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UNIVERSIDAD RICARDO PALMA

Maestría en Psicología Clínica y de la Salud

“SÍNDROME DE EXCITACIÓN SEXUAL PERSISTENTE”

Autor: Cuadros Olave Fernando.

Docente:

Lima, Noviembre
2018

1
Dedicatoria:

El presente trabajo está


dedicado a mi familia,
compañeros y docentes que
son las personas que me
motivan a seguir creciendo
profesionalmente.

2
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 4
CAPITULO I ....................................................................................................................... 7
SINDROME DE EXCITACIÓN SEXUAL PERSISTENTE................................................... 7
1.1. DEFINICIÓN ........................................................................................................... 7
1.2. CAUSAS ................................................................................................................. 8
1.3. DESCUBRIMIENTO ................................................................................................ 9
1.4. CARACTERISITICAS DEL SINDROME DE EXCITACIÓN SEXUAL PERSISTENTE
....................................................................................................................................... 9
1.5. CUADRO CLÍNICO ............................................................................................... 10
1.6. SINTOMAS ........................................................................................................... 11
1.7. CONSECUENCIAS ............................................................................................... 11
CAPITULO II: ................................................................................................................... 12
CASOS E INVESTIGACIONES ....................................................................................... 12
2.1. ANÁLISIS DE UN CASO .................................................................................. 12
2.1.1. PRIMER CASO .......................................................................................... 12
2.1.2. VALORACION ............................................................................................ 12
2.1.3. ACUDIENDO A VALORACION SEXOLOGICA .......................................... 13
2.2. SEGUNDO CASO: ............................................................................................ 13
2.3. INVESTIGACIONES .......................................................................................... 15
CAPITULO III ................................................................................................................... 17
ENFERMEDAD, DIAGNOSTICO, TRATAMIENTO MEDICO Y PSICOLOGICO ............. 17
3.1. ENFERMEDAD ..................................................................................................... 17
3.1.1. INCIDENCIAS NEGATIVAS EN LA SALUD .................................................... 17
3.1.2. A CONSIDERAR EN EL DIAGNÓSTICO ........................................................ 18
3.2. TRATAMIENTO MEDICO...................................................................................... 18
3.2.1. OPCIONES TERAPÉUTICAS ACTUALES ..................................................... 18
3.2.2. NO ES SUFICIENTE CON EL TRATAMIENTO MEDICO ............................... 19
3.3. TERAPIA PSICOLÓGICA .................................................................................. 20
3.3.1. EVALUACIÓN ............................................................................................ 20
3.3.2. INTERVENCIÓN CLÍNICA.......................................................................... 21
3.3.3. TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL (TCC) ........................................... 21

3
3.3.4. LA TERAPIA COGNITIVA BASADA EN LA ATENCIÓN PLENA (TCAP) ... 22
3.3.5. MINDFULNESS .......................................................................................... 22
3.4. ACTUALIDAD .................................................................................................... 22
CAPITULO IV .................................................................................................................. 23
CONCLUSIONES ............................................................................................................ 23
CAPITULO V ................................................................................................................... 24
RECOMENDACIONES .................................................................................................... 24
REFERENCIAS ............................................................................................................... 25
ANEXO 1 ......................................................................................................................... 26

INTRODUCCIÓN

4
Existe un grupo reducido de personas en el mundo que viven una excitabilidad
sexual diferente; experimentan sensaciones como calor, ardor, comezón, dolor en
sus genitales, acompañadas o no de orgasmos repetitivos, sin que obtengan placer
sexual con ellos; padecen lo que se ha denominado Trastorno o Síndrome de
Excitación Sexual Persistente.

De esta forma, el Síndrome de Excitación Sexual Persistente o también llamado el


Trastorno de la Excitación Genital Persistente (TEGP), es el menos frecuente de los
trastornos de la excitación sexual de la mujer a la vez muy raro que ocurra en el
varón.

Es importante destacar que se trata de un problema sexual femenino de carácter


bastante peculiar y misterioso, descrito por primera vez en 2001 y considerado
oficialmente una disfunción sexual desde 2003. El Síndrome de Excitación Sexual
Persistente (PGAD, por sus siglas en inglés), no es sino un trastorno caracterizado
por la presencia de tensión en los genitales acompañada de excitación continua, sin
que exista previamente deseo sexual.

En este sentido, este problema comenzó a documentarse a partir de la experiencia


de Michelle Thompson, una mujer estadounidense que documentó ser capaz de
tener hasta 300 orgasmos al día, situación que le causó problemas laborales,
sociales y con sus parejas. De esta manera, la excitación puede durar horas, días
o meses, y los orgasmos se producen uno tras otro, pero sólo calman los síntomas
por un momento, para regresar más tarde, por lo que tener una vida normal resulta
sumamente problemático.

Aunque muchos hombres y mujeres buscan el placer del orgasmo en su vida íntima,
quienes padecen el síndrome de excitación sexual persistente (SESP) no se sienten
gratificados o aliviados con los orgasmos que experimentan de manera totalmente
involuntaria. La aparición de este trastorno es repentina y muchas veces sin una

5
causa aparente, aunque se asocia a la compresión del nervio pudendo después de
una caída, una cirugía, parto, traumatismo físico por un choque automovilístico, o
por la práctica de deportes como el ciclismo. El trastorno de excitación sexual
persistente consiste en la intrusiva, espontánea y no buscada excitación genital en
ausencia de interés sexual y deseo. Esta excitación no se alivia con la consecución
de orgasmos y las sensaciones persisten por horas o días

La clave del TEGP es que las mujeres que lo sufren se encuentran en un constante
estado preorgásmico y en ningún caso, se relaciona con la presencia de deseo
sexual. Lejos de resultar grata, la sensación es desagradable y molesta.

