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ARTÍCULO DESTACADO DE DOCTRINA

NACIONALSOCIALISTA.

LA VERDADERA POSTURA DEL


NACIONALSOCIALISMO Y DE
SUS MAYORES EXPONENTES
HISTÓRICOS RESPECTO A LA
RAZA Y EL RACISMO.
POR ACGS.

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LA VERDADERA POSTURA DEL
NACIONALSOCIALISMO Y DE SUS
MAYORES EXPONENTES
HISTÓRICOS RESPECTO A LA RAZA
Y EL RACISMO.
Por ACGS.

En un momento en que cualquier punto de vista o persona puede


ser etiquetado como "nazi", un ejercicio útil es analizar lo que los
principales nacionalsocialistas, incluyendo a Adolf Hitler, afirmaron
sobre cuestiones de raza y nación. Europa está siendo víctima de
una política de suplantación poblacional. En otras partes del mundo,
la raza blanca está en franco retroceso, como sucede en
Iberoamérica. La realidad es que nos estamos quedando sin
espacio. Por tanto tener una visión retrospectiva de lo que decían
aquellos que supieron poner el problema racial en primer lugar de
consideración, no es solamente necesario, sino indispensable. Sin
embargo debemos tener claro el tiempo histórico en que muchas de
estas declaraciones fueron hechas. La visión nacionalsocialista de
la raza y el conflicto racial se fue radicalizando conforme avanzaba
la guerra. Durante el período de lo que se llamó guerra total esa
visión llegó al punto más alto de radicalización.

Al día de hoy, lejos de estar proponiendo una política supremacista


de nuestra raza con respecto al resto del mundo, abogamos por el
desarrollo separado, por el derecho a conservar nuestros territorios,
incluyendo aquellos que hemos conquistado por acciones militares
totalmente válidas e históricamente superadas. Es en ese marco
que decimos que la raza blanca debe reaccionar y asegurar el
futuro de sus hijos y la seguridad de sus mujeres.

Nuestro blog está muy lejos de los supremacismos racistas


extremos. No deseamos ni la aniquilación, ni el sojuzgamiento de
otras razas o pueblos. Mucho menos la guerra racial, que
desgraciadamente parece inevitable a mediano plazo.
El único pueblo que vemos como enemigo, es el judío, pues lo
consideramos una verdadera amenaza para la seguridad y
desarrollo de nuestra raza. Pese a ello, la vía de lucha y las
soluciones que planteamos a su respecto son políticas y no
expresan en ningún sentido la eliminación física de los mismos.

Un principio clave de la política racial del nacionalsocialismo fue


claramente expresado por Hitler:
"Nuestro orgullo racial no es agresivo excepto en lo que se
refiere a la raza judía".
La cuestión judía fue descrita en detalle y fue una pieza central en
el Nacionalsocialismo.

El objetivo final de la lucha judía por la existencia es la


esclavitud de la gente productivamente activa que los
rodea. Para lograr este objetivo, que en realidad ha
representado la lucha de los judíos por la existencia en
todo momento, el judío hace uso de todas las armas que
están en consonancia con todo el complejo de su
carácter.
Por lo tanto, en la política interna dentro de las naciones
individuales lucha primero por la igualdad de derechos y
más tarde por derechos superiores [1]. Las características
de astucia, inteligencia, disimulación, etc., están
arraigadas en el carácter de su pueblo y le sirven de
armas. Son estratagemas en su guerra de supervivencia
tan válidas como las de otras personas en situación de
combate.
En la política exterior, intenta llevar a las naciones a un
estado de intranquilidad, desviarlas de sus verdaderos
intereses y hundirlas en guerras recíprocas, y así
gradualmente dominarlas con la ayuda del poder del
dinero y la propaganda[2]. Su finalidad es la
desnacionalización, la bastardización promiscua de las
personas, la disminución de la carga racial de las personas
más altas, así como la dominación de esta mezquindad
racial a través de la extirpación de la intelectualidad aria y
su sustitución por los miembros de su propia gente[3].
"Cada vez que surgen nuevas y prometedoras
oportunidades para entrometerse, el judío ha estado
inmediatamente involucrado. Ha demostrado una extraña
habilidad para oler como un sabueso cualquier cosa que
fuera peligrosa para él. Habiéndolo encontrado, utiliza toda
su astucia para conseguirlo, desviarlo, cambiar su
naturaleza, o, al menos, desviar su punto de su meta.
Schopenhauer llamó al judío «las heces de la humanidad»,
«una bestia», «el gran maestro de la mentira». ¿Cómo
responde el judío? Establece una ´Sociedad
Schopenhauer´. Lo mismo con la ´Sociedad Goethe´. No
toleramos a ningún judío entre nosotros -dijo Goethe-. Su
religión les permite robar a los no judíos. Esta raza astuta
tiene un gran principio: mientras el orden prevalezca, no
hay nada que ganar", escribió Goethe. Enfatizó
categóricamente: ´Me abstengo de toda cooperación con
los judíos y sus cómplices´. Todo en vano; La sociedad
judía Goethe todavía está allí. Estaría allí incluso si el
propio Goethe hubiera prohibido expresamente el uso de
su nombre”. “El internacionalismo requiere básicamente
buenas intenciones. Pero el judío fundamental y
completamente carece de éstas. No tiene la más remota
idea de clasificarse con el resto de la humanidad. Su
objetivo es dominar a otros para extorsionarlos en su
tiempo libre. Si estaba realmente interesado en la
camaradería, ha tenido la oportunidad más larga y
abundante para ello. Jehová le ordenó que no hiciera
alianzas con pueblos extranjeros, sino que, al contrario, los
devorara uno tras otro. (Éxodo 34:12, Deuteronomio
7:16)”.Hitler sobre los métodos judíos [fuente: Dietrich
Eckart-Hitler Dialogue, 1923]:

