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ICTERICIA
INTRODUCCION
A. VILLAMIL

En presencia de un paciente ictérico, el Con los datos obtenidos hasta este mo-
médico debe esmerarse en primera instancia en mento, se habrá podido hacer un diagnóstico
practicar un buen interrogatorio y un ade- en muchos casos y se sabrá si la ictericia es
cuado examen físico indagando por datos tan debida a un exceso en la producción de bili-
valiosos como la evolución de la ictericia y sus rrubinas o a una falla en su conjugación a nivel
síntomas concomitantes (anorexia, astenia, hepático o si, por el contrario, se trata de un
náusea, vómito, prurito, dolor, coluria, defecto en la eliminación y excreción de la
acolia, diarrea, pérdida de peso, etc.) y hallaz- bilis. El doctor Paulo Emilio Archila cubrirá el
gos físicos como fiebre, distensión abdominal, tópico correspondiente a las alteraciones del
circulación colateral, hepatomegalia, es- metabolismo de las bilirrubinas y a las icte-
plenomegalia, hemorragia digestiva, sepsis, ricias ocasionadas por una producción ex-
cesiva de bilirrubinas o por un defecto de su
telangiectasias aracniformes, urticaria, etc. conjugación en el hígado. El doctor Rafael
Con la información obtenida en esta forma, Claudino Botero actualizará la metodología
habrá una hipótesis diagnóstica que se debe de que disponemos hoy para establecer un
complementar con los exámenes elementales diagnóstico correcto ante un paciente con ic-
(examen parcial de orina, hemograma, bili- tericia.
rrubinemia, transaminasas séricas, fosfatasa
alcalina en sangre, amilasemia, colesterole- Dr. Alfonso Villamil: Profesor Titular, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia; Jefe, Sección de Nutrición, Hospital
mia, tiempo de protrombina, etc.). San Juan de Dios. Bogotá, D. E.

METABOLISMO DE LAS BILIRRUBINAS E ICTERICIAS


CONSTITUCIONALES
P. E. ARCHILA

BASES FISIOLOGICAS heme o ferroprotoporfirina IX, procedente


Para comprender el síndrome ictérico es del porfobilinógeno (Figura 1). La degra-
necesario conocer las etapas fisiológicas de la dación del heme es producto de la hemolisis
formación del pigmento, a saber: la for- natural de los eritrocitos que han cumplido su
mación de la bilirrubina, su transporte del ciclo vital, por parte del sistema retículo-
plasma al hepatocito, su procesamiento en el endotelial, proporcionando de esta forma el
mismo y el transporte hacia el canalículo 80% de la bilirrubina. El restante 20%
biliar para, finalmente, ser excretado. Son procede del heme hepático, degradado por el
numerosas aún las incógnitas en algunos de citocromo y las catalasas, y de la médula ósea
estos pasos. como residuo de la síntesis inefectiva de
La hemoglobina está constituida por una eritrocitos. El hierro liberado es reutilizado
proteína, la globina y su grupo prostético, el por el organismo, mientras que la globina se
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fracciona en aminoácidos que serán reuti-


lizados también.
El anillo porfirínico del heme se rompe
por decarboxilación oxidativa selectivamente
en el puente meteno alfa, mediante la incor-
poración de tres átomos de oxígeno de origen
molecular. Dos de ellos reemplazan la fun-
ción del puente, mientras el tercero se une al
carbono para salir como monóxido de car-
bono (CO). El resultado de esta reacción
química es el isómero IX de biliverdina, el
cual se reduce, perdiendo el doble enlace en
posición gama del puente meteno y adqui-
riendo un átomo de hidrógeno para conver-
tirse en bilirrubina IX alfa (Figura 2). Este
isómero, por tener los dos grupos carbocilo
en los anillos pirrólicos centrales B y C, es
simétrico. Esta forma facilita la constitución y no requieren conjugación para su excreción
de puentes hidrógeno entre los grupos pro- directa. Otro elemento importante en la es-
piónicos y el nitrógeno de los anillos pirró- tabilidad molecular de la bilirrubina IX alfa,
licos, para dar a la molécula de bilirrubina IX es la disposición geométrica de los enlaces
alfa una estructura de bloque con el puente meteno en posición beta y delta, la cual puede
metano central en su profundidad, para ser cis (E) o trans (Z), o combinada (EZ)
hacerse un centro presumiblemente hidro- (Figura 4). Aparentemente, el isómero trans
fóbico (Figura 3). Este hallazgo ha sido con- (Z-Z) es más estable termodinámicamente y
firmado mediante difracción de la molécula a permite la formación de puentes de hidró-
los rayos X. Esto explica su insolubilidad en geno. Sin embargo, la absorción de luz en una
agua, requiriéndose solventes polares, es longitud de onda adecuada, desestabiliza el
decir, obligando a una reacción diazo indirec- isómero, haciéndolo cis (E-E), una forma
ta para su medición. De ahí el nombre de inestable que no puede hacer puentes hi-
bilirrubina indirecta dado al isómero IX alfa. drógeno y por lo tanto ser excretada en forma
Los isómeros beta, gama y delta, por su directa. Este sería el principio fisicoquímico
asimetría, no pueden hacer puentes hidró- por el cual la fototerapia facilita la excreción
geno, de igual forma que la biliverdina tam- de la bilirrubina no conjugada.
poco los hace debido a su puente meteno cen- La bilirrubina IX alfa se produce en un
tral. En esas condiciones son solubles en agua promedio de 300 mg al día; en el plasma se
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liga a la albúmina para ser transportada de la riñon en forma de urobilinógeno urinario y


