Notas de " Contrarrevolucionarios "

Contrarrevolucionarios
Eduardo González Calleja

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Creado por Raúl SC – Última sincronización: 8 de diciembre de 2018

Capítulo 2.El 10 de Agosto y sus consecuencias

1932-1933
el pánico de creerse ante una revolución de tipo 99

soviético en la primavera-verano de 1931 habían
pasado a una actitud de mayor confianza en los
resortes de mantenimiento del orden por parte del
Gobierno que les habría inducido a «organizar la
oposición de manera normal
Cambio de actitud golpista, del panico a la participación
6 de noviembre de 2018
se añadió el primer contacto serio con el fascismo 100
italiano, que desde entonces trataría de desestabilizar
por todos los medios a la joven República
Nb
Lerroux, Burgos y Mazo o Álvarez, pensaban en una 101

reconducción autoritaria de la República, y
convinieron con la junta militar monárquica de
Barrera la convocatoria de unas nuevas Cortes
Constituyentes que decidieran a posteriori la
naturaleza del régimen.
Nb
reuniones conspirativas como la celebrada en Biarritz 102

el 7 de agosto, Gil Robles optaba en público por la
resistencia pasiva y la movilización de masas como
alternativa para la reconquista y conservación del
poder por parte de una derecha potente, moderna y
organizada: Complot militar. Yo, francamente, digo
que, en cuanto de mí depende, seré totalmente
opuesto a esta solución […] ¿Quiere esto decir que yo
repudie
Nb
Por su parte, Acción Española , desde cuyas páginas 103
el régimen republicano era denigrado de forma
sistemática como una cruel dictadura que se imponía
a la masa silenciosa de los españoles y que había que
combatir y extirpar [191] , jugó un papel secundario
en la trama, aunque l
Nb
De eso tomaron buena nota los militares contrarios al 115

régimen, que en lo sucesivo optarían por la táctica,
más expeditiva e inapelable, del moderno golpe de
Estado. Desde el sesgo del poder civil, el Gobierno se
Nb
instaló en una engañosa sensación de confianza que 115

tendría funestas consecuencias a la hora de lidiar con
la conspiración, mucho más vasta y mejor organizada,
de 1936.
Nb
Algunos defensores, que trataron de convertir el 118

proceso en un
Nb
homenaje a los sublevados, arguyeron la doctrina del 118

bellum est limitum del padre Mariana y el texto de la
Partida segunda, título 25 («en el rey yace la justicia,
pero cuando se torna su poder en torticero, puede
rebelarse el súbdito contra el rey») para exaltar ese
«gesto español» de «dignidad y honor» contra un
régimen despótico.
Nb liberalismo prefranquista y Losantos
Ese mismo mes, en una reunión celebrada en la 121

capital francesa entre representantes alfonsinos del
exilio y el interior, se había acordado la siguiente
estrategia: en primer lugar, «difundir mediante el
esfuerzo intelectual, principalmente de la juventud, la
doctrina monárquica, exponiéndola sistemáticamente
y modernizándola» a través del grupo
Nb el golpismo monarquico
El 13 de enero apareció el manifiesto programa del 123

nuevo partido alfonsino Renovación Española (RE),
donde se reiteraba la voluntad de llegar a la unión de
las derechas y se exponía un ideario estatalista,
católico, constitucionalista y respetuoso con la
tradición, más cercano al maurismo conservador que
a
Nb
Calvo Sotelo envió un mensaje donde estaban 123

presentes tanto su peculiar estilo polémico como los
temas que desarrollaría en los años siguientes, en
especial el de la unión de las derechas para favorecer
una dinámica polarizadora, junto a una curiosa y
premonitoria referencia a «falanges» de hombres
aguerridos: […] ¡hay combatientes en España!
Tenemos, por tanto, mater
Nb calvo sotelo prefascista
Conscientes del peso creciente que tenían las masas 130

juveniles en la actividad política de los partidos, la
Junta Directiva de RE comisionó a fines de febrero de
1933 a los marqueses de Manzanedo y
Nb
Su primera aparición pública fue con motivo de la 131

celebración de la festividad patriótica del Dos de Mayo
(coincidiendo con el lanzamiento del Movimiento
Español Sindicalista por José Antonio Primo de
Rivera), y el 30 de ese mes el Comité Ejecutivo dio
vía libre para que la juventud formase una entidad
independiente, «aunque subordinada al ideario d
Primeros pistoleros
En este sentido, la intentona protagonizada por 132

