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DESCRIPCIÓN BREVE

En este trabajo podremos interpretar los mapas


geológicos y topográficos, señalando toda la
estructura, relieves, etc.

Geanpierr Aspilcueta
Geología

MAPAS Y
PERFILES
GEOLÓGICOS
Geología y topografía en mapas
ÍNDICE

1. Introducción
2. Mapas geológicos
2.1. Cómo se hace un mapa geológico
2.2. Uso de un mapa geológico
2.3. Estructura de un mapa geológico
3. Perfiles o cortes geológicos
3.1. Construcción de perfiles geológicos
3.2. Los cortes compensados y los cortes restituidos
4.Mapas geológicos con pliegues
4.1. Elementos geométricos que describen un pliegue y otras
definiciones
4.2. Superficies Plegadas y Topografía
4.3. Reconocimiento de Pliegues en Mapas Geológicos
5. Mapas Geológicos con Fallas
5.1. Elementos Geométricos en Fallas
5.2. Simbología en Mapas Geológicos para las Fallas
5.3. Reconocimiento de Fallas en Mapas Geológicos
5.4. Planos de Falla y Topografía
INTRODUCCIÓN:

Los mapas geológicos nos van a dar idea de la estructura, naturaleza y


fenómenos geológicos que se han producido en una zona determinada.
Generalmente suelen ir representados sobre un mapa topográfico, con lo
que se recibe una mayor y más completa información. Además suelen
contener una leyenda en la que se hace corresponder un color a un tipo
de material, de acuerdo con unas normas establecidas. En nuestro caso se
trata de prototipos de mapas geológicos para realizar ejercicios de
Geología y su contenido está simplificado y, en la mayoría de los casos,
suelen ser ficticios. De cada mapa que estudiemos vamos a deducir los
siguientes conceptos:
- perfil geológico: estructura del terreno estudiado.
- serie estratigráfica: orden en que se han depositado los sedimentos de
la zona.
- historia geológica: historia del terreno desde que se formó hasta
nuestros días (próximo tema).
MAPAS GEOLÓGICOS:
En un mapa geológico se muestra la distribución, la relación y composición
de los materiales de la tierra tales como rocas y depósitos superficiales
(deslizamientos de tierra, sedimentos) y muestra las características
estructurales de la tierra como fallas, etc . Un geólogo recopila los datos
que se presentan en un mapa a través del uso de las observaciones de
campo, fotografías aéreas, la detección remota de información,
información topográfica, información de reconocimiento de suelos y
análisis de laboratorio. Los datos geológicos, en forma de capa, se
imprimen generalmente en un mapa base. El mapa base puede mostrar la
topografía, caminos, ríos, u otros rasgos culturales o naturales en el área
del mapa.
Los mapas modernos son en formato digital, ampliando su utilidad en la
toma de decisiones permitiendo que la información geológica pueda ser
combinada con otros datos, tales como la demografía o la infraestructura.

CÓMO SE HACE UN MAPA GEOLÓGICO:


La elaboración de mapas geológicos es un trabajo muy especializado que
requiere detallados reconocimientos del terreno. Los mapas geológicos,
de acuerdo con la finalidad de la investigación, pueden ser elaborados con
muy diferentes criterios: Mejorar el conocimiento geológico general de
una región, distinguir tipos litológicos (mapas litoestratigráficos), agrupar
formaciones geológicas por edades (mapas cronoestratigráficos), poner en
evidencia zonas con un elevado riesgo geológico (mapas de riesgo),
racionalizar el uso y explotación de los suelos (mapas de ordenación del
territorio), etc. La metodología aplicada en la construcción de cada uno de
ellos puede ser diferente si bien los aspectos de campo y de gabinete son
comunes a todos ellos. En los trabajos de campo, el geólogo realiza una
serie de itinerarios buscando afloramientos, es decir, zonas expuestas en
la superficie de la Tierra que permiten observar las características
geológicas del subsuelo. Una vez encontrado un afloramiento, éste se
sitúa sobre un mapa topográfico o bien sobre una foto aérea. Con la ayuda
de las herramientas típicas del trabajo de campo (martillo, lupa, brújula),
intenta identificar las rocas presentes en el afloramiento así como todas
aquellas características útiles (fósiles, orientación de planos y lineaciones
en las rocas, etc.) en la posterior identificación. Debéis saber que el
trabajo de campo puede ser extremadamente duro por lo que, a menudo,
se trabaja previendo que no se volverá más al afloramiento estudiado. Así,
cualquier observación ha de ser minuciosamente documentada en una
libreta de campo, esquematizada mediante gráficos adecuados,
fotografiada si se considera necesario y muestreada si ello es
indispensable. Al final de los trabajos de campo, el mapa resultante no es
otra cosa que una serie de manchas de color y símbolos dispersos sobre el
mapa topográfico o en la foto aérea. Si la cartografía ha sido efectuada
con rigor, se trata de un mapa objetivo de extraordinario valor, puesto
que debiera ser independiente de la persona que lo haya realizado: Se
reflejan tan sólo aquellas características verificables en cualquier
momento por cualquier otro observador.
El trabajo realizado en el campo y resumido como mapa objetivo debe ser
complementado en el gabinete mediante la interpolación entre
afloramientos separados. Cualquier técnica de interpolación introduce
incertidumbre dado que se interpola para obtener información donde esta
no ha sido tomada (por estar cubierto o inaccesible el terreno, por
ejemplo). A diferencia de las interpolaciones matemáticas, la interpolación
realizada en el gabinete por el geólogo se basa en la utilización de
información obtenida mediante técnicas geofísicas directas (sondeos),
indirectas (sísmica, magnetometría, gravimetría, etc.), en su propia
experiencia, así como en el conocimiento geológico que posee de la región
estudiada. El resultado final es un modelo geológico (un mapa) validado
con la ayuda de los datos geofísicos y de campo. Los mapas finales poseen,
por tanto, una cierta componente interpretativa. ¿Qué grado de
verosimilitud puede tener una interpretación geológica? Es difícil
responder a esa cuestión de forma simple. No obstante, podemos hacer
una analogía matemática. Supongamos que hemos medido
experimentalmente un par de puntos en la evolución temporal de una
determinada variable física (p. ej., la temperatura en la superficie del capó
de un coche en el aparcamiento de la Escuela). En un momento dado se
nos puede requerir de expresar la evolución temporal de la temperatura
mediante una función matemática (es decir, enunciar una ‘ley’) a fin de
interpolar (o extrapolar) el valor de la temperatura en cualquier
momento. Si tan solo contamos con los dos puntos experimentales
medidos, ¿Qué función empleamos? Obviamente, a través de dos puntos
son susceptibles de pasar un gran número de funciones (una lineal,
logarítmica, parabólica, etc.). Sin embargo, tan solo alguna de ellas tendrá
un significado físico razonable. Si consideramos que el comportamiento
real del sistema debe ser tal que debiéramos observar un
comportamiento oscilatorio de la temperatura, reflejo de los ciclos
térmicos diurnos y nocturnos naturales. Por ello, una elección razonable a
efectos de enunciar la ley sería una función tipo seno. En la interpretación
geológica sucede algo parecido. Si una región determinada está
caracterizada por la presencia de pliegues, en la interpretación geológica
que hagamos de otra adyacente, habremos de considerar los pliegues en
la interpretación. Ello no implica, en absoluto, que esta sea la mejor y
única solución posible. Ahí es donde adquiere valor la experiencia del
profesional.

