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Ok, todos somos

uno ¿y luego
qué?
1: ¿Y los iluminados?

Iluminación: una palabra que cada día esta más de moda,


concepto que a su vez está pasando de moda también.
¿Alguien sabe lo que la iluminación espiritual representa?¿Qué
significa esa palabra tan trillada? ¿Alguna vez has escuchado a
alguien decir que todos somos uno?¿Que lo qué odias de otra
persona es un aspecto que reniegas de ti? ¿Qué la mente puede
controlar la realidad? ¿Acaso existe el alma?
No importan los cuestionamientos, si son diez o mil tus dudas; al
final del camino todo se resume a una sola pregunta: ¿qué es la
vida? Ok, estamos vivos, pero… ¿para qué?
A partir de la fecha en que se escribió este texto y hacia el futuro
que lo prosiguió, nos tocó nacer en una sociedad preestablecida. Ya
existían las reglas, ya estaban trazados los caminos, llegamos a una
realidad impuesta, ¿impuesta por quién? ¿Acaso por dios? o
¿simplemente fueron las generaciones pasadas? La sociedad fue de
los primeros inventos del ser humano, te estoy hablando de la época
cavernícola; los primeros pasos.
Conforme vamos analizando la historia de nuestros ancestros,
surgen más y más preguntas, ¿por qué se unieron los primeros
humanos? ¿Unidos eran más fuertes? ¿Desde esos tiempos existía el
miedo a estar solo? ¿Ya se creía en un dios? La duda acerca de los
primeros grupos humanos es muy extensa; ¿Será que nunca
estuvieron solos?
La ley del más fuerte fue la primera en existir (al menos es lo que
se cree). Se sabe que hombres y mujeres de las cavernas convivían
por igual. El macho era el que intentaba cazar, mientras que las
hembras se preparaban para dar a luz; los primeros hijos llegaban.
Instintos primarios, supervivencia y reproducción. Parecía ser que
los asentamientos ya contaban con esos conocimientos tan
importantes, o que aprendieron muy rápido a subsistir. Desde el
inicio, el humano era inteligente; sin duda una etapa maravillosa
para haber contemplado.
Las preguntas más profundas que tenemos aún no son
contestadas por el humano, esto seguirá por generaciones futuras,
son demasiado adictivas para la mente. Simplemente te pregunto a
ti, ¿en qué momento exacto se comenzó a creer en dios? Nuevamente
viene a la mente la palabra iluminación. Que alguien nos explique
por favor, el porqué ésta palabra es más famosa que nunca. La
respuesta más cercana es, que dicho término nos invita a pensar en
algo diferente; algo más allá de nuestros pensamientos y rutinas de
siempre.
El sistema siempre ha dirigido el curso de la sociedad, es por
ello, que a partir del siglo veintiuno, el humano esta más dividido
que nunca entre su propia especie. Las clases sociales lo son todo,
las apariencias nos engañan por completo, la gente ya no tiene
opinión propia. Nos han condicionado por medio de la información;
ésta estuvo manipulada en todo momento.
A partir del año 2010 se implementó un plan para atrapar a todo
ser humano en un grupo de rutinas. Olvídate por completo de ver a
una persona con motivaciones, sueños y decisiones propias. Justo
ahí es donde entra la iluminación, la forma de escapar, que sin darte
cuenta te libera.
Las personas se encuentran inconformes y ¡cómo no! Ya nada
tiene sentido, la manipulación de información con todas sus
conspiraciones nos lavó el cerebro. Quiero que comprendas la
magnitud del daño; éste se ha dirigido a la sociedad desde los
abuelos de tus abuelos. Desde lo más básico como tener una familia,
educación escolar, un trabajo, dinero, la falta de éste, carreras
universitarias, casas, departamentos, plazas comerciales, y así hasta
el infinito. Nacimos y ya estaba todo esto que te comento, eso y
mucho más. No hay absolutamente nada que puedas hacer para
cambiar dichas normas, son inamovibles.
Comienza cuando eres bebé, no tienes posibilidad de nada, estás
a expensas de lo que sea, víctima del sistema; si bien te va, nacerás
con padre y madre unidos, no estarás sola, estarás protegida. La
prueba se activa cuando eres huérfana, sin padres, tal vez sin
educación escolar, trabajando a temprana edad.
Desde que fuimos bebés, el sistema definió nuestros caminos,
uno se da cuenta tarde y lo normal es que la gente se aburre de lo
que están haciendo. Tú no elegiste nada ¿dime cómo? Si tan sólo
tenemos un puñado de opciones para direccionar nuestras vidas;
entre escuelas o trabajos, solos o acompañados, y el mayor de todos