Este punto de vista sobre los judíos fue repetido por otros como
Alfred Rosenberg, que era parte eslavo (el padre era mitad estonio
y mitad de origen letón). Él dirigió la política del Reich sobre
los Territorios del Este y era una figura muy influyente en política
racial.

A medida que la guerra en el frente oriental se intensificó, la


estrategia proactiva amistosa de Rosenberg se vio afectada. Los
alemanes estaban en modo de supervivencia de guerra total y
explotaron a los eslavos para trabajar. Rosenberg escribió
documentos en tiempo de guerra que afirmaban efectivamente que
su política respecto a los eslavos como aliados había sido dañada
por terceras personas, debido a torpeza o a malas intenciones.
Polonia y los polacos fueron atacados por motivos geopolíticos y
por animosidades a largo plazo entre ambos y no por motivos
raciales. El 4 de marzo de 1944, Hitler escribió un memorándum a
Himmler admitiendo cosas muy interesantes y que hoy pueden
aparecer como sorprendentes:

"Los polacos son los más inteligentes de todas las


personas con las que Alemania se encontró durante la
guerra en Europa... Los polacos en mi opinión y basado en
la observación y los informes del Gobierno General, son la
única nación en Europa que combina a alta inteligencia
con una increíble astucia. Son las personas más
talentosas de Europa, porque mientras vivían en
circunstancias políticas extremadamente difíciles,
adquirieron el gran sentido de supervivencia, sin igual en
ninguna parte.
Basados en investigaciones recientes hechas por
Reichsrassenamt, los científicos llegaron a la creencia de
que los polacos deberían ser asimilados en la sociedad
alemana como racialmente valiosos. Nuestros académicos
concluyeron que una combinación del orden alemán con la
imaginación polaca daría excelentes resultados".
De interés son los puntos de vista de Heinrich Himmler
(considerados extremos dentro de los estándares
nacionalsocialistas) sobre varios pueblos europeos. Apoyó el
paneuropeísmo cooperativo. Esto se deduce por ejemplo, a partir
de una conversación personal con el letón Artur Silgailis, jefe de
personal de la Inspección General de la Legión Letona-SS:

“Él [Himmler] señaló entonces a aquellas naciones que


consideraba pertenecientes a la familia de naciones
alemanas y que eran: los alemanes, los holandeses, los
flamencos, los anglosajones, los escandinavos y los
bálticos. "Combinar todas estas naciones en una gran
familia es la tarea más importante en la actualidad". Esta
unificación tiene que llevarse a cabo sobre el principio de
igualdad y en ese momento tiene que asegurar la identidad
de cada nación y su independencia económica”.
Después de la unificación de todas las naciones alemanas
en una familia, esta familia tiene que hacerse cargo de la
misión de incluir en su seno a todas las naciones romanas
cuyo espacio vital es favorecido por la naturaleza con un
clima más suave. Estoy convencido de que después de la
unificación, las naciones romanas podrán perseverar tan
bien como los alemanes.
Esta familia ampliada de la raza blanca tendrá entonces la
misión de incluir a las naciones eslavas en la familia
porque también son de la raza blanca. Sólo con esta
unificación de la raza blanca se podría salvar a la cultura
occidental de la raza asiática.
En la actualidad, la Waffen-SS está liderando este
respecto porque su organización se basa en el principio de
igualdad. Las Waffen-SS comprenden no sólo unidades
alemanas, romanas y eslavas, sino incluso islámicas y, al
mismo tiempo, han demostrado que cada unidad ha
mantenido su identidad nacional mientras luchan en
estrecha unión. Conozco muy bien a mis alemanes. El
alemán siempre quiere creerse mejor, pero me gustaría
evitarlo. Es importante que todo oficial de la Waffen-SS
obedezca la orden de otro oficial de otra nacionalidad, ya
que el oficial de la otra nacionalidad obedece la orden del
oficial alemán.
Rosenberg (y Hitler y Goebbels) fueron influenciados por Houston
Stewart Chamberlain, que escribió “Los fundamentos del siglo XIX”.
Tanto en el libro de Chamberlain como en “El mito del Siglo XX”,
hay un estudio muy profundo del tema racial. Hoy luego del triunfo
del judío y la Derrota Mundial de nuestra raza, esos estudios se
encuentran ocultos, suprimidos y desvirtuados. Así, Rosenberg
proporciona una historia muy profunda de la actividad judía en
Europa, a través de un número increíble de relatos históricos y de
observaciones personales.

