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Mitzva
Edición 1995 / 5755 - Yehuda A. Ribco
Tabla de contenido
Acercándonos a un Sidur ante tu Bar Mitzva
Mitzva / Mitzvot - Precepto, mandamientos
Bar Mitzvá - Bat Mitzvá
Tfila / Tfilot - Rezos u oraciones
Minian / Minianim - Quorum
Kipa / Kipot - (Yarmulke o Kapele) - Solideo, gorrito
Tzitzit / Tziziot - Talit / Talitot (taletim) - manto de oraciones
Tfilin - Filacterias
Shemá Israel
Kriat Hatorá - Lectura de la Torá
Vaiei Binsoa - Apertura del Arón Hakodesh
Gadelu - el pasaje de la Torá
Brajot de la Torá
Haftará
0Iealelu - retorno de la Torá
Aleinu leshabeaj
Shabat
Kidush Leerev shabat - Kidush para la noche de shabat
Havdalá
Sin ceremonias
Tfilin - Filacterias
La voz tfilin proviene de tefilá, que significa plegaria.
Están íntimamente relacionados debido a que para el ejercicio de la plegaria
matutina (shajarit) el hombre debe colocarse los tfilin. Todo hombre judío,
mayor de trece años está obligado a ponerse los tfilin todos los días excepto
festividades hebreas y Shabat. Esta excepción es debida a que los tefilin es una
señal del pacto entre Hashem y el pueblo de Israel, pero el mismo Shabat y los
jaguim también son señales del pacto, por lo cual, para no 'hacer competencia'
de señales es que dejamos de lado los tefilin en los días consagrados.
En tisha beav (día de ayuno) se colocan por la tarde.
Los tfilin están formados por dos estuches de cuero (batim), que contienen
cuatro pasajes bíblicos (escritos por un sofer o escriba especializado) cada
uno, y las correas también de cuero (retzuot) con sus respectivos nudos
especiales. El cuero de las batim, de las retzuot y del pergamino en que están
escritos los pasajes bíblicos deben ser de animal kasher (permitido y
ritualmente procesado - su contrario es taref). Todos los elementos externos
deben ser de perfecto color negro.
Los tfilin son una señal y un recuerdo de las mitzvot de Hashem y de como
estamos atados a su cumplimiento.
Y que este cumplimiento debe ser hecho tal como simbólicamente nos ponemos los
tfilin: el intelecto, los sentimientos y las acciones deben estar organizadas en
una unidad coherente y en procura de seguir los pasos de Hashem, que son para
beneficio de la humanidad.
La tfila del brazo debe ser puesta sobre el brazo más débil del varón, es
decir con la que no escribe. El bait en el músculo del antebrazo (biceps -
flexor) en dirección al corazón.
Y recitar
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste ponernos tfilin Baruj
ata Adon-ai eloeinu melej aolam asher kidshanu bemitzvotav betzivanu
leaniaj tfilin
Shemá Israel
Esta oración se encuentra originalmente en la Torá, en el libro de Devarim o
Deuteronomio, que es el quinto libro de la Torá.
La pregunta que deberíamos formularnos es ¿a qué se debe que esta tfila sea
considerada como la principal del pueblo judío?
Las respuestas podrían ser muy variadas. Lo que podemos hacer, en primera
instancia es leer la traducción y luego tratar de entender todas las palabras
que esta maravillosa oración nos enseña y nos ordena.
Amar a Hashem, educar a los hijos y a uno mismo en las formas de vida judía,
poner tfilin, colocar mezuza en las puertas, tener frente nuestro las palabras
de Verdad que son las palabras de Hashem.
Todo esto daría como para ir entendiendo el valor que el pueblo le fue otorgando
a estas sencillas palabras.
El Ijud Hashem, la unificación del nombre divino, muchos judíos murieron por
llevar en sus corazones y en sus labios estas palabras, y muchos otros, que
quizás en su vida estuvieron alejados del judaísmo, al momento de enfrentarse
con la muerte no encontraron mejor forma de afirmar su amor y su identidad que
entonando estas breves y profundas palabras.