los males: el dinero. Sin dinero te mueres, así de sencillo. La comida
cuesta dinero, el agua también, ni se diga un departamento o una
casa; se va complicando la situación. Justo en esos instantes vuelve
a acercarse ése dichoso despertar de conciencia salvador. Si
controlan lo que haces afuera, controlan lo que haces adentro, dice
la frase popular.
Recuerda que el momento en el que te aburres de lo que estás
haciendo, surgen los cuestionamientos. Uno no sabe por qué está
incómodo consigo mismo, por qué ya no quiere seguir haciendo las
mismas cosas. La iluminación inicia en el supuesto aburrimiento. La
mente despierta por instantes, hace preguntas sin cesar, no la
puedes controlar y por eso te pones de malas, los pensamientos te
dominan para transformarte en una persona amargada, harta de
vivir. Controlar la mente es el primer paso para acceder a la luz y su
paz, en ese instante despiertas por primera vez.
Iluminarse es adquirir el entendimiento, claridad en tu
percepción. El preciso instante en el que dominas tu mente, te dará
acceso a la experimentación de la vida en su máximo potencial. Con
tan sólo permanecer cinco minutos en el aquí y en el ahora, llegará
una paz tremenda, no requieres más. Sabrás que todo ya está bien,
no todo está perdido; por el contrario, recién va comenzando. Si la
mente está tranquila, el cuerpo se relaja, los problemas desaparecen,
te vuelves sereno, y esa sensación es exquisita, verdaderamente
gozar la vida, amarla y abrazarla.
Dicen que todos somos uno, que de eso se trata la existencia:
conectarte con todo, aceptarlo como tuyo. Los seres vivos son nobles,
ése es su estado natural, el odio fue implantado para dividir y atacar,
confundir y dormir.
Tienes que entender algo, una cosa es vivir la belleza y otra muy
distinta lo que representa el sistema. El día a día dentro de las
normas implantadas nos hace creer que la vida sólo se limita a la
rutina. Nosotros aprendemos eso y a su vez se lo heredamos a
nuestra descendencia. Amar la vida ha quedado en el olvido; no es
algo que te enseñan en la escuela, mucho menos el amarte a ti
misma, entender que siempre fuiste especial, única y mágica.
Se nos inculcaron las matemáticas con sus sumas y sus restas,
nos inculcaron el idioma, a varios se les enseñó a rezar y así hasta
hartarte. Creyendo que se hacía el bien, nos desconectamos de la
existencia; que se puede amar a todos, que esa sensación era
correcta, que ayudar a los desconocidos no estaba mal.
La inseguridad te corrompe lentamente, ya no te animas a
experimentar cosas nuevas, estás perdido, olvidarás que estás vivo,
lo das por hecho, establecerás un itinerario del cual no podrás salir.
¿Realmente disfrutamos nuestras rutinas? ¿Somos felices? ¿Siquiera
sabemos qué es el amor? Es lo que es, y punto. Cada quien hace lo
que puede. Si fuiste a la preparatoria, después cursaste la carrera de
turismo, inclusive lograste un buen trabajo dedicándote a aquello
que estudiaste, ¿después que sigue? Dedicaste tu juventud a los
estudios escolares, para después dedicarle tu parte adulta al trabajo.
Eventualmente vas a querer algo más y no sólo esas tres tareas.
Todo se resume a cuestionar, que puede ser que sí exista una
estructura que rige el curso de la historia. Personas que tienen todo
el poder, los pioneros, aquellos inventores del trueque, cambio de
recursos, la creación de la moneda como forma de pago, hasta los
propios bancos. Si todo esto siempre ha sido así, estamos
condenados. El sistema comanda, inventa tus propios sueños, ¿a
poco crees que tus decisiones son únicas? Estamos cambiando al
mundo se atreven a decir algunos. Esto va para ti persona engreída,
para ti persona insegura, los que están llenos de odio y
resentimiento: no eres tan único/a, eres uno entre millones
sufriendo o presumiendo por las mismas cantaletas.
No olvides que vives, te encuentras experimentando la
magnificencia de la vida. No se trata de resignación, se trata de
aprender a separar. La rutina no es la vida, no es lo que te define, lo
de adentro siempre tuvo la razón. Se supone que el primer paso para
despertar tu conciencia es precisamente ese; sentir la dualidad, lo
que es y lo que no es. Amar a tus semejantes por más ridículo que
esto pueda sonar, es la solución. Amar a aquel que menos te
importa. Si logras eso te iluminas, amando a quien menos sentido
tiene para ti.
2: El débil

