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13 DE NOVIEMBRE 2018
MONICIÓN DE ENTRADA:
CANTO DE ENTRADA:
RITOS INICIALES
CELEBRANTE:
La gracia de nuestro señor Jesucristo, el amor del padre y la comunión del espíritu santo,
este con todos ustedes.
ACTO PENITENCIAL.
CELEBRANTE:
CELEBRANTE:
Fieles: AMÉN
PRIMERA LECTURA
En esta lectura tenemos una reflexión sobre la sabiduría muy importante que escuchar
que el mismo señor lo escribió prestemos atención.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,18-23):
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio
para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está
escrito: «Él caza a los sabios en su astucia.» Y también: «El Señor penetra los
pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.» Así, pues, que nadie se gloríe en los
hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo
presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6
EVANGELIO
MONITOR: Nos ponemos de pie para la proclamación del Santo Evangelio Entonemos el
aleluya.
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios,
estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los
pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la
de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a
la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.»
Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada;
pero, por tu palabra, echaré las redes.»
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red.
Hicieron señas a lo socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se
acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor,
que soy un pecador.»
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada
de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que
eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.»
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
PLEGARIA UNIVERSAL
Por la Iglesia, santa y pecadora, purificada por el Espíritu de Dios y necesitada siempre de
conversión, roguemos al Señor.
Por los que admiran Jesús de Nazaret y no han descubierto en Él al Dios santo y
misericordioso, que trasciende a todos y está cercano a nosotros, roguemos al Señor.
Por los que trabajan, como los discípulos, pescando en el lago durante la noche: en la
industria, en la tecnología, en los hospitales, en los servicios públicos, roguemos al Señor.
Por nuestros hijos, para que como los discípulos, sepan descubrir a Jesús, lo sigan y lo
anuncien con valentía, roguemos al Señor.
Por nosotros, aquí reunidos; para que, acogiendo en nuestro corazón el Evangelio de Cristo,
sintamos su fuerza liberadora, roguemos al Señor.
Amén.
Señor, nos acercamos a tu altar para entregarte a través de estas ofrendas, nuestras vidas
y nuestros esfuerzos y los anhelos que están cimentados en la esperanza de la vida eterna
que nos prometes en Pan y en el vino.
Señor, esta luz representa tu propia vida en medio de nosotros. Ilumina nuestro camino a
recorrer. Que nuestras almas vivan eternamente encendidas en tu amor, que cada uno de
nosotros podamos así brillar en nuestros hogares. Te prometemos mantener siempre
encendida tu llama en nuestros corazones.
EL PAN Y EL VINO:
Señor te ofrecemos el Pan y Vino, signo de entrega y comunión fraterna. Que sean para
nosotros, y para todos los niños del mundo,
Pan de vida y Vino de salvación.
LAS FLORES:
Te ofrecemos estas flores, Señor, como símbolo de vida, de unión, de alegría y nuestro
anhelo de vivir siempre en amor y amistad contigo.
LA BIBLIA:
Señor te ofrecemos la Biblia, nuestro alimento espiritual en el que nos apoyamos para creer
y vivir en esperanza. Con él te ofrecemos nuestro afán de cada día para cumplir tu
voluntad.
Se acerca el momento de la comunión .Todos juntos rezamos con voz clara y decidida la
oración que Jesucristo nos enseñó.
PADRE NUESTRO…
Después el sacerdote dice una oración pidiendo al señor que nos libre de todos los males y
nos conceda la paz,… mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro salvador Jesucristo
a lo que respondemos todos los presentes.
CELEBRANTE: Este es el cordero de dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los
invitados a la cena del Señor.
FIELES: NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES A MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA
BASTARÁ PARA SANARME.
En la eucaristía esta nuestras fuerzas para conocer, amar y servir a dios a través de
nuestro prójimo.
Unidos que por este amor acerquémonos a recibir con alegría.
CANTO DE COMUNIÓN
MONICION FINAL:
Es justo bendecirte, Padre, porque, como a los apóstoles, Cristo nos llamó por nuestro
nombre a su seguimiento por la fe. Por el bautismo tú nos has incorporado al cuerpo de
Cristo y nos has hecho templos del Espíritu y miembros de tu Iglesia. ¡Gracias, Señor! Es
hermosa nuestra vocación cristiana, pero es también Ilumínanos, Señor, con el Espíritu de
tu verdad, para que entendamos qué es ser discípulo auténtico de Jesús. Y haznos fuertes
para testimoniar los valores del evangelio en medio de un mundo que prefiere el desamor y
la mentira.
Así demostraremos que te pertenecemos para siempre. Vocación totalizante: en cuerpo y
alma.