luz a través de las células endoteliales del urobilina (0,5 a 2,5 mg diarios) (Figura 6).
sinusoide hepático y de allí a través de la
membrana del hepatocito mediante un FISIOPATOLOGIA
mecanismo mal comprendido que incluye la Una vez conocida la fisiología de la bi-
posibilidad de un portador específico. lirrubina, podemos deducir la multitud de cir-
Aparentemente no es la albúmina sino las cunstancias que pueden llevar a un paciente a
proteínas citoplasmáticas las que ligan la aumentar los niveles del pigmento en sangre,
bilirrubina y la concentran para su proce- para ser fijados en los tejidos, dando como
samiento. Estas parecen ser la ligandina o las manifestación el síndrome ictérico. Será una
más recientemente denominadas proteínas Y hiperbilirrubinemia de tipo indirecto en
y Z. Posiblemente la bilirrubina procedente aquellos casos en que haya: 1) exceso de
del heme hepático utilice canales de transpor- producción de bilirrubina por: a) hemolisis;
te diferentes a los anteriormente mencionados. b) cortocircuito; 2) disminución de la cap-
En todo caso, el procedimiento consiste en tación hepática por defecto en el transporte;
romper los puentes hidrógeno de la molécula 3) alteración en los mecanismos de conju-
del isómero IX alfa trans para hacerlo hi- gación. Será una hiperbilirrubinemia de tipo
drosoluble y excretable por la bilis. Esto se directo o mixto en los casos en que haya: 1)
logra esterificando la bilirrubina en los disminución de la excreción hepática por: a)
grupos de ácido propiónico con ácido glu- defecto congénito en el transporte; b) enfer-
curónico en su mayor parte y, en mucho
menor grado, con xilosa, glucosa y sulfato.
Con la mediación enzimática de la glucuronil-
transferasa, a nivel del retículo endoplásmico,
la bilirrubina IX alfa se conjuga con el ácido
glucurónico activado por el uridindifosfato
(UDPGA) para formar monoglucurónido de
bilirrubina. De igual manera, el sulfato ac-
tivado por ATP la conjuga a sulfato de bi-
lirrubina. Estas formas constituyen un 20%
del contenido pigmentado de la bilis. El resto
sufre la acción de una posible transestearasa
en la membrana canalicular, para formar
diglucurónido de bilirrubina, forma de ex-
creción que constituye el 80% del contenido
biliar (Figura 5). Esta forma hidrosoluble
reacciona en forma directa con el ácido sul-
fanílico diazotado (reactivo de Van der
Bergh) y por eso se denomina también bili-
rrubina directa. La secreción del pigmento a la
bilis dependerá directamente, pues, del trans-
porte general de bilirrubinas.
La bilis así constituida entra a la luz intes-
tinal, donde por acción bacteriana se va a
transformar la bilirrubina en urobilinógeno.
La mayor parte de éste (40 a 280 mg diarios)
se excretará con las heces dándoles su color
característico por dos componentes, el
urobilinógeno fecal (verde) y el estercobili-
nógeno (carmelito). Una pequeña cantidad se
reabsorbe en el intestino para entrar a la cir-
culación enterohepática y ser excretada por el
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medad hepatocelular; c) colestasis intrahe- eritrocitos fetales y a la deficiencia relativa de