Sanjurjo en agosto de 1932 fue interpretada por los
monárquicos como una reedición del golpe de Pavía.
Pero el fracaso del movimiento y la represión de que
fueron objeto preferente los monárquicos
persuadieron a éstos de que la tarea de erosión de la
República no podía
El tournant
A esta estrategia de largo aliento, inspirada en el 132

proyecto legitimista de l’Action Française , habrían
obedecido las maniobras de fusión dinástica con los
carlistas y la fundación de un partido explícitamente
alfonsino, separado de la gran corriente política
confesional y antirrevolucionaria que significaba
Acción Popular.
Nb
objetivos: la creación de un ambiente doctrinal 133

propicio a la restauración mediante la actividad
intelectual de Acción Española ; la penetración en el
Ejército (donde estaba surgiendo un movimiento
antigubernamental organizado) a través de los
manejos de Valentín Galarza y del policía Martín
Báguenas y el liderazgo nominal de Sanjurjo; la
convergencia táctica y doctrinal con los carlistas y
otros grupos de extrema derecha a través
Nb
Las relaciones del gobierno de Mussolini con los 133

conspiradores monárquicos databan al menos de los
contactos personales del general Barrera con el
embajador Durini en febrero de 1932 y de la primera
visita del aviador Ansaldo a Roma en abril de ese
mismo año por mandato del general Ponte
Primeros contactos
En febrero de 1933, Calvo Sotelo viajó a Roma en 134

compañía de
Primer viaje
pacto secreto que se rubricaría en Roma el 31 de 135

marzo de 1934
Nb
la CEDA, para quien la unión, era, ante todo, «la clara 136
visión por parte de todos los partidos de derecha de la
urgencia de una contrarrevolución y la supeditación
inflexible a ello de lo episódico [295] ». Ésa era la
clave: para el tradicion
Ahora
Como el líder monárquico exiliado, los miembros de 137

RE confiaban en que el Parlamento a elegir en
noviembre fuera «el último de sufragio universal por
luengos años» y que sería sustituido por un Estado
«totalitario» que controlaría de forma severa «los
intereses inmanentes del pueblo», según el ejemplo
de Alemania e Italia [301] .
Nb
Desde París, Calvo Sotelo pidió una inmediata 137

declaración de guerra al régimen y al Parlamento, que
debían ser barridos y reemplazados por un Estado
corporativo
NB
20 de noviembre de 2018 139
Capítulo 3.Fascistización y violencia 1931-1933
entre una derecha radical o revolucionaria 144

representada sobre todo por el fascismo, el nazismo o
el nacional-sindicalismo, y una derecha «de orden»,
representada por las varias ramas del
conservadurismo autoritario [314] . Aunque hubiera
una distinción más o menos nítida en lo que se refiere
a ideas y movimientos, la frontera estratégica
Nb
Pero además de la imposición de esa voluntad 145

nacionalizadora, otras características dominantes del
primer fascismo hispano (con las salvedades que
iremos analizando) fueron su ethos tradicionalista y
su carácter marcadamente contrarrevolucionario
Nb
Con todo, la praxis política del fascismo español 145

originario respondió, en buena parte, a la
radicalización autoritaria de presupuestos ideológicos
que podríamos considerar tradicionales en la política
española [319] . Vista desde e
Nb
Quiénes son los fascistizados? Empresa fácil y sencilla 146

es señalarlos con el dedo, poner sus nombres en fila:
Calvo Sotelo y su Bloque Nacional, Gil Robles y sus
fuerzas; sobre todo las pertenecientes a JAP, de
Rivera y sus grupos, hoy todavía en la órbita de los
dos anteriores, aunque no, sin duda,
Nb
Su activismo monárquico, repleto de actitudes 149

matonescas, era una réplica en tono menor de los
usos callejeros de los Camelots du Roi (grupo de
choque de L’Action Française ) contra los símbolos y
personalidades de la Tercera República.
Albiñana
Vosotros, millonarios, sois los únicos culpables de la 150

angustia actual de la Patria […] si vosotros no ayudáis
para impedirlo, los Legionarios de España, los
nacionalistas españoles, os defenderán de los lobos
revolucionarios, pero habéis de pagar las costas, ya
que nosotros
Eccola
El seudofascismo de Albiñana y el PNE supuso un 157

intento fallido más de la derecha reaccionaria por
remozar su imagen en sentido más modernizador y
agresivo, pero las limitaciones del líder y de su
organización, y la incapacidad para formular un
ideario atractivo para amplias capas sociales
impusieron su fracaso y su
Nb
Ramiro Ledesma Ramos fue, sin duda, el dirigente 158

