécnico preparado que indicara la clase y el lugar donde emprender
investigaciones y reconocimientos .
4) No nos cansaremos de repetir que no es posible enfrentarse a un problema de suelos sin
evocar la interacción terreno-estructura. En esta lucha de influencia en que el suelo se opone a la obra,
el más débil se somete a la ley del otro.
Y, puesto que se trata de poner fin a este texto, no querríamos terminar sin efectuar dos
constataciones, a pesar de todo optimistas.
- Los daños en las cimentaciones son ahora menos numerosos que hace diez años, indicio
de que el dominio de las ideas correctas progresa con lentitud, pero con seguridad.
-Afortunadamente, cada vez que se construye un edificio no se produce un siniestro, pues si
el hecho de construir no importa dónde ni cómo, constituye el modo más firme de alimentar la rúbrica
patológica, por el contrario, la mayoría de los errores se podrían soslayar ateniéndose a unas pocas
reglas, por lo demás bastante sencillas.
143
En la práctica de las cimentaciones y, En la misma colección
en general, en la mecánica de suelos, la
teoría no debe dejar en el olvido los condi- EdwardAIIen Cómo funciona un edificio
cionantes de la realización. El libro de Louis Principios elementales
Logeais es una confirmación oportuna para
quien quiere olvidarlo; de manera didáctica H. J. Eldridge Defectos comunes
se sirve de una serie de incidentes y catás-
trofes escogidos entre los que trató el Bu- Denis R. Harper Diseño, obra y uso
reau Securitas para extraer 2000 acciden-
Bruce Martín Las juntas en los edificios
tes en cimentaciones. El resultado es apa-
sionante y nos brinda al menos dos ense- John Trill El caso de la esquina
ñanzas. Jack T. Bowyer rota y otros problemas
- En primer lugar, vemos que todos constructivos.
los accidentes son imprevisibles y son una
Una aproximación científica
lección de modestia para quien proyecta. a la patología.
Lo más importante en la prevención de
estas situaciones fue, en numerosos casos,
el disponer de un buen estudio geotécnico
en forma de esquema descriptivo del pro-
blema que suscita al constructor toda ci-
mentación.
El cálculo es la última y necesaria justi-
ficación del proyecto.
-En segundo lugar, el estudio de
estos casos enseña que la realidad es com-
pleja, no se deja insertar en categorías sim-
ples.
Un curso de Mecánica del Suelo permi-
te tratar diferentes materias capítulo a capí-
tulo: infiltraciones, muros de contención, ci-
mentaciones, asientos, etc. Los casos que
se mencionan se sitúan en la frontera de
distintas clasificaciones y muestran la nece-
sidad de mantener el espíritu alerta y pen-
sar que un «bello accidente>> es siempre
algo interdisciplinar.