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ESCUELA DE FORMACIÓN

PROFESIONAL TÉCNICO SUPERIOR


DE LA PNP - TACNA

 CURSO:

 TEMA:

 DOCENTE:

 INTEGRANTES:

 SECCIÓN:
LOCUMBA-2018

1
DEDICATORIA
Le dedicamos el presente trabajo a Dios por darnos la fuerza necesaria para
culminar con este proyecto, a nuestras respectivas familias por todo el apoyo
brindado, a los docentes por cada enseñanza y por último a nuestra querida
escuela por inculcarnos valores y una formación ejemplar.

2
AGRADECIMIENTO
El presente trabajo de investigación primeramente agradecemos a Dios por
bendecirnos para llegar hasta donde hemos llegado, porque hizo realidad este
sueño anhelado.
A nuestros profesores por su esfuerzo y dedicación, quienes, con sus
conocimientos, su experiencia, su paciencia y su motivación han logrado que
podamos llevar nuestros estudios con éxito.
También nos gustaría agradecer a nuestros compañeros que durante toda
nuestra carrera profesional todos han aportado con un granito de arena en
nuestra formación.

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………...… 5
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………… 6
REINSERCIÓN DE LOS DELINCUENTES A LA SOCIEDAD
1. LA REINSERCIÓN…………………………………………………………..……. 7

2. FACTORES QUE DIFICULTAN LA REINSERCIÓN…………………………. 7

3. REHABILITACIÒN DEL DELINCUENTE…………………………………….. 10

4. FORMAS DE FACILITAR LA REINTEGRACIÓN DEL DELINCUENTE….. 11

5. NECESIDADES DE UNA PERSONA PARA REINSERTARSE EN LA

SOCIEDAD………………………………………………………………………. 13

6. ÁMBITOS DE REINSERCIÓN………………………………………………… 14

7. PROGRAMAS DE REINSERCIÓN PARA EL DELINCUENTE…………… 14

8. IMPORTANCIA DE LOS PROGRAMAS DE REINSERCIÓN….…….……. 16

9. LA REINCIDENCIA DEL CRIMINAL A FALTA DE UN TRATAMIENTO DE

REINSERCIÒN SOCIAL…………………………………………………..…… 19

10. REINSERCION DE PRESOS EN OTROS PAÍSES………………………... 19

11. TESTIMONIOS DE PRESOS…………………………………………………. 21

RECOMENDACIONES………………………………………………………………. 23
CONCLUSIONES…………………………………………………………………….. 24
ANEXOS………………………………………………………………………………. 25
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….. 26

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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo ha sido realizado por sus alumnos, el cuál fue realizado
basándose en textos de biblioteca e internet por lo tanto esperemos que el
trabajo presentado colme las expectativas del lector, sea de su conocimiento y
agrado.
El presente trabajo trata sobre la reinserción social del delincuente a la
sociedad; el estado de rechazo social es un efecto inevitable de la pena. Este
efecto está determinado por un proceso social de estereotipia: el prejuicio y la
discriminación. Es necesario un urgente cambio de actitud social en lo que
afecta al delincuente. El apoyo de la sociedad a la reinserción, debe proceder,
entre otras razones, de la compensación colectiva por los perjuicios excesivos
irrogados en la aplicación de la pena; y por el compromiso moral de la
comunidad en el trato y solución de todos los problemas sociales.
El deber de la sociedad no termina con la liberación del recluso. Se deberá
disponer, por consiguiente, de los servicios de organismos gubernamentales o
privados capaces de prestar al recluso puesto en libertad, una ayuda post-
penitenciaria eficaz que tienda a disminuir los prejuicios hacia él y le permitan
readaptarse a la comunidad.
Este compromiso es común al estado como órgano rector de la sociedad, y a la
sociedad misma en cuanto tiene obligación de participar en la consecución del
bien común; participación que en el problema de la delincuencia presenta una
doble vertiente: la necesidad de establecer una postura de reforma en las
actitudes sociales, y la exigencia de una actividad positiva en el apoyo del
proceso de reinserción.
La ejecución de las penas de privación de libertad establece una relación
jurídica entre el recluso y la administración en cuanto afecta a su nueva
situación y, al mismo tiempo, excluye un condicionamiento. La pena no limita o
anula la tenencia, ejercicio y disfrute de otros derechos. Así como el
delincuente no es un ser extra-social, tampoco es un ser extra-jurídico.
Debe buscarse un equilibrio entre la seguridad general de los intereses
colectivos y los particulares, en la trayectoria social de los delincuentes. Dos
declaraciones de voluntad regulan la situación jurídica de este problema: una,
la de la sociedad canalizada por los órganos de imposición y ejecución de las
sanciones, y la otra, determinada por la volición positiva del delincuente a la
reinserción social.
Al finalizar el trabajo se encontrarán algunas recomendaciones y conclusiones
a las cuales se llegarán de acuerdo al tema analizado, también se colocarán
las fuentes bibliográficas utilizadas.

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MARCO TEÓRICO
La reinserción social es un proceso sistemático de acciones que se inician
desde el ingreso de una persona a la cárcel, durante el período de
cumplimiento de la condena y prosigue cuando la persona retorna a su vida en
libertad. Esta etapa, que incluye nivelación educacional, intervención
psicosocial, capacitación e inserción laboral, además de actividades deportivas
y culturales, busca incidir efectivamente en los factores individuales y sociales
que mediaron para que una persona se haya involucrado en actividades
delictuales.
La reinserción social es entendida como un proceso sistemático de acciones
orientado a favorecer la integración a la sociedad de una persona que ha sido
condenada por infringir la ley penal. Estas acciones buscan abordar la mayor
cantidad de factores que han contribuido al involucramiento de una persona en
la actividad delictiva, con el objetivo de disminuir sus probabilidades de
reincidencia y promover el cambio hacia conductas pro sociales.
La reinserción social como proceso se inicia durante el periodo de
cumplimiento de una condena, y continúa cuando la persona retorna a su vida
en la comunidad. Se caracteriza por el desarrollo de competencias en el ámbito
individual, social y laboral; y por el fortalecimiento de los aspectos protectores
que facilitan la integración a la sociedad.
No paramos de construir cárceles que inmediatamente se llenan sin que
naturalmente ello suponga que alguna otra se vacíe. Somos una de las
primeras sociedades productoras de condenados de nuestro entorno. El
problema de la reinserción es que no es una ciencia exacta; debe de ser
planificada de manera individual para cada preso y supone emplear
progresivamente medios de inserción que normalicen su situación social
(salidas, permisos, libertades condicionales, etc…), lo que supone arriesgarse
a que en ocasiones algunos presos utilicen estos medios para quebrantar su
condena. Apostar por la reinserción de las personas supone apostar por el ser
humano, apostar por una sociedad más justa y civilizada, y apostar por la
redención y no por el castigo. La reinserción es el indicador del éxito y del
fracaso de los sistemas penitenciarios.
La misión de la reinserción es lograr la readaptación del interno para
reintegrarlo a la sociedad como individuo útil y productivo. Potenciar y
consolidar la fuerza moral y espíritu de cuerpo del sistema penitenciario estatal
para readaptar al interno, reintegrarlo a la sociedad y evitar la reincidencia. El
objetivo claro es lograr la reinserción social de la población penitenciaria como
individuos útiles y productivos a la sociedad, a través de programas y acciones
basados en el respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación
laboral, la educación, la salud y el deporte, en complemento con actividades
culturales, cívicas, recreativas y religiosas.

