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SI NO TE SOMETES, EN LIOS TE METES

Lucas 22:42

«Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla


mi voluntad, sino la tuya.»

Este versículo es parte de la oración que el Señor Jesús pronunció de rodillas en el monte
de los Olivos. Y acá hallamos un súper ejemplo de sometimiento que el Señor Jesús nos ha
dejado consignado en la Biblia para que comprendamos, y aceptemos tomar la decisión de
someternos nosotros a Dios.

Someterse, en una de sus acepciones que figuran en el diccionario, significa “acatar la


voluntad” y por lo tanto Someterse a Dios significa “acatar la Voluntad de Dios.”

Y acatar significa: obedecer, aceptar.

Uniendo las dos definiciones podemos expresar que Someterse a Dios es acatar la
Voluntad de Dios, aceptándola y obedeciéndola.

Por lo que al repasar el versículo hallamos que el Señor Jesús, le expresa a Dios Padre su
decisión, su disposición, a acatar La Voluntad del Padre, aceptarla y obedecerla a cambio
de cumplir su propia voluntad, es decir la voluntad del Hijo. Y gracias a este sometimiento
es que nosotros hemos podido recibir la salvación, la redención y la restauración de
nuestra relación con Dios, entre muchas otras bendiciones.

Si Jesús no se hubiese sometido, nosotros en líos estaríamos metidos.

Y como hemos aprendido la Voluntad de Dios es Buena, Agradable y Perfecta, por ende
cuando no nos sometemos a Dios, nos vamos a meter nosotros mismos en líos pues no
acatamos lo Bueno, ni acatamos lo Agradable ni acatamos lo Perfecto.

Y recibiremos lo contrario, es decir, lo malo, lo desagradable y lo imperfecto, y considero


que conscientemente ninguno de nosotros pediría algo con alguna de estas
características, pero si no nos sometemos a Dios esto es lo que caracterizará lo que
estaremos recibiendo. Recordemos que la paga del pecado es la muerte, por mencionar
solo una de las muchas advertencias que Dios nos hace en Su Palabra.

Para el desarrollo de este mensaje Dios me ha regalado un acróstico con las cuatro
sílabas de la palabra SOMETERME.
1.- SO : Ser Obediente
Hemos visto a partir del versículo de inicio que podemos concluir que esta oración del
Señor Jesús expresa su decisión de ser acatar la Voluntad del Padre es decir de
aceptarla y obedecerla. Es decir la decisión de SER OBEDIENTE.
Salmos 40:8

Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.

Este versículo, que deberíamos de asimilarlo para nuestra vida diaria, nos muestra que
cuando asimilamos La Palabra de Dios y la interiorizamos, la asimilamos al rumiarla con la
ayuda del Espíritu Santo, haremos la voluntad de nuestro Dios, único y verdadero, con
agrado, con alegría. Es decir seremos obedientes a Dios, haremos Su Voluntad con
agrado, para honrarlo y glorificarlo y no por miedo al castigo.

Josué 22:5

Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la *ley que les


ordenó Moisés, siervo del Señor: amen al Señor su Dios, condúzcanse de
acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse
unidos firmemente a él y sírvanle de todo *corazón y con todo su ser.»

El ser obediente no es fácil, requiere de esfuerzo por parte nuestra, y note que se inicia
con la toma de la decisión por el amor a nuestro Dios, nuestro comportamiento, nuestra
conducta, debe estar integrado, conectado con la Vid verdadera y esta conexión, esta
unión, debe estar firme y de allí se deriva el entender que somos siervos de Dios, y
nuestro servicio debe ser de todo corazón y con todo nuestro ser.

La Voluntad de Dios se halla plasmada en la Biblia, que es Su Palabra, como mi voluntad, tu


voluntad, nuestra voluntad debemos someterla a la Voluntad de Dios para que nuestra
conducta, nuestro comportamiento este de acuerdo con Su Voluntad, entonces debemos
decidir el permitirle que transforme nuestras vidas, al obedecerle Sus Mandamientos, al
mantenernos firmemente unidos a ÉL y tener un corazón dispuesto a que ÉL nos lo moldee
y ponerlo a su servicio.

