Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ITMNIII2HP4
TEMA: 4
Incas - Invasión al Tahuantinsuyo - Guerra civiles - Resistencia indígena - Virreinato del Perú -
Reformas borbónicas - Rebeliones indígenas - Crisis política española
INCAS
I. CONCEPTO
El Imperio inca representa la etapa en que la civilización andina logró su máximo nivel organizativo y se
consolidó como el Estado prehispánico de mayor extensión en América. Abarcó los territorios andinos y
circundantes desde San Juan de Pasto, al norte, hasta el río Maule, al sur; actualmente territorios del sur de
Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina.
A. Origen
La etnia incaica habría sido un grupo de
hombres y mujeres que habrían salidos
de la meseta del Collao (hoy Tiahuanaco
o Taipicala) de manera repentina, por la
invasión que sufrieron por inmensas oleadas
humanas procedentes del sur del Tucumán y
Coquimbo. Desde el Collao se comenzaron a
expandir gradualmente, ingresando al valle
del Cusco alrededor del año 1200 d.C. Más
tarde comenzaron a someter e incorporar a
diversos pueblos también asentados en la
región del Cusco. Estos grupos comprendían
a los huallas, sausirays, lares, poques,
paniaguas, alcavizas y ayarmacas, a cuyas
élites se les concedió el título de “incas de
privilegio”.
B. Expansión
Con el gobierno de Pachacutec y el de
su hijo Túpac Inca Yupanqui, los incas
llegaron a controlar hasta más de una
tercera parte del continente sudamericano,
contando con una población estimada de
nueve a dieciséis millones de habitantes
en el momento de la invasión española. El
elemento clave en esta expansión fue la
victoria de Pachacutec sobre los Chancas
en la batalla de Yahuarpampa, alrededor
del año 1438 d.C. Pachacutec transformó
al Cusco en una resplandeciente ciudad
imperial y consolidó su hegemonía
política. A partir de entonces el Imperio
iniciaría una etapa de continúa expansión
prolongada por Túpac Yupanqui, y Huayna
Cápac quien consolidaría los territorios de
lo que se denominó desde los tiempos de
Pachacutec: Tahuantinsuyo.
•• Yanayacos
Mallqui o Momia inca Eran los yanaconas con privilegios de
2. Nobleza de Privilegio noble.
•• Advenediza, provinciana o curacal
Integrada por los gobernantes •• Pinas o piñas
sometidos por el inca de manera Grupos de hombres sometidos a la
pacífica. condición de esclavos.
•• Recompensada
Integrada por hombres y mujeres
comunes (Hatun runas), pero que
habrían destacado en el servicio para
el Imperio que como recompensa,
los elevó a la condición de nobles.
Ejemplos:
aucarunas, amautas, haravicus, etc.
1. La reciprocidad
Mutuo intercambio de bienes o servicios
entre miembros de una comunidad o
entre comunidades. Se desarrollaron dos
tipos de reciprocidad
•• Reciprocidad asimétrica
implica la noción de jerarquía, una de
las partes acumula riquezas, ya que
recibe más de lo que da, debido a su Tierras del ayllu
función o prestigio social.
•• Tierras del sol
•• Reciprocidad simétrica Estaban destinadas al mantenimiento del
Era el intercambio de bienes entre culto solar.
semejantes, es decir, entre miembros
de la comunidad. En este caso, lo •• Tierras del inca
recibido es semejante a lo dado. Eran las tierras estatales, eran trabajadas
por el sistema de la mita y su producto era
2. La redistribución almacenado en las colcas.
principio regido por el Estado incaico o las
autoridades locales, donde se redistribuía Los incas supieron adoptar las técnicas
entre los hatunrunas una parte de los agrícolas, que se usaban en otras culturas
alimentos, materias primas y productos prehispánicas, para vencer las adversidades
almacenados. del accidentado medio y las inclemencias del
clima. Esto les permitió a los incas organizar
También existieron cuatro tipos de la producción de ciertos productos de la
trabajos: el ayni (intercambio recíproco costa, sierra y selva, para redistribuirlos
de la fuerza de trabajo entre miembros entre los pueblos de las distintas regiones.
de un ayllu), la minga o minka (faenas Entre las principales técnicas tenemos:
colectivas practicadas por todos los control vertical de pisos ecológicos, andenes,
miembros del ayllu en tierras comunales), camellones, ingeniería hidráulica (canales
la mita (trabajo por turnos a favor del superficiales o subterráneos, reservorios
Estado, era obligatorio) y la chunca o cochas), huachaques, conservación de
(trabajo en caso de desastres naturales alimentos (charqui, chuño, etc.), entre otras
o emergencias). más.
La economía inca tuvo como principal Los productos de mayor producción fueron:
actividad la agricultura y el trabajo era la base papa, maíz, ají, pallares y los granos como
de su estructura. La tierra era del Estado que la quinua, la kiwicha y el tarwi. Entre las
la entregaba en usufructo a sus pobladores frutas más conocidas encontramos: lúcuma,
(propiedad comunitaria). Distinguimos tres guanábana y pacay.
tipos de tenencia de tierra:
F. Administración
•• Tierras del ayllu Un ejército organizado para mantener la
Eran las tierras de la comunidad. El supremacía en las provincias. Una lengua
Estado otorgaba una parcela a cada imperial (el runasimi) como vehículo de
individuo (topos) y, además aseguraba comunicación en el Tahuantinsuyo, llegando
que en cada ayllu se produzca para a establecerlo como idioma oficial. Una red
los depósitos comunales en las tierras de caminos (capac ñan) que comprendían
llamadas sapcis. A la totalidad de aproximadamente de 30000 a 50000 km
tierras (topos y sapcis) se le conocía en total y que aseguraba el flujo de las
como tierra del ayllu o markas. Se comunicaciones. Contabilidad y registro
pueden distinguir tres tipos: las tierras estatal a través de los quipus (sistema de
del curaca, las tierras comunales y nudos y cuerdas, a veces de colores, en donde
las tierras repartidas entre diferentes se registraban cantidades y hechos, sólo
unidades domésticas. Todas estas quedan alrededor de 1000 muestras en total
tierras eran trabajadas por los en el Perú y el mundo) que eran manipulados
integrantes de un ayllu. por los quipucamayoc.