Para ir concluyendo, no contamos con cifras de la prevalencia del mismo en nuestro


medio. La complejidad diagnostica, las pocas estrategias terapéuticas y la gran
afectación en la calidad de vida que produce en la mujer que lo padecen, lo
convierten en un gran desafío clínico. Es un estado que merece mucho más
atención por la comunidad científica y de sumo interés para la investigación y
estudio.

6
CAPITULO I

SINDROME DE EXCITACIÓN SEXUAL PERSISTENTE

1.1. DEFINICIÓN

Existen serias dudas sobre la auténtica naturaleza de este trastorno y aun no se ha


considerado incorporarlo en los manuales diagnósticos del DSM- 5 y el CIE 10 pero
hay datos clínicos empíricos que parecen justificar la existencia de un trastorno
sexual peculiar que afecta particularmente a algunas mujeres.

En el 2001, fue tratado por las investigadoras Sandra Leiblum y Sharon Nathan
como "un estado de excitación genital continuado e incontrolado, con o sin
orgasmo, que puede durar horas, días incluso semanas o meses y que aparece de
forma misteriosa sin ser suscitado por un estímulo sexual concreto".

Esta enfermedad descrita inicialmente como síndrome de excitación sexual


persistente en el año 2001, una especie de “disestesia vulvar” que no correspondía
a otras patologías ya conocidas como: ninfomanía, satiriasis, vaginismo o
dispareunia, que causaba sufrimiento a cada vez más mujeres y las llevaba a crisis
de angustia y depresión. Es definido como una excitación sexual persistente en
ausencia de sentimientos conscientes de deseo sexual.

En 2003 se redefinió como "excitación genital espontánea intrusiva y no deseada


en ausencia de interés sexual y deseo" y fue catalogado como disfunción sexual en
la II Consulta Internacional sobre Medicina Sexual, en París.

Cabe decir que dos años después fue incluido como una nueva patología con el
nombre provisional de síndrome de excitación genital persistente (SEGP) por los
expertos dentro de los disturbios de la sexualidad femenina y redefinido de la
siguiente manera: es la excitación genital espontánea, intrusiva y no deseada (por
ejemplo, hormigueo, sensación pulsátil y palpitante), que se produce en ausencia
de interés sexual y deseo. Se destaca una anormalidad sensorial genital en lugar
7
de un deseo sexual. Esta nomenclatura sigue siendo ampliamente utilizada entre
los ginecólogos.

Para el año 2009, a esta entidad conocida como SEGP se le asocia hasta en 67%
de los casos otra patología conocida como síndrome de piernas inquietas (SPI)
cuando en la población general dicha incidencia apenas llega a 3%. Es aquí cuando
se le da el nombre definitivo como síndrome de agitación genital (Restless Genital
Syndrome de los anglosajones). En todas las condiciones antes mencionadas, los
pacientes informan de sus síntomas como congestión, hormigueo, la humedad, y
pulsátil, aunque por lo general se indica que la sensación desagradable en sus
genitales y la pelvis es muy difícil de describir. Además, las contracciones genitales
y dolor son comúnmente encontradas.

1.2. CAUSAS

Sobre este tema todavía se conoce muy poco, por lo que no se sabe a profundidad
sus causas.

De acuerdo con Irwin Goldstein, especialista de The Institute for Sexual Medicine y
editor en jefe de la revista Journal of Sexual Medicine, entre las causas que detonan
esta disfunción sexual se encuentran:

 Uso de ciertos antidepresivos, como trazodona, o secundaria a la retirada


repentina de selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), como ocurre en
el síndrome de discontinuación repentina SSRI.

 Crecimiento de diminutos llamados quistes de Tarlov, a lo largo de sus


espinas inferiores, los cuales además detonan la sensación de dolor, de
acuerdo con un estudio de la Universidad de Rutgers.

 Su aparición también se ha relacionado con la presencia de malformaciones


o tumores en la zona genital.
 Otra de las causas de esta disfunción puede ser un cambio vascular
considerable, así como las fluctuaciones de peso, apunta Javier Haya, del

8
Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Santa Cristina
de Madrid.

 Para algunas mujeres, la condición es provocada por el estrés y algunos


trastornos psicológicos, según la International Society for Sexual Medicine.

 Diversos estudios publicados en la revista Journal of Sexual Medicine


relacionan este síndrome con ciertas condiciones neurológicas y del sistema
nervioso, tales como la epilepsia, o bien el fenómeno del nervio pudendo (la
neurona sensorial que provoca la excitación).

 Por otra parte, algunos especialistas han determinado que, en ciertos casos,
este síndrome se detona por causas desconocidas.

La manifestación principal del PGAD es que las mujeres que lo sufren, se


encuentran en un constante estado preorgásmico que, en ningún caso, se relaciona
con la presencia de deseo sexual. Lejos de resultar grata, la sensación es
desagradable y molesta.

1.3. DESCUBRIMIENTO

La doctora Sandra Leiblum fue la primera en plantear la enfermedad en el año 2001,


y solo recientemente se le da el carácter de síndrome en la literatura médica. No
está relacionada en ninguno de sus puntos con la hipersexualidad, conocida como
ninfomanía o satiriasis.

