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Facultad de Ingeniería
Escuela de Ingeniería Bioquímica
Profesores:
Fernando Acevedo
Juan Carlos Gentina
Alumno:
Christian Canales V.
27 de Diciembre de 2011
1. Introducción
La biolixiviación en pilas es una tecnología establecida en la industria minera que acoplada
a las tecnologías hidrometalúrgicas extracción por solventes y electrodeposición (SX-EW),
se aplica con éxito en la recuperación de cobre desde sulfuros secundarios y como
pretratamiento en la recuperación de oro. En este sistema el material molido proveniente
del yacimiento se aglomera, se apila sobre una superficie impermeabilizada y se dota de
un sistema de riego y drenaje. Una solución ácida es aplicada por la parte superior, y en la
medida que fluye entre las partículas, se producen las reacciones de solubilización del
mineral de interés, el que pasa de la fase sólida a la líquida. La solución enriquecida es
recogida en la parte inferior de la pila y enviada a las etapas de SX-EW para la
recuperacón del metal, en tanto la solución empobrecida resultante es devuelta a la pila
estableciendose un flujo cíclico de circulación de líquido lixiviante, tal como se muestra en
la Figura 1.
En el caso del cobre, Chile además de ser el principal productor de cobre del mundo
(Cochilco, 2011) ha desempeñado un rol pionero en el desarrollo de esta tecnología. En el
país, la tecnología básica descrita se aplicó en sus inicios para el procesamiento a escala
comercial de minerales oxidados solubles en ácido en la mina Lo Aguirre, y de forma
marginal con variaciones en botaderos de diversos yacimientos de la compañía Codelco.
En Lo Aguirre, con el agotamiento de los depósitos oxidados en 1980, la tecnología
comenzó a aplicarse a los depósitos sulfurados de baja ley, con escaso conocimiento
acerca de la participación microbiana en el proceso, pero obteniendose niveles
satisfactorios de recuperación de cobre. El impacto de estos resultados fue tal que la
compañía la adoptó como tecnología central, extendiendo en el tiempo la operación
comercial de la mina y a nivel global, captó el interés de la comunidad científica
internacional, se impulsó la investigación científico-tecnológica y catapultó al país como
líder en producción mundial de cobre por biolixiviación.
Actualmente las pilas de biolixiviación incluyen sistemas de aireación con ventiladores y
piping de distribución de los gases necesarios para la actividad microbiana, con lo que se
trata de una tecnología de base biológica especialmente desarrollada para la solubilización
de cobre de sulfuros secundarios de baja ley, aplicable en las instalaciones industriales, de
las que en Chile están la mayoría y las más grandes (Watling, 2006) ya sea como
tecnología central de proceso, o como tecnología secundaria para material de baja ley
inviable de procesar por la tecnología convencional pirometalúrgica, o concentración.
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Un reporte reciente revela que la producción mundial de cobre producido en pilas de
biolixiviación alcanza 1.000.000 t/a representando un 7 % de la producción mundial,
porcentaje que se incrementa a 20-25% considerando el producido en los actuales cada
vez más tecnologizados botaderos (Brierley 2008). Aunque no hay cifras, otro aspecto de
gran impacto es el aumento significativo de las reservas mundiales de cobre, ya que
depósitos de baja ley, e incluso material de descarte (run-off-mine) acumulado en las
faenas durante décadas, pueden ahora ser tratados con esta tecnología (Figura 2).
Además del agotamiento de los depósitos de alta ley, la tecnología de biolixiviación en
pilas debe su éxito a que ofrece atractivas ventajas, entre ellas (Watling, 2006):
- Tecnología robusta, probada en diferentes condiciones climáticas apta para oxidos
y sulfuros
- Flexibiblidad, los aspectos de ingenieria y manejo de la pila pueden acomodarse a
las características locales, aislamiento y pequeños depósitos.
- Simpleza, entendible por personal no científico o especializado
- Bajo costo, las operaciones de apilamiento, irrigación, aireación y recolección son
básicas.
- Mínimas emisiones de efluentes líquidos y gaseosos.
