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Romanos 8:29

29
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser
transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.

En este versículo hallamos uno de los propósitos macros de Dios para nosotros:
Ser como Cristo. Es decir que nuestro modelo es el Señor Jesucristo y por lo
tanto debemos permitir que el poder de Dios, y principalmente el que hallamos
en Su Palabra sea moldeando nuestro carácter, nuestro interior, nuestra
conducta y por ello debemos seguir la huella de Jesús, huella que dejó escrita y
plasmada en la Biblia.

Y ahora, complementando la huella del Ayuno, aprenderemos, o recordaremos,


como seguir la huella del Orar y la huella del Dar.

1.- ORAR
En los evangelios hallamos muchos pasajes en los que nos muestra que el
Señor Jesús se mantenía en comunicación con el Padre, a través de la oración.
Incluso se halla en el “Padre nuestro” la respuesta de Jesús a sus discípulos
cuando estos le pidieron que les enseñara a orar, petición que le hicieron después
que el Señor Jesús estuvo orando.
En el libro de las llaves del Poder, el Pastor Darío nos recuerda las partes de
la oración y su secuencia: Filiación, Adoración, Sumisión, Petición, Perdón y
Liberación. Los animamos para que estén atentos a la fecha del próximo
seminario de las Llaves del Poder y si no lo han tomado se inscriban y lo tomen.

Pero no vamos a extendernos sobre la explicación del modelo de


oración que es el Padrenuestro, sino que para leer los versículos
siguientes pidámosle al Espíritu Santo su revelación.

Mateo 15:36-38
36
Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los
fue dando a los discípulos. Éstos, a su vez, los distribuyeron a la
gente. 37 Todos comieron hasta quedar satisfechos. Después los discípulos
recogieron siete cestas llenas de pedazos que sobraron. 38 Los que comieron
eran cuatro mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.

Después de un periodo de tres días de estar predicándoles a CUATRO MIL


hombres y sus familias, y de sanar a enfermos, de devolver el habla a los
mudos, de hacer ver a los ciegos, de poner a caminar bien a los cojos, el
Señor Jesús sintió compasión por la multitud que no había comido
en esos tres días y ante la respuesta de sus discípulos que el lugar era muy
despoblado y no era posible conseguir suficiente pan. El Señor Jesús al
saber que había siete panes y unos pocos pescaditos, mandó a
sentar a la gente y Oró agradeciéndole al Padre por la multiplicación de
los panes y los pescaditos, los fue partiendo y le iba dando a los discípulos
para se lo entregaran a las personas y dice el relato que comieron todos
hasta quedar satisfechos, y para terminar, al recoger lo que sobraba,
llenaron siete cestas.

Como doraditos sabemos que por el promedio de vida, en Colombia,


hemos vivido más de la mitad de nuestros días, es decir que nos
faltan en la tierra menos días de los que hemos vivido y por lo
tanto siguiendo la huella del Señor Jesús podemos orar dándole
gracias al Padre Celestial, por la salvación que nos ha dado a través
de su Hijo, el Señor Jesucristo, y por la multiplicación de nuestros
días venideros, por la nutrición integral que hemos recibido y que
nos ha permitido llegar al 2013 siendo miembros de su familia y por la
nutrición que nos seguirá dando para que no desmayemos en el
cumplimiento de Sus propósitos en nuestras vidas, que nuestro carácter
sea moldeado para tener el carácter de nuestro modelo, el Señor Jesús.

Orar para que nos reafirme como sus discípulos y podamos, bajo su
instrucción y dirección, ser el canal de bendición y evangelización, llevando
el Pan de Vida, Su Palabra, Su Verdad, nuestro testimonio, a nuestra
familia, a los hijos, a los nietos, a los bisnietos, a nuestros vecinos, a
nuestros acompañantes.

2.- DAR

Juan 15:4
4
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna
rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la
vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.

Otro de los ejemplos que el Señor Jesús nos dio fue el DAR, el
mayor dar de ÉL fue dar su vida para rescatar la nuestra y darnos la
salvación y la redención.

En este versículo del evangelio de Juan, hallamos el dar fruto, y


para esto debemos permanecer en el Señor Jesús, permanecer en la vid
como ramas que somos, puesto que la rama debe recibir del tronco
principal, de la vid, el alimento, la savia, el sostén, los nutrientes, que nos
reafirme como sus discípulos, pues si ÉL permanece en nosotros podemos,
bajo su cobertura, dar el fruto verdadero, pues por nosotros mismos no
podemos dar ese fruto.
Y el fruto que recibimos es para que lo asimilemos para nuestra vida
y seamos canales para dar de ese fruto a los demás.
Como doraditos hoy debemos reconocer que todo lo bueno en
nosotros lo hemos recibido de Dios, y que lo hemos recibido de gracia, y
sabemos que debemos darlo a los demás de gratis.
Hemos recibido entre muchos: recursos, dones, talentos,
capacidad, inteligencia, habilidades, entrenamiento, capacitación,
conocimiento y el fruto del Espíritu Santo. Y de eso que hemos recibido
debemos ponerlo a disposición de los que nos rodean, de nuestra familia
de sangre, de nuestra familia Casa Roca, de nuestros conciudadanos
caleños, vallunos y colombianos.
El permanecer en Cristo, el permanecer en la vid, nos permite
recibir su instrucción de a quién, del cuándo, del cómo, del donde debemos
dar con generosidad, con alegría, con agradecimiento y con la certeza que
lo hacemos para honrar y glorificar a Dios, al seguir las huellas del Señor
Jesús.

¿Qué estás dando actualmente?


¿Qué puedes dar y no lo estás haciendo en la forma eficaz?
¿Cuál es la oportunidad que tienes para comenzar a dar?

Recordemos que cuando tenemos una necesidad, y en este


punto es la necesidad de hallar la oportunidad de dar de lo que Dios
nos ha dado, podemos conversar con Dios, orar, conversar con el
poder de la Palabra, hablando no pensando, pues es oralmente que se
ora y no mentalmente, en el cristianismo no hay meditación sino oración,
solo se nos pide que meditemos en la Palabra, y más que meditación es
reflexión.

Algo que debemos dar al momento de nuestro tiempo de oración es


GRACIAS, ser agradecidos con Dios, dar gracias por nuestros pastores,
por nuestra iglesia, por nuestra familia de sangre, por las personas que nos
presentaron a Cristo como nuestro salvador, por nuestro ministerio, ...

Efesios 1:16
16
no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.

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