1.4. CARACTERISITICAS DEL SINDROME DE EXCITACIÓN SEXUAL


PERSISTENTE

Según Leiblum y Natham en el 2001:

 La aparición en la mujer de las respuestas fisiológicas características de


la excitación sexual perduran por horas o días y no desaparecen por
completo.

9
 Los signos de excitación fisiológica no desaparecen con la experiencia
orgásmica ordinaria y pueden requerirse múltiples orgasmos durante
horas o días para la remisión.

 Las sensaciones fisiológicas de excitación suelen ser experimentadas


como ajenas a cualquier sensación subjetiva de excitación sexual o
deseo.

 La excitación sexual persistente puede ser provocada no solo por la


actividad sexual, sino también por estímulos no sexuales (como viajar en
coche o en tren o las vibraciones de un teléfono móvil) o sin ningún
estímulo externo aparente.

 Las señales fisiológicas de excitación persistente se experimentan


como extrañas, intrusivas y no deseadas.

1.5. CUADRO CLÍNICO

 Más frecuente en mujeres heterosexuales (hay dos casos descritos en


hombres)

 Se describen tanto los antecedentes personales y las medicaciones


habituales que venían recibiendo o habían recibido en el pasado dichas
enfermas.

 La mujer experimenta una excitación física muy intensa que puede


permanecer durante extensos periodos de tiempo, algunas veces días o
incluso semanas. El orgasmo puede calmar temporalmente los síntomas,
pero estos retornan en cuestión de horas.

 Son personas que se excitan fácilmente y ante cualquier situación como


por ejemplo viajar en coche o en tren, las vibraciones de los teléfonos
móviles, a tal grado de que pueden agravar el síndrome de forma
insoportable.

 Hay debilitamiento, dificultad de concentración en las tareas cotidianas y


la terapia hormonal sustitutiva no ayuda para nada.

10
 Hallazgos al examen físico, que suele ser normal, salvo que haya
alteraciones en la musculatura del piso pélvico, por lo que se recomienda
hacer la prueba del “Q- Tip Test”.

1.6. SINTOMAS

El síntoma principal de la PGAD es una serie de sensaciones continuas e


incómodas en y alrededor de los tejidos genitales, que incluyen el clítoris, los labios
vaginales, la vagina, el perineo y el ano.

Las sensaciones experimentadas, que incluyen: humedad, comezón, presión


ardiente, golpeteo y hormigueo que hacen sentir como si estuvieran a punto de
experimentar un orgasmo.

Los signos de excitación sexual pueden hacer sentir a la persona la necesidad de


masturbarse o de mantener relaciones sexuales con una pareja para aliviar la
sensación de congestión vaginal pero el orgasmo así alcanzado solo parece aliviar
temporalmente el problema.

Mientras que la hipersexualidad se define como el deseo excesivo con o sin


excitación genital persistente, el denominado síndrome de excitación sexual
persistente alude a un estado de excitación sexual, fisiológica, en ausencia del
deseo consciente, que es lo que hace tan desconcertante.

1.7. CONSECUENCIAS

El PGAD puede ocasionar dolor físico continuo, estrés y dificultades psicológicas


debido a la imposibilidad de llevar a cabo las tareas cotidianas. La condición puede
afectar a mujeres de todas las edades. Una de las consecuencias es que la mujer
tiende a perder todo interés por tener relaciones sexuales.
Las consecuencias son las siguientes: ansiedad, ataque de pánico, depresión,
angustia, frustración, culpa, insomnio, etc.

11
CAPITULO II:

CASOS E INVESTIGACIONES

2.1. ANÁLISIS DE UN CASO

2.1.1. PRIMER CASO

Una paciente de 48 años de edad, de género femenino, con antecedentes de


hipertensión arterial, que presentó la menopausia a los 43 años, acude a consulta
por “sensación de roce y calor en la vulva” y “mucho deseo sexual”.
Dichas sensaciones aparecieron después de una histerectomía abdominal. Al día
siguiente del postoperatorio comenzó a sentir sensación de roce y calor en la vulva
y en el clítoris. El deseo sexual se incrementó de manera posterior a la cirugía y las
relaciones sexuales con el esposo aliviaban los síntomas, aunque no
completamente. Por tal motivo, aumentó la frecuencia de las relaciones sexuales y
se masturbaba a escondidas de su pareja, con lo cual tampoco lograba alivio. Sus
síntomas se agravaban al sentarse, y sólo obtenía algún grado de alivio al ponerse
a caminar.

2.1.2. VALORACION

El examen ginecológico fue normal y sus mamas y genitales correspondientes a


una edad cronológica de 40 años. En la discusión multidisciplinaria del caso se
plantea la hipótesis diagnóstica de una mono-neuropatía del nervio pudendo por
lesión iatrógena durante la histerectomía.

El dolor de carácter neuropático en la región del clítoris, la vulva, el perineo y el ano


es el síntoma fundamental que orienta a pensar en el síndrome de atrapamiento del
nervio pudendo que la paciente interpretaba como “un aumento del deseo sexual”.
La irritación neural le producía una excitación sexual persistente que buscaba ser
aliviada mediante el coito.

12
2.1.3. ACUDIENDO A VALORACION SEXOLOGICA

Hombres y mujeres por igual pueden llegar a presentar este trastorno, aunque se
conocen un mayor número de casos en mujeres por los procedimientos
ginecológicos asociados.

La ignorancia sobre el origen de este trastorno y la vergüenza asociada a atenderlo


lo encubren y dificultan la atención médica, psicológica y sexual.

