Sei sulla pagina 1di 5

PENSAMIENTOS DE TORÁ Y CABALÁ XX

EL TERCER DÍA DE LA CREACIÓN

‫ ַוי ֹּאמֶ ר אֱֹלהִ ים יִ קָּ וּו הַ מַ יִ ם ִמתַ חַ ת הַ שָּ מַ יִ ם אֶ ל־מָּ קֹום אֶ חָּ ד וְ תֵ ָּראֶ ה‬9
‫הַ יַבָּ שָּ ה וַיְ הִ י־כֵן׃‬
1:9 Y dijo Dios: Reúnanse las aguas que están debajo de los cielos en un lugar (lugar
uno), y se vea lo seco; y fue así.
Vayomer Elohim yikavu hamayim mitajat hashamayim el-makom ejad vetera'eh
hayabashah vayehi jen.

En un escrito anterior (Ver Pensamientos XI) hemos analizado el primer capítulo


de Bereshit a la luz del Árbol de la Vida extendido en los mundos.
Establecíamos entonces la siguiente relación:
- Día Uno: “Que haya Luz...”, Jésed de Briá.
- Día segundo: “Haya un firmamento en medio de las aguas que separe...”, Guevurá
de Briá.
- Día tercero: “Reúnanse las aguas... en lugar uno y aparezca lo seco”
“Brote la tierra vegetación... y árboles”
Tiféret de Briá/Maljút de Atsilút/Kéter de Yetsirá.
Etc.

En el segundo día, de Guevurá de Briá, se tiene la extensión y discriminación de


las letras del Nombre, y tenemos así: Yod como el propio mundo de Atsilut de Atsilut
(considerando que cada mundo tiene sus propios submundos en una progresión
decreciente; ver Figura 1); la primera He como Briá de Atsilut (es el arquetipo del
mundo de Briá y son llamadas aquí “Aguas superiores”); Vav como Yetsirá de Atsilut
(es el arquetipo de Yetsirá – Zer Anpin – y es llamada aquí firmamento y “cielos”); por
último, la segunda He – Shejiná – es el arquetipo del mundo de Asiá y es llamada aquí,
“Aguas inferiores”). Hasta que se llaga al segundo día no hay ni distinción ni separación
alguna. Todo se halla en estado de Unidad, tanto en esencia como en conciencia.
En el tercer día entramos en la operación de la segunda He. Y volvemos a
solaparnos directamente con una sefirá del mundo de Atsilut: con Maljut (ver figura 2),
ya que Jesed y Guevurá de Briá pertenecen propiamente sólo a ese mundo.
Nos ubicamos ahora en el fulcro de tres mundos, como Maljut de Atsilut, como
Tiféret de Briá y como Kéter de Asiá. Todo ello queda reflejado, de un modo u otro, en
la fenomenología de este tercer día.

La palabra Yiqavú (YQVV), “que se reúnan”, proviene de la raíz QVH que


tiene, además del significado de reunir, el de cuerda o línea (Qav), que también une, y
el de “esperanza” (Tiqváh), en este caso como una proyección unitiva hacia un futuro.
Es interesante ver que el valor numérico de la Raíz (100 + 6 +5) es 111, la exaltación de
la unidad y el valor de la letra Alef extendida (ALP; 1 + 30 + 80). En el versículo 10 se
habla del Miqvéh HaMayim, de donde deriva el nombre de la piscina ritual (Miqvé, de
la misma raíz), que ahora nos percatamos que está conectada con las aguas primordiales
de la letra He.
Y es muy explicativo el comentario del Zohar sobre la energética de este
versículo (Zohar I, 18a) y que reproducimos a continuación (los comentarios entre
corchetes son añadidos):