I. Manifestaciones culturales
1. Arquitectura
Se distinguió por el uso de la piedra.
Tuvo como principios: sencillez,
solidez, simetría y monumentalidad.
Usaron la forma trapezoidal en
ventanas y puertas. En lo que
respecta al plano, sus templos y
aposentos destacan por tener un solo
piso y base rectangular, previamente
los arquitectos preparaban maquetas
de piedra, gracias a las cuales se
guiaban los albañiles. Entre sus
obras principales tenemos: Machu
Los kipus
Picchu, Vilcabamba, Cochabamba,
Sacsaihuamán, Vilcashuamán,
G. Religión (Cosmovisión) Choquequirao, Huanucopampa, etc.
La religión inca se caracterizó por ser
politeísta, panteísta, idólatra, heliólatra
y clasista. Dentro de su cosmovisión
(comprensión del mundo), consideraban
tres planos importantes: el Hanan Pacha, el
mundo de arriba, residencia de los dioses;
el Kay Pacha era el mundo de aquí, del
presente, residencia de los hombres; y el
Ujcu o Ucu Pacha era el mundo subterráneo,
habitación de los muertos y de las fuerzas
de la fertilidad.
Los dioses principales fueron: Apu Kon Machu Picchu
Ticci Wiracocha (ordenador del mundo) y
el Inti (sol). Los dioses secundarios eran: 2. Cerámica
Pachacamac (dios telúrico de la costa), la Hay que distinguir el estilo inca
Quilla (luna), Coyllur (dios de las estrellas, imperial, del estilo inca adaptado a
Illapa (dios del rayo), Pachamama (diosa de las diferentes culturas sometidas
la Tierra), Chasca (venus), Cochi (arco iris), por el Cusco. La forma más célebre
Mamacocha (madre de las aguas). era el urpo (aríbalo), cuya base fue
cónica, con boca abocinada, forma
H. Educación globular y decorado con los colores
Fue clasista, los hijos de los nobles recibían rojo, amarillo, crema, marrón y
mejor educación. En el caso de los hijos del negro. También estuvo el quero,
pueblo, la educación era de padres a hijos. que por lo general fue de madera,
Los centros de preparación eran: diferenciándose de la cerámica
1. Yachayhuasi (casa del saber) Tiahuanaco.
Lugar donde se educaban los hijos de los
nobles a cargo de los amautas (maestros)
y haravicus (poetas). La graduación de
estos jóvenes alumnos (yachayrunas) se
realizaba en la fiesta del Huarochico.
3. Textilería 4. Música
Los tejidos eran parte importante en Fue pentafónica (re-fa-sol-la-do). Los
los intercambios de reciprocidad y estilos musicales fueron: Haylli (canción
redistribución, y eran muy utilizados de victoria o guerrera), Ayarachi (canción
como ofrendas y regalos. Para elaborarlos funeraria) y Harawi (canción religiosa).
se utilizaba lana de camélidos, aunque
también se usaba algodón. Los tejidos 5. Danzas
comunes, denominados abasca, eran Destacan entre sus principales: Caswa
hechos por las mujeres de los ayllus. En (danza de la alegría), Cachampa (danza
cambio, los tejidos finos, llamados cumbi, guerrera), Atamarca (danza funeraria), Inti
eran elaborados por las acllas. Los cumbi (danza al sol), etc.
poseían diseños geométricos y figuras
estilizadas, y en su confección estaba muy J. El calendario incaico
presente la noción de simetría. Las técnicas Se caracterizaba por un conjunto de fiestas
para elaborarlos eran muy variadas. Los vinculadas a los periodos agrícolas. Entre las
tejidos eran teñidos con tintes naturales, principales celebraciones tenemos el Capac
cuyos colores se preservan hasta hoy. Raymi (en diciembre, comienzan las lluvias en
la sierra, en honor al Sol se realizan ofrendas
de oro y plata, sacrificios de niños y camélidos
como las llamas), y el Inti Raimi (en junio, la
pascua del Sol, se realizan fiestas religiosas
en todo el imperio, principalmente en el Cuzco
en donde se ofrecían sacrificios dirigidos al sol
y ofrendas de oro y plata, estas ceremonias
eran de agradecimiento por las cosechas
recibidas).
Textilería
INVASIÓN AL TAHUANTINSUYO
I. LOS EUROPEOS EN EL IMPERIO II.
ESTABLECIMIENTO DE LOS
El año de 1492 constituyó un hito para España. ESPAÑOLES EN TIERRA FIRME
En ese mismo año, después de un peligroso En años posteriores al descubrimiento de
viaje trasatlántico de descubrimiento de treinta América, los españoles lograron tomar posesión
y dos días, Cristóbal Colón desembarcó en una de casi la totalidad de las islas de las Antillas.
isla caribeña que él erróneamente pensaba se Posteriormente en 1508 mediante la firma de
encontraba en las márgenes del gran imperio la Capitulación de Burgos, el rey Fernando de
de China. El “descubrimiento”, en 1492, de lo Aragón autorizó la ocupación de Tierra Firme,
que posteriormente fue percibido como un es decir, que los españoles se establezcan en el
“Nuevo Mundo”, dio una salida a las ambiciones propio continente americano.
materiales, militares y religiosas de la nación
española recién victoriosa y unificada. A. División de Tierra Firme
Para evitar antagonismos entre los españoles,
el Estado español dividió la zona. El centro
de la división era el Golfo del Darién. La
zona, al Oeste del golfo, recibió el nombre de
Castilla de Oro (hoy Costa Rica y Panamá),
por los yacimientos auríferos de Veragua,
y su conquista se le encomendó a Diego
de Nicuesa. La zona, al Este del golfo, fue
denominada Nueva Andalucía (hoy Venezuela
y Colombia). La conquista de este territorio se
le encomendó a Alonso de Ojeda.
