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Jorge Antonio González Nava

Literatura y sociedad I
Prof. Alejandro Peña García
21 de noviembre de 2018

Literatura Rusa:
4 muertos, otros muertos y un vivo medio muerto

Su nombre es Jorge Antonio González Nava, es el hijo menor de una familia de


clase baja alta de 4 integrantes que viven al sur poniente de la Ciudad de México,
estudia Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
donde se encuentra sentado en un salón listo para redactar un ensayo para su clase
de “Literatura y sociedad”.
En su mirada se aprecia la vigilancia que hace de sí mismo, como de quien hace
consciente cada uno de sus pensamientos y movimientos corporales.
Mientras tenía su dedo índice moviéndolo rítmicamente sobre el mentón, pensó en
voz alta: “Tengo que realizar algo distinto, algo que quizá vaya en contra de la
estructura del ensayo para compensar mi falta de hipótesis, de una contradicción,
de un problema, aunque me cueste una buena calificación”.
Procedió a morder su pluma, a mover las piernas ansiosamente y miró hacia el
horizonte esperando a que llegaran a tiempo las ideas con sus respectivas
demandas. Una idea llego al poco tiempo, con un elegante retraso de 4 minutos, fue
evidente su emoción cuando escuchó que su saludo iba dirigido a él, su llegada le
llenó de energía e inmediatamente comenzó a escribir.

****

Jorge dirigiéndose hacia sus compañeros y profesor dijo:

-​En mi ensayo voy a profundizar lo que expuse en clase sobre la literatura rusa,
agregare detalles históricos que pase de largo en la presentación y fragmentos de algunas
obras​.
Después de haberlo dicho en voz alta, sus compañeros y profesor se
desvanecieron, se dio cuenta que el salón estaba vacío, había sido una alucinación,
tomó sus cosas y se retiró del aula.

****

¿Qué es una corriente literaria no declarada? Los integrantes de las vanguardias


tienen sus criterios claros, saben qué tienen que hacer y qué no para formar parte
del grupo, de la corriente, pero qué sucede con los movimientos o corrientes que se
construyen de fuera, por los críticos de la literatura. ¿Por qué en todos lados se
menciona que una característica fundamental del sentimentalismo es que sus
personajes más representativos y significativos son los burgueses, y en la obra
“Pobre Liza” -publicada en 1792- de Nikolái Karamzín considerada la más
importante e indispensable de esta corriente sus personajes principales son una
campesina y un aristócrata?

Independientemente de la respuesta, se dice que en el siglo XVIII el Clasicismo


-corriente dominante durante de la primera mitad de ese siglo- elaboraba historias
que giraban en torno a la nobleza, uno de los pertenecientes a este movimiento es
Mijaíl Lomonósov (1711 - 1765) quien fue astrónomo, geógrafo y escritor.
Lomonósov tuvo las condiciones para fundar la primera universidad en Rusia, antes
a esto –como él- quienes tenían las posibilidades iban a estudiar a Francia o
Alemania los estudios superiores. Con sus textos “Retórica” de 1748 y “Gramática
Rusa” de 1755 estipulo junto con otros las normas del buen gusto ruso literario que
determinó en gran medida a las futuras producciones de la literatura rusa.
El Sentimentalismo es otra corriente del siglo XVIII -ocupa la segunda mitad de ese
siglo- Los personajes más representativos en estas obras son los burgueses, otro
rasgo característico presente en las obras de esta corriente en Rusia es la
aproximación subjetiva a la realidad en el desarrollo narrativo, el culto a las
emociones, a la naturaleza y la pureza innata de los personajes.
El siglo XIX o “el siglo de oro” de la literatura rusa se puede mirar también dividido
por dos corrientes literarias que ocupan la primera mitad y segunda del siglo. La
primera corriente responde al Romanticismo, al culto a la naturaleza, al ser humano
y la armonía, dentro de esta corriente se encuentran dos de los principales
escritores rusos, Alexander Pushkin y Nikolai Gógol. La segunda corriente tiene que
ver con uno de estos escritores mencionados, sus escritos forman parte del hilo
conductor del movimiento evolutivo literario, Gógol es un pilar para esta segunda
corriente -y considerado también como el padre de la Escuela Natural-, lo
representativo del Realismo es la importancia del estilo narrativo descriptivo de los
personajes “ordinarios” y sus vínculos con sus circunstancias sociales que se
analizan a la par el mundo interior del individuo, tanto Iván Turguéniev y Maxim
Gorki ocupan un lugar importante en esta corriente y éste último, centro de lo que
fue llamado el Realismo Socialista.