La forma en que muchas mujeres enfrentan esta excitabilidad sexual persistente,


mediante el coito frecuente o la masturbación, hace que lleguen tardíamente a
consulta interdisciplinaria y vean con pesimismo la posibilidad de encontrar un alivio.

El primer paso será aceptar la necesidad de ser ayudado en un trastorno sexual


cuyo origen es oscuro y dejar a su ginecólogo, en el caso de la mujer, o a su urólogo,
en el caso del hombre, para que mediante la exploración física e interrogatorio
establezca un diagnóstico e implemente un tratamiento.

2.2. SEGUNDO CASO:

El Dr. Barry Komisaruk de la Universidad de California y Universidad de Rutgers,


que ha investigado el orgasmo femenino por más de 30 años, uno de los
investigadores más importantes del mundo en el tema del orgasmo. Nos cuenta
algunos de sus casos, por lo que nos parece interesante hacer referencia a uno de
ellos.

Este es su relato: “Ella estaba muy deprimida y desesperada porque en cualquier


situación podía sufrir las consecuencias del trastorno. Le podía ocurrir andando por
la calle, en el coche, haciendo las tareas domésticas, llevando a los niños al colegio.
Cualquier movimiento de la pelvis podía desencadenarle un orgasmo. Su excitación
descontrolada para nada se relaciona con la estimulación sexual y la percibe de
forma muy incómoda y desagradable. La cantidad de orgasmos la dejaban en muy
mal estado físico y psicológico. Produciéndole una sensación de incoherencia y falta

13
de control, al no estar relacionados los estímulos con la respuesta genital que le da
su cuerpo”.

Como se puede deducir, esta mujer lo está pasando muy mal. Hay que reconocer
que en su situación es difícil llevar una vida normal, ya que el orgasmo le puede
sobrevenir en los momentos más inoportunos, sin que pueda hacer nada por
evitarlo. Es como si el mecanismo de respuesta orgásmica se hubiera estropeado,
poniéndose en marcha una vez tras otra sin discriminar los estímulos. Para que nos
hagamos una idea, recuerda el mecanismo de la sucesión de estornudos generados
por las alergias. También muy desagradables e inoportunos, pero ciertamente más
llevaderos. En el caso del TEGP las consecuencias son nefastas. De hecho, esta
mujer ha perdido por completo el deseo y no quiere saber de relaciones sexuales.
Eso le hace sentirse muy mal, porque quiere a su pareja y siente mucho no poder
compartir sexo con él. Además, ante el temor de que el orgasmo la sorprenda en
cualquier situación social, se ha recluido y está sumida en estado depresivo.

No se sabe muy bien cuál es la causa de este grave problema. El profesor


Komisaruk ha publicado un reciente trabajo en el Journal of Sexual Medicine, en el
que lo relaciona con la presencia de quistes de Tarlov. La mujer del caso al que
hemos hecho referencia tenía este tipo de quistes y eso motivo la investigación en
ese sentido. Resultando que el 66 de las mujeres de su estudio presentaban esas
pequeñas protuberancias en la columna vertebral. Cifra muy alta si se compara con
que sólo el 9 por ciento de las personas en la población general tiene estos quistes.
Aunque esto no resuelve la incógnita, ya que hay otras mujeres que presentan el
trastorno de excitación genital persistente (TEGP) y no tienen esos quistes; y
personas que tienen esos quistes y no tienen el síndrome. Por eso algunos autores
apuntan también a algún tipo de lesión traumática que pase desapercibida y que
solamente afecte a la respuesta orgásmica genital.

Por otro lado, no se tiene referencia de que el trastorno lo sufran los hombres; y no
se sabe cuántas mujeres pueden padecerlo. Se sospecha que hay casos que no
salen a la luz por desconocimiento, vergüenza, miedo a la incomprensión y al
rechazo.

14
2.3. INVESTIGACIONES

Se conoce más bien poco sobre un trastorno que se ha relacionado con la presencia
de malformaciones o tumores en la zona genital; con el consumo de psicofármacos
(como algunos antidepresivos); con cambios vasculares, problemas neurológicos o
incluso epilépticos. "Una paciente presentaba este cuadro, incluso teníamos que
anestesiarla para que pudiese soportarlo. Después de varias pruebas, nos dimos
cuenta de que era epiléptica y que la excitación se relacionaba con eso", apunta
Javier Haya, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario
Santa Cristina de Madrid.

En el caso del director del Instituto Andaluz de Sexología, "las pacientes tenían entre
30 y 45 años y solían presentar esta excitabilidad, caracterizada por un tintineo, una
tensión genital sostenida, sobre todo cuando se encontraban somnolientas o
cansadas". Esta circunstancia resulta bastante sorprendente ya que el agotamiento
suele ser un factor contrario al despertar sexual.

El actual desconocimiento de la etiología, o las causas, de este síndrome se traduce


en una falta de protocolos de actuación. Si bien en el caso de la mujer epiléptica se
optó por el tratamiento establecido para abordar la citada enfermedad neurológica,
en la mayoría de los casos los profesionales se encuentran perdidos y optan por
probar con distintas terapias: anestésicos locales asociados al mentol –"para que
aporten una sensación de frescor", apunta el especialista andaluz–; fármacos
inhibidores de la recaptación de serotonina (que curiosamente también están
considerados como posible causa del trastorno) o medicamentos hormonales
antiandrógenos. "He llegado a dormir con un paquete de hielo entre las piernas",
indica la paciente protagonista del estudio aparecido en la revista de la Sociedad
Internacional de Medicina Sexual.