Hay una frase muy conocida que dice así: no hay camino para la
paz, la paz es el camino. No tienes idea de lo correcto que es éste
dicho, sin embargo, la frase no nos dijo cómo era el origen de dicho
trayecto; cómo tengo que sentirme, qué tengo que hacer, dónde
buscar ese camino. Siempre te dicen lo de siempre, busca en tu
interior, pero; ¿a dónde lleva ese interior?
Mi amor, yo te quiero presentar un nuevo camino, es más largo
pero también te lleva a la paz. En lugar de ir en línea recta, daremos
una vuelta a la derecha, yendo directo a la ira, donde probaremos el
resentimiento y la venganza. Justo después de probar tu odio
haremos una curva muy grande. En el trayecto aparecerá la culpa, el
origen del sufrimiento. Cuando la gente te lastima sientes
impotencia, lo cual se transforma en rencor.
La curva termina y llegamos al sufrimiento, muchos se quedan
atrapados en esta parte del recorrido; desde la tristeza y ansiedad
hasta la depresión. A partir de este punto viene: el no retorno.
Llegaremos a una bajada, te recomiendo ponerte tu cinturón de
seguridad, porque vamos hacia el vacío.
Sentirás que es un precipicio interminable, pero yo te prometo
que sí hay un fondo y después una subida, la cual te lleva directo a
la paz. De una vez te advierto; puede ser que no recorras el camino
completo.
Si tu vida se vuelve rutinaria también tu sentir, es obvio. Si te
resignas, te transformas en alguien indiferente, a duras penas
puedes sobrellevar tus culpas y frustraciones. Lo irónico es que a
pesar de ello, serás juzgada, te creerán egoísta personas que están
exactamente igual que tú, condenados a la repetición.
Supongamos que eres una persona común y corriente. Con sus
anhelos, caprichos, inseguridades, logros, motivaciones y sueños.
Esto se materializa en una familia, amigos, pareja, trabajos, bares,
borracheras, ahorros, casas y coches. Una vez que tratas de
contabilizar tus actividades diarias, te darás cuenta de que no eres
gran cosa. Es probable que otras cien personas ajenas a ti, hagan
exactamente lo mismo que tú; desde ir al cine los martes, hasta
tener las mismas marcas de pasta de dientes artesanal que
compraste en el mercado. Estás tan expuesto a que la vida te
sacuda; justo ahí radica el engaño: los cambios son inevitables, la
vida siempre transforma tu rutina, la hace colapsar. ¿Recuerdas el
día en que tenías a tu mejor amiga? ¿Cuando ésta te traicionó? Ese
día que lloraste desconsolada. O aquella vez en la que te peleaste con
tu padre y lo dejaste de ver dos años, o la más clásica de todas; la
ruptura amorosa.
Cada una de estas experiencias te puede cambiar para siempre.
Los hábitos se hacen pedazos en instantes, justo ahí es donde se
manifiesta la ira; cuando la frustración te sobrepasa. Uno siempre se
enoja antes de reaccionar con elegancia. El rencor aparece antes que
la paz, y que alguien venga a decirnos lo contrario. Es por ello que
siempre le pregunto a toda esa gente que profesa el despertar de
conciencia, ¿dónde están los iluminados? ¿me podrías indicar por
favor donde están aquellas personas que te dan la otra mejilla
cuando los abofeteas? Te aseguro que la primera bofetada los deja
casi noqueados a todos, una segunda te quebraría. Ser una buena
persona no es nada fácil en estos tiempos, es completamente válido
si quieres mandar a la chingada a todos.
Estar enojado todo el tiempo es muy cansado, te deja exhausto,
la tristeza es lo que sigue después. Arrepentimiento, culpa, pena,
añoranza, todas juntas absorbiendo por completo tu vitalidad. Ten
mucho cuidado con mencionar la palabra depresión en vano; sólo
requieres una mala experiencia en el momento indicado para irte al
vacío. Justo aquí es donde te comentaba que se queda la mayoría de
la gente; si te das cuenta, sólo estás a dos emociones para irte al
vacío: ira y sufrimiento.
Me gustaría decirte que este trayecto es mentira, o que soy un
exagerado, pero créeme cuando te digo que es el único camino
confirmado que te lleva a la paz. Somos anatomía divina donde te
quitan o te dan, nunca las dos al mismo tiempo; primero sufre, luego
valora.
3: Los Castigos