Se trata de una tecnología muy barata que ha permitido la recuperación rentable de cobre
desde minerales de baja ley imposibles de recuperar economicamente con otras
tecnologías (Pradhan et. al. 2008). Sin embargo, una de sus desventajas es el mínimo
grado de control que se ejerce sobre variables como flujo de aire, líquido y temperatura las
cuales pueden tener distribución deficiente al grado de afectar el funcionamiento, por lo
que antes de decidirse su implementación para un determinado mineral, deben estudiarse
en detalle los aspectos más importantes a fin de definir las condiciones específicas de
cada caso (Brierley y Kuhn, 2009).
En un programa de investigación pueden realizarse los estudios fundamentales de factores
básicos en condiciones controladas en medio líquido en matraces y reactores
convencionales, en tanto, para obtener información escalable del sistema en su conjunto
se utilizan columnas empacadas con el mineral en el cual se estudia el comportamiento de
una sección vertical de la pila real.
En este trabajo se revisa la información sobre los principios de operación de las pilas de
biolixiviación de cobre, el efecto de la suplementación de aire con CO2 como factor
determinante de la productividad, considerando la información de estudios en distintintos
sistemas y sulfuros con énfasis en la aplicación de sus efectos en la biolixivación en pilas.
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2. Biolixiviación de cobre
El cobre producido actualmente en pilas de biolixiviación es el contenido principalmente en
el mineral secundario calcosita (Cu2S), el que es formado por procesos geológicos a partir
de calcopirita (CuFeS2). En el exámen de los depósitos se aprecia la dinámica geológica
del cobre al exhibir presencia de óxidos en la región superficial o expuesta a la atmósfera,
en tanto la calcopirita se encuentra en las zonas profundas. Intermedia está la capa o
región enriquecida del mineral secundario. Este depósito del tipo “porfido” contiene los más
grandes depósitos de cobre del mundo, son los presentes en la cordillera de los Andes, y
se carcaterizan por abarcar extensas areas y ser de baja ley, 0,5 % (Brierley, 2008).
Debido a la naturaleza “porfida” de los depósitos, el mineral tratado en las operaciones de
biolixiviación también contiene fracciones de óxidos, calcopirita, y pirita (FeS2) frecuente
acompañante de los sulfuros secundarios.
Se ha propuesto que la calcosita es solubilizada por acción del ión férrico en dos pasos
(Petersen y Dixon 2007) distinguibles por sus diferentes cinéticas de reacción. En el
primero se da una rápida solubilización de una fracción del cobre con formación de un
sulfuro no estequiométrico según:
Los microorganismos por su parte, utilizan los compuestos de azufre reducido y ferroso
como fuente de energía según:
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Considerando pirita como fuente de energía
En este fenómeno el compuesto CHeOfNg representa la biomasa formada a partir del CO2
atmosférico y las fuentes de energía ferroso o pirita.
Por la importancia de los microorganismos, el proceso global queda completamente
descrito incorporando las reacciones de crecimiento celular (Ec. 6 y Ec. 7), evidenciando el
acople del fenómeno de lixiviación férrica, con la generación de ferroso, ácido y
crecimiento celular. Las reacciones muestran también la autosustentación del proceso, el
cual solo requiere para su desarrollo la presencia de O2 y una fuente de N, en un depósito
de sulfuros de cobre con biomasa activa. Esto explica el drenaje ácido producto del
proceso espontáneo de lixiviación observada en numerosas operaciones alrededor del
mundo y que ha acompañado a las faenas mineras desde sus inicios históricos.
3. Biolixiviación en pilas
En estas operaciones el mineral con contenido de cobre en el rango 0,3-0,8 %, es molido
hasta un tamaño de partícula de unas decenas de milimetros, se aglomeran los finos con
ácido, y se deposita sobre material grueso para facilitar el flujo de aire y líquido. Las
dimensiones de una pila pueden alcanzar varias centenas de metros de ancho y largo y
una altura general de 10-15 m, limitada por los fenómenos de transferencia de masa, y
principalmente de calor como se ha observado en el caso de pilas de biooxidación de
concentrados de oro (Ritchie 1997), y demandando agua para irrigación en el rango de 5-
20 l/(m2 h) (Petersen y Dixon 2007).
En las instalaciones industriales el flujo de la línea de líquido puede adoptar diferentes
configuraciones como reciclo hacia la misma pila u otras. Respecto de los sólidos se
distinguen dos formas de operar (Schnell, 1997): en forma de pila permanente en la que el
nuevo mineral a tratar se deposita sobre una pila existente agotada, o el tipo de pila
dinámica en que el mineral nuevo reeemplaza al agotado, obligando a disponer de nuevas
áreas para depósito de mineral agotado. Ambas formas de implementación tienen ventajas
y desventajas por lo que la decisión depende de las características particulares de cada
caso.
