Sei sulla pagina 1di 22

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

CURSO DE CIRUGIA

CAPITULO TRAUMATOLOGIA

ORGANIZADOR PREVIO

Tema: Enfermedades Traumáticas del Aparato


Locomotor

Autor: Dr. Ricardo Luis Zavaleta Alfaro

Año 2010

1
ENFERMEDADES TRAUMATICAS DEL APARATO LOCOMOTOR:
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

Desde que aparece el hombre sobre la tierra, ha sufrido traumatismos de variada intensidad
y localización en su aparato locomotor, así vemos que al lesionarse un hueso se produce
una fractura; un impacto de mayor intensidad lesiona más de una estructura: ligamentos,
cápsula articular y lesión de grado variable en el paquete vascular y nervioso produciendo
la luxación; otro impacto que compromete el continente y contenido aponeurótico
(músculo, nervio y vasos sanguíneos) produce el síndrome compartimental agudo. Por lo
expuesto, existe un agente productor de enfermedad, que es el traumatismo; y una
localización anatómica lesionada o enferma, que es el aparato locomotor, esa es la razón
por la que estamos denominando enfermedad traumática a este capítulo con la finalidad de
identificar los diferentes enfoques para su diagnóstico y tratamiento oportuno, que beneficie
lo mejor posible al paciente.

1- SINDROMES COMPARTIMENTALES AGUDOS


1.1. Definición El síndrome compartimental agudo (SCA), es probable se haya presentado
en todos los tiempos, sin embargo; la primera publicación de su presentación y explicación
de su mecanismo de producción empieza en 1881 con Richard von Volkmann, quién
describió la parálisis y contractura muscular resultante de la aplicación de vendajes de yeso
ajustados, en la extremidad lesionada, postulando que la contractura era debida a la
interrupción del aporte sanguíneo arterial. Sin embargo, Thomas comunicó más tarde
algunos casos en los que la “contractura de Volkmann” se produjo sin fractura ni
aplicación de yeso. y los observó en contusiones severas del antebrazo (1, 3). Murphy (2),
fue uno de los primeros en reconocer que la hemorragia y el edema situados dentro del
músculo rodeado por su envoltura de fascia provocan isquemia por compresión, sugiriendo
que la descompresión precoz del miembro evitaría las secuelas de parálisis y contractura,
lo que posteriormente fue confirmado por Jepson.( 1).

Recientemente, al definirse la comprensión anatómica de los compartimentos musculares y


el contenido de éstos y comprobados con instrumentos de medición de presión Scott J.
Mubarak y Alan R. Hargens (1983): a definido al SCA así: “… es una patología en la que
hay aumento de la presión dentro de un espacio fascial cerrado (compartimento muscular),
que reduce la perfusión capilar por debajo de los niveles necesarios para conservar la
viabilidad de los tejidos … “ (fig.1.1)

2
Fig 1.2 corte transversal de la pierna, se observa los tres compartimentos: Anterior, Lateral
y a con sus contenido muscular, vascular y nervioso

1.2 Fisiopatología del síndrome compartimental agudo

El síndrome del compartimento agudo, es una patología en la que la presión existente


dentro de un espacio fascial cerrado (compartimento muscular) reduce la perfusión capilar
por debajo de los niveles necesarios para conservar la viabilidad de los tejidos. Estos
sindromes aparecen en los músculos esqueléticos rodeados por estructuras
osteoaponeuróticas relativamente poco distensibles. Un aumento de presión dentro del
compartimento muscular no se dispersa ni desaparece fácilmente, debido a la falta de
elasticidad de la fascia que envuelve al músculo. Si este aumento de presión persiste,
manteniéndose en valores suficientemente altos durante algunas horas, la función normal de
los músculos y de los nervios resulta comprometida, pudiendo producirse eventualmente
necrosis muscular y nerviosa. Puede producirse contractura del miembro y pérdida de la
función permanente (3).

La situación y localización frecuente de los síndromes compartimentales agudos, entre otras


pueden ser: lesión arterial, traumatismos con fracturas, ejercicios deportivos y la
compresión prolongada de un miembro, ya sea superior o inferior (fig 2). Sin embargo, los
sindromes compartimentañes agudos pueden ser observados por cualquier especialista
médico, asociados a contusiones, trastornos hemorrágicos, quemaduras, trauamtismos,
tumefacción postisquémica después de lesiones o trombosis arteriales, ejercicios, sobre
dosis de alcohol o de drogas, u obstrucción venosa (3).

3
LESION COMPRESION
ARTERIAL FRACTURA EJERCICIO PROLONGADA
DEL MIEMBRO

EDEMA-HEMORRAGIA-
ACUMULACION

PRESION ELEVADA
EN EL
COMPARTIMENTO

SINDROME
COMPARTIMENTAL
AGUDO

Fig. 1.2. Fisiopatología del síndrome compartimental agudo: variedad de situaciones


que pueden iniciar la secuencia de acontecimientos que determinan síndrome
compartimental agudo. Fuente: creatividad del autor.

1.3 Clasificación del síndrome compartimental agudo

Para un mejor entendimiento del síndrome compartimental agudo, es necesario clasificarlo,


para lo cual empleamos la clasificasión de Matsen ( Tabla 1) Las mismas que pueden
dividirse en problemas que:
1.- Disminuyen el tamaño del compartimento
2.- Que aumentan el contenido líquido del compartimento, líquido acumulado que puede
corresponder a edema, hemorragia o a una combinación de ambos.

