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Fuerzas mutua de atracción entre dos esferas de diferente tamaño. De acuerdo con la
mecánica newtoniana las dos fuerzas son iguales en módulo, pero de sentido contrario;
al estar aplicadas en diferentes cuerpos no se anulan y su efecto combinado no altera la
posición del centro de gravedad conjunto de ambas esferas.
La ley de gravitación universal es una ley física clásica que describe la interacción
gravitatoria entre distintos cuerpos con masa. Ésta fue presentada por Isaac Newton en
su libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, publicado en 1687, donde
establece por primera vez una relación cuantitativa (deducida empíricamente de la
observación) de la fuerza con que se atraen dos objetos con masa. Así, Newton dedujo
que la fuerza con que se atraen dos cuerpos de diferente masa únicamente depende del
valor de sus masas y del cuadrado de la distancia que los separa. También se observa
que dicha fuerza actúa de tal forma que es como si toda la masa de cada uno de los
cuerpos estuviese concentrada únicamente en su centro, es decir, es como si dichos
objetos fuesen únicamente un punto, lo cual permite reducir enormemente la
complejidad de las interacciones entre cuerpos complejos.
Así, con todo esto resulta que la ley de la Gravitación Universal predice que la fuerza
ejercida entre dos cuerpos de masas y separados una distancia es
proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia, es decir:
(1)
donde
Es decir, cuanto más masivos sean los cuerpos y más cercanos se encuentren, con mayor
fuerza se atraerán. El valor de esta constante de Gravitación Universal no pudo ser
establecido por Newton, que únicamente dedujo la forma de la interacción gravitatoria,
pero no tenía suficientes datos como para establecer cuantitativamente su valor.
Únicamente dedujo que su valor debería ser muy pequeño. Sólo mucho tiempo después
se desarrollaron las técnicas necesarias para calcular su valor, y aún hoy es una de las
constantes universales conocidas con menor precisión. En 1798 se hizo el primer intento
de medición(véase el experimento de Cavendish) y en la actualidad, con técnicas mucho
más precisas se ha llegado a estos resultados:
(2)
Índice
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1 Historia
o 1.1 Trabajos de Hooke y disputa
o 1.2 Relación con las Leyes de Kepler
2 Formulación general de la ley de la Gravitación Universal
o 2.1 Forma vectorial
o 2.2 Cuerpos extensos
3 Consecuencias
o 3.1 Aceleración de la gravedad
o 3.2 Preferencia del cuerpo más masivo
o 3.3 Interior de un cuerpo esférico
o 3.4 Interior de una corteza hueca
o 3.5 Movimiento de los planetas
o 3.6 Corrección del peso por la fuerza centrífuga en la Tierra
4 Limitaciones
5 Problemas filosóficos
o 5.1 Acción a distancia
o 5.2 Masa inercial y masa gravitatoria: principio de equivalencia
6 Véase también
7 Referencias
o 7.1 Bibliografía
Historia[editar]
Trabajos de Hooke y disputa[editar]
Cuando el primer libro de los Principios de Newton fue expuesto a la Royal Society (la
Real Academia de las Ciencias, de Inglaterra), el coetáneo Robert Hooke acusó a
Newton de plagio por copiarle la idea de que la gravedad decaía como la inversa
cuadrado de la distancia entre los centros de ambos cuerpos. Aunque esta controversia
ha durado incluso hasta nuestros días, no hay datos claros sobre si realmente Newton
conocía los trabajos de Hooke o no, ya que aunque ambos se carteaban regularmente, en
ninguna de esas cartas Hooke menciona la ley de la inversa cuadrado, algo que Newton
sí hizo con otros autores a los que sí agradeció1 los trabajos anteriores en los que basó
sus ideas. Frente a esta proclama de Hooke de su idea de la inversa cuadrado, Newton
reiteró que dicha idea en ningún caso era exclusivamente de él, sino que fueron varios
autores en aquella época que ya se dieron cuenta de una dependencia de ese tipo, como
reflejó en los agradecimientos de su publicación.