USO DE MAPAS GEOLÓGICOS:


Un mapa geológico es la herramienta principal de un geólogo o
ingeniero para transmitir o descifrar información acerca de la superficie
de la Tierra.
Los mapas geológicos se utilizan para interpretar la estructura,
estratigrafía, la mineralogía, la paleontología, y el registro histórico de la
corteza de la Tierra.
Se utilizan para localizar los recursos energéticos (como el petróleo, el gas
natural, el carbón y los recursos geotérmicos).
Para localizar las fuentes de aguas subterráneas y depósitos minerales
(tales como agregado oro, hierro, cobre, arcilla y construcción).
También se utilizan para identificar las áreas que contienen riesgos
potenciales minerales, tales como el mercurio, asbestos, o radón, para
identificar los posibles peligros geológicos como deslizamientos de tierra,
zonas de fallas Sísmicas, áreas susceptibles a licuefacción, zonas históricas
con inundaciones, volcanes y áreas susceptibles a tsunamis. Los mapas
geológicos son utilizados por los planificadores del uso de la tierra para
identificar y determinar cuáles son las áreas aptas para la agricultura y el
desarrollo urbano. Ellos son un recurso fundamental para aplicaciones
ambientales y de ingeniería. Los mapas geológicos proporcionan una
enorme cantidad de información necesaria para entender la Tierra y
entender la geología de otros planetas en comparación.

ESTRUCTURA DE UN MAPA GEOLÓGICO:


Diseño preliminar

Margen o contorno del mapa


Alrededor del mapa hay que colocar los valores de las coordenadas
correspondientes. Lo mejor sería una cantidad suficiente (cada 2-3) un
valor. Generalmente hay que usar el sistema UTM y las longitudes /
latitudes en grados. Sí el diseño de la carta lo permite se puede destacar
algunos valores con una línea que sigue hacia adentro de la carta.

Flecha del norte: Normalmente cartas tienen el norte arriba, pero hay que
incorporar una flecha del norte. (sí es posible y sí la diferencia es
significativa con norte magnético y norte geográfico). Cartas con el norte
arriba son mucho más fácil para entender y no se corre el riesgo tanto de
equivocarse. La recomendación: siempre "norte arriba". Además, no se
gana ningún centímetro con otras orientaciones - siempre se puede
cambiar la ubicación de la leyenda, del perfil etc. para aprovechar el
espacio en cartas "chuecas".

Topografía
Una carta geológica tiene que contar con una buena base topográfica. Las
curvas de nivel, la infraestructura y algunas informaciones aparte. Lo difícil
es prevenir una sobrecarga. Por ejemplo, las curvas de nivel en conjunto
con los colores de la litología no armonizan. Entonces hay que buscar un
equilibrio entre información topográfica importante y factibilidades en el
diseño.
Sería mejor de mantener toda la infraestructura (caminos, líneas de
ferrocarril, tuberías etc.) para facilitar la orientación en terreno. Además,
los pueblos y nombres generales. Se puede disminuir un poco el tamaño
de las letras para ganar espacio. Todo la simbología netamente geológica
o minera hay que mantener (o cambiarlo a símbolos un poco más
simples). Las curvas de nivel son importantes en la interpretación de
la orientación de las estructuras geológicas. Además, un apoyo importante
durante la orientación en terreno.
No necesario es toda la información de la vegetación, hitos turísticos etc.