****
Alexander Pushkin (1799 - 1837)

Es de madrugada, es 29 de enero y aquí yace el cuerpo de un chaval de 37 años.


Una bala impactó su pecho la pasada noche del 27, afuera de un bar, después de
haber discutido pavadas con un militar francés…. Regresemos 3 noches, imaginaos
al joven Alexander Pushkin un día antes de ser herido de muerte, durmiendo, y
mientras duerme sueña que os da un discurso a todos vosotros en el auditorio
Flores Magón:

Mi familia paterna pertenece a la vieja nobleza rusa. Mi familia materna es un poco


más interesante, mi bisabuelo Abram Gannibal, era un príncipe etíope, fue
capturado de niño por esclavistas al servicio de los otomanos y por suerte
trasladado a Rusia, donde se convirtió en jefe militar, ingeniero y noble tras su
apadrinamiento por Pedro I “el Grande”, quien le heredó parte de su patrimonio,
Pedro I lo llamaba con afecto Petróvich -hijo de Pedro-.
Mi padre tenía escritos algunos versos en francés, no me gustan demasiado pero
los aprecio al haber sido hechos por él ¿Quizá piensen que por esa razón me
dedique a la literatura no es así? La verdad es que no, ese interés me vino sí por él,
pero no de él, me heredó una biblioteca que contenía las principales obras de la
literatura francesa. A toda la nobleza nos educan desde pequeños con profesores
particulares, aprendemos desde la cuna el alemán y el francés, así fue como pude
leer las 3,000 obras que mi padre había adquirido a lo largo de su vida.
Mi trabajo literario no llegó tan pronto, no estaba en mis planes pero disfrutaba de la
lectura en todo momento. Saliendo del Liceo en 1817, entre como funcionario en
Ministerio del exterior, no pasé mucho tiempo allí.
Por cierto, me contaron que Edmund Wilson en un libro dice sobre mi:
Las raíces y los ramajes culturas de Pushkin lo comunican en todas direcciones; estudió
latín y griego, y empezó a aprender hebreo; asimilo la era de voltaire y derivó de ella todo lo
que necesito; se ejercitó traduciendo a Wordswoth, aprovecho a Barry Cornwall tomando la
forma de las Dramatic Scenes del inglés, y consiguió una perspectiva de Byron que pocos
de los románticos europeos tuvieron, por medio de una cuidadosa lectura de Shakespeare,
de quien aprendió lo que quería para su drama-crónica Boris Godunov (p. 29)

Poco de eso pasó con esos aires de grandeza, lo que sí sucedió fue que Boris Godunov me
valió una amonestación pues no someti el manuscrito a la censura del gobierno, en fin,
regresemos a 1837.

La llegada al trono de Nicolas I significo para mi la posibilidad de obtener nuevamente mi


libertad, pero fue una libertad condicionada, pues él se reservo el derecho de ser el mismo
el censor de mis obras quedando yo sujeto a la asquera vigilancia de los policias. En 1920
el poeta a causa de algunos epigramas politicos, estaba exiliado en Ekaterinoslav donde
ejerciendo un empleo administrativo, les escandalizo esto:

La espada rusa los hace caer por millares. La ciudad entera de Kiev celebra la victoria. El
héroe esforzado recorre las calles. En la mano derecha sostiene su espada victoriosa; brilla
la lanza como una estrella y resbala la sangre sobre su coraza de cobre. El viento hace
mover la barba que lleva atada al casco. Y el guerreo se dirige apresurado, y animado por
la esperanza, al palacio del príncipe, abriéndose paso entre la inmensa
multitud.
El pueblo, entusiasmado, lo aclama calurosamente.
La alegría infunde nuevas fuerzas al joven príncipe. Llega a palacio. Se halla éste sumido
en el silencio en que duerme Liudmila su sueño encantado. A sus pies está el gran príncipe
Vladimir, triste y sin esperanzas. Todos sus amigos han sido llamados al campo de la
sangrienta batalla.

Fundó el periódico el contemporáneo.


