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Universidad de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades


Departamento Ciencias Históricas
Licenciatura en Historia
Seminario: Chamanismo Mapuche

Sueño, magia y enfermedad: aflicciones de un machi mapuche. Siglos XX-


XXI.

Alumna: Solange Riquelme Ampuero


Profesor: Osvaldo Silva Galdames

Chile-2018
Introducción

La información que existe en torno al pueblo mapuche es diversa y muchas veces,


inexacta y esto se ve acrecentado cuando se trata del chamanismo y de la figura de él o la
machi. Además de los prejuicios sobre la figura del machi, existen otras ideas preconcebidas
que manchan la rica historia de un pueblo que su único objetivo, desde hace ya varios siglos,
es vivir en paz en sus tierras, su territorio, su nación.
Es por eso, y entendiendo que la Historia mapuche posee muchas aristas para estudiar,
es que nos enfocaremos en la figura del machi, pues a través de este trabajo, buscamos aclarar
algunas dudas sobre la figura de la machi -en su mayoría nos enfocaremos en mujeres que
ejercen este oficio- que están instaladas en la sociedad, que en lugar de informarse hace
juicios de valor sin conocer el trasfondo de los ritos y ceremonias mapuche. Dentro de
algunos de los prejuicios más comunes que nos encontramos es que él o la machi solo hace
magia negra o que son unos charlatanes, y con ello pasan por alto, los ritos ancestrales que
caracterizan al pueblo mapuche.
Antes de entrar de lleno en nuestro estudio, debemos aclarar algunos conceptos
fundamentales para entender lo que rodea el arte del chamanismo, y puntualmente la labor
del machi. Algunos de los conceptos que analizaremos a continuación son: chamán, trance,
magia.
El termino chamanismo es tan amplio como la cantidad de culturas que existen, pues
cada cultura/sociedad tiene sus propias formas, creencias y costumbres que las hace únicas e
inigualables, provocando que el estudio del chamanismo sea tan diverso. Dentro del estudio
del chamanismo existen diferentes conceptos que deben ser aclarados antes de entrar de lleno
en nuestro tema de investigación.
Dentro de esta lógica encontramos el chamanismo mapuche, el cual centra su atención
en la figura del machi, el cual según la definición de Mircea Eliade es “un mago y un hombre-
médico: se cree que puede curar, como todos los médicos, y efectuar milagros fakíricos,
como todos los magos, sean primitivos o modernos.”1 En este sentido, se entiende que el
chamán es el encargado de efectuar la labores de sanación dentro de su comunidad, siendo
esta la tarea de él o la machi mapuche, en la cual enfocaremos nuestro estudio.

1
Eliade, Mircea; El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis; FCE; México; 1976; p. 21

1
Pero para efectuar dichas sanaciones, él o la machi2 no solo tiene que saber sanar a
los integrantes de su comunidad, sino que además tiene que creer que domina y/o controla
los distintos padecimientos humanos, y por ello recurre a diferentes técnicas, según sea la
cultura a la cual pertenezca. Asimismo, para realizar sus actos milagrosos debe manipular su
estado psicológico y así entrar en un estado de trance mediante el cual, podrá comunicarse
con los espíritus que le ayudaran en su tarea.
Por otro lado, el trance es el signo más característico para distinguir a un chamán por
sobre otros seres que dicen sanar o controlar la naturaleza, pues este le permite conectar los
dos mundos, el espiritual con el terrenal. Este trance, o “estado de conciencia alterada”3
como las llama Jean Clottes, es el medio más fiable para un chamán, pues a través de este
trance o viaje, es que puede comunicarse con los seres sobrenaturales y/o espíritus, los cuales
le transmiten las fórmulas para sanar o solucionar los distintos problemas que afectan a la
agrupación a la cual pertenece el chamán. Es por ello, que para ser machi se requiere, en una
primera instancia recibir “el llamado” de los espíritus, lo cual abordaremos más adelante en
nuestra investigación.
Asimismo, el termino magia implica un estudio mucho más específico, pues lo que
conocemos como magia moderna no se compara con los distintos ritos ancestrales de los
pueblos primitivos y/o indígenas, en este caso, el pueblo mapuche.
Uno de los principales especialistas sobre magia es el antropólogo inglés James
George Frazer, que a través de su obra La Rama Dorada intenta mostrarnos cómo
funcionaban las religiones primitivas, en especial cómo y cuáles eran sus costumbres y
rituales, los que, a la larga, terminan siendo características esenciales para comprender el
funcionamiento de estas.
A lo largo de esta obra, el autor plantea que “la magia es un sistema espurio de leyes
naturales, así como una guía errónea de conducta; es una ciencia falsa y un arte abortado.
Considerada como un sistema de leyes naturales, es decir, como expresión de reglas que
determinan la consecución de acontecimientos en todo el mundo.”4 De esta manera, el autor
nos explica que, para él, la magia es una forma que tienen los seres humanos, específicamente