pática; 2) colestasis extrahepática; 3) defecto glucuroniltransferasa, debida a la inmadurez
combinado. hepática. Es transitoria y suele desaparecer en
Me corresponde ahora analizar las pri- la segunda semana de vida.
meras formas, es decir, las ictericias cons- La deficiencia de glucosa-6-fosfato des-
titucionales, funcionales o de origen genético. hidrogenasa en los glóbulos rojos provoca su
ICTERICIA DE TIPO INDIRECTO hemolisis durante los días segundo y tercero
A) Con hemolisis. Está caracterizada por de vida, interviniendo agentes precipitantes
la destrucción excesiva de los glóbulos rojos. medicamentosos (salicilatos, fenacetina, sul-
La bilirrubina indirecta está aumentada en el fonamida, etc.) u otros desconocidos, para
suero, pero cabe esperarse un ligero aumento reproducir el fenómeno hemolítico en etapas
de la directa, por la conjugación de este ex- posteriores de la vida. Se ignora la forma de
ceso de pigmento. Las pruebas funcionales transmisión de esta deficiencia enzimática
hepáticas son normales pero hay anemia con genética, pero se ha descrito con mayor
reticulocitosis, hiperplasia de la médula ósea, frecuencia en los países mediterráneos, los del
disminución del tiempo de vida media eri- lejano oriente y en Nigeria.
trocitaria; la clínica está demarcada por ic- La esferocitosis hereditaria se caracteriza
tericia no pruriginosa, anemia y sus fenó- por aumento de la permeabilidad de la mem-
menos sistémicos secundarios, esplenomegalia brana eritrocítica a los cationes, lo cual va a
en las formas crónicas y siderosis principal- generar el fenómeno hemolítico. Se hereda en
mente a nivel hepático por la liberación forma autosómica dominante y se diagnostica
masiva de hierro. Su complicación habitual es por el hallazgo de los esferocitos en la sangre
la formación de cálculos de bilirrubinato de periférica y por el aumento de la fragilidad
calcio, con colecistitis y obstrucción de las osmótica detectada mediante exámenes de
vías biliares extrahepáticas, distorsionando laboratorio.
así el cuadro clínico primario. La eliptocitosis hereditaria produce una
Dentro de las formas funcionales po- ictericia inofensiva, ya que el grado de he-
demos considerar la ictericia fisiológica del molisis se compensa solo, diagnosticándose
recién nacido, debida a la hemolisis de los en el frotis de sangre periférica.
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Las talasemias, consistentes en defectos Driscoll, en el cual existe un factor inhibitorio
congénitos de la formación de los glóbulos de la conjugación, aparentemente un este-
rojos por persistencia de hemoglobinas anor- roide progestacional capaz de inhibir la ac-
males (fetales), producen severas crisis he- tividad de la glucuroniltransferasa en el hí-
molíticas. Se diagnostican al caracterizar en el gado del recién nacido. Esta anomalía es
laboratorio el tipo de hemoglobina que con- heredada por las madres pero el factor de
tienen los eritrocitos de esos pacientes. Sus inhibición está en el suero tanto del bebé
complicaciones habituales son la hemosi- como en el de su progenitora. Debe distin-
derosis y la colelitiasis. guirse de la forma prolongada, en la cual se
La anemia de células falciformes está da- encuentra un factor inhibidor en la leche
da por la presencia de hemoglobina S anor- materna, pero no en los sueros. La substancia
mal, la cual se cristaliza en el eritrocito al aparentemente responsable es el pregnane 3
bajar la tensión de oxígeno, aumentando así alfa 20 beta diol, el cual produce una ictericia
la fragilidad osmótica y, por ende, generando que es reversible al suspender la lactancia. Se
el proceso hemolítico. Se hereda en forma ignora si el defecto materno es heredado o ad-
autosómica dominante, con predominio en la quirido.
raza negra. Las crisis sobrevienen con epi- La disfunción hepática constitucional o
sodios de dolor abdominal agudo, ulcera- síndrome de Gilbert es la causa más común de
ciones en las extremidades y deformaciones ictericia indirecta no hemolítica. El trastorno
óseas como el cráneo en cepillo y el adel- principal está a nivel del transporte de la
gazamiento de la cortical de los huesos largos. bilirrubina no conjugada al citoplasma del
A nivel hepático hay cambios necróticos por hepatocito. Se hereda en forma autosómica
anoxia y trombos sinusoidales de células fal- dominante, por un solo gen de baja penetran-
ciformes impactadas, además de hemosi- cia, el cual controla alguna parte de la toma o
derosis. Las crisis son precipitadas por infec- del transporte hepático de la bilirrubina. La
ciones y por deficiencia de ácido fólico y su actividad de la glucuroniltransferasa parece
diagnóstico de laboratorio se hace sometien- estar reducida, ya que la inducción enzimática
do a hipoxia los glóbulos rojos del paciente con fenobarbital o glutetimida normaliza los
para determinar su morfología falciforme in niveles de bilirrubina sérica. Esta se excreta
vitro. principalmente como monoglucurónido. La
La hemoglobinuria paroxística nocturna dificultad diagnóstica radica en el hecho de
es otro interesante defecto del eritrocito, el que la vida media del eritrocito está dismi-
cual es sensible a la lisis al bajar el pH de la nuida secundariamente en esta entidad. Hoy
sangre durante el sueño. Durante la crisis de en día se puede confirmar mediante la me-
hemoglobinuria hay una ictericia caracterís- dición de la depuración hepática de bili-
ticamente rojiza y hepatomegalia. rrubina marcada, haciéndose caso omiso del
grado de hemolisis asociada o independiente
B) Sin hemolisis. La hiperbilirrubinemia que pueda haber. Las infecciones, el ayuno o
primaria de cortocircuito, descrita por Is- las dietas hipocalóricas (400 cal) y el alcohol
raels, se debe a la destrucción prematura de precipitan la crisis, doblando el nivel de
los precursores eritrocíticos anormales en la bilirrubina indirecta por encima de 2mg% en
médula ósea, o sea, es el producto de una sín- las primeras 48 horas. Aparece malestar
tesis roja inefectiva. Su cuadro clínico se general, náusea e hipersensibilidad hepática.
caracteriza por una hemolisis compensada La biopsia de hígado es completamente nor-
con aumento de la bilirrubina indirecta, del mal y dado su buen pronóstico no se requiere
urobilinógeno fecal y del urinario. La cifra un tratamiento específico.
total de hemoglobina es normal y aunque se Una entidad muy poco frecuente es la