****
Nikolai Gógol (1809 - 1852)

Antón Antonovich tomó asiento y dejó la vela a un lado sobre el escritorio, abrió su
diario, tomó el tintero y escribió:

22 de febrero de 1852

La primera noticia que recibí el día de hoy me dejó turbado y volvió este día gris, el
día de ayer murió Nikolái Vasílievich Gógol. Había muerto para la literatura y para
nosotros sus lectores desde ya hace un tiempo, desde que dejó de escribir al volver
de Jerusalén donde había estado desde 1848 peregrinando animado por sus
profundas creencias cristianas ortodoxas, pero la muerte física y espiritual
conmociona, asimilar que Gógol ya no pertenece más a este mundo me pone triste,
más cuando quien muere es tu escritor más querido, diría que preferido pero eso es
demasiado impersonal, y para nada, sus obras me acompañaron en tiempos
difíciles, Gógol estuvo allí a un lado como un amigo aconsejandome desde sus
novelas.
Lo primero que leí de Gógol fue un cuento titulado Historia del capitán Kopeikin.

Antón se levantó y tomó la vela para dirigirse hacia la parte posterior del cuarto,
buscó en el librero y sacó de allí un libro cubierto de polvo. Fue a dejar el libro y
regreso por otros dos. Abrió el primero y leyó:

-​ Después de la campaña de 1812, mi buen señor -así comenzó el director de Correos, por
más que se dirigiese a seis auditores-, después de la campaña de 1812, el capitán Kopeikin
formaba parte de un convoy de heridos repatriados a sus casas. Era él una cabeza loca, un
levantisco, que desde los arrestos en el cuartel hasta la prisión, había conocido todos los
encantos del oficio militar. Figúrese usted que el mocetón había perdido un brazo y una
pierna en Krasnoie o en Leipzig, no se había adoptado aún disposición alguna respecto a
los heridos; la caja de inválidos no fue, en cierto modo, fundada hasta bastante más tarde;
viendo lo cual, el capitán Kopeikin pensó: “Por el momento, hay que trabajar”.
Desgraciadamente, solo le quedaba el brazo izquierdo. Trató de enternecer al holgazán de
su padre; pero el viejo le dijo en redondo: “Yo no tengo con qué sostenerse; apenas y con
grandes trabajos -¡figúrese usted!- si puedo atender a mis necesidades”. P. 31
Cerró el libro y lo dejó sobre el escritorio, se sentó, suspiro y continuó con su diario.

Definitivamente Gógol es mi escritor favorito, que triste, ya no vive, ojala hubiera


vuelto a escribir algo, pero ya no importa, estará presente en los siguientes
escritores, allí vivirá Gógol como otros vivieron en él.
Por allí leí que lo consideraban el padre de la “Escuela natural”, recuerdo que fue
Belinski quien lo dijo, no sé cuáles sean las razones pero tiene unos pasajes
hermosos en Taras Bulba.

Nota: ​El bosque estaba agitado.


Siempre había ruido en aquel bosque, un ruido regular, sordo, como el eco de las
campanas lejanas; tranquilo y vago, como una dulce romanza sin palabras, como un
recuerdo del pasado. Siempre había ruido en aquel bosque, porque era muy viejo y no lo
había tocado jamás el hacha de los leñadores. Los altos pinos seculares, con sus rojos
troncos poderosos, se alzaban como un ejército sombrío, estrechando sus copas verdes en
bóvedas espesas.
Abajo había calma y olía a alquitrán. A través del tapiz de verdes agujas que cubría la tierra
crecían helechos anchos y fantásticos, completamente inmóviles. En los sitios húmedos,
altas hierbas verdes. Las flores humildes inclinaban, cansadas, sus pesadas cabecitas.
Pero en lo alto, incesantemente, sin interrupción, se oía el ruido del bosque, lanzando
suspiros dolorosos.
Ahora estos suspiros se hacen cada vez más fuertes y profundos. Yo, montado en mi
caballo, caminaba por un estrecho sendero forestal. Aunque no podía ver el cielo,
adivinaba, por la obscuridad del bosque, que allá en lo alto iban amontonándose gruesas
nubes. La hora era bastante avanzada. Algunos rayos de sol perforaban el espeso follaje;
pero sobre los árboles descendía ya la obscuridad.
Se avecinaba el huracán. P. 87 korolenko