2
En la cultura mapuche, no existe una limitante sobre quién debe o no ser machi. Quien reciba el llamado de
los antepasados es el elegido para la labor de machi.
3
Clottes, Jean & Lewis-Williams, David; Los chamanes de la prehistoria; Ariel; España; 2010; p. 15
4
Frazer, James George; La rama dorada; Editorial Ciencias Sociales; Cuba; 1961; p. 34

2
quienes tienen acceso a esta práctica, de manejar a su antojo las leyes naturales para
beneficio, ya sea propio o de una comunidad, lo cual es muy similar a lo que realizan las o
los machi mapuche.
Además, Frazer plantea que la magia es una ciencia falsa. Sobre esto nos explica más
adelante que como “el mago primitivo conoce solamente la magia en su aspecto práctico;
nunca analiza los procesos mentales en los que su práctica está basada y nunca refleja sobre
los principios abstractos entrañados en sus acciones,”5 es decir, lo que Frazer propone es
que para que la magia sea una ciencia, el chamán, mago o machi, debería manejar aspectos
más complejos que solo los naturales y los transmitidos por sus antepasados. Es decir,
deberían conocer todas las implicancias que sus actos tienen como consecuencia para el
mundo y la comunidad a la cual pertenecen, en cambio, el machi -para el caso mapuche- solo
conoce las reglas de la naturaleza del pueblo al cual pertenece, y que no le permite reconocer
otras leyes que no sean esas a las que está adscrito por ser parte de un pueblo primitivo que
vive alejado de las reglas de la civilización.
Frazer, también plantea que existen diferentes tipos de magia, entre ellas se encuentra
la magia homeopática la cual se encarga de “la cura o prevención de enfermedades”6 siendo
hoy, la especialidad más recurrente de cualquier machi que se precie de tal.
Siguiendo con los planteamientos académicos sobre el concepto magia, nos
encontramos con Margaret Murray, quien a través de su libro El dios de los brujos nos
introduce al mundo de la magia de Europa por medio del estudio de uno de los dioses más
antiguos que existen, el dios astado. Pero lo interesante del estudio de Murray es que esboza
el débil limite que existe entre magia y religión, es ante ello que nos dice que “la magia actúa
como medio natural, que solo para pronunciar un conjuro o efectuar ciertos movimientos
provocará el efecto deseado,”7 es decir, la magia tiene por objetivo conseguir que ciertos
acontecimientos cambien su curso para beneficio propio de los involucrados durante el acto
chamánico/mágico.
A su vez, Murray plantea que existe una gran diferencia entre magia y religión, ante
esto nos dice “la magia actúa por sí sola, engendra su propia fuerza y no depende de nada

