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_No.
_Bueno, es una actividad la que tenés. Es como un hobby. Sos buena persona,
está bien lo que haces, pero no es trabajo. El trabajo, y hasta un capitalista lo
sabe. El trabajo por lo menos te tiene que dar para reproducir tu miserable forma
de vida. Mínimamente.
Generalmente se pone mal, uno lo contiene pero es así. Llamamos trabajo, por
ejemplo: yo acá no estoy trabajando, estoy contentísimo, agradecido a Alicia, a
toda la Facultad por haberme hecho la invitación. Tengo una actividad. Es distinto
trabajar de tener una actividad. No es exactamente lo mismo. En una época se
llamaba el hobby, o sea, sufría toda la semana y después tenía un hobby. Ahora el
hobby está mezclado porque cuando una persona está trabajando está bajando
jueguitos entonces ya está como incorporado en la semana entonces: necesidad
básica satisfecha, como dije ayer, nunca hablen con siglas, NBI, PPO, TPU, no,
eso es todo encubridor. Toda basura. Necesidad básica satisfecha y
placenteramente satisfecha, que es una cosa tan elemental que jamás lo va a
entender ni un represor, ni un capitalista, ni un funcionario.
Recuerdo cuando Duhalde invento la supersopa. Tiene que ser grato. Hay gente
que plantea que lo pobre tiene que ser feo. Hay una vieja película italiana, “Feos,
sucios y malos”, como que el pobre es feo, malo y antiestético. Todo eso es una
marca de la cultura represora. Más allá del percentil en el que estemos, lo feo, lo
desagradable, lo asqueroso; no nos atrae, lo rechazamos. Eso es lo que la cultura
represora no tolera. No tolera el derecho al placer. Necesidades básicas
satisfechas, placer al satisfacer esas necesidades, y el 3cer registro: y fíjense que
es el último, es el derecho. Entonces, los derechos humanos son humanos en
tanto garanticen placer y necesidades si no, no son derechos es otra cosa.
Podemos llamarlo de otra manera.
Pensemos, los que estamos acá y los que estamos allá, qué grado de satisfacción
tenemos. Vieron que hay encuestas de satisfacción. Por ejemplo ayer tuve un
percance en la ruta entonces, el automóvil club me manda una encuesta de
satisfacción. ¿Está satisfecho de 0 a 9…? Armemos una encuesta, un propio test
de autosatisfacción, que satisfacción tenemos, incluso a veces aquella tarea que
nos gusta terminamos maldiciendo, maldiciendo lo que nos gusta, porque nos
agota, porque estamos cansados. Hoy una compañera me dijo: “che, que mal
estabas ayer”. No, yo me sentía bien, parece que estaba mal. La brújula del placer
es fundante para entender que nos está pasando, lo estamos pasando bien?
Cosas elementales por ejemplo en la sexualidad. Todo cambia pero por lo general
cuando uno está con alguien en la intimidad quiere pasarla bien. Como la estas
pasando? _ Mal _ Qué bueno, sigamos. Uno va a la heladería y el heladero que
pregunta? Y no es psicólogo social, ni leyó a Chomsky, ni a Rozitchner… Que
gusto querés? No es que si a uno no le gusta la vainilla, le dice: “ah! bueno te
preparo dos kilos”. No, no funciona así. A nivel macro la cultura represora si,
funciona así. No puede la cultura represora garantizar los derechos humanos
porque uno de los derechos fundante de lo humano es el derecho de placer.
Esta idea de que no importa, que lo más importante no es el placer, si no, que lo
más importante es el deber, la satisfacción de haber cumplido, con esas
expresiones terribles: “me la banco”, “yo te banco”, la cosa del sufrimiento, no
banques nada si no te gusta andate, que venga otro que la disfrute. “No, no, yo
estoy casado hace 30, 40, 50 años, vivo mal pero me la banco”. Es masoquismo,
un máster en masoquismo.