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REINSERCIÓN DE LOS DELINCUENTES EN
LA SOCIEDAD

1. LA REINSERCIÓN
El estado de rechazo social es un efecto inevitable de la pena. Este efecto está
determinado por un proceso social de estereotipia: el prejuicio y la
discriminación. Es necesario un urgente cambio de actitud social en lo que
afecta al delincuente. El apoyo de la sociedad a la reinserción, debe proceder,
entre otras razones, de la compensación colectiva por los perjuicios excesivos
irrogados en la aplicación de la pena; y por el compromiso moral de la
comunidad en el trato y solución de todos los problemas sociales.

2. FACTORES QUE DIFICULTAN LA REINSERCIÓN SOCIAL DEL


CRIMINAL

El sistema penitenciario en la actualidad tiene serios y graves problemas de


larga data que con el tiempo han ido empeorando.
El Estado por intermedio del INPE ha fijado los requerimientos y
funcionamiento
en las responsabilidades del interno de las áreas o actividades a realizar, sin
embargo, se observa que el establecimiento penitenciario estudiado se
caracteriza por el hacinamiento que cada día va de mal en peor. Se sabe que
el número de reos ha sobrepasado y desbordado su capacidad para albergar a
los internos. La Comisión de Justicia del Congreso y el Ministerio de Justicia
son los encargados de llevar a cabo acciones que den solución a este grave
problema, con el propósito de lograr la reinserción del interno a la sociedad.
No existen políticas claras de rehabilitación y resocialización de los internos,
menos control de que estos objetivos se lleven a cabo. El INPE, al asumir esta
responsabilidad debería tener todo claro, sobre todo si estamos hablando de
una reinserción de los reos a la sociedad, lo cual constituye el rol del Estado.
El Estado si bien es cierto tiene un presupuesto asignado para la
resocialización de los reos en los establecimientos penitenciarios, este es
insuficiente para el logro de las expectativas, y por el contrario esta carencia ha
propiciado que los internos no puedan reinsertarse a la sociedad cuando
culminan su condena.

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Se observa que el INPE resulta poco eficiente en la gestión por falta de
presupuesto o recursos humanos.
Otros de los problemas dentro de los establecimientos penitenciarios es el
consumo de droga, la falta de control que hace que el problema sea aún más
difícil de solucionar. Igualmente, se observa la falta de ambientes y
herramientas eficientes para el tratamiento psicológico, rehabilitación,
reeducación y capacitación laboral de los reos. Tampoco cuentan con métodos
ni talleres de capacitación bien equipados y modernos para que los internos se
sientan a gusto con la formación impartida en el mismo. Existe poco personal
profesional asignado al INPE, y además el personal se encuentra desmotivado
en cuanto a las actividades operativas a realizar, principalmente por falta de
incentivos, de presupuesto y por los sueldos bajos, que generan la ineficiente
labor y el mal aprovechamiento de los pocos recursos con los que se cuenta.
Probablemente, esta situación ha generado la corrupción y el trato indigno a los
internos, y, sobre todo, se revela la incapacidad de cumplir la función
resocializadora del INPE. La atención a los internos es pésima en el centro
penitenciario estudiado; no ayuda a que los internos se sientan bien, y estén
saludables para realizar cualquier trabajo o labor y mucho menos para su
resocialización. La falta de voluntad política de las autoridades, que se expresa
en la falta de reglas claras con normas precisas y, sobre todo, la incorrecta
aplicación de las normas y leyes correspondientes. Tal como se lee en el
Informe Estadístico febrero 2015 (Ministerio de Justicia), esta población de reos
que afronta falta de personal, hace que los estos vivan de manera indigna y
con poco o casi nada de control; por lo tanto, no cuentan con las facilidades
para reconstruirse y más tarde reincorporarse a la sociedad. Al contrario, las
normas están orientadas a que los internos tienen el derecho de habitar en un
establecimiento penitenciario adecuado, en buena salud, y en proceso de
rehabilitación, para que sea posible su resocialización o su reingreso al penal.
El propósito del régimen penitenciario es la reeducación, rehabilitación y
reincorporación de los internos a la sociedad, por lo tanto, es de suma
importancia que los administradores de los establecimientos penitenciarios
consideren la necesidad de que las sociedades en conjunto puedan cooperar
y/o contribuir de manera efectiva. Por otro lado, tenemos un tema de falta de
seguridad en los establecimientos, y en muchos casos ello deriva de la
corrupción que existe dentro del mismo centro penitenciario.

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2.1 FALTA DE OPORTUNIDAD LABORAL:

La mayoría de los criminales retornan a comunidades desventajadas con


oportunidades de trabajo limitadas. El estado de la economía también afecta la
reinserción de los ex prisioneros. Las malas condiciones económicas hacen
que a los criminales les sea particularmente difícil encontrar un trabajo
adecuado. Los economistas laborales hacen notar que la escasez de puestos
de trabajo afecta desproporcionadamente a los más desventajados y que los
criminales están al final de la lista de preferencias de los empleadores. Ramos,
R. (2012) sostiene que: “Los empleadores con frecuencia dudan en contratar a
un criminal, especialmente si tienen que probarse a sí mismos después de ser
puestos en libertad. El estigma asociado con el encarcelamiento es claramente
un factor, pero también lo es el hecho de que pocos de estos individuos tienen
la capacidad y la experiencia que buscan los empleadores. Muchos de éstos
perciben a los criminales con bajos niveles de capacidad de empleo. La
investigación demuestra que es menos probable que los criminales que hayan
podido asegurar un puesto de trabajo legítimo, en particular en puestos de
mayor calidad y salarios más altos, vuelvan a delinquir que aquellos ex
prisioneros sin oportunidades de trabajo legítimo, pero la relación entre empleo
y delincuencia no es tan clara.

