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Acercándonos al Sidur ante Tu Bar MitzváAcercándonos a un Sidur ante tu Bar

Mitzva
Edición 1995 / 5755 - Yehuda A. Ribco
Tabla de contenido
Acercándonos a un Sidur ante tu Bar Mitzva
Mitzva / Mitzvot - Precepto, mandamientos
Bar Mitzvá - Bat Mitzvá
Tfila / Tfilot - Rezos u oraciones
Minian / Minianim - Quorum
Kipa / Kipot - (Yarmulke o Kapele) - Solideo, gorrito
Tzitzit / Tziziot - Talit / Talitot (taletim) - manto de oraciones
Tfilin - Filacterias
Shemá Israel
Kriat Hatorá - Lectura de la Torá
Vaiei Binsoa - Apertura del Arón Hakodesh
Gadelu - el pasaje de la Torá
Brajot de la Torá
Haftará
0Iealelu - retorno de la Torá
Aleinu leshabeaj
Shabat
Kidush Leerev shabat - Kidush para la noche de shabat
Havdalá
Sin ceremonias

Acercándonos a un Sidur ante tu Bar Mitzva


El Sidur (sidurim) es el libro de oraciones, cuyo objetivo es introducir orden
(seder y de ahí sidur) en las múltiples oraciones (tfila / tfilot) que se
formularon a lo largo de las generaciones.
Un Sidur normal puede contener todas las plegarias necesarias para el judío,
para que pueda efectuar los tres servicios litúrgicos diarios, así como también
las oraciones específicas para Shabat y ciertas conmemoraciones religiosas (para
otras festividades tales como Rosh Hashaná, Yom Kipur, u otras, se suele
utilizar el Majzor en lugar del Sidur).
Existen diversas versiones de sidurim (y diferentes variaciones del sidurei
tfila, es decir de los órdenes de oraciones), de las cuales las más difundidas
son la ashkenazi y la sefaradí. Ambas contienen varias subformulaciones, así
como las diferentes corrientes religiosas modernas introdujeron cambios en los
sidurim y las tfilot.
Esta publicación que tienes entre tus manos NO es un Sidur, sino tan sólo una
guía esquemática para algunas oraciones diarias y de Shabat. Para realizar tus
oraciones según está prescrito debes recurrir a un Sidur.
Y para hallar detalladamente los preceptos y la forma correcta de su
cumplimiento puedes apelar al Shuljan Aruj o a algún libro que se especialice en
esos temas.

Mitzva / Mitzvot - Precepto, mandamientos


Ante todo debemos saber lo que son las mitzvot. Estas puedem ser traducidas como
preceptos en español, que son los mandamientos que Hashem ordenó a los judíos,
para que estos cumplieran.
Las mitzvot de la Torá son 613, los sabios del pueblo de Israel han agregado
varios más.
En cuanto a los motivos de las mitzvot, hay algunos que tienen explicación dada
por la propia Torá. Otros son explicados por los jajamim (sabios). Otros más
pueden ser entendidos con la lógica humana. Pero hay varios que sus fundamentos
permanece en secreto para los hombres, el único hecho es que igual deben ser
respetados.
De las 613 mitzvot de la Torá hay 248 negativos, es decir para no hacer; y 365
positivos, es decir de harás. De los primeros un ejemplo sería "No matarás"; de
los segundos, "Honra a tu padre ya tu madre".
Las mitzvot también pueden ser clasificadas de acuerdo al destinatario de la
acción de la misma, así hay mitzvot bein adam lajavero (entre hombres) y mitzvot
bein adam lamakom (entre el hombre y Hashem).
La voz mitzvot, mitzva en singular, proviene de la raíz hebrea tzav, que es
ordenar, pero también proviene de tzavta, que significa unión, podemos inferir
entonces que quien cumple lo que le fue ordenado por el Creador puede acercarse
a la unión con El.