observa reticulocitosis, no hay disminución deficiencia completa de glucuroniltransferasa
de la vida media del eritrocito. Su modo de hepática, o síndrome de Crigler-Najjar, tam-
herencia es desconocido, pero se ha demos- bién conocido como Arias tipo I. El defecto
trado su incidencia familiar. de conjugación es total y produce ictericias
La hiperbilirrubinemia neonatal familiar severas, con niveles de 17 a 43 mg% de bi-
tiene dos variedades: el síndrome de Lucey- lirrubina indirecta. Esta se fijaría en el sis-
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tema nervioso central bloqueando la fos- la expresión de este gen es variable, manifes-
forilación mitocondrial en las células lipidicas tándose la totalidad del cuadro clínico sólo en
de los núcleos grises. Se inhibe así la respi- homocigotos, o sea, con características
ración celular dando como resultado un autosómicas recesivas.
fenómeno conocido como "kernicterus", el Otra variedad de trastorno de la excreción
cual es fatal. Los niños afectados mueren es el síndrome de Rotor, en el cual también
durante su primer año de vida. Su herencia es está aumentada la coproporfirina I urinaria.
del tipo autosómico recesivo. La excreción de BSP es anormal, la hiper-
Una forma atenuada del mismo es el Arias bilirrubinemia es de tipo directo, pero no hay
tipo II, en el cual el defecto de conjugación es pigmentación hepática. Su pronóstico es
incompleto, con bilirrubinas más bajas, 4 a 22 bueno y parece heredarse también en forma
mg%, fluctuantes, con bilis pigmentada, in- autosómica recesiva.
dicando algún grado de transporte de bili- La enfermedad de Byler o colestasis in-
rrubina. A diferencia del Arias I, en éste se trahepática fatal progresiva lleva a la muerte
observa respuesta a la inducción enzimática. en la primera década de vida, a causa de la
Se hereda en forma autosómica dominante. mala absorción y el retardo en el desarrollo,
acompañado de ictericia obstructiva inter-
ICTERICIA DE TIPO DIRECTO mitente y un prurito progresivo ocasionado
A) Con colestasis verdadera. La principal por alteración de la proporción de sales bi-
es el síndrome de Dubin-Johnson, caracte- liares en la bilis. No hay alteración mecánica y
rizado por ictericia de tipo colestático, inter- dentro de su mal comprendida físiopatología,
mitente, benigna, con aumento de la bili- debido a los escasos informes, todos con un
rrubina directa, con trastornos de la excreción mismo ancestro, se deduce una herencia
de ésta, al igual que de los medios de contras- autosómica recesiva, con detección de he-
te y de los colorantes como la bromosulf- terocigotos mediante la prueba de bromosulf-
taleína (BSP). Es característica la elevación taleína.
tardía de la BSP (a las 2 horas), por reingreso
del producto no excretado. No hay prurito y B) Sin colestasis verdadera. La ictericia
los niveles de fosfatasa alcalina y de ácidos colestática intrahepática recurrente del em-
biliares son normales. La biopsia hepática barazo es una entidad benigna que aparece en
demuestra un hígado negro por depósito de el tercer trimestre del embarazo, caracteri-
un pigmento diferente al hierro y a la bilis. Al zada por hiperbilirrubinemia directa, prurito,
microscopio electrónico se aprecia la concen- coluria y acolia. Se eleva la fosfatasa alcalina.
tración del pigmento en cuerpos densos re- No hay hepato ni esplenomegalia y desa-
lacionados con los lisosomas. Es caracterís- parece espontáneamente en la segunda se-
tico un defecto genético en el metabolismo de mana del puerperio. El cambio histológico,
las porfirinas, a partir de una deficiencia de la detectable por microscopía electrónica,
uroporfirinógeno III cosintetasa, disminu- sugiere un defecto del transporte canalicular,
yendo la cantidad del isómero II y aumen- al observarse dilatación y edema de las mi-
tando la del isómero I (Figura 1). crovellosidades. Seguramente es una respues-
El uroporfirinógeno III es el precursor del ta anormal, de origen genético, frente a un
heme (ferroprotoporfirina IX) y su producto producto normal, como serían los esteroides
catabólico de excreción es la coproporfirina del embarazo. El mismo fenómeno aparece en
III. La desviación de este proceso produciría estas pacientes cuando consumen anticoncep-
una reducción del heme hepático y un exceso tivos orales. Este sería el ejemplo de un gen
de isómero I el cual se excreta directamente. cuya expresión está limitada por un factor
De esta manera encontramos en los pacientes fisiológico como el embarazo o uno artificial
con el síndrome de Dubin-Johnson una dis- como la droga. Por definición, es un gen
minución de la coproforfirina III urinaria y ligado al sexo y posiblemente de característica
un aumento de la coproporfirina I al 80%, dominante. Otro grupo familiar descrito por
como hallazgo patognomónico. Este trazador Summerskill y Walshe es el de la colestasis
estaría presente en los heterocigotos siendo benigna recurrente, con hallazgos similares a
del tipo autosómico dominante. Sin embargo, la del embarazo, de curso benigno y ataques
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autolimitados. Su herencia aparentemente es 4.— NETTER F H. Colección Ciba de Ilustraciones Médicas. Sistema
Digestivo: Hígado, vías biliares y páncreas. Barcelona: Salvat
autosómica recesiva, no ligada al sexo. Editores; 1981:47, (Tomo III).
Las demás formas de ictericia correspon- 5.— SHERLOCK S. Diseases of the liver and biliary system, 4ta ed. Ox-
den a alteraciones anatómicas por defor- ford and Edinburgh: Blackwell Scientific Publications; 1971.
6.— SCHIFF L. Diseases of the liver, 4th. ed. Philadelphia: J. B. Lippin-
maciones congénitas del hígado y de las vías cott Co.; 1975.
biliares y a las enfermedades adquiridas, 7.— SCHMID R. Bilirrubin metabolism: state of the art. Gastroen-
terol 1978; 74:1307.
motivo de otra presentación. 8.— WOLKOFF AW et al. Inheritance of the Dubin-Johnson syn-
drome. N Engl J Med 1973; 288: 11.3.
BIBLIOGRAFIA
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Self Assesment Program V. Syllabus, 1980; part 3: 285.
2.— BERK PD et al. Constitutional hepatic dysfunction (Gilbert's syn-
drome). Am J Med 1970; 49: 296. Dr. Paulo Emilio Archila Falla: Jefe, Servicio de Gastroenterología,
3.— BRUNT P W. Genetics of liver disease. Clinics in gastroenterology Hospital Universitario Santa Clara; Instructor de Medicina Interna, Es-
1973 ; 2: 626. cuela Colombiana de Medicina. Bogota. D. E.