2.2 LA FALTA DE UNA LEY DE INCLUSIÓN LABORAL DEL EX REO

En nuestro Estado existe la Ley N°2705 General de Personas Discapacitadas,


la que en su capítulo 6 de promoción y empleo se desarrollan temas referentes
de inclusión laboral para personas discapacitadas, incluso en su artículo 35°
menciona que las entidades públicas y privadas que a partir de la vigencia de la
ley empleen personas con discapacidad, obtendrán deducción de renta bruta
sobre las remuneraciones que se paguen a estas personas. Considero que es
necesario que el Congreso de la República dicte una Ley de Inclusión Laboral
para personas ex reo, para de esta manera brindarles la oportunidad de
reinsertarse de nuevo a la sociedad con un empleo formal, además de
otorgarle beneficios tributarios como la deducción de la renta bruta a todas las
empresas que incluyan un número determinado de personas que ya cumplieron
su condena.

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2.3 LA FALTA DE HOGAR:

La falta de hogar es con frecuencia una consecuencia directa del


encarcelamiento. La ausencia de alojamiento adecuado para los ex reos en la
comunidad puede hacer que éstos se concentren en las zonas más
problemáticas de la comunidad en donde hay altos índices de criminalidad. Las
cárceles aíslan a los delincuentes de sus familias. Más aun, con frecuencia los
criminales transferidos aprisiones acordes con el riesgo a la seguridad que
representan y esto puede involucrar su traslado lejos de sus hogares y familia.
En ausencia de apoyo material, psicológico y social al tiempo de su liberación,
a los ex reos les puede ser muy difícil romper el círculo de liberación y re
arresto. Los períodos cortos en la prisión y los largos períodos que permanecen
en prisión preventiva hacen que las oportunidades de un tratamiento e
intervenciones exitosas para prevenir la futura reincidencia sean muy limitadas.

3. REHABILITACION DEL DELINCUENTE:

En la actualidad, “el ideal de rehabilitación”, en el contexto del sistema penal,


según Redondo y Genovés, “se acomete a partir de la aplicación de estrategias
educativas o de ayuda social cuyo propósito es compensar las carencias de los
delincuentes que teóricamente se hallan vinculadas a su actividad delictiva.
Algunas de estas técnicas pueden consistir en enseñanza escolar,
entrenamiento en habilidades de negociación, alternativas al comportamiento
violento, formación profesional, tratamiento de la drogadicción, mejora de la
tolerancia a la frustración, desarrollo de valores y actitudes pro sociales, control
de la impulsividad y otras semejantes. El tratamiento puede implicar tareas
Relativamente sencillas, como las actividades escolares, o técnicas
psicológicas más sofisticadas como el control de la impulsividad”.
Existen ciertos factores, ya sean remotos o inmediatos, de los cuales, depende
que existan o no programas de rehabilitación de delincuentes. Por un lado, y ya
citados, los factores remotos, aunque de una importancia sustantiva, son, tales
como el propio sistema político y económico o los niveles culturales de un país.
De esta manera, un sistema de rehabilitación apropiado, requiere, la previa
existencia de un estado democrático, que posea, de alguna manera, los
suficientes recursos económicos y sociales que se exigen para emprender este
tipo de políticas, igualmente, es imprescindible la generación de un buen
sistema de salud pública. Por el contrario, hemos de señalar los factores
inmediatos, que inevitablemente, también condicionarán, la aplicación de
programas de tratamiento de este estilo. En primer lugar, dependerá de la
filosofía penal criminológica de un país, es decir, de si la prevención y el
tratamiento de la delincuencia, son considerados, tanto políticamente, cómo en
la esfera de la opinión pública, aspectos de máxima importancia en la lucha
contra la criminalidad.

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Este punto adquiere un valor importante ya que, si la idea predominante de un
país, es que el castigo penal es la única respuesta o arma contra los
delincuentes, este principio se opondrá de manera reiterada, ante el verdadero
“ideal de rehabilitación”. Para terminar con este punto, resulta importantísimo,
comentar uno de los factores para la implementación de estos programas de
rehabilitación, que es el grado de desarrollo y madurez que hayan adquirido las
disciplinas y los profesionales correspondientes que participen directamente en
el diseño, aplicación y evaluación de estos programas. Así, la presencia en
estas instituciones de profesionales como psicólogos, trabajadores sociales,
criminólogos, sociólogos, hace más probable, aunque no garantizado, que este
tipo de intervenciones se pongan en marcha. Hemos de señalar para terminar
que necesariamente, este tipo de profesionales deben tener los conocimientos
mínimos metodológicos y la suficiente motivación para este tipo de tareas
evaluativas.

4. FORMAS DE FACILITAR LA REINTEGRACIÓN DEL


DELINCUENTE

Una buena forma de facilitar la reintegración de los delincuentes con


posterioridad a su encarcelamiento es reducir al mínimo el plazo de su estadía
en la institución y hacer uso de mecanismos para su libertad anticipada tan
pronto ellos puedan demostrar su capacidad y preparación para vivir sin
delinquir. Una vez en la comunidad, los delincuentes pueden beneficiarse de
varias formas de supervisión, asistencia y tratamiento para facilitar su
reinserción y su reintegración social.
Sin importar si los delincuentes son liberados al finalizar su sentencia o con
anterioridad a ello por programas de liberación anticipada o condicional,
siempre existe la necesidad de programar para facilitar su reinserción y
proporcionar diversas formas de apoyo o supervisión de ayuda pos criminal en
la comunidad proporcionando una mezcla eficaz y equilibrada de supervisión y
asistencia y encontrando las maneras de hacerlo por medio de colaboración
eficaz entre las administraciones de la prisión, los organismos de ejecución de
la ley y las organizaciones comunitarias.
Algunos programas buscan activamente la participación comunitaria y ayudan a
las comunidades a responder más ante la situación de los delincuentes. El
objetivo de tales intervenciones es crear condiciones favorables para la
integración del criminal en la sociedad en las mejores condiciones posibles. En
este sentido, algunos enfoques de justicia restaurativa son particularmente
prometedores.