Estos hombres fueron firmes en la creencia de que la cultura, las


patrias y los pueblos de Europa occidental deben ser protegidos,
preservados y alimentados activamente. También mostraban una
preferencia etnonacionalista lógica por su propio grupo o "sangre".
Ellos veían el mundo como un campo de batalla con amenazas
reales y malas intenciones. Pensaban que eran los "despertadores",
los tambores que llamaban a despertar y al combate. Sentían que
los judíos en particular ejecutaban operaciones contra sus intereses
y por tanto los combatían vigorosamente
El concepto de raza aria en la escuela de Rosenberg – Goebbels,-
Chamberlain – Hitler incluía a todos los pueblos europeos. No
solamente se referían a los alemanes, sino también a los celtas,
eslavos, griegos y latinos. Apoyaban su concepto de raza en la
antigua cultura proto indoeuropea.

Por supuesto que tenían claro, como lo debemos tener nosotros,


que raza y nación son conceptos diferentes, y los
nacionalsocialistas pensaban que Alemania necesitaba una
consideración especial debido al lenguaje común, el suelo, la
cultura y las líneas de sangre más recientes. Estos eran
enmarcados como "el regalo y la obra de Dios". Pero dirían lo
mismo de Rumania, Italia o Gran Bretaña. Alemania reconoció
fácilmente que racial y étnicamente eran una mezcla. Un "Libro de
Virtudes" (publicado en varias etapas en nuestro blog) fue dado a
cada Joven de Hitler y en el mismo se expresaba:

Una variedad de razas europeas relacionadas se han


fusionado en Alemania. Un tronco creció a partir de estas
raíces. Cada raza dio su mejor fuerza. Cada una
contribuyó al alma alemana. Los alemanes tenemos un
espíritu de lucha, una mirada al horizonte, el "deseo de
hacer algo por nosotros mismos" que claramente proviene
del carácter de la raza nórdica. Otra alma racial nos dio
nuestras acogedoras ciudades antiguas y nuestra
profundidad. Sin embargo, otra alma racial nos dio dominio
del reino mágico de la música. Otra más nos dio nuestra
capacidad de organización y nuestra obediencia
silenciosa. No podemos oponernos a nadie porque lleven
una variedad de líneas raciales, porque el alma alemana
también lo hace, y creó fuera de ella las riquezas
inconmensurables que posee sobre todas las demás
naciones. La grandeza de nuestro Reich surgió de esta
alma.
Este movimiento estaba convencido de que si estos principios
fueran violados, el resultado sería la decadencia, la agitación y la
disolución de la comunidad nacional. Los problemas de Alemania
fragmentada antes de la creación del Primer Reich en 1871 fueron
aludidos a menudo en sus mensajes y escritos. El nexo era que una
vez que los principios volkish se pierden, como pareció estar
sucediendo en los años 20, también se pierden el honor y los
derechos de la nación. El mismo concepto de derechos nacionales
se encuentra hoy en día en el centro del problema de la inmigración
de suplantación que sufre Europa. En 1937, Hitler lo expresó así:
“Hay un error que no se puede remediar una vez que los
hombres lo han hecho, a saber, el no reconocimiento de la
importancia de conservar la sangre y, por tanto, el aspecto
racial y el carácter que son el don de Dios y la obra de
Dios. No es para los hombres discutir la cuestión de por
qué la Providencia creó diferentes razas.
Al mirar hacia atrás en el gran trabajo que se ha hecho
durante los últimos cuatro años, se comprenderá muy bien
que mi primer sentimiento es simplemente de
agradecimiento a nuestro Dios Todopoderoso por haberme
permitido llevar este trabajo al éxito. Ha bendecido
nuestros trabajos y ha permitido a nuestro pueblo
atravesar todos los obstáculos que los rodeaban en su
camino ... Hoy debo humildemente agradecer a la
Providencia, cuya gracia me ha permitido, que fuese una
vez un soldado desconocido en la Guerra, comandar una
exitosa lucha por la restauración de nuestro honor y los
derechos como nación”.
De una forma más simple podemos decir que se tarda varios miles
de años en crear un pueblo/cultura y unas pocas generaciones para
destruirlos completamente. Tómelo o déjelo, pero eso es lo que
implica el término "genocidio blanco".