EVALUACION PARA CLINICA DEL PACIENTE ICTERICO

R. C. BOTERO
Es bien sabido en la actualidad que el como métodos diagnósticos, el médico debe
diagnóstico diferencial del paciente ictérico tener una visión clara y ser capaz de utilizar
representa uno de los problemas clínicos más solamente un pequeño grupo de pruebas no
difíciles con que el médico pueda encontrarse invasivas e invasivas que lo lleven a un diag-
en su práctica diaria. Afortunadamente los nóstico correcto en poco tiempo con poca
nuevos métodos exploratorios que buscan morbilidad y a un precio razonable. El
visualizar el árbol biliar han facilitado tre- problema más importante en el enfoque de
mendamente dicho estudio, hasta hacer po- estos pacientes radica en poder establecer la
sible el diagnóstico en prácticamente todos los permeabilidad de las vías biliares.
pacientes sin tener que recurrir a la laparo- Una vez establecido este hecho, los esfuer-
tomía exploradora para lograrlo. Podemos zos diagnósticos se encaminarán hacia las
decir que la distinción no operatoria de las ic- causas de colestasis intrahepática de tan di-
tericias médicas o quirúrgicas es una realidad versa etiología. Discutiremos a continuación
en nuestros días. A pesar de la aparición de un enfoque práctico y actualizado haciendo
estas nuevas técnicas, no podemos olvidar el énfasis en los métodos disponibles en nuestro
gran valor de la historia clínica, el examen medio.
físico y el perfil hepático. Aunque este último Cuando se inicia el estudio clínico de estos
ha sido considerado muy importante en la pacientes debe tenerse un patrón mental de las
evaluación del paciente ictérico, podemos causas de colestasis extrahepática e intra-
decir que no es de gran utilidad en el diagnós- hepática más comunes e importantes. De las
tico diferencial de la colestasis intra o ex- causas enumeradas vale la pena discutir al-
trahepática, siendo sí muy valioso en el diag- gunos aspectos prácticos de utilidad diagnós-
nóstico de los problemas hepatocelulares, tica.
aunque son bien conocidos los casos de Los cálculos en el colédoco son un pro-
cálculos en el colédoco con aminotransferasas blema diagnóstico frecuente, ya que no es
por encima de mil y la fosfatasa alcalina el raro ver pacientes con coledocolitiasis asin-
doble de lo normal. tomáticos, en quienes la única anomalía es
Como disponemos de un número exa- una fosfatasa alcalina elevada.
gerado de técnicas innovadoras, muchas de Las estrecheces del colédoco son frecuen-
las cuales no han confirmado su importancia tes en nuestro medio; es bueno aclarar que,
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aún después de 5 o 10 años de una colecistec- tán infectados y padecen de la llamada he-
tomía, cualquier paciente con cuadro suges- patopatía falciforme.
tivo de ictericia obstructiva y dicho antece- La ictericia postoperatoria también es
dente, se merece un estudio agresivo y multifactorial ya que se observa en pacientes
exhaustivo ya que su problema puede ser en malas condiciones que reciben anestésicos,
curable. drogas y múltiples transfusiones, más la
El colangiocarcinoma de la bifurcación, manipulación operatoria sobre el sistema
llamado también tumor de Klatskin, es un hepatobiliar.
problema serio ya que si el cirujano no conoce
la anatomía del árbol biliar previamente a la PRUEBAS NO INVASIVAS
cirugía, es muy posible que en ella no sólo no Ultrasonido. Una vez que el clínico con-
encuentre el tumor debido a que éste se en- cluye por sus estudios diagnósticos que es ne-
cuentra muy alto en el árbol biliar, sino que cesario visualizar el árbol biliar el primer
encuentre la vesícula y el colédoco muy pe- examen indicado es la ultrasonografía. Esta
queños quedándole la impresión falsa de es una técnica segura, barata y confiable
"normalidad". cuando es hecha por personas de experiencia.
De las causas intrahepáticas es bueno Además de evaluar la contextura hepática, el
resaltar que aproximadamente 10% de las páncreas y la presencia de ascitis, el punto
hepatitis virales toman un curso colestásico fundamental en la evaluación sonográfica del
con gran elevación de la bilirrubina, la fos- paciente ictérico es el establecimiento de si
fatasa alcalina y la aparición de prurito siendo existe o no dilatación de las vías biliares y a
necesario algunas veces la utilización de qué nivel. El colédoco normal tiene un
pruebas invasivas que establezcan la per- diámetro menor de 6 mm y las vías biliares in-
meabilidad del árbol biliar. trahepáticas uno menor de 4 mm. Cuando el
La hepatitis alcohólica es causa frecuente ultrasonido ha sido bien realizado, su exac-
de confusión ya que no raramente el paciente titud para detectar dilatación del árbol biliar
se presenta con fiebre, leucocitosis, dolor en se encuentra por encima del 85%. Aunque
el cuadrante superior derecho, bilirrubinas generalmente no es posible encontrar la causa
por arriba de 10 mg% y fosfatasas alcalinas precisa de la obstrucción con este método, los
muy elevadas sin que exista ningún tipo de aparatos dinámicos o de tiempo real recien-
problema mecánico asociado. Afortuna- temente desarrollados son capaces de demos-
damente, la biopsia hepática y el patrón de las trar cálculos en el colédoco y en las vías in-
transaminasas en este caso generalmente es- trahepáticas. Es de utilidad clínica el hecho de
tablecen el diagnóstico. que, cuando las vías biliares intra y extra-
En la enfermedad de Hodgkin existen dos hepáticas se encuentran dilatadas, lo más
mecanismos por medio de los cuales se probable es que se trate de un problema
produce la ictericia; el primero es un factor mecánico a nivel del colédoco ya sea benigno,
desconocido que interfiere con el flujo biliar y maligno u originado en el páncreas. Si son
el segundo es la invasión hepática por el solamente las vías biliares intrahepáticas las
tumor tanto a nivel del hilio como de los que se encuentran dilatadas, debe descartarse
lóbulos hepáticos. un colangiocarcinoma de la bifurcación, un
Los pacientes con sepsis por gérmenes carcinoma de la vesícula que invada el co-
gramnegativos pueden presentarse con un lédoco o la etapa temprana de obstrucción a
perfil hepático idéntico al de un cuadro obs- nivel del colédoco. Debe tenerse en cuenta
tructivo sin que exista un problema mecánico. que cerca de un 10 a 20% de los casos de ic-
La causa es la endotoxina que interfiere con el tericia obstructiva no muestran dilatación de
flujo biliar a nivel canicular sin que exista in- las vías biliares en el ultrasonido, de modo
fección hepática. que si el análisis clínico no fue lo suficien-
Merece resaltarse que las bilirrubinas más temente profundo como para proceder con
altas informadas en la literatura, del orden de métodos invasivos que visualicen el árbol
200 mg o más, fueron descritas en pacientes Diliar, pasará desapercibido el diagnóstico y en
con anemia de células falciformes debido a forma equivocada se concluirá que no se trata
que tienen hemolisis, son transfundidos, es- de un problema mecánico. Las causas más
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comunes de obstrucción de las vías biliares sin tado preferencialmente por leucocitos y
dilatación en el ultrasonido son los cálculos macrófagos y concentrado en los tejidos. Los
en el colédoco, la obstrucción biliar temprana hepatocarcinomas tienen gran afinidad por
y la colangitis esclerosante. este isótopo y pueden detectarse en más del
90% de los pacientes. Aunque se pensó que
Tomografía computadorizada. La to- este examen era muy específico, sabemos en
mografía computadorizada es una técnica la actualidad que puede ser positivo también
muy útil en la evaluación del paciente ictérico en casos de linfomas, melanomas malignos y
aunque en realidad no ofrece ninguna ventaja metástasis hepáticas de carcinomas pul-
sobre el ultrasonido como prueba de tipo monares. Se han utilizado también los leu-
"screening". Su habilidad para mostrar cocitos marcados con indio radioactivo con el
dilatación de las vías biliares se encuentra en fin de localizar abscesos abdominales; las