Bar Mitzvá - Bat Mitzvá


De acuerdo a lo que vimos, la mitzvá es el precepto, la orden que Hashem le dio
al judío para ser cumplido.
La voz bar, en arameo (idioma antiguo muy difundido entre los judíos) significa:
hijo; así como bat es hija.
Por lo tanto Bar Mitzvá es el "Hijo/Hija del precepto", lo que denota que a
partir de este momento el muchacho es responsable por sus actos frente a Hashem,
por lo que haga o deje de hacer, por lo que aprenda o lo que olvide, etc.
Y es importante recordar que el bar mitzva no es un día en la vida, ni un corto
tiempo de preparación previa a una ceremonia, ni siquiera unas oraciones
(tfilot) hermosamente recitadas junto a una espectacular lectura de la Torá (a
pesar de que se acostumbra señalar este momento con una aliá la Torá (llamado a
bendecir la lectura de la Torá) que se realiza en la sinagoga, también leyendo
de la misma, haciendo un discurso, así como colocarse los tfilin que simboliza
la aceptación de todas las mitzvot, estos actos socialmente codificados destacan
el hecho de que el joven entra a ser parte de la grey, y es ya apto para
integrar el minian.)
El bar mitzva es tan sólo un mojón, una parada en el largo camino del proceso de
identificación y vivencia judía a través del compromiso con el pasado y el
futuro en un presente pleno del cumplimiento de los preceptos.
Demás esta indicar que la fiesta en honor al homenajeado no debe transformarse
en el centro y fundamento del bar mitzva, sino que debe ser vivido y tomado como
un evento muy puntual y festivo del mismo.
Lo que los tutores del niño le deben proveer al joven que está dando sus
primeros pasos en la responsabilidad de su pueblo es el alimento espiritual para
que el niño madure y viva como judío, alimentos tales como los elementos
simbólicos y sustanciales de la vida judía (vida o al menos experiencia judías
tradicionales, un idioma, sidur, talit, tfilin, kipa, etc.)
La ceremonia de bar mitzva tiene lugar cuando el niño cumple los trece años de
acuerdo al calendario luni-solar hebreo. Sin embargo, el bar mitzva no se
circunscribe a un determinado día en la vida del niño, sino que desde los trece
años en adelante el muchacho es bar mitzva. En el caso de las niñas, se las
considera bat mitzva desde los doce años.
¿Por qué a los trece años?
No hay ninguna fuente en el Tana"j (Biblia) que nos enseñe la tradición de la
Bar Mitzvá, ni, paradójicamente, ninguna mitzvá (mandamiento) que nos ordene
realizar la Bar Mitzvá.
Nuestros sabios (Jaza"l) apoyaron la declaración de Yehudá ben Teimá en el
"Pirkei Abot" (6:24): "Los trece es la edad para el cumplimiento de los
mandamientos". Esto indica que al parecer Jaza"l contaban con bases para hacer
esta afirmación.
Podríamos tratar de explicar desde un punto de vista fisiológico, que alrededor
de esta edad es cuando comienza el nuevo despertar de las transformaciones
físicas. Sin embargo, esta no es una explicación suficiente.
Un hecho antropológico es que en muchas culturas al inicio de la pubertad se
realizan diferentes ceremonias en las cuales se introduce al niño en el mundo de
los adultos, muchas veces con ritos sanguinarios, quizás los trece años sea un
recuerdo de lo que alguna vez fue una antigua tradición en el Oriente Medio.
La psicología genética nos enseña que recién a partir de los doce años una
persona comienza a poseer el tipo de inteligencia como para comprender conceptos
abstractos, y el equilibrio estable como para cumplir con la disciplina que
implica la difícil tarea de crecer.
Y el psicoanálisis nos dice que alrededor de la Bar Mitzvá el estado de los
afectos se despereza de un largo letargo, y antiguas emociones renovadas buscan
nuevos objetos, y nuevas vías de manifestarse. Esto puede provocar dos cosas. O
que la inteligencia sea más rápida y efectiva, o que por el contrario los
pensamientos se inquieten y no puedan concentrarse. Estos hechos seguramente no
pasaron invisibles ante los perspicaces ojos de Jaza"l. Y el hecho de la
especial perspicacia y del comienzo de la rebelión adolescente son una espada de
Damocles. Por una parte permiten que el joven estudie con más facilidad, por el
otro hace que el joven advierta cuando se lo está "amaestrando" para representar
un papel de "buen judío culto en la sinagoga", y los sabios judíos seguramente
no querían marionetas repitiendo palabras huecas, sino jóvenes con el suficiente
valor y con la necesaria rebeldía como el sacerdote Pinjás, capaces de luchar
por ideales verdaderos y no por farsas.
Sin embargo, la "rebelión hormonal" aunado a tipos de carácter hacen la labor de
educación "para la Bar Mitzvá" una odisea casi imposible. Entonces, sería lógico
iniciar la educación judía con suficiente tiempo...es decir, no por la Bar
Mitzvá, sino, por el niño.
En definitiva, él o los motivos se pierden en la antigüedad de la historia.
Lo que si conocemos es el primer mojón en la historia personal de cada hombre
judío que es el brit milá (circuncisión), realizada por vez primera por nuestro
patriarca Abraham como signo del pacto eterno entre él como hebreo y D-s. El
segundo mojón es la Bar Mitzvá. Ahora el joven ya entiende, no es un ser pasivo
sobre el que se hace la circuncisión, sino un sujeto activo que se para frente
al mundo, y da y recibe, él por sí mismo y no como apéndice de los padres.
Y debemos dejar en claro un aspecto del ceremonial religioso. Este no representa
un acto mágico de confirmación ritual mística que confiere de alguna manera la
identidad judía, un espíritu judío, o la pertenencia a un pueblo. La identidad,
la pertenencia, la pertinencia, el espíritu y el vivir del judío no es labor de
un sólo día, ni de un breve lapso, y mucho menos de una imposición externa en un
rito ajeno y extraño, el "ser judío" es una construcción de todos los momentos
de la existencia. Sea en vigilia o en reposo, al andar o permanecer, al ganar o
perder. Uno es judío siempre, y como tal debe comportarse, y como tal debe
continuar construyéndose.
Y en el aspecto específico de la Bar Mitzvá, sólo podemos aseverar que todo niño
llega indefectiblemente, por un proceso natural de maduración, a este punto (a
la edad que sea el propio momento), sea que se señale la ocasión de alguna
manera formal, o no.
El transformarse en responsable es ineludible, pero el serlo es cuestión de
interés y voluntad.
¿Qué es lo que hay que hacer, entonces, para hacer notar este paso trascendente
en tu vida?
Como ya habrás leído y comprendido, lo único que estás realmente obligado a
hacer es a cumplir con las mitzvot. Poca cosa, ¿no es cierto?
Pero si te preguntas que es lo que la norma impone como obligación hacer para la
ceremonia religiosa, he aquí un resumen.
Diferentes comunidades tienen distintas costumbres acerca de lo que el joven
está llamado a hacer. Antiguamente y no hace tanto, y aún hoy en día entre las
personas practicantes de las mitzvot (los mal llamados religiosos u ortodoxos),
el momento de la Bar Mitzvá tiene una importancia cierta, y como tal es
festejada y esperada, quizás con más sentido que el que pueden darle las
personas no tan apegadas al estricto cumplimiento y observancia de las mitzvot,
pero, el niño no hace más que lo que está acostumbrado a ver y a vivir, y que
desde ese momento también puede cumplir, como sus mayores realizan
habitualmente, a diario, a cada instante, en la sinagoga y fuera de ella.
En otras formas de vida, podemos ver que la norma indica que el joven puede
tener el honor de ser llamado a una aliá (subir a la bimá para recitar las
brajot o bendiciones de la Torá), y en la medida de lo posible leer una sección
de la sidrá semanal; o la conducción de alguna parte o del servicio religioso en
su totalidad. Desde hace siglos en Europa se acostumbró el llamar al joven al
maftir (la última aliá de la Torá), con la consiguiente lectura de la haftará
(una sección de los Profetas), pues, es popularmente considerado el maftir como
un gran honor.
También es costumbre que el celebrante pronuncie un discurso de exégesis
sobre algún tema bíblico o talmúdico, especialmente referido a la sidrá
semanal. Mucho depende del fondo de conocimiento judaico del niño, de su
carácter, así como de las costumbres que se siguen en su comunidad.
Como sea, las actividades sinagogales que se le brindan al joven para
honrarlo, no son parte de un ritual extraordinario, sino que forman parte
del servicio regular, y no difieren de aquellas que realiza cualquier
adulto judío en cualquier otra ocasión, a excepción de una o dos
bendiciones o adiciones para el padre (o, según la corriente religiosa
ambos padres) o el responsable del Bar Mitzvá.