Límites geológicos

Para límites geológicos conocidos se usan líneas continuas (ancho:


0,35mm). Las líneas se dibujan a mano libre sin regla y nunca corren
exactamente paralelo como estructuras artificiales como caminos (entre
otros).

Especialmente el uso de programas gráficas (AutoCAD o CorelDRAW entre


otros) produce líneas angulosas o muy "matemáticas". Sería mejor agregar
un factor "humano" es decir una cierta irregularidad que coincide con la
realidad.

Sí un límite geológico está cubierto por cuaternario y no se conoce su


ubicación correcto (como en un relleno de una quebrada) se "esconde".
Izquierda: amarillo = cuaternario.
Recuerde: cuaternario solo cubre las rocas más antiguas superficial:
Cuaternario normalmente cubre las rocas más antiguas, no tiene
continuación hacia altas profundidades, generalmente es horizontal.

Simbología
Cuaternario normalmente cubre las rocas más antiguas, no tiene
continuación hacia altas profundidades, generalmente es horizontal.
-Símbolos generales:
Aparte de la simbología litológica se usa una gran cantidad de símbolos
generales:

-Para mapas en color:


Solamente se dibujan los símbolos geológicos como fallas,
cabalgamientos, rumbo/manteo, ejes de pliegues, fósiles, toma de
muestra, mina y edades absolutas. Además, se ingresan las letras de
identificación de los estratos. Sí se quiere una combinación de colores y
símbolos litológicos además se dibujan los sectores con símbolos en
negro: Zonas alteradas, litología especial-detallada, conos aluviales y
dunas.
Simbología litológica para mapas y perfiles en blanco y negro
Una buena alternativa (más económico) sería la confección de un mapa en
blanco y negro. Las unidades litológicas se rellenan con símbolos. La
desventaja de este tipo de mapas es la cantidad limitada de información.
No es posible incorporar grandes cantidades de unidades litológicos en
este tipo de mapa. Pero para como máximo 6 unidades no hay problemas.
La elección de los símbolos litológicos tiene que ser bien hecha. Primero
hay símbolos determinados (exclusivamente) para un tipo de rocas.
Además, se puede variar el tamaño de los símbolos: Símbolos grandes son
más fácil para dibujar, pero en afloramientos pequeños se ve feo o no se
puede diferenciar. Generalmente existen símbolos orientados (como los
ladrillos de la caliza) y símbolos sin orientación (como arenisca).
Gráficamente se ve mejor una combinación de los dos tipos de símbolos
en un mapa (¡Sí la litología lo permite!). El uso único de símbolos
orientados produce tal vez un desorden en el mapa. El problema general
es, qué solo al final se ve la estética del mapa. Puede ser qué por el
conjunto de grandes cantidades de símbolos se produce un mal diseño, y
no hay ninguna manera para borrar los símbolos....
Símbolos en perfiles o cortes geológicos se adaptan a la orientación de las
rocas. Es decir, en un pliegue también los símbolos son plegados. En capas
inclinadas se inclinan también los símbolos (solo para símbolos
orientados).
Algunos programas computacionales como CorelDraw® (entre otros)
permiten la creación de símbolos. Eso ayuda mucho, porque
automáticamente se puede rellenar un sector definido con un símbolo
adecuado. Sí al final se ve feo rápidamente se puede cambiar el diseño sin
dibujar el mapa completamente nuevo. Se puede elegir la combinación
estética más favorable.
Para carbonatos como caliza, dolominas, margas y otras:

Para calizas como rocas sedimentarias químicas se usa normalmente una


simbología orientada como los "ladrillos". Diferentes tipos de calizas se
puede diferenciar por tamaño de los ladrillos.
Para rocas sedimentarias clásticas: Areniscas, arcilla, pizarras,
conglomerados y brechas.

Rocas volcánicas como andesitas, basaltos, riolitas y para rocas intrusivas


como granito, diorita, sienita:
Rocas metamórficas deformadas como Pizarras, Esquistosos, Eclogitas:

Otras tipos de rocas:

Simbología en color
Mapas "más profesionales" normalmente son de color. Se usan distintos
colores para diferenciar entre unidades (formaciones) litológicas. El uso de
los colores está bajo de algunas normas.
1) Esquema "época por color": Cada época tiene su color propia.
2) Esquema " litología y color": Cada roca tiene su color propio.
En mapas regionales y oficiales (SERNAGEOMIN, Geologische Landesämter
Alemania) se cumple esta norma por cien porcientos. Para mapas de
sectores, cartas más detalladas, algunas veces no se puede cumplir está
norma. Sí un mapa detallado por ejemplo solo contiene una época y se
diferenciaron como 20 unidades litológicas en esta carta. Por la norma
"color de época" sería una obligación buscar 20 distintas tonos del color
principal. Por Ejemplo: Una carta contiene 15 unidades litológicos del
jurásico: Bajo la norma sería obligatorio el uso de 15 distintos tonos de
azul. Eso puede ser difícil y no va a contribuir en la legibilidad de la carta -
simplemente no se puede diferenciar en 15 diferentes tonalidades de azul.
Entonces en el caso de mapas geológicas especiales se puede romper esta
norma y usar otros colores. Pero con cuidado se aplica siguientes reglas:
Las reglas:
Se puede romper esta norma y usar otros colores. Pero con cuidado.
● 1. Siempre amarillo para cuaternario.
● 2. Rojo solo para rocas intrusivas; violeta o rosado para rocas volcánicas.
● 3. Azul para calizas o rocas sedimentarias.
● 4. Se prefiere los colores asociados a la época.
Colores por edad:

