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cariruto 2 2QUE ENTIENDEN LOS PSIC6LOGOS POR PSICOLOGLA? NESTOR A. BRAUNSTEIN La psicologia, dicho sea con franqueza, es précticamente cualquier cost que ustedes quieran que sea. En un whimo anilisis, Ia psicologia consiste en cualquiera de las defini- ciones que un autor, ustedes, yo © cualquier otro, deseen aplicarle, Loner ELLIS, "Escuelas teéricas en psicologia” en Weider, ‘A, Contribuciones a la pricologia médica, Buenos Aires, Eudeba, 1962, p. 45. George A. Miller, profesor de la materia en la Universidad de Harvard, comienza su Introduccién a la psicologia advirtiendo sobre el riesgo y Ia inconveniencia de pretender iniciar un curso Uefiniendo qué es la psicologia. Elude los peligros desplazindose al terreno de lo que los psicdlogos hacen y de la manera en que su actividad influye en Ta vida de los hombres y en Ia idea que ellos tienen de si'mismos. Es decir, la psicologia no es definida © se busca alguna definicién imprecisa, breve y convencional “partiendo del supuesto de que todo el mundo sabe, mas 0 me- nos, de qué trata Ia psicologia”.: Se considera que la psicologia es “ciencia® pero s¢ elude el problema de definir los conceptos te6- ricos_ (no empfricos —recuériese el capitulo anterior) sobre los cua- les giraria su discurso. Apoysindose en la nodefinicién, se justifica Iuego a la psicologia por sus “logros” técnicos o por la manera en que contribuye a “crear imigenes del hombre”, a orientar la opi- nién publica, a gobernar Ia conducta de las masas, etc. Los sub- terlugios utilizados para evitar definir el objeto teérico son, asi solidarios de la wtilizacién de la psicologia como técnica y como ideologia, entendiéndose esta palabra en sus dos primeras acepcio- nes: como conjunto asistematico de nociones precientificas y como representacién ilusoria y deformada de Ia realidad elaborada por * Mille, G. Ax Introduccién a la peicologia, Madsid, Aliana, 1970, p, UL. Fxte texto es analizado on detalle en el cap. Vt. eat) 2 n1 omjrta pr LA esiconoeta las clases dominantes que ocultan ef yugo impuesto al conjunto de la sociedad. Podria pensarse en este momento que nadie define el objeto de Ia psicologia. Nada mas incorrecto, A lo largo de In historia més hhan sobrado las respuestas: “el alma”, “el espiritu:hu- psique”, “Ia actividad psiquica”, “la conciencia”, “el mundo interior”, “Ia actividad nerviosa superior”, “el mundo moral del hombre conducta”, “el comportamiento”, “el inconscien- te”, “Ia personalidad”, “el hombre concreto” y hay mis. Fs claro que si todos estos términos significan Jo mismo no hay razén que justifique tener Lantos y disputar tan Asperamente en favor «le uno 1 otto y si los significados son distintos, de ser la psicologia una iencia, deberin existir criterios que permitan escoger a uno de ellos y rechazar a los demis como ideoldgicos. O- puede pensarse ~y, de hecho, es la posicién de muchos~ que es ocioso discutir alrededor de las palabras. pues “todo el mundo” y “més 0 me- nos” sabe de qué trata la psicologis. ¢Ocioso? Veamos. Sucede que al definir el objeto de una disciplina (ésta u otra cualquiera) se define al mismo tiempo y de un solo golpe qué se habré de estucliar y también cémo se abordar ese objeto. Si escogemos “la conciencia’, por ejemplo, el método dle investigacién no podré ser otro que una reflexion que parta de los contenidos de nuestra conciencia y de la ajena. Si arrancamos deve “la con- ¥y somos consecuentes, abominarenios de toda alusién a los contenitlos de Ja conciencia y nos dedicaremos a observar y expe- rimentar con Ios aspectos observables el comportamiento y humano. Importa entonees detinir et objeto porque en de &l se resolver el método de trabajo y se defini cuencia, los resultados que se obtendran, las aplicaciones técnicas que se haran posibles y lox conteniclos que habri de tener esta eciencia 0 ideologia? Debemos ahora multiplicar los ejemplos para ver mis

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