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Talca, cuatro de octubre de dos mil diez.

VISTO Y CONSIDERANDO:
1°) Que por sentencia de veintiocho de agosto del año en
curso, dictada en la causa rit N° 52-2010 del Primer Juzgado de
Letras del Trabajo de Linares, se rechaza la demanda de tutela de
derechos laborales presentada por doña Hortensia del Carmen
Vega Gutiérrez en contra de la I Municipalidad de Linares, sin
costas.
2°) Que la demandante recurre de nulidad por las causales
siguientes:
a) La del artículo 478 letra e) del Código del Trabajo, la que
precisa en tres aspectos, a saber: 1.- Omisión del requisito del N° 4
del artículo 459 del citado Código. Se omite mucha prueba
documental de su apreciación comparativa con determinadas
declaraciones de testigos y absolución de posiciones de una y otra
parte, especialmente en cuanto no se consigna que el absolvente
expresó reiteradamente que desconocía las razones en que se
fundó el acto denunciado, afincándose sólo en que se trataba de un
acto discrecional. Agrega que tal omisión se acusa en el
considerando vigesimoquinto en que se señala que la prueba que
no ha sido mencionada fue excluida de ponderación por no resultar
determinante para la resolución de la controversia. No se analizó la
parte de la declaración de la denunciada en que dice desconocer
las razones en las que se fundó la medida de destitución, en tanto
que la prueba documental de su parte en coherencia con la
testimonial, desacreditaban los supuestos actos irregulares que se
le imputaron en la audiencia de juicio (no en la contestación ni en la
audiencia preparatoria) y que en ningún caso debieron haberse
considerado en el fallo. Se ha producido, por tanto, un evidente
daño procesal que obliga a anular la sentencia. 2.- Omisión de la
resolución exigida en el N° 6 del artículo 459 del mismo Código,
pues la denuncia fue por acoso laboral por parte de un trabajador
que, por sus condiciones de dirigente gremial a nivel comunal y
regional, concejal de Linares y Presidente de la comisión de salud,
la agredía, siendo refrendado ese actuar por el municipio
empleador, y, además, en la audiencia preparatoria su parte
denunció la continuación de los actos de acoso laboral y el
incumplimiento de la denunciada de la orden de reincorporación
decretada por el juez lo que motivó la agregación del cuarto hecho a
probar. La sentencia no se pronuncia en parte alguna sobre los
actos de acoso laboral que se imputan al señor Ponce, obviando tal
pronunciamiento en forma grosera para luego dedicarse a justificar
la destitución discurriendo sobre la base del ejercicio de una
facultad discrecional. La causal está dada por la falta de
pronunciamiento de la primera cuestión, que fue motivo del tercer
punto de prueba, y también omite lo referente al cuarto hecho. Ello
podría constituir bases de presunción judicial para la resolución del
asunto, por lo que no es indiferente la omisión. 3.- Haberse
extendido a puntos no sometidos a decisión el tribunal. Los puntos
controvertidos surgen de la etapa de discusión (demanda y
contestación) y los hechos a probar son los expresados en la
resolución respectiva de la audiencia preparatoria. Sin embargo, el
exceso se contiene principalmente en los considerandos 12, 13, 21
y 22 en los que se realiza un análisis para justificar el acto
administrativo denunciado, fundándose en hechos, actuaciones y/o
irregularidades de la denunciante que jamás fueron invocadas por el
empleador, pues este se basa en el ejercicio de su facultad
discrecional negándose a dar explicaciones del acto, incumpliendo
el mandato expreso de la ley. De tal forma el juez ha incurrido en la
señalada causal de nulidad, pues debió limitarse a efectuar el juicio
de proporcionalidad a los hechos denunciados y las justificaciones
dadas por la denunciada. Así, el rechazo de la demanda se afinca
en el juzgamiento de hechos no alegados.
b) La del artículo 478 letra b) del Código del Trabajo por haberse
dictado con infracción manifiesta de las normas sobre la apreciación
de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica. Dice que la
conclusión dada en el fundamento décimo noveno resulta
completamente contradicha con las probanzas rendidas, a saber:
en la contestación se señala que jamás se tomó conocimiento
formal de los hechos, pero no se alega el desconocimiento de ellos;
en un email de 29 de marzo de 2010 enviado por la demandante al
asesor comunal de salud se exponía el maltrato y la rebeldía del
señor Ponce; la propia directora comunal de salud legitima el
mecanismo de comunicación; el documento N° 4 de su parte está
ratificado en juicio. El juez ha exigido un estándar probatorio
superior al que se generan en las relaciones laborales cotidianas y
se aparta del principio de primacía de la realidad y del principio
protector o pro operario. De haberse efectuado una apreciación
correcta, se habría concluido que el empleador conocía los hechos
denunciados; no corresponde desestimar el valor de los email; el
tribunal olvida mencionar el lenguaje soez del señor Ponce en la
audiencia de juicio, su vulgaridad; no puede decidir en forma libre
sin razonar a voluntad, discrecional o arbitrariamente; al hacerlo
infringe la ley, pues hay prueba suficiente relativa a las situaciones
de agresión verbal e indisciplina del funcionario cuestionado, se
acreditó el desacato e incumplimiento de él y que la destitución se
motivó en que la demandante habría amenazado al señor Ponce
con denunciarlo por abuso laboral y sexual.