Cristobal Colón en la isla caribeña
río Guayas. Por invitación del jefe punaeño de donde saldría meses después (1533) para
Tumbala, pasaron a la isla. Allí se leyó el ser ejecutado. Allí terminó el primer gran
primer requerimiento (fórmula que debía momento de la invasión española. El deceso de
ser leída por los conquistadores antes de Atahualpa dejó al imperio virtualmente acéfalo
cualquier lucha contra indios en la que se y políticamente convulsionado, permitiendo
les exigía el sometimiento al Papa, al rey y a Pizarro proseguir su estrategia de divide y
a la iglesia católica) ante el desconcierto y vencerás, aliándose con la facción de Huáscar.
desconocimiento de los punaeños. Mientras Hizo esto nombrando inca a Tupac Huallpa,
tanto, se producían los abusos (robos de oro, que era casi un niño, llamado erróneamente
plata y mujeres) por acción de la soldadesca. Toparpa, hermano de Huáscar.
A los tres meses de haber llegado a Puná
los españoles partieron rumbo a Tumbes, VII.LA MARCHA AL CUSCO
provincia que se encontraba dividida entre El 11 de agosto de 1533, los españoles iniciaron la
huascaristas y ataohuallpistas. El jefe de expedición rumbo al Cusco, ganando aliados a lo
los tumbesinos se llamaba Chirimasa, quien largo del camino entre la fracción de Huáscar para
luego sería derrotado. El 1 de mayo de 1532 su enfrentamiento final con el norteño ejército
los conquistadores partieron de Tumbes, quiteño de Atahualpa. Otros grupos étnicos
a los pocos días llegaron a Poechos donde como los huancas, que albergaban sentimientos
fueron recibidos y apoyados por el cacique anti-incas, fueron el auxilio de los españoles en
Maizavilca, quien les proporcionó gentes Jauja, que se veían amenazados por las fuerzas
y a su sobrino Martinillo, quien sirvió de atahualpistas. En Jauja (1534), se estableció la
intérprete. Muchos soldados tallanes se primera capital de Nueva Castilla, reemplazada
sumaron también a los europeos. Cerca del luego por Lima (1535)
río Chira, fundó la primera ciudad hispana Entre tanto, Pizarro se había visto obligado a
en el Perú llamada San Miguel de Tangarará reemplazar a Tupac Huallpa, su Inca “títere”,
(1532). En su viaje, Pizarro recibió emisarios quien falleció repentinamente durante el viaje al
de Atahualpa y supo que acampaba en los Cusco, al parecer envenenado. Eligió entonces a
alrededores de Cajamarca. Poco después, otro hermano de Huáscar, Manco Inca, y juntos
la fuerza de Pizarro que constaba de 62 entraron en la capital encabezando al ejército
hombres de a caballo y 106 de a pie, inició victorioso. Tras ser recibidos como libertadores
el largo ascenso de los Andes. Ingresaron a en una atronadora bienvenida por los cien mil
Cajamarca el 15 de noviembre de 1532. habitantes de la ciudad, Pizarro hizo que Manco
fuese coronado como Inca, en una artificiosa
ceremonia.
VI. CAPTURA DE ATAHUALPA Después de la captura del Cusco, los españoles
Un día después de su arribo a Cajamarca, se lograron asumir rápidamente el control del núcleo
produjo el encuentro. Pizarro había preparado del imperio. Siguiendo la costumbre andina, una
la celada, el padre dominico Vicente de Valverde vez caído el Cusco y vencidos los quiteños, otros
leyó el requerimiento. grupos étnicos aprovecharon la oportunidad para
Tras una sangrienta jornada, el Inca fue aliarse con los europeos, los nuevos contendores
capturado y encerrado en el Amaru Huasi, por el poder.
RESISTENCIA INDÍGENA
I. LA DEFENSA INCA: PRIMERA RE- libraron estos generales contra las tropas
europeas invasoras. Sin embargo, el intento más
ACCIÓN importante por sacudirse del dominio español lo
Las primeras reacciones de la resistencia indígena
encabezó Manco Inca Yupanqui a partir de su
contra la invasión europea se iniciaron el mismo
alzamiento iniciado en mayo de 1536, siendo su
año de la llegada de los ejércitos de Pizarro. Los
acción más que una rebelión, una larga lucha por
primeros en iniciarla fueron los tres principales
la reconquista del Imperio del Tahuantinsuyo.
generales del Inca Atahualpa (Rumiñahui, desde
el Norte; Calcuchimac, por el Centro y Apo Quiz
Quiz, al Sur), quienes organizaron la resistencia II. REACCIÓN DE MANCO INCA
militar en las zonas que estaban bajo su control Antes de ingresar al Cusco, Pizarro decidió
hostilizando el avance español desde la caída nombrar como emperador a Manco Inca Yupanqui,
de Cajamarca en 1532. Más de diez batallas otro hijo de Huayna Cápac, quien al igual que
Después de veinte meses, Almagro y los cerca del lago Titicaca y se enfrentan en
de Chile retornaron al Perú envueltos en la batalla de las Huarinas (1547), en la
fracaso. Al enterarse de la rebelión de cual es derrotado Diego Centeno. Gonzalo
Manco Inca, vio la oportunidad de deponer Pizarro se convierte así en líder absoluto
a Pizarro y tomar lo que creía suyo. del Virreinato del Perú.
