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Metodología y técnicas de la investigación

Trabajo Practico N.º 13


Informe de Lectura
Introducción
La revolución iraní de 1979 fue un punto de inflexión en la historia del siglo XX ya que este
fenómeno produjo un cambio de orientación en la política de los países de mayoría musulmana
que empezaron a discernir la religión islámica como una forma de organización estatal,
concretamente en la versión del chiismo.
Podemos decir que el chiismo es un legitimismo que juzga que la comunidad de los creyentes
en el Islam sólo puede ser dirigida por los descendientes del profeta.

El régimen del Sha Mohamed Reza Pahlevi se caracterizó no solo por implementar la religión
sino también por los grandes desequilibrios tanto políticos, sociales y económicos y la dura
represión que existía bajo su ordenamiento. Por lo tanto, las aspiraciones sociales se vieron
frustradas.

A principios de los años setenta comenzaron a reproducirse protestas en contra de las políticas
represivas del gobierno iraní, la corrupción, las desigualdades sociales y económicas. A su vez,
se intensifico el enfrentamiento entre el gobierno y las fuerzas religiosas tradicionales por la
intención de Reza Pahlevi de occidentalizar Irán. La tensión se había forjado cuando el
emperador restó protagonismo y poder a las fuerzas religiosas en el país.

En 1978 los partidarios de Jomeini, fundamentalmente jóvenes de clases popular, junto con los
grupos de izquierda, demócratas y nacionalistas impulsan movilizaciones huelguísticas que se
convertirán en multitudinarias. Con la movilización de sus fuerzas los rebeldes consiguieron
derrocar por completo el régimen y establecer la República Islámica de Irán el 1 de abril de 1979.

El sistema creado por Jomeini y sus seguidores estaba inspirado en el Corán, sometiendo al
Estado a la máxima autoridad religiosa: el Consejo de Vigilancia compuesto por alfaquíes,
aquellos que son sabios en las leyes del Corán, y el mismo Ayatolá Jomeini, como Líder Supremo.

Lo que se va a tratar es cómo surgió el conflicto y como sigue en la actualidad. Solo en esta
introducción se intentó dar un panorama de lo que se verá a continuación.

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Desarrollo
La obra “Mas allá del islam. Política y conflictos actuales en el mundo musulmán” Segura parte
de dos premisas para el erróneas “En primer lugar, considerar y referirse al mundo islámico
como un todo homogéneo en el que, por el hecho de profesar una misma fe, las diferencias
entre los países, las sociedades y las poblaciones que lo integran apenas se manifiestan. En
segundo lugar, hacer de la dimensión religiosa la clave explicativa y el motor de esas
sociedades”. (SEGURA, 2001:7) De esta forma desdoblará los conflictos y procesos de transición
política

Detallando su obra puntualmente en el capítulo cinco: Irán: de la revolución de Jomeini a la


Revuelta de los estudiantes el autor parte del estudio sobre el Irán contemporáneo y comenzará
a desarrollar su argumentación distinguiendo dos momentos significativos “El primero es el de
la revolución religiosa” (…) El segundo es el de una secularización” (SEGURA, 2001:159).

El irán de Mohamed Reza Pahlevi


Segura inicia este subcapítulo con la renuncia obligada por parte del Sha Reza Mirza Jan en su
hijo Mohamed Reza Pahlevi donde este acogió una política de reforma con injerencia extranjera
donde expone “debo mi trono a Dios, a mi pueblo, a mi ejercito… y a ustedes” (refiriéndose a
sus aliados)”(SEGURA, 2001:161) “… los países occidentales y en especial Estados unidos, que se
había convertido en el mejor aliado de Irán” (SEGURA, 2001:165) “y al mismo tiempo impulso
una modernización “que pretendía convertir Irán en una gran potencia económica y militar y
mundial”(SEGURA, 2001:162). Asimismo, el autor revela “El régimen se había convertido en uno
de los más corruptos e injustos que existían” (SEGURA, 2001:164) esto contribuyo a un
descontento y a desequilibrios sociales como consecuencia surgió un “líder espiritual del chiismo
iraní, el ayatolá Jomeini” (SEGURA, 2001:164).

La revolución
Aquí el autor afirma que las revueltas sociales se proporcionaron por “La modernización había
derivado hacia un régimen político cada vez más arbitrario que se sostenía gracias a la represión
y en que la ostentación de la riqueza de las elites dominantes se acompañaba de un creciente
menosprecio y falta de respeto hacia las tradiciones religiosas y culturales del país” (SEGURA,
2001:165) como resultado se impone la revolución islámica de Irán y el régimen del sha se
hunde. Segura hace hincapié y deja en claro que “El carácter único de la revolución iraniana
reside en su capacidad de reunir clases sociales diferentes, incluso antagónicas, hasta la
conquista del poder, y de hacer del discurso político islamista el instrumento por excelencia de
esta movilización, en detrimento de cualquier ideología” (SEGURA, 2001:168).

