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EVALUACIÓN

Una de las cuestiones discutidas en la conferencia-artículo que compartimos con


ustedes, ha sido aquella de cómo los modos de producción de ausencia del pensamiento
moderno -para decirlo en palabras de Boaventura de Sousa Santos- han limitado el área
de atención social por parte de las políticas culturales contemporáneas. Ello ha
constreñido su alcance, y con él los propios haceres de la gestión cultural.

El objetivo de esta evaluación es que los estudiantes identifiquen un problema o


práctica cultural tradicionalmente fuera de las “instituciones culturales” que
pueda convertirse en un espacio de intervención desde la gestión cultural para la
garantía de derechos, ciudadanía e inclusión social.

Una vez identificado, y utilizando la bibliografía utilizada, sería necesario que los
estudiantes analicen:

.- definiciones de políticas culturales de la que parte y relación con el concepto


de cultura.
.- enfoque o concepciones de desarrollo en el que se inserta
.- dimensiones sociales de la gestión cultural para ese caso
.- impacto en la ciudadanía, cultura y política
.- perspectiva inclusiva
.- amenazas y resistencia posibles
Los estudiantes deben ser capaces de exponer esta evaluación en no menos de tres
páginas y no mas de cinco, con rigor de citas académicas, discusiones y
problematizaciones personales y debe ser entregada el día 28 de Mayo de manera
individual.
TP 2

MURGA:

Palabras clave?

“¿Cómo arrebatar al pobre pueblo tan infeliz cuando era gentil,

cómo después de que fue cristiano, estos pocos momentos de

dicha en los cuales, a merced de un disfraz, el mendigo se finge

rey, y el poderoso sacude el fastidio que se pega a los artesones

dorados de su palacio, como la telaraña a los rincones de la

choza del pobre?”

(Domingo Faustino Sarmiento en “Viajes en Europa Africa y America”)

Si bien la murga es un subgénero que nace en el Río de la Plata, traído a su


vez por la inmigración española, en su recorrido histórico ha sufrido
transformaciones propias del cruce con las tradiciones y culturas locales,
además de la contingencia de los contextos políticos.

Desde 1824, periódicos como “El Argos de Buenos Aires” y “La Gaceta
Mercantil” se declararon en contra de aquellas costumbres por considerarlas
bárbaras, desagradables y decadentes (Puccia 1974:16, 17).

Los medios gráficos argentinos reproducían la lógica ilustrada europea, al


establecer una relación de correspondencia entre los festejos carnavalescos y
la barbarie. El Estado argentino reguló el carnaval bajo la misma matriz
ilustrada, en base a la dicotomía civilización y barbarie. Un edicto del gobierno
de Juan Ramón Balcarce, en1832, prohibió el uso de máscaras y exhortaba a
“divertirse sin faltar al decoro público, ni cometer excesos que son opuestos a
la civilización del pueblo de Buenos Aires”.

El Estado se manifestó regulando coercitivamente al carnaval por lo que


imprimió una relación negativa con éste; en otras palabras, los
pronunciamientos sobre el carnaval estaban relacionados a las prohibiciones y
a las censuras sobre cómo no debía festejarse. De esta manera, el Estado
argentino aceptó algunas celebraciones de carnaval, pero sin participar en su
organización. Su rol era meramente coercitivo y la regulación, junto con la
censura, se justificaba en la salvaguarda del bienestar de los sectores cultos y
letrados que se encontraba amenazado, durante estos días, por los esclavos
negros.

En 1844, Rosas, por medio de un decreto, prohibió los festejos de carnaval.


El decreto que justificaba esa abolición cita:

“(…) los progresos del país en ilustración y moralidad, que semejante


costumbre es inconveniente a las habitudes (sic) de un pueblo laborioso e
ilustrado, que el tesoro del Estado se grava y son perjudicados los trabajos
públicos, y que es una pérdida de tiempo en diversiones perjudiciales. Así
también se argumenta por el deterioro de los edificios e higiene públicos”

Los movimientos inclusivos con gestos negativos del período rosista son
elementos que permiten reflexionar sobre la compleja relación que el Estado
mantuvo históricamente con el carnaval. Negación, inclusión, prohibición,
aceptación: dicha relación nunca fue lineal y homogénea, sino más bien, debe
ser leía al calor de contradicciones, tensiones, y disputas por lo que el carnaval
significaba.

Los festejos de carnaval fueron restablecidos luego de la caída de Rosas,


sufriendo distintos tipos de regulaciones por parte del Estado, quien aceptó el
carnaval, con censuras previas y permisos estatales.

A partir del primer golpe militar en el año 1930, la relación entre el Estado y el
carnaval volvió a teñirse de matices coercitivos y censuradores. A diferencia de
antaño, se inauguran las prohibiciones y las censuras a los contenidos
murgueros, esta situación de prohibiciones y restricciones se prolongo hasta
junio de 1976 donde la dictadura militar impuso el decreto 21329 en el cual
suprimió de nuestro calendario el feriado en las fiestas de carnaval.