El proceso se desarrolla en condiciones mesófilas, expuesto a las condiciones climáticas
de la atmósfera local como temperatura ambiental y composición del aire. La operación
puede extenderse durante varios meses o años y como resultado se obtiene una
solubilización de app. 80% del cobre contenido en la pila (figura 3).
En general, al observar la dinámica de la solubilización resultante en pilas, se obseva una
rápida velocidad inicial seguida por una de cinética lenta. Este comportamiento es
atribuible al efecto del área específica de las partículas que contienen mineral expuestas al
líquido lixiviante (Ghorbani et. al. 2011). Esta solubilización en etapas también puede ser
producto de la diferente composición de minerales en la pila en la que los oxidos son
lixiviados rápido y al inicio, en tanto los sulfuros son solubilizados en las etapas posteriores
(Watling, 2006). Durante la operación, a estas etapas se suma el período inicial de desfase
entre que comienza la irrigación y comienza a acumularse percolado con Cu en solución.
Esta solubilización solo se alcanza una vez que se han establecido las condiciones de
acidez, temperatura y la población microbiana mesofila masiva y activa, período que puede
tomar varios meses. Este retardo es un efecto normal dada la escala del proceso ya que
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por la baja ley de cobre, el proceso solo puede ser rentable apilando una gran cantidad de
material abarcando extensas areas, lo que hace muy dificil sino inaplicable la inoculación,
por lo que es necesario esperar la proliferación natural de la flora original, o realizar
inoculaciones parciales de la pila.
Una vez establecidas las condiciones biológicas y fisico-químicas para la biolixiviación, y
que el cobre alcanza el nivel de concentración del orden de 3-5 g/l, requerido para la
operación de las plantas de SX-EW, el proceso suministra un flujo continuo de cobre
generando por ejemplo salidas netas del sistema del orden de 86.000 t el año 2010
(Cochilco, 2011) en el caso de Quebrada Blanca, la primera operación de diseño original
de biolixiviación en pilas de todo su depósito, y de 200.000 t/a en el caso de Escondida
(Watling, 2006), la operación de biolixiviación más grande del mundo que opera en
modalidad de botadero, ambas emplazadas en el territorio nacional.
Entre los factores que intervienen en el proceso en pilas Schnell (1997) en su análisis
distingue factores relacionados con la naturaleza de las variables y los agrupa en 3
categorías:
- Variables físico-químicas: en esta categoría se encuentran área superfcial de las
partículas, nivel de ácido, presencia de férrico, aglomeración por el efecto de los
finos, tiempo de curado que es el tiempo entre la aglomeración y el inicio de la
irrigación, y permeabilidad
- Variables biológicas: considera variables que afectan directamente la actividad
celular como acidez, oxígeno, nutrientes, calor, mineralogía, inoculación y
presencia de fierro.
- Variables operacionales de la pila: irrigación, manejo de la solución, y forma de
apilamiento del mineral.
Figura 3. Cinética de extracción de Cobre en la biolixiviación en pilas (Ghorbani et. al. 2011).
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Con la finalidad de identificar las variables que afectan el proceso, los autores distinguen
aspectos fundamentales dependiendo de la escala espacial de aproximación. Un esquema
de los diferentes niveles de análisis y sus principales fenómenos asociados se presentan
en la figura 4, en tanto una breve descripción de ellos se presenta a continuación (Petersen
y Dixon, 2007):
- Partícula individual: Este nivel distingue los efectos dados por las caracteristicas
mineralógicas de la particula, su composición química, abundancia relativa de las
especies mineralógicas y principalmente su topología, es decir, la distribución del
mineral en la superficie y su localización preferencial en sitios específicos o únicos.
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Figura 4. Representación de los sub-procesos en la operación de biolixiviación en pilas (Petersen y
Dixon 2007).