Colores litológicos:
Leyenda
En la leyenda litológica o geológica tienen que aparecer todas unidades
y/o formaciones que existen en el mapa. Arriba vienen las unidades más
jóvenes, abajo los más antiguos. Sí hay dos facies (dos unidades con
diferentes rocas, pero de la misma edad) se dibuja al mismo nivel
horizontal. Sí no se conoce la edad absoluta (¿cretácico o terciario?) se
dibujan el cajoncito arriba del límite como en el caso del granito. Los
cajoncitos contienen una identificación de letras (por ejemplo: Qe) para
facilitar la comparación de los colores con el mapa. Además, se dan una
descripción de las unidades en una forma muy corta.

Título
Cada carta necesita un título y algunas informaciones adicionales como
escala, autor y organización.
Ejm:
Carta geológica de (País)
Hoja (Sector)
Escala 1:xx.oo
(Organización, autor)

Dibujo del perfil


Abajo de la carta se dibujan un perfil o mejor dos perfiles (longitudinal y
transversal). Recuerde: Un perfil tiene que ser perpendicular del rumbo
general de los estratos. En mapas de color se usan en el perfil los mismos
colores como en el mapa. En mapas en blanco y negro se usan la misma
simbología. Normalmente la escala horizontal del perfil es igual de la
escala de la carta y la escala vertical del perfil es igual de la escala
horizontal.

véase confección de un perfil".

PERFILES O CORTES GEOLÓGICOS:


Un corte geológico es una representación gráfica de la intersección de los
cuerpos geológicos en el subsuelo con un plano vertical de una
orientación determinada. Es una sección del terreno donde se
representan los diferentes tipos de rocas, su constitución y estructura
interna y las relaciones geométricas entre ellas. Es un modelo
aproximativo de la distribución real de las rocas en profundidad,
coherente con la información disponibles sobre superficie y subsuelo.
También puede representar la extensión de los materiales y de las
estructuras que ya hayan sido erosionados por encima de la superficie
topográfica.
Los cortes son un complemento indispensable de los mapas geológicos;
mapas y cortes son fruto de la interpretación de la disposición de las rocas
a partir de varios tipos de datos, normalmente incompletos y con
diferentes grados de incertidumbre. Ambos son representaciones
bidimensionales de la realidad geológica y conjuntamente permiten
comprender la estructura tridimensional de los volúmenes rocosos y, en
consecuencia, la historia geológica de una zona.
Los cortes geológicos tienen una importancia económica y social muy
relevante. Son la base para planificar obras de ingeniería,
fundamentalmente las obras lineales que afectan la superficie y el
subsuelo (carreteras, túneles, canalizaciones) y para la exploración y la
producción de los recursos geológicos hídricos, pétreos, minerales y
energéticos.

CONSTRUCCIONES DE MAPAS GEOLÓGICOS:


La construcción de un corte geológico implica interpretar la disposición de
las rocas, tanto en profundidad, como sobre la superficie topográfica.
Consiste en interpolar todos los datos disponibles, de superficie y de
subsuelo, con el objetivo de construir un modelo geológico coherente. Por
esta razón, la construcción de los cortes geológicos requiere aplicar todo
el conocimiento de las características geológicas de la región, interpretado
en el marco de los conocimientos teóricos del momento.
Los datos de superficie se obtienen directamente sobre el terreno
(dirección y buzamiento de los estratos o de otras estructuras, tipos de
contactos, potencia de las unidades estratigráficas, relaciones laterales
entre estas, etc.) (Figura 1) o se extraen de un mapa geológico efectuado
previamente (formación geológica o unidad cartográfica, tipo de roca,
ángulo de intersección con la superficie topográfica, datos puntuales).
Figura 1: A partir de las observaciones en superficie se pueden construir
cortes geológicos por extrapolación directa de éstas. Con frecuencia, la
interpretación geológica del paisaje proporciona suficiente información
para construir un corte geológico, especialmente en los desfiladeros. La
figura muestra la extensión en el subsuelo y por encima de la superficie
topográfica de un nivel calizo y de las rocas que afloran por debajo y por
encima de éste. El alcance en profundidad es relativamente limitado.

Sin duda, la calidad y la precisión de un corte geológico están


directamente unidas a una buena cartografía geológica de base que
permita deducir la disposición tridimensional de las rocas, las relaciones
temporales entre ellas y la geometría y la edad de las estructuras que las
afectan. El mapa geológico permite conocer y delimitar las áreas
caracterizadas por el mismo tipo de estructuras, lo que se denomina el
"estilo estructural" (figura 2).
Figura 2: Estas figuras muestran esquemáticamente los “estilos
estructurales” más comunes. a) planar horizontal o con los estratos poco
inclinados, b) pliegues, c) fallas normales, extensivas, d) cabalgamientos,
fallas contractivas e) pliegues con clivaje asociado. Con frecuencia, en una
misma zona se reconocen varios “estilos estructurales”, como por ejemplo
estructuras de plegamiento en el sustrato al cual se superponen
materiales sedimentarios con estructura planar y pudiendo estar todo el
conjunto afectado por fallas extensivas (f).