Ambos ejércitos españoles se enfrentan Enterados de la rebelión en España,
cerca del Cusco, el 6 de abril de 1538, en la el rey nombra al sacerdote Pedro de la
Batalla de las Salinas. Las tropas de Almagro Gasca presidente de la Real Audiencia de
son derrotadas y él tomado prisionero y Lima y Pacificador del Perú, con poderes
llevado al Cusco, juzgado y condenado a extraordinarios. El ejército de Pedro
muerte por estrangulamiento. Diego de de la Gasca desembarca en el Perú y
Almagro es ejecutado el 8 de julio de 1538. rápidamente se dirige hacia el Cusco.
Ambos ejércitos se enfrentan en la batalla
B. La guerra de Almagro El Mozo de Jaquijahuana, cerca del Cusco (1548).
Tres años más tarde, Diego de Almagro “el La Gasca derrota a las fuerzas de Gonzalo
Mozo”, cobraría venganza contra Pizarro, Pizarro, quien fue capturado y ejecutado.
de esta forma el Mozo y otros almagristas
terminan asesinándolo un 26 de junio D. La guerra de Francisco Hernández
de 1541. Los leales a Diego de Almagro Girón
el Mozo lo nombraron gobernador y se Tras su victoria, Pedro de la Gasca elimina
levantaron contra la autoridad del enviado las gobernaciones de Nueva Castilla
del Rey de España, Cristóbal Vaca de y Nueva Toledo. También redistribuye
Castro, en calidad de juez comisionado las encomiendas existentes en el Perú.
y gobernador del Perú. Ambos ejércitos, Aparentemente, La Gasca no pudo
se enfrentaron en la Batalla de Chupas, satisfacer del todo a sus leales, lo que
muy cerca de Huamanga (Ayacucho) el generó nuevos descontentos, esta vez entre
16 de septiembre de 1542. Almagro el los leales a la corona. Dejando este germen
Mozo pretendió asilarse con los incas de descontento, La Gasca retornó a España.
de Vilcabamba, pero fue capturado y Los encomenderos descontentos o
ejecutado en el Cusco. Al momento de su insatisfechos, nombraron como líder a
muerte, Diego de Almagro El Mozo tenía Francisco Hernández Girón. La rebelión se
apenas 20 años, siendo el único mestizo hace ahora en nombre de los "españoles
de su época que llegó a comandar un pobres", gracias a los cuales se había
ejército de 700 soldados. efectuado la conquista del Perú. Girón
formó un respetable ejército y avanzó hacia
C. La rebelión de los encomenderos Lima. Las tropas de la Real Audiencia, al
En cuanto a las revueltas civiles en el mando de Alonso de Alvarado, salieron a su
Perú hispano, el Rey intervino ahora para encuentro. En enfrentamiento se produce
intentar restaurar el orden. En 1542, Carlos en la batalla de Chuquinga, saliendo
I promulgó las Leyes Nuevas de Indias que vencedor Hernández Girón. Posteriormente
creaban el Virreinato del Perú. En virtud de Girón es derrotado en la batalla de Pucará
la creación del virreinato, el Rey nombra siendo capturado en Jauja, llevado a Lima
primer virrey a Blasco Núñez de Vela, quien y ejecutado en 1554. El control real se
llegó al Perú con la disposición de hacer imponía en el Perú hispano.
cumplir las recientemente promulgadas
Leyes, que suprimían las encomiendas
hereditarias, pero los encomenderos
se rebelaron, acaudillados por Gonzalo
Pizarro, derrotaron al ejército del virrey
en la batalla de Iñaquito.
Mientras, en el sur del Virreinato del
Perú, Diego Centeno, leal al virrey Blasco
Núñez de Vela y a la corona española, al
enterarse de la muerte de éste, levanta
armas contra Gonzalo Pizarro, y trata
de restablecer la autoridad real. Ambos
ejércitos se encuentran frente a frente Francisco Hernández Girón
EL VIRREINATO PERUANO
B. Autoridades Americanas
Fueron organismos que funcionaron
en la misma colonia para ejecutar las
disposiciones emanadas de España. Fueron
los siguientes:
1. El virrey
De vice-rey, era el máximo representante
del Rey en un virreinato, propuesto por el
Consejo de Indias, nombrado por el Rey.
Sus funciones eran: políticas, militares,
judiciales, económicas y legislativas.
REFORMAS BORBÓNICAS
incremento de las presiones fiscales que afectaron * Navío de Registro: Todos los productos
principalmente a la población indígena y en que Inglaterra lleva a las colonias tenían
general, a los diversos estamentos americanos que ser registrados en el puerto de Cádiz
que no tardaron en rebelarse. y no en un puerto inglés. Con esta medida
se fortaleció el contrabando.
III. CAUSAS
El llevar a cabo toda la reestructuración política * Libre Comercio: Debido a que España
y económica del virreinato, se debió a serios no podía abastecer a la colonia, el
problemas que aquejaban a la metrópoli en el contrabando o era controlado y para tratar
marco internacional de inicios del siglo XVIII. de incorporarse al comercio mundial, por
Desde diversos ámbitos podemos citar que por sugerencia del Ministro José Gálvez, el Rey
ejemplo en el aspecto económico, el desarrollo de Carlos III, autoriza la apertura de puertos
la producción se expresaba en la industrialización libres en América (Caracas, Montevideo,
de Inglaterra, mientras que España se encontraba Buenos Aires, Valparaíso, Arica, Guayaquil,
estancada en el mercantilismo (bullonismo), la etc.). Con ello se logró incrementar el
excesiva importación de manufacturas y la falta comercio colonial, pero España perdió
de una política proteccionista para los productos el control comercial hispanoamericano,
españoles. En el ámbito social, los caciques se cierra la Casa de Contratación de
mantenían poder económico y no pagaban Sevilla y se perjudicó al Callao junto a los
impuestos. En política, la burocratización de la comerciantes de Lima.