Tomó uno de los libros que había traído, lo hojea, va de hoja en hoja pasando el
dedo índice por su lengua y poniéndolo en la esquina inferior de la hoja para agilizar
el movimiento, para y dice en voz alta: ​¡Aquí está!
-El día era gris; las hojas de los árboles brillaban vivamente y los pájaros cantaban de un
modo discordante. Los muchachos, después de alejarse, miraron hacia atrás… Parecía
como si la granja se hubiera hundido en la tierra; tan sólo se veían las dos chimeneas de su
modesta casa y las copas de los árboles, por las cuales antaño subían ellos trepando cual
ardillas; ante ellos se extendía aquella pradera que les recordaba tosa la historia de su vida
desde cuando pequeños jugaban sobre la hierba húmeda del rocío hasta los años últimos,
cuando esperaban allí a una joven de cejas negras que la atravesaba tímida y rápidamente,
corriendo con sus ligeras y jóvenes piernas.
Luego tan sólo se divisó la larga pértiga colocada al lado del pozo con una rueda de carro
atada en lo alto. La llanura por la cual acababan de pasar parecía desde lejos como una
montaña que lo ocultaba todo.
¡Adiós juegos infantiles, adiós hogar paterno y todo, todo! P. 44
Antón Antonovich suspiro profundamente, volvió a pasar su dedo por la lengua, una,
dos, tres ¡Aquí está! dijo nuevamente:

-Llegada la noche, la estepa cambió por completo de aspecto; en toda su extensión parecía
arder a los últimos reflejos del sol; luego se oscureció poco a poco de tal modo, que se veía
deslizarse y avanzar la línea de sombra y se tornaba de un color verde oscuro: los olores se
hicieron más intensos, cada hierba exhalaba su perfume y toda la estepa se llenó de
aromas. En el cielo azul obscuro se vieron anchas franjas de color rosado, como pintadas
con una brocha gigantesca, aquí y allá blanqueaban jirones de nubes ligeras y
transparentes, y la tenue brisa, seductora como las olas del mar, que apenas balanceaba
las puntas de las hierbas, acarició suavemente las mejillas. Toda la música que se había
escuchado durante el día se calló y se fue sustituida por otra. Los cítelos amarillos salieron
de sus cuevas, se sentaron sobre sus patas y lanzaron silbidos. El cricri de los grillos se
hizo más perceptible. De vez en cuando, desde un lago lejano llegaba el grito de un cisne
sonando como plata en el aire…. P50

Cerró el libro y cerró los ojos, apareció una leve sonrisa sobre su rostro. Los abrió y
continúo con su diario.

Qué gran escritor fuiste Gógol, a pesar de haber tenido un día gris por la noticia de
tu partida me iré a dormir con una sonrisa por las obras que nos dejaste, mañana
leeré nuevamente Almas muertas, espere con ansias la segunda parte ¿Nos habrás
dejado algo por allí?

****

El punto de partida de la literatura rusa propiamente nacional parte de Gógol, al


menos para Trotski:
Antes de Gógol hubo Teócritos y Aristófanes rusos, Corneille y Racines patrios, Goethes y
Shakespeares nórdicos. Pero no teníamos escritores nacionales. Ni siquiera Pushkin está
libre del mimetismo, y de ahì que lo denominaran el “Byron ruso”. Pero Gógol fue
sencillamente Gógol. Y después de él nuestros escritores dejaron de ser dobles de los
ingenios europeos. Tuvimos sencillamente Grigoróvich, sencillamente Turguéniev,
sencillamente Gonchárov, Saltikor, Tolstoi, Dostoievski, Ostrovsky…. Todos derivan
genealógicamente de Gógol, fundador y creador de la narrativa y la comedia rusas. P. 221.
Trotski

Mucho tiene que ver con el lenguaje y narrativa propia y compartida con sus
contemporaneos, resultado en gran parte de las reformas en el abecedario y lenguaje
durante el siglo XVIII. El lenguaje y su destreza le permitio a Gógol:

Construir un estilo que no le permitia atorarse realmente; siempre hay un drama [en cada
obra] en pie que no nos defraudara y, al mismo tiempo, las rapsodias, los inventarios, las
adecdotas interpoladas y los enormes similes homericos que son cuentos coros en si
mismos están manejados con un gran sentido de la retorica, de manera que no detienen
nada,y siempre se convierten de un modo curioso en partes organicas de la narración (
wilson p. 58)