Tfila / Tfilot - Rezos u oraciones


El rezar es una práctica habitual para los hombres de todas las culturas y de
todos los tiempos.
Los motivos para elevar las plegarias a Hashem pueden ser varias, pero lo que el
judaísmo exhorta es que sean hechas con corazón puro y con extrema kavana
(devoción), y no como una forma de agradar a Hashem, de comerciar o de pasar el
tiempo.
Para un judío el hacer tfila es obligatorio de acuerdo al judaísmo tradicional,
y debe hacerse diariamente (los hombres).
Los órdenes de plegarias diarias comunes a todo el pueblo judio son tres:
shajarit (la oración matutina); minjá (la oración de la tarde); y arbit (la
oración de la noche), que puede ser conocida también con el nombre de maariv.
Si bien cada persona puede rezar lo que mejor le parezca, los jajamim (sabios)
en el transcurso de los años editaron un sidur, para centrar las distintas
oraciones y dar un cuerpo organizado al rezar.
Las tfilot son en su mayor parte en hebreo, y si bien es aconsejable rezar en
este idioma, la persona que no lo entienda o no lo lea con facilidad puede
remitirse a la fonética, o hasta rezar en cualquier idioma, ya que supuestamente
Hashem los conoce todos.

Minian / Minianim - Quorum


El minian es la reunión de diez varones judíos, mayores de bar mitzva agrupados
para realizar todas las ceremonias religiosas que necesitan la presencia de un
minian para ser llevadas a cabo, como por ejemplo la lectura pública de la Torá,
algunas oraciones, el kadish, etc.

Kipa / Kipot - (Yarmulke o Kapele) - Solideo, gorrito


Como respeto a la autoridad de Hashem es que desde muy antiguo se instauró la
costumbre (no Mitzva) de cubrir el judío su cabeza.
Los judíos observantes mantienen esta costumbre en todo instante. Los que no son
observantes estrictos de la mitzvot al menos deben cubrir sus cabezas en los
momentos en que realizan actividades consagradas al estudio, la meditación o el
servicio ritual.
La kipa no es sagrada, ni se le debe ninguna reverencia especial, solamente la
adecuada a símbolos apreciados de nuestra cultura.

Tzitzit / Tziziot - Talit / Talitot (taletim) - manto de oraciones


Los tzitziot son los mal llamados flecos que debe tener toda vestimenta de
cuatro puntas utilizada por todo varón judío, de acuerdo a la orden dada por
Hashem en la Torá al pueblo de Israel. Los tzitziot no son simplemente flecos,
son Tzitziot.
Los tzitzit tienen como objetivo ayudar a recordarle al hombre el cumplimiento
de los preceptos, y la epopeya de la salida de los hijos de Israel de la
esclavitud en Egipto (conocida como Yetziat Mitzraim).
Como dato curioso tenemos que la suma de los valores de las letras hebreas de la
palabra tzitzit equivale a seiscientos, este valor sumado a los ocho hilos que
lo componen, más los cinco nudos que lo forma, da un total de seiscientos trece,
que es el número de preceptos (mitzvot) estipulados para el cumplimiento del
judío en la Torá.
En general el Talit lo utilizan los varones luego de la bar mitzva (en algunas
comunidades sólo lo usan habitualmente los que se han casado) para realizar las
oraciones de la mañana, se colocan antes que los tefilin, puesto que el talir es
una mitzva más habitual, diaria, mientras que los tefilin en ciertas ocasiones
no son utilizados.
Alza el Talit y recita con veneración antes de envolverse
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste envolvernos con los
Tzitzit. Baruj ata Adon-ai eloheinu melej aolam asher kidshanu bemitzvotav
betzivanu leitatef batzitzit

Tfilin - Filacterias
La voz tfilin proviene de tefilá, que significa plegaria.
Están íntimamente relacionados debido a que para el ejercicio de la plegaria
matutina (shajarit) el hombre debe colocarse los tfilin. Todo hombre judío,
mayor de trece años está obligado a ponerse los tfilin todos los días excepto
festividades hebreas y Shabat. Esta excepción es debida a que los tefilin es una
señal del pacto entre Hashem y el pueblo de Israel, pero el mismo Shabat y los
jaguim también son señales del pacto, por lo cual, para no 'hacer competencia'
de señales es que dejamos de lado los tefilin en los días consagrados.
En tisha beav (día de ayuno) se colocan por la tarde.
Los tfilin están formados por dos estuches de cuero (batim), que contienen
cuatro pasajes bíblicos (escritos por un sofer o escriba especializado) cada
uno, y las correas también de cuero (retzuot) con sus respectivos nudos
especiales. El cuero de las batim, de las retzuot y del pergamino en que están
escritos los pasajes bíblicos deben ser de animal kasher (permitido y
ritualmente procesado - su contrario es taref). Todos los elementos externos
deben ser de perfecto color negro.
Los tfilin son una señal y un recuerdo de las mitzvot de Hashem y de como
estamos atados a su cumplimiento.
Y que este cumplimiento debe ser hecho tal como simbólicamente nos ponemos los
tfilin: el intelecto, los sentimientos y las acciones deben estar organizadas en
una unidad coherente y en procura de seguir los pasos de Hashem, que son para
beneficio de la humanidad.