4
1.3.1. Disminución del tamaño del compartimento

1.3.1.1.- Se consideran a los vendajes y yesos constrictivos como elementos externos que
producen disminución del tamaño del compartimento muscular, el vendaje de yeso
disminuye la distensibilidad de los tejidos, y también del umbral de acumulación del
líquido que eleva la presión hasta niveles isquémicos dentro del compartimento. Cuando un
aparato de yeso ajustado es abierto longitudinalmente y separado en una sóla valva
disminuye la presión del compartimento aproximadamente en un 65%, el cual disminuye
los síntomas dolorosos en la mayoría de los casos (4).

1.3.1.2.- Cierre de los defectos fasciales: La aparición de una hernia muscular y un


defecto de la fascia puede ser el resultado del aumento de la presión en el compartimento
subyacente. El cierre de este defecto provoca una disminución del volumen del
compartimento y según se ha informado, puede producir un síndrome compartimental
agudo; por lo que nunca está indicado el cierre de defectos fasciales en la pierna o en el
antebrazo (5).

1.3.1.3.- Lesiones térmicas: La quemaduras circulares de tercer grado originan sindrome


compartimental agudo por dos razones: En primer lugar, la escara rígida y constrictora
disminuye el volumen de los compartimentos subyacentes. En segundo lugar, las lesiones
térmicas se asocian con la formación masiva de edema. La combinación de estos dos
problemas puede provocar necrosis de los elementos anatómicos neuromusculares
subyacentes debido a la elevada presión en los tejidos (6).

1.3.2. Aumento del contenido de los compartimentos.

1.3.2.1.- Tumefacción postisquémica: La lesion de una arteria importante puede producir


un síndrome compartimental agudo por dos mecanismos básicos: En primer lugar, si ha
existido una oclusión arterial completa (lesión arterial, trombosis o embolia) durante un
tiempo suficiente como para producir cambios isquémicos, el restablecimiento de la
circulación en el lecho capilar dañado y en el músculo puede producir la isquemia
suficiente, tumefacción postisquémica; como para iniciar un síndrome compartimental
agudo (fig 3).En segundo lugar, si la arteria está ocluida sólo parcialmente (por ejemplo una
rotura de la íntima), y si existe inadecuada circulación colateral; en estas circunstancias
disminuye la perfusión y la isquemia de los capilares musculares, puede provocar un
aumento de la permeabilidad de la pared capilar. Esta es la razón porque muchos autores
han insistido en la necesidad de practicar fascitomía después de lesiones arteriales, si el
periodo isquémico es mayor de 6 horas (7)

5
OCLUSION ARTERIAL

Isquemia arterial
(X horas)
Fig. 1.3: PATOGENESIS DE
RESTABLECIMIENTO DEL FLUJO DE LOS SINDROMES
COMPARTIMENTALES
Tumefacción POSTISQUEMICOS Mubarak,
postisquémica S. J., Hargens, A.R., Owen,C.A.
(1976):

SINDROME COMPARTIMENTAL AGUDO

Isquemia del síndrome


Compartimental (Y horas)

FASCIOTOMIA
Isquemia total 0 X horas + Y horas

1.3.2.2.- Inmovilización prolongada con compresión del miembro: El síndrome de


aplastamiento representa la manifestación sistémica de la necrosis muscular, las víctimas
de los bombardeos de la segunda guerra mundial que resultaron aplastadas por escombros,
y que presentaron marcada tumefacción de las extremidades, insuficiencia renal
mioglobinúrica, shock, acidosis e hiperkalemia ( 8).

1.3.2.3- Esfuerzo: El ejercicio o el esfuerzo extremo pueden iniciar un síndrome


compartimental agudo (6).

1.3.2.4.- Mordedura de serpiente venenosa: La aparición de un síndrome compartimental


agudo y la fascitomía después de un envenenamiento por serpiente de cascabel, son hechos
discutidos. Experimentalmente, se estudio el efecto del veneno de las serpientes en la pata
trasera del perro. La inyección subcutánea de veneno no produce síndrome compartimental
agudo. El depósito intramuscular de veneno provocará aumento de la presión del
compartimento (6).

1.4 Diagnóstico del síndrome compartimental agudo


El diagnóstico del sindrome compartimental agudo se basa en los signos clínicos y las
mediciones de la presión intracompartimental.

a. El signo físico cardinal en el síndrome compartimental agudo es un dolor intenso, una


resistencia a los analgésicos y un dolor desproporsionado respecto a lo que cabe prever con
el problema primario. El dolor no cede con la inmovilización, el hielo, la elevación ni los
narcóticos (9), el dolor al estiramiento de los músculos comprometidos es un hallazgo
común (3).

6
b. Presión: el único hallazgo precoz y verdaderamente objetivo en un síndrome
compartimental agudo son la tumefacción y la tensión palpable, que son manifestaciones
directas del aumento de la presión dentro del compartimento. Sin embargo, el gran edema
subcutáneo puede enmascarar la tumefacción y el aumento de la presión subyascente (3, 7).

c. Paresia: la paresia o debilidad es difícil de interpretar, y puede originarse


secundariamente a un compromiso nervioso, a isquemia primaria del músculo, como
defensa secundaria ante el dolor, o por las tres causas combinadas

d. Parestesia: es el hallazgo físico más fiable, si se demora en el tratamiento la parestesia


evoluciona a hipoestesia y ésta a anestesia que constituye signo neurológico tardío (4).

e. Presencia de pulsos generalmente son palpables, existiendo relleno capilar. En algunos


casos es difícil palpar los pulsos (3).

