Sei sulla pagina 1di 9

Asignatura

Ética Profesional

Catedrático:
Luisa Godoy

Tarea:
Ensayo Bioética aborto en argentina

Sustentado por:

Mirian Perdomo 201520010106


Fecha De Entrega
25 de julio de 2018
Ensayo Bioética y aborto en Argentina

Qué ética para la bioética?

La bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en los campos de las


ciencias biológicas y de la atención de la salud, en la medida en que esta conducta
se analiza a la luz de los principios y valores morales.

Las interpretaciones que podemos entender como verdades en la actualidad no se


basan en la realidad objetiva, sino que están sujetas a las influencias del momento
histórico, del contexto social y de las exigencias humanas, como prácticamente todo
lo relacionado con la filosofía, ya sea moral, intelectual, social o aplicada a la vida
misma.

El concepto y aplicación de la bioética es nuevo y aún no está completamente


estructurado, lo que sí es seguro es que se pretende el bienestar de la vida en sí;
por lo que ha implicado un debate muy amplio en cuanto a lo que no es correcto y
a lo que, en determinadas circunstancias sí lo es, haciendo referencia a temas muy
debatidos y controversiales como el aborto, la ingeniería genética, los productos
transgénicos, eutanasia, el suicidio asistido, entre muchos otros, muy posiblemente
estos temas continuaran siendo sumamente debatidos en los posteriores años… La
ciencia avanza y requiere de experimentos que demuestren las hipótesis planteadas
(es un hecho que así es), la pregunta es y seguirá siendo ¿hasta dónde podrá la
ciencia avanzar no sabiendo aun que tanto dejará la bioética que ésta avance?
Siendo que en ciertos aspectos de la vida misma muy posiblemente es un crimen
traer al mundo un ser vivo con fallos genéticos solo por la manipulación de la
información genética, más aun suponiendo que esta persona tenga razonamiento y
se dé cuenta de lo que sucede con el… Muy posiblemente le costara la adaptación a
la sociedad además de los recursos económicos que su mutación implique, haciendo
a un lado esto, el malestar psicológico que este padecimiento pueda provocar.
En fin, lo que necesitamos saber y tomar muy en cuenta son los cuatro principios
definidos por Beauchamp y Childress:

1. siempre hacer el bien


2. no hacer el mal
3. la autonomía en la decisión
4. y el consentimiento informado

1. Principio de autonomía (consentimiento informado)

Principio de respeto a las personas que impone la obligación de asegurar las


condiciones necesarias para que actúen de forma autónoma.
El consentimiento informado constituye un derecho del paciente y un deber del
médico, como sabemos o suponemos debe ser, las preferencias y el bienestar del
enfermo son primordiales desde el punto de vista ético y supone que el objetivo del
médico es respetar esta autonomía porque se trata de la salud del paciente.

2. Principio de beneficencia (siempre hacer el bien)

Obligación de actuar en beneficio de otros. Promueve el mejor interés del paciente


pero sin tener en cuenta la opinión de éste, controversial si lo tomamos en cuenta
como tal se nos presenta a primera impresión pero, supone que el médico posee
una formación y conocimientos “de los que el paciente carece”, por lo que aquél
sabe (y por tanto tiene la facultad de decidir) lo más conveniente para éste. Es decir
“el bienestar del paciente es primero aun si éste no opina lo mismo”.

Un primer obstáculo al analizar este principio es que desestima la opinión del


paciente, primer involucrado y afectado por la situación, prescindiendo de su opinión
debido a su falta de conocimientos médicos… lo que causa controversia con la
autonomía de la que anteriormente hable.

3. Principio de no maleficencia (no hacer el mal).


Abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o
perjudicar a otros. Éste principio va de la mano con el de beneficencia, para que
prevalezca el beneficio sobre el perjuicio. Básicamente es, si no haces el bien
tampoco perjudiques a un tercero, esto se logra con preparación y competitividad
en pro de la salud del involucrado.

4. Principio de justicia (la autonomía en la decisión)

El principio de justicia lo podemos desdoblar en dos: un principio formal (tratar igual


a los iguales y desigual a los desiguales) y un principio material (determinar las
características relevantes para la distribución de los recursos sanitarios. Ésta implica
el bienestar del paciente en lo posible de los recursos para mantener un equilibrio
entre lo material y lo formal.

Pocos son los países en América Latina que permiten el aborto sin apenas
restricciones y dentro del llamado sistema de plazos. Por el momento son solo
Cuba, Uruguay, Guyana y algunas partes de México. Sin embargo, existe la
posibilidad de que Argentina se sume a esta lista tras el impulso de la llamada
Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.