Dualidad: la creación automática de una antítesis.


Así es la dualidad, sólo uno puede estar en lo correcto, vas a
perder en cualquier momento. Si la situación amerita que te
controles pero no puedes, la emoción perduró sobre la razón; si por
el contrario alguien te agrede y decides analizar la situación antes de
contestar, fuiste más razonable ¿te das cuenta de la trampa?
Cuando uno se mira al espejo ¿qué es lo que sientes? Entiende que
no eres tu cuerpo, ni esa belleza física; eres lo que está adentro, no lo
que ves afuera.
El primer castigo es la dualidad, el segundo el piloto automático
y el tercero la indiferencia; ¿cómo hacer para que un desconocido me
importe? ¿cómo lograr que tú me importes?
La dualidad quiere decir que en nuestras elecciones diarias sólo
puede ser una u otra opción; ying y yang, adentro o afuera, real o
falso. O estoy bien, o estoy mal. El secreto está en la división y
control, lenguaje primordial del sistema que nos rige; divide y
vencerás. Todas las rutinas del mundo moderno adaptaron ese
mecanismo; en ese detalle tan pequeño viene el origen de todo mal
humano.
No eres lo de afuera, sino lo de adentro. La percepción y no tu
propio cuerpo es lo más importante en esta faceta de la vida; lo que
te define es como te sientes al respecto de tus actos, sean buenos o
malos. Tu cuerpo es belleza pura, sin embargo esa no es la prueba.
Vienes a nutrir la mente, lograr entender cómo funcionan las cosas,
reconectarte con tu respiración, vivir en armonía.

Piloto automático: tendencia a repetir los propios caprichos.


Tu segundo castigo es cuando la mente te controla. Solo llegarán
anhelos del pasado o del futuro, siendo el aquí y el ahora lo opuesto
a estos pensamientos. Estar en modo automático significa
aburrimiento, no tienes ganas de realizar tus actividades diarias,
afrontar el trabajo del día a día es una completa tortura. Algunas
personas se irán frustrando pero no harán algo; y es que no hay
mucho por hacer, esa es la actualidad; escapar de la jornada laboral
parece imposible.
El piloto automático es la rutina, la cual es inevitable. Para
empezar tenemos siete días a la semana, repartidos en meses y luego
años. Nosotros tenemos que ajustar esas actividades diarias a la
medición de tiempo que nos rige; la sociedad funciona así, inclusive
tenemos los fines de semana, que son los días de descanso, para
después regresar a los lunes, luego los martes, miércoles, etc.
Entiende que esto no se trata de logros, se trata de liberarse, no
actuar por actuar, se trata de que te cuestiones: ¿estás disfrutando
la vida? No te pido que escapes de la rutina, sólo que te hagas esa
pregunta, eso es todo. Dualidad y piloto automático te llevan a la
indiferencia.