El factor universal que debe estar presente para que exista un síndrome compartimental es
el aumento de la presión del tejido. La determinación de dicha presión es obligatoria en los
tres siguientes casos (3, 9):
1. Pacientes que no cooperan o en los que no se puede confiar. Los niños que
tienen una fractura del codo o en antebrazo pueden estar atemorizados que no es
posible una evaluación neurológica minuciosa. Igualmente, en los adultos, el
alcohol u otras drogas pueden hacer interpretación de los signos clínicos difícil o
imposible.
2. Pacientes que no responden Los pacientes que han sufrido compresión de un
miembro como consecuencia de sobredosis de drogas, comúnmente están
obnubilados o en estado de coma en el momento del ingreso.
3. Pacientes que presentan un déficit neurológico atribuible a otras causas
Frecuentemente, es difícil diferenciar una neuropraxia secundaria a estiramiento o
contusión de un nervio del déficit neurológico resultante del aumento de las
presiones dentro del compartimento.

Las presiones se determinan mediante la inserción en el compartimento de una aguja o un


catéter, que se conecta a un manómetro. Se inyecta entonces una pequeña cantidad líquido
en el compartimento. La presión a la que el líquido entra en el compartimento es la presión
intracompartimental. Se realiza mediciones aisladas con un cateter de abertura lateral o con
agujas simples. Los catéteres pueden dejarse colocados para un seguimiento posterior y
son útiles para un diagnóstico del síndrome compartimental inducido por el ejercicio.

Debemos recordar que la presión normal del compartimento es de 5 a 10 mm. Hg, sin
embargo, existe controversia en cuanto al establecimiento de la presión compartimental
máxima tolerable qué está relacionada con el alto grado de variación individual existente y
con la tolerancia a presiones elevadas. Existen dos definiciones básicas de presión crítica:
1) un valor absoluto (> 30 mm. Hg) y 2) un valor derivado ( p= presión arterial
diastólica-presión compartimental < 30 mm. Hg ) (3,4, 9).

7
1.5 Tratamiento

El tratamiento del síndrome compartimental agudo, constituye una emergencia


traumatológica, que requiere darse tratamiento antes de haber cumplido las 6 horas después
del accidente, en sala de operaciones y bajo los efectos de anestesia general. En general se
realiza descompresión quirúrgica del compartimento comprometido, a base de fasciotomía
con piel abierta, abarcando incisiones longitudinales amplias. Cuando hablamos de
fasciotomia con piel abierta significa que se incide la piel, el tejido celular subcutáneo y la
fascia; los cuales se dejan abiertos, y cerrados a partir del 3 o 5 día, dependiendo la
evolución de los tejidos, si encontramos necrosis de éstos, entonces se pospone el cierre de
la herida. Igualmente, si la piel se ha retraido que impide un adecuado afrontamiento,
entonces es preferible un injerto de piel en dicho lecho cruento (3, 7, 9).

El autor considera como emergencias traumatológicas y recomienda para su tratamiento


seguir la regla de oro de antes de las 6 horas; recomendada por la mayoría de autores
consultados, las que se detallan en el cuadro 1 A

Cuadro 1.A. Emergencias Traumatológicas, según Zavaleta Alfaro, R


LESIÓN TRATAMIENTO RECOMENDADO
1. Fractura expuesta Todas estas lesiones requieren
2. Luxación Traumática tratamiento médico quirúrgico, antes
3. Síndrome Compartimental agudo. de cumplir 6 horas desde el momento
4. Artritis Séptica. del accidente, el teatro de actuación
5. Fractura inestable de pelvis ósea sala de operaciones, bajo efectos de
anestesia general.

A manera de resumen: el síndrome compartimental agudo se localiza en pierna y antebrazo,


para lo cual ilustramos la técnica de descompresión del antebrazo y pierna (Figs 1.4 y 1.5).

Fig. 1.4 corte transversal de la pierna que orienta las vías de abordaje hacia los
compartimentos Lateral, Anterior y Posterior.

8
Fig. 1.5 corte transversal del antebrazo que orienta las vías de abordaje a los
compartimentos Anterior, Lateral y Dorsal

BIBLIOGRAFIA

1.-Jepson, P. N.(1926): Ischemic contracture. Experimental study. Am. Surg., 84:785-795.


2.-Murphy, J, B. (1914): Myositis. J.A.M.A, 63:1249-1255.
3.- Mubarak,S.J, HargensA, A. R. (1983):.Síndromes compartimentales agudos. Clínicas
quirúrgicas de norteamérica volumen 3:351-557.
4.-Gelberman, R. H., Garfin, S. R., Hergenroeder, P. T. (1981): Compartment syndromes
of the forearm: Diagnosis and tretment. Clin. Orthop., 161: 252-262.
5.-Mubarak, S. J., Hargens, A.R.(1979): Compartment syndromes and Volkmann’s
Contracture. Philadephia, W. B Saunders.
6.-Mubarak, S. J., Hargens, A.R., Owen,C.A. (1976): The wick technique for measurement
of intramuscular pressure: A new research and clinical tool. J. Bone Joint Surg. 58A:
1016 -1020.
7.-Perry m.d, Manoli II A. (2001) Sindromes compartmental del pie. The Orthopedic
Clinics of North America. Número 1. editorial médica panamericana Buenos Aires.
8.-Bygaters, E.G, Beall, D (1941): Crush injuries with impairment of renal function. Br.
Med.. J., 1: 427-434.
9.-Watson J.T (2001): Síndrome compartimental. Orthopaedic Knowledge Update
Educación médica continúa Ltda Barcelona.