Pero, ¿qué significaba todo esto para otras razas? Este aspecto es
quizás la mayor mentira sobre el nacionalsocialismo. Hitler declaró:
“Al decir esto, te prometo que estoy completamente libre
de todo odio racial. En cualquier caso, es indeseable que
una raza se mezcle con otras razas. Excepto por algunos
éxitos gratuitos, que estoy dispuesto a admitir, el
cruzamiento sistemático nunca ha producido buenos
resultados. Su deseo de permanecer racialmente pura es
una prueba de la vitalidad y buena salud de una raza. El
orgullo en la propia raza - y eso no implica desprecio por
otras razas - es también un sentimiento normal y
saludable. Nunca he considerado a los chinos ni a los
japoneses como inferiores a nosotros mismos. Pertenecen
a civilizaciones antiguas, y admito libremente que su
historia pasada es superior a la nuestra. Tienen derecho a
sentirse orgullosos de su pasado, así como tenemos
derecho a sentirnos orgullosos de la civilización a la que
pertenecemos. De hecho, creo que cuanto más firmes los
chinos y los japoneses permanezcan en su orgullo de raza,
más facilidades encontraré para seguir adelante con ellos”.
Respecto a los negros, muchas veces se olvida que como
consecuencia de la ocupación por tropas coloniales francesas de
raza negra, en la región del Ruhr durante los años 20 del siglo
pasado, habían bastantes individuos mulatos de nacionalidad
alemana. Jamás fueron enviados a campos de concentración o
molestados de alguna manera. Incluso durante la guerra muchos de
ellos sirvieron en la Wermacht.

A Hitler no le gustaba el colonialismo europeo (que era algo común


en ese período) y aquí suena como un guerrero de la
independencia de los pueblos:
“Las razas blancas, por supuesto, daban algunas cosas a
los nativos, y eran los peores regalos que podían haber
hecho, esas plagas de nuestro propio mundo moderno: el
materialismo, el fanatismo, el alcoholismo y la sífilis. Por lo
demás, puesto que estos pueblos poseían cualidades
propias que eran superiores a todo lo que podíamos
ofrecerles, han permanecido esencialmente sin cambios.
Cuando la imposición por la fuerza se intentó, los
resultados fueron aún más desastrosos, y el sentido
común, al darse cuenta de la futilidad de tales medidas,
debería impedir cualquier recurso a su introducción. Un
éxito solitario debe ser concedido a los colonizadores: en
todas partes han logrado despertar odio, un odio que
exhorta a estos pueblos, despertados de su sueño por
nosotros, para levantarnos y sacarnos. De hecho, parece
casi como si hubieran despertado única y simplemente
para ese propósito! ¿Puede alguien afirmar que la
colonización ha aumentado el número de cristianos en el
mundo? ¿Dónde están las conversiones en masa que
marcan el éxito sobre el Islam? Aquí y allá se encuentran
islotes aislados de cristianos, cristianos en nombre, es
decir, más que por convicción. Teniendo todo en cuenta, la
política europea de colonización ha terminado en un
completo fracaso”.
Respecto al nacionalismo árabe y al Islam, también sus palabras
son claras:
“Nunca, a ningún precio, deberíamos haber puesto nuestro
dinero en Francia y en contra de los pueblos sometidos a
su yugo. Por el contrario, deberíamos haberles ayudado a
alcanzar su libertad y, en caso necesario, haberles incitado
a hacerlo. No hubo nada que nos impidiera en 1940 hacer
un gesto de este tipo en el Cercano Oriente y en el norte
de África. De hecho, nuestros diplomáticos se empeñaron
en la tarea de consolidar el poder francés, no sólo en Siria,
sino también en Túnez, en Argelia y en Marruecos.
Nuestros «caballeros» preferían, obviamente, mantener
relaciones cordiales con franceses distinguidos, más que
con muchos revolucionarios hirsutos, con un coro de
comedias musicales cuya única idea era engañarnos, más
que con los árabes, que hubieran sido leales socios para
nosotros. Los pueblos del Islam siempre estarán más
cerca de nosotros que, por ejemplo, Francia[4]”.
Dentro de estos movimientos nacionalistas europeos había puristas
y otros más pragmáticos. Cuando se lee el Mein Kampf de Hitler
(1924) [Capítulo 11: Raza y Pueblo] es verdad que tiene frases muy
duras contra los pueblos inferiores. Sin embargo, estas líneas
deben ser leídas en el contexto histórico que les dieron nacimiento.
Alemania estaba en serios problemas y en profunda
desmoralización. El terror rojo era una amenaza real, y millones
de personas,(de las mejores) habían sido asesinados en Rusia, en
la República Soviética de Baviera o a manos de la Revolución
Espartaquista. En ese momento, las hordas judío-bolcheviques eran
retratadas como personas inferiores. Hoy en día, la historia de esta
época está fuertemente suprimida y ello lleva a un problema de
desconocimiento y de errores interpretativos.