c) La del artículo 477 inciso primero del Código del Trabajo,
consistente en haberse dictado con infracción de ley que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Las normas infringidas
son los artículos 2 incisos segundo, tercero y cuarto, 5, 153 y 184
todos del Código del Trabajo, que prohíben los actos de
discriminación y limitan las facultades del empleador con el respeto
de las garantías constitucionales de la viuda privada y honra del
trabajador. El solo argumento de discrecionalidad invocado por el
empleador no es suficiente para validar su acto, pues la facultad
pugna con derechos fundamentales, además, el empleador
incumplió el deber de establecer normas para garantizar un
ambiente laboral digno y de mutuo respeto entre las personas,
debiendo tenerse en cuenta que debe tomar todas las medidas
necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los
trabajadores. Se ha infringido, también, el artículo 485 del Código
del Trabajo, que tipifica expresamente como acto vulneratorio los
que derivan de represalias por el ejercicio de acciones judiciales. Si
la denunciante fue removida por anunciar acciones judiciales en
contra del señor Ponce, su desvinculación queda comprendida en la
definición de actos vulneratorios, como se infiere de lo dicho por la
testigo, de la denunciada, que menciona.
Por último, la recurrente expresa que deduce las causales de
modo conjunto, sin perjuicio de hacer presente que cualquiera de
ellas determina por sí sola la invalidación del fallo; agrega que la
indicación de si son conjuntas o en subsidio no es requisito de
admisibilidad en este caso; y solicita que se anule la sentencia y se
dicte una de reemplazo que acoja la demanda declarando que se
ha producido la vulneración de derechos fundamentales y ordenar
las medidas reparativas que debe adoptar el infractor para reparar
las consecuencias de tales actos, la aplicación de las multas
correspondientes y el pago de las costas del juicio.
3°) Que para contextualizar el asunto cabe hacer presente que
por la demanda de tutela laboral interpuesta por doña Hortensia del
Carmen Vega Gutiérrez en contra de la Municipalidad de Linares, se
solicita, expresamente, que se declare: 1.- que en el ámbito de las
relaciones laborales y en particular en el acto del empleador, se le
vulneraron los derechos fundamentales denunciados; 2.- que la
vulneración se produjo por doble vía: por acción al haber sido
sancionada ilegítimamente imputándosele haber anunciado el inicio
de acciones judiciales por acoso laboral, y, por omisión, al no haber
adoptado medidas correctivas y de protección a su persona al tomar
conocimiento de los hechos; 3.- que la demandada cese de
inmediato los efectos del acto vulneratorio final, que es el ordinario
0175 de 05 de mayo de 2010, el que debe dejarse sin efecto,
restituyéndosela en el cargo de Directora del Cesfam San Juan de
Dios, bajo apercibimiento legal; 4.- que la demandada debe
implementar las medidas reparatorias que indica [letras a) a d) del
punto 4]; 5.- Imponer al empleador el máximo de las multas
aplicables al caso; 6.- Ordenarle el pago de las costas del juicio.
4°) Que la parte denunciada, al contestar, manifiesta -en síntesis-
que la denunciante fue designada por el Alcalde como Directora
Suplente del Consultorio San Juan de Dios de Linares, y que
mediante el correspondiente decreto se puso término a dicha
suplencia, lo que se ajusta a lo establecido por la ley 18.883.
Agrega que el conflicto señalado en la demanda no es más que un
problema de rencillas personales entre la señora Hortensia del
Carmen Vega Gutiérrez y don Pedro Ponce Ortega, ambos
funcionarios de ese consultorio, de lo cual jamás su parte tomó
conocimiento formal. En consecuencia, malamente puede invocar la
demandante una vulneración de derechos constitucionales por una
conducta -acto u omisión- de su parte. No corresponde traspasar a
la Municipalidad la situación descrita; confunde la actora los
conceptos de mobbing o acoso laboral con tutela laboral; el primero
se puede dar entre superior e inferior jerárquico o a la inversa, y
entre pares; la tutela laboral sólo está contemplada para el caso que
sea el empleador quien vulnere los derechos constitucionales del
trabajador, lo que no ocurre en autos.