La tfila del brazo debe ser puesta sobre el brazo más débil del varón, es
decir con la que no escribe. El bait en el músculo del antebrazo (biceps -
flexor) en dirección al corazón.
Y recitar
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste ponernos tfilin Baruj
ata Adon-ai eloeinu melej aolam asher kidshanu bemitzvotav betzivanu
leaniaj tfilin

Enrollar en dirección al cuerpo, siete vueltas en el brazo. Pasa una octava


desde la muñeca al vértice con el pulgar.
La bait de la cabeza debe ser puesta exactamente en la línea del medio de
los ojos a la altura del nacimiento del cabello.
Y recita en voz baja.
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste el mandamiento de los
tfilin
Bendito sea su glorioso reino por siempre jamás. Baruj ata Adon-ai eloeinu
melej aolam asher kidshanu bemitzvotav betzivanu al mitzvat tfilin
Baruj shem kevod maljuto leolam vaed
En el dedo mayor enrollar en la primera
falange una vez y recitar
Y te desposaré por siempre Beerastij li leolam.
En el dedo mayor enrollar en la tercera falange una vez y recitar
Y te desposaré con la rectitud y la justicia, con la misericordia y la
compasión Beerastij li betzedek ubemishpat ubejesed uberajamim.
En el dedo mayor enrollar en la segunda falange una vez y recitar
Y te desposaré con Mi verdad y entonces tendrás conocimiento de Hashem
Beerastij li beemuna beiadat et Adon-ai.
Unir con el dedo anular y de allí al vértice con el dedo pulgar y luego la
tercera línea que forma la letra shin en hebreo

Shemá Israel
Esta oración se encuentra originalmente en la Torá, en el libro de Devarim o
Deuteronomio, que es el quinto libro de la Torá.
La pregunta que deberíamos formularnos es ¿a qué se debe que esta tfila sea
considerada como la principal del pueblo judío?
Las respuestas podrían ser muy variadas. Lo que podemos hacer, en primera
instancia es leer la traducción y luego tratar de entender todas las palabras
que esta maravillosa oración nos enseña y nos ordena.
Amar a Hashem, educar a los hijos y a uno mismo en las formas de vida judía,
poner tfilin, colocar mezuza en las puertas, tener frente nuestro las palabras
de Verdad que son las palabras de Hashem.
Todo esto daría como para ir entendiendo el valor que el pueblo le fue otorgando
a estas sencillas palabras.
El Ijud Hashem, la unificación del nombre divino, muchos judíos murieron por
llevar en sus corazones y en sus labios estas palabras, y muchos otros, que
quizás en su vida estuvieron alejados del judaísmo, al momento de enfrentarse
con la muerte no encontraron mejor forma de afirmar su amor y su identidad que
entonando estas breves y profundas palabras.
La mejor respuesta de porque Shma Israel pervive y aun resuena en los oídos de
los judíos la puede dar cada uno en la forma que recita esta plegaria y en como
entona el resto de las oraciones, y, más importante, en la intención de pureza
con la que emprende todas las acciones de su vida.
Recordemos, para rezar es imprescindible la kavana, la intención; esa misma
determinación es la que hace falta en todos los momentos de la vida para
conducirnos con completa rectitud.

Nos cubrimos los ojos con la mano derecha mientras recitamos la primera frase
y con lentitud y reverencia pronunciamos

Oye, oh Israel, Adon-ai es nuestro Hashem, Adon-ai es único


Bendito sea su glorioso reino por siempre jamás.
Ama a tu Hashem con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus
fuerzas. Las leyes que te prescribo hoy, las grabaras en tu corazón. Las
explicaras a tus hijos, meditaras en ellas en toda ocasión, al amanecer y
al anochecer. Átalas por signo sobre tu brazo, ponlas por señales sobre tu
frente y escribirlas has, en las entradas de tu casa y de tus ciudades.
Shema Israel Adon-ai eloheinu Adon-ai ejad
Baruj shem kevod maljuto leolam vaed
Veaavta et Adon-ai eloheja vejol levavja, uvejol nafsheja uvejol meodeja.
Vehaiu hadvarim haele asher anoji metzavja haiom al levaveja, veshinantam
levaneja vedivarta bam beshivteja beveiteja uvelejteja baderej uveshojveja
uvekumeja. Ukshartam leot al iadeja veahiu letotafot bein eineja, ujtavtam
al mezuzot beiteja uvisheareja.

Kriat Hatorá - Lectura de la Torá


La Torá es un concepto extenso como para explicar en este lugar, pero podríamos
comenzar diciendo que la Torá es la Ley de Vida.
Si bien es un Libro, el más grande de todos, lo que transforma a la Torá en Ley
de Vida es que su contenido sea vivido.
Técnicamente la Torá está escrita en un rollo de pergamino tratado de animal
puro y escrito por un escriba especializado y que contiene las palabras de
Hashem, escritas por su profeta Moshé (Moisés), a la salida de los Hijos de
Israel de la esclavitud de Mitzraim (Egipto).
La Torá contiene relatos y leyes, es a simple vista un libro. Un libro un poco
extraño para nuestra época.
Y no sólo porque tiene la forma de un rollo, cuando hoy día los libros tienen un
formato más práctico, sino porque posee un texto muchas veces difícil de cumplir
para personas criadas para hacer lo que más les place, o lo que la conveniencia
del momento prescribe.
No podemos resumir la Torá a este minúsculo capítulo, sólo te decimos que lo que
hace que la Torá sea un libro de Vida, es que los lectores la vivan.
Reviste gran santidad para el judío, no tanto por su forma de rollo sino por su
contenido y porque el autor es Hashem.
La Torá se lee en público todos los Shabatot (sábados) en la tfila de Shajarit,
Shabatot en la tfila de minja, días lunes y jueves en Shajarit. También es leída
en festividades y ayunos públicos.
En sábado se acostumbra a llamar siete personas más una a una alia laTorá, para
que estas personas bendigan la lectura de la Torá.
En Shabat minja, lunes y jueves son llamados solamente tres personas.
Cada semana la lectura varía, puesto que hay una parashá o sidrá (porción
semanal de lectura) (generalmente hay una pero pueden haber dos unidas). Así
cada año leemos solamente una vez cada parashá, y recién al otro año vuelve a
leerse esa misma sección.
La lectura de la Torá es un factor muy importante de identificación y de
educación popular

Vaiei Binsoa - Apertura del Arón Hakodesh


Cuando el Arón Hakodesh es abierto al incorporarnos en señal de respeto
entonamos