También es necesario el máximo número de datos del subsuelo para


restringir las posibles interpretaciones y aplicar sistemáticamente
conceptos geológicos básicos. Los datos del subsuelo se obtienen
directamente de la recuperación de testigos de sondeos realizados en un
punto (foto 1), o indirectamente, a partir de métodos geofísicos que
analizan la distribución de las propiedades físicas de las rocas, medidas
desde la superficie (figura 3) o desde el interior de pozos. Entre los más
comunes están los sondeos eléctricos verticales (SEV) que registran las
diferencias de conductividad eléctrica y son muy utilizados en la
prospección de aguas subterráneas.
Foto 1: La recuperación de testigo continuo en los sondeos permite
conocer de primera mano la constitución y el grosor de las unidades
rocosas en el subsuelo. Otras técnicas complementarias facilitan, entre
otros datos, la orientación de las superficies de estratificación u otras
discontinuidades.
Figura 3: Las técnicas geofísicas proporcionan información sobre las
propiedades físicas de las rocas del subsuelo. La figura muestra un perfil
sísmico (a) en el cual se observan lo que se denominan reflectores: éstos
son la respuesta a las ondas sísmicas de horizontes que las reflejan.
Proporciona una imagen similar a la de una ecografía clínica. La escala
vertical de los perfiles sísmicos se refiere al tiempo que tardan las ondas
sísmicas en ir desde una fuente de emisión, sita en la superficie del
terreno, hasta un horizonte que las refleja y volver para ser registradas
por un receptor; el tiempo de esta escala vertical, graduada en
milisegundos, es un “tiempo de doble recorrido” (two way traveltime,
TWT, en su denominación inglesa). Para poder transformar la escala
vertical en TWT de las ondas sísmicas en una escala vertical en metros es
preciso conocer la densidad del medio por el cual se desplazan las ondas y
su velocidad. Para determinar estos parámetros se utilizan otras técnicas
geofísicas, generalmente sísmica de refracción o gravimetría, apoyadas,
siempre que sea posible, en datos de sondeos. El line drawing (b) ()
identifica los reflectores que se observan en los perfiles sísmicos y
muestra la disposición de las formaciones rocosas en el subsuelo.
Finalmente se construye el perfil interpretado (c).

La calidad y el coste de realización de los cortes geológicos están muy


vinculados al conocimiento geológico regional; a su vez, como ya se ha
comentado en el capítulo dedicado a la cartografía geológica, de la
construcción de cortes geológicos se deduce también teoría geológica.
La construcción de un corte geológico requiere la consecución de una
serie de pasos y la aplicación de técnicas específicas para su validación.
Para reducir al máximo los grados de libertad en la interpretación de la
disposición de las rocas en profundidad y asegurar la fiabilidad del corte se
utilizan técnicas geométricas que permiten integrar correctamente el
mayor número posible de datos, (figura 4), puesto que es preciso evitar la
acumulación de errores en las diversas etapas de construcción del corte,
especialmente en las iniciales. Así, en áreas con estructura simple, planar y
con buzamientos bajos y constantes de la estratificación, el alcance de la
extrapolación de los datos es más amplio. En cambio, en zonas con
pliegues, fallas normales o cabalgamientos será preciso aplicar un
conjunto de restricciones de acuerdo con los modelos geométricos
propios de cada estilo estructural.
Figura 4: La extrapolación de los datos, tanto de superficie, como de
subsuelo, está limitada por el estilo estructural;
la figura ilustra modelos geométricos de fallas extensivas (a) y contractivas
(b).

La proyección de los datos de superficie y de subsuelo sobre el plano de


corte es el estadio más crítico durante la construcción de un corte
geológico. Para hacerlo, hay que definir un modelo geométrico
tridimensional que se ajuste a la orientación de las diversas superficies,
dado que los datos sólo pueden ser proyectados en el plano del corte
paralelamente a las estructuras.
La escala vertical de un corte geológico debe ser siempre igual que la
escala horizontal para evitar la representación deformada de los cuerpos
geológicos. En los cortes que acompañan un mapa geológico es todavía
más importante que ambas escalas sean iguales para facilitar la
comparación e integrar la información. Hay casos en que la representación
gráfica de la configuración geológica en mapa y en corte es muy similar,
por ejemplo cuando las estructuras geológicas se encuentran fuertemente
inclinadas. Así, la imagen de un corte geológico de cualquier objeto
inclinado 45º, como un pliegue con el eje inclinado, es la misma que la de
un corte según un plano horizontal y muy similar a su representación
cartográfica.
Cuando se quiere representar la sección en corte de depósitos recientes, o
de grosor relativamente pequeño, es necesario exagerar la escala vertical
de los cortes (figura 5). Este sistema de representación es el que se utiliza
en los proyectos de obras lineales (figura 6), en los cuales todos los
objetos del subsuelo, naturales o construidos por el hombre, se muestran
exagerados para facilitar su lectura.
Figura 5: En las áreas con depósitos recientes, pleistocenos y holocenos,
los cortes específicos de éstos se construyen con la escala vertical
exagerada.
Éste, en concreto, muestra los travertinos y los lodos carbonatados del
lago de Bañolas ("Mapa geològic de Catalunya 1:25 000").

Figura 6: Corte geológico de un proyecto de obra subterránea en subsuelo


urbano. La escala vertical y en consecuencia la altura de todos los objetos
está exagerada verticalmente.