9
2. FRACTURAS
La fractura como enfermedad traumática, probablemente sea la más antigua y estaría
relacionada con los traumatismos de los albores de la humanidad; sin embargo, es
Hipócrates, que desde el año 320 antes de Cristo la empieza a tratar de manera científica;
además, él la definió como la solución de continuidad de un hueso, producida por un
traumatismo violento (1). Nuestro cuerpo humano, tiene 206 huesos; todos tienen
posibilidad de fracturarse, pero los que más sufren fractura son los huesos largos como el
fémur, la tibia y el peroné en el miembro inferior, mientras que el miembro superior son el
húmero, el radio y el cubito (2).

Etimologicamente, la palabra fractura viene del término “frango” que significa “yo rompo”

El cuerpo humano, tiene 206 huesos, todos pueden fracturarse; pero los huesos largos como
el fémur, la tibia y el peroné; en el miembro inferior y el húmero, el radio y el cúbito; en el
miembro superior, son los que más frecuentemente se fracturan. Las fracturas ocurren en
todas las edades, desde los recién nacidos hasta los ancianos (3).

2.1 Manifestaciones clínicas de las fracturas


En toda fractura, además del dolor encontramos la impotencia funcional, es decir que el
hueso ya no puede cumplir con su función de palanca, por estar disrupcionado; también
crepitación ósea, es decir el crujido óseo a la manipulación y ocurre mayormente en las
fracturas conminutas; lesión en grado variable de los tejidos de vecindad, piel, tejido celular
subcutáneo, muscular y de vasos y nervios.

2.2 Clasificación de las fracturas

Para un mejor entendimiento en el diagnóstico, tratamiento y pronóstico de las fracturas es


necesario utilizar una clasificación de éstas, recomendando que dicha clasificación en
general, debe ser de fácil interpretación y aplicación práctica, para lo cual se toman como
referencia varios factores, entre ellos debemos considerar los siguientes:

2.2.1 Desde el punto de vista etiológico

A) según su causa consideramos: fracturas traumáticas, espontáneas, patológicas y fatiga.

Las fracturas traumáticas o verdaderas son la mayoría y se deben a violencias externas o


internas bien determinables.
La fractura espontánea ocurre cuando el traumatismo es tan leve que pareciera un
esfuerzo normal (cambio de posición en la cama)
Las fracturas patológicas, son aquellas fracturas que ocurren cuando en el hueso existe
una enfermedad de fondo que puede ser:
a) - de tipo metabólico, fracturas que se produce en pacientes ancianos con osteoporosis,
en ellos existe un desequilibrio funcional entre la formación y la resorción ósea; donde
la resorción es mayor que la formación ósea. También puede ocurrir en personas que

10
están mucho tiempo encamados que produzcan falta de uso de las funciones óseas.
b).- de tipo tumoral óseo, ya sea primario o secundario; primario, cuando la lesión
tumoral tiene su origen en el hueso; y, secundario cuando el proceso tumoral se ubica
en cualquier órgano de la economía corporal y se ha diseminado al hueso; por
frecuencia en el hombre un cáncer de próstata y en la mujer uno de cuello uterino se
diseminan a hueso, especialmente a fémur.

c).- de trastornos genéticos del colágeno óseo, como ocurre en la osteogénesis imperfecta
(el niño de cristal ), pues en su promedio de vida, sufre más de 40 fracturas. En la
osteogénesis imperfecta se altera la estructura y función del colágeno tipo I, su
gravedad está en relación a la variedad genotípica (se han descrito más de 150
mutaciones de los genes COL1A1, COL1A2 del procolágeno de tipo I) (4)

d).- de tipo infección ósea, como en la osteomielitis crónica o aguda que debilitan las
corticales óseas y pueden fatigarse y romperse, constituyendo la fractura de tipo
patológica.

Las fracturas por fatiga, estas fracturas ocurren en los soldados por marchas prolongadas
y se localizan mayormente en los metatarsianos.

B) Por su localización dentro del hueso; debemos considerar la edad de los pacientes, en
el adulto la localización de la fractura en un hueso largo es diafisiaria, metafisiria
epifisiaria y articulares; en cambio, en los niños además de las ya mencionadas ocurren
fracturas del cartílago de crecimiento también denominado deslizamiento epifisiario.
(fig.2.1)

Epifisis

diáfisis

Cartílago de
metáfisis crecimiento

A B
Fig. 2.1 Niveles de localización de fracturas en un hueso largo: A. adulto y B niño; en el
niño además de la epifisis, diafisis y metafisis se observa el cartílago de crecimiento
Fuente: esquema creativo del autor.

11
C) Por su asociación con otras lesiones, como la piel, los músculos y los elementos
vásculonerviosos; se consideran fracturas abiertas o expuestas y fracturas cerradas.

2.2.2 Desde el punto de vista patogénico

a) Por mecanismo directo, cuando la fractura se producen a nivel de donde actúo la


violencia
b) Por mecanismo indirecto, o fracturas a distancia
c) Por el trazo de fractura, las que se distinguen claramente en las radiografías y se
consideran fracturas transversas, oblicuas, espiroideas y en tallo verde.
d) Por el número de fragmentos óseos se consideran fracturas simples y conminutas
Se recomienda al lector acudir al capítulo: importancia de la radiografía en traumatología ,
para la información sobre trazo de fractura y fragmentos óseos.

2.3 Las fracturas abiertas o expuestas son aquellas en que la fractura tiene exposición
con el medio ambiente a través de la piel lesionada en grado variable; existen varias
definiciones sobre las fracturas abiertas, sin embargo la que tiene mayor aceptación es la
que corresponde a Gustilo, quién menciona que una fractura abierta, es aquella en que los
extremos óseos han penetrado la piel y en la que existe lesión de gravedad variable de los
tejidos blandos que la recubren (1).