5°) Que las probanzas se encuentran reseñadas en los
raciocinios quinto y sexto, y hay referencias a ellas en las
argumentaciones anotadas en los apartados undécimo, duodécimo,
décimo tercero, décimo cuarto, décimo quinto, décimo sexto,
décimo octavo, décimo noveno, vigésimo primero y vigésimo
segundo.
6°) Que el juez a quo fundamenta la sentencia en las
conclusiones que pueden sintetizarse a continuación:
a) La denunciante se basa en el acaecimiento de acoso laboral
expresado en una sistemática sucesión de hechos vejatorios y
rebeldía para cumplir sus obligaciones laborales, dirigidos por el
señor Pedro Ponce, dependiente de ella.
b) La denunciada funda el término de la función de la actora, en
el ejercicio de una atribución exclusiva que tiene el Alcalde para
decretarla.
c) La denunciada está legalmente facultada para designar
funcionarios suplentes y para poner término a tal vinculación
cuando lo estime conveniente por razones de buen servicio u otras
similares.
d) La desvinculación del cargo le produjo severo daño emocional
a la denunciante.
e) Hubo una profunda división entre los trabajadores donde se
desempeñaba la reclamante, formándose dos bandos, uno a favor
de su gestión, otro que la resistía.
f) No quedó acreditado que la superioridad del servicio estuviera
debidamente informada de los presuntos actos abusivos del señor
Ponce, justificándose la alegación de la denunciada sobre el
particular.
g) La decisión de la Directora del Departamento Comunal de
Salud de Linares que pone término al nombramiento de la
reclamante, no limita el pleno ejercicio de garantías constitucionales
de la denunciante sin justificación suficiente o en forma arbitraria o
desproporcionada.
h) El alejamiento del cargo es una afectación psíquica, pero no
una vulneración constitucional por no provenir de un acto arbitrario
o injusto.
7°) Que de lo antes expuesto se infiere lo siguiente:
a) El fallo contiene el análisis de la prueba necesaria para fundar
la convicción del sentenciador; en el motivo vigésimo quinto no se
dice qué prueba no se menciona; y la recurrente tampoco indica
qué medios probatorios específicos fueron allí excluidos, salvo la
absolución del denunciado en cuanto desconocía las razones en
que se fundó el acto denunciado, afincándose solo en que se
trataba de un acto discrecional, cuestión a la que no cabe darle otra
interpretación pues es coherente con la posición de la denunciada,
por lo que no concurre el primer vicio de nulidad.
b) Por la sentencia se rechaza la demanda de tutela de derechos
laborales por no concurrir los presupuestos en que se apoya,
encontrándose comprendidos, entre los fundamentos de ella, los
puntos que la recurrente estima omitidos y que el juez desestima
(acoso laboral por parte del señor Ponce -quien no es parte en el
juicio- incumplimiento de las medidas, etc.), en virtud de lo cual no
se da el segundo aspecto de nulidad.
c) Las consideraciones 12, 13, 21 y 22 del fallo del tribunal a quo
se enmarcan en el ámbito de la controversia y derivan del examen
de los medios allegados a la causa; no se constituye la tercera
causal alegada por haberse agregado tales razonamientos, pues la
decisión -que es lo que importa- no va más allá de los puntos
sometidos a su juzgamiento.
d) No cabe alterar la convicción del juez mediante una nueva
valoración de la prueba; para que exista la causal de nulidad que
afecta la apreciación de la prueba, debe haber una infracción
manifiesta de las normas respectivas acerca de ella, es decir, debe
ser evidente y saltar a la vista de la mera lectura del fallo, lo que
-conforme lo expresado en las conclusiones del fallo- no aparece en
la especie.
e) Consecuente con lo anterior, no se observan infringidas, por la
Municipalidad de Linares, las normas aludidas en la demanda a raíz
de la causal del artículo 477 del Código del Trabajo.
f) Es dable consignar, por último, que en el recurso no se pide,
precisamente -como sí se hace en la demanda- que se deje sin
efecto el acto que considera abusivo y se la restituya en el cargo de
Directora del Cesfam San Juan de Dios.
Y de acuerdo, además, a lo dispuesto en los artículos 474, 479,
480, 481 y 482 del Código del Trabajo, SE RECHAZA el presente
recurso de nulidad, sin costas y sin perjuicio de las medidas o
eventual investigación que la Municipalidad de Linares pudiere
adoptar o efectuar, respecto de la conducta que se atribuye a don
Pedro Ponce Ortega.
Pronunciada por la Primera Sala formada por el Presidente de
ella don Hernán González García (redactor), Ministra doña Olga
Morales Medina y Abogado Integrante don Ricardo Murga Cornejo.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 181-2010 RL

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