5
Loc. Cit.
6
Ibid.; p. 39
7
Murray, Margaret; El dios de los brujos; FCE; México; 2006; p. 129

3
exterior, mientras que la religión reconoce el poder que está más allá de sí misma y actúa
motivada enteramente por tal poder.”8
Al igual que Frazer, Margaret Murray hace una división de la magia en dos tipos de
ceremonias: religiosas, que se encargan de los actos de culto, y las ceremonias mágicas, que
son las que dominan la naturaleza, estas últimas son las que nos interesan, ya que ante este
punto, la antropóloga desarrolla la idea de que “cuando algo que parece desviarse del curso
normal de la naturaleza es causado por medios humanos, se lo llama milagro si el mago
pertenece a la misma religión del que lo contempla, pero es magia —frecuentemente magia
negra— si el mago pertenece a otra religión.”9 Lo que nos intenta explicar Murray es el
prejuicio que existe en la labor del mago/chamán puesto que este es mal visto si realiza ritos
que no se ajusten a las creencias de una mayoría que no cree o no pertenece a su comunidad,
por ende, desconocen los beneficios y características de los diversos rituales que un
mago/chamán utiliza para el provecho de su grupo o comunidad.
Otro de los destacados en el estudio de la magia en los pueblos primitivos es
Bronislaw Malinowski, que en su obra Magia, ciencia y religión lo primero que nos plantea
es que “no existe pueblo por primitivo que sea, que carezcan de religión o magia”10 es decir,
cada pueblo tiene una forma comunicarse con los dioses, y dependiendo de sus tradiciones,
esta será la religión o la magia, o sea, se encuentran en el campo de lo sagrado o lo profano,
siempre estarán en uno de ellos. Malinowski, destaca el gran trabajo efectuado por Frazer, ya
que distingue perfectamente las diferencias entre magia y religión, pues
“la magia se basa en la confianza del hombre en poder dominar la naturaleza de
modo directo, llegando a ser pariente de la ciencia. La religión eleva al hombre por encima
del nivel de lo mágico y, más tarde, logra mantener su independencia junto a la ciencia,
frente a la cual la magia tiene que sucumbir.”11
Lo que nos queda claro de la cita anterior, es que para existir el chamán/mago debe
tener a su alrededor un grupo que crea en lo que este desarrolla, pues si no fuera así, el chamán
no tendría las condiciones mínimas para ejercer su labor, pues gran parte de esta depende de
la creencia que otras personas tengan de su trabajo.

8
Loc. Cit.
9
Ibid.; p. 141
10
Bronislaw Malinowski; Magia, ciencia y religión; Planeta-Agostini; 1948; p. 3
11
Loc. Cit.

4
Por su parte, Malinowski señala que la magia, para muchos estudiosos primerizos en
el tema resulta “un arte completamente sobrio, prosaico e incluso tosco, cuyo consenso
obedece a razones duramente prácticas, arte que está gobernado por creencias desaliñadas
y carentes de profundidad y que se lleva a efecto con una técnica simple y monótona.”12 Es
quizás por esta sobriedad, que este tema no ha sido desarrollado en amplitud en comparación
con otros. Pero debemos recordar que la sobriedad de los ritos depende de los grupos que
sean estudiados, pues cada cultura que cree y posee un chamán, es totalmente distintas a las
otras, por lo tanto, no podemos generalizar respecto a esta característica.
No obstante, lo anterior, Malinowski, plantea que “la magia primitiva es
extremadamente monótona y aburrida, y está limitada de modo estricto en sus medios de
acción, circunscrita a sus creencias y paralizada en sus presunciones fundamentales.”13 Es
por estas razones, que el estudio de la magia no puede ser generalizado ni tampoco puede
existir una pauta que determine qué características debe poseer una cultura para decirse que
esta posee poderes mágicos reales, ya que cada cultura que práctica y desarrolla el arte de la
magia, tiene un ambiente distinto en el cual se desenvuelve, haciéndola única e irrepetible.
Por último, otro antropólogo que se ha interesado por el estudio de la magia en las
culturas primitivas es el francés Claude Lévi-Strauss. Este en su obra Antropología
Estructural nos ayuda a entender que “la eficacia de la magia implica la creencia en la
magia.”14 Lo dicho por este antropólogo, nos ratifica lo ya planteado, o sea, que el
mago/chamán necesita que su grupo crea, realmente, en los rituales que este realiza, pues
gran parte de le efectividad de estos ritos, radica en la confianza que, primero, tenga el
mago/chamán en los ritos que él realiza y, segundo, los que concurren al mago/chamán deben
creer en lo que verán y las futuras consecuencias que sus actos acarrearan.
Teniendo estos conceptos claros, es que debemos plantear que entendiendo las
dificultades y prejuicios a los cuales se enfrenta el pueblo mapuche y más aún la figura de él
o la machi, esta encuentra sustento a su labor en los diferentes ritos iniciáticos que dan paso
al ejercicio de su profesión de sanadora y cuidadora de su comunidad, pero además debemos
tener en cuenta que los mapuche sí saben separar o diferenciar a las machi de las brujas, algo