La ayuda psicológica es otra de las opciones más recomendadas. "Parece como si


su sexualidad fuera infantil y poco erotizada. Se excitan, por ejemplo, con sólo
cruzar las piernas. Es similar a lo que les ocurre a los niños pequeños, que tienen
orgasmos que responden a estímulos no sexuales. Sólo obtienen placer físico, no
emocional. La insatisfacción que eso produce a estas mujeres puede ser terrorífica",

15
sostiene Rosario Castaño psicóloga clínica y sexóloga del Instituto Palacios
(Madrid). De hecho, son varias las pacientes que acaban cayendo en una depresión
e incluso presentando ideas suicidas. Su trastorno se entromete de lleno en su día
a día y no sólo les impide llevar un ritmo de vida normal sino que también interfiere
en sus relaciones de pareja. "Suele ir acompañado de sentimientos de lástima,
culpa, frustración, angustia y una reducción general de la satisfacción sexual",
apunta Cesare Battaglia, autor de una investigación sobre el tema, también
publicada en 'Journal of Sexual Medicine'. En ella se describe el caso de una mujer
de 29 años y se plantea una posible relación entre su disfunción sexual y un
antidepresivo (trazodona).

El citado documento científico, firmado por Battaglia y Stefano Venturoli, ambos


miembros de la Universidad de Bolonia (Italia), arroja cierta luz sobre otra posible
causa del trastorno. Tras realizar distintas pruebas médicas, se pudo identificar que
la paciente sufría una erección del clítoris similar a la que presentan en el pene los
hombres con priapismo o erección sostenida. Precisamente, uno de los principales
obstáculos en el abordaje de este síndrome es que no se pueden observar síntomas
físicos evidentes, como sí ocurre en los hombres.

16
CAPITULO III

ENFERMEDAD, DIAGNOSTICO, TRATAMIENTO MEDICO Y


PSICOLOGICO

3.1. ENFERMEDAD

Las personas que sufren esta enfermedad suelen tener vergüenza y eligen no
hablar del tema ni con su pareja si la tienen, ya que no tienen el control de una
excitación genital que se da de pronto, en cualquier lugar y momento del día, suele
ser muy persistente; puede estar o no acompañada de orgasmos y al contrario de
lo que suele creerse, no está relacionado con ningún tipo de sensación de deseo
sexual.

Este tipo de patologías por más que se tengan relaciones nada es suficiente,
enseguida necesita otra y no precisamente por satisfacción. Es una situación que
lleva a la persona a sentirse constantemente angustiada y avergonzada.

Tanto ginecólogos como sexólogos inciden en que este síndrome no debe


confundirse ni con la adicción al sexo, que se caracteriza por la constante necesidad
de mantener relaciones, ni con la anorgasmia o imposibilidad de alcanzar el clímax.

Este problema se trabaja de forma integral, los especialistas en estos temas son:
psiquiatras, psicólogos o sexólogos. Los cirujanos, entre ellos ginecólogos y
urólogos. Los médicos internistas y médicos de familia, incluyendo neurólogos y
endocrinólogos. Últimamente los anestesiólogos dedicados a las unidades de dolor

3.1.1. INCIDENCIAS NEGATIVAS EN LA SALUD

Esta patología ha interferido en la vida de muchas mujeres las que han tenido que
dejar su trabajo y hasta terminar con su relación de pareja; psicológicamente están
muy dañadas, sufren depresiones constantes y muchas de ellas hasta piensan en
el suicidio.

17
3.1.2. A CONSIDERAR EN EL DIAGNÓSTICO

En cuanto al diagnóstico diferencial del problema, es importante distinguirlo del


trastorno de la hipersexualidad, con el que puede confundirse. En este sentido, cabe
recordar que en el caso de las mujeres que informan de hipersexualidad el problema
puede manifestarse por una elevada tasa de masturbación, por la presencia de
fantasías o pensamientos de contenido sexual de forma intrusiva y recurrente o por
una elevada frecuencia del coito.

Este trastorno no se observa con frecuencia asociado o relacionado con


determinadas alteraciones psiquiátricas o neurológicas o con el consumo de ciertos
fármacos utilizados para tratar estos trastornos, como la levodopa.

3.2. TRATAMIENTO MEDICO

Este síndrome aunque no tiene cura, sí puede tratarse. El tratamiento está enfocado
más en el control que en la eliminación del problema, ya que esto puede ocurrir de
nuevo.

Inicialmente se puede anestesiar o enfriar el área y proporcionar alguna relajación


a la musculatura del piso pélvico, luego puede ser bien llevado mediante un
tratamiento psicológico y en muchos casos con una terapia conductiva con
medicación (psicofármacos) prolongada.

3.2.1. OPCIONES TERAPÉUTICAS ACTUALES

Como los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) pueden


contribuir en varias categorías de la disfunción sexual femenina, el cambio por un
antidepresivo con menos efectos sexuales adversos (p. ej., bupropión,
moclobemida, mirtazapina, duloxetina) debe considerarse. Alternativamente, cierta
evidencia sugiere que agregar bupropión a los ISRS puede ayudar, como también
lo siguientes medicamentos:

18
 Agonistas de la dopamina no ergolínicos pueden ser muy efectivos:
° Pramipexol (Apotex®, Mirapexin®): 0.25mg en las noches.
° Ropinirol (Requib®): 0.25 mg antes de acostarse, con la cena.
° Rotigotine (Neupro®): parches 2mg al día. 2.