Las Leyes de Kepler eran una serie de tres leyes empíricas que describían el
movimiento de los planetas a través de las observaciones existentes. Aunque éstas
describían dichos movimientos, los motivos de por qué éstos eran así o qué los causaban
permanecían desconocidas tanto para Kepler como para sus coetáneos. Sin embargo,
éstas supusieron un punto de partida para Newton, quien pudo dar una formulación
matemática a dichas leyes, lo cual junto con sus propios logros condujeron a la
formulación de la ley de la Gravitación Universal. En especial, a través de dicha ley
Newton pudo dar la forma completa a la Tercera ley de Kepler, que describe que los
cuadrados de los periodos de las órbitas de los planetas son proporcionales a los cubos
de sus distancias al Sol. Es decir, que los planetas más alejados del Sol tardan más
tiempo en dar una vuelta alrededor de éste (su año es más largo).
(2)
donde es el vector unitario que va del centro de gravedad del objeto 1 al del objeto
2.
Cuerpos extensos[editar]
Se ha mencionado anteriormente que dichos cuerpos se pueden tratar como cuerpos
puntuales, localizados en el centro de gravedad del cuerpo real, de tal forma que la
descripción de esta fuerza se realiza trabajando únicamente con cuerpos puntuales (toda
su masa se encuentra concentrada en su centro). Sin embargo, para algunos casos se
puede hacer necesario tratar dichos cuerpos como lo que son, cuerpos con una extensión
dada, es decir no puntuales. Un ejemplo donde este tratamiento es obligatorio es cuando
se desea determinar cómo varía la fuerza de la gravedad a medida que nos situamos en
el interior de un objeto, por ejemplo qué gravedad existe en el interior de la Tierra (en la
región del manto terrestre o del núcleo).
En estos casos es necesario describir al objeto masivo como una distribución de masa,
es decir describirlo a través de su densidad en cada punto del espacio. Así, se integra la
fuerza que produce cada elemento infinitesimal del cuerpo sobre cada elemento del otro
objeto, sumando a todos los elementos que existen en el volumen de ambos cuerpos, lo
cual matemáticamente se traduce en una integral sobre el volumen de cada cuerpo, de
tal forma que la fuerza gravitatoria entre ambos se obtiene como
(3)
Donde
Puede verse que si se tienen dos cuerpos finitos entonces la fuerza gravitatoria entre
ambos viene acotada por:
Donde son las distancias mínima y máxima entre los dos cuerpos en un
instante dado.
Consecuencias[editar]
Aceleración de la gravedad[editar]
Considerando la segunda ley de Newton, que explica que la aceleración que sufre un
cuerpo es proporcional a la fuerza ejercida sobre él, estando ambas relacionadas por una
constante de proporcionalidad que es precisamente la masa de dicho objeto,
Con esta ley se puede determinar la aceleración de la gravedad que produce un cuerpo
cualquiera situado a una distancia dada. Por ejemplo, se deduce que la aceleración de la
gravedad que nos encontramos en la superficie terrestre debido a la masa de la Tierra es
de , que es la aceleración sufrida por un objeto al caer. Y que esta
aceleración es prácticamente la misma en el espacio, a la distancia donde se encuentra la
Estación Espacial Internacional, (es decir, es un 95% de la gravedad
que tenemos en la superficie, únicamente una diferencia de un 5%), siendo necesario
recordar que el hecho de que los astronautas no sientan la gravedad no es porque ésta
allí sea nula, sino por su estado de ingravidez (de caída libre continua). Y la gravedad
que ejerce una persona sobre otra, situada a un metro de distancia, es de en torno a
(para una persona de unos 100 kg). Este es el hecho por el que no
sentimos la gravedad que ejercen cuerpos poco masivos como nosotros.