el orden del 85 al 90% siendo mucho mejor publicaciones hasta el momento son muy
que el ultrasonido en la evaluación de las alentadoras.
lesiones pancreáticas y retroperitoneales. Es Recientemente se ha introducido la colecis-
la prueba más efectiva en el diagnóstico de las tocolangiografía nuclear empleando varios
lesiones focales hepáticas pudiéndose demos- fármacos que son excretados por la bilis y que
trar el grado de vascularidad con el uso de son marcados con el tecnecio 99. Los más
material de contraste intravenoso o con bario conocidos son el Hida y el Pipida. En la ac-
oral para delimitar la lesión. Este examen es tualidad su indicación más precisa es para el
de muy poca utilidad para evaluar lesiones diagnóstico de la colecistitis aguda ya que
hepatocelulares. Es de mucha utilidad en las tienen una exactitud diagnóstica mayor del
lesiones difusas, tales como la metamorfosis 95 %. Su papel en la evaluación del paciente ic-
grasa y la hemocromatosis, ya que la den- térico no se ha analizado lo suficiente en forma
sidad radiológica diferente es diagnóstica en controlada y su uso no es de rutina en estos
estas entidades. La tomografía computa- casos. Una de sus grandes ventajas es que
dorizada también puede utilizarse para hacer puede visualizarse el árbol biliar aún con
biopsias dirigidas de lesiones hepáticas fo- valores de bilirrubina por encima de 5 mg. Su
cales. Desafortunadamente, debido a sus principal desventaja es la pobre definición
pocas ventajas sobre el ultrasonido, su alto anatómica y su alteración en los problemas
costo y la utilización de radiación, esta téc- hepatocelulares.
nica se encuentra en la actualidad en un se- Podemos concluir entonces que el papel
gundo plano en la evaluación del paciente ic- de la gammagrafía hepática en la evaluación
térico. Sus únicas ventajas sobre el ultra- del paciente ictérico se basa en el diagnóstico
sonido son su mayor valor diagnóstico en de las lesiones focales o hepatocelulares sin
pacientes obesos o con mucho gas y en los que este método se haya convertido en prueba
casos en que el ultrasonido no ha sido de de rutina en la evaluación del árbol biliar.
utilidad diagnóstica.
METODOS INVASIVOS
Escanografía hepática. La escanografía Una vez que se ha determinado necesario
hepática es una prueba de mucha utilidad visualizar las vías biliares por métodos direc-
cuando se sospechan lesiones hepatocelulares tos debe recurrirse a métodos invasivos ra-
o focales y usualmente se utiliza después de diológicos. Tradicionalmente se utilizaba la
que el ultrasonido ha mostrado falta de di- colangiografía intravenosa como método es-
latación de las vías biliares. Es posible demos- tándar, pero las nuevas técnicas colangio-
trar por este método lesiones focales de más gráficas directas han reemplazado a esta úl-
de 2 cm de diámetro. En los problemas he- tima debido a la alta frecuencia de efectos
patocelulares la escanografía muestra dis- colaterales, interpretaciones erróneas aún del
minución de la captación hepática y aumento 40% en casos considerados técnicamente
de la captación por el bazo y la médula ósea. adecuados, y a la falta de visualización del ár-
La gammagrafía con galio radiactivo es de bol biliar con valores de bilirrubina de más de
utilidad en el diagnóstico de los hepatomas y 3 mg%. Esta técnica no se recomienda en la
los abscesos ya que este radiofármaco es cap- actualidad ya que si es necesario visualizar el
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218 ICTERICIA
árbol biliar debe recurrirse entonces a la En nuestro medio esta técnica se encuentra en
colangiografía transparietohepática con desarrollo y puede decirse que en la actua-
aguja de Chiba o a la colangiografía endos- lidad es difícil encontrar un endoscopista ex-
cópica retrógrada por las razones que ve- perimentado en dicha técnica. Las compli-
remos a continuación. caciones del procedimiento son muy similares
a las de la colangiografía transparietohepática
Colangiografía transparietohepática vs. presentándose sepsis en el 1 % de los pacien-
colangiografía retrógrada. Aunque las ra- tes, pancreatitis en el 10% y la muerte en el
zones para escoger uno u otro método son 0,2% de ellos.
múltiples, una de las más claras en la lite- Como puede verse, en promedio la colan-
ratura es la presencia o no de dilatación de las giografía transparietohepática tiene un 5 a
vías biliares. Si hay dilatación, debe escogerse 10% de complicaciones y la colangiografía
la transparietohepática ya que bien practicada retrógrada un 9,3%, sobretodo por la alta in-
permite visualizar el árbol biliar en el 90% o cidencia de pancreatitis. Es fácil concluir que
más de los pacientes; si no están dilatadas, es- en nuestro medio la prueba más apropiada
ta cifra se reducirá a un 60%, lo que nos daría para visualizar en forma directa el árbol bi-
entonces un promedio más o menos de un liar es la colangiografía transparietohepática
80%. Con este método puede establecerse si con aguja de Chiba.
existe o no obstrucción, su nivel y, muy
frecuentemente, también su causa ya que
existen patrones radiológicos típicos de cada Laparoscopia y biopsia hepática. Si des-
una de las entidades. En nuestro medio esta pués de haber efectuado en forma organizada
técnica es altamente recomendable ya que su los procedimientos diagnósticos ya men-
costo es bajo, su técnica muy fácil de apren- cionados, el médico concluye que se trata de
der y sus complicaciones más frecuentes muy un problema no obstructivo, ya sea focal o
bajas, siendo las más comunes la sepsis que difuso, el siguiente paso a realizar es efectuar
ocurre en un 3% de los pacientes y la he- una biopsia hepática que nos oriente hacia la
morragia y la peritonitis biliar que se obser- patología primaria. Tradicionalmente la
van muy raramente cuando es realizada por biopsia hepática ciega con la aguja de Men-
una persona con experiencia. La mortalidad ghini o Vim Silverman ha sido el procedi-
debido a esta técnica es del 0,2%. Para evitar miento de elección en estos casos, siendo un
complicaciones es recomendable cubrir al procedimiento que en manos experimentadas
paciente con antibióticos previamente al conlleva una mortalidad inferior al 0,1% y
procedimiento, evitar el procedimiento en una incidencia de sangrado de cerca del 0,2%.
pacientes con coagulopatías, no hacer más de Cuando se trata de un proceso difuso o infil-
14 pases en cada intento y siempre descom- trativo, como sería el caso de una hepatitis o
primir el árbol biliar después del procedi- de una infiltración grasa, la biopsia hepática
miento para evitar la peritonitis biliar. es usualmente excelente y permite establecer
La colangiopancreatografía endoscópica el diagnóstico correcto en la mayoría de los
retrógrada debe usarse cuando el ultrasonido pacientes. En el paciente con cirrosis ma-
no muestra dilatación de las vías biliares, cronodular no es raro ver que la biopsia ciega
sea informada como normal; esto es debido a
cuando se sospecha patología pancreática que se obtiene un fragmento de un nódulo
como causa de la ictericia, en los pacientes en regenerativo donde no se evidencian signos de
quienes la anatomía biliar ha sido alterada fibrosis. Cuando se trata de lesiones focales o
por cirugía, y en pacientes en malas condi- en el lóbulo izquierdo, la biopsia hepática no
ciones o con coagulopatía. Desafortuna- debe hacerse a ciegas sino bajo visión la-
damente es una técnica muy costosa y difícil, paroscópica; la biopsia ciega establece el
donde el entrenamiento del endoscopista diagnóstico solamente en un 39% de los
decide el éxito o el fracaso del procedimiento. pacientes con lesiones focales, mientras que la
El endoscopista "aprendiz" canulará menos biopsia dirigida lo hace en más de un 69% de
del 40% de los casos, y el "experimentado" los casos. Las grandes ventajas de la laparos-
que haya realizado más de 200 endoscopias copia moderna son su seguridad, con una
tendrá éxito en un 70 a 85% de los pacientes. mortalidad por debajo del 0,1% y compii-
ICTERICIA 219