 Otros medicamentos usados para el síndrome de piernas inquietas:


° Pregabalina (Lyrica®): 75-300 mg/día.
° Gabapentina (Neurontin®): 300-900 mg/día.
° Levodopa (sin embargo se ha asociado a incremento del síndrome en casos
de Parkinson que lo venían recibiendo).

 Opioides y clonazepam también están siendo utilizados.


 Suplementación de hierro en aquellos pacientes con niveles bajos de
ferritina.
 Duloxetina (Dulotex®, Yentrebe®): 60-120 mg/día

3.2.2. NO ES SUFICIENTE CON EL TRATAMIENTO MEDICO

Aun reconociendo el origen físico de este trastorno, es necesario atender médica,


psicológica y sexualmente a quien lo padece y a la pareja, ya que toda la dinámica
sexual se ve alterada por este trastorno.

La mujer con síndrome de excitación sexual persistente, puede llegar a creer que
es una “depravada sexual” y que tiene un apetito sexual incontrolable, cuando en
realidad no es así. El hombre que llega a tener erecciones involuntarias y por varias
horas, observara con recelo y vergüenza sus reacciones eréctiles frete a su familia,
en el trabajo o mientras realiza cualquier actividad social. La autoimagen, confianza
en si mismo e incluso la intimidad con la pareja se ven atropelladas por la urgencia
coital o masturbatoria de quien padece este trastorno.

La incapacidad para experimentar saciedad orgásmica será otro elemento a valorar


en la relación psicoterapéutica. La vida sexual en pareja deberá reeducarse una vez

19
que mediante el tratamiento físico médico quirúrgico la condición se controle o
elimine.

La capacidad para intimar a otro ritmo será uno de los primeros objetivos a alcanzar,
una vez que la vida de pareja se normalice.

Recuperar el terreno perdido por estar enfrentando a un enemigo formidable


requiere de un acompañamiento terapéutico conjunto, tanto de su médico, que
deberá explicar el origen de este trastorno e implementar un tratamiento, así como
la presencia y apoyo del psicoterapeuta y el sexólogo.

El desamparo emocional que sufre enfrenta esta condición, aun con un tratamiento
médico efectivo, provoca que experimente un grado elevado de vulnerabilidad y
temor a vivir sexualidad que creyó perdida.

El papel de la pareja en este trance es de vital importancia, ya que su actitud


comprensiva contribuirá a la recuperación de la confianza y la reanudación de una
vida sexual íntima y satisfactoria.

3.3. TERAPIA PSICOLÓGICA

3.3.1. EVALUACIÓN

 Entrevista Clínica
 Observación Clínica
 Análisis Funcional
 El Índice de Función Sexual Femenina (FSFI): Es un cuestionario de 19
ítems, que se ha desarrollado como un instrumento de autoinforme breve
y multidimensional para evaluar las dimensiones clave del
funcionamiento sexual en las mujeres. Se identificó los DOMINIOS:
deseo, subjetivo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor.
Los coeficientes generales de fiabilidad test-retest fueron altos para
cada individuo y Dominios (r = 0,79 a 0,86) y un alto grado de consistencia

20
interna fue observado (valores alfa de Cronbach de 0.82 y más altos).
Tiene la capacidad de discriminar entre poblaciones clínicas y no clínicas
y fue diseñado para evaluar la función sexual femenina y la calidad de
vida (VER ANEXO 1).

3.3.2. INTERVENCIÓN CLÍNICA

En cuanto al tratamiento no existe nada particularmente recomendado, entre los


que pueden ofrecer al menos un alivio temporal se encuentran los recursos
quirúrgicos, los antidepresivos, los fármacos junto a la psicoterapia de tipo cognitivo
conductual que permita a la persona reestructurar el problema en términos más
positivos y saludables en lugar de los negativos y vergonzosos que suelen ser
habitualmente el caso.

3.3.3. TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL (TCC)

El tratamiento varía según el trastorno y la causa; a menudo, se requiere más de un


tratamiento debido a trastornos superpuestos. La comprensión de la paciente y una
evaluación cuidadosa pueden ser terapéuticas por sí mismas. Los factores que
contribuyen se corrigen si es posible. Los trastornos del ánimo deben tratarse.
También puede ayudar explicar qué factores están implicados en la respuesta
sexual femenina.

Las terapias psicológicas son la base del tratamiento. La terapia cognitiva-


conductual se dirige a la auto-visión negativa y a menudo catastrófica como
resultado de una enfermedad (incluyendo los trastornos ginecológicos) o de
infertilidad.

21
3.3.4. LA TERAPIA COGNITIVA BASADA EN LA ATENCIÓN PLENA (TCAP)

Combina una forma adaptada de la terapia cognitivo-conductual con la atención


plena. Al igual que en la terapia cognitivo-conductual, se anima a las mujeres a
identificar los pensamientos desadaptativos, pero luego simplemente observar su
presencia, dando cuenta de que no son más que los acontecimientos mentales y
pueden no reflejar la realidad. Este enfoque puede hacer que tales pensamientos
causen menos distracción. La TCAP se utiliza para prevenir la depresión recurrente
y puede adaptarse para tratar el trastorno de la excitación sexual y el trastorno del
deseo/interés sexual, así como el dolor crónico de la vestibulodinia provocada.