Los fundamentos de exposición del texto del proyecto de ley de Interrupción


Voluntaria del Embarazo explican que la iniciativa legislativa “se viene presentando
en esta Cámara de Diputados desde el año

En el debate del aborto, ¿cuál va a ser la bioética del legislador para proponer una
serie de soluciones? Paula Severino Bavio dice:

A nivel legal Argentina, al estar ya integrada en sistemas internacionales de


derechos humanos, tiene resuelta esa pregunta. Por lógica estamos obligados a la
ética de los derechos humanos. Esa es nuestra ética pública y de mínima, es la
vara axiológica donde el legislador está obligado a pararse. La bioética jurídica
tiene como base el derecho internacional de los derechos humanos. La bioética
jurídica como herramienta analítica y de resolución de casos complejos, está muy
aterrizada.”
Argentina tiene un código penal que despenaliza el aborto desde 1920, pero en la
actualidad se está debatiendo ampliar las causales de despenalización. A día de
hoy, existe un sistema de indicaciones (terapéutica y violación), mientras que lo
que el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo propone es sumar
el sistema de plazos hasta las 14 semanas. En el artículo 1º, plantea que:
“En ejercicio del derecho humano a la salud, toda mujer tiene derecho a decidir
voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras 14 semanas
del proceso gestacional.”

El aborto genera controversias en todos los ámbitos en los que aparece. La forma
en que se lo debate y los resultados de esas decisiones tienen la particularidad de
atravesar el campo teórico y plasmarse en el cuerpo de las mujeres. Las ciencias
sociales no son ajenas a esta discusión y una investigación pone la lupa en la
influencia de la religión en los comités de bioética
En la Argentina, la decisión de una mujer de interrumpir su embarazo está penada,
con excepción de los casos contemplados en el artículo 86 del Código Penal, que
considera como aborto no punible aquel que se hace “con el fin de evitar un
peligro para la vida o la salud de la madre”; y “si el embarazo proviene de una
violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”.
Esta normativa ha suscitado eternas controversias y la discusión alcanzó su punto
álgido con el caso de A. G., una niña de 15 años de la provincia de Chubut que fue
violada por el esposo de su madre. La familia realizó la denuncia en diciembre de
2009 y debió recorrer un largo camino por juzgados hasta que, recién en marzo de
2010, cuando la joven cursaba la semana 20 de gestación, el Tribunal Superior de
Justicia de Chubut ordenó la interrupción del embarazo.
“La bioética es utilizada por quienes deben tomar decisiones políticas para
justificarlas, al hacer de cuenta que se está consultando con una disciplina neutral.
El problema no es la bioética en sí, sino su uso político”, explica Irrazábal. Y aclara
que, de todos modos, las autoridades médicas y judiciales no siempre consultan a
los comités de bioética y que, en caso de hacerlo, su resolución no es vinculante.
Sin embargo, indica que, en caso de consultarlo, suelen seguir la sugerencia del
comité.
Según Irrazábal, “en teoría, los comités de bioética están en las instituciones,
justamente, para defender a los pacientes de la violencia institucional. Sin
embargo, hay comités que, en vez de ayudar a los pacientes para que no se
vulneren sus derechos, tienden a legitimar el statu dominante, que tiene que ver
con un sistema heteronormativo y patriarcal”.
Según informaron distintos medios periodísticos y surge de la página oficial del
Ministerio de Salud de la Nación Argentina, se ha publicado la segunda edición del
"Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción
legal del embarazo" (abril 2015) emanado del Programa Nacional de Salud Sexual
y Procreación Responsable del Ministerio de Salud y que impulsa en todo el país el
aborto.

El Protocolo: Según el texto publicado, el “Protocolo para la atención integral de


las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo” "es una versión
revisada y actualizada de la “Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos
No Punibles” elaborada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2010",
afirmándose que "para esta 2.ª edición se actualizó la información médica, bioética
y legal".

 Interrupción legal del embarazo: derechos de las personas y


obligaciones del sistema de salud

Situación del aborto en el mundo y en la Argentina,

Marco jurídico del derecho a interrumpir un embarazo,

Circunstancias que habilitan la interrupción legal del embarazo, Personas con


derecho a solicitar una interrupción legal del embarazo. Los equipos de salud)

 Abordaje del equipo de salud

Recepción: información y orientación.

Inicial: consejería en opciones.

Historia Clínica.

Evaluación médica.

Estudios complementarios)

 Procedimiento para realizar la interrupción del embarazo

Vacunación e isoinmunización.

Evacuación uterina.

Procedimiento medicamentoso.

Evacuación con procedimiento instrumental.

Conservación de los tejidos.

Cuidados inmediatos luego del procedimiento.