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4. Transferencia de gases y efecto de CO2
La información acerca de los aspectos relacionados con la transferencia de gases en pilas
es escasa, prácticamente no hay datos publicados acerca de los niveles de O2 y CO2 en el
interior de las pilas, y la dinámica de estos gases debe ser inferida a partir de sistemas
modelo por simulación del comportamiento global asumiendo la validez del fenómeno
fundamental de transferencia de masa gas-líquido
Ec. 8
Ec. 9
Ec. 10
9
Figura 5. Efecto de la densidad de pulpa sobre la velocidad de solubilización batch de esfarelita a
diferentes niveles de CO2 en el aire de entrada (Torma et. al. 1972).
En sus estudios de solubilización de un sulfuro de zinc, Torma et. al (1972) observaron que
el enriquecimiento del aire con CO2 hasta 0.23 %, permite incrementar el nivel de densidad
de pulpa en que alcanza la máxima velocidad de solubilización desde 12% a 24% con el
consiguiente incremento de velocidad de solubilización de zinc desde 360 a 640 mg/(l h).
A esta evidencia empírica se suma el hecho que cálculos teóricos basados en la
composición del aire, consideraciones de equilibrio gas-líquido, eficiencia de transferencia
y estequiometría del proceso de solubilización, se ha determinado que el suministro de
CO2 contenido en el aire atmosférico es insuficiente para una determinada tarea de
solubilización por lo que el proceso de solubilización de sulfuros se realiza en condiciones
de limitación por CO2 (Boon, et. al. 1992; Boon y Heijnen 1998). Acevedo y Gentina (2007),
en su estudio de aplicación de biorreactores al proceso de biooxidación, asumiendo
velocidad de solubilización de pirita de 0,5 g de FeS2/(l h) calculan que para que el
suministro tanto de O2 como de CO2 sea al menos igual a la demanda a 25ºC, se
requeriría un potencial de transferencia de CO2 (C*-CL) de 0,69 mg/L, en circunstancias que
la solubilidad de CO2 en esas condiciones es tan solo 0.44 mg/L.
Las estimaciones teóricas revelan la dependencia del suministro de CO2 con la cinética de
solubilización, es decir, el suministro de CO2 debe satisfacer a la demanda. Por ello, a
demandas bajas el suministro de aire atmosférico puede satisfacer las necesidades por lo
que a baja densidad de pulpa o con minerales de baja ley de súlfuros el proceso puede
desarrollarse sin limitación por CO2 (Torma et. al. 1972; Andrews et. al. 1988).
Debido a que en general el proceso de biolixiviación de cobre en pilas se ejecuta con
minerales de baja ley y por lo tanto en condiciones de baja demanda de gases, los
requerimientos de CO2 no habían recibido especial consideración en la literatura sobre el
proceso en pilas (Schnell, 1997), asumiendose que en general, debido a lo lento del
proceso, los requerimientos de aireación basados en las necesidades de O2 son
suficientes para satisfacer las necesidades de carbono (Pradhan et. al. 2008).
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En el cálculo de Acevedo y Gentina (2007) la cinética de solubilización asumida
corresponde a niveles altos de demanda alcanzados en condiciones de alta densidad de
pulpa (20%) con concentrados (Bayley y Hansford, 1983; Konishi et. al. 1990), y aunque la
operación en la biolixiviación de cobre la demanda es baja por la utilización de minerales
de baja ley, el proceso en pilas puede también desarrollarse en condiciones de limitación
por CO2. Petersen y Dixon (2007) considerando un mineral de calcosita con 0,8 % de
cobre, y 4% de pirita, dada una solubilización de 80 % de calcosita y 20 % de pirita en un
año, en una pila de 10 m de altura, y asumiendo 25 % de eficiencia de transferencia de O2
determinaron un flujo de aire necesario de 0,2 Nm3/(m2 h). Por otra parte, en base a la
estequiometría de oxidación de ferroso, considerando mediciones de carbono fijado en
biomasa de 0,035 mol C/ mol de O2 consumido (cuociente 1/p en Ec.6), y asumiendo
transferencia total del CO2, se llega a que las necesidades de aireación corresponde a
0.933 Nm3/(m2 h), 4.5 veces la estimada según las necesidades de oxígeno. En este caso,
la velocidad de solubilización de calcosita requerida equivale a velocidad de solubilización
de cobre aldedor de 1 g de cobre /(m3 h), app 2000 veces menos que la requerida en el
cálculo de Acevedo y Gentina (2007), y aun así es posible que la oferta de CO2 sea inferior
a la demanda y con ello, establecer condiciones de limitación.