3.3.5. MINDFULNESS

Una práctica oriental con raíces en la meditación budista, puede ayudar. Se centra
en la consciencia del momento presente sin prejuicios. Su práctica ayuda a las
mujeres a liberarse de distracciones que interfieren con la atención a las
sensaciones sexuales. Mindfulness disminuye la disfunción sexual en las mujeres
sanas y en las mujeres que tienen cáncer pélvico o vestibulodinia provocada. Las
mujeres pueden ser referidas para consultar recursos de la comunidad o de Internet
para aprender la práctica de la atención plena (mindfulness).

3.4. ACTUALIDAD

En la actualidad se han formado asociaciones y grupos de apoyo liderado por


personas con este misma problemática, en estos lugares ofrecen un espacio de
expresión y orientación para que las mujeres que se atreven a hablar y enfrentar su
situación.
Se sigue investigando con el fin de encontrar alternativas que les permitan llevar
una vida casi normal a todas aquellas mujeres que los sufren.

22
CAPITULO IV
CONCLUSIONES

 las personas que sufren esta excitabilidad sexual diferente; experimentan


sensaciones como calor, ardor, comezón, dolor en sus genitales,
acompañadas o no de orgasmos repetitivos, sin que obtengan placer sexual
con ellos.

 este tema todavía se conoce muy poco, por lo que no se sabe a profundidad
sus causas.

 Más frecuente en mujeres heterosexuales (hay dos casos descritos en


hombres*)

 Es una excitación física muy intensa que puede permanecer durante


extensos periodos de tiempo, algunas veces días o incluso semanas.

 Hay debilitamiento, dificultad de concentración en las tareas cotidianas y la


terapia hormonal sustitutiva no ayuda para nada.

 aun reconociendo el origen físico de este trastorno, es necesario atender


médica, psicológica y sexualmente a quien lo padece y a la pareja, ya que
toda la dinámica sexual se ve alterada por este trastorno.

 Las terapias psicológicas como le TCC, TCP, MINDFULNESS se utiliza en


estos casos para prevenir la depresión recurrente y puede adaptarse para
tratar el trastorno de la excitación sexual y el trastorno del deseo/interés
sexual, así como el dolor crónico de la vestibulodinia provocada.

23
CAPITULO V
RECOMENDACIONES

 Los profesionales necesitan comprender mejor los problemas sexuales.

 Es necesario tener conocimientos sobre información sexual científica y


habilidades terapéuticas.

 Poseer habilidades terapéuticas sencillas para poder orientar y, en algunos


casos, resolver problemas sexuales y de relaciones de pareja. En el
asesoramiento hay que ofrecer orientaciones prácticas adaptadas a cada
caso en particular:

 Técnicas para incrementar la conciencia corporal (ejercicios de Kegel,


pensar en sexo de manera positiva, fantasías sexuales...).
 Potenciación sensorial en pareja, habilidades eróticas (masajes
sensoriales y eróticos, sexualidad lúdica).
 Aumentar el tiempo de interacción de ocio: caminar juntos, cenar un
día al mes...

 Prescripción de un tratamiento farmacológico si se considera necesario.

 Visita de seguimiento: a los 2 o 3 meses, recomendar una visita con la pareja.

 Disponer de una red de profesionales para la derivación, en caso necesario


 En cuanto al tratamiento, si se debe a un medicamento, desde luego, se debe
descontinuar.

 Por otro lado, hay algunas medicinas que pueden ayudar. Entre ellas están:
Depakote, Celexa, Neurontin, Clonopin, Tofranil, Prozac, Paxil, Zyprexa,
Ativan.

24
REFERENCIAS

Basson, R. (2000). The Female Sexual Response: A Differ ent Model.


Journal of Sex & Marital Therapy, 26:51–65, 2000

Caballo, V. (2014). Manual de Psicopatología y Trastornos Psicológicos.


PIRAMIDE: Madrid.

Rosen, R., Brown, C., Heiman, J., Leiblum, S., Meston, R., Shabsigh, D.,
Ferguson, R., Agostino, D. (2000). The Female Sexual Function Index (FSFI):
A Multidimensional Self-Report Instrument for the Assessment of Female
Sexual Function, Journal of Sex & Marital Therapy, 26:2, 191-208, DOI:
10.1080/009262300278597.

Arteta, D. (2016). Acta Medica Colombiana. Obtenido de entre el síndrome


de agitación genital y la proctalgia fugaz:
http://www.redalyc.org/pdf/1631/163147636006.pdf

Pérez, M. (2017). Psicología Sexología. Obtenido de Excitación Genital


Persistente: http://www.espill.org/excitacion-genital-persistente

Sainz, M. (2009). Sexualidad. Obtenido de Cuando la excitación sexual no


es un placer sino un trastorno:
https://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/11/25/mujer/1259174890.htm

25
ANEXO 1

1 Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué 5 = Casi siempre o siempre


frecuencia sientes deseo o interés sexual? 4 = La mayoría de las veces (más de la mitad del
tiempo)
3 = A veces (aproximadamente la mitad del tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca
2 En las últimas 4 semanas, califica tu nivel 5 = Muy alto
de deseo sexual 4 = Alto
3 = moderado
2 = bajo
1 = Muy bajo o ninguno en absoluto

3 Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué 0 = No hay actividad sexual


frecuencia te sientes excitado 5 = Casi siempre o siempre
sexualmente ("encendido") durante la 4 = La mayoría de las veces (más de la mitad del
actividad sexual o relaciones sexuales? tiempo)
3 = A veces (aproximadamente la mitad del tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca
4 En las últimas 4 semanas, califica tu nivel 0 = No hay actividad sexual
de excitación sexual ("encender") durante 5 = Muy alto
la actividad sexual o el coito? 4 = Alto
3 = moderado
2 = bajo
1 = Muy bajo o ninguno en absoluto