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4.1 AYUDA A LA REINSERCIÓN EN EL MERCADO LABORAL

El empleo es muy obviamente un factor clave en la reintegración exitosa de los


ex reos. El empleo es más que una simple fuente de ingresos. Proporciona
estructura, rutina y oportunidades para contribuir al trabajo y las vidas de otros
mientras facilitan contactos sociales valiosos. Ayuda al criminal a reconectarse
con elementos de la comunidad y contribuye a aumentar su autoestima,
confianza en sí mismo y eficacia propia. Obtener un empleo legal es uno de las
mejores formas de predecir el éxito de los ex prisioneros

4.2. APOYO FAMILIAR Y DE LA COMUNIDAD

Las familias de los criminales son una fuente potencial de apoyo y asistencia
para la reinserción en la comunidad. Hay cierta evidencia de que a los
criminales con mayor apoyo familiar les va mejor en cuanto a obtener empleo y
tener mayor estabilidad en el mismo que aquellos con menor
o ningún apoyo. El desafío del apoyo familiar, o su falta, es particularmente
importante para las ex prisioneras mujeres, que tienden a ser todavía más
estigmatizadas que los hombres, hasta el punto de no ser capaces de retornar
a su familia y a su comunidad.
Ha habido pocos estudios de evaluación del rol e impacto de las familias de los
delincuentes como fuente de apoyo y ayuda en el proceso de reintegración y
por lo tanto no es posible arribar a conclusiones acerca de los factores que
facilitan u obstaculizan el papel de apoyo que desempeña la familia del
delincuente.

4.3. SUPERVISIÓN DE DELINCUENTES

La supervisión posterior a la liberación importa para determinar el éxito de la


reinserción de los criminales y su reintegración en la comunidad. Sin embargo,
la supervisión es más que el simple monitoreo del cumplimiento de las
condiciones adjuntas a la liberación del criminal. Implica la gestión del riesgo
que presenta el delincuente, adquiriendo y/o organizando los recursos para
satisfacer sus necesidades y desarrollar y mantener una relación humana con
el delincuente que engendre confianza con límites apropiados. Incluye actos de
vigilancia, enseñanza, apoyo, conducta positiva de refuerzo y tomar medidas
ante conductas negativas. Si se la realiza profesionalmente, incluye el apoyo a
la reintegración social del delincuente sin olvidar nunca el riesgo de que éste
reincida.

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5. NECESIDADES DE UN PERSONA PARA REINSERTARSE EN LA
SOCIEDAD
Las necesidades mayoritarias con vistas a la reinserción social, como
condiciones imprescindibles para que el componente que ha sido acusado o
sentenciado a una pena privativa de libertad no vuelva a reingresar en prisión,
son las siguientes:
— Necesidad de un trabajo (dimensión laboral): entendiendo como tal un
trabajo que le aporte una estabilidad e independencia económica y una
ocupación productiva de una parte de su tiempo.
— Alguien con quien compartir su vida (dimensión socio-afectiva): es decir,
tener la posibilidad de constituir una familia adquirida o simplemente establecer
lazos afectivos estables y consistentes que contribuyan a su equilibrio psico-
afectivo.
— Tener dinero (dimensión económica): se refiere a la posibilidad de disponer
de bienes y servicios para atender necesidades materiales básicas.
— Apoyo familiar (dimensión familiar): supone el reforzamiento de los lazos con
los miembros de su hogar ante las situaciones de desvinculación y conflicto
que han deteriorado la vida familiar como núcleo de pertenencia y de referencia
primario.
— Dejar la droga (dimensión socio-sanitaria): entendiendo por tal la
deshabituación en el consumo y dependencia de las llamadas drogas duras
(heroína, cocaína...) y del alcohol.
— Cambiar de grupo de relaciones primarias no familiares (dimensión
ambiental): hace referencia a la inclusión en círculos de relación donde priman
el tipo de actividades cotidianas vinculadas a la actividad delictiva o para
delictiva y al consumo de drogas (colegas drogodependientes, camellos, socios
de «trabajos», etc.).
— Alguien que le ayude a reconstruir su vida (dimensión educativa, terapéutica
y asistencial): supone la necesidad de un apoyo personal, profesional o
institucional mediante un tratamiento (educativo, médico, ocupacional,
sicológico...) con vistas a llevar un programa integral de tipo rehabilitador que
incida en la transformación de las coordenadas personales y sociales en las
que se desarrolla su vida actual.

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6. AMBITOS DE REINSERCIÓN
Las medidas de reinserción que se llevan a cabo principalmente se ocupan de
cubrir los siguientes ámbitos:
 ayuda contra la drogodependencia
 alojamiento y terapia para las personas con SIDA y otras enfermedades.
 alojamiento y asesoramiento laboral para mujeres
 alojamiento y asesoramiento laboral para madres internas
 educación de internos para el mundo laboral.
 Talleres llevados a cabo por voluntarios dentro de la prisión
Que estos sean los ámbitos más destacados no quiere decir que no haya
necesidades reales de incidir en otros, sin embargo, son las mayoritarias.
Tampoco significa que sean los únicos, por ejemplo, hay programas de
reinserción que se encargan de atender a las familias de los internos.

7. PROGRAMAS DE REINSERCION SOCIAL DEL DELINCUENTE:

 PROGRAMA ZUBIA
Con la finalidad de alcanzar la inclusión social y laboral de las personas
afectadas por problemática penal y/o penitenciaria, la Asociación Zubiko
desarrolla el Programa Zubia que se compone de los siguientes Programas de
intervención:

Programa de intervención en prisiones

 A quién se dirige:

Personas internas en Centros Penitenciarios de la CAPV (Comunidad


Autónoma del País Vasco)- Euskadi, próximas a la obtención de un régimen de
vida en semilibertad o libertad.

 Objetivos:

Adelantar el inicio del proceso de inserción de la persona presa, de manera que


ésta salga en libertad, orientada y con un conocimiento real del mercado
laboral al que pretende acceder.
Preparar a la persona presa para la salida en libertad.
Minimizar en la persona presa las consecuencias del encarcelamiento.

 Servicios que ofrece:

 Orientación jurídica.
 Atención psicosocial.
 Información y orientación laboral.
 Intermediación laboral con empresas.
 Información y orientación sobre recursos comunitarios.

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Programa de Inserción socio laboral
 A quién se dirige:

Personas con una problemática penal y/o penitenciaria en un régimen de vida


en semilibertad o libertad que quieran iniciar un proceso de incorporación socio
laboral y se encuentren en condiciones socio sanitarias de poder hacerlo.