administración colonial y la corrupción en las
altas esferas de poder. Además entre las causas B. Reforma territorial
ideológicas, el despotismo ilustrado, donde Para el control de las colonias y una mejor
Francia emprendió reformas en el siglo XVIII administración se crean nuevos virreinatos
conocido como “siglo de las Luces”, aplicando con el propósito de reducir el espacio
reformas liberales de respeto y tolerancia a los controlado por el virrey del Perú y facilitar la
cultos, derecho de publicación de revistas, etc., fuerza laboral y extracción de recursos.
y al desarrollarse esto, España buscó asegurar el Los virreinatos que se crean son: Nueva
poder de la nobleza dando ciertas concesiones Granada en 1717, que fue disuelto y vuelto a
llevadas por cabo por José de Gálvez ministro de instaurar en 1739 (comprendía las audiencias
Carlos III. de Quito, Panamá, Bogotá y Venezuela),
siendo su capital Santa Fe; y el virreinato del
IV. REFORMAS Río de la Plata fundado en 1776 (comprendía
A. Reforma económica Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz y
Se eliminó gradualmente el monopolio Charcas), su capital fue establecida en Buenos
comercial y el exclusivismo hasta llegar a la Aires. España firma con Portugal el tratado
apertura de mercados (libre comercio). El de San Ildefonso en 1777 por el cual se
principal objetivo fue disminuir el contrabando modificaba el tratado de Tordesillas, mediante
e incrementar el comercio entre España y el cual España cedió un vasto territorio se
sus colonias. Carlos III emitió en 1778 una selva y recibió la colonia de Sacramento.
legislación que liberalizaba el comercio. A Además se consolidaron las capitanías
través de ella se autorizó la apertura de generales de Chile en 1776 y la de Venezuela
nuevos puertos para el comercio entre España en 1777, esto con el objetivo de una mayor
y América. Se aumentaron los impuestos y se militarización.
crearon aduanas, encargadas de recaudar los
impuestos del comercio interior y exterior C. Reforma administrativa
Con el objetivo de racionalizar el gobierno local
* Derecho de Asiento: Se concede a los en los virreinatos, fomentar las actividades
ingleses la venta en América de 4800 productivas de las provincias y eliminar el
esclavos al año y durante tres décadas. corrupto sistema de los corregimientos,
en el año 1784 estos fueron reemplazados
* Navío de Permiso: A través del tratado por las intendencias, siendo de mayor
de Utrecht (1713) se le otorga a Inglaterra amplitud en su jurisdicción. Estas fueron:
un Navío que una vez al año transporte Lima, Cusco, Arequipa, Huamanga, Tarma,
500 toneladas de productos a la feria de Trujillo, Huancavelica y Puno. Teniendo como
Portobello, para luego ser comercializados consecuencia inmediata el aumento en el
en las colonias americanas. cobro de todos los impuestos.
REBELIONES INDÍGENAS
2. Precursores peruanos
II. LOS PRECURSORES José de la Riva Agüero
Fueron personas que con sus pensamientos, obras
(Lima 1783 – 1858)
y enseñanzas difundieron los ideales de libertad
Redactó el "Manifiesto de las 28 Causas".
e independencia en América. En su mayoría eran
Participó en la conspiración de los
criollos influenciados por la Ilustración.
Oratorianos. En 1823, llegó a ser el
primer presidente a través del Motín de
A. Precursores separatistas
Balconcillo.
Propugnan la ruptura con España, y tomar el
control político total de América.
B. Precursores reformistas peruanos
Sector criollo con poder económico propuso
1. Precursores continentales
reformar el sistema colonial.
a. Juan Pablo Viscardo y Guzmán
(Arequipa 1748 – Londres 1798)
1. Toribio Rodríguez de Mendoza
Estudió en el colegio jesuita de
(Chachapoyas 1750 – Lima 1825)
San Bernardo en el Cusco, En
Profesor de filosofía y rector del Real
1767, fue expulsado del Perú con
Convictorio de San Carlos desde 1786. Allí
IV.
LA CONTRARREVOLUCIÓN DE
ABASCAL
Napoleón Bonaparte, tras tomar el poder en El virrey Abascal evitó Juntas en Lima y
Francia, derrota a la Cuarta Coalición y decreta envió fuerzas militares que destruyeron
el bloqueo continental contra Inglaterra; pero las Juntas del Alto Perú, Quito y Santiago.
a causa del apoyo diplomático de Portugal a la La Junta de Buenos Aires fue la única que
coalición, Napoleón decide su invasión inmediata. logró sobrevivir, pero las tres expediciones
Por el tratado de Fontainebleau (1807) España (ejércitos) que enviaron al Alto Perú fueron
(Carlos IV) autoriza a Napoleón para cruzar por derrotadas.
Lectura:
LA IGLESIA Y EL TRIUNFO DE LA FE
La Evangelización
La conquista del Perú tuvo un sentido más profundo que la simple adquisición de territorios para la Corona, la
consecución del lucro y el ascenso social por parte de los peruleros. Detrás de la gesta conquistadora estuvo
siempre presente el deseo de ampliar la cristiandad, aunque muchos historiadores no parezcan interesados en
detenerse en este aspecto. Esta convicción de los conquistadores sólo puede ser explicada a la luz de la guerra de
reconquista librada en la península ibérica entre los mundos cristiano y musulmán, a lo largo de casi ocho siglos.
La lucha contra los moros arraigó la fe de cada hispano y el mismo Estado impulsó la religión como un elemento
cohesionador. Los reyes dirigieron todos sus recursos al servicio de un ideal y de una empresa de carácter
sobrenatural: la conversión de los infieles. De esta manera, los intereses de la Corona española se confundían con
los de la Iglesia. Lo temporal y lo espiritual se comprometen prácticamente en las mismas aspiraciones.