Este riesgo de operación en condiciones de limitación por CO2 aún a baja demanda tiene
su origen en la desbalanceada composición del aire atmosférico para los requerimientos
biológicos. Considerando el valor promedio de fijación de CO2 de 0,035 mol C/mol de O2
consumido, utilizando ferroso como fuente de energía, se tiene que la necesidad de
carbono es 3,5 % la requerida de oxígeno, en tanto la abundancia de CO2 en el aire
atmosférico es 0,17 % respecto de O2 (100 * 0,035/21), por lo que si las necesidades de
aireación se cuantifican considerando la demanda de O2, con el aire atmosférico
inevitablemente existirá limitación por CO2, cualquiera sea la demanda de O2. Este déficit
en la composición del aire atmosférico hace que sea el criterio de demanda de CO2 y no el
de O2 el que sea más adecuado para dimensionar la aireación en operaciones de
biolixiviación de cobre en pilas con minerales de baja ley.
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Figura 6. Efecto de las condiciones de airación en la solubilización de un mineral de calcosita en
columnas. Alta aireación corresponde a 2 m3/(m2 h) enriquecido con 1% de CO2, baja aireación es
0.25 Nm3/(m2 h) con aire atmosférico (Petersen y Dixon, 2007).
Este mismo grupo reportó un estudio en que utilizan pilas piloto de 6 x 0,32 (altura-
diámetro) a 40º C y evaluaron el consumo tanto de CO2 y O2 midiendo los gases de
entrada y salida y en diferentes puntos de la altura de la columna (Petersen et. al. 2010).
Observaron relación directa entre el consumo de ambos gases, y aunque no cuantificaron
la población, el efecto biológico se aprecia por la predominancia de la actividad biolixiviante
en las zonas bajas de la columna con abundancia de gases, actividad que declina hacia lo
alto principalmente debido al agotamiento del CO2. En los estudios de enriquecimiento con
CO2 no observaron efecto sobre la velocidad de solubilizacion de cobre. Los autores no
entregan mayores antecedentes de este resultado inesperado, sin embargo el fenómeno
podría explicarse debido a que el enriquecimiento con CO2 usado de hasta 2000 ppm, no
es un incremento muy relevante (0,2 % en el aire). Sin embargo, y más importante que lo
anterior son dos elementos: el mineral empleado (0.65 % Cu) tenía la mitad de su cobre en
calcopirita y segundo, la aireación empleada 0,65-1,2 l/min equivale a 0,5-0,9 m3/(m2 h)
que corresponde al rango alto de velocidad de aireación recomendada para pilas y está en
el rango que satisface las necesidades de CO2 sin necesidad de enriquecimiento, según el
cálculo teórico de Petersen y Dixon (2007). Es posible que en estos experimentos la
disolución esté controlada más bien por la naturaleza del mineral y las interacciones
electroquímicas de la sueprficie entre el mineral y el ión Fe+3 generando el bajo resultado
de recuperación de cobre (68 % en 200 días) con lo que se tiene una baja demanda de
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CO2 que es ampliamente superada por la oferta, incluso la otorgada por el aire sin
enriquecer, y por esta razón no se obseva efecto del CO2 en las experiencias.
Con la finalidad de extender los alcances del efecto del CO2 en este mismo sistema, en un
estudio reciente los autores muestran que en condiciones termofilas el enriquecimiento con
CO2 si mejora la velocidad de solubilización de cobre (Petersen et. al. 2011) y los
principales resultados se presentan en la figura 7. En este estudio se logró solubilización
de 68 % de Cu en 90 días en la columna con aire enriquecido (8200 ppm de CO2),
mientras que el mismo 68 % de Cu se obtuvo a los 150 días de operación en la columna
con aire atmosférico. Este resultado se atribuye a que la condición termófila favorece la
solubilización de calcopirita y que el suministro de aire enriquecido con CO2 perrmite el
establecimiento más rápido de la temperatura óptima de operación. En este trabajo en
etapas tardías del proceso una vez alcanzada la temperatura de 70 ºC y establecida por lo
tanto la población termófila, se observa que la velocidad de solubilización de Cu es muy
similar en ambas condiciones (con y sin enriquecimiento de CO2) en torno a 0.35-0.4 % de
Cu/dia evidenciando el escaso efecto del CO2 una vez establecida la población. En el
estudio mesófilo (Petersen et. al. 2010) la solubilización estacionaria lograda era apenas
0.1% de Cu/día, lo que revela el efecto significativo de la temperatura.