12
Ibid.; p. 25
13
Loc. Cit.
14
Lévi-Strauss, Claude; Antropología Estructural; Paidós; España; 1996; p. 196

5
que los chilenos no saben hacer, siendo este el principal error de una sociedad que se cree
superior a un pueblo ancestral, como lo son los mapuche.
El principal objetivo de nuestra investigación es exponer y analizar los diferentes ritos
que él o la machi debe superar para lograr ejercer tal rol; pero, además, pretendemos
comparar, y así aprender a diferenciar, a las machi de las brujas, pues entre ambas existen
grandes diferencias que hacen que su trabajo sea completamente distinto a la creencia popular
que las asimila y las confunde. Por otro lado, analizaremos la relevancia de la machi dentro
de su comunidad, pues cuando esta falta, su comunidad se resiente y adolece su falta.
Para ello, nos enfocaremos en el análisis de las crónicas o memorias de Eulojio Robles
Rodríguez, protector de indígenas de Cautín que, en una visita a una comunidad mapuche del
pueblo de Quepe, -hacia finales del siglo XIX y principios del XX- es testigo de diferentes
ritos y costumbres, los cuales se centran en la figura de las machis.

6
Las enfermedades y dolores de una machi

¡Es una charlatana! ¡Es una bruja!


Estas son algunas de las cosas que las sanadoras mapuche -las machi- deben escuchar
cuando personas ignorantes de su cultura no creen en su trabajo, o bien, buscan
desprestigiarlas ante el resto de la sociedad. Un ejemplo de ello es una novela de Marta
Brunet llamada La machi de Hualqui, obra en la cual se presuponen muchas ideas que luego
de ser analizadas, se comprueba el desconocimiento de Brunet sobre el tema del pueblo
mapuche, especialmente, sobre la figura de la machi.15
No obstante, y dentro de la propia cultura mapuche existen diferencias entre la machi
y la bruja. Es por ello por lo que uno de los primeros puntos que debemos aclarar es que la
machi no es una bruja, es más, entre la comunidad mapuche existen claras distinciones, donde
solo la primera es respetada por la comunidad.
La machi es aquella persona que se encarga de contactar a los espíritus, en búsqueda
de ayuda, para solucionar los problemas de su comunidad. Su papel se caracteriza por realizar
sanaciones, por ende, su papel es siempre de carácter positivo. Entonces, y en una perspectiva
occidentalista la machi sería una “bruja” que realiza “magia blanca”.
Si existe una “bruja blanca” dentro del pueblo mapuche, ¿existe quien realice “magia
negra”? la respuesta es sí, y a esta se la conoce como kalku. Las kalku vienen siendo una
especie de alter ego de la machi, la cual también es considerada un chamán pero que “a
sabiendas y voluntariamente usa sus poderes para satisfacer la voluntad del wekufe y de
quienes se dirigen a él, pidiéndole de hacerles daños a sus enemigos.”16 De esta manera,
mientras la machi se comunica con los espíritus para hacer el bien, la kalku hace lo mismo,
pero con el objetivo de dañar.
Además de esta dualidad que se nos presenta entre el bien y el mal, debemos tener
claro y tal como bien dice José Manuel Zavala, tanto hoy como en los inicios del pueblo
mapuche “la visión de mundo de los mapuches contemporáneos está construida sobre la