Cuando el arca se desplazaba, Moshé decía: "levántate, oh Hashem, sean tus


enemigos dispersados; huyan quienes te aborrecen, de ante tu presencia".
Desde Sión saldrá la Torá, y la palabra de Hashem desde Jerusalén. Bendito
sea El, que con su santidad entregó la Torá a su pueblo Israel.
Vaiehi binsoa aron vaiomer moshe: kuma Adon-ai ve-iafutsu oiveja ve-ianusu
mesaneja, mipaneja. Ki mitsion tetse Torá, ki mitsion tetse Torá udevar
Adon-ai mi-ierushalaim. Baruj shenatan Torá, le amo-israel bikdushato.
Gadelu - el pasaje de la Torá
Al pasar el Sefer Torá portado por el oficiante, es costumbre rozar el Sefer con
la punta de los dedos de la mano derecha o con la punta del Talit, y luego
besarlos, como señal de amor, respeto y veneración.
El Sefer Torá debe ser respetado, y por lo tanto no debemos permanecer sentados
cuando es llevado, ni cuando el Arón es abierto.
Debemos sentirnos como si estuvieramos en presencia de un enviado de un gran
monarca, y mostrar mayor respeto que supuestamente tendríamos por mortales
poderosos.
El oficiante porta el rollo de la Torá
(Oye, oh Israel, Adon-ai es nuestro Hashem, Adon-ai es único.)
(Único es nuestro Hashem, grande es nuestro Señor, sagrado y venerado es
su nombre.)
Exaltad a Adon-ai conmigo, y enaltezcamos su nombre juntos.
Tuyos son, oh Hashem, la grandeza y el poder; la gloria, la victoria y el
resplandor; pues todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo.
Tuyo es el reino, tú eres exaltado y supremo sobre todos. Exaltad a
Adon-ai, nuestro Hashem y aceptad sus venerados mandamientos pues Santo es
Él. Exaltad a Adon-ai, nuestro Hashem prosternaos en la montaña de su
santuario, pues santo es Adon-ai nuestro Hashem. (Shema Israel Adon-ai
elohenu Adon-ai ejad. )
(Ejad elohenu, gadol adonenu kadosh shemo. )
Gadelu la Adon-ai iti uneromema shemo iajdav.

Leja Adon-ai haguedula vehaguevura vehatiferet vehanetsaj vehahod, ki jol


bashamaim uvaaretz. Leja Adon-ai hamamlaja vehamitnase lejol lerosh.
Romemu Adon-ai elohenu vehishtajavu la-hadom raglav. Kadosh hu. Romemu
Adon-ai elohenu vehishtajavu lehar kodsho. Ki kadosh Adon-ai elohenu.

Brajot de la Torá
La persona llamada a la Torá toma el tzitzit delantero del lado derecho, besa el
lugar correspondiente a la lectura en la Torá
y dice la Brajá para antes de la lectura de la Torá
Bendecid a Hashem pues Él es digno de alabanza.
(Bendito sea Hashem hasta la eternidad. )
Bendito sea Hashem hasta la eternidad.
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que nos elegiste
entre los pueblos al entregarnos Tu Torá ;
Bendito eres Tú Adon-ai, que nos revelaste la Torá. Barju et Adon-ai
hamevoraj.
(baruj Adon-ai hamevoraj le-olam va-ed. )
Baruj Adon-ai hamevoraj le-olam va-ed.
Baruj ata Adon-ai elohenu melej ha-olam, asher bajar banu mikol ha-amim,
venatan lanu et Torato,
Baruj ata Adon-ai noten hatora.
El baal kore (lector) y/o la persona llamada leen la sección correspondiente a
esta alia de la Torá; luego de la lectura de la Torá, la persona convocada besa
con el Talit la sección leida de la Torá y bendice
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo,
Que nos entregaste la Torá y su verdad, implantando en nosotros la vida
eterna,Bendito eres Tú Adon-ai, que nos revelaste la Torá Baruj ata
Adon-ai elohenu melej haolam,
Asher natan lanu Torat emet, vejaie olam nata betojenu.
Baruj ata Adon-ai noten ha Torá.

Haftará
En español 'conclusión'.
Porción de los Profetas, que se lee en la sinagoga después de la Parashá o Sidrá
en Shabat, festividades o días de ayuno.
Se supone que la haftará debe ser leída por la persona que tuvo el honor de ser
llamada para la última aliá la Torá, que se conoce con el nombre de maftir.
En ciertos casos otra persona puede leer la haftará, siempre que el maftir
recite las bendiciones antes y después de la misma.
La haftará al igual que la Torá debe ser entonada de acuerdo a los acentos
musicales que corresponden a la lectura profética, y estas varían de acuerdo a
las tradiciones melódicas de las comunidades, particularmente entre los
Ashkenazim y los Sefaradim.
En la antigüedad. La práctica era leer la haftará de un pergamino manuscrito sin
puntos vocales ni acentos melódicos escritos, como hoy en día preservamos la
costumbre en lo que atañe a la lectura pública de la Torá; sin embargo,
actualmente, en la mayoría de las congregaciones, en Shabat y en días de ayuno
público se utiliza un jumash impreso (Los Cinco Libros de Moshé) o un Tanaj
(Biblia); mientras en festividades se puede realizar la lectura en un majzor.
La sidrá y la haftará están asociadas (por regla general) temáticamente. Ya que
se supone que las persecusiones religiosas en la época de Antioco Epifanes
(segundo siglo antes de Era Común explican el origen de la costumbre de leer la
Haftará en público. Ya que la prohibición de la lectura y del estudio de la Torá
en esa época, llevó a una sustitución temporaria de los textos del jumash, por
otros correlativos extraídos de los Profetas. Ante la necesidad los sabios
buscaron pasajes que recordaran las porciones correspondientes a ser leídas pero
que estaban prohibidas de la Torá.
Antes de la lectura se dice:
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que has elegido
los profetas verdaderos, favoreciendo sus palabras dichas en verdad,
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo, que elegiste a
la Torá, a Moshé Tu Servidor, a Israel Tu pueblo y a los profetas de la
verdad y de la justicia. Baruj ata Adon-ai habojer batora ubemoshe avdo
Baruj ata Adon-ai, eloeinu melej haolam, asher bajar binbiim tovim veratza
bedivreiem haneemarim beemet.uveIsrael amo, ubineviei haemet vatzedek
Es leida la Haftara correspondiente
Después de la lectura de la Haftará se dice:
Bendito eres Tú Adon-ai, Hashem nuestro Rey del Universo. Creador de toda
la existencia, justo con todas las generaciones. Hashem de la verdad que
dices y haces, prometes y cumples, pues todas Tus palabras son la verdad y
la justicia.
Tú eres el Hashem de la verdad. Tus promesas se cumplirán En su integridad
porque Tú eres el Hashem de la verdad y la Clemencia. Bendito eres Tú
Adon-ai, que concedes la verdad a Tus palabras.
Derrama Tu misericordia sobre Sión, porque ella es fuente de nuestra vida.
Libérala de su espíritu abatido, prontamente Y en nuestros días; Bendito
eres Tú Adon-ai que regocijas a Sión con sus hijos.
Regocíjanos, Adon-ai, Hashem nuestro, con el profeta Eliahu Y con el
reinado de la dinastía de David, Tu Ungido, quien Pronto vendrá para el
júbilo de nuestro corazón. Su trono no Ser usurpado por un extraño, ni
gozarán más los ajenos de Su gloria; pues en nombre de Tu santidad le
prometiste que: "su luz nunca será extinguida, persistiendo hasta la
eternidad". Bendito eres Tú Adon-ai, Protector de David.
Te agradecemos y bendecimos Tu nombre por la Torá que nos conferiste, por
Tu culto, Tus profetas y el Shabat que Nos concediste, para santidad y
quietud, para gloria y deleite.
Todo ser viviente bendecirá Tu nombre eternamente; Bendito eres Tu Adon-ai
que santificas el Shabat. Baruj ata Adon-ai eloheinu melej haolam tzur kol
haolamim, tzadik bejol hadorot, hael haneemam haomer veose hamedaver
umekaiem shekol devarav emet vatzedek.