La mejor respuesta de porque Shma Israel pervive y aun resuena en los oídos de
los judíos la puede dar cada uno en la forma que recita esta plegaria y en como
entona el resto de las oraciones, y, más importante, en la intención de pureza
con la que emprende todas las acciones de su vida.
Recordemos, para rezar es imprescindible la kavana, la intención; esa misma
determinación es la que hace falta en todos los momentos de la vida para
conducirnos con completa rectitud.
Nos cubrimos los ojos con la mano derecha mientras recitamos la primera frase
y con lentitud y reverencia pronunciamos
Brajot de la Torá
La persona llamada a la Torá toma el tzitzit delantero del lado derecho, besa el
lugar correspondiente a la lectura en la Torá
y dice la Brajá para antes de la lectura de la Torá
Bendecid a Hashem pues Él es digno de alabanza.
(Bendito sea Hashem hasta la eternidad. )
Bendito sea Hashem hasta la eternidad.
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que nos elegiste
entre los pueblos al entregarnos Tu Torá ;
Bendito eres Tú Adon-ai, que nos revelaste la Torá. Barju et Adon-ai
hamevoraj.
(baruj Adon-ai hamevoraj le-olam va-ed. )
Baruj Adon-ai hamevoraj le-olam va-ed.
Baruj ata Adon-ai elohenu melej ha-olam, asher bajar banu mikol ha-amim,
venatan lanu et Torato,
Baruj ata Adon-ai noten hatora.
El baal kore (lector) y/o la persona llamada leen la sección correspondiente a
esta alia de la Torá; luego de la lectura de la Torá, la persona convocada besa
con el Talit la sección leida de la Torá y bendice
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo,
Que nos entregaste la Torá y su verdad, implantando en nosotros la vida
eterna,Bendito eres Tú Adon-ai, que nos revelaste la Torá Baruj ata
Adon-ai elohenu melej haolam,
Asher natan lanu Torat emet, vejaie olam nata betojenu.
Baruj ata Adon-ai noten ha Torá.
Haftará
En español 'conclusión'.
Porción de los Profetas, que se lee en la sinagoga después de la Parashá o Sidrá
en Shabat, festividades o días de ayuno.
Se supone que la haftará debe ser leída por la persona que tuvo el honor de ser
llamada para la última aliá la Torá, que se conoce con el nombre de maftir.
En ciertos casos otra persona puede leer la haftará, siempre que el maftir
recite las bendiciones antes y después de la misma.
La haftará al igual que la Torá debe ser entonada de acuerdo a los acentos
musicales que corresponden a la lectura profética, y estas varían de acuerdo a
las tradiciones melódicas de las comunidades, particularmente entre los
Ashkenazim y los Sefaradim.
En la antigüedad. La práctica era leer la haftará de un pergamino manuscrito sin
puntos vocales ni acentos melódicos escritos, como hoy en día preservamos la
costumbre en lo que atañe a la lectura pública de la Torá; sin embargo,
actualmente, en la mayoría de las congregaciones, en Shabat y en días de ayuno
público se utiliza un jumash impreso (Los Cinco Libros de Moshé) o un Tanaj
(Biblia); mientras en festividades se puede realizar la lectura en un majzor.
La sidrá y la haftará están asociadas (por regla general) temáticamente. Ya que
se supone que las persecusiones religiosas en la época de Antioco Epifanes
(segundo siglo antes de Era Común explican el origen de la costumbre de leer la
Haftará en público. Ya que la prohibición de la lectura y del estudio de la Torá
en esa época, llevó a una sustitución temporaria de los textos del jumash, por
otros correlativos extraídos de los Profetas. Ante la necesidad los sabios
buscaron pasajes que recordaran las porciones correspondientes a ser leídas pero
que estaban prohibidas de la Torá.