fascista que concilio de manera más perfecta la teoría
con la acción política. Era el representante prototípico
de ese «proletariado intelectual» de los años veinte y
treinta, que tras haber recibido formación
universitaria gracias a la generalización de la
enseñanza superior durante la Dictadura, había caído
en el paro o en el subemple
Nb
Mientras que odiaba a los monárquicos retrógrados 159

como Albiñana, alababa a los anarcosindicalistas por
haber sido «los primeros en desasirse del amor
burgués por la libertad», y consideraba a la CNT como
«la palanca subversiva más eficaz» para la conquista
del poder, si log
Ledesma
proclamado jacobinismo nacional-revolucionario, el 159

grupo liderado por Ledesma hubo de sobrevivir
mediante la ayuda recibida del gobierno monárquico y
los representantes más cualificados de la oligarquía
financiera e industrial, deseosos de tutelar un grupo
combativo que, al estilo de los Legionarios de
Albiñana, frenara mediante el activismo callejero y el
confusionismo en los medios universitarios la ofensiva
Nb
resulta decisivo para comprender los orígenes y los 160

primeros pasos del fascismo en España: la oligarquía
financiera vasca, mecenas de experimentos
intelectuales como la Escuela Romana del Pirineo en
torno a la revista Hermes [347] . Ledesma, amigo de
los monárquicos José María de Areilza y José Félix de
Lequerica (que había dedicado su tesis doctoral a la
violencia soreliana [348] ), obtuvo 10 000
Nb
Las primeras teorizaciones de Ledesma sobre la 161
violencia política presentaron una confusa amalgama
entre la confianza en el talante revolucionario y
creador de la masa
Nb
Como el pensador bretón, postulaba el surgimiento de 162

una vanguardia intelectual que fuera creando mitos
populares de contenido revolucionario, pero a falta de
esa vanguardia había de ser «el sindicalista ciego y
anónimo, el luchador impenitente, quien marque una
ruta de violencia, de creación y de gloria
Nb
Desde la derecha, a través de la captación de los 164

sectores más jóvenes de la clase media sugestionados
por una eficaz campaña de exaltación españolista.
Para el primer cometido, Ledesma logró atraer a un
grupo reducido de militantes y dirigentes del
cenetismo más moderado y proclive a posturas
nacionalistas. El más destacado de ellos fue Nicasio
Álvarez de Sotomayor
De la cnt
En lo que respecta al objetivo nacionalizador de la 165
juventud, La Conquista del Estado se distinguió por
sus furiosos ataques al nacionalismo catalán, tema
movilizador por excelencia de la pequeña burguesía
conservadora y centralista de raigambre castellana
Nb
Las circunstancias políticas demostraron que esta 166

convergencia nacional-revolucionaria del sindicalismo
y de la clase media centralista bajo los auspicios del
grupo de Ledesma resultaba imposible: el cenetismo
se radicalizó y acentuó su tradicional fragmentación
por la querella planteada entre el insurreccionalismo
defendido por
Nb
no hacen de Ledesma un nacional-bolchevique al 166

estilo de Heinrich Laufenberg, Friedrich Wolffheim o
Ernst Niekisch, que hicieron precisamente el camino
opuesto, desde la revolución social a la liberación
nacional con un componente claramente antifascista
[362] . Este ensayo de conjunción
Nb
derecho a la rebeldía que había vuelto a ponerse de 172
moda en esos años en los medios católicos españoles
más intransigentes. Bajo ese prisma, la coacción física
podía emplearse para fortalecer la idea nacional
incluso frente a las agresiones procedentes de un
gobierno injusto [
El ius resistentiae fascista español
financieros vascos, se llegó a un acuerdo de fusión 172

entre los grupos de Ledesma y Redondo. La
convergencia quedaba justif
Los vascos
Tras salir del penal de Ocaña, Ledesma hizo un viaje a 180

Bilbao para recabar ayuda de media docena de
jóvenes de la alta burguesía vasca. Como preparación
a su «candidatura» a líder del fascismo español,
Ledesma estudió con José Guerrero, Juan Aparicio y
Roberto Escribano Ortega un plan de irrupción
jonsista en la Universidad Central:
Nb vascos
potente aparato militar o «primera línea» separado en 181

lo táctico del resto de la organización, en la línea
postulada para las SA alemanas por Ernst Rohm. La
organización era sostenida por Juan March,
Goicoechea y Lequerica, principal agente del grupo
industrial-financiero vasco radicado en los bancos
Urquijo y Vizcaya
Ledesma y juan march
Mientras que la coalición de izquierdas se tambaleaba 188

y las derechas progresaban en su reorganización con
la creación de la CEDA, la alta burguesía vasca
mantuvo la expectativa sobre el desarrollo de un
único movimiento fascista. En ese contexto se inscribe
la efímer
Nb
José Antonio Primo de Rivera (Sancho Dávila, Narciso 192

