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BIOGRAFIA DE THOMAS ROBERT MALTHUS

Thomas Robert Malthus (1766-1834) fue un economista británico,


clérigo y demógrafo, que estudió en el Jesus College, de la
Universidad de Cambridge. Malthus ofició en la parroquia de Albury,
en Surrey, en 1798, cargo que desempeñó muy poco tiempo. De
1805 hasta su muerte fue catedrático de Economía Política e
Historia Moderna en el colegio de la East India Company en
Haileybury.

Malthus fue educado según los principios pedagógicos de Jean-


Jacques Rousseau, de quien su padre era íntimo amigo, completó
sus estudios en el Jesus College de Cambridge. Después de
graduarse en filosofía y teología, fue ordenado pastor anglicano y
estuvo durante un tiempo al frente de la parroquia de Albury.
En 1793 fue designado miembro del equipo de dirección del Jesus
College, puesto al que tuvo que renunciar en 1804 al contraer
matrimonio. Por esas mismas fechas, la Compañía de las Indias
Orientales fundó en Haileybury una nueva institución universitaria
destinada a formar a los funcionarios que después servirían a
Inglaterra en destinos de ultramar; allí ejerció Malthus como
profesor de economía desde 1805 hasta su muerte.
En 1798, influido por las tesis de Adam Smith y David Hume,
publicó de forma anónima su célebre Ensayo sobre el principio de
población. Sin embargo, dada la polémica suscitada por la obra, en
1804 aparecería una edición ampliada y corregida, esta vez firmada
por el autor. En ella incorporó, como confirmación de sus teorías
demográficas, los datos y observaciones obtenidos durante sus
viajes por Rusia, los países nórdicos, Francia y Suiza.

LA TEORÍA POBLACIONAL DE THOMAS


MALTHUS
Thomas Robert Malthus fue el primer economista en proponer una
teoría sistemática de la población. Plasmó sus puntos de vista con
relación a la población en su famoso libro Essay on the Principle of
Population (Ensayo sobre el Principio de la Población) (1798), para
el que recopiló datos empíricos a fin de defender su tesis. La
segunda edición del libro de Malthus se publicó en 1803, en la que,
si bien modificó algunos de sus puntos de vista respecto de la
primera edición, su tesis original no cambió.

En Essay on the Principle of Population (Ensayo sobre el Principio


de la Población), Malthus propone el principio de que las
poblaciones humanas crecen exponencialmente (es decir, se
duplican con cada ciclo) mientras que la producción de alimentos
crece a una razón aritmética (es decir, mediante la adición repetida
de un incremento uniforme en cada intervalo de tiempo uniforme).
De este modo, mientras era probable que en una serie de intervalos
de veinticinco años la producción de alimentos aumentara en la
progresión aritmética 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, etc., la población podía
aumentar en la progresión geométrica 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128,
256, etc. Este argumento del aumento aritmético de los alimentos
con un crecimiento geométrico simultáneo de la población humana
predecía un futuro en el que las personas no tendrían recursos para
sobrevivir. Para evitar tal catástrofe, Malthus sugirió con ahínco que
se implementaran controles en el crecimiento demográfico.

La teoría de Malthus contradecía la creencia optimista,


prevaleciente en el siglo XIX, según la cual la fertilidad de una
sociedad acarrearía el progreso económico. Logró bastante apoyo y
fue muchas veces utilizada como argumento en contra de los
esfuerzos que pretendían mejorar las condiciones de los pobres.

Era evidente que cualquiera fuera el punto de partida dentro de


ambas series, tarde o temprano la situación sería insostenible.

El freno último del Crecimiento de la población sería la Escasez de


alimentos, lo que llevaría a que la gente simplemente se muriera de
hambre y también, por otro lado, a que no tuviera más hijos, dadas
las malas condiciones sociales que los esperaban en el futuro. Para
evitar llegar a una situación extrema, Malthus sugería que las
personas se casasen lo más tarde posible sin tener relaciones
sexuales previas al matrimonio. Éste era el único tipo de control que
el autor aceptaba y recomendaba, aunque reconocía que en la
práctica podía ser bastante ineficaz. Pero como era un moralista, en
ningún caso era partidario de la anticoncepción ni del aborto como
medios para limitar el Crecimiento de la población.