Sobre los dramas de Gógol dice Valery:

Pushkin y Gógol debe ser visto dede la ciudad de Peterburgo forma parte de las reformas
que se llevaron a cabo durante el periodo de Pedro I a principios del siglo XVIII con el fin de
modernizar y europeizar el país.
“En realidad, el fenómeno de la joven ciudad es bastante complejo y su representación no
constituye en sí misma el fin que persigue Gógol” (p. 54). valery

Son los dramas de las distancias sociales cotidianas que se desarrollan en una ciudad en
desarrollo con perspectiva occidental. Esto le dio pauta a Gogol de que sus obras fueran
una suerte de denuncia social. Según Gógol, “la vida moderna se ha desviado tanto de su
rumbo y se ha precipitado hacia alguna parte marginal, de manera que toda norma se debe
concebir en ella como algo normal”. p. 60 vatlovskaya

Nota: Los relatos peteburgueses giran en torno a la vida en la capital y en ellas se reflejan
las contradicciones y los contrastes sociales a la realidad contemporanea al autor (p. 54)
maria da

En el relato [de “El Capote”], Gógol crea una paradoja romántica, impregnada de
dramatismo, cuando se ocupa del modo como el protagonista puede alcanzar sus ideales
(si, así se le puede llamar al simple hecho de recuperar su humilde ilusión: su capote); sólo
muerto, fuera ya de la ciudad aniquilante y despojado de lo único por lo cual la mayoría
lucha -la vida- es como puede fortificarse. Evidencia entonces el autor que precisamente la
vida (peor aún, la vida en ese lugar, en ese ámbito social específico) era lo que constituye el
mayor sufrimiento del consejero y que, sólo liberado del sistema, aunque fuese del modo
más trágico, logra reivindicarse…. Irónica lección que guía a la reflexión a causa de los
efectos paradójicos creados:

● La muerte mejor que la vida;


● sólo sin pertenecer a este mundo se puede conseguir la justicia;
● es necesario un mal extremo (causar la muerte de alguién para humanizarse….) (P.
109) m eugenia

Gógol “proyecta, a través de la vida gris del protagonista [Akaki Akakievich], la pérdida de la
fraternidad, de la solidaridad, el aislamiento y la falta de misericordia del mundo moderno”
(p.110) maria eugenia

****
Iván Turguéniev (1818 - 1883)

7 de Julio (de 1877)

Hola, mi querida Reyna, te escribo esta carta para platicarte que en este viaje por
Rusia acabo de conocer a un escritor de gran renombre y hombre de mundo, tiene
amigos escritores franceses y alemanes, es muy buen amigo de Flaubert ¿Lo
puedes creer? y cuando estuvo en Alemania se hizo amigo muy íntimo de Mijaíl
Bakunin, el mismo que nuestra apreciada amiga anarquista gusta traer a la mesa en
todas las reuniones.
Su nombre es Iván Turguéniev, le dicen aquí el “más occidental” de todos los
escritores. Su familia pertenece a la nobleza, la Reforma Emancipadora de 1861
con el zar Alejandro II fue un duro golpe para ella pero él la celebro. Estudió en
Moscú y (San) Petersburgo después de estar por Europa. Estoy contento con esta
nueva amistad, es bastante amable y quizá él pueda acercarme a Tolstoi y
Dostoievski.
Te llevaré “Nido de Hidalgos”, es la más comentada aunque no me gusta del todo,
con cariño “Primer amor” que con tanto ánimo he ido juntando en los periódicos
semanales, y “Aguas primaverales”, en la que arruinando la sorpresa, leerás en la
primera página una dedicatoria para nosotros dos firmada por el mismo autor, el
más occidental.
Tu amor:
Georgievich Gonzalevski

****

Se educó con profesores particulares, aprendio frences, ingles y aleman desde su


infancia, estudio letras y vivio durante algún tiempo en Berlin donde frecuentaba la
Universidad y se apropio del espititu Romanticista:

Al día siguiente, me levanté de madrugada, me corté un bastón y salí lejos de la ciudad.