Indiferencia: el arte de amar y no amar.


¿Qué es lo que predomina actualmente? ¿unidad o indiferencia?
Creo que ya sabes la respuesta, pero te la pondré sencilla: Hubo un
día en el nos encontrábamos caminando por la ciudad de la forma
más tranquila, observando a la gente; todos llegamos a una
conclusión después de caminar tres horas y media. No importaba la
zona, si era un residencial lujoso, a una parte peligrosa en la ciudad,
la gente no voltea a ver a nadie a los ojos, todos siempre con la
ilusión de la convivencia. Después de aquella observación, decidimos
recorrer algunas ciudades y pueblos cercanos, sólo para notar lo
mismo; todos siempre recorriendo las mismas calles sin percatarse
de la demás gente. Olvídate de juzgarlos, que si su credo, su
orientación sexual, color de piel, entre otros; eso ya quedó atrás,
ahora nadie te voltea a ver directamente, ¿en qué momento sucedió
esto?
Pasaban los días y los detalles se volvían más contundentes, con
dos situaciones que te hacen actuar. La primera fue un gato
atropellado que se encontraba en una esquina de una avenida muy
concurrida por los peatones. Pasaron diez, luego veinte y hasta
treinta minutos; para la gente era irrelevante aquel animal, aunque
éste estaba sufriendo sin poder moverse, no me quedó más remedio
que actuar y ayudarlo a sabiendas de que sería una situación
complicada. En otra ocasión se encontraba una persona con un
pequeño retraso mental pidiendo dinero en un semáforo, fue una
hora y media exacta sin que nadie le hiciera caso, lo más seguro es
que nadie notara que ésta persona tenía una discapacidad, no sé si
en algo ayudó en aquel momento pero le dimos todo nuestro dinero.
¿Cuál es la moraleja en estas situaciones tan cotidianas? Presta
atención a los detalles, sal de tu mente, no eres el pensamiento que
te atrapa día a día, eres mucho más. La vida es una experiencia que
merece un respeto excepcional, puedes experimentar las emociones
más hermosas así como las más intensas, inclusive se puede amar o
estar en paz; ser indiferente a la vida es que sucumbiste a tu mente,
tus vivencias te dominaron, ya ni siquiera te molestas en sufrir; por
favor no te hagas eso, vivir es hermoso.
A pesar de todo lo que uno pueda sufrir, era requerido en tu
camino, por eso lo viviste. No se trata de reprocharte, solamente
conócete, comprueba si estás rebosando de felicidad o por lo menos
que estás vivo; no reproches, mejor sana, usa la compasión, se
paciente, permítete ver y hasta sentir algo por la demás gente, unirte
a ellos; solo así podremos generar algo, desde la raíz.
4: Prepárate