La profundidad hasta la que se construyen los cortes depende de la escala


de trabajo, las características geológicas de la zona, los objetivos del corte
y los datos disponibles del subsuelo. Así por ejemplo, los cortes geológicos
que acompañan los mapas geológicos generales, hechos a partir de datos
de superficie, tienen una profundidad que oscila entre algún centenar y
algún millar de metros. En zonas dónde se dispone de información
proveniente de campañas de exploración de hidrocarburos,
fundamentalmente sondeos (figura 7) y sísmica de reflexión (figura 3), la
profundidad de los cortes llega hasta 6 o 7 km.

Figura 7: Mapa de situación de los sondeos de exploración petrolífera, en


tierra y en la plataforma marina.
Los datos que aportan los sondeos son fundamentales para la
construcción de cortes geológicos en cualquier ámbito.

En cambio, en zonas estructuralmente complejas afectadas por varios


sistemas de pliegues, como las que a menudo se observan en materiales
hercínicos, el alcance vertical de los cortes acostumbra a ser mucho
menor, por la dificultad de extrapolar datos en profundidad. En el caso de
materiales recientes, como depósitos fluviales, la profundidad de
representación difícilmente supera las pocas decenas de metros (figura 5).
A medida que avanza el conocimiento de la constitución y el
comportamiento de la corteza terrestre y de la litosfera (figura 8), se ha
convertido en rutinaria la construcción de cortes hasta profundidades
superiores a los 100 km, a escala cortical o litosférica, debido a la
disponibilidad creciente de datos de subsuelo profundo, tales como
sísmica de reflexión, magnetotelúrica, gravimetría y tomografía sísmica.

Figura 8: La estructura y la constitución interna de la Tierra se conocen a


través de la interpretación de datos geofísicos. La división clásica hace
referencia a la composición de las diversas capas; la división dinámica se
refiere al comportamiento mecánico de éstas. Arriba, detalle de la
estructura de la parte más externa de la Tierra (modificado de Kearey y
Vine, 1990).
LOS CORTES COMPENSADOS Y LOS CORTES RESTITUIDOS

El método más usual para evaluar y validar un corte geológico de una zona
con determinados estilos estructurales (estructuras de plegamiento, fallas
extensivas o cabalgamientos) es comprobar lo que se denomina su
“retrodeformabilidad”. Esto significa que debe ser posible deshacer la
deformación para poder interpretar cómo estaban dispuestas las
diferentes unidades geológicas antes de deformarse. Un corte
retrodeformable se denomina corte compensado si el corte o cortes que
deshacen progresivamente la deformación son los cortes parcialmente o
totalmente restituidos.
En esta imagen el corte geológico, corte compensado y corte geológico
restituido al estado no deformado. En ellos se muestra la situación y la
relación entre los volúmenes rocosos en diferentes momentos de su
historia geológica, después y antes de haber sido deformados y
erosionados.
El corte restituido mantiene la cohesión de las rocas antes y tras la
deformación sin que haya superposiciones o vacíos entre los dos estadios.
La interpretación de las estructuras en un corte compensado debe ser
siempre coherente con las estructuras observadas en la región, esto es,
con el estilo estructural. El paso entre el corte restituido y el deformado
tal y como ha sido interpretado en la actualidad debe ser congruente
cinemática y mecánicamente. El objetivo fundamental de la construcción
de cortes compensados es evitar la introducción de errores geométricos
durante la construcción de los cortes geológicos. Esta técnica también
permite calcular los valores del acortamiento o del estiramiento asociados
a la formación de las estructuras tectónicas y realizar reconstrucciones
palinspásticas, es decir, aquellas en las cuales los materiales geológicos se
sitúan en las posiciones que ocupaban en momentos determinados de la
historia geológica.
En los últimos años los avances en la informática están permitiendo
desarrollar métodos de construcción de modelos geológicos directamente
en tres dimensiones. En un futuro inmediato, el trabajo y la visualización
en un entorno informático tridimensional serán rutinarios, y los mapas y
los cortes formarán parte de una misma realidad vista desde diferentes
perspectivas.

MAPAS GEOLÓGICOS CON PLIEGUES:


Elementos geométricos que describen un pliegue y otras definiciones
• Pliegue (Fold): Curvatura desarrollada sobre una superficie planar
(estratos, cualquier tipo de foliación, etc.) como resultado de la actuación
de esfuerzos. Dichos esfuerzos pueden tener un origen tectónico o
gravitatorio.
• Cresta (Crest): Punto del pliegue que se encuentra a mayor cota
topográfica.
• Seno o Valle (Trough): Punto del pliegue que se encuentra a menor cota
topográfica.
• Longitud de onda (Wavelength): Distancia que separa dos crestas o dos
valles consecutivos en una superficie plegada.
• Punto de inflexión (Inflection point): Punto en los flancos de un pliegue
en el que la curvatura de la superficie plegada pasa de cóncava a convexa
o viceversa.
• Superficie o Plano medio (Median surface) : Plano o superficie que une
los puntos de inflexión de una superficie plegada.
• Amplitud (Amplitude): Distancia que separa los puntos de inflexión de la
cresta o valle de una superficie plegada, medida de forma perpendicular a
su superficie media.
• Charnela y Zona de Charnela (Hinge): Alineación de puntos dentro de
una superficie plegada que han experimentado la máxima deformación. La
zona de charnela es la región inmediatamente adyacente a la línea de
charnela
• Flanco (Limb): Zonas adyacentes a la zona de charnela y que,
comparativamente, han experimentado una deformación mucho menor,
llegando a ser incluso nula en los puntos de inflexión.
• Eje de un Pliegue (Fold axis): Línea generatriz ideal de cualquier pliegue.
Para un pliegue cilíndrico, la revolución de una recta daría lugar a la
generación del pliegue. De esa manera, no tiene una localización
específica en ningún punto del pliegue.
• Plano o Superficie Axial (Axial surface): Superficie geométrica ideal que
une las líneas de charnela de distintas superficies plegadas, dentro de un
pliegue.