Perales, hermanos Ansaldo, Julio Ruiz de Alda) y de la
tertulia poética de «La Ballena Alegre» (Rafael
Sánchez Mazas, José Mª Alfaro, Agustín de Foxá,
Samuel Ros, Eugenio Montes, Dionisio Ridruejo) se
unió parte del Frente Español de García Valdecasas,
ejemplo señero de la deriva contrarrevolucionaria de
los sectores de la juventud intelectual identificados
con el elitism
Ortega y el fascismo
Estos epígonos del primorriverismo no dudaron en 193
retomar el discurso más belicoso, catastrofista y
antiliberal de la «nueva derecha» de 1917-1923,
actualizando los clásicos del pensamiento
contrarrevolucionario decimonónico con la
incorporació
El primer MES
de doctrinas neoderechistas foráneas, como el 193

maurrasianismo o el integralismo portugués [43
El MES
firma del llamado «Pacto de El Escorial» 193
Nb
Como complemento evidente de este acuerdo, y tras 195

asegurarse la financiación procedente de los
alfonsinos, Primo de Rivera marchó a Roma con la
intención de entrevistarse con Mussolini, cosa que
logró el 19 de octubre. No parece que el Duce se
tomara demasiado en serio el proyecto falangista,
convencido como estaba aún del porvenir de Azaña
como dictado
Mussolini y Azaña vs Primo

Capítulo 4.La sintonía contrarrevolucionaria de las

derechas en 1934
años, y llegó ya el momento de que no cedamos ni un 204

paso más. Si quieren la ley, la ley; si quieren la
violencia, la violencia […] ¡En pie todos para la lucha!
Estamos movilizados, no dejaremos las armas hasta
que tengamos en las manos la victoria final [464] .
El fascismo de Gil Robles
Mientras llegaba ese ansiado momento, Gil Robles, en 205

su calidad de nuevo presidente de la Junta Central del
Tiro Nacional de España (una antigua entidad
sociodeportiva destinada a la educación ciudadana en
armas de guerra, que durante la Dictadura se había
convertido e
Las pistolas y la CEDA
El propio Gil Robles afirmó durante un mitin en el 207

frontón Euskal-Jai de Pamplona el 18 de ese mes que
confiaba en la creación en Madrid de una organización
ciudadana que pudiera sustituir a los huelguistas
revolucionarios
Nb
En marzo, la JAP tuvo oportunidad de poner en 207

práctica por primera vez su estrategia: con motivo de
una huelga de artes gráficas motivada por un conflicto
laboral en ABC , la incipiente Sección de Movilización
Civil empaquetó, distribuyó y vendió el día 13 miles
de ejemplares de El Debate en los barrios más
pudientes de Madrid. ABC y Blanco y Negro
Nb
Tras las elecciones, el exrey había decidido actuar en 211

consonancia con el auge político del accidentalismo,
impulsando a título estrictamente particular una
estrategia alternativa a la de sus partidarios, inspirada
en el proceso de restauración monárquica que en esos
momentos se estaba operando en Grecia. E
Nb
A partir de este momento fue definiéndose en el seno 216

del alfonsismo un sector netamente instauracionista,
que
Nb
8 de diciembre de 2018
El retorno de Calvo Sotelo a España el 4 de mayo de 216

1934, tras beneficiarse de la Ley de Amnistía, reforzó
esta posición: si la «Sanjurjada» había fracasado por
la división entre las fuerzas derechistas, ahora se
intentaba reconstituir un movimiento
contrarrevolucionario de amplia base como soporte
cívic
Nb
prensa, en especial en Acción Española y La Época , 216

todo un programa de acción contrarrevolucionaria que
contrastaba por su rigor teórico de influjo
maurrasiano, su carácter instauracionista y su sentido
práctico con el «tradicionalismo mágico», autoritario,
retórico y nostálgico de la «vieja guardia» Alfonsina
reunida alrededor de Goicoechea [501] . Todo ello
agudi
Nb
No han triunfado las derechas en otras partes por 217

hacerse fascistas. Al contrario, han triunfado los
fascismos por ser de derechas. Conviene no olvidarlo
[502] ».
Nb
Calvo Sotelo había manifestado su interés por 217

ingresar en Falange Española con la evidente
intención de transformarla en un satélite de RE, pero
la oposición frontal de Primo de Rivera frustró la
operación, abriendo el foso entre las alas del partido
que desembocó a fines de año en la rebeldía y ulterior
defección de los monárquicos hacia
Nb
Goicoechea llegó en agosto a un pacto con Primo de 217