Antes de la lectura se dice:
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que has elegido
los profetas verdaderos, favoreciendo sus palabras dichas en verdad,
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que elegiste a
la Torá, a Moshé Tu Servidor, a Israel Tu pueblo y a los profetas de la
verdad y de la justicia. Baruj ata Adon-ai habojer batora ubemoshe avdo
Baruj ata Adon-ai, eloeinu melej haolam, asher bajar binbiim tovim veratza
bedivreiem haneemarim beemet.uveIsrael amo, ubineviei haemet vatzedek
Es leida la Haftara correspondiente
Después de la lectura de la Haftará se dice:
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo. Creador de toda
la existencia, justo con todas las generaciones. Hashem de la verdad que
dices y haces, prometes y cumples, pues todas Tus palabras son la verdad y
la justicia.
Tú eres el Hashem de la verdad. Tus promesas se cumplirán En su integridad
porque Tú eres el Hashem de la verdad y la Clemencia. Bendito eres Tú
Adon-ai, que concedes la verdad a Tus palabras.
Derrama Tu misericordia sobre Sión, porque ella es fuente de nuestra vida.
Libérala de su espíritu abatido, prontamente Y en nuestros días; Bendito
eres Tú Adon-ai que regocijas a Sión con sus hijos.
Regocíjanos, Adon-ai, Hashem nuestro, con el profeta Eliahu Y con el
reinado de la dinastía de David, Tu Ungido, quien Pronto vendrá para el
júbilo de nuestro corazón. Su trono no Ser usurpado por un extraño, ni
gozarán más los ajenos de Su gloria; pues en nombre de Tu santidad le
prometiste que: "su luz nunca será extinguida, persistiendo hasta la
eternidad". Bendito eres Tú Adon-ai, Protector de David.
Te agradecemos y bendecimos Tu nombre por la Torá que nos conferiste, por
Tu culto, Tus profetas y el Shabat que Nos concediste, para santidad y
quietud, para gloria y deleite.
Todo ser viviente bendecirá Tu nombre eternamente; Bendito eres Tu Adon-ai
que santificas el Shabat. Baruj ata Adon-ai eloheinu melej haolam tzur kol
haolamim, tzadik bejol hadorot, hael haneemam haomer veose hamedaver
umekaiem shekol devarav emet vatzedek.
Al hatora, veal haa voda veal hanebiim, veal iom hashabat haze, shenatata
lanu Adon-ai eloheinu, likdusha velimnuja lejavod uletifaret.
Al hakol Adon-ai eloeinu anajnu modim laj, umebarjim otaj, itbaraj shimja
befi kol jai tamid leolam vaed. Baruj ata Adon-ai, mekadesh hashabat.
Iealelu - retorno de la Torá
Oficiante portando el rollo de la Torá
Alaben todos el nombre de Hashem, pues únicamente El, es exaltado. Su
gloria se manifiesta en la tierra y en los cielos. El elevó el honor de su
pueblo. Sus creyentes lo alaban. Israel, su pueblo predilecto, lo venera.
Aleluya. Odo al eterz beshamaim baiarem keren leamo tehila lejol jasidav
libnei Israel am kerobo aleuya.Iealelu et shem Adon-ai ki nisgav shemo
levado
En Shabat y en festividades se realiza después del orden de oraciones matinal
(tfilat shajarit) el orden de musaf, en recuerdo a los sacrificios que se hacían
agregados exclusivamente en estos días consagrados.
Reiteramos que el contenido de un Sidur es muchas veces más nutrido que estas
escuetas páginas y que debemos tomar contacto con él en lugar de conformarnos
con estas escasas oraciones.
Aleinu leshabeaj
Todos los órdenes litúrgicos finalizan con Aleinu Leshabeaj, un profundo himno
que nos reitera en nuestra fe y aplicación al servicio de Hashem, y a la misión
del hombre como obra del Creador de trabajar denodadamente en pos del
perfeccionamiento del universo.
Y para llevar al mundo entero a la visión del profeta, en el cual todos los
pueblos y todas las lenguas reconocerán y venerarán al único Hashem, Eteno y
alabado.