Neeman ata hu Adon-ai eloheinu venehemanim devareja, vedabar ejad


midbareja ajor lo iashuv reikam, ki el melej neheman verajaman ata, baruj
ata Adon-ai hael hanheman bejol debarav.

Rajem al tzion ki hi beit jaienu, belaalubat nefesh toshia bimhera


beiameinu, baruj ata Adon-ai, mesameaj tzion bebanea.

Samjenu Adon-ai eloheinu beEliahu hanabi avdeja, ubemaljut beit David


meshijeja, bimeera iavo veiaguel libeinu al kiso lo ieshev zar ve lo
injalu od ajerim et kevodo, ki beshem kodsheja nishbata lo shelo ijve nero
leolam vaed, baruj ata Adon-ai, maguen David.

Al hatora, veal haa voda veal hanebiim, veal iom hashabat haze, shenatata
lanu Adon-ai eloheinu, likdusha velimnuja lejavod uletifaret.
Al hakol Adon-ai eloeinu anajnu modim laj, umebarjim otaj, itbaraj shimja
befi kol jai tamid leolam vaed. Baruj ata Adon-ai, mekadesh hashabat.
Iealelu - retorno de la Torá
Oficiante portando el rollo de la Torá
Alaben todos el nombre de Hashem, pues únicamente El, es exaltado. Su
gloria se manifiesta en la tierra y en los cielos. El elevó el honor de su
pueblo. Sus creyentes lo alaban. Israel, su pueblo predilecto, lo venera.
Aleluya. Odo al eterz beshamaim baiarem keren leamo tehila lejol jasidav
libnei Israel am kerobo aleuya.Iealelu et shem Adon-ai ki nisgav shemo
levado
En Shabat y en festividades se realiza después del orden de oraciones matinal
(tfilat shajarit) el orden de musaf, en recuerdo a los sacrificios que se hacían
agregados exclusivamente en estos días consagrados.
Reiteramos que el contenido de un Sidur es muchas veces más nutrido que estas
escuetas páginas y que debemos tomar contacto con él en lugar de conformarnos
con estas escasas oraciones.

Aleinu leshabeaj
Todos los órdenes litúrgicos finalizan con Aleinu Leshabeaj, un profundo himno
que nos reitera en nuestra fe y aplicación al servicio de Hashem, y a la misión
del hombre como obra del Creador de trabajar denodadamente en pos del
perfeccionamiento del universo.
Y para llevar al mundo entero a la visión del profeta, en el cual todos los
pueblos y todas las lenguas reconocerán y venerarán al único Hashem, Eteno y
alabado.

Afirmamos nuestra fe en Hashem, creador del universo. Agradecemos a


nuestro Señor el habernos distinguido de los pueblos idólatras,
acercándonos a su verdad. Nosotros reverenciamos y agradecemos al soberano
del universo, el santo bendito que creó los cielos, y la tierra es su
obra. El trono de su gloria está en los cielos y su magnificencia en las
alturas celestiales. Él sólo es nuestro Hashem. Él es la suprema verdad y
así está escrito en su Torá : "reconoce hoy y grábalo en tu corazón, que
el eterno es Hashem y reina en los cielos y sobre la tierra. Él es único".
Por lo tanto, confiamos en la pronta manifestación de tu gloria que hará
desaparecer los falsos valores de la tierra y destruirá toda suerte de
idolatría. Confiamos en un mundo mejor, orientado por nuestra fe en ti.
Entonces la humanidad te invocará y todos los impíos tornarán hacia ti.
Todo el universo reconocerá tu supremacía, todos los hombres pondrán en ti
su esperanza. Tú serás la creencia de todos los seres humanos. Tú reinarás
sobre el universo por siempre jamás, pues así está escrito en tu Torá :
"el eterno reinará por siempre jamás". Hashem reinará por toda la
eternidad, entonces el eterno será único y hacia ti. Todo el universo
reconocerá tu supremacía, todos los hombres pondrán en ti su esperanza. Tú
serás la creencia de todos los seres humanos. Tú reinarás sobre el
universo por siempre jamás, pues así está escrito en tu Torá : "el eterno
reinará por siempre jamás". Hashem reinará por toda la eternidad, entonces
el eterno será único y su nombre único. Aleinu leshabeaj laadon hakol,
latet guedula leiotzer bereshit, shelo asanu kegoie haaratzot velo samanu
kemishpejot haadama shelo sam jelkenu kahem vegoralenu kejol hamonam
vaanajnu korim umishtajavim umodim lifne melej malje hamlajim hakadosh
baruj hu.
She-hu note shamaim veiosed arets, umoshav iekaro bashamaim mimaal
ushjinat uzo begobei meromim hu eloheinu ein od emet malkenu efes zulato
kacatuv betorato, veiadata haiom vahashevota el lebabeja ki adona1hu
ha-elohim bashamaim
Mimaal veal ha-arets mitajat ein od Beal ken nekabe leja Adon-ai eloeinu
lirot meera betiferet uzeja leaabir gilulim min aaretz vehaelilim karot
ikaretun letaken olam bemaljut shadai bejol bnei basar ikreeu bishmeja.
Leafnot eleja kol rishei aretz. Iakiru beiedu kol ioshebei tevel ki oleja
tijra kol berej tishaba kol lahon. Lefanefa Adon-ai eloeinu ijrehu beiplu
belijvod shimja iekar itenu bikablu julam et ol maljuteja betimloj aleihem
mehera leolam vaed. Ki amaljut shelja hi uleolmei ad timloj bejabod.
Kacatuv betorateja Adon-ai imloj leolam vaed.
Veneemar vehaia Adon-ai lelmlelej al kol haaretz. Baiom hahu ihie Adon-ai
ejad, ushmo ejad.