15
Para más información véase: Rodríguez, José Manuel & Quidel Lincoleo, José; Discusión sobre la
presencia de la brujería europea y del chamanismo mapuche en un relato de Marta Brunet; En: Revista Acta
Literaria; N° 53; 2016; pp. 127-153.
16
Trivero Rivera, Alberto; Horizonte cultural mapuche. Desde su formación hasta el tiempo actual; Editorial
Ñuke Mapuförlaget; 2017; p. 102.

7
base de principios de dualidad, más precisamente a base de un sistema de parejas de
oposición.”17 Es decir, que para entender figuras como la de la machi y la kalku hay que
saber que ambas pertenecen a una cosmovisión que las opone constantemente, pues ambas
representan los mundos del bien y el mal. Y como existe una gran ignorancia por parte de la
sociedad chilena, se asimila a la machi con la kalku, cuando ambas son oposición más que
sinónimos de un mismo arte.
Pero para llegar a ser machi, se debe pasar por algunos procesos propios y únicos del
pueblo mapuche, pues esta situación no es una elección propia de la persona, o de la
comunidad, más bien es una elección realizada por parte de los espíritus que a través de los
sueños se presentan a la persona seleccionada para cumplir con esta importante labor.
Así es como encontramos con varios ejemplos donde se describen los procesos que
hay que superar para transformarse en machi. Uno de esos ejemplos es el que se narra en
Costumbres i creencias araucanas: Machiluhun, iniciación de machis de Eulojio Robles
Rodríguez.
Allí se narra la iniciación a machi de la joven Juanita Ancavilu la cual había estado
gravemente enferma y por ello, en una decisión de su familia se decidió que se convirtiera en
machi18 pues su familia creyó que esa era una señal de que su vida debía dar un giro. Si bien
aquí la decisión no pasa por un sueño o contacto a través de los espíritus, existen casos como
el ocurrido en Huentelolén.
En esa localidad y durante un nguillatún se conoció la historia de una joven que sintió
el llamado de los espíritus, que también es conocido como peuma19. La joven, según cuenta
H. Claude Joseph -quien de hecho presenció tal evento- “se hallaba mariscando en la playa
cuando por primera vez sintió el llamado del Nguenemapu quien le dijo: ‹‹Hazte machi, te
quiero machi››20. Luego de sentir este “llamado” y tras informar a sus padres, esta empezó
su camino a ser machi, pero antes de transformarse, debió esperar la decisión de los

17
Zavala, José Manuel; Los mapuches del siglo XVIII. Dinámica interétnica y estrategias de resistencia;
Ediciones Universidad Católica de Temuco; Chile; 2011; p. 255
18
Cf. Robles Rodríguez, Eulojio; Costumbres i creencias araucanas: Machiluhun, iniciación de machis; En:
Revista de Folklore chileno; Año III; Entrega 4; Publicado en los Anales de la Universidad, Tomo CXXX;
Santiago; Imprenta Cervantes; 1912; p. 155.
19
Cuando un machi tiene un peuma significa que tuvo un sueño premonitorio. Muchos de estos sueños sirven
de aviso a los futuros machi para que sepan que han sido elegidos para cumplir dicha misión.
20
Joseph, H. Claude; Las ceremonias mapuches; En: Boletín del Museo Nacional; p. 74

8
integrantes de la comunidad, que tras escuchar como fue el episodio, decidieron aceptar el
llamado de los espíritus, y, por ende, la joven se transformó en la machi de la comunidad.
Pero para serlo, debía pasar por otras ceremonias que, más tarde, le conferirían el
papel de protectora espiritual y material de su comunidad. Para entender estas ceremonias,
debemos volver a la historia de Juanita Ancavilu, pues “en la primavera precedente al día
de la iniciación se verificó la ceremonia preliminar, que consiste en la colocación del rehue
provisorio, que se compone de cuatro grandes ramas, dos de canelo i dos de laurel, unidas
fuertemente por correas”.21 Robles, también señala que a la luz de la luna se produjo un
baile de machis, que estaba presidido por un hueye, el cual, según lo señalado en el texto,
“era el único machi del sexo masculino que hemos conocido, vestía traje talar ya
abandonado por los araucanos”.22 De esta forma vemos cómo se va preparando el camino
para que la joven Juanita se convierta en la machi de su comunidad. Para completar el rehue
solo faltaba añadir la escalerilla de la machi.

