Autonomía e interdependencia de las disciplinas que tienen por objeto el crimen
Muchas y muy diversas disciplinas se ocupan de uno u otro modo de delito, el
delincuente, la víctima y el control social, con sus específicos métodos y desde perspectivas y enfoques diferentes. Pero solo en el caso de algunas de este constituye el objeto prioritario o incluso exclusivo, mientras que las restantes se ocupan también del delito pero de forma tangencial, sectorial.
La delimitación de la materia criminológica y la de las disciplinas que versan sobre
la misma, sus relaciones reciprocas, etc es por tanto inevitablemente problemática. A ello contribuye sin duda, la propia génesis y vicisitudes históricas de la Criminología como ciencia, la naturaleza pluridimensional y fragmentaria de esta y la interdisciplinariedad de su método.
Los pioneros de la Criminología como es lógico no se preocuparon de trazar los
contornos de la nueva ciencia. Tampoco les inquieto de modo alguno que sus investigaciones pudieran invadir campos acotados a otras disciplinas o que abrieran nuevos espacios. Lo cierto es que, en la medida en que progresada el conocimiento empírico sobre el crimen, fueron surgiendo, primero y emancipándose, después otras tantas disciplinas con pretensiones de autonomía. Asi nació en primer lugar la Antropología criminal y sucesivamente, la psicología criminal, la Biología criminal, la Sociología criminal o la Victimologia, etc. Pero este fenómeno lógico de especialización, aparentemente centrifuga, no puede poner en peligro el principio elemental de unidad del saber científico ni el de coordinación funcional de los conocimientos derivados de cada una de las disciplinas especiales. La ciencia criminológica como se apunto ya es una ciencia interdisciplinaria. Ninguno de lo saberes especializados que la integran de las disciplinas que componen el tronco común, puede aspirar a un monopolio excluyente ni a una primacía respecto a las demás. La Criminologia es Biologia criminal, pero no solo Biologia criminal; requiere de un enfoque psicológico, pero es mas que la psicología criminal; se desplaza progresivamente hacia planteamientos sociológicos, pero no puede identificarse con la Sociología criminal.
Metodológicamente es imprescindible evitar la tentación exclusivista, los
perjuicios, pruritos y deformaciones profesionales: lo que Ortega y Gasset denominara la “barbarie de los especialistas”. Porque cada campo del saber científico tiene un área de intervención propia, pero también sus limitaciones y condicionamientos.
Y, en ultimo termino, interesa contar con una información totalizadora, global,
multidimensional del problema del crimen, del delincuente de la víctima y del control social: lo que exige una instancia coordinadora de las fuentes de conocimientos sectoriales, que, además, elimine posibles contradicciones internas y supere lagunas o vacios.