Uno de los instantes más hermosos que podemos vivir es el


enamoramiento, tener a esa persona especial, verla a los ojos y sentir
algo único e irrepetible. Estar enamorado es uno de los regalos de
esta faceta humana. Todos merecen esos momentos tan especiales,
sin embargo no todos saborean esos regalos. Muchas personas
añoran el poder conocer a su supuesta alma gemela, imaginan tanto
que se pierden, inevitablemente sufren.
Enamorarse es hermoso de eso no hay duda, sin embargo, ése no
es tu máximo propósito, tu felicidad y paz no provienen de los
impulsos físicos, recuerda que no hay un afuera o un adentro; de
uno viene el otro. Para que uno pueda actuar, cambiar las cosas,
sembrar un cambio, necesita fortalecerse, desconectarse de la
asociación que hacemos al conectar el placer con los impulsos
físicos, ya que esto te debilita, te vuelve predecible. Por favor
entiende que tu magia es interna, el desarrollo de la confianza
absoluta proviene de un control mental riguroso, no de las acciones
cotidianas.
¿Cómo se fortalece la mente? ¿cómo me hago invencible?
Siempre comienza con las preguntas. Acuérdate que la enfermedad
mental más fuerte que tenemos es la adicción al pensamiento; cada
segundo se reproducen recuerdos del pasado o añoranzas del futuro,
inventos que tu cabeza utiliza inconscientemente día tras día.
Haremos un ejercicio sencillo; si en algún momento logras
discernir entre los pensamientos automáticos y los conscientes,
podrás sentir la impotencia al no poder controlar tu mente. Ése es el
primer paso para el dominio mental. Cierra tus ojos, trata de
mantenerte en el fondo negro, concéntrate en tu respiración, lo que
sea que te ancle al momento presente. De repente estás en un
parque, son las seis de la tarde, acabas de salir del trabajo, hay una
angustia rara que se manifiesta como dolor en tu pecho, estás en
una situación del pasado. Ni siquiera te darás cuenta cuando el
primer pensamiento te aborde, es rapidísimo. Vuelves a concentrarte
en el fondo negro, hasta que viene una pregunta ¿por qué me estoy
concentrando en el fondo negro? Ya perdiste.
Recuerda que el ejercicio consiste en concentrarse, tan simple
como eso, pero no te das cuenta. Ésta práctica no consiste en
controlar de inmediato la mente, es para comprobar que tenemos
pensamientos automáticos; practica y practica y practica, hasta
lograr dominarte.
La mente es la herramienta del pensamiento y el cuerpo es
donde se manifiestan las emociones; todo lo que la herramienta de
pensamiento transforma en recuerdos, tiene almacenado un sentir
específico. Ya sea esa noche de cumpleaños perfecta, o aquel verano
inolvidable, una tragedia o lo que se te ocurra, todas quedan
impregnadas en tu cabeza por ese sentimiento que generaron los
momentos vividos. Concéntrate lo más que puedas en el fondo negro,
respira, relájate, enfócate. Aunque sigas sucumbiendo ante estos
pensamientos, acepta que es así, es lo que es, a esas alturas de nada
te servirá reprochar. “La mente es para dejar que lleguen los
recuerdos”, te van a decir; “se tiene que estar pensando siempre”
otros compartirán, y puede ser que estén en lo cierto, sin embargo:
demuéstrame que tú sí controlas tu mente, solo por el placer de
jugar, demuéstrate que puedes callar tu cabeza un minuto.
Cuando una se siente atrapada, sólo ella misma podrá salir de
ahí; es tu propia experiencia y de nadie más, aunque parezca que la
compartimos, no es así. Incluso los vínculos más cercanos tienen un
propósito; son para tu crecimiento. Si tienes el placer de tener una
familia o gente que ames, te sentirás parte de ellos, serán parte
fundamental de tu recorrido, los querrás tanto que hasta dará miedo
el estar lejos de ellos, dependerás de su compañía. Esto no es malo,
pero tampoco correcto; otra vez con lo predecible. Al tener esos
vínculos te vuelves vulnerable y por ende débil. No se trata de
evitarlos, sólo de no necesitarlos, el famoso desapego; pero esa es
otra historia.
¿Cómo fortalezco mi mente? Entrenándola como si fuera un
músculo mas, siendo perseverante, confiando en que todo ya está
bien; en resumen, pasando del no al sí. Parece fácil, pero recuerda
que tu mente es poderosísima, está anclada a pensamientos
recurrentes, cuando debería estar en el momento presente.
Aprenderás a hacerte preguntas conscientes; ok, tengo un trabajo ¿y
luego qué?
Prepárate para afrontar las pruebas, éstas son inevitables. Le
estamos dando mucha fama al sistema al mencionarlo tanto, éste
está hasta en la sopa que comes. El sistema es inamovible, es
imposible salir de él, es la prueba de esta faceta humana, venimos a
comprenderlo, no a quedar atrapados en éste; ahí radica el pequeño
secreto.
5: ¿Y luego qué?