 Objetivos:

 Acompañar a la persona en búsqueda de empleo a lo largo de su proceso


de inserción social y laboral, a través de un itinerario de inclusión
personalizado y dotándole de los recursos y habilidades necesarias para
afrontarlo con garantías reales de éxito.
 Favorecer el acceso a recursos formativos normalizados, que se
encuentren en línea con el itinerario de inserción diseñado para la persona
y que aumente sus posibilidades de inserción laboral tras su finalización.
 Informar, orientar y acompañar a nivel jurídico y psicosocial para poder
afrontar adecuadamente los diferentes obstáculos que surjan en el proceso
de inserción socio laboral.

 Servicios que ofrece:

 Información y orientación laboral.


 Itinerario personalizado de búsqueda activa de empleo.
 Intermediación en la formación externa.
 Aplicación de las nuevas tecnologías en la búsqueda de empleo.
 Entrenamiento en habilidades sociolaborales.
 Intermediación laboral con empresas.
 Atención psicosocial.
 Orientación Sociojurídica.

 PROGRAMA FOCOS EN PERÚ:


Un programa para reinsertar a la sociedad a internos liberados por beneficios
penitenciarios desarrolla el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), el mismo
que ya ayudó a 1,122 personas que estuvieron privadas de su libertad por
cometer un delito, informaron voceros de la institución.
La directora de Fortalecimiento de Competencias Sociales para la No
Reincidencia delictiva (Focos), Delia Atuncar Irribarri, explicó que el programa
desarrolla una metodología de un año y dos meses dirigido a los condenados
que realizaron actos contra el patrimonio.

"Durante su reclusión observamos cómo se comportan, qué habilidades y


fortalezas tienen. Si egresan del penal por beneficios penitenciarios, los
convocamos a participar en Focos para que comiencen a desarrollar
actividades de reinserción en sus familias y sociedad", comentó en el programa
Incluir para crecer de TV Andina.

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La funcionaria del INPE agregó que Focos trabaja en cuatro áreas a través de
las cuales se ubican factores de riesgo en aspectos personales, morales,
familiares y laborales del ex interno. Igualmente, se le brinda asesoría para que
emprendan proyectos de negocio, como ebanistería, confecciones, artesanía,
entre otros.

"Al culminar el programa, continuamos con la etapa de monitoreo para


evitar la reincidencia. En ese momento el apoyo es emocional, y el
equipo de psicólogos cumple con esa tarea", precisó Atuncar Irribarri.

Focos se creó como programa piloto el 2008. Ese año se implementó en Huaral
con la participación de 90 liberados provenientes de los penales de Huacho,
Barranca y Huaral. Los años siguientes se sumaron de Chiclayo, Arequipa,
Trujillo, Lima, Huánuco, Piura y Callao.

8. IMPORTANCIA DE LOS PROGRAMAS DE REINSERCIÓN:


Los índices de reincidencia siguen siendo muy altos entre ciertos grupos de
delincuentes. Si bien no se dispone de estadísticas globales, los datos de
países individuales confirman altos índices de re-delincuencia, alcanzando un
70 por ciento o más. A principios de 2012 en Brasil, que tiene 500 000 presos,
fue encargado un estudio de los índices de reincidencia en siete estados
federales por parte del Consejo Nacional de Justicia. En el Reino Unido, los
índices de re-delincuencia también alcanzaron el 70 por ciento en algunas
prisiones, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Justicia. Muchos
delincuentes, incluso después de severas sentencias de prisión, vuelven a
delinquir repetidamente y no pueden reintegrarse a la comunidad como
ciudadanos respetuosos de la ley. La prisión, en sí misma, es incapaz de
solucionar las cuestiones de reintegración social de los delincuentes. Aún
cuando los programas sólidos de la prisión han ayudado a los delincuentes a
lograr algunos progresos durante la detención, esos progresos se han perdido
como resultado de la falta de supervisión de seguimiento y ayuda pos
penitenciarias a la liberación. Por lo tanto es razonable pensar que las
estrategias de prevención eficaz del delito tanto a nivel local como nacional
deben prestar atención especial a la integración social de los delincuentes y a
la reintegración de los ex prisioneros a la comunidad.

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Los sistemas de justicia penal deben diseñar y realizar intervenciones de
reintegración social eficaz para evitar la reincidencia y para detener el ciclo de
integración social fallida. Tales intervenciones no necesariamente requieren el
encarcelamiento de los delincuentes. Por el contrario, muchas de ellas pueden
realizarse más eficazmente dentro de la comunidad que en una institución. De
hecho, se puede decir que es más fácil aprender el modo de comportarse de
una manera socialmente aceptable cuando se está en la comunidad que dentro
del ambiente aislado y difícil de una prisión. Cuando es necesario recluir a los
delincuentes para proteger a la sociedad, su reintegración social usualmente
depende de si el periodo de reclusión se usa para asegurar, en la medida de lo
posible, que cuando regresen a la comunidad no sólo quieran, sino que sean
capaces, de vivir respetando la ley. Las sociedades no pueden permitirse el lujo
de dejar de invertir en integración social y en programas de reintegración para
delincuentes. Tales programas son una parte esencial de toda estrategia
completa de prevención del delito. Invertir en prisiones, sin una inversión
complementaria en programas de rehabilitación y reintegración, no producen
una reducción significativa de la reincidencia. De hecho pueden complicar el
problema. El período de encarcelamiento, mientras los delincuentes están bajo
estricto control, puede ser utilizado para estabilizarlos y rehabilitarlos, pero eso
con frecuencia dura poco sin el apoyo de los programas de reintegración del
prisionero. Dichos programas pueden ser implementados a mucho menor costo
que el de encarcelamiento y pueden producir algunos resultados muy efectivos
en materia de costos. La reducción de la cantidad de delincuentes que vuelven
a delinquir significa menos víctimas, mayor seguridad comunitaria y menos
presión para los organismos policiales.
El éxito de la reintegración de los delincuentes significa que menos de ellos se
tendrán que presentar ante los tribunales penales, volver a la prisión y
contribuir al hacinamiento en la misma, y, en general, aumentar los costos del
sistema de justicia penal. Todo delito tiene un costo social, que puede ser
substancial. Además de los costos policiales y de investigación y
procesamiento de los delitos, están los costos de encarcelamiento, como así
también los costos para las víctimas y la comunidad. El costo social y
económico de la integración fallida de los delincuentes es una gran
preocupación para quienes formulan las políticas en todo el mundo:

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“Si un ex-prisionero no se reintegra exitosamente hay costos directos e indirectos
para la comunidad. Si los prisioneros reinciden después de la puesta en libertad,
la seguridad comunitaria se ve afectada por el aumento del delito. Hay costos
relacionados con actividades policiales y la adjudicación de estos nuevos delitos
además de los costos de la administración de nuevas sanciones. Hay muchos
costos que no son fáciles de cuantificar o costos indirectos, tales como los que
sufren las víctimas de estos delitos, aquellos asociados con la pérdida de la
capacidad económica y comunitaria, o por la necesidad de que los ex prisioneros
recurran a servicios sociales en vez de contribuir a la sociedad.”