2.3.1 Clasificación de Gustilo en las fracturas abiertas

Existen muchas clasificaciones sobre las fracturas expuestas, pero por su fácil entender y
aplicación a nivel mundial es que en este capítulo vamos describir la clasificación de
GUSTILO (1), quien divide a estas fracturas en primer, segundo y tercer grado,
considerando la gravedad de la lesión de la piel y los tejidos que circundan al hueso
fracturado como son los músculos, vasos sanguíneos y nervios.

Fractura expuesta de primer grado cuando la herida de la piel tiene una longitud inferior
a 1 cm; normalmente la herida suele ser una incisión limpia a través de la cual un
fragmento puntiagudo de hueso a perforado la piel. La lesión de los tejidos blandos es
escasa.

Fractura expuesta de segundo grado cuando la herida tiene una longitud mayor de 1 cm
Y no tiene colgajos, avulsiones ni gran afectación del tejido blando, hay un mínimo a
moderado aplastamiento y contaminación moderada.

Fractura expuesta de tercer grado se caracterizan por lesión extensa de los tejidos
blandos que circundan a la superficie ósea fracturada: músculos y paquetes
vásculonerviosos, existiendo un alto grado de contaminación. Estas fracturas se subdividen
en tres sub tipos III A, IIIB Y IIIIC. Las de tipo IIIA, son las que poseen una cobertura
adecuada de tejido blando del hueso fracturado a pesar de la extensa lasceración. Las IIIB

12
Tiene afectación o pérdida del tejido blando en la zona de la lesión con sección del
periostio y exposición del hueso, contaminación masiva. Las IIIC se asocian a lesión
arterial que necesita reparación, independientemente del grado de lesión del tejido blando

Incluyen los problemas especiales en la clasificación de las fracturas expuestas de III grado,
independientemente del tamaño de la herida las siguientes lesiones:
1.- fractura segmentaria abierta, lesión por alta velocidad, en accidente vehicular.
2.- traumatismos causados por faenas agrícolas, con contaminación de la herida con tierra.
3.- Heridas por arma de fuego: proyectiles de alta velocidad y corto recorrido.
4.- Amputaciones traumáticas.
5.- Fracturas abiertas con más de ocho horas de evolución.
6.- Accidentes de masas, por ejemplo: víctimas de guerra o tornados.

2.3.2 Tratamiento de las fracturas abiertas

Desde los informes escritos de Hipócrates del siglo IV a. C las fracturas abiertas
constituyen un reto para el traumatólogo, él las denominó fracturas complejas y tenían una
alta mortalidad, debido que no existía las sala de operaciones, los anestésicos ni los
antibióticos; a pesar de ello recomendaba: 1) antisepsia; sugirió que se aplicara a la herida”
cera mezclada con brea”; 2) vendajes; empleando cera, almidón y arcilla en los mismos,
con el objeto de proporcionar rigidez al alrededor de la herida, 3) maniobras de reducción
de las partes salientes de los huesos que lo hizo usando tenazas de herrero; 4)
enferulamiento y 5) tracción, empleó artificios a base de cuero envueltos alrededor del
miembro inferior..

Las fracturas expuestas son emergencias traumatológicas y por lo tanto requieren


tratamiento en equipo interdisciplinario a base de anestesiólogo, traumatólogo
principalmente y de ser el caso de un cirujano vascular, el teatro de operaciones debe ser la
sala de operaciones donde se realizarán los siguientes procedimientos:

1.- Limpieza de todos los cuerpos extraños que se encuentren alrededor de la fractura.

2.- Antibioticoterapia endovenosa inmediata, con antibiotico empírico; es decir con el


antibiótico usado en el hospital que tiene mejores resultados por la experiencia clínica en su
uso.

3.- En nuestro país, es obligatorio llevar a cabo la profilaxia antitetánica; en paises


desarrollados donde la vacuna antitetánica es obligatoria ya no es necesaria esta profilaxia.

4.- Después de haber llevado a cabo la limpieza de todos los cuerpos extraños, se procede a
determinar si la piel es viable para realizar el cierre de la herida por primera intención, caso
contrario, debe ser postergada para un cierre diferido en dos o tres días posteriores.

Cuando no es posible llevar a cabo un cierre de la herida tanto en primera intención como
de manera diferida la zona cruenta puede injertarse con piel total y cuando la fractura se
acompaña de pérdida de masa muscular realizar un colgajo muscular pediculado, en
trabajo quirúrgico con el cirujano plástico.

13
5.- La reducción de las fracturas, deben llevarse a cabo casi siempre con maniobras suaves,
para no producir más daño de los tejidos vecinos del que ya tienen.

6.- Estas fracturas se estabilizan con unos aparatos denominados fijadores externos .

2.3.3 Fijadores externos como inmovilización de las fracturas expuestas


La inmovilización de las fracturas expuestas según clasificación de Gustilo, depende del
grado de lesión de las partes circundantes o blandas; las de primer grado, donde el
compromiso de las partes blandas es menor es posible de realizar una fijación interna, sin
embargo, cuando la lesión de las partes blandas es mayor como en las fracturas expuestas
de segundo y tercer grado, y donde el tiempo de acción es bastante corto que impida la
cirugía tempranamente, entonces es recomendable la inmovilización con un fijador externo;
según Aybar ( 8).un fijador externo, es un aparato inmovilizador de las fracturas de manera
percutánea extra focal mediante clavos hemi o transfixiantes, y/o, mediante estructuras
externos adheridos a los clavos (fig 2.2)

Fig 2.2 Fijación externa para fractura expuesta de la tibia; A Transfixión , B


Hemitransfixión ,en ambos extrafocal

Como las fracturas expuestas, ocurren mayormente en accidentes de tránsito y producidas


por alta energía o gran violencia Schatzker (6), recomienda priorizar cuatro principios
básicos en su tratamiento que son los siguientes:
1. Salvar la vida del paciente
2. Salvar el miembro lesionado
3. Evitar hasta donde sea posible las infecciones óseas
4. Rehabilitación de miembro lesionado.