Manejo de las complicaciones.

Indicaciones para el momento del alta; Preparación y funcionamiento del aspirador


endouterino manual)
 Anticoncepción post interrupción del embarazo

Métodos anticonceptivos adecuados para el uso post aborto

Provisión de los métodos anticonceptivos)

Breve análisis del Protocolo:

El Protocolo es un largo documento que comprende aspectos médicos, biológicos,


bioéticos y legales. Emana del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable creado por ley 25673. A continuación formulamos un primer y
sintético análisis del documento:

El Protocolo es contrario a la ley 25673 que prohíbe el aborto en el


Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable:

El Protocolo comienza afirmando: "Promover en todo el país el derecho que tienen


mujeres, niñas, adolescentes y toda persona con capacidad de llevar adelante una
gestación, de acceder a la interrupción legal del embarazo (ILE) cuando este se
encuadre en las causales previstas por el sistema normativo del país, se encuentra
entre las principales acciones implementadas por el Programa Nacional de Salud
Sexual y Procreación Responsable para alcanzar los objetivos establecidos en su
ley de creación

Sin embargo, una lectura atenta de dicha ley nos permite ver que el artículo 6 de
la ley 25673 expresamente dispone que el Programa debe, "a demanda de los
beneficiarios y sobre la base de estudios previos, prescribir y suministrar los
métodos y elementos anticonceptivos que deberán ser de carácter reversible, no
abortivos y transitorios, respetando los criterios o convicciones de los destinatarios,
salvo contraindicación médica específica y previa información brindada sobre las
ventajas y desventajas de los métodos naturales y aquellos aprobados por la
ANMAT" (art. 6 inciso b). Por tanto, el Protocolo de Abortos vulnera la misma ley
que invoca como fuente normativa para el Programa de Salud Sexual y Procreación
Responsable que expresamente excluye los métodos "abortivos".

Violenta las jurisdicciones provinciales:

En la página donde están las especificaciones editoriales de la publicación,


inmediatamente antes del índice, se afirma: "El presente Protocolo es de aplicación
obligatoria en todo el territorio argentino y debe ser puesto en práctica por todas
las instituciones sanitarias, tanto públicas como privadas". Esa pretensión de
"obligatoriedad" no tiene ningún tipo de explicación normativa y violenta las
jurisdicciones provinciales que son competentes para decidir sobre la política
sanitaria. Por otra parte, según se publicó en algunos medios, el nuevo Protocolo
no está avalado por ninguna resolución del Ministerio de Salud o acto normativo, lo
que torna incierto su valor normativo. Además, numerosas Provincias tienen una
protección específica de la vida humana desde la concepción en sus propias
constituciones o normas legales.

Amplía los supuestos previstos en el Código Penal:

Al describir los supuestos en que sería no punible el aborto por riesgo de la vida y
la salud de la madre, el Protocolo omite tener en cuenta que tales casos son
aplicables como último recurso si el riesgo no puede ser evitado por otros medios.
Así, y más allá de los problemas interpretativos que supone la cuestión del aborto
indirecto y la improcedencia del aborto directamente terapéutico, el Código Penal
pone como eje la necesidad de cuidar las dos vidas. El Protocolo también pretende
generalizar el fallo de la Corte Suprema en la causa "FAL" (13 de marzo de 2012)
y, sin modificar el texto del Código Penal, entiende que no es punible el aborto en
todo caso de embarazo por violación.

Violenta el derecho a la vida:

El Protocolo pretende impulsar el aborto bajo el eufemismo de "interrupción legal


del embarazo", en lo que constituye una violación del derecho a la vida de la
persona por nacer. Al respecto, el hecho de que en ciertas causales el aborto no
sea punible no significa que exista un "derecho al aborto". No existe ningún
instrumento internacional de Derechos Humanos vigente en Argentina que
establezca el aborto como derecho humano, mientras que sí existen instrumentos
que imponen el deber de custodiar la vida desde la concepción. Por otra parte, aún
los supuestos de abortos no punibles son cuestionables por afectar el derecho a la
vida de la persona humana.

El Protocolo limita la objeción de conciencia:

En su redacción, el Protocolo limita la objeción de conciencia y además excluye la


objeción de conciencia institucional, en contra de las disposiciones de la ley 25673
que ya hemos mencionado y que contempla tal derecho en el artículo 10.

Hemos realizado una sintética primera aproximación al Protocolo. Lamentamos que


desde las autoridades nacionales se impulse el aborto y se opte por la cultura de la
muerte cuando es posible pensar siempre en salvar las dos vidas, la de su madre y
su hijo, y así ayudar a generar una sociedad más inclusiva y humanista.

Potrebbero piacerti anche