“Y Dios dijo: “Que se reúnan las aguas” – por medio de una línea [de
emanación, porque llegamos de nuevo al pilar del medio], de forma que sea un sendero
recto, porque todo emergió, mientras permanecía oculto, del misterio del punto
primordial [Jojmá y la letra Yod] hasta que alcanzó y entró en el palacio supremo [Biná
y la primera letra He]. De allí partió en línea recta [rayo relampagueante] hasta que
llegó a “un lugar”, que llevó todo a unirse en la totalidad de masculino y femenino. ¿Y
cuál es este? La vida de los mundos [se refiere a Yesod, que une a todas las sefirot a
través de la conjunción de masculino y femenino]. “Las aguas” que surgieron de arriba,
de la letra He superior [tal como está escrito Ha-Mayim]. “De debajo del cielo” -
pequeña Vav, que explica la letra Vav: una es los cielos y la otra “bajo los cielos”. [Esta
es la segunda Vav de la palabra YQVV, y se refiere a Yesod, que está incluida y unida a
Tiféret que son los cielos, y es la primera de las dos Vavim]. Entonces: “Y que aparezca
la tierra seca”, esta es la He inferior. [Maljut. Es seca porque sólo recibe]. Esta está
revelada y todo lo demás permanece oculto, y desde ésta [Maljut] se puede percibir esta
sabiduría oculta [las sefirot restantes]. “En un lugar” – porque aquí está el vínculo de la
unidad del mundo superior [en Yesod, receptáculo de todas las emanaciones y su
unificación. El texto dice Maqom Ejad, lugar de Ejad, de la Unidad]”.

Estamos hablando pues de una dinámica interna del Nombre de Dios en dos
conjunciones: Abba e Imma, Padre y Madre, Yod y He, como generadores, realizada en
la unión de Zer Anpin – los Cielos – y Shejiná – la Tierra –, Vav y He, mediante Yesod
– simbólicamente los órganos sexuales – lo que fertiliza y llena de vida la Tierra
(versículo siguiente).
Maqom, “lugar”, es en sí misma un Nombre de Dios. De Dios se dice que “es el
sitio del mundo y el mundo no es su sitio”. El valor numérico de esta palabra, MQVM,
es 186, que es la suma de los cuadrados de las letras del Tetragrama, indicando que la
influencia divina está en grado superlativo: 102 + 52 + 62 + 52 = 186.

Recreamos el proceso meditando en el siguiente Yijud:

1) La primera fase es la visualización de Tetragrámaton:

Este es el Tetragrama que abarca a todo el Árbol de la Vida en sus Partsufim


(Rostros), tal como se ha descrito arriba.

2) La segunda He está representando las aguas inferiores, en cuyo seno emerge la


Tierra, es decir el Nombre Adonay.
Entonces se expande la segunda He con el Nombre Adonai, el cual se escribe en su
lugar adecuado:
3) El Tetragrama representa entonces el Zer Anpin – Tiféret – y mediante Yesod se
realiza la unión (cópula), lo cual se expresa entrelazando las letras, una a una, nivel a nivel:

4) Esto lo realizamos en Atsilut – tenemos la certeza de que todo resuena en todo


– haciendo la visualización a una altura – distancia inconmensurable que sin embargo se
siente próxima – y de su gran luz descienden todas las bendiciones sobre nosotros y
sobre el mundo.
Esta es la conjunción del Santo, bendito sea, y la Shejiná, el Cielo y la Tierra,
Tiféret y Maljut.
Hay que tener en cuenta que el valor numérico de la conjunción de ambos
Nombres es 91, que es el Amen y que es el maná , el sustento espiritual.
Es también el valor de la expresión: , notaricón de Potéaj et Yadeja.

(Salmo 145:16)
ratsón jai lejol umasbiá yadeja et Potéaj
Abres tu mano y satisfaces a todos los vivientes con favor
Es decir, abres tu yod, tu punto de infinito, la fuente de Luz.
es también notarikón de otro versículo bíblico (Sal 31:6): “En tus manos
encomiendo mi espíritu-Rúaj. Tú me has redimido YHVH (Padita Otí YHVH), Dios de la
Verdad”.
5) Nuestro nivel de conciencia se eleva hasta Biná. El número 91 es también
, Dios en general, donde la letra He en este caso es la primera del Tetragrama.
Es la unificación de la Shejiná superior y la Shejiná inferior, tal como está escrito (Gen
24:67): “Y la trajo [a Rajel] Isaac a la tienda de su madre Sarah y la tomó por mujer”.
Todo está colmado de Berajá, y entonces Potéaj Et Yadeja, abres tu Yod y
satisfaces a todo viviente hasta el máximo de su deseo.

Potrebbero piacerti anche