Una de las consecuencias que trae que la gravedad sea una fuerza que depende como la
inversa del cuadrado de la distancia es que si se tiene un cuerpo esférico, con una
densidad que únicamente va variando a medida que nos alejamos del centro del cuerpo
(lo cual podría ser un modelo que describe de forma bastante adecuada a la Tierra), se
puede demostrar a través de la ley de Gauss que la fuerza en su interior (a una distancia
del centro) únicamente depende de la masa existente dentro de la esfera de radio . Es
decir, la masa que hay fuera de dicha esfera no produce ninguna fuerza sobre un cuerpo
situado en dicho punto. Por ello, dentro del cuerpo la fuerza ya no depende de la inversa
cuadrado (puesto que ahora la masa a considerar depende también de dicha distancia) y
resulta que es proporcional a dicha distancia. Esto es, en el interior del cuerpo la fuerza
de la gravedad va creciendo conforme nos alejamos del centro del cuerpo (en donde ésta
es nula) hasta llegar a la superficie, donde se hace máxima. A partir de aquí se observa
el comportamiento habitual de decrecimiento conforme nos alejamos del cuerpo. Todo
esto se puede ver en mayor profundidad en la entrada de la intensidad del campo
gravitatorio.
Uno de los hechos que muestran su precisión es que al analizar las órbitas de los
planetas conocidos en torno a 1800 (en donde quedaban por descubrir Neptuno y
Plutón), se observaban irregularidades en torno a la órbita de Urano principalmente, y
de Saturno y Júpiter en menor medida, respecto a lo que predecía la ley de Newton
(junto con las leyes de Kepler). Por esta razón, algunos astrónomos supusieron que
dichas irregularidades eran debidas a la existencia de otro planeta más externo, alejado,
que todavía no había sido descubierto. Así, tanto Adams como Le Verrier (de forma
independiente) calcularon matemáticamente dónde debería encontrarse dicho planeta
desconocido para poder explicar dichas irregularidades. Neptuno fue descubierto al
poco tiempo por el astrónomo Galle, el 23 de septiembre de 1846, siguiendo sus
indicaciones y encontrándolo a menos de un grado de distancia de la posición predicha.
Si se pone a girar una piedra atada a un cordel, este ejerce una fuerza centrípeta
constante para jalar a la piedra acelerándola hacia el centro del círculo. La piedra ejerce
sobre el cordel una fuerza centrífuga que la impulsa hacia afuera, originando una
tensión en el cordel que aumentará a medida que sea mayor la velocidad con que gira la
piedra. Para calcular el valor de la fuerza centrípeta se usa la ecuación:
Donde:
La fuerza centrífuga, es una fuerza ficticia percibida por un observador sobre la tierra es
igual en módulo y de sentido opuesto a la aceleración centrípeta de la superficie de la
tierra, por lo que un observador situado sobre el ecuador terrestre percibirá una mayor
fuerza centrípeta que en elos polos. Esto se debe a que en un punto del ecuador se
mueve más rápido que uno próximo a los polos. Por tanto, cuando la Tierra da una
vuelta alrededor de su eje, el punto sobre el ecuador habrá recorrido aproximadamente
40 000 km, que es el valor de la longitud de la circunferencia en el ecuador, mientras
que el punto próximo a uno de los polos recorrería aproximadamente 1000 km. Debido
a ello, la velocidad lineal de un punto sobre el ecuador será mayor que la de un punto
cerca de los polos y consecuentemente será mayor también su fuerza centrífuga. Como
el efecto de la fuerza centrífuga es un distanciamiento respeco al eje de giro, la fuerza
centrífuga percibida por un observador sobre la tierra equivale a que este vea que dichos
cuerpos se alejan del eje de giro, reduciendo el efecto de la fuerza de gravedad de
acuerdo con las medidas de dicho observador.
Por esa razón, al medir el peso efectivo de un cuerpo un observador situado cerca del
ecuador medirá un menor peso que uno situado cerca de los polos, toda vez que la
aceleración centrífuga medida es menor en los polos, además de encontrarse más cerca
del centro de la Tierra debido al achatamiento de sus polos.