14
2.5 Concepto sobre “Personalidad de la fractura”.

Al analizar el mecanismo de producción de las fracturas, sean éstas abiertas o cerradas, el


traumatismo no va directamente al hueso, sino que; el trauma lesiona piel, tejido celular sub
cutáneo, aponeurosis, músculos, elementos vásculonerviosos, periostio, hueso y endosito,
para toda esta secuencia de hechos Nicoll en 1964 (7), acuñó el concepto de
“personalidad de la fractura”. De acuerdo a la calidad de aquellos, se considera fracturas
con buena o mala personalidad de la fractura y nos facilitará determinar el momento del
tratamiento a seguir, asi como también predecir el pronóstico en la formación del callo
óseo. Las fracturas simples y con buena calidad de los tejidos circundantes tienen buen
pronóstico, en cambio las fracturas conminutas y con lesión de los tejidos vecinos tienen un
pronóstico incierto y en algunos casos malo, como es el caso de las fracturas expuestas,
especialmente las fracturas expuestas de tercer grado. En las fracturas cerradas, la presencia
de lesiones flictenulares de la piel son indicaciones de mala personalidad de la fractura, que
requiere postergar el tratamiento definitivo sea éste incruento o cruento. Igualmente, el
compromiso del tejido celular subcutáneo, la celulitis. (1,3,7).

2.6 Concepto de oportunidad de tratamiento de las fracturas

Es importante considerar, la oportunidad del tratamiento de las fracturas, es decir, el


momento en se lleva acabo el tratamiento después de haber ocurrido el traumatismo;
mientras más temprano se haga, los resultados serán mejores, sobre todo en las fracturas
con compromiso articular, donde además de la fractura ósea hay lesión del cartílago
articular.

BIBLIOGRAFIA

1 Gustilo R. B. (1983) Tratamiento de Fracturas Abiertas y sus complicaciones


Interamericana México
2.- Edmonso Crenshaw (1998) Cirugía Ortopédica de Campbell sétima edición. Tomo I
Panamericana. Bogota.
3.- Watson J.T (2001): Síndrome compartimental. Orthopaedic Knowledge Update
Educación médica continúa Ltda Barcelona.
4.- Rockwood, Wilkins (2007) Fracturas en el niño Marban. Madrid
5.- Dakin, H. D. : On the use of certain antiseptic sustances in the tratament of infected
wounds. Br. Med. J., 2:318. August. 1915.
6.- Schatzker J., Tile M (1998) Tratamiento quirúrgico de las fracturas 2da edición
Editorial Médica Panamericana Bogota
7.- Nicoll EA (1964) Fractures of the tibial shaft. A survery of 705 casos: J. Bone Joint
Surg (Br) :46B: 373-387.
8.- Aybar A. (1998) Fijación externa descartable. Manejo de las fracturas y de sus
complicaciones deformidades y alargamientos óseos. Concytec Lima

15
3. LUXACIONES TRAUMATICAS

Al igual que la fractura, la luxación es la segunda enfermedad traumática en antigüedad,


Hipócrates (320 a.c.), la definió como pérdida de contacto permanente de las superficies
articulares, después de un traumatismo violento en cuanto a su tratamiento le fue bastante
dificultoso (1). Las articulaciones que más frecuentemente se luxan son el hombro, codo,
las interfalángicas, la cadera, el tobillo; en ese órden decreciente (2).

3.1 Fisiopatología

La fisiopatología de las luxaciones traumáticas, después del trauma; ocurre ruptura de la


cápsula articular, produciendo un ojal por donde sale uno de los extremos óseos; ruptura de
los ligamentos articulares que son los responsables de la inestabilidad y desplazamiento
existente en esta patología; y, lesión de grado variable del paquete vásculonervioso de
vecindad, es decir puede ocurrir distención hasta sección parcial o total, dando la severidad
de daño articular (3) (Fig. 3.1)

Rotura de la
cápsula articular

Trauma Lesión del


articular LUXACIÓN paquete
violento vascular y
nervioso

Rotura de los
ligamentos

Fig 3.1 Fisiopatología de la luxación traumática, fuente creativa del autor, donde la flecha
indica la producción del daño anatómico.

16
3.2 Diagnóstico

El diagnóstico de las luxaciones traumáticas se basa fundamentalmente en el correlato de la


anamnesis y la exploración clínica; secundariamente a imagen radiológica. En la anamnesis
vamos a recolectar información sobre un trauma articular violento y de gran intensidad, que
produce un dolor severo asociado a impotencia funcional. En la exploración clínica, la
mayoría de las luxaciones, presentan contractura muscular, resistencia elástica y
deformaciones anatómicas clásicas; así vemos en la luxación del hombro, que es la
articulación que más se luxa, la deformación en charretera; que es un relieve en el hombro
parecida a una hombrera actual o la de un militar del siglo XVIII, la cual está determinada
por el relieve óseo del acromion que está fijo y la cabeza humeral desplazada.