En la conquista del Perú parecen proyectarse los mismos principios que guiaron la reconquista, generándose el
llamado “cristianismo militar”, esto es, un gran sentimiento religioso que hace conscientes a los españoles de su
protagonismo como agentes de Cristo frente a los indios. El “cristianismo militar” robustece en los soldados la
esperanza de su salvación, por oficiar de mensajeros de la verdadera religión. De este modo, los expedicionarios
pudieron ver al apóstol Santiago cabalgar por los cielos durante las batallas contra los indígenas, y a la Virgen
María desviar las flechas de los naturales. Esta forma de religiosidad, por cierto comprensible para su tiempo,
suponía que los conquistadores debían mantener viva la llama de la fe. Los reyes procuraron, entonces, que
en cada ejército explorador hubiese hombres de Iglesia, tanto del clero secular como del regular. Los clérigos y
frailes presentes en las huestes celebraron misa, confesaron y absolvieron a los conquistadores y bautizaron y
convirtieron a los indios. A la espada se sumó la cruz de la evangelización.
Desde un principio los religiosos de ambos cleros se preocuparon por estudiar las creencias y lenguas vernáculas
y así poder transmitir el mensaje cristiano a los naturales. Ese gran interés por enseñarles la doctrina se basaba
en el descubrimiento del carácter “miserable” de los indios, pues al no haber podido conocer a Cristo no estaban
aptos para la felicidad natural que supone la salvación. Los sacerdotes eran los hombres indicados para encaminar
a la población andina hacia la única verdad a través de una “policía cristiana”, vale decir, despojándolos de las
costumbres contrarias al Evangelio e impartiéndoles una educación guiada hacia Dios.
La evangelización fue adquiriendo perfiles cada vez más precisos luego de las resoluciones de los concilios
celebrados en Lima, especialmente de los tres iniciales. El Primer Concilio Limense (1551 – 1552), convocado por
el arzobispo de Lima, el dominico Jerónimo de Loayza, se propuso alcanzar la unidad de la doctrina, decretar el
fin de la idolatría y una distribución proporcional de los religiosos en el Perú. Lamentablemente, Loayza no obtuvo
los logros que esperaba, pues la ausencia de varios obispos restó prestancia a la asamblea eclesiástica. Gracias a
las disposiciones legales del rey Felipe II, inspiradas en el Concilio de Trento, y a la tenacidad de fray Jerónimo de
Loayza, fue posible la convocatoria del Segundo Concilio Limense (1567). A él asistieron los obispos de Charcas, La
Imperial y Quito, y los provinciales de las órdenes religiosas que ya se encontraban en tierras peruanas: dominicos,
franciscanos, agustinos y mercedarios.
La presidencia del Segundo Concilio recayó en Loayza, quien como discípulo del célebre maestro de Salamanca Francisco
de Vitoria, supo dirigir la asamblea inspirado en el derecho natural. Entre los principales puntos abordados en ese foro
eclesial se encuentran interesantes observaciones sobre las costumbres y formas de vida de los sacerdotes que vivían
cerca de los naturales. Ellos debían seleccionarse entre “personas muy aprobadas y bien instruidas en administrar
sacramentos”. Asimismo se sugería que aprendieran con esmero las lenguas nativas y trataran con amor a los indios,
alejándose de toda negociación o granjería; en suma, que no cayeran en los juegos del mundo. Aquellos ideales
coincidían perfectamente con los valores del mundo laico, tan bien expresados por el licenciado Juan de Matienzo
cuando en ese mismo año de 1567 llegó a afirmar que todo miembro de la autoridad civil estaba destinado a ser:
“hombre virtuoso; cristiano probado y conocido por tal en su niñez, mocedad y madura edad, y en toda su vida; como
dice Platón que tenga buena fama, porque no le basta ser bueno, sino tuviese buena opinión”. El buen ejemplo de los
hombres de Iglesia era un elemento vital para la evangelización, el orden público y el bien común. Quince años después
se diría sobre el Segundo Concilio Limense: “Mas por la negligencia de muchos y poca ejecución de algunos prelados
vino a olvidarse casi del todo en las más iglesias el dicho concilio, de suerte que fue de poco efecto el haber proveído en
él tantas y tan saludables constituciones, y casi de la misma manera y por la propia causa el Santo Concilio de Trento,
que se recibió y tornó a publicar en el dicho concilio provincial, se dejó de ejecutar en muchos o en las más cosas
que ordena tocantes a la reformación de costumbres”. Tal estado de cosas motivó que el rey don Felipe dispusiera la
celebración de otro concilio. El soberano envió cartas al virrey Martín Enríquez de Almansa (1581-1583) –quien había
gobernado prudentemente en México– y al entonces arzobispo de Los Reyes don Toribio Alfonso de Mogrovejo y
Quiñones (más tarde elevado a los altares), informándoles de su decisión.
El Tercer Concilio Limense (1582-1583) congregó en la capital del virreinato a los prelados de Nicaragua, Panamá,
Popayán, Quito, Cuzco, Charcas, Santiago de Chile, La Imperial, Río de la Plata y Tucumán. Toda la América del Sur
y parte de Centroamérica estaban representadas por sus obispos. También se hicieron presentes los superiores
de las órdenes religiosas y varios teólogos de renombre que iluminaron con sus conocimientos las sesiones de la
asamblea, entre ellos el padre José de Acosta de la Compañía de Jesús, Bartolomé de Ledesma de la orden de
Santo Domingo, Luis López de la orden de San Agustín, y los presbíteros Antonio de Molina, Pedro Gutiérrez Flores,
Francisco de Vega y Fernando Vázquez Fajardo.