Limitaciones[editar]
Si bien la ley de la gravitación universal da una muy buena aproximación para describir
el movimiento de un planeta alrededor del Sol, o de un satélite artificial relativamente
cercano a la Tierra, durante el siglo XIX se observó algunos pequeños problemas que no
se conseguían resolver (similares al de las órbitas de Urano, que sí pudo resolverse tras
el descubrimiento de Neptuno). En especial, se encontraba la órbita del planeta
Mercurio, la cual en lugar de ser una elipse cerrada, tal y como predecía la teoría de
Newton, es una elipse que en cada órbita va rotando, de tal forma que el punto más
cercano al Sol (el perihelio) se desplaza ligeramente, unos 43 segundos de arco por
siglo, en un movimiento que se conoce como precesión. Aquí, al igual que con el caso
de Urano, se postuló la existencia de un planeta más interno al Sol, al cual se le llamó
Vulcano, y que no habría sido observado por estar tan próximo al Sol y quedar oculto
por su brillo. Sin embargo, éste planeta no existe en la realidad (su existencia era
inviable de todas formas), por lo que dicho problema no pudo resolverse, hasta la
llegada de la Relatividad General de Einstein.
Problemas filosóficos[editar]
Acción a distancia[editar]
Otro gran problema que traía consigo esta teoría (y que sirve como uno de los
postulados desde los que se desarrolla la Relatividad General) es el conocido como
principio de equivalencia. Éste aboga por el hecho de que en la Teoría de la Gravitación
Universal se utiliza una cantidad propia de cada cuerpo que es la que origina la fuerza
de la gravedad, su masa. Aunque aquí se ha relacionado directamente con la masa
propia de cada cuerpo, ésta realmente podría ser definida como una masa gravitacional,
en contraposición con la masa utilizada en la segunda ley de Newton, que habla sobre la
inercia de los cuerpos, , y que podría ser llamada masa inercial. En la
práctica, no existe ninguna ley, principio o hecho que establezca que ambas masas son,
en efecto, la misma masa, como se ha supuesto en toda la descripción realizada
(únicamente se conoce que ambas son prácticamente iguales con una gran precisión).
Este hecho que traería una gran importancia, puesto que de no ser las mismas, la
aceleración que experimenta un cuerpo dejaría de ser independiente de su masa por
ejemplo, no ha podido ser resuelto de una manera efectiva, dando lugar al mencionado
principio de equivalencia.
Véase también[editar]
Gravedad
Isaac Newton
Campo gravitatorio
Leyes de Kepler
Teoría de la Relatividad General
Fuerza G
Referencias[editar]
1. Ir a ↑ Pages 435-440 in H W Turnbull (ed.), Correspondence of Isaac Newton, Vol 2
(1676-1687), (Cambridge University Press, 1960), document #288, 20 June 1686.
Bibliografía[editar]
Landau & Lifshitz: Mecánica, Ed. Reverté, Barcelona, 1991. ISBN 84-291-
4081-6.
H. Pérez Montiel: "Física 2 Enseñanza Media Superior", México DF 1994 ISBN
968-439-486-1.
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F = G (m1*m2 / r²)
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Comentario
Ya te han dado una buena respuesta, simplemente permiteme aportarte este enlace
que es bastante explicativo:
http://www.fisicanet.com.ar/fisica/dinam...
Suerte
1.- Evolución de la mecánica celeste
1.1.- Universo geocéntrico: persistencia en un error.
El hombre, desde tiempos remotos han estudiado el movimiento de los astros tomando
como referencia la Tierra, que según ellos permanecía inmóvil como apreciaban en sus
teorías dos grandes filósofos: Platón y Aristóteles que se basaban en lo siguiente:
La Tierra es esférica y permanece inmóvil.
Los planetas, la Luna y el Sol giran en torno a la Tierra en círculos perfectos.
Las estrellas permanecen fijas en el exterior del firmamento y a continuación no hay
nada.