El resultado de la teoría poblacional sería que la consecuencia de la


lucha entre población y Oferta de alimentos originaría una economía
de subsistencia, donde los salarios nunca subirían más que para
una cantidad mínima de alimentos necesarios para nutrirse. Malthus
se enfrentó siempre a quienes creían en la Necesidad de
mejoramiento de las condiciones sociales de los pobres por parte
del Estado, ya que, según él, así se fomentaba que aquéllos
tuvieran más hijos. Es decir, el resultado de ayudar a los pobres
sería el incremento de la población, por lo que a la larga se
perjudicaría a la misma gente que se quería ayudar.

A doscientos años de enunciada esta teoría, se puede afirmar


claramente que la profecía de Malthus fue errónea. Por una parte,
pasó por alto diversos frenos al Crecimiento de la población, como
las modernas técnicas de control de natalidad. Por otra, subestimó
el progreso de la tecnología agrícola. Pero, principalmente, las
teorías de Malthus tenían errores metodológicos. Por ejemplo, a la
conclusión del aumento de la población llegó más Bien por intuición,
ya que su postulado tiene un escaso respaldo empírico (se basó
en Estadísticas poco fiables de la población norteamericana). El
segundo postulado sobre el lento Crecimiento de los alimentos no
estaba respaldado en los hechos, ni siquiera en forma aproximada
como la primera afirmación.

Sobre la base de una población mundial hipotética de 1000 millones


de personas a principios del siglo XIX y un medio de subsistencia
adecuado para aquel tiempo, Malthus sugirió que existía la
posibilidad de que la población aumentara a 256 000 millones en el
lapso de 200 años, pero que los medios de subsistencia solo podían
aumentar lo suficiente para alimentar a 9000 millones en el nivel
prevaleciente al comienzo del período. Por consiguiente, consideró
que el aumento de la población debía mantenerse en un nivel bajo
en el que pudiera sostenerse mediante diversos controles del
crecimiento demográfico, que categorizaba como controles
"preventivos" y controles "positivos".

El principal control preventivo concebido por Malthus fue el de


"restricción moral", que se vio como una decisión deliberada por
parte de los hombres de refrenarse de seguir el dictado de la
naturaleza de comprometerse afectivamente con una mujer en
forma temprana, es decir, la decisión de casarse a mayor edad que
la habitual y solo cuando pudiesen sostener una familia. Se previó
que esto daría lugar a familias más pequeñas o probablemente a
menos familias, pero Malthus se opuso rotundamente al control de
la natalidad dentro del matrimonio y no sugirió que los padres
intentaran limitar la cantidad de hijos concebidos después del
matrimonio. Malthus era claramente consiente de los problemas que
podrían surgir a partir de la prolongación de la soltería, como un
aumento en la cantidad de nacimientos ilegítimos, pero consideró
que probablemente estos problemas fueran menos graves que los
resultantes de la continuación del rápido crecimiento poblacional.

Por otro lado, consideró a los controles positivos en el crecimiento


de la población como cualquier causa que contribuyera al
acortamiento de la esperanza de vida. Incluía en esta categoría a
las condiciones de vida y trabajo deficientes que podían causar una
baja resistencia a las enfermedades, como también factores más
obvios como las enfermedades en sí mismas, la guerra y la
hambruna. Algunas de las conclusiones que pueden sacarse de las
ideas de Malthus tienen, por lo tanto, connotaciones políticas, y esto
explica en parte el interés en sus escritos y, posiblemente, la mala
interpretación de algunas de sus ideas por parte de autores como
Cobbett, el famoso inglés de ideas radicales a temprana edad.
Algunos autores posteriores modificaron sus ideas, al sugerir, por
ejemplo, la implementación de una medida gubernamental sólida
para garantizar los matrimonios tardíos. Otros no aceptaron el
criterio de que el control de la natalidad no debía considerarse
después del matrimonio, y un grupo en particular denominado la
Liga Malthusiana abogó firmemente a favor del control de la
natalidad, pese a que esto iba en contra de los principios de
conducta por los que abogaba Malthus.

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