Superficies Plegadas y Topografía


Reconocimiento de Pliegues en Mapas Geológicos
Para reconocer la presencia de pliegues en planos geológicos se pueden
emplear diversos criterios. Algunos de ellos son enumerados a
continuación.
• Estudio del espaciado entre direcciones de capa. Las direcciones de capa
pueden interpretarse como isolíneas estructurales, de significado análogo
al de las curvas de nivel topográficas. De esa manera, el espaciado variable
entre direcciones de capa o cambios en su orientación sugiere la presencia
de superficies estructurales (estratos, fallas, etc.) no planares. De la forma
y distribución de las direcciones de capa podremos interpretar la
geometría de los posibles pliegues (simétrico o asimétrico, etc.).
• Estudio de las series estratigráficas y búsqueda de repeticiones
alternantes de subconjuntos dentro de éstas. En el caso de los mapas que
trabajaremos, la repetición de las series a menudo se manifestará
alrededor de un plano de simetría coincidente con el eje del pliegue. Del
análisis de la edad relativa de los materiales presentes en los pliegues (ej.
qué materiales son más antiguos y qué posición ocupan respecto del
núcleo del pliegue) deduciremos el tipo de pliegue del que se trata.

Mapas Geológicos con Fallas


Las fallas (fault) y diaclasas (joints) son las principales discontinuidades de
origen tectónico que aparecen en los mapas geológicos. Su origen suele
estar asociado a episodios geológicos de deformación, ya sean estos de
tipo compresivo o distensivo. Su datación relativa se efectúa de acuerdo al
Principio de Intersección. La diferencia más significativa entre falla y
diaclasa es que en la primera existen evidencias de movimiento relativo
entre los bloques a ambos lados de la misma. En las diaclasas (a menudo
referidas como fracturas sin desplazamiento o, simplemente, juntas) no se
reconocen tales evidencias de movimiento.

a) Falla; b) zona de falla; c) zona de cizalla.


Elementos Geométricos en Fallas:
Los elementos geométricos principales relativos a fallas. De forma
general, respecto del propio plano de falla se distingue un bloque
superior (hanging wall) y un bloque inferior (foot wall) tomando como
referencia cuál de los dos apoya sobre la superficie de discontinuidad y
cuál descansa sobre la misma. A la hora de considerar los movimientos
de los bloques rocosos alrededor del plano de falla es conveniente
cuantificarlos a fin de obtener una información precisa y de potencial
utilidad para el análisis de distintos problemas de campo. Para ello
hemos de definir, a continuación, algunos conceptos importantes.

• Falla (Fault). Superficie de discontinuidad deformacional a lo largo de la


cual hay evidencias de que se ha producido el desplazamiento apreciable
de las masas rocosas que la flanquean. El plano de falla es la propia
superficie de la falla. La notación que se utiliza para indicar la orientación
de los planos de falla es igual que para el resto de planos geológicos. Se
denomina espejo de falla a la superficie pulimentada que se puede
identificar sobre el terreno como correspondiente al plano de una falla,
pudiendo presentar estrías o rayas que evidencian la dirección y, a veces,
el sentido del desplazamiento de los bloques.
• Bloque o labios de la falla (Fault walls). Conjunto de materiales situados
a cada lado del plano de falla. Los bloques o labios de falla se adjetivan de
acuerdo a su posición respecto del plano de falla: bloque o labio superior
(hanging wall) cuando están por encima del mismo y bloque o labio
inferior (foot wall) cuando está por debajo. También se denomina bloque
o labio levantado y bloque o labio hundido al conjunto de materiales que
ha experimentado un movimiento relativo ascendente y descendente,
respectivamente, de cada lado del plano de falla.
• Separación (Separation). Distancia entre las dos trazas de un plano
desplazado por una falla, medida en el plano de falla. La separación en
dirección (strike separation) es la componente de la separación medida
paralelamente a la dirección de capa de la falla. La separación en
buzamiento (dip separation) es la componente de la separación medida en
el plano de falla perpendicularmente al rumbo de la falla. Otra medida del
desplazamiento es la separación estratigráfica, que es la mínima distancia
entre los dos planos desplazados por una falla, la cual se mide
perpendicularmente a los mismos y no está necesariamente contenida en
el plano de falla.
• Salto (Slip). Movimiento relativo sobre un plano de falla, medido desde
un bloque de la falla hasta el otro. Los movimientos de los bloques
alrededor del plano de falla pueden referirse de varias formas:
o Salto total, neto o real (net slip) representa la distancia de
separación mínima entre dos puntos del plano de falla que, antes de
actuar la falla, eran adyacentes.
o Salto horizontal (strike slip) es la componente horizontal del salto
real, medida en el plano de falla y paralelamente a su rumbo.
o Salto normal o en buzamiento (dip slip) es la componente del salto
real, medida en el plano de falla perpendicularmente al rumbo del
plano de falla.
o Salto vertical (vertical slip) es la componente vertical del salto real.
o Salto total proyectado es la componente horizontal del salto real.
o Salto normal proyectado es la componente horizontal del salto
normal.
 Falla normal (Normal fault). Se dice que una falla es normal cuando
el labio hundido se puede también identificar como el bloque
superior mientras que el levantado es el bloque inferior.
 Falla inversa (Inverse fault). Una falla es inversa cuando el labio
hundido es el bloque inferior, y el labio levantado el superior.
 Falla de desgarre o en dirección (Strike fault). Es aquella en que el
movimiento dominante de los bloques alrededor del plano de falla
se corresponde con el de la componente horizontal del
desplazamiento o salto horizontal.
 Dextra y sinistra (Right slip – Left slip). Estos términos se aplican
también para caracterizar el movimiento de las fallas, en particular
cuando existe una cierta componente horizontal en él. Si nos
posicionamos sobre un plano de falla de forma que a nuestros pies
quede el propio plano de fractura; si la componente horizontal del
desplazamiento es hacia la derecha (en el sentido de avance de las
agujas del reloj), la falla se denominará dextra o dextrógira,
mientras que si es hacia la izquierda (en el sentido contrario a las
agujas del reloj) la falla será sinistra o levógira.
 Cabalgamiento o manto de corrimiento (Thrust fault). Se trata de un
tipo de falla inversa que, debido a la acción de empujes
tangenciales, presenta un plano de falla de escaso buzamiento y
produce dislocaciones y desplazamientos de gran extensión.
 Alóctono y autóctono (Allochthonous – Autochthonous). Desde el
punto de vista tectónico, el término alóctono indica el material
geológico que ha sido transportado por procesos tectónicos desde
su lugar de origen. Autóctono indica el material geológico, que
aunque deformado, no ha sido sensiblemente transportado por
procesos tectónicos desde su lugar de origen. Se trata también de
términos de aplicación relativa dado que se utilizan a menudo para
comparación.