caciones menores en cerca del 2%. Esta téc- esfínter de Oddi y la colangioscopia utilizan-
nica permite visualizar 80% de la superficie do el "Baby-Scope" que se introduce a través
hepática, apreciar el aspecto de la vesícula de un endoscopio retrógrado. Todas ellas son
biliar, peritoneo y otros órganos abdominales de muy reciente introducción y todavía ca-
con grandes posibilidades de establecer diag- recemos de estudios controlados que nos per-
nósticos que de otra manera requerirían mitan evaluarlas.
cirugía. La laparoscopia puede realizarse con Es bueno agregar que la laparotomía ex-
anestesia local requiriendo solamente un día ploradora o "minilaparatomía" debe uti-
de hospitalización en los pacientes en quienes lizarse poco en nuestros días como medio
se hace biopsia de tejido. Otra gran ventaja es diagnóstico en el paciente ictérico a no ser que
que permite diagnosticar y controlar el san- todos los estudios previos no hayan llegado a
grado debido a la biopsia hepática, cosa que ningún diagnóstico, el cual sería esencial si se
es imposible con la biopsia hepática ciega. estuviese considerando un tratamiento es-
Actualmente, en los centros donde se dispone pecífico. No debe demorarse de otra manera,
de un laparoscopista experimentado, la biop- la laparatomía exploradora en el paciente
sia dirigida está reemplazando gradualmente séptico, sangrante o con una viscera perfo-
a la biopsia ciega con aguja por razones ob- rada, y sería redundante utilizar ciertos
vias. medios diagnósticos en dichos pacientes.
Si no se dispone de laparoscopia el por-
centaje de positividad de la biopsia en lesiones CONCLUSION
focales puede aumentarse al realizarla di- Para concluir podemos decir que la
rigida por ultrasonido o tomografía com- evaluación diagnóstica del paciente ictérico en
putadorizada. nuestros días ha sido grandemente facilitada
Otro procedimiento recientemente des- por la tecnología, siendo posible en la ac-
crito que nos permite establecer el diagnóstico tualidad el diagnóstico en forma rápida y con
histológico de las lesiones tumorales en más una cantidad mínima de exámenes. El fin de
del 90% de los pacientes, es la biopsia per- este enfoque es establecer la presencia o no de
cutánea con aguja de Chiba. Esto es impor- obstrucción, su nivel y, por último, su causa.
tante porque tradicionalmente era necesario Esto del modo más seguro y eficaz disponible
explorar los pacientes que tenían obstruc- en el medio o alternativamente si se ha des-
ciones biliares malignas con el fin de hacer el cartado la presencia de obstrucción biliar, es-
diagnóstico histológico a pesar de que en la tudiando la morfología hepática macro y
mayoría de ellos el problema era inoperable. microscópica por medio de la biopsia dirigida
Hoy en día con este método podemos esta- por laparoscopia, ultrasonido o fluoroscopia.
blecer la causa sin necesidad de laparatomía
lo cual disminuye en forma muy importante la
morbimortalidad y el costo. Las complica- BIBLIOGRAFIA
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técnica es muy sencilla y se basa en la utili- creatography in the diagnosis of pancreatic tumors. En: MOOSSA
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507-511. Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia, Medellín.