Shabat
¿Qué podemos decir del Shabat en pocos renglones? Tomos y más volúmenes son
necesarios para alcanzar a rasguñar la comprensión del Shabat.
El Shabat (sábado) es la fiesta semanal del judío, el cual, al menos, un día a
la semana debe aspirar a la santidad, a aproximarse con todo el cuerpo y el
espíritu a Hashem. Ya que este día sagrado debería estar dedicado a la
meditación sobre asuntos relativos a Hashem y a Su presencia majestuosa en el
universo, al descanso, y al gozo del alma (que no es lo mismo que la
frivolidad).
El Shabat enseña a la persona (que quiera apender) que una vez por semana debe
dejar de considerarse el amo del mundo y acceder al mundo del espíritu a través
del mundo material.
El descanso semanal puede considerarse como otro de los aportes judíos al mundo,
ya que antes de la sabiduría de la Torá, ningún pueblo tenía un día íntegro
dedicado al reposo.
Aún ni empezamos a saber lo que es el Shabat

Kidush Leerev shabat - Kidush para la noche de shabat


El kidush es una palabra hebrea que significa "santificación" que se hace
sobre una copa de vino y sobre dos jalot (panes clásicos trenzados).
Es una antigua y profunda plegaria que la realiza, generalmente, el jefe
de la casa luego de las plegarias de recepción del Shabat, el viernes por
la noche.
Con el kidush penetramos en los secretos placeres del Shabat y descorremos
en parte el misterio de la creación.
En caso de no haber vino se puede realizar el Kidush directamente sobre
las jalot. Para esto es necesario realizar netilat iadaim (el lavado
ritual de manos) antes de comenzar el kidush y en lugar de recitar la
braja por el guefen, hacer el hamotzi.
Si el kidush se hace de la forma habitual, las jalot deben permancer
cubiertas y recién después de hecho el kidush se procede a netilat iadaim
y posterior bendición por el pan.
Está prohibido hablar entre la netilat iadaim y la braja de hamotzi, por
eso se recomienda que haya un breve intervalo entre ambas.
Al lavarse las manos

Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste purificarnos lavando
nuestras manos. Baruj ata Adon-ai eloeinu melej aolam asher kidshanu
bemitzvotav betzivanu al netilat iadaim
Al bendecir las jalot - pan
Bendito eres Tu Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que sacas el pan
de la tierra Baruj ata Adon-ai eloeinu melej aolam hamotzi lejem min
haartez
Luego de la Braja se acostumbra en shabat sazonar el trozo que se va a llevar
primero a la boca con sal.

En torno a la mesa de Shabat se acostumbra a comer toda la familia


reunida, sin ser perturbados por la radio o la televisión, con
oportunidades para que al menos una vez a la semana los integrantes de la
familia puedan compartir diálogos, canciones de Shabat, explicaciones
acerca de la Torá o de temas en general.
Es también tradicional invitar a personas extranjeras, o aquellos que no
estén con sus familiares para que compartan la alegría sabática con otros
judíos.
La cena festiva concluye, como debe hacerse con toda comida, con el Birkat
Hamazon, la bendición después de las comidas que fue prescrita por la
Torá, para que las personas reconozcan que la fuente de todas las
bendiciones es Hashem, y por lo tanto hay que reconocérselo.

El kidush
Y se concluyó la creación del cielo y la tierra y todo lo que contienen.
Habiendo concluido Su obra, Hashem cesó en Su creación y reposó. Y bendijo
Hashem al día séptimo y lo santificó ya que en él concluyó Su obra y Su
creación.

Alza la copa y recita


Bendito eres Tú, Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, creador del
fruto de la vid.
Bendito eres Tú, Adon-ai, Hashem nuestro Rey del universo, que nos
santificaste con Tus preceptos, con Tu amor y bondad paternal, nos
concediste el Shabat y su santidad, en memoria de la obra de Tu creación.
Primero entre nuestras festividades, nos recuerda nuestra liberación de
Egipto, Porque a nosotros nos elegiste entre los pueblos, nos revelaste Tu
sagrada Torá, y nos concediste con amor el reposo sabático.
Bendito eres Tú, Adon-ai, que santificas el Shabat. Iom Hashishi: Vaijulu
hashamim vehaarets vejol tzevaam vaiejal elohim baiom hashvii melajto
ahser asah. Baishbot baiom hashbii mikol melajto asher asa. Vaivarej
elohim et iom hashvii vaikadesh oto ki vo Shabat mikol melajto asher bara
elohim laasot.
Alza la copa y recita
Baruj ata Adon-ai elohenu melej haolam bore pri hagafen.
Baruj ata Adon-ai elohenu melej haolam asher kidshanu bemitsvotav veratza
banu veshabat kodsho beahava uvratzon
hinjilanu zikaron lemaase bereshit ki hu yom tejila lemikrae kodesh zejer
litziat mitsraim ki banu bajarta veotanu kidashta mikol haamim veshabat
kodsheja beahava uvratzon hinjaltanu.
Baruj ata Adon-ai mekadesh hashabat