Foto 1: machi subiendo a su


rehue. (imagen extraída del texto
de H. Claude Joseph, Las
ceremonias mapuches.

Cómo nos muestra la imagen anterior, vemos ya a la machi sobre su rehue, lo cual ya
la transforma en protectora y sanadora de su comunidad, eso sí, para efectuar esta ceremonia,

21
Robles Rodríguez, Eulojio; Op. Cit; p. 155.
22
Loc. Cit.

9
por lo general, las familias esperan a que pase el tiempo de las cosechas, para que de esta
forma toda la comunidad pueda participar. ¿Pero por qué? Porque después de esta época, se
dan dos condiciones casi básicas para la ceremonia; y que son, que la gente se encuentra
desocupada y por otro, los miembros de la comunidad tienen dinero y pueden aportar grandes
cantidades de alimentos.23
Luego, se efectúan bailes del resto de las machi, en una especie de bienvenida a esta
nueva machi que cuidará y velará por su comunidad. toda la ceremonia de “asunción” de la
machi termina “con la bajada del rehue. La joven baja la última, bailando y retrocediendo.
A partir de este momento está acreditada y puede ejercer la profesión.”24 De esta manera,
con un baile, al ritmo que produce el cultrún, es que la nueva machi sella su destino con los
espíritus, que antes la seleccionaron a ella para ser su representante en la tierra.
Otro caso donde se muestra el proceso para convertirse en machi, es el de la machi
Amuifil, pues “tanto su abuela materna como paterna lo habían sido i ella era la nieta de
más edad”25 por ende, y según podemos concluir, su familia ya esperaba el momento en que
esta se convirtiera en machi, hecho que se confirmó “cuando pequeña estuvo enferma de un
‹‹pasmo que se le entró debajo de los brazos››, i se le hizo saber que no sanaría hasta que
se hiciese machi; siguió el consejo i no ha vuelto a sufrir esa enfermedad.”26
El caso anterior, vemos como la peuma hace su trabajo, ya que una vez que Amuifil
estaba enferma esta tiene ese sueño o visión que le indica que la única manera de sanar es
convertirse en machi, lo cual sigue al pie de la letra, pues como la misma le señala a Eulojio
Robles Rodríguez, desde que se convirtió a machi, nunca más padeció la enfermedad que
contrajo cuando niña.
Asimismo, las machi no solo sufren enfermedades o sueños antes de asumir su cargo,
también podemos presenciar que las o los machis sufren corporal y espiritualmente cuando
se encuentran alejados de su rehue, este hecho se conoce como la enfermedad del machi, y
en el último tiempo se ha hecho conocida gracias al machi Celestino Córdova, ya que estando

23
Joseph, H. Claude; Op. Cit; p. 75.
24
Ibid..; p. 77.
25
Robles Rodríguez, Eulojio; Costumbres i creencias araucanas: un machitún; Temuco; 1907; p. 9; Disponible
en: memoriachilena.cl
26
Loc. Cit.