Esta es la otra historia, la que te dice que necesitas una familia,


estar rodeados de compañía para fortalecernos, que estar solo es un
comportamiento asocial, que tener una personalidad antisocial es
considerado enfermedad; pensar en uno mismo es egoísta, primero
piensa en los demás, ya después en ti: ¡No! ¡No hagas eso!
La experiencia humana es individual por más allegado que te
sientas a tus seres queridos. Uno viene a desarrollar su
personalidad, a cumplir sus propios caprichos y objetivos, no los de
la demás gente, no se viene a estudiar una ingeniería sólo porque así
lo decidieron tus padres, mucho menos a cumplir expectativas. Esos
comportamientos surgieron por el miedo, por toda la acumulación de
fracasos que nuestros antepasados sufrieron; por más que uno
reproche su propia educación, créeme cuando te digo que se hizo lo
mejor que se pudo, tampoco se trata de criticar el pasado. Lo que
estamos tratando de expresar, es que ya se vivió todo eso que se nos
intentó inculcar, todo se basó en lo antiguo. Uno tiene que ir
evolucionando, no conformarse con sus hábitos, por el contrario,
romperlos siempre; ser creativos, usar la imaginación para hacer de
cada día algo inigualable.
Si ya llegaste hasta este punto, habrás leído que el sistema es
una mierda, que estamos atrapados y mas blablablá. Que el
despertar de conciencia es algo real, se llega a éste con un poco de
disciplina y entrenamiento mental ¿y por qué no? Hasta con un poco
de amor. Supongamos que al leer esto sientas algunas cosas, que
por lo menos cuestiones este compendio de ideas, que las odies de
ser necesario, ¿y luego qué? ¿qué sigue?
Para concluir este texto quisiera desearte lo mejor, que si bien se
hace mucho énfasis en esta estructura que nos rige a puño de
hierro, es importante aclarar que no se busca que escapes de tu
rutina, no se puede. Si crees que puedes desaparecer de este orden o
dar batalla, te recuerdo que tienes que comer, requieres un espacio
donde dormir cómodamente, no morir de frío por las noches, que
esto cuesta dinero o alguna especie de trueque. Que si decides tener
una hija, tiene que sobrevivir a toda costa, tus esfuerzos serán
triplicados; eso es el sistema.
El motivo de esta introducción al despertar de conciencia es para
discernir entre lo que es la vida y lo que es la faceta humana con sus
reglas preestablecidas. Tu humanidad y el compartirla con los demás
es un 35% de tu prueba, el 65% restante consiste en tener
consciencia de uno/a mismo/a, el experimentar las emociones y
expresarlas de manera activa, abrazar el momento presente; eso es la
vida, un constante aquí y ahora infinito. Tener un trabajo y ser
artista no van peleados, recuerda que no hay dualidad, no reprimas
tus deseos más íntimos sólo porque ya trabajas y tienes un sueldo;
ve por todo, cumple todo, salvemos el arte juntos, el expresarnos y
compartirlo, pero sobre todo el que nos importe.
Es vital reconectarnos con toda esa gente que no conocemos y
sin embargo vemos todos los días, atrévete a contestar un hola
ajeno. No sabes por todo lo que han pasado esas personas que se
atreven a interactuar contigo. Por favor, te ruego que ya no ignores
los gritos de auxilio de toda esa gente que puede necesitarte de
maneras que ni imaginas. Parece que hay una fórmula secreta que
nos unirá como por arte de magia, que llegará la invasión
extraterrestre que tanto nos ilusiona, esa exterminación masiva que
cambiará de una vez por todas el contexto, ese apocalipsis para el
que tanto te preparaste desde la comodidad de tu cama.
Hoy en día la balanza no está a nuestro favor, el plan de las
veinte rutinas ya fue establecido, tenemos las de perder y sólo es
cuestión de tiempo, viene un cambio tremendo para el que nadie
estará preparado, probablemente hasta nos toque ver morir a gente
preciada, se viene algo brutal. ¡Ya no es suficiente con el esfuerzo
que estamos dando! ¡Vive intensamente! ¡Libérate de las ataduras de
la mente! Si quieres un cambio tienes que brindar un empeño que
nunca has dado. Recuerda: ok todos somos uno ¿y luego qué?

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