Havdalá
El Shabat finaliza cuando tres estrellas de magnitud media son visibles a
simple vista, o aproximadamente un día y cincuenta y cinco minutos después
de haber encendido las velas.
En términos de ritual litúrgico, después del servicio de la noche del
sábado, maariv, con la ceremonia de la Havdalá o separación, en la cual
alabamos a Hashem por la generosidad de habernos otorgado el Shabat para
el deleite, y de haber efectuado las separaciones necesarias en el
Universo, para que cada cosa tenga su tiempo y lugar. Así como hay Shabat
para el gozo del alma, hay seis días para afanarse en la labor cotidiana,
etc.
Esta ceremonia puede luego ser repetida en el hogar, donde el jefe de
familia enciende una vela, prepara especias o hierbas aromáticas y llena
una copa de vino (o cerveza) y entona la plegaria. Las velas y el vino son
simbólicamente el reasumir la vida cotidiana de una forma santificada, tal
cual al realizar el kidush de Shabat o las festividades. Y además como
recordatorios de poner nuestras mentes y corazones ya a la espera del
próximo Shabat.
Las especies aromáticas son, según una antigua explicación, porque el
judío recibe de parte de Hashem un alma suplementaria para gozar de los
placeres del Shabat, y esa alma (neshamá ieterá) abandona el cuerpo al
finalizar el Shabat. Entonces, para reanimar al hombre que siente un vacío
al terminar el Shabat, y al perder una parte sustancial de sí, es que se
huelen esas fragancias.
He aquí el Hashem de mi salvación; en el confiaré y nada temeré. Porque mi
fuerza es Hashem, y a el entono canciones de gloria, pues él me ha
salvado. Sacaréis agua con alegría de los manantiales de la salvación. La
salvación proviene de Hashem, concede tu bendición a tu pueblo para la
eternidad. El Hashem de las huestes está con nosotros, el Hashem de Yaacov
es nuestra fortaleza para siempre.. Para los judíos surgió la luz y la
alegría, el regocijo y la gloria. Surja para nosotros. Levantaré la copa
de la salvación e invocaré el nombre de Hashem.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, creador del
fruto de la vid.

Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, creador de las
fragancias aromáticas.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, que has creado
el fulgor del fuego.
Bendito eres tú Adon-ai, Hashem nuestro, rey del universo, que establece
esta distinción entre lo sagrado y lo profano, entre la luz y la
oscuridad, entre Israel y los demás pueblos, entre el día séptimo y los
seis días de la creación.
Bendito eres tú Adon-ai, que estableciste distinción entre lo sagrado y lo
profano. Hine el ieshuati, evtaj velo efjad, ki ozi vezimrat ia Adon-ai,
vaeihi li lishua ushaftem maim besason mimaianei ha-ieshua; l'Adonai
ha-ieshua; al amja birjateja sela. Adon-ai tzevaot imanu, misgav lanu
elohei yaacov, sela. Adon-ai tzevaot, ashrei adam boteaj baj. Adon-ai
oshia; hamelej iaanenu beiom korenu. Laiehudim aita ora vesimja, vesason
vikar, ken tihie lanu, kos ieshuot esa, uvshem Adon-ai ekra.

Alza la copa
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore peri hagafen.
Alza las fragancias
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore minei besamim.
Alumbra sus uñas con la luz de las velas
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, bore meorei ha-esh.
Baruj ata Adon-ai, eloheinu melej ha-olam, hamavdil bein kodesh lejol,
bein or lejoshej, bein Israel laamim, bein iom hashvii lesheshet iemei
hamaase, baruj ata Adon-ai, hamavdil bein kodesh lejol.

Sin ceremonias
Al parecer nos ha tocado vivir en una época extraña. Por una parte la gente
parece desvivirse por todas las cosas que llevan el rótulo "espiritual", y por
el otro lado persiguen solamente los bienes materiales y los placeres pasajeros,
que no dejan nada para el bien del mundo todo.
Y en ciertos casos paradójicos, cuando algunos buscan lo espiritual, lo hacen en
lugares que no son propios, en idiomas foráneos, con costumbres diversas, en
lugar de hacer lo más sencillo, lógico y correcto: buscar las raíces
espirituales propias dentro del pueblo de uno.
Muchos quieren creer que el judaísmo es un cuerpo extraño, viejo y pesado,
pasado de moda, y quizás tienen razón, pues como no se preocupan por vivir el
verdadero judaísmo, sino que se quedan con caretas y falsedades, o con simples
preconceptos, entonces, lo que ellos ven y creen ver es un judaísmo que no vale
la pena.
Entonces, buscan en el budismo, o en el islamismo, o en satanás, o en cada cosa
que ni siquiera sabemos el nombre. O buscan entre los bienes materiales la
felicidad eterna. Buscan llenar los vacíos de sus vidas con luces, humo y
alcohol, o con cosas parecidas, que quizás sean agradables, no lo dudamos, ¿pero
completan a una persona en su sentimiento de falta de completamiento?
El judaísmo es tu hogar, tu vida.
Puedes alejarte de tu hogar, puedes olvidarte que tienes un hogar, pero, siempre
estará allí en donde lo dejaste, o en donde lo dejaron otros por ti.
Si deseas retornar a tu hogar, sólo debes emprender el regreso. Siempre habrá
alguien a la puerta, esperando recibirte con un abrazo cálido, y unas palabras
dulces.
Pero, dejemos la poesía y vayamos a lo concreto de la Bar Mitzvá: Si a mí no me
interesan las sinagogas, ni la repetición de palabras antiguas que no me dicen
nada, ni ningún rito ni ceremonial que tenga que ver con "la religión", ¿qué
tiene que ver conmigo la Bar Mitzvá? TODO.
Puedes dejar de lado la preparación para esas ceremonias insignificantes y
palabras que te suenan huecas, pero, ¿puedes dejar de construirte como ser
humano?
No estudies para una ceremonia, si te sientes mejor di que estás estudiando para
saber.
El día que realmente sepas, podrás comprender el sonido de esas palabras huecas,
el significado de los ritos.
Si "la religión" no te interesa, no estudies por religión, ni por "quedar bien"
con los otros que hacen o harán bar mitzvá; estudia y construye tu identidad por
ti mismo.
Si quieres olvida las ceremonias, aun las fiestas, pero no te olvides de quién
eres, y lo qué puedes llegar a ser.

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