5 Durante las últimas 4 semanas, ¿cuánta 0 = No hay actividad sexual


confianza tenía usted en su excitación 5 = Muy alta confianza
sexual? ¿Durante la actividad sexual o el 4 = Alta confianza
coito? 3 = confianza moderada
2 = Baja confianza
1 = Muy bajo o sin confianza

6 Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué 0 = No hay actividad sexual


frecuencia estuvo satisfecho con su 5 = Casi siempre o siempre
excitación durante la actividad sexual o las 4 = La mayoría de las veces (más de la mitad del tiempo)
relaciones sexuales? 3 = A veces (aproximadamente la mitad del tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca

26
7 Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué 0 = No hay actividad sexual
frecuencia lubrica (“moja”) durante la 5 = Casi siempre o siempre
actividad sexual o relación sexual? 4 = La mayoría de las veces (más de la mitad del tiempo)
3 = A veces (aproximadamente la mitad del tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca

8 Durante las últimas 4 semanas, lo difícil fue 0 = No hay actividad sexual


para ser lubricado ("mojado") durante el 1 = Extremadamente difícil o imposible
acto sexual actividad o relaciones 2 = Muy difícil
sexuales? 3 = Difícil
4 = Un poco difícil
5 = No es difícil
9 Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué 0 = No hay actividad sexual
frecuencia mantuvo su lubricación 5 = Casi siempre o siempre
("humedad") hasta completar la actividad 4 = La mayoría de las veces (más de la mitad del tiempo)
sexual o las relaciones sexuales? 3 = A veces (aproximadamente la mitad del tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca
10 Durante las últimas 4 semanas, ¿qué tan 0 = No hay actividad sexual
difícil fue mantener su lubricación 1 = Extremadamente difícil o imposible
("humedad") hasta la finalización de la 2 = Muy difícil
actividad sexual? 3 = Difícil
4 = Un poco difícil
5 = No es difícil

11 Durante las últimas 4 semanas, cuando 0 = No hay actividad sexual


tuvo estimulación sexual o relaciones 5 = Casi siempre o siempre 4 = La mayoría de las
sexuales, ¿con qué frecuencia llegó al veces (más de la mitad del tiempo)
orgasmo (clímax)? 3 = A veces (aproximadamente la mitad del
tiempo)
2 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
1 = Casi nunca o nunca

12 Durante las últimas 4 semanas, cuando 0 = No hay actividad sexual


tuvo estimulación sexual o relaciones 1 = Extremadamente difícil o imposible
sexuales, ¿qué tan difícil fue para 2 = Muy difícil
usted alcanzar el orgasmo (clímax)? 3 = Difícil
4 = Un poco difícil
5 = No es difícil

27
13 En las últimas 4 semanas, ¿qué tan 0 = No hay actividad sexual
satisfecho se sintió con su capacidad 5 = Muy satisfecho 4
para alcanzar el orgasmo(clímax) 4 = moderadamente satisfecho
durante la actividad sexual o el coito? 3 = Igualmente satisfecho e insatisfecho
2 = moderadamente insatisfecho
1 = Muy insatisfecho

14 En las últimas 4 semanas, ¿cómo ha 0 = No hay actividad sexual


estado de satisfecho en la cercanía 5 = Muy satisfecho
emocional durante la actividad sexual 4 = moderadamente satisfecho
entre usted y su pareja? 3 = Igualmente satisfecho e insatisfecho
2 = moderadamente insatisfecho
1 = Muy insatisfecho
15 Durante las últimas 4 semanas, ¿Qué 5 = Muy satisfecho
tan satisfecho ha estado en su relación 4 = moderadamente satisfecho
sexual con su compañero? 3 = Igualmente satisfecho e insatisfecho
2 = moderadamente insatisfecho
1 = Muy insatisfecho
16 Durante las últimas 4 semanas, ¿Qué 5 = Muy satisfecho
tan satisfecho has estado con tu vida 4 = moderadamente satisfecho
sexual en general? 3 = Igualmente satisfecho e insatisfecho
2 = moderadamente insatisfecho
1 = Muy insatisfecho
17 Durante las últimas 4 semanas, ¿con 0 = No intentó el coito
qué frecuencia experimenta I = Casi siempre o siempre 2 = La mayoría de las
incomodidad o dolor durante veces (más de la mitad del tiempo)
penetración vaginal? 3 = A veces (aproximadamente la mitad del
tiempo)
4 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
5 = Casi nunca o nunca
18 Durante las últimas 4 semanas, ¿con 0 = No intentó el coito
qué frecuencia experimenta molestia o 1 = Casi siempre o siempre 2 = La mayoría de las
dolor después de penetración vaginal? veces (más de la mitad del tiempo)
3 = A veces (aproximadamente la mitad del
tiempo)
4 = Algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
5 = Casi nunca o nunca
19 En las últimas 4 semanas, ¿cómo 0 = No intentó el coito
calificarías el nivel (grado) de malestar 1 = Muy alto
o dolor durante o después de la 2 = Alto
penetración vaginal? 3 = moderado
4 = bajo
5 = Muy bajo o ninguno en absoluto

28
DOMINIO NUMERO DE ITEM

DESEO 1,2
EXCITACIÓN 3,4,5,6
LUBRICACION 7,8,9,10
ORGASMO 11, 12, 13
SATISFACCION 14, 15, 16
DOLOR 17, 18, 19

29

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