Con la finalidad de investigar la respuesta celular en ambientes de escasez de CO2 como
el producido en pilas, Bryan et. al. (2011) estudiaron en detalle el crecimiento batch de A.
ferrooxidans y L. ferriphilum utilizando ferroso en reactores en cultivos puros en un rango
de <10-450 ppm de CO2 en el aire. Sus resultados presentados en la figura 8 muestran
que para L. ferriphilum µ presenta un comportamiento de saturación el que se alcanza en
rango app de 160-200 ppm de CO2, y que A. ferrooxidans presenta un máximo de µ en
torno a 60-100 ppm. La producción celular tiene un comportamiento que presenta un
máximo en el rango bajo-medio tendiendo a disminuir en el nivel alto (350 ppm) de CO2.
Respecto de la oxidación de ferroso y asimilación de CO2 el comportamiento tiende
también a un tipo saturación el que se alcanza a nivles de CO2 de <200 ppm. Sin embargo,
al comparar la oxidación de ferroso y la fijación de CO2 por celula producida se observa
que estas disminuyen a medida que se incrementa el nivel de CO2 en la alimentación, esto
es, pese a que se forman más células, por lo que la población van perdiendo eficiencia de
fijación y de oxidación de ferroso a medida que incrementa el CO2 en el aire (figura 9).
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Figura 8. Efecto del nivel de CO2 en el aire de alimentación sobre la velocidad de crecimiento y
producción celular utilizando ferroso como fuente de energía (Bryan et. al. 2011).
Esto también se traduce en que a medida que incrementa el CO2 la velocidad de fijación
de CO2 por unidad de ferroso consumido aumenta (figura 10) lo que revela que el efecto
específico de pérdida de eficiencia por biomasa es más severo sobre la oxidación de
ferroso que sobre la capacidad de fijación de carbono.
Si bien estos antecedentes muestran que desde la perspectiva de la eficiencia microbiana,
el proceso sería más favorable de realizarse en condiciones de baja disponibilidad de CO2,
los autores de este trabajo no concluyen en esa línea, incluso plantean que estos
resultados no invalidan la posibilidad que el aire sea enriquecido en operaciones
industriales (Bryan et. al. 2011).
Este comportamiento complejo descrito es el resultado de la separación de las fuentes de
carbono y energía en los organismos autotróficos y sus correspondientes rutas
metabólicas. Además, y uno de los aspectos más interesantes de este trabajo es que la
respuesta biológica se determinó en condiciones de disponibilidad de CO2 menores a las
provistas por el aire atmosférico, de lo que se desprende que el sistema en pilas
funcionaría en condiciones sub-optimas al utilizarlo, y peores con aire enriquecido, por lo
que la tendencia natural sería trabajar hacia condiciones de limitación por carboono. Ello
hace que la alternativa de enriquecer la corriente de entrada por sobre la composicición
atmosférica, si bien hace que los microorganismos pierdan eficiencia específica, su
impacto se refleja en la mayor formación de biomasa la que aunque menos eficiente, dada
su masividad, permitiría compensar y superar las pérdidas de eficiencia y con ello
mejorarar la biolixiviación en pilas.
Por lo demás, en las operaciones industriales existen otras fuentes de energía,
principalmente de azufre reducido y otros microorganismos, interacciones de las que se
ignora la respuesta. .
Figura 9. Efecto del nivel de CO2 en el aire de alimentación sobre la capacidad de fijación de
carbono y oxidación de ferroso (Bryan et. al. 2011).
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Figura 10. Efecto del nivel de CO2 en el aire de alimentación sobre la capacidad de fijación por
unidad de ferroso oxidado (Bryan et. al. 2011).
6. Consideraciones finales
El examen de la literatura referida a la investigación del proceso en pilas revela que la
tecnología se encuentra en desarrollo, existiendo aún aspectos fundamentales sin aclarar,
y datos reales producto de mediciones de gases en las pilas inexistentes. Sin embargo, la
aplicación del enfoque empírico la ha convertido en una tecnología establecida a gran
escala, y la información del comprtamiento interno es propiedad de las compañías por lo
que no está disponible. .