La guerra irano-iraquí (1980-1988)


La Nueva República Islámica de Irán se proclamaba antiimperialista y anti sionista, enemiga del
marxismo y enfrentada a las monarquías moderadas y reaccionarias del Golfo que seguían con
inquietud la revolución iraní que se declaraba partidaria de extender los preceptos coránicos “la
sharia o ley islámica que debía regir la sociedad y la política en los países musulmanes” (SEGURA,
2001:173).
La proximidad geográfica junto a la tenacidad chií y la voluntad de exportar revolución le
agregaban elementos de preocupación al Riad y a las monarquías del Golfo ya que
constantemente enfrentaban contradicciones entre su fe, su legislación –“aparentemente

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basada en esa fe” (SEGURA, 2001:173) - y sus hechos “prácticas políticas interiores- nepotismo,
lujos y placeres contrarios a los preceptos de la religión (SEGURA, 2001:173).
En este contexto de creciente incertidumbre por la evolución del régimen de Teherán, “Sadam
Hussein brindo la peor de las soluciones: Bagdad ponía los soldados, mientras que las
monarquías del Golfo aportaban los petrodólares para comprar el armamento y Estados Unidos
junto a la Europa comunitaria la información de Irán y las armas ” (SEGURA, 2001:173)
El 21 de Septiembre de 1980 el Ejercito Iraquí lanzó una ofensiva en un amplio frente de la
frontera con Irán con el objetivo de debilitar y de ser posible derrotar al régimen de Teherán
para evitar la posible ampliación de la revolución islámica.
A pesar del factor sorpresa no lograron el desmoronamiento, por el contrario el Ejercito Iraní
consiguió estabilizar el frente y lanzar varias contraofensivas apoyada por centenares de miles
de guardianes de la revolución que procedían de los barrios pobres y de otras ciudades
importantes. En ocasiones las fuerzas iraníes penetraron el territorio iraquí y Bagdad no dudo
en utilizar armas químicas.
Finalmente tras la guerra de ciudades que ocasiono decenas de miles de muertos, más el
desgaste ocasionado en ambos países por el conflicto se llega a un alto al fuego a través de la
mediación de Naciones Unidas que fue aceptado por ambas partes y entro en vigor, el 20 de
agosto de 1988.
En el momento del alto fuego, la moral de las tropas y la población iraní no estaba en su mejor
momento por las pérdidas que se ocasionaron durante el conflicto y se dejó un fuerte impacto
psicológico en la generación que habían protagonizado la guerra .
“La muerte de centenares de miles de jóvenes voluntarios fue una especie de muerte simbólica
de su grupo social como actor político colectivo” (SEGURA, 2001:176) y la guerra fue la ocasión
para que los jóvenes pobres volvieran en masa a la tradición anterior al martirio.
Como todo simbolismo destinado a legitimar un poder casi teocrático Jomeini en 1983 proclama
una ley que obligaba a llevar el velo y el vestido islámico completo con el fin de mantener los
valores islámicos. Al mismo tiempo, el gobierno destino recursos para ayudar a las familias de
los voluntarios que habían caído en combate.
Jomeini en febrero de 1989 promulgó el fatwa, en donde trataba de mantener la tensión y la
radicalización suficiente para preservar la cohesión en torno al régimen.

Irán después de Jomeini


Al morir Jomeini el poder se repartió entre el Guía supremo de la Revolución y el Jefe de Estado,
en donde se inició un proceso de aproximación hacia países occidentales y moderados y también
la liberación económica.
Al liberar la economía no mejoro el nivel de vida de los más pobres y el malestar tanto
económico como social se fue acrecentando a medida que disminuía la popularidad del
Rafsanyani.
Lo cierto es que el país había cambiado demasiado desde la revolución y una parte de la
población empezaba a cuestionar el sistema político que se había heredado en la época de
Jomeini. Esos cambios son los que han configurado el Irán actual y necesitan soluciones políticas
para hacer frente a las nuevas demandas de la población.
Podemos mencionar los siguientes: en primer lugar,” se produjo un importante crecimiento
demográfico” (SEGURA, 2001:179) al pasar de los 33, 7 millones a los alrededores de 70 millones
actuales.
En segundo lugar,” los cambios demográficos han dado lugar a un rejuvenecimiento en la
sociedad iraní” (SEGURA, 2001:180).