A continuación comenzaron a surgir dificultades, ya que diversos astrónomos observaban
los astros de diferentes formas. Y para defender las ideas de los movimientos circulares,
surgió un gran astrónomo, Hiparco (190-120 a.C) que aportó la idea de que el planeta
giraba en un círculo menor llamado epiciclo, en cuyo centro giraba con la esfera y
describía un círculo llamado deferente.
A partir de entonces surgieron mas astrónomos como Ptolomeo que creó un sistema
geocéntrico, llamado sistema de Ptolomeo que no era muy fiable porque no coincidían el
centro del deferente con el de la Tierra. Pero aparte de esto dio como nombre de ecuante,
a un punto equidistante de la Tierra del centro total pero al lado contrario.
1.2.- La astronomía en la Edad Media.
Ptolomeo desarrollo su sistema geocéntrico y que fue recopilado en una traducción al
árabe llamado Almagesto, éste perduró a lo largo de toda la Edad Media. Además de esta
obra, también son importantes las Tablas Toledanas, escritas por el toledano Azarquiel y
las Tablas Alfonsinas de Alfonso X El Sabio. Don Raimundo fue el encargado de proteger
las obras astronómicas durante un tiempo, además de traducirlas a lengua latina. A partir
de entonces, se desarrollaron aparatos para situar de alguna manera los astros nombrado
por el sistema ptolemaico, como esferas celestes y astrolabios planos y esféricos.
1.3.- Sistema heliocéntrico: la revolución copernicana.
Nicolás Copérnico (1472-1543), gran matemático y astrónomo polaco, fue el encargado de
dar a conocer una hipótesis que el creía que era posible. Supuso que la posición y el
movimiento de los planetas podría determinarse más fácilmente si considerabamos como
centro del Universo al Sol y no a la Tierra como hasta entonces. Por tanto su hipótesis se
basaba en la Tierra no permanecía inmóvil sino que giraba en torno al Sol y tardaba un
año en dar una vuelta completa, y que además de eso giraba sobre sí misma, por ello
sabemos que hay días y noches.
Además de estas teorías que supusieron una revolución, todavía tenía que basarse en que
sus movimientos describían órbitas circulares.
Copérnico escribió un libro que no llegó a ver la luz nunca, ya que describía su sistema
heliocéntrico y tenía miedo a que fueran consideradas como herejías.
1.4.- Las leyes de Kepler: ocaso de la órbita circular.
Johannes Kepler descubrió tres importantes leyes:
Primera ley
Los planetas describen órbitas elípticas, y uno de cuyos focos está ocupado por el Sol.
Segunda ley
El radio vector, o vector de posición, que une el Sol con el planeta barre áreas iguales en
tiempos iguales: la velocidad areolar es constante.
Tercera ley
T2 / R3 = k
2.- Gravitación universal y síntesis newtoniana
En 1665 Isaac Newton (1642-1727) tras terminar su doctorado la Universidad de
Cambridge en Londres, decidió trasladarse a vivir en una finca con su madre. Donde se le
ocurrió una gran idea; la de relacionar la caida de un objeto, la manzana, en las
proximidades de la Tierra con la caída de la Luna sobre la Tierra.
Su teroría dice que la velocidad de caída de la manzana y la de la Luna debe ser
directamente proporcional a la fuerza de la gravedad terrestre, y a su vez, inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia entre dichos objetos y el centro de la Tierra.
Newton no quedó satisfecho porque algún resultado no era muy fiable ya que la distancia
que había entre la Tierra y la Luna se medía en radios terrestres.
En 1684, gracias a las leyes de Kepler pudo calcular la fuerza gravitatoria entre la Tierra y
la Luna.
F=GMm
R2
En la ecuación, M y m son las masas de la Tierra y de la Luna; R es el radio y G es la
constante de gravitación = 6.67. 10-11 N m2 / kg2.
2.1.- Generalización de la ley de Newton.