Con frecuencia una amplia proporción de delincuentes pasa por el sistema de


prisión debido a delitos relativamente menores, cumpliendo términos de
encarcelamiento sucesivos y relativamente cortos. Si bien los delitos en sí son
relativamente menos serios, principalmente delitos menores contra la
propiedad, el impacto de la reincidencia es substancial sobre las comunidades
y la seguridad pública, así como sobre la confianza pública en el sistema de
justicia. Mucha de la conducta de estos delincuentes puede estar ligada al
abuso de substancias y adicciones, desórdenes mentales, falta de destreza
para el trabajo y demás cuestiones. Debido a que tienden a cumplir sentencias
cortas, su acceso al tratamiento y demás programas cuando están detenidos
es bastante limitado y siguen expuestos a un alto riesgo de volver a delinquir.
Desafortunadamente, muy pocos de esos delincuentes participan
significativamente en los programas de la prisión y aún menos reciben apoyo o
supervisión después de ser liberados. No sólo constituyen una preocupación de
seguridad pública real, sino que también hacinan las prisiones y tienen escasas
oportunidades de integrarse en la sociedad normal. Por lo tanto es importante
dar a los delincuentes reincidentes acceso prioritario a los programas de
rehabilitación y reintegración y someterlos a la supervisión comunitaria eficaz
— y administración de delincuentes — cuando quedan en libertad. En países
de ingresos bajos y medios, los que hacen las políticas son a veces reacios a
proponer ofrecer a los delincuentes asistencia y servicios que a veces no están
ni siquiera disponibles para los ciudadanos comunes. Esta es ciertamente una
cuestión complicada y con frecuencia de difícil solución. Sin embargo, al final
los políticos deben recordar que la ayuda a la integración no es necesaria sólo
para el bien de los delincuentes sino que es todavía más importante para la
seguridad de la comunidad, el beneficio de las futuras víctimas en potencia y
finalmente para el desarrollo socioeconómico de los países.

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9. LA REINCIDENCIA DEL CRIMINAL A FALTA DE UN
TRATAMIENTO DE REINSERCIÓN SOCIAL

La reincidencia significa cometer un nuevo delito luego de una sentencia


condenatoria, dentro de un periodo determinado de tiempo, lo que agravara la
pena del delincuente, además le impedirá acceder a la libertad condicional.
En la mayoría de los países, el porcentaje de criminales que tienen por lo
menos una condena anterior o que tienen múltiples condenas previas puede
ser sumamente alto. Estos índices altos de reincidencia conllevan costos
importantes para la sociedad, tanto en términos financieros como de seguridad
pública. La seguridad comunitaria hace necesario que los gobiernos y las
comunidades desarrollen intervenciones eficaces para asistir a los criminales a
reintegrarse en la comunidad y desistir del delito. Los procesos de reinserción
de delincuentes y los programas de reasentamiento bien manejados están
logrando una aceptación más amplia y pueden ofrecer una manera efectiva en
materia de costos para prevenir el delito.
Para el efecto se considera como reincidente al delincuente que tras haber
cumplido en todo o en una parte la condena que se le impuso, incurre en un
nuevo delito doloso en un lapso que no excede de cinco años. Se precisa que
igual condición la tendrán quienes hayan sido condenados por la comisión de
faltas dolosas. Asimismo se modifica el artículo 46-C del Código Penal referido
a la habitualidad en un delito, estableciéndose que si el agente comete un
nuevo delito doloso, es considerado como delincuente habitual, siempre que se
trate de 3 hechos punibles que se hayan perpetrado en un lapso que no exceda
de cinco años.
Cabe mencionar que no tienen experiencias idénticas en su transición de la
prisión a la comunidad. Muchos tienen largas carreras delictivas, pero otros no.
Algunos han cumplido sentencias largas y han perdido el contacto con su
familia y su comunidad, mientras que otros cumplen sentencias cortas. Algunos
de ellos sufren de abuso de substancias, enfermedades mentales o ambas, de
allí la importancia de desarrollar enfoques individualizados de gestión de casos.

10. REINSERCION DE PRESOS EN OTROS PAÍSES:

 MÉXICO:
En México el término reinserción se introdujo en la constitución, con la reforma
de junio de 2008, y a diferencia de la readaptación que implica una visión del
delincuente como un desadaptado, el concepto de reinserción social ayuda a
encauzar al hombre dentro de la sociedad. El cambio de readaptación a
reinserción tiene al menos dos implicaciones de acuerdo con Miguel Sarre, en
primer lugar, eliminar, la rehabilitación equivale a eliminar la “pretensión
curativa” de la cárcel; es decir, la prisión “pierde su sentido de medio
terapéutico de control social” para convertirse en un servicio que busca
reinsertar al interno, lo cual incluye oportunidades de empleo, acceso a
atención médica, educación, así como actividades culturales y deportivas.

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En segundo lugar, el cambio entre los conceptos “delincuente” y “sentenciado”
deja abierta la posibilidad de que la decisión de los jueces haya sido errónea,
de manera que no todos los que obtienen una sentencia condenatoria son
necesariamente culpables.
En los centros de reinserción la violencia es algo común, se expresa a cargo no
sólo del personal contra los reclusos sino entre ellos mismos, e incluso por
parte de los reclusos contra el personal.

El Estado debe erradicar la violencia estructural que existe al interior de las


prisiones, eliminando el autogobierno, las redes delincuenciales y los mercados
ilegales al interior de las prisiones. El problema de la violencia va de la mano
con la corrupción actualmente parece algo normal en donde se rompe la cultura
de la legalidad, en la transgresión de las normas.
Un ejemplo de la corrupción es que la cárcel, se paga por todo: agua, luz,
comida, uso de teléfonos públicos, para salir de la celda, hasta por la
protección en el trayecto al juzgado. En lo referente al trabajo y a la educación
base también del sistema penitenciario mexicano parecieran reservados para
algunos cuantos, en el caso del trabajo hay que solicitarlo al director del centro,
y cumplir con cierto perfil, por lo que muchos internos quedan apartados de una
parte fundamental para un adecuado tratamiento.
Además se deben disminuir los requisitos que se piden para poder estudiar o
trabajar en los centros penitenciarios, construir una infraestructura adecuada y
hacer una separación entre los internos para evitar el contagio criminógeno. Lo
anterior junto con un adecuado tratamiento físico y mental nos llevaran a
acercarnos a los parámetros de la reinserción social.