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En un tercer lugar, “la economía se encuentra todavía poco diversificada y sigue dependiendo
excesivamente de los hidrocarburos”, (SEGURA, 2001:181) que en 1996 aportaban el 87% de las
exportaciones, mientras que en 1974 aportaban un 97%.
Además, el populismo le sigue dando peso a las subvenciones, que son un sustituto de la
revolución social que no ha tenido lugar, y a menudo, presas del favoritismo y el clientelismo
político que acentúan las desigualdades sociales y al mismo tiempo que desincentivan las
inversiones empresariales.
Otra herencia del periodo anterior son las funciones que se crearon en los primeros años de
revolución y que son dirigidas por las nuevas elites políticas.
El principal obstáculo a la reforma es, todo el sistema clientelar que asegura la base social del
régimen islámico.
Todos estos cambios han producido transformaciones evidentes. Los más evidentes se
relacionan con el sistema clientelar que produce como consecuencia hipertrofia del sector
terciario y un creciente peso de la ocupación del Estado que utiliza beneficios generados por las
exportaciones de petróleo. Otra transformación es la incorporación de la mujer al trabajo
verificable estadísticamente y ocupa el 46% de los puestos de trabajo de Educación y un 42% en
sanidad.
Todas estas transformaciones repercutieron en el comportamiento político de los grupos
sociales que aunque el nivel de vida mejoro de manera considerable y la política de
subvenciones sirve para mitigar diferencias, las desigualdades sociales persisten y reciben
muchos menos recursos que la clase acomodada.
La evolución política y económica emprendía tras la muerte de Jomeini provocó contradicciones
en el bloque de poder y, y desde entonces, el régimen vivió en constante tensión entre unos
sectores religiosos muy radicalizados y los nuevos dirigentes políticos.
La cooperación con la Unión Europea en la explotación de los yacimientos de petróleo y gas del
país resultaba indispensable para salir del obstáculo económico.
En las elecciones presidenciales de mayo de 1997, los electores iraníes llevaron a la presidencia
a Mohamed Jatami que había basado su campaña en la defensa del Estado en contra del Estado
de Derecho y el protagonismo de la sociedad civil.
Entre el 7 al 13 de julio de 1999 se produjo una revuelta estudiantil, que fue provocada por el
cierre del diario independiente Salam y porque adoptaron una ley de prensa restrictiva que
controlaban los medios de comunicación, los tribunales revolucionarios y las fuerzas de
seguridad del Estado.
Los enfrentamientos de 1999 eran el resultado lógico de la victoria de Jatami en 1997 porque
los hijos de la revolución, sin renunciar a unos valores culturales y religiosos que le eran propios,
no se resignaban a vivir en la miseria y sin libertad.

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Conclusión
Sin conocer el pasado, es imposible comprender en qué situación nos encontramos hoy, y esa
situación es tremendamente importante para la región y para el mundo.
El Islam es un tema de gran complejidad, la comprensión de ésta religión y de la mentalidad del
pueblo que la protagoniza es decisivo para concebir el adelanto de la civilización. Por eso, si se
toma como modelo el comienzo islámico del siglo VI, la violencia era inevitable, a falta de
distinción entre política y religión.
Los islamistas defendían los orígenes gloriosos del Islam como modo de recuperar la
independencia perdida. No fueron corrientes violentas en su totalidad.
La violencia es el resultado de un complejo y extenso proceso en el que la religión constituyo un
factor aglutinador y potenciador. Sin embargo, las causas del conflicto no son
religiosas. Ninguna religión es violenta por sí sola, es el manejo impropio de los mensajes en los
libros sagrados, la interpretación errónea y fanática, la que convierten a la religión en
excluyente, agresiva y violenta contra los que no se ajustan a los cánones que manejan el hecho
religioso.
Como dice el autor, en los últimos años el islam se ha politizado y estamos viendo los efectos en
varias sociedades musulmanas
La separación del poder civil y de la autoridad religiosa es básico para gestionar, administrar y
gobernar una nación. La separación de poderes no quiere decir que no haya comunicación,
tolerancia y colaboración. A la inversa, el diálogo se impone como camino para cimentar una
sociedad en la que la convivencia, sea la guía habitual y esto sirve para todas las sociedades.
Será difícil, por no decir imposible, que los ciudadanos que profesan otras religiones, o ninguna,
tengan los mismos derechos y libertades. La historia y la experiencia nos demuestran lo
contrario.

El islam no puede convertirse en la ideología suprema a la que tienen que someterse todos los
que viven en el territorio nacional. Poco importa si son creyentes o ateos, musulmanes o
agnósticos, cristianos o liberales.

Esa confusión entre sociedad y religión representa la fuerza y la debilidad del Islam. De ahí la
importancia de pedir que se integren en las costumbres de los países que les acogen, aun sin
llegar a extremismos. El diálogo no supone la aceptación de conductas que, en la práctica, niegan
la libertad religiosa.

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Bibliografía
SEGURA, Antoni. "Irán: de la revolución de Jomeini a la revuelta de los estudiantes”. En segura,
Antoni. Más allá del islam. Política y conflictos actuales en el mundo musulmán. Alianza
editorial, Madrid, 2001.pags 159-186.

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Índice
Introducción…………………………………………………………………………………………………………….…..Pág.1

Desarrollo………………………………………………………………………………………………………………….….Pág.2

El Irán de Mohamed Reza Pahlevi………………………………………………………………………………….Pág.2

La revolución…………………………………………………………………………………………………………………Pág.2

La Guerra irano- iraquí…………………………………………………………………………………………………..Pág.2

Irán después de Jomeini…………………………………………………………………………………………………Pág.3

Conclusión……………………………………………………………………………………………………………………..Pág.5

Bibliografía………………………………………………………………………………………….............................Pág.6

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