Simbología en Mapas Geológicos para las Fallas:


Los principales símbolos empleados en mapas geológicos relativos a fallas.
En dicha figura se identifica el bloque o labio levantado de una falla como
Ll mientras que al bloque hundido le corresponde Lh. Una falla normal se
indicará con unas líneas cortas perpendiculares a la traza de la falla y de
igual grosor que ésta. Dichas líneas se trazarán en el lado correspondiente
al bloque hundido de la falla. Las fallas inversas y cabalgamientos (los
cuales pueden tomarse como fallas inversas de ángulo muy bajo) se
indicarán con triángulos equiláteros (sin rellenar o rellenos) uno de cuyos
lados estará comprendido en la traza de la superficie de la falla. Los
triángulos se localizarán en el lado de la traza de la falla que corresponda
al bloque levantado. En ambos casos, tanto las líneas cortas como los
triángulos irán equiespaciados a todo lo largo de la traza de la falla.
Reconocimiento de Fallas en Mapas Geológicos:
Para reconocer e interpretar la presencia y las características de las fallas,
tanto en los mapas geológicos como sobre el terreno, se pueden emplear
diversos criterios. Algunos de ellos son enumerados a continuación:
• No siempre pueden identificarse las fallas sobre el terreno. En muchos
casos se deducen a partir de diferentes afloramientos y de la disposición
de los materiales geológicos. Así, no siempre es fácil saber de qué tipo de
falla se trata con lo que, en muchas ocasiones, se interpretan e indican
como contactos tectónicos indiferenciados.
• Las fallas corresponden a puntos de la corteza terrestre más susceptibles
de ser meteorizados. Por ello, es bastante frecuente que la red de drenaje
en macizos rocosos coincida con la orientación de las fallas y fracturas
principales.
• La regla general para conocer ciertas características de las fallas es que
en el bloque hundido se encuentran los materiales geológicos más
modernos.
• Otra regla para interpretar la presencia y las características de las fallas
consiste en que una misma formación geológica tendrá espacialmente un
aumento drástico de potencia o de espesor en el bloque hundido de una
falla o fractura, sin que ello signifique un cambio de orientación en los
materiales geológicos.
• Las fallas normales e inversas suelen tener ángulos de buzamiento
pronunciados y una orientación más o menos constante a la escala
habitual de los mapas geológicos.
• Los planos de dislocación de los cabalgamientos o mantos de
corrimiento suelen tener ángulos de buzamiento poco pronunciados, así
como orientaciones relativamente variables, a la escala habitual de los
mapas geológicos.

Planos de Falla y Topografía:


Al igual que sucede con el resto de planos geológicos, en los mapas se
representa la traza en superficie de las fallas, es decir, la línea resultado de
la intersección entre el plano de falla y la topografía. Si la falla es
estrictamente vertical, la traza en superficie será estrictamente rectilínea
pero, si no es así, la traza de la falla será una línea curvada de acuerdo a la
topografía que atraviese.
Tan solo en el caso de que la topografía sea estrictamente plana, una falla
vertical o inclinada dará una traza completamente rectilínea. A la hora de
trabajar con planos de falla, los consideraremos como cualquier otro
plano geológico, es decir, podremos buscar sus direcciones de capa o
aplicar la regla de la ‘V’. Sin embargo, recordaremos que se trata de
estructuras tectónicas que pueden ser secantes respecto de diversas
litologías (ya sean ígneas, metamórficas o sedimentarias). Desde el punto
de vista de la historia geológica, su datación se efectuará de acuerdo a los
Principios de Intersección y Superposición.

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