Newton utilizó su fórmula para todos los cuerpos del Universo. También tuvo la conclusión
de que la distancia que interviene en la ley hay que medirla entre el centro de la masa. Por
la ley de gravitación universal es la siguiente:
Dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas
en inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.
2.2.- La síntesis newtoniana.
Con la formidable intuición que tuvo Newton de hacer extensibles todos los cuerpos
celestes, los tres principios de la mecánica y la ley de gravitación universal, a todos estos
descubrimientos se les da a conocer como la síntesis newtoniana.
La importancia de la existencia de la fuerza gravitoria sirve para sostener a los planetas
para que produzcan órbitas y no se desperdiguen por el Universo.
Desde la existencia de la síntesis newtoniana no hay dos mundos como expresaba
Aristóteles. El primero, inmutable, perfecto y armónico situado en las esferas celestes, y el
otro cambiante e imperfecto, el terrestre. Con las ideas de Newton podemos explicar la
interacción del Sol con otros planetas y descartamos fuerza magnética de Gilbert.
Unidades astronómicas de longitud:
Unidad Astronómica (UA): es la distancia media entre el Sol y la Tierra:
150. 106 km = 1,5. 1011 m
Año Luz (a.l.): distancia recorrida por la luz durante un año:
1 a.l. = (3. 108. 365,25. 24. 3600) m
1 a.l. = 9,467. 1015 m
3.- Gravitación terrestre. Peso
El peso de un cuerpo es la fuerza ejercida por la Tierra sobre él. Ésta idea está expresada
en la siguiente fórmula:
P=GMm
R2
3.1.- Gravedad terrestre.
Cuando los cuerpos caen hacia la Tierra experimentan un movimiento rectilíneo
uniformemente acelerado. La aceleración que provoca este movimiento se llama gravedad
y viene dado por el peso ejercido sobre la unidad de masa:
P=mg
De la cúal, al igualar los segundos miembros obtenemos:
g=GM
R2
La gravedad es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre el
cuerpo y el centro de la Tierra.
La gravedad es mayor en los polos ya que están más cerca de el centro de gravedad, y
por tanto el ecuador está sometido a menor fuerza de gravedad. Este valor fue obtenido en
un lugar en el cuál la latitud era de 45º y al nivel del mar. g = 9,8065 m/sg2
3.2.- Peso de los cuerpos.
La Tierra atrae a los cuerpos con una fuerza llamada peso. El peso se ejerce desde las
infinitas partículas que posee el cuerpo, pero se dice que el peso es la resultante de los
pesos de todas esas partículas y se aplica en el centro de masa o centro de gravedad del
cuerpo (c.g.)
3.3.- Masa y peso de los cuerpos.
La masa es constante y no varía aunque el cuerpo cambie de situación, de forma o estado.
Ésta se determina en la balanza tradicional o electrónica, y se mide en kg.
El peso es una fuerza y varía de un lugar a otro, se determina mediante el instrumento que
mide las fuerzas, el dinamómetro. Éste señala el peso aproximado dependiendo de la
gravedad; éste se expresa en newton (N).
4.- Fuerza centrípeta en el movimiento circular uniforme
Esta fuerza, viene determinada por la aceleración centrípeta, v2/R. Pero además de éste
también hay que tener en cuenta lo que dice el segundo principio de la dinámica; la
aceleración debe estar producida por una fuerza directamente proporcional a ella, esta es
la fuerza centrípeta que posee la misma dirección y sentido que la aceleración centrípeta.
Fc = m v2
R
La fuerza centrípeta puede existir en muchas situaciones, como la tensión de la cuerda, la
fuerza de rozamiento y la fuerza gravitatoria.
4.1.- Fuerza centrípeta y fuerza gravitatoria.
Ambas fuerzas son imprescindibles para poner en órbita un satélite, ya que en el espacio
también hay fuerzas, como la centrípeta y la gravitatoria. Para conseguir saber estas dos
fuerzas tenemos enlazar las dos fórmulas:
m v2 = G m M ; v2 = G M
R R2 R
1