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Decir “adiós” con amor... ¿Es posible?

¿Se puede dejar ir a alguien a quien tanto quisimos y que tanto dolor nos
causa con amor, o es simplemente imposible? Nuestra coach Carolina
Alonso responde.

Yo no estaba segura de que fuera posible decir “adiós” sin hacer daño,
amorosamente. Hoy sé que sí es posible; claro, eso no le quita el dolor
al proceso, pero sí impide que hagamos y nos hagamos daño. Como con
todo lo que respecta a nuestra manera de relacionarnos, también
necesitamos aprender a separarnos sin destruirnos en el proceso.

Quizás tú viste “La guerra de los Roses” o leíste “Comer, rezar, amar” —
una referencia más cercana— y comprobaste con estas historias que la
separación es un proceso lento y doloroso de destrucción. Como si
tuviéramos que “pagar” por habernos metido en esa historia o con esa
persona.

O tal vez viviste la separación de tus padres o la “no separación” que, en


algunos casos, es peor. Y con esta información —más cientos de otras
referencias— has aprendido que la separación es el resultado de que el
amor se acabó y, por lo tanto, surgen el odio, la venganza, el rencor y
otros sentimientos que convierten a las personas en las peores
versiones de sí mismos.

Claro, no queremos convertirnos en nuestra peor versión y, a veces, por


esa razón nos mantenemos en una relación que no nos hace felices, que
no nos ayuda a florecer ni a dar frutos, sino que parece secarnos poco a
poco. Bueno, esa tampoco es la mejor versión de nosotras mismas.

Aceptar que queremos terminar la relación puede ser lo más difícil; porque
además de todos los miedos asociados a lo que pasará después,
tenemos este inmenso temor a ser “malas”, a dañar a quien hemos
amado —y seguimos amando probablemente aunque ya no podamos
vivir con él— y a los otros involucrados: hijos, parientes e, incluso,
amigos.

Mi experiencia de los últimos 15 meses es que sí es posible separarse


amorosamente, con el dolor, pero sin los devastadores daños. Tenemos
que aprender a reconocer que el amor no se acaba, nunca!! Y que
podemos actuar desde el amor, no desde el miedo, cuando elegimos un
nuevo camino. Es nuestra elección y nuestro compromiso, incluso si el
otro no elige lo mismo o si ha hecho algo que nos generó mucho dolor o
si nosotras hemos hecho algo que le generó mucho dolor.

Aprender a decir “adiós” amorosamente es tan importante como aprender


a crear y sostener una relación amorosa. Todo comienza contigo, con
restablecer la conexión contigo misma, con lo que sientes, piensas y
necesitas: con tu integridad. Después viene la aceptación de lo que es,
sin suavizarlo. Entonces vendrá tu elección y tu aprendizaje. Te invito a
aprender a amar incluso después de que la vida nos separe...

#AccionesDeAmor:
Completa la siguiente frase cuantas veces sea necesario:

Yo te amo y cuando haces (escribe las acciones, sin explicaciones) siento


(escribe tus emociones). Quiero sentir (escribe las emociones
contrarias, que anhelas) , por eso ahora elijo decirte “adiós”.

Ejemplo:

Yo te amo y cuando no reconoces ni celebras mis logros siento tristeza y


mucha rabia, me siento sola. Quiero sentirme reconocida por ti,
orgullosa y acompañada, por eso ahora elijo decirte “adiós”.

Recuerda, haz este ejercicio con amorosa curiosidad, desde tu deseo de


aprender y sanar.

Las 4 actitudes infalibles para liberar y elevar


nuestra mente
Estos 4 sencillos consejos del gurú Sri Sri Ravi Shankar son ejercicios que
podemos practicar para liberar día a día nuestra mente de las ataduras
que nos hacen infelices.

La vida moderna nos ha alejadode nuestro centro. Entre los corre corres
del día poco tiempo tenemos para pensar a fondo acerca de nuestra
mente, su desprendimiento y libertad de espíritu. El gurú y embajador
de paz Sri Sri Ravi Shankar propone unos simples pasos facilmente
aplicables que cuando vienen del corazon pueden ayudar a lo que el
llama "liberar y salvar la mente".

Estos 4 sencillos consejos del gurú Sri Sri Ravi Shankar son ejercicios que
podemos practicar para liberar día a día nuestra mente de las ataduras
que nos hacen infelices.

La vida moderna nos ha alejadode nuestro centro. Entre los corre corres
del día poco tiempo tenemos para pensar a fondo acerca de nuestra
mente, su desprendimiento y libertad de espíritu. El gurú y embajador
de paz Sri Sri Ravi Shankar propone unos simples pasos facilmente
aplicables que cuando vienen del corazon pueden ayudar a lo que el
llama "liberar y salvar la mente".

Sé amigable:

Cuando somos amigables y le abrimos la puerta a los demás estamos


liberándonos de prevenciones y malos sentimientos.

Ante todo, es importante abrirle la puerta de nuestra vida y nuestro


corazón a las personas que son felices, ellos tienen mucho que
enseñarnos y al ser amigables con ellos entenderemos que la felicidad
de otros puede ser la nuestra misma en vez de una fuente de envidia.

Sé Compasivo:
Atención, una cosas es la compasión y otra cosa es sentir pesar. Cuando
sentimos compasión por el mundo no estamos poniendo el juicio de
valor en las personas que si ponemos cuando sentimos pesar por ellos.

Cuando nos encontremos con alguien que se siente miserable, la


compasión es la única puerta para ayudarlos, aún más que ser
amigables y tratar de alinearlos con ellos la compasión geniuna y la
fuerza que de ella emana es un arma mucho más poderosa para
compartir la felicidad.

Vive la felicidad:

Y no nos referimos solo a la tuya propia sino a la que puedas encontrar en


el mundo.

Todos estamos conectados y somos uno, por lo tanto la felicidad del otro
puede también ser la nuestra. Si logramos entenderlo y practicarlo,
empezaremos a liberarnos del egoismo y de el ego que solo puede verse
hacia adentro. Sri Sri Ravi Shankar tiene un ejemplo maravilloso al
respecto:

Si alguien es un gran cantante y hace feliz a los demás con su musica, tú


deberías sentirte feliz por él y por el buen trabajo que hace trayendo
felicidad a los demás.Lo mismo debes sentir hacia el arquitecto que
hace lindos edificios que traen belleza y felicidad al mundo. Compartir
la felicidad es una puerta de Iluminación.

Que tu mente sea indiferente:

Con esto no queremos decir que se debe ser apático por la vida y que nada
debe importarnos.

Pero las acciones malas del mundo y las cosas que no podemos cambiar,
debemos dejarlas pasar sin rabia, sin angustia y sin preocupaciones
que vienen cargadas de malas vibras que le quitan energía, entusiasmo
y paz a nuestra mente.

Indiferencia significa no dejarse llenar de sentimientos que no nos


corresponden, no llenar nuestro sistema con pensamientos negativos o
destructivos. Sin embrago, la indiferencia no es sinónimo de la falta de
acción. Cuando veas algo malo en el mundo, actúa, no te llenes de eso.

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