Shabat
¿Qué podemos decir del Shabat en pocos renglones? Tomos y más volúmenes son
necesarios para alcanzar a rasguñar la comprensión del Shabat.
El Shabat (sábado) es la fiesta semanal del judío, el cual, al menos, un día a
la semana debe aspirar a la santidad, a aproximarse con todo el cuerpo y el
espíritu a Hashem. Ya que este día sagrado debería estar dedicado a la
meditación sobre asuntos relativos a Hashem y a Su presencia majestuosa en el
universo, al descanso, y al gozo del alma (que no es lo mismo que la
frivolidad).
El Shabat enseña a la persona (que quiera apender) que una vez por semana debe
dejar de considerarse el amo del mundo y acceder al mundo del espíritu a través
del mundo material.
El descanso semanal puede considerarse como otro de los aportes judíos al mundo,
ya que antes de la sabiduría de la Torá, ningún pueblo tenía un día íntegro
dedicado al reposo.
Aún ni empezamos a saber lo que es el Shabat
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste purificarnos lavando
nuestras manos. Baruj ata Adon-ai eloeinu melej aolam asher kidshanu
bemitzvotav betzivanu al netilat iadaim
Al bendecir las jalot - pan
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que sacas el pan
de la tierra Baruj ata Adon-ai eloeinu melej aolam hamotzi lejem min
haartez
Luego de la Braja se acostumbra en shabat sazonar el trozo que se va a llevar
primero a la boca con sal.
El kidush
Y se concluyó la creación del cielo y la tierra y todo lo que contienen.
Habiendo concluido Su obra, Hashem cesó en Su creación y reposó. Y bendijo
Hashem al día séptimo y lo santificó ya que en él concluyó Su obra y Su
creación.
Havdalá
El Shabat finaliza cuando tres estrellas de magnitud media son visibles a
simple vista, o aproximadamente un día y cincuenta y cinco minutos después
de haber encendido las velas.
En términos de ritual litúrgico, después del servicio de la noche del
sábado, maariv, con la ceremonia de la Havdalá o separación, en la cual
alabamos a Hashem por la generosidad de habernos otorgado el Shabat para
el deleite, y de haber efectuado las separaciones necesarias en el
Universo, para que cada cosa tenga su tiempo y lugar. Así como hay Shabat
para el gozo del alma, hay seis días para afanarse en la labor cotidiana,
etc.
Esta ceremonia puede luego ser repetida en el hogar, donde el jefe de
familia enciende una vela, prepara especias o hierbas aromáticas y llena
una copa de vino (o cerveza) y entona la plegaria. Las velas y el vino son
simbólicamente el reasumir la vida cotidiana de una forma santificada, tal
cual al realizar el kidush de Shabat o las festividades. Y además como
recordatorios de poner nuestras mentes y corazones ya a la espera del
próximo Shabat.
Las especies aromáticas son, según una antigua explicación, porque el
judío recibe de parte de Hashem un alma suplementaria para gozar de los
placeres del Shabat, y esa alma (neshamá ieterá) abandona el cuerpo al
finalizar el Shabat. Entonces, para reanimar al hombre que siente un vacío
al terminar el Shabat, y al perder una parte sustancial de sí, es que se
huelen esas fragancias.
He aquí el Hashem de mi salvación; en el confiaré y nada temeré. Porque mi
fuerza es Hashem, y a el entono canciones de gloria, pues él me ha
salvado. Sacaréis agua con alegría de los manantiales de la salvación. La
salvación proviene de Hashem, concede tu bendición a tu pueblo para la
eternidad. El Hashem de las huestes está con nosotros, el Hashem de Yaacov
es nuestra fortaleza para siempre.. Para los judíos surgió la luz y la
alegría, el regocijo y la gloria. Surja para nosotros. Levantaré la copa
de la salvación e invocaré el nombre de Hashem.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, creador del
fruto de la vid.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, creador de las
fragancias aromáticas.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, que has creado
el fulgor del fuego.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, que establece
esta distinción entre lo sagrado y lo profano, entre la luz y la
oscuridad, entre Israel y los demás pueblos, entre el día séptimo y los
seis días de la creación.