Hice varias campañas fracasadas, una para no comprar Danonino. Por ejemplo,
cuando se habla de las drogas y se dice “consumo problemático de sustancias”,
bueno planteemos el tema de la coca cola que es un veneno. Que prohíban la
coca cola si es en serio, porque hay que incluirla dentro del consumo problemático
entonces. La coca cola que se ufanaba de decir que no se sabía la formula de
este veneno. Si hubiera una mínima coherencia y defendiéramos los derechos
alimentarios, soberanía alimentaria, fuera Monsanto. Mac donals por ejemplo, ahí
se está dando veneno, la cajita feliz es una mina personal. Pueden hacer la
prueba. La comida de Mac donals es incorruptible, no se corrompe porque no es
orgánica. Todo eso que nosotros tomamos como: “todo va mejor con coca cola”,
esos son los que nos permiten desear. La cultura represora nos permite sentir
placer con los mandatos que genera. Eso es un artificio que convendría plantarse
para demolerlo. Si nosotros a penas nos conformamos con el placer de los
mandatos de la cultura represora estamos en un nivel prácticamente de anomia,
donde ya los placeres quedan ligados a un consumismo loco.
Viene una pareja, un matrimonio, algunas se hacen llamar matrimonio, otras no, y
yo les dije: bueno yo pensé que esto era una entrevista de pareja o de matrimonio
pero bueno, veo que es una autopsia porque el vinculo está muerto, es decir lo
único que tienen de pareja esta acá.-Si tiene razón doctor, gracias. Porque alguien
les tenía que decir: usted está muerto, señor vinculo, usted murió. Cuando uno
está con vínculos muertos, no puede armar vínculos vivos porque además sigue
habiendo un mandato represor que es el mandato monogámico, que como a mí
me gusta decir es: la continuación de lo endogamia por otros medios. Con lo cual
sigue habiendo toda una vulneración de los derechos humanos que es el derecho
a crear nuevos vínculos. Sigue habiendo palabras así como adulterio, meter los
cuernos, etc; ese folklore que abreva en una concepción monogámica que como el
monoteísmo, solamente es posible de construir destruyendo la diversidad y, si
nosotros destruimos la diversidad no podemos al mismo tiempo decir que
sostenemos los derechos humanos, porque lo humano es la diversidad. Por eso
estamos muy interesados en discutir no el tema de la diversidad sexual que es un
tema importante. Ático se ha ocupado mucho del tema de la nena trans por
ejemplo. Ático tiene un convenio con la Comunidad Homosexual Argentina, nos
interesa ese tema, pero también nos interesa pensar a la sexualidad como
diversidad. Hay una especie de un tal Bazán que anda hablando cualquier cosa,
que sigue diciendo incluso que soy autoritario, lo cual prueba que no me conoce
porque soy muy autoritario; diciendo en un binarismo de género berreta
totalmente, que Lulú la nena trans es esquizofrénica, cosa del Medioevo. Ahí
estamos en las diversidades sexuales pero también nuestra sexualidad es diversa
y la cultura represora también ha moderado la subjetividad de tal modo que sea
una sola manera de ser varón, una sola manera de ser mujer. Recién ahora las
mujeres avanzan mucho más, antes cuando el hombre avanzaba por lo general
las mujeres retrocedían, pero ya los tiempos cambiaron y uno se queda, en el
mejor de los casos, viendo a ver qué pasa.
Ayer Nora recordaba: la liga Argentina por los derechos del hombre se fundó en
1937 y venia de lo que se llamo “el socorro rojo”. El socorro rojo llevaba
brigadistas en la mal llamada “guerra civil española” porque tampoco fue una
guerra civil. Fue un ejército invasor fascista contra un pueblo, de ahí viene. Es
bueno saber de dónde vienen las cosas, que no se inventan de un día para otro.
La liga Argentina hereda el socorro rojo que fue realmente el experimento para lo
que vino luego: el nazismo. Que las democracias occidentales lo dejaron avanzar
hasta que empezaron a bombardear Londres, porque el nazismo iba a parar, al
comunismo, entonces fueron cómplices en la violación de los derechos humanos
que fue el nazismo, al que se lo pone como el peor mal. Pero las democracias
occidentales fueron cómplices del nazismo como ahora lo son de la vigencia de
Isis que fue armado por EEUU.
Entonces, eso de que nosotros somos los que defendemos los derechos humanos
y los otros son los malos, los terroristas y demás, salgamos de ese binarismo
político porque nos va la vida en ello.