10
encarcelado, solicita el permiso para acudir a su comunidad y así realizar la ceremonia de
renovación de su rehue.
¿Pero que padecía el machi Celestino en la cárcel? Según un informe del Instituto
Nacional de Derechos Humanos (INDH) Córdova, hace más de un año que presentaba
decaimiento corporal y dolores de cabeza y cuerpo.27 Ante estos padecimientos, fueron
asumidos como la enfermedad del machi, que tal como señalamos anteriormente, se da
cuando el machi está lejos de su rehue y por ende necesita volver a su hogar para sanar, pues
bajo la lógica de la cosmovisión mapuche, si el machi se ausenta por mucho tiempo de su
comunidad, los espíritus castigan al machi y la única solución es volver y realizar,
nuevamente, los ritos y ceremonias que consolidan la alianza entre la comunidad, los espíritus
y, como en este caso, el machi Celestino Córdova.
Pero además de los dolores corporales que padecía el machi, se señala en el reportaje
del diario digital El desconcierto que sus compañeros de cárcel lo escuchaban gritar cosas
para luego desmayarse. Son estos síntomas, más los dolores corporales, lo que se conoce
como enfermedad del machi.
A forma de conclusiones, podemos señalar, que luego de entender lo que significa el
chamanismo y sus múltiples ramificaciones, -como lo es la magia y el trance- la machi es
una figura única dentro de esta arte, pues la forma en que pasa de ser una integrante común
de una comunidad a ser la protectora de esta es especial y bastante rara dentro de los pueblos
primitivos, pues los espíritus están en constante comunicación con el futuro machi, ya sea a
través de los avisos mediante la irrupción en sus sueños o bien, manifestándose con dolores
corporales que afectan a la machi.
Pero también vimos, que los espíritus van marcando el camino de la o él machi, pues
cuando estos se alejan de su rehue manifiestan su malestar, de nuevo, mediante dolores
corporales, los cuales podemos suponer que terminan siendo una especie de tortura para
quien los padece, pues como en el caso del machi Celestino Córdova, este los padeció durante
más de un año, siendo la única solución, volver a su rehue por un par de horas para renovar
los lazos con sus antepasados, pues mal que mal, fueron ellos quienes lo eligieron para la
complicada labor de ser machi, pero sobre todo, ser machi cuando hay una sociedad que no

27
Para más información véase: Reportaje diario electrónico El desconcierto, titulado: “La enfermedad del
machi”: La aflicción que afecta a Celestino Córdova y la importancia del rewe en la cultura mapuche. Véase
también en el diario La Tercera la columna de opinión El machi a su rewe escrita por Pedro Cayuqueo.

11
entiende ni comprende esta profesión, en donde se les cargan apelativos e ideas que nada
tienen que ver con la realidad del pueblo mapuche, la cual está arraigada en una cosmovisión
donde todo tiene un bien y un mal, algo que para muchos es incomprensible.

Bibliografía
Bronislaw Malinowski; Magia, ciencia y religión; Planeta-Agostini; 1948.
Clottes, Jean & Lewis-Williams, David; Los chamanes de la prehistoria; Ariel; España;
2010.
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Joseph, H. Claude; Las ceremonias mapuches; En: Boletín del Museo Nacional.
Lévi-Strauss, Claude; Antropología Estructural; Paidós; España; 1996.
Murray, Margaret; El dios de los brujos; FCE; México; 2006.
Robles Rodríguez, Eulojio; Costumbres i creencias araucanas: Machiluhun, iniciación de
machis; En: Revista de Folklore chileno; Año III; Entrega 4; Publicado en los Anales de la
Universidad, Tomo CXXX; Santiago; Imprenta Cervantes; 1912.
Robles Rodríguez, Eulojio; Costumbres i creencias araucanas: un machitún; Temuco; 1907.
Rodríguez, José Manuel & Quidel Lincoleo, José; Discusión sobre la presencia de la
brujería europea y del chamanismo mapuche en un relato de Marta Brunet; En: Revista Acta
Literaria; N° 53; 2016; pp. 127-153.
Trivero Rivera, Alberto; Horizonte cultural mapuche. Desde su formación hasta el tiempo
actual; Editorial Ñuke Mapuförlaget; 2017.
Zavala, José Manuel; Los mapuches del siglo XVIII. Dinámica interétnica y estrategias de
resistencia; Ediciones Universidad Católica de Temuco; Chile; 2011.

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