Con dicha decisión, se elimino el máximo espacio de expresión de las murgas.

Las prohibiciones y censuras por parte de la última dictadura militar


desgastaron los lazos de solidaridad, las relaciones comunitarias y el
esparcimiento barrial que significaban las murgas. Modificándose ciertos
elementos de la estructura murguera. Por un lado, aquella íntima vinculación
con el barrio se fue desarmando, y los lazos de solidaridad, así como las
experiencias comunitarias, fueron perdiendo incidencia social.

En la actualidad, y a partir del decreto presidencial del año 2010, se dispuso la


restitución del lunes y martes de Carnaval como días no laborales.

Nexo

La murga es una propuesta cultural donde existen diferentes tipos de crítica a


la sociedad, y como expresión es el referente de la gente. Aquí es donde se
rencuentran los miembros de una comuna, donde vuelven a ser ¨comunes
entre si, sin distinción de raza, credo o condición social. Es un espacio de
creación y recreación, un espacio de unidad entre la familia, el barrio y la
comunidad.
En el desarrollo de una murga se abordan todas las posibilidades de expresión
relacionada con lo artístico, promoviendo la participación de todos los
integrantes de la Murga, en una socialización de acciones donde no hay
distinciones, aportando un espacio de reflexión de la realidad y constituyéndose
en una dimensión posible para expresarse y para descubrirse.

La Murga se entrama desde un proceso artístico, dentro del marco del Arte
Popular que responde en lo formal a una historia y a una práctica social
concreta y se caracteriza en la rebeldía, expresada desde la crítica. A diferencia
de las comparsas en las murgas no es necesario contar con determinados
saberes o conocimientos específicos.

Tomando a la murga como un espacio de inclusión, contención y apertura a


diversos temas sociales, como un medio de expresión social, seria apropiado
fomentar un programa de talleres que representen además de una posibilidad
de aprender a tocar instrumentos, a cantar, a bailar, etc., sino un espacio en
donde como ciudadanos comprometidos con nuestra realidad, aprendamos a
auto gestionarnos, a organizarnos, a distribuir responsabilidades, a asumir
compromisos y fundamentalmente a trabajar en pos de sostener una idea en
beneficio de un grupo y para lograr aquello que nos hemos propuesto.

Cuyo objetivo primario seria buscar que chicos de diferentes edades,


adolescentes y adultos compartan un lugar para expresarse y sentirse incluido,
donde poder sentirse protagonistas de una actividad, aprender a trabajar en
equipo, consolidar un espíritu colaborativo.

La murga se entiende como una expresión artística y cultural que se originó en


los barrios. En ella se abordan todas las posibilidades de expresión relacionada
con lo artístico, promoviendo la participación de todos los integrantes en una
socialización de acciones donde no hay distinciones. “La murga aporta un
espacio de reflexión de la realidad, constituyéndose en una dimensión posible
de liberación para expresarse y para descubrirse”.

Dado que el desarrollo humano es sobre todo el reconocimiento de


capacidades ocultas, de actores invisibles, de procesos en marcha, de
articulaciones viables .La identidad de los grupos sustituye a los intereses de
clase como mecanismo principal de movilización política. “el reconocimiento
cultural desplaza a la redistribución socioeconómica como remedio a la
injusticia y objetivo de la lucha política” (1).

Atendiendo a la premisa donde desarrollo humano se vincula con el


fortalecimiento de determinadas capacidades relacionadas con toda la gama de
cosas que una persona puede ser y hacer en su vida; en la posibilidad de que
todas las personas aumenten su capacidad humana en forma plena y den a
esa capacidad el mejor uso en todos los terrenos, ya sea el cultural, el
económico y el político, es decir, en un fortalecimiento de capacidades. La
murga es un espacio donde desarrollar dichas capacidades.

Nexo

En cuanto al impacto actual en la ciudadanía, cultura y política podemos


observar como a partir del resurgimiento del desarrollo de esta practica,
algunas comunas han tomado cartas en el tema declarando a la murga
patrimonio cultural, como es el caso de La Matanza, considerando que las
mismas son una expresión genuina de cada barrio, y que trabajan,
fuertemente, por la inclusión social, quedando reconocido en principio el valor
de la actividad.

A partir del ritual murguero se pueden analizar algunas modalidades de


relacionamiento, clasificaciones y sentidos. La desigualdad de género, la
transmisión generacional de conocimientos, las relaciones jerárquicas, y el
respeto por la autoridad, son cuestiones exaltadas en cada murga de manera
distinta durante este ritual. También, se dramatizan y se representan ciertas
características de la memoria nacional reciente
Ver comunicacion en:

http://sinca.cultura.gov.ar/archivos/documentacion/investigaciones/Tesina_Salvi2011.pdf

(1) Nancy Frazer, Iustitia interrupta, Bogotá: Universidad de los Andes, Siglo del
Hombre Editores, 1999, p.17.

Germán Rey En, Pensar Iberoamérica. Cultura y Desarrollo Humano: Unas


relaciones que se trasladan

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