¿Eres obediente a Dios? ¿Le obedeces por amor o por miedo?

Porque a Dios le pertenezco con amor le obedezco


2.- ME: Me Enfrento al diablo
Santiago 4:7
Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.

Hemos aprendido que debemos estar atentos al orden de las frases, y de las palabras, al
momento de leer la Biblia, Y este es un ejemplo en que nos encontramos que primero
debemos someternos a Dios y luego resistir al diablo para que este huya de nosotros.

Si lo resistimos y antes no nos hemos sometido a Dios nos metemos en líos, pues podemos
terminar metidos en una experiencia muy desagradable, pues el diablo no huirá y nos
meterá en situaciones complicadas.

Pero también hay algo importante si solamente nos sometemos a Dios pero no nos
enfrentamos, si no resistimos, al diablo entonces permaneceremos bajo esclavitud,
habiendo sido liberados por el Señor Jesucristo.

Entonces nuestro compromiso debe ser el de someternos a Dios, lo cual implica


confesarle a Dios nuestros pecados y arrepentirnos verdaderamente para permitir que el
Señor nos limpie, nos fortalezca, y nos permita hallar Su Perdón.

¿Has resistido al diablo sin haberte previamente sometido a Dios?

¿Ha huido el diablo después que lo has resistido?

Cuando a Dios me someto quedo listo y al diablo resisto y en líos no me meto.

3.- TER: Trae Enorme Recompensa


Filipenses 2:12-13
12
Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no
sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a
cabo su salvación con temor y temblor, 13 pues Dios es quien produce en
ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena
voluntad.

La enorme recompensa de someternos a Dios, de ser obedientes a ÉL, de acatar Su


Voluntad, nos permite llevar a cabo nuestra salvación con temor y temblor, con respeto y
sujeción a Dios, quien se encarga de producir en nosotros tanto el querer como el hacer
para que cumplamos su buena, agradable y perfecta Voluntad.

Dios anhela que sea Su Voluntad la que se cumpla en nuestra vida, y si comprendemos que
Su Voluntad es Buena, Agradable y Perfecta, es una enorme recompensa para nuestra
vida el que cada día avancemos en nuestra entrega a Dios, en nuestro sometimiento, en
nuestro acatamiento de Su voluntad como un mandamiento para obedecer.

Sabemos que Dios bendice, da recompensa, a los obedientes, a los que acatan Su
Voluntad.

Ejemplo: El proceso de la obtención de la pensión de Jorge Porras.

¿Qué recompensa has recibido de Dios y quisieras compartir?

Dios me da recompensa enorme si a Su Voluntad vivo conforme.

4.- ME: Mejoramiento Eterno


1 Juan 2:17
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre.

Hacer la Voluntad de Dios es ejercer el sometimiento a ÉL, y no dar cabida a los malos deseos
que el mundo nos ofrece.

Nuestro Padre Celestial, nuestro Señor, nos anima a que nos dejemos conducir por el camino del
crecimiento espiritual, que implica nuestro mejoramiento en nuestra relación con ÉL.

Y en este versículo nos indica que quien hace Su Voluntad permanece para siempre, es decir que
siempre permanece creciendo, que siempre permanece mejorando, pues el crecimiento lo da Dios,
y nuestras labores de siembra y riego corresponden a hacer Su Voluntad y a no acatar los malos
deseos de nuestros enemigos.

El mejoramiento continuo es una práctica que llevan a cabo las empresas a las que les dan el
certificado y el sello de buena calidad, acá hallamos que Dios nos da el mejoramiento eterno al
ofrecernos la posibilidad de permanecer para siempre junto a ÉL y con ÉL cuando nos sometemos
a ÉL.

Eterno mejoramiento logro con mi auténtico sometimiento.


Y el meterme en líos lo alejo de mi pensamiento.

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