El concilio celebrado bajo la dirección del futuro santo Toribio de Mogrovejo fue el más importante del mundo
americano. Según el padre Enrique Bartra S.J. constituyó “uno de los esfuerzos de mayor aliento realizados por
la jerarquía de la Iglesia y la Corona española para enderezar por cauces de humanidad y justicia los destinos
de los pueblos de América, como exigencia intrínseca de su evangelización”. Este concilio intentó corregir la
vida mundana de algunos sacerdotes, pero sobre todo tuvo una serie de aportes que fueron definitivos para la
posteridad, pues creó un seminario para formar adecuadamente al clero secular, se interesó por la defensa de los
naturales y precisó la forma como debían administrárseles los sacramentos, consagró el estudio de los idiomas
indígenas como un vehículo para llegar a ellos y preparó, con las sugerencias y observaciones del padre José de
Acosta, el Catecismo (1584) redactado en castellano, quechua y aymara, el primer libro editado en Sudamérica.
El santo arzobispo de Lima fue un gran promotor de la catequización y sobre todo un hombre infatigable que pasó
la mayor parte de su ministerio emprendiendo visitas pastorales. Antes del concilio se dio tiempo para conocer las
condiciones de su diócesis, llegando por el sur hasta Nazca y por el oriente hasta Huánuco. Finalizada la asamblea
de prelados, partió hacia Chachapoyas y luego, desafiando la terrible geografía peruana, enrumbó hacia Yauyos y
Huarochirí. En 1593 recorrió la costa norte hasta Lambayeque y cruzó los Andes para arribar a Cajamarca y visitar
nuevamente Chachapoyas. En 1601 inició otro viaje por los lugares antes recorridos. Cansado y rendido murió en
Saña en 1606.
Dentro del tema de la evangelización cabe destacar la presencia de las doctrinas o parroquias de indios creadas
a lo largo del territorio virreinal, para impartir el catolicismo entre los naturales. Los doctrineros, que podían ser
miembros del clero diocesano o del regular, enseñaban los principales enunciados de la fe, los mandamientos, los
sacramentos y todo aquello que el cristiano debía esperar y pedir a Dios. Los párrocos de indios estaban llamados
a “poner en policía” a los indígenas reuniéndolos en grupos para educarlos en el catolicismo y erradicar el culto
idolátrico.
Para poder llevar a cabo su tarea cristianizadora la Iglesia tuvo que organizar sus labores en torno de los obispados.
La primera diócesis en el Perú fue la del Cuzco y para ella en 1537 se eligió obispo a fray
Vicente de Valverde, antiguo capellán de la hueste de Francisco Pizarro. Este dominico, que murió martirizado en
la isla de la Puná, destacó por la defensa de la humanidad de los indígenas. Su diócesis comprendía un territorio
vastísimo: desde la Nueva Granada (con excepción del Darién) hasta los confines del reino de Chile, el Tucumán y
el Río de la Plata.
Posteriormente, en 1541 se creó la diócesis de Los Reyes, cuyo primer pastor fue otro sacerdote de Santo Domingo:
fray Jerónimo de Loayza. El prelado tomó posesión de su cargo en 1543. Por la importancia que cobraba cada día la
capital del virreinato, el Papa Paulo III elevó la sede de Lima al rango de diócesis metropolitana, desmembrándose
de esta forma de la arquidiócesis de Sevilla en 1546. A partir de entonces Lima tuvo como sufragáneos a los
obispados de Quito (erigido en 1546), Popayán (1546), Río de la Plata (1547), Charcas (1551), Santiago de Chile
(1561), La Imperial (1563), Tucumán (1579) y a las antiguas diócesis de Nicaragua (1534) y el Cuzco (1537). Durante
el siglo XVII fueron fundadas las diócesis sufragáneas de Trujillo (1609), Arequipa (1609) y Huamanga (1609).
La Extirpación de Idolatrías
En la última década del siglo XVI y durante las dos primeras de la siguiente centuria, los evangelizadores
comprobaron que pese a sus esfuerzos continuaba la afloración de antiguos cultos indígenas. Pariacaca, Macaviza,
Cocallivia y Chaupiñámoc volvieron a aparecer en Huarochirí. En otras regiones del virreinato como Cajatambo,
Huamanga y el Cuzco también retornó la idolatría. El fenómeno demostraba que la cristianización del Perú no se
había logrado totalmente.
Los doctrineros fueron los primeros en reparar sobre este mal. El doctor Francisco de Ávila, a cargo del
curato de San Damián de Huarochirí, dio cuenta del problema al entonces arzobispo de Lima Bartolomé
Lobo Guerrero. En 1610, gracias a su celo apostólico, Ávila recibió el nombramiento de “visitador de
idolatrías” para iniciar la búsqueda de imágenes paganas y huacas, las que debía estudiar y luego
destruir, además de reprimir a los sacerdotes andinos, a quienes se les consideraba “hechiceros”. Tras
su nombramiento, recorrió Yauyos, Huarochirí y otras comarcas, descubriendo supersticiones que incluso
los frailes y clérigos desconocían.
El visitador debía ser una persona sensible e influyente y, sobre todo, poseer el don de convencimiento.
Hablaba la lengua de los naturales y realizaba su misión acompañado de sacerdotes predicadores, un
notario y un fiscal. El método de extirpación fue sistematizado por el jesuita Pablo José de Arriaga,
quien sugirió los pasos que debía seguir todo visitador para eliminar los “embustes del demonio”.