 COLOMBIA:
En el caso colombiano, se han llevado a cabo numerosos planteamientos,
acerca de cómo debe realizarse la rehabilitación sin haber logrado responder
efectivamente a la solución de esta problemática, ya que se ha confundido el
tratamiento con la reclusión, limitando la acción al mejoramiento de las
condiciones de vida del delincuente en el interior de la institución, o brindarles a
los reclusos la satisfacción de sus necesidades primarias.
Teniendo en cuenta esta problemática, se lleva a cabo la elaboración de un
programa de asesoría en la elaboración de proyectos de vida, que hiciera
posible la reformulación del sentido de vida del recluso, en términos
socialmente aceptables y la planeación realista de su vida, que le permita
avanzar de manera eficaz en el desarrollo de tal sentido, como una forma, de
reinserción en la sociedad. Así, se llevó a cabo un programa en la cárcel
nacional de mujeres "Buen Pastor" de la ciudad de Bogotá, durante el segundo
semestre de 1987 con base de estudio de casos. Este programa se llevó a
cabo con 6 reclusas cuya participación fue voluntaria, a quienes les faltaban
menos de un año para salir en libertad, con edades comprendidas entre los 18
y 35 años, siendo sus delitos: estafa, robo y posesión de drogas.

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Para la asesoría del programa se llevó a cabo una intervención individual
(entrevista psicológica) y grupal (talleres de autoconciencia, relaciones
interpersonales, laboral y problemáticas específicas).
Los resultados se presentan cómo el producto del proceso de asesoría, citado
anteriormente (a nivel individual y grupal) para la elaboración del proyecto de
vida. Se realizaron 3 evaluaciones (antes, mitad y final de la intervención), para
cada caso y del grupo en general, con respecto a sus condiciones externas
(vínculos laborales, afectivos y sociales) e internas (autoconciencia, tendencias
de la personalidad y manejo del tiempo).
Al final de la intervención se concluye lo siguiente: los vínculos laborales
permanecieron estables en cuanto a la posibilidad de encontrar trabajo cuando
fuera puesta en libertad. Se conservan los vínculos con la madre y hermanos,
presentándose la posibilidad de vivir con ellos mientras se organiza. Logró
restablecer los vínculos de pareja, sin ser buena la relación, pero recibiendo
apoyo económico por parte de ella, considerando posible vivir juntos si él
cambia. Las relaciones con sus hijos se han conservado y mejorado.
Actualmente cree contar con amigos que no son delincuentes.
El conocimiento que adquirió de sí misma le permitió valorarse y autorregular
su conducta. Lo más significativo en la vida de A.R., es poseer el afecto de su
familia ya que esto la guía en la mayoría de sus determinaciones. Podemos
decir que A.R. tiene un proyecto de vida en estructuración. Así, se lleva a
considerar que en A.R. existen las premisas para continuar su proceso de
rehabilitación dependiendo de que conserve las condiciones externas
adecuadas.

11. TESTIMONIO DE PRESOS

 ESPAÑA
España es el país europeo con mayor número de presos por población.
Cuando uno de ellos sale de prisión se enfrenta a una realidad para la que
muchas veces no está preparado; ni él, ni la sociedad que le debería acoger.
Cuando un preso sale de la cárcel tras haber cumplido condena, inicia un
proceso de reinserción para el cual, muchas veces, ni la sociedad ni él están
preparados. Un complejo camino cuya meta es que la persona que ha
delinquido y ha sido castigada por ello obtenga las herramientas necesarias
para reintegrarse en la sociedad. Una tarea nada fácil y que afecta a muchos.
España, con 62.794 presos, es, desde mayo, el país europeo con mayor
número de reclusos por población (14 de cada 10.000).

 EDUARDO "Hay muchos chavales encarcelados que se merecen otra


oportunidad; si se les cierran las puertas, probablemente volverán a delinquir
cuando salgan. Además, ellos tienen ganas de trabajar y de tener una vida
normal". Eduardo Torres Villar sabe de lo que habla. Lleva seis años y cinco
meses en prisión y, como dice, ha visto mucho. Él es uno de los pocos
afortunados que han podido tener esa segunda oportunidad. Parques y

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Jardines, una empresa de mantenimiento de zonas verdes, le ha contratado
a pesar de encontrarse en prisión. Según dice, esto le ha cambiado la vida.
"El trabajo aquí lo es todo. Estuve deprimido hasta que empecé a trabajar.
Ahora veo que hay vida fuera". Para Eduardo supone el primer paso de
regreso a la sociedad de la que hace mucho se apartó. Algo que anhela
tanto como teme. Si todo va bien, en ocho meses obtendrá el tercer grado y
sólo irá a la cárcel a dormir.

 JORGE lleva cuatro meses formándose como alicatador en un curso que la


Fundación La Caixa ha organizado en el Instituto Gaudí de Barcelona,
dentro de un programa de becas para reclusos en toda España, Durante
ocho horas aprenden a trabajar con una simulación de una obra real. Jorge
tiene 30 años, lleva tres en prisión -está en el ecuador de su condena-, y su
régimen es de segundo grado. Si tras este curso consigue una oferta de
trabajo, podría agilizarse el proceso para conseguir el tercer grado. Esta
posibilidad es la que le motiva para ser uno de los mejores alumnos del
curso. "Es muy meticuloso", apunta el profesor Segovia. Jorge fue antes
pinchadiscos y ayudante de cocina. "Empecé a los 13 años recogiendo
vasos, y acabé pinchando en las mejores discotecas de España", dice.
"Llegué a creerme que era Dios viendo el mundo desde la cabina, y lo que
era, en verdad, era un pringado". Jorge se metió en el mundo de la droga,
llegó a tomar diez gramos diarios de cocaína mezclada con pastillas. Y
"eso", dice, fue lo que le llevó a la cárcel. Un día robó 38 millones de las
antiguas pesetas.