Deseaba pasear solo y meditar acerca de mi desdicha. Hacia un tiempo soberbio, soleado,
y moderadamente cálido; un viento fresco y alegre vagaba por encima de la tierra,
jugueteaba y rumoreaba en gran medida. Caminé largo rato a través de montes y bosques,
profundamente insatisfecho, porque la finalidad de mi salida al campo había sido
abandonarme a la melancolía, y he aquí que la juventud, el resplandor del sol, el frescor del
aire, el placer de una marcha rápida, la voluptuosidad de recostarse sobre el verde césped,
lejos de todas las miradas, dominaban en mí y me hacían olvidar mi pesar. P. 181

Turguéniev fue arrestado en 1852 y exiliado a su casa de campo, por haber escrito un
ártificio sobre la muerte de Gógol en el que llamaba “grande” a éste. Era imposible para
Nicolas I soporta la magnificación de cualquier otro ruso, y [como antecedente] Turguéniev
ya estaba “mal visto” por los “Relatos de un cazador”. (p 107)

Aqui un fragmento del texto:

Mientras tanto el cortejo fúnebre llegó hasta nosotros. Silenciosa pasó delante de nuestra
carreta la triste procesión. Nos descubrimos, saludamos al pope y cambiamos miradas los
que llevaban el ataúd. Éstos andaban con dificultad y al respirar sus anchos pechos se
levantaban visiblemente. De las dos mujeres, que seguían al cortejo, una, anciana ya,
estaba muy pálida; los rasgos inmóviles de su rostro, estragados por el dolor, conservaban
la expresión de dignidad severa y solemne. Iba silenciosa, y acercaba de vez en cuando su
mano delgada a los labios hundidos. La otra, mujer joven, de unos veinticinco años de edad,
tenía los ojos húmedos y enrojecidos y la cara hinchada de tanto llorar; al pasar junto a
nosotros, dejó su cantilena y se cubrió el rostro con la manga…. Pero, apenas nos habían
adelantado, cuando se oyó de nuevo su cantar triste, desgarrador. Mi cochero siguió con la
mirada el ataúd, que movía en el aire, y luego se dirige a mi:

-Es el carpintero Martín, al que entierran.


-¿Cómo lo sabes?
-Conozco a las mujeres. La anciana es su madre y la joven, su esposa.
-¿Estaba enfermo?
-Si…. De fiebre maligna…. P. 212 - 213
Otro punto es lo que menciona Wilson:
Lo que las personas muestran acerca de sí mismos al relacionarse con otros es el fuerte
particular de Turguéniev, y por ello es especialmente capaz de inventar tipos sociales (pm
118) y se refleja en este fragmento de Biriuk:

Raras veces había visto un hombre de tan buena estampa.


Era alto, arrogante, de anchos hombros. Su camisa mojada denunciaba el relieve vigoroso
de sus músculos de atleta. Su barba negra y ondulada daba marco a un rostro grave, que
transparentaba energía. Parado ante mi, con las manos en la cintura, parecía ofrecerse
altivamente a mi contemplación.
Le agradecí la hospitalidad y le pregunté su nombre.
-Me llamo Fama -respondió-, pero me conocen por el apodo de Biriuk.
Le miré más detenidamente. Había oído hablar de él a los campesinos, que le temían más
que al fuego. Según ellos, no había en el mundo quién conociera mejor su oficio. “No hay
manera -decían- de robarle un haz de leña. Nos cae encima como una tormenta, aunque
sea media noche. Y no se conquista su amistad ni su complicidad ni con vino ni con dinero.
-¿Conque tú eres Biriuk? -le dije. Tengo oído hablar de ti. Dicen que no puedes perdonar a
nadie.
-Es mi obligación. P. 41