COMENTARIOS

A. VILLAMIL

Considerando los criterios expuestos por El doctor Botero hizo énfasis especial en
los doctores Archila y Botero sugiero seguir las causas médicas de la ictericia colestática;
una secuencia en el empleo de los métodos de me parece útil poner de relieve a los internis-
diagnóstico. Cuando no se ha llegado a un tas, aquellas causas con las que está más
diagnóstico con la historia clínica y las familiarizado el cirujano y que son las que
pruebas de laboratorio iniciales, es conve- ocasionan colestasis extrahepática. En la
niente, en primera instancia, practicar una Tabla 1 hallarán dichas causas en orden de
radiografía simple del abdomen con el objeto frecuencia y según una revisión hecha por los
de valorar el patrón gaseoso pues si se detecta doctores Sleisenger y Cello de la Universidad
gas en la vesícula biliar o en las vías biliares o de San Francisco sobre un número total de
en el espacio subdiafragmático, debemos 398 casos. Esta estadística elaborada fuera de
llamar inmediatamente al cirujano pues la Colombia parece ser comparable a la de la
conducta es quirúrgica. Si el patrón gaseoso patología que vemos en nuestro medio.
es normal, es mandatario entonces averiguar En cuanto al uso del estudio radiológico
si las vías biliares están dilatadas o no, o si de las vías digestivas en pacientes con icte-
existen cálculos allí, para lo cual el primer paso
a seguir es practicar la ultrasonografía en
primera instancia, o la tomografía compu-
tadorizada, según las necesidades y las dis-
ponibilidades.
Si con estos procedimientos no se ha
llegado a un diagnóstico o a una conducta
definida, dispone entonces el equipo médico-
quirúrgico de una serie de procedimientos que
se utilizarán según su criterio y según las
facilidades de que se disponga en ese momen-
to y lugar (colecintigrama, gamagrafía he-
pática, biopsia hepática, laparoscopia, colan-
giografía transparietohepática, colangio-
grafía retrógrada endoscópica, arteriografía
selectiva, laparotomía, etc.).
ICTERICIA 221
ricia, es conveniente recordar que la presencia de diagnóstico, lo cual se debe a la poca
de bario en el tubo digestivo dificulta o im- utilidad que nos brindan cuando las cifras de
posibilita el empleo de otros métodos diag- bilirrubina sérica están por encima de 3
nósticos y, por lo tanto, cuando se considere mg/dl.
indispensable practicar un estudio de esta ín-
dole, es recomendable dejarlo para después
de practicados otros métodos de diagnóstico.
No se ha mencionado en esta revisión la Dr. Alfonso Villamil: Profesor Titular, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia; Jefe, Sección de Nutrición, Hospital
colecistografía y la biligrafía como métodos San Juan de Dios. Bogotá, D. E.

Acta Med. Col. Vol. 7 N° 5, 1982

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