Hitler mismo había servido cuatro años en las trincheras en Francia,


había sido gaseado y traumatizado. Además, conceptos como la
eugenesia eran la norma en ese momento, incluso en los EE.UU. y
en Gran Bretaña. La idea de que solamente “los nazis” poseían esta
filosofía es una gran mentira.

Si leemos lo que Hitler dice en su Segundo Libro (Zweites Buch)


escrito alrededor de 1928, respecto a estos temas, veremos
cambios sustanciales y una importante evolución de su
pensamiento. Su retórica se atenúa y la influencia de Chamberlain
y Rosenberg se deja notar. La filosofía de Hitler era formar
personas fuertes para lograr una comunidad fuerte. De esta forma,
por ejemplo, deseaba eliminar las enfermedades hereditarias. Sin
embargo ya estando en el poder, cuando los intentos de
esterilización eugenésicas fueron rechazados por la población, el
nacionalsocialismo tiró la toalla en este tema y le arrojó el guante a
las Iglesias, que habían sido las principales críticas, para que se
encargaran de solucionar el tema.

En un discurso de 1934 Hitler dijo:


“Habría sido más justo, más honesto y más cristiano, en
décadas pasadas no apoyar a aquellos que
intencionalmente destruyeron la vida sana que rebelarse
contra aquellos que no tienen otro deseo que evitar la
enfermedad. Por otra parte, una política de "laissez faire"
en esta esfera no sólo es crueldad con las víctimas
individuales sin culpa sino también con la nación en su
conjunto... Si las iglesias se declararan listas para asumir
el tratamiento y cuidado de las personas afectadas de
enfermedades hereditarias, debemos estar completamente
dispuestos a abstenernos de esterilizarlos”.
De forma tal que la posición sobre la raza de las principales figuras
del Nacionalsocialismo y por ello del NSDAP, estaba lejos de
parecerse a los caricaturescos clichés de Hollywood. Tampoco
tiene nada que ver con las posiciones de algunos grupos blancos
norteamericanos de la cultura WASP, tan similares si se quiere al
judaísmo más recalcitrante en cuanto a su supremacismo
mesiánico.

Se trató del sano orgullo en la propia sangre, de la búsqueda de las


mejores condiciones de desarrollo para los miembros de la
comunidad racial y del anhelo de mantener esa sangre con el
mismo caudal genético que proviene desde la noche de los tiempos.

NOTAS.
[1] Lo real de esto queda confirmado con los “delitos especiales” que
rigen en muchos países donde el dominio judío se ha asentado.
“Delitos de odio”, “negación del holocausto”, ejemplifican la
criminalización de la lucha contra el poder judío. Un verdadero
derecho superior, que no tienen ninguna otra comunidad, racial,
religiosa, empresarial, etc.
Esta afirmación no necesita ser probada. Realmente desde 1914 en
[2]
adelante, todas las grandes guerras han sido originadas y sostenidas
por el judío, mediante la sangre de los gentiles. La situación que hoy
estamos viviendo en Oriente Medio es el corolario de todo un proceso.

[3] Lo afirmado por Hitler en conversaciones con su gran amigo


Dietrich Eckart trasciende el simple diálogo para transformarse en una
triste profecía hoy cumplida.

[4]Obvio que Hitler opinaba así porque los pueblos del Islam no habían
puesto un pie en territorio europeo. Hoy la situación es totalmente
diferente y muchos de estos pueblos son verdaderos enemigos de
nuestra raza. A su vez el Islam actúa como un agente catalizador de la
rebelión y el odio contra nuestra raza.

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