Fig. 3.2 el esquema superior esquematiza una luxación anterior de hombro; la inferior
señala el signo de la charretera

3.3 Tratamiento
Ya he señalado que la luxación traumática es una emergencia traumatológica, agregaré
aquí; que su tratamiento tienen prioridad aún sobre los abdómenes agudos quirúrgicos;
pues pasadas las 4 horas de producida la luxación, y no haber sido reducidas, deja secuelas
invalidantes en la articulación afectada, por su compromiso neurológico o vascular (3).

Tanto en las fracturas desplazadas como en las luxaciones traumáticas se emplea la


reducción e inmovilización, que se detalla mejor en el capítulo de trabajo traumatológico;
sin embargo, la inmovilización en la mayoría de las articulaciones reducidas, se coloca un

17
yeso incompleto, es decir una férula en la zona anatómica dorsal, sostenida por una venda
elástica.

El tiempo de inmovilización juega un papel importante en el pronóstico de la luxación,


igualmente; el tiempo necesario para la regeneración de los tejidos lesionados, en general;
mientras más joven es el paciente, más tiempo de inmovilización, en relación a un paciente
adulto o anciano que necesitan menor tiempo. Siguiendo con el ejemplo de la luxación del
hombro, éste necesita inmovilizarse 8 semanas en pacientes jóvenes y 4 semanas para los
adultos y ancianos.

3.4 Complicaciones

Debemos recordar que las articulaciones en condiciones normales están estabilizadas por
los ligamentos, también están rodeadas por una cápsula articular la que cierra
herméticamente la cavidad articular y en su parte interna la cápsula se halla tapizada por
una membrana serosa, la membrana sinovial productora de liquido sinovial; y, siempre la
articulación presenta relaciones de vecindad con estructuras vasculares y nerviosas.

Por lo tanto las complicaciones de las luxaciones traumáticas van ha estar relacionadas con
dichas estructuras lesionadas, es decir son de tipo:
a). Ligamentaria, determinando inestabilidad de la articulación; además por ser una
estructura anatómica poco vascularizada demora en su regeneración tisular.
b). Capsular, al romperse la cápsula articular, deja un ojal; que al no cicatrizar
anatómicamente, produce “salida” de los elementos óseos, es decir de una luxación
recidivante, es el caso del agujero oval de Webricht en la articulación del hombro; y,
c) Lesión de los paquetes vasculares y nerviosos de vecindad que podrían terminar en
una parálisis, y la necrosis de las epífisis óseas por lesión vascular.

Las complicaciones que ocurren en las luxaciones se deben fundamentalmente a una


inadecuada evaluación física del paciente y por la demorara en sus reducción, ahora
sabemos que si una luxación no es reducida en el tiempo promedio de 4 horas desde su
producción hasta la reducción deja ya una secuela o complicación de grado variable.

3.5 Luxaciones regionales


3.5.1 Luxación del hombro

Al parecer la luxación del hombro; a sido una preocupación en todos los tiempos por su
frecuencia de presentación, sus dificultades de reducción y por sus complicaciones; así lo
demuestran los documentos históricos: Hipócrates, hace 2400 años decía: “… Hay que
saber tratar el hombro que sufre luxaciones frecuentes. Este accidente ha obligado a muchas
personas a abandonar el ejercicio de la gimnasia, aunque estuvieran perfectamente aptas
para realizarlo; la misma desgracia ha vuelto ineptos a otros para las lídes guerreras, y han
muerto. Este asunto merece enorme atención, porque no sé de ningún médico que haya
tratado correctamente el trastorno; algunos abandonan todo intento de solución, en tanto
que otros sostienen opiniones y realizan prácticas totalmente contrarias a lo que sería
aconsejable…” (3)

18
3.5.2 Diagnóstico
El diagnóstico de la luxación del hombro, se realiza de manera clínica y por ayuda de
imágenes radiológicas. El paciente refiere haber sufrido caída con hiperextensión de la
mano con el brazo en elevación; clínicamente encontramos el clásico signo de la charretera,
que semeja a las hombreras actuales y a las de los militares del siglo XIX, está determinado
por el relieve óseo del acromion, dado que la cabeza humeral está desplazada hacia delante

3.5.3 Tipos de luxación

En la articulación del hombro según sea el desplazamiento del segmento distal, es decir de
la cabeza del húmero se presentan cuatro tipos de luxación:
1.- Supraglenoidea.
2.- Infraglenoidea
3. Anterior
4. Posterior

La luxación anterior del hombro es la más frecuente en aproximadamente 95% (5,6)., y en


ella vamos a insistir en su tratamiento, que detallamos a continuación.

3.5.4. Tratamiento de la luxación anterior del hombro: Técnicas o Métodos de


Reducción

Hecho el diagnóstico de luxación del hombro, el traumatólogo siempre realiza los dos
procedimientos clásicos: reducción e inmovilización. Para la reducción, emplea diversas
técnicas, que han sido probadas su validez y confiabilidad por los resultados obtenidos por
los diferentes autores y también por la facilidad para realizarlas, al aplicar fuerzas suaves de
tracción y contratracción de manera continua. La inmovilización clásica es con el vendaje
de Velpeau o el semivelpeau, que después de acolchar con algodón los relieves óseos se
sujeta con vendaje elástico el brazo en rotación interna y codo flexionado y los dedos de la
mano a la altura de la tetilla (9).

3.5.4.1.- Maniobra de Stimson:


Paciente en decúbito prono sobre la mesa con la extremidad afectada colgando libremente
por el borde; se sujeta un peso de 4 Kg. a la muñeca. La tracción mantenida supera el
espasmo muscular y en la mayoría de los casos se obtiene una reducción en 20 – 25
minutos.