Rivera que estipulaba el virtual control monárquico
sobre las milicias y los sindicatos de Falange a cambio
de una pingüe ayuda económica.
Nb
Ello supuso un espaldarazo a la burocracia Alfonsina 218

contra los planes de unión derechista acariciados por
Calvo Sotelo.
Nb
llevaron a determinados medios carlistas a acariciar 219
de nuevo la posibilidad de que sus propias juventudes
saliesen de su letargo y lanzasen «el verdadero fascio
español, el fascio que temen tanto los republicanos y
que a nosotros nos resulta simpático, porque, en
España, sin solera pagana ni raíces protestantes, no
puede ser otra cosa que el tradicionalismo
Nb
El carlismo era un movimiento contrarrevolucionario 221

tradicional, confesional y dinástico que propugnaba el
retorno a valores políticos preliberales y a estructuras
socioeconómicas precapitalistas y arcaizantes, a pesar
del aggiornamento de sus teorías corporativas, su
adecuación
Nb

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Eduardo González Calleja

Capítulo 2.El 10 de Agosto y sus consecuencias

el pánico de creerse ante una revolución de tipo 99

Cambio de actitud golpista, del panico a la participación

Lerroux, Burgos y Mazo o Álvarez, pensaban en una 101

reuniones conspirativas como la celebrada en Biarritz 102

De eso tomaron buena nota los militares contrarios al 115

instaló en una engañosa sensación de confianza que 115

Algunos defensores, que trataron de convertir el 118

homenaje a los sublevados, arguyeron la doctrina del 118

Nb liberalismo prefranquista y Losantos

Ese mismo mes, en una reunión celebrada en la 121

El 13 de enero apareció el manifiesto programa del 123

Calvo Sotelo envió un mensaje donde estaban 123

Nb calvo sotelo prefascista

Conscientes del peso creciente que tenían las masas 130

Su primera aparición pública fue con motivo de la 131

En este sentido, la intentona protagonizada por 132

A esta estrategia de largo aliento, inspirada en el 132

objetivos: la creación de un ambiente doctrinal 133

Las relaciones del gobierno de Mussolini con los 133

En febrero de 1933, Calvo Sotelo viajó a Roma en 134

pacto secreto que se rubricaría en Roma el 31 de 135

Como el líder monárquico exiliado, los miembros de 137

Desde París, Calvo Sotelo pidió una inmediata 137

Capítulo 3.Fascistización y violencia 1931-1933

entre una derecha radical o revolucionaria 144

Pero además de la imposición de esa voluntad 145

Con todo, la praxis política del fascismo español 145

Quiénes son los fascistizados? Empresa fácil y sencilla 146

Su activismo monárquico, repleto de actitudes 149

Vosotros, millonarios, sois los únicos culpables de la 150

El seudofascismo de Albiñana y el PNE supuso un 157

Ramiro Ledesma Ramos fue, sin duda, el dirigente 158

Mientras que odiaba a los monárquicos retrógrados 159

proclamado jacobinismo nacional-revolucionario, el 159

resulta decisivo para comprender los orígenes y los 160

Como el pensador bretón, postulaba el surgimiento de 162

Desde la derecha, a través de la captación de los 164

Las circunstancias políticas demostraron que esta 166

no hacen de Ledesma un nacional-bolchevique al 166

El ius resistentiae fascista español

financieros vascos, se llegó a un acuerdo de fusión 172

Tras salir del penal de Ocaña, Ledesma hizo un viaje a 180

potente aparato militar o «primera línea» separado en 181

Ledesma y juan march

Mientras que la coalición de izquierdas se tambaleaba 188

José Antonio Primo de Rivera (Sancho Dávila, Narciso 192

de doctrinas neoderechistas foráneas, como el 193

firma del llamado «Pacto de El Escorial» 193

Como complemento evidente de este acuerdo, y tras 195

Mussolini y Azaña vs Primo

Capítulo 4.La sintonía contrarrevolucionaria de las

años, y llegó ya el momento de que no cedamos ni un 204

El fascismo de Gil Robles

Mientras llegaba ese ansiado momento, Gil Robles, en 205

Las pistolas y la CEDA

El propio Gil Robles afirmó durante un mitin en el 207

En marzo, la JAP tuvo oportunidad de poner en 207

Tras las elecciones, el exrey había decidido actuar en 211

A partir de este momento fue definiéndose en el seno 216

El retorno de Calvo Sotelo a España el 4 de mayo de 216

prensa, en especial en Acción Española y La Época , 216

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