****
Máximo Gorki (1868 - 1937)

Yo no soy Máximo Gorki, soy Alekséi Maksímovich Peshkóv, yo fui quien nació en
1868, Máximo Gorki ​-que en ruso significa amargo- es un impostor que vino
después a sustituirme. Perdí a mi padre a los 3 años y a mi madre a los 7 años, ​viví
con mis abuelos en duras condiciones; dejé de estudiar por falta de medios,
trabaje en distintas lados, tanto que la lista de mis oficios es un largo etcétera. A
los 16 años me relacione con las juventudes progresistas, a los 18 años intente
suicidarse de un tiro y allí fue cuando llego ese tal Gorki.
Me han nominado 5 veces para el Premio Nobel de Literatura. He sido alguien
muy activo en el movimiento socialdemócrata marxista, en unos días saldrá
“Literatura, filosofía y marxismo” que realice en colaboración con Andréi
Zhdánov. Me opuse en su momento públicamente al régimen zarista, y me
opongo a todo régimen autoritario y capitalista. Durante un tiempo me asocie
estrechamente con Lenin ¡Qué falta nos hace!, y en el ala bolchevique de
Aleksander Bogdánov en el partido. Estuve un tiempo exiliado de Rusia y
nuevamente en nuestra querida Unión Soviética, pero en 1932 regrese por una
invitación que recibí de Stalin.
Les recomiendo mi obra “La madre” que publique hace 30 años, 10 años antes
de 1917, la escribí durante un viaje que realice a Estados Unidos, no me
enorgullece pero era necesario, fuimos algunos a recolectar fondos para la causa
bolchevique. En la novela trato la historia de una madre que adopta el
socialismo, después de que su hijo, un activista político, es arrestado. A Lenin le
gusto demasiado, ayudó a consolidar nuestra amistad….
Una cosa más, no olviden mirar a los ojos.

****

Si representamos la creación fantástica en la literatura rusa del siglo XIX con la imagen de
un árbol resulta que sus partes integrantes son respectivamente las raíces (“orígenes”), el
tronco (los inicios de los temas fantásticos fundamentales) y el ramaje (temas, motivos y
elementos heredados, derivados o sustituidos con respeto a la producción troncal). Una
vista preliminar permite resaltar dos líneas opuestas o correlacionados en las que se
desarrolla desde sus orígenes la narrativa fantástica rusa, es decir dos grandes ramas en
las que se bifurca este árbol mágico; una totalmente original inspirada en la tradición
nacional rusa y otro procedente de la literatura gótica accidental. (Pp. 147-148) -natalia

La literatura rusa es un espectro que encontró salida en …. cada uno desde su


trayectoria de vida, vomito las letras, historias e imágenes mentales que el devenir
preparó sin su consentimiento y un consenso previo.
Los espacios donde se encontraban los futuros representantes de ese espectro ruso
fueron cambiando, primero eran los de después los de la nobleza y posteriormente
de (ex)siervos de la gleba y proletariado.
Antón Chéjov cierra el siglo de oro de la novela rusa. Vive una sociedad muy diferente a la
de sus antecedentes. En primer lugar los aristócratas, los condes y príncipes, los herederos
de las familias nobiliarias, dejan que exista en la literatura, es más, van desapareciendo de
la historia (p. 57) pitol, s

En la narrativa de Chéjov como en las novelas posteriores de otros escritores, un personaje


destinado a cobrar importancia en el universo chejoviano y al cual ni Gógol, ni Turguéniev,
Tolstoi o Dostoyevski pudieron retratar porque en sus tiempos existía: El empresario, el
representante del nuevo capitalismo que comienza a consolidarse en Rusia (p. 60) pitol…

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Bibliografia

Da Conceicao, M. & Hita, J. A. ​Fantasia y realidad en los relatos peterburgueses en N. V.


Gógol.​ En La Rubia, L. (2003). ​Gógol y su legado. ​México: Plaza y Valdés de: pp: 53-67.

Flores, M. E. ​El Capote: Una lecturas social. En Valery, A. ​Presentación. En La Rubia, L.


(2003). ​Gógol y su legado. ​México: Plaza y Valdés

​ arcelona: Luis de Cavalt - Agustín


Lo Gatto, E. (1955). ​Historia de la literatura Rusa. B
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​ éxico: ITESM - FCE.


Pitol, S. (2006). ​De la realidad a la literatura. M

Troksky, L. (1979). ​Obras, 7. Literatura y Revolución.​ España: Akal editor.

​ éxico: Plaza y Valdés


Valery, A. ​Presentación. En La Rubia, L. (2003). ​Gógol y su legado. M
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Vetlóvskaya, V. E. (1991). Epilogo de la edición: Gógol, N, V​. E​ n Relatos peterburgueses


​ éxico: Plaza
citado en Valery, A. ​Presentación. En La Rubia, L. (2003). ​Gógol y su legado. M
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Wilson, E. (1981). ​Ventana a Rusia. Para uso de lectores extranjeros. ​México: Fondo de
Cultara Económica.

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