3.5.4.2.- Técnica de Milch:

Paciente en decúbito dorsal; en ella, el brazo se lleva en abducción y rotación externa,


aplicando una tracción constante sobre el codo hacia distal, y se utiliza el pulgar para
desplazar con suavidad y devolver a su sitio la cabeza del húmero (7)

3.5..4.3.- Técnica hipocrática:

19
Paciente en decúbito supino sobre la mesa. El médico coloca el talón (sin zapato) en el
pliegue de la axila del paciente para la contratracción, sujeta de la muñeca del paciente con
las dos manos y aplica una tracción longitudinal constante, hasta escuchar un clip articular

Fig. 3.3 Técnica hipocrática, bajo efectos de anestesia general.

3.5.4.4. Técnica de Kocher: Consiste en el apalancamiento de la cabeza humeral sobre la


porción anterior de la cavidad glenoidea, y el apalancamiento de la diáfisis contra la pared
anterior del tórax, hasta completa la reducción.

3.5.4.5.- Técnica de la silla popularizada por Huaroto (10), del Hospital Loayza de Lima,
consiste en colocar al paciente sentado en el lado lateral de una silla con el hombro luxado
apoyado sobre el respaldar de la silla; el médico lleva a la abducción del miembro, aplica
tracción desde el codo flexionado y realiza rotación externa logrando su reducción al
escuchar el clásico clip articular, no requiere anestesia..

Fig 3.4 Técnica Huaroto o de la silla

20
3.5.4.6.- Técnica de autoreducción se realiza mayormente en pacientes deportistas. El
atleta entrecruza los dedos alrededor de la rodilla del mismo lado y se inclina hacia atrás
(8).

3.5.4.7 Inmovilización del hombro después de la luxación traumática

Según la bibliografía revisada, refiere que desde el año 320 a de C hasta nuestros días, la
inmovilización después de reducida la luxación traumática anterior del hombro se ha hecho
siguiendo lo recomendado por Hipócrates, es decir en rotación interna del brazo con codo
flexionado y sujetado con el clásico Velpeau. Sin embargo, un estudio preliminar, tipo
prospectivo y comparativo con la inmovilización clásica ( 20 pacientes para cada grupo),
llevado a cabo por Eiji Itoi y su grupo de investigadores, en Japón; la inmovilización
después de luxación traumática anterior de hombro lo realizan con el brazo en rotación
externa; después de un seguimiento de 15.5 meses los resultados fueron sorprendentes: la
recurrencia de la luxación en pacientes menores de 30 años fue de 45% con la clásica
inmovilización interna y 0% con la de inmovilización en rotación externa, concluyeron que
la inmovilización con rotación externa es efectiva y reduce la recurrencia de la luxación
(4).

Fig. 3-5 vendaje Velpeau, indicado en luxaci{on anterior del hombro; los números
indican la secuencia del vendaje elástico, lo sombreado es acolchado con algodón

3.5.5. Complicaciones de la luxación anterior del hombro


Solamente enumeraré las complicaciones que ocurren después de una luxación traumática
anterior del hombro, pues será motivo de otro artículo:
- Reluxación.
- Inestabilidad de la articulación del hombro.
- La Lesaión de Bancart.
- La lesión de Hill-Sachs.
- Parálisis del nervio circunflejo

3.5.6. Tratamiento educativo al paciente

Se le explica en detalle las posibles complicaciones si no cumple con la inmovilización en


el tiempo previsto de 8 semanas, sobre todo en pacientes jóvenes, que rapidamente desean
reincorporase a sus actividades laborales, deportivas y sociales.
Después de la inmovilización es necesario que concurra a medicina física y rehabilitación.

21
3.6 Luxación del codo
3.6.1 Direcciones de la luxación

Considerando la dirección del desplazamiento que ocurre de la cabeza del radio y la


cavidad sigmoidea mayor del cubito se presenta 5 direcciones: posterior (dorsal), anterior
(ventral), posterior cubital (pósteromedial). Posterior radial (pósterolateral y divergente (
11)

3.7 Luxación de cadera

BIBLIOGRAFÍA

1. Gustilo B (1998) Tratamiento quirúrgico de las fracturas Interamericana México


2. Rockwood Ch, Matse F (2000): Hombro vol II McGraw-Hill Interamericana
Mexico.
3.- Edmonso Crenshaw (1998) Cirugía Ortopédica de Campbell sétima edición. Tomo I
Panamericana. Bogota.

4.- Itoi E, Hatakeyama, Y.,Kido T., Sato T., Minagawa, H. Wakabayashi I,


Kobayashi(2003): A new method of immobilization after tramatic anterior dislocation
of the shoulder: A preliminary study.Journal of Shoulder and Elbow Surgery
5.- Jager M., Joachim C (1978): Lesiones capsuloligamentosas Ediciones Toray, S.A
Barcelona
6.- Zavaleta Alfaro, R et al (2003) Luxaciones del hombro, diagnóstico y tratamiento
Congreso regional de Medicina Trujillo Perú
7.- Milch H: (1938): Treatment of dislocation of the shoulder . Surgery 3:732-740.
8.- Burra, G, Andrews J. (2003) Luxaciones agudas del hombro y codo del deportista The
orthopedic clinics of north america número 3 Editorial médica Panamericana Madrid
9.- Ramos Vertiz J. R. (1979) Elementos de traumatología y ortopedia quinta edición
ediciones científico-técnicas americanas. Buenos Aires
10. Huaroto J. (1974): luxación del hombro, reducción con la técnica de la silla, tesis
Doctoral de la UNMSM.
11.- Christph Josten, Helmut Lill (2006): lesiones del codo, biomecánica, diagnóstico y
tratamiento. Amolca. Venezuela

22

Potrebbero piacerti anche