Bendito eres tú Adon-ai, que estableciste distinción entre lo sagrado y lo
profano. Hine el ieshuati, evtaj velo efjad, ki ozi vezimrat ia Adon-ai,
vaeihi li lishua ushaftem maim besason mimaianei ha-ieshua; l'Adonai
ha-ieshua; al amja birjateja sela. Adon-ai tzevaot imanu, misgav lanu
elohei yaacov, sela. Adon-ai tzevaot, ashrei adam boteaj baj. Adon-ai
oshia; hamelej iaanenu beiom korenu. Laiehudim aita ora vesimja, vesason
vikar, ken tihie lanu, kos ieshuot esa, uvshem Adon-ai ekra.
Alza la copa
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore peri hagafen.
Alza las fragancias
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore minei besamim.
Alumbra sus uñas con la luz de las velas
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore meorei ha-esh.
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, hamavdil bein kodesh lejol,
bein or lejoshej, bein Israel laamim, bein iom hashvii lesheshet iemei
hamaase, baruj ata Adon-ai, hamavdil bein kodesh lejol.
Sin ceremonias
Al parecer nos ha tocado vivir en una época extraña. Por una parte la gente
parece desvivirse por todas las cosas que llevan el rótulo "espiritual", y por
el otro lado persiguen solamente los bienes materiales y los placeres pasajeros,
que no dejan nada para el bien del mundo todo.
Y en ciertos casos paradójicos, cuando algunos buscan lo espiritual, lo hacen en
lugares que no son propios, en idiomas foráneos, con costumbres diversas, en
lugar de hacer lo más sencillo, lógico y correcto: buscar las raíces
espirituales propias dentro del pueblo de uno.
Muchos quieren creer que el judaísmo es un cuerpo extraño, viejo y pesado,
pasado de moda, y quizás tienen razón, pues como no se preocupan por vivir el
verdadero judaísmo, sino que se quedan con caretas y falsedades, o con simples
preconceptos, entonces, lo que ellos ven y creen ver es un judaísmo que no vale
la pena.
Entonces, buscan en el budismo, o en el islamismo, o en satanás, o en cada cosa
que ni siquiera sabemos el nombre. O buscan entre los bienes materiales la
felicidad eterna. Buscan llenar los vacíos de sus vidas con luces, humo y
alcohol, o con cosas parecidas, que quizás sean agradables, no lo dudamos, ¿pero
completan a una persona en su sentimiento de falta de completamiento?
El judaísmo es tu hogar, tu vida.
Puedes alejarte de tu hogar, puedes olvidarte que tienes un hogar, pero, siempre
estará allí en donde lo dejaste, o en donde lo dejaron otros por ti.
Si deseas retornar a tu hogar, sólo debes emprender el regreso. Siempre habrá
alguien a la puerta, esperando recibirte con un abrazo cálido, y unas palabras
dulces.
Pero, dejemos la poesía y vayamos a lo concreto de la Bar Mitzvá: Si a mí no me
interesan las sinagogas, ni la repetición de palabras antiguas que no me dicen
nada, ni ningún rito ni ceremonial que tenga que ver con "la religión", ¿qué
tiene que ver conmigo la Bar Mitzvá? TODO.
Puedes dejar de lado la preparación para esas ceremonias insignificantes y
palabras que te suenan huecas, pero, ¿puedes dejar de construirte como ser
humano?
No estudies para una ceremonia, si te sientes mejor di que estás estudiando para
saber.
El día que realmente sepas, podrás comprender el sonido de esas palabras huecas,
el significado de los ritos.
Si "la religión" no te interesa, no estudies por religión, ni por "quedar bien"
con los otros que hacen o harán bar mitzvá; estudia y construye tu identidad por
ti mismo.
Si quieres olvida las ceremonias, aun las fiestas, pero no te olvides de quién
eres, y lo qué puedes llegar a ser.