Para el análisis de fenómenos de importancia en pilas, como en este caso el efecto del
CO2, los sistemas en medio líquido aún representan fuentes relevantes de información la
que debe usarse con restricciones para el caso de interés en pilas.
La extrapolación de la información de un sistema a otro no solo es solo restringida por la
naturaleza física diferente de las operaciones, sino que además porque la preponderancia
de los fenómenos puede cambiar de un sistema a otro. En la biolixiviación en medio líquido
en biorreactores se tiene que dado que el proceso se desarrolla en modalidad continua, su
viabilidad como alternativa tecnológica de proceso depende del establecimiento de una
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población celular en activa reproducción capaz de superar la pérdida de células por la
salida con el efluente en el sistema abierto de producción, y eso justifica que en
biorreactores se investiguen todas las variables (como efecto del CO2) que permitan
mejorar las condiciones para el establecimiento de una numerosa y activa población
celular. En un estudio reciente d’Hugues et. al. (2008) evaluando la disolución continua de
un concentrado de cobalto con cultivos mixtos muestra que la limitación por CO2 si bien no
afecta la abundancia relativa de las especies en los bioreactores, si afecta el tamaño de la
población total, disminuye la sintesis de exopolisacarido y disminuye la velocidad de
solubilización de cobalto, tal vez debido a la deficiente adherencia celular a las partículas
produciendo el lavado de un a fracción importante de la biomasa. Este no es el caso del
proceso de la biolixiviación de cobre en pilas, el cual es más bien un sistema cerrado de
producción en que la gran mayoría de la población celular permanece asociada a la fase
sólida debido a la gran cantidad de area superficial disponible.
Si además se considera el prolongado período de operación de las pilas es razonable
asumir que el funcionamiento en régimen de una pila se realiza con la mayor población
celular que es posible colonizar y que en principio el efecto de una variable como el CO2
tiene aplicación durante las primeras etapas del proceso hasta el establecimiento
adecuado o máximo de la población celular tal como muestra el trabajo de Petersen et. al.
(2011), o considerando la sistematización de los fenómenos de la pila (Petersen y Dixon,
2007) hasta que la cinética del proceso de disolución pase estar controlada por el factor
biológico (niveles de escala macro y meso), a estar limitada por factores de naturaleza
físico-química (escala partícula y grano).
La aplicación de aire enriquecido con CO2 en la puesta en marcha de las pilas puede ser
incluso una opción más adecuada y factible que una hipotetica inoulación. Ello debido a
que el CO2 estimularía el crecimiento de las poblaciones nativas adaptadas a las
condiciones locales de los depósitos y con actividad específica para las especies reducidas
de azufre.
Otro campo de potencial aplicación de esta estrategia la representa la biolixiviación de
calcopirita en condiciones termófilas. Este sulfuro primario es el deposito de cobre más
abundante de la naturaleza y se caracteriza por ser refractario a la biolixiviación en
condiciones mesofilas, sin embargo la evidencia experimental revela que en condiciones
termofilas la calcopirita puede aser exitosa (Brierley, 2008, Petersen y Dixon, 2002). El
proceso termófilo se desarrolla sin limitación por transferencia de O2 ya que el efecto de
disminución del potencial de transferencia (C*-CL) causado por la disminución de C* al
aumentar la temperatura, es superado por el aumento del coeficiente de difusión de O2 en
la fase líquida y que determina el valor de kL (Lizama 2009; Petersen 2010).
Respecto de la operación de las pilas mesófilas un aspecto sin aclarar que puede tener un
efecto en la dinámica de CO2 es la presencia de heterotrofos activos. Un estudio reciente
de solubilización de metales en lodos de curtiembre revela que la incorporación de cepas
heterotrofas acidófilas contribuyen a mejorar la cinética del proceso por incrementar el nivel
de CO2 en solución y con ello estimular el cercimiento de A. ferrooxidans (Wang et. al.
2010). En pilas de sulfuros secundarios, es pobable que efectos como la generación in situ
de CO2 por los heterótrofos puedan desempeñar algún rol productivo en el proceso.
Por todo lo anterior el enriquecimiento con CO2 para aplicación en pilas continuará siendo
un campo de investigación abierto.
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