 MIOSOTYS tiene dos hijas, pero fuera de la prisión. A la mayor, de 11


años, la envió a Santo Domingo, su país de origen, con la abuela, cuando
ocurrió "todo". La pequeña, que sólo tenía meses, se quedó con su
hermana. "No quise que la internaran conmigo, no me parecía justo", apunta.
Ellas son las que le han dado fuerza y esperanza a lo largo de cuatro años
de encierro. Ya ha cumplido tres cuartas partes de la condena de 10 años
que le impusieron por delito contra la salud pública, y muy pronto revisarán
su caso para ver si le conceden el tercer grado. Todo apunta a que va a ser
así, y entonces sólo tendrá que ir a la cárcel a dormir entre semana, y podrá
tener una vida "de mujer normal". Lo que para Miosotys quiere decir "un
trabajo que me dé para vivir, estar con mis hijas y mi hermana, traer a mi
madre de Santo Domingo y sacarme el carnet de conducir". Mientras esto
sucede, hace prácticas en Llars Mondet, una residencia geriátrica de
estancias temporales donde, tras realizar un curso de auxiliar de geriatría
organizado por la Fundación La Caixa, probablemente la contraten.

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RECOMENDACIONES

 Es necesario que los pocos recursos que tiene un Penal, se destinen en una
medida proporcional a los internos, para procurar así su reinserción.

 Se debe delegar la administración del Centro Penal a personas preparadas y


capacitadas en materia penitenciaria, a modo de brindar un tratamiento eficaz,
que procure la readaptación del reo.

 La finalidad de los Centros Penales debe de reorientarse, debe tratar de


readaptar al reo, no torturarlo.

 Se deben de respetar sobre toda política criminal, a los Derechos de los


internos.

 Se tiene que erradicar la corrupción que tienen todos los centros penales.

 Es necesario dejar de seguir mandando personas no juzgadas a prisión,


cuando éstas no representen un peligro para la sociedad.

 Se debe agilizar la Justicia Penal de los países, pues es inconcebible que


muchas de las prisiones en ellas más de la mitad de los reos no tengan
condena.

 Hay que dotar a la PDDH de cierta fuerza vinculante, para que así, las
autoridades de los centros penales piensen dos veces antes de violentar los
derechos de los internos.

 Proporcionar una ayuda post-penitenciaria al reo que queda en libertad.

 Para lograr un progreso al menos en la rehabilitación de los internos, es


necesaria la capacitación de todas las personas que se encargan de la
reinserción social del interno en un establecimiento penal. Como, por ejemplo,
psicólogos, psiquiatras, médicos y trabajadores (así sean administrativos),
personal del INPE, entre otros. Sin este actuar en conjunto de todos ellos, no
será posible la reinserción social de los internos.

23
CONCLUSIONES

1. El concepto de reinserción significa volver a encauzar al hombre criminal dentro


de la sociedad que lo vio cometer un delito. Siendo, en efecto, el
comportamiento criminoso, la consecuencia de un desajuste social del
individuo; una forma de reacción a los esquemas y valores de la sociedad, a la
cual el criminal pertenece, y que no logra aceptar o asimilar.

2. Los criminales recientemente liberados de la prisión encuentran numerosos


problemas respecto a encontrar un puesto de trabajo. Estos problemas pueden
incluir factores personales, falta de alojamiento estable y factores sociales. La
mayoría de los criminales retornan a comunidades desventajadas con
oportunidades de trabajo limitadas.

3. El estado de la economía también afecta la reinserción de los prisioneros. Las


malas condiciones económicas hacen que a los criminales les sea
particularmente difícil encontrar un trabajo adecuado. Los economistas
laborales hacen notar que la escasez de puestos de trabajo afecta
desproporcionadamente a los más desventajados y que los criminales están al
final de la lista de preferencias de los empleadores.

4. El porcentaje de criminales que tienen por lo menos una condena anterior o


que tienen múltiples condenas previas puede ser sumamente alto. Estos
índices altos de reincidencia conllevan costos importantes para la sociedad,
tanto en términos financieros como de seguridad pública.

5. La supervisión posterior a la liberación importa para determinar el éxito de la


reinserción de los criminales y su reintegración en la comunidad. Sin embargo,
la supervisión es más que el simple monitoreo del cumplimiento de las
condiciones adjuntas a la liberación del criminal. Implica la gestión del riesgo
que presenta el delincuente, adquiriendo y/o organizando los recursos para
satisfacer sus necesidades y desarrollar y mantener una relación humana con
el delincuente que engendre confianza con límites apropiados.

6. El objetivo primario de los esfuerzos de reintegración social es proveer a los


criminales el apoyo, asistencia y supervisión que les ayudará a vivir sin
delinquir al ser liberados. Sin embargo, para que los programas tengan un
impacto positivo, la comunidad debe obviamente ser también receptiva.

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ANEXOS
 Para la pregunta sobre la razón por la cual están en prisión los resultados son los
siguientes:

Con relación a la pregunta si se le ha enseñado algún oficio al cual dedicarse cuando salgan
los resultados son los siguientes:

En este gráfico predomina la opinión masculina, ya que, 21 de 33 mujeres dijeron que han
aprendido oficio... pero por su cuenta; asimismo los hombres que han aprendido algún
sostienen, al menos la mayoría que también han aprendido sin ayuda.
 Con respecto a la oportunidad de llegar a obtener un trabajo cuando se salga de la prisión, y
si un oficio que se aprende en el penal le ayudaría a vivir dignamente los resultados fueron
los siguientes:

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 Grado de reincidencia de la población penitenciaria

Como se puede observar del total de la población penitenciaria, el 28.74% de ellos son
reincidentes, entendido aquí como aquellos que han reingresado a prisión luego de haber
salido.
Cifras indican que más de 1,56 % internos han reingresado en no menos de 5 veces al
sistema
penitenciario. Esto demuestra que el Inpe se encarga del etiquetamiento una vez que sale el
criminal del Centro Penitenciario.

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BIBLIOGRAFÍA

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nvestigadores/C3.pdf

 https://elpais.com/elpais/2016/04/12/opinion/1460483663_612117.html

 https://www.monografias.com/trabajos16/derecho-penitenciario/derecho-
penitenciario.shtml

 https://definicion.de/reinsercion-social/

 http://www.reinsercionsocial.cl/que-es-la-reinsercion/

 https://es.thefreedictionary.com/delincuente

 http://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/UCV/4414/Cuba_MEE.pdf
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 https://www.monografias.com/trabajos96/penitenciarismo-y-reinsercion-
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 https://gradoceroprensa.wordpress.com/2017/05/14/la-reinsercion-social-
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 https://politicaspublicas.uc.cl/opinion/carceles-y-el-problema-de-la-
reinsercion/

 http://facultad.pucp.edu.pe/ciencias-sociales/wp-
content/uploads/2018/07/resumen-angel-penaloza.pdf

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