Arriaga participó de varias visitas y como resultado de su experiencia escribió La extirpación de la
idolatría en el Perú (1621), donde compendiaba y describía las fiestas y creencias de los andinos,
e indicaba la forma correcta y prudente de desterrar el mal. Una vez que el visitador llegaba al
pueblo sujeto de examen, los religiosos acompañantes predicaban a los indios lugareños a fin de
que perdieran temor a la autoridad eclesiástica y los invitaban a reunirse al día siguiente para
oír una misa con sermón. Después de llevar a cabo esta ceremonia, que debía concluir hacia las
ocho de la mañana, el visitador procedía a la búsqueda de huacas e ídolos. Luego iniciaba un
preciso interrogatorio a los hechiceros y curacas sobre las características de los demonios que los
naturales tenían por dioses. El cuestionario suponía preguntas sobre ritos, momias, fetos, bailes,
etc., vinculados a sus divinidades. Todas las respuestas debían ser registradas minuciosamente por
el notario y, acto seguido, el visitador ordenaba destruir las huacas, destrozar los ídolos, quemarlos
o echarlos al río. En los antiguos lugares de adoración se colocaba una cruz en representación del
triunfo del cristianismo sobre las supercherías. Si se descubría en los curanderos y los señores
étnicos la intención de ocultar información al visitador, eran trasquilados y obligados a retractarse
de sus errores y a llevar una cruz al cuello, además de salir en procesión con un cirio en la mano y
“coroza” (especie de mitra que cubría la cabeza) el día de la fiesta de la Cruz.
Otro notable extirpador de idolatrías de la primera mitad del siglo XVII fue el presbítero limeño Fernando de
Avendaño, a quien sus colegas de la Universidad de San Marcos describían como: “vigilantissimo en la expulsión
de la idolatría de los indios y en entresacar sus ritos ceremoniosos”. Avendaño, teólogo y quechuista, con un afán
parecido al del cuzqueño Francisco de Ávila, publicó en 1648 sus Sermones de los misterios de nuestra santa fe
católica, en lengua castellana y la general del inca, que sirvió de guía para la prédica a los indios y de excelente
instrumento para lograr la conversión de los andinos.
Debemos señalar que los naturales no estuvieron sujetos a la Inquisición, pues su calidad de nuevos en la fe
católica los eximía de este tribunal. Sin embargo, no se libraban de la fiscalización de la Iglesia, la que había
diseñado para ellos un método especial: la extirpación de idolatrías.
Gracias a los extirpadores, es posible reconstruir la historia de los cultos indígenas prehispánicos. La abundante
información recogida en los miles de folios de los visitadores en los archivos eclesiásticos, permite abordar los
múltiples aspectos de la religiosidad en los Andes.
La Inquisición
El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, institución medieval que se remonta al siglo XIII y que se estableció
en Castilla en 1478, fue instaurado en el Perú por una real cédula de Felipe II, del 25 de enero de 1569. Su
instalación oficial en Lima se produjo el 29 de enero de 1570, dentro del espíritu de la Contrarreforma. Fue su
primer magistrado don Servando de Cerezuela y se ubicó en el local de la plaza de la Merced. Más tarde se
trasladaría a la llamada “plaza de la Inquisición”. La jurisdicción del Tribunal afincado en Los Reyes abarcaba Quito,
Charcas, Chile, La Plata y el Paraguay.
El Santo Oficio velaba por la pureza del cristianismo y reprimía cualquier actitud que distorsionara la verdad de la
doctrina, como la herejía (donde incluía al luteranismo), la lectura de libros prohibidos, la brujería, la quiromancia,
la blasfemia, el judaísmo y el islamismo encubiertos, la inmoralidad en sus formas de sodomía, pederastia y
bigamia, y también la indisciplina eclesiástica. La Inquisición estaba dirigida a todos los hombres y mujeres del
reino, con exclusión de los indios, ya que ellos eran considerados nuevos en la fe y se sometían a otro sistema
de depuración religiosa a través de la ya mencionada extirpación de idolatrías. El Tribunal enfrentaba la crisis
ideológica y política generada al interior de la sociedad virreinal.
La Inquisición constituía una garantía de derecho frente al mundo protestante, pues poseía un proceso judicial, con
una parte general y otra especial, que brindaba al acusado la oportunidad de arrepentirse o de probar su inocencia.
Los encargados de dirigir el proceso eran los tres inquisidores que oficiaban de jueces, un fiscal que acusaba y el
secretario que redactaba las actas. Fuera de Lima, los comisarios se abocaban a la difícil tarea de capturar a los
sospechosos para enviarlos a las mazmorras del Santo Oficio en la Ciudad de Los Reyes.
El proceso establecía una serie de tormentos como el potro, la garrucha, los baldazos de agua fría y los grillos. Si el
acusado moría en medio de la tortura y había sido probada su culpabilidad, la investigación continuaba; en el caso
de que su condena fuera la muerte, el cadáver era desenterrado y quemado en la hoguera durante el auto de fe,
mientras una efigie salía en procesión con los demás penitenciados.
Existen muchas observaciones exageradas sobre el número de ejecutados por el Tribunal. Durante todo el período
virreinal fueron condenadas a muerte cerca de cuarenta personas. Aparte de la pena máxima, el Santo Oficio podía
resolver la cadena perpetua, el azotamiento público, el destierro del Perú y de las Indias, la confiscación de bienes,
la inhabilitación en oficios y dignidades y, finalmente, el denigrante trabajo en las galeras.
Con el paso de los años, la Inquisición fue suavizando sus métodos. En 1736 dictó su última condena a muerte,
ochenta años antes de su desaparición. Las Cortes de Cádiz, de clara influencia liberal, dictaminaron en 1813 la
abolición del Santo Oficio en todas las posesiones españolas aunque, una vez en el poder, Fernando VII intentó
sin éxito reinstalar los tribunales. En el Perú la Inquisición funcionó hasta 1814 y fue definitivamente abolida por el
gobierno del general don José de San Martín.
EXTRAÍDO DE: “El Perú virreinal: sociedad, economía y arte”
Sandro Patrucco